El Poder de La Amabilidad

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El poder de la

amabilidad
Al ser amables y pacientes, podemos ablandar corazones y
animar a los demás a vivir con rectitud.

De la vida de George Albert Smith


George Albert Smith creía firmemente en el
poder que tiene la amabilidad para ablandar
corazones.

Enseñó que debemos “afrontar nuestros


problemas con un espíritu de amor y de
amabilidad hacia todos”.

Su nieta relató cómo la bondad y consideración


de él hacia los demás trajo paz a una tensa
situación:
RELATO:
Los trabajadores no cuidaban su
“Una calurosa tarde de verano hubo un
lenguaje, o a lo mejor sus madres no
problema que surgió bajo la calle cerca de
les habían enseñado a hacerlo; sea
la casa del abuelo en Salt Lake City, y
como sea, estaban diciendo malas
algunos trabajadores de la ciudad habían
palabras y usando un lenguaje
ido a arreglarlo.
terrible.
Hacía mucho calor afuera, el sol brillaba
En poco tiempo, sus palabras
implacablemente, y el trabajo que había
llegaron a ser ofensivas para los
que realizar era del tipo que se lleva a
muchos vecinos cuyas ventanas
cabo con pico y pala, el cual hacía que el
estaban abiertas a fin de dejar entrar
sudor corriera por los rostros y las
cualquier brisa que pudiera
espaldas de los hombres conforme
ayudarlos a refrescarse.
cavaban la calle.
“Alguien salió y pidió a los hombres que ¿Por qué no vienen y se sientan
dejaran de usar lenguaje profano, y bajo mis árboles y toman algo
durante la conversación mencionaron que refrescante?’.
el hermano Smith vivía allí.
El enojo de los hombres
desapareció y respondieron a la
¿No podrían acaso mostrar un poco de amabilidad mostrada con
respeto y guardar silencio? docilidad y agradecimiento.

Con eso, los hombres recitaron otra letanía Después del agradable momento
de malas palabras. En silencio, el abuelo de descanso, regresaron a realizar
preparó limonada, colocó vasos y una su trabajo, el cual terminaron con
jarra sobre una bandeja y la llevó a los esmero y en silencio”
hombres, y les dijo: ‘Mis amigos, se ven
sumamente cansados y acalorados.
PREGUNTAS DE REFLEXION

¿Cuándo han visto que un acto de amabilidad


haya ablandado el corazón de alguien?

¿Cuáles son algunos de los problemas que usted


piensa que se podrían resolver con “un espíritu
de amor y de amabilidad hacia todos”?
Una de las razones por las que el presidente
Smith trataba a las personas con esa
amabilidad era su convicción de que en todas
las personas hay una bondad innata.
Pocas semanas antes de que el presidente Smith falleciera, el élder
Matthew Cowley, miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, lo visitó
en el hospital.
“Me acerqué a su cama”, dijo él, “y extendió su mano y tomó la mía con
fuerza y me dijo: ‘Muchacho, recuerda todos los días de tu vida que
puedes encontrar algo bueno en todas las personas si tan sólo te esfuerzas
por buscarlo’”.
El élder Cowley entonces dijo lo siguiente en cuanto al presidente Smith:
“Amaba a todos porque podía ver lo bueno que había en ellos. No podía
considerar el pecado con el más mínimo grado de tolerancia, pero amaba
al pecador porque sabía que Dios es amor [véase 1 Juan 4:16], y que es el
amor de Dios el que regenera el alma humana y que puede, durante ese
proceso, transformar al pecador en santo.

“Quizá haya habido pecadores que confundieron su amor y pensaron que


era respeto. No respetaba al pecador, pero sí lo amaba. Estoy seguro de
que ese amor encontró respuesta en el corazón y en la vida de aquellos a
quienes amó”
El Espíritu del Señor es un
espíritu de bondad, no de
dureza ni de crítica.
Me entristece a veces escuchar las cosas poco
amables que se dicen, no sólo en cuanto a las
personas de nuestra Iglesia, sino en cuanto a las
personas del mundo.
Las palabras poco amables por lo general no se
dicen bajo la inspiración del Señor.

El Espíritu del Señor es un espíritu de


amabilidad, de paciencia, de caridad, de amor,
de tolerancia y de longanimidad; y no hay
ninguno de nosotros que no necesite todas esas
virtudes que son el resultado de poseer el
Espíritu de nuestro Padre Celestial.
Se debe ejercer toda influencia para que haya paz.
Lucifer está ejerciendo todo medio disponible para
destruir las almas de la familia humana. Está más
activo de lo que jamás ha estado y trabaja de una
manera muy insidiosa.

No me tomaré el tiempo de enumerar las muchas


formas que emplea, pero hay una forma en la que
actúa y ha actuado desde el principio del mundo, la
cual es tentar a una persona a destruir la reputación de
otra al hablar mal de ella.

Es tan fácil criticar a alguien más, es tan fácil hablar


mal, y a veces hablamos con dureza de nuestros
vecinos y amigos. Pero esto es lo que nuestro Padre
Celestial nos ha dado…
“No juzguéis, para que no seáis juzgados.
“Porque con el juicio con que juzgáis seréis
juzgados, y con la medida con que medís, se os
volverá a medir.

“Y, ¿por qué miras la paja que está en el ojo de


tu hermano, y no echas de ver la viga que está
en tu propio ojo?

“O, ¿cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la


paja de tu ojo, y he aquí la viga en tu propio
ojo?” [Mateo 7:1–4].
Como pueblo, se nos ha aconsejado que no critiquemos,
que no tratemos mal a los demás, que no hablemos con
dureza de aquellos con quienes nos relacionamos.

Deberíamos ser los mayores ejemplos en el mundo en ese


sentido. Consideremos la crítica de la actualidad.

Tomen un diario y vean las cosas poco amables que


algunas personas están diciendo en cuanto a otras
personas; y, sin embargo, en muchos casos la persona que
está criticando tiene una viga en el ojo y no puede ver
claramente, pero sí piensa que su hermano tiene una paja
en el ojo.

¿Acaso no tenemos la tendencia a ver las limitaciones y


debilidades de nuestros vecinos? Sin embargo, eso va en
contra de las enseñanzas del evangelio de Jesucristo.
Hay una clase de personas que hablan mal y
critican en una forma destructiva.

Existe una diferencia en la crítica.

Si podemos criticar de forma constructiva


bajo la influencia del Espíritu del Señor,
podemos cambiar de forma beneficiosa y
apropiada algunas de las cosas que se estén
haciendo, pero si tenemos el espíritu
dispuesto a encontrar faltas, de señalar las
debilidades y faltas de los demás en una
manera destructiva, eso nunca es resultado de
la compañía del Espíritu de nuestro Padre
Celestial, y siempre es dañino
PREGUNTAS DE REFLEXION:
¿Cuáles son algunas de las situaciones en las que
podemos dar un ejemplo de este tipo?

En su opinión,

¿por qué las críticas severas y el hablar mal de los demás


es tan dañino?
Debemos buscar las virtudes
de los demás y elogiarlos
sinceramente.
Me encuentro aquí esta noche para hablar de un hombre que
hace varios años regresó al hogar… Me refiero a Francis M.
Lyman [del Quórum de los Doce Apóstoles], y deseo
comunicarles que ese gran hombre era tan tierno como un bebé,
tan tierno como un niño pequeño, y su deseo de ayudar y animar
era hermoso.
Lo escuché elogiar a sus hermanos muchas veces cuando habían
hecho algo digno de alabanza: uno había pronunciado un buen
discurso, otro había dado un testimonio convincente, otro había
hecho alguna otra cosa digna de alabanza.
Lo he visto poner el brazo sobre sus hombros y decirles: “Estoy
orgulloso de usted y de lo bueno que ha hecho”. ¿Acaso no es
ésa una forma encomiable de vivir? Ésa es la forma de hacernos
felices. Si, en vez de ser celosos, vemos y apreciamos y
elogiamos las virtudes y habilidades de nuestros semejantes, si
vemos el poder para bien que hay en [los demás], cuánto mejor
será todo.
Muchos de nosotros vivimos en un ambiente en el que casi somos
mudos en lo que respecta a elogiar a alguien más. Parece que
somos incapaces de decir las cosas que podríamos decir… para
bendecir a los demás.
Busquemos las virtudes de nuestros colegas; observémoslos y
hagámoslos felices al elogiarlos.

Les ruego, mis hermanos y hermanas, que seamos


generosos los unos con los otros. Seamos tan pacientes el
uno con el otro como nos gustaría que los demás lo
fueran con nosotros.

Veamos las virtudes de nuestros vecinos y amigos y


hablemos de dichas virtudes, no hablando mal ni
criticando. Si lo hacemos, irradiaremos luz, y los que nos
conocen mejor nos amará.
PREGUNTAS DE REFLEXION

¿De qué manera le ha afectado el que alguien lo elogie


sinceramente?

Dedique un momento para pensar en alguien a quien deba


elogiar
La amabilidad tiene el poder de alejar
a las personas de sus errores.

Hay quienes cometerán errores. Hay entre nosotros personas


que se han desviado, pero son hijos de nuestro Señor y Él los
ama.

Él nos ha dado a ustedes y a mí el derecho de ir a ellos con


amabilidad y amor, y con paciencia y un deseo de bendecir;
procuren apartarlos de los errores que están cometiendo.

No tengo el derecho de juzgar a algunos de éstos que han


cometido errores y que los siguen cometiendo, a menos que se
me llame a hacerlo a causa de la autoridad que se me haya
conferido, pero, si los veo hacer lo incorrecto, es mi privilegio
hacerlos volver, de ser posible, al camino que lleva a la vida
eterna en el reino celestial.
No nos quejemos de nuestros amigos y vecinos porque
no hacen lo que queremos que hagan.

Más bien, amémoslos para que tengan el deseo de


hacer las cosas que nuestro Padre Celestial quiere que
hagan. Podemos hacerlo, y no nos podemos ganar su
confianza ni su amor de ninguna otra manera.

Qué gozo, qué consuelo, qué satisfacción pueden


obtener nuestros vecinos y amigos en la vida por
medio de la amabilidad. Cuánto me gustaría escribir
esa palabra en letras mayúsculas y grabarla en el aire.

La amabilidad es el poder que Dios nos ha dado para


abrir los corazones duros, para conquistar las almas
obstinadas y para llevarlas a una comprensión de Sus
propósitos.
PREGUNTAS DE REFLEXION

El presidente Smith enseñó que la “amabilidad es el poder que Dios


nos ha dado para abrir los corazones duros”

¿Qué relatos de las Escrituras recuerda que ilustren este principio?


El amor y la amabilidad en nuestros
hogares pueden llevar a nuestros hijos a
escuchar nuestros consejos.
Es nuestro deber, más bien debería decir que es nuestro privilegio y también nuestro deber tomar
suficiente tiempo para rodear a nuestros hijos con salvaguardas y para amarlos y ganarnos su amor
de manera que les alegre escuchar nuestros consejos.

Vivan de tal manera, con amor y amabilidad, que la paz, la oración y el espíritu de agradecimiento
estén en su hogar juntos.

No dejen que su casa sea sólo un lugar donde cuelguen su sombrero cada noche, y donde coman para
después salir corriendo a otro lugar; más bien, permitan que su casa sea un lugar donde more el
Espíritu del Señor.

Es mi ruego que seamos llenos de ese espíritu que proviene [del Señor], el cual es el espíritu de amor,
de bondad, de amabilidad, de paciencia y de tolerancia.

Entonces, si conservamos ese espíritu con nosotros en nuestro hogar, nuestros hijos e hijas crecerán
para llegar a ser lo que deseamos que lleguen a ser.
Recuerdo que hace algunos
años iba en un tren hacia el
Yo no había escuchado que
norte, donde vi sentada en el
ninguno de sus hijos se hubiera
vagón del ferrocarril a una
mudado, así que le hice más
mujer que conocía… Me
preguntas.
reconoció cuando iba pasando
por el pasillo. Ella entonces me abrió su
corazón y dijo: “Mi hijo menor,
Me habló y le pregunté: “¿A
hace unas semanas, se fue de
dónde va?”, a lo que respondió:
casa y no nos dijo a dónde iba.
“Voy a Portland, [Oregón]”. Yo
No supimos nada de él, pero sin
sabía que su familia no tenía
duda su plan era salir al mundo
mucho dinero, y sabía que esa
y verlo por sí mismo; la primera
mujer era la madre de una
indicación que recibimos de su
familia grande de varones, por
paradero fue cuando recibimos
lo que le dije: “¿Qué la lleva a
un telegrama del hospital
Portland?”. Ella dijo: “Tengo
Mercy, en Portland, que nos
un hijo que está allí en el
decía que nuestro hijo estaba
hospital”.
Continuó diciendo: “Por supuesto que Dios se lo había dado, y que
que el mensaje nos sorprendió nuestro Padre Celestial esperaba
mucho, pero sólo había una cosa que ella usara todo medio posible
que podíamos hacer: recaudar el para enriquecer su vida y
dinero necesario e ir prepararlo para las oportunidades
inmediatamente hasta donde estaba que le esperaban.
el muchacho”. Así que, durante las largas horas de
…Ella estaba preparada para ir la noche, conforme el tren viajaba
sentada durante un largo trayecto, con gran estruendo por los rieles,
de día y de noche, sin esa buena mujer permaneció allí
resentimientos por la injusticia y la sentada, añorando a su hijo, a
desconsideración de su hijo, medida que cada kilómetro que
pensando solamente en que él era pasaba la acercaba un poco más a
de ella, que le pertenecía, ese algo que la atraía y que le
conmovía el corazón.
Finalmente, cuando llegó, tan no había sido considerado con
rápido como le fue posible, se ella; no tenía resentimiento por
dirigió hasta el hospital. su desconsideración ni por su
Sucedió que el lugar donde yo despreocupación; simplemente
me iba a quedar no estaba lejos estaba agradecida por poder
del hospital, así que fui allá estar con su hijo que Dios le
para ver lo que había ocurrido. había dado.
Allí se encontraba esa dulce
madre sentada al lado de la
cama de su hijo, que se había
visto afectado por un fuerte
ataque de pulmonía; y él
estaba allí acostado, con
mucho dolor.
En ese momento, procuraba angustia que llenaban ese cuarto
atender a ese hijo por quien antes de que ella entrara en él,
había entrado en sociedad con su había un aura perfecta de luz, de
Padre Celestial, para traerlo al paz y de felicidad sobre el
mundo, hasta que se repusiera. semblante de ese joven a medida
Él, por cierto, tenía unos que veía el rostro de la persona
dieciséis años, pero para ella que había ofrecido su vida para
seguía siendo su bebé. Ella que él pudiera existir, y que en
trataba de animarlo, diciéndole esa ocasión había viajado una
cosas que lo pondrían feliz y larga distancia para sentarse a su
contento, hablándole de las lado y atenderlo hasta que se
oportunidades que tendría recuperara.
cuando se recuperara.
Me pregunto a veces si esas madres se dan cuenta de lo maravillosas
que son ante los ojos de sus hijos en un caso como ése.

Ese joven había resuelto antes de que su madre hubiera estado allí
muchos minutos que nunca más le sería desleal, nunca más haría caso
omiso de lo que le había dado, sino que decidió que el nombre que se
le había dado con honor lo mantendría con honor por el resto de su
vida.

Ruego que el amor del evangelio de nuestro Señor arda en nuestra alma
y enriquezca nuestra vida, que haga que los esposos sean más amables
con sus esposas, y que las esposas sean más amables con sus esposos,
los padres con los hijos y los hijos con los padres a causa del evangelio
de Jesucristo, que es un evangelio de amor y de amabilidad.
PREGUNTAS DE
REFLEXION

Cuando un hijo se descarría, ¿por qué es


a veces difícil reaccionar de la manera en
que la madre del relato reaccionó?

Medite con espíritu de oración en cuanto


a cómo un espíritu de amabilidad y
paciencia podría mejorar la relación con
Al ser amables y pacientes, podemos
ablandar corazones y animar a los
demás a los demás a vivir con rectitud.

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