Niega Reivindicatorio

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AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

Magistrado ponente

Radicación n° 11001-02-03-000-2020-00044-03
(Aprobado en sesión virtual de veintisiete de mayo de dos mil veinte)

Bogotá, D. C., veintisiete (27) de mayo de dos mil veinte


(2020).

Se decide la acción de tutela promovida por Gloria Stella


Ortiz Castro contra de la Sala Civil - Familia del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Ibagué y el Juzgado Primero
Civil del Circuito del Guamo, trámite al cual se vinculó a las
partes e intervinientes del proceso objeto de queja
constitucional.

ANTECEDENTES

1. La promotora del amparo reclamó protección


constitucional de sus garantías fundamentales al debido
proceso y a la «propiedad», que dice vulneradas por las
autoridades judiciales accionadas.

Solicitó, entonces, dejar sin efecto las sentencias


proferidas en el proceso 73319-31-03-001-2016-00007; y en
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consecuencia, ordenar a las accionadas «proferir el fallo que


en derecho corresponda para lo cual deberá tener en cuenta
que la sentencia de pertenencia que profirió fue dictada con
base en información fraudulenta que le suministró… Rosabel
Bonilla de Gamboa».

2. Son hechos relevantes para la definición de este


asunto los siguientes:

2.1. Refirió la actora que en favor de Rosabel Bonilla de


Gamboa, a través de sentencia judicial de 30 de junio de
2011 proferida por el Juzgado 1º Civil del Circuito de El
Guamo, se declaró que adquirió por prescripción
extraordinaria adquisitiva de dominio el inmueble ubicado en
la calle 6 nº 4-01 y con folio inmobiliario nº 360-6713.

2.2. Luego, Rosabel Bonilla de Gamboa promovió


proceso reivindicatorio en contra de Gloria Stella Ortiz
Castro, con el fin de obtener la posesión del predio referido a
espacio, que correspondió al Juzgado 1º Civil del Circuito de
El Guamo.

2.3. Notificada la convocada, además de presentar


medios defensivos, manifestó que la demandante «obtuvo
sentencia de pertenencia a su favor argumentando hechos
totalmente falsos, irregularidades procesales cometidas por el
Juzgado… y desconociendo circunstancias de orden probatorio
que determina[ban] que… Bonilla Gamboa no reunía los
requisitos para usucapir», además la posesión de esta es
posterior a la de la enjuiciada en reivindicación, por lo que

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formuló demanda de reconvención alegando prescripción


extraordinaria adquisitiva de dominio.

2.4. Surtido el trámite, el 4 de abril de 2019 el despacho


accedió a la reivindicación pedida; determinación confirmada
el 26 de noviembre siguiente por el Tribunal, al considerar
que la anterior «sentencia declarativa de pertenencia produce
efectos erga omnes, razón por la cual, una vez proferida
conforme con las reglas del procedimiento civil, nadie está
habilitado para reclamar propiedad o posesión por una causa
anterior a la sentencia».

2.5. Por vía de tutela se duele la quejosa, en síntesis, de


los fallos atrás referidos, pues, aduciendo que existió una
indebida valoración de las pruebas documentales y
testimoniales recaudadas en el plenario, con lo que se
evidenciaba que los presupuestos axiológicos de la acción
reivindicatoria no estaban satisfechos, toda vez que la
convocante, previo a que se declarara la pertenencia que
inicialmente incoó, no ejercía la posesión del inmueble, pues
el predio era fiscal ya que su titular era el Municipio de San
Luis y, posteriormente, en el año 2001, lo adquirió su esposo
José Armando Gamboa Bonilla, de ahí que no era procedente
declarar las prescripción, máxime cuando ese anterior juicio
fue iniciado en el año 2005.

2.6. Anotó que si bien su cónyuge «fue asesinado» en el


año 2005 como consecuencia del conflicto armado interno,
razón por la que tuvo que «desplazarse de manera forzada
junto con sus 3 hijos», lo cierto es que nunca dejó de ejercer

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actos de dominio, pues tal como probó en el juicio


reivindicatorio, «celebró contratos que datan desde el año
2005… con Pablo Emilio Restrepo; Cristóbal Sanabria Herrera;
Óscar Eduardo Ospina, todos ellos en calidad de arrendatario
y [ella] en calidad de arrendadora».

2.7. Agregó que Rosabel «con base en el fallo de


pertenencia que obtuvo a su favor de manera irregular, hizo
creer que había perdido la posesión en el año 2011, sin
embargo, no aportó ninguna prueba que indicara cómo [la]
perdió…, bajo qué circunstancias…, el tiempo preciso en que
ocurrió esa presunta pérdida»; además «nunca indicó, ni supo
explicar… la razón por la cual no promovió de manera
inmediata acción civil o policiva para recuperar la posesión.
Esperó 5 años para promover la acción…, señalando unos
hechos bastantes lacónicos que no eran suficientes para
reclamar en reivindicación el inmueble que obtuvo el dominio
mediante engaños».

3. La Corte admitió la demanda de amparo, ordenó


librar las comunicaciones de rigor y pidió rendir los informes
a que alude el artículo 19 del Decreto 2591 de 1991.

4. Mediante sentencia del 29 de enero de 2020, esta


Corporación negó a la solicitud de amparo reclamada;
determinación impugnada por la gestora.

5. Con proveído de 11 de marzo de 2020 (ATL362-


2020) la Sala de Casación Laboral de esta Corte declaró la
nulidad del referido fallo constitucional, tras advertir que «al

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revisar guía de envío no. TL009772435CO de la Empresa


Servicios Postales Nacionales 472, se evidencia que el oficio n.º
2548 de 23 de enero de 2020, por medio del cual la Secretaría
de la Sala de Casación Civil pretendió comunicar a Bonilla de
Gamboa la admisión del resguardo, fue entregado el 31 de
enero de 2020, esto es, con posterioridad al fallo proferido por
el a quo constitucional»; por lo cual, se dispuso nuevamente
tal enteramiento, y se remitió el correo electrónico a la
dirección indicada para tal fin.

LAS RESPUESTAS DE LOS CONVOCADOS

1. El Juzgado 1º Civil del Circuito de El Guamo


manifestó que el 4 de abril de 2019 profirió fallo en el que
accedió a las pretensiones de la acción reivindicatoria; que
dicha decisión no luce arbitraria.

2. Los demás guardaron silencio.

CONSIDERACIONES

1. Conforme al artículo 86 de la Constitución Política, la


acción de tutela es un mecanismo jurídico concebido para
proteger los derechos fundamentales, cuando son vulnerados
o amenazados por los actos u omisiones de las autoridades
públicas, en determinadas hipótesis, de los particulares, cuya
naturaleza subsidiaria y residual no permite sustituir o
desplazar a los jueces funcionalmente competentes, ni los
medios comunes de defensa judicial.

Por lineamiento jurisprudencial, en tratándose de


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actuaciones y providencias judiciales, el resguardo se abre


paso de manera excepcional y limitado a la presencia de una
irrefutable vía de hecho, cuando «el proceder ilegítimo no es
dable removerlo a través de los medios ordinarios previstos en
la ley» (CSJ STC, 11 may. 2001, rad. 2001-00183-01); y por
supuesto, se cumpla el requisito de la inmediatez.

2. En el caso que concita la atención de la Sala,


encuentra la Corte que la acción constitucional carece de
vocación de prosperidad, habida cuenta que el Tribunal
criticado, en la providencia del 26 de noviembre de 2019, que
confirmó la que dictó el Juzgado 1º Civil del Circuito de El
Guamo, luego de analizar los reparos de la alzada, precisó
que:

…de entrada… como el alegato apelativo está cimentado sobre la


existencia de una posesión anterior a la declaratoria de
pertenencia a favor de la reivindicante, el punto principal que debe
dilucidarse, es el concerniente a cuáles son los efectos que produce
la providencia que reconoce la usucapión a favor de una persona.

Sobre la preanotada temática debe decirse que la jurisprudencia de


la corte suprema de justicia ha señalado que cuando el proceso de
pertenencia es tramitado con apego a las normas del procedimiento
civil, la sentencia produce efectos erga omnes, lo cual significa que
las consecuencias jurídicas que de ella se desprenden, se irradian
a todas las personas en general, es decir, tanto a las personas
determinadas que fueron vinculadas nominativamente al proceso,
como a las indeterminadas que fueron vinculadas a través del
emplazamiento judicial.

(…)

En coherencia con el anterior planteamiento jurisprudencial, el


artículo 375 del CGP, norma que está llamada a disciplinar la
cuestión litigiosa en este caso concreto, dispone en su numeral 10º
que "La sentencia que declara la pertenencia producirá efectos erga
omnes y se inscribirá en el registro respectivo. Una vez inscrita

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nadie podrá demandar sobre la propiedad o posesión del bien por


causa anterior a la sentencia."

Seguidamente, analizó las probanzas allegadas al


plenario, consignado que:

Acorde con el anterior marco jurisprudencial y legal, y con soporte


en las pruebas obrantes dentro del plenario, bien pronto advierte
esta colegiatura el decaimiento del cargo de apelación bajo estudio
por las razones que pasan a exponerse a continuación:

3.4.1. Dentro del proceso está demostrado que mediante sentencia


del 30 de junio de 2011, proferida por el juzgado primero civil del
circuito de Guamo Tolima, a la demandante Rosabel Bonilla de
Gamboa se le declaró propietaria del bien inmueble ubicado en la
calle 6ª No. 4-01/07 del municipio de San Luis Tolima, aquí
pretendido en reivindicación, por haberlo ganado por prescripción
adquisitiva de dominio. Sentencia que alcanzó fuerza de ejecutoria
el 14 de julio de 2011 por no haber sido recurrida, y que a su vez
fue registrada en el folio de matrícula inmobiliaria No. 360-6713 el
18 de julio de ese mismo año.

3.4.2. Está demostrado también, por cuanto así lo admitió la


demandada Gloria Stella Ortiz Castro en el interrogatorio de parte
que le fue realizado por el juez de primer grado, que al interior del
proceso de pertenencia promovido por Rosabel Bonilla de Gamboa,
el cual finiquitó con la sentencia antes mencionada, a ella se le dio
la oportunidad de intervenir y de defenderse, lo cual realizó por
intermedio de un apoderado judicial.

En efecto, véase que cuando el juez le interrogó sí: "Dentro de ese


proceso que se tramitó y que se culminó con sentencia del 30 de
junio del año 2011 usted se hizo parte dentro de ese proceso, usted
dentro del proceso se defendió, compareció al proceso de
pertenencia?" Contestó: "Si señor"

Seguidamente, cuando el referido funcionario le preguntó: "Usted


dentro de ese proceso participó, actuó de alguna manera o le dio
poder a un abogado o alguien la defendió?" Contestó: "Yo sí señor"

3.4.3. Como se desprende de lo anterior, al existir una sentencia


ejecutoriada, por medio de la cual se declaró que la demandante
Rosabel Bonilla de Gamboa es la titular del derecho de dominio
sobre el bien inmueble pretendido en reivindicación, por haberlo
ganado a través de la vía de la prescripción, no puede ser de recibo

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el argumento esgrimido por la demandada Gloria Stella Ortiz,


según el cual, su posesión es anterior al título de propiedad
exhibido por la accionante en reivindicación.

Ello es así, porque como acaba de verse, a la luz de la


jurisprudencia y la norma procedimental antes citada, la sentencia
declaratoria de pertenencia produce efectos erga omnes, razón por
la cual, una vez proferida conforme con las reglas del
procedimiento civil, nadie está habilitado para reclamar propiedad
o posesión por una causa anterior a la sentencia.

Aunado a ello, ha de resaltarse que si la propia demandada


admitió haber intervenido dentro del proceso y haber tenido
conocimiento de la sentencia declaratoria de pertenencia, tal
decisión le irradia plenos efectos. Asimismo, debe tenerse en
cuenta que la demandada no acreditó haber realizado oposición
alguna en calidad de poseedora dentro del proceso de pertenencia
ni tampoco interpuso los recursos de ley contra el memorado fallo,
por tal motivo, incluso si en vía de discusión se admitiera que la
sentencia declaratoria de la usucapión no produce efectos erga
omnes, de todas maneras no podría reconocérsele a ella una
posesión anterior al 30 de junio de 2011, ya que no puede
considerarse como un verdadero poseedor, a quien se abstiene de
realizar todos los actos tendientes a la conservación de la posesión
que supuestamente ejercita sobre un determinado bien, mientras
que otra persona concomitantemente reclama la titularidad de ese
mismo bien por la vía de la usucapión.

Si bien es cierto, la demandada apelante manifiesta que durante la


diligencia de inspección judicial practicada dentro del proceso de
pertenencia se dejó en claro que era ella quien explotaba
económicamente y se encontraba ocupando el inmueble objeto de
tal pretensión, tales circunstancias, así como las pruebas
recaudadas en el presente asunto se tornan irrelevantes y sin
eficacia probatoria para demostrar la existencia de una posesión
anterior al 30 de junio de 2011; toda vez que como la apelante tuvo
conocimiento e intervino dentro del proceso de pertenencia, era en
ese escenario procesal en el que debía sacar a relucir su calidad de
poseedora con el propósito de anteponer la suya, a la posesión
alegada por la demandante. No obstante, como no lo hizo y el
proceso de pertenencia culminó con una sentencia estimatoria de
las pretensiones usucupativas, que a la fecha ya se encuentra
debidamente ejecutoriada y produce efectos frente a todo el
mundo, se torna improcedente reabrir el debate sobre la existencia
de una posesión anterior.

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De ahí que, como en el presente asunto a la demandada Gloria


Stella Ortiz no puede reconocérsele una posesión anterior al 30 de
junio de 2011, para la prosperidad de la acción de pertenencia por
ella impetrada por la vía de la reconvención, se tornaba imperativo
demostrar que ella ha poseído el bien inmueble litigioso por el
tiempo mínimo exigido por la ley para poder ganarlo por usucapión,
el cual de conformidad con la ley 791 de 2002, al ser la
prescripción alegada la extraordinaria, sería de 10 años, no
obstante, aun cuando se aceptara que la demandada ostenta la
posesión del bien inmueble desde la fecha de expedición de la
sentencia de pertenencia, o sea, desde el 30 de junio de 2011,
para la fecha de interposición de la demanda reivindicatoria, el 25
de enero de 2016, el tiempo de posesión ejercido por ésta sería de
tan solo 5 años y medio, razón por la cual, tampoco podría salir
avante la memorada demanda de reconvención por carecer de uno
de los elementos esenciales de la acción.

Por los anteriores motivos, el reparo de apelación bajo estudio no


puede salir avante.

Luego, estudió el instituto de la cosa juzgada de cara el


fallo prescriptivo, precisando que:

Asimismo, tampoco puede abrirse paso el segundo reparo apelativo


planteado por la impugnante, según el cual, en el presente asunto
la decisión judicial que declaró la pertenencia a favor de Rosabel
Bonilla de Gamboa no puede producir los efectos de cosa juzgada,
pues acorde con todo lo dicho en precedencia, debe tenerse en
cuenta que los efectos erga omnes derivados de la sentencia de
pertenencia implican que esta se torna obligatoria para todos y por
consiguiente, que hace tránsito a cosa juzgada respecto de todas
las personas, incluso respecto de quienes no hayan intervenido
como partes dentro del proceso, ya que se entiende que además de
las partes, con el emplazamiento que se realiza a todas las
personas inciertas e indeterminadas que se consideren con derecho
a intervenir en el mismo y la consecuencial designación de un
curador ad litem, se están garantizando los derechos de
contradicción y de defensa de todas aquellas personas que
teniendo derecho no se hicieron parte dentro las tramitaciones.

En ese orden de ideas, en el presente proceso, dada la naturaleza


de la sentencia declaratoria de pertenencia debe entenderse que la
decisión produce efectos para todo el mundo, dado que la
legislación colombiana reconoce como una excepción al principio de
la relatividad de la cosa juzgada, las sentencias declaratorias de la

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usucapión, a las cuales, como se ha insistido repetidamente, les


reconoce efectos erga omnes, efectos que también se le irradian a
la apelante, máxime, si ésta reconoció haber intervenido dentro del
proceso de pertenencia, empero, no realizó ninguna conducta
procesal para la defensa de su posesión.

Entonces, como en este proceso no se demostró que la sentencia en


mención hubiera sido anulada o revocada por virtud de una
decisión de autoridad competente, los efectos de cosa juzgada
absoluta emanados de esta se mantienen aún vigentes y por tanto,
el segundo reparo de apelación tampoco puede prosperar.

Y concluyó:

…como en el sub lite desde la fijación del litigio el juez dejó en claro
que en este caso se encuentran reunidos los requisitos axiológicos
de la acción reivindicatoria, consideración que no fue recurrida ni
objetada por ninguna de las partes procesales, no encontrándose
probados los elementos configurativos de la acción de pertenencia
impetrada por la demandada Gloria Stella Ortiz Castro por las
razones anteriormente esbozadas, el recurso de alzada por ella
impetrado no se abre paso, debiéndose por tanto confirmar la
decisión impugnada.

Así las cosas, la Sala concluye que la decisión


controvertida no luce antojadiza, caprichosa o subjetiva, con
independencia de que se comparta, descartándose la
presencia de una vía de hecho, de manera que el reclamo de
la peticionaria no halla recibo en esta sede excepcional.

Y es que, en rigor, lo que aquí planteó la promotora es


una diferencia de criterio acerca de la interpretación de las
disposiciones que regulan el caso particular, así como del
análisis jurisprudencial, normativo y probatorio que hizo el
Tribunal respecto de los medios de convicción, con los cuales
concluyó, de un lado, que la anterior sentencia de pertinencia
que declaró que el dominio del predio a favor de Rosabel
Bonilla produce efectos erga omnes y está debidamente

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ejecutoriada, de ahí que no pueda darse una posesión


anterior a dicho fallo, máxime cuando la demandada en
reivindicación aceptó haber participado en aquel juicio y no
acreditó haberse opuesto en la calidad de poseedora que
ahora aduce; y por otra parte, que desde la data en que se
profirió tal decisión a la fecha que se presentó la demanda
reivindicatoria, la gestora no cumplía con el tiempo de
posesión exigido como elemento esencial de la acción.

En este orden de ideas, tales inferencias no pueden ser


desaprobadas de plano o calificadas de absurdas o
arbitrarias, «máxime si la[s] que ha hecho no resulta[n]
contraria[s] a la razón, es decir si no está demostrado el
defecto apuntado en la demanda, ya que con ello
desconocerían normas de orden público... y entraría a la
relación procesal a usurpar las funciones asignadas
válidamente al último para definir el conflicto de intereses».
(CSJ STC, 11 en. 2005, rad. 1451; reiterada en STC7135, 2
jun., rad. 2016-01050).

Sobre el particular, también se ha dicho de forma


reiterada que «no se puede recurrir a la acción tutelar para
imponer al fallador una determinada interpretación de las
normas procesales aplicables al asunto sometido a su estudio
o una específica valoración probatoria, a efectos de que su
raciocinio coincida con el de las partes» (CSJ STC, 18 abr.,
rad. 2012-0009-01; STC, 27 jun., rad. 2012-00088-01; y
STC, 12 ag., rad. 2013-00125-01).

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3. Lo anterior se considera suficiente para denegar la


protección pedida.

DECISIÓN

Con fundamento en lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, en Sala de Casación Civil, administrando Justicia
en nombre de la República y por autoridad de la Ley, deniega
el amparo solicitado.

Comuníquese por el medio más expedito a los


interesados y, si la decisión no es impugnada, remítase el
expediente a la Corte Constitucional para su eventual
revisión.

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