Sentencia Constitucional Plurinacional 0710-2013-L
Sentencia Constitucional Plurinacional 0710-2013-L
Sentencia Constitucional Plurinacional 0710-2013-L
Expediente:2011-23523-48-AAC
Departamento:La Paz
En revisión la Resolución 38/2013 de 10 de junio, cursante de fs. 138 a 140 vta., pronunciada dentro de la
acción de amparo constitucional interpuesta por Michel Dorado Escobar contra Miryam Virginia Aguilar
Rodríguez y Juan Carlos Berrios Albizú, Vocales de la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito
Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de La Paz.
Mediante memoriales presentados el 18 de marzo de 2011, cursante de fs. 51 a 60 vta., y 7 de junio de 2013,
que corre de fs. 132 a 133, el accionante manifestó que:
El 7 de julio de 2004, suscribió un contrato de préstamo con garantía hipotecaria a favor de Ernesto Fidel
Guzmán Bustillos, constituyendo a Teresa Rosario Bustillos de Guzmán y Hugo Antonio Guzmán Peña como
garantes hipotecarios y fiadores; quienes garantizaron la deuda con un bien inmueble ubicado en el edificio
El Escorial y con la universalidad de sus bienes y derechos, renunciando a la vía ejecutiva; y, ante la falta de
pago, acudió a la acción coactiva solicitando el remate del inmueble ofrecido en garantía, cuyo producto no
resultó suficiente para el pago de lo adeudado, por lo que mediante medida cautelar se solicitó el embargo de
un segundo bien de propiedad de los deudores hipotecarios ubicado en la av. 6 de Agosto y Fernando
Guachalla, edificio Alianza, piso 19, departamento 1903 y a ese efecto se emitió la Resolución 124/2008 de 23
de mayo, que dispuso el embargo y la hipoteca judicial solicitada que fue apelada por los deudores.
En conocimiento de la apelación, los Vocales de la Sala Civil Segunda, por Auto de Vista A-334/10 de 22 de
diciembre de 2010, revocaron la citada Resolución afectando su derecho preferente sin argumentar ni
fundamentarla jurídicamente; toda vez que, los garantes hipotecarios asumen la doble calidad de fiadores
reales y personales, conforme se estableció en la Resolución 601/2004, de primera instancia, con lo cual
vulneraron el art. 236 del Código de Procedimiento Civil (CPC), frente a la existencia de cosa juzgada,
viéndose obligado a acudir a la vía ejecutiva y ordinaria; al haberse desatendido la finalidad de precautelar y
garantizar el cumplimiento efectivo de una obligación personal contraída de acuerdo al art. 1335 del Código
Civil (CC) concordante con el art. 158 inc. 2) del CPC, al verse imposibilitado de recuperar su crédito según
las reglas de preferencia y privilegio que se registraron en forma cronológica en Derechos Reales (DD.RR.)
sobre el último bien, con relación al saldo deudor, según previene el art. 291.I del CC.
El accionante denunció como lesionados sus derechos al debido proceso, a la defensa y a la propiedad
privada, citando al efecto los arts. 56, 115.II, 117.I y 410.II de la Constitución Política del Estado (CPE) y 21 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
I.1.3.Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se disponga: a) La nulidad del Auto de Vista A-334/10, por constituir un acto
ilícito, vulneratorio de sus derechos y garantías constitucionales; b) La reposición de la medida cautelar de
embargo e hipoteca judicial en la forma dispuesta por el Juez aquo, así como la prosecución de la ejecución
de la Sentencia coactiva ejecutoriada hasta el pago exacto de las obligaciones y accesorios; c) Que el Juez
aquo registre la hipoteca judicial en DD.RR. sobre el inmueble ubicado en la av. 6 de agosto y Fernando
Guachalla, edificio Alianza, piso 19, departamento 1903, debidamente registrado en DD.RR., con matrícula
2.01.0.99.0019188 a nombre de los titulares y fiadores, remitiendo en el día el folio real al Juzgado; y, d)
Costas, daños y perjuicios por la demora judicial excesiva.
Celebrada la audiencia pública el 10 de junio de 2013, según consta en el acta cursante de fs. 135 a 137 vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1.Ratificación de la acción
Los Vocales demandados, mediante informe escrito que cursa a fs. 134 y vta., señalaron lo siguiente: 1) El
recurso de apelación interpuesto por los coactivados Teresa Ayala Bustillos de Guzmán y Hugo Guzmán Peña
se hizo efectivo contra la Resolución 124/2008, que dispuso continuar la tramitación del proceso coactivo
hasta cubrir el pago de $us22 006,60.- (veintidós dos mil seis 60/100 dólares estadounidenses) e instruyó el
mandamiento de embargo sobre el departamento ubicado en el edificio Alianza y contra el Auto de 5 de junio
de 2008, que aclaró la parte dispositiva de la citada Resolución, precisando el número correcto de la matrícula
del inmueble; 2) Por Auto de Vista A-334/10, determinaron revocar la Resolución 124/2008; y en
consecuencia, el Auto de 5 junio declarando no haber lugar a la petición de embargo solicitada por el
accionante, por lo que se salvó sus derechos a la vía legal correspondiente; 3) De acuerdo a las cláusulas
primera y sexta del título sujeto a ejecución coactiva, Teresa Ayala Bustillos de Guzmán y Hugo Guzmán
Peña, comprometieron en garantía hipotecaria el departamento 1602 ubicado en el piso 16 del Edificio El
Escorial en la av. Arce 2779; empero, al existir un saldo resultante luego de su remate de acuerdo a la
liquidación aprobada; no existe la posibilidad de embargar bienes adicionales a los otorgados como garantía
hipotecaria o prendaria, porque éstos no fueron objeto directo y expreso de la garantía y de la orden de
embargo señalada en la sentencia; por lo tanto, no estaban reatados al pago y efectivización del crédito; 4) La
SC 0743/2002-R de 21 de junio, estableció si bien la garante es co deudora solidaria e indivisible, no es
menos cierto que en la vía del proceso coactivo civil no puede procederse a la ejecución de sus bienes, si
estos no fueron constituidos en garantía hipotecaria o prendaria debidamente registrada; de manera que la
entidad recurrente, podrá lograr el cobro judicial de su acreencia, haciendo recaer su acción judicial sobre el
patrimonio y bienes de la garante, pero en la vía judicial respectiva y conforme a ley, resguardando los
derechos de la demandada (sic); y, 5) La SC 0170/2005-R amplio criterio señalando que: la hipoteca
puede otorgarse: 1) por el mismo deudor sobre un bien de su propiedad; 2) Por un tercero para garantizar
una obligación ajena, a éste, en la doctrina se le denomina garante hipotecario o fiador real, que es distinto
del simple fiador; pues el primero garantiza la deuda con el bien hipotecado sin asumir la misma, lo que
significa que en este supuesto, el acreedor sólo puede perseguir el pago hasta donde alcance el valor del bien
dado en hipoteca (sic), lo cual determinó la improcedencia del embargo ordenado; por lo que, la Sala Civil
Segunda únicamente cumplió con el deber de aplicar las normas vigentes que regulan la materia.
Teresa Bustillos de Guzmán, en su condición de tercera interesada, en audiencia, manifestó que en forma
conjunta con su esposo, aceptaron ser garantes hipotecarios con el bien inmueble ubicado en el edificio El
Escorial sito en av. Arce esquina Cordero, por lo que no tienen la calidad de garantes personales.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de
La Paz, constituida en Tribunal de garantías, mediante la Resolución 38/2013 de 10 de junio, cursante de fs.
138 a 140 vta., denegó la acción de amparo constitucional, en base a los siguientes fundamentos: i) El art.
128 de la CPE y el art. 51 del Código Procesal Constitucional (CPCo), establecen que la acción de amparo
constitucional tiene por objeto garantizar derechos de toda persona natural o jurídica contra actos ilegales u
omisiones indebidas de los servidores públicos o particulares; ii) El proceso coactivo civil como el proceso
ejecutivo responden a la tramitación que les es inherente, en función a lo cual los arts. 48, 50 y 51 de la Ley
de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar (LAPCAF), determinan que no es posible pretender
embargar bienes no otorgados en garantía en la vía coactiva civil e ir mas allá conforme a lo pretendido por
los acreedores, lo cual rompe el principio de legalidad previsto por la Constitución Política del Estado, siendo
claro en el tipo de obligaciones de pago de suma líquida y exigible: a) Crédito hipotecario inscrito en el que el
deudor debió renunciar a los trámites del proceso ejecutivo; y, b) Crédito prendario de bienes muebles sujetos
a registro; iii) Si el accionante pretende iniciar acciones para poder recuperar dineros que han sido otorgados
en calidad de préstamo y como consecuencia, ofrecidos en garantía, la vía coactiva no es la idónea para
pretender la recuperación de préstamos generados como consecuencia de las obligaciones contraídas por
ambos sujetos procesales; y, iv) Conforme a lo objetado, el Tribunal de garantías se encuentra impedido de
revisar prueba producida en la jurisdicción ordinaria más aun cuando no cumplió los presupuestos y
condiciones establecidas.
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley Nº 212 de 23 de diciembre de 2011; la Sala
Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria, posesionando a los
Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de las acciones tutelares
ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011, modificada por la Disposición
Transitoria Segunda del Código Procesal Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida
competencia, se procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
Efectuada la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones que se señalan a
continuación:
II.1.Corre el Testimonio de la escritura pública 600/2004 de 7 de julio, otorgada ante el Notario de Fe Pública,
Raúl Estévez Martínez, sobre contrato de préstamo con garantía real, suscrito entre Michel Dorado Escobar
como acreedor y Ernesto Fidel Guzmán Bustillos como deudor; asimismo, Rosario Teresa Bustillos Ayala de
Guzmán y Hugo Antonio Guzmán, en calidad de garantes, quienes ofrecen en garantía el inmueble ubicado
en la av. Arce 2779 y Cordero, edificio El Escorial, piso 16, Departamento 1602 de la zona de Sopocachi,
constituido en título coactivo civil de garantía real, expresando además la renuncia a la vía ejecutiva y
someterse en caso de incumplimiento a la vía coactiva, conforme al art. 48.I de la LAPCAF (fs. 10 a 12 vta.).
II.2.Mediante Resolución 601/2004 de 27 de noviembre, emitida por la Jueza Primera de Partido en lo Civil y
Comercial, declaró probada la demanda coactiva interpuesta por Michel Dorado Escobar y la prosecución del
proceso hasta el estado de trance y remate de los bienes propios de los coactivados Ernesto Fidel Guzmán
Bustillos en su condición de deudor; y, Rosario Teresa Bustillos y Hugo Antonio Guzmán Peña en su calidad
de garantes hipotecarios para que con su producto se pague la obligación contraída (fs. 4 a 5 vta.).
II.3.Cursa el Auto de 20 de enero de 2005, por el cual la Jueza Primera de Partido en lo Civil y Comercial
instruyó la anotación preventiva sobre el bien inmueble ubicado en la av. 6 de agosto 1819 esquina
Guachalla, edificio Alianza, piso 19 departamento 1903 de propiedad de Rosario Teresa Bustillos y Hugo
Antonio Guzmán Peña (fs. 15).
II.4.A través de la Resolución A-334/10 de 22 de diciembre de 2010, pronunciada por la Sala Civil Segunda,
se revocó la Resolución 124/2008 dejando sin efecto el Auto Interlocutorio de 5 de junio de 2008, disponiendo:
NO HABER LUGAR a la petición de embargo solicitado por Michel Dorado Escobar... salvándose sus
derechos para que los haga valer por la vía legal que corresponda, sin costas por la revocatoria en previsión
del Art. 237 Par.I Inc. 3) del Código de Procedimiento Civil (sic) (fs. 2 a 3 vta.).
El accionante, señaló la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a la propiedad privada,
por cuanto los Vocales de la Sala Civil Segunda, emitieron el Auto de Vista A-334/10, revocando la Resolución
124/2008, que dispuso la ampliación del embargo y la hipoteca judicial sobre un segundo inmueble de
propiedad de los garantes Teresa Rosario Bustillos de Guzmán y Hugo Antonio Guzmán Peña, quienes como
fiadores hipotecarios recurrieron en apelación al no haberse tomado en cuenta que dicho bien no estuvo
incluido en la garantía hipotecaria; con lo cual, se habría liberado a los garantes de asumir sus obligaciones
como fiadores reales y personales de acuerdo a lo dispuesto por la Resolución 601/2004, emitida dentro de la
demanda coactiva. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin
de conceder o denegar la tutela solicitada.
La acción de amparo constitucional se encuentra establecida en el art. 128 de la CPE, como una acción
tutelar de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona
individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por
la misma Norma Suprema y las leyes.
Según expresa, José Antonio Rivera Santiváñez, en su libro Jurisdicción Constitucional -Procesos
Constitucionales en Bolivia- el constituyente y legislador boliviano establece que es una acción constitucional,
de configuración procesal autónoma e independiente, diferente de los demás recursos procesales ordinarios;
es un medio de tutela inmediata, eficaz e idónea para los derechos y garantías constitucionales, frente a las
amenazas o restricciones ilegales o indebidas de autoridades públicas o personas particulares; por ello tiene
una tramitación especial y sumarísima (RIVERA SANTIVÁÑEZ, José Antonio. Jurisdicción Constitucional -
Procesos Constitucionales en Bolivia-. Tercera Edición. Cochabamba: Editorial Kipus, pág. 381).
En ese sentido, la acción de amparo constitucional, tiene por finalidad única resguardar los derechos
fundamentales de quien acude buscando tutela, lo que determina su alcance con relación a la protección de
derechos y garantías constitucionales, y no así, de principios; empero, por la misma naturaleza jurídica del
amparo constitucional como acción extraordinaria de defensa, no puede omitirse considerar el resguardo y la
materialización de los principios ordenadores de la administración de justicia.
·La vía de conocimiento que puede ser ordinaria, sumaria o sumarísima, según la cuantía,
La Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar incorporó al Código de Procedimiento Civil una
nueva vía jurisdiccional para el cobro ante el incumplimiento de obligaciones patrimoniales, esa vía es el
proceso coactivo civil. Este nuevo procedimiento, está consignado en el Título Segundo del Libro Tercero del
Código de Procedimiento Civil, para los casos de obligaciones de pago de suma líquida y exigible; sustentada
en crédito hipotecario inscrito o en prendario de bienes muebles sujetos a registro, igualmente inscrito. Está
sujeto a un procedimiento específico que deja expedita la vía al acreedor para demandar la ejecución coactiva
civil de garantías reales a su deudor, siempre que en el documento de préstamo éste último, hubiese
renunciado expresamente a los trámites del proceso ejecutivo.
En cuanto a los requisitos para iniciar un proceso coactivo civil y la renuncia al proceso ejecutivo, este
Tribunal en la SC 0604/2003-R de 6 de mayo, ha expresado lo siguiente: ' considerándose que la norma
antes citada -refiriéndose al art. 48 de la LAPCAF- no tiene otro propósito más que el de lograr mayor
efectividad en el cobro de la deuda y acelerar el trámite del mismo partiendo del consentimiento libre y
espontáneo del deudor constituido en su renuncia al proceso ejecutivo que también es sumario pero menos
rápido que el coactivo civil, debe entenderse que la renuncia aquella, no obliga al acreedor a iniciar el proceso
coactivo civil, máxime si el contrato no reúne las condiciones de admisión como es el de un crédito hipotecario
registrado, de manera que el acreedor puede válidamente iniciar proceso ejecutivo si el documento de crédito
reúne los requisitos y condiciones previstos por el art. 487 CPC, es decir, que tenga fuerza ejecutiva'.
De acuerdo a lo prescrito por el art. 48 de la LAPCAF: 'La ejecución coactiva civil de garantías reales, procede
en el caso de obligaciones de pago de suma líquida y exigible sustentada en los títulos siguientes:
1.Crédito hipotecario inscrito, en cuyo título el deudor hubiere renunciado expresamente a los trámites del
proceso ejecutivo.
2.Crédito prendario de bienes muebles sujetos a registro, igualmente inscrito respecto a cuya ejecución el
deudor hubiere renunciado expresamente a los trámites del proceso ejecutivo'.
La citada norma es clara y terminante al imponer para la ejecución coactiva civil estos requisitos, de modo que
cuando no concurren no puede demandarse en la vía coactiva civil, pues éstos son exigidos en forma
conjunta y no alternativa. En este caso de no cumplirse, el documento no puede ser invalidado sino
reconducido a la vía ejecutiva civil siempre que cumpla con los demás requisitos establecidos por ley para ser
considerado como título ejecutivo.
En conclusión, las normas antes citadas no tienen otro propósito más que el de lograr mayor efectividad en el
cobro de la deuda y acelerar el trámite del mismo partiendo del consentimiento libre y espontáneo del deudor
constituido en su renuncia al proceso ejecutivo que también es sumario pero menos rápido que el coactivo
civil, debe entenderse que la renuncia aquella, no obliga al acreedor a iniciar el proceso coactivo civil, máxime
si el contrato no reúne las condiciones de admisión como es el de un crédito hipotecario registrado, de
manera que el acreedor puede válidamente iniciar proceso ejecutivo si el documento de crédito reúne los
requisitos y condiciones previstos por el art. 487 del CPC, es decir, que tenga fuerza ejecutiva. La autoridad
jurisdiccional competente para conocer un proceso coactivo civil, será el juez de partido o instrucción según la
cuantía del proceso.
( ) Excepciones
En este tipo de procesos, el coactivado no tiene la posibilidad de contestar a la demanda y el único medio de
defensa que se le otorga es oponiéndose a la ejecución civil mediante excepciones, las que tienen una
tramitación sencilla, rápida y por escrito; están detalladas de manera taxativa en el art. 49.III de la LAPCAF,
como las excepciones de incompetencia, falta de fuerza coactiva, falsedad e inhabilidad del título, prescripción
y pago documentado, las que deberán ser presentadas todas juntas y dentro del plazo de cinco días fatales
desde la citación con la demanda y sentencia. Ninguna otra excepción es admisible, mereciendo su rechazo
in límine, así como cuando no exista claridad y precisión en el planteamiento de las permitidas o cuando estén
vinculadas a cuestiones de hecho y no estén debidamente documentadas y probadas preconstituidamente, o
no se haya mencionado la prueba a utilizarse por el coactivado.
El parágrafo IV del mismo artículo, otorga al juez la posibilidad de rechazar sin sustanciación:
2. Las que, correspondiendo a las mencionadas, no fueren opuestas con claridad y precisión;
3. Las que, estando vinculadas a cuestiones de hecho, no se justificaren con prueba literal o
indicación de los medios probatorios a utilizarse.
En todo caso, si las excepciones fueren admitidas, se sustanciarán en un plazo probatorio improrrogable de
diez días, salvo que fueren de puro derecho, y si no se hubieren opuesto excepciones o si éstas se
rechazaron por inadmisibles, se proseguirá la ejecución coactiva sin otro trámite. La resolución que rechace
las excepciones, serán apelables en el efecto devolutivo y la que declare probadas las mismas, en el efecto
suspensivo, transcurrido el plazo sin haberse pagado la obligación o rechazadas las excepciones, el juez, sin
otro trámite, ordenará el remate de los bienes dados en garantía.
La SC 0035/2000 de 9 de junio, al respecto expresó lo siguiente: ' de las disposiciones legales referidas, se
colige que efectivamente el Juez del juicio coactivo dicta sentencia antes de que el coactivado sea notificado
con dicha resolución, lo que no debe entenderse como una restricción al derecho de defensa, ya que dicho
fallo se pronuncia, pero no se ejecutoria; es decir que lo único que se modifica es el inicio del procedimiento
establecido para la ejecución de un título que acredite acreencia, pues lo que ocurre en un juicio coactivo es
que el deudor no es citado con la demanda en principio, sino hasta que se cumple efectivamente la medida
cautelar para asegurar el cumplimiento de la obligación; sin embargo realizado dicho acto procesal, el
coactivado es citado, teniendo la oportunidad de plantear todas las excepciones previstas, para dejar sin
efecto la acción intentada en su contra.
Por otro lado, el coactivado puede plantear recurso de apelación contra la resolución, para el caso de que las
excepciones que hubiera presentado fueran rechazadas, no siendo evidente que no se le admite derecho a la
defensa ni a impugnar lo decidido; incluso puede promover juicio en la vía ordinaria, todo de conformidad al
numeral III del art. 49 de la LAPCAF -impugnado- y 50 de la misma Ley.
Que, no obstante aquello el art. 48 de la tantas veces citada Ley en numeral 1. establece que el juicio coactivo
civil, sólo puede iniciarse si en el título base de la demanda ...el deudor hubiere renunciado expresamente a
los trámites del proceso ejecutivo..., precepto que no sólo da luces para inferir que el coactivado de manera
previa renuncia en forma libre y expresa de no ser demandado en la vía ejecutiva, sino que de manera
anticipada sabe que será coactivado conforme a las normas establecidas en el Título II, capítulo único, arts.
48 al 51 de la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar; siendo dicha renuncia válida en
materia civil y comercial, ya que ella emerge de un consentimiento expreso concretizado en un contrato donde
las partes acuerdan lo que más convenga a sus intereses'.
Al igual que dentro del proceso ejecutivo, el art. 28 de la LAPCAF, que sustituyó al art. 490 del CPC, permite
que lo resuelto en proceso coactivo sea modificado en proceso ordinario posterior, bajo los mismos términos y
condiciones detallados en el Fundamento Jurídico '.
En este contexto, éste Tribunal Constitucional no evidenció ninguna vulneración a los derechos impugnados,
de acuerdo a lo siguiente: 1) Mediante título ejecutivo, traducido en la escritura pública 600/2004 de 7 de julio,
Rosario Teresa Bustillos Ayala de Guzmán y Hugo Antonio Guzmán, en su condición de garantes, otorgaron
en garantía hipotecaria real el departamento 1602 ubicado en la av. Arce 2779 y Cordero, edificio El Escorial;
2) Una vez incumplida la obligación de pago señalada en el título, conforme prevé el art. 48 de la LAPCAF, el
accionante demandó su cumplimiento a través de proceso coactivo civil, acreditando la suma líquida y exigible
y la existencia de un crédito hipotecario inscrito, en el cual, el deudor y los garantes renunciaron
expresamente a los trámites del proceso ejecutivo; y siendo éste documento el título esencial que permite
accionar legalmente en esta vía procesal; correspondía que el Juez verifique su fuerza ejecutiva y dicte la
Sentencia disponiendo el embargo y remate del bien ofrecido en garantía, como efectivamente ocurrió con el
departamento sito en el edificio El Escorial, cuyo producto se destinó al pago de la suma adeudada; y, 3) En
consecuencia, la ampliación del embargo y la hipoteca judicial dispuesta por la Jueza a quo sobre un segundo
inmueble que no formó parte de la garantía hipotecaría, no podría someterse a ejecución, de lo cual emerge la
ilegalidad del embargo y el remate del bien por estar exento de la garantía hipotecaria consignada en el título
ejecutivo que debió estar circunscrito en la Sentencia 601/2004 de 27 de noviembre, emitida por la Jueza
Primera de Partido en lo Civil y Comercial, al bien otorgado en garantía hipotecaria y no conforme fue
determinado, señalando la ejecución hasta el trance y remate de los bienes propios de los coactivados:
Ernesto Fidel Guzmán Bustillos en su condición de deudor; y, Rosario Teresa Bustillos y Hugo Antonio
Guzmán Peña en su calidad de garantes hipotecarios (sic), por lo cual, no aplicó e interpretó correctamente
el contrato suscrito por las partes y la normativa que lo rige, disponiendo el embargo de un bien ajeno a la
obligación pactada.
Por lo expuesto, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela solicitada, evaluó correctamente los
datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
No interviene la Magistrada Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi, por excusa declarada legal.
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