Anemiaferropenica
Anemiaferropenica
Anemiaferropenica
“RÓMULO GALLEGOS”
PROGRAMA DE MEDICINA
ANEMIA FERROPENICA
Dr.: Autores(As)
Williams Rodríguez
Medicina general Armas Alondra C.I 25.477.052
Bitchachi Salomon C.I 23.578.276
Catamo Micheli C.I 25651983
Gonzalez Naiyelin C.I 25.858.312
Marquez Josleydis C.I 25.635.982
Meza Maikol C.I 25.583.416
Rodriguez Paola C.I 25.068.022
MARACAY, 2020
La Anemia
La hemoglobina es una proteína que se encuentra dentro de los glóbulos rojos, a la que se une el
oxígeno para su posterior transporte y utilización por los distintos tejidos del organismo. Los
glóbulos rojos son los corpúsculos de la sangre encargados de transportar el oxígeno a los
tejidos. Se originan en la medula ósea, un órgano que se halla dentro de algunos huesos y donde
se fabrican la mayoría de los componentes sanguíneos.
Etiología
Existen múltiples causas de anemia, siendo la más frecuente la deficiencia de hierro, elemento
fundamental sin el cual no se puede fabricar la hemoglobina. Cuando el médico establece que la
causa de la anemia es el déficit de hierro tiene a su vez que investigar y establecer la razón de la
disminución. Las causas pueden deberse a una baja ingesta de hierro (dietas vegetarianas
estrictas), a una mala absorción en el tubo digestivo (enfermedad celiaca, resección de estómago
o intestino), a un incremento de las necesidades de consumo (embarazo, infancia), a que se
pierde en algún punto del organismo (sangrado menstrual, sangrado digestivo) o a la
combinación de algunas de estas causas.
Se estima que aproximadamente un 20% de las mujeres en edad fértil tiene déficit de los
depósitos de hierro, y hasta un 7% dentro de este grupo, padece de anemia ferropénica en
relación a las pérdidas menstruales. En ocasiones es preciso estudiar el tubo digestivo con
endoscopia oral o colonoscopia para averiguar la causa del cuadro.
Fisiopatología
Deficiencia de hierro
Hemosiderin: 300 mg
Mioglobina: 200 mg
Absorción de hierro
El hierro se absorbe en el duodeno y el segmento superior del yeyuno, y depende del tipo de
molécula de hierro y de qué otras sustancias se ingieran. La absorción de hierro es óptima
cuando los alimentos contienen hierro en forma de hemo (carne). El hierro no hemo de la dieta
suele estar en estado férrico y debe ser reducido al estado ferroso y liberado de los alimentos
por las secreciones gástricas. La absorción del hierro no hemo se reduce en presencia de otros
alimentos (p. ej., fitatos y polifenoles de fibras vegetales, tanatos del té, incluidas
fosfoproteínas, salvado) y ciertos antibióticos (p. ej., tetraciclinas). El ácido ascórbico es el
único elemento conocido de la dieta habitual que aumenta la absorción de hierro no hemo.
Síntomas
Inicialmente, la anemia ferropénica puede ser tan leve que pasa desapercibida. Pero a medida que
el cuerpo se vuelve más deficiente en hierro y la anemia empeora, los signos y síntomas se
intensifican.
Fatiga extrema
Debilidad
Piel pálida
Uñas quebradizas
Antojos inusuales de sustancias no nutritivas, como hielo, tierra o almidón
Diagnóstico
Interrogatorio: prestar especial atención a:
• Tipo de dieta: déficit en la ingesta de alimentos ricos en hierro, exceso de carbohidratos y
leche, etc.
• Antecedentes de prematurez, embarazos múltiples y déficit de hierro en la madre.
• Antecedentes de patología perinatal.
• Pérdidas de sangre: color de heces, epistaxis, disnea, hematuria, hemoptisis, etc.
• Trastornos gastrointestinales: diarrea, esteatorrea.
Procedencia geográfica:
Zonas de parasitosis (uncinariasis) endémicas.
• Trastornos cognitivos: bajo rendimiento escolar, etc.
2. Examen físico: la deficiencia de hierro puede provocar alteraciones a casi todos los sistemas
del organismo. La palidez cutáneomucosa es el signo principal; también se puede observar:
retardo del desarrollo pondoestatural, esplenomegalia leve, telangiectasias, alteración de
tejidos epiteliales (uñas, lengua) y alteraciones óseas.
Además, se ha asociado a la anemia ferropéni-ca con el espasmo del sollozo y con
elevada predisposición a desarrollar accidente cerebrovascular isquémico, aunque estas
asociaciones no han sido aun plenamente establecidas.
3. Estudios de laboratorio:
• Hemograma:
- Hemoglobina y hematócrito: disminuidos
- Recuento de reticulocitos: normal. Si está aumentado, investigar pérdidas por hemorragia o
posibilidad de otro diagnóstico.
El recuento de reticulocitos es bajo en la deficiencia de hierro. El frotis periférico generalmente
revela glóbulos rojos hipocrómicos con anisopoiquilocitosis significativa, que se refleja en un
ancho de distribución de glóbulos rojos (ADE) elevado.
Las concentraciones séricas de ferritina se asocian estrechamente con los depósitos de hierro
corporal total. En la mayoría de los laboratorios, el rango normal es de 30 a 300 ng/mL, y la
media es de 88 ng/mL en hombres y de 49 ng/mL en mujeres. Las bajas concentraciones (< 12
ng/mL) son específicas de deficiencia de hierro. Sin embargo, la ferritina es un reactante de fase
aguda, y las concentraciones se incrementan en trastornos inflamatorios e infecciosos (p. ej.,
hepatitis) y en neoplasias (en especial, leucemia aguda, linfoma de Hodgkin y tumores del tubo
digestivo). En estos entornos, una ferritina sérica de hasta 100 ng/mL sigue siendo compatible
con la deficiencia de hierro.
Volumen Corpuscular Medio (VCM): Disminuido. Los valores normales durante la infancia son
variables y distintos a los del adulto,
› Concentración de Hemoglobina Corpuscular Media (CHCM): disminuida.
› Amplitud de Distribución Eritrocitaria
(ADE): elevada.
-Morfología eritrocitaria: hipocromía, microcitosis, ovalocitosis, policromatofilia.
Prueba terapéutica: consiste en administrar sulfato ferroso a dosis terapéuticas (3-6 mg/kg/día) y
evaluar la respuesta eritropoyética. La positividad de la prueba puede establecerse por un pico
reticulocitario a los 5-10 días o un aumento de hemoglobina ≥1 g/dl a los 30 días.
TRATAMIENTO
El tratamiento debe apuntar a corregir la anemia, almacenar hierro en depósitos y corregir
la causa primaria. En algunos casos puede ser necesaria una transfusión de glóbulos rojos
sedimentados.
Dosis en niños: Vía oral: Es de elección. La dosis (calculada en miligramos de hierro elemental)
es 3-6 mg/kg/día, fraccionada en 1-3 tomas diarias. El preparado de elección es el sulfato ferroso,
que debe administrarse alejado de las comidas media hora antes o dos horas después– pues
muchos alimentos disminuyen la absorción de hierro hasta un 40-50%. Cuando la intolerancia al
sulfato impida realizar el tratamiento, debe intentarse con otros preparados; de ellos, el que
mejor tolerancia presenta es el hierro polimaltosa. El tiempo de administración es Variable: una
vez alcanzados valores normales de hemoglobina y hematocrito debe continuarse, a igual dosis,
durante un tiempo similar al que fue necesario para alcanzar la normalización. Esta
prolongación del tratamiento sirve para reponer depósitosde hierro. Las complicaciones
habituales son: intolerancia digestiva (náuseas, constipación, diarrea, vómitos, dolor abdominal)
y coloración negruzca de dientes (reversible con la suspensión del tratamiento).
- Vía parenteral: Se utilizará en casos de intolerancia digestiva grave al hierro oral, patología
digestiva que contraindique la vía oral, o presunción firme de tratamiento oral insuficiente o
inadecuado.