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1. Las Monjas Pasionistas se convierten en “Congregación”.

El 29 de junio de 2018 la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida
Apostólica erigió la Congregación de las Monjas de la Pasión de Jesucristo. El Decreto de erección porta las
firmas de João Braz Card. Aviz, Prefecto, y del Arzobispo José Rodriguez Carballo, ofm, secretario.
Con esta decisión de la Iglesia los Monasterios pasionistas salen de la condición de aislamiento
“jurídico” y entran en plena comunión en la nueva Congregación. Ésta “goza de personalidad jurídica
pública a norma del derecho universal”. 1
El cambio es muy grande y representa para el Instituto contemplativo pasionista un paso “histórico”. La
nueva estructura se establece y se empeña en la construcción del futuro contemplativo pasionista dentro
del camino de la historia humana; ésta no va a mudar la naturaleza de la vida contemplativa pasionista, en
efecto, se establece por la Iglesia “para promover el crecimiento y la vida de los Monasterios sui iuris”. 2
a) La nueva realidad jurídica
La Congregación de las monjas pasionistas esta «compuesta por todos los Monasterios sui iuris que
profesan la Regla y las Constituciones del Fundador, san Pablo de la Cruz», actualizadas y aprobadas por la
S. Sede en la fecha del 28 de abril de 1979. Con el Decreto de erección el Dicasterio vaticano ha aprobado
incluso el Estatuto de la nueva Congregación monástica. Por consiguiente, desde la fecha del decreto, todos
los Monasterios autónomos del Instituto de las religiosas de la Pasión de Jesucristo (estructuras,
propiedades y personas) forman parte de esta Congregación monástica.
Los instrumentos fundamentales de la Congregación son el Capítulo general y la Presidente con su
consejo.
- El Capítulo general “no es solo la autoridad suprema de la Congregación, sino que es además el motor
que promueve la fidelidad al patrimonio pasionista y anima a la renovación adecuada” 3.
- La Presidente es la “Superiora Mayor” (cf. Can 620) y “goza de potestad ordinaria sobre todos los
Monasterios dentro de los límites de las facultades previstas en los presentes Estatutos y quedando salva la
autonomía propia de cada uno de los monasterios” 4. A ella, coadyubada por su consejo, se le confía el
“gobierno ordinario de la Congregación”.5
- Los Monasterios conservan la propia autonomía si siguen siendo “sui iuris”; estos tienen la capacidad
jurídica de organizar autónomamente su propia vida interna. A la cabeza del monasterio está la “Superiora”
con la autoridad de “Superiora Mayor” (cf. Can. 620).
- La relación con los pasionistas está definida en los Estatutos, que prevén la presencia de un Asistente
general, nombrado por el Superior general, propuesto y de acuerdo con la Presidente. Su tarea es la de
ayudar a las religiosas a promover, conservar e incrementar el carisma pasionista y salvaguardar el genuino
espíritu contemplativo. Éste facilitará las relaciones de la Congregación con la Santa Sede y podrá “asistir”
al capítulo general.6 Además, cada monasterio, en la medida de lo posible, tendrá a un religioso pasionista
como referente para el carisma, previa aprobación del superior mayor pasionista competente. 7
La Congregación monástica es autónoma en las relaciones con la Congregación de los Pasionistas.

1
CONGREGACIÓN DE LAS MONJAS DE LA PASIÓN DE JESUCRISTO, Estatutos generales, 29 de junio de 2018, n. 1
2
Estatutos generales, n.2
3
Estatutos generales, n. 9
4
Estatutos generales, n.17
5
Ibid.
6
Estatutos generales, n. 4
7
Ibid.
 El paso siguiente al Decreto de erección de la Congregación es la celebración del capítulo general, en el
cual, según los Estatutos aprobados, será elegida la presidente y su consejo. El capítulo será “convocado y
presidido” por la Delegada General, M. Fernanda Barbiero. La convocación del capítulo está prevista en los
Estatutos para que sea haga seis meses antes de su inicio.
b) Gratitud
Durante estos tres años de camino hacia la estructura de comunión, nosotros los pasionistas hemos
estado muy cercanos a nuestras hermanas contemplativas con la oración y en la medida de los posible,
hemos dado nuestra ayuda concreta con personal y estructuras (el superior general ha puesto en esta tarea
al P. Floriano De Fabiis, cp a tiempo completo).
Las monjas y los pasionistas debemos estar agradecidos con Dios que conduce nuestro camino dentro
de los acontecimientos de la historia humana y que ha llevado a que se cumpla el proyecto de S. Pablo de la
Cruz. Debemos estar agradecidos grandemente con la Santa Sede por su intervención con autoridad y
resolución en la historia de la Congregación. Vaya una especial gratitud a la M. Fernanda Barbiero,
Delegada General del CIVCSVA, que ha “donado” con amor y competencia, tres años de su vida en servicio
de las monjas pasionistas. Igualmente es obligado agradecer a todos aquellos que han colaborado en la
consecución de esta meta. Todas estas personas, indistintamente, fueron instrumentos dóciles en las
manos de Dios para la realización de esta obra santa.
c) La consistencia numérica
El 13 de febrero de 2013 dio inicio este camino, las monjas pasionistas en el mundo eran 350
subdivididas en 39 Monasterios, comprendidos algunos que no eran jurídicamente autónomos (sui iuris).
En mayo de 2018 los Monasterios sui iuris eran 28, con 5 afiliados/afiliables; las monjas eran casi 300.
Puede parecer un pequeño Instituto, en realidad 300 es un buen número comparado con el de muchos
otros Institutos contemplativos y no contemplativos. Pero en el caso de las pasionistas, más que el número,
existe un grande patrimonio espiritual, en efecto, son muchas las hermanas que han vivido y viven hasta el
día de hoy una vida de profunda fe y de una total entrega de amor a Jesús Crucificado y sosteniendo la
misión de los pasionistas por la salvación del mundo.

2. Por qué una Congregación y no otras formas de unión

En 1910, el procurador de los pasionistas escribía un “ MEMORIAL” al prefecto del Dicasterio vaticano, en
nombre del superior general, en el que se afirmaba que desde el tiempo de San Pablo de la Cruz los
pasionistas se habían preocupado siempre de ayudar a los Monasterios de las monjas pasionistas a ser
fieles al carisma y a conservar el espíritu genuino del instituto: «Para los Pasionistas es tan importante
mantener muy estrecho el lazo con sus Co-hermanas, que para conservarlas en el santo fervor no toman en
cuenta las dificultades, para nada fáciles, con tal de ofrecerles a ellas los tres extraordinariatos, de los que
se ya se ha hablado».
“S. Pablo de la Cruz, después de haber fundado la Congregación de los Pasionistas, fundó igualmente
una Congregación de Religiosas a las que dio la misma Regla con algunas variantes requeridas por la
diversidad de sexo”. “El Santo Fundador quiso que los Monasterios de dicha Congregación estuvieran
sujetos a la jurisdicción de los Obispos y dispuso también en la Regla que los Padres Pasionistas estuvieran
con ellas tres veces al año, para hacer Ejercicios espirituales como extraordinariato de un mes”. ( Roma 10
de enero de 1910, P. Estanislao de la Dolorosa, Proc. Gen.)
San Pablo fundó un Instituto de la misma naturaleza que el masculino, por ello, una Congregación. Era
claro para San Pablo que cada monasterio debía ser autónomo, pero al mismo tiempo, debía formar parte
de una institución general…
Las vicisitudes históricas han hecho que solo hasta ahora se llegue a la comunión en la “Congregación
de las Monjas de la Pasión de Jesucristo”.
a) Un largo, sufrido y eficaz camino hacia la comunión
En enero de 2013, después del 46° Capítulo General (septiembre-octubre 2012) el consejo general
reflexionó sobre la necesidad de una mayor colaboración con las religiosas contemplativas Pasionistas. Se
preguntó, de modo especial, qué cosa podría hacer para ayudar a las hermanas de vida contemplativa en
un momento difícil como el presente.
Le pareció oportuno prever (y hacerse disponible) para una nueva ayuda estructural estable que ligase
las dos ramas del Instituto de la Pasión, incluso con un vínculo jurídico, pero respetando las autonomías
propias.
b) Primera parte del camino: la agregación
el 10 de febrero de 2013, se presentó al Consejo general, en consulta, la petición de agregación que ya
estaba lista para ser entregada a la CIVCSVA.
Después de un amplio diálogo, el superior general, P. Joachim Rego, hizo suyo el proyecto con el
consentimiento unánime de su consejo.
La mañana del 28 de febrero de 2013 (a pocas horas de la renuncia del papa Benedicto XVI), se
presentó a la CIVCSVA la propuesta de agregación, en la que se declaraba la disponibilidad de los
Pasionistas para agregar a los Monasterios de las pasionistas de vida contemplativa. 8
El 23 de mayo de 2013 el Dicasterio dio respuesta negativa al recurso de agregación: “las motivaciones
adoptadas a favor de este paso son muy razonables y en ciertos aspectos se comparten. Sin embargo, dado
que las dificultades de los Monasterios de las pasionistas están siendo estudiados por este Dicasterio ya
desde hace tiempo, no se retiene oportuno, por ahora, arribar a una agregación”. 9
c) Segunda parte del camino: la comunión
En esta situación de empantanamiento se retomó la idea de proponer un asistente general. Se
contactaron los varios monasterios para conocer su parecer al respecto. El 4 de mayo de 2015 se envió una
nueva carta a los Monasterios pidiendo sus sugerencias sobre la figura del asistente general y sus tareas
principales.
Inesperadamente, un mes después, el 5 de junio de 2015, llegó la noticia de una intervención de la
autoridad de la Santa sede sobre las monjas pasionistas.
A partir del 5 de junio de 2015 las Monjas Pasionistas de todo el mundo fueron puestas bajo la directa
autoridad de la Santa Sede, es decir, bajo la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las
Sociedades de Vida Apostólica, “quien desea realizar un paso fundamental a nivel organizativo y de
comunión entre los varios Monasterios.”10 Para realizar tal paso fue nombrada por el Dicasterio Vaticano
una Delegada General en la persona de la Madre Fernanda Barbiero, smsd.
Inició así para las Pasionistas un camino que rediseñaba sus presencias y reorganizaba sus vidas
poniendo a los Monasterios en comunión canónica entre ellos, anticipando con ello las decisiones de la
Constitución Apostólica Vultum Dei Quaerere y de la relativa Instrucción de Aplicación Cor Orans. En la
primera Asamblea General de las Superioras de los Monasterios Pasionistas, celebrada en el 2015, se optó
por organizar a los Monasterios en una Congregación Monástica tomando el ejemplo de la Congregación
masculina de los Pasionistas.
Después de tres años de un intenso y difícil trabajo para ayudar a las hermanas a entrar en esta nueva
mentalidad de comunión y de organización, la Delegada general, el 25 de enero de 2018, presentó al
Dicasterio los Estatutos de la nueva estructura para que fuesen aprobados y pidiendo la erección de la
Congregación de las Monjas de la Pasión de Jesucristo.
El 29 de junio se firmó el Decreto de erección de la Congregación y se aprobaron los estatutos que la
regulan. Se llegó así a un pleno cumplimiento del número 121 de las Reglas y Constituciones de 1978: «El
Instituto de las religiosas de la pasión de Jesucristo es de derecho pontificio y está formado por

8
“El Superior General, con el consentimiento unánime de su Consejo… considera necesario y favorable el AGREGAR a la Congregación
de la Pasión de Jesucristo, los Monasterios de las Monjas Pasionistas según lo previsto por el can 580 y procede a la unión jurídica de los
mencionados Monasterios en conformidad con el can. 614.”
9
CIVVSVA, Carta de respuesta, 23 de mayo de 2013.
10
Hasta esa fecha los Monasterios Pasionistas (y otros muchos de otros institutos de vida contemplativa) tenían una total autonomía
y no tenían una relación jurídica entre ellos, pero si una comunión fraterna frecuente.
Monasterios autónomos (sui iuris), constituye, sin embargo, una única familia religiosa que se reúne en
Cristo Crucificado».
La Constitución Apostólica Vultum Dei Quaerere del Papa Francisco (29 de junio de 2016) y la
consecuente Instrucción de Aplicación Cor Orans de la CIVCSVA (1° de abril de 2018), elevando el número
mínimo de consagradas perpetuas en un Monasterio para que este pueda ser reconocido como autónomo,
pone a las Monjas Pasionistas en la necesidad de reducir varios Monasterios que ahora no llegan al número
de ocho profesas perpetuas.
Razón por la cual, los Pasionistas deberán encargarse de promover y sostener algunos trabajos de
animación vocacional a la vida contemplativa pasionista femenil. Este era el deseo de S. Pablo de la Cruz.
Los Pasionistas tienen el deber de asistir y de cuidar a las Monjas pasionistas a nivel espiritual y pastoral.
d) Una fecha histórica
El 29 de junio de 2018 es una fecha histórica para el Instituto de los pasionistas.
El Decreto de erección de la Congregación Femenina, firmado ese día, especifica claramente a nivel
canónico, la unidad del Instituto de los pasionistas y la autonomía de las dos congregaciones, femenina y
masculina. Se reafirma la unidad del carisma contemplativo-misionero, que se ha vivido en formas diversas
por las dos Congregaciones. Se llama en primer plano a la interdependencia y a la conexión espiritual: los
pasionistas tienen a su cuidado, a nivel carismático y formativo, a sus hermanas monjas y éstas sostienen la
vida y el apostolado de sus hermanos pasionistas con la oración, el trabajo, el sacrificio-reparación y la
contemplación. El núcleo común siempre será la memoria de la pasión y muerte de Jesús, semilla de
resurrección y de vida nueva (cfr. Jn 12, 24).
e) Por qué hasta ahora
La esperanza de obtener los votos solemnes para sus hijos no disminuyó en Pablo de la Cruz; tanto que
continuó a ocuparse de sus hijas. Fue Clemente XIV, en 1769, quien le dio la posibilidad de realizar todo a
pesar de dejar a la Congregación con votos simples. Todo esto explica el retardo en el nacimiento de las
“pasionistas” y revela las dificultades que obstaculizaron hasta el final la erección canónica del primer
monasterio.
En 1734 y más todavía en 1736 parece claro el deseo de Pablo de fundar un monasterio de mujeres que
compartiesen el carisma de los pasionistas. Las monjas debían ser como palomas que gimen por la muerte
de Cristo esposo y que se esfuerzan por demostrarle gratitud y amor. 11
Pablo escribió la Regla para las monjas entre el 1767 y 1770. Respecto a la espiritualidad, siguió la Regla
de los pasionistas que ya estaba aprobada por el Papa: el modo de vivir los votos, la oración, la austeridad y
el compromiso por hacer memoria del amor salvífico de Dios, revelado y comunicado en la pasión de Jesús.
Respecto a la organización del monasterio se inspiró en la Regla dada por S. Francisco de Sales a las
religiosas de la Visitación.
Con el fluir de la historia de la sociedad y de la Iglesia, después del Vaticano II, se hizo posible el paso
“soñado” por Pablo, fundar un Instituto femenino similar al masculino.

La VDQ del Papa Francisco hace obligatorio para todos los Monasterios femeninos de vida
contemplativa el “federarse”. Ningún monasterio debe vivir aislado. Se dispone obligatoriamente que los
Monasterios se constituyan en alguna forma de comunión: en consonancia con el propio carisma. Es una
novedad histórica esta llamada de la autoridad de la Iglesia: «inicialmente todos los Monasterios deberán
ser parte de una Federación»12 (VDQ, Conclusión dispositiva Art. 9 § 1).

En el caso de las pasionistas, la Congregación es la forma federativa que se conecta con la inspiración
originaria.

11
Esta imagen de la paloma, de sabor bíblico, fue sugerida a Pablo por Lucia Burlini
12
En el documento del papa el término “Federación” se una tanto en sentido general (unión federativa), como en sentido específico
(estructura de gobierno).
 3. Qué cosa es más importante para los Pasionistas

El Fundador, para garantizar a las religiosas de la Pasión «una justa dirección según su Instituto»,
escribió en las Reglas que el prepósito general de la Congregación delegaría a «un religioso de la
mencionada Congregación, de los más idóneos, tres veces al año, durante un mes en cada ocasión» 13 . La
garantía de la fidelidad carismática y contemplativa de las pasionistas impulsa al fundador y a sus hijos a
comprometerse en la ayuda espiritual para sus hermanas.

a) La justa dirección para el Instituto femenino

El Fundador defendió tenazmente este número de las reglas delante del revisor eclesiástico que quería
que se cancelara, Pablo sentía que era fundamental e indispensable que se pusiera mucha atención en la
formación carismática y espiritual de las religiosas. El objetivo de la prescripción no tenía que ver con la
confesión extraordinaria, sino con la formación, en efecto, en ese mes el religioso encargado daba una serie
de conferencias formativas sobre la vida espiritual y carismática.

En el trabajo de revisión de las Constituciones de 1978, las religiosas pidieron que, en lugar de nombrar
cada vez a un religioso para que realizara la voluntad del fundador, se nombrase a un religioso que, estando
en la curia general, fuese un punto de contacto entre los Monasterios y la Congregación y viceversa; que
ayudase a realizar lo que las nuevas Constituciones prescribían sobre la cooperación entre Monasterios. 14

b) Somos hermanas y hermanos

De todo lo dicho se deduce que el vínculo estrecho que une hoy a los Padres pasionistas y a las Monjas
ha sido sancionado incluso jurídicamente; pero el núcleo vital que nos lleva a la comunión es de orden
espiritual: es el único carisma compartido en la contemplación y en el apostolado.

El Instituto pasionista está formado por hermanas y hermanos gracias a esta raíz viva espiritual en
Cristo (cfr. Lc 8, 19-21). Estamos comprometidos en el único seguimiento de Jesucristo y colaboramos en su
proyecto: que todos los hombres se salven (cfr. Jn 3, 17).

Que María, nuestra Señora de los dolores, Madre y Patrona de las congregaciones pasionistas, nuestro
común Fundador, la venerable M. Crucificada Costantini, acompañen este bello y vital proceso para la
Congregación contemplativa pasionista.

P. Floriano De Fabiis, cp

13
Reglas y Constituciones, I parte, n. 109
14
Noviciado común (II parte; cursos de formación permanente comunes entre los Monasterios (II parte, n. 116) y otras ayudas según
los requerimientos de los Monasterios.