Columna Crítica Al Modelo Forestal
Columna Crítica Al Modelo Forestal
Columna Crítica Al Modelo Forestal
En nuestro país, el modelo neoliberal depende del capitalismo global, lo que se refleja
claramente en la economía primaria - extractivista que se inserta en la cadenas globales de
valor, con actividades económicas como forestales, agroindustria y mineras que dañan y
contaminan nuestros territorios, provocando agudos efectos como escasez hídrica,
afectando la salud de nuestras comunidades.
En las últimas semanas el cielo de las regiones de Ñuble, Biobío y Araucanía ha amanecido
rojo y lleno de cenizas. Los incendios forestales desatados en múltiples focos en el centro
sur de Chile han puesto en jaque la vida de miles de personas, cobrándose vidas, hogares y
ecosistemas a su paso. Sin más, solo el día 7 de febrero se identificaron al menos 80 focos
activos de forma simultánea.
Lamentablemente, este ha sido el panorama constante en los últimos años en nuestro país.
Según los datos estadísticos disponibles en CONAF, en los últimos 10 años, Chile ha
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IPPCC 2022. De no cambiar el rumbo, el futuro no es alentador. Los gases de efecto
invernadero producirán, según proyecciones, un aumento de las temperaturas promedio del
planeta en 1,5 grados celsius en dos décadas.
sufrido 126.423 incendios, concentrados mayoritariamente entre Valparaíso y Araucanía en
los meses de más calor. De estos, cerca de un 45% son intencionales, cifra que ha ido en
aumento desde que este fenómeno se volvió cotidiano.
El desplazamiento del bosque nativo, fuente natural de agua y humedad, es un peligro que
se ha instalado en las localidades rurales y periurbanas de estas regiones, ya que la
agudización de la crisis climática mundial se ve acrecentada por este tipo de plantaciones,
que secan los suelos y napas, dejando con menos disponibilidad de agua a comunidades y
entornos naturales.
El modelo forestal imperante inicia en el año 1974 en dictadura militar a través del Decreto
de Ley 701 enfocado en subsidiar la actividad forestal, a través de la bonificación de la
plantación de pinos y eucalipto un 100% y desde 1998 desciende el monto del subsidio al
70%. Las estimaciones dicen que durante los últimos 40 años, el Estado ha entregado
US$875 millones a los empresarios forestales por concepto de plantación y gastos
administrativos asociados.
¿Su impulsor? Julio Ponce Lerou, ingeniero forestal y conocido yerno del dictador Agusto
Pinochet, hoy millonario, quien también estuvo involucrado en el Caso Cascadas de las
AFP. Ponce Lerou estuvo a cargo de la CONAF entre 1974 y 1979, periodo en que se
decreta el DL 701 y privatiza los predios expropiados a la Corporación de la Reforma
Agraria, impulsando así la concentración de la propiedad de los predios del campo del
centro sur de Chile.2 Esta acción, denominada “contrarreforma agraria” fue el inicio del
empobrecimiento del campesinado y de comunidades mapuche de estos territorios, dejando
sin tierra a quienes trabajan y producen alimento para Chile. Este escenario tensiona la
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«Todo Sobre Julio Ponce Lerou» del académico Manuel Salazar.
soberanía alimentaria de los habitantes de nuestro país, ya que esa concentración de tierra
fue utilizada para pino, eucalipto y agro negocio, destinados a exportación.
Las plantaciones forestales del país alcanzan los 2,329 millones de hectáreas a diciembre
2020, lo que implica un incremento en la superficie de plantaciones en pie de 8.264 ha
respecto del año anterior.
El modelo forestal sólo beneficia a los grandes propietarios, generando dependencia de los
pequeños productores en su comercialización. Los beneficiados de este modelo fueron los
grandes grupos económicos, como es la familia Matte y Angelini, fundamentalmente a
través de CMPC, del Grupo Matte y Forestal Arauco que controlan aproximadamente entre
el 70% y 75% del mercado forestal. Entre los grupos Angelini y Matte poseen 1,4 millones
de las 2,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales de Chile (900 mil y 500 mil
hectáreas respectivamente).
Por otra parte, además de los beneficios del DL 701, en términos de los subsidios a las
plantaciones, existen otros subsidios no cuantificados, que son básicamente la exención de
impuestos territoriales de los suelos forestados; y la inexpropiabilidad de la tierra y rebaja de
impuesto a la renta por concepto de futuros ingresos de las plantaciones establecidas.
El subsidio del Estado Chileno al negocio forestal siguió vigente después de la dictadura. En
1998 el gobierno del presidente Frei-Ruiz Tagle otorgó una prórroga por 15 años.
Posteriormente, durante el primer gobierno de Piñera, otra prórroga por dos años en el
20103. A su vez, en el año 2015, durante el segundo gobierno de la presidenta Bachelet, se
presentó otra prórroga hasta el 2018. Este negocio privado financiado por el Estado durante
décadas, entonces, ha sido perpetrado por todos los gobiernos pasados; y este decreto ha
sido reconocido como un instrumento que ha favorecido la concentración de la riqueza.
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En el Congreso se encuentran congeladas otras dos prórrogas. En año 2012, en el
gobierno del presidente Piñera, se presentó una extensión por 20 años del DL 701
Al día de hoy, el DFL 701 no ha sido prorrogado desde el 20124, por lo cual, las actividades
forestales según la normativa, no son necesariamente susceptibles de ser bonificadas. Sin
embargo, a pesar de no estar legalmente vigente se ha seguido aplicando subsidios
forestales hasta al menos 20185 según informe de CONAF.
Los impactos del modelo forestal no han sido sólo económicos, sino que también ha tenido
un alto impacto en la naturaleza nativa. La presencia de forestales se asocian a la pérdida
de la diversidad biológica, ecosistemas, fragmentando el hábitat de la fauna nativa local,y
bosques nativos, daños en los suelos y efectos negativos en la disponibilidad de agua, cuya
principal secuela impacta directamente a las comunidades locales que habitan esos
territorios. ¿Por qué? El uso intensivo del suelo para la plantación de una especie con
ejemplares juveniles supone una sobreexigencia al recurso agua por dos razones: Primero,
como cualquier ejemplar juvenil, se requiere un extra de energía y recursos para su
crecimiento, en este caso el agua. Y segundo, el monocultivo reemplaza el natural equilibrio
del bosque nativo, que no es capaz de mantener la natural humedad y reserva de agua que
se da con la diversidad de especies del bosque.
Los impactos de la industria forestal también están en el uso del método de cosecha por
tala rasa, en grandes extensiones con muy poca o nula regulación en varias regiones del
país. Así mismo, es cuestionable cómo se gestiona por parte de la industria forestal el
riesgo de los incendios forestales, ya que existe una escasa o nula implementación de
medidas efectivas y generación de capacidades para prevenir, enfrentar y gestionar tal
amenaza en los territorios mismos.
En estos días hemos visto cómo las empresas destacan su colaboración con el Gobierno en
la gestión del desastre, pero ese discurso omite que existe una responsabilidad pública y,
por sobre todo, privada en la gestión preventiva de las amenazas de los monocultivos y de
los territorios donde se emplazan. Esa prevención hoy no existe o, a todas luces, no está
funcionando.
El modelo privado forestal está quemando Chile tal como está constitutido, por ello debe ser
urgentemente transformado. La estructura institucional debe propiciar aspectos que se
deben reconsiderar hacia una protección de los bienes comunes y la naturaleza y la fuerte
regulación de este sector, que ha crecido y enriquecido gracias al aporte del Estado.
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CONAF
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DL 701 inicia su despedida: apenas suma cuatro subsidios este año ad portas de su fin en 2018 |
Diario Financiero (df.cl)
pobreza por ingreso sean los territorios en donde el modelo forestal ha prosperado. Esto no
significa que esta actividad económica sea la causal directa y exclusiva de la pobreza, pero
es claro que cumple un rol en los múltiples factores que inciden.
¿CÓMO AVANZAMOS A UN NUEVO MODELO FORESTAL?
Las soluciones a esta problemática han sido largamente trabajadas y propuestas no sólo
por expertos y académicos, si también por las comunidades y organizaciones sociales y
medioambientales de Ñuble, Biobio y Araucanía.
Una primera línea de acción se refiere a lo normativo. Se debe constituir un marco jurídico
a la altura de las contingencias de la crisis climática y que pueda hacer frente a las
amenazas del modelo forestal. Es urgente aprobar la Ley de incendios que hoy está en el
Congreso durmiendo en la Comisión de Medio Ambiente. Es necesario prohibir el cambio de
uso de suelos en las áreas quemadas por este tipo de siniestros, evitando transformar el
bosque nativo para actividades económicas, agrícolas, industriales e inmobiliarias. Esto es
una medida de control que posibilita desincentivar la especulación económica sobre
nuestros territorios: que no quepa posibilidad de que alguien queme el bosque para
transformar ese terreno para su enriquecimiento.Junto con esto, es necesario que el Estado
incorpore tecnologìa en sus fiscalizaciones, tales como la geomàtica e imágenes satelitales,
entre otros medios para hacer eficiente la acción.
Respecto a avanzar con la normativa vigente, es importante destacar que la derogación del
decreto de ley 701 es parte de los compromisos programáticos del Gobierno del Presidente
Gabriel Boric, y hoy tenemos una oportunidad para poder derogar este amarre de la
Dictadura y avanzar a un nuevo modelo forestal. El despliegue del Gobierno en terreno ha
sido fuerte, y necesitamos que ese ímpetu se mantenga cuando tengamos que, como país,
proyectar una forma de desarrollo económico que no ponga en riesgo la vida de las
personas y ecosistemas.
Sumado a lo anterior, existe en Chile una figura de regulación territorial internacional que no
es vinculante en los instrumentos de ordenamiento territorial: las Reservas de la Biosfera,
declaradas por la ONU, son grandes áreas de alto valor mundial ricas en biodiversidad. En
nuestro país existen 10 Reservas que abarcan cerca 11,4 millones de hectáreas, de las
cuales cerca de 3 millones de hectáreas corresponden a áreas marinas. Lo importante de
este instrumento es que piensa la protección en tres anillos: el núcleo, con protección legal;
el área de amortiguación, que debiera integrar actividades que potencien la protección
ecològica: y un área externa de transición, donde se realicen actividades humanas varias
con foco sustentable. Este modelo es un ejemplo, pero las 10 Reservas no están del todo
integradas a los instrumentos locales y regionales, por lo que la efectiva protección aún está
en jaque. Integrarlas y hacerlas vinculantes es un desafío prioritario para la conservación
del bosque nativo en Chile.
El foco de armonizar las actividades económicas y sociales con las ecológicas, sobre todo
en áreas rurales, permite cuidar nuestros bienes comunes naturales y sociales, y, por tanto,
prevenir que las amenazas estén cerca de los asentamientos humanos. Estos Instrumentos
deben tener coherencia entre ellos, por lo que establecer criterios o lineamientos que ponga
en el centro la protección de los ecosistemas y las comunidades es central. Esta dirección
puede posibilitar propuestas en los territorios como establecimiento de ecosistemas de valor
paisajístico natural, zonas de protección ambiental, o categorías de espacios de riesgo de
desastres, que propicien y protejan el bosque nativo posibilitando acciones concretas para
su promoción.
Adicional a esto, una lección que nos deja esta catástrofe es que hay que establecer buffers
o radios amplios de seguridad alrededor de zonas pobladas, donde el uso de suelo no sea
tan combustible como el pino o el eucalipto, poniendo al centro la protección de las
comunidades. Por último, hay que poner prioridad en defender y proteger los cursos de
agua en las quebradas, por lo que estos cursos debieran tener franjas de protección que
permita evitar que los cursos de agua se sequen. La tierra y los cerros secos son un peligro
y los corredores biológicos son una forma de prevenir el desastre.
Una cuarta idea a impulsar en este proceso es refocalizar la inversión del Estado. Hoy el
financiamiento y las políticas públicas deben apuntar a la recuperación del bosque nativo.
Derogar el DL 701 y re pensar el modelo forestal y el uso de los suelos de nuestro país hoy
es una urgencia para la seguridad de los y las habitantes de Chile frente a las adversidades
de la crisis climática. Y pensar en cómo revertirlo. Si el Estado de Chile fue capaz de
desembolsar miles de millones en hacer crecer un sector privado que sólo beneficia a dos
familias, estamos a tiempo de impulsar el financiamiento de la regeneración del bosque
nativo, y convertirnos en un ejemplo mundial de seguridad ecológica frente al cambio y
crisis climática.
Como quinto y último elemento en cuestión, es importante consignar que la responsabilidad
de los privados debe tener una mayor preponderancia. Esta catástrofe es sin duda algo
horrible para los habitantes del centro sur de Chile,y la empresa privada que perpetúa este
peligro no se responsabiliza de los daños ni previene nuevos hitos. Que los grandes
propietarios de las forestales Mininco, Arauco y CMPC se pongan a disposición con
recursos para controlar estás catástrofes es un mínimo, ya que sus medidas de seguridad
son, por lo menos, cuestionables. Así también lo puntualiza el jefe de departamento de
prevención de incendios forestales, Rolando Pardo a radio ADN.
“Las comunas chicas también son Chile” Así proclamaba con desesperación la Alcaldesa de
Santa Juana, Ana Albornoz, al ver como el 60% de su comuna se quemaba por el avance
descontrolado del incendio forestal en una comuna donde la gran cantidad del suelo es pino
y eucalipto. El modelo forestal fomentado en dictadura y financiado por el Estado de Chile
en los últimos 50 años empobrece y precariza a los territorios históricamente olvidados de
un país altamente centralista, donde las grandes urbes acaparan la atención y foco de las
políticas públicas e inversión nacional.
En los campos y costas de Chile la vida se está sosteniendo económicamente del sacrificio
ecológico: forestales, agroindustria, termoeléctricas e hidroeléctricas se han transformado
en la única forma de subsistencia, destruyendo ecosistemas y poniendo a sus habitantes en
jaque. La expulsión de una forestal, foco de riesgo permanente de incendios, por ejemplo,
implica dejar sin trabajo a la población de las comunas aledañas donde se emplaza. Un
trabajo, dicho sea de paso, precario y mal pagado, que implica la destrucción del lugar
donde crecieron.
Hoy, como organización por la defensa del agua, la tierra y el medio ambiente, reiteramos la
urgencia de re pensar el modelo forestal, tanto como la matriz productiva de un país que se
sostiene de la explotación de sus bienes comunes naturales. El contexto global demuestra
que año a año las catástrofes naturales se acrecientan, por lo que cuidar el agua y el
bosque nativo es una necesidad de seguridad pública para todos,todas y todes.
AGRADECIMIENTO A COLABORADORES
BIBLIOGRAFÍA
Ana Albornoz, alcaldesa de Santa Juana: “La situación es realmente desastrosa, como si
hubiera caído la bomba atómica” Diario UChile 07/02/2022
https://radio.uchile.cl/2023/02/07/ana-albornoz-alcaldesa-de-santa-juana-la-situacion-es-real
mente-desastrosa-como-si-hubiera-caido-la-bomba-atomica/
Incendios forestales y cambio de uso de suelo: ¿Qué dicen las cifras? (El Desconcierto).
https://www.cr2.cl/incendios-forestales-y-cambio-de-uso-de-suelo-que-dicen-las-cifra
s-el-desconcierto/
Diario El Financiero.
https://www.df.cl/empresas/actualidad/minuto-a-minuto-emergencia-por-incendios-obl
iga-nuevas-evacuaciones-de
Heilmayr, R., Echeverría, C. & Lambin, E.F. Impacts of Chilean forest subsidies on forest
cover, carbon and biodiversity. Nat Sustain 3, 701–709 (2020).
https://www.nature.com/articles/s41893-020-0547-0#citeas