Quinto Decendiente

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

Fue a la edad de diez años cuando todo comenzó.

Tengo entendido que desde pequeño fui abandonado con una nota, por una mujer en la puerta de
un orfanatorio, un lugar pequeño donde contaba con cinco niños olvidados por distintas
circunstancia en ese momento.
Fue a partir de los siete años que comencé a preguntarle a las monjas sobre como llegue aquí.
Ellas trataban de no decirme mucho respecto a ese día que fui abandonado, en cambio, se
inventaban alguna historia del como llegue a parar aquí, no tenia idea del porque lo hacían, no me
sentía convencido del todo y seguí preguntando.
Una de ellas se compadeció conmigo y me entrego una nota vieja y arrugada.
La misma nota que dejo mi madre antes de marcharse.
Las palabras escritas en ella aun eran legibles y con mi poco conocimiento en lectura, no logre
descifrar mucho lo que decía la nota.
Pero el solo saber que le perteneció a mi madre, me lleno de mucha alegría.
Era precisamente el día de mi cumpleaños que se me entrego la nota, el unico día que desde que
estoy aquí fue el mas feliz que he tenido.
No comprendía del todo lo que decía la nota a esa edad, razón que me impulso a seguir
aprendiendo la lectura y escritura. Fui alguien que no se relacionaba con los demás niños del
orfanato, era mas del que se sentía bien estando solo y aprovechaba ese tiempo de soledad para
aprender mas.
Después de tanto tiempo, al fin logre leer con una comprensión la carta de mi madre. Existía una
oración de esa carta que no me cansaba de leerla tantas veces por las noches.
—Ella vendrá por mi.
En ocasiones cuando la luna aparecía en la oscuridad del cielo, solía observarla durante mucho
tiempo mientras hablaba mentalmente con ella, imaginaba que esta se trataba de un conducto que
me conectaba a mi y a mi madre.
Sentí como si mis palabras por alguna razón, le llegaría a mi madre y tarde o temprano regresaría
por mi.
¿Cuánto dure con ese tipo de pensamiento? Aproximadamente cinco años.
Mi madre nunca vino por mi como lo indico en la carta, ella en ningún momento apareció en la
puerta en esos años. Perdí las esperanzas.
Me di cuenta mas tarde que, la nota solo fue un pedazo de papel viejo sin ningún significado y uso,
lleno de palabras vacías.
Que absurdo de mi parte pensar que esa mujer decía verdades en esa carta. Mejor opte por no
creer en nada, esperar a tener la mayoría de edad y abandonar este lugar para reiniciar mi vida.
Nunca jamás abrí la venta para hablarle a la luna.
—Que ridículo…

Al principio no me pareció extraño.

El tiempo paso volando, exactamente dos años desde que deje de observar la luna.
Pero sentía su llamado cada vez mas vibrante en mi piel con el pasar de los días, trate de ignorarlo
lo mas que podía.
Una noche en el que la luna se mostraba tan hermosa y llena de pureza, soñé con alguien.
Como dije, al principio no me parecía tan extraño por que suele suceder casos como soñar a
personas desconocidas, pero la cuestión era.
¿Por qué seguía soñando con esa misma persona?
En mi sueño se mostraba dos personas. Especialmente es solo uno de ellos es el que solía aparecer
mas. Agregando el hecho de que en la mañana siguiente me sentía mas cansado, como si nunca
hubiese dormido.
El sueño de blanco y negro trataba de reflejarme una vida parecida a la mía, muy triste y llena de
soledad.
Era borroso y un poco confuso respecto a lo que sucedía con esa persona, a veces lo veía sentado
en su cama con su espejo en manos, viendo durante tantas horas o solía salir recargado en una
pared observando un pequeño lago, otras veces donde caminaba en un pequeño sendero y de vez
en cuando con la otra persona, la mayor parte solo es una persona el que siempre aparece como el
protagonista de la historia.
¿Cómo sé que es la misma persona el que suelo ver solo en la mayoría de mis sueños?
Siempre habrán cosas que diferencian entre dos o mas personas y este es uno de ellos.
Aparte de todo esto, existe dentro del sueño algo que me mantiene inquieto, un poco perturbador
de cierta manera.
Aclaro que esa persona aparece siempre de espaldas a mi, pero cuando aparece de frente ante mi,
este termina apareciendo sin un rostro, quiero decir, sin nariz, boca, ojos, cejas, nada.
Simplemente escalofriante de ver.
No quise comentarle a nadie sobre mi caso, lo deje fluir como el rio y seguí con mi vida como si
esos sueños nunca existieran.

Paso unos cuantos años y ocurrió algo inesperado.

Por alguna razón desconocida los sueños pararon.


Tiempo atrás los sueños fueron disminuyendo las veces en que aparecían, ya no era cada tres o dos
días, ahora podía ser de cada semana o tres veces al mes, hasta que al final una vez al mes.
Todo lo que comienza siempre tendrá un fin, fue así como al fin se detuvo después de todo estos
cambios.
No sabia del porque pero todo lo que paso en ese sueño, jamás podría olvidarlo, se quedo como un
tatuaje pegado en mi. Un dato curioso es que en uno de esos sueños, por primera vez en todos estos
episodios, fue haber escuchado un nombre que pronuncio esa persona, fue la única vez que lo
escuche hablar, para ser mas exacto se escucho mas como un susurro de parte de él.
Jamás volvió a ocurrir tiempo después.
Una semana de no tener ese sueño, ocurrió lo inesperado.
Me enferme de algo desconocido, algo que ni los médicos pudieron detectar, según sus palabras
me encontraba en perfecta salud ¿Entonces por que me sentía de esta manera?
Debilidad: solía sentirme muy debilitado y cansado a pesar de no hacer nada.
Punzada en el cuerpo: punzadas agudas muy dolorosas que aparecen en segundo en varias partes
de mi cuerpo, difícil de soportar.
Parálisis en tiempo predeterminado: en ocasiones durante el día, de pronto mi cuerpo deja de
reaccionar y termino tendido en los lugares en el que me encuentro. Hubo una vez donde me
sucedió eso, me encontraba bajando las escaleras, estuve en cama dos semanas de recuperación,
nunca volví a subir al segundo piso o ir en lugares donde antes no considere peligrosos.
Nauseas: ni la mas pequeña porción de comida podía digerir porque terminaba devolviéndolo al
baño, adelgace mas de lo que estaba.
Dolor de cabeza: un fuerte dolor proveniente en la parte del frente, hasta el punto de perder la
conciencia. Me ocurrió tres veces.
Perdida de cuatro sentidos: a veces no escuchaba cuando me llamaban, no sentía el sabor de la
poca comida que digería, la vista se volvía borrosa y no podía enfocarla en las cosas cercanas, al
no tener el olfato sensible es agradable de vez en cuando.
Entre otras…
Por estas cosas que me ocurría, muchas veces casi me llevo a la muerte.
Las monjas llamaron a varios doctores para que averiguaran lo que me pasaba y ninguno de ellos
nos dio la respuesta que queríamos escuchar. Mi caso era muy preocupante que algunos pensaron
en una pequeña posibilidad de que podría estar poseído por un demonio.
Cosa que negó el padre cuando me checo, no encontró nada y hasta aseguro que dios estaba en mi.
Nunca imagine que me sucedería esto y de una manera que no tenia alguna solución.
Esto duro mas de tres meses y entre mas pasaba el tiempo, la enfermedad desconocida se volvia
mas agresiva de como era antes, insoportable y preferible la muerte en ocasiones.
Lloraba por mi desgracia en las noches, ya nada me ataba en este mundo y por eso acepte mi
destino.
.
.
.
—¿Qué significa esto?
Eso fue lo primero que formule al despertar.
Sucede que, después de que fallecí en una cama acompañado de varias personas que conocía,
termine abriendo los ojos en un lugar distinto al mío.
—¡Imposible!
Fue difícil de creer que algo como esto pueda suceder. Poco tiempo después me quede en shock en
la cama observando a mi alrededor.
—¿Esto…?
Me pellizque tantas veces en diferentes zonas de mi cuerpo para ver, si en algún momento despierte
del sueño y darme cuenta de que siguiera vivo.
Pero no termine despertando, es mas, me di cuenta que el lugar donde estoy es muy real.
Adivinen en donde me encuentro.
—…
Aparecí en la casa de esa persona que vi en mis sueños.
Y peor aun…
…soy esa persona que siempre vi en mi sueño. Mas extraño aun…
…El rostro difuminado de esa persona, es mi propio rostro pero en otro nivel.
Antes de eso, me levante de la cama y dirigí mi atención al espejo grande, ubicado en una esquina
cerca de mi guardarropa.
¿Puedo estar mas sorprendido de lo que ya me encuentro?
La respuesta es si.
—¡¿Qué?!
Me vi al espejo y no me tragaba lo que vi en el.
Era yo con el cabello largo y de un color grisáceo, mis ojos cafés cambiaron a unos del mismo
color que mi cabello, labios un poco rojos y mi piel parecía como el de un recién nacido.
—Estoy exagerando…
Era tan blanca y sin ninguna imperfección, un poco rosado y muy suave cuando la toque, aparte,
me sentí tan débil, como si fuera una mujer, quiero decir, no me sentía como un hombre robusto y
lleno de vigor.
Sé que nunca fui así en mi otro cuerpo pero ¡Yo siento la diferencia del ahora y antes!
Y la mejor parte es que no me siento para nada enfermo, estoy muy saludable y lo agradezco.
La ropa que llevaba puesto era extraña, no recuerdo haberlo visto en mi sueño pero no es para
nada incomoda de usar.
Totalmente diferente a como era antes.
No sabia que hacer en esa situación poco creíble. Tarde un poco en regresar en si y acepte el
hecho de vivir en este lugar que conocía desde hace tiempo en sueño, lleno de gracia por el hecho
de seguir vivo y poder rehacer mi vida, como tenia planeado hacer en mi otro mundo.
¿Se preguntaran donde esta la otra persona?
Pues eso al principio fue un poco problemático.
La otra persona es en verdad el unico sirviente de esa persona, ósea, mi actual sirviente.
Imagínense a ustedes mismo llegando en un lugar poco conocido y poseer un cuerpo no tan
diferente al tuyo, te encuentras con tu sirviente que probablemente te conoce desde hace mucho
tiempo y que tu, solo lo viste por un par de veces solo en tus sueños ¿Cómo le harás para que no se
note que eres otra persona?
En mi caso, estaba dudoso de decirle que quería cambiar, milagrosamente no me pregunto nada y
lo acepto sin mas.
—Solo soy su sirviente Joven Maestro, no es necesario que me lo diga.
Por cierto, siempre me llama por nombre Joven Maestro.
Después de esto, se genero otro problema, no se me mi nombre de aquí y mi edad, en mi otra vida
fallecí el día de mi cumpleaños, tenia dieciocho y mi yo de aquí parece de diecisiete ¿Tendré menos
o mas?
Tampoco tengo como preguntárselo a mi sirviente, que por cierto se llama Chan y edad de
dieciocho, seria extraño preguntar tu edad. Chan es muy lindo, obediente y amable.
Actualmente llevo viviendo un mes en este lugar y son los mejores días de mi vida.
Algo que descubrí en los primeros días, es que vivo en un mundo donde la tecnología no existe, que
soy un poco pobre y que vivo en la mitad de un bosque.
Chan me comento sobre un muro construido alrededor de la casa, no tengo idea del porque pero
ese muro no obstruye mis planes.
Tengo entendido que ese muro fue construido lejos de la vista de la casa, abarcando un gran
territorio. Lo vi en un plano que encontré escondido en mi guardarropa.
Descubrí también que solo estoy yo y chan viviendo en esa casa.
Viendo esto desde otra perspectiva.
¿Dónde rayos estoy? ¿Por qué vivo casi como un prisionero en esta casa? ¿Regrese en el pasado o
algo por el estilo?
Que lugar mas extraño he llegado.
Pero no me importa vivir de esa manera, no es aburrido para nada estar en un lugar así, la
tecnología casi no estuvo presente en mi vida en el otro mundo, puedo sobrevivir sin el.

La suave luz del sol brillaba atreves de varias ventanas, cubriendo la gran sala con un brillo
brumoso, soportable a la vista.

No hay muchas cosas dentro del estudio. A simple vista puedes ver a una sola persona
sentado frente a las ventanas.

Fruncía el ceño ligeramente y una leve esquina de su boca, sus manos sostenían un pincel
mientras escribía atentamente en una hoja.

La expresión de Hongjoong era increíblemente seria e hiso que Chan, quien venia
empujando la puerta, bajara un poco la velocidad para no interrumpir a su joven maestro.

Desde hace un mes que vio una nueva costumbre de el, sentarse por la tarde a escribir.

Chan se quedo en la esquina de la habitación por un momento y vio que su joven Maestro
no lo había notado. Tosió suavemente y dijo.

—¿Joven Maestro?

—¿Qué pasa Chan?

Hongjoong levanto un poco la barbilla pero los movimientos de su mano no se detuvieron


y sus ojos siguieron pegados en la hoja.

—¿Le gustaría comer aquí o donde siempre?

—¿Ya es hora? El tiempo pasa muy rápido.

Chan le sonríe asintiendo con la cabeza. Dejo aun lado el pincel y la hoja, se estiro como
nunca y se levanto de la silla con un brinco.

—Vamos en la cocina ¿Qué preparaste hoy?

Chan lo sigue detrás y responde.

—Estamos escasos de carne pero ricos de frutas y verduras Joven Maestro.

A Hongjoong no le gusta que chan siempre le siga por detrás, aun que sea un sirviente
inferior a el solo por el titulo de Joven Maestro, prefiere verlo como un compañero por lo
que lo toma del hombro y lo trae al frente.

Chan se estremece por la acción de su joven maestro, no protestando por ello y solo
aceptando el hecho como una orden. Cabe decir que desde luego, su Joven Maestro no es
el mismo que antes, debe acostumbrarse al cambio.
Al escuchar la respuesta de chan, fingió estar triste y acaricio su pansa abatido.

—Lo siento pancita, ahora las verduras se salió con la suya, solo espero que sea igual de
delicioso como…¡Ah!

Hongjoong fue interrumpido por algo que cayo del cielo, no grito por dolor sino por asco.

—¿Qué mierda?

—Joven Maestro cuide su vocabulario por favor.

Chan toma la pequeña caja rectangular y de ella salió un papel enrollado, adivinando por
lo que podría ser.

Hongjoong se acerco al rio para limpiar el regalito que le dejo ese pájaro que luego y
luego se esfumo de su vista.

—¿Qué es?

Grito desde la distancia sin recibir una respuesta, intento una vez mas con el mismo
resultado por lo que gira a la dirección de chan.

—…?

Quien se encontraba estático en su lugar con la boca abierta, no parpadeaba y parecía no


respirar, asemejándose como una estatua.

Cuando Hongjoong estaba dispuesta a acercarse, chan reacciona y corre hacia él con
urgencia, tropezando dos veces en su camino.

Se le veía sorprendido, feliz y preocupado.

—¡Joven Maestro! ¡Es un milagro y poco creíble!

Hongjoong extiende los brazos atrapando a chan que tropieza de nuevo.

—Cálmate primero y respira profundo…

También podría gustarte