Libro Agrimensura Bartaburu
Libro Agrimensura Bartaburu
Libro Agrimensura Bartaburu
Evocaciones
de
una profesión milenaria
S. GUSTAVO BARTABURU
S. Gustavo Bartaburu
[email protected]
Diseño y edición
Paula Benedetto
[email protected]
Julio 2013
A mi esposa:
Nélida Esther (Noni)
cincuenta y ocho años
de amor y comprensión
El pulso largo y sin medida del
tiempo todo lo mueve. No hay
nada oculto que no pueda sacar
a la luz, ni nada conocido que
no pueda volver a la oscuridad.
Sófocles
José Ingenieros
Proverbio hindú
ÍNDICE
Pág.
PRŁLOGO ................................................................................................ 9
1. LA AGRIMENSURA ............................................................................ 13
2. ÉTICA DEL AGRIMENSOR ................................................................. 57
3. ORIGEN ACADÉMICO 1876 ............................................................ 69
4. DOCENCIA UNIVERSITARIA ............................................................. 81
5. BECA DE ESTUDIO ............................................................................ 99
6. LOS COMIENZOS ............................................................................ 117
7. ALTAS CUMBRES ............................................................................. 125
8. TAMA ................................................................................................ 133
9. NEUQUÉN . ...................................................................................... 141
10. EL POTRERILLO .............................................................................. 153
11. CATAMARCA ................................................................................. 165
12. LA RIOJA ........................................................................................ 179
13. EL DURAZNO ................................................................................ 185
14. RECORDANDO MENSURAS ........................................................ 193
A modo de
PRÓLOGO
Nunca pensé que alguna vez escribiría estos relatos sobre la actividad profesional
que he practicado durante tantos años, a pesar que es parte de mis afectos más
nostálgicos. Hace 25 años que he dejado de ejercer la Agrimensura, que no fuera
como docente universitario, tarea ésta que me ha brindado grandes satisfacciones,
entre las que destaco el honor de haber contribuido a la formación de no pocas
generaciones de agrimensores que han sabido, me consta, resolver delicadas
cuestiones de la problemática territorial.
Gran parte de la tarea del agrimensor se realiza al aire libre, en lugares siempre di-
ferentes, en la montaña, en el valle, en la pampa o en el monte. De frente a la na-
turaleza que ama y defiende. Sus comisiones de campaña estarán formadas por
el agrimensor y sus ayudantes, de ser necesarios, pero también con los „auxiliares
de campo‰, a quienes me resisto a llamar peones, porque suelen ser más que eso.
Ellos cargan y cuidan con responsabilidad nuestro instrumental topográfico. Pero
también asimilan rápidamente las explicaciones que los llevarán a colocar en su
lugar las señales para la medición. Personalmente guardo mucho respeto por estos
lugareños, porque he aprendido de ellos el sentido de su filosofía de vida y cos-
tumbres adornadas, por lo general, con la tolerancia y la consideración que los
caracteriza.
Tampoco resulta fácil desarrollar, por este medio, metodologías de medición uti-
lizadas hasta los años 80/90, ya que fueron reemplazadas por los procedimientos
de la tecnología moderna. Esta es la razón por la cual el lector encontrará en el
relato referencias a aspectos puramente geográficos, históricos ó simplemente
anecdóticos, con lo que pretendemos también llegar a quienes no pertenecen a
nuestra profesión.
Poco valor tendría lograr, en tiempo muy reducido, las exactitudes más asombro-
sas si el hecho territorial que genera el establecimiento de un límite, no ha sido
antes debidamente identificado, ubicado, delimitado y legitimado, respon-
diendo con seguridad a su origen jurídico. No parece de utilidad „la medición
más exacta si se desconoce lo que ha de medirse‰.
No menos merecimientos tienen los que trabajaron entre los años 40 y 80, porque
de sus fraccionamientos de tierra han surgido gran parte de las poblaciones que
constituyen la bellezas de centros turísticos en varias Provincias Argentinas. Pero,
además, digno es destacar que muchos agrimensores de la época, se dedicaron
a la Geodesia, fueron actores principales en la programación y medición de las
grandes redes trigonométricas que cubren buena parte de nuestro Territorio Na-
10
cional, marco geométrico de la Carta Regular de la República Argentina.
S. Gustavo Bartaburu
Córdoba, Junio de 2013
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12
1. LA AGRIMENSURA
„Difícil es concebir la vida del hombre, tal como la conocemos, sin aceptar de an-
temano la existencia eminente de tres grandes entidades: primero, un gran soporte,
El Territorio; segundo, La Población; y tercero, un sistema de vida que elabora La
Cultura de cada pueblo‰.
„Con o sin grandes recursos naturales, los países mas evolucionados son los que
han destinado una buena cuota de dedicación al estudio de sus territorios, no por-
que se intente extraer del suelo ó del subsuelo lo que no tienen, sino porque se
han podido generar o transformar sus aptitudes productivas, a veces hasta el ex-
tremo del abuso, por lo que, en algunos casos, se han agotado sus beneficios natu-
rales originándose nuevos problemas de transformación, que también han merecido
mucha atención. Además, nuestras ciudades siguen creciendo en forma descontro-
13
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
„El hecho de que nuestro país posea una enorme extensión de tierra, con variados
recursos, muchos de los cuales yacen dormidos en su seno, con clima, fauna y flora
diversos, no autoriza la indiferencia y menos al descuido de este patrimonio cuya
riqueza inerte, mas de un pueblo quisiera poseer. Carece de fuerza moral declarar
en el preámbulo de la Constitución „⁄para nosotros, para nuestra posteridad y para
todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino⁄‰ si no se
destina un mínimo de preocupación para los estudios de ORDEN TERRITORIAL y
desde luego con toda la seriedad que entre otras la GEOCIENCIA ha establecido
para estos fines‰.
tro parcelario.
4. EL CATASTRO TERRITORIAL, cuya estructura técnico-legal y natural-
mente su organización, dependen EN FORMA ABSOLUTA, de las tres
áreas anteriores.
En definitiva, decimos que nuestro problema, en este primer aspecto que ahora
tratamos, consiste en aplicar el derecho al territorio para establecer sus límites,
sean estos del dominio público, como los limites políticos (comunales, provincia-
les, nacionales o internacionales) o del dominio privado, como los límites parce-
larios.
El territorio a que nos estamos refiriendo debe entenderse como una acotación
del espacio geográfico configurado por un límite. Si bien este sigue siendo un
concepto bastante amplio, pues hasta los animales salvajes tienen su territorio al
que le ponen límite con sus propios recursos biológicos, es necesario considerar
que nos estamos refiriendo a espacios territoriales definidos por límites jurídicos
que tienen su origen en conceptos filosóficos y en decisiones políticas.
„Por ello es necesario recalcar que los límites territoriales están íntimamente vincu-
lados con el derecho y más que hechos geográficos o cartográficos son hechos ju-
rídicos y que se establecen por tratados, acuerdos, convenciones entre partes para
separar causas jurídicas relacionadas con el espacio terrestre. Estos límites pueden
estar definidos por elementos naturales o culturalmente por elementos introduci-
dos por el hombre. Es decir, los limites territoriales pueden estar materializados
por elementos naturales o artificiales‰.
„Pero hay que tener en cuenta que los limites o barreras espaciales generados por
procesos naturales existen a pesar de la voluntad del hombre, como un río, una
cadena montañosa, los glaciares, entre otros. También existen límites espaciales de
origen cultural, es decir creados o definidos por la voluntad humana, como un ca-
mino, un canal, un alambrado, entre otros, e incluso una línea imaginaria como
un meridiano o un paralelo. PERO NI UNOS NI OTROS SER˘N L¸MITES TERRI-
TORIALES HASTA TANTO EL HOMBRE EN UN ACTO VOLUNTARIO, RACIONAL
Y L¸CITO, NO LE ASIGNE LA CATEGOR¸A DE TAL‰.
Aspectos que se ratifican en el Art. 5À al establecer cuáles deben ser los elementos
esenciales de la parcela en el siguiente orden:
En nuestro trabajo „El Plano de Mensura‰ decíamos: „La mensura es una opera-
ción de agrimensura compuesta por un conjunto de actos tendientes a investigar,
identificar, determinar, medir, ubicar, representar y documentar las cosas inmue-
bles y sus limites, conforme a las causas jurídicas que los organizan y relacionarlos
con los signos de la posesión‰.
„En ese sentido, debe ser considerado un instrumento legal relacionado directa-
mente con el derecho de propiedad en virtud de su origen y de la consecuencia
real de su utilización en la descripción de tal derecho‰.
Pasaron quince años desde que fueron emitidos estos conceptos y finalmente gra-
cias al empuje y a la convicción que les acuerda la formación académica y filosó-
fica de nuestros agrimensores argentinos agrupados en la Federación Argentina
de Agrimensores F.A.D.A., se sancionó la Ley 26209 con los contenidos concep-
tuales que hemos mencionado.
„La parcela debe ser descripta de manera tal que pueda identificarse sin dificulta-
des, vale decir, que la descripción debe ser hecha de tal forma que a la misma le
corresponda un único lugar de la superficie terrestre, lugar que debe determinarse
sin búsquedas largas en los archivos o en el terreno. Identificada la parcela deben
identificarse con igual facilidad los límites de la misma. Esta descripción puede ser
hecha de varias maneras, siendo la gráfica la más sencilla y objetiva. El agrimensor,
al hacer la descripción de las parcelas, sabe cuales son los elementos que no deben
omitirse para la individualización como para la protección de los derechos reales
del propietario. Así la representación de una pared, un alambrado, o una zanja
medianera, además de indicar cuál es la materialización del límite, nos informa de
la situación jurídica en que se halla esa obra material‰.
„Al darle forma a la voluntad de una persona de crear una parcela y hacerla osten-
sible para todo el mundo mediante la demarcación en el terreno y la confección
de la respectiva documentación, en cierto modo se ha impersonalizado la voluntad
del primer propietario, y la existencia de la parcela ya no está condicionada a la
existencia de esa persona. Por eso, muchos piensan que la parcela es un objeto
como cualquier otro, pero olvidan que no existe sin la voluntad del titular de la
misma, por lo menos debe haber un documento que es representativo de la vo-
luntad que le dio forma‰.
Hemos utilizado estos conceptos de Haar que son una pequeñísima parte de su
extenso trabajo, sin embargo podemos observar la relación fundamental que es-
tablece entre la descripción gráfica de la parcela, su ubicación segura, la identidad
jurídica, el límite y los mojones que lo definen.
Del Ing. Agrimensor Carlos Feijoo Osorio, en uno de sus interesantes trabajos de
investigación histórica referido en este caso a „limites y mojones‰ extractamos:
„La primera mención de L¸MITE que hemos encontrado, con rigor de legalidad, se
encuentra en el DEUTERONOMIO, el último libro de Pentateuco, o sea uno de
los 5 que conforman el Antiguo Testamento. (8).
Allí, en las leyes dadas por Moisés (Testamento y Código) encontramos en 9-2
„No desplazarás los límites del prójimo, con los cuales los antepasados habrán li-
mitado tu herencia en la tierra que Yavé, tu Dios, esta para darte‰, y como penali-
dad en 27-17 la siguiente: „Maldito el que corre los límites de su prójimo y todo
el pueblo responderá: Amen‰.
En otra parte de su trabajo el autor asigna al gran filósofo griego Platón (429-347
aC) la siguiente cita: „Que nadie toque el límite que separa su campo del de su
vecino, porque aquel debe permanecer inmóvil. Que nadie piense en conmover
la pequeña piedra que se ha comprometido por el juramento a dejar en su lugar.
Si la pequeña piedra separa la amistad de la enemistad, la ausencia de límites es
aún más fértil en querellas de todas clases ente vecinos confinantes‰.
El respeto y el debido valor del límite territorial materializado por mojones, fue
desde muy antiguo objeto hasta de veneración, por lo que el sentido de perte-
nencia constituyó uno de los principios morales de mayor trascendencia. Prueba
de ello fueron las estrictas disposiciones de la antigua Roma respecto de la esta-
bilidad de los mojones límite o „términos‰ a punto tal que llegó a mistificarse tal
19
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
El punto 17 del mismo decreto establecía: „Se pasará a la Honorable Junta de Re-
presentantes un proyecto de ley imponiendo penas a los que quiten mojones aje-
nos o remuevan los propios sin la competente autoridad‰.
„En cambio la exigencia debería ser mas definida, obligando al profesional a uti-
lizar MOJONES OFICIALES, construidos bajo normas de la Dirección General
de Catastro, mediante modelos adecuados a distintos tipos de terrenos que el
profesional pueda adquirir en la mencionada repartición o en el comercio, bajo
la licencia de aquella‰. (9).
„De esta forma, quien encuentre un mojón de diseño oficial en el campo, sabrá
que fue colocado por un profesional habilitado, que corresponde al límite de la
propiedad y que existe un plano de mensura con la correspondiente intervención
del Estado que, de alguna manera, garantiza el valor técnico-legal de la operación.
Y que dispone de la información correspondiente promoviendo así la publicidad
de los actos jurídicos que resulten de la mensura practicada‰. No debió ser tan
20
LA AGRIMENSURA
Creo que seria necesario prestar más atención al acto de amojonamiento como lo
da a entender nuestra legislación de fondo y como lo hicieron los agrimensores del
siglo pasado en sus mensuras judiciales de las que resulta interesante leer las memo-
rias respectivas en el archivo de la Dirección General de Catastro de la Provincia.
Nos parece irreverente obviar las opiniones de nuestros maestros en este intere-
sante aspecto del ejercicio profesional de la agrimensura, aún cuando pudieran
tener carácter anecdótico más que técnico.
El distinguido profesor Agrim. Dr. Alberto LLoveras, que fuera nuestro docente de
agrimensura legal por los años 50, en uno de sus libros desarrolla este tema en
profundidad y del cual transcribiremos sólo un párrafo: „Sería ilusorio todo des-
linde, todo acuerdo sobre límites que no fuese completado con su señalamiento
ostensiblemente visible en el terreno, y a esta operación se la llama AMOJONA-
MIENTO‰. Al referirse a la sustancia de los mojones, expresa: „Los mojones más
sencillos son los montículos construidos de tierra y sin lugar a dudas fueron los pri-
meros que se usaron como signos demarcativos de la propiedad particular. Estas
señales que ofrecían pocas garantías de estabilidad, fueron luego sustituidas por
mojones de piedra, de mayor solidez y duración individualizándolos también me-
diante inscripciones. También se usaron en la antigüedad como hitos o mojones,
columnas ó estatuas‰. En otra parte, más adelante el autor agrega: „En la actualidad
no se emplean más los montículos de tierra. En la Provincia de Córdoba, casi todas
las tierras de propiedad fiscal que se fraccionaron para la venta en la última mitad
del siglo pasado, en los departamentos del Sud y del Este, fueron demarcados con
montículos de tierra. Esto fue causa de que al poco tiempo de su venta desapare-
cieran, originándose más de un costoso pleito que indudablemente no se hubiera
producido si los mojones que colocaron los agrimensores oficiales hubiesen tenido
solidez y duración‰. (10).
21
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Téngase en cuenta que este libro de Lloveras, de gran valor para el estudio de la
agrimensura legal, fue editado en diciembre de 1952 („La Agrimensura‰ Univ.
Nac. de Córdoba).
Hoy resulta ser al revés, con la tecnología moderna que nos brinda un equipa-
miento topográfico por demás sofisticado llegamos a cualquier punto del límite
FACILMENTE. Y el AMOJONAMIENTO? Responde a las expectativas del propie-
tario que desea una marcación estable y segura porque ese es el límite legal de
su propiedad y nadie debe discutirlo si así correspondiera? O, sucede que como
hay quienes piensan: „Total con el G.P.S. o con otras técnicas modernas le repo-
nemos el punto fácilmente‰.
2. LA GEOMETRÍA TERRITORIAL
Estamos seguros, eso si, que con los viejos o nuevos instrumentos se utilizaron y
respetaron siempre los principios de las leyes matemáticas de la Geometría Eucli-
diana que siguen sin modificación desde hace más de 2.300 años.
Nos interesa más bien, conocer cuándo y dónde fue el comienzo de la agrimen-
sura como profesión con identidad propia que se ha conservado como tal hasta
nuestros días. Tiene sentido retroceder en el tiempo en estas épocas de globali-
zación y de grandes cambios tecnológicos? Conocer el origen y la evolución de
nuestra profesión, además de resultar interesante, parece necesaria, ya que no
puede prepararse un mejor futuro sin confrontarlo con el pasado. Un repaso al
proceso formativo de la agrimensura nos coloca en la destacable posición de con-
solidar los justos merecimientos que acreditan el contacto con la naturaleza, la
relación con el rústico habitante del lugar y con la ciencia.
Según HERŁDOTO, célebre historiador griego (484 - 406 aC) „el origen de la
agrimensura se pierde en la noche de los tiempos‰.
La agrimensura tal como la conocemos nace hacia el siglo V aC, en Egipto (anti-
gua Alejandría) durante el reinado del Faraón Ramsés II, de la XIX dinastía. Sabe-
mos que con motivo de sus grandes crecidas el Río Nilo depositaba una capa de
limo ferruginoso tal que en las bajantes convertía fértiles campos aptos para la
siembra de cereales cuyos granos eran el principal alimento de la población. Con
ese motivo, el Faraón distribuía parcelas de tierra de forma rectangular que eran
demarcadas. Sin embargo, a la temporada siguiente de nueva crecida, todas las
demarcaciones eran borradas y debían reponerse. Ese era el trabajo específico
de los agrimensores del estado que como tales tenían mucha autoridad y por lo
tanto poder de decisión ante cualquier conflicto territorial.
24
LA AGRIMENSURA
res, por una parte y de medir distancias por otra para replantear los lindes arrasa-
dos por el agua. En el primer caso se utilizaban dioptras y alidadas muy elemen-
tales y las líneas se median con las cuerdas o cordeles de cáñamo cuya existencia
aparece en la historia ya en algunas menciones bíblicas. Estos verdaderos agri-
mensores que Herodoto llama „arpedonautas‰ seguramente tenían conocimientos
de astronomía de posición y debieron intervenir en la orientación, cálculos y otros
principios físico-matemáticos aplicados en la construcción de las pirámides, de
allí que en el ordenamiento de clases tendrían rango sacerdotal.
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AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Es de hacer notar que Roma tenía su propio sistema de medidas agrarias, sistema
este de carácter antropométrico; es decir se utilizaban relaciones métricas con
partes del cuerpo humano como el pie, la palma, el codo, etc., que de alguna ma-
nera había sido utilizado en Egipto. Nótese que en la civilización egipcia, por
ejemplo, el „codo‰ corresponde al del Faraón reinante, de manera que al co-
mienzo de un nuevo reinado, toda la relación de medidas podría cambiar.
Como hemos dicho antes, al comparar la Geometría Territorial aplicada por los
griegos y por los romanos, encontramos que aquellos planteaban y resolvían cien-
tíficamente los grandes problemas teóricos, eran amantes de las ciencias, en cam-
bio los romanos se destacaron por las soluciones prácticas.
26
LA AGRIMENSURA
años hasta obtener los primeros círculos groseramente divididos hasta llegar a lo
que nos atreveríamos llamar „el abuelo del teodolito‰.
Está demostrado que antes de la conquista española, los MAYAS, INCAS, AZTE-
CAS, así como otras culturas (MIXTECAS-ZAPOTECAS) conocían en alto grado
la Astronomía, Geometría, Matemáticas y otras disciplinas que componen la
Geometría Territorial.
Existen muchos hechos que así lo certifican entre los que podemos citar el trazado
de algunas ciudades como: Pikillakta - Cuzco - Tihuanacu - Teotihuacan - etc.
Luego del arribo de Colón, en octubre de 1492, la primera tarea fue tomar pose-
sión de las tierras conquistadas en nombre de la Corona Española a cuyos fines
era imprescindible confeccionar planos, es decir itinerarios y croquis con medidas
lineales de los asentamientos.
Después del primer viaje de Colón y pasada la euforia del „descubrimiento‰, eva-
luadas las posibilidades de obtener beneficios para las menguadas arcas de España
y ante la necesidad de administrar estas tierras desconocidas con sus habitantes,
se procedió a reglamentar, casi todo mediante las Leyes de Indias, en las que se
establecieron las normas para fundar ciudades, las formas de sus manzanas, ancho
de calles, dimensiones, etc. Así como la relación con el aborigen que inadecua-
damente llamaron „indios‰.
En realidad de los nueve libros en que se recopilan las Leyes de Indias sólo el libro
4À se refiere a la fundación de nuevas ciudades y repartición de tierras. De paso
podemos comentar que la lectura de estos textos es algo engorroso por cuanto
están redactados en el „castellano antiguo‰ destacado por su particular „floreo‰
cargado a su vez de reglamentación administrativa en orden a las jerarquías go-
bernantes. Mas adelante, tal vez, tengamos oportunidad de retomar este aspecto.
27
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Como hemos expresado, las mediciones se hacían con brújula y cordel. Eran exac-
tas estas mediciones? No podían serlo porque ambos instrumentos eran impreci-
sos no sólo por su propia estructura, sino por la imposibilidad de su comparación.
Veamos:
La Brújula, como sabemos es una aguja de acero imantada que apunta hacia el
meridiano magnético del lugar, señalando, de alguna manera el Norte magnético.
Pero este valor está afectado por dos fenómenos en este caso, un campo magné-
tico que seguramente afectaba la posición correcta de la aguja producido por
vestimenta de los conquistadores compuesta por partes metálicas y la otra, mas
grave, que a esa época se desconocía la variación continua que experimenta la
declinación magnética. Luego veremos los problemas que con el transcurso del
tiempo generó este error en la orientación de los límites territoriales. Y en cuanto
se refiere a las longitudes que eran determinadas mediante el uso del cordel o la
„cordelada‰ que consistía en una cuerda de cáñamo o en un tiento (cuero) de
buey. Es fácil imaginar que esta „lonja‰ de cuero de 25, de 50 y a veces de 100
„varas‰ (unos 84 m.) de longitud arrastrada por el suelo cubierto de pastos húme-
dos debía estirarse de forma significativa. A propósito dice Lloveras en su libro
„La Agrimensura‰: „Antes de dar comienzo a la respectiva operación de agrimen-
sura, cuando se trataba de comisiones judiciales, el agrimensor, en presencia de
28
LA AGRIMENSURA
las personas de su séquito, con una vara medía la longitud de la cuerda que iba a
emplear dándole por lo general importantes diferencias con las dimensiones teó-
ricas y todos los días, antes de proseguir con su trabajo interrumpido el día anterior,
con la misma vara y en presencia de las mismas personas, verificaba la longitud de
la cordelada. De todo esto dejaba constancia escrita en las diligencias de deslinde‰.
Como todos los cordobeses sabemos Don Jerónimo Luis de Cabrera fundó esta
ciudad el 6 de julio de 1573 a orillas del Río Suquía sobre las barrancas de la mar-
gen Norte, actual Barrio Yapeyú. Procesado Cabrera por desobediencia en 1574
la fundación de la ciudad quedó al mando de su teniente quien dispuso el traslado
a la posición actual en base al plano confeccionado previamente por Lorenzo
Suárez de Figueroa (teniente de Cabrera) en 1577. (Fig. 3).
Fig. 3 - P l an o Ci ud ad d e Có r doba
L o renz o Sua rez d e Figuero a 1577
29
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Este plano original del trazado de la ciudad, cumpliendo con las normas emanadas
de la Corona Española que hemos mencionado, ha llegado a nuestros días en una
reproducción probablemente confeccionado por Potel Junot en 1880. (12).
Como puede advertirse esta misma leyenda hoy la redactaríamos con la mitad de
las palabras, pero así resultaban complicados de interpretar muchos documentos
antiguos descriptivos de derechos de propiedad fundamentales para la tarea del
agrimensor.
En la Ciudad de Córdoba:
Cada solar = 220 pies de lado
Una cuadra = 440 pies
Ancho de calle = 35 pies
Un pie = 1/3 de vara
Si el ancho de calle de nuestra ciudad de Córdoba debía tener 35 pies y cada pie
1/3 de vara. Cuál fue la vara utilizada? Para obtener repuesta la Dirección General
de Catastro de Córdoba efectuó mediciones en los años cincuenta, de las que re-
sultó que la vara utilizada en Córdoba capital fue de 0,843 m.; de donde se de-
duce que las calles debieron tener 9,83 m. de ancho. Francisco Pizarro al fundar
la ciudad de Lima estableció en su plano calles de 40 pies de ancho, es decir unos
11,20m. (13).
Es recomendable una investigación del Ing. Agrim. Carlos Feijoo Osorio, sobre
„Recopilación de Antiguas Medidas de Longitud,‰ en el que entrega datos histó-
ricos de distintas partes del mundo sobre el origen y utilización de las medidas
de longitud. (14).
variable. Vale decir que pasaron muchos años antes que se conociera la magnitud
de estos valores. En Córdoba, recién entre 1884 y 1888 Oscar Doëring, uno de
los científicos que contratara Sarmiento para la Academia Nacional de Ciencias,
realizó determinaciones en distintos lugares de la provincia, lo que permitió ela-
borar las primeras cartas isógonas. (15).
En un aspecto mas general, vamos a tomar la palabra del Dr. Lloveras: „En el inte-
rior del país, las regiones primitivamente pobladas y repartidas por los españoles
fueron las del Centro y Norte, caracterizándose por sus montañas y sus bosques
impenetrables. Aquí también el agrimensor encontró como campo de operacio-
nes, territorios hostiles por la resistencia que opusieron la naturaleza y las pobla-
ciones aborígenes. Por estas causas algunas mediciones, que no son pocas, se
efectuaron al galope de las cabalgaduras. En un día se deslindaban inmuebles de
varias leguas de superficie‰.
Si bien la brújula podía obtenerlos por diferencia de rumbos, no fue nunca un ins-
trumento confiable por las razones que hemos expuesto, al menos para distancias
largas. En distancias muy cortas, puede ser!, pero eso lo reservamos para la teoría
poligonométrica de la topografía que por ahora no es nuestro objetivo.
Es el teodolito el que nos interesa, pero recién aparece por el año 1720 presen-
tado por Sisson, con 4 tornillos calantes en lugar de 3 que son los que hemos uti-
lizado habitualmente. (Fig. 4).
Hacia la segunda mitad del 1800 ya se podía disponer de teodolitos de origen in-
32
LA AGRIMENSURA
El primer y gran problema con que tropezaron los constructores de teodolitos fue
la división de los círculos (alidadas) de pequeño tamaño. Sólo se podía lograr
hacer en círculos con diámetros grandes, poco manejables. Cuando se logró la
pequeña división, los primeros círculos eran de bronce, luego de plata y final-
mente se utilizó el cristal obteniendo así la mayor perfección y exactitud en la
medición angular.
El desarrollo de estos instrumentos fue bastante lento para la actividad civil hasta
terminada la segunda guerra mundial (1945). Desde entonces comienza el ver-
dadero desarrollo tecnológico que ha favorecido a la agrimensura en la aplicación
de la geometría territorial.
33
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Por esta causa, fue necesario utilizar métodos que exigieran pocas mediciones li-
neales y más mediciones angulares, tratando de armonizar las exactitudes en los
levantamientos territoriales. Ese método fue la triangulación que, como se sabe,
se miden pocos lados y todos los ángulos de los triángulos en que se descompone
el territorio. Así la medición del lado de un triángulo requiere obtener la longitud
de una base especialmente preparada, con la mayor exactitud posible y precisos
procedimientos de ampliación, este método ha sido utilizado durante años en
todo el mundo con excelentes resultados, aunque con altísimos costos de tiempo
y dinero. Nuestro territorio Nacional fue cubierto por el Instituto Geográfico Mi-
litar (IGM), hoy Instituto Geográfico Nacional (IGN), en su mayor parte por trian-
gulaciones de distinto orden (I-II-III-IV) en cumplimiento de la „Ley de la Carta‰
NÀ 12.696. Un trabajo de excelente calidad que perdurará en el tiempo.
vértices de control.
Todo se mejoró con las „estaciones totales‰ que con su avanzada tecnología facilitan
enormemente el proceso de observaciones en el terreno. Demás está decir que este
procedimiento es aplicable a la topografía con la facilidad que significa la menor exi-
gencia en programación, señalamiento, irregularidades del territorio, etc.
De esta experiencia y como causa de la „guerra fría‰ entre ambos países, Estados
Unidos de Norte América desarrolla a partir de diciembre de 1958 el programa
satelital „TRANSIT‰ (el Transit I, resulta el primer sistema satelital estadounidense
de navegación, basado en las observaciones realizadas con señales de radio del
primer SPUTNIK soviético).
Ese fue el despegue de la ERA SATELITAL por el dominio del espacio entre cuyos
objetivos no estaban las necesidades civiles.
Es lamentable tener que aceptar las circunstancias del avance tecnológico produ-
cido en el instrumental auxiliar de la Geometría Territorial, que permaneciera con
pocas novedades hasta mediados del siglo XX. Efectivamente, el verdadero avance
se produce apenas finalizada la segunda guerra mundial, como consecuencia de
los efectos que irradiaron hacia la comercialización en la sociedad civil las inves-
tigaciones a que dieron lugar la contienda. Durante la misma, en el fragor de la
lucha, los presupuestos para investigar, no se discuten ni se disminuyen como su-
cede en épocas de paz. No obstante, el verdadero desarrollo tecnológico no fue
durante la lucha armada, sino una vez finalizada esta, durante la llamada „guerra
fría‰ en la carrera por el dominio del espacio y consecuentemente del poder.
Ahora bien, que es técnicamente el G.P.S., que nos resulta de tanta utilidad y que
ha deslumbrado al mundo, no sólo en aplicaciones propias de la Geodesia y de
la Topografía?
Los principios en que se basa son realmente simples. En sentido figurado, pode-
mos decir que es una „intersección topográfica inversa‰, o considerado mejor es
una „trilateración inversa‰, en la que los puntos fijos son los satélites artificiales o
puntos de coordenadas espaciales conocidas.
De manera entonces que la distancia „E‰ es igual a velocidad por tiempo. E = v.t
Esta descripción de G.P.S. es por demás grosera ya que su desarrollo no está pen-
36
LA AGRIMENSURA
Otros países tienen sus propios sistemas satelitales para resolver estos problemas
37
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Hasta cumplir con estos objetivos nuestro país ha ensayado más de un programa
partiendo desde el viejo sistema Campo Inchauspe 1969. Datum CAI (Bs. As.)
local Elipsoide Internacional 1924, sobre el que el instituto Geográfico Militar cal-
culó su red trigonométrica. Hoy es un sistema reemplazado por otro lo que no
autoriza a restar méritos a esta Institución que ha producido buena cartografía re-
gular de la República Argentina, a pesar de las limitaciones presupuestarias a que
fue sometida sistemáticamente ya que nuestros gobernantes, en general, siguen
sin entender la importancia de la cartografía en la administración nacional del te-
rritorio.
Este sistema de referencia geocéntrico para las Américas provee las coordenadas
de referencia para todos los fines topográficos y geodésicos.
En general, podemos decir que las redes que inicialmente se consideraron PASI-
VAS, vale decir caracterizadas por puntos trigonométricos fijos, materializados
38
LA AGRIMENSURA
3. CARTOGRAFÍA
Otro de los problemas de interés público que deben resolver nuestros agrimen-
sores es la CARTOGRAF¸A TERRITORIAL, ya sea a nivel de su planificación, como
en el establecimiento de su marco geométrico de referencia, la proyección a em-
39
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
El segundo problema de carácter estético, es más que eso, llega a ser artístico, si
se quiere, porque aun cuando debe respetar ciertas normas técnicas, entre las
que se cuenta formato, escala, generalización, etc., no puede faltar el buen gusto
en el desarrollo de la expresión gráfica que de alguna manera distingue la perso-
nalidad del agrimensor actuante.
Estos códigos son las reglas que asocian distintos elementos de la información re-
gistrada para permitir su comunicación. Son en realidad, sistemas o estructuras
que posibilitan la transmisión de un mensaje como es el caso de la carta.
La estructura, de principios y las leyes que rigen este lenguaje gráfico correspon-
den a la Semiología de la Gráfica, ciencia moderna de gran interés actual.
Esto trae como consecuencia, que el contraste entre detalles vecinos haga apa-
recer algunos de estos más importantes de lo que son en realidad, o que por el
contrario, aparezcan todos tan importantes que no permita distinguir con claridad
los accidentes geográficos que interesan especialmente para determinadas fina-
lidades.
Una carta, en cambio, proporciona una imagen incompleta del terreno y está
confeccionada en una escala prefijada que es prácticamente constante, al menos
en las escalas grandes, y en las escalas pequeñas es controlable cualquier varia-
ción conociendo los módulos de deformación lineal de la proyección utilizada.
Por otra parte, estos documentos gráficos son el resultado del tratamiento orde-
nado de la información recogida y de ellos surgen la selección de detalles geo-
gráficos a representar destacando la importancia de los mismos de acuerdo a la
finalidad de su uso y disimulando o anulando aquellos que no son de interés,
con lo que la carta resulta de lectura mas fácil que la fotografía o que la imagen
satelital.
Este concepto debe resultar válido tanto para fotogrametría analógica como para
la digital de reciente resurgimiento como método de relevamiento topográfico.
por ejemplo de la hidrografía, el sistema vial, los límites, la vegetación, los lugares
habitados, los detalles topográficos, las leyendas, etc.
Vale decir que la composición de una carta requiere la elección de los objetos
que vale la pena ser representados eliminando aquellos que no sean de interés,
transformando el producto final en una construcción subjetiva sometida a un con-
junto de normas preestablecidas, en cuanto se refiere a la selección de los objetos
y a su representación gráfica.
Aun así, seleccionados previamente, los objetos no estarán representados tal cual
son, sino mediante símbolos y signos convencionales más o menos descriptivos,
y que a su vez estarán sujetos a variaciones cuantitativas.
En nuestro país más del 90% de la población vive en centros urbanos de más de
2.000 habitantes, con tendencia a aumentar este porcentaje, lo que implica de
manera urgente la preparación de programas de desarrollo urbano que aseguren
un crecimiento armónico de estos centros poblacionales.
dad con crecimiento desordenado y sin información cartográfica ya que los con-
tinuos problemas futuros no permitirán jamás obtener una solución integral.
Esa institución científica organiza cada año con motivo del día de la cartografía
jornadas o congresos de la especialidad.
4. EL CATASTRO TERRITORIAL
nuestro territorio para no incursionar en los catastros europeos que nos deman-
daría demasiado espacio.
Según relata el Prof. Toledo en su libro „Tratado de Catastro Territorial‰: „El primer
antecedente jurídico de contenido catastral y regulador de la actividad agrimen-
sural en nuestro país, se dictó el 25 de setiembre de 1824, creando la Comisión
Topográfica. El citado instrumento legal se componía de 22 artículos los que con-
ceptualmente son orgullo de la Agrimensura argentina por la madurez de sus con-
ceptos, que contemporáneamente, al decir de algunos autores, eran desconocidos
en Europa‰.
Hacia el año 2000 la Dra. en Agrimensura Ing. Agrim. Hilda Herrera desarrolló
su tesis Doctoral, sobre el tema „La Registración Catastral en la República Argen-
tina‰. De esa extensa y magnífica obra, sólo transcribiremos una descripción que
estimamos completa y engloba con claridad cuantas se han emitido y que omiti-
mos por no ser motivo de este relato. Dice la Dra. Herrera: „El catastro territorial
es un sistema de información territorial, implementado con el propósito de proveer
información sobre el estado de hecho de las parcelas con relación al estado de de-
recho, para apoyar el mercado inmobiliario y a la planificación del territorio, y co-
adyuda a proteger los derechos reales sobre inmuebles ya que persigue garantizar
que la descripción de las parcelas, objeto de actos jurídicos incorporados al registro
inmobiliario, refleje la realidad física, coordinadamente con el control que sobre el
dominio de estos bienes ejerce el registro inmobiliario‰. (23).
Nos referiremos así solamente a las dos últimas leyes nacionales en que los agri-
mensores a través de la Federación Argentina de Agrimensores, F.A.D.A., han te-
nido una participación activa.
Como puede apreciarse, la ley fija el marco normativo al que deberá ajustarse el
funcionamiento de los catastros territoriales pertenecientes a las distintas juris-
dicciones del país. Se crea por esta ley el Consejo Federal del Catastro entidad
que funciona desde hace muchos años formado por votación de las Entidades
Catastrales de las Provincias.
Es de esperar que las Provincias dicten sus Leyes Locales conforme lo establece
la Ley Nacional de Catastro, con la participación del Consejo Federal del Catas-
tro.
CAP¸TULO I
ART¸CULO 2À- Las leyes locales designarán los organismos que tendrán a su cargo
los catastros territoriales y ejercerán el poder de policía, inmobiliario catastral.
CAP¸TULO II
CAP¸TULO III
CERTIFICACIŁN CATASTRAL
ART¸CULO 12À- En los actos por los que se constituyen, trasmiten, declaren o mo-
difiquen derechos reales sobre inmuebles, se deberá tener a la vista la certificación
catastral habilitante respectiva y relacionar su contenido con el cuerpo de la escri-
tura o documento legal correspondiente. No se requerirá la certificación catastral
para la cancelación de derechos reales y constitución de bien de familia, usufructo,
uso y habitación, e inscripción de embargos y otras medidas cautelares.
ART¸CULO 13À- A los efectos de las inscripciones de los actos citados en el articulo
12 en el Registro de la Propiedad Inmueble se acompañará a la documentación
correspondiente el certificado catastral, sin cuya presentación no procederá a la
inscripción definitiva.
CAP¸TULO IV
VALUACIŁN PARCELARIA
CAP¸TULO V
ART¸CULO 15À- Créase el Consejo Federal del Catastro, el que estará integrado por
todos los Catastros de las Provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con
el objeto de cumplir con las finalidades establecidas en la presente ley, quienes dic-
tarán sus normas para su organización y funcionamiento.
CAP¸TULO VI
ART¸CULO 17À- Las normas pertinentes referidas a la constitución del estado parce-
lario y su registración, será de aplicación gradual y progresiva según lo determinen
los organismos catastrales de cada jurisdicción.
CITA S
52
LA AGRIMENSURA
53
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
5) „El Plano de Mensura‰ - Severiano Gustavo Bartaburu - Editado por el Colegio de Agri-
mensores de Córdoba - 1990 - Folleto 37 pág.
6) GARC¸A, Marcelo Aristóbulo - Agrimensor de la Universidad Nacional de Cuyo (1948).
Incansable defensor de la Agrimensura. Fue fundador de FADA (Federación Argentina
de Agrimensores). Luego de la aprobación de los estatutos (09/05/59) de esta Institución
fue elegido primer Presidente y reelegido por varios períodos. Fue profesor en la Uni-
versidad Nacional de Cuyo y Director General de Catastro de San Juan. Fundador y Pre-
sidente del Colegio de Agrimensura de San Juan. Falleció el 13 de setiembre de 1970,
en un accidente automovilístico.
7) „La Misión del Agrimensor‰. Trabajo de Víctor H. Haar de gran valor ilustrativo y escla-
recedor sobre la misión profesional del agrimensor. Presentado y Aprobado por unani-
midad en el 2À Congreso Nacional de Agrimensura que aconsejó su publicación
(Mendoza, marzo de 1961), libro editado por la Dirección General de Publicaciones
de la U.N.C. 1971- 80 pág. Es el primer tratado que explica con absoluta claridad los
fundamentos jurídicos y técnicos de la mensura y de otras actividades de la Agrimen-
sura.
8) FEIJOO, Osorio Carlos. Ingeniero Agrimensor egresado de la Universidad Nacional de
Córdoba. De sólida preparación en Agrimensura Legal y temas relacionados, ha elabo-
rado excelentes trabajos sobre asuntos muy puntuales como „Límites y Mojones‰ y
otros que se mencionan más adelante. Ocupó cargos jerárquicos en la Dirección Ge-
neral de Catastro de la Provincia de Córdoba, donde produjo dictámenes e investiga-
ciones de gran valor para la agrimensura.
9) „El Amojonamiento y la Tecnología Moderna‰ S. Gustavo Bartaburu. Revista FADA NÀ
17 - Folleto Escuela de Agrimensura - Córdoba 1999 - „Mojones que hacen Historia‰
descripción sobre el límite Francia-España- Extracto del libro „A mis nietos‰ del mismo
autor - Junio 1998.
10) LLOVERAS, Alberto, Doctor Agrimensor. Ver en Capítulo 4 „Origen Académico‰.
11) „La Agrimensura y la Formación de los Agrimensores‰ - „Cien años de Agrimensura
Argentina‰. Agrim. Pedro Vergés - Departamento de Publicaciones Universidad Nacional
de la Plata, 1967.
12) Plano de la Ciudad de Córdoba 1575.
13) Hacia los años 50, siendo Director de Catastro de la Provincia de Córdoba el Dr. Llove-
ras, se efectuaron mediciones para determinar la longitud de la vara con que se trazó la
Ciudad (longitud entre líneas de Edificación de „Café Sorocabana‰ esq. San Jerónimo y
Buenos Aires y antigua „Farmacia Minuzzi‰ esq. R. de Santa Fe y Rivadavia). Vara = 0,843
m.
14) „Antiguas Medidas de Longitud‰ Ing. Agrim. Carlos Feijoo Osorio - Edición propia - fo-
lleto 2002.
54
LA AGRIMENSURA
15) DOERING, Oscar: Primer Decano de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (ver
Cap. 4 - „Origen Académico‰). Archivo Academia Nacional de Ciencias - Córdoba -
Cuadernos de mediciones de Doëring.
16) El Ing. „Rodolfo F. Arinci ex Profesor de Geodesia y de Astronomía Práctica de la Uni-
versidad Nacional de Córdoba ha presentado un nuevo libro titulado „DONDE ESTOY?
- Del gnomon al G.P.S.‰ en el que detalla la larga epopeya de la humanidad para deter-
minar su posición sobre la Tierra - Edición personal limitada del autor - 400 pág., 2013.
El Ing Arinci está alejado de la Cátedra desde hace algunos años, no obstante lo cual,
ha continuado en contacto con la Ciencia Geodésica a la que brinda ahora una muy
fundada secuencia desde las antiguas concepciones sobre la forma, posición y movi-
mientos de la Tierra, hasta los actuales procedimientos de la Geodesia Espacial. El Ing.
Rodolfo Arinci es un destacado profesional de la Ingenieria, fundador (1960) de INCO-
NAS (Ingenieros Consultores Asociados) una de nuestras sociedades consultoras de
mayor relevancia y prestigio en el País y el extranjero.
17) El responsable principal de la Estación permanente UCOR es el Prof. Ing. Agrimensor
Miguel Díaz Saravia quien se desempeña también como Director de la Escuela de Agri-
mensura. El responsable suplente es el Ing. Agrimensor Juan Villalba - (www.agrimen-
sura.efn.uncor.edu/estacion. HTM) .
18) MACKERN OBERTI, Virginia. Ing. Agrimensora (Universidad Juan Agustín Maza - Men-
doza). Doctora en Agrimensura (Universidad Nac. De Catamarca). Profesora Estable del
Doctorado en Agrimensura U.N.C. y UJA Maza - Mendoza - Especializada en Geodesia,
dicta cursos de postgrado en distintas universidades.
19) RODRIGUEZ, Rubén. Agrimensor Geodesta. Ex Geodesta del I.G.M. de destacada ac-
tuación científica - Edita: „GEO - NOTAS‰ por Internet desde Buenos Aires con información
Geodésica actualizada y artículos de distintos autores. (http://geonotas.blogspot.com).
20) „La carta Topográfica‰. S. G. Bartaburu. Editado por JGS Computación Gráfica-Cór-
doba-2À Edición 1994 - (Teoría de la imagen- generalización- propuesta a la confección
de grandes escalas en Cartografía Urbana).
21) El 26 de junio se conmemora el D¸A NACIONAL DE LA CARTOGRAF¸A a instancias
del Centro Argentino de Cartografía (Decreto Nacional NÀ 4229 de fecha 19/9/58) en
alusión a la creación del Departamento Topográfico por B. Rivadavia en 1826. Ver: „Ri-
vadavia y la Cartografía‰ por Ramiro Martínez Sierra, conferencia 26 de junio 1958 -
Homenaje a la Revolución de Mayo 1960.
22) „El Catastro Territorial‰. Alberto Lloveras, Abogado y Agrimensor. Profesor Titular de
Agrimensura Legal y Director de Catastro de la Provincia de Córdoba. Imprenta de la
Universidad Nacional de Córdoba Edic. 1951(agotada). Texto de consulta de perma-
nente actualidad.
23) HERRERA, Hilda. Ing. Agrimensora y Doctora en Agrimensura (Univ. Nac. de Cata-
marca). Profesora titular de esa Universidad y Profesora de Post-Grado del Doctorado.
55
Actual Directora del Doctorado en Agrimensura de gran solvencia intelectual y una de
las más activas integrantes del Doctorado, dictando cursos de Post Grado en distintas
universidades. Su especialidad es el Catastro Territorial, tema que desarrolló amplia-
mente en su Tesis Doctoral. Tiene numerosos trabajos de su especialidad publicados.
Realizó la traducción integral al español de la obra de Gerhard Larsson „Sistemas de
Registración Territorial y Catastral‰, texto de consulta de notable valor.
56
2. ÉTICA DEL AGRIMENSOR
No fue necesario, en general, modificar los conceptos, ni las diversas citas filosó-
ficas y menos aún los ejemplos, porque fueron y son de permanente actualidad.
Nuestro objetivo, sería entonces tratar algunos aspectos de la ética del agrimen-
sor, sin embargo correspondería, me parece, hacer referencia, antes, a la ética en
general porque afecta a todos los actos de la vida.
Esto es así, porque desde los orígenes de la ética occidental hacia el siglo IV aC
en Grecia, hubo doble orientación en el conjunto del conocimiento: „Los cono-
cimientos teóricos‰, por un lado, preocupados por averiguar qué son las cosas,
sin expresar interés explícito por la acción y „Los conocimientos prácticos‰, orien-
tados a saber qué se debe hacer y cómo debemos encaminar nuestra conducta.
A estas ciencias prácticas pertenece, estimamos, la ÉTICA.
Síntesis Histórica
Aristóteles dio lugar a una nueva teoría ética que tiene una orientación religiosa
como Platón. Sus tres obras sobre este tema fueron: „Ética a Eudemo‰, „Ética a
Nicómaco‰ y „La gran Moral‰.
A partir de su obra „Ética a Nicómaco‰ clasifica distintas formas del bien y estudia
la „percepción de las virtudes sociales‰ Realmente ingresa en la ética, conciente
de la compleja temática moral. Fundador del „Liceo‰, el centro educativo más
importante de Grecia, en él dictó la Ética como materia, marcando los lineamien-
tos que seguiría el saber durante más de 18 siglos después de su muerte en el
año 322 aC.
La historia de la ética, por llamarlo así, se complica todavía más a partir del Rena-
cimiento (1450 a 1576) en que además de rescatar las teorías clásicas, surgen
nuevos conceptos de ética basados en reflexiones antropológicas que influyen
en filósofos posteriores como el ingles Hobbes (1588-1679), el holandés Spinoza
59
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
(1632-1677) y otros.
Otros pensadores como Nietzche („Más allá del bien y del mal‰) también criticó
duramente a Sócrates en su libro „El ocaso de los ídolos‰ y otros posteriores, que
sería muy largo de enumerar, se ocuparon de la ética como tema puramente filo-
sófico. Entre ellos, Max Scheller (1874 - 1928) se opuso tenazmente a los princi-
pios de Kant.
No nos es permitido relacionar las teorías de los distintos pensadores hasta nues-
tros días, que se ocuparon de la ética. Esa es tarea de los distinguidos estudiosos
del campo filosófico, sólo diremos que para los pensadores modernos resulta fun-
damental la cuestión del „origen de las ideas morales‰.
Los autores modernos están produciendo obras de ética aplicada a distintos as-
pectos de la actividad humana como „La ética de la empresa‰ de Adela Cortina;
„Ética para empresarios y directivos‰ de J. L. Fernández; „Ética de la Justicia‰ de
García Marzá; „Ética de los Negocios‰ de Gelinier; „Ética de las profesiones‰ de
A. Hortal; etc., etc., es decir actúan en el campo de la Deontología.
Adela Cortina, autora española de varias obras sobre ética aplicada sostiene que:
„la ética es un tipo de saber de los que pretende orientar la acción humana en un
sentido racional‰ es decir que permita „actuar racionalmente en el conjunto de la
vida‰.
Para nosotros: la ética es parte de la filosofía que se ocupa del estudio de la moral.
Por eso también recibe el nombre de „filosofía moral‰ y tiene por objeto la des-
cripción y reflexión relacionada con la moral de los actos humanos.
Veamos entonces cuál es nuestro punto de vista respecto de esta aplicación prác-
tica a la Ética de una profesión que Daniel Rinz le llama Deontología.
Partiendo de alguna manera, del pensamiento de Kant podemos decir que la Ética
del Agrimensor debería consolidarse en cuatro conceptos morales fundamentales
que son:
1. El bien
2. El deber
3. El buen sentido
4. La conciencia moral
1. Las teorías filosóficas respecto de la definición de bien son tan amplias como
variadas.
Sin pretender entrar en ese campo, podemos decir que suele tratarse del BIEN
DELEITABLE ó del BIEN MORAL, procuramos referirnos sólo al bien moral, cuyo
antónimo sería el mal ó perjuicio hacia otros. El concepto de bien común implica
su búsqueda como meta de la dignidad humana. Sobre este tema existe un amplio
y profundo tratado de Johnnes Messner „Ética, social, política y económica s/De-
recho Natural‰.
Según François Robert, „el bien es el valor fundamental de la moral. Cada moral
determina la naturaleza del bien que busca y que constituye su ideal‰.
Deber y obligación suelen considerarse la misma cosa. Alguien debe algo cuando
está obligado a hacer algo.
Según Farrater Mora, que hemos citado antes, „La noción general de deber com-
prende toda clase de deberes y por lo tanto también el deber moral‰. Sin embargo
se ha distinguido con frecuencia entre deberes y deber moral. Los deberes pueden
especificarse de acuerdo con el objeto del deber: deberes para con Dios, la na-
62
ÉTICA DEL AGRIMENSOR
Esta capacidad es propia del hombre, le permite juzgar bien y distinguir lo verda-
dero de lo falso o sea aplicar el buen sentido ó la razón.
Según Santo Tomás de Aquino: „El principio intelectivo es la forma propia del
hombre‰.
Estas condiciones pueden evitar cualquier decisión ó juicio apresurado que even-
tualmente perjudiquen a terceros deteriorando sus bienes ó su prestigio.
4. La conciencia moral, según Kant, „es la razón práctica que representa al hom-
bre su deber‰.
Para la Iglesia Católica, „La conciencia moral es un juicio de la razón por el que la
persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto que piensa
hacer, que esta haciendo ó que ha hecho‰.
„El ser humano debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia (Cons.
Vat. II)‰.
A partir de estas bases morales debe consolidarse la Ética del Agrimensor acep-
tando que todo es posible si se actúa con honestidad hacia uno mismo y hacia
los demás. Séneca en sus Epístolas Morales a Lucilo sostiene que „nada puede
ser bueno si no es honesto y lo honesto es siempre bueno‰.
Códigos de Ética
Los aspectos contenidos en los Códigos de la Ética del Agrimensor, así como su
eventual responsabilidad civil, comercial o penal, han sido extensamente tratados
por Bibiloni, Carol y Bueno Ruiz en su libro „Agrimensura y Derecho‰ E. Fotoplatex
1972.
Merece destacarse aquí el trabajo del Ing. Agrim. Carlos Feijoo Osorio, titulado
„Los Deberes Éticos en los profesionales y en particular los Agrimensores‰ publi-
cado en el NÀ17-Junio-1999 de la revista de Agrimensura de la Federación Argen-
tina de Agrimensores. Este trabajo contiene un pormenorizado análisis del DEBER
del AGRIMENSOR considerado en distintos aspectos que engloban acertada-
mente las obligaciones profesionales.
El autor desarrolla el tema a partir del tratado que sobre ética elaboró el Agrimen-
sor y abogado Alberto Lloveras que fuera profesor de agrimensura legal en su
libro „la Agrimensura‰ publicado por la U.N.C. en 1952.
Esto debería ser así por la discreción que merecen estas actuaciones cuando están
en proceso de juzgamiento, atendiendo además a que existe siempre la posibili-
dad que una denuncia por falta de ética sea en sí misma carente de ética. Este
estado de crisis que sufre el país con la falta de trabajo podría atentar contra la
competencia ética aun en el campo profesional. Qué lamentable sería que entre
los postulantes de una determinada tarea profesional se originen acusaciones que
impliquen falta a la ética, cuya única finalidad fuese desacreditar moralmente al
oponente para quedarse con el contrato!!
Debemos decir sin embargo, que sería prudente prestar atención a los aspectos
formales de estos Códigos ya que no es improbable que la modalidad del ejercicio
profesional del Agrimensor, tal como se practica actualmente en nuestro país,
tienda a tomar formas distintas producto, no sólo de la celeridad con que se nos
presentan los cambios tecnológicos, sino porque necesariamente estamos afec-
tados por la desregulación, la competitividad, la globalización y otras tendencias
de la economía moderna.
Tribunales de Disciplina
Naturalmente son aplicables también a las condiciones que deben distinguir a los
miembros de los Tribunales de Disciplina, pero tienen especial relevancia dos de
ellos: „El Buen Sentido y la Conciencia Moral‰.
Debemos decir que el significado del término „juicio‰ es variable según la orien-
tación filosófica del autor: Juicio es el acto mental por medio del cual nos forma-
mos una opinión de algo; Juicio es el proceso mental por medio del cual
decidimos concientemente que algo es de un modo u otro; Juicio es un acto del
entendimiento basado en la fuerza de la convicción, etc.
En el caso de los Tribunales de Disciplina el juicio individual que emita cada uno
de sus integrantes respecto de la falta o no de ética cometida por un colega, es
el resultado de su facultad de juzgar amparado en su „buen sentido‰ y atendiendo
al dictado de su conciencia moral.
Pero también lo obliga a respetar los derechos de cada uno protegiendo las rela-
ciones humanas y la armonía; promoviendo el bien común, que es como dice
Messner: „el Bien Común es el fin de la sociedad mediante la ayuda que todos
necesitan para el cumplimiento responsable de las tareas vitales fundadas en los
fines existenciales‰.
66
ÉTICA DEL AGRIMENSOR
Conclusiones
Grande sería nuestra sorpresa al saber que el elegido era Monseñor Jorge Bergo-
glio, Arzobispo de Buenos Aires, de quien conocíamos muchas virtudes, entre
ellos la humildad y su acercamiento a los pobres y los sufrientes.
Francisco, que así ha optado como nombre Papal, está llamado a promover éti-
camente la armonía entre los hombres alentando al manejo del poder con aus-
67
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
teridad y respeto al prójimo, desterrando el odio y la venganza por sutil que pa-
rezca. Desde el sitial más antiguo del mundo el Papa Francisco, por sus dotes
personales, por la claridad y la convicción de su pensamiento, confiamos en que
siga desarrollando con su ejemplo y reemplazando el odio por la misericordia,
la paciencia, perseverancia y prudencia en la difícil ruta pastoral que comienza.
Ese es nuestro ferviente deseo que incluiremos en la oración.
68
3. ORIGEN ACADÉMICO
1876
La carrera de Agrimensura nació con la Facultad de Ciencias Exactas
Físicas y Naturales
La Dra. María Cristina Vera de Flachs, en su publicación titulada „La Ciencia Joven:
El Nacimiento de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (1), realiza una inte-
ligente síntesis del estado de las ciencias en Europa, principalmente en Alemania
hasta la segunda mitad del Siglo XIX, para luego expresar textualmente: „Durante
la presidencia de Mitre, DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO, que conocía las fa-
lencias de la Argentina en este aspecto, decidió que había llegado el momento de
que el país hiciera suyos los progresos científicos de los pueblos adelantados del
orbe‰.
cional N° 322, promulgada por Sarmiento el 11 de setiembre del mismo año, au-
torizando la contratación de, hasta veinte profesores, dentro o fuera del país, des-
tinados a las ciencias especiales de la Universidad de Córdoba y de los Colegios
Nacionales. Según describe el Dr. Telasco García Castellanos en su libro „Sar-
miento y su influencia en Córdoba‰ (3), esta Ley y su fecha de promulgación se
consideran origen de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba. Por lo tanto,
esa destacada Institución Científica tiene hoy, más de 140 años.
„De este modo, me limitaré a recordar a Ud. que hemos arreglado lo siguiente:
3. Que los siete profesores se harán venir de Alemania bajo la dirección y en-
cargo de Ud., dejando la Cátedra de Astronomía para ser desempeñada por
una de las personas que dirigirán en la misma Ciudad de „Cordova‰, el Ob-
servatorio Astronómico⁄‰ (continúa la nota⁄).
Según la publicación que hemos citado de la Dra. Vera de Flachs, figurarían ade-
más, ALFREDO DOERING Y JORGE HIERONYMUS.
De la visión académica del Dr. Manuel Lucero, por entonces rector de la Univer-
sidad de Córdoba, surge la necesidad de considerar a la Academia Nacional de
Ciencias como entidad científica de investigación quitándole funciones de carác-
ter docente propias de una Facultad, donde se pueda acceder a carreras univer-
sitarias de grado.
Luego dice Lloveras en el citado libro: „El día 5 de marzo de 1879 se EXPIDIŁ EL
PRIMER DIPLOMA DE AGRIMENSOR A DON PROSPERO LEBEAU y el 22 de
marzo de 1889, el primer diploma de Ingeniero Civil a Don Carlos S. Cuadros‰.
Arturo Seelstrang arribó a Córdoba como ingeniero jefe del trazado del ramal a
Totoralejos del Ferrocarril Central Norte. En 1880 la Facultad lo distinguió con el
título de Doctor Honoris Causa, siendo además designado miembro de la Aca-
demia Nacional de Ciencias, de la que más tarde formó parte de la Comisión Di-
73
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Fue miembro del Instituto Geográfico Argentino para quien confeccionó el „Atlas
de la República Argentina‰, en el que trabajó durante siete años, entre 1886 y
1892, año este último de su publicación. Así mismo, realizó un importante trabajo
complementario denominado ‰Alturas de la República Argentina‰ que consistió
en ordenar por sus coordenadas geográficas y alturas sobre el nivel del mar de
mas de 2000 puntos fijos, muchos de ellos determinados con anterioridad por
Oscar Doëring. Este material se encuentra también en la Academia Nacional de
Ciencias de Córdoba. El „Mapa Hipsométrico de la República Argentina‰, también
elaborado por Seelstrang no pudo publicarse entonces por razones, al parecer,
económicas.
El Dr. Lloveras en su libro „La Agrimensura‰ que hemos citado anteriormente, ex-
presa: „⁄el derecho se vale de la Agrimensura para interpretar, ubicar y demarcar
títulos de propiedad en el terreno. El Agrimensor debe determinar cuál es el lugar
sobre la superficie de la esfera terrestre que corresponde a las enunciaciones del
título, y este lugar es único, pues los títulos de propiedad carecen en absoluto del
don de ubicuidad‰. (8).
Al respecto, el Prof. Agrim. Bernardo Luis Toledo expresa: „⁄los límites territoriales
están íntimamente vinculados con el derecho y más que hechos geográficos o car-
tográficos, son hechos jurídicos y que se establecen por tratados, acuerdos, con-
venciones entre partes para separar causas jurídicas relacionadas en el espacio
terrestre‰. (9).
Pero Jagsich no era alemán, era de origen Croata. Había nacido en el año 1886
en un pequeño pueblo llamado Oslip (Uzlop), en la zona fronteriza entre Hun-
gría y Austria, en un hogar de campesinos dedicados al cultivo de la vid y elabo-
ración de vinos. Después de estudiar en distintos colegios secundarios, siempre
fuera de su pueblo de origen, decidió orientarse hacia las Ciencias de la Tierra a
cuyos fines ingresó a la célebre Escuela Superior Técnica de Zurich, Suiza donde
cursó TOPOGRAF¸A, cartografía, geodesia etc. Obtuvo su título de Ingeniero
Agrimensor en el año 1909.
Sin embargo Jagsich estuvo siempre atraído por la docencia, así es que en el año
1918 fue nombrado Profesor Titular de Topografía de nuestra Universidad, des-
pués lo fue de Dibujo Topográfico, Cartografía, Geodesia y Astronomía para fi-
nalmente ser distinguido como Profesor Extraordinario, en el que se desempeñó
hasta su muerte el 3 de abril de 1956. Ya a partir de 1940 era miembro titular de
76
ORIGEN ACADÉMICO
Por muchos años el Ing. Juan Jagsich fue Profesor de Meteorología en la Escuela
de Aviación Militar de Córdoba, desarrollando otra inquietud científica que lo
apasionaba. En este campo ha producido más de 70 trabajos producto de sus in-
vestigaciones y publicado su libro titulado „Meteorología Física‰, cuya segunda
parte sobre Meteorología Geográfica quedó inconclusa a su muerte.
Toda la obra escrita por Lloveras, es aún hoy elemento de consulta permanente.
Resulta difícil no encontrar citas suyas en cualquier trabajo sobre Agrimensura
Legal, no sólo porque su producción responde a un profundo conocimiento del
tema sino que utilizó siempre el lenguaje mas adecuado para la comprensión de
los textos con los que pudo cristalizar sus objetivos docentes llegando con éxito
a sus alumnos.
Los profesores que hemos recordado fueron artífices del alto prestigio logrado
por nuestra ESCUELA DE AGRIMENSURA en todos los ámbitos académicos del
País. Prestigio que, a toda costa, debemos mantener porque nos proyectará al fu-
turo ostentando con legítimo orgullo un origen fundado en lo mejor de la ciencia
que la Argentina del pasado supo ofrecer.
78
ORIGEN ACADÉMICO
Por voluntad de Dios, merecida o no, hemos vivido lo suficiente como para con-
templar el crecimiento de esta ESCUELA, desde abajo, lentamente, avanzando y
retrocediendo y con no pocos sacrificios que significaron más de una vez renunciar
a nuestras propias convicciones personales. Por eso, nos permitimos invitar a quie-
nes nos sucedan en esta apasionante tarea de transmitir el conocimiento, que
nunca olviden nuestro origen como hemos destacado, porque seguramente será
el motor que mantenga consolidado el prestigio de esta Profesión Milenaria.
BIBLIOGRA FÍA
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4. DOCENCIA UNIVERSITARIA
Por aquellos años, los presupuestos universitarios no eran distintos de lo que fue-
ron casi siempre, es decir, se ejecutaban conforme a la mejor disposición de los
docentes para absorber la mayor cantidad de tareas con la designación en un
sólo cargo. Por lo tanto, se apeló siempre a la vocación docente confundida con
la tarea administrativa más allá de las propias exigencias legales establecidas en
los Estatutos que nunca, ninguna autoridad, hizo respetar correctamente. Sin em-
bargo, los que hemos cumplido la carrera docente universitaria sistemáticamente,
como meta en nuestra formación profesional, también aceptamos estas condicio-
nes y si no hemos participado de la vida política universitaria, mal podemos ahora
expresar lamentos, así es que la expresión anterior deberá tomarse sólo como
punto de vista personal.
La única Escuela que incluyó siempre en su Plan de Estudios un Trabajo Final fue
Agrimensura y desde 1956 la duración de la carrera fue de 5 años, mucho tiempo
antes que las demás (hoy existen en la Facultad al menos diez distintos títulos de
ingeniero, todos con igual duración, 5 años) entre ellos Ingeniería Civil que ha de-
jado de ser la carrera de preferencia como en aquellos años. No se incluyen las
carreras del área de ciencias naturales que siguen perteneciendo a la Facultad
aun cuando es un asunto que al momento y desde el punto de vista académico,
necesita seguramente una revisión profunda.
Iniciado el año lectivo 1957, si bien el nuevo plan empezaba en el primer año
con los cursos de matemáticas, física y otras de materias básicas, que se dictaban
en forma común para todas las carreras, un grupo de agrimensores egresados de
esta y de otras universidades del país presentaron solicitudes para cursar las nue-
vas materias que incluían el plan 1956 y que para ellos le eran desconocidas.
Una de esas asignaturas fue Cartografía que comprendía tres aspectos técnicos
vinculados: 1- La fotogrametría, tanto terrestre como aérea, (procedimiento de re-
levamiento masivo de grandes extensiones); 2- La Cartografía Matemática, base
geométrica fundamental de toda representación de la tierra como esférica (elip-
soide) en el plano; 3- La Cartografía Artística, lenguaje gráfico necesario para trans-
mitir la información territorial como un sistema, a partir de la teoría de la imagen
y de la semiología gráfica.
Hacia el período comprendido entre los años 1950-1952 habíamos cursado con
el Ing. Víctor H. Haar, mi compañero, amigo y maestro, de quien haré referencia
oportunamente, la carrera de Ingeniero Geógrafo en su último plan de estudios,
preparado por el eximio Profesor Juan Jagsich, que contenía estas y otras materias
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AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
A los fines de dictar esta nueva asignatura, la Facultad contrató como Profesor
Titular de la misma al Ing. Víctor Hansjürgen Haar y para secundarlo fui invitado
a desempeñarme como profesor adjunto.La organización de esta Cátedra fue una
tarea bastante difícil por no contar la Facultad con gabinetes ni instrumental ade-
cuado, menos con material didáctico mínimo. Sin embargo, poco a poco, se fue
cumpliendo un programa de mínima y logramos adquirir instrumental moderno
para la Fotogrametría Terrestre en primer término y luego para la Aerofotograme-
tría que era el método moderno de mayor futuro.
Por esos años, a poco de finalizada la Segunda Guerra Mundial, la vencida Ale-
mania había logrado poner nuevamente en marcha algunas de sus fábricas de ins-
trumental geodésico de mayor prestigio como Zeiss. Pero también fue dividida,
exigidos sus técnicos a pertenecer a uno u otro sector: Alemania Occidental ad-
ministrada por los ejércitos aliados de Estados Unidos, Inglaterra y Francia; y Ale-
mania Oriental bajo el dominio de la Unión Soviética. La fábrica Zeiss se dividió
en dos, una en la ciudad de Jena en Alemania Oriental y la otra en la ciudad de
Oberkochen de Alemania Occidental.
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DOCENCIA INIVERSITARIA
Para amenizar un poco este relato y que no resulte tan „plano‰, digamos así, por-
que es algo que sucede en muchas cátedras, vienen a mi mente una de nuestras
prácticas de campaña con este grupo de „veteranos‰ que he mencionado opor-
tunamente, recordando que no eran alumnos que venían desde el primer año,
pues este recién se iniciaba.
Todos ellos eran egresados de ésta o de otra Universidad con título de Agrimen-
sor, y venían a cursar modernas y nuevas materias como por ejemplo la Fotogra-
metría.
Debo aclarar que entre los integrantes de este „grupo especial‰, integrado por
unos quince alumnos, había Técnicos de Vialidad Nacional especializados en ca-
minos, un par de Agrimensores de la Dirección General de Catastro de la Pro-
vincia de Córdoba y algún Agrimensor de la Dirección Nacional de Vialidad etc.;
destacando el caso particular de dos Agrimensores que venían desde la Ciudad
de Buenos Aires a tomar nuestros cursos, eran ellos: Martínez, Técnico del Ser-
vicio Hidrográfico Naval Argentino y Ricciutti, quien era fabricante de sogas o
materiales afines en la zona de Tigre; ya analizaremos las razones por las cuales
haré referencia especialmente a estos alumnos-colegas, a quienes desde entonces
no he vuelto a ver.
Una de las prácticas importantes que teníamos programadas para nuestros alumnos
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AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
La habilidad del operador en campaña y su agudeza visual para observar con los
estereoscopios de mano el detalle fotográfico y compararlo con la realidad, ase-
guraban o no el éxito de la operación.
Cabe preguntarse inmediatamente si ésta era una tarea rápida y sencilla, de tal
manera que en uno o dos intentos se identificara el detalle, el que luego era „pin-
chado‰ con una fina aguja en la copia fotográfica para su parcial identificación y
tratamiento posterior en el gabinete, dependiendo -en cada caso- del paisaje re-
levado. En una zona urbana este procedimiento resulta muy fácil por la gran can-
tidad de detalles que aparecen en las imágenes, ello sin perjuicio que a mayor
escala de las mismas resultaba de menor complejidad; en cambio en zonas de
de alta montaña y sin vegetación, como la Pampa de Achala en Córdoba, esta
tarea se tornaba muy dificultosa, máxime teniendo en cuenta que desde las alturas
de vuelo en que se tomaban las imágenes, sólo se apreciaban manchas de rocas
alternadas con otras de pastos surcados de vez en cuando por algún arroyo que
suele ser la salvación, pero no siempre está en el lugar adecuado.
Naturalmente que, para hacer posibles éstas prácticas, debíamos contar, al menos,
con fotogramas aéreos de alguna zona no muy lejana a la que pudiésemos tener
fácil y rápido acceso. No hacemos referencia al equipo de vuelo necesario (avión)
y cámaras aerofotogramétricas, pues su utilización está en manos expertas de pro-
fesionales de otras ramas: el piloto y el fotógrafo, (antes se incluía un navegante),
donde por lo general, el Agrimensor tiene posibilidades limitadas de intervención,
que no sea la programación del Plan de Vuelo en relación con el Apoyo Terrestre
o, eventualmente, los relevamientos topográficos complementarios.
Por aquellos tiempos era poco probable que existieran vuelos fotogramétricos
adecuados a nuestros fines, es decir a escalas aceptables, pues las empresas pri-
vadas aun no efectuaban vuelos. Sólo el I.G.M. para la Ley de La Carta NÀ 12696
a escalas demasiado pequeñas y en las zonas llanas de la provincia.
Por intermedio del Ingeniero Haar, quien había revistado en la planta de personal
técnico del Instituto Geográfico Militar Argentino, como hemos expresado, con-
seguimos un importantísimo juego de copias del vuelo fotogramétrico especial
realizado por esa destacada institución científica sobre la zona de la Pampa de
Oláen en la Provincia de Córdoba.
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DOCENCIA INIVERSITARIA
Recordemos que en otra parte de nuestro relato hemos hecho referencia a la men-
cionada región geográfica cordobesa en la que ubicamos a la estancia pertene-
ciente a la Fundación del Hospital San Roque, que entre los años 1953 y 1968
fue arrendada por el Ejército Argentino para desarrollar allí sus maniobras tácticas
y militares anuales; no resulta entonces extraña la existencia de imágenes aéreas
de la zona.
Sin embargo, estos fotogramas habían sido tomados a una altura de vuelo que
permitía sólo una escala de imagen bastante pequeña, lo que no facilitaba la tarea
de reconocimiento de detalles para operadores sin experiencia como nuestros
alumnos, lo que se agregaba a las características del terreno con matices propios
del paisaje montañoso con planicies de altura, destacándose afloramientos roco-
sos y vegetación del tipo bosque serrano y pastizales alternativos. Este aspecto,
observado en los fotogramas tamaño 20x20 (formato fuera de uso) dificultaba en
extremo la identificación de detalles particulares, porque realmente no los había,
y las pocas formaciones rocosas confundían aun más con su aspecto modificado
por las sombras que proyectaban.
Estudiado este material con el Profesor Haar, decidimos finalmente que trabajarí-
amos sobre una zona con accesos por caminos serranos y huellas posibles de
sortear y cuyo paisaje geográfico presentaba algunos detalles distintos del en-
torno, lo que ayudaría a nuestros alumnos en su tarea. El lugar elegido en definitiva
fue el „Cerro Horco Palta‰, un sector cercano a las nacientes del Río Pintos, tribu-
tario hacia el Norte del Río Quilpo y este, a su vez, del embalse de Cruz del Eje.
En otro capítulo de estos relatos hemos hecho referencia al Río Pintos como límite
Oeste de la estancia El Potrerillo cuya mensura judicial recordáramos.
Desde Córdoba hasta La Falda y desde esa localidad tomando un camino al Oeste
hacia la localidad de Soto a media distancia está la estancia de Oláen y su famosa
pampa que, como hemos dicho, entre los años 1953 y 1968 fue el lugar de ejer-
cicios militares anuales.
Nuestro destino en la zona era el cerro Horco Palta pues teníamos identificados
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AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Nuestra curiosidad por lo que sucedía nos llevó a preguntar al primer puestero
que encontramos en el camino de qué se trataban esos ruidos, quien textualmente
nos dijo: „Es mejor que se queden por acá hasta que agarren al „león‰ (puma)
que ha estado haciendo daño en la majada, así que los vecinos han salido a co-
rrerlo, y por lo que se escucha parece que los perros lo tienen „empacado‰ en un
tala al que se ha subido‰.
Después de un largo rato, que de paso nos sirvió para descansar, aparecieron los
lugareños con un respetable ejemplar de puma macho adulto de unos 50 ó 60
kilos, según calcularon los cazadores. El felino fue colgado, posteriormente, de la
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DOCENCIA INIVERSITARIA
Vale recordar que es tradición en los puesteros serranos que cuando se caza un
puma se asa a las brasas el costillar, así que fuimos invitados a participar de este
poco tradicional asado pero no hubo demasiado interés de nuestra parte ya que
nos faltaba recorrer un largo camino del itinerario trazado originalmente. Por otra
parte, qué sabor tendría?
Finalmente y luego de transitar buena parte de las serranías arribamos al lugar ele-
gido donde instalamos el campamento, iniciando casi instantáneamente las tareas
de reconocimiento, de fotointerpretación de los PAF (Puntos de Apoyo Fotogra-
métrico) y las mediciones correspondientes.
Los trabajos se realizaron durante los días programados y el aire puro de la sierra
en época primaveral se ocupó de cambiar el semblante pálido de este grupo de
habitantes de la ciudad que regresó fortalecido física y espiritualmente con un im-
portante caudal de mediciones y datos de campaña para ser debidamente proce-
sados en el gabinete.
Oberá
Por resolución del Honorable Consejo Directivo, este último estaría a cargo del
departamento de Agrimensura, encomendando la tarea a los profesores Víctor
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AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Antes de la firma de este subconvenio, me tocó viajar a Oberá para hacer una eva-
luación previa del material cartográfico existente y de la disponibilidad de apoyo in-
formático con que podríamos contar para armar nuestro plan de trabajo y el equipo
de estudiantes avanzados y docentes dispuestos a participar de la tarea.
El primer viaje fue realizado por vía aérea uniendo Buenos Aires y Posadas donde
el 19 de noviembre de 1978 me esperaba un vehículo de la Municipalidad en-
viado por el Ing. Norgus Jacob con el que tomamos la Ruta NÀ 14 hasta Oberá
(esta ruta pasa por el centro de la provincia hasta su extremo noreste).
OBER˘ que en guaraní significa „algo que brilla‰ ha recibido desde 1913 la afluen-
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DOCENCIA INIVERSITARIA
La ciudad de Oberá fue fundada el 9 de julio de 1928 por Decreto del entonces
Gobernador de la Provincia de Misiones, Dr. Héctor Barreyro, y cuenta con una
población aproximada de 26.000 habitantes, (hoy 106.882 s/Wikipedia), los que
reciben beneficios de establecimientos educacionales de distintos niveles, entre
los que se pueden destacar ocho colegios y escuelas secundarias superiores, una
Facultada de Electromecánica dependiente de la Universidad de Misiones, biblio-
tecas populares, emisoras radiales, publicaciones periodísticas, etc., y un Centro
de Cultura, Turismo y Deportes en el que se realizan importantes exposiciones
artísticas, artesanales y culturales en general. (Fig. 7).
La ciudad en sí, con sus jóvenes 50 años, ofrece un trazado de amplias calles y
avenidas, gran parte de ellas totalmente pavimentadas con el clásico „empedrado‰
característico de la región, pintorescas plazoletas evocativas de las distintas co-
munidades que habitan la ciudad, magníficas iglesias y templos pertenecientes a
distintos credos y, por sobre todo, un ambiente de trabajo y progreso caracterís-
tico de sus ciudadanos que hacen de Oberá una ciudad Argentina de futuro pro-
misorio y el polo de desarrollo de una región privilegiada.
El Proyecto de Catastro Territorial que nos ocupa, fue ejecutado con vistas a un
ordenamiento parcelario integral para el Municipio y sustentable con la progra-
mación adecuada conforme a la tecnología informática del equipamiento dis-
ponible en Oberá, teniendo en cuenta además, posibilidades de aplicación
compatible con procedimientos en experimentación en otras entidades.
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DOCENCIA INIVERSITARIA
En otro párrafo el Sr. Intendente expresaba „⁄ Esta Pequeña comunidad del interior
del país ha podido tener el honor de que alguna de sus más importantes obras de
infraestructura fueran realizadas por un grupo de destacados docentes de una de
las más distinguidas casas de estudio de nuestro país, y porque los relevantes temas
encarados por nuestras Universidades, poco han incursionado, estimando la im-
portancia que tendría para la Nación incentivar debidamente estos convenios⁄‰,
„⁄ Al ser el centro de gravedad de la Cuenca del Plata estamos brindando la po-
sibilidad de contar con adecuados servicios para que más argentinos puedan ocu-
par en forma efectiva el espacio físico de nuestra Patria, consolidando el federalismo
tan reclamado y nunca concretado.‰ Agrego: El concepto de este Intendente de
hace 32 años es vigente en nuestros días porque está respaldado por nuestra
Constitución Nacional.
Es poco probable que en estas líneas pueda hacerse una descripción objetiva de
este trabajo pues no es la finalidad perseguida, por lo que de resultar de interés
se sugiere consultarlo en la Biblioteca de la Facultad. (3).
„Todo Plano de Mensura, Loteo, Subdivisión, como así también los planos de nue-
vos edificios o ampliaciones de los existentes deben ser registrados y procesados
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AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
„La Cartografía Catastral prevista para el Municipio de Oberá se basa en los prin-
cipios enunciados y ha sido inspirada necesariamente en el sistema de nomen-
clatura adoptado por la Provincia de Misiones, sin perjuicio del cual se ha previsto
otro sistema para el futuro en el convencimiento que podrá generalizarse a su
tiempo‰.
Este tipo de Cartas dentro del Programa de Ordenamiento Catastral original está
íntimamente relacionada con la valuación, pues proporciona la información grá-
fica referente a beneficios directos o indirectos que recibe la zona donde se ubi-
can las parcelas, como así también los elementos básicos que la identifican.
Si este material debiera obtenerse hoy sería necesario recurrir a un adecuado Sis-
tema de Información Geográfica (SIG) que permita producir cartografía automa-
tizada en cualquiera de las escalas requeridas a partir de la información recogida
por procedimientos tanto topográficos como analógicos o analíticos de captación
directa o de datos existentes. Como es sabido, la Agrimensura moderna dispone
de distintos „software‰ que ofrecen las agrupaciones profesionales o empresas
especializadas en Geomática.
En uno de los capítulos relacionados con estos ítems, el Profesor Haar previó que
esta información pudiera utilizarse en sistemas informáticos más avanzados que
los que disponía en ese momento la Municipalidad de Oberá.
En uno de los párrafos de tal capítulo, el autor expresaba: „Las presentes instruc-
ciones se han redactado para el llenado del Formulario Censal y del Folio Catastral.
Los datos serán directamente llenados por los censistas y otros empleados que pre-
paran y completan el trabajo de los censistas en el terreno‰.
En 1995 se publica otro trabajo reafirmando estos conceptos que se titula „Error,
Exactitud y Precisión‰. Es un trabajo muy interesante producido por los autores
Kenneth E. Footc y Donald J. Huebner (EU) que desarrolla, como lo destacó Haar,
el efecto de los errores y equivocaciones en la captación de datos para la forma-
ción de los Sistemas de Información Geográfica (www.elagrimensor.net).
Relacionado con el valor de las parcelas rurales a que se refiere Haar, he creído
oportuno referirme a las mismas.
Estimo que la yerba mate y el té constituyen la riqueza regional que más se des-
taca. La yerba mate procede de un árbol nativo del bosque subtropical americano
cuya altura en estado natural llega a 25 metros, cultivada tienen poca altura a
pesar que sigue siendo un árbol.
El „Ilex Paraguariensis‰ fue utilizado por los pueblos originarios (guaraníes) para
la preparación de alimentos de tipo estimulante, cuyo nombre proviene del idioma
guaraní: „Caa-Mati‰. Los conquistadores españoles la consumieron en forma de
infusión, quienes comenzaron a cultivarla, principalmente los jesuitas, lo que les
producía buenos ingresos económicos.
Luego de la cosecha de vainas con sus hojas maduras éstas se recogen en gran-
des lienzos („ponchada‰) para ser transportadas a los secaderos. Producida la
„quiebra‰, que consiste en separar las hojas y ramitas pequeñas, sigue el „zape-
cado‰ (dentro de las 24 horas de la cosecha), que es un secado rápido de ex-
posición directa a la llama del horno. Luego secado con aire caliente en „catres‰
(aún hoy existen), operación que se llama „barbacúa‰. Hoy se hace con hornos
y cintas transportadoras; la etapa próxima es el „chancado‰ y finalmente el „es-
tacionamiento‰ en bolsas de 50 Kg., para finalmente proceder a la molienda,
estacionamiento, zarandeo y trituración donde se combinan distintas hojas para
lograr el sabor buscado, que determinan los „catadores‰, quienes autorizan el
envasado.
En oportunidad de participar como visitante a una cena y reunión del Rotary Club
Oberá (forma reglamentaria de „recuperar‰ la falta a una reunión semanal del Ro-
tary Club Jardín Córdoba, del que en esa época era Presidente). En esa reunión
me tocó compartir la mesa con Enrique Urrutia, quien era uno de los miembros
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DOCENCIA INIVERSITARIA
Por la época de mi visita, tanto Urrutia como otros productores, no tenían „cata-
dores‰ propios, recién estaban en formación. Por lo tanto los compradores ex-
tranjeros enviaban sus propios catadores, quienes finalmente fijaban el precio del
producto. Ésta situación ha cambiado actualmente.
Este proyecto del Catastro Parcelario ha sido utilizado para entrenamiento de nues-
tros estudiantes en el cursado de las materias „Catastro‰, „Cartografía‰ y otros.
Naturalmente que la tecnología ha cambiado para mejor y hoy contamos con for-
midables herramientas para lograr propuestas como la de éste trabajo, pero aún
así toda la información conceptual sigue siendo válida.
Por lo tanto sólo ellos y los egresados que durante 30 años tuve el privilegio de
entrenar académicamente, podrán evaluarme, esperando la benevolencia que
pueda merecer.
En cuanto al orden académico relacionado con mis pares y con las autoridades
de la Universidad Nacional de Córdoba, debo expresar mi especial reconoci-
miento por otorgarme la distinción que significa mi designación como „Profesor
Consulto de la Universidad‰ por Resolución del Honorable Consejo Superior
NÀ 194 de fecha 20 de junio de 1995, producida después de mi retiro.
CITAS
1) JAGSICH, Juan. Profesor (ver Cap. 3 - „Origen Académico‰).
2) SCHULT, Guillermo. Agrimensor. Doctor en Ciencias de la Universidad de Berlín, (Ale-
mania). Geodesta y Astrónomo del IGM (1907). Profesor en distintas Universidades Ar-
gentinas. Profesor de Geodesia Superior y Fotogrametría en la Universidad Nacional de
Tucumán. Publicó valiosos trabajos geodésicos y de formación académica para la Agri-
mensura.
3) „Catastro Parcelario de OBERA‰ Víctor Hansjürgen Haar y Severiano Gustavo Bartaburu.
Diciembre de 1979 - 1À vol. 200 pág. - Biblioteca Facultad de Ciencias Exactas Físicas y
Naturales - Universidad Nacional de Córdoba.
4) CONSAGRA (Consultores Agrimensores Asociados) - (ver Cap. 9 - „Neuquen‰).
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5. BECA DE ESTUDIO
A principios de 1962 fuimos distinguidos con una beca del DAAD (DEUTSCHER
AKADEMISCHER AUSTAUSCH DIENT) de la República Federal de Alemania por
la cual viajaríamos a ese País cumpliendo un programa de visitas a institutos, uni-
versidades, instituciones y fábricas relacionadas con la Agrimensura. La duración
del viaje fue de tres meses. Recorrimos más de 5.000 km. De acuerdo a lo pro-
gramado, sólo en territorio alemán, incluido Berlín que estaba entonces en el Sec-
tor Alemán oriental ocupado por la U. Soviética y con acceso restringido por vía
terrestre.
La beca tenía términos muy estrictos orientados a la ayuda económica sólo en te-
rritorio de Alemania, por lo que los costos de pasaje principalmente, debieron
costearse por cada uno.
OVEI, realizó sus viajes en forma ininterrumpida (en 1986 fue el NÀ 23) No sé si
a partir de ese año se suspendieron. Recientemente, he consultado su página en
Internet por la cual se advierte una reactivación como Asociación Civil cuya fina-
lidad es realizar viajes de estudio al terminar las carreras de ingeniería, aparente-
mente con la participación de alguna agencia de viajes. Se recorren distintos
países según sus programaciones.
Esa tarde, de las primeras del año académico de 1961, me encontré con el „ecua-
toriano‰.
La muy buena atención que recibí por parte del Cónsul fue sin duda un gran pun-
tapié inicial. El entusiasmo que prestó el Cónsul desde el comienzo lo conservó
durante todo el trámite.
100
BECA DE ESTUDIO
Tan pronto como lo puse al tanto de lo realizado por los estudiantes de Ingeniería
Química en Santa Fé, se propuso ayudarnos a hacer lo mismo con los estudiantes
de Agrimensura en Córdoba.
Allí conversamos con Edgardo y el ecuatoriano e hicimos una lista de posibles in-
teresados.
Era claro que el grupo debía estar integrado básicamente por estudiantes de Agri-
mensura (Ingeniero Agrimensor).
Apenas un par de semanas después de estar con el Cónsul, éste me llamó para
darme la primera información recibida.
Con los formularios para el pedido teníamos lo necesario para entusiasmar a los
que todavía no creían.
Dos semanas después recibimos una nota en que se nos solicitaba una serie de
datos institucionales, firmas, documentos, etc. conseguir todo esto nos tomó
meses de „agetreo‰ y múltiples reuniones.
En la práctica tuvimos que rehacer los formularios, que los refrendara el Decano
de la Facultad, conseguir al profesor que se comprometiera a viajar, listado de los
estudiantes a participar del viaje, los que deberían estar en su último año en Agri-
mensura, contactar y recibir invitación de las instituciones a visitar, etc.
Sin embargo nos avisaban que teníamos una media aprobación que estaba pen-
diente hasta que llenáramos las condiciones requeridas en el pedido.
que poco a poco me abrieron las puertas de muchas de ellas. Pelikan, Bayer, Zeiss,
etc. Cada una me indicaba otra y hasta hacían de intermediarios con aquellas que
no tenían representantes en Argentina.
A último momento, por pedido especial del Profesor Bartaburu, tuvimos que
aceptar a otro profesor acompañante. En total eran catorce nombres que fueron
inscriptos. Entre ellos no estaban los dos primeros compañeros: Edgardo y el es-
tudiante ecuatoriano. Ambos habían desistido de integrar el grupo por problemas
personales.
ADEIA marchaba viento en popa, generando actividades como una función be-
néfica en el Teatro Rivera Indarte, bailes, rifas, etc.
Vimos entonces que a los fines de obtener un apoyo directo de la Facultad de In-
geniería debíamos contar con algo más que la buena voluntad de nuestro amigo
Edgardo y su CEI.
Se nos ocurrió la idea de tener un miembro del grupo como consejero estudiantil.
Entrevisté a dirigentes del UDEI para pedirles una tercera ubicación entre cuatro
candidatos. Con la elección encima y con una respuesta que nos aseguraba sola-
mente el cuarto lugar, me dirigí a Edgardo quien volvió a darnos su apoyo en el
CEI (Centro de Estudiantes de Ingeniería) y conseguir la tercera posición buscada.
Nuestro candidato fue el „Flaco‰ Scaramuzza. Con el apoyo y voto en masa de
nuestros treinta estudiantes y sus amigos conseguimos que triunfe el CEI con su-
ficiente margen para obtener el tercer lugar. Habíamos dado un paso delante de
gran importancia ya que posteriormente la Facultad nos dio suficientes fondos
como para adquirir el pasaje vía marítima de los 14 participantes.
A fines de octubre recibimos el visto bueno definitivo y el detalle del viaje según
103
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Finalmente tuve que encarar la tarea de adquisición de los pasajes. Se había ele-
gido viajar en una compañía francesa con los barcos LUIS LUMIERE y CHARLES
TELLIER.
Al comprar los pasajes la Agencia no creyó necesario hacer las reservas del re-
greso con tanta anticipación; en especial porque luego de la beca en Alemania
el grupo se dividía en tres o cuatro subgrupos o individuos que volverían en dis-
tintas fechas.
En la última reunión del grupo se decidió que cada uno debería presentarse en el
puerto dos horas antes del embarque.
La lista de participantes quedó formada por los estudiantes: Cáceres, Sanz, Vals,
Sala, Badaró, Croppi, ˘lvarez, Scaramuzza, Lucero, Romero, Farber y Rodríguez;
completándose con los Profesores Bartaburu y Garro. (Fig. 8).
El Regreso
Digo que fuimos algunos de nosotros porque la mayor parte del grupo tomaron
distintos rumbos con la intención de conocer ciudades de la Vieja Europa ya que
104
BECA DE ESTUDIO
Sólo quedamos en Hamburgo los cuatro que, por distintas razones debíamos re-
gresar a Córdoba, el docente que me acompañaba, Ing. Marcos Garro, y dos
alumnos, Atilio Romero (cordobés, casado) y Sulyn Farber (entrerriano).
Sin embargo alguna solución se había presentado por gestión del Cónsul Argen-
tino en Hamburgo, quien nos facilitó la posibilidad de abordar un barco carguero
de la Flota Mercante Argentina que entraría a puerto en un par de semanas. Hasta
entonces debíamos permanecer en Hamburgo.
Lo cierto es que por los años de nuestra visita muchos refugios ubicados en dis-
tintas ciudades de Alemania fueron transformados en pequeños hoteles. Algunos
de ellos hemos utilizado en nuestra permanencia en distintas ciudades, aunque
debo aclarar que casi todos eran subsuelos.
La ciudad de Hamburgo tiene sus orígenes por el año 831, siendo sede de un
obispado católico romano. Muchas veces fue invadida y ocupada, entre otras,
por los vikingos hacia el año 845. Posteriormente por el Rey de Polonia en 1030
y otros en 1201, etc.
En los tiempos recientes fue sede del Partido Nacionalista Nazi y durante la Se-
gunda Guerra Mundial duramente bombardeada en el año 1943 por la Fuerza
Aérea Británica apoyada por Estados Unidos, en una célebre operación militar
que se denominó „Operación Gomorra‰. Se calcula que su destrucción llegó a
un 70%.
portable, por no decir „tétrico‰ después de varios días de espera, bastante limita-
dos para salir no sólo por el intenso frío en el exterior, sino por las insignificantes
reservas monetarias que nos quedaban y que debíamos cuidar para pagar el pa-
saje de vuelta, cuyo monto ya conocíamos por contacto con el Consulado Argen-
tino. Ya había leído casi todo el material recopilado en nuestra gira de estudios,
que no era poco, ya no sabía qué hacer, salvo mirar de vez en cuando por mi di-
minuta ventana ubicada hacia la parte posterior del edificio, donde un pequeño
conejo de color gris, salía de su madriguera y escarbando en la nieve obtenía al-
gunas raíces que devoraba con gracia y apuro, sin alejarse demasiado de su casa.
(Fig. 9).
Cada día, mas o menos a la misma hora disfrutaba del mismo espectáculo, no
por simple, carente de un enorme bálsamo espiritual, de profunda nostalgia ex-
trañando mi familia, miraba una y otra vez las fotografías de mi esposa y mis dos
pequeños hijos varones que me esperaban en La Cumbre, donde se habían tras-
ladado durante el verano a la casa de mis padres.
Sin embargo, ya a fines de marzo tendrían que regresar a Córdoba, nuestra resi-
107
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Pareció una eternidad recorrer la distancia, (no poca) hasta el Turm-Hotel para
comunicar la gran noticia al resto del grupo, luego nos instalaríamos en nuestro
barco. Parecía mentira! Habíamos dejado de respirar el olor a comida con abun-
dante grasa que emanaba de la cocina del Turn-Hotel que se encontraba en la
parte mas baja del edificio y subía por el centro de la torre contaminando todo el
ambiente. Esto era otra cosa, olor a mar, la tripulación trabajando y un camarote
con dos camas, baño privado y una pequeña salita de lectura, todo alfombrado,
calefaccionado y arreglado al mejor nivel. Los dos docentes ocupamos un depar-
tamento y los dos alumnos otro, de manera que allí terminaron las incomodidades
de las semanas anteriores.
Así es que nos tocaba viajar con bastante confort y compartir la mesa con el Ca-
pitán, aunque no en forma habitual, pues sus ocupaciones le exigían seguramente
horarios distintos.
Viajaba otra persona, una señora de Buenos Aires que también había compartido
con nosotros el viaje de ida en un barco de pasajeros de bandera francesa, como
ha quedado relatado. Esta señora viajaba a Europa (pleno invierno) con el objeto
de vender tapados de piel natural argentina, creo que de nutria; pero como no le
fue posible concretar sus ventas, regresaba a la Argentina con sus tapados.
Como estaba previsto, poco más o menos, El Artillero zarpó de Hamburgo por la
madrugada. No puedo recordar el día exacto, tampoco lo tengo registrado porque
nunca pensé que alguna vez relataría esta aventura; lo que sí recuerdo y puedo
describir es que fue un verdadero periplo y demandó el doble del tiempo que
duró el viaje de ida.
Amsterdam, capital oficial de los Países Bajos, fue fundada hacia el siglo XII como
un pequeño pueblo pesquero. Desde el siglo XIII en que se construyeron los ca-
nales concéntricos, que le dan su aspecto particular, con sus casas típicas y sus
cultivos que le otorgaron fama hasta hoy. La „Venecia del Norte‰ fue poco a poco
el principal puerto comercial de Europa, centro de la famosa „Compañía Holan-
desa de las Indias Orientales‰. Fue invadida por Alemania en mayo de 1940, y
fortificada con instalaciones de puro hormigón que alcanzamos a ver 17 años
después de finalizada la guerra.
Zarpamos nuevamente y luego de navegar por el tormentoso Mar del Norte, nues-
tro destino sería el puerto de Dunkerque, Francia. Como en todos los puertos, los
grandes barcos, no atracan en los embarcaderos si no es por medio de un „prác-
tico‰ local quien al ser baqueano conocedor, muy experimentado de las aguas
del lugar y de las correspondientes cartas náuticas, puede conducir con seguridad,
el buque hasta ser amarrado en la dársena que se le asigne.
Al subir a bordo, el Capitán entrega el barco al Práctico quien bajo su total res-
ponsabilidad debe llevarlo a puerto, maniobra como pudimos comprobar, muy
lenta y delicada como es de imaginar pues el empuje de semejante mole de
acero causaría enorme daño en caso de un impacto. Naturalmente, la tecnología
moderna aplicada a la navegación tiene superado ampliamente este y otros pro-
blemas.
Dunkerque era y sigue siendo, una ciudad portuaria perteneciente a Francia, si-
tuada a unos 10 km. de la frontera con Bélgica. Tiene una antigua historia de gue-
rra entre franceses, españoles e ingleses que disputaron su posesión. En 1662
pasó definitivamente a soberanía francesa, aunque fue base de gran número de
corsarios. Tiene historia en la Primer Guerra Mundial y más aún en la Segunda
Guerra donde fue escenario de la famosa operación „Dínamo‰ de evacuación de
tropas aliadas hacia Inglaterra que ya hemos mencionado.
110
BECA DE ESTUDIO
Zarpamos nuevamente, con rumbo hacia el famoso Paso de Calais para buscar
luego el Canal de la Mancha antes de salir a mar abierto: el Océano Atlántico.
No habría escala en los próximos días.
Pasamos frente a Calais. Allí se mide la menor distancia entre Francia e Inglaterra,
34 km. hasta Dover y por entonces era el paso mas utilizado comercialmente
desde tiempos remotos por medio del transporte marítimo, no sin problemas, por-
que la navegación en la zona tenía sus complicaciones.
Hoy existe, por debajo de la superficie del mar, el „Eurotunel‰, auténtica maravilla
de la ingeniería moderna. El túnel submarino conecta Calai/Coquelles (Francia)
con Folkestone (Inglaterra) por donde circula un tren de ida y uno de vuelta en
un recorrido total de 50 km. (39 bajo el agua) que se hacen en unos 35 minutos
de duración.
fresco diariamente provisto por una increíble cantidad de pequeños barcos pes-
queros que habíamos observado en nuestra travesía.
Son famosas las Rías Gallegas de Vigo por sus productos de la pesca que lo co-
locan en uno de los pioneros del mundo.
Zarpamos nuevamente, esta vez hacia mar abierto: el Océano Atlántico con des-
tino al archipiélago de las Islas Canarias, frente a la costa africana. Así luego de al-
gunos días de navegación, hicimos puerto en Las Palmas de Gran Canaria cerca
de donde hizo escala Cristóbal Colón el 9 de agosto de 1492 en su primer viaje
a América. Aquí Don Cristóbal tuvo que reparar el timón de La Pinta, pero también
cambió las velas originales de ésta nave, que eran triangulares, por otras de for-
mato cuadrado con lo que la convirtió en la carabela más veloz de la expedición
que, luego de otra escala, iniciaría la conquista de América.
Las Palmas fue fundada en 1478, es decir poco antes de la llegada de Colón, y
fue capital del archipiélago de las Canarias.
Lo mejor de este lugar Las Palmas de Canarias es su clima, uno de los mejores
del mundo, por su escasa altura sobre el nivel del mar (unos 8 m.) y el efecto di-
recto de los vientos alisios y las corrientes marinas propias del Trópico de Cáncer
próximo.
Luego de disfrutar en estas islas, de su clima y sus bellezas, vendría la travesía del
atlántico sin escalas hasta el continente americano, siempre con la misma vista,
el mismo mareo. No tanto como el de ida, porque en este barco los camarotes
estaban situados en la parte superior del barco. El tiempo pasa lento igualmente,
salvo que ahora contábamos con una discreta biblioteca de los oficiales que tenía
muchos temas de lectura sobre todo referidos a la Segunda Guerra Mundial.
En esta parte del viaje que estimo, duró un par de semanas, no faltaron algunos
episodios de los cuales sólo recuerdo unos pocos. En la biblioteca del barco que
hemos mencionado, había una buena colección referida a la fauna marina de muy
interesante lectura y donde naturalmente existía algún capítulo dedicado a los dis-
tintos tipos de tiburones, sus aspectos biológicos, distribución en los mares del
mundo, etc.
Finalmente pescaron un magnífico ejemplar que colgado por la aleta caudal con
ayuda de un aparejo, no medía hasta su nariz, menos de dos metros. Al proceder
a vaciar su estómago, los marineros empezaron a reconocer objetos de los más
diversos, aparte de alimentos, que habían sido arrojados al mar recientemente.
Esta experiencia fue única, especialmente para los que provenimos de tierra aden-
tro, pues nos permitió comprobar la potencia de estos animales, el tamaño y filo
de sus dientes que sólo habíamos visto en el museo de Ciencias Naturales de nues-
tra Facultad. Llegué a una reflexión: me parecen más tranquilos nuestros ríos y arro-
yos serranos, mientras no crezcan abruptamente, que los mares azules del Caribe.
113
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Faltando poco menos de una semana para arribar a nuestro destino, Buenos Aires,
el Capitán nos invitó a un asado tradicional que se realizaba sobre la cubierta del
barco en el que participaba toda la tripulación y los pasajeros, siendo sin costo
alguno salvo la bebida. Concurrimos a cubierta a la hora indicada y nuestra sor-
presa fue mayor al contemplar este „súper asado‰ donde podía admirarse un es-
pectáculo „campestre‰ con la mayor variedad de carnes y en gran abundancia,
que era imposible consumir por todas las personas del barco.
Como nos llamó la atención tal desproporción entre comida y personas presentes,
le preguntamos a un miembro de la tripulación cuál era el motivo de la misma.
„En cada viaje antes del regreso tratamos de achicar la provisión de alimentos de
nuestra cámara de frío, pues si no se consume, al próximo viaje, nos restringen el
pedido‰. Lo que sobró, que fue casi todo, lo aprovecharon nuestros amigos los ti-
burones. Estamos relatando algo que sucedió hace medio siglo en la Marina Mer-
cante Argentina y que comprobamos personalmente, como que no se justifica
que un viaje de transporte desde Europa haga escala en los distintos puertos por
mas tiempo del necesario, atento a que se paga estadía del barco, sueldo diferen-
ciado del personal, etc. con lo que el viaje terminó durando un mes o más, creo
yo, injustificadamente.
Multiplíquese, esto por todos los barcos de la flota de la Institución y por otros
rubros de otras instituciones y por los negociados y por el desprecio con que se
trata la riqueza de nuestro país y veremos por qué retrocedemos.
Días antes del arribo, mientras desayunábamos, se acercó un oficial para darnos
la noticia que en el puente de mando estaban recibiendo información de radio
„Carve‰ de Uruguay que el 29 de marzo un golpe militar había derrocado al Pre-
sidente de la Nación Argentina, Dr. Arturo Frondizi y que este estaba detenido
en la Isla Martín García.
Una noticia de este tipo era lo que nos faltaba para acelerar nuestra necesidad
de volver a casa especialmente, porque las pocas noticias radiales que llegaban a
nuestro barco eran contradictorias y anunciaban bombardeos, víctimas, evacua-
ciones y otras calamidades que no hacían más que mantenernos en el comentario
de la posible situación del país. Algunos tripulantes hablaban que no podríamos
desembarcar. Tengamos en cuenta que hace 50 años no había celulares ni Inter-
net, ni otros medios de comunicación como los hay ahora y por lo tanto sin des-
embarcar no podríamos comunicarnos con nuestras familias.
114
BECA DE ESTUDIO
Así y todo, Frondizi fue uno de los presidentes que pudo movilizar con profundi-
dad algunos conceptos de la economía y de la educación como el caso de los
contratos petroleros y otros, lo que le valió transitar sobre la „cuerda floja‰. Así es
que sufrió 26 asonadas militares y 6 intentos de golpes de estado, hasta que final-
mente pasó lo de siempre.
CITA S
1) RODRIGUEZ, Leopoldo Fernán. Ingeniero Agrimensor de la Univ. Nac. de Córdoba
1963. Geodesia y Geofísica UBA. Licenciado en Ciencias Políticas. Lic. En Ciencias de
la Información y Lic. En Ciencias de la Educación. Ciencias Políticas (Univ. Aut. México).
Master en C. Políticas. Ocupó cargos directivos en el área de Geodesia y Gravimetría
del IGM Argentina y realizó la campaña Antártida Argentina 1972 (Topo-Gravimetría).
Ejecutó diversos trabajos relacionados con su especialidad. Ex Secretario General del
IPGH (Instituto Panamericano de Geografía e Historia- México). Gerente de Panameri-
can Book Inc. 2005 . Está radicado actualmente en EEUU.
115
116
6. LOS COMIENZOS
Para esa época ya había cursado mi segundo año en la Facultad y por lo tanto mi
materia favorita, Topografía, a la que dediqué todo mi empeño adquiriendo en
consecuencia una buena formación, tanto teórica como práctica, orientada en la
incomparable inspiración del Prof. Juan Jagsich, a quien me he referido en otro
lugar de estas memorias, y a la siempre justificada disciplina de sus ayudantes pro-
fesores Racagni y Lauría a quienes también haré referencia oportunamente.
Es interesante hacer aquí alguna acotación respecto del destino histórico de este
inmueble: entre 1920 y 1940 la estancia habría pertenecido a Eckar Tuctzer. Era
conocida como „Potrero de Tuctzer‰ donde el Ejército Argentino realizó sus ma-
niobras militares anuales durante varios años y tomó alguna relevancia anecdótica
entre los soldados conscriptos.
Años después entre 1958 y 1968, estas maniobras militares pasaron a realizarse
en „Pampa de Olaen‰ estancia perteneciente a la Fundación del Hospital San
Roque de Córdoba. Posteriormente, y por suerte, suspendidas estas prácticas, la
Fundación adjudicó en distintas fracciones a productores agrarios con lo que por
esta época sus 29.000 hectáreas quedaron en manos de 33 arrendatarios dedica-
dos a la producción agropecuaria.
me consta, estaría integrada por no más de veinte socios entre los cuales figuraba,
decían, Juan Duarte, hermano de Eva Duarte, que tampoco me consta.
Lo primeros valores que asignaron al principal lago proyectado, hoy Los Molinos,
era un espejo de agua que ocuparía unas 2.500 ha. de tierras pertenecientes al
original Potrero de Garay.
Resulta entonces, con algún fundamento, deducir que si la Compañía Central In-
mobiliaria, teniendo alguno de sus integrantes vinculados al Gobierno, conocía
de antemano estos proyectos y por eso adquirió la propiedad precisamente en el
año 1946.
Así es que le fueron expropiadas más de 1.000 ha. para ser ocupados por el futuro
lago y dedicó el resto a fraccionamientos que como veremos se vendieron como
el „pan caliente‰. (Fig. 10).
Como veremos más adelante el Dique Los Molinos se inauguró en 1953 de manera
que a la época de nuestra actuación,1948, el Lago de los Molinos no existía.
119
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
era tarea que realizaban personalmente los topógrafos Molina, luego que los pla-
nos de cada loteo hubieran sido aprobados.
Es muy probable que a esa época, todavía el parcelamiento de tierras fuera poco
exigido por las reparticiones idóneas del Estado, sobre todo en cuanto se refiere
a detalles urbanísticos, uso del suelo, impacto ambiental etc., pues la ley que or-
denó realmente esta actividad en la Provincia se sancionó recién el 28 de setiem-
bre de 1949 (Ley 4146- B O 8/10/49), que entraría en aplicación práctica poco
tiempo después, de manera que resultaba urgente aprobar los mencionados lo-
teos sin sus exigencias.
No sería el caso del loteo que nos ocupa, porque, como veremos luego, llegó a
ser un conjunto de villas serranas de serena hermosura y no poco valor econó-
mico.
Regresando a nuestro relato original, los hermanos Molina pasaron por la pensión
donde yo vivía en la calle Artigas al 200, en su Ford „A‰ mod. 30 en el que aco-
modamos todo mi equipo de campaña, viajando luego a Calamuchita por la Ruta
Nacional hacia Santa Rosa hasta llegar al primer loteo ejecutado, donde ya estaba
terminada la „Hostería de la Entrada‰ parte del proyecto de urbanización como
veremos y centro de operaciones en campaña de los Meijide.
Esa obra en construcción estaba en una etapa apenas habitable pues sólo tenía
paredes y la primer losa del techo, sin carpintería, ni pisos. A los efectos de utilizar
120
LOS COMIENZOS
De manera que siendo el único con conocimientos necesarios pues, como dije,
ya había cursado Topografía I en la Facultad, estaría en condiciones de resolver
los problemas que presenta la planimetría con alineaciones exactas y en muchos
casos planimetría sencilla con alineación a simple vista de jalones, la medición de
líneas con cinta y la medición progresiva y replanteo de los lotes de cada manzana
con los planos en la mano partiendo siempre de los mojones esquineros ya exis-
tentes.
Esto era así porque los lotes se comercializaban en Buenos Aires como si existiera
el lago y la demanda era tan grande que recibíamos una presión permanente por
parte de los vendedores para ubicar los lotes ofrecidos.
Cada jornada se iniciaba temprano hasta que el sol del medio día de pleno verano
obligaba a la necesaria suspensión para el almuerzo y un descanso y continuar
luego hasta el atardecer.
121
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Así cada día pasó todo el verano de 1948 y continuó al año siguiente en que no
pude ser de la partida porque me tocó cumplir con el servicio militar obligatorio
que ya había venido postergando y no tenía más prórroga.
Alguna anécdota tenemos que introducir en este relato que nos viene claramente
a la memoria. Recordemos la descripción del espacio destinado al campamento
en esta hostería incipiente en medio de la zona loteada, pero totalmente desierta,
que con piso de tierra y paredes todavía sin revocar y algo de escombros, servía
de dormitorio donde se habían alineado todos los catres de campaña que ocupá-
bamos cada uno de nosotros. No había en el recinto otro mobiliario que no fuera
la „cucha‰ de un hermoso cachorro „Doberman‰ como de un año que había tra-
ído uno de los muchachos al campamento.
Por las noches, después de cenar, generalmente asado, que preparaba el personal
asignado a la obra, solíamos reunirnos alrededor de un buen fogón, donde no fal-
taba alguna guitarra y la correspondiente sección de cuentos y comentarios di-
versos entre los que los lugareños trataban algunas veces de hacer gala de sus
conocimientos de la fauna local, que siempre exageraban un poco, ante el audi-
torio de jóvenes provenientes de la gran ciudad, que seguramente desconocían
las costumbres y „peligrosidad‰ de los „bichos‰ de la zona.
El „bicho‰ fue más rápido y se metió en un hueco del cimiento de piedra que no
tenía revoque. Hay que regar con agua con ajo!! No! con „creolina‰; No, hay que
hacer humo para que salga. Todas fueron conjeturas y opiniones que naturalmente
no conducían a nada porque se sabe que cuando una serpiente busca un lugar
que seguramente era su hábitat es muy difícil sacarla del mismo. Pero el problema
era que ese hueco quedaba justo en la zona de emplazamiento de los catres y
luego tendríamos que venir a dormir con la yarará de compañía. Después vino la
hora del asado y de la sobremesa donde no se interrumpió el comentario de la
víbora, tema que daría letra más que suficiente a los lugareños para el relato de
„sucedidos‰, algunos de los cuales no eran muy agradables, dadas las circunstan-
cias. Y llegó la hora de dormir. Eso significaba entrar al cuarto dejar la ropa sobre
el catre, pero las botas en el suelo y luego a alguien le tocaría apagar el farol que
quedaba colgado con un alambre de una viga.
No fue fácil determinar quién tendría que regresar al catre descalzo, en medio de
122
LOS COMIENZOS
Seguramente el Doberman, que tenía una altura suficiente para llegar a la del
catre, lo tocó con su nariz fría, ya que andaba siempre husmeando durante la
noche, y ese fue el gran susto, fogoneado por el ambiente creado durante el día
anterior y el instante de conciliar el sueño.
No tengo memoria que pasó finalmente con la yarará, pero nada importante había
sucedido por lo menos mientras duró la campaña.
El resultado final de este emprendimiento hoy está a la vista, con hermosas villas
serranas aún no totalmente pobladas habiéndose cumplido con el plan de la gran
obra Hidroeléctrica programada. No sucedió lo mismo, creo, con el plan urbanís-
tico de la Compañía Central Inmobiliaria, seguramente por la promulgación, como
hemos indicado, de la Ley 4146, cuyas exigencias desalentaron en no poca me-
dida los fraccionamientos de zonas ubicadas fuera de los radios municipales.
balse unas 2.500 ha., espejo de agua éste que pasó a concretar las expectativas
de belleza auguradas para estos emprendimientos urbanísticos.
124
7. ALTAS CUMBRES
La necesidad de proyectar una nueva ruta, acorde a las exigencias técnicas im-
puestas para el traslado de carga pesada cruzando el macizo orográfico mas im-
portante de la provincia imponía al menos, pendientes máximas constantes, radios
de curvatura limitados, mínimo desarrollo longitudinal y otras exigencias propias
de la ingeniería especializada, por lo que la factibilidad técnica resulta el primer
paso de tan monumental proyecto.
La empresa CARTA S.A. tenía su origen en la ciudad de Florencia, Italia, con am-
plia experiencia en relevamientos topográficos para obras de Ingeniería de dis-
tintas partes del mundo y desde algunos años realizaba trabajos en América del
Sud, con oficinas, gabinetes fotogramétricos, aviones y equipos en la Ciudad de
Buenos Aires.
de 2.681 km2 con la entrega de cartas con curvas de nivel cada 25 m. de equidis-
tancia sobre las cuales se determinaría la factibilidad técnica del camino a pro-
yectar.
Estos, los ingenieros especialistas en caminos, dirigidos por el maestro Ing. Demo,
trazaron, con el auxilio de las curvas de nivel, tres posibles trazas de la ruta respe-
tando las exigencias técnicas impuestas de antemano.
Es probable que las reuniones técnicas para discutir la elección de la traza más
conveniente hayan ocupado largas horas de distintas opiniones, seguramente con
la participación de Ingenieros de Vialidad Nacional expertos en el tema o de la
Universidad Nacional, lo ignoro, pero si sé que se tomó la decisión mas acertada,
definiendo un trazado no tan corto pero libre de túneles y otras obras de ingenie-
ría muy costosas, según lo que me explicó el Ing. Demo.
Así las cosas, los proyectistas necesitaban ahora cartografía topográficas a mayor
escala de la zona ocupada por la traza elegida, encargándose a la empresa CARTA
la restitución fotogramétrica de las mismas vistas aéreas obtenidas a escala
1/20.000 para obtener cartas topográficas a escala 1/5.000 con curvas de nivel
cada 5 m. en una extensión de 40 km.
Aquí el problema de la restitución fotogramétrica era para esa época bastante exi-
gente porque se utilizaban instrumentos de restitución analógicos de I orden que
exigían una buena densificación y exactitud de puntos de apoyo terrestre.
Fue necesario establecer tres bases de apoyo: una al principio del tramo de 40 km.
a restituir, otra al final y otra más o menos a la mitad. Cada base está formada por
5 puntos con coordenadas planimétricas y altura, referidos todos al mismo sis-
tema, desde las cuales se fijarán puntos de apoyo fotogramétrico (PAF) que se
identifiquen en los fotogramas y sirvan para fijar la aerotriangulación instrumental
(metodología de esa época).
Esta primer base, como hemos expresado, era un cuadrilátero de unos 3,2 x 2,0
km. con centro en un punto trigonométrico existente de cota 2.358,27 m. (1), por
lo tanto, esta era la estación central de observación angular donde se realizaría el
127
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Está grabada en mi memoria la vista del cielo profundamente azul, límpido, ta-
chonado con nubes blancas como grandes algodones y surcado por aves negras
y grises, que siguiendo las corrientes de aire ascendentes llevaban siempre sus
alas extendidas como planeadores y pasaban muy cerca de nosotros, a baja altura.
Que no era en realidad tan baja pues estábamos encima de los 2.300 m. sobre el
nivel del mar. No recuerdo bien, pero posiblemente, algunas de estas aves hayan
sido cóndores porque relativamente cerca esta la „Quebrada del Condorito‰, (hoy
parque nacional) y porque nadie molestaba a estos magníficos ejemplares por
aquellas épocas, ya que no estaba fomentado el turismo, ni habían comenzado
las explosiones de dinamita. Tampoco el hombre como principal depredador se
ensañaba demasiado en su obra destructora porque el acceso a esas zonas no
era cosa fácil.
Terminadas con éxito las mediciones, debíamos prepararnos para partir hacia una
zona intermedia antes de la segunda base, donde era necesario relevar algunos
puntos de apoyo fotogramétrico secundarios, cerca de la „Quebrada del Condo-
rito‰. A tal fin y con la mediación del Ingeniero Edilio Demo podíamos alojarnos
en las casillas que Vialidad Provincial tenía instaladas en la „Estancia San Miguel‰.
Hay una distancia aproximada de 10 km. en línea recta hacia el S.E. desde la Es-
tancia La Trinidad en la que estábamos alojados y unos 15 km. siguiendo un pre-
cario camino, más bien una huella, que une ambas estancias, con algunos pozos,
128
ALTAS CUMBRES
El mal tiempo duró no menos de 5 días, pero cada jornada cantaba el „chingolo‰,
así que llegué a la conclusión que se alegraba con el mal tiempo.
Finalmente, amainó la lluvia, aclaró y salimos a luchar con los charcos y los arroyos
para llegar al campamento donde realizamos nuestras mediciones, pero no sin
mediar otros días de niebla encerrados en una casilla de madera.
Esta segunda base estaba vinculada a algunos puntos trigonométricos del Instituto
Geográfico Militar y otros, entre los que eran de destacar el Observatorio Bosque
Alegre, „Mogotes de los Congos‰ (campo del Tercer Cuerpo de Ejército Córdoba)
y especialmente Miryam Stefford, (2), cuyo monumento a unos 25 km. de distan-
cia, se observaba en la imagen del anteojo del aparato como una mosquita in-
quieta, producto de la reverberación del aire que hacia crecer el error de apunte.
Vale recordar algún episodio típico del que no pocas veces suele ser actor el agri-
mensor en sus operaciones de campaña, sobre todo al momento de fijar el límite
de propiedad o de jurisdicción.
La Estancia San Bernardo tenía por entonces unas 10.000 has. con abundantes
aguadas, buenas pasturas naturales y valles abrigados a los rigores del invierno
de la montaña de media altura. Contaba, según decían lugareños, con unas 5.000
cabezas de ganado Aberdeen Angus. Esa estancia pertenecía a un Señor Shore
(no estoy seguro si se escribe así), quien por los años 40 era propietario de un
balneario con pistas de baile ubicado cerca de lo que hoy es el „intercambiador
de la 14‰ sobre la avenida circunvalación, en el Cerro de las Rosas.
Estábamos pensando en regresar cuando por las ventanillas del jeep aparecieron
sendos caños de Winchester 44-40 en mano de otros tantos señores que nos „in-
vitaron‰ a retirarnos del lugar. Luego de explicar el objeto de nuestra visita y de
identificarnos como corresponde, nos permitieron pasar acompañándonos a en-
trevistar al encargado en la casa de la estancia.
Finalmente este señor, que era el administrador nos explicó que habían comprado
la estancia y tomado posesión de la misma con alguna resistencia de los familiares
del vendedor Sr. Shore, por lo que tenían muchos cuidados con el acceso de per-
sonas desconocidas, pero para nosotros estaría todo bien. Y así fue: nos hizo
ensillar dos buenos caballos, nos proporcionó un baqueano y personal para tras-
ladar el equipo hasta las zonas de observación que teníamos señaladas en las
vistas aéreas.
Según parece, nos enteraríamos luego, el Sr. Shore habría vendido la estancia me-
diante un contrato privado, decían que no en plena lucidez mental, aquejado de
una enfermedad cerebro vascular y sin que se enteraran sus familiares directos,
que naturalmente se opusieron a la operación, pero los compradores habían to-
mado posesión del inmueble en forma unilateral y de allí vendría el pleito. No nos
consta nada de eso, ni tampoco era función nuestra hacerlo.
130
ALTAS CUMBRES
Esta base NÀ 3 tenía buena visibilidad desde todos sus puntos elegidos a unos
600 metros sobre el nivel del mar, hacia los puntos trigonométricos „Miryam
Stefford‰, „Mogote de los Congos‰ y otros, con lo que se dió por terminado el
trabajo remitiéndose las libretas de campo a Buenos Aires para el cálculo de los
sistemas y las coordenadas de los puntos de apoyo terrestre y sus correspondien-
tes coordenadas instrumentales. (2).
Finalmente se obtuvieron las hojas a escala 1/5.000 con curvas de nivel cada 5
m. de equidistancia sobre las que los ingenieros de Vialidad Provincial proyectaron
la traza definitiva del camino.
Sería una irreverencia hacia estos pioneros de tan magnífica obra no nombrarlos,
pero no sin antes disculparme si mi memoria es insuficiente para recordarlos a
todos, pero sepan que, en los que nombre, está involucrado todo el grupo sin
excepción.
Desde 1962 en que se inició esta obra, aunque en su etapa preliminar, ha pasado
el medio siglo. Bueno sería entonces que los Gobiernos dispongan su terminación
a la brevedad.
Se hizo realidad ese anhelo a la fecha de este relato, diciembre de 2012, se están
ejecutando las obras de construcción de la última parte de esta gran obra que lle-
131
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
gará al paraje „Falda del Cañete‰ (camino C 45) para empalmar en la autopista
Córdoba-Carlos Paz. (4).
CITAS
1) Punto Trigonométrico del IGM. Triangulación del Territorio Nacional (monografía coor-
denadas planas G.K. y altura).
2) STEFFORD, Miryam (su verdadero nombre era Rosa Margarita Hoffman). Actriz y avia-
dora de origen suizo. Realizó notables recorridos con su avión „Chingolo‰. En pleno
vuelo de uno de sus records, se accidentó en la Provincia de San Juan, falleciendo el 26
de agosto de 1931. Su esposo Raúl Barón Biza, erigió un monumento a su memoria
en un predio de su propiedad de „La Lagunilla‰ camino a Alta Gracia (Ruta NÀ 5) a unos
25 km. de Córdoba. El mástil de hormigón tiene una altura de 82 m. que lo hace visible
desde largas distancias. El punto trigonométrico del IGM se encuentra al pié del mo-
numento.
3) RUIZ MONTES DE OCA, Adolfo. Agrimensor. Técnico de la Dirección Provincial de Via-
lidad. Confeccionó el Mapa Vial de la Provincia y realizó numerosos estudios de traza-
dos y otros trabajos topográficos especialmente en zona de montaña.
4) El último tramo del proyecto, se encuentra en construcción y comprende unos 18,6 km.
entre „Las Jarillas‰ y „Falda del Cañete‰, lugar que se ubica a corta distancia hacia el
Sur de la Estación Terrena Córdoba (E.T.C.) Centro Espacial Teófilo Tabanera. CONAE
(Comisión Nacional de Actividades Espaciales - Ruta 45 - km. 8.
132
8. TAMA
Así fue que nos presentamos formando equipo con Víctor Hansjürgen Haar,(1) y
Víctor Ricardo Lauría,(2) los tres agrimensores y diplomados como ingenieros ge-
ógrafos, siendo a su vez profesores en la Escuela de Agrimensura de la Facultad
de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba.
Era necesario programar entonces, de inmediato las tareas de campo para ser eje-
cutadas durante el mes de febrero en que la Universidad se encuentra en receso,
recordando que en marzo tendríamos la obligación de integrar mesas examina-
doras y en abril comenzar con el dictado de clases.
Así fue que, en los primeros días de febrero estábamos en Tama con todo el equipo
movilizado en el Renault Gordini último modelo perteneciente al ingeniero Lauria.
Tama era una pequeña población cabecera del departamento General ˘ngel Vi-
cente Peñaloza, ubicada en los llanos de La Rioja, recostándose al pie de la ver-
tiente Oeste de la Sierra de los Llanos en cuya parte media, es decir al sudeste, se
encuentra la localidad de Olta, históricamente relacionada con el legendario líder
riojano „Chacho Peñaloza‰. (3).
Se llega a Tama desde la ciudad de Córdoba, tomando por la Ruta Nac. 38, pa-
sando la localidad de Chamical hasta Punta de los Llanos y desde allí se desvía al
sud unos 42 km., aproximadamente, tomando la Ruta Provincial NÀ 29 que en
aquel entonces era de ripio consolidado, destacando que en la actualidad la
misma está totalmente asfaltada hasta la población que era nuestro punto final,
según he podido observar en imágenes satelitales de Google Earth. (Fig. 11).
Nuestro plan de trabajo era bastante estricto pues se trataba de terminar los rele-
vamientos topográficos complementarios de campo en no más de 15 días corri-
dos para la primera etapa, teniendo un plazo máximo de 20 días; para ello
133
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
134
TAMA
Para iniciar las tareas al comienzo de la semana viajamos el día domingo en horas
de la madrugada arribando a Tama pasado el mediodía de la mencionada jornada,
día y hora en que, en esos lugares y teniendo en cuenta que estábamos en pleno
febrero, había escaso movimiento en las calles, no sólo por el intenso calor y el
sol abrasador, sino porque es costumbre de los lugareños quedarse en sus casas.
Lógico resulta suponer que encontrándonos con los personajes más representa-
tivos del pueblo a nuestra disposición, pudiésemos recabar la mayor y más com-
pleta información necesaria para cumplir con nuestro objetivo que, como
veremos, resultaba de sumo interés para la gente del lugar; demás esta decir que
esta información involucraba los lugares de alojamiento, comedores, personal,
horarios, etc., que inmediatamente fueron solucionados.
Destacamos que el director del hospital, Dr. Mazza, puso inmediatamente a nues-
tra disposición su departamento de 2 dormitorios y un baño situado en el mismo
hospital, que no utilizaba por alojarse en la hostería del pueblo, donde si podría-
mos obtener las comidas necesarias sin problema alguno, pues las distancias en
la localidad se cubrían caminando.
Así, al día siguiente, teníamos el personal auxiliar en la puerta del hospital listo
para la salida a preparar los sistemas geométricos debidamente programados en
base a la acotación de errores, de las mediciones, la fijación de mojones, el rele-
vamiento de las posesiones, cercos, represas y mejoras, la coordinación de las co-
misiones, etc.; tareas en las que sería necesario el estudio de los antecedentes y
de toda documentación que acreditara cada propietario o poseedor a fin de ela-
135
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Ramón, que era uno de nuestros mejores ayudantes de campo, a quien yo prefiero
llamarlo así aunque muchos colegas lo llamaban simplemente peones, lo que me
parece discriminarlos en su capacidad natural, pues estos lugareños cuando han
aprendido unos conceptos elementales de la geometría práctica que el agrimen-
sor le enseña en su propio beneficio, le resulta de inestimable valor como un co-
laborador muchas veces imprescindible.
Pues bien, Ramón que estaba en mi comisión, y no pensaba que pudiese pres-
cindir de sus servicios, me dice un día sábado: „El lunes y martes próximos no
podré venir porque me toca „carnear‰ y mañana tenemos que salir a „campear‰ el
animal porque tengo turno en el matadero para el martes‰ a lo que le dije, pero
Ramón, si vos no tenés carnicería, „No, pero aquí nos anotamos en un cuaderno
los que tenemos algunos animalitos para carnear así nos toca más o menos cada
mes o mes y medio a cada uno y así todo el pueblo tiene carne fresca casi todos
los días ...‰, „... los invito, dijo Ramón, a saborear unas costillas, después que termine
mis tareas el martes al mediodía‰.
Así sucedió ese día en que Ramón faenó su res en el matadero del pueblo y dis-
tribuyó su carne a los vecinos que formaban una ordenada fila, donde cada uno
sabía con seguridad el corte y la cantidad que prefería y el peso de la mercadería
que acusaba una noble „báscula‰; compra a colocar en su bolsa de tela pues no
estaba previsto envoltorio alguno.
Así fue que cuando terminábamos nuestra tarea de la mañana, Ramón mandó a
avisarnos que el asado estaba casi listo y allá fuimos a hacer honor a su gentil in-
vitación. Cuando llegamos ya había terminado su tarea de reparto de la carne y
el lugar estaba completamente ordenado y limpio, en definitiva, en óptimas con-
136
TAMA
diciones para que al día siguiente pudiese ocupar este sitio otro vecino.
Así Ramón gentilmente nos comenzó a explicar cómo funcionaba el sistema „Nos
anotamos en este cuaderno tomando un turno cuya fecha debe necesariamente
respetarse para que ese día el matadero esté a disposición. Para eso el animal
debe estar en el corral el día anterior, lo que significa que con la debida anticipa-
ción hay que salir a „campearlo‰. Teniendo en cuenta que en esta zona los cam-
pos son abiertos, no estando delimitados por alambres o cercas de ramas, cuando
más son „comuneros‰, siendo poco probable que tengan propietarios con títulos
inscriptos. Esto hace que los animales vacunos y yeguarizos del lugar vaguen por
los abiertos montes y poco se los vea cerca de zonas pobladas.
Así sólo en las noches suelen salir a zonas descampadas de los caminos, sitios en
que corre aire fresco, aprovechando el pasto verde de las banquinas, a veces,
cuando llueve también suelen aprovechar el agua que se embalsa en las zonas
de „préstamo‰ o costados bajos de la calzada, creando trampas sumamente pe-
ligrosas para los automovilistas por su presencia sobre el trazado.
Por pura curiosidad fui a ver el animal encerrado en el corral, el cual era criollo y
de poca carnadura, es decir bastante flaco, no pesaría más de 200 o 250 kilos, es
decir típico de los vacunos de esta zona que se criaban con poco pasto verde,
mucho monte espinoso y un clima por demás riguroso. Pero bueno, era el capital
de los vecinos en general y como tal para ellos valía, vendiéndolo faenado y no
entregándolo en pie ya que les hubiese significado mucha menor ganancia.
A propósito de esta circunstancia, cabe observar que para este riojano sencillo y
generoso fue más importante obsequiar la parte más valiosa del animal a sus em-
pleadores en un asado en lugar de obtener una utilidad económica por el mismo,
destacando que no tenía obligación alguna con nosotros. En tal sentido el episo-
dio de la carneada pudo pasar desapercibido ya que se repetía cada día, teniendo
en cuenta además que la cantidad de carne del animal limpio debió resultar poco
137
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Estos son los mejores valores que he recibido en mi extensa trayectoria profesio-
nal; destacando el contacto con el lugareño que nos otorga por lo general leccio-
nes de humildad, honradez y discreción, virtudes que no siempre adornan al
moderno habitante de las grandes urbes.
Otras muestras de abnegación y generosidad nos brindó esta gente, las que man-
tengo entre mis mejores recuerdos, mostrándose felices con la posibilidad de
tener por fin el título de sus propiedades que vienen de sus ancestros, de palabra,
o cuando más con la posesión de amarillentos papeles que no dicen gran cosa,
algunos redactados en viejas almacenes de ramos generales quizás a la luz de ce-
rosas velas; siendo felices con eso sin preguntarse ni cuestionar demasiado, tal
vez basándose en el pensamiento de San Agustín que dice „La felicidad consiste
en continuar deseando lo que se posee‰.
En treinta días, es decir en el mes de marzo del año 1966, debíamos tener termi-
nado el plano completo de la localidad de Tama, con el detalle de la ocupación
de la tierra, sus mejoras, características topográficas, etc.; sobre el que se diagra-
maría a posterior el reparcelamiento para la adjudicación de las tierras previa
expropiación general según tenía previsto por Ley el Agrimensor Mercol en su
proyecto.
Esta acción de gobierno, tan importante, fue mérito del Director de Catastro de
la Provincia, Agrim. Italo Mercol, dando muestras de su profunda convicción pro-
fesional como funcionario en beneficio de la consolidación y saneamiento terri-
torial. (5).
CITA S
1) HAAR, Víctor Hansjürgen. (ver Cap. 1 - „Agrimensura‰).
2) LAURIA, Víctor Ricardo. Prof. Titular de Topografía de la Universidad Nac. de Córdoba,
donde desarrolló una brillante carrera docente durante más de 40 años. Egresó de la
misma como Agrimensor y con posterioridad obtuvo el diploma de Ingeniero Geógrafo.
Fue discípulo y ayudante del Prof. Ing. Juan Jagsich. Jefe de Departamento Cartografía
y luego Sub Director de la Dirección General de Catastro de la Provincia de Córdoba
hasta su retiro. Presidió como profesor la delegación de estudiantes de Agrimensura de
la Univ. Nac. de Córdoba en el segundo viaje a Alemania becados por el D.A.A.D.
(Deutcher Akademischer Austauschdient - 1963). Realizó y participó de numerosos tra-
bajos académicos y profesionales en congresos nacionales de la especialidad, también
participó en trabajos profesionales como el relevamiento y mensura de las propiedades
afectadas por la Avenida de Circunvalación de la Ciudad de Córdoba. (Ver Cap. 13 - „El
Durazno‰). Falleció en Córdoba.
3) PEÑALOZA, Angel Vicente (ver Cap. 12 - „La Rioja‰).
4) Era costumbre antigua en el interior el desafío de los partidos de „truco‰, juego criollo
con naipes españoles entre varios parroquianos, siendo el premio, por lo general, algo
que todos compartieran por ejemplo, „una gallina ensillada‰. Significaba un „puchero‰
de gallina con la bebida incluida. No se jugaba por dinero, costumbre que estaba reser-
vada para la suerte de la „taba‰ (hueso de las extremidades del animal vacuno que era
lanzado a determinada distancia lo que requería habilidad para hacerlo).
5) MERCOL, Italo. Agrimensor egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, se radicó
en la Ciudad de La Rioja ingresando a la Dirección General de Catastro, donde ejerció
todas las categorías técnicas durante 33 años ocupando la Dirección General hasta su
retiro en 1985. Fue secretario General del Consejo Federal de Catastro y Presidente del
Colegio de Agrimensores, Ministro de Hacienda y obras Públicas de la Provinca de La
Rioja y su representante en al Comisión Nacional de Límites Interprovinciales. En el
orden docente Mercol fue Rector de la Escuela de Operadores Topográficos y uno de
los inspiradores de la Ley de Catastro 20440. Presidente de FADA (Federación Argentina
de Agrimensores entre 1972 y 1976). Todas sus conferencias y numerosas publicaciones
139
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
140
9. NEUQUÉN
Hacia mediados de 1969, formamos una Sociedad Consultora con el Ing. Geó-
grafo Víctor H. Haar como directores de la misma, dos de nuestros ex alumnos
los Ing. Agrim. Roberto Ghilardi y César Badaró, siendo asesor del grupo el prof.
Consulto de la Universidad Nacional de Córdoba Agrim. Tito Livio Racagni. Esta
Sociedad se llamó CONSAGRA (Consultores Agrimensores Asociados) que to-
maría justo prestigio en la ejecución de trabajos de Agrimensura para distintas
provincias argentinas. (1).
Nuestro grupo obtuvo el primer puesto en antecedentes con lo que logró un pun-
taje importante que aseguró la aceptación del presupuesto ofertado.
Adjudicada la obra, viajamos en los últimos días de diciembre con Haar y Badaró
para firmar contrato y preparar la infraestructura de apoyo, a fin de iniciar los tra-
bajos a principios de 1970.
De ida, viajando en auto, luego de pasar General Acha en La Pampa era necesario
cruzar la extensa zona desértica de „Liuel Calél‰. En esa travesía, sobre la Ruta NÀ
152 antes de llegar al valle del Río Negro, nada hay para ver, solamente una buena
cantidad de „maras‰ (liebre patagónica) y perdices „martinetas‰, que cruzaban el
camino. Siendo Badaró cazador y pescador como resultado de su preferencia de-
portiva, sugirió que, a la vuelta, dentro de algunos días, cazaríamos solamente,
tres martinetas (una para cada uno) y las prepararíamos a pleno campo.
Así sucedió y con los elementos para preparar una parrilla de emergencia (fichas
metálicas para medición de líneas con cinta, alambre, etc.), asamos las perdices.
Fracaso!, carne dura y sin sabor, lo que es lógico porque la perdiz especialmente,
que tiene una carne muy delicada necesita el debido estacionamiento y prepara-
ción, previa a su cocción, como el marinado en vino blanco, condimentos, etc.
Si no fuera por las perdices duras⁄ No hubo posibilidad de cenar en esa hostería,
única en la zona.
En aquella época, recién aparecía alguna tecnología, utilizable para los sistemas
de información territorial y los sistemas informáticos, todavía en la técnica de tar-
jetas perforadas, estaban en manos de grandes instituciones como universidades
y algunas reparticiones públicas de cierta importancia.
Es digno destacar que el ordenador de EPEC en esta Ciudad, ocupaba una habi-
tación completa. Nada de PC ni programas de dibujo automático, sólo algunas
calculadoras de mano programables como la serie Texas T5⁄ H. Packard, etc. con
las que se hacían maravillas a pesar de sus limitaciones comparadas con la tecno-
logía moderna.
143
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
“El Chañar”
Este lugar fue vendido en varias oportunidades y los distintos propietarios no re-
pararon en la potencialidad del lugar, hasta que lo compró Gasparri por el año
1968.
Pero volvamos atrás para conocer los antecedentes históricos de este lugar que
nos fue necesario investigar con motivo de la mensura a realizar.
Fueron dominios del Cacique Manuel Namuncurá (Namun: pie – cura: piedra,
„pie de piedra‰ que en mapuche significa „firme y decidido‰), quien fuera padre
de Ceferino Namuncurá, ícono religioso de la Patagonia y del país (Murió a la
temprana edad de 18 años. Fue beatificado el 11 de noviembre de 2007, su
madre era una cautiva chilena llamada Rosario Burgos. Nieto del cacique mapu-
che Calfucurá de conocida acción rebelde en nuestra historia).
El nombre original de este paraje era Trapayén y luego se lo conoció por Chañar en
época de fortines por la existencia de una planta llamada „chica‰ por los nativos
que para nosotros es el „chañar‰ a pesar de que esta planta no era típica de esa
zona.
Lo cierto es que Gasparri tenía razón, su proyecto apuntalado por una inquebran-
table voluntad de trabajo y el riesgo permanente de su inversión económica final-
mente dio sus frutos y con el tiempo El Chañar se convirtió en un „Oasis de Riego‰
para una de las zonas rurales más valiosas de la Provincia de Neuquén, luego be-
neficiada con el agua del „Complejo Cerros Colorados‰ del río Neuquén.
145
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Es curioso que antes nadie haya reparado en este pedazo inhóspito de la Patago-
nia de nuestro país que siempre se consideró perteneciente al Departamento
Añelo dentro de la Provincia de Neuquén, destacando que el límite con la Pro-
vincia de Río Negro se fijó en el año 1883 en el meridiano 10À Oeste de Buenos
Aires (68À 15Ê 00‰), siendo la misma línea limítrofe entre las Provincias de La
Pampa y Mendoza. En el año 1966 la Provincia de Río Negro argumentó que el
límite establecido estaba desplazado 12 km. al Oeste respecto de la determina-
ción original del año 1883, utilizando para ello instrumental de medición más pre-
ciso para su fijación; así la localidad de El Chañar pertenecería al territorio de Río
Negro y no a suelo neuquino.
En principio, y contando con la intervención del I.G.M., por Decreto del Gobierno
Nacional del año 1969 no se hizo lugar al reclamo planteado, destacando que
igualmente el litigio limítrofe no se dio por agotado.
Villa La Angostura
Villa La Angostura está enclavada en el sector Norte del Parque Nacional Nahuel
Huapi, rodeada de lagos, bosques y montañas que la convierten en una de las lo-
calidades más hermosas de la Patagonia Cordillerana Argentina.
Su nombre hace referencia a un pequeño istmo que comunica la costa con la pe-
nínsula de Quetrihué („donde hay arrayán‰ en lengua mapuche), situado en la
costa Norte del Lago Nahuel Huapi.
146
NEUQUÉN
Por suerte para nosotros en ese momento ya habíamos terminado con todos los
relevamientos de campaña, caso contrario seguramente nos hubiese sido muy di-
fícil hacerlo, máxime teniendo en cuenta las extremas medidas de seguridad y el
gran despliegue militar de la zona.
A pesar que el trabajo estaba terminado en más de un 80% los militares prefirieron
acordar una rescisión del contrato original para encargar al Instituto Geográfico
Militar un tramo de Nivelación Geométrica de Precisión, el cual a nuestro modo
de ver no era de utilidad inmediata para la Provincia. Pero bueno, en nuestro país
siempre fue así, igualmente nos pagaron nuestro trabajo como correspondía para
luego proceder a guardarlo en un cajón y comenzar a querer tocar el sistema de
nomenclatura parcelaria por coordenadas Gauss-Kruger echando todo a perder.
Es paradójico, pero años más tarde me llamaron para que volviera intentar arreglar
147
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Chos Malal fue fundada en 1887 y hasta el año 1904 mantuvo la categoría de la
Capital de Provincia del Neuquén.
Desde Chos Malal , hacia el Oeste, por la Ruta 43, nos encontramos con una im-
portante elevación montañosa que corre de Norte a Sud, denominada „La Cor-
dillera del Viento‰.
Atravesando esa cordillera que presenta pendientes muy pronunciadas, con fuer-
tes vientos, llegamos a la población de Andacollo, localidad donde también hay
explotaciones de pequeñas minas de oro, hoy en su mayoría abandonadas.
El auto „0 km.‰, quedó inutilizado, por lo que desde Neuquén nos enviaron otra
unidad para no suspender la tarea de relevamiento que finalmente terminamos
sin inconvenientes.
Picún - Leufú
Por diferentes causas, este poblado fue trasladado en más de una oportunidad
en el transcurso de su historia. Pero, esta vez, según Decreto Gubernamental
NÀ 0341/71, se dispuso su traslado completo, incluidas fracciones de cultivo de
su zona de influencia, debido a que el futuro embalse „Exequiel Ramos Mejía‰,
del Complejo Hidroeléctrico „El Chocón - Cerros Colorados‰, (Río Limay y Río
Neuquén), dejaría a la población y su entorno bajo las aguas a unos siete metros
de profundidad.
Picún-Leufú, que hoy cuenta con unos 5.000 habitantes, está ubicado sobre la
Ruta Nacional NÀ 237 a unos 130 Km. de la ciudad de Neuquén. (Fig. 12).
Los trabajos de relevamiento fueron dirigidos por el Ing. Agrimensor Roberto Ghi-
lardi, y el operador de campo, de destacada actuación, fue Raúl Grosso, estu-
diante avanzado de agrimensura, que también participó en la mensura y
parcelamiento de „El Chañar‰ en la zona del Río Neuquén y „Cerros Colorados‰,
que hemos relatado al principio de este capítulo. (5).
NÀ 17, con dirección Norte, pasando cerca de Cutral-Có y Plaza Huincul (zona
destacada por antiguas perforaciones petroleras), para llegar a Añelo, sector del
Embalse de „Cerros Colorados‰ que integra el Complejo Hidroeléctrico a que
hemos hecho referencia, y que alguna vez fuera llamado „la obra del siglo‰.
CITAS
1) GHILARDI, Roberto. Ingeniero Agrimensor egresado de la Universidad Nac. de Córdoba
1965. Sus antecedentes en al docencia universitaria se desarrollan en la Universidad de
Neuquén 1971 - Comahue y en la Univ. Nac. de Córdoba 1984-1986, en las áreas de
Topografía y Catastro. Co-fundador de CONSAGRA (Consultores Agrimensores Asocia-
dos) en la que se desempeñó con residencia permanente en Neuquén y semi perma-
nente en Catamarca y La Rioja como Director Técnico de campaña y socio apoderado.
Funcionario de la Dirección General de Catastro de la Pcia. De Córdoba desde 1983.
Proyecto SITCOR (Sistema de Información Territorial de Córdoba) - cartografía digital -
softward propiosde la Repartición - Confección del Mapa General de la Provincia y ac-
tualización de la carta topográfica del IGM.
1) BADARŁ, César S. Ingeniero Agrimensor egresado de la Universidad Nacional de Cór-
doba - 1965. Fue Co-fundador de CONSAGRA (Consultores Agrimensores Asociados).
Director Técnico de la misma en los trabajos de campaña para el „Catastro Integral del
la Provincia del Neuquén‰, radicado en la ciudad capital (1969 - 1971). Participó como
técnico en los relevamientos de Catamarca y La Rioja contratados por la misma em-
presa. Participó en el „Relevamiento Topográfico del Sistema de Riego de Cruz del Eje‰,
junto con Ing. R. Ghilardi bajo la dirección del Ing. S. G. Bartaburu, con quien colaboró
en numerosas tareas de agrimensura. Ejerció su profesión en diversas Reparticiones del
Estado. Falleció en Córdoba el 24 de febrero de 2005.
2) Del BIANCO, Armando Rodolfo. Ing. Agrimensor, Universidad Nacional de Córdoba de
la que fue docente durante más de 30 años desde su ingreso como ayudante alumno
hasta su retiro siendo Profesor Titular de „Topometría y Microgeodesia‰ y de „Medicio-
nes Especiales‰ en el Departamento de Agrimensura. Autor de numerosas publicaciones
técnicas, entre las que se destaca su libro de texto „Topografía Aplicada‰ con el Ing.
Agrim. Luis A. Bosch (Edit. Arteso - 300 pág. - 1988), sobre aplicaciones prácticas a las
obras de ingeniería. Fue integrante de CONSAGRA y de otras instituciones de Agrimen-
sura hasta la formación de su propia empresa (Del Bianco y Asoc. S.A.) con la que con-
tinúa realizando importantes trabajos de su especialidad en distintas zonas del país y
del exterior, utilizando su destacada capacidad técnica y experiencia, así como un equi-
pamiento tecnológico de última generación.
3) BUSTILLO, Alejandro. Arquitecto, pintor, escultor y académico argentino. Uno de los
arquitectos más relevantes en la historia de nuestro País. Entre otros proyectos pueden
150
NEUQUÉN
citarse: Hotel Llao Llao (Bariloche), Hotel Prov. y Casino (Mar del Plata), Casa Central
Banco de la Nación (Buenos Aires), Banco Tornquist 1925, El Messidor (Villa La Angos-
tura) 1942 y muchos edificios públicos y mansiones privadas. (Tuvo por referente a Al-
bert Speer, arquitecto de Hitler).
4) CITROEN 3CV. Vehículos de notable versatilidad en tramos cortos de campaña donde
se desempeñaron muy bien. Tenían una capacidad de 602 cm3 y 32 CV a 6750 rpm,
con tracción delantera. Sumamente livianos (630 kg.) y un consumo medio de 17,8 km.
por litro de nafta especial, con un tanque de 30 litros de capacidad. Se fabricaron en
Argentina 76.000 unidades entre 1969 y 1979.
5) GROSSO, Raúl Horacio. Ingeniero Agrimensor, Univ. Nac. de Córdoba 1972. Ex Presi-
dente del Colegio de Agrimensores de la Prov. de Córdoba y Presidente de la Asociación
Panamericana de Profesionales de la Agrimensura. Presidió la Federación Argentina de
Agrimensores (FADA), de la que continúa siendo Asesor Permanente en materia registral
y catastral. Tiene desde hace más de treinta años, destacada participación en numerosos
Congresos relacionados con la Agrimensura. En la actividad profesional ha tenido des-
tacada actuación como colaborador de CONSAGRA en la Provincia de Neuquén (El
Chañar - Picún-Leufú, etc.). Así como en la dirección y ejecución de numerosos trabajos
de Agrimensura en distintas provincias.
151
152
10. EL POTRERILLO
A principios del año 1972 vinieron a mi estudio, el Escribano Aldo Barbero, Pre-
sidente de la Empresa MALL¸N S.A. -propietarios de la Estancia „El Potrerillo‰- si-
tuada al Oeste de la localidad de La Cumbre, más precisamente antes de llegar
al Río Pintos, quien venía acompañado de su Abogado, el Dr. Alberto Castro Ga-
llardo, a proponerme que aceptara ser Perito Agrimensor en la ejecución de la
mensura judicial del mencionado inmueble de algo más de 2.500 hectáreas, te-
niendo en cuenta que en los años 1943 y 1956, respectivamente, se desarrolla-
ron sendas mensuras que por diversas causas, no pudieron ser aprobadas.
La realidad marcaba que tendría que rechazar el ofrecimiento, no sólo por las ra-
zones expuestas, sino también porque las mensuras judiciales habitualmente han
significado problemas administrativos o jurídicos que dilatan, cuando no inte-
rrumpen, la terminación definitiva de esta modalidad del ejercicio profesional;
veamos si no, el antecedente que traía esta tarea: dos mensuras ejecutadas y pre-
sentadas que estaban en el archivo de la Dirección General de Catastro de la Pro-
vincia de Córdoba „sin aprobar‰, siendo al momento válidas como antecedentes
técnicos que, en definitiva, tendrían valor informativo.
Por razones que explicaré luego, voy a detenerme en este particular pues, como
es conocido, la memoria que como Perito presenta el Agrimensor en la Mensura
Judicial tiene un punto fundamental: la descripción del estado jurídico del inmue-
ble en la que constan propietarios, poseedores, colindantes, etc. De su análisis
surgió que aparecía repetidamente Don Anfiloquio Olmos, por lo que rápida-
mente vino a mi memoria ese nombre, que había escuchado tantas veces en mi
casa paterna, así que de regreso a mi casa traté de meditar en ello.
Mi memoria era recurrente, máxime teniendo en cuenta que había perdido todo
contacto con los habitantes de la zona al momento de culminar la escuela prima-
ria en La Cumbre, ya que fue necesario trasladarme a la ciudad de Córdoba para
iniciar mis estudios secundarios atento a que era mi única posibilidad de desarro-
llarlos, así que desde entonces mis visitas a la región se producían esporádica-
mente en época vacacional, sumando a ello -años más tarde- mis obligaciones
laborales y mis estudios universitarios, produciéndose así un completo desarraigo
de la zona y obligándome a perder contactos personales que aún lamento.
Así es que, a Don Anfiloquio llegué a conocerlo por una fotografía publicada en
la página 157 del libro „La Cumbre - Historia Gráfica‰ por el R.P. Dr. José María
Fontán Gamarra en el año 2004, magnífico trabajo de investigación y recopilación
histórica. (Con el Padre Fontán tuve la oportunidad de intercambiar algunas notas
antes de perder definitivamente contacto con él).
Allí nuevamente tenía otra inmensa incertidumbre!!!, ya que a los problemas ad-
ministrativos y legales propios de una mensura judicial sería necesario agregar los
inconvenientes técnicos que, seguramente, ofrecían la dificultad del acceso, el
clima, las distancias, la programación de las tareas, etc.; En la actualidad no sería
un problema medir estos terrenos contando con la tecnología topográfica mo-
derna mediante la utilización de G.P.S. (Sistema de Posicionamiento Global), las
estaciones totales, las computadoras personales, etc.
En aquel entonces eran tantos los inconvenientes que, seguro podría suceder que
cualquier Agrimensor de estos tiempos modernos no entendiese el por qué a prin-
cipios de los años setenta encarábamos de esta manera nuestra tarea.
La realidad de aquella época era que nos veríamos obligados a „domar‰ estas sie-
155
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
rras y buscar las metodologías adecuadas en base a los elementos con que con-
tábamos al momento de encarar la tarea pretendida.
Igualmente a favor jugaría, al menos por un lado, que mis padres continuaban vi-
viendo en la hermosa y turística localidad de La Cumbre, con lo que, de aceptar
el desafío, podría visitarlos más a menudo, contando además con el apoyo entu-
siasta y sin reparos del Escribano Barbero y sus dependientes de la estancia „El
Potrerillo‰, personas con las que me sentiría muy cómodo, en especial la perma-
nente asistencia y predisposición del administrador del campo, Don Amadeo Ahu-
mada, a quien me referiré más adelante.
„La zona que ocupa en la actualidad la Estancia „El Potrerillo‰ fue tierra de indios,
concretamente de la Tribu Ayampitín, bajo el dominio del cacique Chachocha-
raba‰. (1).
Dice Don Manuel Tassano en su libro „Revelaciones Históricas del Valle de Puni-
lla‰ al transcribir un escrito del 16 de junio de 1633 „A cada indio se le habían de-
signado allí dos ahojas de tierra y algo más; y es cada ahoja un almud de maíz de
sembradura, que a dicho de los indios se les midió las tierras por Miguel de Nar-
váez, comisionado por Don Alonso de Leiva y Arévalo a pedimento de Don Juan
de Heredia en el paraje y tierras de la Punilla, adonde vivieron los dichos indios,
que fueron ⁄‰ y los señalaba por sus nombres y otros detalles en un número de
17 hombres con sus respectivas familias. (2).
Esta población de naturales del territorio habría desaparecido del lugar sin precisar
fecha, abandonando sus tierras que, conforme a las Leyes de Indias que regían
156
EL POTRERILLO
en toda la acción de la conquista española, establecían los requisitos para que las
tierras fueran otorgadas en MERCED. (3).
El 3 de febrero del año 1697 el Sargento Mayor Don Luis Izquierdo de Guadalupe
dirige una petición al Gobernador de Tucumán, Caballero de la Orden de Santiago
y Capitán General, Don Juan de Zamudio, pidiéndole merced de las tierras del
„Potrerillo‰ y un solar de terreno para edificar su casa en la ciudad de Córdoba.
Para fundar su pedido invoca los siguientes méritos: „Que prestó cinco años de
servicio en el puerto de Buenos Aires, un año y medio en el presidio de „Esteco‰,
que tuvo título de Alférez y Ayudante General, Capitán de gente pagada y cinco
años de Sargento Mayor en el Valle de Catamarca‰. Por último agrega que „es ca-
sado con Doña Valeriana de Cabrera, quien era biznieta del Coronel Don Gonzalo
Duarte de Menesses y del Gobernador Don Pedro Ramírez de Velazco, pobladores
muy especiales de La Rioja, familias muy conocidas del Gobernador Don Jerónimo
Luis de Cabrera‰. Agrega además que „las tierras cuya merced peticiona son la Ca-
ñada que llaman „Potrerillo de Cuchi-Corral‰, que dista 12 leguas de Córdoba hacia
y dentro del Valle de Punilla, cuyas tierras deben tener dos leguas de ancho por
dos leguas de largo, cogiendo en el centro y medio de dicha cañada, la que corre
de Sur a Norte y cruza el camino que baja al pueblo de Ayampitín desde el pueblo
de Escoba hacia donde se pone el sol, paraje que fue de indios con su familias
que tuvieron ahojas y ya no hay ninguno de ellos‰.
Sucede que las Leyes de Indias establecían, entre otras, como condición para otor-
gar una merced que no vivieran indios en el lugar solicitado. Resulta curioso en-
tonces que entre los años 1633 y 1697, al menos otra generación de „indios‰
mas sus descendientes debieron vivir en estas tierras que fueron de sus antepasa-
dos. No se trata de ser mal pensado, pero no sería costumbre de la época „liberar‰
de aborígenes las tierras antes de su „distribución‰ entre los conquistadores?
„Con fecha 20 de octubre del mismo año, es decir 1697 díctase un decreto como
sigue: „En la ciudad de San Felipe de Lerma, valle de Salta, don Juan de Zamudio,
gobernador del Tucumán, en atención a los méritos del peticionante que confirma
y reconoce, acuerda a Guadalupe la merced del „Potrerillo‰, ordenando se le de
posesión de dichas tierras, actual, corporal, judicial, JURE DOMINI BEL QUASI,
todo de conformidad a las distancias, linderos, extensión y paraje citado‰.
157
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Suscriben este decreto Don Agustín Corvalán y Castilla, Escribano Mayor de Go-
bernación y el Sr. Gobernador Don Juan de Zamudio por sus reales ordenes de
S.M.U. Dios le guarde, etc.
No ha sido posible acceder a la memoria escrita de „el medidor‰, la que era obli-
gación incorporar a la documentación de la merced otorgada, pero a nuestro pa-
recer no seria distinta en su forma a otras que hemos tenido oportunidad de
consultar.
Para la época que nos ocupa destacamos que todavía se utilizaba la aguja o „abu-
jón‰, con la que podían determinarse los rumbos magnéticos (como hemos rela-
tado en otra parte. El que ahora denominamos teodolito recién se conoció hacia
el año 1720); las líneas se medían con el cordel o „cordelada‰ que también opor-
tunamente hemos descripto.
En el mejor de los casos podrían medirse las distancias en función del tiempo em-
pleado por el caballo o la mula al „tranco‰. Igualmente eso podría ser válido en
terrenos llanos y líneas rectas, pero nunca en las sierras en donde sólo se transita
por las „huellas de herradura‰ que siguen siempre formas caprichosas propias en
la necesidad de evitar el tránsito por pendientes bruscas.
158
EL POTRERILLO
Dentro del campo que hemos mensurado no existe constancia de que haya capilla
alguna; sin embargo recuerdo que cuando éramos jóvenes bajábamos a caballo
desde La Cumbre por una huella de herradura, pues el actual camino no existía
en su totalidad, y pasábamos cerca de una antigua capilla de adobe que estaba
situada antes de cruzar el Río Pintos, ubicada en la zona donde hoy aterrizan los
aficionados a la práctica del parapentismo quienes comienzan su vuelo desde el
mirador de „Cuchi-Corral‰ (lugar de hermosa vista hacia el río y la estancia de
Pintos de Olmos y Compartes). (4).
Para situar al lector en este pintoresco sector de las serranías cordobesas recor-
demos que por el camino existente en la actualidad desde „Cuchi-Corral‰ hasta
el badén que cruza el Río Pintos, se realiza una vez al año la ya famosa y tradicio-
nal competencia en bicicleta que continua por la estancia „la Fronda‰, y „Quilpo‰
y regresa al punto de partida, conocido internacionalmente como „El Desafío del
Río Pintos‰, prueba deportiva clásica que se desarrolla en La Cumbre y en la que
se reúnen mas de 4000 deportistas para participar en las diversas categorías, mu-
chos de los cuales sólo pretenden llegar a destino participando de una fiesta que
reúne a miles de aficionados o curiosos dándole a las serranías un evento multi-
color. He tenido oportunidad de desarrollar a caballo este recorrido pero nunca
en bicicleta, hecho destinado sólo a deportistas entrenados que cuentan con ele-
mentos muy sofisticados para su práctica, destacando que algunos participantes
de esta competencia cuentan con el apoyo de equipos profesionales. (Fig. 10).
Siendo territorio de sierras elevadas hacia el Oeste, de difícil acceso, con pendientes
muy pronunciadas sobre todo hacia el límite con el Río Pintos, se optó por la fijación
de la mayor cantidad de puntos cerca del límite por „intersecciones inversas‰ me-
159
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Bajo este esquema de trabajo se fijaron puntos principales bien visibles y seña-
lizados en las crestas más elevadas de las sierras, complementados con otros
accesibles desde la zona del Río Pintos, límite por el Oeste y desde la estancia
„La Carpintería‰ límite por el Norte. (5).
En los trabajos de campo, sobre todo en la zona del Río Pintos colaboró conmigo
el Ing. Agrimensor Roberto Ghilardi quien fuera uno de mis mejores alumnos de
la Facultad y en quien reconozco una gran capacidad técnica adornada con su
cultura y especial personalidad. Luego se encargaría de la „Mensura Judicial de
La Carpintería‰ ya que logramos separarla de „El Potrerillo‰ a pesar de haber te-
nido un origen común. (6).
A esta altura del relato, debo hacer memoria de un episodio simple pero emotivo,
desde el punto de vista personal, que nunca imaginé llegaría a impactarme tanto.
Ghilardi estaba encargado de relevar la parte Oeste del campo, es decir el límite
sobre el Río Pintos. Para llegar a la zona debió partir en camioneta provista de
carpas, faroles, bolsas de dormir y otros equipos de campamento. Desde la Cum-
bre, llegar a La Falda, de allí a la „Pampa de Olaen‰ por el camino que va a Soto,
hasta „El Puente‰ desde donde se toma una huella que conduce a la Estancia de
Pintos pasando por la escuela y la iglesia del lugar. De esta forma Ghilardi que-
daba en el fondo del Valle y nosotros en la parte alta de la sierra, separados por
160
EL POTRERILLO
no gran distancia en línea recta, pero muy distantes en contacto personal. Así es
que nos comunicábamos por radio en la medida de lo posible.
Durante el desarrollo del trabajo llegó un momento en que fue necesario llevarle
algunas provisiones y complementos como parte de su tarea por lo que con Don
Amado Ahumada bajamos al Río Pintos desde el límite Sud-Oeste del campo.
Terminaré este relato con un párrafo especial de recuerdo para quien fue mi brazo
derecho en esta tarea que no hubiera encarado sino se hubiesen dado las circuns-
tancias que he indicado al principio. Me refiero a Don Amadeo Ahumada, capataz
de campo de „El Potrerillo‰, persona que he conocido desde hace muchos años
y admiro por su hombría de bien. Un criollo sencillo, tranquilo, respetuoso, de
trato muy amable y „obsequioso‰ como se dice en el campo.
Don Amadeo se encargaba cada mañana de tener lista la caballada, y los elemen-
tos necesarios para la jornada que habíamos programado la noche anterior. Pro-
fundo conocedor, no sólo del campo, sino de toda la zona; hábil pronosticador
de los cambios de tiempo y dotado de una voluntad y entusiasmo envidiables a
pesar de ser en esa época una persona mayor, hicieron de él un elemento insus-
tituible en esta campaña. A la hora del almuerzo ya se había adelantado para
elegir un lugar adecuado, con sombra, al reparo del viento y cuando llegábamos
el resto de la comisión, tenía el campamento prolijamente armado con algún „co-
jinillo‰ de asiento sobre las piedras, barrido con „carquejilla‰ y el asado „hume-
ando‰ apetitoso para saborearlo, e intercambiar algunas anécdotas con alegría.
Luego, a descansar un par de horas respetando el sol del medio día para continuar
nuestro trabajo.
Don Amadeo era uno de los propietarios de la Estancia „La Carpintería‰, colin-
dante por el Norte de nuestra mensura, que le pertenecía junto con su familia.
No me costó poco sacrificio medir estas tierras no sólo por las limitaciones que
la tecnología ofrecía a la época sino por la falta de continuidad en los trabajos de
campo, condicionadas por mis obligaciones en otras tareas. Sin embargo, mientras
escribo estos relatos revivo los momentos de otras épocas y me admiro por haber
podido dominar lo que originalmente no fue más que un verdadero desafío.
162
EL POTRERILLO
CITA S
163
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
de las distracciones típicas del campo (en realidad es un trabajo). En verso NÀ 37 del
capítulo II, inicia su descripción de la siguiente forma:
Luego sigue una descripción con detalles en los versos 38-39-40-41 y 42.
Para el lector que no conozca todas las costumbres del campo, agregamos: „pialador‰
era una habilidad en el manejo del lazo que consistía en juntar las patas delanteras del
animal cuando éste pasaba a la carrera, con un certero tiro de lazo. De esa forma el ter-
nero caía en tierra completamente estirado y era posible someterlo al hierro caliente
con la marca del propietario. Durante el trabajo en los corrales, era costumbre en nuestra
época recibir una taza de „quemadillo‰ (vino tinto que se calentaba a fuego fuerte, en
una olla grande agregando canela, cáscara de naranja y azúcar. Luego se encendía el
alcohol en evaporación quemándose éste totalmente y resultando una bebida muy efi-
caz para combatir el frío). Hoy los estancieros son mas prácticos recurren al „brete‰ y
al „cepo‰ inmovilizado al animal que permanece parado.
164
11. CATAMARCA
Así es que los trabajos se iniciaron en la Ciudad Capital en enero de 1974, no sin
antes haber organizado todo el operativo previo de infraestructura como, oficinas,
personal, etc.
Alquilamos una casa antigua en la calles Esquiú con varias habitaciones como
para adaptarse a nuestros fines y por supuesto, con el típico patio, piso de ladrillos,
parral y mucho fondo hasta mitad de manzana como eran las parcelas originarias
de la ciudad.
Capital
Fue fundada en 1683 por Fernando de Mendoza de Mate de Luna (aunque con
165
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
166
CATAMARCA
anterioridad parece que hubo otras fundaciones que fueron anulados por falta de
población).
El primer punto exigía valorar el material elaborado años atrás por I.F.T.A. (Instituto
Foto-Topográfico Argentino) y el correspondiente sistema trigonométrico que le
sirvió de apoyo fotogramétrico.
Salí de nuevo con el Citroen verde con capota de lona, llegué al arenal y pasé
por él como si flotara por su superficie. Qué maravilla de máquina y de nobleza,
no se le achicó a nada! Llegué al lugar, encontré el punto colocado al lado de un
canal de riego, realicé las mediciones con toda tranquilidad, ni un alma encontré
por la zona.
Sin embargo, voy a insistir en defensa de estas herramientas baratas para uso sen-
cillo de campo de aquellos años que nos sirvieron, como relatamos en otra parte
de estas memorias, para hacer la campaña del Neuquén en zona de la precordi-
llera. Y aun hoy andan y hay quienes confían en ellos para emprender verdaderas
aventuras:
En el diario del 13 de enero de 2012, en una extensa nota de La Voz del Interior,
aparecen hermosas fotografías de un CITROEN 3CV modelo 79 en el que una
joven pareja de titiriteros pretende llevar su arte por distintos pueblos de América
desde Córdoba, Catamarca, por el paso de San Francisco a Chile, Perú, Ecuador,
Colombia, Venezuela, Panamá, Costa Rica, hasta México regresando por Brasil,
Uruguay, etc.
Habíamos dicho que para no abrumar al lector con descripciones técnicas ha-
ríamos referencia sólo a dos vértices de este sistema geométrico de la ciudad. Y
bien, el otro punto que recuerdo con claridad y merece ser considerado se en-
168
CATAMARCA
El Párroco de entonces nos atendió con tanta deferencia, que entre otros agasajos
se sentó a un antiguo armonio a pedal e interpretó para nosotros „Danubio Azul‰
de Johann Strauss (1867).
Atento a esta exigencia se confeccionó la carta en 1:2.000 que cubre toda su su-
perficie, relevándose la zona urbana por manzana en escala de 1:500 con el de-
talle que a esta corresponde, apoyado siempre en el marco geométrico que
hemos detallado al principio.
Tinogasta
Desde la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca hacia el Sud-Oeste por
la Ruta 38 hasta Chumbicha y desde allí por la Ruta 60 en territorio de la pro-
vincia de La Rioja, llegamos al primer poblado dentro de Catamarca: „Cerro
Negro‰, luego Copacabana, La Puntilla y Tinogasta, con algunos caseríos inter-
medios todos siguiendo el ferrocarril General Belgrano, que por entonces llegaba
sólo hasta Tinogasta como parte de una red de comunicación amplia hacia el
puerto de Buenos Aires y el resto del país. Uno de los tantos desaciertos de nues-
tros gobernantes de turno quitó esta posibilidad destruyendo el único sistema
de transporte existente, con el argumento de una significativa pérdida diaria oca-
sionada por nuestros ferrocarriles nacionales. Hoy esas mismas pérdidas produ-
cen los ferrocarriles del gran Buenos Aires, con la diferencia que la pagamos
170
CATAMARCA
también nosotros los habitantes del interior. Este medio de transporte que se
sigue utilizando en todo el mundo, por sus ventajas indiscutibles, trajo progreso
a esta zona y pienso que fue realmente su origen por la ubicación de los pueblos.
Ahora los políticos ponen en sus plataformas electorales la reconstrucción de los
mismos, pero mientras más tiempo demoren las decisiones más difícil resultará
implementarlas, porque la gente se lleva los durmientes de quebracho colorado,
los rieles de acero y todo lo que aparece abandonado. Así es como queremos
hacer progresar nuestro país, unos gobiernos construyen y otros destruyen, es
como la fábula del sapo en el pozo que subía un metro pero retrocedía dos.
Todos estos centros poblados, y algunos que no hemos mencionado, debían ser
relevados geométricamente y representados en planos catastrales a escala grande
con su respectiva edificación, planilla descriptiva, valuación, estudio de títulos y
derechos de propiedad, etc.
Cada una de estas poblaciones tenía un encanto propio el que hemos podido va-
lorar al recorrerlas palmo a palmo durante las mediciones, así como sobre los ta-
bleros de gabinete. Pero es en la primera etapa, durante el contacto directo con
el lugareño, cuando se aprecia el verdadero valor de su apego al territorio, de su
defensa por el valor de las cosas y de los bienes que fueron de sus ancestros. Tí-
tulos de Propiedad? pocos tienen. Derechos? el que proviene de varias genera-
ciones, destacándose algunos con escritos bastante rudimentarios, otros con la
palabra empeñada que nadie pone en duda.
El problema fue más bien relacionar cartográficamente estos relevamientos para dis-
poner de su ubicación geográfica y naturalmente, de su nomenclatura catastral que
sería numérica según las coordenadas planas del centro geométrico de la parcela.
No existía, por entonces, cartografía confiable que cubriera todo el territorio de-
partamental, sólo un vuelo fotogramétrico del „Plan Cordillera Norte‰ realizado
por la Dirección Nacional de Minería que utilizaba, seguramente, en la confección
del Mapa Geológico-Económico de la República Argentina a escala pequeña, que
fue cubriendo sistemáticamente todo el territorio nacional desde principios del
Siglo pasado, donde se destacaron abnegados topógrafos de extraordinaria ex-
periencia en campaña, creando modelos de representación topográfica dignos
de admiración para la época.
En la zona que nos ocupa, sólo existían las fotografías mencionadas y algunos
172
CATAMARCA
puntos trigonométricos también de minería; así que partimos a Buenos Aires para
tratar de conseguir un juego de copias de este material en la Dirección Nacional
de Minería (hoy SEGEMAR) ubicada en Av. Santa Fe, donde gracias a los buenos
oficios de nuestro común amigo el Cartógrafo Turco Greco -de destacada expe-
riencia en esa Repartición- que autorizó la venta a valores oficiales del juego de
copias solicitado, trámite burocrático de por medio, con oficio al Jefe del Labora-
torio Fotográfico.
Así se calcularon los ángulos al centro utilizando una calculadora de mano Texas
TI-52 programable con tarjetas. En esa época no se disponía de computadoras y
menos computadoras personales (PC) por lo que eran reducidos, aunque no im-
posibles, la aplicación de otras metodologías. Sí eran muy limitadas las posibilida-
des económicas. Pero si se acepta que 1mm en la carta equivalen en esa escala
a 200 m. en el terreno, es lógico pensar que cada zona poblada, quedaría bien
identificada, especialmente teniendo en cuenta el alejamiento entre uno y otro
grupo de parcelas. Naturalmente, hoy no se utilizaría este criterio pues con la tec-
nología moderna, la solución del problema sería poco menos que un trabajo prác-
tico de la Facultad recurriendo tan sólo al uso de imágenes satelitales y al G.P.S.,
sin embargo, quedó demostrado que lo interesante de nuestra profesión es resol-
ver los mismos problemas utilizando métodos alternativos.
Para ubicarnos en la época que nos ocupa, sería de utilidad consultar el valioso
trabajo elaborado por el Prof. Haar, aprobado por Resolución NÀ 15 del VÀ Con-
greso Nacional de Cartografía realizado en Neuquén en Septiembre de 1978 sobre
„Exactitud de la Cartografía Expeditiva Sistematizada‰ donde el autor funda-
menta criterios técnicos para fijar tolerancias métricas que en la oportunidad rela-
tada ya fueron aplicadas. En 1978, Haar ya previene: „Los trabajos de apoyo se
simplificarán el día que estén a disposición de los usuarios métodos e instru-
mentos que permitan la determinación de puntos sobre la superficie terrestre
en poco tiempo y a costos reducidos, a partir de satélites geoestacionarios‰. (2).
La etapa próxima de nuestro programa sería relevar los centros poblados del De-
partamento de Antofagasta de la Sierra, el más extenso de la provincia (28.097
km2 según el IGM).
Antofagasta de la Sierra
Se trata de una de las zonas menos pobladas de la Provincia no sólo por el rigor
de su clima, netamente continental, con mínimas por debajo de cero grados y
máximas por encima de los 30À durante el día y régimen de lluvias muy escaso,
sino por las limitadas posibilidades de comunicación a la época que nos ocupa,
como veremos. Hoy es un problema superado con la construcción de nuevas
rutas de acceso a la zona noroeste del país.
zonas con extrañas formas y colores que mucho se parecen a imágenes de otros
planetas. Estos volcanes en su totalidad inactivos, presentan un marco geográfico
que caracteriza a la zona. Hacia el Este, el „Cerro Galán‰ característico por su cal-
dera de enorme extensión que alberga lagunas de gran belleza, al Oeste los picos
de la Cordillera de los Andes. El panorama general de la puna lo completan nu-
merosos „salares‰ como „Antofalla‰, „Hombre muerto‰, etc., para mencionar al-
gunos y características lagunas, notables por sus flamencos rosados. Pero aquí
haremos referencia solamente a la localidad de Antofagasta de la Sierra, Capital
del departamento, ubicada a una altura media de 3.400 m. sobre el nivel del mar,
aproximadamente a los 26À 04`de latitud Sud 67À 24`de longitud Oeste.
Hace poco contemplaba esta población y sus alrededores en Internet a través del
programa Google Earth y quedé asombrado al comprobar como ha crecido en
cuarenta años. Casi no se pueden reconocer lugares de aquellos años.
Con el tiempo, creo que esta Dirección de Aeronáutica sería poco considerada a
nivel gubernamental, pero actualmente cuenta con modernos aviones como el
„Metro III‰ que de 2006 vuelan por el interior de la Provincia.
Así debía ser si se piensa que cuando iniciamos estos trabajos en 1975 había un
servicio de Aerolíneas Argentinas desde Córdoba a Catamarca con una duración
de unos 35 minutos de vuelo. Hoy después de cuarenta años, sólo se puede viajar
en colectivo con una cantidad considerable de horas y pocos servicios sobre la
ruta, como única forma de transporte masivo porque, hasta el ferrocarril fue des-
mantelado.
Sin embargo si desea viajar en avión puede hacerlo pero vía Córdoba - Aeropar-
que - La Rioja - Catamarca (con trasbordo en Aeroparque).
El traslado por las rutas existentes a la época, por Salta se efectúo en camioneta
a cargo del Ing. César Badaró, transportando todos los elementos pesados para
instalar la oficina necesaria que por supuesto, no sabíamos donde estaría ubicada.
Este personal llegó mucho antes por la circunstancia indicada del aterrizaje for-
zoso que duró algunos días.
Resueltos todos los problemas, se iniciaron los trabajos para los que contamos
con el inestimable apoyo del maestro-director de la escuela que con sus conoci-
mientos del lugar, de la gente y de haber asimilado rápidamente la metodología
del relevamiento, permitió acortar significativamente los tiempos. No fue pro-
blema tampoco confeccionar las respectivas planillas de valuación, y los valores
medios de la tierra por cuadra, básicos para la cartografía temática correspon-
diente.
Y así fue que las comisiones regresaron contentas con la experiencia de hacer Agri-
mensura en una zona característica de la Puna Catamarqueña, tan notable por su
belleza natural. El Ing. Badaró regresó por Salta en la camioneta por donde había
176
CATAMARCA
ido, pero con dos hermosas llamas jóvenes que trajo de regalo para sus hijos pe-
queños, que podía cuidar adecuadamente en el amplio parque de su casa en Villa
Belgrano y después donarlas al Zoológico de Córdoba, como seguramente hizo.
Otros Departamentos
Las poblaciones situadas en este sector fueron restituidas a escala 1:5.000, como
por ejemplo Joyango, Michango, Rincón, Mutquín, Rosario Colana y otros; la
Capital del departamento es la localidad de Pomán, se relevó a escala 1:2.000
(restituidor de 1À Orden Galileo- Santoni IV).
Sin embargo en forma personal, con el Ing. Víctor H. Haar regresamos a Cata-
marca como Miembros Titulares de la Comisión del Doctorado en Agrimensura
de la Facultad de Tecnología y Ciencias Aplicadas de la Universidad Nacional
donde permanecimos hasta hace poco tiempo.
Mas allá de tal actividad, valoré personalmente la riqueza humana adquirida cada
vez que me tocó actuar en las tareas de campaña durante los relevamientos con-
tratados, por el contacto con los lugareños de quienes aprendí no pocas expe-
177
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
CITAS
178
12. LA RIOJA
Sin entrar en pormenores de las características técnicas del trabajo que debíamos
realizar, mencionaremos solamente que se trataba de aplicar una metodología
desarrollada por un equipo de agrimensores de la Dirección General de Catastro
de La Rioja, repartición a cargo entonces del inolvidable pionero de la Agrimen-
sura Agrim. Italo Mercol. (1).
Este equipo al que hacemos referencia, lo dirigía el Agrim. Haigas Tatián, un cor-
dobés egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, que por los años 50
fuera un inolvidable compañero de estudio en la preparación para examen final
de algunas materias.
siempre fueron por demás exiguos, lo que obligaba a los técnicos responsables a
ingeniarse para resolver con poca cosa sus problemas.
Era norma que estas reuniones se realizaran cada vez en una zona distinta, de la
cual el correspondiente contratista resultaba el anfitrión organizando el encuentro
técnico que duraba todo un día.
Sería una irreverencia no hacer algún párrafo intentando describir aunque sea so-
meramente esta población no sólo por su importancia turística sino por ser parte
activa de nuestra historia patria.
Este pueblo tiene entre otras, dos referencias que lo distinguen, una histórica
de finales del 1800, y otra cultural, de principios del 1900 que vale la pena men-
cionar:
˘ngel Vicente Peñaloza, apodado „el Chacho‰ fue un caudillo y militar argentino,
uno de los últimos líderes federales alzado en armas contra el centralismo de Bue-
nos Aires, que nuestra historia, siempre digitada, no ha valorado debidamente.
Peñaloza, que obtuvo en el campo de batalla el grado de General, fue uno de los
180
LA RIOJA
puntales que apoyó la campaña de Facundo Quiroga en la defensa del ideal fe-
deralista.
He aquí una muestra más de la barbarie de aquellos años que regaron con sangre
de hermanos el suelo patrio y que, lamentablemente, algunos de nuestros próce-
res más insignes aplaudieron, pero que, sin embargo, no ha servido de lección
para algunos gobernantes desde entonces pues, es triste aceptarlo, los argentinos
somos muy frágiles de memoria y continuamos con esta disgresión centralista
que debilita realmente el verdadero desarrollo territorial sustentable.
Se dice que Coria Peñaloza nunca más volvió al lugar y se radicó luego en Buenos
Aires como veremos. Los versos de su „Caminito‰ quedarían guardados en algún
antiguo armario hasta 1926.
en 1926 terminé‰.
CITA S
1) MERCOL. (ver Cap. 8 - „Tama‰).
183
184
13. EL DURAZNO
Una visita a la zona era imprescindible para verificar el límite Norte del campo
que debía coincidir con una línea judicial del agrimensor S. Ponce Laforgue (1952)
a respetar y que serviría de referencia a nuestras operaciones. Este límite se reali-
zaba en parte con pircas, en parte con alambrados y el resto sólo con vestigios
que acusaban la presencia de una línea recta de 10 km. que utilizaríamos como
base jurídica y geométrica de nuestra operación de mensura.
Así se cubrieron los 10 km. donde una base de control finalmente cerró el sistema
geométrico, desarrollado, como hemos indicado en terreno montañoso.
Que distinta hubiera sido esta tarea, si como hoy, hubiéramos podido disponer
de la tecnología G.P.S. Sin embargo para la época podíamos haber utilizado un
distanciómetro electro-óptico que disponíamos en CONSAGRA, pero por ese en-
tonces había sido enviado a Buenos Aires para su recalibrado. La empresa encar-
gada del trabajo falló en el cumplimiento de los plazos y no envió de regreso el
186
EL DURAZNO
aparato. Cabe señalar que por ese entonces, los distanciómetros topográficos no
estaban tan desarrollados como lo están ahora y necesitaban ser recalibrados con
frecuencia. Por otra parte, no eran estaciones totales sino el distanciómetro sólo
que en el mejor de los casos, se montaba sobre un teodolito, formando el instru-
mento combinado.
Debo reconocer que como trabajo de campo esta es la tarea de agrimensura más
agobiante pues de la operación geométrica en sí es necesario esperar el trabajo
auxiliar de confeccionar y/o fijar mojones, tarea que lleva tiempo si ha de ejecu-
tarse con responsabilidad de futuro para que la marcación perdure todo lo posible
en el tiempo.
Es bueno hacer una reflexión aquí a este acto de amojonamiento por la impor-
tancia que tiene, ya que es el resultado final de una tarea de aplicación de la geo-
metría legista en primer término y de su aplicación práctica sobre el terreno.
Acto seguido se cubrió todo el cielo e inmediatamente las primeras gotas, grandes
como joyas relucientes que pegaban en el agua del arroyo formando globitos
transparentes cada vez mas grandes y mas numerosos. No era muy tarde, tal vez
188
EL DURAZNO
las cinco pero se puso oscuro y amenazante, con descargas eléctricas cada vez
más frecuentes y de mayor intensidad.
Iniciamos el regreso bajo intensa lluvia y en parte con granizo. Dos horas de
aguantar el chubasco que no cedía y para colmo no permitía visualizar la huella
hacia el puesto, lo que no era problema pues „a los animales se les debe aflojar
las riendas y solos vuelven a la casa‰.
Llegamos „hechos sopa‰, entramos en la vivienda del puestero quien nos facilitó
algunos elementos para secarnos. Tienen otra ropa, dijo? No, porque toda está
en la hostería a donde tenemos que llegar para de allá volver a Córdoba. „Pero
así mojados se pueden enfermar‰!! „las chicas (sus hijas) les secarán la ropa, así
que ustedes se ponen en cama y cuando esté seca se podrán ir‰ y así fue. En
una habitación ocupamos una cama cada uno y el dueño de casa se colocó
entre ambas, sentado en un banquito de tientos de cuero a cebarnos mate mien-
tras sus hijas en la cocina, con un fuego (parecía importante) nos secaban la
ropa.
Ente mate y mate, anécdotas, comentarios y disculpas de nuestra parte por las
molestias que causábamos, la ropa fue secada, planchada y para la oración fue
posible emprender el regreso hacia El Durazno.
cómodo a descansar y allí me ofrece el primer corte del asado humeante que ha
preparado con un fueguito insignificante.
Ahora que he decidido escribir estos relatos tengo en mis manos las libretas de
campo con las mediciones y pocos elementos más, pues copias de los planos
aprobados que quedaron se los obsequié a unos amigos que compraron fraccio-
nes forestadas en el lugar y construyeron sus casas de campo. Uno de ellos es el
Ing. Oscar Nicasio, Profesor Consulto de la Universidad Nacional de Córdoba,
por quien conservo gran consideración como persona y debido respeto intelectual
y que conozco desde años como docentes de la Facultad de Ciencias Exactas Fí-
sicas y Naturales. Hago mención especial a este caso, porque el Ing. Nicasio ad-
quirió la fracción NÀ43 del plano respectivo y construyó su casa en un recodo
notable del arroyo El Cajón, siempre con agua cristalina, pero sobre todo porque
su campo conserva la forestación original de confíeras que no ha sido talada en
sus más de 30 años. Observando las imágenes satelitales a buen acercamiento
se aprecia la regularidad del monte mas allá del deterioro sufrido en algunos sec-
tores por incendios esporádicos pero que la fuerza de las variedades de confieras
existentes han podido recuperarse.
Hace poco he visitado la zona, con imágenes aéreas de aquella época y actuales
para maravillarme del cambio producido y de cómo con visión y constancia se
pueden transformar las cosas. Cualquier cosa puede mejorar si es la intención
hacerlo.
CITAS
190
EL DURAZNO
191
192
14. RECORDANDO MENSURAS
Si bien el terreno estaba labrado, no pareció que hubiera sido movido, especial-
mente porque estaba protegido por un pequeño cerramiento como los puntos
del I.G.M.
Esto suele pasar porque no existe cultura en nuestra sociedad respecto de la im-
portancia de un mojón. No lo hizo de mala fe, ya que realmente, no podía cono-
cer su importancia, lo que no significa descartar la existencia de mal intencionados
capaces de modificar el límite territorial de su propiedad, cambiando de lugar los
mojones o simplemente extraviándolos. Qué sucedería en la antigua Roma con
personas que proceden así?
Estas descripciones realmente no tienen una finalidad específica, que no sea ubi-
carnos en la época y características de este trabajo.
Tanto tiempo empleado en una obra pública de tal importancia altera en parte
los objetivos perseguidos, pues la ciudad sigue creciendo, lo que ha significado
más de una variante al trazado original proyectado. En este momento, he podido
verificar que se está trabajando en un tramo que pasa al Sud-Oeste de la Escuela
de Aviación Militar (el proyecto original contemplaba la traza al Este de ese in-
mueble, siguiendo la dirección de la calle Aviador Fortunato Valenti).
Esta variante en construcción, empalmaría luego con la Av. Dr. José Antonio Ce-
ballos hasta el Tropezón y luego por Cárcano pasando el Río Suquía, etc.
En un artículo que redactamos para la Voz del Interior y salió publicado, como
resumen, el 17 de julio de 2011 con el sugestivo título de „Final Feliz de una
195
AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Ahora, es de esperar que las rencillas políticas de que hacen gala nuestros gober-
nantes incida lo menos posible en la ejecución de estas obras imprescindibles para
el desarrollo territorial, ya que demorarlas cincuenta años no traduce continuidad
en los proyectos a mediano y largo plazo que debían ser la constante que exige
nuestra sociedad como única forma de asegurar el desarrollo territorial sostenido
como lo hacen muchos países con menos recursos que el nuestro.
Paso Viejo
El régimen de lluvias no pasa de los 400 mm. anuales con altas temperaturas,
por lo que se la clasifica como zona árida (que incluye a Tuclame - Serrezuela
- Santa Ana - Pichanas - La Brea - Las Abras y otros parajes cercanos). Si bien el
Dique Pichanas, cuya capacidad teórica es de unos 66 Hm3, pocas veces ha
embalsado esa cantidad llegando a su cota máxima de 53,30 m. muy rara vez (a
abril de 2013 era 35,93 m.). Siempre está más de 7 m. por debajo, con escasas
posibilidades de recuperarse, por lo que es insuficiente para cubrir la superficie
destinada a riego, el que suele suspenderse para destinar el agua a consumo
humano.
El inmueble original estaba situado al Norte de la Ruta Nac. 38, incluída una par-
cela de 902 has. ubicada al ingreso, donde estaba el casco de la estancia.
Esta fracción que no era motivo de nuestra medición y por lo tanto estaba excluida
de las 5000 has., había sido parcelada con anterioridad y en parte dedicada al
cultivo y explotación de olivares. Poco más de 500 has. tenían plantación de olivos
en plena producción, cuya vista ofrecía un bellísimo espectáculo, no sólo por el
porte de la arboleda sino por la prolijidad con que se la mantenía en plena pro-
ducción de aceitunas „Arauco‰, que son de gran tamaño.
El resto del predio, cuya mensura era nuestro objetivo, estaba totalmente cubierto
de monte autóctono lo que lo hacía absolutamente intransitable, salvo una huella
colindante por el Este y el Río Pichanas por el Oeste.
En Paso Viejo, como hemos descripto, uno de los objetivos era la de dividir el
campo en fracciones menores. Estas fracciones fueron proyectadas de acuerdo a
la voluntad de los propietarios, pero recién después de terminada la mensura de
la totalidad del campo de 4.651 has. según resultó de la medición efectuada.
198
RECORDANDO MENSURAS
Al día de hoy es otra cosa, pues con el uso de G.P.S. obtendríamos directamente
coordenadas de los puntos extremos (siempre que no interfieran grandes árboles
del sector), aunque podrían fijarse puntos auxiliares por sus coordenadas me-
diante este método, efectuando la determinación libre de interferencias y luego
la vinculación por medio de la topografía elemental en otro de los procedimiento
geométricos.
Esta secuencia, tiene por finalidad recordar que el agrimensor desde la más re-
mota antigüedad, ha debido utilizar las herramientas disponibles a la época para
aplicar sus conocimientos en el relevamiento de campaña o en las tareas de ga-
binete.
Como hemos visto, desde la „Dioptra‰ de Herón hasta el G.P.S., se han podido
resolver los mismos problemas, sin descartar cuantos instrumentos pudieron uti-
lizarse en el tiempo intermedio y las distintas exactitudes posibles.
Entre los años 1960 y 1980 atendíamos todos los requerimientos profesionales
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AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
El Sr. José Samuel Jofré Casas, directivo de esta última, INCOR S.A., me enco-
mendó la mensura y división de la Estancia „Los Sauces‰ de su propiedad, en con-
dominio con tres hermanos.
La antigua Estancia (unas 7000 has.) se ubica sobre la Ruta Nac. NÀ 9, pocos
kilómetros después de San José de la Dormida, luego de cruzar el Río Pisco
Huasi. En realidad, la Ruta 9 Norte corta el campo, quedando a la izquierda el
sector accidentado con lomadas y algo de serranías y a la derecha todo terreno
llano con parte de monte autóctono y zonas cultivables con un sector con riego
de acequia que pasa por el casco de la estancia, zona ésta dedicada al cultivo
de verduras ente ellas el „espárrago‰ que se producía de gran calidad, en época
de nuestra mensura.
Este lugar del Norte cordobés tiene un singular antecedente histórico pues está
ubicado en el lugar por donde pasaba el antiguo „Camino Real del Bajo‰, una
variante del Camino Real del Alto Perú al puerto de Buenos Aires, por el que se
transportaba trigo, sal, oro, plata y otras mercaderías que finalmente eran embar-
cadas a España, durante la conquista.
Al referirse a la Posta de Sinsacate, para elegir una, los autores expresan: „Al ins-
talarse el servicio de Postas a partir del año 1762, aproximadamente, Sinsacate
cumplió desde entonces esta función hasta fines del siglo IXX, en que desapare-
cieron estos establecimientos con la llegada del ferrocarril. De su rico historial, se
harán estas estampas de su pasado‰.
„Por este lugar transitaron los más encumbrados personajes desde la época colonial
hasta llegado el período independiente. La posta supo del paso de los ejércitos
patriotas que marchaban al Alto Perú, y con ellos el entonces coronel José de San
Martín, en oportunidad de marchar a hacerse cargo del Ejército del Norte que pa-
saba por momento difícil ante las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma. San Martín
recibió en esta posta de Sinsacate, la ayuda de caballada por parte de don José Ja-
vier Díaz, dueño de la cercana estancia de „Santa Catalina‰. Era „maestro de postas,
para ese entonces, don Manuel de Figueroa‰ (Bischoff Efraín: „San Martín en Cór-
doba - 1979).
Más adelante, los autores que venimos siguiendo agregan: „Un acontecimiento
trascendente como fue el asesinato del general Juan Facundo Quiroga el 16 de fe-
brero de 1835 en el paraje próximo conocido como Barranca Yaco (Agua de la
Barranca) le ha dado renombre a esta posta‰.
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AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Con el antiguo Camino Real como eje los jesuitas (1599-1767) instalaron sus fa-
mosas estancias con cuya producción era abastecido el Colegio de Monserrat y
sus estudiantes las ocupaban durante las vacaciones.
Con el paso del tiempo hubo variantes en estas rutas, a veces para hacerlas más
cortas o posiblemente más seguras para los viajeros y para proteger las valiosas
cargas en metales (oro y plata) procedentes del Alto Perú.
Como hemos expresado, se produjeron variantes en la ruta original, entre las cua-
les, la más importante fue el llamado „Camino Real del Bajo‰ que era llano y por
tanto mejor adaptado al tránsito de los pesados carruajes aunque existía siempre
la amenaza de los indios „avipones‰ procedentes de la zona Este.
Esta variante se producía a partir de Totoral (siglo XVII) siguiendo al Norte y sobre
este camino no hubo postas, pero sí grandes estancias a lo largo de su recorrido
que comprendía: Totoral - Las Peñas - El Simbolar - La Dormida - Los Sauces -
Rayo Cortado - Villa de María del Río Seco - para unirse nuevamente con el
„Camino Real del Alto Perú‰ (siglo XVI) a la altura de Ojo de Agua (Provincia
de Santiago del Estero).
El Camino Real del Bajo seguía aproximadamente lo que hoy es la Ruta Nac. NÀ
9, sobre la misma se encuentra la Estancia Los Sauces centro de nuestro relato,
a pocos kilómetros de La Dormida y luego de cruzar el Río Pisco Huasi.
„En 1682, estas tierras pertenecían al alférez Juan Ferreyra, que en esa fecha solicitó
ampliación de todas las tierras vacas o realengas que se encontraban en su en-
torno⁄‰
Luego se puede extraer de este libro que fue propietario Bartolomé de Echego-
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RECORDANDO MENSURAS
El Sr. Samuel Jofré Casas, uno de los propietarios de la Estancia Los Sauces, según
hemos referido al comienzo, y a quien conozco desde los años sesenta, me con-
cedió una entrevista personal en su casa de Barrio „URCA‰ de esta ciudad, a fin
de recabar información histórica de esta centenaria y tradicional propiedad del
Norte cordobés.
El dueño de casa, que tiene noventa años, y goza de una claridad intelectual ad-
mirable, me ofreció material de su autoría y de gran utilidad para mi propósito, es
decir descripción documentada de la historia de Los Sauces. De todo ese valioso
material, elegí una reseña histórica sintetizada en un cuadernillo con antecedentes
por él recopilados, que según expresa: „ha sido tomada de trabajos efectuados
por los historiadores del Norte de Córdoba, señores Licenciado Alejandro Moyano
Aliaga, Profesor Luis Q. Calvimonte y Doctor José V. Ferreyra Soaje‰.
De allí hemos tomado material para sintetizar el origen histórico de esta propie-
dad: Según se describe, uno de los integrantes de la Comitiva de Jerónimo Luis
de Cabrera, en su expedición hacia la fundación de Córdoba, el 6 de julio de
1573, sería Don Bartolomé García, vecino de Tucumán, persona honorable y
de gran prestigio, que llegó a ser Alcalde de Córdoba entre 1576 y 1585 y luego
adjudicatario de la Encomienda de Guayascate el 6 de abril de 1585 „que fue
el comienzo de lo que después sería la Estancia Los Sauces‰.
A esta altura del relato, haremos un pequeño paréntesis para recordar a nuestros
lectores que, entre la Encomiendas de Indios con sus tierras de cultivo ó asenta-
mientos y las Mercedes de Tierras otorgadas por la Corona Española, existían di-
ferencias legales que muy bien trata la historiadora cordobesa Sra. Josefina Piana
de Cuestas en un artículo publicado en 1992 en el Boletín del Instituto de Historia
Argentina y Americana „Dr. E. Ravignani‰ que titula, „De Encomiendas y Mercedes
de Tierras. Afinidades y Procedencias en Jurisdicción de Córdoba (1573 -1610)‰.
La autora encabeza su trabajo con la siguiente expresión: „La Historiografía Colo-
nial ha abordado las relaciones entre Encomienda y propiedad del suelo, po-
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AGRIMENSURA: Evocaciones de una profesión milenaria
Volviendo a nuestro relato, declinaremos la mención de todos los que fueron pro-
pietarios de esta Merced de Tierras para saltar directamente al año 1775 en que
Don Bartolomé de Echegoyen compró parte de la Merced de Guayascate y pos-
teriormente, en el año 1800, compró otra que incluye la Estancia Los Sauces.
Este vasco de Navarra le dio a la Estancia Los Sauces un gran desarrollo con ha-
ciendas (vacunos y mulares que se vendían a Chile) y sembradíos; tenía diez es-
clavos que atendían las tareas rurales y domésticas. La casa de la Estancia Los
Sauces era modesta como todas las estancias de la región. Una salita de ocho
varas de largo por cuatro y medio de ancho, con dos aposentos y otro contiguo,
tres piezas para despensa y varias habitaciones de criados. La techumbre de paja
y caña, los pisos de ladrillo. Una huerta de tunas, higueras y duraznos, regados
por una acequia cuya toma distaba una legua hacia el poniente.
Entre 1805 y 1810 Bartolomé Echegoyen habría dispuesto la construcción del ac-
tual edificio del casco de la estancia, incluído el oratorio. (Fig. 15).
Augusto Casas, hacia el año 1900, había vendido 4.000 has. de la parte Norte y
800 has. del sector Oeste por lo que „de acuerdo a la mensura efectuada por el
agrimensor Rafael Bustamante, en el año 1906, la Estancia Los Sauces tenía 7.223
has. 1611m2.
Jofré Casas, detalla en su trabajo: „Al fallecer Don Augusto Casas, la propiedad
pasó por herencia a su única hija Etelvina Casas de Jofré Flores y luego, en con-
dominio a sus cuatro hijos: Manuel Augusto, María Carlina, Carlos Alberto y José
Samuel‰. La División de este condominio fue el objeto de nuestra mensura, a partir
de cuyo plano se llevó a cabo la escritura pública correspondiente con acuerdo
previo de las partes.
La más que agradable charla que mantuve con Don Samuel Jofré Casas, me per-
mitió conocer que de los cuatro hermanos, sólo viven él con noventa (90) años
y María Carlina Jofré Casas con noventa y nueve (99) años. Luego de refrescar
otros episodios de aquellos años en que nos conocimos, haciendo participar en
el recuerdo a amigos comunes y otros conocidos, muchos de los cuales ya no
están, renové una vez más la satisfacción de haber compartido tan agradables
momentos y disfrutar de la increíble memoria y lucidez de mi entrevistado.
sobre la que se trazó parte del sistema de referencia, que fue orientado mediante
observaciones estelares cerca de su mayor elongación (a=f(z)), las observaciones
se realizaron el 23 de junio de 1967 con excelentes resultados.
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