Trabajo Colectivo 2020
Trabajo Colectivo 2020
Trabajo Colectivo 2020
LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS
SOCIALES EN TIEMPOS DE LA
PANDEMIA POR COVID-19
Silvia London
Compiladora
18 de Mayo 2020
https://iiess.conicet.gov.ar/
ISSN 2250-8333
Los Documentos de Trabajo del IIESS reflejan avances de investigaciones realizadas en el Instituto.
Las/los autoras/es son responsables de las opiniones expresadas en los documentos.
LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES EN
TIEMPOS DE LA PANDEMIA POR COVID-19
Publicado en:
https://iiess.conicet.gov.ar/index.php/investigacion/publicaciones-
grales/documentos-de-trabajo
ISSN 2250-8333
La Investigación en Ciencias Sociales en tiempos de la pandemia por Covid-19 | IIESS
ÍNDICE
Prólogo: La investigación en Ciencias Sociales en tiempos de la pandemia
Silvia London
Producto, Inflación Y Deuda: ¿Será la situación post-Covid una remake de los 80?
Mara Leticia Rojas
¿Qué tiene que ver el Covid-19 con la planificación urbana? Reflexiones a partir de la
coyuntura sanitaria
Lucía Alejandra Cobo, Natalia Cobo
Elementos para al análisis económico del impacto del Covid-19 sobre el Medio
Ambiente
Silvia London, Fiorella Mezzanotte, María Jesús Simone, Lucía Krieger, Ludmila Raab y
Manuel Otero UNS
El distanciamiento social como norma: ideas desde las ciencias del comportamiento
Maximiliano Senci
Utilización de la red social Facebook por parte del gobierno de Bahía Blanca en
tiempos de coronavirus. Análisis de factores que influyen las interacciones en las
publicaciones
Lucia A. Díaz, Emiliano Gutiérrez
PRÓLOGO:
A finales de 2019 el mundo comenzó a enfrentarse a una nueva y difícil situación sanitaria:
la pandemia por COVID-191. Mientras los sistemas de salud de los diferentes países
afectados se enfrentaron a situaciones fuertemente críticas, medidas extremas
(cuarentenas, suspensión de actividades, entre otras) se fueron adoptando, a la vez que
miles de científicos de todo el planeta comenzaron a abocar sus esfuerzos en encontrar
respuestas y soluciones.
Actualmente, los ojos del mundo fijan su atención en una potencial vacuna o tratamiento
para la enfermedad. Los protocolos, las pruebas, se realizan contra reloj. Mientras tanto,
otros laboratorios buscan soluciones a problemas coyunturales y vitales: análisis de
materiales de aislamiento, respiradores, sanitizantes, técnicas de transporte, logística, etc.,
concentran una frenética actividad académica y técnica.
1
La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más
recientemente. Tanto este nuevo virus como la enfermedad que provoca eran desconocidos antes de
que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Actualmente la COVID-19 es una
pandemia que afecta a muchos países de todo el mundo (OMS, pag. Web).
Prólogo: La Investigación en Ciencias Sociales en tiempos de la pandemia por COVID-19 | S. London
A pedido de la Dirección del IIESS, varios de estos investigadores plasman sus avances,
desde una visión pluralista e interdisciplinaria, en documentos de trabajo y reflexiones
compilados en la presente obra. Nuestro interés es que este documento colectivo sea el
primero de una serie cuyo objetivo es contribuir al conocimiento en el contexto de la
COVID-19. El libro se inicia con una reflexión de la Dra. Ana María Franchi, Presidenta del
CONICET, a propósito de este emprendimiento. Luego, mediante una invitación especial, la
Dra. Noemí Girbal-Blacha presenta un ensayo sobre la Institucionalidad y la Pandemia,
donde remarca la necesidad de conservar un marco institucional democrático activo,
proveedor de reglas de juegos claras para la sociedad.
puntapié de un conjunto de análisis más profundos que buscan debatir las causas y
consecuencias de aquella crisis y las posibilidades de que se repliquen ciertos efectos en el
escenario post Covid-19 de la economía argentina.
Los siguientes dos trabajos son de carácter técnico, y describen parte de investigaciones en
curso, más amplias y avanzadas. En Los modelos compartimentales en enfermedades
infecciosas. Posibilidades y limitaciones aplicadas a covid-19, Valentina Viego introduce a los
lectores en ese tipo de modelos, comúnmente utilizados en el caso de enfermedades
infecciosas para la modelización de la proyección de contagios. Estos modelos dividen a la
población total en subconjuntos de “Susceptibles, Infectados y Removidos· (SIR). La autora
se propone evaluar la capacidad de predicción de tales modelos SIR a partir de los casos
observados en Argentina desde el inicio del brote (3 de marzo de 2020).
Por su parte, un grupo de trabajo interdisciplinario (gEISS) conformado por miembros del
IIESS, de PLAPIQUI, de la UNS y de la Municipalidad de Bahía Blanca presentan Covid-19:
Diseño de herramientas para la gestión de los recursos sanitarios desde un enfoque
multidisciplinario. En el documento, Mauricio Porras, Milva Geri, Guillermo Durand, Juan
Virdis, Gisela González, M. Florencia Arnaudo, Facundo Durán, Aníbal Blanco, M. Susana
Moreno, Eugenia Elorza, Fernando Lago, Nebel Moscoso y Alberto Bandoni describen el
trabajo interdisciplinario requerido para el diseño de la herramienta de estimación de
insumos sanitarios y la validación de parámetros, llevado a cabo por el gEISS durante los
meses de marzo a mayo de 2020 en el marco de la actual pandemia de COVID-19.
Desde una visión sobre la problemática local, concentrando el análisis en la ciudad de Bahía
Blanca, se desarrollan los siguientes cinco trabajos. El primero de ellos, de María Emma
Santos, focaliza el estudio en El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-
19: Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana. En el trabajo se presenta de manera
sintética el estado en el que Argentina y en particular la ciudad de Bahía Blanca recibe la
pandemia del COVID-19 en términos de pobreza, medida desde una metodología
multidimensional, así como también en términos de la política social municipal. El objetivo
es ofrecer las coordenadas para dimensionar el impacto que la pandemia tendrá sobre los
sectores más pobres del país y de la ciudad, y ofrecer algunas reflexiones en torno a posibles
medidas de política social para reducir el impacto de la crisis.
Prólogo: La Investigación en Ciencias Sociales en tiempos de la pandemia por COVID-19 | S. London
En esta misma línea, Mauro David Reyes Pontet y María María Ibáñez Martín realizan un
análisis cualitativo sobre Covid-19: estrategias de corto plazo en los sectores vulnerables. Los
autores plantean el objetivo de realizar una primera exploración a partir de entrevistas y
datos secundarios, a fines de analizar el comportamiento y las estrategias que la población
vulnerable de tres barrios de Bahía Blanca ha desarrollado ante la imposición del
aislamiento social y preventivo.
Por su parte, Lucía Alejandra Cobo y Natalia Cobo analizan ¿Qué tiene que ver el Covid-19
con la planificación urbana? Reflexiones a partir de la coyuntura sanitaria. El objetivo de
este escrito es reflexionar, a partir del punto ciego que plantea la coyuntura sanitaria, sobre
el rol de la planificación urbana en las inequidades sociales que derivan del acceso
diferenciado al conjunto de recursos y servicios que representa la ciudad.
En sintonía con lo anterior pero desde un enfoque disciplinar diferente, Verónica Alderete
analiza Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia. El
objetivo de la autora consiste en analizar si las ciudades inteligentes presentan
características que les permiten enfrentar de manera distintiva los efectos del coronavirus.
Sobre la base de la revisión teórica del concepto de Ciudad Inteligente, y tomando como
referencia algunos índices internacionales de Ciudad Inteligente, se comparan las ciudades
mejor rankeadas y peor rankeadas en términos de estadísticas relativas al número de casos
contagiados, recuperados y muertes de cada una de las ciudades.
La línea de trabajos previa se continua en los siguientes dos trabajos, que se desarrollan
desde una perspectiva focalizada en problemáticas socio-económicas específicas. El primero
Prólogo: La Investigación en Ciencias Sociales en tiempos de la pandemia por COVID-19 | S. London
Desde la problemática del financiamiento, Sofía Orazi, Lisana B. Martinez, Hernán Vigier y
M. Belén Guercio estudian acerca de las Consecuencias de la Pandemia 2020: ¿Mayor
inclusión financiera? En este documento se mencionan las bases de promoción de la
inclusión financiera y el impacto que ha tenido la necesidad de aislamiento social en la
adopción de servicios financieros, en especial los digitales. A su vez, los autores señalan la
importancia del acceso al crédito como una medida de contención para las microempresas y
Prólogo: La Investigación en Ciencias Sociales en tiempos de la pandemia por COVID-19 | S. London
los trabajadores independientes que han debido modificar su modelo de negocio en este
periodo.
Finalmente, en Elementos para al análisis económico del impacto del Covid-19 sobre el
Medio Ambiente Silvia London, Fiorella Mezzanotte, María Jesús Simone, Lucía Krieger,
Ludmila Raab y Manuel Otero introducen una visión disruptiva sobre los altos beneficios de
la disminución de la actividad económica (producto de la cuarentena)sobre el medio
ambiente. A partir de un análisis descriptivo se listan algunos efectos negativos y
persistentes de la pandemia sobre el medio ambiente, los cuales serán evaluados en futuros
trabajos.
Desde el análisis de las ciencias del comportamiento y de la información provienen los
cuatro trabajos siguientes. En el primero de ellos, Maximiliano Senci describe El
distanciamiento social como norma: ideas desde las ciencias del comportamiento. Dada la
magnitud del control y de los recursos que se requieren para hacer cumplir las medidas de
aislamiento, el comportamiento de los individuos es tanto o más importante que las
acciones que puedan tomar los gobiernos. En este sentido, las ciencias sociales y
comportamentales pueden estudiar y sugerir formas para que las personas cumplan las
normas y medidas de prevención de manera más eficaz. El autor describe algunos
mecanismos sociales que explican de qué manera se mantienen las normas, con el objetivo
de brindar recomendaciones acerca de cómo lograr un mayor cumplimiento de la norma de
prevención, así como llamar la atención sobre los efectos no intencionados que puede tener
la publicidad acerca de los niveles de cumplimiento y de transgresión de las normas.
Desde las Ciencias de la Comunicación, María del Rosario Sánchez analiza La información
periodística en tiempos de pandemia. Un relevamiento de la agenda temática sobre el covid-
19 en la prensa local de Bahía Blanca. El análisis retoma el análisis local (desarrollado en los
primeros trabajos de esta obra). Mediante técnicas cuantitativas se registran categorías y
coberturas periodísticas buscando la ocurrencia, recurrencia y frecuencia de la información
sobre el COVID-19 publicada por el diario. Dado el volumen informativo, el corpus se
construye a partir de la selección de las noticias sobre el tema tomando en cuenta tres
“hitos” en la construcción informativa de la propagación virus en la ciudad y la región: el
registro del primer caso infectado por coronavirus en Bahía Blanca, la detección de un foco
de contagio en el Hospital Felipe Glasman de la Asociación Médica, y la primera muerte a
causa del virus en la localidad.
Por otra parte, Lucia A. Díaz y Emiliano Gutiérrez analizan la Utilización de la red social
Facebook por parte del gobierno de Bahía Blanca en tiempos de coronavirus. Análisis de
factores que influyen las interacciones en las publicaciones. Continuando con el abordaje
local, y asumiendo que un gran porcentaje mayoritario de los bahienses deben cumplir con
el aislamiento obligatorio dentro de sus viviendas y en un contexto de gran avance en
materia de comunicación digital vía redes sociales, este trabajo surge con el objetivo de
analizar los factores que influyen o se relacionan con una mayor interacción en los posteos
que realiza la municipalidad de Bahía Blanca en su página de Facebook por parte de los
usuarios de dicha red.
Esta recopilación de artículos finaliza con una visión histórica y sociológica. En ella, Claudio
A. Gallegos analiza Cuando el 2020 fue 1984. Algunas consideraciones sobre la pandemia. El
trabajo realiza un breve recorrido por las pandemias en la historia, para luego reflexionar
como la misma pone de manifiesto varios aspectos de la vida en sociedad que el ser
humano acepta y quizá no cuestiona tanto. Dado que una rama de la sociología se ocupa de
este análisis, usaremos algunas de sus herramientas para investigar este fenómeno social y
su impacto.
Prólogo: La Investigación en Ciencias Sociales en tiempos de la pandemia por COVID-19 | S. London
Los trabajos aquí presentados son parte de proyectos más amplios en los que los autores se
encuentran investigando con el propósito de poder echar luz sobre las consecuencias de
esta coyuntura social, tan singular como desafiante, producto de la pandemia Covid-19. El
fin último es generar información y análisis válidos, de fuerte sustento científico, para la
toma de decisiones públicas y privadas en todas las esferas de acción.
Silvia London
IIESS UNS-CONICET
Presidenta CONICET
5 de mayo de 2020
El Covid-19 en modo institucional |Noemí M. Girbal Blacha
1. INTRODUCCIÓN
A diario las estadísticas argentinas miden los casos de distintos tipo referidos al COVID-19. Lo
hacen por zonas geográficas, por franjas etarias, relatan sus síntomas y las condiciones para
disminuir los riesgos de contagio. Un mapa interactivo contabiliza a nivel mundial los artículos
que la ciencia brinda sobre ese fenómeno que ella misma no ha podido anticipar. Las comisiones
de consulta están integradas mayoritariamente por infectólogos, neurólogos, biólogos y
personal de la salud en general. Se han tomado importantes medidas en ese aspecto. No hay
dudas. Era y es necesario, pero sería oportuno recordar las palabras de la memorable Eladia
Blázquez:
“Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir
Porque no es lo mismo que vivir
Honrar la vida! “
1
Alicia GUTIERREZ, “La tarea y el compromiso del investigador social. Notas sobre Pierre Bourdieu en Pierre
BOURDIEU, Intelectuales, política y poder, Buenos Aires, EUDEBA, 2011, p.10
El Covid-19 en modo institucional |Noemí M. Girbal Blacha
Las palabras tienen poder y del conjunto de mecanismos propios del poder se destaca la
denominada por Michel Foucault “polivalencia táctica de los discursos”. Poder y saber se articulan
en el discurso, que se concibe como “una serie de segmentos discontinuos cuya función táctica no
es uniforme ni estable”; es decir, sin una división tajante entre el discurso aceptado y el excluido,
sino como una multiplicidad de elementos argumentativos que actúan de modo distinto ante
estrategias diferentes. El discurso puede -a la vez- ser instrumento y efecto del poder, pero
también punto de inicio para la elaboración de una estrategia opuesta. “El discurso transporta y
produce poder”, afirma Foucault, al tiempo que lo expone y le estipula límites.2 Pero el discurso -si
bien necesario- no es suficiente para asegurar el ejercicio republicano. Se requiere de un sistema
sólido de instituciones que cumplan su cometido.
Las instituciones son un reflejo de la sociedad a la cual pertenecen. Son -al mismo tiempo-
producto de un vínculo social que impone reglas que permiten su reproducción. Esa relación que
les da origen y las conforma suele ser -por naturaleza- conflictiva, sujeta a luchas y tensiones que
las propias instituciones deben procesar. Desde su morfología hasta sus acciones, las instituciones
dependen de variadas relaciones de fuerza y por esa razón pueden y suelen ser escenario de
contradicciones. De todos modos éstas no pueden ser de tal magnitud que pongan en cuestión la
propia existencia institucional. Si esto sucede es preciso analizar a fondo la situación y
salvaguardar la esencia genuina de esas instituciones. Ningún interés particular debe hacer
tambalear estos organismos. La premisa de “la eficiencia sin costos” es errada, se trata de
implementar formas de gestión de lo público que articulen los recursos del Estado con las
demandas de quienes integran y dan vida a esas instituciones y también con las necesidades de
los ciudadanos. Deben basarse en la construcción de una “alianza virtuosa” entre: quienes
sostienen una conducción política legítima y con consenso, quienes pueden aportar los saberes
requeridos, quienes ponen en práctica las acciones y -por supuesto- la sociedad. Si bien cada uno
de estos sectores tiene exigencias internas propias, también se requiere de vínculos efectivos.
Una genuina representatividad y legitimidad política es posible si el componente institucional y
deliberativo funciona. La “salud” de las instituciones es una deuda pendiente para la República
2
Michel FOUCAULT, Un diálogo sobre el poder, Madrid, Alianza, 1985.
El Covid-19 en modo institucional |Noemí M. Girbal Blacha
Argentina. La dirigencia tanto como la ciudadanía debieran saldarla para afrontar y trascender el
COVID-19. Ellas son y serán necesarias. Para lograr ese propósito no deben ser rehenes de la
búsqueda de espacios de poder por parte de sus actores, deben ser lugares para concretar las
demandas sociales, ciudadanas. Es preciso conectar fluidamente a los representantes con sus
representados y lograr a través de un contralor natural una gestión más eficiente y funcional a los
intereses comunitarios. Sólo la representación genuina y democrática salvaguarda la salud
institucional, tan importante como los temidos efectos de la pandemia. No basta con sancionar
buenas normativas y diseñar reformas administrativas, se requieren claras reglas de juego, nuevas
formas de hacer política institucional que se arraiguen en la participación activa y permanente de
la sociedad, así como en las definiciones y funciones que hacen a cada institución.
No corresponde sólo “hacer oír a los integrantes de la institución”. Hay que facilitar su real
inserción democrática, ampliando en toda su gama los canales participativos y también los
mecanismos de contralor. Se requiere compromiso y responsabilidad como cualidades
imprescindibles de quienes ejercen los cargos de gestión en las instituciones públicas. Los
desacuerdos, si los hay, deben plantearse y resolverse dentro de los mecanismos institucionales
previstos legalmente. Hacer uso político de los conflictos sectoriales -especialmente en tiempos
del COVID-19- pone en riesgo a las propias instituciones y las torna frágiles. No se trata de
cercenar y discriminar opiniones, ideas o principios, se trata de ejercer con responsabilidad las
atribuciones institucionalmente conferidas. Desatender las propuestas de las instituciones y la
comunidad que ellas representan también es una forma de alentar la incertidumbre social que
acompaña esta pandemia. Prestar atención a la calidad institucional y respaldarse en ella debe ser
una prioridad para la toma de decisiones.
Pandemia, situación fiscal argentina y rol de las instituciones | Cintia Karina Martínez
1. INTRODUCCIÓN
Más allá del impacto sobre la salud, los efectos económicos mundiales del COVID-19
desafían a los gobiernos actuales que deben implementar políticas económicas para mitigar
las consecuencias sobre el nivel de actividad.
Países con una sólida posición fiscal, ya sea como consecuencia de austeridad o de la
aplicación de políticas anticíclicas en años anteriores, sin dudas se encuentran mejor
preparados para enfrentar el contexto actual que requiere intervenciones estatales activas,
especialmente de tipo fiscal, para lograr el alivio de las economías. Argentina no se
encuentra al margen de dicho proceso y la pandemia visibiliza los desórdenes fiscales que
forman parte de la historia del país.
Tanto las decisiones estatales como las que toman miles de agentes económicos de manera
descentralizada se efectúan, actualmente, en un marco de alta incertidumbre e información
imperfecta, a lo que se suma un cambio permanente en los escenarios. La teoría económica
convencional enseña que -bajo tales circunstancias- el mercado falla, mientras que el
enfoque económico institucional agrega que el Estado también lo hace.
El resultado fiscal se calcula, en términos generales, como la diferencia entre los gastos
públicos y los ingresos fiscales. Existen diversas formas de cálculo que derivan de la inclusión
o exclusión de ciertos rubros dentro de las categorías de gastos públicos e ingresos fiscales,
pero, en líneas generales, se trata de un concepto que sirve para dar una idea acerca de la
suficiencia, o no, de recursos para financiar los gastos que surgen de la actividad estatal.
Representa una medida de la sustitución de decisiones privadas por decisiones públicas
adoptadas por el Estado.
Se trata de un concepto de partida doble, lo que implica que todo gasto público debe ser
compensado con alguna clase de recurso público y, en el caso de surgir un déficit fiscal, el
mismo debe ser financiado mediante el uso del crédito público o la emisión monetaria. Las
consecuencias macroeconómicas de la utilización de una u otra estrategia difieren y son
valoradas por los criterios normativos de eficiencia y equidad de maneras distintas. En
ocasiones, los gobiernos no tienen disponibles a las dos herramientas, o bien, las tienen
bajo condiciones poco ventajosas. No todos los países pueden elegir tan libremente tener
déficits fiscales porque pueden enfrentar serias dificultades para su financiación.
Pandemia, situación fiscal argentina y rol de las instituciones | Cintia Karina Martínez
Argentina tiene una larga tradición de exceso de gasto por encima de los ingresos y, de
manera alternativa, a lo largo de la historia de registran abusos tanto en el uso del crédito
público como de la emisión monetaria.
En el Gráfico 1 puede verse la trayectoria de los resultados primario y financiero1 del sector
público nacional entre 1961 y 20192. Allí se aprecia con claridad que durante la mayor parte
del período analizado Argentina realiza gastos por encima de sus ingresos. Hasta mediados
de la década del 80 se registran tanto déficit primario como financiero, posteriormente
entre 1985 y 2011 hay superávit primario que, al incluir los intereses de la deuda, se traduce
en déficit financiero mientras que, en los últimos años, se observa un gran deterioro en el
saldo de las cuentas públicas que comienza a mejorar recién a partir de 2015para terminar
el año 2019 con equilibrio fiscal primario y un déficit financiero de 4% del producto.
6%
EN PORCENTAJE DEL PIB
4%
2%
0%
-2%
-4%
-6%
-8%
-10%
2001
2005
1961
1963
1965
1967
1969
1971
1973
1975
1977
1979
1981
1983
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2003
2007
2009
2011
2013
2015
2017
2019
Primario Financiero
Fuente: elaboración propia en base a datos de Orlando J. Ferreres y Ministerio de Economía de la Nación
Cuando los déficits fiscales son recurrentes, como es el caso argentino, las decisiones
estatales son guiadas por la necesidad de recaudar. Los objetivos de largo plazo quedan
postergados en la elección de las políticas económicas. Se observa un predominio constante
de metas de corto plazo que se reducen a satisfacer únicamente las funciones fiscales del
gobierno, comportamiento éste que resulta característico de economías con menor grado
1
El resultado primario surge como la diferencia entre los ingresos totales y los gastos totales, excluidos los
servicios de la deuda contraída en períodos anteriores. El resultado financiero contabiliza las erogaciones
asociadas a los intereses de la deuda pública.
2
Se considera este período de tiempo porque, si bien existen datos más antiguos, es recién a partir de 1961
cuando se comienzan a registrar con mayor rigurosidad los gastos públicos.
Pandemia, situación fiscal argentina y rol de las instituciones | Cintia Karina Martínez
Un mismo resultado fiscal puede ser producto de la diferencia entre distintos niveles de
gastos y recursos públicos. Una economía con gasto público y recaudación elevados puede
tener el mismo resultado fiscal que otra que tenga gastos y recursos tributarios más bajos.
Es decir, que para tener una idea acabada de la situación fiscal de un país se requiere
analizar algún indicador adicional, como por ejemplo el nivel de gasto público nacional en
relación con el PIB o la presión tributaria.
El Gráfico 2 describe la evolución del gasto público nacional. Allí pueden distinguirse, a
grandes rasgos, cuatro períodos. Hasta 1990 la magnitud del sector público nacional
argentino es del orden del 25% del PIB con un elevado déficit fiscal primario y financiero, tal
como se observa en el gráfico anterior. Durante la década del 90 se registra una importante
caída en la participación del Estado en la economía que se estabiliza alrededor del 15% del
producto, mientras que se verifica superávit primario y déficit financiero. En 2004,el
cociente GP/PIB registra su mínimo histórico y a partir de allí comienza una pronunciada
recuperación hasta 2016, financiada hasta 2011 por el superávit primario mientras que a
partir de 2011 se registra nuevamente un exceso de gasto por encima de los recursos
fiscales. Dada la imposibilidad de continuar financiando con déficit el crecimiento del gasto
público, a partir de 2016 se observa una importante contracción del mismo en términos del
PIB.
30%
25%
20%
EN PORCENTAJE DEL PIB
15%
10%
5%
0%
1967
1991
2015
1961
1964
1970
1973
1976
1979
1982
1985
1988
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
2018
Fuente: elaboración propia en base a datos de Orlando J. Ferreres y Ministerio de Economía de la Nación
Pandemia, situación fiscal argentina y rol de las instituciones | Cintia Karina Martínez
30%
25%
20%
EN PORCENTAJE DEL PIB
15%
10%
5%
0%
1982
2009
1961
1964
1967
1970
1973
1976
1979
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2012
2015
2018
En resumen, la pandemia causada por el COVID-19 encuentra a Argentina con una larga
historia de déficits fiscales persistentes -con alto nivel de gasto público y elevada presión
tributaria- financiados alternativamente mediante el uso del crédito público y la emisión
monetaria.
Reflexiones acerca del rol del Estado en este contexto de emergencia: discrecionalidad
versus representatividad
La situación de emergencia mundial a partir de los efectos del COVID-19 exige que los
gobiernos de todos los países afectados lideren acciones y tomen medidas con la finalidad
de mitigar sus consecuencias sobre la salud de la población y sobre la economía.
Ante la inexistencia de una vacuna que pueda proteger a los individuos, la estrategia
generalmente adoptada por la mayoría de los Estados consiste en establecer medidas
paternalistas de confinamiento poblacional, con mayor o menor rigurosidad, para intentar
administrar la ocurrencia de la enfermedad en función de los recursos sanitarios que cada
país dispone. Esta política genera severas consecuencias sobre el nivel de actividad y
conduce a los países hacia una crisis económica de alcance global.
En este contexto, resulta válido cuestionarse cuál es rol que debe asumir el Estado y cómo
debería limitarse su discrecionalidad. Por un lado, la emergencia pareciera justificar una
presencia estatal activa con políticas públicas que ayuden a atenuar el impacto de la crisis.
Por el otro, surgen los riesgos vinculados a la concentración de poder en los gobernantes, la
pérdida de representatividad de las decisiones públicas como consecuencia de la
interrupción en el funcionamiento de las instituciones democráticas y el avance del Estado
sobre las libertades individuales.
Las políticas fiscales implementadas por Argentina desde el inicio de la pandemia conducen
a un crecimiento de gran magnitud en el gasto público que se traducirá, sin lugar a dudas,
en un elevado déficit fiscal.
Dada la performance de las cuentas públicas que se describe en la sección anterior, queda
claro que el equilibrio primario con el que se inicia 2020 abre paso a una necesidad de
financiamiento de varios puntos del PIB.
Si bien se ensayan incrementos tributarios nominales, tanto de parte del gobierno nacional
como de los subnacionales, no se consigue un efecto positivo sobre la recaudación debido al
alto nivel de presión tributaria vigente y a la caída en el nivel de actividad. Aparece allí la
primera de las limitaciones que debe enfrentar el actual gobierno: no es posible aumentar
indiscriminadamente la carga tributaria y menos aún en el contexto actual. Resulta entonces
Pandemia, situación fiscal argentina y rol de las instituciones | Cintia Karina Martínez
3. REFLEXIONES FINALES
A partir del análisis de las cuentas públicas se concluye que Argentina tiene un largo historial
de déficits fiscales recurrentes. En consecuencia, los problemas de financiamiento, que han
3
15 de mayo de 2020.
Pandemia, situación fiscal argentina y rol de las instituciones | Cintia Karina Martínez
El contexto mundial actual requiere de mayor presencia estatal y de políticas activas que se
traducen en mayores gastos públicos. Dada su situación fiscal, la pandemia encuentra a la
Argentina completamente desprovista de herramientas para atravesar la crisis de una
manera exitosa.
4. REFERENCIAS
Bara, R. E. (2006). Finanzas Públicas y Decisiones Públicas: un Enfoque de Economía Política. Ciudad
Autónoma de Buenos Aires: Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
González Páramo, J. M., & Contreras Gómez, C. (1987). Traslación intergeneracional de la carga de la
deuda pública. (FUNCAS, Ed.) Papeles de Economía Española(33), 347-361.
Olson, M. (1965). The Logic of Collective Action. New York: Cambridge University Press.
El paquete económico de Argentina frente a la pandemia | Agostina Costantino
Agostina Costantino
IIESS UNS-CONICET. Departamento de Economía UNS
Fuente: Elaboración propia con base en notas de prensa, Ministerio de Economía y BCRA. 1
(*) El supuesto es que continúan las políticas de ingresos. El monto total de los créditos es el anunciado
desde el principio
1
Las notas periodísticas consultadas son: Szafranko (2020), Redacción Página12 (2020), Jueguen (2020),
DLO Redacción (2020)
El paquete económico de Argentina frente a la pandemia | Agostina Costantino
Si agrupamos los programas anteriores según sus destinatarios finales, podremos ver
cómo se distribuye este paquete económico.
El paquete económico de Argentina frente a la pandemia | Agostina Costantino
Fuente: Elaboración propia con base en notas de prensa, Ministerio de Economía y BCRA.
Algunos puntos a aclarar respecto al gráfico anterior. En primer lugar, se trata de los
anuncios de las políticas y no de su ejecución. Al final, se podrá tener una medida más
acabada de la distribución real de los fondos. En segundo lugar, muchos de los
programas están destinados tanto empresas (grandes y pymes) como a
trabajadores/as independientes (monotributistas) y cooperativas. Por esto, resulta
imposible desagregar este rubro en los tres actores para ver cuánto se ofrece a cada
cual, a pesar de tener realidades muy diferentes. En tercer lugar, las cooperativas
figuran como beneficiarias de muchos de los programas. Sin embargo, en los hechos
les está resultando prácticamente imposible acceder a los recursos.
El caso de las cooperativas es importante, pues, más allá de la buena intención que se
tenga, revela una deficiencia en el diseño de las políticas: no están incluidas como
destinatarias, sino incorporadas a través de enmiendas luego del diseño. Por ello,
muchas condiciones y procedimientos hacen que sean inaplicables a este tipo de
organizaciones. Por ejemplo, los créditos para pagar sueldos requieren de la existencia
de trabajadores en relación de dependencia, mientras que las cooperativas tienen
asociados. Resulta urgente que las organizaciones de la economía social puedan
acceder a estos programas, pues se trata de sectores con alta vulnerabilidad
económica y gran impacto social.
Además de estas medidas que implican desembolsos económicos importantes por
parte del gobierno, también se adoptaron otra serie de regulaciones orientadas, sobre
todo, a controlar el aumento de precios internos durante toda esta etapa, garantizar el
El paquete económico de Argentina frente a la pandemia | Agostina Costantino
TIPO DETALLE
Convocatoria a productores y cooperativas de alimentos para compras
públicas: Incluye empresas, productores y cooperativas de alimentos con el
Políticas de
objetivo de reforzar la asistencia alimentaria en arroz, aceite, fideos, harinas,
compras públicas
azúcar, leche en polvo y lentejas para conformar 1,7 millones de módulos
alimentarios. Se fijan precios máximos.
Se incluye a personas en situación de violencia de género en los programas
Salario Social Complementario y Hacemos Futuro.
Políticas de género
Incorporación de personas travestis y trans a los programas sociales del
Ministerio de Desarrollo Social.
Congelamiento de alquileres: Se congelan los montos de alquileres y los
créditos hipotecarios hasta el 30/09; y se suspenden los desalojos por falta de
pago en todo el territorio nacional
Control de precios: precios máximos para alimentos y productos esenciales, y
Ahora 12 (compras en cuotas sin interés, se extiende hasta el 30/06 y se
agregan nuevos rubros).
Tarifas de servicios públicos: Los servicios de energía eléctrica, agua corriente,
Políticas de precios
gas por redes, telefonía fija y móvil e Internet y televisión por cable no podrán
ser suspendidos por falta de pago (hasta 3 facturas consecutivas o alternas)
durante un lapso de 180 días. Esta medida incluye a MiPyMES, Cooperativas
de Trabajo o Empresas Recuperadas inscriptas en el INAES y las Entidades de
Bien Público que contribuyan a la elaboración y distribución de alimentos en el
marco de la emergencia alimentaria.
Eliminación de aranceles a la importación de insumos esenciales.
Fuente: Elaboración propia con base en Ministerio de Economía, Ministerio de Desarrollo Productivo y
Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad.
Sumados a las medidas para mitigar las consecuencias económicas del aislamiento, el
gobierno implementó también una serie de medidas para enfrentar a la pandemia del
Covid-19.
El paquete económico de Argentina frente a la pandemia | Agostina Costantino
que el gobierno pueda acceder a crédito incluso si resuelve el canje de deuda en estos
días. Los supuestos oficiales indican que Argentina no obtendrá financiamiento
externo hasta 2027.
En este sentido, las fuentes de financiamiento que actualmente el país está utilizando
(puntos 3.1 y 3.2) y que podrían potencialmente utilizarse si se implementan (puntos
3.3 y 3.4) son las que se muestran a continuación.
600.000
500.000
400.000
300.000
200.000
100.000
0
Desde el 20/03 Entre enero y 2019 2018 2017
19/03
Fuente: Elaboración propia con base en BCRA, Informe Monetario Diario, datos al 06/05 descargados el
12/05.
¿Esto quiere decir que aumentó la base monetaria? ¿Qué pasa con la inflación? En
principio, no está claro que este proceso derive en hiperinflación. A la par que el Banco
Central está emitiendo, el mismo está reabsorbiendo este dinero emitido a través de
pases pasivos, licitaciones o colocaciones de letras. Es decir, teniendo en cuenta esta
esterilización, la base monetaria hasta abril de 2020 cayó un 3,4% (BCRA, Informe
El paquete económico de Argentina frente a la pandemia | Agostina Costantino
Monetario Diario, descargado el 05/05). Sin embargo, en los primeros días de mayo, la
base monetaria tuvo un crecimiento muy grande, pues la colocación de letras no
reabsorbió dinero en la misma medida. La coyuntura de renegociación de la deuda
puede estar marcando un límite a la política de emisión.2
Gráfico 4. Variación total entre presupuesto vigente y presupuesto inicial, en millones de pesos
Fuente: Elaboración propia con base en Ministerio de Economía, datos al 03/05 descargados el 05/05.
2
En la medida en que persistan los diversos controles de cambios, el impacto más directo de esta
emisión no esterilizada es el aumento de la brecha entre los tipos de cambio. Es decir, no provoca
automáticamente una devaluación y con ello un aumento de la inflación.
El paquete económico de Argentina frente a la pandemia | Agostina Costantino
Descripción Monto
El paquete económico de Argentina frente a la pandemia | Agostina Costantino
6. REFERENCIAS
Banco Mundial. 2020. “La economía en los tiempos del Covid-19”. INFORME SEMESTRAL DE LA
REGIÓN DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE. Banco Mundial.
Canibe, Álvaro. 2020. “Coronavirus: con cuántos casos y muertos se decretó la cuarentena en
cada país”. AS.com, el 4 de abril de 2020, sec. actualidad.
https://as.com/diarioas/2020/04/04/actualidad/1585990463_154165.html.
DLO Redacción. 2020. “El Gobierno destina $ 70.000 millones al pago de salarios del sector
privado”. Diario La Opinión, el 21 de abril de 2020, sec. Nacionales.
https://diariolaopinion.com.ar/contenido/276361/el-gobierno-destina-70000-
millones-al-pago-de-salarios-del-sector-privado.
Garrido, J., y J. Díaz. 2020. “Europa se prepara para la nacionalización masiva de empresas”. El
Cronista, 2020. https://www.cronista.com/internacionales/Europa-se-prepara-para-la-
nacionalizacion-masiva-de-empresas-20200423-0002.html.
Jueguen, Francisco. 2020. “El Gobierno dice que aportó $850.000 millones para amortiguar el
impacto”, el 20 de abril de 2020. https://www.lanacion.com.ar/economia/kulfas-
moroni-nid2356146.
Ministerio de Economía. 2020. “RESTRUCTURING GUIDELINES (Draft version)”. Ministerio de
Economía.
Nolé, Fernando. 2020. “Avanza la colocación de un bono ‘obligatorio’ a los bancos para
financiar al Tesoro”. Perfil.com, el 6 de mayo de 2020, sec. economia.
https://www.perfil.com/economia/avanza-la-colocacion-de-un-bono-obligatorio-a-los-
bancos-para-financiar-al-tesoro.phtml.
Redacción Página12. 2020. “Créditos del BICE | Tasa de 19 por ciento anual”. PAGINA12, el 6
de abril de 2020, sec. Economía. https://www.pagina12.com.ar/257749-creditos-del-
bice.
Strada, Julia, Hernán Letcher, Magdalena Rua, y Lucio Garriga Olmo. 2020. “IMPUESTO A LOS
GRANDES PATRIMONIOS. Propuestas en Europa y América del Sur y debate sobre
propuestas en Argentina en el contexto de la pandemia de COVID-19”. CEPA.
Szafranko, Agustín. 2020. “Cuánto costó cada una de las medidas que tomó el Gobierno para
enfrentar la crisis”. El Cronista, el 30 de abril de 2020.
https://www.cronista.com/economiapolitica/Cuanto-costo-cada-una-de-las-medidas-
que-tomo-el-Gobierno-para-enfrentar-la-crisis-20200429-0041.html.
El problema de la deuda argentina |F. Cantamutto;L. Castiglioni
Francisco Cantamutto
IIESS UNS-CONICET, Departamento de Economía UNS
Lucas Castiglioni
UNICEN
1. INTRODUCCIÓN
2. ANATOMÍA DE LA DEUDA
1
“La Argentina no podía pagar nada, porque estaba viviendo una crisis macroeconómica, social y de deuda
muy profunda antes del coronavirus. No es que podíamos pagar algo antes y no podemos ahora. Ya no
podíamos. (…) Es lo mismo que se hubiese propuesto antes del coronavirus”. Así confirmó este punto el
Ministro de Economía en entrevista con Horacio Verbitsky (Guzmán, 2020).
2
El presente artículo se terminó de escribir el 15 de mayo de 2020, por lo cual contempla hechos hasta el día
de la fecha. Dado que es un proceso en curso, algunas de las afirmaciones aquí contenidas puede verse
modificada por los hechos posteriores.
El problema de la deuda argentina |F. Cantamutto;L. Castiglioni
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Der. Deuda en pesos (% PBI) Der. Deuda en moneda extranjera (% PBI) Deuda PBI
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Economía (IV trimestre 2019)
Con todo, la deuda sufrió un severo deterioro en todos sus indicadores de sostenibilidad.
Debe enfatizarse que la deuda no tuvo por destino principal el financiamiento de la
inversión productiva o la compensación de un faltante de ahorro, sino que funcionaron
compensando los flujos de atesoramiento. Una de las principales salidas del sistema se
compuso por la formación de activos externos por parte de residentes, que totalizaron más
de 88.376 mdd durante el anterior gobierno3. Oglietti y otros (2019) magnifican el impacto
de este despilfarro de recursos al comparar el incremento de la deuda con el valor actual del
plan Marshall de reconstrucción europea de postguerra.
En este marco, cobra especial relevancia el acuerdo de Stand By firmado con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) en junio de 2018, en medio de una severa corrida cambiaria.
Se trató del primer acuerdo de este tipo de la Argentina en 15 años. Ampliado en octubre de
ese año, totalizaba 57.100 mdd (de los cuales se giraron poco más de 44.000 mdd), una cifra
sin antecedentes para el organismo. De hecho, la cifra excedía con creces la cuota
correspondiente al país, además de destinarse a financiar la referida corrida, ambos
aspectos que vulneran el estatuto del propio FMI.
3
Este concepto corresponde con la versión más restringida de lo que se conoce como “fuga de capitales”. La
relación entre deuda y fuga ha sido largamente explorada en la bibliografía. Entre otras, se puede consultar
Basualdo (2017) y Rúa y Zeolla (2018).
El problema de la deuda argentina |F. Cantamutto;L. Castiglioni
La deuda pública, con los datos disponibles a marzo de 2020, distribuye como se puede ver
en el gráfico 2. Allí destacan como principal instrumento los títulos públicos, por un total de
199.726 mdd, de los cuales 157.690 mdd se encuentran nominados en moneda extranjera.
Le siguen en importancia los préstamos, por 77.831 mdd, de los cuales el crédito con el FMI
explica el 56%, con 43.556 mdd efectivamente transferidos (tres cuartas partes de lo
autorizado). Las Letras del Tesoro (LETES) por 18.399 mdd, la deuda de corto plazo por
17.341 mdd, y adelantos transitorios del BCRA en carácter extraordinario por 7.577 mdd
completan el panorama de la deuda pública normalizada. Los títulos públicos, instrumento
privilegiado para la toma de deuda desde la reestructuración del plan Brady, tienen la
característica de ser negociados en el mercado secundario, con una mayor complejidad de
tratamiento que los préstamos. Entre los títulos públicos, es importante resaltar que 66.238
mdd están emitidos bajo jurisdicción extranjera, lo cual significa que cualquier controversia
en torno a su ejecución o reestructuración se resuelve en tribunales del exterior
(principalmente, Nueva York y Londres)4.
Gráfico 2: Deuda pública argentina por instrumento, en % del total. Marzo de 2020
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Economía (marzo de 2020)
4
Se trata de la continuidad en la prórroga de jurisdicción y la renuncia a la defensa de la inmunidad soberana,
que permite –según se acumulan las sentencias- tratar a la deuda pública como un acto del derecho privado.
El problema de la deuda argentina |F. Cantamutto;L. Castiglioni
cinco años. Los vencimientos en moneda extranjera más importantes se concentran en 2022
y 2023,y corresponden a los pagos al FMI. Frente a este escenario es que se emprendió el
vigente proceso de renegociación de la deuda.
90.000
80.000
70.000
60.000
50.000
40.000
30.000
20.000
10.000
0
2020
2021
2022
2023
2024
2025
2026
2027
2028
2029
2030
2031
2032
2033
2034
2035
2036
2037
2038
2039
2040
2041
2042
2043
2044
2045
2046
2047
2048
2049
2050
2051-2117
Vencimientos Capital en pesos Vencimientos de capital en moneda extranjera
Vencimientos de interés en pesos Vencimientos de interés en moneda extranjera
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Economía (IV trimestre 2019)
3. EL PROCESO DE RENEGOCIACIÓN
Recientemente se aplazaron también los pagos de la deuda con el Club de París, originada
durante la última dictadura, renegociada en 2014, e incrementada por mora en los pagos
durante el gobierno de Cambiemos. Los países que componen el Club ya dejaron en claro
que solo accederán a una reestructuración en tanto se acuerde con el FMI. Se trata de una
estrategia reiterada, por la cual este organismo se encarga de auditar las cuentas del país
deudor y condicionar las políticas económicas para lograr los pagos. Si bien el FMI declaró su
apoyo a la negociación argentina, no está claro aún bajo qué formato admitiría un
aplazamiento de los pagos. En caso de optar por un acuerdo de facilidades extendidas, las
condicionalidades sobre el país crecerían.
El problema de la deuda argentina |F. Cantamutto;L. Castiglioni
Bajo legislación extranjera se agrupan distintos tipos de actores. Por un lado, están actores
locales, con los cuales el gobierno traza un diálogo de cercanía5. Por otro lado, están los
grandes fondos de inversión, entre los cuales destacan Templeton, Pimco, Fidelity y
Blackrock, que manejan activos equivalentes a más de 30 PBI de la Argentina6. Se trata de
auténticos titanes de las finanzas mundiales, con capacidad de presionar de forma explícita
a los gobiernos7. Entre estos fondos, se encuentran algunos especializados en litigar y
esperar para obtener mayores ganancias, conocidos como “buitres”. Luego de la victoria
obtenida por estos últimos en 2016, existen importantes incentivos para que los acreedores
busquen bloquear la negociación, incluso si la oferta es viable.
90.000
80.000
70.000
60.000
50.000
40.000
30.000
20.000
10.000
-
2020
2021
2022
2023
2024
2025
2026
2027
2028
2029
2030
2031
2032
2033
2034
2035
2036
2037
2038
2039
2040
2041
2042
2043
2044
2045
2046
2047
2048
2049
2050
2051-2117
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Economía (IV trimestre 2019)
5
Utilizando declaraciones juradas ante AFIP, García Zanotti (2020) hace notar que las personas que concentran
las mayores riquezas del país tienen un 70% de su patrimonio en el exterior. Casi la mitad de la misma se
encuentra en títulos públicos, lo que permite suponer que grandes ricos de la Argentina aparecen como
acreedores externos del país.
6
En los primeros 10 bonistas privados se encuentran Allianz, 1.6704 mdd; Fidelity, 1.650 mdd; BlackRock, 1500
mdd; Northern Trust, 800 mdd; Alliance Bernstein, 700 mdd; HSBC 470 mdd; Prudential Financial, 440 mdd;
Ivesco, 400 mdd; Ashmore, 400 mdd; Eaton Vance, 350 mdd (Zaiat, 2020).
7
Bercovich (2020) da cuenta de estas presiones, al relatar cómo uno de estos fondos sugirió poder esperar por
otro gabinete u otro gobierno más afín a sus intereses. Y cómo, en aras de satisfacer estos, demandaron que el
país hiciera un sacrificio “que duela”.
El problema de la deuda argentina |F. Cantamutto;L. Castiglioni
Si bien la pandemia del COVID-19 retrasó el cronograma establecido para las negociaciones,
la propuesta no se vio alterada (Guzmán, 2020). El 17 de abril, el ministerio de Economía
presentó la oferta oficial de reestructuración, el 22 fue notificada a la Comisión de Valores
de los Estados Unidos (SEC). El 8 de mayo que venció el plazo inicial, la propuesta había
logrado la adhesión de alrededor del 20% de los acreedores (Lejtman, 2020)8. Esto está muy
lejos de los porcentajes de adhesión necesarios para cerrar un acuerdo no sujeto a litigios,
según las Cláusulas de Acción Colectivas (CAC) incluidas en los bonos originales (Nemiña y
Val, 2020). Por ello, se anunció la extensión de la negociación hasta el 22 del corriente mes.
8
No fueron informados los resultados de forma oficial, razón por la cual se incluyen datos ofrecidos por la
prensa especializada.
9
El gobierno de Líbano, por ejemplo, determinó un default soberano por requerir los fondos para atender la
crisis sanitaria del COVID-19. Esta clase de comportamientos es la que el establishment busca bloquear.
10
En este sentido puede interpretarse la reciente declaración de Guzmán sobre querer " que la Argentina sea
un buen deudor" (Télam, 2020).
El problema de la deuda argentina |F. Cantamutto;L. Castiglioni
de maduración; (ii) incluyen 3 años de gracia y una baja carga de pagos hasta 2026; (iii) la
quita de capital es del 5,4%, aunque en algunos bonos es nula (Par y Discount); (iv) la quita
de intereses del 62%. Considerando ambos conceptos, la quita total promedio sería de casi
el 33%.Existe una discusión técnica en torno al valor actual de la quita, donde gobierno,
acreedores y especialista cruzan diversas tasas de descuento. En virtud del comportamiento
del mercado, vale señalar que los bonos argentinos, que venían negociándose por debajo
del 35% de su valor nominal, mejoraron su rendimiento a partir del anuncio de la oferta.
Los bonos sujetos a reestructuración incluyen a los bonos Par 2038 y Discount2033
correspondientes a los canjes de 2005 y 2010; y 17 títulos emitidos durante la presidencia
de Mauricio Macri. Entre estos últimos se destacan cuatro bonos cuya legalidad ha sido
cuestionada: (i)BIRAD2021, BIRAD 2026 y BIRAD 2046, resultantes del pago a los fondos
buitre en 2016; y (ii) el BIRAD2117 o Bono “Century”, negociado por el por entonces
secretario Luis Caputo, quien a su vez resulta acreedor del mismo a través de una cuenta no
declarada en una guarida fiscal.
18.000
16.000
14.000
12.000
10.000
8.000
6.000
4.000
2.000
-
2024
2031
2038
2020
2021
2022
2023
2025
2026
2027
2028
2029
2030
2032
2033
2034
2035
2036
2037
2039
2040
2041
2042
2043
2044
2045
2046
2047
2048
2049
2050
2051-2117
La oferta pretende conciliar el pago de las deudas con el crecimiento del país. Para ello,
definió escenarios de crecimiento que chocan con las condiciones de crisis actuales. Para
poder pagar, el país no sólo debe crecer sino que debe mejorar su resultado comercial
externo. Esto, dado el perfil exportador actual y la urgencia que imponen los pagos, supone
intensificar los sesgos primarizantes y extractivistas sobre la estructura productiva. Aun así,
no tienen garantías de éxito, como se volvió claro con el derrumbe del proyecto
hidrocarburífero de Vaca Muerta. Por otra parte, requiere que el Estado garantice cierto
superávit fiscal para abonar las deudas, lo cual –a priori- retrasar en el orden de prioridades
las urgencias sociales, intensificadas con la pandemia. Con todo, la idea de que se trata de
una propuesta sostenible parece más bien una expresión de deseo.
Y aun así, a pesar de no tratarse de una oferta agresiva con el mercado, la misma ha sido
rechazada. En los roadshow con acreedores privados, se estaría evaluando la incorporación
de “endulzantes” que compensen las quitas y el aplazamiento. Entre estos se encuentran
pagos adelantados, capitalización de intereses o un bono vinculado al PBI. El 22 de mayo se
cumple un mes de retraso del último pago no realizado, y sin un nuevo arreglo, Argentina
entraría oficialmente en default.
5. REFLEXIONES FINALES
Ante este contexto, dejamos aquí planteada la urgencia de suspender los pagos y avanzar en
una auditoría de la deuda. Nos referimos aquí a una revisión no solo en términos contables
y jurídicos, sino económicos y sociales. Por ello, como demandan diversas organizaciones,
consideramos necesaria una auditoría integral y participativa (ver Castiglioni y Cantamutto,
2020). La deuda, plagada de elementos de ilegalidad e ilegitimidad, califica como odiosa, y
es incompatible con el cumplimiento de los derechos humanos. Cualquier planteo de
sostenibilidad real debe considerar estos alcances.
6. REFERENCIAS
Basualdo, Eduardo (ed) (2017). Endeudar y fugar. Un análisis de la historia económica argentina, de
Martínez de Hoz a Macri. Buenos Aires: Siglo XXI.
Bercovich, Alejandro (2020). “Cruces internos y amenazas externas por la oferta a bonistas y el
impuesto Forbes”, BAE Negocios, 16 de abril de 2020. Disponible en
https://www.baenegocios.com/columnistas/Cruces-internos-y-amenazas-externas-por-la-oferta-a-
bonistas-y-el-impuesto-Forbes-20200416-0136.html
Castiglioni, Lucas y Cantamutto, Francisco (2020). “Debates urgentes sobre la oferta oficial:
Argumentos para suspender e investigar la deuda”, CADTM, 12 de mayo de 2020. Disponible en
https://www.cadtm.org/Debates-urgentes-sobre-la-oferta-oficial-Argumentos-para-suspender-e-
investigar
FMI (2020). “Declaración del equipo técnico del FMI sobre Argentina”. Comunicado de prensa N°
20/57, 19 de febrero de 2020. Disponible en
11
La última estimación de la OMC (2020) supone un escenario “optimista” de caída del 2,5% del PBI mundial y
de 13% del comercio, y uno pesimista donde las caídas alcanzan el 9% y 32% respectivamente.
El problema de la deuda argentina |F. Cantamutto;L. Castiglioni
https://www.imf.org/es/News/Articles/2020/02/19/pr2057-argentina-imf-staff-statement-on-
argentina
García Zanotti, Gustavo (2020). “¿Es útil y meritocrática la concentración de riqueza en nuestro
país?”, Diagonales, 6 de mayo de 2020.Disponible en https://diagonales.com/contenido/es-til-y-
meritocrtica-la-concentracin-de-riqueza-en-nuestro-pas/20362
Guzmán, Martín (2020).“Guzmán bate la justa”. Entrevistado por Horacio Verbitsky. El cohete a la
luna, 19 de abril de 2020. Disponible enhttps://www.elcohetealaluna.com/guzman-bate-la-justa/
Lejtman, Román (2020). ” Menos del 20% de los bonistas aceptaron la oferta: Alberto Fernández
convocó a Martín Guzmán para ajustar la negociación y evitar el default”. Infobae, 9 de mayo de
2020. Disponible en https://www.infobae.com/economia/2020/05/09/menos-del-20-de-los-
bonistas-aceptaron-la-oferta-alberto-fernandez-convoco-a-martin-guzman-para-ajustar-la-
negociacion-y-evitar-el-default/
Nemiña, Pablo y Val, Emilia (2020). “La reestructuración de la deuda argentina ante la pandemia
global”. Análisis Carolina, 15 de abril de 2020. Disponible en https://www.fundacioncarolina.es/wp-
content/uploads/2020/04/AC-19.-2020.pdf
Oglietti, Guillermo; Wahren, Pablo; Oliva Pérez, Nicolás y Alfredo Serrano Mansilla (2019). “Macri,
anatomía de una deuda inútil”. Buenos Aires: CELAG. Disponible en:https://www.celag.org/wp-
content/uploads/2019/06/Macri-anatomi%CC%81a-de-una-deuda-inu%CC%81til.pdf
OMC (2020). “Desplome del comercio ante la pandemia de COVID-19, que está perturbando la
economía mundial”. Organización Mundial del Comercio, comunicado de prensa N° 855, 8 de abril
de 2020. Disponible en https://www.wto.org/spanish/news_s/pres20_s/pr855_s.htm
Rúa, Magdalena y Zeolla, Nicolás (2018). “Desregulación cambiaria, fuga de capitales y deuda: la
experiencia argentina reciente”, Revista Problemas del Desarrollo, 194(49), 5-30. Disponible en
http://www.scielo.org.mx/pdf/prode/v49n194/0301-7036-prode-49-194-5.pdf
Télam (2020). “Guzmán: ‘Queremos que la Argentina sea un buen deudor’”, Télam, 14 de mayo de
2020. Disponible en https://www.telam.com.ar/notas/202005/463584-martin-guzman-deuda-
acreedores-buen-deudor-compromisos.html
Zaiat, Alfredo (2020). “Oferta de canje de deuda: quiénes son los 10 acreedores más
poderosos”.Página 12, 26 de abril de 2020. Disponible enhttps://www.pagina12.com.ar/262148-
oferta-de-canje-de-deuda-quienes-son-los-10-acreedores-mas-p
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
1. INTRODUCCIÓN
El objetivo del documento es realizar un repaso introductorio de las condiciones previas a la
crisis ocurrida a finales de los 80 y el contexto actual con el fin de puntualizar coincidencias y
diferencias, y llamar la atención respecto de algunas cuestiones para la elaboración de
políticas futuras. Este trabajo es un resumen de uno mayor que busca debatir la profundidad
de las causas y consecuencias de aquella crisis y las posibilidades de que se repliquen ciertos
efectos en el escenario post Covid19 de la economía argentina.
Como contexto previo a la crisis de la hiper, se sitúa el período 1976-1989. El plan económico
de Martínez de Hoz2, Ministro de Economía entre 1976 y 1981, se enmarcaba en la teoría
dominante de la Escuela Monetarista de Chicago y el enfoque monetario de la Balanza de
Pagos. Posteriormente, los sucesivos ministros de la administración alfonsinista no
mostraron diferencias notables desde el punto de vista de las herramientas de política
utilizadas3.
En años recientes, al dejar la presidencia Fernández de Kirchner a finales de 2015, dejaba
asimismo una situación de expansión monetaria, inflación incipiente y atraso cambiario,
entre otras cosas. El gobierno de Macri implementó políticas de orden liberal que, como se
verá, tuvieron varios puntos en común (sobre todo en relación al manejo monetario y la
toma de deuda) respecto del período 76-89. El ejercicio de la política económica encuentra a
1
La autora agradece muy especialmente a las direcciones del Instituto de Investigaciones Económicas y
Sociales del Sur (UNS-CONICET) y del Departamento de Economía de la UNS por el apoyo brindado y por
facilitarnos las herramientas a fin de que en esta época de incertidumbres, aprendizajes y desafíos, podamos
llevar a cabo nuestra tarea de la mejor forma posible.
2
El plan perseguía, al menos desde su discurso, los siguientes objetivos: 1) el saneamiento monetario y
financiero, 2) acelerar la tasa de crecimiento del producto real, 3) alcanzar de una “razonable” distribución del
ingreso en la medida adecuada a la productividad de la economía.
3
Al dejar el poder, el gobierno militar dejaba una creciente desocupación, inflación del 400%, una deuda
equivalente al 70% del PIB y un vacío de reservas. Y aunque el radicalismo representaba una diferencia política
e ideológica de cuajo con sus antecesores, no pudo distanciarse mayormente en términos de política
económica, prolongando el patrón de acumulación, el descontrol monetario y los avances espasmódicos y
ascendentes del nivel de precios.
1
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
Gráfico 1. Evolución del PBI y PBI per cápita para Argentina, 1970-2020
800 20.000
Pesos
Miles de millones de pesos
700 18.000
16.000
600
14.000
500 12.000
400 10.000
300 8.000
6.000
200
4.000
100 2.000
0 0
1970
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
2016
2018
2020
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Banco Mundial, INDEC y proyección para el año 2020 del
Ministerio de Economía.
2
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
Hasta mediados de los 70, la industrialización era vista como el núcleo del desarrollo,
coincidencia ideológica de las posturas teóricas vigentes al momento4. En este esquema, uno
de los motivos para dar al Estado el control del sistema financiero era canalizar el ahorro
interno hacia el sector industrial. Con la liberalización financiera, este vínculo se rompe. En
los dos períodos comparados se incrementó enormemente el costo financiero para las
empresas nacionales y se dio una transferencia de recursos desde el sector productivo al
sector financiero dada la mayor rentabilidad de la inversión especulativa. Como se observa
en el Gráfico 2, la inversión se incrementa entre 1976 y 1978 (movida principalmente por la
obra pública), pero comienza a contraerse luego 19785.
4
Desde economistas marxista o socialista como Feld´man o Lange, pasando por las posturas neoclásicas, como
Rostow, Lewis o Roseinsten-Rodan, las de corte más heterodoxo como Hirshman o Perroux, o la Escuela
Estructuralista de Furtado y Prebisch; todas otorgan al proceso de transformación industrial el rol de
“condición necesaria” para el desarrollo.
5
Además, el encarecido crédito nacional y el acceso al crédito internacional (incluso con subsidios encubiertos)
marcó una enorme diferencia entre Pymes y grandes empresas, lo que, sumado a la liberalización de la
inversión extranjera, generó una gran concentración de capitales. La concentración económica y la
extranjerización del capital se profundiza en los 90, e incluso en la post-convertibilidad (Azpiazu et al., 2011), y
puede decirse que es una característica del empresariado actual.
3
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
30
25 2007, 19.5%
2019, 13.1%
20
15
10
1989, 15,5%
5
0
1986
2000
2014
1970
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2016
2018
2019
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Banco Mundial
Si bien los datos del cuadro precedente no son estrictamente comparables (dado que el
consumo para 1970 y 1987 no desagrega el público), puede verse la similaridad con la
participación en la inversión y la participación creciente del consumo (incluido el gasto
público). Es de notar la variación de existencias debido a la recisión económica durante el
4
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
6
Si bien el valor de este indicador nunca es grande, se sabe que es el componente más volátil del producto.
7
Según datos del Informe de Política Monetaria del BCRA de febrero de 2020.
8
Según Azpiazu et al. (1986), la protección tenía una caída de 40 puntos.
5
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
9
Esto dio origen a una puja redistributiva que llevó a la reducción de la participación del trabajo en el ingreso
nacional, hecho que se profundizó enormemente durante los 80. Ver, al respecto, Vitelli(1990); Rapoport et al.
(2003), entre muchos otros.
10
Se suponía que las modificaciones tendieran al traslado de una mayor responsabilidad a las entidades
financieras para con sus clientes, incrementando los requisitos de solvencia y liquidez de estas entidades.
“Entre 1978 y 1979 se autorizó la apertura de 1197 sucursales financieras, mientras que el PBI se encontraba
virtualmente estancado” (Rapoport et al., 2003, p:792). En lugar de liberar presiones y responsabilidades al
BCRA, este excesivo, desprolijo e irregular crecimiento financiero trajo enormes problemas a la entidad
financiera central cada vez que se implementaron mecanismos de salvataje.
11
Entre 1977 y 1982 se estima que la emisión efectuada por la CRM fue de 62 billones de pesos, equivalente a
algo más del 5% del PBI (op cit.)
6
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
7
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
40
30
20
10
0
-10
-20
ene.-14 ene.-15 ene.-16 ene.-17 ene.-18 ene.-19 ene.-20
Fuente: Elaboración propia, en base a datos del BCRA. Nota: Los círculos marcan caídas de más del 20% de las
reservas, mientras que los triángulos marcan incrementos de más del 20%.
Quizás este sea el tópico en donde las condiciones previas a la crisis del 89 y las condiciones
dadas hasta el 2019 más se asemejan. Con una inflación creciente y una oferta monetaria
expandida12, herencia de las políticas de demanda del gobierno anterior, el de Macri utilizó
regularmente el control monetario mediante la utilización de operaciones abiertas por parte
del BCRA (Lebacs, operaciones de pase, etc.), los controles cambiaros mediante fijación,
bandas o crawling-peg, alternativamente, y el mantenimiento de elevadas tasas de interés
nominal, que proporcionaron rendimientos reales positivos sobre los activos financieros a
pequeños y grandes ahorristas desde 2016 en adelante. A ello se suma un desdoblamiento
implícito del mercado cambiario, el control de precios impuesto en la época kirchnerista y
más o menos mantenido y el compromiso de no emisión durante la segunda mitad del
período. Los descensos de las reservas estuvieron relacionados a la fuga de capitales y los
incrementos a la toma de deuda, de la misma forma que en el período 1976-1989.
12
Para dar una idea de ello, a fines del 2015 la relación M3/Reservas era de 6.5 y la de M2/Reservas superaba
los 4 puntos.
8
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
3500 60
3000 50
2500
40
2000
30
1500
20
1000
500 10
0 0
1976-1989 2006-2019
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Banco Mundial e INDEC. Nota: el eje vertical izquierdo
corresponde al período 1976-1989, mientras que el derecho al 2006-2019.
Sin embargo, la magnitud de las variaciones de precios medida por el deflactor del PBI no es,
ni por asomo, similar a la acaecida en el período anterior (véase la notoria diferencia en las
escalas consideradas de los ejes verticales en el gráfico 4). Incluso, en los años previos a la
primera hiperinflación, la tasa más baja de incremento del indicador fue del 77% en 1986,
superando luego las tres cifras en todas las observaciones aledañas. En cambio, en el
período actual, el valor más alto ha sido en 2019 con una variación del 51%. Por su parte, el
IPC ha mostrado variaciones interanuales del 24.8, 47.6 y 53.8% respectivamente entre
diciembre de 2016 y mismo mes de 2019. La tasa de inflación esperada para el 2020 según el
Informe de Política Monetaria del BCRA rondaría el 50%.
4. LA DEUDA EXTERNA
Ferrer (1983) distinguía dos etapas del endeudamiento en la era militar. Una primera entre
1976-1979, donde el principal protagonista es el sector público y la necesidad de
incrementar las reservas para la concreción del plan económico; y una segunda etapa, entre
1980-1981, donde la deuda tuvo más que ver con los desequilibrios de la balanza de pagos y
la profundización de la deuda privada.
El ingreso de divisas durante el primer año de la dictadura por créditos del FMI (110 millones
U$S) condujeron a un cambio en las expectativas iniciales. Más tarde, sin embargo, las altas
tasas de interés y la expectativa de devaluación impulsaban el ingreso de fondos como
9
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
actividad especulativa (la llamada bicicleta financiera, tan publicitada asimismo durante los
últimos años), incrementando el riesgo de la devaluación no pautada. En los 80 se da un
proceso de fuga de capitales13 y el salvataje de empresas endeudadas a partir de un sistema
de seguros de cambio y, posteriormente, la estatización de la deuda privada14.
Tras el alza de los precios del petróleo en 1982, las tasas de interés internacionales se elevan
y los flujos de capitales se redireccionan hacia los países desarrollados. Argentina empieza a
cancelar deuda con nuevos títulos, mientras que en agosto de ese año México declara la
cesación de pagos unilateral, iniciando la llamada Crisis de Deuda. Para intentar frenar la
fuga se acudió a las mismas herramientas durante todo el período: se incrementó la tasa de
interés acentuando la recesión y se retrasó aún más el tipo de cambio, al tiempo que se
iniciaban negociaciones con el FMI para el pago de la deuda y la posibilidad de nuevos
créditos. Con Alfonsín el repudio de la deuda sería evidente, pero el camino elegido por el
gobierno fue la renegociación con la banca extranjera. Llegarían nuevos recursos hasta 1988,
cuando el FMI quitaría su apoyo debido al no cumplimiento de las metas fiscales y
monetarias del gobierno. Argentina ingresaba en una moratoria de hecho (Machinea y
Sommer, 1990).
Durante el período 2015-2019 volvería a recurrirse a los organismos internacionales de
crédito. La justificación era la necesidad de dar aire a las finanzas nacionales a partir del
incremento de las reservas del Central que permitirían mantener el tipo de cambio para que
las constantes devaluaciones no siguieran alimentando la espiral de precios, ante un
escenario de déficit fiscal abultado (que la administración macrista tampoco logró reducir) y
demanda agregada constreñida.
13
“Entre 1980 y 1982, el monto de fuga osciló entre los 16.000 y los 22.000 millones de dólares, dependiendo
de la estimación. La cifra equipara o supera la variación del stock de deuda externa a lo largo del trienio, que
ascendió a 16.481 millones de dólares y supera el stock de deuda [privada que, en 1982 ascendía a 14.836
millones” (Rapoport et al., 2003: 825).
14
En 1982 se concretó el proceso de estatización de la deuda privada, que junto con el proceso de capitalización
iniciado en 1985, representarían un subsidio indirecto de más de 2.200 millones de dólares al sector privado
(Basualdo, 1999).
10
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
0,8
0,6
0,4
0,2
2014
2015
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
2009
2010
2011
2012
2013
2016
2017
2018
Deuda privada largo plazo no garantizada Deuda pública y privada garantizada
Así, mientras que a finales de la presidencia de Alfonsín la deuda externa rondaba los 46.000
millones de dólares y representaba el 86% del PBI, al finalizar el gobierno macrista la deuda
era de 277.000 millones de dólares y constituía el 66% del PBI15.
En referencia a la composición de la deuda entre 1989 y 2018 se observan algunas
diferencias, como ser el menor peso que actualmente tiene la deuda privada garantizada (y,
como contrapartida, el mayor porcentaje de deuda privada de largo plazo no garantizada); y
el algo mayor porcentaje de deuda de corto plazo y crédito Stand By.
A inicios de mayo de 2020, el gobierno argentino vuelve a elegir el camino de la
renegociación de deuda. El Ministro Guzmán presentó algunos postulados, los cuales bregan
por el otorgamiento de un período de gracia de 3 años, la reducción del principal del 5,4% y
la reducción del cupón promedio de 7 a 2,3%.Los alcances y limitaciones de dicha
negociación se encuentran aún en discusión.
5. EL CONTEXTO INTERNACIONAL
Como menciona Rapoport, Argentina varias veces se vio inmersa en una relación triangular:
en los años 20 y 30, entre EEUU e Inglaterra; en los 50 y 60, entre EEUU y la incipiente CEE; y
en los 70 entre la ex URSS (quien presionaba para reducir sus déficits comerciales con
15
Por supuesto, este trabajo no analiza lo sucedido durante la crisis del 2001, en donde la deuda pasó a
constituir, durante el año 2002, más del 151% del PBI.
11
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
Argentina mediante el flujo de capitales) y EEUU (cuya presión la ejercía a través de la deuda
que sostenía el país con la banca norteamericana). Esto hacía que Argentina se localizara,
una vez más, en el “fuego cruzado” entre dos potencias16 previo a la consolidación definitiva
del capitalismo a nivel mundial.
En relación a los capitales internacionales, la gran masa a partir del déficit de la cuenta
corriente norteamericana y los saldos comerciales de los países de la OPEP y la baja
demanda de créditos por parte de los países desarrollados durante los 70 condujo los fondos
hacia los subdesarrollados que prometían una buena rentabilidad. Pero posteriormente, la
crisis fiscal de los desarrollados, sus desajustes en la balanza de pagos y los lineamientos
económicos impuestos por EEUU con Reagan impulsaron la tasa de interés internacional y
redireccionaron los flujos de capitales hacia estos países a la vez que disparaban el peso de
la deuda contraída. Al mismo tiempo, si bien a la década del 80 se la conoce como la década
de la globalización, en una gran contradicción se instauran nuevas modalidades
proteccionistas por parte de los países avanzados, quienes se vuelcan al mercado interno o
al comercio intra-bloque dejando en evidencia la estructural debilidad de los periféricos.
Japón reemplazaría a la OPEP como principal exportador de fondos excedentes y el reciclaje
realizado antaño a través de préstamos bancarios sería reemplazado en los 80 por bonos y
otros instrumentos que hacia 1985 constituían el 79% del financiamiento mundial,
revolucionando el mercado de las finanzas internacionales. Los países desarrollados
crecerían lentamente y la actividad especulativa se dispararía. Los plazos se acortaron y la
volatilidad creció, originándose lo que Susan Strange llamó en 1986 el “capitalismo casino”.
La relación triangular de hoy en día se organiza alrededor del binomio China – Occidente, y
uno de los interrogantes más relevantes de la situación post Covid-19 es cómo se repartirá el
poder hegemónico y cómo intentarán resolver sus crisis internas los países desarrollados. No
solo el argentino, sino también el producto mundial se encontraba estancado previo a la
pandemia17, y la rentabilidad de las inversiones (incluso las financieras), completamente
deprimidas desde la crisis subprime18. En este contexto, la deuda de los mercados
emergentes volvía a ser una opción redituable.
16
Un hito de esta relación fue la no adhesión de Argentina al bloqueo comercial que hiciera el Presidente
Carter a la Unión Soviética, pese a la clara diferenciación ideológica entre nuestro gobierno y el soviético.
17
Es interesante el análisis que plantea la literatura del estancamiento secular.
18
Las tasas de referencia continúan siendo negativas en Japón, nulas en la zona Euro y se han recuperado en
parte en Estados Unidos a partir de 2017.
12
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
A esto debe sumarse el hecho de que las relaciones comerciales se han complejizado, los
procesos de integración regional han hecho su mecha también en el continente americano y
no son de menor peso los nexos con Brasil y los sucesos acaecidos en torno al Mercosur.
6. REFLEXIONES FINALES
Cabe solo hacer un repaso de los puntos en común y diferenciales entre ambas situaciones,
los cuales serán materia de estudio en publicaciones futuras. A continuación, se remarcan
los puntos en común entre ambas situaciones.
1. La deuda. Los principios sobre los que el ministro Guzmán planteó la renegociación
son la sostenibilidad de la deuda, un compromiso de buena fe basado en el realismo, el
sentido común y la colaboración mutua, y un enfoque integral de la negociación
considerando a todos los agentes implicados. Dado que la situación internacional se ha
modificado respecto de los 80, es posible que los intereses de los acreedores no ejerzan hoy
en día la misma presión que entonces y aparezcan con un menor grado de impaciencia.
2. La inflación y el desbarajuste financiero. Si bien es un denominador común entre
ambos períodos, hay que considerar que ni la magnitud ni las dinámicas son las mismas. La
emisión monetaria y el déficit fiscal ha estado presente ambas veces, pero quizás hayan
tenido mayor peso relativo en el pasado los precios flex y las indexaciones, mientras que en
el período reciente la traslación de las devaluaciones por el aprendizaje de los agentes en la
fijación de precios fue preponderante. La lógica del empresariado y del consumidor se
modificó, las estrategias de búsqueda de beneficios en un ámbito de desregulación
financiera neutralizan los intentos de políticas expansivas de demanda. Quizás esto
sorprendió a los hacedores de política en los 80, pero es algo que no debería suceder ahora.
3. Situación fiscal. El sostenimiento de un gasto abultado es otro denominador común,
aunque hay que evaluar en detalle la composición de dicho gasto, diferencia cualitativa
importante. El peso de la presión fiscal sobre el sector productivo también es digno de ser
evaluado. Sin embargo, podría decirse que mientras los gobiernos del período 1976-1998
pecaron por acción antes las reformas fiscales realizadas, los recientes gobiernos
kirchneristas y macrista lo hicieron por omisión, retrasando una reforma fiscal que es
innegablemente necesaria.
13
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
14
Producto, inflación y deuda: ¿será la situación post-Covid una remake de los 80? | Mara Leticia Rojas
7. REFERENCIAS
Azpiazu, D., Manzaneli, P., &Schorr, M. (2011). Concentración y extranjerización en la
economía argentina en la posconvertibilidad (2002-2008). Cuadernos del CENDES, 28(76),
97-119.
Azpiazu, D., &Kosacoff, B. (1989). Exportaciones e industrialización en la Argentina entre
1973 y 1986. En: La industria argentina: desarrollo y cambios estructurales-LC/BUE/G. 103-
1989-p. 99-152.
Basualdo, E. M. (1999). Acerca de la naturaleza de la deuda externa y la definición de una
estrategia política. Colección Papeles de Investigación – Biblioteca FLACSO.
BCRA (2020). Informe de Política Monetaria, Febrero.
Damill, M., Fanelli, J. M., Frenkel, R., Rozenwurcel, G., & Wolfson, L. (1993).Crecimiento
económico en América Latina: Experiencia reciente y perspectivas. Desarrollo económico,
237-264.
Ferrer, A. (1983). La deuda externa y las políticas nacionales. Estudios Internacionales,
16(62), 315-329.
Guzmán, M. (2020).Argentina Between COVID-19 and a Sovereign Debt Crisis. Ciclo de
Conferencias UnpackingLatinAmerica, Universidad de Columbia.
Machinea, J. L., &Sommer, J. F.(1990). El manejo de la deuda externa en condiciones de crisis
de balanza de pagos: la moratoria argentina de 1988-89.
Novick, S. (1999). La posición argentina en las tres Conferencias Mundiales de Población.
Papeles de Población, 5(20), 25-67.
Rapoport, M., Madrid, E., Musacchio, A., & Vicente, R. (2003). Historia económica, política y
social de la Argentina (1880-2000) (No. 982). Macchi.
Rapoport, M. (2014). La deuda externa argentina y la soberanía jurídica: sus razones
históricas. Ciclos en la historia, la economía y la sociedad, (42).
Rozenwurcel, G. y Sánchez, M. (1994). El sector externo argentino desde la crisis de la deuda.
Ciclos, Año IV, IV(6),73-122.
15
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
Valentina Viego
IIESS UNS-CONICET, Departamento de Economía UNS
1. INTRODUCCIÓN
En los países de América latina el interés en pronosticar los casos es mayor ya que los
sistemas de salud tienen déficit crónicos de capacidad; una pandemia tendría consecuencias
mucho más graves (éticas, humanas, sociales, políticas, económicas) sobre la población al
asentarse sobre condiciones de vida ya deterioradas.
Este trabajo se propone evaluar la capacidad de predicción de los modelos SIR evaluando los
casos observados en Argentina desde el inicio del brote (3 de marzo de 2020). Lo que
presentamos aquí es una síntesis de un artículo que se encuentra en evaluación.
2. LOS MODELOS
ende, 𝛽 suele ser estimado indirectamente, a través del número reproductivo básico u otros
indicadores.
𝑅0 = 1 + 𝑟𝑡 𝛾 −1 (4)
La aplicación de un modelo SIR requiere además arrancar cuando la circulación del virus es
local. En Argentina, hasta fines de marzo los casos importados representaban más de la
mitad de casos totales luego de 25 días de iniciado el brote. Por este motivo, las
proyecciones que aquí se exponen inician al 30 de marzo, fecha en que la proporción de
casos no importados representaba 50% de los casos confirmados.
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
1
De ellos, 24 (9%) son decesos, aunque esta versión simplificada del modelo no los distingue.
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
concientización (“aplanar la curva”) para ilustrar los efectos devastadores que tendría una
inmunización natural de la población. No obstante este esquema es todavía insuficiente
para generar predicciones útiles que sirvan de base para tomar decisiones a nivel sanitario.
Usualmente las autoridades sanitarias necesitan predecir los casos aún con intervenciones
de salud pública, precisamente para valorar su efectividad y corregir o rectificar cursos de
acción, planificar equipamiento, instalaciones, insumos, personal, etc.
Se han propuesto varias alternativas de que mejoran el realismo del modelo SIR básico. Se
sintetizan aquí las principales. Todas consisten en el añadido de compartimentos que
generan subclasificaciones dentro de cada grupo original. Se sintetizan aquí las principales.
Por razones de economía de espacio se omitirán las ecuaciones pero el lector puede
encontrarlas en las referencias aportadas.
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
2
Incluso, puede haber demoras desde la fecha de aparición de síntomas y la confirmación si los métodos de
testeo no son eficientes, son insuficientes o demoran tiempo en producir resultados.
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
virus. En el caso de Covid-19 la literatura internacional indica que 18% a 40% de los
infectados pueden ser asintomáticos (Mizumoto et al 2020) y que la ventana de
inmunización desde el contagio es de 14 días en total3. A su vez, puede ocurrir que el
contagio ocurra antes de la aparición de síntomas, en un período pre-sintomático, donde
el infectado contagia sin saberlo. Este elemento es clave en la contención de la
enfermedad si este período abarca varios días de la incubación y si los protocolos de
testeo sólo incluyen a individuos con síntomas. En Covid-19 la evidencia muestra que
alrededor de 40% de los contagios ocurre en este período, que ocurre entre 1 y 3 días
antes de los síntomas (Wei et al 2020). Ello justifica la adopción de campañas de testeo
masivo, especialmente en la fase de propagación. El efecto de esta distinción en los
modelos es el de aumentar el volumen de infectados.
iv) Consideración de distintos grados de severidad de los infectados. Es usual encontrar que
las enfermedades virales tengan distinto grado de severidad de acuerdo a la edad del
infectado y su condición de salud pre-existente al contagio. Esto introduce distintos
ritmos de recuperación, que en el modelo SIR se supone homogénea e igual para todos.
Este elemento es clave para la planificación de servicios de salud en tanto los pacientes
severos y críticos demandarán internación hospitalaria mientras que los leves requerirán
una supervisión en aislamiento. En Covid-19 se estima que la recuperación es de 10 días
en pacientes leves, 14 días en pacientes severos y puede llevar más de 20 en los
pacientes críticos (Zhou et al 2020). A su vez, la evidencia internacional indica que 80% de
los infectados desarrolla síntomas leves y no requiere internación, 13-15% requiere
hospitalización en sala de cuidados comunes y 5%-7% demanda cuidados intensivos
(usualmente acompañado de respirador).
3
Por ello, las medidas preventivas tomadas en casos sospechosos suelen aconsejar el aislamiento de
asintomáticos durante 2 semanas.
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
Se ensayaron 2 variantes de SEIR para Covid-19 con datos de Argentina, SEIRH y SEIRP. La
primera considera expuestos, asintomáticos, tiempos de recuperación homogéneos y
descenso de la transmisión en el tiempo. La segunda, SEIRP agrega pre-sintomáticos y
distintos ritmos de recuperación de leves, severos y críticos pero adopta una especificación
distinta para la tasa de transmisión en tanto supone aislamiento de infectados activos y
circulación restringida de pre-sintomáticos. Esto elimina la necesidad de estimar la tasa de
descenso del contagio.
El modelo SEIRP fue estimado suponiendo 6 días de incubación, 66% de sintomáticos, tasa
de transmisión inicial de 0,29 para sintomáticos, tasa de transmisión constante de
asintomáticos de 0,043,12 días de recuperación de sintomáticos, 7 días de inmunización de
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
Los valores proyectados por esa variante SEIRH pronostican alrededor de 7000 casos activos
en la 3ra semana de junio. Si 20% de ellos requiriese internación, ello implicaría unas 1400
camas en todo el país y cerca de 500 camas en cuidados críticos (terapia intensiva). Si bien
este escenario parece alentador desde el punto de vista de la presión sobre los recursos un
examen más detallado de su bondad de ajuste hace dudar de la precisión de esas
proyecciones.
Comparando las cifras de infectados activos predichas con las reportadas durante el período
30 de marzo al 29 de abril, se observa que el modelo sobre-estima severamente los
contagiados. No se expone aquí pero el modelo también sobre-estima la cantidad de
muertes, respecto de las ocurridas. Esto lleva a dudar de la precisión de las cifras ofrecidas.
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
Un mejor ajuste a las cifras de infectados activos informadas por el Ministerio de Salud de la
Nación se encuentra con la siguiente recalibración: 60% de sintomáticos, 7 días de
incubación, una tasa de transmisión inicial de 0,143 para sintomáticos sujeta a una tasa de
descenso de 0,015 hasta el 6 de abril, 0,009 del 6 al 26 de abril y 0,005 desde el 26 de abril,
transmisión de asintomáticos equivalente a 0,072, 7 días de inmunización en asintomáticos
y 38 días de recuperación en sintomáticos.
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
El modelo recalibrado proyecta 4500 casos activos los últimos días de junio, con 640
hospitalizados y unas 320 en cuidados intensivos. Si bien estas cifras están alineadas con los
casos observados, se basan en un parámetro de recuperación muy alejado de los valores
reportados en otros lugares del mundo, con más casuística. Los valores recuperación que
para Argentina generan el mejor ajuste se acercan al tiempo en que el infectado se vuelve
negativo en base a pruebas PCR, pero no necesariamente contagia. El segundo problema es
que esta variante supone que la intervención de las autoridades sanitarias genera descensos
paulatinos del contagio, mientras que en la práctica, Argentina al igual que varios países del
resto del mundo, se encuentran en fases de relajación de medidas de aislamiento por
motivos esencialmente económicos. La flexibilización del ASPO aumentará la circulación
aunque el impacto de ello sobre la transmisión efectiva del SARS-Cov2 es incierto4.
4
Sin duda, el mayor número de contactos diarios que habrá entre expuestos, asintomáticos e infectados leves
redundará en mayores tasas de transmisión que las operativas durante el apogeo del ASPO, pero ello podría
ser parcialmente contrarrestado por el mayor uso de elementos de autoprotección.
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
Gráfico 8: Bondad de ajuste del modelo SEIRH recalibrado para Covid-19. Argentina
Este valor inusual justifica la exploración de un modelo con mayor desagregación de los
tiempos de recuperación como el SEIRP. Como se dijo antes, ese modelo incorpora pre-
sintomáticos y tasas de contagio y de recuperación diferentes para cada grupo. Los
parámetros elegidos en esta variante se basan, nuevamente en evidencia sistematizada en
otras regiones y parten de la tasa de variación diaria de nuevos casos locales observada en
Argentina el 30 de marzo (rt = 0,138).
El modelo SEIRP ajustado para Argentina consideró los siguientes parámetros: 7 días de
incubación hasta la etapa pre-sintomática, 2 días de contagio en etapa pre-sintomática, 7
días de inmunización en asintomáticos, 9 días de recuperación en sintomáticos leves, 14
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
días en severos y 28 días en críticos, 20 días desde inicio de síntomas hasta deceso. La tasa
de transmisión de pre-sintomáticos se calculó buscando el mejor ajuste al tiempo de
duplicación de casos y de casos activos. Ese valor se ubica en 0,31. Se trata de un valor
razonable en tanto la probabilidad de contagio se calcula actualmente en torno a 0,1 y bajo
medidas de aislamiento social la cantidad de contactos diaria puede rondar las 3 personas.
Las demás tasas suponen una atenuación de 0,1; 0,3; 0,4 y 0,1 para expuestos,
asintomáticos, leves y severos respectivamente5. Esto implica que, los expuestos, infectados
severos y críticos tienen una tasa de transmisión de 0,031 mientras que los asintomáticos
transmiten a razón de 0,093 casos por día y los leves 0,124 casos por día. A su vez, se
mantienen las proporciones de sintomáticos en 60%, de los cuales 80% es leve, 13% es
severo y 7% es crítico. La tasa de letalidad se supuso en 4,2% de los infectados confirmados
(sintomáticos).
(a) Ajuste a la tasa de duplicación de casos (b) Ajuste entre activos predichos y observados
El problema con el modelo SEIRP, que parece el más realista de todas las variantes es que
predice un pico hacia fines de diciembre de 2020 y con 1,1 millón de casos activos, es decir
un pico tardío y con una cantidad de casos activos que superaría la capacidad del sistema
5
Se considera que los pacientes críticos tienen una atenuación equivalente a los severos, de 0,1
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
sanitario en tanto se requerirían 200 mil camas y casi 80 mil módulos en terapia intensiva.
No se presenta aquí el Gráfico por la escasa verosimilitud del pronóstico.
A diferencia del modelo SEIRH, donde fue posible una re-calibración con valores de los
parámetros razonables, a excepción de la tasa de recuperación, en este caso ninguna re-
parametrización implicó una mejora sustantiva en todos los aspectos del modelo. Por
ejemplo, una reducción sustancial de las tasas de contagio de los expuestos, asintomáticos,
sintomáticos leves, severos críticos, requería para obtener cifras cercanas a la tasa de
doblaje y de casos activos valores de transmisión de pre-sintomáticos muy elevados. Algo
similar ocurre con los tiempos de recuperación, para producir valores de infectados en el
pico más razonables se requerirían tiempos de recuperación demasiado cortos en relación a
lo que informan los organismos de salud.
Por este motivo, el modelo más realista genera proyecciones tan inverosímiles como el
modelo básico SIR. Estos resultados coinciden con los errores de pronóstico de ajustes
propuestos para Italia. Por ejemplo, Giordano et al (2020) predicen bastante bien el pico a
mediados de abril pero el número de casos pronosticado es el triple de los observados (aún
considerando subtesteo). Por su parte Fanelli y Piazza (2020) pronosticaron el pico en marzo
con 15 mil activos y 9300 muertes. El pico ocurrió un mes después con cifras 7 veces
superiores a las predichas en activos y 3 veces superiores en muertes. Otros trabajos
reportan las mismas dificultades. Por ese motivo, los pronósticos basados en modelos SIR de
difundirse, vienen acompañados de varios reparos y la recomendación de ajustarlos casi
semanalmente a medida que arriba nueva información, sugiriendo que quizá el mejor
horizonte de predicción sea el corto plazo, sin aspiraciones proyectivas para el ciclo
completo.
Roda et al (2020) acuerdan que las problemas de pronóstico son mayores en los modelos
con más parámetros. Según estos autores, esto podría deberse a un problema de
identificación. Por ejemplo, el modelo de Roda et al (op cit) muestra que demoras entre la
fecha de aparición de síntomas de la fecha de confirmación, puede propagar errores al resto
de los compartimentos. Los problemas de identificación surgen en modelos con más
parámetros que los que el modelo puede soportar y la única forma de evitar este problema
es contar con más información que permite identificar mejor la dinámica del modelo. Pero
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
más información requiere más tiempo de propagación y ello naturalmente resta capacidad
de reacción.
3. REFLEXIONES FINALES
Desde la irrupción del SARS-Cov en China a fines de 2002 y el MERS-Cov en Arabia Saudita
en 2012, los modelos compartimentales han recibido notable atención en la literatura
epidemiológica y han resultado de gran utilidad para comprender y actuar frente a los
brotes de esas epidemias.
En caso de SARS-Cov-2 el Imperial College (Inglaterra) utilizó modelos SEIR para ilustrar el
impacto que tendría su propagación mundial. Esos pronósticos animaron a la Organización
Mundial de la Salud a declarar la Covid-19 como pandemia e instar a todos los países a
implementar medidas de distanciamiento social. Con todo, la mayoría de las aplicaciones
empíricos de esta familia de modelos aún permanecen en el campo de la enseñanza y la
difusión dejando en claro que estos modelos pueden ser insuficientes para la toma de
decisiones6 debido a la elevada sensibilidad de los resultados a los valores de los parámetros
y a depender de aspectos no observables. Todavía son escasas las publicaciones que utilizan
estos modelos para modelar el ciclo completo de la pandemia de Covid-19. Las disponibles
revisadas exhiben grandes errores de pronóstico. El propio responsable del Imperial College,
principal organismo asesor de Covid-19 del gobierno del Reino Unido admitió errores de
pronóstico; al inicio predijo 250 mil muertes en Gran Bretaña adoptando medidas de
mitigación (Ferguson et al, 2020), días después del aislamiento dispuesto por el gobierno
británico7, reconoció que las cifras eran excesivas y pronosticó 20 mil decesos a causa de la
Covid-19 (New Scientist, 25/03/2020), actualmente el Reino Unido reporta más 31 mil
muertes.
6
Ver por ejemplo, la aplicación online desarrollada por Alison Hill de la Universidad de Harvard en
https://alhill.shinyapps.io/COVID19seir/. Otra calculadora online, desarrollada por Gabriel Goh, se encuentra
en http://gabgoh.github.io/COVID/index.html
7
Las cifras divulgadas en ese informe revocaron la decisión inicial de Gran Bretaña de avanzar hacia una
inmunización natural a tomar medidas de aislamiento.
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
de parámetros alejados de los registrados en otras regiones del mundo con mayor casuística
sobre Covid-19 y/o predicciones poco razonables (picos muy alejados y con valores muy
altos de infectados).
Por el momento, los modelos SIR y SEIR son incapaces de generar pronósticos fiables de
epidemias como la Covid-19. No obstante, son poderosos en el ámbito de la enseñanza, la
investigación y la divulgación para indagar e ilustrar cómo medidas de distanciamiento
social (que reducen los contactos entre personas), el uso de elementos de autoprotección
(reducen la probabilidad de contagio) y de rastreo de infectados (reducen ambos) pueden
colaborar para disminuir la presión de la enfermedad sobre los recursos sanitarios.
Por el momento, el horizonte de predicción más adecuado parece ser el de corto plazo (4 o
6 semanas) y el apoyo de indicadores de vigilancia como el número reproductivo efectivo o
el tiempo de duplicación de casos.
4. REFERENCIAS
De Visscher A (2020). A Covid-19 epidemiological model for community and policy maker
use. Disponible en arXiv: 2003.08824
Fanelli D y Piazza F (2020). Analysis and forecast of Covid-19 spreading in China, Italy and
France. Disponible en
https://www.researchgate.net/publication/339887331_Analysis_and_forecast_of_COVID-
19_spreading_in_China_Italy_and_France
Ferguson N, Laydon D, Nedjati-Gilani G, Imai N, Ainslie K, Baguelin M et al (2020). Reporte 9:
Impacto de las intervenciones no farmacéuticas (INF) para reducir la mortalidad y demanda
en los sistemas de salud frente a COVID-19. Imperial College Covid-19 Response Team.
Disponible en: https://www.imperial.ac.uk/media/imperial-college/medicine/mrc-
gida/2020-03-16-COVID19-Report-9-Spanish.pdf
Ganyani T, Kremer C, Chen D, Torneri A, Faes Ch, Wallinga J and Hens N (2020). Estimating
the generation interval for Covid-19 based on symptoms onset data.
https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.03.05.20031815v1.full.pdf
Giordano G, Blanchini F, Bruno R, Colaneri P, Di Filippo A, Di Matteo A y Colaneri M (2020).
Modelling the COVID-19 epidemic and implementation of population-wide interventions in
Italy. Nature Medicine Letter. Abr 22.
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
Wallinga J y Lipsitch M (2007). How generation intervals shape the relationship between
growth rates and reproductive numbers. Proceedings Biol Scie. 274(1609): 599–604.
doi: 10.1098/rspb.2006.3754
Los modelos compartimentales en enfermedades infecciosas | Valentina Viego
Zhou F, Yu T, Du R, Fan G, Liu Y, Liu Z et al (2020). Clinical course and risk factors for
mortality of adult impatients with Covid-19 in Wuhan, China: a retrospective cohort study.
The Lancet, 395(10229): 1054-1062.
Covid-19: diseño de herramientas para la gestión de los recursos sanitarios
desde un enfoque multidisciplinario | M. Porras; M. Geri; G. Durand; J. Virdis; G. González;
M.F. Arnaudo; F. Durán; A. Blanco; M. S. Moreno; E. Elorza; F. Lago; N. Moscoso; A. Bandoni
1. INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas, los sistemas de salud se enfrentan a permanentes cambios que los
obliga a adaptar sus decisiones. Desde el punto de vista de la demanda de servicios, se
registran modificaciones en los perfiles demográficos y epidemiológicos, además de
expectativas crecientes de una población más educada e informada. Desde el punto de vista
1
El presente documento fue elaborado por el Grupo de Economía e Ingeniería de Sistemas de Salud en el
marco de un Convenio de Colaboración firmado en marzo de 2020 entre la Municipalidad de Bahía Blanca y la
Universidad Nacional del Sur.
Covid-19: diseño de herramientas para la gestión de los recursos sanitarios
desde un enfoque multidisciplinario | M. Porras; M. Geri; G. Durand; J. Virdis; G. González;
M.F. Arnaudo; F. Durán; A. Blanco; M. S. Moreno; E. Elorza; F. Lago; N. Moscoso; A. Bandoni
de la oferta, los proveedores de servicios para el cuidado de la salud deben adaptarse a las
transformaciones de la industria biomédica con permanentes innovaciones tecnológicas.
En este contexto, la pandemia del COVID-19 agrega nuevos desafíos a todos los países del
mundo que deben planificar en el corto plazo sus servicios de salud para dar respuesta a la
amenaza de esta desconocida enfermedad. La mayoría de los sistemas de salud, aún con
diferentes características institucionales (sean de financiamiento público, privado o mixtos),
colapsan al ser sorprendidos por la rápida llegada de los contagios viendo reducidas sus
capacidades de atender adecuadamente las necesidades de salud de su población.
En este contexto, las autoridades sanitarias necesitan contar con información que les
permita tomar decisiones en el menor tiempo posible y con el menor nivel de
incertidumbre. Un sistema de salud que se proponga el manejo oportuno de la pandemia
debe: i) interpretar lo que está ocurriendo en los países con población enferma, ii) analizar
las capacidades reales de atención de su propio sistema de salud, iii) proyectar los posibles
escenarios de curvas de contagios, para finalmente, iv) tomar decisiones que los acerquen a
las posibles realidades de contagio y necesidad de recursos.
En el caso de Argentina, la llegada de la pandemia más tarde que en otros países, permite
tener información de experiencias previas para predecir las futuras demandas de recursos
sanitarios. Sin embargo, cualquier sistema de salud local o regional del país, tiene la
complejidad adicional de la segmentación y fragmentación del diseño institucional (público,
privado y mixto) (Bellóet al., 2011) que impone a los tomadores de decisión la necesidad de:
i)planificar la oferta de los recursos médico-sanitarios de los subsectores públicos y
privados, e ii) integrar los múltiples financiadores de la atención de la salud según sean
seguros privados, obras sociales, y/o el Estado en sus tres niveles de gobierno.
Covid-19: diseño de herramientas para la gestión de los recursos sanitarios
desde un enfoque multidisciplinario | M. Porras; M. Geri; G. Durand; J. Virdis; G. González;
M.F. Arnaudo; F. Durán; A. Blanco; M. S. Moreno; E. Elorza; F. Lago; N. Moscoso; A. Bandoni
OBJETIVO
RESULTADOS
El problema descripto por las autoridades locales planteó la necesidad de realizar diferentes
actividades: i) revisar la literatura para investigar la existencia de herramientas que
permitan calcular insumos, ii) interpretar el proceso de atención de los pacientes con
síntomas de COVID-19, iii)identificar los insumos que serían requeridos en cada etapa del
proceso, iv) proyectar las curvas de contagio que permitan calcular la cantidad de pacientes
que podrían requerir insumos del sistema de atención de la salud.
2Para más información acerca de la misión, objetivos, miembros y proyectos de investigación y de transferencia
del grupo consultar http://www.geiss.uns.edu.ar/
Covid-19: diseño de herramientas para la gestión de los recursos sanitarios
desde un enfoque multidisciplinario | M. Porras; M. Geri; G. Durand; J. Virdis; G. González;
M.F. Arnaudo; F. Durán; A. Blanco; M. S. Moreno; E. Elorza; F. Lago; N. Moscoso; A. Bandoni
diferentes instituciones públicas y privadas, así como por grupos de investigación (Zhang et
al., 2005; Radonovich, 2009; Halyardhealth, 2020; OMS, 2019). Incluso se encuentran
numerosas herramientas disponibles online de uso libre que permiten planificar los servicios
hospitalarios para responder a las necesidades de atención durante una pandemia. Por
ejemplo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades3, desarrollaron en el
año 2004, una herramienta denominada FluSurge basada en una planilla de cálculo con la
cual las autoridades de salud pueden estimar la cantidad de camas de cuidados mínimos e
intensivos y respiradores necesarios para distintos escenarios de casos de influenza con solo
indicar unos pocos parámetros (Zhang et al., 2005).
Por su parte, con motivo de la pandemia COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (en
adelante OMS) desarrolló un conjunto de 3 herramientas que pueden ser utilizadas para
planificar en el contexto de la actual crisis sanitaria. Se trata de planillas de cálculo, que
aunque responden a objetivos distintos, resultan complementarias: i) The Adaptt Surge
Planning Support Tool: estima la cantidad de camas necesarias para la atención moderada,
grave y crítica, y los distintos recursos humanos necesarios a partir de la predicción de un
modelo epidemiológico, ii) The Health Workforcé Estimator: estima el número requerido de
23 tipos de trabajadores de salud en función de un número objetivo de pacientes leves,
moderados, severos y críticos por día. Se alimenta de los datos generados por The Adaptt
Surge Planning Support Tool y proporciona un análisis de las brechas diarias en la fuerza
laboral disponible y necesaria para cada tipo de trabajador de la salud en las distintas
instalaciones), y iii) COVID-19 Essential Supplies Forecasting Tool: predice la necesidad de
insumos esenciales a corto plazo incluyendo equipos de protección personal, equipos de
diagnóstico, medicamentos para las terapias de apoyo e insumos médicos descartables.
Estas calculadoras fueron diseñadas para ser utilizadas por los países miembros de la OMS,
aunque pueden adaptarse para ser utilizadas por estados sub-nacionales o poblaciones
específicas (OMS, 2019).
3Centers for Disease Control and Prevention, dependientes del Department of Health and Human Services
(Atlanta, Estados Unidos).
Covid-19: diseño de herramientas para la gestión de los recursos sanitarios
desde un enfoque multidisciplinario | M. Porras; M. Geri; G. Durand; J. Virdis; G. González;
M.F. Arnaudo; F. Durán; A. Blanco; M. S. Moreno; E. Elorza; F. Lago; N. Moscoso; A. Bandoni
tener hospitales públicos gestionados y financiados por los tres niveles de gobierno
(nacional, provincial y municipal), centros de atención primaria de la salud, hospitales
privados y gremiales. Por esta razón, fue necesario avanzar en el diseño de herramientas
propias, ajustadas a las realidades locales que puedan desarrollarse interactivamente con
los actores del sistema sanitario, y ser adoptadas por éstos para gestionar la pandemia.
El proceso de atención inicia, según los protocolos establecidos, con el llamado telefónico
por parte del paciente a un operador, o con la visita presencial al centro de salud y culmina
con el alta definitiva o la defunción.
4La Región Sanitaria I está ubicada en el sur de la Provincia de Buenos Aires. La componen 15 partidos; Adolfo
Alsina, Adolfo Gonzáles Chaves, Bahía Blanca, Coronel Rosales, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Coronel
Suárez, Guaminí, Monte Hermoso, Patagones, Puán, Saavedra, Tornquist, Tres Arroyos y Villarino.
Covid-19: diseño de herramientas para la gestión de los recursos sanitarios
desde un enfoque multidisciplinario | M. Porras; M. Geri; G. Durand; J. Virdis; G. González;
M.F. Arnaudo; F. Durán; A. Blanco; M. S. Moreno; E. Elorza; F. Lago; N. Moscoso; A. Bandoni
A. Consultas
B. Triage
C. Traslados a centros de aislamiento u hospitales
D. Aislamientos / hospitalizaciones
E. Alta o defunción
Para identificar los bienes y servicios requeridos en cada una de las fases de atención del
paciente, se combinaron revisiones bibliográficas de la literatura científica con los
protocolos de atención vigentes y las entrevistas virtuales a expertos. Estas tareas
permitieron seleccionar aquellos insumos mayormente empleados para el tratamiento de
esta patología en la ciudad de Bahía Blanca. De esta forma, la estimación de insumos
necesarios para la atención de pacientes refleja las estrategias y protocolos diseñados por
los responsables de las instituciones sanitarias de la región.
Para identificar el modelo epidemiológico que podía adaptarse a las condiciones particulares
de una ciudad mediana como Bahía Blanca, se comenzó por diseñar modelos sencillos que
Covid-19: diseño de herramientas para la gestión de los recursos sanitarios
desde un enfoque multidisciplinario | M. Porras; M. Geri; G. Durand; J. Virdis; G. González;
M.F. Arnaudo; F. Durán; A. Blanco; M. S. Moreno; E. Elorza; F. Lago; N. Moscoso; A. Bandoni
Al final de este documento se presentan, como anexos, infogramas que presentan las
características y prestaciones de cada una.
rangos etarios, entre otros. Este proceso, dio cuenta de la utilidad de m-COVID, sobre todo,
para las autoridades responsables de la administración del aislamiento social preventivo y
obligatorio, y de i-COVID para los encargados de decidir la demanda presente y potencial de
los recursos sanitarios en el sistema de salud.
REFLEXIONES FINALES
Los modelos, para ser útiles, deben ser capaces de producir resultados y predicciones que
sean confiables para ser implementados en operaciones reales. Uno de los factores
principales para el éxito de los modelos matemáticos es la calidad de la información con la
que se los alimentan. En este proceso resulta fundamental la participación de los actores
locales y los grupos de expertos tanto en la etapa del diseño de herramientas para la toma
de decisiones, como en la validación de las mismas. El proceso de validación permite
verificar la potencialidad, aplicabilidad, validez, confiabilidad y flexibilidad de las
herramientas desarrolladas y por otra parte, fomenta la interacción entre distintos actores
desarrollando mecanismos de retroalimentación entre los mismos.
Este trabajo fue llevado a cabo mayormente en el entorno virtual, lo cual implicó, en línea
con lo expresado por Gálvez Mozo (2005), el desarrollo por parte de los integrantes del
grupo de nuevas destrezas y un nuevo sentido de la realidad y el compromiso.
REFERENCIAS
Aboelela, S., Larson, E., Bakken, S., Carrasquillo, O., Formicola, A., Glied, S., ... &Gebbie, K.
(2007). Defining interdisciplinary research: Conclusions from a critical review of the
literatura, Health services research, 42(1p1), 329-346.Belló, M, Becerril-Montekio M
V. Sistema de salud de Argentina. Salud pública Méx vol.53 supl.2 Cuernavaca ene.
2011.
Gálvez Mozo, A. (2005). Sociabilidad en pantalla. Un estudio de la interacción en los
entornos virtuales. AIBR: Revista de Antropología Iberoamericana, (1), 15.
García Cabrera, H. E., Díaz Urteaga, P., Ávila Chávez, D., & Cuzco Ruiz, M. Z. (2015). La
Reforma del Sector Salud y los recursos humanos en salud. Anales de la Facultad de
Medicina, 76, 7-26. https://dx.doi.org/10.15381/anales.v76i1.10966
González Carbonell, R., Nápoles Padrón, E., Calderín Pérez, B., Cisneros Hidalgo, Y.,
&LandínSorí, M. (2014). Carácter interdisciplinario de la modelación computacional
en la solución de problemas de salud. Humanidades Médicas, 14(3), 646-658.
Halyardhealth. (2020). Recuperado de:https://www.halyardhealth.com/solutions/infection-
prevention/pandemic-preparedness/pandemic-planning.aspxOMS. (2019). Surge
Covid-19: diseño de herramientas para la gestión de los recursos sanitarios
desde un enfoque multidisciplinario | M. Porras; M. Geri; G. Durand; J. Virdis; G. González;
M.F. Arnaudo; F. Durán; A. Blanco; M. S. Moreno; E. Elorza; F. Lago; N. Moscoso; A. Bandoni
Radonovich L.J., Magalian P.D., Hollingsworth M.K., Baracco G. (2009). Stockpiling supplies
for the next influenza pandemic. Emerging infectious diseases, (15) 6.
Siddiqi, S., Masud, T. I., Nishtar, S., Peters, D. H., Sabri, B., Bile, K. M., & Jama, M. A. (2009).
Framework for assessing governance of the health system in developing countries:
gateway to good governance. Health policy, 90(1), 13-25.
Valdez, R. S., Brennan, P. F., &Ramly, E. (2010). Industrial and systems engineering and
health care: critical areas of research. Agency for Healthcare Research and Quality,
US Department of Health and Human Services, Working paper N°10-0079.
Zhang X, Meltzer M.I., & Wortley P. (2005). FluSurge2.0: a manual to assist state and local
public health officials and hospital administrators in estimating the impact of an
influenza pandemic on hospital surge capacity (Beta test version). Centers for
Disease Control and Prevention, U.S. Department of Health and Human Services.
Covid-19: diseño de herramientas para la gestión de los recursos sanitarios
desde un enfoque multidisciplinario | M. Porras; M. Geri; G. Durand; J. Virdis; G. González;
M.F. Arnaudo; F. Durán; A. Blanco; M. S. Moreno; E. Elorza; F. Lago; N. Moscoso; A. Bandoni
ANEXO
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
1. INTRODUCCIÓN
El objetivo es ofrecer las coordenadas para dimensionar el impacto que la pandemia tendrá
sobre los sectores más pobres del país y de la ciudad, y ofrecer algunas reflexiones en torno
a posibles medidas de política social para reducir el impacto de la crisis. El trabajo construye
sobre un documento de trabajo del IIESS publicado tres semanas luego de iniciada la medida
de aislamiento social obligatorio (Santos, 2020a).
El artículo presenta estimaciones y análisis con dos fuentes de datos. Por una parte, los
microdatos del segundo semestre de 2019 de la Encuesta Permanente de Hogares, realizada
por el INDEC. Por otra parte, se utiliza la base de datos de beneficiarios de los programas
sociales de la Municipalidad de Bahía Blanca, la cual a su vez ha sido cruzada con los datos
provenientes del Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (SINTyS). En este
sentido, se agradecen las bases de datos proporcionadas por la Oficina de Estadísticas
1
Este trabajo ha sido realizado en el marco del proyecto de CONICET PIP No 11220150100659CO y del Proyecto
de Unidad Ejecutora (PUE) del CONICET sobre Vulnerabilidad y Exclusión Social en Bahía Blanca.
Se agradece especialmente al Jefe de la Oficina de Estadísticas Sociales de la Municipalidad de Bahía Blanca,
Lic. Martin Napal, por proporcionar las bases de datos referidas a las políticas sociales. Se agradece además la
asistencia técnica de la Dra. Marina Tortul, profesional de apoyo del IIESS.
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
La carencia de ingresos es sin duda una privación fundamental, puesto que inhibe múltiples
logros y resta libertad de elección y acción. Sin embargo, el escenario se presenta aún más
complejo cuando se consideran las múltiples privaciones simultáneas que experimentan los
hogares pobres. Estimaciones propias de un índice de pobreza multidimensional (IPM) para
Argentina y para Bahía Blanca con los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares
(EPH)delsegundo semestre de 2019, revelan un degradé de privaciones interconectadas que
para algunos grupos se convierte en una trampa de pobreza. Las estimaciones del IPM, que
incluye la privación monetaria pero también 11 privaciones no monetarias (véase Tabla A.1
del Anexo para detalle del índice), indicaban el siguiente panorama.
2
Cabe aclarar que las estimaciones de pobreza para Bahía Blanca con datos de la Encuesta Permanente de
Hogares (EPH) están sujetas a un error muestral significativo puesto que el tamaño de muestra en este
aglomerado es pequeño, de entre 3080 y 550 hogares por trimestre. Esto significa que las estimaciones
puntuales mencionadas tienen en realidad un amplio intervalo de confianza.
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
Gráfico 1a Gráfico 1b
En pobreza En pobreza
multidimensional multidimensional
intensa
No pobres intensa
21.5%
56.9% 18.1%
No pobres
En pobreza
66.6%
multidimensional
severa
4.4%
En pobreza
multidimensional
severa
9.0%
3
El índice estimado es el Índice de Pobreza Multidimensional para América Latina (IPM-LA) de Santos y
Villatoro (2018). El IPM se compone de 12 indicadores agrupados en 5 dimensiones: vivienda (precariedad de
los materiales de la vivienda, hacinamiento y tenencia insegura de la vivienda), servicios básicos (carencia de
fuentes de agua mejoradas, carencia de fuentes de saneamiento mejoradas, carencias de energía limpia),
educación (inasistencia de niños a la escuela, rezago escolar, logro educativo insuficiente de los adultos) y
empleo (desocupación) y seguridad social (hogares donde ningún miembro ocupado realiza aportes
previsionales, ningún adulto mayor percibe jubilación o pensión o ningún miembro del hogar tiene cobertura
de salud contributiva), y estándar de vida (ingreso del hogar).
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
del nivel secundario de educación).4Esta misma complejidad se evidencia para toda la región
de América Latina, tal como se detalla en Lustig y Tommasi (2020) y Santos (2020b).
Los datos permiten además hacer un sencillo análisis adicional. En línea con Alkire et al
(2020), de todas las privaciones consideradas (detalladas en la Tabla A.1), podemos pensar
en aquellas que constituyen un factor de riesgo para el COVID-19. Específicamente, el
acceso a agua potable y saneamiento adecuado parecen críticos para mantener la medida
de higiene necesaria para evitar el contagio. Asimismo, contar con un mínimo de espacio
suficiente en el hogar, es decir, no vivir en condiciones de hacinamiento, no sólo posibilitan
el mejor cumplimiento de la medida de aislamiento social preventivo sino también evitan el
cultivo de otras enfermedades, así como también de malestar psicológico y acentuación de
disfuncionalidades intra-hogar que pueden llegar a la violencia y el abuso. Por último, el
acceso a energías limpias para cocinar, puede asociarse a una menor propensión a padecer
enfermedades respiratorias de base que son factores de riesgo para el COVID-19.5
4
Específicamente, al segundo semestre de 2019 en Argentina, el 70% de los pobres multidimensionales
(incluyendo tanto a los intensa como a los severamente pobres) pertenecían a hogares que no aportan al
sistema de seguridad social, o donde ningún adulto mayor percibe jubilación o pensión, o donde ningún
miembro tiene cobertura de salud contributiva; el 35% de los multidimensionalmente pobres pertenecen a
hogares con al menos un desocupado; el 37% no tiene acceso a saneamiento adecuado, el 21% vive en
hogares con 3 o más personas por cuarto, y el 14% vive en hogares donde ningún miembro adulto completó
tres años de estudios secundarios.
5
Estos factores de riesgo no incluyen los factores de riesgo primordiales referidos a la condición de salud y la
edad, sobre los cuales no hay información en las bases de datos aquí utilizadas. Sin embargo, es sabido que las
personas en situación de pobreza multidimensional tienen más probabilidades de estar malnutridos (sea baja
estatura por edad en los niños, bajo índice de masa corporal en mayores o bien, en el otro extremo, obesidad).
Por otra parte, su falta de acceso a cobertura de salud contributiva hace que estén “subdiagnosticados” en
muchas patologías (como por ejemplo diabetes, cáncer, hipertensión).
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
A su vez, como sabemos de las estimaciones multidimensionales, para muchas personas las
privaciones de particular riesgo para el COVID-19 se combinan con privaciones que limitan
los recursos monetarios y humanos para poder lidiar con el potencial impacto de salud en el
desafortunado caso de contagiarse del virus, y dificultan también el cumplimiento de la
medida de aislamiento social para evitar el contagio. La Tabla 2 puntualiza la cantidad de
población con las diferentes combinaciones de a pares.
Tabla 2: Cantidad de personas que experimentan privaciones de riesgo para el COVID-19 y otras privaciones
en dimensión de ingresos, empleo y educación
El municipio de Bahía Blanca (MBB de ahora en más) cuenta con un conjunto de programas
de transferencias monetarias que constituían -a Diciembre de 2019- el núcleo principal de la
política social municipal. Los mismos eran complementados con algunos beneficios
municipales no-monetarios, principalmente el bolsón de alimentos (entendido como una
asistencia transitoria a familias en emergencia alimentaria) y el cupón de recarga de garrafa
de gas social, entre otros. Aquí se consideran únicamente los programas de transferencias
monetarias, ya que la base de datos utilizada ofrece información sobre estos programas
únicamente.
6
Las principales cuestiones puntualizadas en esta sección surgen de un análisis realizado por solicitud del
gobierno municipal, entregado en Diciembre de 2019, en el marco de un Convenio Específico de colaboración
entre el Municipio, el IIESS y el Depto. de Economía de la UNS.
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
su hogar. La tarjeta permite la compra de alimentos. Tenía 6098 titulares; todos con un
monto de $1061, lo cual representaba a valores del momento de los datos, sólo un 25% de
la Canasta Básica Alimentaria y sólo un 10% de la Canasta Básica Total, ambas calculadas
para un adulto equivalente. Los demás programas, en cambio, exhiben variabilidad en los
montos. En la Tabla 3 se presentan características básicas de los programas principales.7
Un análisis de las características de los titulares de los beneficios sociales municipales, así
como de sus hogares indica que quienes están incluidos como beneficiarios de la política
social exhiben características típicas de elegibilidad para programas de transferencias tales
como bajo nivel educativo, vivienda en condiciones precarias y desempleados en su
mayoría, lo cual es un elemento favorable en el diseño de la política social actual del
municipio en términos de su focalización.
Los beneficiarios se concentran en los grupos que tienen primario completo o secundario
incompleto como máximo nivel educativo alcanzado. La mayor proporción de titulares son
argentinos (sólo un 4% son extranjeros). En tres de los cuatro programas principales (Tarjeta
7
Se excluyen de la tabla los programas Prenom, Focam y “Otros programas” porque además de distribuirse a
una menor proporción de la población (499 titulares en total) presentaban información con algunas
inconsistencias, registrando en algunos casos instituciones (y no personas) como beneficiarias. Cabe notar, sin
embargo, que estos programas presentan una dispersión en los montos de beneficios sustancialmente más
alta que la de los principales programas aquí analizados.
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
celeste, Ayuda Económica y Niñez) más del 70% de los titulares son mujeres. El tamaño de
hogar de mayor frecuencia es de 3 y 4 miembros, seguido de uno, dos y cinco miembros. El
65% de los titulares habita en un hogar con presencia de niños. El 16% de los beneficiarios
pertenecen a un hogar donde hay al menos un discapacitado.El 70% de las viviendas de los
beneficiarios tiene privaciones en su vivienda, tales como vivienda de tipo inadecuada (auto,
rancho, casilla, en la calle, garaje, hotel o pensión, Iglesia, local, pieza) o vivienda calificada
como “insatisfactoria” o en “carencia grave” o si no tiene baño interno.La mayor proporción
de beneficiarios se concentra en el rango de entre 30 y 60 años de edad, y le sigue la
proporción entre 19 y 29 años. De los beneficiarios a fines de 2019, un 28% ingresó como
beneficiario en 2007. El resto se distribuye en los años restantes con un pico en 2009 (año
recesivo) y un segundo pico en 2019 y en 2016, años también particularmente recesivos.
Cobertura
Tabla 4: Cobertura de la política social municipal– Bahía Blanca- Segundo Semestre 2019
Indicadores Puntual De De
mínima máxima
De la población bajo línea de pobreza 35% 30% 42%
Cobertura De la población de 0-14 años en hogares bajo línea de pobreza 40% 33% 51%
De la población en pobreza multidimensional intensa y severa 36% 30% 44%
Fuente: Elaboración propia con datos de la EPH y de la base de beneficiarios de programas de transferencias
monetarias de la MBB.
Relación entre monto del beneficio y características de los beneficiarios y sus hogares
Desde un punto de vista fiscal, las políticas de transferencias monetarias a nivel municipal
no están llamadas a constituir la red de seguridad social principal, sino meramente un
complemento. Por lo tanto, resulta de interés conocer en qué medida quienes reciben
beneficios municipales reciben también programas de transferencias nacionales o
provinciales. Con este fin se cruzaron los datos de los beneficiarios municipales con
información proveniente del SINTyS, solicitada por la Oficina de Estadísticas Sociales del
municipio. Los principales programas de transferencias monetarias provenientes de otros
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
niveles de actuación son la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Asignación por Embarazo
para Protección Social (AEPS) y el Programa Nacional de Seguridad Alimentaria. Por otra
parte, hay beneficiarios que cobran pensiones no contributivas de la ANSES, pensiones por
discapacidad, y pensiones sociales.8
La Tabla 5 indica que sólo un 39% de los beneficiarios de programas sociales municipales
percibe AUH o AEPS, aunque 391 de los 4157 beneficiarios que no perciben AUH habita en
un hogar donde algún miembro percibe AUH. Más allá de esto, un dato muy significativo es
que 1588 beneficiarios de programas municipales pertenecen a hogares que tienen
presencia de menores de 18 años y en donde nadie cobra AUH. Esto revela el importante rol
que la política social municipal puede desempeñar para integrar a los hogares más
marginados a la red de protección social nacional. El 35% de los beneficiarios de
transferencias municipales percibe transferencias monetarias de otros programas sociales
(que no son la AUH) y sólo el 16% cobra una pensión no-contributiva. Considerando todos
los demás programas, sin embargo, un 68% de los beneficiarios cobra algún tipo de
beneficio social, pensión no-contributiva o jubilación. Queda aún así un 32% que sólo
percibe transferencias de ingreso de nivel municipal. Considerando el tamaño del hogar de
estos beneficiarios, suman un total de casi 7000 personas.
Total de Beneficiarios
Municipales: 6824
Percibe No
percibe
AUH o AEPS* 2667 4157
(39%) (61%)
Transferencias monetarias de otros 2373 4451
programas sociales de Nación o Provincia (35%) (65%)
Pensiones no contributivas 1076 5748
(16%) (84%)
Jubilación 281 6543
(4%) (96%)
Alguno de los anteriores 4653 2171**
(68%) (32%)
Fuente: Elaboración propia con datos de la base de beneficiarios de programas de transferencias monetarias
de la MBB, cruzado con SINTyS. *: Cabe señalar que si bien 4157 beneficiarios de programas sociales
municipales no perciben AUH, 391 de ellos habitan en hogares donde algún miembro percibe AUH. Por otra
parte, 1588 beneficiarios de programas municipales habitan en hogares que tienen presencia de menores de
8
Existen también otras pensiones específicas como la Pensión Malvinas, consideradas también en el análisis.
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
18 años y en donde nadie cobra AUH. **: Sumando la cantidad de personas que habitan en los hogares de
estos titulares, suman un total de 6992 personas.
Luego, ninguna de las otras variables de características demográficas del titular o del hogar
guardan relación significativa con el monto percibido: ni la edad, ni el tamaño del hogar, ni
la presencia de discapacitados o de menores. Contra-intuitivamente, la variable que capta
privación en la vivienda guarda una relación inversa y significativa con el monto de beneficio
percibido. Eventualmente, podría hipotetizarse que quizás precisamente gracias a un mayor
monto de beneficio los hogares logran una mejor calidad de la vivienda.
Dos de las variables que dan cuenta de los montos percibidos por programas sociales
nacionales -como por ejemplo la AUH- presentan el signo negativo esperado (que a mayores
montos percibidos por programas de otros niveles de actuación, menores sean los montos
de beneficios municipales), pero no resultaron significativas. La única variable significativa y
con el signo negativo esperado es la de pensiones no contributivas. Los montos percibidos
por jubilaciones o ingresos por empleo dependiente tampoco resultaron significativos. El
motivo principal de esta falta de correlato entre monto recibido y otras variables es que la
9
Esto va en línea con la sugerencia de la bibliografía de desarrollo económico de privilegiar a las mujeres en la
asignación de prestaciones sociales, puesto que la evidencia sugiere que tienden a administrar el dinero de
manera más beneficiosa para los menores de edad.
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
mayor parte de los beneficiarios (73%) percibía a fines de 2019 únicamente el beneficio de
tarjeta social de $1060/mes.
Esto realza la importancia de la política social a nivel municipal como potencial herramienta
de complemento y de integración de los hogares en situación de mayor exclusión. Sin
embargo, aquí nos enfrentamos con las limitaciones del diseño de dicha política previo a la
crisis, tanto en términos de la cobertura como en términos de los montos y su lógica de
asignación. La cobertura dista mucho de cubrir a la población pobre al inicio de la crisis (50%
de la población pobre en el mejor de los casos), los montos promedio son bajos (véase Tabla
3 como % de la CBA y CBT) y su distribución no guarda un correlato prácticamente con
ninguna variable relevante (a excepción de la percepción de pensiones no contributivas)
(Tabla 6). Por otra parte, se trata de un sistema fragmentado en cuatro programas que en
definitiva son todos de transferencias de ingresos por diferentes motivos.
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
Se agregan dos dificultades. Primero, las limitaciones en el plano fiscal para incrementar el
gasto público en cualquier nivel; la macroeconomía al recibir la pandemia ya era frágil y el
presupuesto público ya estaba en su límite. Segundo, las mediciones multidimensionales
ponen en evidencia que las transferencias monetarias, aunque muy importantes, no podrán
lidiar con muchas de las dimensiones no-monetarias de la pobreza. Es necesario pensar en
otras dimensiones además de la monetaria para amortiguar el impacto de esta epidemia
sobre los más pobres. Entre ellas, la más importante en el largo plazo probablemente sea la
del incremento de la brecha educativa que sufrirán los niños de hogares pobres en relación
con los niños de hogares aventajados. Esto se debe a la dificultad que tienen los adultos de
estos hogares para hacer “escuela en casa”por sus bajos niveles educativos y porlas
carencias habitacionales para propiciar un espacio apropiado para estudiar, ambas
acentuadas por las barreras tecnológicas y económicas de acceso a la enseñanza virtual.
En este contexto tan complejo se considera que algunos lineamientos útiles para desarrollar
políticas a nivel municipal en el contexto de crisis son los siguientes. Unificar los programas
de transferencias monetarias y priorizar entre los beneficiarios de acuerdo con criterios
claros, como por ejemplo el de no contar con otras fuentes de ingresos, lapresencia de niños
en el hogar (puesto que la evidencia empírica indica que los impactos de crisis de esta
naturaleza en la infancia son críticos), el tamaño del hogar y la presencia de carencias
criticasen los factores de riesgo mencionados, todas variables sobre los cuales se cuenta con
información. Reasignar partidas presupuestarias de manera estratégica, para poder
incrementar la ayuda social, disminuyendo recursos de gastos menos esenciales.Atender la
emergencia alimentaria es -sin duda- prioridad absoluta.
Dado que entre los pobres hay grupos de alto riesgo para el COVID-19, sería deseable
implementarmayores medidas de protección del contagio en los sectores de mayor
concentración de pobreza de la ciudad. Una alternativa podría ser la instalación de
contenedores marítimos en diferentes módulos (baños, dormitorios), para descomprimir los
hogares con hacinamiento crítico, o con viviendas más precarias, o sin acceso a saneamiento
adecuado. En lo que respecta a lo educativo, podría ser de utilidad facilitar el acceso masivo
a internet en las villas (acordando con las compañías de telefonía celular por ejemplo) y
dotar a las familias de una tablet para que los niños pudieran acceder a la educación virtual.
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
A su vez, en línea con las propuestas de Levy (2020), es fundamental aprovechar los
esquemas de asistencia ya establecidos para ayudar a los hogares más excluidos a poder
acceder a los beneficios que se han dispuesto a nivel nacional, a los cuales no todos saben
acceder ya que los tramites son on-line.Potenciar el rol de las trabajadoras
socialesmunicipales, en la modalidad de tele-asistencia siempre que se pueda, y en su
defecto de manera presencial con los debidos recaudos, para continuar el acompañamiento
a las familias más vulnerables. Idealmente, para el caso de hogares con niños en edad
escolar, este trabajodebería articularse con el de los docentes de las escuelas a donde
asisten esos niños. Finalmente, aunque no menos importante, es de fundamental
importancia articular con organizaciones de base no gubernamentales, entre ellas las
Iglesias, que tienen cercanía y contacto permanente con los sectores más desfavorecidos
para complementar y reforzar la ayuda, no sólo desde lo material, sino también en lo que
respecta a la contención y acompañamiento. Esto último se ha estado implementandoen lo
que respecta al reparto de bolsones de alimentos, el cual se ha incrementado
sustancialmente durante la cuarentena. Sin embargo, hay una amplia ventana de mejora,
fortalecimiento y expansión de este trabajo en conjunto, así como también en los demás
lineamientos propuestos.
5. REFERENCIAS
Alkire, S., Dirksen, J., Nogales, R., and Oldiges, C. (2020). “Multidimensional poverty and
COVID-19 risk factors: A rapid overview of interlinked deprivations across 5.7 Billion
People”, OPHI Briefing 53, Oxford Poverty and Human Development Initiative,
University of Oxford. https://ophi.org.uk/b53/
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
Kessler, G. , Bermúdez, N. , Binstock, G., Cerrutti, M., Pecheny, M., Piovani, J. I., Wilkis, A. y
Becerra, M. (2020), Relevamiento del Impacto Social de las Medidas de Aislamiento
dispuestas por el PEN. CONICET. https://www.conicet.gov.ar/wp-
content/uploads/Informe_Final_Covid-Cs.Sociales-1.pdf
Levy, S. (2020), “Sugerencias para la Emergencia”. PNUD. COVID 19. Serie de Documentos
de Política Publica No 2. Marzo 2020.
https://www.latinamerica.undp.org/content/rblac/es/home/library/crisis_preventio
n_and_recovery/suggestions-for-the-emergency.html
Santos, M. E., y Villatoro, P. (2018). A multidimensional poverty index for Latin America.
Review of Income and Wealth, 64 (1), 52–82.
El escenario de pobreza y políticas sociales al recibir el COVID-19:
Bahía Blanca en el contexto de la Argentina urbana | María Emma Santos
Anexo
Gráfico A.1a
20.0
15.0
10.0
5.0
0.0
2016-II 2017-I 2017-II 2018-I 2018-II 2019-I 2019-II
Gráfico A.1b
20.0
% de población
15.0
10.0
5.0
0.0
2016-II 2017-I 2017-II 2018-I 2018-II 2019-I 2019-II
1
Este documento fue realizado en el marco de los proyectos: Proyecto de Grupos de Investigación (PGI)
"Equidad educativa: Segmentación escolar en la localidad de Bahía Blanca", financiado por la SCyT, UNS y el
Proyecto: "Energías renovables como herramienta de reducción de la pobreza energética. Una prueba piloto
en barrios vulnerables de Bahía Blanca", financiado por CONICET.
2
Ver Decreto de Necesidad y Urgencia 355/2020. Disponible en:
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/227042/20200320
Covid19: estrategias de corto plazo en los sectores vulnerables | M. D. Reyes Pontet; M. M.Ibáñez
Martín
día a día” con los ingresos que se generan en empleos sin continuidad y/o bajo condiciones
de precariedad.
Este trabajo tiene por objetivo realizar una primera exploración a fines de analizar el
comportamiento y las estrategias que la población vulnerable de tres barrios de Bahía
Blanca ha desarrollado ante la imposición del aislamiento social y preventivo. Para
cumplimentar este objetivo se realizaron entrevistas semiestructuradas de forma telefónica
a actores clave de 9 de Noviembre, Cabré Moré y Stella Maris. La metodología utilizada
remite a las limitaciones de realizar trabajo de campo por la prohibición de circulación y la
emergencia sanitaria. Así mismo, el rigor científico del método seleccionado cuenta con
antecedentes (Sierra y otros, 2010) y se considera adecuado para el estadio inicial de la
investigación realizada, que será extendida en futuras investigaciones.
A raíz de los relatos y opiniones recabados, se encuentra que la población vulnerable que no
se encontraba inmersa en las redes de ayuda social con anterioridad a la pandemia se ha
visto fuertemente afectada. Éste segmento lograba proveerse del sustento básico día a día
mediante ingresos que los jefes/as de hogar obtenían mayormente con empleos de
características informales, planificando su consumo con un horizonte temporal corto
(días/semanas). Adicionalmente, se reconoce que estas familias han “reaccionado tarde” o
desconocen las nuevas dinámicas que impone la cuarentena. Así, las relaciones de
proximidad y la experiencia en el pedido de ayudas sociales son aspectos centrales en las
estrategias para afrontar las consecuencias de la crisis.
Según los resultados de las entrevistas, tener experiencia en subsistir con fluctuaciones de
ingresos es un aspecto que ha favorecido en la reacción de las familias vulnerables (no
entran en pánico) pero ha afectado negativamente en la velocidad de adaptación de su
estrategia de subsistencia (“no se dieron cuenta que la semana siguiente no iban a tener con
qué llenar la alacena”, “no participan de las actividades del barrio, no se enteraron del
listado, se anotaron tarde”).
su definición, sino hacer una presentación de definiciones funcionales para el objetivo del
trabajo.
Wisner y otros (2004, pp. 11) definen la vulnerabilidad como “las características de una
persona y su situación, que influyen en la capacidad de anticipar, lidiar, resistir y
recuperarse del impacto de alguna amenaza”. Filgueira (2002) avanza en la explicación de
por qué se llega a esa situación de incapacidad y sostiene que la vulnerabilidad social está
compuesta por tres elementos: los recursos, la estructura institucional y de oportunidades y
las relaciones sociales. El primero refiere a la posesión, control o movilización de recursos
materiales y simbólicos que permiten al individuo desempeñarse en la sociedad. La
estructura de oportunidades proviene del mercado, el Estado y la sociedad, cambiando ante
modificaciones del contexto en el que el individuo se desarrolla (por ejemplo, crisis
económicas). El tercer componente refiere a las diferentes formas de sociabilidad y acción,
incluyendo la familia, el capital social, las redes de interacción, movimientos sociales, entre
otros.
Una exposición más atinada para aplicar a contextos de vulnerabilidad es realizada por
Durán Ortiz (2007). El autor presenta un diagrama simples obre las “fases de
comportamiento natural del consumidor” (véase Gráfico 1), que en su forma se asimila a la
exposición de Ray (1998) respecto de la curva de nutrición y capacidad laboral. Según este
esquema la evolución del ingreso de los hogares condiciona la calidad y cantidad de bienes
que los individuos/hogares consumen y, por tanto, su capacidad de ahorro. Así, los sectores
de menores ingresos se ubicarán en la fase 1, con un nivel de ahorro nulo y enfocando sus
esfuerzos en la satisfacción de necesidades básicas (principalmente alimentación).
En la lógica de Duran Ortiz, el aumento de los ingresos es condición necesaria para que los
hogares tengan la posibilidad de planificar intertemporalmente. Así, el aumento de los
ingresos permite alcanzar la fase 3 donde el hogar genera ahorros y planifica con diferentes
horizontes temporales. En esta fase, las elecciones se basan principalmente en posponer
consumo actual y destinar recursos a reforzar los niveles de capital humano.
Covid19: estrategias de corto plazo en los sectores vulnerables | M. D. Reyes Pontet; M. M.Ibáñez
Martín
En concordancia, desde un abordaje empírico, García Juárez (2019) encuentra que los
individuos de menores ingresos tienden a ser más impacientes en el consumo, mayormente
impulsivos y totalmente adversos al riesgo, lo cual contribuye a reforzar su situación.
Es dable recordar aquí que el objetivo del trabajo es analizar la relación entre la medida de
aislamiento, las poblaciones vulnerables y la decisión intertemporal (adaptación de sus
estrategias de vida al nuevo contexto), por lo cual se realizaron entrevistas en tres barrios
vulnerables ubicados en la región noreste de la ciudad de Bahía Blanca: 9 de Noviembre,
Cabré Moré y Stella Maris (Véase Gráfico N º 2).
Fuente:elaboración propia
La experiencia previa de los autores del presente trabajo permite el conocimiento diversas
características del sector, principalmente a partir del desarrollo del proyecto PDTS: “Diseño
de estrategias para mejorar las oportunidades educativas de la población vulnerable de
Bahía Blanca a través de la ONG Red de Voluntarios” que culminó en 2018 3; como también,
3
Dirigido por la Dra. Silvia London, IIESS (CONICET-UNS) y del Dpto. de Economía de la UNS; y desarrollado por
investigadores de estas dos instituciones, sumados a investigadores de la UTN-FRBB y UPSO.
Covid19: estrategias de corto plazo en los sectores vulnerables | M. D. Reyes Pontet; M. M.Ibáñez
Martín
En base al relevamiento de datos realizado en el año 2016, en el marco del primero de los
proyectos citados, se observan condiciones que permiten caracterizar a los hogares del
sector con un grado ostensible de vulnerabilidad social, a saber: el porcentaje de jefes/as de
hogar con empleos inestables supera el 44%, ligando así el ingreso de una cantidad no
despreciable de familias a las fluctuaciones propias de la informalidad laboral; las
condiciones de vivienda inconveniente en niveles que superan el cuádruple del indicador
para el Conglomerado Bahía Blanca – Cerri (medición de la EPH en el periodo); múltiples
necesidades básicas insatisfechas, como la ausencia de baño o retrete en el hogar en una
proporción importante de los barrios (15 – 30%); por último, el nivel de logros educativos de
los habitantes se observó en niveles muy bajos en comparación con los indicadores de la
ciudad: los individuos con secundario completo alcanza el 25% aprox. (60 % es la media
ciudadana) y solamente el 2% está certificado con estudios terciarios, cuando el indicador
general de Bahía Blanca es cercano al 34% (London y otros, 2019).
4
Proyectode Integración que involucra a los autores del presente trabajo y a otros miembros del IIESS,
representantes de la Asociación Vicentina de Caridad y miembros UTN-FRBB.
Covid19: estrategias de corto plazo en los sectores vulnerables | M. D. Reyes Pontet; M. M.Ibáñez
Martín
“el que ya estaba enganchado en alguna ayuda está más tranquilo de que algo va a recibir,
pero los que trabajan y viven el día a día está desesperada…”, y también: “esa gente que
vivía de su trabajo, que no sabe cómo pedir ayuda y que está acostumbrada a salir de las
situaciones difíciles con changas”(Entrevista 1, contacto telefónico, 4 de abril de 2020).
En esta línea, el vecino de Stella Maris entrevistado agrega: “siempre hay gente que no sabe,
los que no nos piden nunca no se enteran”. Con a la relevancia de la participación en redes
de ayuda social o programas de asistencia expresa: “las familias que están hoy mal son las
que ya estaban mal, pero también muchos que vivían el día a día… y ahora no pueden
trabajar y no saben lo que es pedir ayuda”(Entrevista 2, contacto telefónico, 2 de abril de
2020).
Por último, en la entrevista 5, la vecina del barrio 9 de Noviembre, remarca el aspecto moral
de las personas que se acercan a los centros vecinales o se agregan a los listados para recibir
ayudas, principalmente haciendo referencia a la sensación de pérdida de dignidad: “Les da
vergüenza a muchos pedir, a los nuevos más que nada, o nos llega a través de otras chicas
que trabajan acá”(Entrevista 5, contacto telefónico, 1 de abril de 2020).
Covid19: estrategias de corto plazo en los sectores vulnerables | M. D. Reyes Pontet; M. M.Ibáñez
Martín
5. REFLEXIONES FINALES
Las expresiones de los entrevistados ponen de manifiesto la dificultad adicional con la que
se enfrenta el sector vulnerable a la medida de aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Adicionalmente, dentro de este segmento poblacional pueden distinguirse dos grupos:
aquellos que antes de la pandemia estaban inmersos en las redes de ayuda y asistencia
social, que tienen conocimiento de referentes barriales, organización, dónde pedir ayuda y a
quién y qué tipos de ayuda están disponibles. Por otro lado, dentro de los barrios hay una
proporción no despreciable de familias que dependen del ingreso laboral para enfrentar las
necesidades básicas y que han visto aún más empobrecida su calidad de vida. Este último
conjunto de familias, que vive el día a día y poseen fuentes laborales caracterizadas por la
informalidad y la precariedad, deben cambiar su lógica de supervivencia ante la nueva
realidad. Las mismas, ante la imposibilidad de trabajar y generar ingresos, deben solicitar
ayuda social de diverso tipo (bolsones de comida, ingreso familiar de emergencia, ayuda en
medicamentos, elementos de higiene y limpieza, etc.). Según el relato, esta nueva situación
conlleva asombro, vergüenza y decepción para quienes sostenían sus necesidades con el
trabajo diario.
Luego de las observaciones realizadas, es dable destacar algunas situaciones puestas a la luz
en los sectores referenciados: primeramente, la desventaja que implica para estos hogares
no tener contacto previo con las redes sociales de asistencia en los barrios, lo cual significa
no estar en listados para recibir ayudas, no conocer la lógica de recepción de las mismas y,
en algunos casos, recibir tardíamente los bolsones de alimento por las mismas causas.
Este planteo incipiente requiere avanzar el estudio teórico y empírico para obtener
conclusiones robustas de las problemáticas observadas, ambos aspectos son objetivo de las
próximas líneas de investigación.
6. REFERENCIAS
Berkman, H., Pagés-Serra, C., Gandelman, N., Gandelman, E., Calónico, S., Azevedo, V. y
Lora, E. (2008). “¿Los de afuera?: Patrones cambiantes de exclusión en América Latina y el
Caribe”. Inter-American Development Bank. Disponible en:
http://repositorio.minedu.gob.pe/bitstream/handle/123456789/264/138.%20Los%20de%2
0afuera%20Patrones%20cambiantes%20de%20exclusi%C3%B3n%20en%20Am%C3%A9rica
%20Latina%20y%20el%20Caribe.pdf?sequence=1
Durán Ortiz, P. (2007). “La pobreza y su relación con el desarrollo social, el crecimiento
económico y elempleo: nuevas hipótesis teóricas e implicaciones prácticas”. Documento de
trabajo.Universidad EAFIT.
Covid19: estrategias de corto plazo en los sectores vulnerables | M. D. Reyes Pontet; M. M.Ibáñez
Martín
García Juárez, F. (2019) “Sesgos cognitivos en las finanzas de los pobres”. Tesis de Grado:
Licenciatura en Banca e Inversiones. Universidad de las Américas. Puebla. México.
London, S., Alderete, M.V, Formichella, M.M, Girón, P., Ibañez Martín, M.M., Krüger, N.,
Perez, S.M., Segurado, V.,Verna, R., Viego, V.y Walker, V. (2019). Informe final del proyecto
Diseño de estrategias para mejorar las oportunidades educativas de la población vulnerable
de Bahía Blanca a través de la ONG Red de Voluntarios. Instituto de Investigaciones
Económicas y Sociales del Sur, UNS-CONICET. Disponible en:
https://iiess.conicet.gov.ar/index.php/investigacion/publicaciones-grales/documentos-de-
trabajo
Sierra, M. C., Bonacho, E. C., García, Á. G., Moraga, M. R., Gutiérrez, J. C. S., Barrientos, A. C.,
& Sánchez-Chaparro, M. Á. (2010). Efectividad de una estrategia de intervención preventiva,
basada en entrevistas telefónicas estructuradas, en una población laboral con riesgo
cardiovascular moderado/alto. AtenciónPrimaria, 42(10), 498-505.
Wisner, B., P. Blaikie, T. Cannon y I. Davis (2004). At risk: natural hazards, people's
vulnerability and disasters, (2da Ed.). Londres: Routledge.
Aportes teóricos para el análisis de las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de
Bahía Blanca en contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19 |
M. B. Noceti; A. Quiroga; L. Cobo Quintero; M. J. Irisarri; A. Laiuppa; S. Cuellar Jaramillo
1. INTRODUCCIÓN
1
Nuestro artículo se desprende del Proyecto titulado "Caracterización de las redes de distribución de la
asistencia territorial en coordenadas socio-políticas en tanto sistema de prestaciones totales. Aportes al
fortalecimiento de las capacidades de autodeterminación de las poblaciones en situación de vulnerabilidad
socioeconómica en Bahía Blanca" que fue presentado en la convocatoria para PROGRAMA DE ARTICULACION
Y FORTALECIMIENTO FEDERAL DE LAS CAPACIDADES EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA COVID-19 del Ministerio de
Ciencia Tecnología e Innovación de la Nación. Agradecemos la participación en el diseño del proyecto a
profesionales de la Subsecretaria de niñez, familia y adolescencia del barrio de Villa Harding Green, al equipo
del área 3 de la Secretaria de Salud Municipal, especialmente a la Lic. Dévora Eliosoff; y a la Oficina de
Estadísticas del Municipio de Bahía Blanca por la información brindada.
2https://elagora.digital/comedores-bahia-blanca-coronavirus/#.XrARe6hKjIU
, https://www.lanueva.com/nota/2020-3-28-
21-56-0-fuerte-aumento-de-la-demanda-de-ayuda-en-bahia-se-cuadruplico-la-entrega-de-bolsones ,
Aportes teóricos para el análisis de las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de
Bahía Blanca en contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19 |
M. B. Noceti; A. Quiroga; L. Cobo Quintero; M. J. Irisarri; A. Laiuppa; S. Cuellar Jaramillo
asistencia por parte del Estado. Se cuestionó entre otras cosas, la modalidad de gestión de
solicitud de asistencia consistente en el uso de una plataforma digital por parte de los
ciudadanos que precisan de ayuda del estado. Según las organizaciones sociales
demandantes3 muchas familias no tienen acceso a internet, otras no poseen dispositivos
digitales, y las que tienen no necesariamente saben cómo utilizarlos. En este sentido, se
señala que la estrategia implementada por el Municipio de Bahía Blanca (MBB) ante la
emergencia resulta una barrera hacia el acceso a los alimentos y los elementos de higiene y
limpieza general y profundiza condiciones de inequidad. El MBB acostumbrado a asistir con
bolsones alimentarios a unas 7.500 familias por mes, en marzo,-y a sólo 2 semanas de la
cuarentena-, se vio obligado a auxiliar a 20.0004 familias y aun así hubo otras que quedaron
sin recibir ayuda dado que no completaron su solicitud vía plataforma digital.
El siguiente artículo presenta en una primera instancia el recorrido desarrollado por el GICES
en torno a reflexiones teóricas que diferentes autores han propuesto respecto de las
http://www.laizquierdadiario.com/Bahia-Blanca-Desde-el-Servicio-de-Trabajo-Social-del-hospital-Penna-reclaman-
medidas-urgentes,
3 Colectivo Villas en Agenda (compuesto por organizaciones que trabajan en distintos barrios de la ciudad), Servicio de
Trabajo Social del Hospital interzonal José Penna y el Colectivo profesional de Trabajadoras y Trabajadores Sociales de
Unidades Sanitarias
4http://www.frenteacano.com.ar/noticia/219852
Aportes teóricos para el análisis de las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de
Bahía Blanca en contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19 |
M. B. Noceti; A. Quiroga; L. Cobo Quintero; M. J. Irisarri; A. Laiuppa; S. Cuellar Jaramillo
En relación al primer punto, nuestra intención fue responder, las siguientes preguntas: ¿Qué
tipo de modelos teóricos proponen los autores para analizar estas dinámicas 5? ¿Cuáles son
los elementos que identifican como componentes de tales dinámicas? y ¿cómo se
relacionan entre sí tales elementos al interior de cada dinámica?
Javier Auyero (2002), desde un enfoque etnográfico, describe y analiza el intercambio que
denomina clientelar, desde el punto de vista de los actores involucrados. Considera
experiencias y pensamientos de patrones, mediadores y clientes de los intercambios
incluidos bajo la noción de dimensión subjetiva arraigados al sistema de relaciones objetivas
donde se ubican. En este sentido, el intercambio clientelar es propuesto como una “red de
5 Optamos por el concepto de dinámicas para dar cuenta de procesos en constante interacción, tensión y conflicto
Aportes teóricos para el análisis de las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de
Bahía Blanca en contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19 |
M. B. Noceti; A. Quiroga; L. Cobo Quintero; M. J. Irisarri; A. Laiuppa; S. Cuellar Jaramillo
Auyero, argumenta que las prácticas clientelares tienen una doble vida: en la circulación
objetiva de recursos y apoyos y, en la experiencia subjetiva de los actores que garantizan la
reproducción de ese arreglo (Auyero, 2002; Auyero y Benzecry, 2016). El autor introduce la
noción de habitus de Bourdieu, para explicar la incorporación de disposiciones prácticas de
los participantes, que posibilitan las relaciones clientelares, haciendo del clientelismo una
relación durable. En la relación clientelar el mediador es considerado personalmente
responsable por la distribución de bienes y servicios, y no un simple intermediario en la
gestión de la asistencia social. Sin embargo, no interviene por sí solo en la resolución de
problemas cotidianos de los habitantes de los barrios (como distribución de comida y
medicamentos), sino que, otras personas participan en esta tarea. Tales participantes
conforman el círculo íntimo del agente mediador. De esta manera, la red de resolución de
problemas se constituye, por tanto, de un círculo íntimo y uno exterior, diferenciados entre
ambos por el tipo de lazo social6 que une a los actores asistidos con el mediador.
Auyero destaca el papel central que juegan los vínculos estrechos entre mediadores y sus
seguidores más cercanos y confiables, como elemento clave de la explicación de la
legitimidad de la red y de la internalización de la dominación (Auyero y Benzecry, 2016). En
este sentido, el comportamiento de los clientes más leales debe comprenderse como
resultado de un habitus clientelar, el cual se crea a través de las repetidas interacciones que
tienen lugar al interior de los círculos internos de seguidores de agentes mediadores.
Retomando el concepto de habitus de Bourdieu (1990), el habitus clientelar es definido
como la presencia de la red clientelar en las disposiciones de los individuos que rigen sus
conductas y pensamientos (Auyero y Benzecry, 2016: 226); por tal motivo, el argumento
sostiene que el clientelismo cuenta con su inercia en virtud de la operación del habitus
clientelar forjado en los círculos íntimos.
6 Lazos fuertes, duraderos más allá de la transacción, de amistad, de parentesco real o ficticio, entre mediador y miembros
del círculo íntimo. Y, en el círculo exterior, lazos débiles y ocasionales, sin desarrollar lazos de amistad o de parentesco con
los mediadores.
Aportes teóricos para el análisis de las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de
Bahía Blanca en contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19 |
M. B. Noceti; A. Quiroga; L. Cobo Quintero; M. J. Irisarri; A. Laiuppa; S. Cuellar Jaramillo
Quirós, nuevos actores que dan complejidad y, afectividad en las dinámicas de asistencia
barrial
La autora destaca que las diferentes maneras de distribuir configuran relaciones regidas por
obligaciones recíprocas entre los que, según el momento, reciben y dan, y, criterios de
Aportes teóricos para el análisis de las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de
Bahía Blanca en contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19 |
M. B. Noceti; A. Quiroga; L. Cobo Quintero; M. J. Irisarri; A. Laiuppa; S. Cuellar Jaramillo
Según Vommaro, cuando Auyero realiza su trabajo de investigación hace hincapié en los
programas de asistencia social, restando atención a las políticas sociales focalizadas
implementadas en Argentina en la década de los 90. Vommaro sugiere que dichas políticas
introducen un elemento importante en los intercambios políticos territoriales, refiriendo la
Aportes teóricos para el análisis de las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de
Bahía Blanca en contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19 |
M. B. Noceti; A. Quiroga; L. Cobo Quintero; M. J. Irisarri; A. Laiuppa; S. Cuellar Jaramillo
A estas visiones nacionales sobre el tema, Carla Zibecchi (2008) introduce la perspectiva de
género en el análisis de la implementación de los programas sociales asistenciales7 en la
primera década del 2000, en municipios del conurbano bonaerense. Analiza la trama de
prácticas y representaciones tejidas en torno a programas sociales de ingresos que tienen
como principales protagonistas a las mujeres de bajo estrato socioeconómico
En este contexto, señala que adquiere relevancia el estudio sobre “clientelismo político”; e
interpela las imágenes generadas respecto al clientelismo, que desestiman la participación
social y política y, el uso de las identidades de género tradicionales que refuerzan relaciones
de poder asimétricas.
7Zibecchi señala que se caracterizan por incorporar una mayor corresponsabilidad por parte de los destinatarios
(transferencia de ingresos condicionados a contraprestaciones y/o condicionalidades en salud y educación), principalmente
a las mujeres, en calidad de jefas de hogar o titulares del beneficio, como “recursos” para generar en ellas la “participación
social”.
Aportes teóricos para el análisis de las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de
Bahía Blanca en contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19 |
M. B. Noceti; A. Quiroga; L. Cobo Quintero; M. J. Irisarri; A. Laiuppa; S. Cuellar Jaramillo
Virginia Manzano en su tesis del 2007 plantea el gran protagonismo de las mujeres en la
participación de contraprestaciones ante los planes de asistencia, en situaciones de
desempleo, entregado por agrupaciones piqueteras durante los años 2001 al 2003 en La
Matanza, provincia de Buenos Aires. La autora señala que trabajar con los planes significaba
para un gran número de mujeres una instancia de sociabilidad y aprendizaje. Para aquellas
que se incorporaban a tareas técnicas, el trabajo también despertaba orgullo y cierto placer.
En cambio, para los varones que habían vivido experiencias previas en fábricas, las tareas en
los programas de empleo representaban la "degradación" de oficios y la ejecución de un
trabajo poco útil o productivo. la autora destaca cómo la categoría trabajo genuino se
tensionaba hacia un reordenamiento de las relaciones de género producto de las instancias
de desocupación vividas durante el contexto de crisis socioeconómica en el marco de una
concepción de familia articulada por el sistema de significaciones y de relaciones de poder
propias del patriarcado.. Asimismo las mujeres ante la constante condición de ser quienes
se encargaban de la esfera del cuidado al interior del hogar eran las que resolvían
rápidamente la satisfacción de necesidades básicas de sus hijos, a través del vínculo con los
mediadores políticos y con los referentes barriales. Dicha situación no entraba en conflicto
con su rol de cuidadoras, porque resolvían el cuidado, pero si entra en conflicto con el rol
del varón proveedor, que ya no provee y a la vez debe ser cuidado. El varón generaba
acciones de resistencias diversas a este reordenamiento social, en ocasiones verificándose
situaciones de violencia doméstica, dada la frustración que genera este corrimiento (Burin y
Meler 2006). Podemos decir entonces que los intercambios en las dinámicas asistenciales
contribuyen a fundar reordenamientos en las relaciones entre género.
Luego de este recorrido por diversas propuestas teóricas a nivel nacional, destacamos que
los trabajos etnográficos sobre los que se basan los autores citados se desarrollan en el
conurbano bonaerense. Bahía Blanca presenta un escenario político-gubernamental
sumamente disímil a estos sectores, siendo una ciudad que desde el advenimiento de la
democracia en 1983 ha optado por gobiernos radicales hasta el 2003, posteriormente y por
Aportes teóricos para el análisis de las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de
Bahía Blanca en contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19 |
M. B. Noceti; A. Quiroga; L. Cobo Quintero; M. J. Irisarri; A. Laiuppa; S. Cuellar Jaramillo
doce años consecutivos por gobiernos vinculados al partido justicialista, y desde el 2015 en
adelante por la coalición política conocida como Juntos por el cambio. Este contexto de
diversidad política resulta singular y por ende presuponemos que el formato de acción
territorial es variante en cuanto a dinámicas y relaciones entre mediadores, estado,
organizaciones civiles y vecinos. De manera tal que, como inicialmente postulamos, no es
posible extrapolar las propuestas teóricas antedichas, entonces proponemos desarrollar un
estudio exploratorio tendiente a explicar las dinámicas locales para luego comparar
procesos con los resultados de las investigaciones realizadas por los autores citados y
verificar similitudes y diferencias.
Desde el GICES proponemos una mirada tendiente a superar las explicaciones teleológicas y
utilitaristas (en sus dos versiones material y moral) con que la academia suele interrogar el
funcionamiento de la política en contextos de pobreza, y en este sentido nos corrernos de la
mirada reduccionista de la noción de clientelismo que presupone una dinámicas de poder
en sentido unilineal y bajo una observancia en la adecuación medios fines de corte
instrumental. Preferimos en cambio retomar una mirada antropológica respecto de las
dinámicas en tanto intercambios, y describirlas como cadenas de prestaciones y
contraprestaciones totales, que toman la forma de favores, ayuda, solidaridad, amistad,
donde las obligaciones morales y los imperativos afectivos son puestos en juego. Esto
supone concebir tales dinámicas bajo la forma antropológica del don8, instalando las esferas
de observación de la trilogía sistémica de- dar, recibir y devolver- (Mauss 1989).Proponemos
un espacio de análisis que además de las expectativas materiales, ético-morales, y afectivas,
se integre el estudio de las relaciones de dominación/poder/prestigio, y las resistencias y
estrategias beligerantes que devienen. En tal sentido, es nuestra intención analizar el
funcionamiento de las redes de distribución de la asistencia territorial en Bahía Blanca,
detallando sus múltiples dimensiones según cada contexto socialmente situado, para lo cual
el abordaje etnográfico resulta de herramienta metodológica pertinente, pues indaga los
procesos desde la perspectiva de los actores y desde el estar allí del investigador (Geertz,
8Marcel Mauss entiende los sistemas de intercambios tribales en términos de prestaciones totales, donde la obligación de
recibir y devolver esta normada por sistema de valores ético-morales que involucra a los colectivos de referencia de
quienes intercambian. La dinámica implica un sistema complejo de poder-prestigio, de allí que el intercambio no es sólo
material y por eso lo refiere como intercambio de dones. (Noceti, 2013).
Aportes teóricos para el análisis de las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de
Bahía Blanca en contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19 |
M. B. Noceti; A. Quiroga; L. Cobo Quintero; M. J. Irisarri; A. Laiuppa; S. Cuellar Jaramillo
2003) desde la perspectiva de los actores entendidas como parte del mundo social a
examinar.
Respecto del espacio donde se desarrollará nuestra indagación destacamos que de acuerdo
al INDEC, en el segundo semestre de 2019, en el aglomerado Bahía Blanca-Cerri (en
adelante BBC), la pobreza alcanzó al 20,8% de los hogares, es decir a 28,1% individuos,
mientras que la indigencia llegó a 3,8% y 4,4%, respectivamente9. Medido en cifras
absolutas, de julio a diciembre de ese año, 88.120 personas vivían en la pobreza y 13.881
eran indigentes (Santos, M 2020). Dado que no existen datos a nivel oficial respecto de
dimensiones de la pobreza discriminada por barrios, la consideración de estos enclaves
como representantes de condiciones de vida precarias se realizó teniendo en cuenta la
caracterización respecto de condiciones de la vivienda que generó, previo a la pandemia, el
Registro Público Provincial de Villas y asentamientos precarios (RPPVAP), los datos que nos
facilitó la Oficina de estadísticas Sociales de la MBB actualizado al segundo semestre del
2019, y la información que cada uno de nosotros posee en tanto ya nos encontramos
inmersos en las dinámicas territoriales. En este sentido, se seleccionaron estos barrios dado
que representan una historia diferencial y un contexto singular en cuanto a condición
habitacional, se encuentran en distintos puntos cardinales de la ciudad, y según el MBB su
población vive en condiciones de vulnerabilidad social10.
Respecto de la forma en que esperamos recabar información, las técnicas serán diferentes
en virtud de que el equipo de investigación se integra además por trabajadores sociales,
psicólogos, y antropólogos involucrados en tareas esenciales en las áreas descritas y a través
de la Secretaría de salud y de la Subsecretaría de niñez, adolescencia y familia del MBB. De
esta manera nos será factible y respetando los lineamientos del ASPyO, realizar entrevistas
en profundidad y semiestructuradas a referentes barriales, mediadores políticos,
representantes de ONGs, funcionarios estatales y ciudadanos asistidos, ya sea de manera
presencial o vía telefónica, a los fines de recabar información que nos pueda ayudar a
brindar respuestas a nuestros interrogantes.
9https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_pobreza_02_195EFE752E31.pdf
10 Información extraída de “Relevamiento de Barrios Vulnerables 2019” presentación realizada en las jornadas de
Aportes teóricos para el análisis de las dinámicas de asistencia territorial en barrios populares de
Bahía Blanca en contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio por COVID-19 |
M. B. Noceti; A. Quiroga; L. Cobo Quintero; M. J. Irisarri; A. Laiuppa; S. Cuellar Jaramillo
4. REFERENCIAS
Auyero J. y Benzecry C (2016) “La lógica práctica del dominio clientelista”, Revista
Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, vol LXI, nro. 226, pp. 221-246.
Manzano V. (2007) Tesis de grado “De la Matanza obrera a capital nacional del piquete.
Etnografía de procesos políticos y cotidianos en contextos de transformación social”,
Universidad Nacional de Buenos Aires.
Mauss, M., (1989), “Sobre los dones y la obligación de hacer regalos” en Sociología y
Ecología editTecnos, Madrid España
Quirós, J. (2008) “Piqueteros y peronistas en la lucha del Gran Buenos Aires. Por una
visión no instrumental de la política popular”, Cuadernos de Antropología Social, nro 27,
pp.113-131.
Vommaro G (2010) “Diez años de ¿Favores por votos? El clientelismo como concepto y
como etiqueta moral”. En Rinesi, Vommaro y Muraca (comp) Si este no es el pueblo.
Hegemonía, populismo y democracia en Argentina, UNGS.
transferencia de ingresos”,
http://perio.unlp.edu.ar/question/numeros_anteriores/numero_anterior20/files/zibecc
hi_1_ensayo_20primavera2008.htm. 27/07/2010
¿Qué tiene que ver el Covid-19 con la planificación urbana? |L. A. Cobo; N. Cobo
1. INTRODUCCIÓN
En su conocido libro La Revolución Urbana, Henri Lefebvre definió lo que para él representa
la observación de ciertos momentos coyunturales del espacio-tiempo inmediato, saturados
de impactos y cambios abruptos que expresan una situación de crisis en cuyo vértice, donde
convergen todos los factores, el observador se encuentra en un auténtico punto ciego.
Los puntos ciegos en las grandes crisis urbanas son un gran desafío para prácticas como la
planificación, pues en aquel lugar de incertidumbre se presenta como paradójica la
necesidad de redefinir un rumbo. Sin lugar a dudas el momento actual figura como una crisis
sin precedentes: en la era de la hipermovilidad a escala planetaria, una emergencia
sanitaria, comprime el espacio-tiempo de la vida doméstica y laboral en un solo lugar, la
casa, ante la orden del confinamiento preventivo y obligatorio. Este hecho no solo suscita
muchas inquietudes con respecto a la configuración de los órdenes urbanos y el
funcionamiento de las ciudades, sino que también expone con mayor contundencia las
problemáticas de inequidad espacial que llevan décadas consolidándose.
Sin embargo, la relación entre las crisis urbanas y la dimensión sanitaria en las ciudades es
un tema recurrente sobre el cual, inclusive se han justificado importantes proyectos
reformistas en grandes ciudades del mundo, como es el caso de París y la reforma de
Haussmann.
El objetivo de este escrito es reflexionar, a partir del punto ciego que plantea la coyuntura
sanitaria, sobre el rol de la planificación urbana en las inequidades sociales que derivan del
¿Qué tiene que ver el Covid-19 con la planificación urbana? |L. A. Cobo; N. Cobo
Así, a inicios del siglo XX el higienismo se había consolidado como el discurso por excelencia
de gestión del espacio urbano, en tanto, proporcionó el sustento teórico para ordenar la
ciudad; es decir, para distribuir, reglamentar y regular a sus lugares y habitantes. Para ese
entonces, las investigaciones de Koch, Pasteur y Lister, repercutieron en la difusión de las
prácticas higiénicas como medidas indispensables en la medicina. Particularmente, los
descubrimientos de Koch, considerado el padre de la bacteriología, permitieron
responsabilizar a un microorganismo como el agente productor de una enfermedad.1
Al respecto, Georges Canguilhem menciona que la teoría microbiana debió buena parte “de
su éxito a lo que en ella hay de representación ontológica del mal. Al microbio, incluso si es
necesaria la compleja mediación del microscopio, los colorantes y los cultivos, se lo puede
ver” (1983, p.18). Y la acción de ver permite identificar algo tangible que hay que combatir.
En consecuencia, la teoría microbiana despertó una nueva sensibilidad, una nueva
percepción del riesgo, del peligro y la amenaza (Vigarello, 1991). El miedo a los pobres, que
era un miedo esencialmente social y político, se legitimó entonces gracias al saber científico,
1 La bacteria Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch para la tuberculosis y después la bacteria Vibrio
cholerae para el cólera.
¿Qué tiene que ver el Covid-19 con la planificación urbana? |L. A. Cobo; N. Cobo
como un miedo biológico: los pobres y sus lugares de residencia serían considerados desde
entonces verdaderas fábricas de microbios (Corbin, 1987; Kingman, 2006; Noguera, 2003).
Rápidamente, los análisis apuntaron a observaciones previas del engranaje del sistema de
producción capitalista que, en sus etapas de industrialización tuvo a la ciudad como espacio
de predilección. Es decir, el complejo entramado funcional del capitalismo organizó el
espacio de acuerdo con sus necesidades y en correspondencia con la división social del
trabajo; las ciudades adquirieron una forma típica, la ciudad industrial, donde obreros,
industria, comercio, burguesía, tenían un lugar asignado de acuerdo a parámetros óptimos
de ubicación. El resultado de dicho orden, fue explicado por los teóricos de la Escuela de
Chicago como el proceso natural y social de una evolución orgánica o de darwinismo social ,
lo cual asume una interpretación orgánica de la ciudad, entendida como un organismo vivo
seudobiológico (Soja, 2008, p. 137).
¿Qué tiene que ver el Covid-19 con la planificación urbana? |L. A. Cobo; N. Cobo
Es también en este punto, donde converge el origen de un razonamiento hoy muy arraigado,
en torno a la práctica de la planificación urbana: la idea que todas aquellas áreas de la
ciudad con síntomas de degradación en mayor o menor medida, son de surgimiento
espontáneo por la acción no planificada. Esta idea se afianzó, décadas después, en la
percepción del fracaso de la planificación ante el estallido de la urbanización a nivel mundial
y, particularmente, en regiones como Latinoamérica.
Desde una perspectiva distinta, David Harvey le otorgó al espacio un lugar central dentro de
la dinámica de producción y acumulación capitalista. Gracias a esta interpretación, el
espacio se presenta con cualidades dúctiles y maleables que dan cuenta de la susceptibilidad
a la transformación por las prácticas sociales, así como del carácter continuamente dinámico
producto de una relación sociedad- espacio de tipo dialéctica. En este orden de ideas, los
cambios de las ciudades estarían directamente relacionados con las transformaciones de los
modos de producción capitalista, correspondiendo cada tipo de ciudad a un modo de
producción. En otras palabras, la ciudad expresa el modo de producción pero no en un
sentido de ocupación óptima del espacio por variadas actividades, por el contrario lo urbano
interviene como tal en la producción.
En síntesis, para esta corriente del pensamiento urbano, la urbanización y desarrollo de las
ciudades han estado ligados a la historia del capitalismo debido a la necesidad que éste
tiene de absorber el sobre-producto que genera continuamente. En este sentido, como
reforzaría después David Harvey (2014), las ciudades se han configurado a partir de la
“concentración geográfica y social de un excedente de producción”, lo cual supone la
¿Qué tiene que ver el Covid-19 con la planificación urbana? |L. A. Cobo; N. Cobo
Las ciudades, por lo tanto, han estado sujetas a la dinámica del capitalismo de tal manera
que este funciona como el principal agente ordenador del territorio, dirigiendo los procesos
de renovación urbana, emplazamiento, densificación, expansión, e incluso pudiendo
irrumpir dentro de las dinámicas sociales al determinar y restringir el uso de los espacios
públicos, por ejemplo. Los cambios de las ciudades están estrechamente relacionados con
los momentos de crisis del capitalismo, que son amortiguados por la exigencia de una
transformación del modo de vida que implique la producción y comercialización de nuevos
productos y la creación de nuevas necesidades susceptibles de mercantilizar; es así como
por ejemplo, los centros de las ciudades se han visto deshabitados gracias a una nueva moda
habitacional suburbana, donde se vende ilusiones tales como la tranquilidad, el silencio, y
una extraña mezcla de vida “rural” y urbana.
Como es de esperarse por las características de transmisión del virus, las grandes urbes con
densidades poblacionales altas, son el epicentro de la emergencia. La gran mayoría de
gobiernos latinoamericanos se han visto en la obligación de decretar estrictas medidas para
garantizar el cumplimiento de las cuarentenas recomendadas por los expertos en salud
pública. El confinamiento ha agudizado las precarias condiciones de vida de los habitantes
de los sectores más vulnerables de la ciudad, que hoy son las localidades que corren mayor
riesgo de experimentar un crecimiento acelerado del contagio.
Sumado a la situación económica deficiente e inestable que se vive en estos barrios, que es
un obstáculo para cumplir con el confinamiento, existen unos efectos derivados de la forma
en que han sido diseñadas las ciudades latinoamericanas que recrudecen las posibilidades
del contagio en aquellos lugares. En primer lugar, el crecimiento urbano de las últimas
décadas no ha sido proporcional a las posibilidades de acceder a la vivienda. El déficit
¿Qué tiene que ver el Covid-19 con la planificación urbana? |L. A. Cobo; N. Cobo
generado por esta incongruencia se ha suplido con ampliaciones improvisadas de las casas:
los espacios unifamiliares se fueron convirtiendo en la residencia de múltiples familias, que
en los casos más precarios comparten espacios como la cocina, el baño y el patio.
en: https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2020/04/09/covid-19-en-asentamientos-precarios-la-
prevencion-imposible/
4 “Coronavirus: ya son 301 los casos en los barrios vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires y hay 198
https://www.pagina12.com.ar/264900-hay-60-nuevos-casos-de-coronavirus-en-las-villas
6“COVID-19 en asentamientos precarios: la prevención imposible” El mostrador, 9 de abril de 2020. Disponible
en: https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2020/04/09/covid-19-en-asentamientos-precarios-la-
prevencion-imposible/
¿Qué tiene que ver el Covid-19 con la planificación urbana? |L. A. Cobo; N. Cobo
En tercer lugar, las ciudades han sido diseñadas de modo que la mayoría de la gente que
vive en zonas de asentamiento o en barrios populares se encuentra muy lejos de su lugar de
trabajo, lo que implica que deben gastar gran cantidad de tiempo desplazándose en los
sistemas de transporte masivo. En otros tiempos diríamos que esto afecta directamente su
calidad de vida. Ahora, en medio de la emergencia sanitaria, coincide que la mano de obra
de los sectores que continúan produciendo es la que tiene que hacer esos largos
desplazamientos, incrementando así el riesgo de contagio en los sectores vulnerables. En
Bogotá, por ejemplo, las localidades más afectadas son Kennedy, Suba y Bosa que
concentran los mayores porcentajes de la fuerza laboral de la ciudad, y han tenido que salir
de sus casas a trabajar aun en tiempos de cuarentena.7
Hoy más que nunca, frente a la imagen drástica que nos enseña esta crisis, es urgente
cuestionar la insustentibilidad del modelo urbano consolidado durante las últimas décadas,
donde gran parte de la población se ve privada de los derechos y servicios que caracterizó
otrora el imaginario de la ciudad.
Seguramente, estamos advirtiendo lo que Lefebvre llamó la muerte de la ciudad a causa del
estallido de una sociedad urbana a nivel planetario, donde lo urbano se desborda
desequilibradamente entre la concentración, la dispersión y la fragmentación. Así mismo el
tiempo de la vida cotidiana se estrangula en los largos y atascados trayectos de quienes, con
suerte, van del trabajo a la casa. Decimos con suerte, pues hay otras tantas personas que sin
lugar, literalmente, deambulan buscando comida o buscando techo, por las calles de
ciudades aniquiladas por el consumo.
2020https://bogota.gov.co/mi-ciudad/salud/coronavirus/cifras-de-coronavirus-covid-19-en-
bogota-9-de-mayo-2020
¿Qué tiene que ver el Covid-19 con la planificación urbana? |L. A. Cobo; N. Cobo
¿Se viene entonces la revolución urbana, es decir, el ejercicio del derecho colectivo que
permite cambiar y reinventar la ciudad de acuerdo con nuestros deseos? (Harvey, 2014) Tal
vez esos deseos tengan que ver la posibilidad de acceder universalmente a derechos de
salud, educación, vivienda, trabajo, esparcimiento, proximidad y cercanía para devolverle el
valor de uso a los espacios urbanos y que la ciudad vuelva a vivir.
5. REFERENCIAS
1. INTRODUCCIÓN
Actualmente, las ciudades y municipios de todo el mundo se enfrentan a desafíos
similares ante el surgimiento del coronavirus tales como promover el distanciamiento
social, definir cuarentenas y su extensión y flexibilización en el tiempo, garantizar el
desarrollo de actividades consideradas esenciales, entre otras.
La crisis ocasionada por la irrupción del coronavirus en la sociedad global ha puesto en
evidencia una serie de desigualdades en múltiples aspectos, en términos de pobreza,
de educación, de políticas, tecnológicas, entre otros. El virus tuvo como epicentro para
su propagación a las ciudades globales, concepto acuñado en el siglo XX como
consecuencia de la globalización (Castells, 1999). Tal es así que las ciudades en
principio más perjudicadas por el virus (dejando a un lado la ciudad origen de China)
fueron las ciudades más turísticas, donde se desarrollaron eventos de carácter masivo
(eventos deportivos, conferencias, etc) que contribuyeron a la expansión del virus en
cada uno de los países. Al mismo tiempo, ciudades del interior de los países menos
pobladas y menos conectadas, han sido más bien testigos de los sucesos ocasionados
en las ciudades más globales.
A simple vista, se podría esperar que el impacto del coronavirus en términos de
número de casos contagiados sea mayor en las ciudades más globales que en el resto.
Por otro lado, las ciudades hoy conocidas en el siglo XXI como ciudades inteligentes
(Caragliu et al, 2011) presentan una serie de ventajas y capacidades para hacer frente
a los nuevos desafíos. Se entiende por Ciudad Inteligente una ciudad o núcleo urbano
donde las nuevas TIC se ponen al servicio de los ciudadanos para gestionar la ciudad de
forma inteligente y mejorar su calidad de vida (Angelidou, 2014, Criado y Gil García,
2013). El mayor desarrollo tecnológico tiene efecto positivo no sólo para mantener
“vivo” al sector productivo, sino también para promover patrones de conducta e
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
interacción social que permitan el distanciamiento social requerido. Por este motivo,
tanto el acceso como el uso de las TIC son indispensables para seguir funcionar e
interactuar en este nuevo contexto.
Las ciudades se convierten en objeto de estudio ya que son testigos desde hace varios
años de un proceso de cambio demográfico y crecimiento poblacional que ubica a las
zonas urbanas en un lugar de preferencia frente a las zonas rurales. Actualmente, más
de la mitad de la población mundial vive en las ciudades (Bloom, 2016). Esta mayor
densidad demográfica explica la mayor tasa de contagio del coronavirus en las
ciudades en contraposición a las zonas rurales y localidades menos pobladas.
El grado de desarrollo económico de un país y la tasa de urbanización son entendidos
como uno de los factores más determinantes para el desarrollo de la infraestructura
de telecomunicaciones (Hazletty Muñoz, 2009; Lee et al. 2008; Campos, 2010 y Katz et
al., 2010). Los desafíos que enfrentan las ciudades inteligentes tales como mejorar la
calidad de vida de los ciudadanos, desarrollar sociedades basadas en el conocimiento y
reducir la brecha digital (Alderete, 2019b; Kitchin, 2014; Anthopoulus y Fitsilis, 2010),
son los desafíos que se evidencian más marcadamente hoy como resultado de la
pandemia. Las ciudades inteligentes se adaptan a la nueva situación y orientan su
tecnología a la coordinación de servicios públicos, la gestión de recursos sanitarios y la
reactivación de la economía y el empleo.
Si bien recientemente han surgido publicaciones sobre el impacto de la pandemia en
las economías o países del mundo (Katz, Jung y Callorda, 2020), no se han encontrado
trabajos que focalicen en las ciudades inteligentes como objeto de estudio. El objetivo
del presente trabajo consiste en analizar si las ciudades inteligentes presentan
características que les permiten enfrentar de manera distintiva los efectos del
coronavirus. Sobre la base de la revisión teórica del concepto de Ciudad Inteligente, y
tomando como referencia algunos índices internacionales de Ciudad Inteligente, se
comparan las ciudades mejor rankeadas y peor rankeadas en términos de estadísticas
relativas al número de casos contagiados, recuperados y muertes de cada una de las
ciudades.
El trabajo se estructura de la siguiente manera. En una primera parte, se comparte el
marco teórico que define el concepto de Ciudad Inteligente, así como analiza cada una
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
de las dimensiones que lo componen. Luego, se analizan los efectos del coronavirus en
términos de probabilidad de contagio y capacidad de prevención y tratamiento de la
pandemia según cada una de las dimensiones previamente explicadas. A su vez, se
describen tres índices internacionales de CI que serán utilizados para el análisis
cuantitativo. Por último, se explican los resultados obtenidos y realizan
consideraciones finales.
2. MARCO TEÓRICO
Concepto de Ciudades Inteligentes
Una extensa investigación sobre la importancia de generar Ciudades Inteligentes o
Smart Cities ha sobresalido durante los últimos años. Es posible distinguir dos visiones
diferentes sobre el concepto, a pesar de que existen múltiples definiciones de un
concepto que no es nuevo. En primer lugar, una visón tecnológica centrada en el papel
que asumen las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) como
medio para fortalecer y profundizar el acceso a la información pública y eficientizar el
acceso a los servicios en una ciudad (Belissent y Girón, 2013; Nam y Pardo, 2011;
Washburn et al., 2010; Paskaleva, 2009; Caragliu, Del Blo y Nijkamp, 2011). En segundo
lugar, se encuentra una visión más amplia ya que incorpora cuestiones asociadas con
la calidad de vida, el crecimiento económico sostenible, la gobernanza participativa, y
la reducción de emisiones (Albino et al., 2015; Anthopoulos y Fitsilis, 2010; Winters,
2011; Topetta, 2010; Caragliu et al., 2011; Shapiro, 2006). Alderete (2019a) analiza los
factores que inciden en la generación de ciudades inteligentes distinguiendo entre
ambas perspectivas y niveles de análisis (variables de nivel ciudad y país)
El primer grupo ha sido definido también como La Ciudad Digital o Ciudad con
Inteligencia caracterizada por el uso cotidiano de la tecnología para mejorar la
eficiencia en respuesta a las demandas ciudadanas. Por lo tanto, Ciudad con
inteligencia no es lo mismo que Ciudad Inteligente, lo que refiere a un enfoque mucho
más holístico e integrador, en donde la tecnología es un factor necesario pero no
suficiente para resolver problemas, mejorar la eficiencia y desarrollar la calidad de vida
de los ciudadanos (Jolías y Prince, 2016).
Como autores exponentes de la primera visión más tecnológica se hallan Washburn y
Sindhu (2010) quienes afirman que la utilización de las TIC permite el desarrollo de
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
Por otro lado, se resalta la importancia de las tecnologías digitales para contrarrestar el
aislamiento así como responder a las actividades escolares de los niños, y mantener
una comunicación fluida y bajo teleconferencias con familiares y amigos. Asimismo,
permite el desarrollo de la telemedicina (turnos por teleconsulta), y cubrir una gran
amplitud de necesidades que podría enfrentar un ciudadano en su vida cotidiana.
Como consecuencia de la brecha digital previa al coronavirus, es probable que las
ciudades con un mayor porcentaje de la población con acceso a internet y mejor
conectividad de banda ancha, consiga mejores resultados en términos de seguimiento
de los casos y control de la pandemia. La brecha digital en América Latina empeora en
este contexto, ya que el uso de Internet en gran parte de los hogares con acceso a
Internet se limita a herramientas de comunicación y redes sociales. Un índice
compuesto de resiliencia digital del hogar (calculado sobre el uso de Internet para
bajar apps de salud, apps educativas, realizar operaciones de comercio electrónico y el
uso de fintech) muestra que el promedio ponderado latinoamericano es de 30,70 (en
una escala de 1 a 100) mientras que los países de la OCDE alcanzan a 53,78 (Katz et al.,
2020).
Dimensión Economía Inteligente
Aquellos sectores de actividad que estén más preparados digitalmente, tendrán
posibilidad de recurrir a los negocios por internet y el comercio electrónico para la
compra y venta de insumos. Sin embargo, las falencias en la cadena de
aprovisionamiento es más grave aun cuando se examinan las debilidades de cada uno
de los actores de la cadena logística (tales como reducida digitalización del transporte
terrestre, falta de estándares comunes para la comunicación interorganizacional, entre
otras).Sobre el tratamiento y efectos de la pandemia, y en particular en términos de
reactivación de la economía y el empleo, las empresas tecnológicas han creado
plataformas colaborativas para potenciar la generación de ofertas y notificaciones
adecuadas al perfil del usuario. Sin embargo, las ciudades con mejor conectividad de
banda ancha serán las mejores preparadas los negocios por internet así como para
realizar el trabajo desde los hogares (home-office) y el desarrollo del home-banking.
Es de esperar luego, que el impacto de la pandemia sobre el desempleo sea inferior en
las ciudades más inteligentes. Esta idease encuentra en línea con lo hallado por
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
año 2019: el índice Smart City Index (SCI), El Cities in Motion (CIMI) y el Global
CitiesIndex (GCI). La muestra de ciudades inteligentes utilizada consiste en seleccionar
las mejores ciudades inteligentes (N=14), que figuran primeras en los ranking
internacionales, y las peores ciudades ubicadas en los últimos puestos del SCI (N=16).
De esta manera quedó conformada una muestra de N=30. Por otro lado, se filtraron
aquellos casos para los cuales no se consiguió datos sobre el covid a nivel
local/regional (ciudades sin datos locales, o cuyos datos publicados del covid
únicamente corresponden al nivel nacional/país fueron descartados). La Principal
fuente de información sobre Google, quien tiene publicadas las estadísticas de COVID
en tiempo real, así como las fuentes oficiales de los respectivos índices. Los datos del
coronavirus corresponden al 4 de mayo de 2020.
De los tres índices, el SCI y el GCI son los más altamente correlacionados (Tabla 1):
Tabla 1: Correlaciones entre los índices de Smart Cities
SCI CIMI GCI
Correlación de Pearson 1 -,215 ,591**
SCI Sig. (bilateral) ,303 ,006
N 31 25 20
Correlación de Pearson -,215 1 ,147
CIMI Sig. (bilateral) ,303 ,574
N 25 25 17
Correlación de Pearson ,591** ,147 1
GCI Sig. (bilateral) ,006 ,574
N 20 17 20
Por otro lado, las ciudades aun teniendo diferente nivel en términos de inteligencia,
poseen el mismo grado de densidad demográfica. Se puede demostrar a partir de una
comparación de medias (Tabla 2) y análisis de varianza (ANOVA) que no hay
diferencias estadísticamente significativas en la densidad demográfica promedio de las
ciudades más inteligentes versus las menos inteligentes1.
1Cabe aclarar que se refiere a ciudades menos inteligentes en términos relativos a las ciudades ubicadas
en los primeros puestos. El SCI, y ninguno de los índices de ciudad inteligente analizados, abordan todas
las ciudades del mundo.
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
Fuente: elaboración propia. CI es ciudad inteligente, ciudades que obtienen valores del índice SCI
menores a la media (51), Menos CI, ciudades con valores de SCI superiores a 51.
Cabe destacar que el número de observaciones según índice utilizado difiere ya que no
coinciden las ciudades del mundo analizadas, cada índice posee su propia muestra y
tamaño.
Smart City Index
El Smart City Index es un índice que posiciona en un ranking a 102 ciudades del mundo
teniendo en cuenta sus esfuerzos y logros en pos de introducir tecnologías que
permitan una mejor calidad de vida a sus ciudadanos. Este índice es publicado por
primera vez el año pasado, 2019, por el Observatorio de Ciudades Inteligentes del
Centro de Competitividad Mundial del IMD (IMD WorldCompetitivenessCenter’s Smart
City Observatory) de Suiza junto con la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur
(SingaporeUniversity of Technology and Design).
El Smart City Indexes creado con una lógica diferente a índices de Smart Cities
presentes en el mundo que se focalizan en la visión tecnológica. Concibe a la ciudad
inteligente como aquel entorno urbano que emplea las nuevas tecnologías para
promover una mejor urbanización y mejor calidad de vida. Este índice se construye
basado en las percepción/opinión de los ciudadanos (120 habitantes en cada una de
las localidades) y evalúalos distintas ámbitos susceptibles de mejoras inteligentes en
las localidades (Observatorio de Ciudades Inteligentes del Centro de Competitividad
Mundial del IMD y Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur, 2019a).
El Smart City Index se compone de dos pilares diferentes: Estructura (infraestructura
disponible en la localidad) y Tecnologías (servicios tecnológicos y disposiciones para los
ciudadanos). A su vez, cada uno de estos pilares está formado de cinco áreas: Salud y
Seguridad, Movilidad, Actividades, Oportunidades para el trabajo y la escuela y
Gobernanza. Así, cuando quiere analizarse el perfil de Cada ciudad es evaluada en
función de su desempeño en cada uno de estos pilares.
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
2
En la edición 2018 unificaron la dimensión gobernanza y gestión pública en una sola categoría.
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
Es CI Media 11873.50 962.91 5043.14 11203.06 1784.09 2664.67 17651.32 2484.83 6794.56
N 14 11 7 13 11 9 13 12 9
Desv. 11736.45 1155.09 5600.50 21858.46 4177.80 4401.84 25100.89 4385.57 12412.05
Es Media 2050.24 372.20 401.40 9512.52 1313.40 8483.17 7786.10 590.50 672.60
menos N 16 15 10 12 10 6 7 6 5
CI Desv. 2459.12 693.46 546.17 17529.30 2623.52 15138.85 11714.02 480.70 693.19
ANOVA 0.00300 0.11700 0.01900 0.834 0.763 0.29 0.342 0.314 0.3
(p)
Total Media 6634.43 622.12 2312.71 10391.60 1559.95 4992.07 14198.50 1853.39 4608.14
N 30 26 17 25 21 15 20 18 14
Desv. 9472.08 944.23 4180.28 19505.75 3447.07 10081.14 21553.83 3654.77 10208.82
Como es posible observar (Tabla 3), cualquiera sea el índice de ciudad inteligente
utilizado, la cantidad de casos confirmados es en promedio superior en el caso de las
Ciudades más inteligentes que en las ciudades menos inteligentes. Estas diferencias de
medias son estadísticamente en el caso del índice SCI.
A su vez, los casos recuperados en promedio son más altos en las ciudades inteligentes
que en las menos inteligentes. Las tasas de recuperación (casos recuperados /casos
contagiados *100) es en promedio de 56.7%, mientras que en el caso de las ciudades
inteligentes es de 17.3%. Estas diferencias de medias son estadísticamente en el caso
del índice SCI.
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
Por otro lado, se observa que la cantidad de casos de muertes por coronavirus es algo
más alto en el caso de las ciudades inteligentes que en el resto. Las diferencias entre
grupos no son estadísticamente significativas. Al respecto, la tasa de muerte (número
de muertes /casos contagiados*100) es cercano al 13% promedio en ambos grupos.
Ante estos resultados, primero hay que observar que existe una alta correlación
(0.919) entre los casos contagiados y los casos de muerte, con lo cual es de esperar
que las ciudades más inteligentes posean promedios más altos en ambos grupos de
estudio (Tabla 4). También existe cierto grado de correlación aunque no tan alto con
los casos recuperados.
Los resultados muestran que las ciudades inteligentes por ser a su vez ciudades
globales han padecido más que el resto de las ciudades una tasa de contagios más alta.
Por otro lado, la cantidad de casos recuperados ha sido mayor dado que son ciudades
que presentan las dimensiones necesarias (economía, capital humano, tecnología,
infraestructura, etc) para enfrentar la pandemia en mejores condiciones que el resto.
Con relación a los efectos en el empleo, aunque en este trabajo no se brindan datos, si
las ciudades inteligentes poseen menores tasas de desempleo que las ciudades menos
inteligentes (Alvarez y Alderete), se podría esperar que el impacto en el empleo sea
menor que en las ciudades menos inteligentes. De todos modos, como indica Alderete
( ) ese resultado no es independiente del contexto nacional en el cual se encuentran
insertas, lo que puede generar resultados contrapuestos.
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
6. CONCLUSIONES
Como es sabido, hoy en día en medio de la pandemia, resulta difícil determinar cuál es
el porcentaje de los contagiados por el coronavirus que muere, a pesar de ser ésta una
pregunta clave para los epidemiólogos. Las grandes diferencias entre países explican
algunas de las razones por las cuales se desconoce este valor. Este trabajo por el
contrario se focaliza en las ciudades inteligentes, no en los países. De esta manera, se
consigue cierta homogeneidad en algunas cuestiones como por ejemplo la densidad
demográfica. En efecto, la densidad demográfica no difiere significativamente en el
grupo de ciudades analizadas. Por otro lado el concepto de Ciudad Inteligente refiere a
dimensiones comunes en términos de Economía, Personas Inteligentes, Movilidad
Inteligente, Gobierno inteligente, entre otros.
Los resultados obtenidos indican que las ciudades más inteligentes según el ranking del
Smart CitiesIndex, CIMI y GobalCitiesIndex, poseen un mayor número de casos
contagiados, recuperados y muertes que las ciudades menos inteligentes.
Por otro lado, surge como aporte al marco teórico del concepto la necesidad de
introducir una nueva dimensión. Como consecuencia de la pandemia, las ciudades
inteligentes asumen un nuevo rol ante la necesidad de poner a disposición de la
población todo el capital (físico, económico, humano, tecnológico) al servicio del
bienestar urbano. Con lo cual debería surgir una nueva dimensión en la definición del
concepto de Ciudad Inteligente que tenga en cuenta la resolución estandarizada de
problemas ante catástrofes o eventos inesperados que afectan a todas por igual. Por
ejemplo, si todas las ciudades inteligentes desarrollan y aplican protocolos
estandarizados para la detección y control de casos contagiados. El problema radica en
que como indica Vermesan y Friess (2014) la mayoría de los instrumentos inteligentes
de las ciudades son invenciones patentadas de las empresas que proveen tales
servicios, sin la posibilidad de diseñar códigos abiertos disponibles para todos. Por lo
tanto, una ciudad que, a partir de ahora, construya un modelo de gobernanza que no
contemple los protocolos que deben seguirse frente a futuras catástrofes o
pandemias, no debería ser considerada una ciudad inteligente.
Por otro lado, aunque en este trabajo no brindamos datos, si las ciudades inteligentes
tienen una fracción de la población con posibilidades de teletrabajo más altas, los
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
impactos sobre la economía podrían ser inferiores que en el resto. Queda para
trabajos futuros evaluar el impacto desde el punto de vista del empleo y de los niveles
de ingreso de la pandemia, haciendo una distinción entre tipos de ciudades. A partir de
los resultados, se sugiere el análisis de las estadísticas del virus a nivel ciudad más que
a nivel de países para hallar una mejor interpretación de los mismos.
Referencias
Akcura. M.T. y Avci, S.B. (2014). “How to make global cities: Information
communication technologies and macro level variables”. Technological forecasting and
social change, vol.89, n°1, pp.68-79.
Albino, V., Berardi, U. y Dangelico, R. M. (2015). “Smart cities: Definitions, dimensions,
performance, and initiatives”. Journal of urban technology, vol. 22, n°1, pp.3-21.
Alderete, M. V. (2019a). “¿Qué factores influyen en la construcción de ciudades
inteligentes? Un modelo multinivel con datos a nivel ciudades y países”. Revista
Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad –CTS, vol. 14, n°2, pp. 71-89.
Alderete, M. V. (2019b). “Exploring the Smart City Indexes and the Role of Macro
Factors for Measuring Cities Smartness”.Social Indicators Research,
https://doi.org/10.1007/s11205-019-02168-y
Alderete, M.V. (2017). “Mobile broadband: a key enabling technology for
entrepreneurship?”.Journal of Small Business Management, vol. 55, n°2, pp. 254-269.
Alderete, M.V. (2019). “¿Las ciudades inteligentes ayudan a combatir el desempleo?
Un análisis multinivel”. Estudios demográficos y urbanos, vol. 34, n°1,pp. 43-70.
Álvarez, N. y Alderete, M. V. (2019). “Ciudades innovadoras: el efecto sobre el
desempleo en la región de Latinoamérica”. Trilogía Ciencia Tecnología Sociedad, vol.
11, n°21, pp.193-222. https://doi.org/10.22430/21457778.1277
Angelidou, M. (2014).“Smart city policies: A spatial approach”. Cities vol. 4, pp. 3-11.
Anthopoulos, L. y Fitsilis, P. (2010). “From Digital to Ubiquitous Cities: Defining a
Common Architecture for Urban Development”. Proceedings of the 6th International
Conference on Intelligent Environments IE'10, Malaysia 2010, IEEE, 301-306.
Belissent, J., y Girón, F. (2013). Service Providers Accelerate Smart City Projects.
Forrester Research Report.Cambridge, MA: Forrester Publication.
Bonte, D. (2018).Role of smart cities for economic development.ABI Research
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
Campos, N. (2010). The relative impact of the regulatory framework on the diffusion of
ICT: evidence from Latin America, 1989-2004, Cimoli, M., Hofman, A. Y Mulder, N.
Innovation and Economic Development: the impact of information and communication
technologies in Latin America. Cheltenham, UK: Edward Elgar
Caragliu, A., Del Bo, C. y Nijkamp, P. (2011).“Smart cities in Europe”. Journal of urban
technology, vol. 18, n°2, pp. 65-82.
Cardoso, G. (2005). “Societies in transition to the Network Society”.En Castells, M. y
Cardoso, G. (eds). The network society.From knowledge to policy. Washington, DC:
Johns Hopkins Center for Transatlantic Relations.
Castells, M. (1999). La era de la información. México, Siglo XXI, 3 vols, Chandler.
Criado, J.I., y Gil García. J.R. (2013).“Gobierno electrónico, gestión y políticas públicas.
Estado actual y tendencias futuras en América Latina”. Gestión y política Pública, vol.
22 (esp), pp. 3-48.
Estévez, E. C. y Janowski, T. (2016). “Gobierno digital, ciudadanos y ciudades
inteligentes”. Bit & Byte; vol. 2, n°3, pp.11-13.
García Arias, C. (2015).“Sistemas de indicadores de Smart Cities”.Trabajo presentado
en XII Congreso de Ciencia Política y de la Administración. San Sebastián. Recuperado
de https://aecpa.es/es-es/sistemas-de-indicadores-de-smart-cities/congress-
papers/1373/
Giffinger, R., Haindlmaier, G., y Kramar, H. (2010). “The role of rankings in growing city
competition”.Urban Research and Practice, vol. 3, pp. 299–312.
Giffinger, R., y Gudrun, H. (2010). “Smart cities ranking: An effective instrument for the
positioning of cities?”.ACE: Architecture City and Environment, vol. 4, pp.7–25.
Gil-García, R.andAldama-Alda, A. (2013). “Making a City Smarter through information
integration, Angel network and the role of Political leadership”. 46 Hawaii
International Conference on System Sciences, Hawaii
Hazlett T. y Muñoz, (2009). “Spectrum Allocation in Latin America: an economic
analysis”. Information Economics and Policy, vol. 21, pp. 424-54.
Hodgkinson, S. (2011).Is your city smart enough? Digitally enabled cities and societies
will enhance economic, social, and environmental sustainability in the urban century.
OVUM report.
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
ITU. (2018). Measuring the information society report: Volume 2.Geneva: International
Telecommunication Union.
Jolías, L. y Prince, A. (2016). “Definiendo un modelo de Smart cities para el contexto
argentino”. En Paellán, N. Ciudades inteligentes. El aporte de las TIC a la comunidad.
Casos testigo y la visión del sector privado. CICOMRA, Cámara de Informática y
Comunicaciones de la República Argentina.
Katz, R., Flores-Roux, E., y Mariscal, J. (2010).“The impact of taxation on the
development of the mobile broadband sector”.United Kindgom: GSMA.
Kitchin, R. (2014). “The real time city? big data and smart urbanism”. Geojournal, n°
79,pp. 1-14. https://doi.org/10.1007/s10708-013-9516-8.
Lee , S-H. (2008). “Welfare improving privatization policy in the telecommunications
industry”, Contemporary Economic Policy, vol. 24, 2, pp. 237-248.
Lupiañez Villanueva, F., y Faulí, C. (2017). Ciudades Inteligentes. Evaluación social de
proyectos de Smart Cities. Montevideo: cet.la.
Mora, L., Bolici, R. y Deakin, M. (2017). “The first two decades of smart-city research: A
bibliometric analysis”. Journal of Urban Technology, vol. 24, n°1, pp. 3-27.
N. Walravens, (2015). “Mobile City Applications for Brussels Citizens: Smart City
Trends, Challenges and aReality Check," Telematics and Informatics, vol. 32, n°2, pp.
282-299.
Nam,T. y Pardo, T. A. (2011). Smart city as urban innovation: focusing on management,
policy and context. Trabajo presentado en ICEGOV2011, Proceedings of the 5th
International Conference on Theory and Practice of Electronic Governance, 185-
194.Tallinn, Estonia.
Paskaleva, K. A. (2009). “Enabling the smart city: The progress of city e-governance in
Europe”. International Journal of Innovation and Regional Development, vol. 1, n°4,
pp.405-422.
Peterson, E.R., Hales, M., Mendoza Peña, A. yDessibourg-Freer, N. (2019).2018 Global
CitiesReport.Recuperado de https://www.atkearney.com/2018-global-cities-report
Raúl Katz, Juan Jung, Fernando Callorda (2020). El estado de la digitalización de
América Latina frente a la pandemia del COVID-19. Editorial CAF, Corporación Andina
de Fomento.
Los pro y contra de ser una Ciudad Inteligente en el contexto de la pandemia |
Verónica Alderete
Shapiro, J. M. (2006). “Smart cities: quality of life, productivity, and the growth effects
of human capital”. The review of economics and statistics, vol. 88, n°2, pp.324-335.
Smith, M. L., Spence, R. y Rashid. A. T. (2011). “Mobile phones and expanding human
capabilities”. Information Technologies & International Development, vol. 7, n°3, pp.
77-88.
Susana Finquelievich, Patricio Feldman y Ulises Girolimo (2015). Relaciones entre las
ciudades y los procesos de innovación sociotecnológica. Avances de investigación
sobre tres ciudades de la provincia de Buenos Aires. XI Jornadas de Sociología. Facultad
de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.
Topetta, D. (2010, octubre). The Smart City Vision: How innovation and ICT can build
smart, “liveable”, sustainable cities. THINK! The Innovation Knowledge
Foundation.Recuperado de: https://inta-aivn.org/images/cc/Urbanism/
background%20documents/Toppeta_Report_005_2010.pdf
Trejo Nieto, A.B. (2017), “Estructura regional y polarización económico-poblacional en
el centro de México”, Estudios regionales en Economía, población y desarrollo.
Cuadernos de Trabajo de la UACJ, Num 38, pp 3-33.
Vermesan, O. y Friess, P. (2014) Internet of Things – From Research and Innovation to
Market Deployment. River Publishers Series in Communication.
Washburn, D., Sindhu, U., Balaouras, S., Dines, R.A., Hayes, N.M., y Nelson, L.E. (2010).
Helping CIOs understand “smart city” initiatives: Defining the smart city, its drivers, and
the role of the CIO. Cambridge, MA: Forrester Research, Inc.
Disponibleenhttp://public.dhe.ibm.com/partnerworld/pub/smb/smarterplanet/forr_h
elp_cios_und_smart_city_initiatives.pdf.
Winters, J.V. (2011). “Why are Smart cities growing: who moves and who
stays”.Journal of Regional Science, vol. 51, n°2, pp. 253-270.
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
1. INTRODUCCIÓN
La educación es un derecho humano fundamental y, por ende, la equidad educativa es una
meta deseable. Así se manifiesta en el punto número cuatro de “Los Objetivos de Desarrollo
Sostenible” propuestos por los estados miembros de las Naciones Unidas en su reunión
Cumbre para el Desarrollo Sostenible llevada a cabo en septiembre de 2015: “Garantizar
una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje
durante toda la vida para todos”. Por ello, no es sorprendente que la educación sea uno de
los principales elementos que ha cobrado interés en las esferas política y académica en
medio de la pandemia del COVID-19 y los cambios en los modos de vida involucrados.
El concepto de equidad educativa no es unívoco y su definición depende del factor
determinado como elemento de igualación entre los estudiantes (López, 2006). Aquí,
siguiendo a Formichella (2011), se opta por conceptualizar la equidad como la igualdad en
los resultados educativos establecidos como deseables, lo cual no contradice a la igualdad
en las oportunidades, sino que la complementa (Morduchowicz, 2003). Esta definición
requiere que se establezcan todas las condiciones necesarias para el logro de las metas
establecidas: acceso al sistema educativo, compensación de las desigualdades materiales de
origen mediante intervenciones dentro y fuera de la escuela, acompañamiento psicológico y
pedagógico a los alumnos y sus familias, entre otras posibles cuestiones.
1 Este documento fue realizado en el marco del Proyecto de Grupos de Investigación (PGI) "Equidad
educativa: Segmentación escolar en la localidad de Bahía Blanca", financiado por la SCyT, UNS.
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
que menos tienen”, sino que opera en sentido contrario porque “reciben más los que más
tienen” (Llach y otros, 2006; Formichella, 2010; Krüger, 2013).
Los niños y adolescentes pertenecientes a los estratos socioeconómicos más bajos son
quienes tienen mayores dificultades de acceso escolar, en especial en los niveles Inicial y
Medio2; y de permanencia y terminalidad en el nivel Medio3. Asimismo, alcanzan menores
niveles de aprendizajes cognitivos, según lo indican las pruebas estandarizadas nacionales e
internacionales4.
Estos resultados se explican, por un lado, porque estos grupos se enfrentan a condiciones
de educabilidad menos favorables; es decir que, las circunstancias con las que conviven y el
bagaje de herramientas que poseen para asistir a la escuela y participar adecuadamente de
las clases (López, 2006) los colocan en un estado de desventaja en relación a otros grupos
sociales. Dichas condiciones de educabilidad se vinculan estrechamente con la historia y el
presente del individuo. En este sentido, Tedesco (2000) afirma que se relacionan con las
posibilidades de desarrollo cognitivo, el cual aparece desde los primeros momentos de la
vida y tiene que ver con la estimulación afectiva, las condiciones materiales con las que
conviven (alimentación, condiciones sanitarias, etc.) y el tipo de socialización primaria al que
acceden los chicos, siendo ésta la antesala de su inserción en cualquier entidad por fuera de
su familia.
Por otro lado, la existencia de un sistema educativo segmentado en el que los alumnos se
distribuyen entre las escuelas de manera desigual en función de su origen social, y en el que
pueden identificarse circuitos de calidad diferenciada, tal que “hay escuelas pobres para los
pobres” (Llach et al., 2006), implica que quienes poseen condiciones de demanda educativa
2
Según datos de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial) con base en la EPH del INDEC, la tasa de escolarización
para el grupo etario de 3 a 5 años era en el 2016 del 95,6% para el quintil de menores ingresos y del 99,2%
para el quintil de mayores ingresos; para el grupo de 13 a 17 años, las tasas respectivas eran del 89,8% y del
99,3%.
3
Según datos del SITEAL (IIPE-UNESCO) con base en la EPH del INDEC, la tasa de extraedad respecto al grado
en el nivel Medio era en el 2014 del 35,3% para el grupo de menores ingresos y del 23,2% para el grupo de
mayores ingresos (los grupos en este caso son definidos como aquellos en el 30% inferior y en el 40% superior
de la distribución de ingresos).
4
A modo de ejemplo, los resultados del operativo Aprender 2018 indican que en el nivel Primario solo un
12,7% de los alumnos de NSE bajo en el sector estatal alcanzan un resultado Avanzado en Matemática,
mientras que un 27,4% de aquellos con NSE alto lo hacen, estas brechas son incluso más amplias en el sector
privado. El desempeño en Matemática en el nivel Medio es también muy desigual según los resultados de
Aprender 2017: mientras que un 60,3% de los alumnos de NSE bajo obtienen un resultado por debajo del nivel
básico, sólo un 21,5% de aquellos con NSE alto lo hacen.
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
En suma, en Argentina los niños y jóvenes pertenecientes a los sectores sociales de menor
nivel socioeconómico se encuentran en desventaja en relación a la mayor parte de los
factores −personales, familiares y escolares− que la literatura especializada ha identificado
como determinantes de los resultados educativos (ver revisión para Argentina en Krüger y
Formichella, 2019). Y es en este contexto de desigualdad, que irrumpió a inicios del ciclo
escolar 2020 la pandemia de la enfermedad denominada popularmente como coronavirus.
Finalmente, se tomaron algunas medidas que pretenden realizar un apoyo integral a los
miembros de las comunidades educativas (UNESCO, 2020), tales como:
● Contención emocional y oferta de asistencia psicológica a través de la línea
telefónica 102.
● Provisión de recursos culturales gratuitos para enriquecer el tiempo de ocio y evitar
la sobrecarga con actividades escolares y laborales en los hogares.
● Estrategias para compensar, ante el cierre de los establecimientos educativos, la
interrupción de los distintos programas o actividades de asistencia social que los
mismos llevan a cabo, los cuales exceden a su función educativa pero son esenciales
para sostener la educabilidad de la población vulnerable: puede mencionarse en este
sentido a la transferencia de ingresos hacia las familias y a la readecuación de los
programas alimentarios a través de la entrega de viandas o bolsas de alimentos.
● El Ministerio de Educación de la Nación emitió recomendaciones para las
instituciones educativas de gestión privada, solicitando garantizar el efectivo
derecho a la educación −en un momento en que las familias pueden tener
dificultades para realizar los pagos− y brindar ayuda o alivio económico en la medida
de lo posible.
Bajo este marco, cada escuela organizó la continuidad pedagógica utilizando diferentes
modalidades y herramientas. Algunas implementaron clases virtuales por medio de alguna
plataforma de videollamadas (Zoom, Jitsi Meet, Hangouts, etc.), otras establecieron la
distribución de tareas mediante correo electrónico, otras incluyeron clases de consulta
online, algunas se basaron especialmente en los cuadernillos proporcionados por el
gobierno y otras escuelas combinaron diferentes estrategias5.
5
Fuente: comunicación personal con familias y directores de escuela en la ciudad de Bahía Blanca.
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
en el ámbito educativo, sino también por factores exógenos −como las políticas y los
cambios económicos y sociales generales−.
En este sentido, es de esperar que los cambios profundos y repentinos en los modos de vida
que resultan de la amenaza de la pandemia y del distanciamiento social compulsivo
establecido para enfrentarla tengan, junto con las acciones específicamente educativas
resumidas arriba, un impacto directo en la esfera educativa.
Los efectos sobre los factores personales podrían desarrollarse por medio de dos vías: por
un lado, a través de los posibles contagios del virus COVID-19 que provocarían que el centro
de atención personal y familiar se desplace a la recuperación de la salud física, dejando de
lado las cuestiones escolares, y; por el otro, por medio de las consecuencias del
distanciamiento social.
Ahora bien, habiéndose partido de un contexto en el que gran parte de la población tenía
ingresos por debajo de la línea de pobreza y habitaba hogares con necesidades básicas
insatisfechas6, el distanciamiento social no se experimenta de la misma forma en todos los
hogares del país. La deficiencia de las condiciones habitacionales en amplios sectores se
agrava ante una situación de mayor hacinamiento e intensidad de uso de los servicios como
electricidad, calefacción, agua y conectividad a Internet; los cuales presentan en estos
contextos características de precariedad.
6
Los últimos datos del INDEC (para el segundo semestre de 2019 y 31 aglomerados urbanos) señalan que un
35,5% de la población pertenecía a un hogar que percibía ingresos por debajo de la línea de la pobreza.
Asimismo, un 24% de las personas habitaba en viviendas con una calidad de los materiales insuficiente o
parcialmente insuficiente; un 5% experimentaba hacinamiento crítico; un 17% habitaba una vivienda con
saneamiento inadecuado; un 29% de los hogares no accedía al servicio de cloacas y un 10% al agua corriente.
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
más empobrecidos y que nuevos hogares caigan bajo la línea de la pobreza (Bonavida y
Gasparini, 2020).
Además, para los niños, niñas y adolescentes, las circunstancias y privaciones mencionadas
en los párrafos anteriores se combinan con la reducción del acceso a instancias de
educación no formal o actividades extracurriculares en escuelas y clubes barriales −lo cual
no puede ser compensado de la misma forma en todos los hogares− y a una menor
interacción con sus pares dentro y fuera de la escuela, especialmente para quienes no
cuentan con adecuada conectividad.
7
A modo de ejemplo: según la nota publicada en BAEnegocios.com el día 11 del corriente mes: “la
organización no gubernamental Banco de Alimentos de Buenos Aires informó este lunes que la demanda de
alimentos y productos para los comedores comunitarios de la Ciudad y el conurbano aumentó en un 66%
respecto de antes del inicio de la pandemia, mientras que solo el 30% de las organizaciones sociales dedicadas
al tema manifiestan poder dar respuesta al aumento de la demanda”. Por otro lado, el Ministro de Desarrollo
Social, Daniel Arroyo, sostuvo a dos semanas del inicio de la cuarentena que la demanda de asistencia
alimentaria había crecido casi un 40% en todo el país (Sued, 2 de abril de 2020).
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
En síntesis, los factores personales determinantes de los resultados educativos que se ven
especialmente afectados negativamente por la pandemia y el confinamiento son la salud
física y psicoemocional de los estudiantes.
Los factores familiares que influyen sobre los resultados educativos abarcan diferentes
esferas que van desde cuestiones de índole material, como la disponibilidad de espacio
físico y la posesión de recursos educativos, hasta cuestiones intangibles como el clima
educativo de los hogares8.
Debido a la nueva modalidad virtual que adoptan los procesos de enseñanza en el contexto
actual, un factor crucial que determina el acceso educativo es el acceso a las Tecnologías de
la Información y Comunicación (TIC) en el hogar. Por ejemplo, la plataforma Seguimos
Educando diseñada por el Ministerio de Educación y las distintas formas de contacto entre
las escuelas y los alumnos se apoyan principalmente en herramientas que requieren de una
adecuada conexión a internet, y de contar con elementos como computadoras, notebooks,
tablets o celulares. Aquí, nuevamente aparecen fuentes de desigualdad entre los hogares: i)
no todos cuentan con la calidad de los dispositivos necesarios para realizar las distintas
actividades escolares, considerando que cada tipo de artefacto, así como su antigüedad o
potencia ofrece distintas posibilidades de trabajo; ii) la cantidad de dispositivos en el hogar
puede ser insuficiente para satisfacer las necesidades escolares y laborales de todos sus
miembros; iii) el acceso a Internet dista de ser homogéneo y universal en nuestro país 9 y iv)
existen desigualdades en el acceso a TIC entre los estudiantes que se vinculan a
desigualdades en sus resultados (Alderete y Formichella, 2016; Alderete y Formichella,
2016a).
Desde el Estado se han reconocido estas desigualdades e implementado las citadas medidas
como la distribución de netbooks y tablets, o la gratuidad de la navegación en las
plataformas educativas. Si bien no se cuenta con información sistematizada para conocer si
las medidas han permitido eliminar esta “primera brecha digital”, vinculada con el acceso a
las TIC, es difícil que así sea, ya que según los últimos datos de las pruebas Aprender uno de
8
Definido como el promedio de años de estudio de los mayores de 18 años en cada hogar.
9
El 63% de los hogares urbanos tiene disponibilidad de computadoras y el 80% de los hogares urbanos acceso
a Internet (INDEC, EPH, 4to trimestre de 2018).
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
cada cinco estudiantes de nivel primario no tiene acceso a Internet, mientras que dicha
proporción es del 15,9% en los estudiantes de nivel secundario (Artopoulos, 2020).
Aún si se lograra eliminar o disminuir esta primera brecha digital, quedaría por salvar la
denominada “segunda brecha digital”, vinculada al uso de las TIC o a la capacidad de los
estudiantes para beneficiarse de ellas. En las circunstancias de la pandemia, interesa
especialmente el rol del uso de las TIC en el hogar. Su relevancia está dada por su efecto
mediador entre el acceso a las TIC y los resultados educativos, potenciando el vínculo
directo existente entre estas variables (Alderete y otros, 2017; Formichella y Alderete,
2018).
En este sentido, los hogares que no tienen acceso a TIC, lo tienen de manera deficiente o no
realizan un uso adecuado de las mismas, se encuentran en una clara situación de desventaja
que, más allá de los objetivos nobles de quienes utilizan estrategias alternativas (como la
emisión de programas educativos por radio y televisión o el dictado de clases por radio)
difícilmente pueda ser subsanada. En especial, resulta particularmente improbable que
puedan suplir al contacto personal −aunque sea de forma virtual− entre los docentes y sus
alumnos.
Por otro lado, al desarrollarse ahora todo el proceso educativo al interior de los hogares, se
intensifica la necesidad de contar con materiales y espacios adecuados para el estudio
−recursos educativos, mobiliario, luz, calefacción−. En un marco de escasez de condiciones
habitacionales mínimas en el que viven muchos niños y jóvenes, este factor se convierte en
un obstáculo más relevante que antes. Particularmente, uno de los principales factores que
aparece como determinante negativo de los resultados educativos en las poblaciones
vulnerables es el hacinamiento (Formichella y Krüger, 2019), problemática que se verá
acrecentada si todos los miembros del hogar deben permanecer en la vivienda y desarrollar
allí sus actividades escolares y/o laborales.
Un elemento destacado del Esquema presentado, quizás uno de los más importantes para
que los niños y adolescentes puedan alcanzar los resultados definidos como deseables, es el
clima educativo de sus hogares. En el contexto del COVID-19, la enseñanza ha recaído en
una proporción sustancialmente mayor sobre los hogares: son los padres o tutores a cargo
quienes ahora acompañan prácticamente la totalidad del proceso de enseñanza y
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
aprendizaje, cuando antes sólo acompañaban una parte menor del mismo vinculado a la
realización de tareas post-escuela o la preparación de exámenes. Es de esperarse entonces
que las diferencias generadas por las brechas en el clima educativo se acentúen. Además, el
clima educativo se vincula con la desigualdad en la capacidad de uso de TIC por parte de las
familias, lo cual dificulta aún más ese acompañamiento (Formichella y Alderete, 2018). Por
último, es probable que este efecto sea mayor en el nivel inicial y primario, ya que los niños
cuentan con menor autonomía que los adolescentes que transitan el nivel medio.
A su vez, cabe destacar que al tiempo que se reducen las posibilidades de trabajo
remunerado por fuera del hogar, en muchos casos se intensifica la carga de trabajo en su
interior (tareas domésticas y de cuidado). Esto se debe a no poder tercerizar las tareas de
cuidado de niños −ya sea a través de instituciones educativas formales y no formales,
personal contratado o la ayuda de familiares y vecinos−; al creciente acompañamiento que
pueden requerir los adultos mayores que se encuentran más vulnerables frente a la
epidemia del coronavirus; y a la mayor carga de trabajo de limpieza que requieren la
presencia continua de la familia en el hogar y las medidas de higiene que deben tomarse
para prevenir el contagio. Todo ello implica que no siempre los adultos del hogar
dispondrán del tiempo necesario para acompañar adecuadamente el trabajo escolar de los
niños, considerando, a su vez, que en nuestro país el trabajo doméstico y de
acompañamiento escolar a los niños recae en mayor medida sobre las mujeres
(D’Alessandro, 2016), serán ellas quienes probablemente verán incrementada con creces su
carga de tareas. En muchos casos, quizás, estas tareas sean delegadas a los propios niños y
jóvenes, reduciendo su tiempo disponible para el trabajo escolar y para el ocio.
Dado que las escuelas se encuentran cerradas, podría pensarse que no hay un efecto sobre
los factores escolares. Sin embargo, la diversidad de estrategias asumidas en el contexto
actual tiene que ver con las características de la población de estudiantes, pero también con
las correspondientes al cuerpo docente y al equipo directivo, las cuales son un determinante
clave de los resultados.
Si hay algo que caracteriza la situación que atraviesa nuestra sociedad y el sistema educativo
en este momento es la incertidumbre: se desconoce cuándo se retomarán las clases
presenciales, de qué manera se lo hará, cómo se trabajará para compensar las deficiencias
del actual esquema virtual y de qué manera se acreditarán los saberes correspondientes al
ciclo lectivo 2020. Las escuelas han debido adaptarse repentinamente a una nueva
modalidad de trabajo en un contexto cambiante y bajo medidas de política definidas sobre
la marcha. Las planificaciones realizadas para este año debieron modificarse, se alteró la
forma de interacción con los pares, las autoridades escolares, los alumnos y sus familias,
todo ello en un marco en el que los propios docentes y sus familias se ven atravesados por
los procesos socioeconómicos descritos anteriormente.
Las nuevas exigencias vinculadas al trabajo docente han sido reconocidas y distintos
representantes gremiales advierten acerca de que implican una creciente precarización de
las condiciones laborales en este sector: se aprecia preocupación en relación a los recursos
materiales de los que disponen para realizar su labor con eficiencia, a la capacitación para
trabajar de forma virtual y a la carga de trabajo extra que requiere la nueva modalidad −la
cual se suma a la mayor carga de trabajo doméstico, considerando que se trata de una
profesión altamente feminizada, y que muchas docentes tienen hijos menores a cargo,
según datos del Censo Nacional de Personal Docente 2014 (Figueroa Díaz, 5 de mayo de
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
2020; Jiménez Abraham, 11 de mayo de 2020)−. En las escuelas con población vulnerable, el
personal está también a cargo de continuar con la asistencia alimentaria y realizar la entrega
de cuadernillos, lo cual impide cumplir con el distanciamiento social, agregando una fuente
adicional de trabajo y estrés.
Cabe esperar que entre los docentes existan desigualdades en sus posibilidades, su
predisposición y sus actitudes para transitar esta situación, lo cual puede repercutir en la
forma de trabajo y en los resultados de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Pueden
preverse asimismo mayores efectos cuando los alumnos y sus familias cuentan con menores
niveles de capital económico y social. Se vuelve clave en este contexto el rol de los
directivos, cuya capacidad de gestión y de liderazgo puede también ser muy variable entre
las escuelas.
Si bien no necesariamente los docentes y directivos más capaces o creativos para sortear las
nuevas dificultades serán los que atienden a la población estudiantil más favorecida, es
sabido que un sistema educativo segmentado como el nuestro no se caracteriza por una
distribución progresiva de sus recursos humanos −en términos de capacitación o
experiencia− (Llach y otros, 2006; Krüger, 2013). Por el contrario, podrían evidenciarse
diferencias que acentúen las desigualdades previas.
En este sentido, la ruptura o la alteración del vínculo entre los distintos actores de la
comunidad educativa permite prever efectos negativos. Sonia Alesso, la Secretaria General
de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), en una entrevista para Radio
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
4. REFLEXIONES FINALES
Ante la aparición de la pandemia, la mayor parte de los gobiernos optaron por el
confinamiento social como medida preventiva. Sin embargo, es sabido que dicha opción no
se encuentra exenta de costos y forma parte de lo que puede denominarse, ante la
preservación de la vida humana, como un “mal menor”.
Como se ha discutido a lo largo del artículo, gran parte de los determinantes de los
resultados educativos que han sido identificados por la literatura especializada se ven
afectados negativamente por la emergencia sanitaria y sus consecuencias económicas y
sociales. Asimismo, son los niños, niñas y adolescentes que provienen de hogares
desfavorecidos quienes se encuentran más vulnerables ante los cambios en curso, por lo
que cabe esperar que la pandemia por COVID-19 profundice la reproducción de las
desigualdades sociales de origen en el seno del sistema educativo, la cual ya era una
problemática severa en tiempos previos a la aparición del coronavirus.
Entonces, sin pretender en pocos meses y en una coyuntura de emergencia cerrar las
brechasque caracterizan a nuestro sistema educativo, se vuelve imprescindible reforzar los
esfuerzos en búsqueda de una mayor equidad. Si bien todo pareciera indicar que las
desigualdades se van a acrecentar, las acciones de política deben intentar que eso no
suceda o, al menos, que suceda en su mínima expresión.
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
Finalmente, queda pendiente para trabajos futuros llevar adelante un análisis empírico para
poder estudiar si los efectos sobre la equidad educativa analizados en este trabajo se
verifican efectivamente y en qué medida.
5. REFERENCIAS
Alderete, M. V, Di Meglio, G y Formichella, M.M. (2017) ICT access and educational
performance: ¿a relationship enhanced by ICT use? An analysis for Spain Pág. 53-79.
Revista de Educación.
Alderete, M. V y Formichella, M. M. (2016) El acceso a las TIC en el hogar y en la escuela: su
impacto sobre los logros educativos. Economía del Rosario 19 (2), 221-242.
Alderete, M. V y Formichella, M.M (2016a). The effect of ICTs on academic achievement: the
Conectar Igualdad programme in Argentina. Revista de la CEPAL/CEPAL review Nº 119.
Pág. 83-100. Editorial: Naciones Unidas.
Pandemia y brechas educativas: reflexiones desde la Economía de la Educación | M. M.
Formichella; N. Krüger
UNICEF (2020). 6 maneras en que padres y madres pueden ayudar a sus hijos durante el
coronavirus. En: https://www.unicef.org/es/coronavirus/seis-maneras-en-que-padres-y-
madres-pueden-ayudar-sus-hijos-durante-coronavirus
Gimena Ramos
Departamento de Economía UNS
Eugenia Elorza
IIESS UNS-CONICET Departamento de Economía UNS
Stella Maris Pérez
IIESS UNS-CONICET Departamento de Economía UNS
1. INTRODUCCIÓN
1
Información obtenida del Portal de Noticias del World Food Programme. Recuperado de
https://insight.wfp.org/covid-19-will-almost-double-people-in-acute-hunger-by-end-of-2020-
59df0c4a8072
Impacto del Covid-19 sobre la seguridad alimentaria y las políticas alimentarias utilizadas para
mitigarlo en Argentina | G. Ramos; E. Elorza; S. M. Pérez
El objetivo del presente artículo es analizar de qué forma impacta la pandemia declarada
por la propagación del covid-19 sobre la seguridad alimentaria y describir las políticas
alimentarias implementadas por el gobierno de Argentina para garantizar las distintas
dimensiones de la misma.
La seguridad alimentaria implica que “todas las personas tengan, en todo momento, acceso
físico y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para satisfacer sus
necesidades nutricionales y sus preferencias alimentarias, a fin de llevar una vida activa y
sana” (León, Martínez, Espíndola y Schejtman, 2004, p.65). Según esta definición, existen
cuatro dimensiones de la seguridad alimentaria: disponibilidad, acceso, utilización y
estabilidad. La disponibilidad implica la existencia de cantidades de alimentos suficientes y
de calidad, tanto a nivel nacional como en los hogares. El acceso se refiere a la capacidad
económica de las personas para adquirir esos alimentos. La utilización pone énfasis en la
calidad y el uso biológico de los alimentos y la estabilidad implica tener acceso a alimentos
adecuados en todo momento, sin estar expuesto al riesgo de que se produzca una
disminución acelerada del acceso o consumo, entendida como vulnerabilidad alimentaria.
La actual pandemia provocada por el avance mundial del covid-19 impacta negativamente
en las cuatro dimensiones de la seguridad alimentaria. En cuanto a la disponibilidad, las
restricciones de circulación y el aislamiento social, pueden afectar el correcto
funcionamiento de la cadena de suministro de los alimentos. Esto incluye tanto el proceso
de producción como de almacenamiento y distribución de los mismos hasta llegar a los
puntos de venta minoristas. La morbilidad debida a la enfermedad también puede generar
Impacto del Covid-19 sobre la seguridad alimentaria y las políticas alimentarias utilizadas para
mitigarlo en Argentina | G. Ramos; E. Elorza; S. M. Pérez
escasez de mano de obra. Además, como consecuencia de las restricciones en la oferta, los
alimentos pueden sufrir alteraciones en sus precios.
Encontramos acá dos de los grupos más vulnerables a sufrir inseguridad alimentaria. Por un
lado, los adultos mayores que no pueden movilizarse en busca de alimentos y personas con
condicionantes previos en la salud que los convierte en población de riesgo para el covid-19
y por lo tanto deben cumplir estrictamente las medidas de prevención. Y, por otro lado, la
población con empleos informales cuya alimentación, en muchos casos, depende de los
ingresos diarios generados2. En este caso, las medidas sanitarias implementadas para evitar
la propagación del virus impactan en el acceso a los alimentos por medio de variaciones en
el poder adquisitivo de las familias. La imposibilidad de trabajar sumado al desempleo
generado por la contracción económica afecta los ingresos de las familias y con ello su
capacidad de comprar alimentos. En Argentina, a finales del año 2019, casi seis de cada diez
personas económicamente activas no tenían un empleo de calidad, es decir desarrollaban
trabajos sin aportes a la seguridad social o estaban desocupados (Observatorio de la Deuda
Social Argentina, 2020).
2
Existe una conexión entre la calidad del empleo y la situación alimentaria. De este modo, es más
probable que se presente insuficiencia alimentaria ante situaciones de actividad laboral inestable o
empleos precarios e informales que frente a empleos plenos de derechos (Salvia, Tuñón y Musante,
2012).
Impacto del Covid-19 sobre la seguridad alimentaria y las políticas alimentarias utilizadas para
mitigarlo en Argentina | G. Ramos; E. Elorza; S. M. Pérez
Por otro lado, como consecuencia de la suspensión del dictado de clases en los distintos
niveles de la educación pública, muchos niños y jóvenes han dejado de participar en los
programas de alimentación escolar, siendo que para muchos de ellos representa una de sus
principales fuentes de alimentación diaria y contribuye a reducir la vulnerabilidad
alimentaria de estas poblaciones. La Organización de las Naciones Unidas a través de la FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) alertaron sobre
el impacto del cierre de las escuelas en la continuidad de los programas de alimentación en
América Latina y el Caribe3.
Por último, la pandemia también impactó en el uso de los alimentos reforzando la necesidad
de mantener las condiciones de higiene tanto en la producción como en el procesamiento
de los alimentos. Además, las medidas de aislamiento impactan en la diversidad y calidad de
los alimentos consumidos, prevaleciendo aquellos de mayor duración por sobre los
alimentos más frescos.
Existe amplio consenso en relación a que los gobiernos deben ayudar a reducir las
emergencias alimentarias derivadas de la pandemia tomando las medidas necesarias para
asegurar la disponibilidad de alimentos indispensables, garantizar que todas las familias
puedan tener acceso a los alimentos necesarios, sobre todo aquellas más vulnerables, y
educar acerca de la necesidad de incrementar la higiene y la nutrición (OPS, 2020).
3
Información obtenida del Portal de Noticias de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y
el Caribe. Recuperado de http://www.fao.org/americas/publicaciones-audio-video/covid19-y-
sistemas-alimentarios/es/
Impacto del Covid-19 sobre la seguridad alimentaria y las políticas alimentarias utilizadas para
mitigarlo en Argentina | G. Ramos; E. Elorza; S. M. Pérez
agricultores con el fin de incentivar la adopción de cultivos con mejores rendimientos. Las
acciones de apoyo a la demanda consisten en arreglos contractuales entre una agencia
pública y los pequeños productores con el fin de reubicar los excedentes y evitar la
incertidumbre de los precios. Martínez, Palma, Atalah y Pinheiro (2009) incorporan también
como política alimentaria el incentivo a la producción agrícola en microescala.
iv) la protección social y alimentación: reúne todas las acciones orientadas a mejorar el
acceso a la alimentación de los individuos y hogares en condición de vulnerabilidad. Se
diferencian dos subáreas de política pública en relación con los medios utilizados: las que se
orientan a transferir recursos monetarios a través de los cuales la población puede acceder
a los alimentos, y las que apuntan a los sistemas de distribución de alimentos a través de
diversas modalidades, tales como alimentación escolar, comedores sociales, cupones o
tickets cambiables por alimentos, programas de alimentos por trabajo, módulos
alimentarios, etc.
A pesar de que, por su mayor eficiencia, cada vez más países se encuentran en una
transición desde las acciones de distribución directa de provisiones hacia las transferencias
en efectivo, la asistencia con alimentos continúa siendo una modalidad predominante en los
países de bajos y medios ingresos, especialmente por tratarse de la modalidad más rápida
de implementar en situaciones de urgencia.
Los países han adoptado una serie de medidas para garantizar tanto la oferta como la
demanda de alimentos en el marco de la crisis sanitaria. La Separata COVID-19 del Catálogo
de Derechos y Servicios Esenciales a la Ciudadanía presenta una descripción de los servicios
y regulaciones más relevantes que el Estado argentino desplegó en función de la situación
de pandemia actualmente vigente.
Por el lado de la oferta, se estableció como actividad esencial todas aquellas vinculadas a la
producción y distribución de alimentos y se establecieron precios máximos de venta al
consumidor final para los alimentos que componen la canasta básica alimentaria así como
para varios artículos de limpieza e higiene, con el fin de asegurar el abastecimiento y su
acceso.
4
Por este motivo, las instituciones educativas que brindan alguna prestación alimentaria
permanecieron abiertas para sostener la asistencia alimentaria. Asimismo, las actividades de
atención de comedores escolares, comunitarios y merenderos fueron exceptuadas del ASPO.
Impacto del Covid-19 sobre la seguridad alimentaria y las políticas alimentarias utilizadas para
mitigarlo en Argentina | G. Ramos; E. Elorza; S. M. Pérez
A su vez, reforzó la Tarjeta Alimentar impulsada por el Plan Nacional “Argentina contra el
Hambre” diseñado e implementado en enero del corriente año, el cual se propuso entregar
más de 1.500.000 tarjetas que alcanzarán a más de 2.800.000 destinatarios con el fin de
garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de toda la población, con especial atención
en los sectores de mayor vulnerabilidad socioeconómica. El objetivo de la Tarjeta es brindar
acceso a la canasta básica alimentaria a través del depósito de $4.000 o $6.000 según
corresponda y está destinada a todos aquellos que reciben la Asignación Universal por Hijo
(AUH) y la Asignación por Embarazo.
Sumado a ello, con la llegada de la pandemia, el gobierno impulsó una expansión de los
programas de asistencia social, a través de los cuales jubilados, pensionados, receptores de
la AUH y titulares del programa “Potenciar Trabajo” recibieron un bono extraordinario de
hasta $3.000 que alcanzó a más de 9 millones de personas. Además, se creó el “Ingreso
Familiar de Emergencia” (IFE), el cual consiste en un pago único de $10.000 a personas
desocupadas, trabajadores informales, monotributistas de categorías A y B, quienes se
encuentren inscriptos en el Régimen de Inclusión Social y Promoción del Trabajo
Independiente y personal doméstico, que hayan visto mermar sus ingresos al no poder
trabajar con motivo del ASPO.
Sin embargo, a pesar del notorio avance de las políticas alimentarias hacia aquellas que
brindan mayor autonomía a las familias como son las transferencias monetarias, la
pandemia dejó al descubierto que la distribución directa de alimentos toma fuerza en
épocas de crisis5. Los motivos que lo explican son varios. Por un lado, se puede mencionar
que las transferencias monetarias no siempre son suficientes para compensar la caída de los
otros ingresos de los hogares por la pérdida o falta de trabajo. Por otro lado, pueden
aparecer problemas de implementación de las transferencias monetarias, ligadas a la falta
de bancarización de los beneficiarios o la dificultad para identificar a los nuevos
beneficiarios que podrían retrasar la percepción de la ayuda.
5
Una excepción la constituye la medida implementada por el INSSJP (PAMI) que frente al cierre de
los Centros de Jubilados del país producto del cumplimiento del ASPO, a través de los cuales se
distribuyen mayormente los módulos alimentarios a los jubilados y pensionados bajo el Programa
Alimentario, dispuso realizar la transferencia de una suma fija (que varía según el tipo de bolsón y
zona geográfica) que se incorporara al cobro de los haberes de los afilados bajo programa para
garantizar el acceso a los alimentos (https://www.pami.org.ar/programa-alimentario).
Impacto del Covid-19 sobre la seguridad alimentaria y las políticas alimentarias utilizadas para
mitigarlo en Argentina | G. Ramos; E. Elorza; S. M. Pérez
Por este motivo, la distribución directa de alimentos aparece como una medida clave para
asistir de forma urgente las necesidades alimentarias de los hogares más vulnerables. Al ser
los municipios la unidad de ejecución más cercana a los hogares, estos han intensificado la
entrega alimentos a comedores escolares y barriales, centros de jubilados y hogares
particulares. En la ciudad de Bahía Blanca, al mes de abril ya se habían entregado más de
16.400 bolsones de alimentos en tan solo 22 días de cuarentena obligatoria. Según la titular
de Políticas Sociales del municipio, mensualmente se estaban otorgando alrededor de 7.300
bolsones, lo que significa un incremento de 124%6. A esto debe sumarse la ayuda
extraordinaria provista por particulares e instituciones de diversa pertenencia religiosa
como por ejemplo, los Bancos de Alimentos7.
Los niveles locales de gobierno tienen un rol fundamental para gestionar la crisis del covid-
19 mediante un abordaje integral, en particular a través de la asistencia alimentaria para
mitigar el impacto sobre la disponibilidad y el acceso a los alimentos. Asimismo, existe una
extensa red de organizaciones sociales, comunitarias, educativas y religiosas que actúan en
los territorios y se encuentran colaborando con las medidas implementadas por los distintos
niveles de gobiernos o bien, se encuentran desarrollando iniciativas propias.
Comparando las políticas implementadas por el gobierno de Argentina con el resto de los
países de América Latina, en todos ellos aparece la distribución directa de alimentos como
una de las principales políticas implementadas para hacer frente a la pandemia junto con la
transferencia monetaria condicionada o no- condicionada (FAO, 2020b). Ello refuerza la idea
de que la entrega de alimentos continúa utilizándose y toma fuerza en épocas de
emergencia.
Con esta modalidad de intervención para garantizar el acceso a los alimentos, también
aparecen los problemas de instrumentación asociados a los altos costos de administración y
logística y riesgo de corrupción en las compras y clientelismo en la distribución que
6
Información obtenida del Diario La Nueva: Entregaron más de 16.400 bolsones de alimentos en 22
días (10 de abril de 2020). Recuperado de https://www.lanueva.com/nota/2020-4-10-9-32-0-
entregaron-mas-de-16-400-bolsones-de-alimentos-en-22-dias
7
Información obtenida del Diario La Nueva: Banco de Alimentos: se donaron 20.000 kilos de papas a
comedores de Bahía (12 de abril de 2020) https://www.lanueva.com/nota/2020-4-12-6-45-3-banco-
de-alimentos-se-donaron-20-000-kilos-de-papas-a-comedores-de-bahia
Impacto del Covid-19 sobre la seguridad alimentaria y las políticas alimentarias utilizadas para
mitigarlo en Argentina | G. Ramos; E. Elorza; S. M. Pérez
caracterizan a este tipo de programas desde el Plan Alimentario Nacional (conocido como
cajas PAN) hace 35 años8.
Por último, con el fin de promover hábitos alimentarios saludables, el Ministerio de Salud de
la Nación elaboró una serie de “Recomendaciones para el manejo higiénico de los
alimentos” donde detalla diferentes medidas para evitar la contaminación de los alimentos.
Entre ellas la más importante es la limpieza y desinfección de todos los utensilios y
superficies, así como las frutas y verduras. Siendo el módulo alimentario una estrategia
vigente en los gobiernos frente a la pandemia del covid-19, se recomienda la incorporación
en su diseño de alimentos con equivalencia nutricional, prevaleciendo las frutas y verduras
por sobre los alimentos secos y respetando los hábitos de consumo y pautas culturales de
cada familia (ASEUNRA y FAGRAN, 2020).
3. REFLEXIONES FINALES
8
Información obtenida de The Resource sharing platform of the Latin American and Caribbean
Economic Association. Recuperado de
http://vox.lacea.org/?q=blog%2Furgencias_alimentarias_pandemia&fbclid=IwAR2r6l-
3tk0HsaH136ODcraOfw8wdT05VwY-f2gOrLiKzXeA9_mOityxRmA
Impacto del Covid-19 sobre la seguridad alimentaria y las políticas alimentarias utilizadas para
mitigarlo en Argentina | G. Ramos; E. Elorza; S. M. Pérez
4. REFERENCIAS
Alderman, H., Gentilini, U. & Yemtsov, R. (2018). The 1.5 Billion People Question: Food,
Vouchers, or Cash Transfers?. Washington, DC: World Bank. doi:10.1596/978-1-
4648-1087-9
FAO. (2020). COVID-19 and the risk to food supply chains: How to respond? Rome.
https://doi.org/10.4060/ca8388en
Impacto del Covid-19 sobre la seguridad alimentaria y las políticas alimentarias utilizadas para
mitigarlo en Argentina | G. Ramos; E. Elorza; S. M. Pérez
Graziano da Silva, J., Ortega, J. & Faiguenbaum, S. (2008). Estrategias de desarrollo, políticas
públicas y seguridad alimentaria en América Latina y el Caribe. Centro
Latinoamericano para el Desarrollo Rural. Documento de Trabajo N°18. Santiago,
Chile.
Ierullo, M. (2009). ¿El fin de los programas de asistencia alimentaria?. Los desafíos frente a
la bancarización de los programas de asistencia social. Trabajo presentado en el
XXVII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología. VIII Jornadas de
Sociología de la Universidad de Buenos Aires. Asociación Latinoamericana de
Sociología, Buenos Aires.
León, A., Martínez, R., Espíndola, E. & Schejtman, A. (2004). Pobreza, hambre y seguridad
alimentaria en Centroamérica y Panamá. Santiago de Chile: Comisión Económica
para América Latina y el Caribe.
Martínez, R., Palma, A., Atalah, E. & Pinheiro A. C. (2009). Inseguridad alimentaria y
nutricional en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: Comisión Económica
para América Latina y el Caribe.
Carina Guzowski
Departamento de Economía UNS IIESS UNS-CONICET
María Florencia Zabaloy
Departamento de Economía UNS CONICET
1. INTRODUCCIÓN
el año 2030 (Art. 2), que en principio se lograría implementando medidas focalizadas en los
sectores de energía, agricultura, bosques, transporte, industria y residuos. Como
consecuencia, se lanzó el Plan de Acción Nacional de Energía y Cambio Climático en el año
2017. Las medidas se plantean en dos ejes centrales correspondientes a la oferta y la
demanda de energía, con el objetivo de lograr una reducción de emisiones para el año 2030
de 77 MtCO2eq (MADS y MEM, 2017).
Sin embargo, tal cual lo plantea CEPAL (2020) la actual pandemia del COVID-19 encuentra a
América Latina y el Caribe en un momento de debilidad de su economía y de vulnerabilidad
macroeconómica. En el decenio posterior a la crisis financiera mundial (2010-2019), la tasa
de crecimiento del PIB regional disminuyó del 6% al 0,2%; más aún, el período 2014-2019
fue el de menor crecimiento desde la década de 1950. Según CEPAL (2020) esta pandemia
será la causa de la mayor crisis económica y social de la región en décadas, con efectos muy
negativos en el empleo, el combate a la pobreza y la reducción de la desigualdad e
impactará a las economías de la región a través de factores externos e internos cuyo efecto
conjunto conducirá a la peor contracción de la actividad económica que la región haya
sufrido desde que se iniciaron los registros, en 1900. Según la anterior publicación se estima
que los mayores impactos se darían en los países de América del Sur, que se especializan en
la exportación de bienes primarios y, por lo tanto, son más vulnerables a la disminución de
sus precios.
Para enfrentar tal panorama a nivel regional el sector energético argentino debe prepararse.
La actual crisis lo encuentra en una etapa de transformación impulsada por los desafíos del
cambio climático y la innovación tecnológica. En este contexto, los interrogantes que guían
este artículo en el actual contexto internacional son: ¿Cómo enfrentarán las empresas
energéticas argentinas este panorama de recesión macroeconómica y la cesación de pagos
de las tarifas energéticas? ¿Qué ocurrirá con la política de renovables en Argentina? ¿Qué
pasará con las políticas de eficiencia energética y con las políticas de promoción de los
recursos no convencionales de petróleo y gas en el país? ¿Vaca Muerta dejará de ser el
centro de debate de la política energética argentina? ¿Se ralentizarán las políticas de apoyo?
¿Se verificará un nuevo rol del Estado en este nuevo contexto internacional? ¿Quiénes
financiarán los nuevos proyectos “verdes”?
Sostenibilidad del Sector Energético Argentino: Consecuencia y Desafíos frente al COVID-19 |
Carina Guzowski y María Florencia Zabaloy
Para intentar dar respuesta a algunos de estos interrogantes se presentan algunos datos
energéticos para estudiar la posición de Argentina en relación al resto del mundo. En la
Tabla 1 se analiza la participación de los principales sectores finales en el consumo
energético paralos países miembro de la OECD, América Latina y Argentina.
a
Datos BEN 2018, b Datos García et al. 2017, c Datos IEA 2020
La tabla muestra que el principal sector que tracciona o dinamiza el consumo energético en
los tres regiones analizadas es el sector de transporte, y por lo tanto es el más afectado por
la pandemia y que en definitiva el que más ha ralentizado su consumo de energía. A su vez,
es interesante remarcar algunas diferencias. En el caso de los países de la OECD y la región
latinoamericana se suma el sector industrial, que es el segundo sector con mayor
participación. Sin embargo, en Argentina el sector residencial es el segundo con mayor
participación.
Estas observaciones tienen dos implicancias. En primer lugar, dado que el sector de
transporte es el de mayor consumo energético en términos relativos en todas las regiones
analizadas, es necesario estudiar cuáles son las principales fuentes energéticas que utiliza el
sector. Según los datos de la Agencia Internacional de Energía1(IEA por sus siglas en inglés)
para el año 2017 en los países de la OCDE el uso de productos derivados del petróleo
representó un 92% del consumo energético; en los países de América no pertenecientes a la
OCDE representó un 84%; y en Argentina representó un 75%. La diferencia de Argentina con
las regiones mencionadas es que posee una participación considerable de otras fuentes,
1
https://www.iea.org/sankey/
Sostenibilidad del Sector Energético Argentino: Consecuencia y Desafíos frente al COVID-19 |
Carina Guzowski y María Florencia Zabaloy
tales como gas natural (17%) y biocombustibles (8%). Por lo tanto, la predominancia del uso
de productos derivados del petróleo para este sector se encuentra íntimamente ligado con
la evolución que han experimentado los precios del petróleo como consecuencia de la
pandemia del COVID-19.
En segundo lugar, el hecho de que Argentina tenga una mayor participación del sector
residencial en el consumo energético comparado con las otras regiones podría resultar
positivo, ya que durante la cuarentena obligatoria el único sector que prácticamente siguió
funcionando y por lo tanto demandando energía fue el residencial. Sin embargo, es
importante plantear que dada la contracción en el nivel de actividad económica del país
gran parte de la población perdió sus fuentes de trabajo y por lo tanto su capacidad de pago
de diversos bienes y servicios, pero en particular de los servicios de energía, tales como la
electricidad y el gas natural. Ante esta situación el Estado lanzó el Decreto 311/2020 de
Emergencia Sanitaria para suspender el corte de servicios públicos esenciales (incluidos
energía eléctrica y gas por redes) y establecer el congelamiento de tarifas por 180 días. Al
mismo tiempo, se establecen precios máximos de referencia para la comercialización de
fuentes energéticas que no involucran conexiones a redes, tales como el gas licuado del
petróleo (GLP), tanto en garrafas, cilindros y a granel con destino a consumo en el mercado
interno.
Esta es una primera aproximación a tener en cuenta, principalmente para los hacedores de
política pública en relación a los efectos de la crisis sobre el sector energético. Con más
precisión, lo que se pretende manifestar es que los sectores transporte y residencial serán
los más afectados por la crisis, dado que consumen más energía en términos relativos y por
tanto hacia quienes deberían estar focalizadas las políticas de apoyo institucional por parte
del Estado argentino. En el caso del Decreto mencionado se puede concluir que tiene
sentido que el Estado priorice medidas tendientes a aliviar el impacto de la crisis en el sector
residencial. Sin embargo, se debe tener en cuenta que las tarifas son un elemento
fundamental para asegurar la sostenibilidad económica de las empresas energéticas, en
particular de las distribuidoras de energía eléctrica y gas natural. Por lo tanto, es importante
analizar cómo afecta esta medida a la situación económica y financiera de dichas empresas.
Por todo lo mencionado, si bien dentro del sector energético las distintas cadenas
energéticas sufrirán las consecuencias del impacto de la crisis, la que mayormente se ve
Sostenibilidad del Sector Energético Argentino: Consecuencia y Desafíos frente al COVID-19 |
Carina Guzowski y María Florencia Zabaloy
La pandemia global provocada por la expansión del virus COVID-19 no sólo está teniendo
consecuencias en términos de una crisis sanitaria, económico y humanitaria, sino que ha
provocado efectos inéditos en el mercado petrolero internacional, llevando por primera vez
en más de un siglo de historia a que la cotización de su precio sea negativo (Serrani, 2020). A
principios de este año el petróleo cotizaba entre 50 a 60 dólares. Estalla el coronavirus, y
por primera vez, los precios cotizaron con valores negativos por debajo de cero. En términos
económicos significa que los agentes del mercado que pretendían vender contratos de
futuros de crudo, tenían la voluntad de pagar un precio para desprenderse de ese activo. Lo
anterior fue consecuencia de una drástica reducción de la demanda a niveles nunca vistos
como consecuencia de la interrupción de la actividad económica a nivel internacional
provocada por el coronavirus. El transporte público de muchos países, la suspensión de la
aeronavegación comercial a nivel global, la caída de la demanda de energía en el sector
industrial y comercial y las cuarentenas que mantienen a las familias en sus hogares han
sido responsables de la caída de la demanda de combustibles observada. En este contexto, a
medida que la pandemia avanza los pronósticos de los analistas se vuelven cada vez más
pesimistas.
Por este motivo, es importante analizar el futuro de las políticas de desarrollo de las
energías renovables y en este sentido, interrogarse acerca de quiénes financiarán los nuevos
proyectos de inversión, en el contexto de un nuevo Estado con fuerte injerencia sobre la
actividad económica. En principio se puede decir que en Argentina la actual situación ha
puesto un freno al impulso de nuevos proyectos, verificándose sólo la culminación de
aquellos que se encontraban en proceso de finalización. La actual crisis, detiene la aparición
de nuevos proyectos por dos fenómenos que se retroalimentan que son: el descenso del
precio del petróleo que lo abarata en relación a otras tecnologías, y la fuerte caída de la
demanda de energía como consecuencia del freno de la actividad económica. Sin embargo
para el caso específico de Argentina, la fuerte caída de la demanda eléctrica de las industrias
del país que prácticamente no tuvieron producción por el aislamiento, la baja de la
generación térmica y la prioridad de despacho de las energías renovables generaron un
aumento en la participación de las energías renovables en la generación eléctrica, llegando a
alcanzar el 12% en la matriz eléctrica.
Asimismo, si se plantea la posibilidad de que se pueda realizar una transición más rápida a
energías limpias, si se impusieran restricciones al comercio de hidrocarburos y si los
organismos internacionales y el Estado dejaran de apoyar proyectos no renovables, la
producción de petróleo y gas no convencional de Vaca Muerta sería inviable (Sabbatella,
2020).
Por todo lo expuesto, queda claro que el sector energético en Argentina enfrenta grandes
desafíos para el desarrollo sostenible. Uno de ellos se vincula con asegurar el suministro de
energía a la población mediante tarifas energéticas congeladas. Esta situación implica dos
aristas: por un lado garantizar la satisfacción de los servicios energéticos por parte de la
Sostenibilidad del Sector Energético Argentino: Consecuencia y Desafíos frente al COVID-19 |
Carina Guzowski y María Florencia Zabaloy
Otro desafío consiste en definir hacia dónde apuntará la política energética ante este punto
de inflexión, es decir, si se tomará el camino de subsidiar y promover los combustibles
fósiles o las energías renovables. Este debate adquiere especial relevancia dado el marco de
los compromisos asumidos a nivel internacional para mitigar los efectos del cambio
climático. Cómo responderá el Estado ante estos desafíos determinará si el país se encamina
a un sendero de desarrollo sostenible o no.
Por último, cabe destacar que si el efecto de la crisis global se traduce en una disminución
de la intensidad energética (ratio consumo energético-PIB) del país, es decir, en una
disminución del consumo energético necesario para producir una unidad de PIB, dicho
resultado no debe evaluarse como positivo en sí mismo. En otras palabras, podemos estar
frente a un proceso de desacople negativo fuerte, que es cuando el nivel de actividad
económica disminuye pero el consumo energético aumenta (Conte Grand, 2018).Cuando
hay una tendencia del producto a la baja, la situación ideal es la del desacople recesivo ya
que el consumo energético baja más que el producto (Op. Cit.). El objetivo de todo sistema
energético debería apuntar a un proceso de desacoplamiento fuerte, es decir, a un aumento
del nivel de actividad económica y una disminución del consumo de energía.
5. REFERENCIAS
CEPAL (2020) Dimensionar los efectos del COVID-19 para pensar en la reactivación. Informe
Especial COVID-19, Nº2.
García F., Ruchansky B., Carpio C., Guillén J. Lopez J., Materán M., Hallack M. (2017)
Eficiencia energética en América Latina y el Caribe: Avances y oportunidades, CEPAL, OLADE,
Sostenibilidad del Sector Energético Argentino: Consecuencia y Desafíos frente al COVID-19 |
Carina Guzowski y María Florencia Zabaloy
MADS y MEM (2017) Plan de Acción Nacional de Energía y Cambio Climático Versión 1-
2017. Disponible en:
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/plan_de_accion_nacional_de_energia_y_c
c_2.pdf
OECD/IEA (2016) Energy, Climate Change and Environment 2016. Disponible en:
https://www.iea.org/publications/freepublications/publication/ECCE2016.pdf.
Sabbatella I. (2020) ‘’Vaca Muerta e YPF bajo la amenaza de la pandemia ¿El fin de un
modelo en Argentina?” en Fernández N. y Serrani E. (Coord.). COVID-19 y colapso petrolero:
incertidumbre e impactos en energía y ambiente. Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
CLASCO. Disponible en: https://www.clacso.org/wp-content/uploads/2020/05/Energia-y-
Desarrollo-Sustentable-1-1.pdf
Secretaría de Energía (2020) Estado de situación sector energético Efecto de ASPO sobre los
principales indicadores. Dirección Nacional de Escenarios y Planeamiento Energético,
Subsecretaría de Planeamiento Energético. Situación al 8 de mayo de 2020.
Sofía Orazi
IIESS UNS-CONICET. Departamento de Economía UNS
Lisana B. Martinez
IIESS UNS-CONICET. Departamento de Economía UNS. UPSO
Hernán Vigier
IIESS UNS-CONICET. Departamento de Economía UNS. UPSO
M. Belén Guercio
IIESS UNS-CONICET UPSO
1. INTRODUCCIÓN
La inclusión financiera se representa mediante el uso generalizado de productos y servicios
financieros por parte de individuos y empresas. Esto permite reducir riesgos y costos de
transacción, poder afrontar shocks de corto plazo, aumentar el grado de formalidad de la
economía, mejorar el ahorro y la inversión productiva de largo plazo. De este modo, una
mayor inclusión financiera puede considerarse como un factor esencial para fortalecer el
crecimiento económico y reducir la vulnerabilidad de los pequeños agentes productivos y
hogares.
En los últimos años, la inclusión financiera ha sido un tema de gran interés para el diseño de
políticas públicas, especialmente en países en vías de desarrollo. Este interés radica en la
mayor evidencia sobre los canales por los cuales la inclusión financiera promueve el
crecimiento económico y la reducción de la desigualdad. Actualmente incluso, en base al
potencial que ofrecen nuevas tecnologías y modelos de negocio en el mercado, se están
superando ciertos obstáculos que han restringido el acceso y el uso de servicios financieros
a gran parte de la población.
En Argentina existe una gran participación de dinero en efectivo en los mercados, cerca del
5% del PBI, proporción que han logrado reducir al 3% en algunos países vecinos, como
Brasil, Uruguay y Chile. Así mismo, a pesar de que se emiten 1,25 tarjetas por adulto por
año, los comercios más chicos y los sectores informales siguen utilizando dinero en efectivo.
En comparación, en Argentina se registraron 22 operaciones por adulto con tarjetas de
débito durante el año 2017, mientras que en Chile y Brasil se registraron 61 y 49,
respectivamente (BCRA, 2019).
2
Consecuencias de la Pandemia 2020: ¿Mayor inclusión financiera? |
S. Orazi; L. Martínez; M. B. Guercio; H. Vigier
La digitalización implica un proceso aún más avanzado, en el que la población que tiene los
medios y las habilidades para el uso de tecnología, accede desde dispositivos móviles o pc
de escritorio, a realizar y comprobar operaciones financieras (Demirgüç-Kunt et al., 2017).
De todas formas, el sector Fintech de Argentina, es decir de empresas financieras con una
fuerte impronta tecnológica, continúa creciendo en estos últimos años, alcanzando los 6
millones y medio de cuentas, en más de 230 empresas operando en el país, y fuertemente
concentrado entre unas pocas empresas (como por ejemplo, Mercado Pago, Ualá o PIM del
Banco Nación), según el último informe de la cámara de Fintech1.
1
Disponible en: https://camarafintech.com.ar/
3
Consecuencias de la Pandemia 2020: ¿Mayor inclusión financiera? |
S. Orazi; L. Martínez; M. B. Guercio; H. Vigier
Una gran proporción de estas nuevas cuentas en billeteras digitales han sido de la población
que se encuentra fuera del sistema financiero, que no tienen cuenta bancaria y que han
recurrido a estas plataformas digitales para poder cobrar el estipendio económico que ha
proporcionado el Gobierno Nacional para la población de menores recursos, denominado
Ingreso Familiar de Emergencia.
Si bien los ánimos frente a estas nuevas tecnologías son muy optimistas, es necesario
recordar que aún existen fuertes disparidades regionales en cuanto el acceso a internet fija
y móvil, y por ende, a los servicios financieros digitales. Si bien actualmente en Argentina
existe más de una línea de telefonía móvil por persona, en algunas provincias como
Formosa, Chaco, Corrientes o Salta, menos de una de cada diez personas tiene acceso a este
servicio, mientras que en las provincias de Córdoba, Santa Fé o Buenos Aires, este indicador
se duplica; incluso en CABA, un poco más de cuatro cada diez personas acceden a internet
fija (ENIF, 2019). El asegurar una infraestructura digital lo suficientemente abarcativa y
segura para la población debería cumplir un rol esencial en la agenda política actual y
futura.
En nuestro país el acceso financiero parece estar en una etapa avanzada, en cuanto se
dispone de una elevada proporción de población con cuenta bancaria y diversas opciones de
acceso digital. El uso en cambio parece encontrarse más rezagado, sumado al nivel de
educación financiera de la población que se encontraba en una situación de desventaja con
respecto a otros países de la región (BCRA-CAF, 2018), y frente a recurrentes situaciones de
crisis macroeconómicas, se plantea un desafío complejo al cual el actual Consejo de
Inclusión Financiera deberá afrontar.
3. EL ACCESO AL CRÉDITO
4
Consecuencias de la Pandemia 2020: ¿Mayor inclusión financiera? |
S. Orazi; L. Martínez; M. B. Guercio; H. Vigier
El acceso al crédito de los hogares permite suavizar los ciclos de consumo, como en el caso
actual donde se ven afectados los ingresos. A su vez, le permite al sector productivo
afrontar los shocks de demanda, cumplir con sus obligaciones y prepararse para un boom de
consumo posterior, invertir en infraestructura y mejorar la escala para reducir costos en el
largo plazo.
5
Consecuencias de la Pandemia 2020: ¿Mayor inclusión financiera? |
S. Orazi; L. Martínez; M. B. Guercio; H. Vigier
De todas formas será importante evaluar ex-post cuán generalizado ha sido el acceso y
cómo ha impactado en la actividad productiva nacional.
Para el caso del sector productivo, la situación también ha cambiado. El Gobierno Nacional
ha anunciado diversas herramientas de asistencia con la finalidad de ayudar a las pequeñas
empresas y a los trabajadores autónomos a afrontar sus obligaciones de corto plazo, evitar
6
Consecuencias de la Pandemia 2020: ¿Mayor inclusión financiera? |
S. Orazi; L. Martínez; M. B. Guercio; H. Vigier
5. REFERENCIAS
Cull R., Ehrbeck T. &Holle N. (2014). La inclusión financiera y el desarrollo: Pruebas recientes
de su impacto. Enfoques, 92, 1-11.
De Olloqui, F., Andrade, G. & Herrera, D. (2015). Inclusión financiera en América Latina y el
Caribe: coyuntura actual y desafíos para los próximos años. Working Paper
WP/15/206, Banco Interamericano de Desarrollo.
Demirgüç-Kunt, A., Klapper, L. & Singer, D. (2017). Financial Inclusion and Inclusive Growth.
A Review Of Recent Empirical Evidence. Policy Research Working Paper No. 8010,
World Bank Group.
7
Fijación de precios en el mercado farmacéutico
Un análisis descriptivo en tiempos de pandemia. |L. Meller; E. Gutiérrez; D.L. Domínguez
Leandro Meller
IIESS CONICET-UNS
Emiliano Gutiérrez
IIESS CONICET-UNS
1. INTRODUCCIÓN
resulte posible predecir o estimar el sentido de los cambios en las cantidades producidas o
en los precios relativos inducidos por el acontecimiento analizado.
Sin embargo, existen razones para creer que el instrumental teórico puede ser insuficiente
en más de una ocasión. Una de estas razones es la existencia de situaciones que no pueden
ser representadas satisfactoriamente mediante los modelos que se encuentran a disposición
del teórico. Por ejemplo, un modelo de equilibrio general puede resultar insatisfactorio si se
pretende comparar situaciones que no constituyen equilibrios, o si el objetivo es analizar un
sistema económico donde hay lugar para fenómenos monetarios importantes, como el caso
de una economía que se encuentra transitando un proceso inflacionario. Otra buena razón
para no conformarse con el uso de instrumental teórico es la necesidad de usar datos como
insumo, es decir, la necesidad de basar los razonamientos en observaciones extraídas del
mundo exterior.
El objetivo de este trabajo es, en buena medida, cubrir esa necesidad. Específicamente, se
pretende describir las variaciones de los precios de los medicamentos en Argentina durante
lo que va de la pandemia de COVID-19. Para ello, en la siguiente sección se lleva a cabo una
descripción de la metodología adoptada y de los datos utilizados. Luego se procede a tratar
la posibilidad de que las variaciones porcentuales de los precios de los medicamentos en
Argentina se ajusten a una distribución normal o log-normal. Esclarecida esta cuestión, se
estudian algunas propiedades de las distribuciones estadísticas asumidas por las variaciones
de los precios cuando se las separa de acuerdo al laboratorio de procedencia del producto
relevado. En penúltimo lugar, se hace una enumeración de algunos posibles determinantes
de las variaciones de precios observadas. Finalmente, se exterioriza una conclusión para el
presente trabajo.
2. METODOLOGÍA Y DATOS
Por otra parte, en lo que respecta a aplicaciones de métodos estadísticos, D'Elia y otros
(2018) estudian el impacto del Metrobús en Buenos Aires recurriendo a modelos hedónicos
y Propensity Score Matching (PSM). Dicha investigación realiza la recopilación de los datos
mediante web scrapping de información contenida en dos sitios web: buscainmueble.com y
Argenprop.com. De igual modo, Ramírez Muñoz de Toro (2017) analiza el mercado de autos
en línea mediante un modelo hedónico de precios, siendo posteriormente reformulado este
modelo en Gutiérrez y otros (2018). Asimismo, en el caso del mercado de medicamentos,
Virdis y otros (2018) formulan una estimación de tipo logit, como así también un modelo de
predicción mediante RandomForests a partir de la información online, para poder así
explicar el impacto del resultado electoral argentino en el sector farmacéutico.
En el caso de los datos utilizados en este trabajo, el número de observaciones analizadas fue
de 7962, que consisten en precios procedentes del catálogo de medicamentos ofrecido por
el sitio farmacity.com. La muestra en cuestión reúne precios de productos procedentes de
153 laboratorios diferentes. La estadística descriptiva de la misma (tabla 1) revela que, en
promedio, el precio de los medicamentos aumentó aproximadamente un 3.89% entre el 17
de marzo y el 5 de mayo de 2020.
utilizarse un p-valor de 5% como referencia. Debe advertirse que se ha asumido que los
parámetros de dichas distribuciones serían iguales a sus respectivos valores muestrales si se
cumpliera la hipótesis nula, lo cual conduce a p-valores ilusoriamente grandes (Steinskog,
Tjøstheim y Kvamstø, 2007). Aunque este sesgo parece reforzar las conclusiones obtenidas,
quizás sea recomendable verificar tales conclusiones mediante la realización de pruebas que
no hayan sido objeto de la mencionada crítica.
El análisis gráfico cuantil-cuantil (gráfico 1) tampoco parece respaldar la hipótesis de que las
variaciones porcentuales de los precios de los medicamentos entre las fechas consideradas
siguieron una distribución normal. Sin embargo, el mismo análisis gráfico también sugiere la
existencia de un posible outlier (correspondiente a la mayor variación porcentual observada
en el período considerado) que podría estar influyendo sobre los resultados.
tal variación inusual influyó de manera decisiva sobre la conclusión de que las variaciones
porcentuales de los precios de los medicamentos en el período considerado no siguen una
distribución normal o log-normal.
La respuesta debe ser negativa, ya que la exclusión del posible outlier no induce variaciones
en las conclusiones de las pruebas de Kolmogorov-Smirnov (tabla 3) ni en el análisis gráfico
cuantil-cuantil (gráfico 2). En virtud de ello, se podría señalarse que la evidencia presentada
no apoya la idea de que las variaciones porcentuales de los precios de los medicamentos en
Argentina siguieron una distribución normal o log-normal.
Los laboratorios que producen los medicamentos parecen tener un papel muy importante
en el proceso de determinación de los precios de dichos productos al consumidor final, a tal
punto que existe un análisis del sector en el cual se afirma que “los laboratorios son los
principales responsables de la formación del precio del medicamento” (Bisang, Luzuriaga y
San Martín, 2017, p. 9). Ante esta circunstancia, cabe preguntarse si la distribución de las
variaciones porcentuales en los precios de los medicamentos varía significativamente de
Fijación de precios en el mercado farmacéutico
Un análisis descriptivo en tiempos de pandemia. |L. Meller; E. Gutiérrez; D.L. Domínguez
Es importante aclarar que la aplicación tal prueba sólo es recomendable si las submuestras
no son muy pequeñas. Una regla práctica consiste en llevarla a cabo si cada submuestra está
compuesta por cinco observaciones o más. Como esta condición no se cumplía en el caso de
los datos reunidos para este trabajo, se optó por practicar la prueba sobre aquella porción
de la muestra compuesta por productos procedentes de laboratorios de los cuales se habían
recabado precios de por lo menos cinco productos. La estadística descriptiva de tal porción
(tabla 5), compuesta por datos de 119laboratorios, no exhibe características estructurales
muy distintas de las observadas en la muestra original (tabla 1).
Sin embargo, una comparación entre las mayores medias submuestrales (gráfico 3) permite
obtener unas conclusiones adicionales. Entre los laboratorios con menos de cinco productos
muestreados, la variación media más alta corresponde al laboratorio Cinetic (36.7%), cuyo
único producto del cual se relevó un precio es un anticelulítico. Otros laboratorios con pocos
productos relevados, pero con alzas medias elevadas son el laboratorio de Hemoderivados
de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) (15.0%) ―el cual se encuentra involucrado en
investigaciones destinadas al desarrollo de un tratamiento para la COVID-19 (La Voz, 2020)
―, FraminghamPharm (13.8%) y EthicalPharma (10.3%).
Fijación de precios en el mercado farmacéutico
Un análisis descriptivo en tiempos de pandemia. |L. Meller; E. Gutiérrez; D.L. Domínguez
Entre aquellos con cinco o más productos muestreados, por su parte, la variación porcentual
media más grande es la correspondiente al laboratorio Domínguez (15.9%), cuya posición en
esta lista se explica en buena medida por el hecho de que es el laboratorio de donde
procede el miorrelajante cuyo precio subió 817% durante el período considerado. Otros
laboratorios cuyos productos, además de haber sido incluidos en la muestra de la prueba de
Kruskal-Wallis, experimentaron grandes aumentos promedio son SavantPharma (13.2%),
Raymos (10.0%), E. J. Gezzi (9.65%), Alcon (8.00%) y Francelab(7.94%).
5. DISCUSIÓN
Si bien la posibilidad de explicar las variaciones en los precios de los medicamentos a través
de los laboratorios que los producen ya ha sido considerada en la sección precedente, no se
ha dicho en tal sección del trabajo todo lo que se podía respecto a este asunto. Por ejemplo,
no se ha comentado mucho respecto de los posibles determinantes de las distintas políticas
de precios adoptadas por los laboratorios y las farmacias. En la introducción de este trabajo
ya se han esbozado algunas ideas sobre las cuales se podría cimentar una buena respuesta a
dicha inquietud.
Otra posibilidad interesante relaciona las variaciones en los precios de los medicamentos
con cambios en su demanda. En la gestación de dichos cambios podría ser de suma
importancia el hecho de que el medicamento haya sido indicado para el tratamiento de una
enfermedad infectocontagiosa, esperándose una variación porcentual más baja en el caso
de que sea así, a menos que el medicamento en cuestión sea un potencial paliativo de la
COVID-19. También deberían tenerse en cuenta la existencia de efectos estacionales, los
cuales han sido ignorados en el cuerpo del presente trabajo, aunque muy probablemente se
encuentren entre aquellos determinantes de las variaciones de precios que merecen recibir
la mayor importancia de parte del investigador.
Por otro lado, debería prestarse más atención a la influencia del contexto institucional sobre
las variaciones observadas en los precios de los medicamentos. Una posibilidad interesante,
por ejemplo, consiste en analizar si a lo largo del período considerado existen diferencias
sistemáticas entre las variaciones experimentadas por los precios de los medicamentos de
venta libre y las experimentadas por los precios de aquellos medicamentos que sólo pueden
venderse bajo receta.
6. REFLEXIONES FINALES
Mediante la técnica de web scraping fueron recabados los precios al consumidor final de
7962 medicamentos procedentes de 153 laboratorios diferentes. Se encontró que entre el
17 de marzo y el 5 de mayo de 2020 los precios de dichos productos variaron en promedio
un 3.89% aproximadamente y que tales variaciones no parecen ajustarse a una distribución
normal o log-normal. También se presentó evidencia favorable a la hipótesis de que los
productos procedentes de algunos laboratorios tendieron a aumentar en mayor medida que
los procedentes de otros. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de que buena parte de
la variación entre las medias por laboratorio se deba en realidad al uso de muchas muestras
pequeñas para calcularlas.
Los resultados que se presentaron en el presente trabajo, lejos de ofrecer soporte a alguna
conclusión de índole normativa, constituyen una invitación a seguir investigando, puesto
que revelan la existencia de fenómenos aún no descriptos o aún no observados detrás de las
variaciones de precios experimentadas por los medicamentos en Argentina. Sólo se podrán
elaborar recomendaciones de política prudentes relativas a los precios de los medicamentos
en la medida que se conozcan los principios a los cuales obedece su comportamiento. Una
vez conocidos tales principios, podrá juzgarse en qué medida se ajustan a algún conjunto de
reglas de optimalidad preestablecidas.
Fijación de precios en el mercado farmacéutico
Un análisis descriptivo en tiempos de pandemia. |L. Meller; E. Gutiérrez; D.L. Domínguez
Pero ello implica que es necesario ampliar las investigaciones en este campo. Una vía por la
cual puede contribuirse a tal ampliación es la recopilación de más datos. Sin embargo, no es
ni debe ser la única. Además de seguirse la evolución de los precios en períodos posteriores
al contemplado, sería muy útil la formulación de modelos teóricos similares a los descriptos
en la introducción de este trabajo, pero adaptados de modo tal que permitan la realización
de algunas predicciones relativas al curso que seguirán precios y cantidades como resultado
de las medidas de confinamiento y aislamiento social. La calibración de dichos modelos con
datos reales, por su parte, sería una buena forma de complementar los avances alcanzados
por las dos vías sugeridas y obtener predicciones cuantitativas precisas.
7. REFERENCIAS
1. INTRODUCCIÓN
Definimos al medio ambiente como la fuente de todos los recursos utilizados por el ser
humano, formado por elementos naturales y artificiales interrelacionados, que pueden ser
modificados por la acción humana. Incluye valores naturales, sociales y culturales que
existen en un lugar y momento determinado, y comprende factores físicos (como el clima y
la geología), biológicos (la población humana, la flora, la fauna, el agua) y socioeconómicos
(la actividad laboral, la urbanización, los conflictos sociales) (OBELA 2018).
La modificación del medio ambiente puede ser principalmente por consecuencia de dos
acciones. Por un lado, la naturaleza misma se encuentra en constante modificación por su
propia dinámica: a estos cambios los denominamos naturales. Por otro lado, el ser humano
1
Estas reflexiones surgen de las discusiones en el seno de la materia Economía y Medio Ambiente, cátedra de
grado dictada por la Dra. Silvia London en la Licenciatura en Economía de la Universidad Nacional del Sur
(Bahía Blanca, Argentina).
Elementos para al análisis económico del impacto del covid-19 sobre el medio ambiente | S.
London;F. Mezzanotte;M. J. Simone;L. Krieger;L. Raab;M. Otero
2
Para ilustrar, es importante considerar que los gases que se emiten hoy permanecerán durante muchas
generaciones, lo cual produce el efecto invernadero. El 50% del CO2 emitido actualmente a la atmósfera
tardará 30 años en desaparecer; el 30% permanecerá varios siglos y el 20% restante durará varios millares de
años. Asimismo, la concentración de CO2 está ocurriendo e incrementándose en océanos y en la biosfera
(Terceiro Lomba 2009, en London 2018).
Elementos para al análisis económico del impacto del covid-19 sobre el medio ambiente | S.
London;F. Mezzanotte;M. J. Simone;L. Krieger;L. Raab;M. Otero
Las consecuencias más visibles sobre el medio ambiente de estas dos acciones fueron, en un
primer momento, positivas. Según la comunicación en redes sociales, fotos y algunos
estudios preliminares de carácter científico, la “pausa” impuesta a los actores económicos
trajo aparejada una sensible disminución de la contaminación, la parcial recuperación de
aguas fluviales y marinas costeras, y la aparición de animales salvajes en entornos urbanos
(una foto casi poética de “la recuperación de la naturaleza por su lugar en la lucha contra el
hombre”).
Para estudiar los dos cambios señalados en la actividad económica mundial, es necesario
comprender cómo se incorpora el medio ambiente al análisis económico. Las herramientas
utilizadas provienen de diferentes corrientes de análisis. Así, la dimensión ambiental de la
Economía se ha encarado desde la Economía Ambiental (utilizando herramientas del análisis
neoclásico, técnicas de valoración y asignación de recursos por el sistema de mercado) y la
Economía Ecológica, mediante una perspectiva sistémica (Figueroa 2005; Cuvi 2013). La
gestión sostenible de los recursos naturales ha sido ampliamente analizada por las líneas
derivadas del mencionado enfoque de Ostrom (2009). Por último, a partir del enfoque de
Elementos para al análisis económico del impacto del covid-19 sobre el medio ambiente | S.
London;F. Mezzanotte;M. J. Simone;L. Krieger;L. Raab;M. Otero
“Con base en estas funciones, los análisis económicos han tendido a valorar
(monetariamente) el impacto de sus sistemas de producción y consumo sobre el
medioambiente, tanto desde una perspectiva de corto plazo como de impacto
intergeneracional” (London 2018). En el caso de la Economía Ambiental la búsqueda se
concentra en dar valor a bienes que no tienen mercado, y por lo tanto, carecen de un
precio. Mediante diferentes técnicas es posible entonces valorar y evaluar tales impactos
ambientales. El primer paso es analizar (o listar) ganadores y perdedores de un proyecto
económico, identificar externalidades, bienes públicos o recursos comunes en la actividad
seleccionada para su consideración.
En lo que sigue nos detendremos en este punto particular. Sin profundizar en herramientas
y tecnologías de valoración, realizaremos un breve listado de efectos destacados producto
de las acciones disruptivas en la actividad económica. Este breve pantallazo constituirá el
insumo para futuros análisis.
encuentra en elaboración, por lo que en los párrafos siguientes nos detendremos sólo en
algunos hechos sobresalientes.
Intuitivamente, los primeros efectos que se esperan (y que de hecho se constataron) son
positivos. Claramente, la ausencia de personas contaminando en las calles y la disminución
de la producción tuvo una importante consecuencia positiva sobre el medio ambiente. La
caída en emisiones por gas de los vehículos, centrales eléctricas y otro tipo de máquinas que
consumen y queman combustibles fósiles, reducen la presencia de sustancias nocivas que
contaminan el aire. Es así que “la pausa” trae efectos benéficos, más allá de lo esperable:
por ejemplo, el aire de China se está limpiando más rápidamente que nunca en la historia.
“Los instrumentos orbitales diseñados para controlar la calidad del aire recogieron una caída
sustancial de la concentración de contaminación de dióxido de nitrógeno (NO2) desde
enero” (Zamrycki, 2020). China no fue el único país afectado medioambientalmente de
manera positiva por la disminución de NO2: en Barcelona, los niveles medios de NO2
bajaron de un 40% de una semana a la otra. En comparación con la misma semana del 2019,
la reducción fue del 55%. Y en Milán, las concentraciones medias de NO2 de las últimas
cuatro semanas han sido como mínimo un 24% inferior a las cuatro semanas antes de este
año (Zamrycki, 2020).
Por otra parte, ya a mediados de marzo (a pocos meses de la aparición del virus), se
difunden por las redes sociales fotos y videos mostrando el agua limpia y transparente de
los canales de Venecia (Italia). En Argentina, al Riachuelo ha evidenciado presencia de
tortugas y peces luego de décadas de profunda contaminación (BAENegocios).
Algunas actividades de alto impacto negativo para el medio ambiente no solo no han cesado
sino que se han incrementado, producto de la relajación en el monitoreo de las
regulaciones. Es el caso de actividades agropecuarias de ganadería y soja transgénica, cuyas
consecuencias negativas han sido ampliamente estudiadas: en el caso de la agricultura,
prácticas no sustentables condujeron a incrementar la vulnerabilidad de los suelos y el
ambiente, deteriorar los recursos naturales y generar importantes pérdidas de la
biodiversidad. Imágenes satelitales difundidas muestran que en el norte de la Argentina se
desmontaron más de 6.500 hectáreas desde que comenzó el aislamiento. “Las provincias de
Salta, Chaco, Santiago del Estero y Formosa concentran el 80% de la deforestación en
Argentina” (Greenpeace, 2020).
Una de las actividades que cambió drásticamente durante la cuarentena, y cuyos efectos se
muestran como altamente negativos, es la industria del reciclaje. Siendo este efecto el
menos visible, ocupa un interés primordial en nuestro análisis. Recordemos la función del
medio ambiente como receptor de desechos y “reciclador” de los mismos. La capacidad del
medio ambiente de reciclar sustancias nocivas en agua, tierra y aire, que define los límites a
la contaminación, es limitada, por lo que el reciclaje como actividad económica es vital para
la salud medio ambiental.
Con la pandemia del COVID-19, la industria se vio seriamente afectada por la detención de
los programas de reciclaje debido al riesgo de propagación del virus en los centros que se
ocupan de esta actividad. Sin la posibilidad del reciclado, la gran mayoría de esa basura
terminara en vertederos que no cuentan con la capacidad necesaria para hacer frente a la
situación. Como consecuencia, se produce:
• Contaminación del aire y efectos atmosféricos: Hay más de 10 gases tóxicos emitidos
por los vertederos, de los cuales el gas metano es el más serio; la EPA registra que el
metano expulsado durante la descomposición de la materia orgánica en vertederos no
administrados tiene el potencial de atrapar la radiación solar 20 veces más efectiva que el
dióxido de carbono.
• Efectos en la salud: Los efectos están relacionados con las acciones tóxicas de los
productos químicos presentes en los desechos de los vertederos. Desde la contaminación
del aire con gases nocivos hasta la contaminación del agua, el resultado es un efecto
adverso para la salud humana. Los vertidos de gases tóxicos en vertederos y la
contaminación del agua también están asociados con enfermedades pulmonares y
cardíacas, respectivamente.
En general, dado que el manejo seguro de esos desechos biomédicos y sanitarios es esencial
para la salud comunitaria y la integridad del medio ambiente, es claro que la situación actual
generará efectos visibles a medio plazo. Así, cualquiera sea la forma en la que se traten
estos residuos aumentará la contaminación y terminará afectando la salud y el medio
ambiente. Se trata entonces de minimizar el impacto a través de adecuados mecanismos de
gestión de residuos.
3. REFLEXIONES FINALES
Si bien las emisiones de GEIs y la contaminación del aire han disminuido de forma sustancial
por las medidas tomadas para frenar el avance de la pandemia en el mundo, los cambios no
3
A modo de ilustración, los cubre bocas o barbijos descartables tienen una vida útil de tres horas, pero tardan
años en degradarse.
Elementos para al análisis económico del impacto del covid-19 sobre el medio ambiente | S.
London;F. Mezzanotte;M. J. Simone;L. Krieger;L. Raab;M. Otero
dan una respuesta definitiva al desafío del cambio climático. Sin embargo permiten
establecer una relación causal directa y concluyente sobre los efectos de los modos de
producción y consumo actuales sobre el medio ambiente. Sobre este aspecto cabe la
primera reflexión sobre la que el ser humano debería transitar en el corto plazo.
Por otro lado, y como una segunda reflexión necesaria, es fundamental concentrar la
atención sobre el consumo humano y los desechos asociados. Frente al incremento
exponencial en estas variables, la actividad de reciclaje ha cobrado una importancia vital
para la salud humana y del medio ambiente, y sus obvias interrelaciones intertemporales. Es
preciso entonces revalorizar su dinámica y entender su significancia.
REFERENCIAS
Cuvi, Nicolás. 2013. “La economía y la ecología”. Letras Verdes. Revista Latinoamericana de Estudios
Socioambientales 9, octubre: 1-4.
Fernández Carrasco A. (2020). “Así ha bajado la contaminación durante el estado de alarma por el
coronavirus”. Recuperado de: https://es.greenpeace.org/es/noticias/asi-ha-bajado-la-
contaminacion-durante-el-estado-de-alarma-por-el-coronavirus/
London Silvia (2018), “Sobre el análisis de la pobreza urbana y el medio ambiente: una visión
socioecológica” Letras Verdes. Revista Latinoamericana de Estudios Socio ambientales N.°
24, septiembre de 2018, pp. 143-160, e-ISSN 1390-6631
https://doi.org/10.17141/letrasverdes.24.2018.3306
Elementos para al análisis económico del impacto del covid-19 sobre el medio ambiente | S.
London;F. Mezzanotte;M. J. Simone;L. Krieger;L. Raab;M. Otero
http://www.obela.org/contenido/medio-ambiente-economia
Rojas, Mara, y Silvia London. 2015. “Un nuevo desafío a la gobernabilidad: instituciones,
gobernanza y desarrollo”. Ponencia presentada en VI Congreso AEDA (Asociación de
Economía para el Desarrollo de la Argentina), Girona, España.
https://www.cepal.org/es/comunicados/pandemia-covid-19-llevara-la-mayor-contraccion-
la-actividad-economica-la-historia-la
https://www.saludgeoambiental.org/https://www.lavanguardia.com/natural/20200403/48
275590000/caida-trafico-aereo-mundial-pandemia-covid-19.html
https://www.bbc.com/mundo/noticias-51681200
https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=95688
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=8630
https://www.eluniverso.com/larevista/2020/04/12/nota/7810182/humanos-cuarentena-
que-ocurre-naturaleza
Greenpeace. (3/04/2020). Covid-19, clima y medio ambiente: las 5 respuestas que tenés que
saber. Recuperado de https://www.greenpeace.org/argentina/blog/4269/covid-19-clima-y-
medio-ambiente-las-5-respuestas-que-tenes-que-saber/
https://www.baenegocios.com/sociedad/Efecto-coronavirus-aparecieron-peces-y-tortugas-
nadando-en-el-Riachuelo---20200411-0003.html
El distanciamiento como norma social | Senci Carlos Maximiliano
Maximiliano Senci
IIESS UNS-CONICET
1. INTRODUCCIÓN
Dada la magnitud del control y de los recursos que se requieren para hacer cumplir las
medidas de aislamiento, el comportamiento de los individuos es tanto o más
importante que las acciones que puedan tomar los gobiernos. En este sentido, las
ciencias sociales y comportamentales pueden estudiar y sugerir formas para que las
personas cumplan las normas y medidas de prevención de manera más eficaz.
Como señalan Yoeli y Rand (2020) el desafío al que nos enfrenta la pandemia de
COVID-19 es fundamentalmente médico, pero el abordaje de este desafío involucra en
buena medida aspectos comportamentales. Aquí las ciencias del comportamiento y las
ciencias sociales tienen mucho para aportar.
En esta breve contribución paso revista a algunos mecanismos sociales que explican de
qué manera se mantienen las normas, con el objetivo de brindar recomendaciones
acerca de cómo lograr un mayor cumplimiento de la norma de prevención, así como
El distanciamiento como norma social | Senci Carlos Maximiliano
llamar la atención sobre los efectos no intencionados que puede tener la publicidad
acerca de los niveles de cumplimiento y de transgresión de las normas.
Para exponer algunas ideas sobre el distanciamiento como norma social voy a guiarme
por la teoría de normas sociales de Cristina Bicchieri (2006, 2016). Esta teoría es una
de las más ambiciosas que se han propuesto recientemente, y está muy difundida en el
ámbito experimental, especialmente de la sociología, la economía comportamental, y
la psicología social. El núcleo de la teoría de Bicchieri es que la preferencia por actuar
conforme a una norma social es una preferencia condicional, esto es, preferimos
cumplir con la norma si creemos que un número suficiente de otras personas de
nuestro grupo también cumple con la norma, y además creen que se debe cumplir con
la norma. Las condiciones especificadas anteriormente son individualmente necesarias
y conjuntamente suficientes para asegurar la existencia de una norma. De acuerdo con
esta caracterización, para saber si existe una norma debemos medir, en primer lugar,
qué porcentaje de la población cumple con cierta norma social X, y en segundo lugar,
qué porcentaje cree que la norma social X debe cumplirse (en ocasiones es posible
cumplir con normas con las que se está en desacuerdo). En el primer caso se trata de
las expectativas empíricas (creencias acerca de lo que las personas hacen), y en el otro
caso se trata de expectativas normativas (creencias de segundo orden acerca de lo que
las personas creen que es apropiado hacer). Esta distinción es paralela a la diferencia
entre normas descriptivas y prescriptivas que se encuentra en la literatura de
psicología social (Cialdini et al., 1990).
Una cuestión importante resulta de considerar cómo surgen las normas. Coleman
(1990) ha propuesto una teoría instrumental de las normas de acuerdo con la cual las
normas surgen como resultado de controlar acciones o comportamientos que generan
externalidades negativas. A veces las normas sociales pueden emerger como
consecuencia no intencionada de la acción de diferentes individuos o grupos de
individuos no coordinados entre sí. En otros casos, como el que nos convoca a la
reflexión, el surgimiento de la norma responde a la decisión de una autoridad central,
que regula el cumplimiento estableciendo sanciones en caso de transgresiones. En
este caso no nos interesa el surgimiento, pero sí los diversos mecanismos o medios por
medio de los cuales se mantiene el cumplimiento de la norma, o por medio de los
cuales pueden lograrse comportamientos pro-sociales.
La idea es que las creencias y preferencias a la base del cumplimiento de normas están
en buena medida conformadas inconscientemente por las motivaciones normativas. Es
decir, que somos sensibles a lo que hacen las demás personas, y a lo que piensan que
debe hacerse.
Un problema crítico comunicado por los prestadores de salud en los países que han
tenido picos de contagio elevados, es la incapacidad de los sistemas sanitarios para
hacer frente a todos los infectados a raíz de la insuficiencia de diferentes recursos,
como médicos, respiradores, etc. El acceso al cuidado crítico en terapia intensiva y a
respiradores mecánicos puede verse como un bien público. Es conocido el famoso
“problema de los comunes” de Hardin (1968) cuya traducción a la actual situación
sería la siguiente: si un gran número de personas se contagia, aumenta la necesidad de
cuidados intensivos, y por lo tanto se agotan los recursos. Evitar el contagio es una
El distanciamiento como norma social | Senci Carlos Maximiliano
forma de cuidar el bien colectivo. Las normas pueden verse como soluciones a dilemas
sociales (Fehr y Schurtenberger, 2018). ¿Cuál es la mejor manera de lograr que se
cumpla esta norma social de distanciamiento y prevención?¿De qué forma se puede
generar en las personas la expectativa de que los demás esperan que la norma se
cumpla? El hecho de que las personas estén dispuestas a modificar su comportamiento
(o a conformar con una norma) a nivel individual a través de la influencia social no
quiere decir que con ello esté garantizado el éxito a nivel de la población general. Hay
variables mediadores que es necesario tener en cuenta y que modifican el éxito de la
influencia social.
Entre las varias teorías sobre la relación entre las normas y el comportamiento, la
teoría sobre el comportamiento normativo social (TNSB de acuerdo a sus siglas en
inglés theory of normative social behavior; Rimal y Real, 2005) propone estudiar la
relación entre las normas descriptivas y el comportamiento. Propone una serie de
mediadores modificadores de la relación entre los que se encuentran las normas
prescriptivas, las expectativas de resultado o eficacia y la identidad de grupo. Pasar
revista a estos mediadores puede ayudar a diseñar medidas más efectivas en la lucha
contra la pandemia, en la que se requiere que un porcentaje elevado de la población
adhiera y cumpla con las medidas de prevención. Para ello es necesario que los
gobiernos, y organizaciones no gubernamentales empleen los recursos que tienen para
propagar el mensaje de la mejor manera.
Normas prescriptivas
En primer lugar, hay una serie de estudios que señalan la importancia de hacer
salientes las normas, de acuerdo con lo que se puede llamar la hipótesis de moralidad
saliente: cuantos más saliente o presente es una norma mayor es su influencia en la
conducta(Cialdini et al., 1990; Capraro y Rand, 2018).A partir de los trabajos pioneros
de Cialdini sobre normas sociales se sabe que la influencia de estas no es la misma en
todos los contextos, y que tienen que estar activadas para tener una influencia
efectiva en la conducta (Cialdini, Reno, y Kallgren, 1990). Esto sugiere que en el actual
El distanciamiento como norma social | Senci Carlos Maximiliano
En la misma línea, una serie de trabajos recientes sugiere que la pro-socialidad está
impulsada por una preferencia moral generalizada que motiva a las personas a hacer lo
que consideran moralmente correcto, es decir, que las personas obtienen algún tipo
de utilidad en “hacer lo correcto”, independientemente de las consecuencias
económicas que pueda tener(Peysakhovich, Nowak, y Rand, 2014). Además los
mensajes normativos que nos recuerdan qué es lo correcto suelen tener un efecto pro-
social, presumiblemente porque activan la representación de las normas (Capraro y
Vanzo, 2019; Dal-Bó y Dal-Bó, 2014; Senciet al., 2019).
Expectativas de resultado
Es importante generar la impresión (cierta por otra parte) que la conducta de cada
persona cuenta, y que se logran resultados concretos a partir de las conductas de
prevención que cada uno lleva adelante. Quizás los tomadores de decisión públicos
pueden aprovechar influencers, o pioneros de tendencia (trendsetters), así como
personas públicas conocidas (deportistas, actores, etc.) para ejemplificar de qué
manera la conducta de una sola persona puede contar.
Identidad de grupo
Hay una paradoja que suele darse respecto de la información. Tendemos a pensar que
mayor información es mejor. Pero esto no siempre es así. Por ejemplo, si se nos dice
“muchos vecinos están rompiendo la cuarentena. No lo hagamos, quedémonos en
casa para no propagar el virus”, o si se nos brinda información sobre personas
detenidas por violar la cuarentena la información prescriptiva que transmite el
El distanciamiento como norma social | Senci Carlos Maximiliano
5. CONCLUSIONES
6. REFERENCIAS
Bicchieri, C. (2006). The grammar of society. The nature and dynamics of social norms.
Cambridge: Cambridge University Press.
Bicchieri, C. (2016). Norms in the Wild. How to Diagnose, Measure, and Change Social
Norms. Oxford: Oxford University Press.
Brewer, M. B., y Kramer, R. M. (1986). Choice behavior in social dilemmas: Effects of
social identity, group size, and decision framing. Journal of personality and social
psychology, 50 (3), 543.
Capraro V., y Rand D. (2018). Do the Right Thing: Experimental evidence that
preferences for moral behavior, rather than equity or efficiency per se, drive human
prosociality. Judgment and Decision Making 13(1), 99-11.
El distanciamiento como norma social | Senci Carlos Maximiliano
Capraro V., y Vanzo A. (2019). The power of moral words: Loaded language generates
framing effects in the extreme dictator game. Judgment and Decision Making, 14(3),
309-317.
Christensen, P. N., Rothgerber, H., Wood, W., yMatz, D. C. (2004). Social norms and
identity relevance: A motivational approach to normative behavior. Personality and
Social Psychology Bulletin, 30, 1295-1309.
Cialdini, R. B. (2003). Crafting normative messages to protect the environment. Current
Directions in Psychological Science, 12, 105-109.
Cialdini, R.B., Reno, R.R., y Kallgren C.A. (1990). A focus theory of normative conduct:
Recycling the concept of norms to reduce littering in public places. Journal of
Personality and Social Psychology 58, 1015-1026.
Coleman, J.(1990).Foundations of social theory. Cambridge (MA): Harvard University
Press.
Dal-Bó, P., y Dal-Bó, E. (2014). “Do the right thing:” The effects of moral suasion on
cooperation. Journal of Public Economics 117, 28-38.
Efferson, C., Lalive, y Fehr, E.(2008).The Coevolution of Cultural Groups and Ingroup
Favoritism. Science 322, 1844-1849.
Ellingsen, T., Johannesson, M., Mollerstrom, J., yMunkhammar, S. (2012). Social
framing effects: Preferences or beliefs?Games and Economic Behavior, 76 (1), 117-130.
Fehr, E., ySchurtenberger, I. (2018). Normative foundations of human cooperation.
Nature Human Behavior, 2, 458–468.
Hardin, G. (1968). The tragedy of the commons. Science, 162, 1243–1248.
Ostrom, E. (1990). Governing the commons. Cambridge, UK: Cambridge University
Press.
Jordan, J., Yoeli, E., y Rand, D. G. (2020). Don’t get it or don’t spread it? Comparing self-
interested versus prosocially framed COVID-19 prevention messaging.
https://doi.org/10.31234/osf.io/yuq7x
Kerr, N. L. (1996). “Does my contribution really matter?”: Efficacy in social dilemmas.
European Review of Social Psychology, 7, 209–240.
Kollock, P. (1998). Social dilemmas: The anatomy of cooperation. Annual Review
ofSociology, 24, 183–214.
Peysakhovich, A., Nowak, M. & Rand, D. (2014). Humans display a ‘cooperative
phenotype’ that is domain general and temporally stable. Nature Communications 5,
4939.
Rimal, Real (2005) How Behaviors are Influenced by Perceived Norms. A Test of the
Theory of Normative Social Behavior. Communication Research, 32 (3), 389-414.
El distanciamiento como norma social | Senci Carlos Maximiliano
Senci, C. M., Hasrun, H., Moro, R., y Freidin, E. (2019). The influence of prescriptive
norms and negative externalities on bribery decisions in the lab.Rationality and
Society, 31(3), 287-312.
Tankard, M. E. &Paluck, E. L. (2016) Norm Perception as a Vehicle for Social Change.
Social Issues and Policy Review, 10(1): 181-211.
Yoeli, E. y Rand, D. (2020). A checklist for prosocial messaging campaigns such as
COVID-19 prevention appeals. https://doi.org/10.31234/osf.io/rg2x9
El problema de la sobrecarga de información en tiempos de coronavirus| María Inés Silenzi
1-INTRODUCCIÓN
La sobrecarga y velocidad de información, favorecida por los avances digitales propios de
esta época, invade intensamente nuestro quehacer cotidiano. A pesar de estar más
conectados tecnológicamente que en cualquier otra época, experimentamos todo el tiempo
la sensación de no poder agrupar, procesar y evaluar correctamente los datos que recibimos
a cada instante. La prontitud con la que recibimos esa información, y su constante
dinamismo, agravan aún más estas circunstancias, puesto que la abrumadora cantidad de
información dificulta algunas cuestiones generales, tales como la toma de decisiones, y
algunas más particulares como aquellas implicadas en la determinación de relevancia. En
efecto, uno de los problemas más importantes y actuales dentro de la investigación
cognitiva es aquel que cuestiona cómo los seres humanos determinamos relevancia frente a
vasta información, con prontitud y la mayoría de las veces, adecuadamente. Esta dificultad
da cuenta del problema de la sobrecarga de información (McCarthy y Hayes, 1969)1, de gran
impacto, trascendencia y vigencia aún hoy dentro del campo de la investigación cognitiva.
Aunque definir en qué consiste este problema no es tarea fácil, puesto que son varias y muy
distintas las perspectivas propuestas, en este trabajo lo interpretaremos como un conjunto
de problemas relacionados con la determinación de relevancia (véase Glymour, 1987;
Crockett, 1994; Shanahan, 1997 y Ludwig y Schneider, 2008, entre otros). De acuerdo a esta
interpretación, y en el contexto de la realización de una tarea, nuestro problema de interés
cuestiona cómo un sistema cognitivo, que posee una enorme cantidad de información,
selecciona aquella información que es realmente relevante para la realización de una tarea,
en un tiempo acotado y con recursos computacionales limitados. Puesto que esta
1
En este trabajo originario, los autores mencionados denominan a nuestro problema de interés como el
problema de marco (frame problem). Debido a su dificultad definicional, este problema ha sido denominado de distinta
maneras, por lo que en esta oportunidad y en base a una de sus principales dificultades, la dificultad de la vastedad de
información, lo interpretaremos de aquí en más como el problema de la sobrecarga de información.
El problema de la sobrecarga de información en tiempos de coronavirus| María Inés Silenzi
reflexionan por la inteligencia de datos o big data, también se hacen eco del mencionado
problema. Así, a propósito de un mismo problema, aproximamos distintos campos de
conocimiento, reflejando la trascendencia de este problema y la importancia de resolverlo.
Cabe destacar, antes de avanzar y desde un punto de vista histórico, que el problema de la
sobrecarga de información, aludido en este trabajo a propósito de la globalización e
inmediatez de la información relacionada con el avance de la pandemia no es, con todo, tan
contemporáneo como parece. Encontramos, al menos desde el siglo XVI, numerosos
esfuerzos por parte de las disciplinas afines al almacenamiento y la producción del
conocimiento, a favor del descubrimiento de los métodos necesarios para contener la
sobrecarga de información. Su búsqueda está directamente relacionada con el incremento
exponencial de la producción bibliográfica europea, a su vez provocado por la aparición de
la imprenta. De acuerdo a ello se observa, por un lado, la existencia de diversos proyectos
orientados a establecer los criterios necesarios para el almacenamiento y la memorización
informativos. Pero además, por otra parte, también se encuentran intentos por organizar
cualitativamente la información científica en el marco de una creciente pluralización de los
saberes.
Volviendo a la coyuntura actual que estamos atravesando, sostenemos que quizás, de una u
otra manera, nos estamos enfrentando también a la misma tarea: procesar y evaluar
(dominar) la tan abrumadora y rápida información que continuamente recibimos acerca de
los avances de la pandemia. Pensemos en la vasta cantidad de información que al respecto
estamos recibiendo todos los días alrededor de distintos ítems y de manera
interdisciplinaria e incluso, lo que lo agrava aún más, desde distintas partes del mundo y
esto atendiendo a distintos períodos de la pandemia. Véase la multiplicidad de factores que
atraviesan la información que debemos evaluar. En este trabajo, y al respecto, nos
cuestionamos por nuestra capacidad cognitiva de sintetizar y organizar el conjunto de
datos con los que, al fin de cuentas operamos y finalmente, tomamos decisiones. Así, los
procesos de determinación de relevancia entran aquí en juego y, con ello, nuestras
limitaciones y alcances cognitivos a la hora de enfrentarnos a tan abrumadora información.
De entre los varias aristas que el problema de la sobrecarga de información conlleva, nos
interesa particularmente aquel aspecto que cuestiona, de manera muy general, como
“sabemos”, después de una búsqueda parcial, dada la vasta de información que recibimos,
lo que es relevante y lo que no lo es y que, además, que la información recolectada ya nos
El problema de la sobrecarga de información en tiempos de coronavirus| María Inés Silenzi
es suficiente para tomar una decisión determinada (Wheeler, 2008). Este cuestionamiento
da cuenta del aspecto epistemológico de nuestro problema de interés; el primer asunto de
este aspecto gira en torno al modo en que seleccionamos vasta información, mientras que
el segundo cuestiona el requisito de adecuación. La pregunta que guía nuestra cuestión,
atendiendo a los procesos cognitivos subyacentes, es cómo sabemos que la información que
hemos seleccionado (de entre la abrumadora información con respecto al avance de la
pandemia recibimos) es la “adecuadamente” relevante y que además es suficiente para
tomar decisiones. Aunque no vamos a explicitarlo en detalle el pesimismo que frente a la
resolución de estas dificultades se ha pronunciado, destacaremos que para algunos
filósofos, como para Fodor (2001, 2008), el avance de las ciencias cognitivas depende de la
resolución del problema (epistemológico) de la sobrecarga de información al punto de
considerarlo una “espina” clavada en la investigación cognitiva.
apropiadas, para la valoración de (casi) cualquier otra, ¿cómo se puede determinar (con
cierto éxito), cuáles de las creencias son, de hecho, relevantes frente a la toma de
decisiones? La propiedad de isotropía implica la necesidad de hacer una búsqueda
exhaustiva de entre vasta información a la hora de su recuperación pues cada creencia es
potencialmente útil a la hora de la toma de decisiones. El realizar tal búsqueda exhaustiva
es implausible dadas las limitaciones temporales y computacionales.
Veamos ahora a continuación el argumento quineano. El quineanismo postula, también en
términos de confirmación científica, que el grado de confirmación que se atribuye a una
determinada hipótesis es sensible a las propiedades del sistema de creencias en su
totalidad. Esto significa que, para establecer una creencia, es necesario tener en cuenta el
conocimiento global general (Fodor, 1986, p. 107). Al recuperar información una creencia
no puede hacerse ni por separado ni de manera a priori. Puesto que no hay medios para
poder retirar la información de la estructura epistémica de la que es parte (a nivel local) y
que la relevancia de esta información no puede ser conocida de antemano, entonces todo el
conjunto de creencias debe ser evaluada al momento de recuperar una sola creencia. El
argumento quineano postula que la recuperación de análogos fuente no se puede
determinar ni a nivel local ni a priori, sino a nivel global y sólo a posteriori, es decir, luego de
evaluar exhaustivamente una vasta cantidad de información. Las estrategias para
determinar relevancia de manera quineana implican nuevamente la necesidad de hacer una
búsqueda exhaustiva entre vasta y dinámica información. Recordemos que esta
recuperación (sobre una cantidad desmesurada de información) debe ser eficiente, es decir,
debe hacerse adecuadamente y con prontitud. En resumen, véase las dificultades, en
términos de relevancia, a las que se debe enfrentarse nuestros científicos en estos tiempos
de producción de conocimiento alrededor de una nueva pandemia: si el conjunto global de
información es epistemológicamente relevante (quineanismo) y si cada una de ellas puede
ser clave para determinar relevancia (isotropía), no resulta para nada fácil llevar a cabo
procesos de determinación de relevancia adecuados y suficientes como para estimar haber
tomado lo que “realmente y con razón” es relevante.
4. SIMULACIÓN Y MODELOS
Para finalizar, y puesto que nuestro problema ha sido y aún es tratado de manera
interdisciplinaria, nos parece oportuno señalar también las implicancias que la resolución de
El problema de la sobrecarga de información en tiempos de coronavirus| María Inés Silenzi
nos parece oportuno retomar la pregunta anterior: ¿cómo saber que la información
desechada es genuinamente irrelevante si, en principio, el conocimiento de la información
no analizada (es decir la gran parte de la vasta información provista) podría convertir la
información rechazada en relevante? Desde un punto de vista epistemológico/cognitivo y
atendiendo a las varias y disimiles respuestas, y las consecuencias que de cada una de estas
se deriva, una minuciosa evaluación de la vasta información que recibimos, conduciría a una
“explosión combinatoria” que sin dudas, complejizaría cualquier tarea de modelización. Los
criterios de adecuación deberían ser lo suficientemente flexibles como para adecuar la
información al contexto inmediato en el que debemos actuar, sin dejar de atender a la
exigencia de prontitud e inmediatez con lo que debemos hacerlo. Así, se suma el requisito
temporal frente a la toma de decisiones y las limitaciones computacionales al momento de
“computar” tanta información, lo cual, como hemos introducido, define precisamente al
problema de la sobrecarga de información.
5. COMENTARIOS FINALES
La sobrecarga y el flujo dinámico de información como problema epistemológico atraviesa
profundamente nuestra sociedad en la actualidad. En este trabajo hemos querido destacar
cómo el aspecto epistemológico de la sobrecarga de información fue y es motivo de debate
filosófico, cuestionando particularmente el alcance de esta cuestión en tiempos de
pandemia como la que estamos atravesando. Quizás hoy más que nunca la información en
toda su vastedad nos resulta actualmente excesiva, exuberante, incondicionada e inmediata
mientras que la humanidad, en cambio, nos resulte de a momentos humilde, pequeña y
limitada.
7. REFERENCIAS
Crockett, L. (1994). The Turing Test and the Frame Problem: AI's Mistaken Understanding of
Intelligence. New Jersey: Ablex Publishing Corporation.
Dreyfus, H. (2002). “Intelligence without Representation-Merleau-Ponty’s Critique of
Mental Representation”. Phenomenology and the Cognitive Sciences 1.4, pp. 367-
383.
Dreyfus, H. (2007). “Why Heideggerian AI Failed and How Fixing it Would Require Making it
More Heideggerian”. Artificial Intelligence 171.18, pp. 1137-1160.
El problema de la sobrecarga de información en tiempos de coronavirus| María Inés Silenzi
1- INTRODUCCIÓN
El 3 de marzo de 2020la Argentina reportó su primer caso de COVID-19, identificado en
la Ciudad de Buenos Aires. El virus llegó al país casi tres meses después de que se
registrara el primer caso a nivel global, en la ciudad de Wuhan, China.
Los medios de comunicación argentinos, que informaban acerca del avance y los
efectos de la pandemia en el mundo1, intensificaron sus coberturas cuando fue
diagnosticado el denominado “paciente cero” en nuestro país. En particular, la prensa
gráfica de mayor circulación instaló el tema en sus portadas, espacio de mayor
jerarquía informativa, con titulares destacados como Un Argentino que volvió de
Europa es el primer caso de coronavirus en el país (Clarín, 4/3/20); Alarma en la
Argentina: confirman el primer caso de coronavirus en el país (La Nación, 4/3/20), Que
no cunda el pánico (P12, 4/3/20). En tanto, la prensa digital, dadas las características
propias del soporte que le permiten la publicación y la actualización instantánea,
registró este hecho el mismo día de su ocurrencia, con títulos que se mantuvieron en
los primeros lugares de sus homes: Confirmaron el primer caso de coronavirus en la
Argentina (Infobae); Confirman el primer caso positivo de coronavirus en la Ciudad de
Buenos Aires (Perfil); Confirmaron el primer caso de coronavirus en la Argentina
(Tiempo Argentino).
Una vez publicada la noticia, el tema se constituyó en serie periodística, y la prensa
creó secciones y clasificaciones especiales (Coronavirus; Coronavirus en Argentina;
Cuarentena, entre otras) que, en el presente, organizan diariamente las crónicas que
abordan diferentes dimensiones de la problemática.
1
El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud anunció que la nueva enfermedad
provocada por el coronavirus podía caracterizarse como una pandemia.
https://www.who.int/es/dg/speeches/detail/who-director-general-s-opening-remarks-at-the-media-
briefing-on-covid-19---11-march-2020
La información periodística en tiempos de pandemia| María del Rosario Sánchez
Este artículo, de corte descriptivo, se propone analizar la construcción que los medios
de comunicación hacen de la pandemia producida por el coronavirus en Argentina
focalizando en la prensa de carácter local, más precisamente de la ciudad de Bahía
Blanca. El interés está puesto en el abordaje de la agenda temática sobre el COVID-
19,esto es, en los temas o problemas que un medio considera relevantes y jerarquiza
en un momento particular de tiempo(D´Adamo et al. 2000).El objetivo es realizar una
aproximación al tipo de información que recibe la sociedad de Bahía Blanca y la región
sobre el problema en un momento crítico mundial.
La elección de la prensa como objeto de estudio toma en cuenta el papel central que
este soporte tiene en la construcción de imágenes sobre el país, sus provincias y
ciudades (Martini, 2015; Zalba, 2007; Valdettaro, 2005), y en la instalación de la
agenda política, social y de otros media. Ese rol se sostiene, e incluso intensifica,
durante períodos de crisis social. Recientemente, un estudio realizado sobre los
hábitos informativos durante la primera fase del período de aislamiento social
preventivo y obligatorio en el AMBA y la provincia de Buenos Aires registra que las
personas se informan principalmente vía Twitter (25 %) y por la prensa online (22%)2, y
que dedican un promedio de dos horas diarias a la lectura de noticias sobre la
pandemia.
Dentro del conjunto de los portales informativos existentes en la localidad bahiense y
sus alrededores, se selecciona para el análisis a La Nueva (LN) por su condición de
publicación centenaria y de referencia en Bahía Blanca y la región, carácter que ha
sostenido en su fase digital ostentando los mayores niveles de consumo en su zona de
influencia y una mayor amplitud en su abordaje informativo3.
Mediante técnicas cuantitativas se registran categorías y coberturas periodísticas
buscando la ocurrencia, recurrencia y frecuencia de la información sobre el COVID-
19publicada por el diario. Dado el volumen informativo, el corpus se construye a partir
2
Informe ¿Cómo nos informamos durante
la cuarentena? Tecnología, noticias y entretenimiento en tiempos de
aislamiento por el covid-19 (2020), realizado por el equipo de Comunicación,
Política y Seguridad del Instituto de Investigaciones Gino Germani. Disponible en
http://www.comunicacionyseguridad.com/wp-content/uploads/2020/05/INFORME-CPS-COVID-1.pdf
3
El diario es, además, eje del multimedio, adquirido en 2016 por los empresarios Elías y Martín, que
cuenta con radios AM y FM. En el presente, la edición digital de la publicación compite con un conjunto
de periódicos surgidos en los últimos años aunque, en base a la tradición del medio en la localidad,
lanueva.com realiza una cobertura temática mayor y es el más leído en la zona (Orbe y Napal, 2018).
La información periodística en tiempos de pandemia| María del Rosario Sánchez
4
Las series informativas están constituidas por noticias que se despliegan espacial y temporalmente en
las agendas de los medios durante días o semanas, porque tematizan problemas graves o abiertos que
necesitan un desarrollo más amplio. La construcción de series permite la instalación de un problema
como relevante en la agenda de un medio y facilita el reconocimiento del público (Martini, 2000;
Pereyra, 2005).
5
Según este estudio preliminar, el número de noticias publicadas por LN crece cuando se registran estos
eventos claves, pero las crónicas no refieren únicamente a estos acontecimientos, sino a la cobertura de
diferentes hechos asociados a la pandemia. Podríamos decir que estos “hitos informativos” operan
como puntos clave en la serie periodística sobre el COVID-19 que provocan picos de crecimiento en el
volumen de la información publicada.
La información periodística en tiempos de pandemia| María del Rosario Sánchez
Cantidad de noticias
1ª muerte
Foco HAM
1er infectado
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Noticias
El registro cuantitativo de las noticias en torno a tres momentos clave nos permite, en
principio, corroborar el incremento del caudal informativo sobre el coronavirus cuando
ocurren episodios portadores de un mayor grado de noticiabilidad, por tratarse de
hechos que reportan una situación de mayor gravedad y pueden ser narrados
apelando a la conmoción social y el impacto. “Las malas noticias son malas, pero son
noticias”, afirma Lorenzo Gomis (1991:144) al hablar de las crónicas que denomina
“explosiones” -crímenes, catástrofes, desgracias- que representan la irrupción de la
alarma en la sociedad, una amenaza a su estabilidad; por su ataque al orden
establecido o statu quo, tal sería el caso de noticia sobre el avance del COVID-19 en la
ciudad, y, puntualmente, de los hechos que aquí destacamos.
En segunda instancia, y en consonancia con otro de los objetivos de este trabajo, el
relevamiento cuantitativo de crónicas nos habilita a identificarlos temas que se asocian
a la pandemia en las noticias y a crear clasificaciones en relación con los mismos. Ergo,
a distinguir, en esta primera instancia del trabajo, diversas series de noticias referidas
y/o conectadas con el problema que se analiza para identificar qué tipo información
recibe la sociedad en un momento de crisis global.
La información periodística en tiempos de pandemia| María del Rosario Sánchez
SERIES
acerca del tipo de información privilegiada, difundida y consumida sobre una agenda
urgente.
3. CONCLUSIONES
La irrupción y el avance del COVID-19 constituyen, actualmente, la agenda informativa
hegemónica en los medios de comunicación de la Argentina y el mundo.
En este trabajo intentamos avanzar sobre los modos en qué la problemática se
construye en la prensa local de Bahía Blanca, focalizando en el diario de referencia de
la ciudad y la región. A partir del conocimiento del primer caso infectado por
coronavirus en la ciudad, la agenda sobre el COVID- 19 en La Nueva tematiza el
problema como una situación de gravedad extrema, por su novedad y los potenciales
efectos sobre la sociedad bahiense y de la zona.
En esta primera instancia del estudio, se relevó cuantitativamente la cantidad de
noticias publicadas sobre el coronavirus en torno a tres eventos clave, por considerar
que el mayor grado de noticiabilidad asignado a estos hechos se condeciría con el
volumen informativo editado. Este registro también nos permitió elaborar
clasificaciones para agrupar las noticias según los temas/dimensiones de la
problemática que abordaban, y así obtener una primera respuesta a nuestra pregunta
por el tipo de información que reciben sobre la agenda del COVID-19 los habitantes de
Bahía Blanca y la región. Los resultados arrojan que estos son, según su ocurrencia y
frecuencia: los efectos económicos del coronavirus en la zona, los delitos de salud
pública, los efectos del virus en la salud de la población y aquellas noticias que
informan acerca de una nueva administración de la ciudad a partir de la pandemia.
Tomando este panorama como base, se planea avanzar en un análisis cualitativo de los
datos. Considerando que las noticias nos permiten leer versiones de la cotidianidad y
caracterizaciones particulares del país, sus provincias, regiones y ciudades en un
momento dado, nos parece pertinente reflexionar acerca de la jerarquización de las
series identificadas, las modalidades particulares de construcción de las noticias y los
marcos o frames presentes en la información que consume la sociedad.
4. REFERENCIAS
La información periodística en tiempos de pandemia| María del Rosario Sánchez
Diarios
La Nueva. https://www.lanueva.com/
Clarínhttps://www.clarin.com/
La Naciónhttps://www.lanacion.com.ar/
Página 12https://www.pagina12.com.ar/
Tiempo Argentino https://www.tiempoar.com.ar/
Infobaehttps://www.infobae.com/
Perfilhttps://www.perfil.com/
La Brújula24 https://www.labrujula24.com/
La información periodística en tiempos de pandemia| María del Rosario Sánchez
Infosextahttps://infosexta.com.ar/
Bahía Políticahttps://bahiapolitica.com/
El Rosaleñohttp://elrosalenio.com.ar/
De la Bahíahttp://www.delabahia.com.ar/
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
Lucia A. Díaz
IIESS UNS-CONICET, Departamento de Economía UNS
Emiliano Gutiérrez
IIESSUNS-CONICET
1. INTRODUCCIÓN
El uso de internet y de las nuevas tecnologías (TIC) han impulsado la creación de muchas
aplicaciones electrónicas nuevas que son adoptadas por los gobiernos para mejorar su
desempeño, proporcionar mejores servicios, reducir costos y esfuerzos, incrementar la
satisfacción y confianza de los ciudadanos, y para ampliar los procesos democráticos, así
como el apoyo a la formulación e implementación de políticas públicas.
Asimismo, las nuevas tecnologías de comunicación son una herramienta fundamental para
los gobiernos locales ya que permiten que los funcionarios puedan conocer las opiniones de
la sociedad antes de tomar decisiones que los afectan directa o indirectamente. Así, los
ciudadanos se transforman en emisores de mensajes que influyen en las decisiones y en los
asuntos públicos.
Paralelamente, el desarrollo de las redes sociales tales como Facebook y Twitter ha
facilitado que los gobiernos adopten estos medios como nuevas formas de comunicación.
Estas redes de amplio acceso han permitido reconstruir la relación de los gobiernos con los
ciudadanos y fomenten en nivel de interacción y participación de estos últimos.
La pandemia del coronavirus ha provocado cambios y desafíos sin precedentes, afectando a
todos los niveles de la sociedad, con importantes consecuencias económicas, políticas y
sociales que tendrán una larga duración. Mientras la ciudadanía se enfrenta a la
responsabilidad de tomar acciones de mitigación y supervivencia, los gobiernos asumen el
rol de dar protección y apoyo mediante la adopción de una gran variedad de estrategias que
reflejan la diversidad de regímenes políticos y los diferentes niveles de participación cívica,
cohesiona social y penetración tecnológica (Open Government Partnership, 2020).
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
En esta situación tan excepcional y crítica como una pandemia el acceso a la información, al
conocimiento, y a los datos compartidos se tornan de gran necesidad. En este sentido, los
gobiernos se vuelcan a brindar información de las medidas llevadas a cabo y de las
recomendaciones a través de los medios digitales, especialmente las redes sociales.
La ciudad de Bahía Blanca se caracteriza por ser una pionera en el desarrollo de gobierno
electrónico en la región desde hace varias décadas y, también, por su uso de las redes
sociales para la difusión y comunicación de información dirigida a los ciudadanos.
Teniendo en cuenta el contexto que se presenta ante la pandemia, y por lo tanto asumiendo
que un gran porcentaje mayoritario de los bahienses deben cumplir con el aislamiento
obligatorio dentro de sus viviendas y en un contexto de gran avance en materia de
comunicación digital vía redes sociales, este trabajo surge con el objetivo de analizar los
factores que influyen o se relacionan con una mayor interacción en los posteos que realiza
la municipalidad de Bahía Blanca en su página de Facebook por parte de los usuarios de
dicha red.
2. MARCO TEORICO
En un contexto actual de modernización estatal surge el concepto de Gobierno Electrónico,
término para cual no se encuentra una definición única y acabada, pero que sin embargo
existe un cierto consenso en que el mismo se relaciona con el uso de las TICs,
particularmente internet, como una herramienta para alcanzar un mejor gobierno, es decir
mejorando la eficiencia, efectividad y transparencia (Naser, 2011).
Los beneficios asociados al gobierno electrónico incluyen una mejora en la calidad de la
información como insumo para tomar decisiones, mayor agilidad en los tiempos de
procesamiento y entrega de los bienes y servicios, una disminución en las cargas
administrativas impuestas a la sociedad, un fortalecimiento de las capacidades de
fiscalización del Estado, mayor facilidad para la rendición de cuentas e incentivos para
promover la transparencia y la participación ciudadana (Poggi, 2013).
“Las páginas web son una de las principales herramientas de gobierno electrónico utilizadas
por los municipios de la Argentina. Frente al surgimiento y avance de las nuevas Tecnologías
de la Información y Comunicación (TIC), las páginas web se convirtieron en instrumentos a
través de las cuales los municipios y los ciudadanos brindan, acceden y solicitan información
de manera bidireccional, para mejorar la gestión y la administración de las ciudades, hacer
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
más eficientes los tiempos y los costos y acercar las políticas públicas a los ciudadanos
(Pando y Arroyo, 2013: 6)”.
En definitiva, tal como asumen Al-Jamal y Abu- Shanab (2015), el propósito principal del
gobierno electrónico es construir un sistema digital entorno para proporcionar a los
ciudadanos servicios electrónicos e información que necesiten, mediante las herramientas
TIC.
Según el Índice de Desarrollo de las TIC (IDI)1 para el año 2017, Argentina se encuentra en el
puesto 51, siendo uno de los países con mayor desarrollo de las TICs en Latinoamérica,
después de Uruguay. Además, según el último relevamiento del INDEC (mediante la
Encuesta Permanente de Hogares (EPH)) para el año 2018 se registró que el 63% de los
hogares urbanos tiene acceso a computadoras y el 80,3% a internet. También se observa
que de cada 100 argentinos 84 emplean teléfono celular y 78 de cada 100 utilizan internet.
Lo cual denota un alto grado de accesibilidad por parte de los argentinos a los servicios de la
tecnología.
Por otra parte, el desarrollo de las redes sociales tales como Facebook y Twitter ha facilitado
que los gobiernos adopten estos medios como nuevas formas de comunicación. Estas redes
de amplio acceso han permitido reconstruir la relación de los gobiernos con los ciudadanos
y fomenten en nivel de interacción y participación de estos últimos. El término de red social
incluye una gama de herramientas y servicios que permiten a los usuarios una interacción
directa online, facilitan las conversaciones, permite generar, compartir y editar contenidos,
todo de manera fácil y gratuita. Se han convertido en importantes mecanismos de
retroalimentación a través del cual las personas tienen flujos de información bidireccionales
(Khasawneh& Abu-Shanab, 2013; Graham & Avery, 2013).
Las redes sociales pueden ser vistas como una oportunidad para que los gobiernos sean más
transparentes al brindar a los ciudadanos un mayor acceso a la información, construir un
canal abierto y activo de comunicación, en el cual se puede emitir mensajes o noticias de
forma rápida y efectiva, así como también permite empoderar a los ciudadanos y otorgar la
posibilidad de un mayor grado de participación (Khasawneh& Abu-Shanab, 2013).
Según la Encuesta Nacional de Consumos Culturales (ENCC) del Sistema de Información
Cultural de la Argentina (SinCA) para el año 2017, el 80% de los argentinos usa internet con
1
http://www.itu.int/net4/ITU-D/idi/2017/index.html
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
información sobre las escuelas, los medios de transporte y las unidades sanitarias (Pando y
Arroyo, 2013), entre otras cuestiones como las analizadas en Alderete y Díaz (2019).
Paralelamente, el gobierno bahiense posee cuentas en las redes sociales más utilizadas
como son Facebook, Twitter, Instagram, Youtube, a través de las cuales comunica, informa y
brinda información considerada de interés y de cierta relevancia para la sociedad en
general.
Metodología
Para el análisis de este trabajo, se relevaron las publicaciones efectuadas por la página
oficial de Facebook del municipio de Bahía Blanca
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
Por otra parte, el momento de la semana en que se publica contenido en una página de
Facebook también podría resultar de importancia (Fin_semana), tal como lo señalan Sabate
y otros (2014); Antoniadis y otros (2018), Cvijikj y Michahelles, (2013), quienes consideran la
necesidad de distinguir entre días hábiles respecto del fin de semana al momento de evaluar
el nivel de interacciones de una publicación.
Otra variable que puede repercutir en la popularidad de una publicación es el interés de los
usuarios en difundirlo (Compartidos), lo cual tendría como consecuencia directa una mayor
visualización del posteo e incremento en las probabilidades de una mayor cantidad de
reacciones. El trabajo de Wong y Ma (2018) ilustra la relación positiva existente entre los
likes de un post en Facebook y el número de veces que se ha compartido.
Con el fin de relevar dinámicas propias de la coyuntura actual en lo que respecta a la
situación sanitaria, se consideraron ciertos términos que influenciarían la atención de los
ciudadanos. Por ello, se tomaron en cuenta los anuncios de las conferencias de prensa
(Conf) realizadas por los funcionarios y agentes que integran la comuna municipal,
transmitidas en vivo en este período temporal considerado. Para el presente trabajo
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
Resultados
En el gráfico 1 se expone la distribución de la frecuencia de publicaciones a través del cual
se observa que la media diaria (línea roja), resulta ser de 3,07 publicaciones, siendo
superada en 20 oportunidades. El día de mayor actividad resultó ser el 24 de marzo (feriado
nacional), alcanzando un total de 9 posteos publicados.
2
https://www.facebook.com/municipiobahia/posts/2656226567954701
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
mayores reacciones le siguen otras también relacionadas con la Red antes mencionada3 y
con el lanzamiento de la plataforma Bahía Solidaria4.
Variables Binarias
"1" "0"
Img 68,10% (111) 31,90% (52)
Link 43,56% (71) 56,44% (92)
Covid 79,75% (130) 20,25% (33)
Conf 15,34% (25) 84,66% (138)
fin_semana 23,31% (38) 76,69% (125)
Social 5,52% (9) 94,48% (154)
3
https://www.facebook.com/municipiobahia/posts/2646339485610076
4
https://www.facebook.com/municipiobahia/posts/2665520513691973
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
𝑙𝑛(𝑟𝑒𝑎𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 + 1)
= 𝛽0 + 𝛽1 𝐶𝑎𝑟𝑎𝑐𝑡𝑒𝑟𝑒𝑠 + 𝛽2 𝐼𝑚𝑔 + 𝛽3 𝐿𝑖𝑛𝑘 + 𝛽4 𝐶𝑜𝑚𝑝𝑎𝑟𝑡𝑖𝑑𝑜𝑠
+ 𝛽5 𝐶𝑜𝑣𝑖𝑑 + 𝛽6 𝐶𝑜𝑛𝑓 + 𝛽7 𝐹𝑖𝑛𝑠𝑒𝑚𝑎𝑛𝑎 + 𝛽8 𝑆𝑜𝑐𝑖𝑎𝑙 + 𝜀 (1)
R2 = 0,6655
R2 ajustada =0,6482
n= 163
F- estadístico= 38.31 con 8 y 154 gl.
Analizando las variables regresadas, se observa que tanto la cantidad de caracteres como la
utilización de los términos “Covid-19” y “Coronavirus” no resultan significativas al 95%.Por
otra parte, en lo que respecta a las variables que superan el umbral de significatividad se
detecta que inclusión de imágenes dentro del posteo posee un signo positivo, lo cual podría
ser explicado debido a que la inclusión de este tipo de material visual resulta ser un motivo
de atención para quienes visitan la página.
La utilización de términos asociados a la solidaridad y trabajo voluntario resultaría también
un motivo de una mayor popularidad en las publicaciones, lo cual se vincularía con un
compromiso por parte de los ciudadanos con la ciudad y que el mismo es reconocido por la
audiencia. Asimismo, las conferencias de prensa emitidas en vivo parecen impactar
positivamente, lo cual reflejaría una especial atención de los vecinos a los anuncios que
realiza el municipio ligados a la situación del ASPO.
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
Sin embargo, esta estimación, podría presentar heterocedasticidad debido a las importantes
variaciones en la varianza de los residuos resultantes. Una aplicación del test Breusch-
Pagan, rechaza la hipótesis nula de homocedasticidad, por lo que reestimando el modelo
haciendo uso de estimador HC1 propuesto por MacKinnon y White (1985), el cual modifica
la matriz de varianza y covarianza de los regresores, con lo que los errores estándar diferirán
de la típica estimación de MCO. Tal como se ilustra en la tabla 4, la estimación con errores
robustos, sigue manteniendo la significatividad del 95% respecto de la regresión mediante
MCO sin corrección.
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
5. REFERENCIAS
Al- Jamal y Abu-Shanab (2015) “E-Government Adoption in Jordan: The Influence of Age”.
7th International Conference on Information Technology, pp.345-350.
Buddy Media Inc. (2011). Strategies for effective facebook wall posts: a statistical review.
Ciucci, F., Díaz, L., Alderete, M.V. y Linares, S. (2019), “Construcción de un índice para medir
la transparencia municipal: Buenos Aires, Bahía Blanca y las capitales de provincia de
Argentina”, Revista RIEM Revista Iberoamericana de Estudios Municipales, 20 (10), pp. 54-
84.
Cvijikj P,yMichahelles, F.(2013). Online engagement factors on Facebook brand pages. Soc.
Netw. Anal. Min. 3, 843–861.
Graham y Avery (2013) Government Public Relations and Social Media: An Analysis of the
Perceptions and Trends of Social Media Use at the Local Government Level. Public Relations
Journal, Vol. 7, N° 4. Public Relations Society of America.
Khasawneh y Abu-Shanab (2013) E-Goverment and Social Media Sites: The Role and Impact.
World Journal of Computer Aplicattion and Technology 1 (1): 10-17.
Kite J, Foley BC, Grunseit ACyFreeman B. (2016) Please Like Me: Facebook and Public Health
Kwok, L., y Yu, B. (2013). Spreading Social Media Messages on Facebook: An Analysis of
Restaurant Business-to-Consumer Communications. Cornell Hospitality Quarterly, 54(1), 84-
94.
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
Martínez, R., Rodríguez R., Vera P., ParkinsonC. ,(2019). ANÁLISIS DE TÉCNICAS DE RASPADO
DE DATOSEN LA WEB – APLICADO AL PORTAL DEL ESTADONACIONAL ARGENTINO. XXV
Congreso Argentino de Ciencias de la Computación.
Petkov, I (2017). Let’s Get Engaged: Predicting Facebook Post Engagement within Social
Automotive Advertising (Tesis de maestría). Universidad Van Amsterdam
Rauschnabel P., Praxmarer S.y Ivens B. (2012) Social Media Marketing: How Design Features
Influence Interactions with Brand Postings on Facebook. In: Eisend M., Langner T., Okazaki S.
(eds) Advances in Advertising Research (Vol. III). EuropeanAdvertisingAcademy.
GablerVerlag, Wiesbaden
Recuperado de http://www.buddymedia.com/newsroom/2011/04/introducing-our-latest
-research-strategies-for-effective-facebook-wall-posts-a-statistical-review/ .
Ringelhan S, Wollersheim J yWelpe IM (2015) I Like, I Cite? Do Facebook Likes Predict the
Schmidt R., Möhring M., Härting RC., Reichstein C., Keller B. (2016) Influencing Factors
Increasing Popularity on Facebook – Empirical Insights from European Users. En:
Utilización de la red social Facebook por parte del Gobierno de Bahía Blanca en tiempos de
coronavirus | L. Díaz; E. Gutiérrez
AbramowiczW., Alt R., Franczyk B. (eds) Business Information Systems. BIS 2016. Lecture
Notes in Business Information Processing, vol 255. Springer, Cham.
Valerio G., Herrera N., Herrera D.yRodríguez MC. (2014). "En Facebook el tamaño sí importa.
Engagement y el impacto de la longitud del mensaje en las fanpages de las universidades
mexicanas." Revista Digital Universitaria 15 (2).
Wong E.T.K., Ma W.W.K. (2018) A Cross-Cultural Analysis: American and Hong Kong
Newspaper Organizations’ Social Media Use. En: Deng L., Ma W., Fong C. (eds) New Media
for Educational Change. Educational Communications and Technology Yearbook. Springer,
Singapur
Zudrell M. (2016). Factors affecting branded posts’ popularity and fan page engagement
(Tesis de grado). Universidad de Viena.
Cuando el 2020 fue 1984 | Claudio Gallegos
Claudio Gallegos
IIESS UNS-CONICET. Departamento de Economía UNS
1. INTRODUCCIÓN
El 11 de marzo del 2020 la humanidad dio inicio a una nueva etapa en su historia. Ese día, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la existencia de una pandemia global. La
misma se había iniciado en diciembre de 2019, en China, tras el surgimiento del nuevo
coronavirus SARS-Cov-2, que origina una pandemia por medio de la enfermedad COVID-19.1
¿Qué es una pandemia? Para la OMS representa la propagación mundial de una nueva
enfermedad. Etimológicamente pandemia proviene del término griego “pandemos” y
significa “todos”. Y fue tal la propagación para su caracterización, que en tan solo una
semana el virus se había extendido por 40 países.
Considerando que este tipo de fenómeno no es nuevo para la humanidad, este trabajo tiene
como objetivo realizar un sucinto recorrido por las pandemias en la historia, para luego
reflexionar sobre como la misma pone de manifiesto varios aspectos de la vida en sociedad
que pasan desapercibidos (acciones sociales, vigilancia, regímenes de gobierno, la
imposición de normas, riesgo, etc.), o por lo menos no cuestionados por la sociedad. Algo
que es objeto de la sociología, y por ello nos valdremos de varias de sus herramientas.
1
Cabe aclarar que en sociedades desarrolladas como en las que vivimos, los avances tecnológicos permitieron
que en pocos días sea secuenciado el genoma del coronavirus y su consecuente test de detección.
Cuando el 2020 fue 1984 | Claudio Gallegos
2. PANDEMIAS EN LA HISTORIA
Susana Tomasi (2020:3-4) realiza un listado de las distintas pestes, epidemias y pandemias
de las que se tiene conocimiento:
Retomaremos solo alguna de ellas. Es claro que la conocida como Peste de Justiniano
sorprendió al Imperio Bizantino en uno de los momentos de su máximo esplendor. La misma
se desarrolló entre los años 541 y 543 y se extendió desde Etiopía hasta Egipto, atravesando
también el oeste de Alejandría y el este de Gaza, Jerusalén y Antioquía (Rius i Gibert,
2019:121).
La expansión sobre ambos lados del Mediterráneo vino de la mano del comercio, afectando
a Constantinopla y posteriormente a todo el continente europeo. El reconocido historiador
bizantino Procopio de Cesarea, dio cuenta de los síntomas de la enfermedad (sobre todo
fiebre y delirio) junto a algunos números: el año 542 llegó a arrojar unas 5000 muertes
diarias. Entre sus consecuencias se destaca el fin del orden socio-económico romano en su
consecuente tránsito a una organización característica de la edad media (Rius i Gibert,
2019:122).
El origen de la misma se detectó en China, para luego expandirse por Irak, Crimea, Persia y
Constantinopla. Al igual que la Peste de Justiniano, el comercio fue la vía de propagación
para su llegada a Europa por medio de diversos puertos. Durante cinco años registró altos
niveles de mortalidad en el viejo continente, a punto tal que fue posible establecer un freno
en el crecimiento poblacional. Habría que esperar a mediados del siglo XVIII para erradicar
la enfermedad del territorio europeo (Sánchez-David, 2008).
En el año 1520 el virus variola, conocido como Viruela, logró expandirse por el mundo,
incluyendo en este caso al continente americano. Se caracterizó por su alto grado de
contagio sumado a las características de la enfermedad: pústulas que se esparcían por el
cuerpo. Si bien la Viruela es conocida hasta el momento como la peor pandemia de la
historia (además de 1520 presentó otros fuertes brotes en 1700 y 1870), para el año 1977 se
logró erradicar la enfermedad gracias al descubrimiento y uso generalizado de su vacuna.
El siglo XX no solo da inicio a un conflictivo período de guerras sino que también da cuenta
de una nueva peste como fue la llamada Gripe Española. Los registros muestran una
realidad que podemos asemejarla a la actualidad: sistemas de salud desbordados en
Cuando el 2020 fue 1984 | Claudio Gallegos
diversas partes del mundo e insuficiencia de recursos para su tratamiento, lo cual dio como
resultado los altos números de mortalidad.
La gripe se inicia en Estados Unidos y México, para expandirse luego, y llegar incluso a la
Argentina. La relativa cercanía en el tiempo permite conocer las barreras que establecieron
los Estados para lograr contener la enfermedad, dando como resultado procesos
discriminatorios y xenófobos sobre personas de otros países.
También resulta interesante destacar que por primera vez los medios de comunicación, ya
en su etapa masiva, colmaron sus espacios, gráficos y auditivos, convirtiendo a la
enfermedad en el tema de agenda central.
En concordancia con las epidemias anteriores, la gripe ingresa a la Argentina por medio del
Puerto de Buenos Aires en el año 1918. A partir de allí, según Carbonetti (2010), es posible
establecer dos oleadas. La primera hacia 1918, afectando a las provincias de la región
central y litoral (relativamente benigna), y una segunda oleada hacia 1919, afectando a la
totalidad del territorio nacional, dando cuenta de altas tasas de mortalidad en las provincias
consideradas más pobres en ese momento (160).
Los números son llamativos: “La gripe pasó de provocar 0.7% de las muertes en 1917 a 4.3%
en 1918 y a 20.7% en 1919, aunque es posible que hubiera una mayor mortalidad a partir de
los casos no denunciados o de la confusión con otras enfermedades o asociación con
algunas de éstas” (Carbonetti, 2010:160).
Más allá de la existencia de otras epidemias que tuvieron alta resonancia durante siglo XX y
en los primeros años del siglo XXI, la realidad marca que el inicio de la tercera década del
mencionado siglo, sin dudas tiene como temática central el comienzo de una nueva
pandemia en un nuevo mundo, con características particulares que es necesario considerar.
Casi de manera directa, ante la presencia de una pandemia las sociedades reaccionan con
miedo, angustia y preocupación porque la entienden como un fenómeno desconocido, del
que poco se sabe.
Cuando el 2020 fue 1984 | Claudio Gallegos
Pero en este caso especial de Covid-19, la primera reacción fue minimizar su desarrollo
basado en los avances tecnológicos y la necesidad de mantener los canales comerciales.
Algo nuevo y desconocido hasta el momento fue la aparición de una catarata de los
conocidos como “memes” sobre el coronavirus, que también son una pandemia, y buscan
un efecto cómico en las personas. Hasta que la realidad nos choca de frente y ahí si
comienza el ciclo de miedo, angustia y preocupación.
Hace solo dos meses pedíamos dejar los celulares a la hora de entablar contactos sociales, y
hoy en día no poseerlo parece dejarnos fuera de esta nueva realidad. Como sostiene Mantín
Smud, hoy el celular (o más precisamente las redes sociales) nos marca el contacto entre
personas (Página 12, 24 de marzo de 2020).
No cabe duda que estamos, entonces, frente a la escenificación de algo que no es nuevo: el
disciplinamiento de los cuerpos (Foucault, 2008:124-210). El coronavirus pone de manifiesto
el ejercicio de la biopolítica (Foucault, 1993:51-72), por medio de la cual se establecen las
que parecen nuevas formas de control. Y en este caso en particular se destaca que las
decisiones de los gobiernos en tiempos de pandemia intervienen como nunca en la forma
de vida.
Nuevamente la docilidad de los cuerpos para acatar normas o negarse a las mismas, sobre
las cuales se han podido observar diversas reacciones tanto en sociedades asiáticas como en
las europeas y americanas.
Cuando el 2020 fue 1984 | Claudio Gallegos
El culto al egoísmo culmina en la tragedia. De manera tal que la salida posible debería
relacionarse con el desarrollo del altruismo. Nuevamente se pondría en juego la vieja
discusión acerca de si el hombre y la mujer naturalmente tienden al egoísmo por sobre la
solidaridad. Pero mucho se ha dicho al respecto como para agregar algo.
El único antídoto al día de hoy para cuidarnos entre todos y todas es el confinamiento,
porque estamos ante una sociedad que como sostiene Ulrich Beck (1992) está en “riesgo”.
Dicho concepto nos permite ser conscientes de lo ambivalente de nuestras sociedades, que
más allá de sus reconocidos adelantos tecnológicos requiere de un tiempo de la ciencia, que
dista del tiempo de los hombres y las mujeres, para encontrar la cura.
Las diferencias que conocíamos en la sociedad antes de la pandemia, que hoy está en pausa,
se reflejan ahora en las posibilidades reales de superar el virus. No todos los sectores de la
sociedad lo pueden afrontar de la misma manera, pero incluso no todas las sociedades
pueden hacer frente de la misma manera a esta cuestión. Dependemos de las medidas
Cuando el 2020 fue 1984 | Claudio Gallegos
sanitarias que los distintos gobiernos imponen es sus Estados para obtener resultados como
en Chile o Argentina.
Resulta complejo aun pensar cómo se reestructurarán las sociedades luego de la pandemia.
Porque a la crisis en los sistemas de salud se le sumó la crisis en la economía y juntas han
desembocado en la innegable crisis social. Habrá que resolver, entonces, los inconvenientes
sanitarios como los económicos, y la sociología trabaja y trabajara para poder comprender y
colaborar en la superación de la crisis social. En algún momento veremos si reinará el
individualismo o primará lo que hoy nos mantiene: la necesidad de volver a estar todos
juntos.
4. REFLEXIONES FINALES
Ente 1947 y 1948 George Orwell escribe su novela distópica conocida con el nombre 1984.
La misma se caracteriza por ser un relato de tinte apocalíptico de un mundo luego de una
catástrofe. Las interpretaciones que se realizaron sobre la misma son muy variadas, pero en
este caso en particular se busca rescatar un punto esencial.
Sus protagonistas, Winston y Julia, intentan transgredir las normas de una sociedad que
manipula información, que vigila de manera masiva y particularizada, que reprime política y
socialmente. Las coincidencias con la actualidad quedan a cargo de los lectores y las
lectoras.
Ante la inminente detención por parte del conocido “Gran Hermano” los protagonistas
desarrollan un dialogo en el cual se puede leer lo que marcábamos al inicio de este trabajo:
“lo importante no es mantenerse vivo, lo importante es mantenerse humano”. Pero para
ello, queda claro que la rebelión individual no los llevó a un resultado exitoso. El
individualismo en la sociedad es seguridad de fracaso.
Como se expresó en el cuerpo de este trabajo, es difícil saber cómo será el día después.
Pero de lo que sí tenemos certeza es que dependemos de cómo actuemos en esta pandemia
para intentar imaginar que pasará cuando esto termine.
5. REFERENCIAS
Beck, Ullrich (1992). Risck Society. Towards a new modernity. Londres: Sage Publications
Durkheim, Émile (1982). Las reglas del método sociológico. Buenos Aires: Hyspamérica.
Foucault, Michel (1993). Las redes del poder. Buenos Aires: Almagesto.
Rius i Gibert, Cristina (2019). La peste a lo largo de la historia en: Revista de Enfermedades
Emergentes, núm. 18, suplemento 3, Barcelona: ESMON, pp. 119-127.
Sánchez-David, Carlos (2008). La muerte negra: “el avance de la peste” en: Revista Med, vol.
16, núm. 1, Bogotá: Universidad Militar Nueva Granada, pp. 133-135
Smud, Martín (2020). El coronavirus en nuestros celulares en: Página 12, 24 de marzo,
Disponible en: https://www.pagina12.com.ar/254788-el-coronavirus-en-nuestros-celulares