Wa0038.

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

Sujeto de la Educación

¿A que llamamos sujeto de la educación?


Se suele llamar sujeto de la educación al individuo que va a ser educado o al que se le va a
enseñar. Un sujeto supuestamente preexistente a la relación educativa, estudiado por la
psicología evolutiva y, en general, por las ciencias de la educación.

Este sujeto es el educando, considerado tradicionalmente como receptor de conocimientos, y


actualmente como partícipe activo del proceso.

Cada etapa evolutiva requiere ser tomada en cuenta en su peculiaridad, a efectos de


seleccionar los contenidos y las estrategias metodológicas, sobre todo considerar los cambios
que ocurren psicofísicamente durante la pubertad y la adolescencia, donde se requiere
paciencia y comprensión en el educador.

Además de estas consideraciones sobre las características generales del grupo, debe
analizarse a cada alumno en su singularidad, para que cada uno alcance el mayor grado de
desarrollo de acuerdo a sus intereses y potencialidades.

Al alumno le agrada ser considerado parte de un todo (el grupo de la clase a la cual pertenece)
pero además lo motiva que se lo tome como persona particular, con necesidades y gustos
propios. Es bueno que el maestro o profesor los llame por su nombre de pila, que les pregunte
por sus inquietudes y preferencias, e ir adaptando en la medida de lo posible, las tareas a cada
uno de ellos.

Este sujeto es un todo: es mente, cuerpo, sentimientos, preocupaciones, ansiedades, y el


conocimiento y dominio de todas esas áreas por parte del propio alumno y del maestro, se
traducirá en un buen desempeño en clase. Si el alumno logra un conocimiento acabado de sus
fortalezas y flaquezas, y aprende a convivir con ellas, aprovechando las primeras y mejorando
las segundas, con la ayuda del maestro, con quien comparte esas experiencias, seguramente el
resultado será positivo.

Este sujeto de la educación es un sujeto educado, que cuanta con una educabilidad, es decir,
que tiene posibilidades de ser educado.

La educabilidad no debe equipararse a la “capacidad para aprender”. La educabilidad, como


se sabe, remite a un atributo específico de lo humano. Como resulta evidente, el aprender no
es un atributo único del ser humano, a tal punto que podemos valernos de la indagación en
psicología animal para inferir o analizar muchos procesos de aprendizaje —más o menos
simples, o más o menos complejos— que iluminan, por ejemplo, aspectos comunes o
diferentes entre humanos y el resto de las especies.
Sujeto de la Educación

Ahora bien, lo propio de lo humano no es esta capacidad de aprender, sino, en todo caso, las
posibilidades de constituirse en sujeto de una cultura. Es decir, la capacidad de educarse para
pertenecer a una sociedad.

Proceso de aprendizaje

El proceso de aprendizaje es una actividad individual que se desarrolla en un contexto social y


cultural. Es el resultado de procesos cognitivos individuales mediante los cuales se asimilan e
interiorizan nuevas informaciones (hechos, conceptos, procedimientos, valores), se
construyen nuevas representaciones mentales significativas y funcionales (conocimientos),
que luego se pueden aplicar en situaciones diferentes a los contextos donde se aprendieron.
Aprender no solamente consiste en memorizar información, es necesario también otras
operaciones cognitivas que implican conocer, comprender, aplicar, analizar, sintetizar y
valorar.

El aprendizaje, siendo una modificación de comportamiento coartado por las experiencias,


conlleva un cambio en la estructura física del cerebro. Estas experiencias se relacionan con la
memoria, moldeando el cerebro creando así variabilidad entre los individuos. Es el resultado
de la interacción compleja y continua entre tres sistemas: el sistema afectivo, cuyo correlato
neurofisiológico corresponde al área prefrontal del cerebro; el sistema cognitivo, conformado
principalmente por el denominado circuito PTO (parieto-temporo-occipital) y el sistema
expresivo, relacionado con las áreas de función ejecutiva, articulación de lenguaje y
homúnculo motor entre otras. Nos damos cuenta que el aprendizaje se da cuando
observamos que hay un verdadero cambio de conducta.

Así, ante cualquier estímulo frente al cual las estructuras mentales del ser humano resulten
insuficientes para darle sentido y las habilidades práxicas no le permitan actuar de manera
adaptativa, el cerebro realiza una serie de operaciones afectivas (valorar, proyectar y optar).
Esto tiene como función contrastar la información recibida con las estructuras previamente
existentes, generándose interés (curiosidad por saber de esto), expectativa (saber qué pasaría
si supiera al respecto) y sentido (determinar la importancia o necesidad de un nuevo
aprendizaje). En últimas, se logra la disposición atencional del sujeto. En adición, la
interacción entre la genética y la crianza es de gran importancia para el desarrollo y el
aprendizaje que recibe el individuo.

Si el sistema afectivo evalúa el estímulo o situación como significativa, entran en juego las
áreas cognitivas encargándose de procesar la información y contrastarla con el conocimiento
previo. A partir de procesos complejos de percepción, memoria, análisis, síntesis, inducción,
deducción, abducción y analogía, se da lugar a la asimilación de la nueva información.
Posteriormente, a partir del uso de operaciones mentales e instrumentos de conocimiento
disponibles para el aprendizaje, el cerebro humano ejecuta un número mayor de sinapsis
entre las neuronas para almacenar estos datos en la memoria de corto plazo.
Sujeto de la Educación

El cerebro también recibe eventos eléctricos y químicos dónde un impulso nervioso estimula
la entrada de la primera neurona que estimula la segunda, y así sucesivamente, para lograr
almacenar la información y/o dato.

Seguidamente, y a partir de la ejercitación de lo comprendido en escenarios hipotéticos o


experienciales, el sistema expresivo apropia las implicaciones prácticas de estas nuevas
estructuras mentales, dando lugar a un desempeño manifiesto en la comunicación o en el
comportamiento con respecto a lo recién asimilado.

Es allí, donde culmina un primer ciclo de aprendizaje, cuando la nueva comprensión de la


realidad y el sentido que el ser humano le da a esta le posibilita actuar de manera diferente y
adaptativa frente a esta.

Todo nuevo aprendizaje es por definición dinámico, por lo cual es susceptible de ser revisado
y reajustado a partir de nuevos ciclos que involucren los tres sistemas mencionados.10 Por
ello, se dice que es un proceso inacabado y en espiral. En síntesis, se puede decir que el
aprendizaje es la cualificación progresiva de las estructuras con las cuales un ser humano
comprende su realidad y actúa frente a ella (parte de la realidad y vuelve a ella).

Para aprender necesitamos de cuatro factores fundamentales: inteligencia, conocimientos


previos, experiencia y motivación.

A pesar de que todos los factores son importantes, debemos señalar que sin motivación
cualquier acción que realicemos no será completamente satisfactoria. Cuando se habla de
aprendizaje, la motivación es el «querer aprender», resulta fundamental que el estudiante
tenga el deseo de aprender. Aunque la motivación se encuentra limitada por la personalidad y
fuerza de voluntad de cada persona.

La experiencia es el «saber aprender», ya que el aprendizaje requiere determinadas técnicas


básicas tales como: técnicas de comprensión (vocabulario), conceptuales (organizar,
seleccionar, etc.), repetitivas (recitar, copiar, etc.) y exploratorias (experimentación). Es
necesario una buena organización y planificación para lograr los objetivos.

Por último, nos queda la inteligencia y los conocimientos previos, que al mismo tiempo se
relacionan con la experiencia. Con respecto al primero, decimos que para poder aprender, el
individuo debe estar en condiciones de hacerlo, es decir, tiene que disponer de las
capacidades cognitivas para construir los nuevos conocimientos.

También intervienen otros factores, que están relacionados con los anteriores, como la
maduración psicológica, la dificultad material, la actitud activa y la distribución del tiempo
para aprender y las llamadas Teorías de la Motivación del Aprendizaje (teorías del
aprendizaje).

Tipos de aprendizaje:
Sujeto de la Educación

• Aprendizaje receptivo: Es el tipo de aprendizaje en el que el sujeto solo necesita


comprender el contenido para poder reproducirlo, pero no descubre nada.
• Aprendizaje por descubrimiento: el sujeto no recibe los contenidos de forma pasiva;
descubre los conceptos y sus relaciones y los reordena para adaptarlos a su esquema
cognitivo.
• Aprendizaje repetitivo: se produce cuando el alumno memoriza contenidos sin
comprenderlos o relacionarlos con sus conocimientos previos, no encuentra
significado a los contenidos estudiados.
• Aprendizaje significativo: es el aprendizaje en el cual el sujeto relaciona sus
conocimientos previos con los nuevos dotándolos así de coherencia respecto a sus
estructuras cognitivas.
• Aprendizaje observacional: tipo de aprendizaje que se da al observar el
comportamiento de otra persona, llamada modelo.
• Aprendizaje por ensayo-error: aprendizaje por medio de modelos conductistas por el
que se busca la respuesta al problema.
• Aprendizaje dialógico: El aprendizaje dialógico es el resultado del diálogo igualitario;
en otras palabras, es la consecuencia de un diálogo en el que diferentes personas dan
argumentos basados en pretensiones de validez y no de poder. El aprendizaje dialógico
se puede dar en cualquier situación del ámbito educativo y conlleva un importante
potencial de transformación social.

Clasificación de los estilos de aprendizaje

Llevar a cabo la tarea de aprender es algo complicado, más aun cuando no sabemos cuáles
son las características que tenemos como aprendices; conocer la manera en la que llevamos a
cabo el proceso de la información nos permitirá desarrollar los aspectos que facilitan o
complican nuestro aprendizaje.

Si bien es cierto, la manera en que aprendemos es un proceso cultural pues nos enseñan a
aprender de modo muy semejante; de hecho hasta hace algunos años se pensaba que todos
aprendíamos igual; también es un proceso individual y único pues cada ser humano
construye según sus propias características su aprendizaje.

Según Ofelia Contreras y Elena del Bosque, en general aprender tiene que ver con la manera
en la que adquirimos, procesamos y empleamos la información, cada quien utiliza distintas
estrategias, diversos ritmos, con mayor o menor precisión aunque tengamos una misma
motivación, edad, religión, raza, etc. Esto se debe a que los estilos de aprendizaje son
distintos:

✓ Visual: Es el sistema de enseñanza-aprendizaje, que utiliza organizadores gráficos,


para la aportación de conocimiento, aumentando la visualización de las ideas.
Sujeto de la Educación

✓ Auditivo: se dirige a los estudiantes cuyo estilo de aprendizaje se orienta más hacia la
asimilación de la información a través del oído. Para un número menor de personas los
estímulos auditivos son una manera de adquirir aprendizaje, más que por estímulo
visual.
✓ Kinestésico: Cuando se procesa la información asociándola a las sensaciones y
movimientos del cuerpo, se está utilizando el sistema de representación kinestésico. Se
utiliza este sistema de forma natural cuando se aprende un deporte, pero también para
muchas otras actividades. A pesar de ser el sistema más lento de aprendizaje, es el más
efectivo, una vez que nuestro cuerpo aprende a hacer algo, nunca más se olvida, como
cuando un bebé aprende a caminar, o se aprende a ir en bicicleta.

Tipos de educación: Existen tres tipos o formas de educación:

❖ La educación formal: hace referencia a los ámbitos de las escuelas, institutos,


universidades, módulos donde se reconoce la participación por medio de certificados
de estudios.
❖ La educación no formal: se refiere a los cursos, academias, e instituciones, que no se
rigen por un particular currículo de estudios, estos tienen la intención de educar pero
no se reconoce por medio de certificados.
❖ La educación informal: es aquella que fundamentalmente se recibe en los ámbitos
sociales, pues es la educación que se adquiere progresivamente a lo largo de toda la
vida, se da sin ninguna intención educativa.

La educación formal

La educación formal ocurre en un ambiente estructurado cuyo propósito explícito es enseñar


a los estudiantes. Por lo general, se lleva a cabo en un ambiente escolar con aulas de varios
estudiantes aprendiendo junto con un maestro formado y titulado en un ámbito específico. La
mayoría de los sistemas escolares están diseñados alrededor de un conjunto de valores o
ideales que gobiernan todas las opciones educativas en ese sistema. Estas opciones incluyen
el currículo, los modelos organizativos, el diseño de los espacios físicos de aprendizaje (por
ejemplo, las aulas), las interacciones entre estudiantes y maestros, los métodos de evaluación,
el tamaño de la clase, las actividades educativas, entre otras.

La educación formal se divide en educación infantil, educación primaria, educación


secundaria, educación media superior y educación superior.

Los objetivos que se plantea la educación actual, y se concreta a través de los sistemas
educativos son:

1. Incentivar el proceso de estructuración del pensamiento, de la imaginación creadora,


las formas de expresión personal y de comunicación verbal y gráfica.
Sujeto de la Educación

2. Favorecer el proceso de maduración de los niños, la manifestación lúdica y estética, la


iniciación deportiva y artística, el crecimiento socio afectivo, y los valores éticos.
3. Estimular hábitos de integración social, de convivencia grupal, de solidaridad y
cooperación y de conservación del medio ambiente.
4. Desarrollar la creatividad del individuo.
5. Fortalecer la vinculación entre la institución educativa y la familia.
6. Prevenir y atender las desigualdades físicas, psíquicas y sociales originadas en
diferencias de orden biológico, nutricional, familiar y ambiental mediante programas
especiales y acciones articuladas con otras instituciones comunitarias.

Aprendizajes fundamentales de la educación: La educación se debe estructurar en torno a


cuatro aprendizajes fundamentales, según Jacques Delors:

❖ Aprender a conocer: Este tipo de aprendizaje, que tiende menos a la adquisición de


conocimientos clasificados y codificados que al dominio de los instrumentos mismos
del saber, puede considerarse a la vez medio y finalidad de la vida humana.
En cuanto a medio, consiste para cada persona en aprender a comprender el mundo
que lo rodea, al menos suficientemente para vivir con dignidad, desarrollar sus
capacidades profesionales y comunicarse con los demás. Como fin, su justificación es
el placer de comprender, conocer, de descubrir.
❖ Aprender a hacer: En este pilar de la educación al individuo se le capacita para
hacer frente a un gran número de interacciones y a trabajar en equipo. Con el fin de
que pueda influir en su entorno positivamente.
❖ Aprender a vivir juntos: Se instruye para cooperar y vivir con los demás, es
necesaria la comprensión y tolerancia para formar distintas interdependencias.
❖ Aprender a ser: La educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona:
cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual,
espiritualidad. Todos los seres humanos deben estar en condiciones, en particular
gracias a la educación recibida en su juventud, para dotarse de un pensamiento
autónomo y crítico y de elaborar un juicio propio, para determinar por sí mismos qué
deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida

Una hipótesis persistente: quien fracasa en la escuela porta algún déficit


Sujeto de la Educación

Es usual que en abordajes psicoeducativos, se apele a la explicación de las razones del fracaso
en los aprendizajes aludiendo al hecho de que los sujetos portan condiciones aparentemente
“deficitarias”. Los déficits que suelen señalarse han ido variando en las épocas, pero parecen
persistir como mirada privilegiada acerca de los alumnos. Como es sabido, por ejemplo,
hemos significado o seguimos significando con relativa frecuencia como condiciones
deficitarias o retrasos en el desarrollo de procesos de tipo sensomotor, a las razones que
explicarían las dificultades para aprender a leer y escribir en muchos niños. Si bien es cierto
que hay niños que pueden portar cuadros que ameriten intervenciones de tipo clínico o una
atención más personalizada, sabemos que, en verdad, las posibilidades y el proceso de
aprendizaje de la lecto-escritura están lejos de poder definirse ni explicarse por los grados de
maduración en los aspectos senso motores de los sujetos.

Desde diversas tradiciones psicológicas, —desde la psicología cognitiva, a la psicología


genética y los enfoques socioculturales— se juzga como crucial para la comprensión de estos
aprendizajes advertir su naturaleza de proceso de adquisición, construcción o apropiación
siempre complejos.

Es decir, se trata de complejos procesos de construcción cognitiva y de apropiación de


prácticas culturales específicas irreductibles a los procesos de maduración o mera
decodificación sensoperceptiva. ¿Implica esto negar la existencia de trastornos severos en el
plano sensomotor o incluso cognitivo? De ninguna manera, pero sí circunscribe y diferencia
el problema de la necesidad de una atención específica a los alumnos que lo ameriten del
común y dramático problema del fracaso escolar masivo asociado fuertemente al origen social
de los alumnos

A falta de una mejor denominación y para entenderse, solemos denominar como fracaso
escolar masivo a las altas tasas de repitencia, deserción y bajos rendimientos de los alumnos.
Lo poco feliz de la denominación obedece a la misma significación de “fracaso”, pero, por
sobre todo, al hecho de que con mucha frecuencia se parta del supuesto de que quien fracasa
es el alumno. Como ya es recurrente señalar, y aun cuando la denominación de fracaso siga
sin ser la ideal, en todo caso debería advertirse que quien fracasa es la escuela, en tanto no
haber podido generar en los alumnos los aprendizajes esperados. El hecho de que persista, no
obstante, la idea de que son los alumnos quienes fracasan, obedece a la íntima lógica escolar y
al presupuesto de que estamos analizando sobre sus supuestos déficits.

Siguiendo en parte a María Angélica Lus, podemos encontrar, en general, tres tipos de
posiciones acerca de las razones atribuidas al fracaso escolar masivo:

• Posiciones centradas en el alumno: Las posiciones más clásicas, aunque sumamente


vigentes, buscan las razones del fracaso en aspectos que hacen al alumno, sea, como
vimos, cuestiones ligadas a su maduración como a su desarrollo psicológico o
intelectual.
Sujeto de la Educación

• Posiciones centradas en las condiciones sociales y familiares del alumno: Muchas veces
se centra la explicación supuesta del fracaso escolar masivo en las difíciles condiciones
de vida de los niños y jóvenes, generalmente pertenecientes a los sectores populares.
• Posiciones centradas en la relación alumno-escuela: Se trata de posiciones que buscan
atrapar el problema en la interacción de las características de los alumnos y de las
prácticas escolares.
En el marco de las posiciones centradas en el alumno, las posturas más clásicas
respondieron al problema desde un enfoque clínico-médico o patológico individual.
Los alumnos que no se ajustaban a la propuesta pedagógica y expectativas escolares de
rendimiento eran sospechados de portar alguna anormalidad. Si el aprendizaje no se
produce, la razón de este no aprendizaje debería buscarse en los pliegues internos del
sujeto
El surgimiento y consolidación de la disciplina y prácticas psicoeducativas estuvo
signada, en buena medida, por la obsesión de clasificar a los alumnos de acuerdo a su
grado o modo de educabilidad.

También podría gustarte