Trabajo Practicas Forense
Trabajo Practicas Forense
Trabajo Practicas Forense
Facultad de derecho
Cátedra: Práctica Forense.
9No Semestre, Sección “A”
Oratoria Forense.
Profesor: Alumnas:
Hernandez Kemberlyn. C.I
Heyman Victoria C.I 29.602.858
Nucete Chrisangeli C.I 27.661.269
Salazar Wilzelys C.I 27.458.088
Por su parte, Manuel Osorio indica que Forense es “Lo que concierne al foro, a los
tribunales y sus audiencias, por extensión, lo jurídico en general”. En simultaneo
indica que foro “es el conjunto de los abogados que ejercen su profesión ante los
tribunales de justicia, pudiendo estar o no agrupados en colegios profesionales,
según se haya establecido la colegiación obligatoria o libre”
“La oratoria forense es la disciplina jurídica que tiene por objeto la enseñanza de
los principios y conceptos básicos, así como la importancia de la aplicación
práctica del arte de la correcta y eficiente expresión de la palabra hablada como
medio idóneo de comunicación a nivel legal, del profesional del derecho en
ejercicio”.
Según (Grijeldo, 2006) están definidas por aquello que proyecta el orador al
auditorio, la manera en que transmite sus argumentos y su apariencia física en
general:
El Lenguaje corporal nos indica que la postura del orador es transcendental ya que
existe una comunicación con el cuerpo. “Dentro de este contexto, su postura es
importante, pues transmite al auditorio mucho de su actitud: la postura debe ser
erguida sin ser rígida, los brazos, sueltos a los lados, no completamente caídos,
listos para los ademanes, nunca cruzados frente al pecho no con las manos
adentro de los bolsillos, los pies separados alrededor de 15 centímetros de modo
que den estabilidad y eviten el balance y la pérdida del equilibrio”
El autor Pérez (2014) señala que mediante los Movimientos Corporales el orador
puede manejarse dentro del espacio que presenta foro, esto obviamente si es
permitido por el Tribunal, se deben evitar los movimientos nerviosos, repetitivos o
intempestivos; a estas diversas cualidades se debe agregar las siguientes
especiales para el orador Forense:
Según Carlino (2003) con respecto a lo Preferencial de los Hechos indica “Lo que
hay que poner de relieve son los casos de viva realidad, de pasión o de
convivencia, la solución jurídica viene sola y de parquedad de dialogo. La
narración de los hechos viene a constituir la parte del discurso denominado
proposición , siendo el momento preciso en que debemos vivificar los
acontecimientos con toda la fuerza de la dramatización que puede exigírsele al
novelista en que se convierte en este preciso momento, el orador forense”
Grijeldo (2006) Señala el término “Policía del Léxico”, el cual hace referencia que
“en nuestra deficiente cultura literaria y la influencia del juicio por jurados, los
abogados hemos avillanado el vocabulario y hemos degradado nuestra condición
mental”, es importante no olvidar que la abogacía es un magisterio social, en
beneficio de la claridad se ha determinado, para que el abogado se entienda con
una persona de baja educación, no debe bajarse a nivel de aquel, sino ir en busca
de elevar el nivel de aquel individuo; lo cual no representa que en nuestra
elocuencia manejemos de manera exagerada el léxico jurídico, así mismo
tampoco se procura decir con esto que no deba utilizarse; lo que se anhela es que
logre aplicarse en nuestro vocablo las palabras correctas, obviando “frases de
moda o jerga vulgar que solo suele utilizarse por personas que no cuentan con
ninguna o muy poca preparación académica”
La amenidad según Moranchel (2017) “en todo género oratorio hay que producirse
con sencillez, huyendo de lirismos altisonantes y de erudiciones empalagosas.
Singularmente los pleitos no se ganan ya con citas de Paulo, Triboniano y
modestito, ni en fuerza de metáforas, imágenes, metonimias y sinécdoques,
aquello es sumergirse en un pozo, esto perderse en un bosque, el secreto está en
viajar por la llanura, quitar los tropiezos del camino, y de vez en cuando provocar
una sonrisa”.
“La gama de cualidades de la oratoria forense que se muestra en el presente
trabajo, es de gran importancia para su constante aplicación en todo discurso
forense, esto permitirá a una correcta narración de los hechos, y a su vez a la
aplicación del derecho, cumpliendo los distintos fines del orador” (Romero, 2001).