Reacción Crític - Berkhof, Horton y Duffield

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UNIVERSIDAD TEOLÓGICA DEL CARIBE

REACCIÓN CRÍTICA: BERKHOF, HORTON Y DUFFIELD

ESTE TRABAJO ES PRESENTADO AL


PROFESOR EFRAÍN TOLEDO RODRÍGUEZ
EN CUMPLIMIENTO DE
LOS REQUISITOS DEL CURSO TBS302
TEOLOGÍA BÍBLICA Y SISTEMÁTICA

POR
LUIS E. REBOLLO OLMEDA, 2390

SAINT JUST, P.R.


9 DE FEBRERO DE 2016
Louis Berkhof nació el 13 de octubre de 1873 en Emmen, Drenthe, Países Bajos.

Teólogo reformado cuyos escritos han influido de manera significativa en los seminarios y

en las facultades de teología de las universidades de los Estados Unidos y de Canadá y en

los cristianos en general a lo largo del siglo XX. Murió en 1957 a los 84 años de edad.

El Dr. Stanley M. Horton (1916-2014), renombrado erudito, prolífico escritor y

conferencista en todo el mundo, es reconocido como el pentecostalismo de "premier

teólogo." Como hijo de la Calle Azusa Revival y Misión, Horton sirvió, en palabras del

Superintendente General George O. Wood, como un "puente que une el avivamiento de

Azusa hasta nuestros días". La vida de servicio de Horton se caracterizó por una

combinación única de fervor pentecostal, dedicación a la erudición bíblica y un carácter

semejante al de Cristo.

El Dr. Duffield (1909-2000), fue pastor y maestro por más de 50 años. Desarrolló una

vida de estudio, investigación y enseñanza en donde estuvo directamente involucrado en la

formación doctrinal, desarrollando una gran habilidad en la capacidad de explicar las verdades

complejas en un lenguaje claro. Además, fue autor de muchos artículos, folletos y programas de

estudio y otros dos libros, Predicación Pentecostal y Manual de las Tierras Bíblicas.

Berkhof nos habla en su escrito del testimonio de la Escritura en cuanto a la unidad de

la raza, nos presenta también cual es la naturaleza esencial del hombre y sus elementos, y el

origen del alma en el individuo. En el escrito de Horton, podemos ver el creacionismo tanto por

decreto como progresivo. Vemos además, las creación y naturaleza de los seres humanos, su

origen y sus componentes básicos. En su escrito Duffield habla acerca de la importancia del

hombre como una creación de Dios. Cita diferentes textos bíblicos donde explica que somos

menor que los ángeles pero coronados de gloria y de honra.


En el primer escrito, Berkhof nos presenta lo que dice la Biblia sobre cómo se origina la

raza humana apuntando hacia el Génesis donde Dios crea a un primer hombre y una primera

mujer y les dice: “Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra”. Indica que la Escritura muestra

una continua relación genética y genealógica desde la primera pareja en adelante. Al mirar el

testimonio de la ciencia, Berkhof dice que esta ha confirmado el testimonio de las Escrituras, en

referencia a la unidad de la raza humana y presentando varios argumentos para esto. Entre estos

está: el argumento de la historia que apunta a un origen común en el Asia central con

antepasados comunes; está el argumento de la filosofía que habla de las lenguas

indogermánicas con un origen común en una lengua primitiva, utilizando a Egipto como el

eslabón que une las lenguas indoeuropeas con las semíticas; el argumento de la psicología que

señala hacia el alma de las personas, indicando que son sustancialmente las mismas, con

apetitos, instintos y pasiones, tendencias y capacidades y cualidades, similares; por último, el

argumento de la ciencia natural o la fisiología que indica que la raza humana se compone de

una sola especie en donde se desarrollaron varias partiendo de la original.

Por otra parte, Berkhof trae los conceptos de dicotomía y tricotomía. Con la dicotomía

se concibe al ser humano con solo dos componentes: el cuerpo (material) y el alma (inmaterial).

También presenta la tricotomía, en donde se mira la naturaleza humana en tres partes: el

cuerpo, el alma (nephesh) y el espíritu (ruach). Se muestra la forma más familiar de la

tricotomía en donde el cuerpo es la parte material, el alma es el principio de la vida animal y el

espíritu es quien une racional e inmortalmente el ser humano con Dios. Berkhof señala que

cuando miramos a la Biblia, el concepto que predomina con relación a la naturaleza del ser

humano es la dicotomía; aunque la tricotomía fue defendida por los padres de la iglesia

alejandrina (Clemente de Alejandría, Orígenes y Gregorio de Niza). Sin embargo, esta teoría

fue repudiada por algunos, pero fue revivida hacia el siglo XIX por teólogos alemanes e

ingleses. Berkhof dice considera la hombre como una unidad y no una dualidad. Él expresa:
“no es el alma sino el hombre el que peca; no es el cuerpo el que muere, sino muere el hombre;

y no es meramente el alma sino el hombre, que es cuerpo y alma, al que Cristo redime”. No

obstante, se mencionan dos pasajes escriturales que parecen contradecir la dicotomía, 1

Tesalonicenses 5:23 y Hebreos 4:12. Además, Berkhof menciona otras teorías importantes

relacionadas: la monista y la dualista.

En el otro escrito, Horton, habla del creacionismo por decreto o teoría de la tierra joven.

Se indica que las Escrituras deben interpretarse literalmente siempre y cuando sea posible. Los

creacionistas por decreto señalan que Dios creo todo por medio de un fíat (hágase – decreto

inmediato y sobrenatural). Esta teoría como otras confronta sus problemas, entre ellos, no

reconoce que las palabras hebreas pueden tener más de un significado. También Horton nos

habla del creacionismo progresivo o teoría de los días-eras, en donde se indica que los días de

creación sugieren períodos de tiempo indeterminados. Los creacionistas progresivos mencionan

que los cristianos, al ser administradores de la creación de Dios, deben orientar sus

conocimientos científicos hacia Dios en lugar de hacia las cosas o al conocimiento en sí. Esta

teoría tiene varios puntos débiles: el primero, el exceso de confianza en la ciencia para

reconocer la verdad. El segundo les hace rechazar por completo el creacionismo por decreto,

dependiendo excesivamente del punto de vista hermenéutico de la ciencia actual. El tercer

punto débil indica que no habría evidencia de un diluvio universal, solo por lo que menciona la

Biblia.

Horton nos trae además, que el propósito de la creación de Dios es mantener una

relación permanente con la humanidad y nos lleva a mirar al ser humano en componentes

básicos: mente, voluntad, cuerpo, alma y espíritu. Los escritores de la Biblia en momentos

dados usaron términos como “riñones”, “entrañas”, para referirse a componentes del ser

humano que describen su capacidad de reacción ante diversas situaciones. De la misma manera,
Horton expone que de la misma manera, muchos de los términos usados para alma y espíritu,

son a veces ambiguos.

Horton expone al igual que Berkhof, el dicotomismo, el tricotomismo y el monismo.

Horton indica que el ser humano está compuesto de varios componentes y que la naturaleza

pecaminosa afecta todo lo que es el ser humano. Para poder heredar el reino de los cielos, es

necesario un cambio esencial, ya que lo que afecta a uno de los componentes, afecta a todo el

ser humano, ya que tal como lo ve la Biblia, es un ser integral.

Duffield en su escrito resalta la importancia del hombre como la creación máxima de

Dios. El autor expone la creación según la antropología científica y según la antropología

teológica. Le clasifica en su estudio en diversas categorías, en donde el hombre fue creado por

Dios como resultado divino, creado a la imagen de Dios como un alma viviente. Nos habla

también del estado primitivo del hombre, su caída y su estado en la gracia.

Con relación a estos escritos creo que tanto Berkhof como Horton, tienen puntos de

vista válidos y sostenibles escrituralmente. Sin embargo, ninguno tiene una verdad absoluta que

indique que cualquiera de las posturas sea la final. Al leer las Escrituras y al estudiarlas

podemos darnos cuenta que hay muchos textos que solo podemos interpretarlos de acuerdo al

conocimiento previo de teólogos que han estudiado el texto anteriormente y al que tenemos hoy

día. Al momento de la creación, del origen de todo, ninguno de nosotros estuvo allí. Creo en las

Escrituras porque son la Palabra de Dios, pero hay un elemento sumamente importante y es el

de la fe. Lo primero que hay que establecer es que para creer en Dios hay que creer que el

existe y que es real. Partiendo de esto, podemos usar esa misma fe para creer en el relato

bíblico.

Al mirar al texto en Génesis, los primero capítulos, podemos encontrar que nuestro

conocimiento se queda finito y corto al escuchar frases como: “Sea la luz; y fue la luz”, etc.

Creo que mi Dios tiene todo el poder para crear en el instante con un: “Hágase” de un modo
instantáneo y sobrenatural, tal como lo establecen los creacionistas por decreto, pero puedo

creer también que mi Dios puede crear progresivamente (creacionismo progresivo), tal como

sucede en el vientre de una mujer. Creo que Dios sigue creando en este tiempo, nunca limitaría

el poder de Dios a una teoría o a mi pensamiento.

En los escritos anteriores, se nos habla sobre los componentes del ser humano,

En los escritos anteriores, se nos habla sobre los componentes del ser humano. Para

varias posturas encontramos versos bíblicos que se pueden considerar con relación a la

dicotomía pero también a la tricotomía. Personalmente me inclino por la postura de que el

hombre está compuesto por cuerpo, alma y espíritu. En este caso como creyente entiendo que

todo mi ser sin importar cuantas partes componga debe de ser para Dios, así que cuando nos

rendimos a Él por completo, somos completamente suyos.

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