Violencia Vicaria Mexico

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Ciudad de México a 10 de mayo de 2022

Dip. Héctor Díaz Polanco


Presidente de la Mesa Directiva
Congreso de la Ciudad de México
II Legislatura
Presente

Las que suscriben Diputada María Gabriela Salido Magos integrante del Grupo
Parlamentario del Partido Acción Nacional y la Diputada Ana Francis López
Bayghen Patiño del Grupo Parlamentario de Morena, del Congreso de la Ciudad
de México II Legislatura, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 122,
apartado A, fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; 29 apartado D inciso a), apartado E y 30 numeral 1, inciso b) de la
Constitución Política de la Ciudad de México; 12 fracción II y 13 fracción LXIV de
la Ley Orgánica; 1, 2 fracción XXI, 5 fracción I, 79 fracción VI, 94 fracción II, 95
fracción II y 96 del Reglamento, ambos del Congreso de la Ciudad de México,
sometemos a consideración del Pleno de este H. Congreso, la siguiente:

INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL SE REFORMAN Y


ADICIONAN DIVERSAS DISPOSICIONES DEL CÓDIGO PENAL Y DEL
CÓDIGO CIVIL, AMBOS PARA EL DISTRITO FEDERAL EN MATERIA DE
VIOLENCIA VICARIA, al tenor de la siguiente:

PROBLEMÁTICA

Al revisar el Diccionario de la Real Academia Española, podemos entender por


el término vicaria lo siguiente: “Que tiene las veces, poder y facultades de otra
persona o la sustituye”.

De la lectura y análisis de la naturaleza del concepto, pareciera poco probable el


poder utilizarlo como un adjetivo de violencia, pues se piensa que el ser víctima
de algún tipo de violencia implica ser objeto directo de la misma, no obstante, de
acuerdo con la Universidad Complutense de Madrid, “La violencia vicaria es
aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos
y especialmente de sus hijas e hijos… El objetivo es el control y el dominio sobre
la mujer, en un alarde máximo de posesión en una relación de poder que se
sustenta en la desigualdad.”

Nos encontramos frente a un tipo de violencia con características muy


específicas, que podríamos resumir diciendo que objeto causar un daño a una
persona, principalmente a mujeres, a través de un daño indirecto de otra persona
con quien generalmente se tiene un vínculo afectivo fuerte, en muchos casos,
sus hijas e hijos.

Doc ID: 487cd6ac28bb250121d4ee8f55d5113337fcda03


El término violencia vicaria fue acuñado en el año 2012 por la psicóloga
clínica y forense Sonia Vaccaro, y que en diversos estudios posteriores definió
como:

“Aquella violencia que se ejerce sobre los hijos para herir a la mujer. Es una
violencia secundaria a la víctima principal, que es la mujer. Es a la mujer a la
que se quiere dañar y el daño se hace a través de terceros, por interpósita
persona. El maltratador sabe que dañar, asesinar a los hijos/hijas, es
asegurarse de que la mujer no se recuperará jamás. Es el daño extremo.”

Si bien es un concepto que ha sido medianamente desarrollado a nivel teórico y


académico, la realidad es que ha tenido poco impacto en los distintos sistemas
jurídicos, y como consecuencia se minimiza, permanece impune y no se
formulan políticas públicas tendientes a su erradicación y prevención.

Uno de los grandes problemas es que al no ser reconocido como un tipo de


violencia, no existen cifras oficiales para medir la magnitud del problema, tanto
a nivel internacional como en nuestro país, no obstante, contamos con
información recabada por la sociedad civil, colectivos de víctimas, así como la
recopilación de algunos casos para comenzar a entender este fenómeno.

Por ejemplo, el diario El País, en su artículo “Violencia vicaria dentro del maltrato
machista: qué es y cómo reconocerla” que en España, desde el año 2013 en que
fue considerada la violencia vicaria como delito se han registrado 41 casos de
menores asesinados por sus padres, parejas o exparejas de sus madres, resulta
particularmente alarmante que en el 90.4% de los casos murieron a manos de
su padre biológico; esta fuente también retoma datos de la Delegación del
Gobierno contra la Violencia de Género que indican que los años que
concentraron un mayor número de víctimas fueron 2017 y 2018.

De esta forma, encontramos referencias en la comunidad internacional del


reconocimiento de este tipo de violencia que lamentablemente es más frecuente.

A nivel regional, en América Latina el reportaje “Violencia vicaria, la peor de las


violencias de género” de la agencia de noticias Deutsche Welle (DW) narra varios
testimonios de este tipo de violencia en Latinoamérica, y la gravedad de que la
misma no sea reconocida como una forma de violencia de género ni tipificada
como delito, así la autora Eva Usi retoma el caso de Margarita, una joven
mexicana cuyos hijos fueron arrebatados a corta edad por su padre biológico,
ahora ella tiene más de 70 años, nunca los volvió a ver y crecieron pensando
que su madre los había abandonado porque no los quería; Natalia por su parte
es una periodista argentina que solo habla dos horas a la semana con su hija
que radica en Perú, porque a pesar de múltiples juicios no le ha sido posible
recuperar su custodia.

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Doc ID: 487cd6ac28bb250121d4ee8f55d5113337fcda03


Es precisamente por lo descrito en párrafos anteriores que no cabe duda que la
violencia vicaria debe ser considerada como un tipo de violencia de género,
además, esto se refuerza con lo expuesto por Elena del Pilar Ramallo Miñan,
profesora investigadora del Ilustre Colegio Nacional de Letrados de la
Administración de Justicia en España, quien describe que:

“Este tipo de violencia surge principalmente a partir de los procesos de


separación y divorcio. En la mayoría de los casos, es un modo de control
sobre la mujer, para someter y doblegar su voluntad.

La mujer/madre es sometida por el pánico a que a sus hijos puedan ser


agredidos o asesinados: te voy a dar por donde más te duele. Lo podríamos
definir como, el máximo grado del proceso de control y maltrato ejercido sobre
una mujer - madre. Se trata de la forma más extrema y atroz en la que se
desarrolla la violencia de género.”

En ese orden de ideas consideramos un problema particularmente grave que el


término violencia vicaria, no se encuentre reconocido en nuestro sistema jurídico
como una forma de violencia contra las mujeres, pues es condición jurídica
suficiente para dejar sin sanción a las personas que cometen este tipo de actos,
pues a diferencia de otras, el medio por el que se cometen es otra víctima, pues
atendiendo a la ejecución de las conductas, impacta en el presente y futuro de
niñas, niños y adolescentes.

Aunado a lo anterior, debemos reconocer que la violencia vicaria puede ser


ejercida sobre cualquier persona con quien la mujer tenga un vínculo afectivo y
que se encuentre en situación de vulnerabilidad, es una realidad que en su
mayoría quienes son afectados directamente son las propias hijas e hijos.

Por eso, resulta necesario exponer como consecuencia de estas conductas la


innegable violación a los derechos humanos de la niñez, pues muchas niñas y
niños pasan a ser considerados objeto y despojados de su dignidad para
convertirse en el vehículo de sufrimiento de su propia madre.

Este tipo de violencia de género produce consecuencias en la salud, seguridad


y en los peores casos la vida de la infancia, de tal suerte que debemos tomar
acciones firmes que protejan y garanticen los derechos tanto de las mujeres
como de las y los menores.

En el caso de nuestro país, ha habido distintos intentos por incorporar al sistema


jurídico este tipo de violencia, no obstante, los mismos no llegan a concretarse,
por ejemplo, hoy a nivel federal existen tres iniciativas pendientes de dictamen
en materia de violencia vicaria.

Además, si analizamos algunos ejemplos de otras entidades federativas,


podemos encontrar todavía más iniciativas en la materia que no han llegado a
buen puerto, o bien, que simplemente se quedaron congeladas.

Doc ID: 487cd6ac28bb250121d4ee8f55d5113337fcda03


EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

En julio de 2014, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la


Mujer (Comité CEDAW) emitió la comunicación 47/2012 a través del cual se
aprobó el dictamen con arreglo al artículo 7 del Protocolo Facultativo a la
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra
la Mujer, instrumento que sirvió como base en España para reformar en el año
2015 la Ley de Violencia de Género en ese país y reconocer una forma más de
violencia de género en los términos siguientes:

“Artículo 1. Objeto de la Ley.



4. La violencia de género a que se refiere esta Ley también comprende la
violencia que con el objetivo de causar perjuicio o daño a las mujeres se
ejerza sobre sus familiares o allegados menores de edad por parte de las
personas indicadas en el apartado primero.”

Si bien, esta disposición no acuña el término de violencia vicaria, sirvió como


antecedente para que en 2017 en ese mismo país se emitiera el Pacto de Estado
Contra la Violencia de Género, con el objeto de seguir impulsando políticas para
revertir este fenómeno, este documento fue reformado en 2019 para incorporar
como una de estas acciones la modificación de la Ley tendiente a incluir a los
casos de violencia por “interpósita persona”.

Pese a las referencias internacionales que he relacionado con anterioridad, es


necesario que desde el Congreso de la Ciudad de México -que se ha
caracterizado por la vanguardia en el reconocimiento de derechos de las
mujeres-, implementemos acciones firmes para prevenir y erradicar esta forma
de violencia de género.

El punto de coincidencia debe ser la prioridad para este Congreso Local de


impulsar la creación o modificación del marco jurídico vigente a fin de incorporar
esta figura, con el objeto de prevenir y erradicar este tipo de violencia.

Para la consecución de este fin, se debe reconocer que se trata de un fenómeno


complejo que debe ser analizado de forma integral, a fin de generar las
adecuaciones normativas necesarias no solo para armonizar las leyes a los más
altos niveles internacionales, sino para lograr un verdadero cambio en nuestra
sociedad.

Así, hemos decidido presentar un paquete de reformas en materia de violencia


vicaria orientadas al reconocimiento de esta problemática, a través de la Ley de
Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Ciudad de México en
un primer momento, para posteriormente explorar los mecanismos de
prevención, sanción y reparación integral a través de las normas en la materia.

Doc ID: 487cd6ac28bb250121d4ee8f55d5113337fcda03


CONVENCIONALIDAD, CONSTITUCIONALIDAD Y LEGALIDAD

Si bien, el Sistema Universal de los Derechos Humanos no cuenta con un


instrumento jurídico vinculante que garantice el derechos de las mujeres a una
vida libre de violencia, podemos tomar como referente “Declaración sobre la
Eliminación de la Violencia Contra la Mujer” misma que fue tomada en el seno
de la Asamblea General de Naciones Unidas el 20 de diciembre de 1993 y que
tal como se expresa en el preámbulo, dicho documento surge a consecuencia
de dos resoluciones del Consejo Económico y Social (1990/15 y 1991/18) en las
que se reconoce que la violencia contra las mujeres es un fenómeno
generalizado que debe contrarrestarse con medidas urgentes, recomendando
así la preparación de un marco general para un instrumento internacional que
abordara explícitamente la cuestión de la violencia contra la mujer.

De tal suerte, vale la pena retomar el artículo 1° de la referida Declaración que a


la letra dice:

“A los efectos de la presente Declaración, por "violencia contra la


mujer" se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia
al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño
o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las
amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la
libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida
privada.”

El mismo instrumento en artículos subsecuentes hace referencia al compromiso


que deben tener los Estados para condenar la violencia hacia las mujeres, a
través de distintas acciones entre las que se encuentra el castigar en la
legislación nacional estos actos de violencia, así como garantizar el acceso a la
justicia y la reparación del daño, de tal suerte este documento resulta valioso
como marco de referencia para enriquecer y fortalecer nuestra legislación local.

Por su parte, el Sistema Universal también vale la pena rescatar lo prescrito por
el artículo 3 de la Convención Sobre los Derechos del Niño, aprobada por la
Asamblea General de la ONU el 20 de noviembre de 1989 y ratificada por México
en septiembre de 1990, que los numerales 1 y 2 contempla el interés superior de
la niñez y la obligación que tienen los Estados parte de asegurar su protección y
cuidado:

“Artículo 3

1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las


instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las
autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración
primordial a que se atenderá será el interés superior del niño.

2. Los Estados Parte se comprometen a asegurar al niño la protección y


el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los

Doc ID: 487cd6ac28bb250121d4ee8f55d5113337fcda03


derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas
responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas
legislativas y administrativas adecuadas.
…”

En el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, sí se cuenta con un tratado


internacional que es jurídicamente vinculante para el Estado Mexicano en la
materia, pues la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Contra la Mujer, mejor conocida como Convención de
Belém Do Pará, por el lugar de su adopción en 1994, define lo que debe
entenderse por violencia contra las mujeres, además, reconoce el derecho que
tienen todas las mujeres a vivir una vida libre de violencia y destaca que este
fenómeno constituye una violación de los derechos humanos y de las libertades
fundamentales, además, en palabras de la propia Organización de Estados
Americanos:

“Propone por primera vez el desarrollo de mecanismos de protección y


defensa de los derechos de las mujeres como fundamentales para luchar
contra el fenómeno de la violencia contra su integridad física, sexual y
psicológica, tanto en el ámbito público como en el privado, y su reivindicación
dentro de la sociedad.”

Diversos artículos del referido instrumento internacional consideran obligaciones


para los estados nacionales en la materia, entre las que se encuentran tomar las
medidas legislativas tendientes a garantizar el derecho de las mujeres a una vida
libre de violencia. A manera de ejemplo citamos las siguientes disposiciones de
la Convención que rezan:

“CAPÍTULO II
DERECHOS PROTEGIDOS

Artículo 3

Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito
público como en el privado.

Artículo 4 Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y


protección de todos los derechos humanos y a las libertades consagradas
por los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos
humanos. Estos derechos comprenden, entre otros:

b. el derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral;

e. el derecho a que se respete la dignidad inherente a su persona y que


se proteja a su familia;

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CAPÍTULO III
DEBERES DE LOS ESTADOS

Artículo 7

Los Estados Parte condenan todas las formas de violencia contra la mujer
y convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones,
políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en
llevar a cabo lo siguiente:

c. incluir en su legislación interna normas penales, civiles y


administrativas, así como las de otra naturaleza que sean necesarias para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y adoptar las
medidas administrativas apropiadas que sean del caso;

e. tomar todas las medidas apropiadas, incluyendo medidas de tipo


legislativo, para modificar o abolir leyes y reglamentos vigentes, o para
modificar prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la
persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer;”

En concordancia con lo anterior, el artículo 1o de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos reconoce los derechos humanos de todas las
personas, imponiendo al Estado los deberes promover, respetar, proteger y
garantizar los mismos de conformidad con los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad.

La citada Constitución en su artículo 4o, párrafo 9, señala que el Estado velará


y cumplirá con el interés superior de la niñez, por lo cual, dicho precepto también
es obligatorio para los Poderes Legislativos, a saber:

“En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá


con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera
plena sus derechos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción
de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano
esparcimiento para su desarrollo integral. Este principio deberá guiar el
diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas
dirigidas a la niñez.”

Por su parte, la Constitución Local de la Ciudad de México en el artículo 11,


apartado C, reconoce de forma particular los derechos de las mujeres, así como
de las niñas, niños, y adolescentes en los términos siguientes:

“Artículo 11
Ciudad incluyente

Doc ID: 487cd6ac28bb250121d4ee8f55d5113337fcda03


C. Derechos de las mujeres

Esta Constitución reconoce la contribución fundamental de las mujeres en


el desarrollo de la ciudad, promueve la igualdad sustantiva y la paridad de
género. Las autoridades adoptarán todas las medidas necesarias,
temporales y permanentes, para erradicar la discriminación, la
desigualdad de género y toda forma de violencia contra las mujeres.

D. Derechos de las niñas, niños y adolescentes

1. Las niñas, niños y adolescentes son titulares de derechos y gozan de la


protección de esta Constitución. La actuación de las autoridades atenderá
los principios del interés superior de las niñas, niños y adolescentes, de la
autonomía progresiva y de su desarrollo integral; también garantizarán su
adecuada protección a través del Sistema de Protección Integral de los
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México.

…”

Retomando el marco normativo secundario en el orden federal, destacamos la


vigencia de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia, que a pesar de no considerar actualmente “violencia vicaria” como un
tipo de violencia en contra de las mujeres, en su artículo 6, fracción VI reconoce
que puede haber otras formas que dañen de igual manera la dignidad de las
mujeres, disposición que prescribe lo siguiente:

“ARTÍCULO 6. Los tipos de violencia contra las mujeres son:

I. a V…
VI. Cualesquiera otras formas análogas que lesionen o sean susceptibles
de dañar la dignidad, integridad o libertad de las mujeres.”

Del mismo modo, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y


Adolescentes prevé en su artículo 2 fracción I que es principio rector de dicho
ordenamiento el interés superior de la niñez; en esa misma tesitura, el artículo
13 fracción VIII reconoce el derecho de este grupo poblacional a la integridad
personal y a una vida libre de violencia. Particularmente destaca el Título
Segundo, de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, Capítulo Octavo, del
Derecho de Acceso a una Vida Libre de Violencia y a la Integridad Personal,
prevé la obligación de las autoridades de tomar medidas para prevenir, atender
y sancionar los casos en que niñas, niños o adolescentes se vean afectados por
distintas situaciones de violencia, debiendo considerar también la perspectiva de
género en las mismas.

Así, retomando el marco normativo a nivel local, específicamente en la Ley de


los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México se
establece que es obligación de las autoridades, incluyendo el Poder Legislativo,
emitir las normas que permitan garantizar y hacer efectivos los derechos de las
mujeres, las niñas, niños y adolescentes.

Doc ID: 487cd6ac28bb250121d4ee8f55d5113337fcda03


Merece la pena destacar que a pesar de ya estar considerados principios y
parámetros generales que reconocen la violencia en general, existen
particularidades que deben ser atendidos e incorporados al derecho positivo
vigente.

Sirve como respaldo, que el artículo 3° fracción XXIII de la Ley de Acceso de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Ciudad de México reconoce que en
casos de violencia de género puede haber víctimas indirectas, categoría legal
que define de la siguiente forma:

“Artículo 3. Para efectos de la presente ley se entenderá:

I. a XXII. …

XXIII. Víctima indirecta: familiares de la víctima y/o personas que tengan


o hayan tenido relación o convivencia con la misma y que sufran, hayan
sufrido o se encuentren en situación de riesgo por motivo de la violencia
ejercida contra las mujeres”

Es justo esa disposición permite que en distintos artículos de la Ley se prevean


disposiciones para proteger y garantizar los derechos de las víctimas indirectas
de la violencia de género, y en consecuencia a través de la presente iniciativa se
particulariza en una forma de violencia, para brindar una mayor protección a las
víctimas de la violencia vicaria.

Ahora bien, al revisar la legislación sustantiva en materia penal, encontramos


que el Código Penal para el Distrito Federal establece en sus artículos 201 y 201
Bis, lo siguiente:

ARTÍCULO 201. Para los efectos del presente capítulo se entiende por:

I. Violencia física: A todo acto intencional en el que se utilice alguna parte


del cuerpo, algún objeto, arma o sustancia para sujetar, inmovilizar o
causar daño a la integridad física del otro;

II. Violencia psicoemocional: A toda acción u omisión que puede consistir


en prohibiciones, coacciones, condicionamientos, intimidaciones,
insultos, amenazas, celotipia, desdén, indiferencia, descuido reiterado,
chantaje, humillaciones, comparaciones destructivas, abandono o
actitudes devaluatorias, entre otras, que provoquen en quien las recibe
alteración autocognitiva y autovalorativa que integran su autoestima o
alteraciones en alguna esfera o área de la estructura psíquica de la
persona;

III. Violencia Patrimonial: A todo acto u omisión que ocasiona daño ya


sea de manera directa o indirecta, a los bienes muebles o inmuebles, en
menoscabo de su patrimonio; también puede consistir en la perturbación
a la posesión, a la propiedad, la sustracción, destrucción, menoscabo,
desaparición, ocultamiento o retención de objetos, documentos

Doc ID: 487cd6ac28bb250121d4ee8f55d5113337fcda03


personales, bienes o valores, derechos patrimoniales o recursos
económicos;

IV. Violencia Sexual: A toda acción u omisión que amenaza, pone en


riesgo o lesiona la libertad, seguridad, integridad y desarrollo psicosexual
de cualquier persona;

V. Violencia Económica: A toda acción u omisión que afecta la economía


del sujeto pasivo, a través de limitaciones encaminadas a controlar el
ingreso de sus percepciones económicas y puede consistir en la
restricción o limitación de los recursos económicos, y

VI. Violencia contra los derechos reproductivos: A toda acción u omisión


que limite o vulnere el derecho de las mujeres a decidir libre y
voluntariamente sobre su función reproductiva, en relación con el número
y espaciamiento de los hijos, acceso a métodos anticonceptivos de su
elección, acceso a una maternidad elegida y segura, así como el acceso
a servicios de aborto seguro en el marco previsto en los ordenamientos
relativos para la interrupción legal del embarazo, a servicios de atención
prenatal, así como a servicios obstétricos de emergencia.

ARTICULO 201 Bis.- Se equipara a la violencia familiar y se sancionará


con las mismas penas y medidas de seguridad, al que realice cualquiera
de los actos señalados en el artículo anterior en contra de la persona que
esté sujeta a su custodia, guarda, protección, educación, instrucción o
cuidado o con quien tenga una relación de hecho o la haya tenido en un
período hasta de dos años antes de la comisión del acto u omisión.

Se entenderá por relación de hecho, la que exista entre quienes:

I. Violencia física: A todo acto doloso en el que se utilice alguna parte del
cuerpo, algún objeto, arma o sustancia para sujetar, inmovilizar o causar
daño a la integridad física del otro;
II.- Mantengan una relación de pareja, aunque no vivan en el mismo
domicilio;
III.- Se encuentren unidos por vínculos de padrinazgo o madrinazgo;
IV.- Se incorporen a un núcleo familiar aunque no tengan parentesco con
ninguno de sus integrantes;
V.- Tengan relación con los hijos de su pareja, siempre que no los hayan
procreado en común, y
VI.- Tengan relación con la pareja de alguno de sus progenitores. Este
delito se perseguirá por querella.

En este sentido, como se observa en la normatividad previamente citada, el


código penal, señala los diferentes tipos de violencia que se pueden ejercer
derivados de una relación familiar, de las cuales se enlistan, la física,
psicoemocional, patrimonial, sexual, económica y en contra de los derechos
reproductivos.

De igual forma, el mismo cuerpo normativo señala las penas que se deben
aplicar a quien cometa esos tipos de violencia y establece los supuestos que
deben entenderse como una relación de hecho.

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Doc ID: 487cd6ac28bb250121d4ee8f55d5113337fcda03


Bajo este contexto, resulta viable integrar el supuesto de violencia vicaria dentro
de este cuerpo normativo, con la finalidad de que los actos ejercidos con este fin
no queden impunes y sean sancionados por esta vía.

OBJETIVO DE LA INICIATIVA

El objeto de esta iniciativa consiste en complementar las iniciativas que reforman


la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la Ley de los
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, ambas de la Ciudad de México, para
efectos de sentar las bases en nuestro sistema jurídico desde las vías Civil y
Penal que permitan la prevención y sanción de la violencia vicaria, así como la
reparación integral del daño a las víctimas directas e indirectas de esta forma de
violencia.

Así, resulta necesario que además de considerar a la violencia vicaria como un


tipo de violencia que se ejerce en contra de las mujeres, desde el punto de vista
del Derecho Penal, se plantee una propuesta que contenga por lo menos los
siguientes elementos:

1. Sujeto activo: La persona que ejerce los actos de violencia contra la


mujer.

2. Vínculo afectivo: Relación en términos de sentimientos que tiene la


víctima indirecta con la víctima directa.

3. Violación de su voluntad: Por medio de una relación de poder, derivada


del daño que causa a al agredir a una persona o ser.

4. Víctima directa: Persona física, en este caso, una mujer que haya sufrido
algún daño o menoscabo físico, mental, emocional o en general en razón
de cualquier puesta en peligro o lesión a sus bienes jurídicos o derechos
como consecuencia de un hecho victimizante.

5. Víctima indirecta: Aquellas personas o seres sintientes con quienes la


víctima directa tiene un vínculo afectivo

Asimismo, se propone que la persona titular del Ministerio Público en funciones


que tenga conocimiento de la comisión del delito, mandate de oficio la protección
de las víctimas, directas e indirectas, así como el acompañamiento integral a
través de instituciones de apoyo, o bien, el traslado a un lugar seguro, sin
menoscabo de iniciar el proceso penal correspondiente.

Se plantea la posibilidad de que el delito sea denunciado por las víctimas, o en


caso de la imposibilidad de estas, a través de una persona que por su vínculo
actúe como ofendido.

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Doc ID: 487cd6ac28bb250121d4ee8f55d5113337fcda03


Atendiendo la naturaleza de las dinámicas en que se ven involucradas las
mujeres víctimas de los distintos tipos de violencia, se contempla que el delito
sea imprescriptible, es decir que, que la persona titular del Ministerio Público
pueda ejercer la acción penal en todo momento, sin importar el paso del tiempo.

Con base en los razonamientos antes precisados y con fundamento en lo


previsto en los artículos 122, apartado A, fracción II de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos; 29 apartado D inciso a) y 30 numeral 1, inciso
b) de la Constitución Política de la Ciudad de México; 12 fracción II y 13
fracciones II y LXIV de la Ley Orgánica; 1, 2 fracción XXI, 5 fracción I, 79 fracción
VI, 94 fracción II, 95 fracción II y 96 del Reglamento ambos del Congreso de la
Ciudad de México, someto a consideración del Pleno de este H. Congreso la
presente:

INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL SE REFORMAN Y


ADICIONAN DIVERSAS DISPOSICIONES DEL CÓDIGO PENAL Y DEL
CÓDIGO CIVIL, AMBOS PARA EL DISTRITO FEDERAL, EN MATERIA DE
VIOLENCIA VICARIA.

PRIMERO. Se reforma la fracción V y VI del artículo 201, el artículo 202, el


artículo 299 Bis, la nomenclatura del capítulo Único del Título Octavo, Libro
Segundo para ser “Capítulo Único Violencia Familiar y Violencia Vicaria” y se
adiciona una fracción VII al artículo 201, el artículo 201 Ter y el artículo 292
Ter, del Código Penal para el Distrito federal, para quedar como sigue:

CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL

TITULO OCTAVO DELITOS CONTRA EL DERECHO DE LOS INTEGRANTES


DE LA FAMILIA A VIVIR UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA

CAPITULO UNICO VIOLENCIA FAMILIAR Y VIOLENCIA VICARIA

ARTÍCULO 201. Para los efectos del presente capítulo se entiende


por:

I. a IV. …

V. Violencia Económica: A toda acción u omisión que afecta la


economía del sujeto pasivo, a través de limitaciones encaminadas
a controlar el ingreso de sus percepciones económicas y puede
consistir en la restricción o limitación de los recursos económicos;

VI. Violencia contra los derechos reproductivos: A toda acción u


omisión que limite o vulnere el derecho de las mujeres a decidir
libre y voluntariamente sobre su función reproductiva, en relación
con el número y espaciamiento de los hijos, acceso a métodos

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Doc ID: 487cd6ac28bb250121d4ee8f55d5113337fcda03


anticonceptivos de su elección, acceso a una maternidad elegida
y segura, así como el acceso a servicios de aborto seguro en el
marco previsto en los ordenamientos relativos para la interrupción
legal del embarazo, a servicios de atención prenatal, así como a
servicios obstétricos de emergencia, y

VII. Violencia Vicaria: Acción u omisión cometida por quien tenga


o haya tenido relación de matrimonio, concubinato o mantengan o
hayan mantenido una relación de hecho con una mujer, que tenga
por objeto o resultado provocar un daño físico, psicológico,
emocional o de cualquier otro tipo a una mujer a través del
maltrato, menoscabo, sustracción, daño, peligro u homicidio de sus
hijas e hijos, una persona vinculada afectivamente a la mujer, o un
ser sintiente. Este tipo de violencia puede cometerse por sí, o a
través de un tercero, y es particularmente grave cuando se ejerce
por familiares o personas con relación afectiva de quien comete
este tipo de violencia, así como por las instituciones de justicia que
al no reconocerla, emiten sentencias en contra de los derechos de
las mujeres y del interés superior de la niñez.

201 Bis. …

201 Ter. Comete el delito de violencia vicaria quien mantenga


o haya mantenido una relación de matrimonio, concubinato o
de hecho y que por sí o por interpósita persona, busque dañar
a una mujer utilizando como medio a las hijas o hijos,
personas adultas mayores, personas en situación de
dependencia, personas con un vínculo afectivo o un ser
sintiente.

Para efectos de este tipo penal, de forma enunciativa más no


limitativa, se considera que se causa un daño a la mujer
cuando:

I. Existen antecedentes de violencia de género en contra de la


mujer

II. Sin orden de la autoridad competente se sustraiga de la


guarda o custodia de la madre a sus hijas e hijos

III. Existan amenazas de quien agrede hacia la madre de no


volver a ver sus hijas e hijos o perder la custodia de estas y
estos

IV. Se evite la convivencia de las hijas e hijos con la madre

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V. Exista cualquier acto de manipulación que tenga por objeto
que las hijas e hijos rechacen, generen rencor, antipatía,
desagrado o miedo hacia la madre

VI. Se dilaten los procesos jurídicos por parte de quien agrede


con el objetivo de romper el vínculo materno filial

VII. Existan amenazas de dañar a hijas, hijos, personas adultas


mayores, personas en situación de dependencia, con un
vínculo afectivo o seres sintientes.

Con independencia de las penas que se señala este Código


para las conductas enunciadas en el párrafo anterior, a quien
cometa violencia vicaria a través de éstas, se le impondrán de
cuatro a ocho años de prisión, así como pérdida de los
derechos que tenga respecto de las víctimas directas e
indirectas incluidos los de carácter sucesorio, patria potestad
de hijas e hijos, y se decretarán las medidas de protección
conforme a lo establecido por este Código y la legislación de
procedimientos penales aplicable al Distrito Federal.

Las penas previstas se incrementarán hasta en una tercera


parte en su mínimo y en su máximo si se incurre en daño físico
a las víctimas indirectas, o bien, en aquellos casos en que la
familia de quien agrede incurra en complicidad o haya ejercido
algún tipo de violencia en contra de la mujer madre.

Las penas previstas para los delitos establecidos en el Libro


Segundo, Título Quinto, se incrementarán hasta por la mitad
en su mínimo y en su máximo cuando sean cometidos contra
los hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia vicaria.

ARTÍCULO 202.- En los casos previstos en este Título, el


Ministerio Público apercibirá al indiciado para que se abstenga de
ejecutar cualquier tipo de violencia contra la o las víctimas y
decretará, de inmediato, bajo su más estricta responsabilidad, las
medidas precautorias o de protección necesarias para
salvaguardar la integridad física y psicológica de la o las víctimas
durante la integración de la carpeta de investigación, y hasta la
conclusión de ésta.

Al tener conocimiento de cualquiera de las conductas a que


se refiere el artículo 201 TER, el Ministerio Público ordenará
de manera inmediata las acciones pertinentes para
salvaguardar la integridad de las víctimas directas e
indirectas, incluyendo de forma enunciativa más no limitativa

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el acompañamiento integral a instituciones de apoyo, o bien,
el traslado a un lugar que las víctimas señalen como seguro,
esto sin perjuicio del ejercicio la acción penal en los términos
de las leyes aplicables.

En materia de violencia vicaria, el Ministerio Público dará vista


de los hechos al juzgado de lo familiar competente para que
se dicten las medidas de recuperación de las hijas e hijos.

En términos de este Código, la denuncia por hechos que


constituyan violencia vicaria puede llevarse a cabo por las
víctimas, o bien, un tercero considerado como ofendido, en
ambos casos el ejercicio de la acción penal es imprescriptible.

ARTÍCULO 292 TER. A la persona servidora pública que


retarde o entorpezca indebidamente la procuración o
administración de justicia, cuando se trate de los delitos de
violencia familiar, violencia vicaria o sustracción de menores,
se le impondrá pena de prisión de tres a ocho años y de
quinientas a mil quinientas unidades de medida y
actualización, además, atendiendo a las disposiciones
normativas en materia de responsabilidades administrativas
procederá la destitución e inhabilitación por el periodo de
entre seis y diez años para desempeñar otro empleo, cargo o
comisión públicos.

ARTÍCULO 299 Bis.- Se impondrán de cuatro a dieciséis años de


prisión y de cien a seiscientos días multa, a la persona servidora
pública que no imponga una medida cautelar cuando se
encuentre en peligro la víctima u ofendido del delito de violencia
familiar, violencia vicaria, delitos contra la mujer, lesiones o se
trate de la protección de niñas, niños, integrantes de pueblos o
comunidades indígenas, personas con discapacidad o
personas mayores.

SEGUNDO. Se reforman las fracciones III y IV del artículo 323 Quáter y las
fracciones VIII y IX del artículo 444; y se adiciona la fracción V al artículo 323
Quáter y la fracción X del artículo 444; todos del Código Civil para el Distrito
Federal, para quedar como sigue:

Artículo 323 Quáter.- …

I a II. …

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III. Violencia económica: a los actos que implican control de los
ingresos, el apoderamiento de los bienes propiedad de la otra
parte, la retención, menoscabo, destrucción o desaparición de
objetos, documentos personales, bienes, valores, derechos o
recursos económicos de la pareja o de un integrante de la familia.
Así como, el incumplimiento de las obligaciones alimentarías por
parte de la persona que de conformidad con lo dispuesto en este
Código tiene obligación de cubrirlas;

IV. Violencia sexual: a los actos u omisiones y cuyas formas de


expresión pueden ser: inducir a la realización de prácticas
sexuales no deseadas o que generen dolor, practicar la celotipia
para el control, manipulación o dominio de la pareja y que
generen un daño, y

V. Violencia vicaria: Acción u omisión cometida por quien tenga o


haya tenido relación de matrimonio, concubinato o mantengan o
hayan mantenido una relación de hecho con una mujer, que tenga
por objeto o resultado provocar un daño físico, psicológico,
emocional o de cualquier otro tipo a una mujer a través del
maltrato, menoscabo, sustracción, daño, peligro u homicidio de
sus hijas e hijos, una persona vinculada afectivamente a la mujer,
o un ser sintiente. Este tipo de violencia puede cometerse por sí,
o a través de un tercero, y es particularmente grave cuando se
ejerce por familiares o personas con relación afectiva de quien
comete este tipo de violencia, así como por las instituciones de
justicia que al no reconocerla, emiten sentencias en contra de los
derechos de las mujeres y del interés superior de la niñez.

Artículo 444. La patria potestad se pierde por resolución judicial


en los siguientes supuestos:

I a VII. …

VIII. Por el incumplimiento injustificado de las determinaciones


judiciales que se hayan ordenado al que ejerza la patria potestad,
tendientes a corregir actos de violencia familiar, cuando estos
actos hayan afectado a sus descendientes;

IX. Cuando el menor haya sido sustraído o retenido ilícitamente,


por quien ejerza ésta, y

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X. Cuando el que la ejerza, incurra en actos que atenten contra
el interés superior de la infancia en el contexto de violencia
vicaria.

TRANSITORIOS

PRIMERO. Publíquese en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México


y en el Diario Oficial de la Federación para su mayor difusión.

SEGUNDO. El Presente Decreto entrará en vigor al día siguiente


de su publicación en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México.

Dado en el Salón de Sesiones del Recinto Legislativo de Donceles a los diez


días del mes de mayo del año 2022.

ATENTAMENTE

DIP. MARÍA GABRIELA SALIDO DIP. ANA FRANCIS LÓPEZ


MAGOS BAYGHEN PATIÑO

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