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COLEGIO LIBRE DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS

MAESTRÍA EN CRIMINOLOGÍA

ALUMNA: KARINA SESVANIA LEÓN NIEVES

CUATRIMESTRE: 3°
MATERIA: VICTIMOLOGÍA Y ENTREVISTA
CRIMINOLÓGICA

DOCENTE: RUBEN ROSAS ROJAS

FORO 2
¿En qué radica la relevancia de la no revictimización por
parte de las y los funcionarios públicos que atienden y
sancionan la violencia contras las mujeres y niñas durante
su acceso a la justicia?
En el caso de las víctimas mujeres, muchas de ellas prefieren no denunciar ante las autoridades
por diversos motivos, uno de los principales es el temor que tienen de que las personas
encargadas de escucharlas y permitirles el acceso a la justicia las agredan con una serie de
comentarios que las hagan sentir violentadas y poco protegidas. Y es que muchos servidores
públicos no suelen tener una educación enfocada a la no revictimización y tienden a agredir con
comentarios inadecuados a las víctimas. Aún más, algunos buscan la causa del delito en las
acciones de la víctima, justificando al perpetrador.

Así, existe la revictimización “Cuando las autoridades muestran mayor interés en su vida privada
[de la víctima] que en el esclarecimiento de los hechos y la sanción de los responsables. De esta
forma, algunas autoridades administrativas y judiciales no responden con la debida seriedad y
diligencia para investigar, procesar y sancionar a los responsables” (Organización de Estados
Americanos [OEA], 2006-2007, parr. 19).

En la legislación mexicana, la Ley General de Víctimas menciona en su artículo 5º que la


victimización secundaria se refiere a que:

Las características y condiciones particulares de la víctima no podrán ser motivo para negarle su
calidad. El Estado tampoco podrá exigir mecanismos o procedimientos que agraven su condición ni
establecer requisitos que obstaculicen e impidan el ejercicio de sus derechos ni la expongan a
sufrir un nuevo daño por la conducta de los servidores públicos (DOF, 2013).

Sin embargo, el hecho de que muchas de las denuncias de delitos contra mujeres y niñas no sean
procesadas debidamente o queden impunes nos muestra ya una enorme traba: se banaliza y
minimiza el problema de la violencia contra las mujeres.

Aunado a este temor de la culpabilización e indiferencia de las autoridades, la misma sociedad


también influye en el problema. En muchos lugares y comunidades se percibe de forma negativa a
una mujer que sufrió abuso, se la rechaza, incluso sus parejas y familiares no las aceptan después
de un ataque sexual: “La víctima mujer usualmente encuentra que su persona misma y su estilo de
vida están en juicio” (Doerner y Lab, 2012, p. 14). De esta forma, se pierde de vista a los
verdaderos perpetradores, al proceso y la investigación necesarios para que el delito no quede
impune.

El Estado mexicano tiene la obligación internacional de respetar la Convención Interamericana


para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida también como la
Convención Belém do Pará (1994), que en el capítulo iii menciona que el Estado debe abstenerse
de cualquier violencia contra la mujer y velar para que sus autoridades y funcionarios se
comporten en conformidad. Aún más, está obligado a tomar las medidas apropiadas, incluyendo
leyes, para abolir o modificar prácticas que respalden la tolerancia de la violencia contra la mujer.

En consecuencia, el Estado debe adoptar de manera progresiva una legislación y programas de


educación para modificar patrones socioculturales de conducta, con el fin de “contrarrestar
prejuicios y costumbres y todo otro tipo de prácticas que se basen en la premisa de la inferioridad
o superioridad de cualquiera de los géneros o en los papeles estereotipados para el hombre y la
mujer que legitimizan o exacerban la violencia contra la mujer” (Convención Belém do Pará, 1994,
Artículo 8).

Como se había mencionado, la falta de educación acerca de la igualdad de género tiene un rol
importante en la revictimización de la mujer y es algo tan interiorizado en la cultura que, a veces,
es difícil notarlo. Y es la obligación del Estado combatirlo, con legislación, políticas, protocolos
efectivos de seguimiento de la ley y programas de educación que hablen de la igualdad de la mujer
y sensibilicen a personas, de todas las edades, respecto al machismo y micromachismos existentes
en la cultura mexicana.

Considerando que la víctima por el simple hecho de haber recibido en su persona algún tipo de
afectación a causa de un delito es de primordial importancia considerar la necesidad de no ser re
victimizado pues en muchas ocasiones lo que más falta en la atención de los servidores públicos
hacia las víctimas es el tacto para tratarlas y más empatía.

Un ejemplo muy claro lo narro durante una junta de trabajo la célula de búsqueda de personas de
otro municipio y su asesor jurídico que mencionaban cuando lamentablemente un Ministerio
Publico al atender a una víctima de violación se burlaba de ella y le hizo mención que no la
atendería por estar mugrosa tratándose de una indigente además que la sacaran porque olía feo ,
que era su culpa, al estar en esa mesa de trabajo precisamente para exponer las deficiencias al
atender estos casos se le hizo mención al fiscal de la zona y un auxiliar de la subprocuraduría de
nuestro Estado quienes de inmediato tomaron cartas en el asunto haciendo mención de que les
enviaran el nombre y cargo de dichos servidores públicos en este caso para retirarlos de su puesto
para darlos de baja por este tipo de atención deplorable.
Siento a manera personal en lo que más fallamos como sociedad es en la sensibilización ante este
tipo de situaciones pues con el paso del tiempo se ha normalizado tanto la violencia que ya no nos
sorprende este tipo de situaciones y muchas veces no le tomamos el cuidado y atención requerida,
no quisiera generalizar puesto que no todos las personas somos iguales pero realmente es
preocupante ver el hecho de situaciones como el narcotráfico varios delitos de esa índole como
parte de nuestra cultura muchas veces hasta las generaciones más jóvenes en redes sociales lo
toman a manera de burla por ello en situaciones futuras ni siquiera les causa emoción alguna,
quizás lo que nos hace más falta es reeducarnos y rescatar los pocos o muchos valores que antes
eran importantes en los núcleos familiares , escolares etcétera.

En conclusión opino que mayormente hace falta capacitaciones dirigidas hacia los servidores
públicos dirigidas a mejorar la atención a víctimas de un delito sin importar el grupo al que perezca
en búsqueda de la no discriminación y la protección de sus derechos fundamentales situación
actualmente trabajada en muchas instancias pero aún falta hacerlo extensivo a muchas más sobre
todo en los lugares donde son hombres los que atienden directamente a las personas quienes
requieren un servicio muchos movimientos sociales como lo son el de 8 de Marzo por el día
internacional de la mujer, movimientos feministas, creación de comités o áreas especializadas en
atención a víctimas del delito considerados de grupos vulnerables como lo son mujeres y niños
están moviendo muchas esferas e ideas antiguas en las que predominaba el machismo pero
todavía falta demasiado por mejorar si queremos un cambio real hay que reeducar en lugar de re
victimizar a las futuras generaciones pues creo que todo empieza desde casa si ahí se le enseña a
violentar y burlarse de este tipo de situaciones por más que tengan la educación más costosa en la
escuela los valores se enseñan casa si no están bien cimentados de nada sirve estudiarlo si en la
vida cotidiana no sabemos aplicarlo somos muchos , podemos lograr grandes cambios pero hay
que insistir, persistir y nunca desistir en mejorar como humanos teniendo siempre en mente que
no estamos exentos de ser nosotros la victima de delincuencia durante alguna o varias veces en
nuestra vida nada nos cuesta tratar como quisiéramos ser tratados dando mejores resultados.

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES

Carranco, Dalia B. (2020, Julio –Agosto) La no revictimización de las mujeres en México. Revista
Digital Universitaria (RDU), 21 (4). Disponible en DOI: http:
//doi.org/10.22201/cuaieed.16076079e.2020.21.4.3

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