Derechos Medicos
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Derechos Medicos
https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf_mov/Ley_General_de_Salud.pdf
Negligencia Medica
Aunque vivimos en una época de grandes avances médicos, los errores médicos
graves se cobran un enorme número de vidas. Según el último recuento, estudios
independientes sugieren que entre 200.000 y 400.000 personas mueren cada año
en Estados Unidos por errores médicos evitables. Eso sin contar los millones de
mutilados y heridos.
¿Por qué se producen continuamente estos errores? ¿Por qué mueren personas
cada día por errores médicos evitables?
Al examinar algunos de los casos más famosos de negligencia médica -muchos
de los cuales aparecieron en las noticias-, a veces podemos ayudar a los
profesionales de la medicina a mejorar la seguridad y a cambiar sus
procedimientos. Pero nada puede ayudar cuando simplemente se presta una
atención incompetente. Algunos de estos incidentes son sencillamente
espeluznantes y hacen que nos preguntemos "¿cómo pudieron cometer errores
médicos tan terribles?"
1. No obtener el tipo de sangre
El Hospital de la Universidad de Duke es un centro médico prestigioso y
respetado. En 2003 fue objeto de noticias nacionales cuando realizaron un
trasplante de corazón y pulmón a Jesica Santilian, de 17 años, sin comprobar
nunca el tipo de sangre de los donantes de órganos para ver si eran compatibles.
Se trata de un procedimiento médico estándar. Después de que los médicos de
Duke trasplantaran los órganos, Jesica sufrió graves daños cerebrales y su cuerpo
entró en shock y se apagó. Fue entonces cuando los sanitarios se dieron cuenta
de que el donante de los nuevos órganos no tenía el mismo tipo de sangre que
Jesica.
Para empeorar las cosas, el hospital encubrió este error durante 11 días y luego
hizo pública la búsqueda de otro donante. Para entonces era demasiado tarde, ya
que Jesica había sufrido un daño cerebral fatal. El médico asumió la
responsabilidad del error y el hospital puso en marcha un nuevo sistema de doble
control de los trasplantes para evitar que se produjeran errores similares.
2. Cirugía en el lado equivocado de la cabeza
La cirugía en el lugar equivocado es lo que se denomina un "evento de nunca" en
medicina, porque se supone que nunca debe ocurrir. Sin embargo, ocurre con una
frecuencia alarmante incluso hoy en día. Los neurocirujanos del Hospital de Rhode
Island cometieron no uno, sino tres errores médicos catastróficos al realizar
cirugías en lugares equivocados en la cabeza de tres pacientes diferentes en
2007.
Dos de los errores se detectaron con la suficiente antelación como para cerrar los
agujeros iniciales y tratar el lado correcto, pero la otra operación mató a un
paciente de 86 años. Aunque parezca mentira, al cirujano que cometió estos
errores sólo se le suspendió la licencia médica durante dos meses. Así es como
los médicos se vigilan a sí mismos.
3. Extirpación de un testículo equivocado
Un veterano de las Fuerzas Aéreas acudió para recibir tratamiento por un posible
cáncer de un testículo. Cuando Benjamin Houghton entró en quirófano para
extirpar su testículo izquierdo enfermo en el West Los Angeles VA Medical Center,
los cirujanos le extirparon por error el testículo derecho, que estaba sano.
El error médico se remonta a la historia clínica del paciente, donde el cirujano no
marcó el lado correcto antes de emprender la operación. El Sr. Houghton y su
esposa presentaron una demanda por negligencia médica contra el Centro Médico
de Veteranos por 200.000 dólares.
4. Amputación de la pierna equivocada
En uno de los errores quirúrgicos más trágicos, a Willie King, de 52 años, se le
debía amputar una pierna enferma en 1995. En lugar de ello, el cirujano le quitó la
pierna equivocada. Como en muchos casos de cirugía en lugares equivocados,
hubo una serie de errores que llevaron a la amputación de la pierna equivocada.
La pierna incorrecta figuraba en varios lugares clave, como la pizarra de la sala de
operaciones, el sistema informático del Hospital y el horario de la sala de
operaciones. El personal había esterilizado y preparado la pierna incorrecta para
la cirugía antes de que el cirujano, el Dr. Rolando Sánchez, apareciera en el
quirófano.
La defensa del médico fue posteriormente que las dos piernas no estaban sanas y
que habría que amputarlas. Se le impuso una multa de 10.000 dólares y se le
suspendió la licencia médica durante seis meses. Los casos contra el cirujano y el
hospital se resolvieron por 1,15 millones de dólares.
5. Esperma equivocado en la clínica de fertilidad: el bebé nace de una raza
diferente
Una pareja que buscaba ayuda para la fertilidad se sorprendió al enterarse de que
la clínica de fertilidad utilizaba esperma de otro hombre para inseminar sus óvulos.
Durante la fecundación in vitro, New York Medical Services for Reproductive
Medicine utilizó el esperma de otra persona en los óvulos de Thomas y Nancy
Andrews. No tenían ni idea hasta que nació su bebé en 2004. Fue entonces
cuando se dieron cuenta de que la piel del bebé era drásticamente más oscura
que la de los Andrews.
Los resultados del laboratorio y las pruebas de ADN revelaron que Thomas era el
padre biológico del bebé. El bebé era de una raza diferente a la de sus padres.
Los Andrews presentaron una demanda contra el propietario de la clínica y el
embriólogo que procesó el óvulo y el esperma para la inseminación.
6. Órgano incorrecto extraído
En 2006, una paciente acudió al Centro Médico Regional de Milford, en
Massachusetts, para que le extirparan la vesícula biliar. El cirujano Patrick M.
McEnaney extrajo en su lugar el riñón derecho de esta mujer de 84 años.
Esto fue causado por el error de McEnaney en leyendo mal las pruebas de
laboratorio. El cirujano fue puesto en libertad condicional durante 5 años por la
junta médica estatal.
CONSENTIMIENTO INFORMADO
El consentimiento informado es la expresión tangible del respeto a la autonomía
de las personas en el ámbito de la atención médica y de la investigación en salud.
El consentimiento informado no es un documento, es un proceso continuo y
gradual que se da entre el personal de salud y el paciente y que se consolida en
un documento.
Mediante el consentimiento informado el personal de salud le informa al paciente
competente, en calidad y en cantidad suficientes, sobre la naturaleza de la
enfermedad y del procedimiento diagnóstico o terapéutico que se propone utilizar,
los riesgos y beneficios que éste conlleva y las posibles alternativas. El documento
escrito sólo es el resguardo de que el personal médico ha informado y de que el
paciente ha comprendido la información. Por lo tanto, el consentimiento informado
es la manifestación de la actitud responsable y bioética del personal médico o de
investigación en salud, que eleva la calidad de los servicios y que garantiza el
respeto a la dignidad y a la autonomía de las personas.
Debido a que los valores u objetivos de las personas varían, la mejor elección no
siempre es la que prioriza a la salud, sino la que prioriza el máximo bienestar de
acuerdo a los valores u objetivos de cada persona. Por lo tanto, no es ya el
médico el único que decide la mejor alternativa.
El consentimiento informado consta de dos partes:
a. Derecho a la información: la información brindada al paciente debe ser clara,
veraz, suficiente, oportuna y objetiva acerca de todo lo relativo al proceso de
atención, principalmente el diagnóstico, tratamiento y pronóstico del padecimiento.
De la misma manera es importante dar a conocer los riesgos, los beneficios físicos
o emocionales, la duración y las alternativas, si las hubiera.
El proceso incluye comprobar si el paciente ha entendido la información, propiciar
que realice preguntas, dar respuesta a éstas y asesorar en caso de que sea
solicitado.
Los datos deben darse a personas competentes en términos legales, edad y
capacidad mental. En el caso de personas incompetentes por limitaciones en la
conciencia, raciocinio o inteligencia; es necesario conseguir la autorización de un
representante legal. Sin embargo, siempre que sea posible, es deseable tener el
asentimiento del paciente.
b. Libertad de elección: después de haber sido informado adecuadamente, el
paciente tiene la posibilidad de otorgar o no el consentimiento, para que se lleven
a cabo los procedimientos. Es importante privilegiar la autonomía y establecer las
condiciones necesarias para que se ejerza el derecho a decidir.
Cuando se trata de un procedimiento de riesgo mayor al mínimo, el
consentimiento debe ser expresado y comprobado por escrito, mediante un
formulario firmado y será parte del expediente clínico. Las situaciones en que se
requiere el consentimiento informado escrito, de acuerdo a la Norma Oficial
Mexicana del Expediente Clínico son las siguientes:
Hospitalización en pacientes psiquiátricos, por mandato judicial, urgencia, peligro
de quienes viven con él y riesgo de suicidio, entre otros.
Intervención quirúrgica.
Procedimientos para el control de la fertilidad.
Participación en protocolos de investigación.
Procedimientos diagnósticos o terapéuticos que impliquen riesgos físicos,
emocionales o morales.
Procedimientos invasivos.
Procedimientos que produzcan dolor físico o emocional.
Procedimientos socialmente invasivos y que provoquen exclusión o
estigmatización.
En los casos de urgencias en los que no existe la oportunidad de hablar con los
familiares, y tampoco es posible obtener la autorización del paciente, el médico
puede actuar por medio del privilegio terapéutico hasta estabilizarlo y entonces
poder informarle al paciente o a sus familiares. Esto debe quedar bien
fundamentado en el expediente clínico. No debe llevarse a cabo un procedimiento
en contra de la voluntad de un paciente competente, aún cuando la familia lo
autorice.
Existen pronunciamientos claros acerca de la obligatoriedad del consentimiento
informado en: Ley General de Salud, Reglamento de la Ley General de Salud,
Leyes Estatales de Salud, Reglamento de Servicios Médicos del IMSS, Normas
Oficiales Mexicanas, Comisión Nacional de Certificación de Establecimientos de
Salud y Cartas de los Derechos de los Pacientes (CONAMED).