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Revisión del constructor de Identidad en la Psicología Cultural, Vol. XIV, Nº 2: Pág. 9-25.

2005

Revisión del constructo de Identidad en la Psicología


Cultural

Review of the construct the Identidy in the Cultural


Psychology
Sergio González R.1
Héctor Cavieres H.2
Carlos Díaz C.3
Mariela Valdebenito S.4

Resumen
El presente texto realiza una mirada actualizada sobre el constructo Identidad des-
de las perspectivas Historicista y Socioconstruccionista en Psicología Social y Cul-
tural. Se analizan los contenidos determinantes de la constitución de la Identidad,
tales como los propios de la individuación, de la organización de los significados,
de los mediadores simbólicos de la experiencia, de la intersubjetividad y las posi-
bles fronteras culturales de la Identidad.
Este trabajo es producto del intercambio académico realizado en el Seminario de
Psicología Cultural del Programa de Doctorado en Psicología de la Universidad de
Chile, impartido el primer semestre 2005 por el primer autor.
Palabras claves: Identidad, Modernidad, Individuación, Significado, Mediadores Simbó
licos, Socioconstruccionismo.

Abstract
This study takes a fresh look at identity constructs as viewed from the perspective
of the historicistic and socioconstructivist schools of thought within the field of so-
cial and cultural psychology. It analyses contents that exert a decisive influence
over the formation of identity, such as the determinants of individuation, the
organization of meaning, symbolic measurements of experiences, intersubjectivity
and the possible cultural frontiers of identity.
The document is an outcome of the exchange of academic ideas and views that took place
during the Seminar on Cultural Psychology offered by the first-named author as part of
the University of Chile’s doctoral programme in psychology in the first semester of 2005.
Key words: Identidy, Modernity, Individuation, Meaning, Symbolic Mediators,
Socioconstruccionism.

1 Psicólogo y Antropólogo. Doctor en Psicología. Académico Universidad de Santiago de Chile y Universi-


dad de Chile. [email protected]
2 Psicólogo. Universidad de Chile.
3 Psicólogo. Académico Pontificia Universidad Católica.
4 Psicóloga, Académica Universidad de Talca.

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1. Psicología sociocultural en el carácter global como local, o sea, siempre en


contexto de la Psicología social. contexto. Es importante, destacar, que la per-
sona en definitiva no reacciona a la realidad
Para situar el constructo de identidad so- “tal cual es” sino más bien a como la cons-
cial en el marco de la psicología sociocultural truye o interpreta (Ibáñez, 1979).
resulta indispensable primero ubicarla en el
marco general de la psicología, ello implica Un de las ideas mas potentes que pueden
evidenciar su relación con la psicología derivarse a partir de la lógica de la “cons-
social, y en particular con el trucción” es el hecho que la realidad no se
socioconstruccionismo. presenta como una externalidad, como un
afuera o como la variable independiente. Si
¿Y porqué con el socioconstruccionismo? la realidad se construye y, el individuo mis-
porque puede plantearse que la psicología mo, junto con sus ideas, identidad, valores,
sociocultural corresponde a un área de estu- actitudes etc. son parte de esa realidad, nin-
dio, a una perspectiva que pone su análisis guno de los dos es, entonces, definible con
en los fenómenos culturales desde un enfo- independencia del otro, luego la tradicional
que psicosocial, y que a nivel epistemológico dicotomía entre individuo y sociedad carece
se sostiene desde un marco de sentido.
socioconstrucionista. Lo que estamos seña-
lando entonces es que lo que se conoce como Distinto de lo anterior resulta ser el mo-
Psicología Cultural más que un modelo delo clásico de la psicología social experimen-
epistemológico corresponde a una perspec- tal, que si entiende la existencia de una reali-
tiva, a un área de estudio. Cuya base es pri- dad externa y que mantiene las características
mordialmente socioconstructivista, pero no de lo que desde la epistemología de las cien-
es esta su única base, de hecho hay quienes cias sociales se conoce como esquema analí-
proponen que la psicología cultural se cons- tico. Esto es, el monismo metodológico que
tituye en una suerte de tránsito desde la psi- dice relación con entender que el método de
cología social experimental hacia el aproximación a los objetos es único y
socioconstruccionismo. Esto es que hay quie- univoco: el método científico; otra caracte-
nes proponen a la psicología cultural como rística, es el acento en la explicación causal,
un intento de unión entre la psicología so- teniendo por objetivo lo que se describe como
cial experimental y la postura social “interés dominador” que implica el control
construccionista, tomando la epistemología de naturaleza, de hacer los fenómenos sus-
del último pero dándole un énfasis a la cons- ceptibles de control (Mardones, 1991).
trucción de conocimiento a partir de lo em-
Hasta aquí el socioconstruccionismo se
pírico, propio de la primera (Jost y
plantea como un paradigma distinto a la psi-
Kruglansky, 2002)
cología social, sin embargo, el primero surge
El socioconstruccionismo de acuerdo a como una reacción a este último y a partir de
Ibáñez (1979) se basa en la comprensión de él, para llenar ciertos vacíos, por lo que al fin
la realidad como construcción social, esto es y al cabo, en la amalgama se constituye el
entender que lo”real” surge como expresión campo de la Psicología Cultural, resultando
de la actividad humana. Lo sociocultural por más que posturas contrapuestas, en la prác-
tanto analizará entonces los resultados, pro- tica, perspectivas complementarias.
cesos de esta construcción social, extiéndase
Históricamente se han suscitado
por ejemplo, elementos como la cultura, la
polémicas en relación a la perspectiva
política, las ideologías y, por supuesto, el len-
socioconstruccionista, respecto de, por ejem-
guaje. Ello partiendo de la premisa de que
plo, su status psicológico, o científico, sin
estos procesos deben ser mirados tanto en su

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embargo han habido también defensas seña- cuales la realidad se construye a través de
lando más bien que las diferencias con la psi- actos, conversaciones, significaciones.
cología social experimental no son radicales
sino que corresponden a énfasis con respec- El énfasis de la psicología cultural, en re-
to a la relevancia de ciertos elementos o di- lación al tema de la identidad, como ámbito
námicas, como por ejemplo el rol del lengua- más acotado de estudio, tendrá que ver con
je, de las significaciones o interpretaciones los procesos de significación, con las creen-
(Jost y Kruglansky, 2002). cias, con lo idearios y como éstos se articu-
lan en la identidad, en los proyectos de vida,
Las vertientes socioculturales, en la conciencia de las personas. Cómo lo
socioconstruccionistas en psicología social han individual y lo social, que señalábamos como
surgido como reacción a la psicología social indisoluble, se articulan en un proyecto que
experimental más radicalizada, que si bien ha es capaz de responder a elementos individua-
tenido logros, éstos pueden enmarcarse más les que le hagan sentido al sujeto, pero que a
bien en la psicología individual pues remiten su vez, tenga sentido en el marco más global
al análisis de procesos de orden cuasi biológi- donde ese sujeto se inserta.
co, lo social en esta psicología experimental
se presenta como el “afuera”, como un con- La teoría de la identidad social
texto, como un fondo, un escenario que indu- (Tajfel,1984) tiene las características de vin-
ce cambios en las conductas de los sujetos cular al sujeto con su contexto en el aspecto
(Ibáñez, 1979). Para ejemplificar este punto de construcción identitaria, además, en esta
basta recordar los experimentos de Triplett lógica de tránsito propuesta, esta teoría se
sobre facilitación social, donde se observaban constituye en un avance desde lo experimen-
los cambios en el rendimiento de pedaleros, tal, ya que teniendo su raigambre en ello se
solos en una habitación vacía y luego en com- articula en una teoría sociocognitiva. Ibáñez,
pañía de otros (Morales, 2003). En definitiva por ejemplo, señala que la teoría de la iden-
la psicología social experimental se centra más tidad social, si bien se reconoce como una
bien en los procesos por los cuales las perso- teoría sociocognitiva correspondería a una
nas llegan a pensar lo que piensan, de cosas, lógica socioconstructivista, porque su plan-
grupos, instituciones o de otras personas, por- teamiento respecto de la génesis o la confor-
qué se incluyen o excluyen en determinadas mación del propio autoconcepto es a partir
interacciones o grupos sociales (Ibáñez, 1979). de una construcción social, ubicando, enton-
ces, a la cultura, a lo social en el centro mis-
El socioconstruccionismo, por otra parte, mo del individuo, en la propia estructura de
tiene por tema de estudio comprender los éste, no sólo como una externalidad sino tam-
efectos del pensamiento y la cultura local en bién como una interioridad. Lo social estaría
el pensamiento individual y colectivo, se pre- entonces tanto dentro como fuera, asevera-
gunta por temas como la cultura, la política, ría, Moscovici (Ibáñez, 1979).
y se asocia mucho más a la sociología (Jost y
Kruglansky, 2002). Como ya es posible de- Ante este panorama para aproximarse de
ducir, uno de estos énfasis distintivos de la manera más completa al tema de la identi-
perspectiva del socioconstruccionismo, res- dad hay que acercarse entonces al
pecto de la psicología social experimental, socioconstruccionismo, a la psicología cultu-
tiene que ver con la idea de significación de ral, pues esto implica entender a la cultura
diferentes contextos, leyes, narrativas y fe- como sentido común, como un lugar donde
nómenos que al igual que en la psicología se generan los contenidos intersubjetivos que
social experimental, son posibles de trabajar se comparten en las comunidades que los in-
desde marcos experimentales, pero, buscan- terpretan, es allí donde se generan los mar-
do, eso si, evidenciar los procesos por los cos de referencia, las representaciones socia-

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les, y por tanto sólo desde allí será posible si bien se enmarca en lo sociocognitivo tiene
entender la identidad en contexto. una lectura sociocultural.
En la crisis de la psicología social de los La teoría de la identidad social en grue-
años 60 la teoría de la identidad social apa- sas líneas plantea que el autoconcepto se con-
rece como la punta de lanza en el ataque al forma al menos en parte por la identificación
individualismo en psicología social, ya que con los grupos de pertenencia y de referen-
como señalábamos esta teoría establece una cia. Esto ocurre a través de tres procesos, a
relación inexcusable entre los individuos y saber: categorización, comparación e identi-
los elementos del contexto, de la naturaleza, ficación.
de las relaciones sociales, de los grupos o
categorías sociales a las que se pertenece, así La categorización opera como un proceso
como de la propia estructura social (Ibáñez, psicológico de ordenamiento del mundo en
1979). La identidad, entonces, aún como categorías, es decir conjuntos de objetos, per-
construcción individual, es también sonas acontecimientos (o algunos de sus atri-
indisolublemente social. Esto es particular- butos) en tanto son semejantes o equivalen-
mente patente si se piensa en términos de tes entre si respecto a la actuación,
contenidos y en como estos se anclan en gru- intenciones o las actitudes de un individuo
pos sociales los que, a su vez, se constituyen (Ibáñez, 1979).
en mediadores para hacer llegar esos elemen-
tos identitarios a los sujetos. Del proceso anterior se obtienen catego-
rías sociales entre la cuales surge la distin-
La identidad se nos presenta entonces ción endo - exogrupal, según sean grupos a
como un constructo relacional, individual y los que el sujeto se adscribe o no, y por tanto
colectivo, conformado por dicotomías y po- se constituirán en los referentes para la arti-
laridades pero en ningún caso dicotómico o culación del autoconcepto. Los individuos
excluyente. realizan comparaciones entre las categorías
generadas (endo, exo) buscando siempre un
A modo de síntesis, podemos en este mar- saldo positivo para las categorías
co, entender la identidad al modo de Erikson, endogrupales (Morales, 1996).
esto es, comprender que así como los roles
organizan y describen las funciones, la iden- La teoría se presenta en esta parte como
tidad por su parte organiza los significados. cognitivo motivacional, aspecto que como ve-
A pesar del tiempo transcurrido, la idea de remos cobra gran relevancia en otros desa-
este autor sobre la identidad cobra particu- rrollos teóricos a partir de esta teoría. Es
lar vigencia al describirla como la articula- cognitivo por el proceso de categorización,
ción entre lo individual y lo social a través de ordenamiento de estímulos y motivacional
de una proyecto particular que lleva también porque en el proceso de comparación se
en su centro la esencia de un proyecto colec- pone en juego la “necesidad” de manten-
tivo (Erikson, 1968). ción de una autoestima positiva del sujeto,
lo que se constituiría en definitiva en el telos
2. La Teoría de la Identidad Social: el de su existencia.
tránsito de la psicología social El último elemento de la tríada que com-
experimental al socioconstruccionismo. pone la teoría de la identidad social es pre-
Ya se ha venido esbozando la idea de que cisamente la identificación que tiene que ver
la teoría de la identidad social desarrollada con los elementos afectivos, evaluativos, de-
por Henry Tajfel (1984) bajo una revisión his- rivados de la adscripción a un determinado
tórica puede entenderse como una teoría que grupo o categoría social, y que en definitiva
es el elemento que completa la identidad so-

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cial. Como se señalaba, el aspecto cognitivo En temas de análisis como el que se pro-
motivacional de la teoría ha sido tomado en pone desde este desarrollo teórico se puede
lo que es acaso una de las líneas más intere- apreciar el tránsito de lo experimental a lo
santes de desarrollo e investigación. De esta socioconstruccionista, bajo el amparo de la
línea y dentro de lo que algunos autores dis- óptica sociocultural, en el sentido que es un
tinguen como una psicología política, des- teoría cuyo nivel de análisis es político y se
de vertientes sociocognitivas, surge la teo- pregunta por el ordenamiento social, temas
ría de justificación del sistema (Jost y mucho más cercanos a la sociología que a la
Kruglanski, 2002). psicología propiamente tal, pero que son ana-
lizados desde una perspectiva psicológica o
La teoría de justificación del sistema toma psicosocial.
en cuenta esta necesidad de autoestima po-
sitiva entendiéndola como una necesidad de Al hablar de la teoría de la justificación
“justificación” de las ideas y el accionar de del sistema se está asumiendo que la inter-
los sujetos, esta necesidad de justificación pretación de la realidad que hagan las per-
tendría, o mejor dicho operaría en tres nive- sonas repercutirá en el mundo, aunque sea
les (Jost y Banaji, 1994): por ejemplo manteniéndolo como está, per-
petuando las diferencias entre grupos y en
Nivel personal: implicaría la necesidad de definitiva el statuo quo. Lo anterior de ma-
justificación del propio Yo, aquí se nera clara evidencia una perspectiva
enmarcarían dispositivos como por ejemplo socioconstruccionista de la teoría.
los mecanismos de defensa, o los métodos
de reducción de la disonancia cognitiva. Por otra parte, también, es posible apre-
ciar elementos de la psicología experimen-
Nivel grupal: necesidad de justificar la tal, especialmente en las formas de estudio,
conducta del grupo de pertenencia y referen- por ejemplo estudios de memoria implícita,
cia. Los estereotipos el prejuicio o la discri- o a través de los tintes biologicistas. Pues ante
minación operarían en este nivel la existencia de un nivel que opera al contra-
Del sistema: corresponde a la necesidad rio de los demás y contra el propio Yo surge
de justificar el ordenamiento social en su con- la pregunta de ¿Porqué sería necesario este
junto. Ello implicaría, por ejemplo, darle un nivel que operaría en sentido contrario de los
lugar a las desigualdades que existen en la otros dos? Ante lo cual una primera explica-
sociedad, tiene que ver con legitimar ciertas ción plausible daría cuenta de la necesidad
prácticas que mantienen a algunos grupos en de mantención a un nivel de especie, pues
posiciones de desventaja en relación a otros, sólo bajo una análisis en este nivel es posible
pero en el marco de un funcionamiento glo- concebir que algunos sujetos, si hacemos la
bal y no sólo de una relación intergrupal. analogía con el mundo animal, se “sacrifi-
quen”, pues ello se entiende solamente si ello
Este último nivel según la teoría opera de implica la subsistencia de la “manada”, en
manera implícita, a través de una “falsa con- este caso, del ordenamiento social.
ciencia”, esto es de manera no consciente,
implícita, resultando muy interesante el he- Estamos, entonces, frente a un tema con
cho de que en general opera contra los inte- múltiples niveles de análisis y por tanto un
reses del propio grupo (si se lee desde el lu- tema propio de la psicología sociocultural,
gar de los grupos marginados o en desventaja ello por su carácter multivariado, porque
social en determinado ámbito), y por tanto para entender la existencia de elementos de
ayuda a la perpetuación de ciertos posicio- falsa conciencia, de justificación del sistema,
nes ventajosas para algunos y desventajosas es necesario analizar fenómenos histórico
para otros (Jost y Banaji, 1994). contextuales, ideológicos, de comprensión

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del mundo, entendido siempre que las ma- estudios transculturales y en psicología cul-
neras de figurarse, entender y significar el tural comparada se tienden a rotular como
mundo tienen impacto en como la realidad orientación individualista y colectivista res-
se genera construye mantiene y perpetua. pectivamente. La primera, como lo señalan
por ejemplo Camilleri y Malewska-Peyre
3. Individuación y mediadores (1997), refieren a sociedades en las que la
simbólicos de la experiencia endoculturación “absorbe la socialización” y
estarían “saturadas por reglas y regulacio-
Desde la perspectiva del enfoque históri- nes”, las que “deben ser respetadas por to-
co-cultural e instrumental desarrollado por dos los miembros de la comunidad que as-
Vygotski, Leontiev y Luria, entre otros, es piren a ser respetados y alcanzar la esencia
posible avanzar la idea que la identidad se- de lo que se entendería por humanidad” (p.
ría un constructo socio-cultural que integra- 45). Esta forma de construcción social sería
ría en una sola instancia sus dos facetas: el particularmente identificable en sociedades
identificarse con otros y la continuidad del de reducido tamaño y complejidad según lo
yo. Tal integración sería resultado de la indican estos autores. Contrastando con ello,
internalización de lo social a través del len- Camilleri y Malewska-Peyre (1997), señalan
guaje que en un sólo movimiento generaría que en las sociedades modernas la cultura
estas doble característica de la identidad. La cesaría de ser un sistema de integración to-
internalización de lo social daría lugar a la tal, como sería el caso en sociedades menos
apropiación transformadora de la herencia complejas, y se transformaría solamente en
cultural a través de la actividad de los indi- aquello que los individuos de los diversos
viduos en el mundo (Wertsch, 1996), y con- subgrupos reconocerían como lo que tienen
secuentemente a la individuación. en común entre ellos a pesar de sus diferen-
cias. La dificultad para cristalizar represen-
Este proceso de internalización, no obs- taciones compartidas producto de los ince-
tante, no implica necesariamente una indi- santes y rápidos cambios y fragmentaciones
viduación tal como se puede concebir en lo que conlleva la vida en las sociedades com-
que Giddens denomina modernidad tardía plejas estaría a la base del giro desde una
(1994), la que puede entenderse como un construcción social basada en la herencia cul-
proceso de desarrollo tendiente a la crecien- tural (enculturación) hacia una basada en los
te autonomía del individuo, el que estaría procesos de socialización con los contempo-
confrontado a la necesidad de realización de ráneos en escenarios constantemente
un proyecto de vida definido por él mismo. redefinidos.
La individuación, tal como se expone aquí,
considera que el proceso de apropiación de Volviendo al rol que juega el lenguaje en
representaciones y prácticas por parte de los la internalización de lo social, es posible se-
individuos es también el mecanismo que pre- ñalar como una derivación lógica de este pro-
valece en las sociedades pre-modernas en las ceso es que este no sólo definiría el carácter
que los roles sociales poseen una estabilidad semiótico del proceso de individuación sino
y fuerza configurativa extraordinariamente que también el de la propia identidad, ins-
potentes. El distingo entre estos dos escena- tancia en la que el proceso de individuación
rios de construcción identitaria parece resi- se cristalizaría. Tal derivación permite plan-
dir en el grado en que se actualizan las pre- tear la idea, que al igual que el lenguaje jue-
siones en relación a los requerimientos de ga un rol mediador entre los individuos y el
definición del sí mismo (lógica autonómica) mundo así como de los individuos en rela-
o de conformidad social (lógica ción a sí mismos (Vygotski, 1934), organizan-
heteronómica), polos que en el ámbito de los do las percepciones y acciones (J. Bruner,

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1985), la identidad, en tanto instancia semió- otra, juegan un rol de “inter-mediadoras” de


tica estabilizada del yo y de la pertenencia so- la actividad, separando y/o delimitando la
cial, constituiría un mediador de estas mis- acción de los individuos, entre individuos y
mas relaciones. Ambas herramientas, de las propias comunidades en relación a los
lenguaje e identidad, jugarían roles objetos finales de su actividad. Esta caracte-
imbricados, pero distintivos en los procesos rística inter-mediadora (o mediatizadora)
de mediación de la actividad. Mientras el len- actúa restringiendo las acciones y sus alcan-
guaje tendría por función principal la orga- ces a los parámetros que estas herramientas
nización del pensamiento, la identidad ten- definen en función de sus características par-
dría por función organizar los diversos ticulares (Díaz, 2005). Así, por ejemplo, par-
significados que tienden a conformarse y a ticulares características identitarias tenderían
estabilizarse a lo largo de la vida de los indi- a posibilitar preferentemente los juicios y
viduos y las comunidades como producto de comportamientos congruentes con ellas y, en
la internalización de la herencia cultural así contraste, inhibir aquellos que no lo son. En
como por efectos de la actividad orientada a un sentido general es posible pensar que
propósitos que estos realizan en el transcur- tal mediación tendería a operar a través
so de sus existencias. de un proceso que no sólo deformaría
funcionalmente la relación que individuos y
Entender el proceso de configuración de comunidades establecen con la realidad,
la identidad así como sus modalidades de como podríamos aseverarlo con base a a una
acción en el marco de su caracterización en analogía con la idea de representación men-
tanto que mediador instrumental, permite tal operatoria desarrollada por Ochanin
acercarse de un modo constructivo a la am- (1968), sino que también favorecería la ilu-
plia gama de desafíos que plantea el com- sión de una identidad desapegada de las con-
portamiento humano, ya sea para efectos de diciones de su constitución, despojada de su
definiciones e intervenciones en el plano de naturaleza de herramienta que permite ca-
lo individual como en los planos meso nalizar y articular propósitos de acción y que
y macro social, pues resitua la cuestión en definitiva aparecería como fin en sí.
identitaria en su funcionalidad con respecto
a la regulación de la actividad, sacándola de La doble condición que, como se ha seña-
la condición de dimensión meta en la que el lado, caracteriza las herramientas mediado-
discurso ideológico de la modernidad ha ten- ras está sin duda a la base tanto de las poten-
dido a posicionarla (Habermas, 1988). cialidades como de las dificultades que
conlleva trabajar con y sobre la dimensión
Para los efectos de una mejor compren- identitaria. Así, la identidad puede constituir-
sión de lo que se ha expuesto en cuanto al se en una potente palanca de acción y trans-
carácter mediador de la identidad, es nece- formación social e individual, pero a la vez
sario considerar algunos atributos significa- erigirse como condicionante insoslayable de
tivos que en general caracterizan a los arte- esta acción y transformaciones.
factos mediadores. Una característica crítica
de las herramientas mediadoras es que estas Otra característica de significativa rele-
actúan simultáneamente en dos direcciones vancia de las herramientas mediadoras resi-
divergentes. Por una parte en tanto que “me- de en su carácter histórico, vale decir que
dio para”, facilitando y/o potenciando la estas se constituyen y transforman en el
acción de los individuos y comunidades, transcurso del devenir humano. Para efec-
permitiéndoles realizar y construir escena- tos de la identidad tal característica resulta
rios de vida impensables con el sólo recurso evidente dada la impronta hereditaria que la
a sus atributos naturales. Mientras que por marca desde sus orígenes (las generaciones

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previas heredan significados identitarios a las Por su parte, la actividad humana, por su
generaciones posteriores), al igual que por carácter distribuido en el tiempo y el espa-
los reconocidos efectos constructivos que las cio, marcada por la segmentación de roles (la
distintas socializaciones y ciclos que los in- división del trabajo y de géneros, entre otras),
dividuos y comunidades vivencian en el por las tramas de relaciones que establece
transcurso de sus existencias tienen sobre la entre individuos y comunidades, etc., no sólo
conformación y transformación identitaria. es un factor de reelaboración y evolución de
Esta característica evolutiva obliga a obser- las identidades heredadas, sino que es, sin
var la identidad no sólo como “lo que es” (sus duda, una potente constructora de nuevos
características presentes), sino que sobre todo significados identitarios. Ambos afluentes
como “lo que ha llegado a ser” (Martin, 2002). enmarcarían la organización de significados
Reconocer esta característica conlleva que constituye la identidad. En ella se arti-
implicancias metodológicas mayores: por cularían los distintos significados
una parte plantea una exigencia de análisis referenciales del yo individual y del ser de
histórico y procesual de la conformación las comunidades, los que se conformarían y
identitaria y, por otra, abre el escenario para estabilizaría a lo largo de la vida de estos.
la realización de fértiles ejercicios hipotéti-
cos en relación a sus posibles futuros desa- En la actualidad diversos autores han in-
rrollos. Esto último resulta clave para gene- tentado dar cuenta de la forma en que se cons-
rar marcos comprensivos y de acción que no tituyen y organizan los significados
sólo se limiten a asumir y/o paliar el estado identitarios, y si bien se tiende a asumir
de cosas que afectan o involucran las carac- mayoritariamente el fuerte nexo entre los sig-
terísticas identitarias de individuos y comu- nificados personales y sociales de que contie-
nidades, sino que se proyecten en una pers- ne la identidad, es posible reconocer aún una
pectiva de gestión transformadora desde las significativamente presente deriva dicotómica
identidades, cuestión clave tanto para aque- . Así por ejemplo, Côté y Levine (2002) sostie-
llos que se desempeñan en el ámbito de la nen un modelo de diferenciación identitaria
acción social o en el plano terapéutico. en tres niveles de actualización: a) una identi-
dad social, que designaría la(s) posición(es) de
los individuos en la estructura social; b) una
4. La Identidad como una organización
identidad personal referida a las experiencias in-
de Significados dividuales concretas enracinadas en las
Ubicarnos en la perspectiva expuesta en interacciones y c) una identidad del ego que re-
el punto anterior supone desarrollar un mo- feriría al sentido subjetivo más fundamental
delo que permita, aunque sea de modo su- de la continuidad de la personalidad. En el
cinto, identificar los elementos y relaciones primer plano, la identidad estaría influenciada
que participan de la instancia identitaria. por factores culturales y roles sociales, mayor-
Para estos efectos es necesario retomar el hilo mente definida en el marco de las relaciones
conductor definido por la lógica subyacente secundarias y de las relaciones personales es-
al proceso de individuación. tablecidas con base a rol. En el segundo, los
individuos encontrarían un “acople” entre las
Como se ha señalado, la herencia cultural prescripciones derivadas de sus identidades
internalizada es crítica en la conformación sociales y el carácter único e idiosincrático de
identitaria, fijando no sólo los parámetros y sus historias de vida y se encontraría mayor-
significados del “sentido común”, sino que mente afectada por las relaciones primarias
también marcando a fuego las propias de los individuos. El tercero, estaría
referenciaciones individuales (por ejemplo, principamente afectado por factores intra psí-
nombres y apellidos, nacionalidad, origen so- quicos y disposiciones biológicas, aunque re-
cial, etc.).

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queriría de la confirmación que otorgaría la de la nueva lengua permite sin duda ilumi-
relación con otros en el plano de las relacio- nar con una nueva perspectiva la lengua ori-
nes secundarias. Este modelo, si bien presen- ginaria, acrecentando su comprensión a pe-
ta numerosas ventajas desde el punto de vis- sar de las eventuales perturbaciones que el
ta práctico, en especial por que facilita la manejo de la nueva lengua pueda acarrear
distinción de los respectivos ámbitos en el dominio de la primera lengua.
disciplinares al interior de las ciencias socia-
les, sugiere a su vez distingos estructurales En esta dinámica es que la identidad se
que disgregan el concepto de identidad al asi- construye simultáneamente en todos sus pla-
milar las instancias y factores que influencian nos en cada una de las sucesivas instancias
la construcción identitaria con instancias por la que transita su desarrollo, es posible
identitarias distintivas. deducir una relación organica y de naturale-
za entre los niveles individuales (yo),
En contraste y de modo general, parece societales (grupales y macro) y culturales
posible postular que los significados (contenidos valóricos y prácticos) de la iden-
identitaros se construirían y transmitirían a tidad. No obstante, tal articulación debe a su
través de al menos 3 instancias genéricas vez hacerse cargo de la coexistencia de di-
sucesivas que se imbricarían en el transcur- versos significados identitarios no necesaria-
so de sus desarrollos: mente incluyentes, aunque no necesariamen-
te contradictorios entre sí: por ejemplo, ser
• Primaria: a través de la familia y comu- bombero y contador, ser padre y estudiante,
nidades de origen ser latinoamericano y occidental, ser chile-
no, de orígen aymara y ejecutivo
• Secundaria: a través de la educación transnacional.
institucionalizada
De este modo, la identidad albergaría di-
• Terciaria: a través del ejercicio de roles versos significados identitarios que requirían
de producción y/o reproducción social sino articularse, al menos ser gestionadas de
(parentales, laborales, ciudadanos, entre modo de sostener tanto la congruencia
otros.) identitaria al interior de las actividades y
contextos específicos de acción, como la pro-
Las dos primeras con énfasis en la
pia consistencia identitaria en el tiempo.
internalización de lo social y la tercera con
¿Cuáles serían los mecanismos que aseguren
énfasis en la actualización y proyección tras-
la congruencia y consistencia identitaria?
cendente de la identidad. Estas instancias de
construcción identitaria configurarían en el Para uno de los fundadores del
tiempo un sistema complejo y dinámico, en pragmatismo norteamericano, W. James
la que las instancias previas sostendrían y (1918), la personalidad cumpliría esta función
determinarían el desarrollo de las posterio- de integración, jugando el rol de “adminis-
res, y estas ultimas transformarían a las pre- trador” de las funciones psíquicas. Desde una
vias por efectos de una reelaboración lógica convergente, A.N. Leontiev (1978),
expansiva de los elementos identitarios an- enfatiza que la construcción de la personali-
teriores. A modo de analogía, este proceso dad resulta del mismo proceso de la activi-
ocurriría de modo similar a aquel que ocu- dad humana en el que se constituye la con-
rre en el transcurso del aprendizaje de se- ciencia, indicándolas a ambas como
gundas lenguas: el aprendizaje de la nueva momentos internos de dicha actividad. Del
lengua se soporta y se ve a la vez facilitado mismo modo es posible reconocer en la mis-
y delimitado por el conocimiento de la len- ma saga una intima relación entre identidad
gua originaria. y en retorno, la incorporación y conciencia, generadas ambas a la par con

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Revista de Psicología de la Universidad de Chile

la actividad orientada a fines y el lenguaje pecialicen) en aspectos específicos de la rea-


(Luria, 1976). De este modo también es posi- lidad y que sus vidas se articulen en torno a
ble entender la identidad como “momentos” un número limitado de focos de interés. La
de la compleja actividad social, ubicados tan- racionalidad simbólica implicaría
to en el plano subjetivo como en el de la paradojalmente lo contrario, la aceptación y
intersubjetividad. construcción de la vida cotidiana en base a
las diferentes dimensiones que contendría el
Otra derivación lógica que es posible sos- proyecto de vida de las personas. (Giddens,
tener si aceptamos carácter semiótico de la 1994; Habermas, 1999).
organización identitaria, sería que el proce-
so de articulación identitaria sucedería con Uno de los rasgos distintivos de la mo-
base a las propias herramientas semióticas dernidad consiste en el entrelazamiento de
que participan de su configuración. Esto, es- dos extremos paradojales que traducen una
pecialmente a través del uso de giros extensionalidad y la intencionalidad: las in-
connotativos (desplazamiento en los énfasis fluencias universalizadoras asentadas en el
en la estructura de significados identitarios), predominio de la razón, y las disposiciones
y giros denotativos (procesos de adquisición personales que ejemplifican el protagonismo
y/o de abandono de significados renovado de la subjetividad. En las ciencias
identitarios), mediados lingüisticamente (yo, sociales ambas vertientes o polos de pensa-
nosotros, ellos, antes era, aquí soy, hablo en miento producen una acumulación desde la
mi calidad de…) en el contexto de la activi- cual se repiensan la identidad y la moderni-
dad orientada a fines, permitiendo la articu- dad. Las ciencias sociales, por tanto, forman
lación y el tránsito entre los distintos niveles parte de esta reflexibilidad institucional, del
identitarios. Este mecanismo permite afirmar cómo nuestras sociedades se piensan y se
que si bien hemos homologado en alguna plantean una agenda comprensiva de la rea-
medida, lenguaje e identidad en tanto que lidad personal, institucional y cultural de
herramientas mediadoras, sin duda el len- nuestros días.
guaje sería la herramienta mediadora por
esencia, y que sería a través de él que los otros Entre las consecuencias operativas de la
mediadores psicológicos se constituirían y reflexibilidad institucional se encuentra la pro-
operarían (Luria, 1976). funda reorganización del tiempo y el espacio;
en este sentido, encontramos amplios meca-
nismos de desenclave, es decir, mecanismos
5. Las fronteras culturales de la
que liberan las relaciones sociales de su fija-
Identidad: Modernidad y proyectos ción a circunstancias locales específicas,
biográficos recombinándolas a lo largo de grandes dis-
Uno de los contenidos esenciales de la tancias espacio-temporales. De este modo se
modernidad es la individuación, la cual pre- transforma el contenido y la naturaleza de la
supone en las personas como fin último la vida social cotidiana en la modernidad
superación de la alienación social, aceptan- (Giddens,1994). Además, como un orden
do una visión multidimensional de la perso- postradicional renueva la dicotomía seguri-
na, lo que implica reconocer intereses, moti- dad-inseguridad, mediante la cual, a pesar de
vaciones y expectativas múltiples en cuya su razón de ser instrumental, el conocimiento
realización y concreción se expresaría la in- racional no aporta el convencimiento de la cer-
dividualidad del sujeto social. Este proceso tidumbre en reemplazo de la posible seguri-
está teñido de múltiples tensiones en que la dad que ofrecían las tradiciones y costumbres.
acción instrumental de la modernización La duda metódica. Un rasgo circunscrito a la
tiende a que los individuos se concentren (es- razón crítica moderna, penetra en la vida de
cada día y llena de contenido existencial al

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Revisión del constructor de Identidad en la Psicología Cultural, Vol. XIV, Nº 2: Pág. 9-25. 2005

mundo social contemporáneo. La moderni- gar común. A esto ha coadyuvado la


dad institucionaliza el principio de la duda masificación de los medios de comunicación
radical y recalca que todo conocimiento adop- impresos y electrónicos en que se mediatizan
ta la forma de hipótesis, de proposiciones que los contenidos con los cuales se interpretan
deben ser revisadas, e incluso desechadas, por las diferentes realidades. El énfasis que apor-
la creación de un nuevo marco de conocimien- ta novedad sobre estas realidades tiene que
to. Es así que se instauran las nociones de con- ver con el nuevo papel que cumple de ma-
fianza y de riesgo sobre nuevos contenidos, o nera refleja la conformación de identidades del
dicho de otra manera, se reproducen los con- yo o, dicho de manera más integral, los pro-
tenidos del riesgo y de la pérdida de confian- cesos de individuación y de subjetivación ne-
za sobre la base de la certidumbre y los con- cesarios para aprender los contenidos
sensos que la modernidad misma ha mediáticos.
generado. Esto significa estar en presencia de
una espiral en que riesgo y certidumbre, en Entendiendo que el proyecto básico del
que confianza y disrupción son posibilidades yo, en conformación de la identidad, consis-
abiertas y alimentadas por la misma moder- te en dar continuidad y verosimilitud subje-
nidad. La modernidad es en sí una cultura del tiva y colectiva a la crónica biográfica, la no-
riesgo, lo que implica mirar nuestra realidad ción de estilos de vida adquiere una marcada
de hoy desde una perspectiva histórica, me- preponderancia. La instauración de los esti-
diante la cual no se trata de falsificar los he- los de vida aparece inscrita en la matriz dia-
chos, diciendo que, épocas anteriores estuvie- léctica entre lo global y lo local, los que ad-
ron ausentes de riesgo o tuvieron condiciones quieren un marcado predominio en la
mejoradas de sociabilidad. Lo diferente en la transformación de la intimidad. Esta transfor-
modernidad es la continua tendencia a la co- mación, a su vez, está determinada por la
lonización del riesgo, a su coadaptación, a su nueva relación entre lo público y lo privado,
superación, pero justamente su domesticación en que lo público se privatiza, se subjetiviza
no termina nunca de ocurrir, sino que, muy y tiende a desaparecer su importancia
por el contrario, se generan y reproducen nue- expresada en contenidos abstractos y
vas situaciones, nuevas alternativas, nuevas generalizables.
configuraciones que presuponen renovados Otra línea de interpretación, en clave de
elementos de incertidumbre. Junto a ello, y frontera cultural de la identidad, tiene que
esto puede ser diferente a la tradición, es que ver con el secuestro de la experiencia; es así que
se valora en el plano personal y colectivo la los sistemas de adjudicación de significados
asunción de cuotas de riesgo bajo los pasan a constituirse en torno a comunidades
apelativos de innovación, aceptación del cam- de expertos, y son los criterios externos, es
bio, flexibilidad cognoscitiva, calidad de vida, decir, los que dicta la modernidad, aquellos
acceso a satisfactores y superación que alcanzan un mayor nivel de plusvalía
del pasado. social para interpretar lo que sucede en la
Si bien es cierto que la modernidad redu- vida privada y en la intimidad.
ce el riesgo de conjunto en ciertas áreas y En esta misma línea encontramos la re-
modos de vida, no obstante, introduce nue- flexión sobre la insignificancia personal, senti-
vos parámetros de riesgo desconocidos en miento que alude a la pérdida de sentido de
gran medida, o incluso del todo, en épocas la vida al no tener nada valioso que ofrecer.
anteriores. En la modernidad tardía, la in- Esto se ha convertido en un problema psico-
fluencia de los acontecimientos distantes so- lógico característico en las coordenadas de
bre sucesos próximos o de intimidad del yo, la modernidad tardía, que conlleva a un ais-
se ha convertido progresivamente en un lu- lamiento existencial que no sólo puede im-

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Revista de Psicología de la Universidad de Chile

plicar situaciones de soledad (social), sino premodernas. Para Durkheim (1984), el indi-
obstáculos para alcanzar los recursos mora- viduo no existe en las culturas tradicionales y
les necesarios para vivir una existencia ple- su presencia se constituye con la aparición de
na y satisfactoria. Aquí es donde la autentici- las sociedades modernas, y más en concreto,
dad, una crítica de la autenticidad, se con la diferenciación que aporta la división
convierte en un valor eminente para entre- del trabajo. En este sentido, el individuo sur-
gar un marco de realización del yo, aunque ge como un reflejo de procesos sociales que
como experiencia este proceso esté moral- contienen un alto nivel de complejidad.
mente atrofiado. Podríamos decir que la
modernidad en este sentido ha ofertado el Independientemente de lo discutible que
desarrollo de las fuerzas expansivas del yo, puede ser el fondo de esta afirmación, -para
lo que se ha llamado una política de la emanci- Giddens lo es-, la preocupación por la iden-
pación, pero su paradoja es inmediata, al es- tidad del yo es una temática que se instaura
tar vedados los medios y las condiciones para en la modernidad. En línea analítica se pue-
cumplir con su proyecto utópico abierto a den distinguir los siguientes aspectos en la
todas las identidades personales y colectivas. discusión:
La modernidad desde su matriz racionalista a) El yo está visto como un proyecto reflejo
cree y reproduce diferencias, exclusión y del que es responsable el individuo. No
marginación, o como señala Giddens, “las somos lo que somos, sino lo que nos hacemos.
instituciones modernas al tiempo que ofre-
cen posibilidades de emancipación, crean b) El yo realiza una trayectoria de desarro-
mecanismos de supresión más bien que de llo desde el pasado a un futuro previsto.
realización del yo” (op cit, pp.14-15). No obs- Esta trayectoria del yo se constituye en
tante, este autor es optimista, y amparado en una continuidad en que el individuo in-
los nuevos movimientos sociales, al igual que daga sobre su pasado y prevé su futuro.
Touraine, plantea en base al compromiso, es Aquí hay una suposición de búsqueda
decir, a una cultura del compromiso, una de la coherencia derivada de la concien-
política de la vida interesada en la realización cia cognitiva de las diferentes etapas de
humana del yo, tanto en lo individual como la vida.
en lo colectivo. Esta política de la vida es he-
reditaria del proyecto característico de la c) La reflexibilidad del yo es continua y ge-
modernidad de una política de la emancipación. neralizada en intervalos de tiempo regu-
Este proyecto ha sido la matriz simbólica de lares y, a veces, a cada momento se le pide
toda la ilustración progresista y se convierte al individuo que reflexiones sobre sí mis-
en la condición esencial para un programa mo acerca de lo que le sucede.
comprensivo de las paradojas de la identi- d) La identidad del yo presupone, como fe-
dad en las coordenadas actuales. nómeno coherente, una crónica explícita
del yo. En esta crónica se busca la inte-
5.1. La trayectoria del yo en la Modernidad gración de los diversos contenidos de la
La identidad del yo es un invento de la historia biográfica. Esto presupone una
modernidad, o por lo menos su búsqueda es interpretación que implica una elabora-
un problema moderno, en que tal vez sus orí- ción que exige obviamente recursos
genes están en el individualismo occidental. creativos.
Los contenidos adquiridos que son constitu- e) La realización del yo implica el control del
tivos del yo, marcarían una diferencia anta- tiempo. Esto significa mantener un diá-
gónica con las adscripciones colectivas deter- logo con el tiempo como base de
minadas por la cultura en las sociedades autorrealización, fundamentalmente en el

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Revisión del constructor de Identidad en la Psicología Cultural, Vol. XIV, Nº 2: Pág. 9-25. 2005

establecimiento de zonas de tiempo como logro de un yo auténtico, surge de


personal por sobre los tiempos integrar las experiencias de vida en la cró-
instrumentales. nica del desarrollo del yo, en la creación
de un sistema de creencias personales
f) La reflexibilidad del yo se extiende al cuer- ante las cuales el individuo reconoce que
po, como parte de un sistema de acción ante todo se debe lealmente a sí mismo. Estos
más que como un mero objeto pasivo. La puntos de referencia se establecen desde
conciencia del cuerpo es fundamental dentro, en función de cómo el individuo
para captar la plenitud del momento e construye/reconstruye la historia de su
implica la capacidad de control de sí mis- vida (Giddens,1994: 99-104).
mo y del entorno.

g) La realización del yo como equilibrio en- 5.2. Estilos y planes de vida.


tre oportunidad y riesgo. La posibilidad Aquí el telón de fondo se constituye en el
de desprenderse de hábitos emocionales sentido existencial de la vida configurado por
opresivos genera oportunidades para el la modernidad tardía. En el plano del yo, la
desarrollo propio, donde se crean com- actividad diaria se rige por el principio de la
promisos experenciales que permiten elección. La modernidad sitúa a la persona
asumir una conciencia secular del riesgo, la frente a una trama diversa de opciones, sin
cual es inherente a las estrategias del cál- contar con información adicional y de contex-
culo en el dimensionamiento del futuro. to. Entre las consecuencias de esta situación
h) La línea moral de realización del yo es una encontramos la primacía del estilo de vida que
línea de autenticidad (ser fiel a uno mis- como matriz es inevitable para el individuo.
mo). La ética de la autenticidad elude los Esta noción inunda la producción de la mo-
criterios universales. Ser sincero con uno dernidad tardía, ya que todas las personas se
mismo significa asumir un proceso acti- atienen a estilos de vida, no hay otra elección.
vo de construcción del yo en que lo bási- Un estilo de vida puede definirse como un
co debe estar en liberarse de las depen- conjunto de prácticas relativamente integra-
dencias y lograr la plenitud. das que un individuo adopta no sólo porque
i) El proceso de la vida se contempla como un satisfacen necesidades utilitarias, sino porque
conjunto de pasajes. El individuo pasará dan forma material a una crónica concreta de
con seguridad por ellos, sin estar la identidad del yo. En los estilos de vida hay
institucionalizados ni acompañados de ri- prácticas hechas rutinas, como las rutinas del
tos formales. Todos ellos implican una pér- comer, del vestir, las cuales están abiertas al
dida y tal vez una ganancia, comprendien- cambio en concordancia con la naturaleza
do en cada caso un período de duelo para móvil de la identidad del yo. Cada una de las
que la realización del yo siga su curso nor- pequeñas decisiones que toma la persona du-
mal. Los pasajes de la vida dan contenido a rante el día, como, por ejemplo, qué ponerse,
la interacción entre riesgo y oportunidad. qué comer, cómo comportarse en el trabajo,
Resolver una transición importante en la con quién verse al finalizar la tarde, contribu-
vida significa someterse de manera cons- ye a estas rutinas. Esta opciones, además de
ciente a riesgos interesantes a fin de plas- otras de mayor amplitud y consecuencia, son
mar las nuevas oportunidades a las que nos decisiones referentes no sólo a cómo actuar
dan acceso las crisis personales. sino a quién ser.

j) La línea de desarrollo del yo es interna- Equivocadamente se ha asimilado la no-


mente referencial. La integridad personal, ción de estilo de vida al área del consumo,
pero también es necesario comprender lo que

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Revista de Psicología de la Universidad de Chile

ocurre en el trabajo. El trabajo condiciona la experiencia mediatizada por los medios de


fuertemente las oportunidades de vida, el comunicación en la elección de los estilos de
que debe entenderse en función de la accesi- vida. En ellos se encuentran contenidos e in-
bilidad a posibles estilos de vida. Bordieu formación pertinente sobre una amplia oferta
(1988) destaca las variaciones de estilo de de virtuales estilos de vida. El efecto collage
vida entre grupos como atributos de estrati- de la televisión y la prensa da forma específi-
ficación elementalmente estructurantes y no ca a la yuxtaposición de ambientes y eleccio-
sólo como el resultado de las diferencias de nes potenciales de estilos de vida.
clase en el reino de la producción. Por otra
parte, la selección se ve influenciada tanto En este mar de opciones alternativas de
por presiones de grupo y por la visibilidad estilos de vida el planeamiento en base a
de los modelos de rol, como por las circuns- una(s) estrategia(s) de la vida adquiere una
tancias socioeconómicas. especial importancia. Los planes de vida son
el contenido sustancial de la trayectoria
La pluralidad de elecciones es una caracte- proyectadamente organizada del yo. La pla-
rística de las sociedades postradicionales. nificación de la vida a través de acciones fu-
Actuar en un mundo de acciones plurales y turas es el intento de construir un relato o
comprometerse en él es optar entre alterna- narrativa biográfica del yo. De igual modo,
tivas, ya que las marcas dejadas por la tradi- se distinguen los calendarios de plan de vida
ción están ahora en blanco. Por su parte, (Giddens,1994), en relación con los cuales se
Berger (1974) denomina como pluralización de gestiona el tiempo personal de la vida. Esta
los mundos de vida a la expresión de compleji- cronología personalizada contiene los acon-
dad, de diversidad y segmentación que ocu- tecimientos significativos de la biografía de
rre tanto en los contenidos sociales como cul- cada individuo. La planificación de la vida
turales. Un elemento particular de la personal no sólo depende de la preparación
segmentación es la diferenciación entre ám- para el futuro, sino que además implica una
bitos público y privado, estando cada uno de reelaboración de los sucesos del pasado. A
ellos sujeto también a una pluralización in- través de esta resignificación del pasado se
terna. Las opciones de estilos de vida, de este prepara y construye el presente y el futuro,
modo, son decisiones que se ven caracteri- buscando establecer la línea de continuidad
zadas por los medios de acción que se de la biografía como un todo. La planifica-
vehiculizan, siendo absorbidas por estos me- ción de la vida es un aspecto central de un
dios a expensas de otras alternativas posibles. fenómeno más inclusivo, el de la coloniza-
Se distinguen en la vida de un individuo, ción del futuro.
diferentes sectores de estilos de vida que re-
fieren una parte de las actividades generales 6. En línea de conclusiones: La
del individuo, el cual se adopta y lleva a cabo (Re)construcción de Identidad
un conjunto razonablemente consistente de
prácticas. Los sectores de estilo de vida son La identidad es la fuente de sentido y de
aspectos de la regionalización de las activida- interpretación de la experiencia de las per-
des. Estos sectores o territorios regionales del sonas. La identidad del yo siempre es social
estilo de vida implican algún grado o nivel (Erickson,1972). Se establece a través de la
de diferenciación experencial y estructural. observación de sí mismo con los ojos de la
mirada social que nos retroalimenta, o a par-
Otro factor que condiciona la pluralidad tir de la imagen que de nosotros mismos nos
de elección es el impacto existencial provoca- devuelven los demás. Por tanto, en la
do por la naturaleza contextual de las creen- interacción social, la alteridad moldea de
cias acreditadas. Es evidente el predominio de acuerdo con sus respuestas los contenidos del

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Revisión del constructor de Identidad en la Psicología Cultural, Vol. XIV, Nº 2: Pág. 9-25. 2005

self de cada persona en un proceso de cons- esas instituciones y organizaciones. Las iden-
trucción en espejo de la identidad. tidades en el campo simbólico están deter-
minadas por el proceso de individuación, que
Basándonos en las diversas aportaciones debe leerse como un proceso mayor en que
que hemos recogido en este texto podemos las personas se instauran en la vida social.
esquematizar el constructo de Identidad con-
siderando los siguientes supuestos básicos: En términos semejantes y desde una po-
sición innovadora, Giddens, al referirse a la
La identidad es una construcción identidad en la modernidad tardía, período
intersubjetiva, que se obtiene a través de la que caracterizaría al mundo occidental, se-
interacción social y en base a contenidos ñala que “la identidad propia no es un rasgo
aportados por un otro relevante. Está distintivo que posee el individuo. Es el yo
contextualizada, mostrándose determinada entendido reflexivamente por la persona en
en su fenomenología por las diferentes virtud de su biografía” (Giddens, 1994:53).
situaciones en que se manifiesta. La Para este autor, en el contexto del orden
identidad es un texto en contexto: Una postradicional, el yo se convierte en un pro-
construcción diacrónica que se sitúa yecto reflexivo: “cuanto más pierden su do-
fenomenológicamente en una expresión minio las tradiciones y la vida diaria se
contingencial. reconstituye en virtud de la interacción dia-
La identidad es negociada -individual y léctica de lo global y lo local, más se ven for-
colectivamente- a través de procesos de in- zados los individuos a negociar su elección
tercambio simbólico y de ajustes sucesivos de tipo de vida entre una diversidad de op-
entre actores, los que constituyen la construc- ciones. La planificación de la vida organiza-
ción de intersubjetividad. Por tanto, la iden- da de forma reflexiva se convierte en el ras-
tidad es un producto, es decir, una construc- go central de la estructuración de la identidad
ción realizada en la interacción social desde propia” (op cit, p33). De este modo, las iden-
los significados sociales disponibles. De igual tidades se constituyen en torno a una racio-
modo, es un collage, en la modernidad nalidad simbólica en que los proyectos de
no se puede pensar en identidades vida se construyen y se ordenan a partir de
unidimensionales y univivenciales. La iden- los estilos de vida que la modernidad pone a
tidad, en este sentido, es múltiple y puede disposición de los individuos y la sociedad.
contener desarrollos paradojales y super-
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Fecha Recepción Artículo: 15 de diciembre 2005


Fecha Evaluación Final: 10 de abril 2006

25
Suma Psicológica, Vol. 18 No 2
Diciembre 2011, 65-88
ISSN 0121-4381
ISSN-E 2145-9797

UNA INTERPRETACIÓN DE LA PSICOLOGÍA CULTURAL:


APLICACIONES PRÁCTICAS Y PRINCIPIOS TEÓRICOS
AN INTERPRETATION ON CULTURAL PSYCHOLOGY:
SOME THEORETICAL PRINCIPLES AND APPLICATIONS

Moises Esteban Guitart


Universidad de Girona, España

RESUMEN

Palabras clave: Psicología En el siguiente trabajo se exponen las bases teóricas y se ilustran algunas aplica-
cultural, mente, cultura, ciones de una visión de la psicología cultural alrededor del concepto de “vivencia”
identidad, vivencia, geografía y “geografía vital”. Según esta perspectiva, el desarrollo humano es el resultado
vital. de la participación en prácticas educativas a través de las cuales nos apropia-
mos de los “signos”, “tecnología cultural” o formas explícitas e implícitas de vida
compartida. Se postulan dos supuestos y tres características. Los supuestos son
Recibido: Febrero 16 2011 que la experiencia psicológica se debe estudiar en el contexto o situación donde
Aceptado: Junio 15 2011 ésta se expresa y construye, siendo la “dieta cultural” el alimento de nuestra
mente (nuestros recuerdos, temores, percepciones, sentimientos, pensamientos).
Las características nos remiten a considerar la vivencia humana como unidad
de análisis, en tanto realidad dinámica situada y distribuida y, finalmente, en
tanto producto o resultado de la participación en particulares geografías o con-
textos de vida. Se esbozan aplicaciones en el campo de la psicología clínica y la
rehabilitación, en el terreno socioeducativo y en el ámbito de las organizaciones
o psicología del trabajo, como ejemplos de prácticas acordes a una psicología
orientada culturalmente. Finalmente, se concluye considerando la necesidad de
vertebrar la dimensión subjetiva, social y política de la cultura con el objetivo de
ofrecer vías de comprensión ecológicas de la mente y conducta humana.

La correspondencia relacionada con este artículo debe ser dirigida a Moisés Esteban Guitart. Correo electrónico: [email protected]
66 Moises Esteban Guitart

AbSTRACT

The aim of this paper is to discuss a particular view on cultural psychology fo-
Keywords: Cultural cused on “lived experience” and “vital geography” terms. It is provided some
psychology, mind, culture, theoretical principles and applications of this perspective. According to this view,
identity, lived experience, human development is the result of participation in educational practices through
vital geography. which people appropriate the “signs”, “cultural technology” or explicit and im-
plicit forms of shared life. It is postulated two assumptions and three features.
The assumptions are: the lived experienced should be studied in the context or
situation where it is expressed and constructed, and the “cultural diet” is the
food of our psyche (our memories, fears, perceptions, feelings, thoughts). The fea-
tures remind us to consider the human experience as the unit of analysis, both
situated and distributed, and finally, as a product of participation in particular
vital geographies. Applications are outlined in the field of clinical psychology and
rehabilitation, socioeducative field and in the field of social psychology of organi-
zations, as examples of practices according to a culturally oriented psychology.
Finally, it is emphasized the need to take into account the subjective, social and
political sides of culture in order to develop an ecological understanding of mind
and human behavior.

¿Qué se entiende Se entiende por “signos”, en un sentido


por “psicología cultural”? amplio, cualquier artefacto o instrumento psi-
cológico y cultural construido por el hombre a
La psicología cultural es un modo de enten- través del cual éste regula su conducta: mapas,
der la teoría y práctica psicológica que asume la semáforos, creencias religiosas, ordenadores,
idea que la cultura y la mente son inseparables notación matemática y musical, juegos, calcu-
ya que se “constituyen mutuamente” (Markus ladoras, lenguaje oral y escrito, libros, vestidos,
y Hamedani, 2007). En palabras de Valsiner banderas, señales de tráfico, modelos, fórmulas,
(2007: la “persona pertenece a la cultura” y la esquemas, gráficos y cualquier otro producto
“cultura pertenece a la persona” (p. 21). Siendo cultural encarnado en contextos de actividad
la construcción de signos y símbolos, visuales y e instituciones como el trabajo, la familia, la
verbales, lo que constituye la cultura, y lo que a iglesia o la escuela (Cole, 1996; Vygotski, 1979).
su vez subyace a la regulación de la conciencia En este sentido, la cultura sería un conjunto
y actividad superior humana (ver figura 1). de dispositivos semióticos encarnados en con-
textos institucionalizados de actividad, lo que
más adelante llamaré “geografía vital”. Unos
dispositivos que materializan ciertas formas
signos
explícitas e implícitas de vida compartida por
una determinada unidad cultural: una familia,
un grupo deportivo o religioso, un determinado
grupo nacional, una comunidad o un país.
Por “mente humana” me refiero a los “proce-
CULTURA MEnTE sos psicológicos superiores” de Vygotski (1997a).
Es decir, las formas de conducta basadas en la
utilización de signos y símbolos que acompañan
una determinada operación psicológica. Por
Figura 1. El vínculo mente-cultura ejemplo, cuando anotamos una fecha importante

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en una libreta estamos utilizando un artefacto distribuye y se sitúa en el individuo y más allá
cultural, la libreta, para expandir una opera- de él: en las otras personas o agentes sociales,
ción psicológica: la memoria, el recuerdo. Por los artefactos que le rodean, los conceptos cul-
lo tanto, la mente humana sería el resultado de turales o los territorios y espacios circundantes.
la apropiación de signos y símbolos culturales Aspecto que desarrollaré más adelante.
como el lenguaje, los mapas, la notación mate- Ante la pregunta “¿qué es la psicología cul-
mática o el uso de Internet; artefactos culturales tural?” Shweder (1990, p. 1) afirmaba: “es el
que organizan, controlan, dirigen, constriñen estudio de la manera en que las tradiciones
la conducta humana. Lo que Vygotski (1997a) culturales y las practicas sociales regulan, ex-
llamaba principio de la significación: el proceso presan y transforman la mente humana”. En
de creación y utilización de signos artificiales realidad, es el estudio de la “tensión irreduc-
con el objetivo de controlar la conducta, propia tible” (Wertsch, 1999) entre las personas y los
y ajena (Esteban, 2010c). objetos, instrumentos o artefactos culturales
Dicho con otras palabras, no es que las per- que utilizan. Según Serrano (1996, p. 99): “la
sonas vivamos en determinadas culturas como psicología cultural es el estudio de la constitución
puede ser la cultura española, la cultura cata- mental de y por las formas simbólicas –esto es,
lana, la cultura católica, la cultura del Barça o acciones y expresiones humanas significativas,
la cultura europea, sino que las personas viven discursivamente estructuradas, históricamente
culturalmente, al igual que el pez vive en el agua. contextualizadas y socialmente producidas,
Cultura, en tanto que reguladores semióticos, reproducidas y transmitidas”.
es la raíz inherente a las funciones psicológicas A pesar de que se pueden distinguir distintos
humanas, no una causa o entidad externa que enfoques y perspectivas en psicología cultural
tiene determinados efectos sobre la emoción, (Esteban y Ratner, 2010; Ratner, 1999), podría-
la cognición y la conducta (Valsiner, 2009). La mos afirmar que los distintos autores y pers-
cultura católica no “causa” una determinada pectivas “comparten una idea crucial, la meta
emoción de penitencia y sacrificio, sino que la de la psicología cultural es entender cómo los
persona experimenta penitencia y sacrificio a procesos de desarrollo humano tienen lugar en
través de la cultura católica. la cultura” (de la Mata y Cubero, 2003, p. 185).
Esto conlleva asumir que para entender la Y por “cultura” no se quiere decir algo abstracto,
formación y las características psicológicas de incorpóreo, alejado de la vida de las personas.
las personas tenemos que recurrir al estudio Muy al contrario, se trata precisamente de formas
de los contextos -“externos” (“geografía vital”) e de vida, prácticas familiares, sistemas económi-
“internos” (“vivencia”) a la vez- en los que, directa cos, mensajes televisivos, rituales culturalmente
o indirectamente, estos participan -se apropian coloreados, sentidos y significados compartidos
y utilizan-; y para entender la cultura tenemos por una determinada pareja o grupo nacional,
que recurrir a los sentidos y significados que los símbolos religiosos y demás artefactos físicos y
hombres y mujeres construyen -se apropian y simbólicos que constituyen el origen, el sustra-
utilizan-. No hay modo más preciso de estudiar to, la raíz del fenómeno psicológico (Cole, 1996;
la mente humana que analizar el nicho ecológi- Cubero y Ramírez, 2005; Esteban, 2010a; Moll,
co que la envuelve, es decir, la “geografía vital” 1997; Ratner, 2010, 2011; Santamaría, 2004;
compuesta por determinados espacios físicos y Valsiner y Rosa, 2007).
simbólicos, instituciones, artefactos, activida- Recientemente Jerome Bruner (2005, p. 54)
des y relaciones sociales, espacios considera- ha definido la psicología cultural como “el es-
dos psicológicos y que trascienden la frontera tudio de la vida mental situada, el estudio del
cartesiana entre “lo psicológico” -lo subjetivo, proceso mental en vivo”. Frente al ejercicio de la
la persona- y “lo físico” -lo objetivo, el ambien- abstracción cognitiva y la tradición experimental,
te- (Acosta-Iriqui, 2010; Esteban, 2010a). Bajo que la psicología cultural no niega ni aniquila
una perspectiva vygotskiana, “lo psicológico” se (Santamaría, 2004), se suma el interés en estu-

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diar el fenómeno psicológico bajo la influencia Del mismo modo, estudios realizados por Christo
“de lo cultural”. Es decir, bajo dos supuestos. Pantev y su equipo de la Universidad de Münster
En primer lugar, 1) la influencia de las formas muestran como la parte que procesa el sonido (el
explícitas e implícitas de vida compartida (Es- córtex auditivo) es un 25% más grande en mú-
teban, 2008). En segundo lugar, 2) la necesidad sicos expertos comparado con personas que no
“ecológica” de situar la mente en su contexto han tocado nunca ningún instrumento (Herholz,
o geografía de vida (Esteban, 2010a). Vamos a Lappe, Knief y Pantey, 2008). Más concluyente
analizar ambos supuestos. aún parece ser un reciente estudio publicado en
Nature que revela que personas que han apren-
Dos supuestos de una psicología cultural: dido malabares, practicando con tres bolas un
“somos aquello que hacemos” minuto diario durante tres semanas, presentan
y el concepto de “geografía vital” un aumento en el área temporal mediana y la
zona intraparietal posterior, áreas vinculadas
1) Al igual que nuestro organismo se nutre con el procesamiento de la información visual
de las proteínas y demás sustancias adquiri- del movimiento. No obstante, cuando los parti-
das a través de la alimentación, nuestra mente cipantes dejan de hacer malabares, después de
(nuestros deseos, expectativas, percepciones, tres meses, las regiones recuperan la magnitud
recuerdos, emociones y pensamientos) se desa- original (Draganski, Gaser, Busch, Schuierer,
rrolla gracias a la “dieta cultural” (del Río y del Bogdahn y May, 2004).
Río, 2008). Aquello que vemos en la televisión, Otra vez más, “somos aquello que hace-
la conversación que mantenemos con nuestros mos” o, en palabras de Ratner (2006) “somos
amigos y amigas, las relaciones familiares, nues- producidos por los productos que producimos”
tro equipo de fútbol, nuestra religión, etc. (del (p. 13). De hecho, lo que Vygotski nos muestra
Río y Álvarez, 2007). En este sentido, gracias es que superamos nuestras restricciones, limi-
a los avances en neurociencia cognitiva y en taciones y regulaciones biológicas a partir de
neurorehabilitación, hoy sabemos que “somos nuestra intervención sobre nosotros mismos a
aquello que hacemos”. Dicho con otras palabras, través de la modificación del medio. Poniendo,
que el cerebro de un japonés y un americano por ejemplo, el despertador a las 9 de la maña-
son distintos (Tsunoda, 1985) y que incluso na. “Vygotski dice que la cultura ha permitido
el cerebro de un americano en relación a otro al hombre “condicionarse a sí mismo desde
americano también lo son. fuera” (mediante el despertador, la bandera, el
Los cambios producidos en nuestro cerebro semáforo, el crucifijo, la agenda, la medicación)
y nuestra conducta son el resultado del uso. y, al hacerlo, dejar paradójicamente de estar
Es decir, aquello que no se utiliza se pierde o, condicionado. Un condicionamiento asumido
dicho positivamente, aquello que se utiliza se permite superar el condicionamiento. La libertad
desarrolla. Es la capacidad de nuestro cerebro es el producto de aprender a darse órdenes a
de ser plástico (adaptarse, ajustarse) al ambiente sí mismo, de aprender a obedecerse” (del Río y
(Hutenlocher, 2002; Li, 2007). Álvarez, 1997, p. 109). De modo que superamos
Los taxistas de Londres, por ejemplo, tienen nuestra “memoria asociativa natural” mediante
una memoria espacial extraordinaria. En com- la creación de monumentos, anotando datos
paración con no-taxistas de la misma edad y, importantes en una agenda o ordenador, lo
en función del tiempo que llevan trabajando, que se podría llamar “memoria culturalmente
muestran un hipocampo anterior más pequeño asistida”. Del mismo modo, ampliamos nuestra
y un hipocampo posterior más grande (Maguire, “percepción natural” gracias a los prismáticos,
Woollett y Spiers, 2006). Ello indica que al uti- gafas, telescopios y demás artilugios que nos
lizar las habilidades de navegación espacial de permiten ver mejor.
modo habitual, desarrollan considerablemente Dicho de otro modo, nuestra identidad, en
la zona cerebral implicada en estas habilidades. particular, y nuestra mente, en general, es el

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resultado de la participación en prácticas edu- petencia, por ejemplo la teoría de la mente o la


cativas, es decir, actividades sociales, pautadas comprensión social, depende del instrumento a
culturalmente y situadas históricamente (Es- través del cual se evalúa; incluso del contexto,
teban, 2010b; Esteban y Vila, 2010; Esteban, natural o artificial, en el cual se realiza esta
Bastiani y Vila, 2009; Esteban, Nadal y Vila, evaluación (Carpendale y Lewis, 2006; Esteban,
2008). Rogoff (2003) lo denomina: “apropiación Sidera, Serrano, Amado y Rostan, 2010).
participativa”: proceso a través del cual los indivi- Esta idea no es nueva. Ya desde la ecología
duos transforman su comprensión, conocimiento del desarrollo humano de Bronfenbrenner (1979),
y responsabilidad mediante el compromiso y la la psicología ha tomado consciencia de que la
participación guiada en actividades culturales. mente humana siempre surge, se forma y se
Estas formas simbólicas o recursos narrati- transforma en un contexto, concreto y deter-
vos constituyen, según la psicología cultural, el minado. La autoestima y el autoconcepto, por
ingrediente fundamental y característico de toda ejemplo, cambian abruptamente en reacción a
comunidad, así como de todo evento psicológico. los tipos de gente a los que uno se encuentra
Se trata de las banderas de un grupo nacional o frente a los cuales se presenta. Aún más, se
o equipo de fútbol, las canciones o himnos aso- acomoda en respuesta a las observaciones po-
ciados, la lengua, vestidos o demás “artefactos sitivas o negativas que la gente hace sobre ellos
explícitos” que son compartidos por un determi- (Gergen, 1982). En este sentido, la identidad
nado grupo humano. Pero estas formas simbóli- humana puede considerarse como producto
cas o recursos narrativos son también aquellas de las situaciones, del conjunto de relaciones
ideas o “nociones implícitas” compartidas por un heredadas y formadas, así como de las activi-
agregado como la idea lineal del tiempo en socie- dades en las que se expresa (Esteban y Vila,
dades occidentales o del eterno retorno, tiempo 2010; Esteban, Bastiani y Vila, 2009; Esteban,
cíclico, en culturas orientales (Esteban, 2010a). Nadal, Vila y Rostan, 2008; Penuel y Wertsch,
En definitiva, los procesos psicológicos superiores 1995). Frente al contacto con personas de más
son “hechos culturales”, se forman a través de edad o que se perciben más poderosas, la gente
la participación de las personas en la vida social tiende a considerar su identidad de forma muy
en actividades como trabajar, educarse, rezar, distinta, respecto a la manera en que se ven en
gobernar, alimentarse, discutir, enamorarse. presencia de personas más jóvenes u objetos
Actividades que estructuran el cómo pensamos, de menor estima (Gergen y Taylor, 1969). Es,
percibimos, imaginamos, sentimos, recodamos, precisamente, el vínculo entre el contexto, me-
así como el contenido de lo que hacemos y el por diato e inmediato, y la experiencia psicológica
qué lo hacemos. En definitiva, nuestra memoria, lo que ha llevado a algunos autores a subrayar
pensamiento, inteligencia, emoción, lejos de ser el carácter geográfico del desarrollo humano
procesos únicamente naturales, son básicamente (Esteban, 2010a; Greenfield, 2009; Keller, 2997).
productos culturales que se desarrollan a través Greenfield (2009), por ejemplo, ha desarrolla-
de la educación, entendida como “el control ar- do el concepto de “ecologías sociodemográficas”
tificial de los procesos naturales de desarrollo” para capturar el impacto del cambio social en
(Vygotski, 1997b, p. 88). los valores culturales y contextos de aprendi-
2) El segundo supuesto anunciado consiste zaje, repercutiendo en el desarrollo psicológico.
en postular la “geografía vital” como marco y Al igual que otras autores, como Keller (2007),
mecanismo subyacente al desarrollo psicológico. Greenfield ha reactualizado el debate alrededor
Recuperando la definición de Bruner, la psicología del individualismo y el colectivismo en psico-
cultural es “el estudio de la vida mental situada, logía transcultural y psicología cultural. Esta
el estudio del proceso mental en vivo” ya que su postura enfatiza el vínculo o relación entre tres
expresión depende de este nicho ecológico. Hay aproximaciones teóricas: un modelo ecocultural
distintas evidencias empíricas que muestran (que enfatiza las condiciones sociodemográficas
como el rendimiento en una determinada com- como el impacto de un contexto urbano o ru-

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ral), una perspectiva sociohistórica (centrada independencia, autonomía de los miembros, y


en el estudio de los procesos de socialización o el pensamiento abstracto (razonamiento lógico,
ambientes de aprendizaje) y una aproximación hipotético-deductivo); las segundas fomentan la
asociada a los valores culturales (que pone el interdependencia, inserción en jerarquías y res-
acento en las creencias y valores compartidos por peto por las normas y reglas sociales, así como
una determinada unidad cultural) (Greenfield, el pensamiento práctico o intuitivo (Greenfield,
Keller, Fuligni, Maynard, 2003). Estos marcos 2009; Keller, 2007). En el caso de la identidad,
teóricos se ponen en relación en un “modelo por ejemplo, se ha sugerido que el primer sistema
causal multinivel” (Greenfield, 2009) según el sociodemográfico se asocia con autoconceptos
cual los factores sociodemográficos promueven competitivos, únicos, separados, autónomos,
determinados valores culturales (que se adaptan que se focalizan en estados mentales y rasgos de
a las necesidades del entorno), que a la vez esti- personalidad; mientras que el segundo sistema
mulan particulares ambientes de socialización y está vinculado a autoconceptos interdepen-
aprendizaje que dirigen, de determinada manera, dientes, en los que la persona se define como
el curso del desarrollo humano (ver figura 2). integrante en un sistema social, manteniendo la
armonía de las relaciones sociales y aceptando
las jerarquías, normas y reglas comunitarias
soCiodEMogRAfíA
(por ejemplo: ambiente rural, pobre (Esteban y Vila, 2010).
con poca escolarización formal). A pesar de que Greenfield (2009) sostiene que
las “ecologías sociodemográficas” no son estáti-
cas sino que cambian, se ha criticado la noción
estereotipada y excesivamente dicotómica que
maneja la autora (Esteban y Vila, 2010; Esteban,
vALoREs CULTURALEs Bastiani y Vila, 2009; Raeff, 2006; Rogoff, 2003).
(por ejemplo: indivdiualismo frente
a colectivismo).
Nociones como “individualismo” y “colectivismo”
eliminan importantes diferencias y variabilidades
individuales. Además, un meta-análisis realizado
por Oyserman, Coon y Kemmelmeier (2002) ha
AMBiEnTE dE soCiALiZACiÓn mostrado que el individualismo y el colectivismo
Y APREndiZAJE
(por ejemplo: contacto corporal, estimulación
son conceptos “ortogonales”. Es decir, ambos
social, contacto cara-a-cara). fenómenos existen en todas las sociedades e in-
fluyen en los procesos psicológicos en función de
Figura 2. El “modelo causal multinivel” la situación. Se trataría, entonces, de constructos
de Greenfield (2009) fluidos y dinámicos vinculados a determinados
ambientes locales, “cultura próxima”, en relación
En relación a las condiciones sociodemo- con diseños más macro “cultura distal” (Esteban
gráficas, se ha postulado la existencia de dos y Bastiani, 2011). Dicho con otras palabras, la
ambientes culturales prototípicos: 1) familias expresión de aspectos individualistas o colectivis-
urbanas de clase media, con escolarización tas dependería de la situación (Esteban, Bastiani
formal que viven en sociedades altamente tec- y Vila, 2009), y lo que se hace disponible en esta
nológicas y capitalistas, y 2) familias rurales, situación (Oyserman y Lee, 2008), de modo que
con poca escolarización formal, basadas en la persona tendría acceso, ya sea a través de
economías de subsistencia y escasa presencia Internet, el trabajo, la escuela, a valores indivi-
de tecnología. Lo que Greenfield (2009), recupe- dualistas y colectivistas. A esta objeción se puede
rando la distinción del sociólogo Tonnies, llama contra-argumentar que a pesar de que están
“sociedad” (“gesellschaft”) frente a “comunidad” presentes en todas las culturas, en determinadas
(“gemeinschaft”). Mientras que las primeras se sociedades predominan aspectos vinculados al
asocian a un modelo cultural que fomenta la individualismo, mientras que en otras aspectos

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relacionados con el colectivismo. Al adaptarse a Además, hay un aspecto que se echa de menos
estos nichos ecológicos, la persona asume la lente en el análisis de Keller y Greenfield, el carácter
cultural que mejor encaja (Greenfield, 2009). Sin político de los contextos de vida (Ratner, 2011),
embargo, se podría argumentar que no siempre aspecto que desarrollaré más adelante.
es así. Cosa que explicaría la existencia de ele- Teniendo en cuenta estas objeciones, plan-
mentos individualistas y colectivistas en una teo la noción de “geografía vital” en lugar del
misma sociedad (Esteban, Bastiani y Vila, 2009; concepto, demasiado rígido y estereotipado, de
Esteban y Ratner, 2011). Además, quisiera hacer “ecologías sociodemográficas” básicamente tra-
otra objeción al modelo de Greenfield (2009). ducidas en dos modelos prototípicos (Greenfield,
Según la teoría vygotskiana, las personas 2009; Keller, 2007). Dicho con otras palabras, la
controlan su conducta a través de la modifica- conceptualización de Greenfield y Keller idealiza
ción que hacen de su medio. Dicho con otras dos modelos ecológicos, aspecto que no permite
palabras, entre el individuo y el mundo siempre capturar la mezcla y heterogeneidad de rasgos
existe una mediación cultural y psicológica, ya sociodemográficos puestos en relación en un
que los entornos aparecen psicológica y cultu- mismo territorio producto de la globalización y
ralmente coloreados. Esta premisa cuestiona el la inmigración transnacional en las sociedades
carácter unidireccional que se presupone en el contemporáneas.
modelo de Greenfield (ver figura 2). Los valores En este sentido, distintos estudios muestran
culturales, por ejemplo, afectan los ambientes el carácter hibrido y fronterizo de la identidad
sociodemográficos. De modo que un alcalde que humana (Esteban, Vila y Bastiani, 2010), ade-
quiere fomentar la escolarización formal de su más de la “independencia” e “interdependencia”
ciudad diseñará el medio, lo sociodemográfico, como fenómenos “ortogonales” (Oyserman, Coon
de una determinada manera. En breve, el esque- y Kemmelmeier, 2002), múltiples e inseparables
ma es excesivamente simplista y unidireccional. (Raeff, 2006). En un ambiente, ecología, su-
Además de que utiliza el concepto de “causa”, puestamente colectivista -Chiapas (México)- se
muy problemático en Ciencias Sociales. Teóri- encuentran identidades o autoconceptos supues-
camente y, según el modelo, todas las personas tamente “independientes” o “interdependientes”
que forman parte de un determinado ambiente en función de la participación en una geografía
sociodemográfico (rural, pobre, con escasa escola- vital determinada: una universidad con un de-
rización formal, poca tecnología cultural) deberían terminado modelo educativo, por ejemplo. De
mostrar conductas colectivistas. No obstante, modo que mestizos e indígenas que estudian en
ello no sucede (Esteban, Bastiani y Vila, 2009). universidades privadas se asocian a identida-
Como he sugerido anteriormente, los ambientes des independientes, mientras que aquellos que
sociodemográficos pueden mezclar aspectos de asisten a universidades públicas y, sobre todo,
los dos modelos prototípicos postulados por Keller interculturales, muestran -desarrollan- identi-
(2007) y Greenfield (2009), estando sometidos al dades interdependientes (Esteban, Bastiani y
cambio histórico de modo que en una supuesta Vila, 2009; Esteban, 2011a; Esteban y Bastiani,
sociedad tradicional y colectivista como China 2011). Por lo tanto, el concepto de “ecologías
pueden emerger y coexistir aspectos vinculados sociodemográficas” de Greenfield (2009), así
a una sociedad individualista (Esteban y Ratner, como los dos modelos prototípicos descritos por
2011). Esto hace que en un determinado “retrato Keller (2007), no permiten capturar el carácter
de identidad” de una persona que pertenece a dinámico y situado de toda realidad cultural y
una “comunidad”, contexto de vida colectivista psicológica.
(los indígenas de Chiapas), pueda aparecer Según la noción de “geografía vital”, los am-
también aspectos vinculados a una “sociedad” bientes de aprendizaje y entornos sociodemo-
individualista como, por ejemplo, la autodefinición gráficos se comprenden como prácticas, y las
a partir de rasgos de personalidad o la mención prácticas conllevan mezcla, movimiento, flujo.
al “futuro ideal” (Esteban y Vila, 2010). Kagitçibasi (2005), por ejemplo, ha documenta-

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do la existencia de identidades o autoconceptos así como se ha demostrado que la alfabetización


autónomo-relacionales (“autonomous-relatednes modifica profundamente los modos de pensa-
self”) resultado de la urbanización y el desarro- miento e identidad (Cubero y Ramírez, 2005;
llo económico y tecnológico en ambientes con Santamaría, 2000). De modo que la cultura,
valores colectivistas. Específicamente, madres lejos de ser un estereotipo abstracto y general,
en ambientes rurales que han participado en se materializa en determinadas prácticas de
programas de educación formal modifican sus vida en las que conviven y pelean modelos de
ideas y prácticas parentales (Kagitçibasi, 1996), racionalidad y actividad.

Tabla 1
Componentes de cualquier “geografía vital”

Componente Explicación Ejemplos

Artefactos se trata de dispositivos (recursos) a la vez físicos Lancha para navegar en el Cañón del Su-
y simbólicos históricamente acumulados y social- midero, presa hidroeléctrica Manuel Moreno
mente transmitidos que amplifican, regulan y con- Torres, escudo de Chiapas, una cruz en el
trolan la conducta y actividad humana. Por artefac- monasterio de santa María de Montserrat, la
tos se entiende objetos e ideas o creencias cultura- Virgen de Montserrat, la leyenda del encuen-
les -narraciones-. tro de la Virgen “la Moreneta”, la creencia en
dios.

Relaciones Es el mecanismo a través del cual las personas Las instrucciones del guía turístico en el Ca-
sociales crean, modifican y aprenden a utilizar determina- ñón del Sumidero en relación a la navega-
dos artefactos. ción, el diálogo entre los seminaristas en el
monasterio de Montserrat.

Ambiente Características naturales, teñidas culturalmente, El río Grijalva en el Cañón del Sumidero, la
físico-simbólico de un territorio como una montaña, un río, la vege- montaña de Montserrat.
tación, así como las condiciones meteorológicas y
variables sociodemográficas como la pobreza, al-
fabetización, el carácter rural frente a urbano.

Actividades Actuaciones socialmente diseñadas (alimentación, Una visita turística en el Cañón del Sumidero,
(prácticas) trabajo, educación) a través de las cuales las per- una celebración litúrgica en el monasterio de
sonas sobreviven, adaptándose al medio a través Montserrat.
de su interiorización y transformación.

instituciones se trata de cualquier estructura de orden social El gobierno del Estado de México en el Ca-
que gobierna, a través de normas, roles, prácticas ñón del Sumidero a través de la presa hi-
y modelos de conducta, la acción de las personas. droeléctrica, una campaña publicitaria de los
medios de comunicación que difunden el Ca-
ñón como destino turístico, la iglesia católica
en el monasterio de Montserrat.

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El concepto de “geografía vital” enfatiza los colectiva de los chiapanecos. Además y, desde
aspectos situados y distribuidos de la agencia el año 1980, es un parque nacional visitado por
humana. De acuerdo con esta concepción, el miles de turistas al año. La “geografía” del Cañón
desarrollo humano no sería nunca algo gené- del Sumidero se convierte en “geografía vital” al
rico, sino que sería consubstancial a espacios estar psicológica y culturalmente mediada. Sirve
situados en el tiempo que acompañan y permiten como reclamo turístico, elemento identitario,
la experiencia psicológica. En este sentido, la así como proveedor de electricidad, gracias a la
“geografía vital” sería la parte “objetiva”, interp- presa hidroeléctrica Manuel Moreno Torres. De
sicológica, de la experiencia o vivencia humana. modo que es un producto cultural que produce
Incluye la estructura de los ambientes físicos, determinados fenómenos psicológicos como el
los artefactos disponibles y consumidos, la es- orgullo hacia el Estado de Chiapas. En el caso
tructura socioeconómica, así como las prácticas del monasterio de Santa María de Montserrat, se
realizadas en instituciones determinadas que trata de un recinto benedictino que se encuentra
encarnan ciertos valores o creencias culturales. en la montaña de Montserrat, perteneciente a
En definitiva, la teoría del cambio social de Gre- la comarca del Bages (provincia de Barcelona,
enfield nos parece simplista, al reducirlo a un España). Se trata de un símbolo para Catalunya
mero paso de la “comunidad”, como ambiente y se ha convertido en un punto de peregrinaje
prototípico e ideal, a la “sociedad”, como otro para creyentes y de visita obligada para los tu-
elemento prototípico e ideal, o viceversa. El cam- ristas. La orografía escarpada de la montaña se
bio social asociado a los procesos migratorios, convierte en “geografía vital” al incrustar en el
por ejemplo, conlleva procesos de continuidad entorno significados, prácticas y artefactos parti-
y discontinuidad cultural entre la sociedad de culares como determinadas leyendas populares.
origen y de destino, no pudiendo ser captados La más conocida es la de “la Moreneta”. Cuenta
por la dimensión individualismo frente a colec- la leyenda que la primera imagen de la Virgen de
tivismo, sociedad frente a comunidad. Montserrat la encontraron unos niños pastores
Un ejemplo de “geografía vital” sería el “Cañon en el 880. Tras ver una luz en la montaña, los
del Sumidero”, en Chiapas (México), o la “mon- niños encontraron la imagen en el interior de
taña de Montserrat”, en Catalunya (España). una cueva. La imagen que en la actualidad se
Se trata de escenarios de vida, a la vez físicos y venera, un auténtico artefacto, signo y tecnolo-
simbólicos, en los que se realizan determinadas gía religiosa, es una talla románica del siglo XII
prácticas, encarnando determinados conceptos realizada en madera de álamo que representa
culturales y disponiendo particulares artefactos a la Virgen con el niño sentado en su regazo y
culturales (tabla 1). mide unos 95 centímetros de altura. En su mano
El Cañón del Sumidero es una falla geológica derecha, la Virgen sostiene una esfera que sim-
que se levanta sobre el cauce del río Grijalva boliza el universo; el niño tiene la mano derecha
cerca de Tuxtla Gutiérrez (la capital del estado levantada en señal de bendición mientras que en
de Chiapas). Se considera una de las más espec- la mano izquierda sostiene una piña. La Virgen
taculares de América, iniciándose en Chiapa de es de color negro y popularmente ha tomado el
Corzo hasta la desembocadura artificial, la presa apelativo de “la Moreneta” (“la Morenita”). El 11
hidroeléctrica Manuel Moreno Torres, conocida de septiembre de 1884, el Papa León XIII declaró
como “Chicoasén”. Cuenta la leyenda que en oficialmente a la Virgen de Montserrat como la
época de la colonización española, los valientes patrona de Catalunya. No es difícil imaginar los
indígenas chiapanecos se revelaron contra los sentimientos, experiencias y pensamientos que
colonizadores y se negaron a pagar tributos hasta evoca esta particular geografía vital. Por un lado,
que se arrojaron por la parte más alta cayendo al al igual que pasaba con el Cañón del Sumidero,
río Grijalva. La relevancia de esta geografía es tal es un símbolo nacional, en este caso de Cata-
que incluso forma parte del Escudo de Chiapas, lunya. Por otro lado, ejerce la función comercial
convirtiéndose en un elemento de identificación de atraer, también como el Cañón del Sumidero,

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74 Moises Esteban Guitart

turismo. Finalmente, es un punto de encuentro cología, Wilhelm Wundt, considerado el padre


para feligreses, realizando misas y eventos que de la psicología moderna, y Lev S. Vygotski,
ensalzan creencias religiosas. precursor de la psicología cultural (Esteban y
Los ejemplos brevemente descritos ilustran Ratner, 2010). Según el primer, lo subjetivo, cómo
la geografía en tanto que actividad psicológica captamos aquello que estamos percibiendo, re-
y cultural. Precisamente, como ha reivindicado quiere ser comprendido siguiendo la “psicología
Scribner, el gran mérito de Vygotski fue “huma- de los pueblos” (Wundt, 1928). Las actividades
nizar” el mundo, es decir, dar contenido social, mentales superiores, y eso Vygotski lo hereda
carácter psicológico a lo que nos rodea. “El don de Wundt, no son accesibles a la investigación
especial de Vygotski fue el de poder captar el experimental, entendida esta en su sentido res-
significado de lo social tanto en las cosas como tringido (análisis de los tiempos de reacción). Su
en la gente. El mundo en que vivimos esta estudio exacto solamente es posible a través de
humanizado, repleto de objetos materiales y las obras colectivas, por ejemplo el lenguaje o el
simbólicos (signos, sistemas de conocimientos) rito. Cabe recordar que para Wundt, al igual que
que están construidos culturalmente, de origen para Vygotski (1985), las leyes del pensar no las
histórico, y de contenido social. Ya que todas hallamos por experimento ni por introspección,
las acciones humanas, incluyendo los actos de sino en el estudio del desarrollo del lenguaje y
pensar, implican la mediación de tales objetos su motivación social. Retomando la definición
("herramientas y signos"), son, solo por esto, de Shweder (1990, p. 1): “la psicología cultural
de una esencia social” (Scribner, 1990, p. 92). es el estudio de la manera en que las tradicio-
Del mismo modo la “geografía”, históricamente nes culturales y las prácticas sociales regulan,
moldeada, en tanto que territorio escenario de expresan y transforman la mente humana”.
la actividad humana, es un espacio cultural, Y es que según Vygotski (1979) lo psicológico
repleto de significados, artefactos, actividades. tiene un origen y una dimensión sociocultural
Es, por lo tanto, “geografía vital”. La cultura sin la cual no puede ser explicado. Esta opción,
como “geografía vital” es, ante todo, “psicología sea dicho de paso, tiene una vertiente aplicada
externa”, que ofrece a las personas modelos, claramente relevante para el científico social y
simbolizando reglas, mitos y valores de un de- es que para cambiar lo humano, para promover
terminado grupo cultural. y mejorar el bienestar psicológico y la calidad
de vida de las personas, lo relevante es inter-
¿Por qué una psicología cultural? venir y mejorar el entorno que moldea nuestra
experiencia o “geografía vital”, la reforma social
Tanto la necesidad de estudiar la mente hu- (Ratner, 2006). Este me parece que es, como
mana en el contexto o situación -“geografía vital”- intentaré ejemplificar y justificar más adelante,
en el que se expresa y construye (supuesto b); el principal motivo o el “para qué” -el sentido- de
como el análisis del influjo de la “dieta cultural” una psicología cultural.
sobre nuestra percepción o vivencia (supuesto
a) sitúan el por qué de una psicología orientada Tres principios de una psicología cultural
culturalmente. Dicho de otro modo: no hay más
remedio que recurrir a la “constitución mutua” En uno de los libros fundacionales de la
(Markus y Hamedani, 2007) entre mente y cul- psicología cultural, Michael Cole (1996) ex-
tura para entender la creación y desarrollo de pone siete características principales de esta
lo psicológico, es decir, los procesos de dotación corriente que llama “segunda psicología”: 1- la
de sentido y negociación de significado que nos acción mediada en un contexto como unidad de
permiten entender nuestro alrededor, así como análisis, 2- la importancia del método genético
regular nuestras conductas (Bruner, 1990). como herramienta de estudio, 3- el análisis de
El origen de este planteamiento nos remite, los acontecimientos en la vida diaria, 4- la na-
como mínimo, a dos de los grandes de la psi- turaleza co-construida y distribuida de la mente

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Una interpretación de la psicología cultural: Aplicaciones prácticas y principios teóricos 75

humana, 5- la actuación del individuo a pesar enfatizar el paso intermedio o relación entre la
del apriorismo de los entornos, 6- la interpreta- personalidad y el medio. En particular, el medio
ción como marco hermenéutico y 7- la combi- en relación a la persona en desarrollo, “un mismo
nación de metodologías propias de las ciencias medio, tomado en sus índices absolutos, tiene
sociales con otras más próximas a las ciencias significados totalmente distintos para el niño de
biológicas. A continuación voy a plantear tres uno, tres, siete y doce años” (Vygotski, 1996, p.
características que están en concordancia con 382). En este sentido, la “vivencia determina de
los supuestos 1) y 2) anteriormente anunciados, qué modo influye sobre el desarrollo del niño
y que giran alrededor del concepto de vivencia uno u otro aspecto del medio” (Vygotski, 1996,
humana (Esteban, 2009). p. 383). En definitiva, la “vivencia” se traduce
1) La vivencia humana como unidad de aná- en “el modo cómo vive dicha situación el niño
lisis. Según Vygotski (1996) la unidad dinámica (…) Si tuviéramos que formular una tesis for-
de análisis de la consciencia es la vivencia o mal, un tanto generalizada, sería correcto decir
experiencia humana (“perezhivanie”). “Podemos que el medio determina el desarrollo del niño a
señalar así mismo la unidad para el estudio través de la vivencia de dicho medio” (Vygotski,
de la personalidad y el medio. En psicología y 1996, p. 383).
psicopatología esa unidad se llama vivencia. La También en el trabajo de Bronfenbrenner
vivencia del niño es aquella simple unidad sobre (1979) se encuentran ideas parecidas a las de
la cual es difícil decir si representa la influencia Vygotski en relación a la importancia de cómo
del medio sobre el niño o una peculiaridad del la persona representa, percibe, el entorno, más
propio niño. La vivencia constituye la unidad de que el entorno por sí mismo. No es casualidad
la personalidad y del entorno tal como figura en que los dos autores mencionen a Kurt Lewin,
el desarrollo (…) la verdadera unidad dinámica psicólogo influenciado por la fenomenología.
de la conciencia, unidad plena que constituye la “En este trabajo se define el desarrollo como
base de la conciencia es la vivencia” (Vygotski, un cambio perdurable en el modo en que una
1996, p. 383). persona percibe su ambiente y se relaciona con
En inglés se ha traducido el término “perezhi- él” (Bronfenbrenner, 1979, p. 23). Cuando un
vanie” a “lived experience” o “emotional experience” niño o niña cree, interpreta o percibe un objeto
(Van der Veer y Valsiner, 1994). Sin embargo, para redondo en tanto que pelota puede asomarse a
González Rey (2011) “perezhivanie”, resultado él y disponerse a chutar. Mientras que si otro
de la unión de aspectos afectivos, emocionales y niño o niña piensa que aquello es de adorno y se
cognitivos, intelectuales, es una unidad para el puede romper, hará caso omiso y jugará con otro
análisis de la personalidad que Vygotski introduce objeto. Desde este punto de vista, el desarrollo
en el contexto del estudio del desarrollo psicológico humano consiste en adquirir una concepción de
y que va más allá que la mera “experiencia emo- uno mismo y, aquello que nos rodea, más amplia,
cional” ya que está se encuentra, según Vygotski, diferenciada, compleja (Bronfenbrenner, 1979).
intelectualmente organizada. Siendo la conducta, en definitiva, resultado de
Efectivamente, Vygotski utiliza este concepto esta concepción, interpretación o valoración sub-
en una de las últimas conferencias que realiza, jetiva (Gifre, Monreal y Esteban, 2011). Según
concretamente la ofrecida en el curso acadé- Nelson (2007), no cabe conducta psicológica sin
mico de 1933-1934 en el Instituto Pedagógico vivencia o experiencia: “Nada psicológico ocurre
Herzen de Leningrado titulada “la crisis de los sin ella. La experiencia es la transacción de la
siete años”, e incluida en las Obras Escogidas persona con aspectos del mundo externo. Es
de Vygotski, siendo material para un libro que pragmática y local, orientada des del yo y sus
el autor estaba realizando sobre psicología del preocupaciones, dependiendo de la motivación
desarrollo humano (Vygotski, 1996). En dicha y la atención. La experiencia es subjetiva y, a la
obra, el autor plantea la noción de “vivencia” vez, está sumisa al cambio y a la continuidad a
como unidad dinámica de la conciencia para lo largo del periplo vital” (Nelson, 2007, pp. 8-9).

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76 Moises Esteban Guitart

Para mí la “vivencia” se convierte en el as- creo que este es uno de los fundamentos más
pecto subjetivo de la cultura al reconocer que importantes de la psicología cultural, pienso que
los factores culturales están mediados por fe- la “acción mediada” como unidad de análisis es
nómenos psicológicos (experiencia psicológica, insatisfactoria por dos motivos.
vivencia) que a la vez tienen un origen social y En primer lugar, al afirmar la acción o activi-
están culturalmente organizados. Sin embargo, dad mediada como unidad de análisis y objeto de
distintas experiencias culturales promueven el estudio de la psicología cultural o sociocultural
desarrollo de distintas vivencias. De modo que es una falacia. Es decir, un patrón de razona-
las prácticas y factores culturales no generan, miento aparentemente correcto pero que contiene
directamente, conducta. La motivación, percep- un error en el propio procedimiento al confun-
ción, cognición, memoria, identidad, emoción, dir, en este caso, la explicación (“explicans”)
afectividad colorean y filtran la relación con el con lo que se tiene que explicar, la definición o
medio, resultando una determinada respuesta conclusión final (“explicandum”). En este caso,
en función de esta mediación psicológica. Al el mecanismo explicativo y lo explicado es lo
fin y al cabo, se trata de la función reguladora mismo: la acción y actividad mediada. Si bien
de la conciencia humana, aspecto reivindicado es verdad que la acción mediada permite agru-
por Vygtoski en varias ocasiones (1979; 1996; par satisfactoriamente el sujeto y la cultura -la
1997a). Sin embargo, experimentar el mundo de “tensión irreductible” de la que habla Wertsch
determinada manera es un resultado cultural, (1999), el mecanismo explicativo de lo psicológico
producto de las experiencias previas y las fuer- se confunde precisamente con esta actividad
zas de la situación. Por ejemplo, ser un profesor mediada. Es decir, es la acción mediada -como
de universidad, jugador de fútbol o ejercer de mecanismo de construcción de lo psicológico- lo
abogado conlleva aprender determinadas ha- que explicaría la acción mediada. Sin embargo,
bilidades y modos de sentir y experimentar las el “explicandum” (la proposición que describe
distintas actividades. Es decir, uno encarna el las propiedades de los objetos materia de la pre-
rol de profesor, jugador o abogado, mostrando gunta) no puede ser lo mismo que el “explicans”,
conductas adecuadas a la actividad y al contexto. las premisas a partir de las cuales se deduce la
Siendo también verdad que uno “experimentará” proposición del explicandum, tesis o conclusión.
de una particular manera el ejercicio de profesor, Es decir, el objetivo de la psicología es entender
jugador y abogado. la mente y conducta humana. Según la inves-
Probablemente no todos los psicólogos cultu- tigación sociocultural, la conducta humana es
rales estarían de acuerdo en asumir la “vivencia” siempre “acción mediada”. El segundo paso es
como unidad de análisis. En realidad, se han explicar esta conducta humana, es decir, buscar
propuesto otras unidades de análisis que siempre los mecanismos subyacentes al fenómeno. En
tienen la misma misión: representar, a la vez, este caso, la respuesta nos vuelve a llevar a la
al sujeto (la mente) y la cultura (el “entorno”). “acción mediada”. Es la “tensión irreductible”
Wertsch (1991; 1999), por ejemplo, postula, en entre el agente operando con medios mediadores
la investigación sociocultural, la “acción me- el factor explicativo del aprendizaje y desarro-
diada” como vínculo entre la acción mental y el llo humano. Finalmente, la unidad de análisis
contexto cultural, institucional e histórico donde vuelve a ser la “acción mediada” ya que en ella
se produce esa acción (Wertsch, 1991; 1999). El aparecen lo psicológico -“la acción”- y lo cultural
concepto de acción o actividad mediada alude a -“la mediación”- como elementos indiscernibles.
una idea ya expresada a lo largo del artículo según Hablar de “acción mediada” como principio es
la cual la agencia humana se explica a través de correcto, sin embargo pienso que no es acerta-
la actuación del individuo(s) con determinados do darle la autoridad de “unidad de análisis”
medios mediadores o, dicho con otras palabras, la ya que obscurece la diferenciación entre objeto
operación con determinados “signos” o artefactos de estudio, unidad de análisis y mecanismo(s)
culturales como el lenguaje. Si bien es verdad que explicativo(s).

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Una interpretación de la psicología cultural: Aplicaciones prácticas y principios teóricos 77

En el esquema vygotskiano, en cambio, se cultural” de Vygotski (1979, p. 94): “En el de-


distinguen claramente el objeto de estudio, la sarrollo cultural del niño, toda función aparece
unidad de análisis y el mecanismo explicativo. dos veces: primero, a nivel social, y más tarde, a
El objeto de estudio es la conciencia (Vygotski, nivel individual; primero entre personas (interp-
1991), la unidad de análisis es la “vivencia” sicológica), y después, en el interior del propio
(Vygotski, 1996) y el mecanismo explicativo es niño (intrapsicológica). Esto puede aplicarse
la mediación social y cultural, la “ley genética igualmente a la atención voluntaria, a la memoria
general del desarrollo cultural” (Vygotski, 1979). lógica y a la formación de conceptos. Todas las
El segundo motivo por el que pienso que funciones superiores se originan como relacio-
la “acción mediada” es insatisfactoria es que nes entre seres humanos”. Nuestra vivencia, en
minimiza los aspectos fenomenológicos de la definitiva, se halla conectada a la experiencia
existencia humana, es decir, la mediación psi- social, al conjunto de prácticas, instrumentos,
cológica entre el entorno (artefactos culturales) y rituales que una determinada comunidad hereda
el individuo. Precisamente González Rey (2011) históricamente y que considera relevantes para
ha reivindicado la subjetividad en la tradición la supervivencia, individualización y socializa-
histórico-cultural al recuperar la noción de ción de sus miembros. Comprende el mundo
“perezhivanie” vinculada al sentido y aspectos tal como es percibido e interpretado por otras
intelectuales y emocionales-afectivos de la per- personas, así como las actividades, instrumen-
sonalidad y conciencia humana. Sin embargo, tos y recursos textuales que estos utilizan para
hablar de “subjetividad” (mediación psicológi- construir y transmitir estas concepciones (me-
ca) no quiere decir menospreciar la relación dios de comunicación, escuela, fiesta regional,
consustancial entre la conducta humana y las Internet, libros, iglesias, monumentos, museos,
prótesis culturales, aspecto claro bajo la lógica etc.). Estos medios auxiliares que, “tecnología
del concepto de “actividad mediada”. Si bien la cultural”, nos permiten resolver tareas, vencer la
vivencia se trata de un proceso intrapsicológico acción impulsiva, plantear, anticipar e imaginar
que ocurre a través del “lenguaje interno” como soluciones (hacer un croquis de una casa antes
instrumento de pensamiento (“pensamiento ver- que edificarla), en pocas palabras, dominar y
bal”), y que subyace a la acción, se distribuye regular nuestra conducta, así como mantener
y sitúa en contextos y escenarios de actividad, el contacto social. En este esquema se diluyen
lo que aquí llamo “geografías vitales”. En este las fronteras entre lo psicológico y lo físico. He-
sentido, podríamos sostener que la vivencia o rederos del dualismo cartesiano según el cual
experiencia es un modo de pensamiento, que hay un sujeto pensante (lo interno y psicológico)
utiliza el lenguaje, la narración, para interpre- y una realidad externa (objetiva y natural) nos
tar y organizar aquello que nos sucede y que se cuesta pensar que lo social y lo ambiental es,
sitúa y distribuye en un determinado escenario también y, al fin y al cabo, psicológico (Esteban,
social. Aspecto que paso a desarrollar. Nadal, Vila y Rostan, 2008), como he intentado
2) La vivencia humana como realidad situada demostrar a través del concepto de “geografía
y distribuida. La experiencia o vivencia humana, vital”. Un nudo en el dedo, una agenda, una nota
lejos de ser solitaria, se forma y se transforma en la libreta o un monumento conmemorativo
en sociedad. Bajo una perspectiva vygotskia- nos permiten amplificar nuestra memoria, al
na, no se considera que la “vivencia”, en tanto igual que unos prismáticos ensanchan nuestra
que aspecto subjetivo de la cultura (el sentido vista. Hay, como decíamos anteriormente, una
-interpretación- asociado a una determinada “tensión irreductible” (Wertsch, 1999) entre
experiencia, suceso o actividad), sea un proceso nuestro organismo y los artefactos, recursos o
estrictamente personal. El origen de la vivencia, tecnologías culturales que utilizamos. De modo
al igual que el origen de cualquier proceso psico- que no es posible destripar nuestra acción del
lógico superior, es social. Según la anteriormente uso del lenguaje, el Internet o la notación ma-
mencionada “ley genética general del desarrollo temática. Bajo el paradigma de la psicología

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78 Moises Esteban Guitart

cultural, lo psicológico se halla entre el sujeto vocado por nuestro equipo de fútbol favorito,
y la tecnología que utiliza, entre las personas y por ejemplo, se halla dentro de un seguidor,
los artefactos que éstas se apropian. El desper- pero también fuera: el autor del gol, causante
tador, el semáforo, el ordenador, el lenguaje o de nuestra euforia, la cancha que lo celebra, el
una determinada fiesta nacional no son más, ni presentador que lo relata. Aquí la “situación” o
menos, que amplificadores de nuestra conducta “geografía vital” es un determinado estadio de
(prótesis –lo llama Bruner), auxilios externos que fútbol y la “distribución” se da entre las perso-
regulan nuestra actividad. Por eso, la vivencia nas que juegan y miran el partido, así como los
humana se encuentra situada y distribuida instrumentos que se utilizan (una pelota, una
en un contexto de actividad local, lo que llamo bandera, una portería, etc.).
“geografía vital”. Un sentimiento de euforia pro-

“He dibujado San Juan


Chamula, con la iglesia
que tanto admiro y bueno…
pues yo, ese es mi traje,
me gusta mucho portarlo,
mi mamá, que es lo más
importante para mi, mi her-
mana, Paz. Qué más… la
naturaleza porqué la ver-
dad… va con mi carrera…
me gusta mucho porque sin
ella no podría salir el turis-
mo alternativo, el ecoturis-
mo y el turismo de aventura
y este englobaría turismo
cultural y rural, sin la na-
turaleza no somos nada.
Turismo cultural englobaría
el traje y todo. Y los árboles
y las flores que es nuestra
vida y que nos da tanto”.

Figura 3. “Dibujo identitario” y explicación del mismo de una joven indígena de Chiapas (México)

En la figura 3 se puede observar un ejemplo entrevistador invita a la participante a que lo


de lo que entiendo por situación y distribu- explique. El objetivo, precisamente, es suscitar
ción de la vivencia. En este caso, se trata de la y explicitar una narración identitaria, es decir,
percepción que tiene una joven indígena de sí la vivencia que tiene la persona entrevistada
misma. El dibujo y la explicación del mismo son sobre sí misma. Como se puede observar, en el
el resultado de la siguiente cuestión: “¿Podrías relato aparecen aspectos sociales y culturales
intentar dibujar quién piensas que eres en este como su familia, los estudios que está haciendo,
momento? Puedes añadir, si quieres, las per- la naturaleza, su comunidad, su traje regional
sonas, cosas, que para ti sean importantes en y la Iglesia que dice admirar tanto. En este
este momento”. Una vez realizado al dibujo, el caso, la vivencia se sitúa en una determinada

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Una interpretación de la psicología cultural: Aplicaciones prácticas y principios teóricos 79

geografía vital y se distribuye entre los agentes Cañón del Sumidero y la montaña de Montserrat,
sociales que aparecen, la institución religiosa y subyacen particulares diseños producidos por
otros elementos o prácticas y artefactos como la determinados grupos de interés. En ambos casos,
naturaleza y la carrera de “turismo alternativo”. por ejemplo, empresas turísticas que ofrecen un
Además, se ilustra también la “ley genética ge- producto o servicio a cambio de dinero. Además,
neral del desarrollo cultural” en el sentido que en el caso del Cañón del Sumidero, aparece
los elementos de la vivencia de la joven indígena la explotación del espacio en tanto que presa
son ciertos modelos culturales, ciertos mensa- hidroeléctrica controlada políticamente. En el
jes y narrativas externas que la participante caso de la “montaña de Montserrat”, el principal
se apropia e internaliza como, por ejemplo, las diseñador de la geografía es la iglesia católica
creencias religiosas y los valores de respeto a la encarnada en el monasterio y las prácticas que
naturaleza de su comunidad. Por lo tanto, y con ahí se realizan. Ambos contextos de vida ofrecen
ello introducimos el tercer principio, la vivencia modelos y pautas de actividad. Y ambos entornos
o experiencia es el resultado de una particular geográficos promueven determinadas conductas
apropiación del discurso y experiencia social. y experiencias psicológicas.
Un discurso y experiencia social producto de Por lo tanto, al ser un producto cultural, la
narraciones en conflicto que luchan para modelar vivencia deviene también un producto político
la conducta humana, lo que conlleva hablar de en el sentido de que expresa determinadas
la dimensión política de la cultura. Aspecto que ideologías, reglas, normas, valores o discursos.
paso a desarrollar brevemente. Aspectos que, a través de la lucha política y el
3) La vivencia humana como resultado de la conflicto de intereses y relaciones de poder, se
política social. Por “política social” quiero decir imponen y superponen en un determinado pai-
el diseño de cualquier “geografía vital”, por lo saje de una determinada manera, afectando el
tanto, el diseño de los artefactos, prácticas, ins- contenido de la experiencia psicológica (Esteban
tituciones, relaciones que se establecen en un y Ratner, 2011; Ratner, 2011). Por ejemplo, poner
determinado medio. Dicho con otras palabras, un monasterio, unas instalaciones deportivas o
si la cultura regula la conducta humana a tra- un hotel en la montaña de Montserrat conlleva
vés de reglas, códigos y normas, la dimensión diseñar el paisaje psicológico del entorno de una
política de la cultura conlleva elucidar quién(es) u otra manera y con ello, motivar a la persona a
manejan determinada “geografía vital”. Es decir, actuar, experimentar y sentir unas u otras cosas.
qué discursos, narrativos, modelos de persona y La consecuencia de esta tercera caracterís-
de conducta subyacen a cualquier espacio psi- tica es que la construcción psicológica no es
cológico. Dicho con otras palabras, que “voces estrictamente democrática en el sentido de que
culturales” constituyen una particular geografía hay determinadas fuerzas, discursos sociales,
vital y subyacen a una determinada vivencia. que se imponen como norma y regulan el espa-
Entendiendo por “voces culturales” la apropiación cio de acción e interacción social. Por lo tanto,
de discursos, narrativas, sentidos y significados reconocer el carácter normativo de la cultura
que uno internaliza y, siguiendo la metáfora de conlleva tener en cuenta su dimensión política.
Bakhtin, “ventrílocua” (Wertsch, 1991).
En el ejemplo que aparece en la figura 3, se El sentido de la psicología cultural.
puede observar la presencia e importancia de La creación de geografías que promuevan
las voces culturales provinentes de la familia el desarrollo humano
de la entrevistada, el discurso de la religión
encarnado en la iglesia que dibuja, así como Bajo una perspectiva vygotskiana, los me-
los valores que desprenden su comunidad y la canismos implicados en el cambio psicológico,
carrera que está estudiando en relación al respeto por lo tanto, los factores explicativos del desa-
por la naturaleza. De igual modo, detrás de dos rrollo de los procesos psicológicos inferiores, se
geografías vitales anteriormente mencionadas, el encuentran “fuera” del individuo, en el espacio

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80 Moises Esteban Guitart

social y cultural. En realidad, se ha conside- lo que permitirá ilustrar el alcance y efectos de


rado que la educación es lo que caracteriza la una psicología orientada culturalmente.
especie humana, siendo el Homo educens una
de las premisas, aportaciones y conclusiones de La psicología cultural en la práctica
la psicología cultural (Bruner, 1997; Esteban, clínica y sociosanitaria
2011b; Moll, 1990; Vila, 1998). Por “educación” La primera de ellas nos remite a la terapia
no quiere decirse estrictamente los procesos sistémica (Ocho de Alda, 1995), narrativa (White
de enseñanza y aprendizaje que ocurren en el y Epson, 1993), el ámbito de la neurorehabilita-
aula, sino más bien las prácticas culturales de ción (VV.AA, 2008), y lo que Newman y Holzman
socialización, siendo la educación formal una (1999) han llamado “terapia social”.
de ellas, a través de las cuales los aprendices El paradigma de la terapia familiar sistémica
desarrollan competencias y habilidades bajo el postula que ni las personas ni sus problemas
apoyo y guía de otros agentes sociales y bajo la existen en una isla desierta, sino que ambos
mediación y extensión instrumental de artefac- están íntimamente ligados a sistemas recípro-
tos, a la vez físicos y simbólicos. Por lo tanto, cos más amplios, de los cuales uno de ellos es
en esta perspectiva, la intervención es “diseño la familia. Consecuentemente, se precisa tener
cultural” (Álvarez, 1990), es decir, creación de en cuenta el funcionamiento de estos sistemas
particulares escenarios de actividad y modifica- (la pareja, la familia, el trabajo, etc.) con el ob-
ción de lo que aquí he llamado “geografía vital”. jetivo de detectar los recursos, problemáticas
Dicho con otras palabras, con el objetivo de y pautas compartidas. De un modo general, el
transformar, cambiar la experiencia psicológica procedimiento terapéutico consiste en formular
de las personas, no tenemos más remedio que hipótesis acerca de las razones que llevaron a
cambiar, transformar, las circunstancias tec- la persona o familia a buscar ayuda, las expec-
nológicas (geográficas y culturales) de nuestro tativas asociadas, así como las metas que se
derredor. Es decir, diseñar entornos favorables espera alcanzar. Estas hipótesis iniciales son
a la consecución de ciertos fines deseables, el reelaboradas a través de preguntas circulares
último de ellos: mejorar el bienestar y la calidad (por ejemplo, ¿quién puede consolar mejor a
de vida de las personas. Por lo tanto, el sentido mamá cuando está triste, papá o la hija?, ¿qué
y la aplicación de la psicología cultural que es- hace papá cuando la hija es capaz de consolar a
toy proponiendo consiste en crear o modificar mamá?), intentando explicitar la epistemología
“geografías vitales” con el objetivo de optimizar que tiene el sistema de sí mismo, y de cambiarla,
el bienestar y desarrollo humano. si es necesario (Ochoa de Alda, 1995).
El tribunal de las ideas es el ámbito de la Dentro de la terapia familiar surge la terapia
praxis humana. De modo que el mejor modo de narrativa, alrededor de la década de los ochenta.
deliberar si una perspectiva teórica es adecua- Según esta estrategia terapéutica las personas
da, es exprimir las consecuencias prácticas o construyen historias que les permiten ordenar,
los efectos que esta tiene. En el caso de la psi- explicar y categorizar la realidad. Cuando estas
cología cultural la puesta en escena ya ha sido narraciones o historias están saturadas de pro-
mencionada. Se trata de modificar la vivencia blemas emerge la percepción y vivencia de las
de las personas a través de la intervención en dificultades o conflictos. Las habilidades y recur-
las condiciones materiales en las que éstas se sos personales y familiares quedan, entonces,
desarrollan. Ello tiene repercusiones en los tres infravalorados y enterrados bajo las narrativas
clásicos campos de aplicación de la psicología: el recurrentes de problemas. El eslogan sería: “la
clínico o terapéutico (sociosanitario), el educativo persona nunca es el problema, el problema es el
o social (socioeducativo) y el organizacional o problema”. Creencias de que no somos buenos,
contexto del trabajo (sociolaboral). A continua- que las mujeres delgadas son bellas, que un
ción, señalaré algunas aplicaciones prácticas hombre de verdad sabe como mantener a una
en estos tres ámbitos de actuación profesional, mujer, que unos padres deben educar a sus hijos

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Una interpretación de la psicología cultural: Aplicaciones prácticas y principios teóricos 81

de un modo perfecto son tesis absorbidas del AA, 2008). Estos artefactos o prótesis permiten
bagaje cultural (la “dieta cultural” –lo llamábamos amplificar las posibilidades fisiológicas y psico-
anteriormente) que conforma el nicho a través lógicas de los usuarios, de modo que el “diseño
del cual nos desarrollamos. La terapia, pues, artificial” o, apropiación de tecnologías culturales,
consiste en explicitar el efecto negativo de estos se convierte en un poderoso instrumento psico-
discursos y separarlos de las personas, separar lógico que acompaña la actividad de cualquier
lingüísticamente el problema de la identidad persona, permitiéndole vivir y desarrollarse (del
personal del usuario o paciente. La depresión Río, 1998). Y por diseño artificial o tecnologías
o la anorexia, por ejemplo, pueden convertirse culturales quiero decir artefactos que asisten la
en etiquetas, estigmas, de apariencia perenne. A actividad humana como, por ejemplo, una silla
partir de aquí, el terapeuta intenta andamiar un de ruedas, un determinado programa de ordena-
proceso en el que se reescriben estas situaciones, dor o unas piernas automatizadas o “locomat”,
configurando narraciones no contaminadas por es decir, una máquina que ayuda a gente que
síntomas negativos y separando la supuesta ha sufrido accidentes o golpes fuertes y que no
enfermedad de la persona. Por ejemplo, ¿qué perdió la movilidad de sus piernas, pero que
tipo de mentiras te está contando la depresión necesita de terapia para poder volver a caminar.
sobre lo que tú vales? ¿Cuándo te convencieron Más vinculada a la psicología vygotskiana es
los celos para que hicieras algo que lamentaste la llamada “terapia social” (Newman y Holzman,
más adelante? La reconstrucción de una historia 1997), según la cual un determinado contexto
de vida puede ayudar en este proceso (¿podrías grupal, de unos 10 a 25 personas, ayuda a los
intentar dividir tú vida en capítulos o momentos individuos a superar sus problemas emocionales.
que para ti han sido importantes, significativos?, Desde esta perspectiva, el grupo, no los miembros
¿qué influencias negativas y positivas piensas individuales, es la unidad terapéutica. No se trata
que has tenido?, ¿cómo te gustaría que fuese de una relación diádica sino colectiva. Es más,
tu futuro?). En definitiva, la terapia familiar se necesita de una actividad colectiva para que
sistémica, en general, y la terapia narrativa, en el aprendizaje lidere el desarrollo, es decir, para
particular, permiten visualizar una estrategia que las personas aprendan cosas y por lo tanto
clínica encaminada a cambiar la vivencia de las se desarrollen psicológicamente. En esta terapia
personas teniendo en cuenta que estas están se utilizan estrategias como la imaginación crea-
inmersas en un contexto relacional. tiva en la que las personas actúan y al actuar
Otra aplicación clínica que pienso responde, experimentan emociones que interiorizan. Por
en cierta medida, a los cánones de la psicología ejemplo, hacer una breve representación teatral,
cultural es la neurorehabilitación. Es decir, la de un minuto, sobre las vidas de los participantes
especialidad médica que engloba el conjunto (“Performance of a Lifetime”). El grupo, con el ma-
de procedimientos neurológicos, psicológicos, terial que emerge de las representaciones, trabaja
sociales, dirigidos a ayudar a una persona a para mejorar su actuación, y con ello interiorizar
alcanzar su más completo potencial a pesar de nuevas formas de vida (Holzman, 2009).
su deficiencia fisiológica o anatómica, así como
de las limitaciones medioambientales que ésta La psicología cultural en la práctica
se pueda encontrar. El Instituto Guttmann, por socioeducativa
ejemplo, ha desarrollado distintas “tecnologías Otra gran área profesional de la psicología eng-
culturales” con el objetivo de mejorar la reha- loba la práctica socioeducativo (ámbito de protec-
bilitación integral de las personas con lesión ción a menores, asistencia social, psicopedagogía,
medular, daño cerebral adquirido u otra gran etc.). En este contexto también son totalmente
discapacidad de origen neurológico. La finalidad aplicables los principios de la psicología cultural.
es dotar de recursos a las personas para mejorar En definitiva, se trata de realizar programas de
su autonomía personal, su vida independiente, intervención psicosocial que modifiquen las per-
su autogestión, así como la inclusión social (VV. sonas a partir de la transformación comunitaria.

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82 Moises Esteban Guitart

Un programa de prevención del consumo abuso nuevas tecnologías y el aprendizaje cooperativo,


de alcohol en jóvenes, la promoción del empleo niños y niñas de entre 5 y 15 años encuentran un
en madres en riesgo de exclusión social, un pro- sitio para jugar y aprender, utilizando cámaras
grama de tutores-mentores para mejorar el rendi- digitales, Internet, impresoras, etc. Los niños y
miento escolar en una zona urbana marginal, la niñas realizan juegos en CD-ROM, utilizan pá-
prevención de la violencia doméstica a través del ginas web infantiles y juveniles, juegos de mesa,
acompañamiento comunitario o la construcción efectúan búsquedas en la red, se comunican a
de un centro de estudios de la naturaleza son través de correo electrónico, etc. Las actividades
ejemplos de estrategias encaminadas a modificar giran alrededor de un laberinto bajo la guía y
los entornos ecológicos con el objetivo de promover orientación de un personaje mítico (Shere Rom),
el bienestar y la calidad de vida de las personas que se comunica a través de cartas y correos
(Maya, García, Santolaya, 2007). En realidad, se electrónicos. En cada habitación del laberinto
han desarrollado distintas estrategias de inter- hay dos juegos (en total 40 distintos), cada cual
vención educativa (diseño curricular, estrategias con su Guía de Tareas donde se muestran los
de enseñanza y aprendizaje, intervención en los objetivos a lograr en los distintos niveles. Los
mecanismos de influencia educativa) en base a propios compañeros, así como estudiantes y vo-
las ideas vygotskianas y aportes contemporáneos luntarios, ayudan a superar los distintos juegos
(ver Esteban, 2011b, para una revisión). y actividades. En definitiva, se trata de crear un
Una de estas estrategias o programas educati- contexto significativo que promueva el aprendizaje
vos, explícitamente vinculado a la psicología cul- de la lectoescritura, el trabajo colaborativo y la
tural, es el proyecto llamado “Quinta Dimensión” alfabetización digital a alumnos en situación de
que surge durante los ochenta del siglo pasado dificultad social.
liderado por Michael Cole. Se trata de un entor- Otro programa, en el contexto educativo,
no lúdico pensado para promover el aprendizaje basado en ideas vygotskianas y la psicología
y el desarrollo intelectual de niños y niñas en cultural, es el “funds of knowledge” (“fondos
contextos desfavorecidos. A través de distintos de conocimiento”) surgido en la Universidad de
juegos de ordenador, tareas telecomunicativas e Arizona y que pretende mejorar el rendimiento
investigaciones a través de la red los niños y niñas del alumnado inmigrante.
leen, escriben y resuelven problemas lógicos y Existe el prejuicio según el cual los conoci-
matemáticos. Se trata de una microcultura, con mientos y habilidades de las personas dependen
sus reglas y normas, que recrea un laberinto a de su clase y condición social. De modo que
través del cual y, con la ayuda de un mago (el muchas veces se ve con inferioridad a grupos
Wizard), los niños y niñas van subiendo de nivel. inmigrantes debido a que se postula un déficit
Distintas versiones de esta metodología han estado cognitivo e incluso cultural. Frente a esta posición,
adaptadas a distintas partes de todo el mundo, el proyecto “fondos de conocimiento” parte de la
y las evaluaciones existentes muestran grandes premisa de que todas las personas disponen de
resultados a nivel motivacional, cognitivo y social recursos educativos, fondos de conocimiento,
(Cole, 2006). En España, el grupo del psicólogo acumulados en base a su historia laboral y fa-
cultural José Luis Lalueza, ha llevado a cabo una miliar. El problema es que muchas veces estos
versión de la Quinta Dimensión, llamada “La casa recursos son desconocidos -y por lo tanto silen-
de Shere Rom”. Se trata, como la versión original, ciados- en las escuelas que suelen estar bajo el
de una actividad extraescolar, en este caso que dominio de otro grupo cultural. En este sentido,
empezó a funcionar en octubre de 1998 en el la idea del proyecto consiste en aproximar la
barrio de Sant Roc de Badalona, a pesar de que cultura escolar a la cultura familiar a través de
posteriormente se viene realizando en distintos la formación de maestros y maestras en técnicas
sitios como en el Barrio de Gràcia de Barcelona, antropológicas como la etnografía con el objetivo
en colaboración con la Unión Gitana de Gràcia y de desarrollar innovaciones curriculares en base
el Ayuntamiento de la ciudad. Mediante el uso de a los conocimientos y habilidades detectadas en

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Una interpretación de la psicología cultural: Aplicaciones prácticas y principios teóricos 83

los hogares de sus alumnos/as (Esteban y Vila, orientación cultural enfatizaría el análisis de
2012; González, Moll y Amanti, 2005; McIntyre, las relaciones humanas establecidas, el clima
Rosebery y González, 2001; Moll, Amanti, Neff laboral o la cultura explícita e implícita que tiene
y González, 1992; Saubich y Esteban, 2011). toda organización (“cultura organizacional”); así
Es decir, se parte de la premisa de que todos como la promoción del cambio (mejora) mediante
los alumnos y alumnas, más allá de su condi- la intervención en este sistema laboral. Ello se
ción económica, lingüística y cultural, disponen materializa, por ejemplo, a través de programas
de “fondos de conocimiento”. Entendiendo por de calidad de vida laboral, es decir, intervencio-
“fondos de conocimiento” prácticas lingüísticas, nes que pretenden mejorar las relaciones entre
sociales y culturales, históricamente acumula- los trabajadores y el medio ambiente laboral
das, que proveen cuerpos de conocimiento, ha- considerado como un todo.
bilidades, destrezas que son esenciales para el El termino “calidad de vida en el trabajo”
bienestar de las familias (Moll, 1997). Ejemplos tuvo sus orígenes en una serie de conferen-
de “fondos de conocimiento” serían habilida- cias patrocinadas al final de los años 60 por el
des vinculadas con la agricultura y la cría de Ministerio de Trabajo de los Estados Unidos y
animales, la construcción (carpintería, diseño, la Fundación FORD. La idea subyacente que
arquitectura), la música, la religión, la medicina, ampara dicho concepto es que si la calidad de
la reparación de vehículos o la economía. Cono- vida laboral es buena, entonces se generará un
cimientos derivados de la experiencia laboral y la clima de confianza y respeto mutuo y las per-
historia familiar de un determinado alumno que sonas tenderán a aumentar su rendimiento y
se convierten en recursos educativos cuándo son elevar sus oportunidades de éxito psicológico.
incorporados en la actividad escolar por parte Por lo tanto y, a modo de ejemplo, ofrecer opor-
del maestro o la maestra, quiénes previamente tunidades de crecimiento continuo y seguridad
han documentado estos fondos de conocimiento puede expandir los propósitos educacionales
a través de distintas visitas a las familias. Por de los trabajadores, así como su sentimiento de
ejemplo, Amanti (2005), después de atestiguar competencia y valía personal, lo que derivará en
que había una gran experiencia en caballos en un mayor compromiso, mejor bienestar y optimo
algunas de las casas de los alumnos y alumnas rendimiento (Carbó, 1999).
que visitó, decidió diseñar una unidad curricular De entre las teorías inspiradas en el legado
en torno a ello utilizando distintos recursos para vygotskiano y la escuela histórico-cultural, una
trabajar distintas materias. En ciencias sociales, de las más utilizadas en el ámbito laboral y de
por ejemplo, se trató el tema de las misiones de las organizaciones ha sido la versión de la teo-
los españoles y su rol en traer caballos a Amé- ría de la actividad desarrollada por Engeström
rica, se visualizó una película sobre vaqueros, y (2000, 2001, 2007). Su enfoque del “aprendizaje
se estudió los distintos usos de los caballos. En extendido” ha modificado el triángulo vygotskiano
el área de lenguaje y arte se creó un diccionario original formado por un estímulo, reformulado
español-inglés sobre distintos conceptos vincu- como agente o sujeto, una respuesta –objeto, y
ladas al tema, se analizó un video, se buscaron una mediación. Según Engeström (2001), este
libros, cuentos o historias sobre caballos. En esquema es demasiado simplista y no representa
el área de ciencia y matemáticas se analizó la el carácter colectivo del aprendizaje y agencia
anatomía del caballo, su conducta, su evolución, humana. En su última formulación, Engeström
así como se trabajó con distintas unidades de considera dos sistemas de actividad interactuando
medida y transformación. como la mínima unidad de análisis. Por sistema
de actividad se entiende el esquema vygotskiano
La psicología cultural en la práctica original (estímulo-mediación-respuesta) incor-
sociolaboral porando la “comunidad”, la “división del traba-
Finalmente, en el marco de los Recursos jo”, las “normas”, “artefactos mediadores” y el
Humanos o la psicología de la empresa, la “objeto” o resultado de la actividad (Engeström,

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84 Moises Esteban Guitart

2001). En este escenario o sistema de actividad tuaciones problemáticas y diseñar conjuntamente


compiten distintos puntos de vista, tradiciones nuevos modelos de trabajo y actividad, se utili-
e intereses, creándose distintas posiciones para zan artefactos como diagramas de la estructura
los participantes (“división del trabajo”) y siendo organizacional, calculo de costos o técnicas para
las contradicciones las fuentes del cambio y el la resolución de problemas como la simulación
desarrollo. Por “contradicciones” se entiende “pro- de casos o situaciones (“role-playing”).
blemas”, “tensiones”, “conflictos”. Por ejemplo, Esta metodología fue originariamente imple-
una contradicción puede provocarse al introducir mentada en cinco oficinas de correos de Finlandia
una nueva tecnología en el sistema de actividad, en el año 1996. El proyecto, llamado “Delivery
artefacto que puede poner en cuestión aspectos 2000”, tenía el objetivo de rediseñar el trabajo
del sistema como, por ejemplo, las normas o la de los carteros con el objetivo de ofrecer servi-
división del trabajo. Estas contradicciones ge- cios innovadores en respuesta a la competencia
neran conflictos y, según Engeström, oportuni- ofrecida por otros sistemas privados de reparto.
dades para cambiar la actividad. En particular, En primer lugar, los trabajadores analizaron la
el autor habla de “transformación expansiva” historia y las contradicciones de su actividad
(“expansive transformation”) para referirse a la de trabajo, analizando el exceso de burocracia
reconceptualización del objeto y el motivo de la e individualidad de su tarea laboral. Por ejem-
actividad, generándose un horizonte más amplio plo, una contradicción detectada y analizada,
de posibilidades en comparación con el modelo mediante el “triangulo expandido”, fue concebir
de actividad anterior. Se trata de un proceso el reparto como una tarea individual o colectiva,
colectivo de zona de desarrollo próximo a través por lo que hace a la “división del trabajo”. En
del cual una nueva forma histórica de actividad una segunda fase, los trabajadores diseñaban
social se incrusta en las presentes acciones cómo debería ser su trabajo en el año 2000.
cotidianas transformándolas sustancialmente Por ejemplo, por lo que hace a la “división del
(Engeström, 2001). trabajo” se ideaba un sistema por equipos en el
Siguiendo esta línea de pensamiento, Enges- que hubiese rotaciones entre distintas tareas
tröm y su equipo han desarrollado un método por grupos. También surgió la idea de concebir
(“Change Laboratory method”) con el objetivo de las distintas oficinas de correos responsables de
mejorar el funcionamiento de un equipo de trabajo sus propios resultados como modo de reformu-
o distintas organizaciones que trabajan de forma lar las “normas” del sistema de trabajo (oficinas
conjunta (Engeström, 2007). La idea consiste de correos independientes responsables de sus
en proveer un espacio físico donde se puedan propios resultados). Finalmente, en la tercera
reunir los trabajadores, los investigadores, los y última fase, se implementaban las soluciones
clientes para generar mejoras en el servicio que que se habían diseñado para observar y anali-
ofrece una determinada organización u organi- zar su impacto. Por ejemplo, un grupo decidió
zaciones. En este espacio se discute y analiza la empezar a vender sellos a las propias casas de
unidad de trabajo entendida como un sistema los clientes, ahorrando el viaje de los usuarios
de actividad (con determinadas normas, división de correos. Otra práctica desarrollada consistió
del trabajo, instrumentos, personas, comunidad en ofrecer un servicio seguro (“safety service”)
y el resultado u objeto de la actividad). A partir para la gente mayor que vivía sola. Se trataba
del análisis de distintos conflictos, se analiza el de detectar estos usuarios y asegurarse de que
sistema mediante la utilización de estadísticas, recibían correctamente los paquetes o cartas
videos, fotografías, historias, respuestas de los (Engeström, 2007).
clientes que funcionan como “datos espejo” En definitiva, en este caso la intervención se
(“mirror data”), una ventada donde poder exter- basa en conceptualizar una determinada unidad
nalizar, observar y conceptualizar los problemas, de trabajo u organización como sistema(s) de
conflictos, contradicciones o demandas de la actividad con el objetivo de interpretar su estruc-
organización. Con el objetivo de analizar las si- tura (normas, agentes, división del trabajo, etc.)

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Una interpretación de la psicología cultural: Aplicaciones prácticas y principios teóricos 85

y producir cambios a través de los conflictos, Sin embargo, siguiendo de cerca el esquema
contradicciones o problemas detectados. En el vygotskiano, he considerado la “vivencia”, en
lenguaje que he propuesto aquí, se trataría de tanto que percepción o mediación psicológica del
visualizar una particular “geografía vital” expli- entorno, la piedra angular sobre la cual vertebrar
citando su dimensión “subjetiva” (la vivencia una psicología de orientación cultural. La vivencia
de las personas, qué interpretación, demandas, es la parte subjetiva de la cultural, el modo en
problemas detectan del contexto y actividad); la que una persona percibe, siente-conceptualiza,
dimensión “objetiva”: los artefactos utilizados, su ambiente y se relaciona con él. Es mediación
incluido la cultura en la empresa -“las formas psicológica entre la conducta y el medio ya que
explícitas e implícitas de vida compartida”-, los la “vivencia” conlleva asumir la carga y el tinte
rasgos de la institución, los entornos físico y fenomenológico de las percepciones, memorias
simbólicos -lo que permiten, lo que no, cómo (recuerdos), pensamientos, emociones, afectos,
rediseñarlos y para qué-, las actividades y la sobre cualquier conducta. La conducta cultural
calidad de las relaciones sociales mantenidas; nunca es directa ni el resultado de una asocia-
y, finalmente, la dimensión “política”, es decir, ción ambiental. Entre el estímulo y la respuesta,
los valores, ideologías, normas, reglas -las “vo- siempre hay una anticipación, una representa-
ces”- que gobiernan el sistema de actividad. ción mental de la situación, por lo tanto, una
Precisamente voy a terminar el artículo consi- mediación psicológica. En La conciencia como
derando estas tres dimensiones como los ejes problema de la psicología del comportamiento,
de la visión de la psicología cultural que se ha Vygotski (1991) empieza con una cita de Marx
propuesto en este artículo. quién compara el trabajo mecánico, instintivo y
estereotipado de los animales (la araña, la abeja)
La dimensión subjetiva, objetiva y política con el de un constructor: arquitecto o artesano.
de la cultura. A modo de conclusión Antes de ejecutar su acto, la construcción de
una casa, el arquitecto proyecta idealmente el
La relación entre las personas y sus entor- resultado final de la obra que pasa a tener una
nos físicos y simbólicos siempre es indirecta, es “existencia ideal”. Esta “experiencia duplicada”
decir, está psicológica y culturalmente mediada. (Vygotski, 1991) es la que permite al hombre
En realidad, según la psicología vygotskiana, desarrollar formas de adaptación activas que
organizamos y controlamos nuestra conducta no posee el animal.
a través de la manipulación del entorno, lo que De esta manera, la “geografía”, entorno o con-
aquí llamo “geografía vital”: artefactos culturales, texto de actividad, deviene “vital” al convertirse
instituciones sociales, relaciones interpersona- en cultura y psicología. Es más, se convierte en
les, prácticas y actividades y ambientes a la vez el origen de los procesos psicológicos superiores
físicos y simbólicos. “A través de la actividad ya que éstos son el resultado de la incorporación
externa, las personas modifican los ambientes (apropiación) de determinados signos (artefactos).
y, de esta manera, afectan su propia conducta Signos (artefactos) que, conjuntamente con los
sujetándola a su propia autoridad” (Vygotski, ambientes (físicos y simbólicos), las relaciones
1997, p. 212). sociales, las instituciones y las actividades (prác-
Creo que esta íntima conexión entre la con- ticas), se convierten en los factores o mecanis-
ducta humana y los medios culturales a través mos asociados a la experiencia psicológica, los
de los cuales se organiza y controla es la gran “ladrillos” o aspectos “objetivos” de la cultura.
aportación que hace a la psicología la psicolo- La vivencia se forma a través de la “geografía
gía histórico-cultural o psicología cultural de vital”, objetivando, encarnando, apoyando psico-
orientación vygotskiana. Wertsch (1991, 1999) lógicamente los valores, prácticas, costumbres,
lo llama “actividad mediada” y, según su aproxi- reglas, ideas que caracterizan un determinado
mación sociocultural, es la unidad de análisis entorno o contexto real de vida. Por lo tanto, la
de la psicología. dimensión subjetiva (vivencia) y objetiva (geogra-

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86 Moises Esteban Guitart

fía vital) se constituyen mutuamente al formar Álvarez, A. (1990). Diseño cultural. Una aproximación ecológica a la
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parte de una misma realidad interdependiente. Aprendizaje, 51-52, 41-77.
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objeto a experimentar. La vivencia da contenido zález, L. Moll y C. Amanti, Funds of knowledge. Theorizing prac-
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a la cultura que, a su vez, la organiza. Sin em- Mahwah, Lawrence Erlbaum Associates.
bargo, los factores de la geografía vital dominan
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está al margen de ellos, sino que es el producto, desarrollo humano. Barcelona: Paidós, 1987).

resultado situado y distribuido de determinados Bruner, J. S. (1990). Acts of Meaning. London: Harvard University
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se adapta a cualquier geografía vital, generando gía de la organización. Barcelona: Ediciones Granica.
las conductas apropiadas y vinculantes a las Carpendale, J. y Lewis, C. (2006). How children develop social under-
demandas y características del medio. Es por standing. Oxford: Blackwell.
esto que hay una dimensión política en la cul- Cole, M. (1996). Cultural Psychology: A Once and Future Discipline.
tura ya que ésta sistematiza, organiza, regula London: Harvard University Press. (Trad. Cast.: Psicología Cul-
tural. Una disciplina del pasado y del futuro. Madrid: Morata,
la experiencia y conducta humana, siendo una 1999).
especie de cancha de tenis a través de la cual Cole, M. y Distributed Literacy Consortium (2006). The Fifth Dimen-
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“geografías vitales” se convierte en la dimensión
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aplicada de la psicología cultural. nes al estudio de la relación entre mente y cultura. Infancia y
Evidentemente, lo que aquí se ha presentado Aprendizaje, 26, 181-199.
es una interpretación de la psicología cultural. Del Río, P. (1998). De la discapacidad como problema a la discapacidad
Una particular visión y posicionamiento que como solución. El largo camino recorrido por el pensamiento de-
fectológico desde L. S. Vygotski. Cultura y Educación, 11, 35-57.
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cultural, incluso dentro de la psicología cultural iela, M. Cole y J. Wertsch (Eds.), The Cambridge Companion to
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en lugar de entorpecer el camino, ello abre ho- Del Río, P. y del Río, M. (2008). La construcción de la realidad por la
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Definicion de cultura Cap II Psicologia social,


cultura y educacion

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CAPITULO II
CULTURA Y PSICOLOGÍA SOCIAL

Darío Páez
Elena Zubieta

Definición de Cultura
Psicólogos sociales y antropólogos coinciden en definir a la cultura como un estilo
de vida. La cultura consiste en los patrones socialmente adquiridos de pensamiento,
sentimiento y acción (Klineberg, 1954/1988; Ember y Ember, 1997; Kottak, 1994; Bodley,
1997).
Pese a este acuerdo genérico, la cultura es un concepto nebuloso: todas las
definiciones comparten algún atributo, pero, ninguna todos. Así, por ejemplo, una serie de
revisiones sistemáticas han encontrado hasta 105 definiciones de este concepto. En
general, se pueden diferenciar dos grandes familias de definiciones: la cultura objetiva,
entendida como patrones de conducta en un hábitat, y la cultura subjetiva, como
estructuras de significado compartidas.
Tanto los patrones de producción y consumo como las características ecológicas de
las sociedades son los elementos principales del aspecto objetivo (Triandis, 1995). Desde
este punto de vista, las cerca de 200 naciones del mundo y sus seis mil millones de
habitantes podrían diferenciarse de diferentes maneras. Un análisis de 82 naciones con 232
variables macro-sociales realizado entre los años 1960-1970 encontró un primer factor de
desarrollo económico definido por variables de producción como el porcentaje de la
población no-agrícola, la cantidad de trabajadores industriales, el producto nacional bruto,
y variables de consumo, como el nivel de consumo energético, cantidad de teléfonos,
radios, consumo de periódicos y cantidad de camas de hospital (Smith y Bond, 1998). Así,
desde el punto de vista de la producción y la renta se pueden diferenciar las siguientes
categorías de sociedades:
a) 40 países reúnen al 15% de la humanidad, tienen una alta renta per capita superior
a 10 mil dólares anuales de paridad de poder adquisitivo, disfrutan del 55% de la
renta mundial, el 75% de la población vive en urbes y la mayoría de la población
trabaja en el sector de la industria y en el de servicios. Estos países son Europeos
Occidentales, algunos Asiáticos como Japón, Singapur y Hong Kong, norte-
americanos como Estados Unidos y Canadá, estando también Australia y Nueva
Zelanda. Dichos países tienden a ser culturalmente individualistas, aunque hay
algunos relativamente colectivistas en Asia y Europa del Sur. Portugal con sus diez
mil dólares per capita es relativamente colectivista, mientras que Suiza con sus 20
mil dólares de renta es más individualista.
b) 90 países en los que viven alrededor del 33% de la población mundial tienen una
renta per capita media entre 2.500 y 10 mil dólares anuales, disfrutando del 37% de
la renta total. Estos países han vivido procesos de industrialización, aunque la
mitad de la población reside en el campo y trabaja en la agricultura. Dichos países
se encuentran en Europa del Este, América Latina, África del Norte y del Oeste, así
como en Oriente Próximo – los países productores de petróleo árabes -. Algunos se
caracterizan por una renta relativamente alta, como Argentina (antes de la crisis),
Corea y Arabia Saudita - con cerca de 9 mil dólares -. También se diferencian entre
ellos por el grado de colectivismo cultural, relativamente menor en un país de
inmigración europea como es el caso americano de Argentina y Brasil, que hace
que éstos se asemejen más en individualismo a los países del primer grupo
(Oyserman et al., 2002).
c) 60 países en los que habita más del 50% de la población mundial, tienen una baja
renta anual inferior a 2.500 dólares y viven con sólo un 8% de la renta mundial. El
25% de la población vive en las ciudades y la mayoría trabaja en labores agrícolas.
Estos países pertenecen su mayoría a África, Asia y una parte importante a
América Latina. Dos de ellos, India y China, reúnen alrededor del 40% de la
población mundial y se han desarrollado sistemáticamente en las últimas décadas,
aunque aún en la actualidad la mayor parte de sus habitantes son campesinos
(Macionis y Plummer, 1999). Estos países son claramente más colectivistas que los
países anglo-sajones del primer grupo (Oyserman et al., 2002).
Desde el punto de vista del consumo, a partir de la dieta, transportes y materiales
gastados se pueden diferenciar tres conjuntos de sociedades:
a) Un 20% de los habitantes del planeta consume carne, alimentos en conserva y
procesados, y bebidas industriales. Se transportan en autos privados y utilizan
material industrial.
b) Un 60% de los consumidores come esencialmente cereales y granos. Beben agua
potable, se transportan en autobuses colectivos y bicicletas y utilizan productos
duraderos, aunque sean de origen artesanal.
c) Un 20% de la humanidad no tiene suficientes cereales y granos para comer, beben
agua no potable, caminan como medio de transporte y utilizan materiales naturales
locales sin procesar (Durning, 1992 en Bodley, 1997).
Simplificando, los consumidores del primer estilo corresponden a los habitantes de
los países de rentas alta y media alta, así como a las clases altas de los otros países. Los de
segundo estilo corresponden a los habitantes urbanos y a las clases medias de los países de
renta media y baja, así como a parte de los campesinos. Finalmente, el tercer estilo de
consumidor corresponde a campesinos y a pobres de los países de renta baja.
Desde el punto de vista ecológico, Georgas y Berry (1995, citado en Smith y Bond,
1998), utilizando datos sobre la temperatura, la disponibilidad de agua y terrenos para el
cultivo, analizaron 121 naciones y de ellas obtuvieron cuatro conjuntos o categorías
ecológicas:
a) 44% de las naciones eran cálidas y húmedas,
b) 27% de las naciones tenían clima y capacidad de cultivo moderado; 20 de las 33
naciones ecológicamente moderadas eran europeas,
c) 12% de las naciones eran frías y
d) 17% de las naciones cálidas y secas.
Estos aspectos estructurales de producción, consumo y ecológicos son tanto
factores objetivos explicativos de las culturas subjetivas como causas alternativas de
explicación de la conducta social, como veremos más adelante.

2 Psicología Social, Cultura y Educación


Cultura como Pautas de Conducta y Creencias
Una cultura se caracteriza por un estilo y regularidad de conductas y reglas de
acción. Sin embargo, no todos los patrones de conductas regulares que se encuentran en
una sociedad son producto de elecciones valorativas: los atascos de tráfico se producen
pese a que la gente valora la rapidez y conducir bien. Este patrón regular colectivo es
también un efecto perverso agrupado de decisiones individuales racionales, que en su
agregación producen el efecto contrario al buscado. Finalmente, las constricciones
situacionales (ecológicas, económicas, de estructuras de poder, de comunicación y de
división del trabajo) producen cambios de patrones conductuales independientemente o
contrarios a algunos valores culturales. Un ejemplo clásico es la incorporación de las
mujeres a la fuerza de trabajo en tiempo de guerra o de emigración en culturas patriarcales
y que enfatizan la segregación de genero.
La cultura se concibe como un conjunto de conocimientos compartidos por un
grupo de individuos que tienen una historia común y participan en una estructura social
(Triandis, 1995; Markus, Kitayama y Heiman, 1996). Así, cultura refiere entonces a los
patrones de conducta que se producen porque las personas valoran y siguen ciertas normas
y orientaciones de acción. Estos valores compartidos juegan roles claves para el
funcionamiento psicológico de los individuos y, aquellos que son centrales se reflejan en
los textos y en las conductas colectivas.
Para la antropología simbólica y cognitiva, el conjunto de actitudes, normas,
creencias y valores que orientan las conductas, y que son compartidas por los miembros de
una nación o grupo, constituyen la cultura subjetiva. En ésta se incluyen las creencias o
conocimiento denotativo indicando qué es verdad, las actitudes y valores o conocimiento
connotativo indicando qué es bueno y deseable y las normas y roles (conductas, emociones
y cogniciones consideradas adecuadas a las interacciones en general y a posiciones
sociales en particular), así como el conocimiento de procedimiento (conocimiento
implícito sobre cómo se hacen las tareas).
A modo de esquema, los componentes de la cultura subjetiva, según Triandis
(1994), serían los siguientes:
a) Las creencias: lo que es, cómo se designa (categorías, lenguaje, estructuras de
creencias) y evalúa (actitudes).
b) Los roles: las conductas esperadas y proscritas para los sujetos que tienen posiciones
definidas en la estructura social.
c) Las normas: reglas y expectativas que regulan las conductas, creencias y emociones
deseables e indeseables para los miembros de la cultura.
e) Los valores: los fines y principios relevantes en la vida, con los que las personas
evalúan lo que es deseable, bueno o bello y que sirven de guía de la conducta diaria
o como enunciados acerca de cómo deben ser las cosas (Triandis, 1994).
Los instrumentos psicosociales intentan diferenciar estos aspectos
operacionalmente.
a) Las preguntas de creencias indagan sobre si los sujetos están de acuerdo
con la veracidad de una afirmación. Por ejemplo, en la escala de Representación del Yo
Interdependiente o Colectivista de Singelis se pregunta de 1 (Fuertemente en
desacuerdo) a 7 (Fuertemente de acuerdo) en qué medida la persona está de acuerdo o
en desacuerdo con las siguientes afirmaciones referidas a sí mismo o a su auto-
concepto: “Es importante para mí respetar las decisiones tomadas por el grupo” y

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 3


“Sacrificaría mi propio interés por el beneficio del grupo del que formo parte”. Estas
creencias también se pueden y se suelen indagar de forma social o referidas a las
personas en general. Por ejemplo, en la escala de Colectivismo de Chen y cols. se pide a
las personas declarar su acuerdo con la frase genérica “Habitualmente es más
satisfactorio trabajar para conseguir las metas colectivas que para conseguir las metas
individuales”. Finalmente, las creencias se pueden indagar en general y referirlas a la
gente de su cultura. En el caso de la última afirmación la pregunta se puede entonces
formular así: “En qué medida las personas de su entorno están de acuerdo, consideran
verdadera o importante la siguiente afirmación: “Habitualmente....”.
b) Las preguntas de norma descriptiva suelen indagar sobre la percepción de la
conducta generalmente vinculada a roles sociales. La escala de Orientación Cultural
Colectivista de Bierbrauer cuestiona sobre la frecuencia (1= Nunca a 7= Siempre)
percibida de conducta colectiva, por ejemplo "¿Si alguien en su país de origen esta junto
con sus amigos o colegas, con qué frecuencia hace exactamente lo que quiere, sin
considerar lo que piensan los demás?”.
c) Las preguntas propiamente normativas indagan sobre la evaluación o
actitud subjetiva positiva o negativa, que refleja en normas los valores culturales. En la
escala de Orientación Cultural Colectivista de Bierbrauer se pregunta “¿Qué piensa
usted de alguien que hace exactamente lo que quiere, sin tomar en consideración lo que
puedan pensar amigos y colegas?", siendo las alternativas de opinión de 1= Muy mal o
negativamente a 7= Muy bien o positivamente (Gouveia y Clemente, 1998).Las
preguntas de normas descriptivas y evaluativas se pueden hacer ambas en referencia a
los otros en general, como está formulada la primera pregunta de Bierbrauer. En la
segunda la formulación sería “¿Qué piensa la gente de su entorno de alguien que...”.
d) Finalmente, los valores pueden ser inferidos de la agregación de preguntas
de creencias, roles y normativas, o indagados directamente. Como ejemplo de pregunta
directa, la escala de valores de Schwartz pide a las personas evaluar “¿Qué valores son
más importantes para mí como principios que guían mi vida y qué valores son menos
importantes para mí?”. El autor utiliza la escala siguiente: Como principio guía en mi
vida este valor es: -1 (opuesto a mis valores), 0 (nada importante),1,2,3 y 4
(importante),5,6 y 7 (de suprema importancia). El número elegido en la escala se coloca
al lado de cada valor que aparece, por ejemplo: ___Leal (fiel a sus amigos, a mi
grupo)___Eligiendo mis propias metas (seleccionando mis propios objetivos) (Gouveia
y Clemente, 1998).
Puede presuponerse que quienes sostienen que es verdad que respetan las
decisiones de sus grupos, perciban además que es frecuente que la gente haga caso de la
opinión de sus pares, evalúen mal a alguien que no lo haga y crea que ser leal es un
valor importante en su vida. Sin embargo, como es evidente, las personas pueden
valorar mucho creencias poco frecuentes, o puede que sus creencias personales difieran
de las creencias dominantes - real o supuestamente - en su medio social (véase en el
Capítulo 10 la Ignorancia Pluralista) así como pueden compartir valores contradictorios
o diferentes (valorar mucho ser “leal”junto con “poder elegir sus propias metas”). Estos
valores no tienen porque ser aplicados en la práctica de forma dominante; basta con que
sean deseables o preferidos de forma mayoritaria para que caractericen a una cultura.
Además, se considera que para definir a una cultura es más importante el acuerdo con
los valores o creencias normativas y evaluativas más abstractos que las creencias, roles
y normas predominantes más concretas y descriptivas.

4 Psicología Social, Cultura y Educación


La concepción de la cultura en cuanto creencias subjetivas abstractas o
síndromes de valores compartidos se basa en los siguientes argumentos:
a) Los valores son abstracciones de lo que es importante y deseable y sirven para
juzgar y orientar las acciones y en cambio, las conductas tienen significados con
gran variabilidad cultural. Por ejemplo, en una cultura la frecuencia de contacto
físico entre hombres puede ser alta con un significado homo-erótico (como en
algunos lugares de Polinesia) mientras que en otras la frecuencia puede ser también
alta (p.ej., en África Norte) y al mismo tiempo la homosexualidad ser reprimida.
Dado que los significados de las conductas son muy variables, para explicar las
grandes tendencias es mejor hacer referencia a constructos abstractos que
trascienden los contextos - como es el caso de las normas y valores.
b) La definición de la cultura como un conjunto de creencias, sentimientos y
conductas la transforma en un concepto demasiado global y sin poder explicativo.
Es lo que se denominó como el riesgo de Tautología en la explicación culturalista.
La tautología de las explicaciones culturales ha sido objeto de fuertes críticas puesto
que a la pregunta ¿Por qué existen diferencias de pensamiento, sentimiento y conducta
entre el grupo A y B? Se respondía “porque tienen una cultura diferente” (valores y
normas diferentes predominan en A y B); pero ¿cómo se sabe que tienen una cultura
diferente? “porque tienen conductas diferentes” lo que, como es evidente, es una
demostración circular y una falsa explicación.
Para escapar a esta tautología en la investigación actual se especifica el "factor
explicativo", como los valores predominantes en una cultura, que en tanto causa tienen un
efecto. En vez de utilizar un concepto global de cultura, se separan las creencias y rituales
de los valores y se explora cuál es la relación específica entre estos aspectos analíticamente
diferenciados (Smith y Bond, 1998).

Dimensiones de Valores ante Dilemas Sociales que Definen a las Culturas


Hofstede (1991) definió a la cultura como la programación cultural de la mente que
diferencia a un grupo de otro. Este autor ha postulado, sobre la base de su estudio de los
valores colectivos asociados al trabajo en 53 grupos culturales, la existencia de las
siguientes dimensiones que diferencian a las culturas (véase el Cuadro 1, columna de la
izquierda), que coinciden con las tareas que debe resolver toda sociedad, según el análisis
de Inkeles y Levinson (citado en Hofstede, 1991).
Cuadro 1: Dimensiones Culturales de Hofstede
Dimensiones de Cultura
Problemas básicos a todas las sociedades Valores de Hofstede
1. Relación ante la autoridad Distancia al Poder
2. Concepción de Sí mismo:
a)Individualismo/colectivismo
a) relación individuo-grupo
b) Masculinidad/femineidad
b) diferencias hombre/mujer
3.¿Cómo enfrentar el conflicto, controlar
la agresión y la expresión de las Reducción de la incertidumbre
emociones?

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 5


Inkeles y Levinson (1969 citado en Hofstede, 2001) plantearon que hay cuatro
problemas básicos que todas las culturas han de afrontar: a) la relación con la autoridad; b)
la concepción del yo o de la persona, que incluye la relación entre la persona y la sociedad
y la concepción de la masculinidad y feminidad y c) los conflictos y su resolución
(expresión versus inhibición de las emociones, incluyendo el control de la agresión).
Siguiendo este modelo, Hofstede (1991) en su trabajo sobre valores ha identificado
empíricamente1 cuatro dimensiones a través de las cuales pueden ordenarse los valores
dominantes de las diferentes naciones: Distancia de poder, Individualismo-Colectivismo,
Masculinidad-Feminidad y Evitación de la Incertidumbre.
1) La Distancia de Poder plantea hasta qué punto los miembros menos poderosos
de los grupos aceptan las desigualdades de poder. Países de baja distancia de poder son
Dinamarca y Nueva Zelanda, países de alta distancia de poder serían Malasia y Guatemala.
2) La dimensión de Individualismo-Colectivismo se refiere a la prioridad dada a la
persona o al grupo o colectivo (a menudo a la familia extensa). Países colectivistas son
Guatemala, Indonesia y Taiwán y países individualistas son Estados Unidos y los países de
Europa del oeste.
3) La Masculinidad-Feminidad referida al grado en que las culturas marcan la
máxima distinción entre hombres y mujeres. Las culturas masculinas enfatizan las
conductas estereotípicas de género y los valores masculinos dominantes como el éxito, el
dinero, la competición y la asertividad. Las culturas femeninas no enfatizan las diferencias
de rol de género, no son competitivas y valoran la cooperación y el cuidado de los débiles.
Países masculinos son Japón, Austria y México, países femeninos son los países
escandinavos, Países Bajos, Chile y Costa Rica.
4) La Evitación de la Incertidumbre se define como el grado en que la gente se
siente amenazada por las situaciones ambiguas, que intentan evitar por medio de códigos y
creencias estrictas. Las naciones de alta evitación de la incertidumbre, como Grecia y
Portugal, buscan la seguridad y son intolerantes ante la incertidumbre. Las naciones con
baja evitación de la incertidumbre, como Jamaica y Dinamarca, son más relajadas, aceptan
más los riesgos y son más tolerantes.
A pesar del hecho de que las encuestas se realizaron hace ya más de 20 años y de
que algunas naciones cambian su posición en estas dimensiones (por ejemplo, Chile
cambia su puntuación de feminidad), las puntuaciones de Hofstede muestran una alta
validez concurrente con la investigación transcultural actual (Bond y Smith, 1996;
Fernández, Carlson, Stepina y Nicholson, 1997).
El capítulo sobre aspectos transculturales de la 4ª edición del Handbook de
Psicología Social también concluye que el individualismo y la distancia de poder serían
dos dimensiones culturales importantes que influyen sobre los procesos psicológicos
(Fiske, Markus, Kitayama y Nisbbett, 1998).

1
Por medio del análisis factorial colectivo con las naciones como unidad de análisis y las medias como
puntuaciones a partir de datos obtenidos en una encuesta a empleados de IBM. Las puntuaciones medias o
agregadas de muestras nacionales sobre valores del trabajo son un indicador macro-psicológico que
representa el constructo colectivo de cultura subjetiva y que Hofstede (2001) ha validado mediante su
correlación con indicadores macrosociales objetivos, subjetivos y macro-psicológicos.

6 Psicología Social, Cultura y Educación


Las Culturas como Creencias Compartidas y Distribuidas Diferencialmente
Las concepciones subjetivas de la cultura suponen el carácter compartido de las
creencias o significados. Se considera cultural una conducta que aunque no sea
practicada por un gran número de individuos es juzgada como apropiada por una
mayoría social. Se ha criticado la homogeneidad o el fuerte consenso de creencias que
esta concepción presupone pues, de hecho, las investigaciones en sociedades simples
han mostrado que las creencias o rasgos que son compartidos por una mayoría de dos
tercios son escasas (Ember y Ember, 1997).
Una alternativa a aquella limitación es considerar a la cultura como conocimiento
distribuido que no todo el mundo comparte, pero que las personas más "expertas" dicen
que son más importantes y que tienden a co-ocurrir. Por ejemplo, aunque el acuerdo sobre
cuáles son las enfermedades contagiosas o que comida hay que evitar porque es impura no
sea total, o los atributos de un mito no los repitan todos los sujetos, se puede esperar que
las repuestas de los informantes (mucho más los de alta experiencia e información) tiendan
a coincidir. Además, los sujetos con mayor rol e implicación en la cultura mostrarán un
mayor acuerdo con la tendencia general de respuesta - aunque sus respuestas no coincidan
100% con la media o moda general .
Otra alternativa es tomar en cuenta las creencias normativas, es decir aquellas que
no sólo son frecuentes sino que se consideran idealmente deseables y que cuando se
quebrantan producen castigo al desviado. Ahora bien, en muchas culturas los rasgos
ideales (p. ej., el casamiento con la prima hija del tío paternal en el caso árabe) aunque las
personas los enuncian como deseables, se realizan de forma minoritaria. En otros términos,
hay diferencias entre las normas prescriptivas ideales y la frecuencia de conducta o normas
descriptivas. En estos casos es importante tomar en cuenta la desviación de las normas
ideales de la práctica social - y es incorrecto caracterizar a la cultura sólo a partir de las
primeras -.
Una visión realista implica tomar en cuenta cuáles son las creencias de los grupos
dominantes que imponen (al menos parcialmente) las normas ideales en la sociedad - p. ej.
el 30% de trabajadores asalariados estables y la clase alta en Japón -. Además, implica
tomar en cuenta cuáles son las creencias que dominan el discurso público y que se
retransmiten, ya que estas son las creencias que muestran mayor capacidad de
diseminación y de mantenerse en las conciencias subjetivas.

Las Culturas como Procesos Organizados, Dinámicos y Contradictorios


Las culturas subjetivas se caracterizan por estar organizadas en torno a temas o
elementos centrales. Las normas y patrones de conducta, los valores y las instituciones
están interrelacionados; si uno cambia los otros también.
Las culturas subjetivas, en tanto que síndromes de valores, no son un fenómeno
homogéneo y estático que se imponen a seres pasivos. Las culturas emergen de la
interacción social, son un producto de adaptaciones a condiciones pasadas que deben
afrontar los desafíos del presente. Siempre hay una tensión entre la cultura, como norma a
la que se tiende, y la práctica social.
Además, debemos evitar el "fundamentalismo cultural": la cultura no es una
entidad estable, inmutable, inconmensurable. Una cultura no es un sistema estable y
equilibrado, sino que es un sistema en tensión, dentro del cual existen normas
contradictorias (Ross y Nisbett, 1991). Por ejemplo, el individualismo norteamericano

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 7


(auto-confianza, prioridad de los fines individuales) se asocia simultáneamente con un gran
conformismo, maleabilidad y una gran capacidad de adaptación a los otros.
Es frecuente que en las culturas haya aspectos contradictorios, que tratan de regular
normativamente situaciones conflictivas. Estas normas contradictorias (individualismo
versus adaptación flexible al entorno social, por ejemplo) se reflejan en el hecho de que, en
general, las personas de cultura anglosajona individualista puntúan más alto que los
colectivistas asiáticos en auto-vigilancia (véase más adelante). Las personas de alta auto-
vigilancia se caracterizan por una alta variabilidad conductual debido a una orientación de
adaptación al entorno social (las personas de alto auto-monitoraje funcionan de acuerdo al
lema "allí donde fueres haz lo que vieres") (Church, 2000). En las culturas individualistas
las personas deben relacionarse con personas de diferentes grupos y la conducta pública se
supone una expresión del sí mismo privado real y, por ende, las personas son más sensibles
a ella (Goodwin, 1999). En síntesis, el fuerte individualismo va de mano con un fuerte
conformismo interpersonal, reflejando las demandas contradictorias de las normas
culturales.

Las Culturas como Sistemas de Valores Normativos


Los valores culturales son normativos, moldean y determinan la conducta social
deseable. En cuanto normas sociales, designan lo deseable o como se espera que sea la
realidad. Los valores deseables se refieren a la ideología y al ideal. Por ejemplo, en
muchas culturas se tiene un ideal de familia o de matrimonio que sólo caracteriza a una
minoría pero que la mayoría afirma que es deseable o como deberían ser las cosas. En
algunos casos estos patrones ideales están desfasados – por ejemplo, en la década de los
50 en los países anglosajones se rechazaba el sexo prematrimonial como indeseable,
aunque lo practicaba ya una mayoría de la población -. En otros casos, los patrones
ideales no han sido reales nunca sino que representan a lo que las personas les gustaría
como conducta ideal.
Los valores, en cuanto normas sociales, se aplican en todas las áreas. Por
ejemplo, en el dominio de la familia, una cultura que legitima las diferencias de status
se reflejará en el alto grado en que los adultos controlan y castigan a los niños. El
funcionamiento familiar también dependerá de la masculinidad cultural: Una cultura
masculina enfatizará las diferencias de rol entre padres y madres. Igualmente, la
importancia de la lealtad familiar y del carácter más o menos extenso de la familia
dependerá del grado de colectivismo de una cultura. Por otro lado, las normas sociales
se refieren a la relación dentro de los endogrupos importantes. Inglaterra aparece como
una cultura de baja distancia jerárquica, aunque al mismo tiempo es una sociedad en la
que las diferencias de clases son importantes. Algo similar se puede decir sobre
Alemania y Austria. En todos estos casos la norma de poca diferencia entre "jefes" y
"subordinados" se da dentro del mismo grupo social, aunque haya fuertes diferencias
jerárquicas entre clases sociales. La lealtad y dependencia dentro del endogrupo del
colectivismo no se proyectan hacia una orientación cooperativa y de sociabilidad
general fuera de él. Por ejemplo, el compromiso con las organizaciones laborales era
menor en los países colectivistas comparados con los países individualistas y la
importancia de las amistades era mayor en culturas individualistas. Dado que la
tonalidad de las relaciones laborales y amistosas están predeterminadas por los lazos
con los endogrupos naturales y por el contexto social en las culturas colectivistas, la
importancia de éstos para las personas es menor. En una cultura individualista las
relaciones laborales y de amistad son más voluntarias y por ende son objeto de mayor

8 Psicología Social, Cultura y Educación


inversión afectiva (Hofstede, 2001). En qué medida las normas sociales intra-grupales
se reproducen a nivel inter-grupal es un problema a examinar empíricamente.

Cultura y Aprendizaje Social


Se ha postulado que son culturales los atributos que no son heredados
genéticamente ni son una respuesta directa al medio ecológico. Estos atributos deben ser
objeto de imitación, comunicación e instrucción directa. Para explicar esta aproximación,
los estudios realizados con primates superiores nos aportan buenos ejemplos.
Durante un total acumulado de 150 años, en siete proyectos se ha observado a los
chimpancés, especie que, dentro de las 180 que existen, es la especie de primates más
próxima a la especie humana - humanos y primates superiores comparten el 98% de la
herencia genética -. Aunque la afirmación de que primates superiores como los
chimpancés tienen culturas diferentes puede parecer sorprendente, recordemos que: a)
tienen autoconsciencia - se reconocen delante de un espejo o reflejo; b) fabrican y utilizan
herramientas, c) cazan y recolectan alimentos, y d) utilizan llamadas o expresiones
vocales con significados diferentes. Y aunque hay discusión sobre las implicaciones, se ha
logrado enseñar símbolos (lenguaje de señales de los sordomudos) a chimpancés y estos
han aprendido centenares de símbolos y los han utilizado para comunicarse. La
cooperación, caza y recolección, la actividad sexual potencialmente permanente y el
emparejamiento estable, así como el lenguaje vocal diversificado, parecen ser las
características distintivas de los primates superiores – humanos, chimpancés, gorilas, etc.
- (Kottak, 1994). De este modo, los estudios con chimpancés han demostrado que:
a) hay diferencias de conducta entre dos grupos de la misma especie;
b) que éstas no se pueden explicar por diferencias en el entorno en que viven, es
decir, ausencia de explicación ecológica y
c) que no hay diferencias genéticas entre los animales que aprenden una conducta y
los que no lo hacen.
Concretamente, se han observado diferencias en conducta de forrajeo o
recolección de alimento como el uso de herramientas y preparación de alimentos, en
conducta comunicativa como el cortejo, y en orientación corporal como en el caso del
cuidado corporal. Por otro lado, existen patrones de conducta habituales en unos grupos y
no en otros. Por ejemplo, de seis grupos de chimpancés observados, tres practican la
recolección de hormigas o termitas y tres no, teniendo en un caso una explicación
ecológica (los recursos no existen en el entorno en que viven los chimpancés) pero, en dos
casos no.
Otro ejemplo que ilustra estas variaciones de conducta es el siguiente: los
chimpancés de la Costa de Marfil de un lado del Río Sassandra-Nizo cascan y consumen
nueces, mientras que los del otro lado no, aunque existen nueces y objetos con que
romperlas en ambos lugares y la densidad de chimpancés en ambos sitios es similar
(Boesh y Tomasello, 1998).
También se ha constatado que esos patrones de conducta diferenciales se
transmiten de una generación a otra. En Japón, por ejemplo, se constató que una joven
macaca lavó batatas sucias o embarradas antes de comerlas, costumbre que enseñó a sus
pares y que se transmitió a las siguientes generaciones .
Finalmente, que existan patrones regulares de conducta aprendidos y

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 9


retransmitidos no implica la ausencia de variación intra-cultural: algunos sujetos no
aprenden las conductas y otras veces, conductas características de una población en
comparación con otra sólo son practicadas por una minoría - por ejemplo una conducta
comunicativa distintiva de la "cultura de los monos del río Tai", como hacer ruidos con
hojas para atraer la atención, la practicaban sólo un 10% de la población, los chimpancés
machos adultos - (Boesh y Tomasello, 1998).
Considerando por una parte que entre los chimpancés existen comportamientos
comunes a una población y no a otra - aunque estas conductas están distribuidas
diferencialmente dentro de ella y no caracterizan a todos sus miembros -, que los grupos
que muestran variaciones de pautas de conducta no difieren en el entorno en el que viven
ni genéticamente y que dichas pautas se aprenden entre sus miembros y se transmiten a
los descendientes, los estudios con primates sugieren una buena definición minimalista de
cultura. Así, se han definido como culturales, en el caso de primates, las conductas
comunicativas y de consumo que no dependen directamente del entorno (p.ej., que no
coman hormigas porque sencillamente no hay) y que muestran variabilidad entre
colectivos ocupando entornos ecológicos similares (p.ej., que unos coman pocas hormigas
a puñados y otros monos grandes cantidades utilizando "instrumentos" como largos trozos
de arbustos). Estos patrones diferenciales de conducta son aprendidos y caracterizan a
grupos, como una pauta diferencial de conducta caracteriza a una persona.

Cultura, Aprendizaje Social y Cohorte Generacional


En el caso del ser humano, la cultura es al colectivo lo que la personalidad es al
individuo - un patrón relativamente estable de creencias, emociones y conductas que
caracterizan y definen a una entidad -. Tanto la cultura como la personalidad son producto
del aprendizaje - son fruto de la socialización o recepción de la información recibida del
conocimiento acumulado por otras generaciones -, sin olvidar que el acerbo cultural
también es típico de ciertos periodos. Además de este aspecto de transmisión trans-
generacional, la cultura que un grupo comparte también es producto de la experiencia
social de una cohorte o generación. Mannheim postuló que el conocimiento biográfico o
personal y semántico importante era el que se adquiría durante la adolescencia tardía y el
inicio de la juventud. En estos años las personas estarían formando su identidad y se
contactarían por primera vez con el mundo social más extenso. Las experiencias
personales, políticas, ideológicas y estéticas de estos años, en particular si la cohorte
comparte experiencias específicas, conformarían una sub-cultura generacional (el mítico
Mayo del 68 en muchos países, p.ej.,).
Estudios de recuerdo autobiográfico, de preferencias musicales y de recuerdo de
hechos colectivos políticos, confirman que las personas sobre-recuerdan los hechos que
les ocurrieron entre los 12 y 25 años - recuerdan más que personas que no los vivieron,
aunque también más que las personas que los vivieron en edad más avanzada -. Las
actividades rituales de recuerdo también suelen ser frecuentes en ciclos de 25 años y
entonces, cuando las personas elaboran e impulsan estas conmemoraciones o reflexiones
tienen alrededor de 45-55 años (p.ej., la transición española 75-79). Evidentemente, hay
hechos que comparten todas las personas porque se transmiten por la escuela y mass
media (la Guerra Civil o la II Guerra Mundial). También hay hechos muy impactantes y
que duran un largo periodo de tiempo, que son recordados por todos los que estaban vivos
en el momento que ocurrieron, aunque no haya habido un proceso manifiesto de
mantenimiento de esta memoria (la represión estalinista de los años 30 en Rusia, p.ej.).
Aunque no hay que presuponer una homogeneidad en una cohorte (la generación

10 Psicología Social, Cultura y Educación


del 68 en EEUU, con el movimiento pacifista, por ejemplo, se dio en un contexto en el que
solo un 10% de los estudiantes se integró en organizaciones sindicales y políticas),
podemos suponer que la cultura subjetiva que una persona mantiene durante su vida estará
fuertemente marcada por las experiencias que vivió de forma intensa en los años
formativos de la identidad. La cultura española de las personas que llegaron a la juventud
en los años de la transición en España (1970-1980), tendrá un fuerte matiz político (se
recuerdan más hechos como la violencia política y ETA, el fin de la dictadura franquista, la
crisis del petróleo y la reconversión industrial). Esta generación será más izquierdista -
aunque no homogéneamente evidentemente - que las anteriores y posteriores. Dada su
preponderancia en la elite educacional, intelectual y política, impregnará durante un
periodo la cultura subjetiva dominante en la sociedad (Pennebaker, Páez y Rimé, 1998).
Finalmente, el reemplazo generacional y el cambio social objetivo, hacen que esta cultura
dominante sea cuestionada o evolucione.

La Cultura como un Proceso Superior a los Componentes Individuales


La cultura, como cualquier otra unidad de análisis colectiva que se tome, no puede
ser concebida únicamente como agregados de respuestas individuales. Por otro lado, hay
que evitar el antropomorfismo: una cultura no consiste en una personalidad, actitud o
emoción modal, no es una personalidad, actitud o emoción de tamaño gigante (Hofstede,
1994). Sin embargo, también hay que evitar la cosificación de la cultura y el holismo
determinista. La cultura es tanto un efecto de la acción, como un determinante de la acción
posterior .
La cultura es una abstracción a largo plazo de los rasgos que caracterizan a una
sociedad. Existe información relativamente consistente que muestra como algunas
naciones muestran ciertas características culturales estables durante largos periodos - los
rasgos típicos del individualismo de EEUU fueron ya descritos en el siglo XVIII y XIX y
siguen siendo válidos, pese a ser además una nación de inmigrantes (Hofstede, 2001).
Esto es comprensible: Sherif demostró experimentalmente que una norma grupal se podía
mantener aunque se renovaran todas las personas que originariamente la habían
elaborado. Después de varias "generaciones" de personas, en las que todos los individuos
que habían establecido una norma perceptiva había desaparecido, ésta seguía siendo
reproducida por los nuevos sujetos que se integraban en el grupo. Un proceso similar
ocurre con las normas culturales.
La cultura no es solo la agregación de actitudes y creencias individuales, sino que
la agregación de creencias que los sujetos tienen sobre los otros. Dado que las personas
tienden a sobre-evaluar la medida en que otros comparten sus opiniones y creencias ,
tienden a crear un falso consenso. Esto es, aunque el consenso no sea real, las personas
tienden a creer que su versión de la cultura es homogéneamente compartida.
Se sabe también que con cierta frecuencia las personas tienen una visión
incorrecta de las normas sociales dominantes. Tienden a sobre estimar la popularidad de
creencias que imponen minorías activas, muy salientes en el discurso público, o grupos
dominantes. La ignorancia pluralista es frecuente: Las personas, pese a tener una actitud
negativa ante un tema, creen equivocadamente que la mayoría tiene una visión positiva -
y dada esta visión, tienden a actuar en función de esta creencia supuestamente mayoritaria
-. Por ejemplo, la mayoría de los españoles percibe a sus compatriotas como racistas, pese
a que la actitud personal racista es minoritaria. Debido a esto, se inhiben en criticar las
respuestas racistas anti-gitanas y éstas se siguen manteniendo.

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 11


Las Formas Externalizadas y Objetivas de la Cultura
Concebir la cultura como el conocimiento subjetivo compartido no implica
ignorar las formas externalizadas (escenarios conductuales y ritos institucionales) y
objetivadas (conocimiento inserto en técnicas, instrumentos y textos) del conocimiento
social. Es muy importante destacar la idea que el conocimiento cultural no sólo está
presente en la mente, sino que también en las situaciones y artefactos simbólicos. La
cultura no reside únicamente en las creencias comunes y distribuidas en una sociedad,
sino que generalmente está inscrita prácticamente en costumbres, rituales y escenarios de
conducta institucionalizados (Páez y González, 2000). Dicho de otro modo, el
Individualismo y Colectivismo cultural están inscritos en situaciones y no son sólo en
creencias dominantes. En las culturas individualistas norteamericanas los profesores
enjuician benévolamente los desempeños de sus alumnos y los recompensan
favorablemente, generalmente en privado. Al contrario, en las culturas colectivistas
asiáticas los profesores supervisan rigurosamente el desempeño de los alumnos y los
critican por sus errores en público (Fiske, Markus, Kitayama, y Nisbett, 1998). Por
ejemplo, los profesores de EE.UU., país que valora al individuo más que al grupo, hacen
más preguntas individuales y refuerzan a los alumnos sin relación con el desempeño. Los
profesores japoneses, país en el que se valora el trabajo grupal, hacen preguntas al grupo y
la recompensa está asociada a una vigilancia puntillosa de un desempeño exigente. En el
primer caso se socializa al sujeto en un sesgo de valoración positiva del sí mismo, en el
segundo en un sesgo de modestia.
Dado que las culturas no se pueden reducir a un conjunto de conocimientos
compartidos en la mente de los miembros de una sociedad, algunos autores plantean que lo
esencial para el funcionamiento de una cultura es la existencia de constricciones y
refuerzos institucionales. Se oponen una visión institucional o situacional y de roles de la
cultura, a una visión más psicológica o internalizada. Según la primera concepción, la
institucional, la cultura actúa mediante la presencia de cierto tipo de escenarios que
sancionan y refuerzan determinadas conductas. Cuando esas regulaciones externas
desaparecen o cambian, lo mismo ocurre con los patrones de conducta. Según la segunda
concepción, subjetiva o psicológica, las personas internalizan valores, actitudes y creencias
que les disponen a actuar de determinada manera (Hofstede, 2001).
En esta última versión, los colectivistas preferirían, valorarían o tendrían una
actitud personal favorable a permanecer en endogrupo y a cooperar. En cambio, desde
una perspectiva institucional, los colectivistas permanecen en sus grupos y cooperan con
ellos no porque compartan una actitud positiva, sino por un sistema formal e informal de
evaluación, sanciones y recompensas de su conducta. Dado este fuerte sistema de
evaluación y control social, las personas de cultura colectivista, en su propio interés,
deben actuar de forma leal y cooperativa con su endogrupo. Cuando ese sistema de
evaluación y sanción no exista, los colectivistas no manifestarán ni lealtad al grupo ni
cooperación. Confirmando esta idea, cuando personas individualistas - de EEUU - y
supuestamente más colectivistas - de Japón - debían participar en un grupo artificial,
formado por desconocidos, en el que había "gorrones" (personas que obtenían
recompensas sin hacer ningún esfuerzo) y debían pagar un coste por abandonar el grupo,
eran los colectivistas quienes abandonan con mayor frecuencia el grupo, mientras que los
individualistas tendían a permanecer más en el grupo. En otro estudio con grupos
experimentales formados por desconocidos, los individualistas cooperaron más que los
colectivistas. Finalmente, en un tercer estudio que describiremos más abajo en detalle, los
sujetos japoneses actuaron de forma más explotadora o competitiva - se aprovecharon
más de las oportunidades de ganar a costa de un interlocutor - que los individualistas

12 Psicología Social, Cultura y Educación


(Yamagishi, Cook y Watabe, 1998). En grupos formados por desconocidos, en los que no
hay un compromiso a largo plazo, ni un sistema de evaluación y control social, los
individualistas tienden a permanecer más en el grupo y cooperar más que los colectivistas,
manifestando explícitamente que confían más en la gente en general.
Evidentemente, esto también se puede interpretar en un sentido disposicional: los
colectivistas compartirían una actitud de mayor desconfianza general, y en condiciones de
relaciones sin estabilidad a largo plazo serían más competitivos y menos cohesivos que
los individualistas.
Por otro lado, estudios han mostrado que en la explicación de la cultura son
razonables tanto la explicación situacional o institucional como la disposicional o
subjetiva de la acción.
Finalmente, es poco probable que la socialización en una cultura no provoque
cambios de actitudes, creencias y rasgos psicológicos. Ahora bien, aunque estos cambios
sean relativamente perdurables no tienen porque ser permanentes para siempre, ni
tampoco son monolíticos. Además, la relación entre valores y conducta, e inclusive entre
conducta y valores internalizados bajo la forma de actitudes, no es muy fuerte. La
Psicología Social ha demostrado que las características de la situación son los
determinantes más fuertes de la conducta social. Es un error pensar que la conducta se
explica o se deriva únicamente de las creencias que comparten las personas (Ross y
Nisbett, 1991).

La Diferencia entre Estructura Social - Cultura y la Importancia de las Explicaciones


Estructurales
La cultura, como conjunto de creencias cognitivas y evaluativas, se diferencia de la
estructura en cuanto patrón persistente de relaciones sociales entre las personas que ocupan
roles en un sistema social. Una explicación cultural de la conducta social relaciona a ésta
con valores y creencias compartidas. Una explicación estructural explica la conducta
social en relación a las constricciones y contingencias situacionales que la motivan. Una
explicación cultural es normativa, ya que explica una conducta por el hecho que una
norma social hace que esta sea valorada y se elija, aunque existan otras alternativas
posibles en la situación. Una explicación estructural enfatiza que la conducta predominante
es la que permite maximizar beneficios, disminuir costes, evitar castigos y conseguir
recompensas, dadas la posición, relaciones y posibilidades de recursos de un actor social
en una situación dada. La estructura de roles familiar, la estructura de clase, las relaciones
de poder y status, el entorno ecológico, las tendencias económicas, son factores causales
típicamente estructurales. El aprendizaje social, las creencias, valores y normas adquiridos
en la socialización en una cultura nacional, de clase, familiar, organizacional, etc. son los
factores causales típicos de las explicaciones culturalistas. Dado que las concepciones
subjetivistas consideran a la cultura como un conjunto de creencias o valores y prácticas,
esto puede dar la impresión equivocada que son las creencias las que generan la práctica,
cuando muchas veces es a la inversa Además, como hemos dicho, las conductas dependen
en gran medida de constricciones situacionales.
Las explicaciones culturalistas tienen una serie de limitaciones que hay que tomar
en cuenta para mejorar su carácter predictivo.
a) Una explicación culturalista tiende a atribuir una homogeneidad excesiva a los
miembros de una cultura, ignorando tanto la variabilidad interna - de hecho los contrastes
se hacen utilizando medias por país, lo que presupone que se analiza sólo la tendencia

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 13


central -. Las diferencias entre clases en lo referente a normas y conductas sexuales es un
hecho que se puede constatar en todas las sociedades. Por ejemplo, la iniciación sexual es
más temprana y el número de parejas sexuales es mayor en la sub-cultura negra de EEUU
y en la denominada sub-cultura de la pobreza urbana en América Latina.
b) La explicación culturalista, con su énfasis en los valores y normas
tradicionales, también tiende a ignorar el desfase entre lo normativo y la práctica. Por
ejemplo, en un país de América Latina como Chile no existe ley de divorcio y la cultura
católica dominante critica el divorcio. Sin embargo, mediante triquiñuelas legales se da
una extendida práctica de separación y la multipaternalidad serial es común en las mujeres
de clase popular urbana.
c) El culturalismo también lleva al error de confundir las prácticas o conductas
sociales con lo que no es más que una ideología que refleja cambios culturales mediante
normas que tienen una relación distante a la práctica. Por ejemplo, entre la clase media
brasileña se constata un discurso "transgresor" y liberal sobre la sexualidad. Además, en
esta cultura las manifestaciones de afecto son más intensas y la distancia corporal menor,
comparada con las culturas anglosajonas y europeas (Kottak, 1994). Sin embargo, la
frecuencia y variedad de las conductas sexuales no son muy diferentes a la de los países
"mas fríos" y, el repertorio de conductas sexuales es muy convencional (Parker, citado en
Bozon, 1995).
d) Otra limitación de la explicación culturalista es que ignora que muchas
conductas son respuestas no dictadas por la tradición, sino que adaptaciones forzadas por
circunstancias o constricciones situacionales no deseadas valóricamente, como cambios
demográficos, ecológicos o socioeconómicos. Por ejemplo, el exceso de oferta de mujeres
sobre los hombres con recursos va a provocar un aumento de las familias monoparentales
o la generalización de situaciones de poliandria encubierta, el "deuxieme bureau" en el
África francófona o la "casa chica" en América Latina. La alta tasa de personas con más
de una pareja en Lesotho refleja no sólo valores culturales tradicionales, sino que
responde al hecho que buena parte de los hombres debe emigrar para trabajar a Sudáfrica,
por lo que tanto hombres como mujeres por motivos económicos y afectivos tienen más
de una pareja para adaptarse a esas constricciones situacionales.

La Cultura como Fenómeno con Aspectos Ideal - Declarativo y Conductuales -


Implícitos: Una Explicación Cultural Realista que Integra Aspectos “Emic y Etic”
Una explicación sociocultural especifica tanto los síndromes de valores, como los
escenarios en que éstos se objetivan y que explican una conducta social. Además, el
conocimiento cultural no se limita al contenido declarativo o capaz de ser hecho explícito
verbalmente por los sujetos. Este conocimiento declarativo verbalizable sobre la conducta
social constituye el punto de vista “indígena” o émico sobre la vida social. En ocasiones las
respuestas de los sujetos sobre imagen de sí y actitudes no coinciden o coinciden sólo
parcialmente con observaciones conductuales sistemáticas. Por ejemplo, preguntas sobre
autoconcepto y actitudes diferencian débilmente a individualistas de colectivistas. En
cambio, preguntas sobre escenarios en los que los sujetos deben elegir alternativas de
conducta coinciden mucho más fuertemente con las descripciones etnográficas de esas
culturas – por ejemplo, los colectivistas eligen conductas más vinculadas al deber y lealtad
con el grupo que los individualistas - . Esto sugiere que hay un conocimiento implícito de
procedimiento o acción que se refleja subjetiva y conscientemente de forma limitada.
Ahora bien, no se debe llegar al extremo de pensar que no se refleja en absoluto, ya que
esto es incongruente con el saber acumulado en Antropología, Sociología y Psicología.

14 Psicología Social, Cultura y Educación


Además, las conductas concretas pueden y tienen generalmente un significado diferente en
sociedades distintas, significados que deben ser inferidos de los valores y creencias
subjetivas, al menos parcialmente. El conocimiento implícito inferido de las prácticas por
observación sistemática, así como los escenarios valóricos o rituales conductuales descritos
“desde fuera”, constituye la versión ética o externa y generalizada de una sociedad. Una
explicación sociocultural satisfactoria debe combinar aspectos émicos o subjetivos y éticos
o conductuales externalizados y ambos aspectos pueden ser complementarios, como ilustra
el siguiente ejemplo. Los norteamericanos (individualistas) tienen una tendencia a tener
mayor auto-estima que los japoneses (relativamente más colectivistas). Ante este efecto se
pueden argumentar dos tipos de explicaciones:
a) Explicación étic, institucional u objetiva: las situaciones reforzantes
norteamericanas lo son más que las japonesas: hay más escenarios de éxito que inducen
grandes gratificaciones en la primera cultura que en la segunda.
b) Explicación émic, subjetiva o psicológica: los norteamericanos tienen una mayor
disposición a sintonizar con y a reforzar su auto-estima en el éxito, así como a minimizar el
fracaso.
La investigación ha confirmado que ambas explicaciones son correctas. Por un
lado, las situaciones de éxito o aumento de la autoestima extraídas de una muestra
japonesa (p.ej., recordar que se logró terminar con éxito un trabajo difícil) provocaban
menos aumento de la autoestima que sus equivalentes norteamericanas (obtener un 10 ó
matricula de honor en un examen o curso). Y esto, tanto en la evaluación de japoneses
como norteamericanos. Es decir, al margen de la cultura de la persona que evaluaba, las
situaciones de éxito de Estados Unidos producían una sensación subjetiva de mayor
refuerzo de la buena opinión que se tenía sobre sí mismo/a. Por otro lado, se estimó la
diferencia entre el aumento de la autoestima en situaciones de éxito, menos la disminución
provocada por fracasos para cada persona. Por ejemplo si yo estimaba que como media
aumentaba dos puntos en éxito y disminuía uno en fracaso, obtenía una puntuación de más
uno. Se encontró, acorde con la explicación subjetiva, que los sujetos norteamericanos
aumentaban más su estima en éxito, de lo que la disminuían en fracaso. Lo opuesto ocurría
entre los japoneses. En otras palabras, los japoneses "inflaban" menos su estima, y los
norteamericanos hacían lo contrario (Markus, Kitayama y Heiman, 1996).

Cultura Internalizada: Reacciones Psicológicas y Personalidad


Una cultura no produce un sólo tipo de orientación o reacción psicológica (rasgo
de personalidad, actitud, etc.), como se piensa equivocadamente en la tradición del
carácter nacional. En algunos casos, se da la relación de forma sencilla: por ejemplo, las
personas de cultura masculina declaran un auto-concepto más instrumental. Ahora bien,
ya las investigaciones clásicas de cultura y personalidad mostraron que aún en sociedades
"simples" no existían unos rasgos de dominantes y compartidos de forma homogénea por
los miembros de una cultura. Lo que existía eran rasgos modales, es decir, algunos rasgos
evaluados por pruebas de personalidad, que caracterizaban a una minoría importante,
aunque al mismo tiempo se constataba una fuerte variabilidad o diferenciación interna
(Bock, 1987).
Una cultura también puede producir tipos de reacciones psicológicas alternativas y
complementarias: por ejemplo, en las culturas autoritarias o de alta distancia jerárquica
es más frecuente que las personas se describan como dominantes y al mismo tiempo
como sumisas - es decir, en esas culturas hay personas más fuertemente dominantes y

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 15


también más sumisas -. La relación individual entre ambos atributos es sin embargo
negativa individualmente. Es decir, lo que caracteriza a un colectivo es diferente de lo
que caracteriza a una persona. En una cultura coexisten personas con características
complementarias y a veces opuestas, que muchas veces no coinciden en un solo
individuo.
También se pueden producir reacciones conflictivas: en las mismas culturas
autoritarias, al jefe se le ama o se le odia, es decir, se produce o mayor dependencia o
mayor contra dependencia afectiva. En las culturas colectivistas, se da una mayor
tendencia a depender y mantener la lealtad hacia los endogrupos y al mismo tiempo, se
manifiesta una actitud competitiva, fuertemente egocéntrica o de búsqueda de recompensa
individual, probablemente fuera de los grupos estables. Al dependerse más de los
endogrupos, sólo se confía en las relaciones personalizadas con esos miembros, y fuera de
esas relaciones se establece un clima de lucha competitiva.
Por otro lado, y de forma complementaria con lo antes dicho, a nivel colectivo o
de la sociedad, ciertos rasgos macro-psicológicos pueden asociarse, lo que no ocurre a
nivel individual. A nivel colectivo o societal una norma descriptiva de percibir un clima
en el que se teme expresar las críticas al jefe se asocia con otra del estilo percibido de
actuación de los jefes de tipo autocrático o paternalista y, con una norma connotativa o
ideológica de preferir un liderazgo autocrático, persuasivo paternalista (congruente con la
norma descriptiva) o democrático (como una valoración de lo que escasea). Sin embargo,
a nivel individual, no hay relación entre las tres respuestas: es decir, no son las personas
que perciben a sus colegas con miedo de expresar sus opiniones, los que perciben que los
jefes se caracterizan por un liderazgo autocrático o paternalista persuasivo ni los que
prefieren estos estilos autoritarios de liderazgo. Estos rasgos son un indicador de lo que
caracteriza a una sociedad, no a una personalidad autoritaria.

La Cultura no coincide con la Nación, la Etnia, la Raza ni con el Lenguaje


Finalmente, una cultura no se debe confundir ni limitar a una serie de categorías
como la nación, la etnia, raza y lengua, como frecuentemente se hace.
A este respecto, no debemos caer en el error de equiparar una determinada cultura
con una nación, ya que dentro de la misma nación pueden coexistir diferentes culturas - la
cultura indígena mapuche y la chilena mestiza en el caso de Chile, o la cultura gitana y las
diferentes subculturas regionales payas en España -. Mientras existen sólo alrededor de
200 naciones, se ha estimado el número de culturas como superior a dos mil. Sólo un 17%
de los estados existentes se aproximan al ideal de Estado-nación – una sola etnia constituye
el 90% o más de la población -. Sólo 28 etnias de las 575 examinadas constituían una
nación-estado homogénea (Lamo de Espinoza, 1995 en Páez, 1995).
La cultura tampoco hace referencia única y exclusivamente a etnias o grupos
étnicos y geográficos o a localidades. La etnia es generalmente un grupo diferenciado
geográfica, social y políticamente dentro de una unidad política mayor. La etnicidad se
caracteriza porque un grupo: a) se refiere a ciertos orígenes (p.ej., los inmigrantes latinos
en EEUU o España), b) se diferencia de otros grupos y c) interactúa con otros grupos,
dentro de una unidad política. Que sean la cultura, la religión o los elementos políticos los
que diferencien a un grupo étnico de otro depende del azar histórico.
Hay culturas profesionales, de clases, de genero y de generaciones, entre otras.
Estudios sobre socialización han mostrado que hay mucha mayor diferencia entre clases
que entre naciones: la forma de educar a los niños era más parecida entre clases altas

16 Psicología Social, Cultura y Educación


americanas, europeas y asiáticas que entre compatriotas de la misma nacionalidad
(Lambert en Guimónd, 1998). Si bien hay diferencias en individualismo entre naciones
(Australia e Indonesia) hay mayores diferencias de valores entre clases altas y asalariadas
que entre naciones (Marshall, 1997).
La cultura tampoco se puede atribuir a una homogeneidad o componente racial:
existe mayor variabilidad genética dentro de los grupos que entre ellos y la base genética
del concepto de raza se ha ido progresivamente abandonando desde mediados de este
siglo. Se distinguen tres grandes razas: negroide, caucasoide y mongoloide – si bien
algunos autores diferencian hasta 37 - (Matsumoto, 2000). En cambio, se diferencian entre
8 y 9 grandes áreas culturales – sin hablar de las culturas nacionales -. Por lo demás, que
ciertos rasgos fenotípicos o ciertos indicadores genéticos se den con mayor frecuencia en
ciertos grupos culturales no implica que la conducta social típica de estos se explique por
rasgos genéticos.
Se ha documentado la existencia de 5-6 mil lenguas o idiomas, aunque la mitad los
hablan menos de 10 mil personas – frente a alrededor de dos mil culturas -. El mandarín o
chino es hablado por alrededor del 20% de la humanidad, el inglés por el 10% y el español
por el 6% (Macionis y Plummer, 1999). Si bien podemos postular una cierta
homogeneidad cultural en el ámbito chino-parlante, en el caso del inglés y del español
coexisten países con cierta cercanía cultural (EEUU, Canadá y Australia o España y el
Cono Sur, p.ej.) con otros con grandes diferencias (países africanos angloparlantes o
hispanohablantes con fuerte impronta cultural indígena como Guatemala, Bolivia, Perú y
Ecuador). Finalmente, la mitad de la población mundial es bilingüe, sin que podamos
presuponer que sea bi-cultural (Unesco, 1999)

Adaptación y Cambio Cultural


En general, se presupone que las culturales son funcionales, es decir, son
estrategias que son o fueron adaptativas, responden y se adaptan a los cambios
socioestructurales y ecológicos. Por otro lado, las culturas evolucionan según cambia el
entorno social. Es ingenuo pensar que primero cambian los valores y luego las conductas.
En general, los cambios tecnológicos, ecológicos, económicos y sociopolíticos importantes
preceden y causan los cambios de valores (Hofstede, 2001). Las cohortes juveniles
japonesas (Inglehart, 1991) y chilenas (Fernández et al., 1997) muestran mayor
individualismo que sus padres y abuelos, por ejemplo. Los datos longitudinales de
Hofstede sugieren que el aumento de la riqueza, y probablemente, de la urbanización,
industrialización y del trabajo extra-familiar, así como la disminución de la familia
extensa, van a redundar en un aumento de recursos, opciones y decisiones personales,
reforzando los valores individualistas (Hofstede, 1991). Ahora bien, supongamos un
momento histórico en el que las condiciones y situaciones que objetivan una cultura
desaparecen. ¿Qué sucede?, pues que los sujetos se adaptan a la nueva situación
rápidamente. Recuerde el lector los años de posguerra en Alemania: jóvenes soldados de
las potencias victoriosas intercambiando medias, cigarrillos y comida por favores sexuales
con mujeres alemanas, estraperlo, especulación desenfrenada, etc. Todo muy lejos de la
famosa "cultura cívica" alemana, pero explicable por el escenario objetivo, muy similar al
que existe hoy en Angola, Somalia o cualquier otro país del Tercer Mundo que sufre una
situación de pobreza y posguerra.
Factores Causales de las Culturas y la Cultura como Causa
Los factores causales del Individualismo han sido el desarrollo social y el

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 17


económico. Por un lado, la industrialización, urbanización y el desarrollo del mercado y,
por otro, las tradiciones jurídico-políticas republicanas, así como procesos culturales
como la Reforma Protestante. El predominio de estructuras agrícolas con grandes
diferencias de riqueza, la baja urbanización, un pasado histórico imperial y colonial, así
como religiones con dioses autoritarios y creencias ortodoxas, son factores explicativos de
la alta Distancia Jerárquica. El predominio de religiones monoteístas, que enfatizan una
verdad única, ha sido postulado como un factor causal de la Alta Evitación de la
incertidumbre (Hofstede, 2001).
Pero los factores causales que se recaban para explicar las dimensiones culturales
pueden a su vez ser consecuencia de ellas. Una cultura política autoritaria también puede
actuar como un obstáculo a la modernización, al reflejarse en una política educativa
elitista o en una economía de redistribución muy desigual del ingreso. Además, ciertas
"causas" pueden ser en realidad una acomodación a estructuras culturales previas. Por
ejemplo, que las religiones que enfatizan una verdad se asocien a la evitación de la
incertidumbre implica obviar que todas las religiones, ya sean monoteístas o no, tienen
versiones más y menos dogmáticas. Que predomine una u otra versión puede ser el
resultado de la cultura previa, más que el predominio de una versión dogmática reforzar la
evitación de la incertidumbre.
Como Hofstede (2001) argumenta, las ideologías deben adecuarse a la cultura. Así
tenemos un Islam duro o masculino en el Norte de África y un Islam "blando” en
Indonesia, en una cultura más femenina. Desde este punto de vista, las religiones serían en
parte un efecto de la cultura previa, aunque una vez instauradas reforzarán o modificarán
a la misma cultura. Pero, por otro lado, la capacidad de un factor para reforzar un rasgo
cultural depende de sus competidores y circunstancias. El Islam parece más igualitario
que el Hinduismo con su ideología de castas y de hecho jugó ese rol en India (Bodley,
1997). Sin embargo, en comparación con otras religiones monoteístas que enfatizan
menos la obediencia a los dirigentes religiosos, puede ser un factor de refuerzo de
distancia jerárquica.

La Cultura es Utilizada Creativamente


La cultura es como una caja de herramientas que se utiliza creativamente. Aún
en culturas patriarcales, jerárquicas y machistas las personas recrean y utilizan los
patrones culturales para obtener sus fines. Por ejemplo, el burka si bien se asocia a un
control y subordinación de la mujer, también le permite a ésta circular por la calle sin
temer ser reconocida. Un ejemplo clásico es el siguiente: una chica, María, en una
cultura latinoamericana pobre y machista es vista por la mujer de su hermano, Josefa,
flirteando con un potencial novio. Sabe que ésta le va comentar a su marido Pedro,
hermano de María, lo ocurrido. Con toda certeza Pedro, junto con el padre, la
reprenderán fuertemente por no ser “honrada” y ensuciar el nombre de la familia.
También sabe que defenderse directamente no lleva a nada. Entonces, va y le comenta a
su madre que su nuera (la mujer de su hermano Pedro e hijo de la señora en cuestión)
está siendo dominado y manejado por su mujer. A su madre no le gusta su nuera porque
la ha alejado de su hijo. Va la señora y a su vez le calienta la cabeza a su marido que su
hijo Pedro está siendo influenciado negativamente por su mujer Josefa. Cuando el hijo
viene a comentarle al padre que María estuvo flirteando con un chico, el padre lo
despide con cajas destempladas, diciéndole que hasta cuándo se va a dejar manejar por
su mujer.

18 Psicología Social, Cultura y Educación


CULTURA ORGANIZACIONAL EN CENTROS EDUCATIVOS

Marta Rodríguez
Pedro M. Apodaca

Las Definiciones de Cultura Organizacional


Una revisión del contenido de la gran variedad de definiciones de cultura
organizacional permite identificar una serie de aspectos comunes en todas ellas.
Siguiendo, en parte, las valoraciones de Hofstede (1999) consideramos que “La cultura
organizacional es holística, en referencia a un todo que es más que las partes; está
históricamente determinada, refleja la historia de la organización; está relacionada con
cosas que estudian los antropólogos, como los símbolos y los rituales y que se construye
socialmente, la crea y la conserva el grupo de personas que, juntas, forman la
organización ...”. Con objeto de enmarcar el constructo, a continuación presentamos una
definición de cultura organizacional que, consideramos, establece adecuadamente su
contenido y reúne los rasgos señalados:
“El conjunto de creencias que se traducen en valores, símbolos, rituales y
hábitos compartidos por los integrantes de la organización, los cuáles determinan una
identidad específica y diferencial tanto de cara a los propios miembros como respecto
al entorno, en el cual la organización está inmersa” (AECA, 1997).
Por lo tanto, en la cultura organizacional se aprecia una cualidad dinámica ya
que los elementos culturales se aprehenden, se transmiten, se modifican ante las nuevas
experiencias y por lo tanto, evolucionan con el paso del tiempo; es decir, son sensibles
al cambio. Esta cualidad se presenta con distinta intensidad, penetración, entre los
miembros de la organización, por lo que se puede observar que en una organización hay
más de una unidad social definible, estable, con experiencias compartidas e historia
significativa (Louis, 1985). Por consiguiente, es necesario considerar que existen
“subculturas” en diverso grado de dispersión y homogeneidad en toda organización,
pese a que exista una cultura dominante.
En conclusión, la cultura influye en el modo que la organización tiene de
percibir y relacionarse con el entorno, adaptación externa, y en el entendimiento entre
los miembros de la misma sobre las formas de relación que posibilitan la supervivencia,
integración interna (Schein, 1988). Estas funcionalidades se observan en la consecución
de consenso respecto a ciertos aspectos. Algunos ejemplos en relación con la adaptación
externa son: la misión y la estrategia, las metas correspondientes, los medios para
alcanzarlas, los sistemas de evaluación y las estrategias correctoras. Respecto al proceso
de integración, cabe destacar: la formación de un lenguaje común y de categorías
conceptuales, los límites del grupo y sus criterios para la exclusión e inclusión, los
criterios para delimitar el poder y la jerarquía, la relación entre iguales, las recompensas
y los castigos y por último, la ideología y la religión.
Otra funcionalidad de la cultura es la reducción de la incertidumbre y la
ansiedad que los integrantes de la organización sienten ante situaciones de cambio,
facilitando reacciones de rechazo y cohesionando la organización (Schein, 1988).

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 19


Los Elementos de la Cultura Organizacional
Con la pretensión de clarificar un poco más el tema, seguidamente presentamos
brevemente una relación de los elementos más significativos de la cultura
organizacional y su correspondiente acepción:
1. Los artefactos: incluyen todas las producciones o creaciones de los
integrantes de la organización respecto al entorno físico y al social. Ejemplos de
artefactos materiales son los informes, memorando, folletos, trípticos, logotipos o la
declaración de la misión; de artefactos físicos son la arquitectura, la distribución del
espacio de la organización en todas sus unidades, los elementos decorativos y su
disposición; y de artefactos visuales uniformes, blasones, divisas.
Como artefactos intangibles se consideran el lenguaje organizacional, la
jerga, las metáforas, las historias, los mitos o leyendas, las bromas o chistes, así como
toda manifestación conceptual-verbal; en el caso de los centros educativos son las
declaraciones de metas y objetivos, el currículo y la estructura.
2. Los valores, las creencias y las actitudes: los dos primeros elementos
proporcionan las razones por las cuales la gente se comporta como lo hace. (Ott, 1989).
Los valores hacen referencia a aquello que la gente piensa sobre lo que debería ser;
están estrechamente vinculados con los códigos éticos y morales. Las creencias hacen
referencia a lo que la gente piensa que es verdad y lo que no es verdad, es decir, qué es
la realidad y qué no es la realidad.
Las actitudes se definen como “una predisposición aprendida, no innata, y
estable, aunque puede cambiar, a reaccionar de una manera valorativa, favorable o
desfavorable, ante un objeto, individuos, grupos, ideas, situaciones, etc. (Morales,
1988).
3. Las presunciones básicas: conforman el nivel más profundo de la cultura
organizacional. Schein (1988) plantea que éstas son la esencia de la cultura y definen la
percepción que la organización tiene de sí misma y de su entorno.
Cuando la aplicación repetida de un valor como solución ante un problema es
exitosa, resuelve el problema o reduce la ansiedad, el grupo organizacional percibe
dicho éxito. Si su uso continúa siendo exitoso se conseguirá, progresivamente, la
validación social del valor. En este punto, el valor inicia un proceso de transformación
cognoscitiva en creencia y posteriormente, en presunción. Paralelamente se produce un
proceso de desgajamiento de la conciencia hasta convertirse en inconsciente y
automático.

Los Fundamentos de la Cultura Organizacional


Los orígenes de la cultura organizacional se encuentran en la cultura nacional o
social existente en la ubicación física de la organización, el tipo de actividad que realiza
la organización y la naturaleza del ámbito característico de su actividad (industria-
servicios, mercado-producto, público-privado,...) y la cultura del líder.
Según los estudios realizados, entre otros por Deal y Kennedy (1982),
organizaciones que realizan la misma actividad y que se desenvuelven en iguales o
parecidos entornos sectoriales, presentan similitudes en sus respectivas culturas
organizacionales. Algunas de estas similitudes se pueden explicar por factores como:
tipo de profesionales implicados así como su perfil cultural, características de los

20 Psicología Social, Cultura y Educación


“stakeholders” (clientes, accionistas, financiadores, asociaciones profesionales,...), la
tipología de interacción condicionada por la actividad, el grado de riesgo exigido por el
mercado o la rapidez de reacción impuesto por el mismo.
En el marco educativo, las organizaciones presentan una serie de diferencias
sustanciales en comparación con otras organizaciones. Siguiendo a Simons (2000) las
principales características se centran en:
a) un aprendizaje con “doble vertiente” (el del alumnado y el del profesorado)
b) unos clientes de tipos diversos (alumnos, empleadores, gobiernos, sociedad, etc),
c) unas necesidades diferentes dependiendo de los clientes,
d) una mezcla difusa entre el servicio y los resultados de producto.
Además, Simons distingue otras seis características que define como secundarias
al ser consecuencia de las anteriores:1) funcionamiento del centro sin una influencia de
la dirección en el proceso desarrollado en el aula entre profesor y alumnos; 2) falta de
tradición de trabajo en grupo, colaboración y cooperación; 3) falta de una visión
compartida como organización, o de darse no es aceptada por todos; 4) resistencia al
cambio por posiciones de permanencia estables – funcionariado -; 5) carencias de la
profesión educativa respecto a las características propias del profesionalismo (conjunto
de conocimientos permanentes, organización profesional, requisitos de admisión,
asociaciones, etc) que generan una falta de innovación, experimentación, feedback,
intercambio de opiniones,... y 5) la tendencia de las escuelas a tener sistemas separados
de aprendizaje, de la organización por un lado y del individuo o grupo por otro.
Por otro lado, la influencia de los líderes en la cultura organizacional es
importante ya que los “cabecillas” iniciales de una organización son quienes sientan los
bases de la cultura. Pero, a su vez, la cultura organizacional genera al líder, o por lo
menos condiciona las habilidades que éste ha de poseer para que sea considerado “líder
eficaz” por los miembros de la organización ante las exigencias del entorno (Schein,
1988). En el caso de los centros educativos, se observa la necesidad de disponer un
liderazgo de transformación que motive el compromiso y la colaboración de todos los
integrantes del centro en la consecución de una visión compartida.

Contenido y Forma de la Cultura Organizacional


A continuación, presentamos dos modelos, uno referido al Contenido de la
Cultura organizacional y otro a la forma de la misma, que posibilitan la identificación
de respectivas tipologías culturales:

Contenido Dimensional y Tipologías de la Cultura


El término dimensión hace referencia al conjunto de magnitudes que definen, en
este caso, la cultura de una o varias organizaciones. Esta propiedad del término contiene
la cualidad de medir o comparar el objeto de estudio. Por lo tanto, la importancia de
identificar las dimensiones de la cultura organizacional estriba en que a partir de ellas se
puede determinar la cultura y la relación existente entre sus componentes.
Presentamos el modelo de Quinn (1988) por ser una propuesta integradora con
suficiente validez empírica y altamente positiva para el proceso de identificación de los
elementos culturales de la organización susceptibles de cambio o mejora.

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 21


El Modelo de Valores en Competencia (Quinn, 1988)
Esta propuesta tiene su origen en los trabajos de Campbell et al. (1974) y de
Quinn y Rohrbaugh (1983). El modelo contempla dos dimensiones; la primera se
caracteriza por contener los criterios referidos a flexibilidad, discreción y dinamismo
por un lado y por otro, estabilidad, orden y control. La segunda dimensión recoge los
criterios relacionados con la integración, la unidad y la orientación interna por un lado
y la diferenciación, la rivalidad y la orientación externa por otro.
La representación gráfica de las dos dimensiones muestra cuatro cuadrantes en
los que se representan las presunciones básicas, las orientaciones y los valores
característicos de cada tipo de cultura organizacional. Según Cameron y Quinn (1999)
las características de cada tipo de cultura son, a grandes rasgos, las siguientes:
1. La cultura Jerárquica: El espacio de trabajo está formalizado y estructurado; los
procedimientos rigen las acciones de las personas. Lo importante es mantener el
funcionamiento fluido de la organización. Las metas de la organización a largo plazo
son la estabilidad, la previsión y la eficiencia. Las reglas formales y las políticas son
las que hacen que la organización funcione. Los líderes eficaces son buenos
coordinadores y organizadores.
2. La cultura racional o de Mercado: El espacio de trabajo está orientado a los
resultados. Lo importante es superar a la competencia y ser el líder en el mercado.
Las metas de la organización a largo plazo son las acciones competitivas y la
consecución de los objetivos y las metas de mayor nivel. El énfasis en ganar es lo
que hace que la organización funcione. Los líderes eficaces son fuertes y exigentes,
productores duros y competitivos.
3. La cultura de consenso o de Clan: El espacio de trabajo es amistoso y las personas
que trabajan en él comparten mucho de sí mismos. El compromiso con la
organización es alto por lo que la meta a largo plazo es el beneficio del desarrollo
individual con una elevada moral y cohesión. La lealtad y la tradición hacen que la
organización funcione. Los líderes son como mentores y, quizás, se ven como
figuras paternas.
4. La cultura de desarrollo o Adhocracia: El espacio de trabajo es dinámico,
emprendedor y creativo. Lo importante es “el estar al día” con el conocimiento, los
productos y/o servicios; también es importante estar preparado para el cambio y
asumir nuevos desafíos. La experimentación y la innovación hacen que la
organización funcione. La meta a largo plazo es el crecimiento rápido y la
adquisición de recursos. El líder efectivo es el visionario, el innovador, el que asume
riesgos.
Aunque el Modelo de los Valores en Competencia se fundamenta en la
identificación de cuatro tipos de cultura, también considera que en la realidad
organizacional no existen tipos puros sino más bien culturas organizacionales híbridas
con mayor o menor presencia de algunos valores u otros. Así mismo, el modelo
contempla que la cultura puede variar en el tiempo por lo que en un momento dado en
una organización pueden encontrarse evidencias sobre una orientación cultural existente
en el pasado y relegada en la actualidad por otra.
Los resultados del estudio de Cameron y Ettington (1988) evidencian que en la
mayoría de las instituciones universitarias estudiadas existe una cultura organizacional
híbrida; sólo el 14% presentan el mismo tipo de cultura organizacional respecto a todos
los aspectos estudiados. En este grupo, la cultura mayoritaria es la de Clan (54%)

22 Psicología Social, Cultura y Educación


seguida de la Jerárquica (25%) mientras que la cultura de Mercado es casi inexistente
(2%).

Formas y Tipos de Cultura Escolar


A partir de la identificación de las pautas de relación entre el personal de la
escuela se puede diagnosticar la cultura o subcultura existentes en la misma.
Seguidamente, presentamos la propuesta de Armengol por ser una proposición
actualizada e integradora, que posibilita el diagnóstico de la cultura del profesorado en
un centro educativo a partir de las formas de relación. A este respecto, recordamos lo
importante de desarrollar modelos globales e integrados que contemplen las formas de
cultura relativas a todos los colectivos del centro, y no sólo del mayoritario.

El Modelo de Armengol (1999, 2001)


Considerando la Clasificación de Tipos de Cultura de Bolívar (1993) y de
Hargreaves, McMillan y Wignall (1992), Armengol (1999, 2001) elabora una propuesta
de Tipologías culturales de la Enseñanza (ver Cuadro 2).

Cuadro 2. Tipologías Culturales de la Enseñanza


CULTURA CULTURA CULTURA DE LA CULTURA
INDIVIDUALISTA FRAGMENTADA COORDINACIÓN COLABORATIVA

Los valores del centro Valores institucionales


Finalidades/Valores

Falta de valores Valores institucionales


son individuales y de aceptados y
institucionales aceptados por la
subgrupos. Las compartidos por
comunes y abundancia mayoría, aunque esta
personas con prácticamente todos.
de actividades acepción a veces surge
planteamientos afines Las acciones que éstos
individuales. Cada cual por presiones que
se reúnen en subgrupos realizan tienen
actúas según su propio reciben los miembros
y actúan de forma coherencia con estos
criterio. de la institución.
común valores
El profesorado llega a El profesorado forma
El profesorado
acuerdos sobre temas grupos de trabajo para
Currículum

El profesorado reflexiona, planifica,


organizativos puntuales abordar tareas
planifica prepara y evalúa
y no se abordan concretas. La
individualmente sus conjuntamente todos
aspectos internos de perspectiva es a corto
enseñanzas. los aspectos del
enseñanza de forma plazo con poca
currículum.
generalizada. reflexión.
La dirección del centro
Asignación de Tareas

Hay unas normas realiza una prospección


Distribución por El claustro decide el
implícitas (que no y asigna a cada
materias, niveles, áreas profesor más idóneo
responden a criterios profesor la tarea que
y/o departamentos de para asumir las
pedagógicos) que cree que desarrollará
acuerdo con los diferentes tareas que se
sirven para asignar a mejor según sus
intereses individuales han de realizar y se
cada profesor a una capacidades y
de los profesores. asumen tranquilamente.
tarea concreta. preferencias
personales.
La intervención
dinámica de trabajo

Intervención en la Las intervenciones Intervención activa y


voluntaria de los
Intervención en la

dinámica del centro en voluntarias del voluntaria de los


miembros en la
función del subgrupo profesorado para miembros por
dinámica del centro es
de referencia. Cada alcanzar los objetivos conseguir los objetivos
prácticamente nula.
grupo tiene una manera del centro son fijados por el centro. Se
Trabajo privado en las
propia de funcionar y limitadas. El equipo entiende que enseñar es
aulas. Se comparten
de entender la directivo es quien una tarea colectiva de
pocos espacios y
enseñanza. dirige las propuestas. participación.
tiempos.

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 23


Cuadro 2. Tipologías Culturales de la Enseñanza (continuación).
Pasividad general y Centro dividido en Interacción positiva
Interacción entre
profesionales
falta de comunicación. subgrupos con pocos Entre el profesorado asumida
Soledad profesional. elementos en común. hay interacciones colectivamente a través
Interacciones Baja permeabilidad puntuales para la del compromiso de sus
fragmentadas, para establecer realización de tareas miembros. Sentido de
esporádicas y interacciones con otros muy concretas. comunidad y apoyo
superficiales. grupos. mutuo.
Hay propuestas La dirección promueve
La dirección actúa La dirección tiene un
colectivas e un plan de trabajo
según su propio plan de plan de trabajo
Gestión de los

individuales. La llave colectivo.


directivos

trabajo. Normalmente conocido por todos y


del éxito reside en la Responsabilidades
gestiona con las en algunos casos
preparación de los compartidas y todos se
personas compartido. Se confía
directivos para asignar apoyan. La dirección
individualmente su en quien hace
los roles a las personas actúa básicamente
aportación a la agradable la
individualmente y como coordinador,
institución convivencia.
como grupo. animador y gestor.
Coordinación real en
Las reuniones acaban
las decisiones a través
La inercia del trabajo igual que empiezan, Coordinación rígida y
Coordinación pedagógica

de sistemas variados.
regula indirectamente con resultados pobres o formal, regulada por
Se trabaja en equipo.
todas las necesidades contradictorios. Se múltiples mecanismos.
Los profesores
de relación, no hay habla sobretodo de los Los profesores hablan
intercambian
comunicación. Los alumnos y del de sus experiencias de
frecuentemente sus
profesores cuando se trasfondo familiar; de enseñanza en el aula. A
experiencias de
reúnen ocasionalmente ellos mismos o de otros veces se toman
enseñanza en el aula a
evitan hablar sobre compañeros y de las decisiones conjuntas,
un nivel de detalle que
como enseñar en el grandes demandas que pero no se acostumbra
hace que este
aula. la sociedad impone a a hacer su seguimiento.
intercambio sea útil
las escuelas.
para la práctica.
Las resistencias
provocan las El profesorado percibe
innovaciones de Innovaciones fruto de de forma natural las
Innovaciones

carácter personal y la iniciativa de algunos discrepancias,


No existe costumbre de
provienen del miedo a grupos, un grupo más introduciendo
impulsar innovaciones.
la pérdida del estatus activo. Los cambios soluciones que a
quo. Normalmente, son poco estables. menudo suponen
pocas iniciativas de mejoras.
cambio
El profesorado percibe
El profesorado no El profesorado no Aunque el profesorado de forma natural las
percibe la existencia de afronta las percibe las discrepancias
Conflicto

problemas y, por lo discrepancias, lo discrepancias a menudo existentes,


tanto, no siente la importante es prefiere no intervenir y introduciendo
necesidad de sobrevivir sin esperar a que el tiempo soluciones que a
resolverlos. problemas añadidos. lo solucione. menudo suponen
mejoras.
Aprendizaje
La formación colectiva
Formación ligada a Hay formación profesional
Formación del
profesorado

se considera
cargos institucionales o personal pero el compartido.Formación
conveniente. Hay
a nuevas situaciones. aprendizaje conseguido basada en las
propuestas de
Se entiende como un individualmente no se necesidades de la
formación ligadas a
interés personal para transfiere al colectivo institución. Se piensa
necesidades concretas
promocionarse. como grupo. como formación de
de la institución.
grupo.
El profesorado se pasa Actitud de indiferencia El profesorado adopta El profesorado adopta
el día protestando sobre hacia los problemas de una actitud positiva con una actitud positiva y
Clima

su trabajo. Solo desea los demás y del centro su grupo. Puede haber una alta motivación
marchar lo más aunque se mantiene tensiones latentes y que incide en el nivel
rápidamente posible. una cordialidad formal. explícitas entre los de calidad de la
diferentes grupos. organización.

24 Psicología Social, Cultura y Educación


Como síntesis de los resultados del estudio de Armengol (1999) podemos
señalar que el perfil del profesorado con mayor tendencia a la cultura colaborativa
corresponde con un profesional con más de 39 años de edad, con más de 20 años de
experiencia como docente, que en algún momento ha ocupado algún cargo directivo y
que trabaja en un centro ubicado en municipios de más de 100.000 habitantes. Respecto
al profesorado encuestado, el 83% presenta una Cultura coordinada; en lo que respecta a
los Centros encuestados, el 93% presenta una Cultura coordinada.

Cultura Organizacional y Cambio en Centros Educativos


En el marco de la LOGSE, los centros educativos deben realizar unas
actividades que requieren la existencia de ciertos valores y prácticas. Asimismo, la
presencia de dichos elementos culturales propician unas formas de relación concretas
que, a su vez, garantizan el cumplimiento de las actividades de modo adecuado y
efectivo.
Tal y como expresa Armengol (2001), con quien estamos de acuerdo, la nueva
reforma iniciada con la LOGSE implica un cambio respecto a la estructura del Sistema
educativo y a las competencias organizativas y pedagógicas. En definitiva, supone un
profundo cambio en las formas de organizar y trabajar en el centro con objeto de
conseguir la mejora. Esto supone que “el centro educativo debe aprender a capacitarse
como organización para ir mejorando cotidiana y continuamente.” (Armengol, 2001)
Sin embargo, este tipo de cambio debe estar en sintonía con el tipo de cultura
existente en el Centro. La experiencia organizacional indica que la realización de
modificaciones en los procedimientos o en las estrategias de una organización no
implican cambios en la cultura organizacional (valores, normas, creencias,... ). Los
primeros son cambios que afectan en un nivel superficial de la organización y de corta
duración en el tiempo. Si éstos cambios son los únicos que se producen y, además no se
mantienen en el tiempo, se generarán procesos de frustración y desánimo internamente
así como desorientación ante las demandas del entorno externo.
En consecuencia, el diagnóstico de la cultura actual de un centro educativo es
una pieza clave para identificar las fortalezas y debilidades del centro educativo. Para
ello es importante recoger información sobre las percepciones de todos los miembros
del centro –personal docente, administrativo, de servicios- de modo que permita
identificar la cultura y subculturas presentes en el mismo. En esta línea, también es
necesario recoger informaciones sobre las percepciones del personal respecto a lo que
considera “debería ser” el funcionamiento organizacional o cultura ideal. De este modo,
el perfil cultural resultante asegura la identificación de: los aspectos favorables y
desfavorables de la cultura respecto al cambio; las estrategias más adecuadas para
promoverlo en los elementos culturales que no encajen con las nuevas necesidades; y
las posibles alternativas de adaptación del entorno a las características del centro.
Por otro lado, la aplicación de este procedimiento legitima y da credibilidad al
proceso de cambio ya que se fundamenta en la participación de todos los implicados y
promueve el compromiso efectivo de los mismos en el proceso. Sin embargo, como
ingredientes esenciales debemos apuntar la necesaria existencia de compromiso
incondicional y manifiesto de la dirección de la organización y, por ende, de los líderes
del centro educativo con el cambio. Igualmente, la negociación entre las partes
afectadas promoverá mayores garantías para cambio organizacional pretendido.

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 25


Resumen
Las culturas contienen los siguientes aspectos:
Conductual-cognitivo: Son conjuntos y pautas de conducta, de creencias y
significados simbólicos.
Estructural: Los significados están estructurados, integrados y pautados en torno
a temas, valores y visiones del mundo que dan respuesta a dilemas de coordinación y
organización social relevantes.
Compartido: Los significados son consensuales dentro de cada sociedad o grupo
social, aunque estas creencias y significados no son compartidos de forma homogénea
por todos los miembros del grupo.
Dinámico: Las culturas no son estáticas ni inmutables, sino que son dinámicas,
flexibles, cambiantes y contradictorias.
Normativo: Los valores definen lo que es deseable y aceptable, moldeando la
conducta social, si bien no suelen corresponderse directamente con la práctica social.
Generalmente son sistemas de creencias compartidos por las clases dominantes y
subordinadas de mayor peso social.
• Las grandes dimensiones de valores en las que difieren las naciones son el
Individualismo-Colectivismo y la alta-baja Distancia Jerárquica.
Transmisión: Son aprendidas y transmitidas de generación en generación.
Histórico Grupales: Se encarnan diferencialmente en cada cohorte generacional
sin olvidar que en una cultura cada cohorte está caracterizada por ciertos hechos y
valores (p.ej., la generación del 98; de la Guerra Civil, etc.).
Supra-orgánico: Son conjuntos de significados holísticos, superiores a las
creencias y conductas individuales.
• La cultura es una abstracción o inferencia de conductas individuales y no una
realidad ontológicamente diferente de éstas. Es decir, no se trata de una esencia
o una entidad superior a las conductas de las personas que conforman una
sociedad.
• Las normas pueden sobrevivir a los individuos que las crearon.
• Las personas proyectan sus creencias en un consenso social percibido.
• Las personas muchas veces tienen una visión de la opinión pública que no es
coherente con las actitudes privadas reales, pero es esta visión compartida de
las creencias mayoritarias la que determina la conducta.
Externalidad: Además de “estar en la mente” de las personas, las culturas están
objetivadas en artefactos simbólicos y rituales o escenarios públicos; las culturas
regulan extra-somáticamente el tiempo, el espacio y los flujos de información.
Diferentes de la estructura social: Estructura social y cultura son aspectos
distinguibles analíticamente de la realidad social.
Ideal- verbalizable y conductual-implícito: Las personas reproducen y recrean
subjetivamente la cultura, aunque existen regularidades de comportamiento y
conocimientos implícitos diferentes de las creencias subjetivas que las personas pueden
verbalizar.

26 Psicología Social, Cultura y Educación


Mental: Están internalizadas, determinan el contenido y la forma de los procesos
psicológicos.
La cultura no coincide con la raza, la etnia, la nación o el lenguaje.
Funcional: Son estrategias que son o fueron adaptativas, es decir, responden y se
adaptan a los cambios socioestructurales y ecológicos.
Consecuentes y antecedentes: Aunque son consecuencias de hechos históricos,
socioestructurales y ecológicos, las culturas en ocasiones sobreviven al contexto en que
se originaron y actúan como factores mediadores y causales de fenómenos
psicosociales.
Contexto utilizado creativamente: La cultura es una caja de herramientas que las
personas utilizan activamente para actuar, crear y recrear significados.
La Cultura a nivel Organizacional:
En la mayoría de las universidades existe una cultura organizacional híbrida; el
14% presenta un mismo perfil, siendo la mayoría de tipo Clan.
En las escuelas de secundaria predomina una cultura de coordinación
caracterizada por interacciones puntuales entre profesores para tareas concretas a corto
plazo, intervenciones limitadas e innovaciones basadas en minorías.
En las escuelas de secundaria, los directivos asignan las tareas a cada profesor
según su percepción de capacidades; se perciben conflictos y se espera que se
solucionen sin intervención. Existe una actitud favorable hacia la formación sobre
necesidades concretas y un clima positivo con tensiones entre grupos.

Capítulo 2: Cultura y Psicología Social 27

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