Mlorenzo,+08 Africa
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RESUMEN ABSTRACT
Durante siglos se ha promovido desde The West has promoted for centuries a
Occidente una visión fragmentaria y erró- fragmentary and erroneous vision of the
nea del continente africano, un territorio African continent, a territory subjected
sometido y esclavizado por algunas de and enslaved by some of the great world
las grandes potencias mundiales. El co- powers. Colonialism helped foster a racist
lonialismo ayudó a fomentar desde muy vision of Africa and its population from
temprano una visión racista de África y su very early on, which was reflected in some
población, que quedó recogida en algunos animated short films made at the begin-
cortometrajes de animación que se reali- ning of the 20th century. They did so by
zaron a comienzos del siglo XX. Lo hicieron giving an archetypal vision of the African,
dando una visión arquetípica del africano, both when they drew him as a human
tanto cuando lo dibujaban como ser hu- being —Jungle Jitters (Friz Freleng, 1938),
mano— Jungle Jitters (Friz Freleng, 1938), The Isle of Pingo Pongo (Tex Avery, 1938)—
The Isle of Pingo Pongo (Tex Avery, 1938)—, and when they did it by providing him
como cuando lo hacían proporcionán- with features of a jungle animal —Africa
dole rasgos de animal selvático —Africa Squeaks (Bob Clampett, 1940), Congo Jazz
Squeaks (Bob Clampett, 1940), Congo Jazz (Hugh Harman y Rudolf Ising, 1930)—, to
(Hugh Harman y Rudolf Ising, 1930)—, increase the feeling of inferiority to which
acciones en ambos casos encaminadas a all these regions were reduced.
acrecentar el sentimiento de inferioridad
al que se quiso reducir a todas estas re-
giones.
P / 112
ANA
ASIÓN
SUÑER
I
UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA
E-mail: [email protected]
PALABRAS CLAVE:
África, animación clásica, colonialismo, racismo,
Los once censurados, Merrie Melodies.
KEY WORDS:
Africa, classical animation, colonialism, racism,
The Censored Eleven, Merrie Melodies.
P / 113
DOI:
https://doi.org/10.4995/caa.2021.15088
La visión de África por parte de la animación clásica estadounidense: una historia lastrada por el racismo
Introducción
La civilización occidental ha contribui- XX, cuando desde diferentes manifesta-
do desde muy temprano a construir una ciones artísticas y culturales, comenzó a
visión estigmatizada y racista del conti- aparecer una cierta atracción por el con-
nente africano: un territorio que además tinente africano, antecedentes que servi-
ha sufrido colonizaciones y guerras que rán para presentar el objeto de estudio del
todavía hoy en día siguen erosionando el propio documento: trabajos de animación
tejido social, económico y cultural de una estadounidenses que durante los años
población castigada por la historia. treinta y cuarenta visibilizaron la imagen
racista y superficial que existía sobre Áfri-
En esta ocasión el interés del texto radica ca en aquel periodo (The Censored Eleven,
en analizar algunos de los ejemplos que, Africa Squeaks). A partir de ese punto y a
desde la animación clásica estadouniden- modo de conclusión, se expondrán algu-
se, contribuyeron a cimentar las bases nas de las herencias que esta particular
de este pensamiento entre la población. visión dejó en audiovisuales posteriores,
Coincidiendo con la expansión colonial, el su evolución, repercusión y situación en la
discurso se detendrá a principios del siglo actualidad.
Fig. 1. Caricatura sobre la Conferencia de Berlín (Draner, 1885, Journal L'Illustration). Fuente: Wikimedia Commons.
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Ana Asión Suñer
01
Contexto histórico
Cuando la Europa renacentista descu- Tras este capítulo de esclavitud llegó más
brió que el mundo era de mayor magnitud adelante el de colonización, que no solo
de lo que se creía hasta entonces, comen- afectó a las zonas costeras, sino también
zó una concepción europeísta y errónea al interior. En el siglo XIX países como In-
en relación con el resto de individuos que glaterra (Livingstone, Stanley) o Francia
habitaban el globo terráqueo. La esclavi- (Caillié, Foucauld)4 realizaron diversas
tud, derivada de esta época de descubri- expediciones, de naturaleza tanto pública
mientos, se convirtió en un grave episodio como privada, que fueron avanzando por el
para el África negra, que perdió la cuarta territorio aprovechando la desembocadura
parte de la población y causó gran inesta- de los ríos. Los motivos para su ejecución
bilidad política en los reinos de las costas, tenían un valor romántico, e incluso geo-
más afectados ante la ingente demanda gráfico, pero sobre todo político, lo que
de esclavos para comerciar en Europa — justificaba todos estos viajes. Además,
acciones justificadas, casi siempre, como los avances médicos, tecnológicos y ar-
un mal menor.1 mamentísticos que se produjeron en esta
época beneficiaron el avance europeo
Durante el siglo XVII holandeses y britá- dentro de unas fronteras donde convivían
nicos tuvieron un especial protagonismo reinos diversos, que fueron incapaces de
en el tráfico atlántico de esclavos, una ac- unirse para defenderse del enemigo ex-
tividad que se intensificó en el siglo XVIII.2 tranjero. La colonización no solo no fue
Sin embargo, a principios del siglo XIX más benévola que la esclavitud, sino que
comenzó a cambiar la situación. Uno de se aprovechó para saquear las materias
los acontecimientos más relevantes fue el primas de estos países.
Acta de Comercio de Esclavos promulga-
da por el Parlamento de Reino Unido en Con el pretexto de terminar con el co-
1807: en ella, aunque se recogió el deseo mercio de esclavos y promover su civiliza-
de poner fin al comercio de esclavos en el ción, en 1884/5 tuvo lugar la Conferencia
país, no hubo ninguna mención relativa a de Berlín (Fig. 1), en la que varios países
la esclavitud, que continuó siendo legal.3 europeos se repartieron el continente
1
Se trató de una práctica que llegó a todos los ámbitos de la sociedad, incluida la religión. De hecho, en 1537 el papa
Pablo III promulgó la bula Sublimis Deus, en la que se defendía el derecho a la libertad de los indígenas de las Indias,
así como la prohibición de someterlos a esclavitud. En el documento se incluía a su vez el fomento de la doctrina
cristiana entre dicha población; un texto que no hubiera sido posible sin la intervención de Fray Julián Garcés: “[…]
estimo como más apropiado acudir a la Biblia para mostrar la incongruencia existente entre el mandato bíblico «id
y predicad el evangelio a toda creatura» y la actuación de algunos religiosos” (Macías Valadez, 2019: 109).
2
En este contexto es necesario tener en cuenta también que durante los siglos XV y XVI España y Portugal contaban
con diversos territorios en territorio africano, ejerciendo igualmente sobre ellos un poder autoritario y despótico.
3
El documento llegó poco tiempo después del asesinato de aproximadamente 142 esclavos africanos en manos de
la tripulación del barco negrero Zong en los días siguientes al 29 de noviembre de 1781.
4
El dominio británico deseaba un imperio de Norte a Sur, proyecto que entró en pugna con Francia, que quería
consolidarse de Oeste a Este.
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La visión de África por parte de la animación clásica estadounidense: una historia lastrada por el racismo
africano. Junto a los doce Estados parti- política administrativa. Se produjeron gra-
cipantes —no todos ellos con intereses ves tensiones en todas las colonias, que
en África— estaban el Imperio Turco y los germinaron en distintos movimientos de
Estados Unidos; pero no se tuvo en cuen- protesta hacia los distintos gobiernos y un
ta a ningún país africano; una maniobra fuerte sentimiento anticolonialista.
que continuó durante la Primera Guerra
Mundial (1914-1918), cuando se sumaron Con la independencia de algunos Esta-
Italia y Alemania. Mientras que en 1879 el dos africanos a mitad de los años cincuen-
90% del territorio todavía estaba gober- ta del siglo XX, comenzó el paulatino pro-
nado por africanos, la proporción se in- ceso de descolonización. Decidieron que,
virtió en 1900, agudizándose en 1914. Al aunque las fronteras impuestas por los co-
final, lo que se demostró durante todo el lonizadores eran artificiales, iban a conser-
siglo XX fue que “la acción «civilizadora» varlas, lo que dio como resultado una gran
llevada a la fuerza en África y Oriente Me- diversidad social y cultural dentro de las
dio, tuvo consecuencias sobre las formas fronteras. Como respuesta surgió el movi-
de vida, sobre los usos y costumbres, so- miento conocido como “panafricanismo”,
bre las lenguas y formas de comunicación, que apostaba por la unión política del con-
y sobre todo en lo referente a los límites tinente africano, así como por la defensa
territoriales de cada grupo humano” (Ara- de los derechos de su población, o lo que
bi, 2012: 129). es lo mismo, por una “África libre e inde-
pendiente” (Fall Barros, 2013: 2). Al final,
La depresión en la que cayó la econo- muchos de estos países acabaron gober-
mía internacional en 1930 frustró las es- nados por dictadores, entrando en una di-
peranzas que se habían concebido acerca námica de violencia y guerras que, en nu-
del desarrollo de África, sobre todo aque- merosos casos, continúa en la actualidad.
llas vinculadas con las exportaciones y la
02
La imagen de África para los occidentales:
del “primitivismo” a Civilization (1947)
En el contexto colonial surgió lo que se descomposición de las formas apoyándose
conoció como “primitivismo”, un término en el primitivismo (Moreno Sáez, 1999: 194).
utilizado para denominar a la influencia
del “arte negro” —que incluía tanto África El sentimiento de superioridad de una
como Oceanía— en las obras de distintos cultura frente a otra no solo se visibilizó
artistas vanguardistas, como Paul Gauguin, en este tipo de actuaciones, puesto que
Vincent van Gogh, Paul Cézanne, Pablo Pi- en otros medios más populares, como la
casso o Paul Klee (Fig. 2). Aunque en reali- música, también estuvo presente esta
dad nunca hubo un grupo de creadores que misma idea, tal y como se observa en la
se definiera como “primitivista”, su interés canción Civilization (1947), escrita por Bob
por este tipo de manifestaciones “fue deci- Hilliard y Carl Sigman: conocida también
sivo para el desarrollo de un coleccionismo como Bongo, Bongo, Bongo, se incluyó en
artístico de escultura africana” (Almazán, el musical de Broadway Angel in the Wings
2012: 343). Pese a todo, ninguno de ellos cantada por Elaine Stritch. Su nómina de
valoró este tipo de manifestaciones den- intérpretes fue extensa, incluyendo tam-
tro de su contexto original, sino que fue bién a figuras tan reconocidas como Louis
un mero instrumento para su propia crea- Prima o The Andrews Sisters. Considera-
ción. De hecho, dado el escaso valor que da una sátira, está interpretada desde la
se otorgaba a este tipo de obras, su lugar perspectiva de un “salvaje” nativo, cuyo
no estaba en los museos de arte, sino en pueblo ha sido recientemente evangeliza-
los etnológicos, ya que se consideraba que do por un misionero y otras personas “ci-
pertenecían a una cultura inferior. No obs- vilizadas” que han tratado de hacer de la
tante, poco a poco la situación comenzó a tribu un lugar mejor. No obstante, el afri-
variar, y algunas piezas comenzaron a en- cano —seguramente procedente del Con-
trar en los espacios reservados al arte con- go, tal y como se aprecia en la letra de la
temporáneo que huía del academicismo canción— piensa diferente y canta acerca
anterior y apostaba por el realismo —una de los principales defectos de la sociedad
postura que, en cambio, durante mucho civilizada: una postura que al final contri-
tiempo fue minoritaria—. Fue en todo caso buye a que decida quedarse en su tierra
una visión puramente formal, guiada por la natal: […] So bongo, bongo, bongo, I don't
estética, puesto que esta opción no inclu- wanna leave the Congo, oh no no no no no
yó un estudio del significado de los objetos / Bingo, bangle, bungle, I'm so happy in the
expuestos. Pese a todo, su influencia resul- jungle, I refuse to go / Don't want no jailhou-
tó fundamental para autores como Seurat, se, shotgun, fish-hooks, golf clubs, I got my
Van Gogh, Cézanne o Gauguin, quienes spears / So, no matter how they coax him, I'll
empezaron un importante camino hacia la stay right here.5
5
“Por eso bongo, bongo, bongo, no quiero marcharme del Congo, oh no no no no no / Bingo, bangle, bungle, soy tan
feliz en la jungla, me niego a marcharme / No quiero ninguna cárcel, escopeta, anzuelos, palos de golf, tengo mis
lanzas / Por eso, no importa cómo lo convenzan, me quedaré aquí” (trad. a.)
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La visión de África por parte de la animación clásica estadounidense: una historia lastrada por el racismo
Estos ejemplos, en todo caso, fueron audiovisual tampoco fue ajeno a esta vi-
exponentes de cómo había arraigado en sión, tal y como se puede apreciar en al-
Occidente la imagen distorsionada que las gunos de los cortometrajes de animación
potencias coloniales habían querido im- que se llevaron a cabo en la primera mitad
poner del continente africano. El ámbito del siglo XX.
03
El africano como ser humano
Durante los años treinta y cuarenta se con el Código Hays (1922), las producto-
realizaron desde Estados Unidos una se- ras adoptaron entonces un reglamento de
rie de cortometrajes cuyo contenido fue autocensura para garantizar a los espec-
motivo de revisión décadas después: tra- tadores un producto de calidad dentro de
bajos cuya “línea argumental nunca in- la moralidad imperante en aquella época.
troducía por lo general planteamientos Con la llegada del sonido, a partir de 1933
morales o filosóficos ni se ejercía ningún se añadieron nuevas directrices, que erra-
tipo de crítica social. Se trataba sin más dicaban de los audiovisuales cualquier
de un conjunto de gags cómicos utilizados tipo de mención a aspectos como el sexo,
sin reparo en más de una circunstancia” la homosexualidad, las drogas, el crimen o
(Sánchez Moreno, 2009: 5). Por su rele- el mestizaje: es decir, en aquellos años lo
vancia, en este apartado se hará especial que resultaba inaceptable eran actitudes
hincapié en algunos de los trabajos que que fomentaran la igualdad entre las dife-
componen The Censored Eleven, conoci- rentes razas. Como señala Alfonso Maxi-
dos en español como Los once censurados. miliano Rodríguez de Austria: “Tradicional-
Pertenecientes a las series Merrie Melo- mente, la lectura que se ha hecho sobre
dies (Warner Bros. Pictures) y Looney Tu- la imposición del código es la de claudi-
nes,6 fueron censurados en 1968 por sus cación de los dueños de la industria ante
continuas y despectivas referencias a la las presiones y amenazas de boicot de gru-
raza negra y por considerarse ofensivos pos poderosos, como las Iglesias católica
para la audiencia contemporánea, manio- y protestante o la Legión de la Decencia”
bra iniciada por la United Artists (Álvarez, (Rodríguez de Austria, 2015: 184).
2017) y los sucesivos dueños del catálogo
de los Looney Tunes, que consiguieron que En los años sesenta, y mientras poco a
dichas obras no se hayan vuelto a emitir poco se iba superando la doctrina conser-
oficialmente en televisión desde mediados vadora que había imperado en Hollywood
de la década de 1960. durante las últimas décadas, los nuevos
principios morales vieron entonces con
Resulta paradójico observar cómo su reticencia otro tipo de trabajos. La lista de
prohibición coincidió con el instante en los once cortos censurados en aquel mo-
el que comenzaban a erradicarse las dis- mento es la siguiente:
tintas medidas punitivas que se habían
ido sucediendo en el cine norteamericano -Hittin' the Trail for Hallelujah Land (Ru-
desde los años veinte. Operación iniciada dolph Ising, 1931).
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Ana Asión Suñer
Fig. 3. Fotograma de Jungle Jitters (Friz Freleng, 1938). Fuente: Wikimedia Commons.
7
Actualmente son de dominio público y por tanto se pueden encontrar en internet: Jungle Jitters (https://www.
youtube.com/watch?v=ssoFdlyd5uo, 7:13 min.) / The Isle of Pingo Pongo (http://www.ebaumsworld.com/video/
watch/81371770/, 8:41 min.).
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La visión de África por parte de la animación clásica estadounidense: una historia lastrada por el racismo
alrededor de una tienda, que acaba con- grandes, altos, etc.—, siguiendo de este
virtiéndose en un carrusel. La canción modo la visión estereotipada que se tenía
que suena cuando éste aparece es The de los africanos. A diferencia del anterior,
Merry-Go-Round Broke Down, tema carac- cuando comienzan a cantar su rostro es
terístico de los Looney Tunes. En el instan- hostil, mostrando en cierto modo la inco-
te en el que, ya cansados, se disponen a modidad ante la llegada de extranjeros. Se
comer, aparece un vendedor al que nadie observa además que se produce una cierta
quiere abrirle la puerta. Al final le invitan confusión con los clichés que se utilizaban
a entrar con la intención de devorarlo. para retratar a los afroamericanos, puesto
Mientras lo cocinan, la reina del lugar — que se incluye también una cierta parodia
una mujer blanca de edad adulta y que en torno al jazz.
caracterizan con rasgos poco atractivos—
decide salvarlo para casarse con él. No All This And Rabbit Stew8 no está protago-
obstante, tras la ceremonia, el vendedor nizado propiamente por un africano, sino
prefiere que se lo coman a enfrentarse a que se trata de un cazador al que han pin-
la noche de bodas. Los clichés utilizados tado de negro. Sustituye de esta manera a
para representar a los africanos son con- Elmer Gruñón, un personaje que, de forma
tinuos, tanto en relación con su manera primigenia, apareció ya en The Isle of Pingo
de actuar (infantil e irracional), como con Pongo. Sin embargo, resulta paradigmático
su apariencia física, a la que dotan de al- comprobar la intencionalidad de este rasgo,
gún elemento occidental de modo burles- que ayuda sin duda a perpetuar la idea de in-
co, como el sombrero de copa. El racismo ferioridad de la raza negra. La trama cuenta
presente en la obra convive a su vez con cómo el furtivo se dispone a matar a un co-
una noción machista y retrógrada, en la nejo tras encontrar unas huellas que le lle-
que la mujer queda relegada a las tareas van a una madriguera con zanahorias mor-
del hogar —tal y como muestra el hecho disqueadas. Tras diferentes contratiempos,
de que, los utensilios con que comercia el éste dispara, ocasionando que sobre su
vendedor (aspiradoras, tostadoras, etc.), arma aparezca Bugs Bunny —es el único
están destinados a ésta—, mientras vive de los once cortometrajes protagonizado
esperando el marido ideal, tal y como se por éste—. La persecución llega hasta el
aprecia en las ensoñaciones de la reina de final del audiovisual, cuando el mítico co-
la tribu. nejo le reta a una partida de dados y gana,
dejando al cazador sin su ropa.
Por su parte, The Isle of Pingo Pongo narra
el viaje de un crucero que parte de Nueva El resto de cortometrajes que compo-
York —de hecho, la Estatua de la Libertad nen The Censored Eleven también practica
actúa como policía de tráfico, indicando a una línea humorística xenófoba y clasis-
los barcos las diferentes rutas— y se dirige ta, aunque más centrada en los estereo-
a Pingo Pongo, un lugar situado probable- tipos derivados de la población afroame-
mente en los Mares del Sur. Como ocurría ricana; en cualquier caso, una visión que
con Jungle Jitters, se caricaturiza a los ha- muestra al “diferente” como un ser infe-
bitantes de la isla mostrándolos con unos rior, frente a la supremacía, en este caso,
rasgos muy característicos —labios y pies estadounidense.
8
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=1jmQ7MpYjJI, 7:14 min.
9
Con esta misma finalidad Charles Barton realizó Africa Screams (1949), traducida al español como Las minas del
rey Salmonete.
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El africano como animal
Hubo a su vez otros ejemplos en cuyo Livingstone, para cuya caracterización no
caso ni siquiera contemplaron al africano se recurre en este caso a un animal, sino
como un ser humano, sino que directa- que se mantiene la de ser humano. El baile
mente buscaron ridiculizarlo, presentán- con el que concluye la obra guarda ciertas
dolo como un animal. Una práctica que similitudes con el aparecido en The Isle of
sirvió para acrecentar el menosprecio ha- Pingo Pongo, incluidos los guiños hacia el
cia esta población, restarle dignidad y atri- mundo del jazz.
buirle unos comportamientos primitivos y
salvajes. El cortometraje es una parodia del do-
cumental Africa Speaks! (Walter Futter,
El cortometraje Africa Squeaks (Bob 1930) (Fig. 4),9 que cuenta una expedición
Clampett, 1940) se encuentra dentro de llevada a cabo por Paul L. Hoefler en el
este grupo. En él, el narrador introduce al Serengueti y Uganda (1928), así como de
espectador en el continente establecien-
do tres diferencias: dark (oscura), darker
(más oscura) y darkest (oscurísima) África,
en un más que discutible intento de que
el espectador sepa que la historia se va
a situar en el corazón de dicho territorio.
El viaje comienza mostrando al personaje
de Porky Pig con un grupo de africanos
de rasgos exagerados, huesos en el pelo y
aspecto cercano a los primates. El trata-
miento en general por parte del protago-
nista guarda bastante similitudes con el
empleado por los comerciantes de escla-
vos, tal y como se aprecia al mostrarse de-
trás de él a sus acompañantes, portando
distintas cajas de gran tamaño mientras
cantan No sabemos dónde vamos, pero va-
mos. Buscando que no haya dudas sobre
el contexto geográfico donde se ubica la
trama, durante el trayecto se muestran
estereotipos típicos de la fauna africana
(avestruz, leones, monos, etc.). Al caer la
noche la selva se llena de silencio, pero los
ruidos no tardan en aparecer, lo que provo-
ca que Porky Pig grite a los animales para
que se callen hasta que vuelve a quedarse
dormido. Al día siguiente retoman la mar-
Fig. 4. Cartel de Africa Speaks! (Walter Futter, 1930).
cha, llegando finalmente a la tribu, don- Fuente: Wikimedia Commons.
de parece ser que Porky encuentra al Dr.
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La visión de África por parte de la animación clásica estadounidense: una historia lastrada por el racismo
la película Stanley & Livingstone (El explo- a la población negra. Es lo que ocurre en
rador perdido, Henry King, Otto Brower, Congo Jazz (Hugh Harman y Rudolf Ising,
1939). Del mismo modo, con anterioridad, 1930)10 o Swing, Monkey, Swing (Ben Ha-
la serie de animación Flip the Frog (el sapo rrison, 1937), donde un grupo de monos,
Flip) había titulado Africa Squeaks (Ub que en realidad representa a los habitan-
Iwerks, 1931) al capítulo en el que el per- tes de una pequeña tribu africana, apare-
sonaje realiza una expedición al continen- ce bailando y cantando al ritmo del jazz.
te africano. Las semejanzas con el trabajo También evocan el canibalismo, presente
de Bob Clampett resultan evidentes, pero en títulos como Plane dumb (John Foster
también con Jungle Jitters, ya que muestra y George Rufle, 1932), un cortometraje en
a unos individuos salvajes que ven al prota- el que Tom y Jerry aparecen con su avión
gonista como ingrediente perfecto para la en África y, en un esfuerzo por encajar en-
comida del jefe de su tribu. Además, en la tre los nativos, se pintan la cara de color
resolución del conflicto de nuevo vuelve a negro. Es necesario aclarar que se trata
aparecer la idea machista del matrimonio de los dos personajes producidos por Van
entre el explorador y la nativa —en esta Beuren Studios entre 1931 y 1933, no de
ocasión, en plural, dado que son varias las los creados por William Hanna y Joseph
mujeres que aparecen con el mismo pro- Barbera pocos años después: resulta nece-
pósito— para reforzar la superioridad de sario incluir este matiz ya que en este caso
éste frente al primitivismo del poblado que los protagonistas adoptan forman huma-
visita. Como en Jungle Jitters, la opción de na, mientras que personajes de Hanna
la marmita parece ser la mejor escapatoria y Barbera tuvieron desde el inicio una ca-
para Flip the Frog. racterización animal, Tom como gato y Je-
rry como ratón. De hecho, cuando Official
Dos de los estereotipos más repetidos Films adquirió la obra de Van Beuren en
en este tipo de producciones son, por los años cincuenta, se cambiaron los nom-
un lado, la caracterización del africano bres de los clásicos Tom y Jerry por Dick
como primate, y por otro, la utilización y Larry.
del jazz como género musical inherente
10
En él aparece la primera estrella de dibujos animados de Warner Bros, Bosko.
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El África postcolonial: el exotismo como
reclamo
A partir de los años cincuenta y, coinci- A ello han contribuido trabajos como El
diendo con el proceso de descolonización rey león (The Lion King, Rob Minkoff y Ro-
experimentado por muchos países afri- ger Allers, 1994), Kirikú y la bruja (Kirikou
canos, comenzó a alterarse la visión más et la sorcière, Michel Ocelot, 1998) o las
puramente esclavista que tenía Occiden- series Simba, el Rey León (1995) —que tuvo
te de los habitantes de estas regiones: posteriormente una secuela titulada Sim-
un proceso lento y que continuó durante ba en los mundiales de fútbol (1998)— y Los
mucho tiempo bajo la sombra de este tipo Simpson (The Simpsons, 1989- actualidad),
de pensamientos, que no solo se visibili- en donde destaca especialmente el capí-
zaron en el audiovisual, sino también en tulo “El safari de los Simpson” (“Simpson
otras manifestaciones culturales, como el Safari”, 2001, decimoséptimo episodio de
cómic (Tintín en el Congo, Tintin au Congo, la temporada doce). En estas últimas dé-
Hergé, 1931, en B/N, 1946, en color). Sin cadas, cuando se ha hecho referencia al
embargo, poco a poco, lo que pasó casi en africano fuera de su territorio, también
exclusiva a centrar la atención del comer- se ha recurrido en múltiples obras de ani-
cio occidental fue la explotación de sus mación a un estereotipo que perpetuaba
materias primas naturales, actividad que la idea de inferioridad de un continente
en muchas ocasiones se acompañó —y se asolado por la pobreza. Es lo que ocurre
acompaña— de un trabajo en régimen de con el caso del personaje de Paco el flaco
esclavitud de los nativos africanos. Esta en South Park (1997, noveno episodio de
parte ha sido escasamente visibilizada por, la primera temporada), un hombre etíope
entre otros, el campo de la animación — al que los protagonistas alimentan en un
siendo necesario señalar en este sentido buffet ante su imagen desnutrida y dema-
excepciones como el proyecto Drawings crada, cubierta únicamente con un sucio
for Projection (William Kentridge, 1989- taparrabos —se ha visto en la necesidad
2011), una reflexión sobre el “apartheid” de vender su ropa—. El personaje vuelve
sudafricano (Manzano Espinosa, 2020: 79- aparecer posteriormente en Paco el Flaco
109)—, ya que se ha preferido potenciar la en el espacio (1999, episodio trece de la ter-
imagen del continente como un lugar exó- cera temporada).
tico y misterioso, con interminables selvas
y sabanas y un sinfín de animales salvajes.
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La visión de África por parte de la animación clásica estadounidense: una historia lastrada por el racismo
Conclusiones
En la actualidad son muchos los ejem- perfil adulto, las cintas señaladas —Dum-
plos que podrían analizarse en este sen- bo (1941), Peter Pan (1953), Los Robinsones
tido, y en todos podría hallarse el mismo de los mares del Sur (1960) y Los Aristogatos
punto en común: la permanencia de un (1970)— aparecen con la correspondiente
racismo hacia el continente africano que, advertencia, así como con un enlace a una
más o menos velado, continúa presente en página web que justifica dicha llamada de
la sociedad occidental. Como contrapunto atención. Se trata de iniciativas gestadas
es necesario señalar también que desde desde grandes empresas que, sin duda,
hace un tiempo y de manera progresiva resultan fundamentales, sobre todo por-
cada vez están tomando más fuerza las que ponen de manifiesto la necesidad de
voces que se alzan pidiendo que se erra- entender —que no justificar— este tipo
diquen este tipo de comportamientos, y de comportamiento en el pasado para no
por ello, desde el ámbito de la animación volver a repetirlos, ni en el presente ni en
también han surgido trabajos que traba- actuaciones futuras.
jan dentro de esta misma línea, como el
recientemente oscarizado Hair love (2019, De manera generalizada existe una ten-
Matthew A. Cherry), que narra las peripe- dencia que aboga por desterrar el racismo
cias de un padre afroamericano tratando presente en cualquier tipo de manifesta-
de peinar por primera vez a su hija. Otro ción, tanto pública como privada. Sin em-
caso que resulta paradigmático es la deci- bargo, todavía queda mucho camino por
sión por parte de la plataforma Disney+ de recorrer, y lo que está claro es que cual-
bloquear para los menores de siete años quier aportación en este sentido ayudará
algunas de las cintas clásicas de la fac- a conseguir un mundo más justo. También
toría, alegando que contienen contenido desde el mundo de la animación.
que puede considerarse racista. Para el
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