Parálisis Cerebral Infantil (PCI) : Conceptos Importantes
Parálisis Cerebral Infantil (PCI) : Conceptos Importantes
Parálisis Cerebral Infantil (PCI) : Conceptos Importantes
La Neurobiología del desarrollo físico-conductual normal y anormal de todo ser humano, especialmente
el niño, se lleva a cabo a través de la evolución o maduración de las áreas o zonas cerebrales funcionales
de la conducta; así́ tenemos la conducta sensitivo-motora, mental-psíquica, lenguaje, afectiva-social y
emocional (psique). Este conjunto de conductas funcionales en los niños con trastornos del
Neurodesarrollo, en cuanto al aspecto cualitativo de las conductas, vemos que las secuencias regulares del
desarrollo están distorsionadas y las características de estas alteradas.
Conceptos importantes
b) Maduración: Es el proceso genético que determina la organización anatomía funcional del tejido
nervioso.
Definición
Trastorno del desarrollo del tono postural y del movimiento de carácter persistente (aunque no
invariable), que condiciona una limitación en la actividad, secundario a una agresión no progresiva, a un
cerebro inmaduro. En esta definición, se incluye el concepto, fundamental de que: en la Parálisis Cerebral
(PC) el trastorno motor estará́ acompañado frecuentemente de otros trastornos (sensitivos, cognitivos,
lenguaje, perceptivos, conducta, epilepsia, musculo esqueléticos) cuya existencia o no, condicionará de
manera importante el pronostico individual de estos niños.
La parálisis cerebral describe un grupo de trastornos del desarrollo del movimiento y la postura, que
provocan restricciones de actividad o discapacidad que se atribuyen a alteraciones que ocurren en el
cerebro detal o infantil. El deterioro motor puede ir acompañado de un trastorno convulsivo y de deterioro
de la sensibilidad, cognición, comunicación y/o comportamiento.
Epidemiologia
El riesgo de presentación de este síndrome es 30 veces mayor en el niño prematuro que pesa menos de
1.500 g que el nacido a termino que pesa más de 2.500 g.
Neuropatología
Fisiopatología
Comprende muchos puntos oscuros. Encefalopatía hipóxico-isquémica perinatal: los datos de la clínica,
de la neuropatología y de la ex- perimentación animal han permitido demostrar que las lesiones cerebrales
perinatales, susceptibles de dar lugar a PC, son el resultado de una isquemia cerebral cuya causa esencial
es la hipoxia e isquemia y en menor grado, consecuencia de hemorragias cerebrales.
Clase A: no tratamiento,
Clase B: aparatos mínimo y habilitación.
Clase C: mucho aparataje y habilidad con equipo multidisciplinario en forma ambulatoria,
Clase D: ingreso en institución de rehabilitación por tiempo prolongado.
8.- Funcional:
Tipos clínicos
-En cuanto a la Diplejía Espástica el signo más sobresaliente es el aumento del tono muscular en
las extremidades inferiores. Tras una fase silente de seis a doce semanas, aparece una hipotonía
inicial seguida de un aumento del tono muscular. Con el niño en posición supina, al tratar de
traccionarlo por ambos brazos para sentarlo se aprecia sensación de rigidez y espasticidad en los
miembros inferiores. Más tardíamente, con el niño en posición vertical, las piernas se mantienen
en extensión y aducción (posición en “tijeras”). Hay hiperreflexia generalizada, con signos
piramidales. Se desarrollan con frecuencia contracturas articulares.
-En la Diplejía Atáxica, se asocia un componente atáxico, temblor e inestabilidad del tronco, que
impide en la mayoría de los casos la bipedestación y la marcha.
Cuadriplejia espástica congénita: Es la forma más grave. Se caracteriza por espasticidad
bilateral que pre- domina en miembros superiores y afectación de la musculatura bulbar.
Ausencia de habla y disartria importante y alteraciones perceptivo-sensoriales. Los problemas
con la alimentación y las aspiraciones pulmonares son muy frecuentes. Es un problema médico y
social importante, ya que los pacientes son totalmente dependientes (alimentación, cuidados
personales) y padecen importantes deformidades. Las formas clínicas son: tetraplejía, diplejía,
triplejía, hemiplejía, monoplejía.
Disquinética o atetosis congénita: los cinco a diez meses suelen aparecer los primeros
síntomas (excesiva apertura bucal, hipotonía general con hiperreflexia) seguida de movimientos
involuntarios de miembros. El cuadro clínico puede no completarse hasta los dos años de edad. El
control del tono axial está alterado interfiriendo la sedestación y bipedestación estable. Existe
trastorno de la musculatura bucofaringeo-laríngea. Hay babeo importante y el paciente presenta
movimentos involuntarios (atetosis, distonía, corea). La principal discapacidad es la imposibilidad
de organizar y ejecutar adecuadamente movimientos propositivos, coordinar movimientos
automáticos y mantener la postura. Hay tres formas clínicas: coreoatetósica, distónica y mixta.
Ataxia congénita: Signos y síntomas cerebe- losos presentes. Se llama también Ataxia
Cerebelosa No Progresiva. Puede no empezar hasta después del primer o segundo año de edad,
aunque la mayoría suelen presentar hipo- tonía en la época de lactante y retraso madurativo
motor. Los primeros síntomas suelen ser oscilación del tronco para intentar mantener la
sedestación. Posteriormente se aprecia una clara ataxia y temblor intencional. En la exploración
existe una evidente hipotonía muscular. Hay tres formas clínicas: diplejía atáxica, ataxia simple y
síndrome de desequilibrio.
Hipotinía congénita: La P.C.I. Hipotónica es poco frecuente y los lactantes presentan
hipotonicidad y debilidad de las piernas. A menudo se asocia un retraso en los logros del
desarrollo y en la existencia de reflejos tendinosos profundos, normales e hiperactivos. Cuando
estos niños se sujetan por debajo de los brazos estos flexionan ambas piernas por las caderas
(signo de Förester)
Mixto: Presentan signos y síntomas espásticos y extrapiramidales. Los patrones de afectación
motora son consecuencia del compromiso de amplias zonas encefálicas, con secuelas de deterioro
de ganglios basales, corteza y región subcortical.
Retraso DPSMG
Presencia reflejos primitivos y Rx posturales alteradas (control postural automático deficiente).
Alteración tono muscular – alteración sensorial.
Asimetría postural
Alteración en la diferenciación de la actividad muscular (tono- fascia- AG).
Alteración de la estabilidad (deficiencia en la construcción de puntos de apoyo durante la
ontogénesis postural).
Uso de patrones sensoriomotores sustitutorios/patológicos en respuestas al ambiente.
Trastornos asociados
1. Déficit intelectual (DI): alrededor del 50% de las personas afectadas presenta algún grado de DI.
Los portadores de PC extrapiramidales tienen mejor nivel intelectual, y aquellos con tetraparesia espástica
cursan con déficit intelectual más severo.
2. Epilepsia: 25 a 30% tienen epilepsia de diferentes tipos y de inicio en general dentro de los primeros
dos años de vida; es más frecuente en niños con PC hemipléjica y cuadripléjica y en los con mayor déficit
intelectual.
3. Déficit visual: afecta al 50% de los niños con PC. Su severidad se asocia a la del trastorno motor y
mental. La anomalía más frecuente es la falta de control de los movimientos oculares con
estrabismo. Otras alteraciones son la ambliopía, atrofia óptica, hemianopsias, vicios de
refracción y los defectos propios de la patología de base (cataratas, coriorretinitis etc.).
5. Trastornos del lenguaje y del habla: debidos a factores motores, intelectuales, auditivos y
ambientales. Los trastornos del habla, dispraxia verbal, anartria y disartria son frecuentes en portadores de
PC extrapiramidales, siendo importante detectar signos de intención comunicativa e implementar técnicas
de comunicación aumentativa/ alternativa (CAA). Los trastornos del lenguaje en niños con PC (disfasias
semánticas, semántico-pragmáticas, y fonológico-sintácticas)requieren alto grado de sospecha así como
terapeutas de lenguaje capacitados en identificar estos trastornos y proporcionar las alternativas
terapéuticas que ofrezcan mayor funcionalidad en la comunicación del niño.
6. Trastornos del aprendizaje: Educadores diferenciales con experiencia en educación de niños con
discapacidad motora en colaboración con terapeutas de lenguaje pueden
detectar trastornos específicos de aprendizaje como dislexia y/o discalculia e
implementar intervenciones que permitan minimizar las repercusiones de estas
dificultades en el aprendizaje global del niño. Educadores deben capacitarse
para asumir los procesos de integración a escolaridad regular en los niños
habilitados para hacerlo.
7. Trastornos del sueño: frecuentes en pacientes con PC, requieren manejo con estrategias de habito
de sueño y eventualmente uso de fármacos reguladores del ciclo sueño- vigilia.
8. Trastornos psiquiátricos: Los trastornos de conducta con auto o héteroagresión son motivo de
consulta frecuente, que requieren manejo farmacológico cuidadoso, puesto que el uso de tranquilizantes
neurolépticos pueden exacerbar movimientos anormales incluso tras su suspensión. Trastornos del ánimo
pueden manifestarse en pacientes muy discapacitados con buen potencial intelectual, especialmente hacia
la adolescencia en que se hacen conscientes de sus déficits y limitaciones. Otros trastornos psiquiátricos
también pueden ocurrir en pacientes con PC, incluyendo trastornos bipolares o psicosis, lo que pudiera ser
provocado por uso de algunos fármacos. La disfunción familiar asociada a enfermedad crónica,
invalidante y de alto costo, suele afectar a la familia completa y se debe abordar con intervenciones a
nivel familiar.
Complicaciones de la PC
Enfoque diagnóstico en PC
El diagnóstico precoz es fundamental para iniciar tratamiento en forma oportuna, para lo cual es necesario
identificar a niños de alto riesgo:
Existen aproximadamente 30 enfermedades genéticas y metabólicas que pueden confundirse con PC,
sobre todo en los estadios iniciales, y, de manera errónea, pueden también diagnosticarse como tal:
aciduria glutárica tipo I, tumor de fosa posterior, entre otros.
Manejo y tratamiento
En las encefalopatías agudas pre- perinatal y/o crónicas el mejor tratamiento es la profilaxis. El manejo
debe ser integral ya que el niño con PCI presenta discapacidades múltiples, por lo que su adecuado
manejo precisa de un abordaje multidisciplinario: familia, ambiente, pediatra, neurólogo infantil,
educador, traumatólogo ortopedista, neurocirujano, rehabilitador, fisioterapeuta, terapista ocupacional,
foniatra, psicólogo, psicopedagogo, trabajador social y enfermera.
La lesión cerebral en la PCI es, por definición, estática, sin embargo los niños con PCI pueden empeorar
paulatina- mente si no son tratados adecuadamente. El abordaje debe ser individualizado, en función de la
situación en que se encuentra el niño (edad, afectación, capacidades, entorno familiar, escolar, etc.). Los
objetivos básicos del manejo son:
Fisioterapia
La alteración del control postural y del movimiento está presente siempre en mayor o menor grado, por
lo que el tratamiento del niño con PCI debe incluir la fisioterapia. Los métodos fisioterápicos empleados y
más usados en la actualidad son:
1.- Método Bobath: La cooperación de los padres es importante para ayudar al niño a desarrollar su
máximo potencial, por lo que es recomendable que estén presentes durante la sesión de tratamiento para
aprender aspectos relacionados con el control postural, el manejo en el vestir, actividades de juego,
alimentación, etc.
3.- Método Peto: También conocido como educación conductiva, es un método de rehabilitación
integral, que tiene como objetivo la adquisición del mayor grado de independencia posible del paciente.
4.- Método Doman – Delacoto: Este método ha sido también ampliamente difundido y utilizado por
algunos autores, basado en de Temple-Fay y pretende reorganizar el movimiento a partir de la repetición
por el niño de los esquemas de movimiento de los anfibios y reptiles.
5.- Órtesis: Sistemas de Adaptación en determinados casos es necesario utilizar distintos recursos para
mantener una posición correcta: sillas de ruedas con los accesorios necesarios para mantener un buen
control postural, cunas, asiento triangular, taco abductor, plano inclinado o diferentes tipos de
bipedestadores. También son necesarias adaptaciones dinámicas que faciliten el desplazamiento al niño
con dificultad para desplazarse de forma autónoma.
Farmacoterapia
Fármacos por vía oral. Los más utilizados en el tratamiento de la espasticidad son: Dantrolene, baclofeno,
diazepán, tizanidina, clonidina, gabapentina, lamotrigina, vigabatrina, entre otros
Tratamiento quirúrgico
Son específicos y selectivos dependiendo de la comorbilidad asociada (retardo mental, déficit de atención
con hiperactividad, trastornos de conducta y emocionales, trastornos del espectro autista, epilepsia,
trastorno del aprendizaje, trastorno neurosensorial (visión, audición), trastorno del lenguaje, etc.).
Atención psicológica: Es de gran importancia para el niño, la familia y el equipo en general, que lidian
con el menor o joven en condición de necesidad especial. Otros especialistas, cirujanos, psiquiatras,
gastroenterólogos y de otras especialidades juegan un papel decisivo en la rehabilitación del paralítico
cerebral.
5. Manejo del dolor: dolores crónicos y agudos se describen asociados a escaso movimiento, retracciones,
deformidades articulares, osteoporosis, fracturas asociadas a traslados o movilización en hueso
patológico.
6. Manejo de la epilepsia: con el objetivo de lograr el mejor control de crisis, con la menor repercusión
posible en el estado de vigilancia y efectos adversos en el paciente.
7. Manejo ortopédico: El objetivo es limitar las retracciones articulares y escoliosis. En pacientes con
pronóstico de marcha es clave mantener las extremidades inferiores alineadas compatibles con ella. En
pacientes sin deambulación posible el objetivo es preservar la alineación de pies, pelvis y columna,
evitando las complicaciones ortopédicas más frecuentes de pies (deformidad en equino), columna
(escolisis) y pelvis: displasia, subluxación y luxación, causada por la hipertonía en músculos iliopsoas y
aductores de muslos llevando a coxa valga con o sin anteversión femoral. Medidas de prevención
incluyen disminuir el tono de los músculos más afectados: flexores y adductores de cadera en el caso de
la pelvis y tríceps surales para prevenir equino, fármacos antiespásticos, neurotomías, y toxina
botulínica.Vigilar estado dental con control odontológico preventivo y terapéutico periódico.
Prevención
Varias causas deben ser identificadas inmediatamente con el fin de realizar algún tipo de tratamiento:
- Promover y motivar la práctica de un control prenatal regular por especialistas (gineco-obstetra) para
evitar el parto prematuro.
- Las madres durante el embarazo deben mantener una nutrición adecuada, reforzada con polivitaminas,
hierro y ácido fólico, evitar el uso de cigarrillos, alcohol y estupefacientes.