Resumen Familia Enterococcus

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Resumen

DEL GENERO
Enterococcus
Rivera Liliana; Muñoz Isabel; García Edwin
Dominio: Bacteria
Orden Lactobacillales
Filo Firmicutes
Familia: Enterococcaceae
Género: Enterococcus
Especies de - Enterococcus faecalis
interés - Enterococcus faecium.
clínico: - Enterococcus gallinarum
- Enterococcus casseliflavus

Generalidades
Los enterococos («cocos entéricos») se clasificaron previamente como estreptococos del
grupo D debido a que comparten el antígeno de la pared celular del grupo D, un ácido teicoico
con glicerol con otros estreptococos. En el año 1984, los enterococos se clasificaron en el
nuevo género Enterococcus, el cual consta actualmente de 40 especies; sin embargo,
relativamente pocas especies son patógenos importantes para los seres humanos. Las especies
que se aíslan con una mayor frecuencia y que son clínicamente las más importantes son
Enterococcus faecalis y Enterococcus faecium. Enterococcus gallinarum y Enterococcus
casseliflavus también constituyen frecuentes colonizadores del aparato digestivo del ser
humano y revisten importancia porque estas especies muestran una resistencia intrínseca
frente a la vancomicina.
El género Enterococcus incluye a los miembros enterococos ya clasificados con los
estreptococos del grupo D. Estos microorganismos son residentes normales del tubo
digestivo y las vías biliares y, en menor cantidad, de la vagina y la uretra masculina.
Su importancia como causantes de enfermedades humanas es cada vez mayor, en gran parte
debido a su resistencia a los antibióticos a los cuales otros estreptococos suelen ser sensibles.
In vitro, los enterococos tienen CIM (concentración mínima inhibitoria) de penicilina que
son 10 a 100 veces más altas que para otros estreptococos.
Los enterococos constituyen la segunda causa en frecuencia de infecciones intrahospitalarias
urinarias y de heridas y la tercera causa de bacteriemia intrahospitalaria. Debido a su
resistencia a las penicilinas y a cefalosporinas de varias generaciones, la adquisición de
resistencia de alto nivel a los aminoglucósidos, y ahora el surgimiento de resistencia a la
vancomicina, estas bacterias a menudo producen sobreinfecciones graves entre los pacientes
que reciben tratamientos con antibióticos de amplio espectro.
La taxonomía de las especies de Enterococcus ha sufrido un cambio considerable desde
mediados de la década de 1980. Antes del advenimiento y el uso amplio de las técnicas
genéticas para el análisis taxonómico, los enterococos se distinguían de los estreptococos y
de especies relacionadas por su capacidad para crecer a 10 °C y 45 °C, por su crecimiento en
presencia de NaCl (cloruro de sodio) al 6,5%, por su crecimiento a un pH de 9,6, su capacidad
para hidrolizar esculina en presencia de bilis al 40% y la producción de pirrolidonil
arilamidasa (PYR). Más del 90% de las cepas también tenían el antígeno lipoteicoico del
grupo D de Lancefield en las paredes celulares.
E. faecalis es la cepa más frecuente y está asociado con el 80-90% de las infecciones por
enterococos humanos. E. faecium se ubica segundo y se aísla en 10-15% de las
infecciones.833 Otras especies de enterococos, que incluyen E. avium, E. casseliflavus, E.
cecorum, E. durans, E. gallinarum, E. hirae, E. raffinosus, E. malodoratus, E. dispar, E.
raffinosus y E. mundtii se aíslan pocas veces en infecciones humanas.

Biología, virulencia y enfermedades:


Pared celular con antígeno específico de grupo (ácido teicoico con glicerol del grupo D) La
virulencia viene mediada por la capacidad de adherirse a las superficies del hospedador y la
resistencia al tratamiento antibiótico.
No se conocen bien los factores que determinan la virulencia de los enterococos. Algunas
cepas de E. faecalis producen una citolisina/hemolisina que actúa sobre los eritrocitos
humanos, de conejos, equinos y bovinos (pero no sobre los eritrocitos de ovejas) y tiene una
importante toxicidad demostrada en los modelos de endoftalmitis y endocarditis en el conejo.
La sustancia de agregación es una proteína de unión de superficie por plásmidos que
promueve el agrupamiento de los microorganismos para facilitar el intercambio de los
plásmidos. Esta sustancia también funciona facilitando la adherencia de los enterococos a
células intestinales y epiteliales renales cultivadas y promueve el crecimiento de
vegetaciones cardíacas en el modelo de endocarditis en el conejo. Otros estudios sugieren
que la sustancia de agregación puede participar en la fijación de E. faecalis a los neutrófilos
y las células epiteliales intestinales cultivadas y en la internalización ulterior y la
supervivencia intracelular de estos microorganismos.
Alrededor del 40% de las cepas de E. faecalis aisladas en sangre y en endocarditis producen
una proteína de superficie singular denominada Esp “extracelular surface
protein"(proteína de la superficie celular) que ayuda al microorganismo a evadir los
anticuerpos por su capacidad para alejarse de la superficie celular. La mayoría de las cepas
de E. faecalis y algunas de E. faecium en bacteriemias producen gran cantidad de superóxido
extracelular que puede aumentar la virulencia de los enterococos en abscesos de flora mixta.
Los ácidos lipoteicoicos constituyen el antígeno del grupo D de los enterococos y también
puede funcionar en la virulencia al inducir la producción de factor de necrosis tumoral (TNF)
e interferón, lo que conduce a la modulación de la respuesta inmunitaria.
Por último, el 50-65% de las cepas de E. faecalis producen cocolisina, una
metaloendopeptidasa extracelular, que puede desempeñar un papel en la virulencia al
inactivar a la endotelina, un péptido vasoactivo.
Los enterococos son bacterias que pueden causar infecciones en humanos, especialmente en
personas con sistemas inmunológicos debilitados. Los factores de virulencia son
características o propiedades de las bacterias que les permiten causar enfermedad o infección
en un huésped.

Los enterococos tienen varios factores de virulencia que les permiten sobrevivir y
multiplicarse en el huésped. Estos incluyen:

• Resistencia a los antibióticos: muchos enterococos son resistentes a múltiples


antibióticos, lo que les permite sobrevivir y multiplicarse incluso en presencia de
tratamiento antimicrobiano.

Resistencia antimicrobiana

El género Enterococcus representa un desafío terapéutico debido a su resistencia intrínseca,


de carácter cromosómico y no transferible, a varios antibióticos, incluyendo cefalosporinas,
meropenem, ertapenem, penicilinas resistentes a penicilinasa, clotrimoxazol,
aminoglucósidos y clindamicina. E. faecium, no así E. faecalis, también generalmente es
resistente a ampicilina, piperacilina e imipenem. La mayoría de los genes que codifican
resistencia intrínseca residen en los cromosomas. Además de la resistencia intrínseca, poseen
gran capacidad para la adquisición de mecanismos de resistencia y de genes de virulencia, ya
sea a través de plásmidos, tramposones conjugativos, intercambio cromosómico o
mutaciones.

Epidemiología
Coloniza el aparato digestivo de los humanos y los animales; se disemina a otras superficies
mucosas cuando los antibióticos de amplio espectro eliminan la población bacteriana normal
La estructura de la pared celular es la típica de las bacterias grampositivas, por lo que es
capaz de sobrevivir en el medio ambiente durante largos períodos de tiempo. La mayoría de
las infecciones provienen de la microflora bacteriana del paciente; algunas se deben a la
transmisión horizontal de paciente a paciente
Los pacientes de mayor riesgo son los que permanecen hospitalizados durante períodos de
tiempo prolongados y reciben antibióticos de amplio espectro (fundamentalmente
cefalosporinas, a las que los enterococos son resistentes de forma natural)

Importancia clínica
Las especies de Enterococcus causan infecciones urinarias complicadas, bacteriemia,
endocarditis, infecciones intraabdominales y pelvianas, infecciones de heridas y tejidos
blandos, sepsis neonatal y, pocas veces, meningitis. Las infecciones urinarias constituyen la
infección enterocócica más frecuente e incluyen cistitis, pielonefritis, prostatitis, absceso
perinéfrico e infecciones complicadas con bacteriemia. La mayoría de éstas son de origen
intrahospitalario o se asocian con anomalías estructurales e instrumentación de las vías
urinarias. En general, las bacteriemias enterocócicas son el resultado de la infección en otros
sitios (p. ej., infecciones urinarias, de las vías biliares, gastrointestinales/genitourinarias) y
más a menudo son intrahospitalarias.
Los factores de riesgo para el desarrollo de bacteriemia son: edad avanzada, inmunosupresión,
enfermedades y trastornos subyacentes (p. ej., prematuridad, diabetes, neoplasias,
insuficiencia cardiaca congestiva, insuficiencia renal, infecciones profundas),
instrumentación gastrointestinal, genitourinaria o del aparato respiratorio previa,
hospitalización prolongada y el uso de antibióticos de amplio espectro que tienen poca o
ninguna actividad antienterocócica (p. ej., cefalosporinas). En general, los microrganismos
acceden al torrente circulatorio a través de las vías urinarias, abscesos intraabdominales o
pelvianos, heridas, úlceras por decúbito o dispositivos de acceso intravenoso.

Diagnóstico
Crece fácilmente en medios comunes no selectivos. Se diferencia de los microorganismos
parecidos mediante pruebas sencillas (catalasa-negativos, PYR-positivos, resistentes a bilis
y optoquina)

Tratamiento, prevención y control


El tratamiento de las infecciones graves necesita la combinación de un aminoglucósido con
un antibiótico que inhiba la síntesis de la pared celular (penicilina, ampicilina o vancomicina).
Los nuevos agentes utilizados para las bacterias resistentes a antibióticos son linezolid,
quinupristina/dalfopristina y fluoroquinolonas seleccionadas
La resistencia a antibióticos es cada vez más frecuente, y las infecciones con muchos
microorganismos (especialmente E. faecium) no son tratables con antibióticos
La prevención y el control de las infecciones requieren una restricción cuidadosa del uso de
antibióticos y la puesta en marcha de unas adecuadas prácticas de control de infecciones

Debido a que Enterococcus son más resistentes a los agentes antimicrobianos, las opciones
terapéuticas son más limitadas. Las cepas multirresistentes de Enterococcus se están
convirtiendo en una amenaza, ya que algunas son resistentes a todos los antimicrobianos
disponibles. Como la resistencia aumenta, el control de emergencia y la diseminación de
estos microorganismos es indispensable. Una de las medidas para disminuir la tasa de
colonización y diseminación de Enterococcus sensibles y resistentes es limitar el uso
irracional de los antimicrobianos. Otra medida es disminuir el uso de dispositivos invasivos,
siempre que sea posible.

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