Corynebacterium Diphtheriae
Corynebacterium Diphtheriae
Corynebacterium Diphtheriae
Las corinebacterias se encuentran en las plantas y los animales y normalmente colonizan en la piel,
las vías respiratorias, el aparato digestivo y el tracto urogenital de los seres humanos. y todas las
especies pueden funcionar como patógenos, pero son pocas las que se asocian a enfermedades en
el ser humano. La más conocida es CORYNEBACTERIUM diphtheriae, que es el microorganismo
que provoca la difteria.
Estructura bacteriana
Epidemiología
La difteria es una enfermedad mundial, más prevalente en áreas urbanas pobres con hacinamiento
y cuando el nivel protector de la inmunidad inducida por la vacuna es bajo. Esta bacteria se
mantiene en la población mediante portadores asintomáticos en la orofaringe o en la piel de
personas inmunes. Las gotitas respiratorias o el contacto cutáneo transmiten la enfermedad de
una persona a otra. Los seres humanos son el único reservorio conocido de este microorganismo.
Patogenia
Manifestaciones clínicas
Difteria respiratoria
La seudomembrana se adhiere con firmeza al tejido subyacente y es difícil de despegar sin hacer
que sangre el tejido, lo cual es algo característico de la difteria. A medida que el paciente se
recupera, que es aproximadamente al cabo de 1 semana, la membrana se despega y se expectora.
Las complicaciones sistémicas en los pacientes con enfermedad grave afectan principalmente al
corazón y al sistema nervioso. En la mayoría de los pacientes con difteria pueden detectarse
indicios de miocarditis.
Difteria cutánea
La difteria cutánea se adquiere a través del contacto cutáneo con otras personas infectadas. El
microorganismo coloniza la piel y entra en el tejido subcutáneo a través de grietas en la piel. Y se
desarrolla una pápula que evoluciona a una úlcera crónica que no cicatriza. y a veces, está
recubierta de una membrana grisácea. En la herida también suele haber a menudo sepas de
Staphylococcus aureus.
Diagnóstico
Cultivo
Pruebas de toxigenicidad
Una prueba alternativa consiste en la detección del gen de la exotoxina usando el método de
amplificación de ácidos nucleicos que está basada en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
Este método puede detectar el gen tox en cepas clínicas y directamente en muestras clínicas.
Aunque esta prueba es rápida y específica, las cepas en las que no se expresa el gen tox pueden
dar una señal positiva.
El tratamiento antibiótico con penicilina o eritromicina también se utiliza para eliminar esta
bacteria y concluir la producción de toxina. Es importante el reposo en cama, el aislamiento para
prevenir la propagación secundaria y mantener permeables las vías respiratorias en los pacientes
con difteria respiratoria. Una vez recuperado, el paciente puede recibir inmunización con toxoide,
ya que la mayoría no desarrolla anticuerpos protectores tras una infección natural.
La difteria sintomática puede prevenirse mediante la inmunización activa con toxoide diftérico. Y
el atóxico inmunógeno se prepara mediante el tratamiento con formalina de la toxina.
Inicialmente, a los niños se les administran cinco inyecciones de este preparado con los antígenos
de la tos ferina y el tétanos a los 2, 4, 6, 15 a 18 meses y a los 4-6 años. Tras ese tiempo, se
recomiendan dosis de refuerzo con toxoide diftérico combinado con toxoide tetánico cada 10
años.