Seminario nGEO001099 Juarez
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FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Departamento de Ciencias Geológicas
Agradecimientos
Resumen 1
Introducción 2
1.1 Ubicación 3
1.1.1 Ubicación Geográfica 3
1.1.2 Ubicación Geológica 5
1.2 Antecedentes 6
1.3 Metodología 6
2.1 Estratigrafía 8
2.1.1 Precámbrico superior-Paleozoico inferior 8
2.1.2 Paleozoico 11
2.1.2.1 Cámbrico 11
2.1.3 Cenozoico 18
2.1.3.1 Holoceno superior 18
2.2 Historia Geológica 18
2.3 Geomorfología 19
2.4 Estructura 21
2.4.1 Estructura regional 21
2.4.2 Estructura local 22
Capítulo 3: Petrografía 24
3.1 Introducción 24
3.2 Características petrográficas 27
Granodiorita Tres Lomitas 27
Lamprófiros Sierra Norte 28
Pórfido dacítico Los Burros 30
Dique Riolítico El Pértigo 32
Formación Puesto de los Caminos 34
Xenolitos 35
3.3 Conclusiones Parciales 37
Capítulo 4: Geoquímica 39
4.1 Metodología 39
4.2 Geoquímica de la Formación Puesto de los Caminos 40
4.2.1 Geoquímica de elementos mayoritarios 41
4.2.2 Geoquímica de elementos traza 43
4.3 Geoquímica del Dique El Pértigo y de la unidad Pórfido Dacítico Los
Burros 44
4.3.1 Geoquímica de elementos mayoritarios 44
4.3.2 Geoquímica de elementos traza 46
4.4 Consideraciones parciales sobre la geoquímica de la roca 47
Bibliografía 53
A los docentes del Departamento de Ciencias Geologías, a los que tuve por aquellos
años y por éstos.
A Pablo Rodrigo Leal por su docencia ejemplar, por su integridad humana y por esa
forma tan cristiana de ser mí amigo.
A mis padres por su amor y esfuerzo demostrado con su apoyo a lo largo de toda
mi vida.
A mi familia en Buenos Aires por sus distintos modos de contención desde siempre.
RESUMEN
En la Sierra Norte de Córdoba, más específicamente en las Sierras de Ambargasta, en
el área comprendida entre 29º51'49” y 29º56'6'' de latitud sur y los 64º10'35'' y
64º16'26'' de longitud oeste, se encuentran algunos de los remanentes del antiguo
arco magmático pampeano. Dada su diversidad litológica y la falta de estudio en
detalle, el objetivo de este Trabajo Final de Licenciatura es aportar al entendimiento de
los distintos eventos geológicos que dieron origen a las rocas plutónicas y
subvolcánicas que allí afloran, establecer su relación con la Orogenia Pampeana,
esclarecer la secuencia estratigráfica y determinar posibles anomalías minerales.
En cuanto a la geoquímica, las rocas graníticas del área presentan la misma impronta
subalcalina que caracteriza al basamento ígneo de la región, y son rocas
peraluminosas con una suave tendencia a la peralcalinidad, mientras que las rocas
extrusivas, muestran el carácter calcoalcalino de alto potasio que poseen las rocas de
la Formación Los Burros, las rocas de la Formación Oncán y las del Dique Riolítico El
Pértigo.
1
Introducción Pablo Daniel Juárez
INTRODUCCIÓN
Con una visión geológica regional se aborda el siguiente Trabajo Final de Licenciatura
y, puesto que se lo hace a una escala de detalle, se procura aportar al entendimiento
de los distintos eventos que dieron origen a las rocas plutónicas y subvolcánicas del
Cámbrico, aflorantes en el área de estudio; caracterizar su petrografía y la geoquímica
de las facies más importantes, y establecer su relación con la Orogenia Pampeana y
con los eventos posteriores, para poder esclarecer la secuencia estratigráfica. En forma
paralela se dedicó especial atención al mapeo de cada unidad en búsqueda de
cualquier anomalía mineral que pudiera constituir un recurso para la comarca.
2
DATOS GENERALES DEL ÁREA DE ESTUDIO
1.1. Ubicación
Las vías de acceso desde la Ciudad de Deán Funes son dos, una desde el flanco
este por la Ruta Provincial Nº 16 hasta el cruce con la Ruta Provincial Nº 18 hacia
San Francisco del Chañar, pasando San Pedro Norte, 7 Km desvío a la izquierda a 3
Km poblado Chuña Huasi y desde allí por el camino zonal a Estancia El Jarillal,
límite sureste del área de estudio. La otra posible es desde el flanco oeste por la
Ruta Provincial Nº 60 hasta Quilino y desde allí camino zonal pasando el poblado
Isla de San Antonio unos 6 Km, luego distintos caminos de estancias nos
permitirían el acceso a la zona (Fig. 1.2). Aquí cabe destacar que muchos de esos
caminos son privados y todos los esfuerzos por conseguir permiso, en esta
oportunidad, no fueron fructíferos.
3
Capítulo 1 – Datos generales del área de estudio Pablo Daniel Juárez
4
Capítulo 1 – Datos generales del área de estudio Pablo Daniel Juárez
5
Capítulo 1 – Datos generales del área de estudio Pablo Daniel Juárez
1.2. Antecedentes
Para el área de particular interés, los antecedentes son muy escasos y se limitan
siempre a una escueta mención de su petrografía, con escaso o nulo mapeo a
escala del presente trabajo. El trabajo de mayor relevancia petrográfica fue
realizado por Gordillo (1955), quien caracterizó las principales unidades y realizó
análisis químicos de algunas rocas, al que le siguieron los mencionados de Lucero
(1969), Lira (1997), O´Leary (2009) y Miró y Sapp (2005), cuyos aportes
construyeron la estratigrafía que será adoptada en el presente trabajo.
1.3. Metodología
Para la confección del mapa del área de estudio a escala 1:16.700, se utilizó el
programa ArcGis. En dicho mapa se incluyeron caminos, hidrografía, estructuras,
6
Capítulo 1 – Datos generales del área de estudio Pablo Daniel Juárez
7
2. MARCO GEOLÓGICO REGIONAL
2.1. Estratigrafía
Formación Pozo del Macho: fue definida por Castellote (1978) y posteriormente
estudiada en detalle por la misma autora (Castellote, 1985a), y la describe como
8
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
En todos los casos se trata de rocas que evidencian un grado de metamorfismo que va
de medio a bajo.
9
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
CUATERNARIO
Depósitos aluviales recientes
HOLOCENO
Depósitos evaporíticos de lagunas saladas
CENOZOICO Depósitos coluviales y fluvio-eólicos de las sierras
Calcretes
PLEISTOCENO Depósitos aluviales aterrazados
TERCIARIO Depósitos de pié de monte antiguos
TERCIARIO
Areniscas yesíferas rojas
SUPERIOR
CRETÁCICO
CRETÁCICO
INFERIOR
Brechas de talud
Miembro superior
CARBONÍFERO PÉRMICO
Formación La Puerta
Filones
Monzogranito milonítico
Monzogranito porfiroide Ojo de Agua,
Granodiorita
Formación La Clemira
CÁMBRICO
INFERIOR A Formación Simbol Huasi
PROTEROZOICO
Calizas Jasimampa
Basamento Metamórfico
PRECÁMBRICO
Figura 2.1: Cuadro estratigráfico modificado de la hoja geológica 2963-III Villa Ojo de Agua (Miró y Sapp 2005).
10
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
2.1.2 Paleozoico
2.1.2.1 Cámbrico
El Complejo Ígneo Ojo de Agua-Ambargasta fue definido por Miró y Sapp (2005) y bajo
este nombre incluyen a las rocas plutónicas y subvolcánicas de una amplia variedad
litológica, las cuales pertenecen al Cámbrico medio y superior del batolito de la Sierra
Norte de Córdoba. Los mencionados autores lo dividen, según la litología, en
Granodiorita Tres Lomitas, Monzogranito porfiroide Ojo de Agua, Monzogranito
milonítico, Pórfido Dacítico Los Burros, Granitoides-aplitas masivas Ambargasta,
Pórfidos Riodacíticos Oncán, Tonalita Quebracho Colorado; Gabro El Quebrachito y
Andesitas Balbuena.
Granodiorita Tres Lomitas (1): Esta unidad fue definida por Bonalumi (1988), Miró
y Sapp (2005) mantuvieron el nombre sin diferencias y posteriormente Lira et al.
(1997 a) a estas rocas las agrupan con los monzogranitos, y las nombra como
Formación La Isla.
Las granodioritas son de grano medio, de color gris, compuestas principalmente por
plagioclasa, cuarzo, biotita, anfíbol y ortosa; como minerales accesorios presentan
magnetita, ilmenita, pirita, zircón y apatita. Su estado de alteración es leve y se limita
a cantidades inferiores al 5% de clorita, epidoto y sericita.
Las rocas, al ser consideradas como parte del Complejo Ígneo Ojo de Agua-
Ambargasta, se las asigna al Cámbrico medio a superior. Según la relación con las
demás rocas, a la Unidad Granodiorita Tres Lomitas se la considera como la más
antigua de dicho complejo ígneo.
11
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
Figura 2.2: Área de la zona de estudio donde se muestran los afloramientos de Granodiorita Tres Lomitas.
12
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
Pórfido dacítico Los Burros (2): Lucero (1969) describe por primera vez a esta unidad, y
luego, durante la confección del mapa geológico de Córdoba a escala 1:500.000, (Lucero y
Gamkosian, 1995) la denominan Dacita Los Burros. Según Miró y Sapp (2005), en
promedio, la unidad presenta rocas de textura porfírica, con fenocristales de cuarzo con
tamaños inferiores a los 4mm, plagioclasa y biotita, en tanto que la pasta de textura
microgranosa se compone de cuarzo, plagioclasa, feldespato potásico y escasa biotita. Existe
una variación en las cantidades relativas de sus feldespatos que provocan una variación
composicional entre riolitas y dacitas.
Aflora en el sector suroccidental de la hoja Villa Ojo de Agua. Posee una estructura dómica
de aproximadamente 25 km de diámetro. Según Miró y Sapp (2005), el cuerpo dacítico no
aflora en su totalidad debido a que su exposición en superficie se debe a una falla en el
sector suroeste de dicha hoja, que levanta sólo una porción del mismo. Si bien ocupa una
superficie mayor a 1.500 km2, los afloramientos se encuentran en forma discontinua debido
a la espesa vegetación y la cubierta regolítica (Fig. 2.4).
Figura 2.4: Afloramiento del Pórfido Dacítico Los Burros (2) (muestra J8).
13
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
Por ser parte del complejo ígneo son consideradas rocas del Cámbrico medio a superior. Si
bien esta unidad intruye monzogranitos porfiroides, a su vez se encuentra intruida por la
unidad Oncán, lo que ubica al pórfido en el Cámbrico superior, según Miró y Sapp (2005).
Sin embargo, edades más antiguas fueron obtenidas por Millone et al. (2003) a partir de una
isocrona Rb/Sr para la facies riolítica 607 ± 7,5 Ma, en tanto que Söllner et al. (2000)
realizan dataciones U/Pb en circón con edades en el límite Precámbrico-Cámbrico (557 ± 4
Ma). La edad K/Ar obtenida por Castellote (1985b) de 523 ± 15 Ma, es similar a la obtenida
por Leal et al. (2003) a partir de SHRIMP II en circones, con un valor de 512,6 ± 3,5 Ma.
Esta unidad aflora en el sector noreste y central de la zona de estudio (Fig. 2.5), y los
afloramientos quedan expuestos entre la cubierta vegetal presentando un diaclasamiento
subvertical y subhorizontal. La petrografía de las rocas de esta unidad propia del área de
estudio será descripta en el Capítulo 3.
Figura 2.5: Área de la zona de estudio donde se muestran los afloramientos de Pórfido Dacítico Los Burros.
Pórfidos Riodacíticos Oncán (3): Lucero (1948) y Gordillo (1955) describen en detalle la
petrografía de todos los filones (entre ellos El Pértigo, que en el presente trabajo se estudia
como unidad diferenciada del resto). Posteriormente, dichos pórfidos fueron recibiendo
distintos nombres según la ubicación geográfica. Así González (1977) los denominó
Formación Oncán, y Castellote (1978) los llamó Formación Ashpa Puca. En la hoja Villa Ojo
de Agua, Miró y Sapp (2005), mantienen el nombre de Formación Oncán, incorporando a
ésta el conjunto de rocas filonianas riolíticas. Las rocas, según estos autores, varían de
14
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
riolita a dacita, poseen una textura granosa y están compuestas por cuarzo, feldespato,
plagioclasas, minerales máficos, hematita y escasa biotita.
Figura 2.6: Área de la zona de estudio donde se muestran los afloramientos de Pórfido Riodacítico Oncán.
Fueron Rapela et al. (1991), quienes obtuvieron una edad Rb/Sr para los Pórfidos
Riodacíticos Oncán de 494 ± 11 Ma.
A estos mismos afloramientos, O´Leary (2004), los encuadra como parte de la Formación
Puesto de los Caminos, definida por Lira et al. (1997 a), que según estos autores
constituyen cuerpos pequeños dominantemente félsicos. Estos afloramientos atribuidos a
15
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
Puesto de los Caminos, fueron datados por Millone et al. (2003) en la localidad tipo en
523±4 Ma (Rb/Sr roca total).
Discernir sobre la correlación de las rocas que afloran en el área con la Formación Oncán, la
Formación Puesto de los Caminos y el Dique El Pértigo, es parte de los objetivos de este
Trabajo Final de Licenciatura y por lo tanto será abordado en los siguientes capítulos.
Figura 2.7: Vista de tramo central del dique principal del Pórfido Oncán (3) aflorante en el área.
Andesitas Balbuena (4): Si bien habían sido mencionados algunos afloramientos de rocas
basálticas y andesíticas por Quartino (1968), González (1971) y Castellote (1978, 1985a),
fueron Brodtkorb y Koukharsky (2000) quienes las denominaron Andesitas Balbuena,
nomenclatura adoptada por Miró y Sapp (2005).
Las dacitas y andesitas basálticas son descriptas por Koukharsky et al. (2003), como grises
verdosas oscuras, están formadas por abundante pasta de apariencia microgranosa, en la
cual el brillo revela escasos fenocristales de plagioclasa y anfíboles de hasta 3 milímetros.
Estos afloramientos de diques del Paleozoico inferior, cuyos acimutes varían entre 90° y
120°, se pueden agrupar geográficamente en tres zonas: en la escuela de Balbuena, en el
área entre el arroyo El Escondido y el puesto Los Talas y en el km 950,5 de la Ruta Nacional
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Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
Nº 9 (Koukharsky et al. 2003). Las tres zonas están en la parte central de la hoja Villa Ojo
de Agua (Miró y Sapp, 2005) que también las describe con una orientación sub-meridional.
Si bien no existen dataciones de las Andesitas Balbuena, Miró y Sapp (2005) describen que
se puede observar que la intrusión de estas rocas en el monzogranito del Cámbrico medio a
superior, en algunos lugares presenta contactos lobulados, lo que permite inferir que la caja
tenía una temperatura con cierta plasticidad.
Estas rocas son además estudiadas por O´Leary (2004) y O´Leary et al. (2009) y las
describen bajo el nombre Lamprófiros Sierra Norte, además O´Leary et al. (2014) las mapea
intruyendo al Pórfido Dacítico Los Burros, al dique El Pértigo y a la serie Granodioritas-
monzogranito.
En el área de estudio se mapeó un dique (Fig. 2.8) cercano al puesto de la Estancia El Jarillal
(Fig. 2.9). Se trata de un cuerpo de aproximadamente 50 cm de espesor, subvertical y con
una dirección norte sur. La petrografía característica de estas rocas serán descriptas en el
Capítulo 3.
Figura 2.8: Afloramiento del dique andesítico Balbuena (4) (muestra J5).
17
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
Figura 2.9: Área de la zona de estudio donde se muestra el afloramiento del dique lamprófiro.
2.1.3 Cenozoico
18
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
granítica debido a la ya avanzada convergencia del terreno Pampeano con el cratón del Rio
de la Plata: Dicho evento en la zona de estudios está representado por el Complejo Ígneo
Ojo de Agua.
El evento que le otorga la morfología de bloques levantados por fallas inversas corresponde
al ciclo orogénico Ándico debido a una fuerte compresión este-oeste durante el Terciario
(Ramos 1999).
2.3 Geomorfología
El área de estudio se encuentra dentro de un área regional conformada por una serie
de elevaciones y depresiones (en general de dirección norte-sur) que condicionan la
distribución de las lluvias y la dirección de los vientos, ya que ofrece una barrera
orográfica a la humedad, determinando condiciones de aridez y semiaridez (Miró y
Sapp, 2005). La región se caracteriza por la escasez de aguas superficiales. Son pocas
las corrientes permanentes a causa de las exiguas precipitaciones y la elevada
evaporación.
En la zona de estudio la peneplanicie ocupa la mayor parte del área y hacia la zona
occidental aparecen las zonas proximales de los abanicos fluvio-eólicos que son la
transición de la zona serrana y las depresiones salinas. Los depósitos aluviales no
poseen ríos activos asociados en la actualidad, solo se presentan en algunos casos
causes efímeros relacionado con las escasas precipitaciones de la región.
19
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
Figura 2.10: Esquema geomorfológico regional de la hoja geológica Villa Ojo de Agua (Miró y Sapp 2005).
20
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
Figura 2.11: a) Vista regional de las sierras desde el flanco occidental b) Vista panorámica desde el Dique El Pértigo.
2.4 Estructura
En un marco regional dentro de Las Sierras Pampeanas orientales se puede reconocer los
distintos eventos que conformaron y afectaron la región. Estos varían desde deformación
tectonica,-metamorfismo Neoproterozoico-Cámbrico, intrusiones magmáticas de
dimensiones batolíticas durante el Cámbrico superior que corresponden al ciclo Pampeano,
hasta la estructuración Ándica como último evento que se evidencia en el sistema de
bloques estructurados que otorgan los rasgos morfológicos característicos de toda la región.
Se reconocen además el ciclo Gondwánico que dio lugar a la sedimentación del Paganzo y
también las areniscas El Escondido cuya deformación Massabie et al. (1997) atribuye al ciclo
Famatiniano. Sobre este último se reconocen el ciclo Achaliano, de gran desarrollo areal, y el
rifting cretácico que reactivó las estructuras del Paleozoico superior.
21
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
Los esfuerzos compresivos E-O de la tectónica Andina actuó por sobre un paisaje
morfoestructural de dirección dominante N-S, generando estructuras de rumbo
submeridiano. Pero el paisaje morfoestructural actual en las Sierras Pampeanas está
representado por sierras y bloques montañosos desmembrados en sierras menores con
rumbo NE, N y NO.
Dentro del área de estudio se reconocen como estructuras principales los cuerpos
magmáticos del Complejo Ígneo Ojo de Agua. Las formaciones que lo integran muestran una
foliación de tipo gnéisica con orientación N-NE y N-NO, marcada por la orientación de los
minerales máficos, principalmente por láminas de biotita. Además se observa en algunos
sectores cierto grado de recristalización en algunos cristales primarios de cuarzo y
feldespato que forman textura de mosaico poligonal. Esta deformación es de carácter
magmático y puede observarse regionalmente (Miró et al. 1999).
De los cuerpos magmáticos presentes en el área la Granodiorita Tres Lomitas actúa como
caja tanto de los granitos como de los pórfidos riodacíticos.
El Dique Riolítico El Pértigo, que se ubica en la parte sudeste de la zona de estudio, tiene un
rumbo noreste sudoeste, posee una extensión longitudinal aproximada de unos 6,5 km y
unos 0,8 km de ancho.
Con respecto a las fallas locales en su mayoría son fallas inversas subverticales de rumbo
submeridional que le otorga a la región la característica morfilogica de bloques volcados. Las
fallas más relevantes son las que se grafican en el perfil (apéndice II, figura II.2) y fueron
las que sirvieron de rampa para el levantamiento tanto del dique granítico de rumbo NE-SO,
como del dique El Pértigo de rumbo subecuatorial. Ambas son fallas inversas y subverticales
que evidencian el régimen compresivo de la orogenia Andina. Las demás fallas que se
observan en la zona de estudio (mapa, apéndice 1) son de rumbo NO-SE. De las cuatro
22
Capítulo 2 –Marco geológico regional Pablo Daniel Juárez
fallas con ese rumbo la que ocupa el sector central del área de estudio evidencia un cambio
textural en la imagen satelital puesto que el flanco sudoccidental muestra mayor densidad
de quebradas y causes efímeros (Fig. 2.12). No obstante, como se describe en el capítulo 3,
cabe destacar que en el campo esta diferencia no se manifiesta en cambios litológicos de la
unidad que atraviesa (Pórfido Dacítico Los Burros).
Figura 2.12: Imagen satelital de la zona de estudio mostrando el cambio de textura de drenaje. Referencia
geográfica J9 (64°13´45,9”, 29°53´58,2”).
El diaclasamiento en toda la zona muestra los mismos rumbos que las fallas mencionadas:
Su densidad es homogénea a excepción del sector nororiental, en las cercanías de la
muestra J14, donde este diaclasamiento es notoriamente más intenso.
Puesto que esta porción de las Sierras Pampeanas no posee datos de subsuelo de ningún
tipo la estructura en profundidad debe inferirse a partir de las observaciones en superficie.
Sobre la base de esta premisa se realizó un perfil estructural esquemático donde se refleja la
topografía, la litología y las estructuras de la zona de estudio (Apéndice II).
23
3. PETROGRAFÍA
Aspectos generales
3.1. Introducción
La zona de estudio abarca 75 km2 aproximadamente y las rocas que afloran forman
parte del complejo ígneo Ojo de Agua-Ambargasta. Las muestras que se analizaron
se representan sobre la base del mapa geológico en la figura 3.1. En dicha figura
las muestras están graficadas en distintos colores, separadas por la unidades a la
que representan. Estas muestras son las que sirven de sustento para las
valoraciones de este capítulo.
Si bien los distintos autores que trbajan en la zona de estudio usan como base
geológica, y más específicamente petrográfica, los trabajos fundantes de Gordillo
(1955) y de Lucero (1969, 1979) es a partir de nuevas dataciones, de diferentes
interpretaciones y de las distintas escalas de trabajo que la nomenclatura
estratigráfica difiere según las distintas escuelas.
24
Capítulo 3–Petrografía Pablo Daniel Juárez
hoja geológica 2963 III Villa Ojo de Agua (Miró y Sapp, 2005), puesto que sus
autores tomaron en cuenta todos los antecedentes, incluso aquellos realizados a
escalas con mayor detalle que el requerido por la mencionada hoja geológica.
Figura 3.1: Mapa de zona de estudio con la ubicación de las muestras volcadas sobre mapa geológico.
Las muestras J1, J3 y J13 de color Violeta son de la Granodiorita Tres Lomitas, las muestras J6, J7, J8, J9,
J14, J15, J16 y J17 de color verde claro son del Pórfido Dacítico Los Burros, las muestras J2, J4, J18, J19,
J20, J21 y J22 de color magenta son las del Dique Riolítico El Pértigo dentro de estas las muestras J18,
J19 y J22 son xenolitos presentes en este dique, la muestra J5 de color verde oscuro es de los
Lamprófiros Sierra Norte y por último las muestras J11 y J12 son de la Formación Puesto de los
Caminos/Oncán.
Antes de describir las características locales de cada una de las unidades, con el fin
de ordenar la información, es conveniente mostrar en forma esquemática las
diferencias que existen en cuanto a la nomenclatura, en cuanto a la estratigrafía y
las interpretaciones a nivel regional. Para esto se confeccionó un cuadro que toma
principalmente los trabajos realizados por Miró y Sapp (2005), en la hoja geológica
Villa Ojo de Agua y el de Lira et al. (2014), estos dos trabajos son los que
sintetizan de forma regional toda la bibliografía existente en el área de estudio
(Figura 3.2).
25
Formacion Edad Ma Observaciones Ambiente Tectonico Autor Trabajo
Complejo Ígneo Ojo de Agua- Redefinido por Lira Puesto de los Caminos y Secuencia de cristalizacion fraccionada de un magma
Granitoides - Aplitas masivas Ambargasta
Ambargasta Aplitas sinoregenicas calcoalcalino granodioritico, asociado a subduccion
Pórfido dacítico Los Burros 512,6 ± 3,5 Ma. U/Pb Leal (2003)
Miro y Sapp (2005)
Monzogranito milonítico
Granodiorita
Aplitas sinorogenicas 500 ± 5 Ma (Millone 2004). Estas unidades formarían parte de los
Post-colisional
granitoides Ambargasta de Miró y Sapp (2005)
Puesto de los Caminos 523 ± 4 Rb / Sr Millone et al. (2003)
Magmatismo Cámbrico Dique Riolitico El Pertigo Sin datar Posee enclaves granodioriticos Cristalizacion fraccionada de un magma calcoalcalino
(2005)
Cordoba 2014. El magmatismo cambrico
en el batolito de Sierra Norte- Ambargasta.
Figura 3.2: Cuadro que sintetiza las diferencias estratigráficas de los trabajos de Miró y Sapp (2005) y Lira et al. (2014)
26
Pablo Daniel Juárez
Capítulo 3–Petrografía Pablo Daniel Juárez
A B C
Figura 3.3: A. Mapa geológico de la zona de estudio según la hoja Villa Ojo de Agua (Miró y Sapp 2005).
B. Mapa geológico de la zona de estudio según Lira et al (2014). C. Mapa geológico de la zona de estudio
según O´Leary et al (2014).
Las figuras 3.3 A, B y C (Miró y Sapp, 2005, Lira et al. 2014 y O´Leary et al. 2014
respectivamente) muestran el mapeo del área de estudio y si bien son mapas
realizados a escala regional marcan algunas diferencias que también se sintetizan
en el cuadro de la figura 3.2. La figura 3.3 C indica con cruz azul donde están los
lamprófiros y con circulo amarillo la presencia de las Andesitas Balbuena.
En muestra de mano las rocas presentan color gris, fractura irregular, son
compactas y poseen una textura granosa media (Fig. 3.4 C). Solo en algunos
sectores el color varía al castaño, sobre todo en las rocas del sector occidental
cercanos al dique granítico anular.
A B C
En muestra de mano las rocas presentan un color gris oscuro, son tenaces y
compactas. Presenta una textura porfírica con escasos fenocristales de
aproximadamente un milímetro, además se observan venillas de color rojizo de 0,5
milímetros de espesor promedio.
Numerosos autores han descripto esta litología en los alrededores del área de
estudio (Gordillo 1955, Lucero 1969, Miró 1998, O´Leary et al. 2009 y 2014 entre
otros). En cuanto a la disposición de los filones y las dimensiones también son
coincidentes con las descriptas previamente. Miró y Sapp (2005) en la hoja
geológica del área las describen como diques que intruyen a las granodioritas o
monzogranitos con orientación sub-meridional y con inclinación sub-vertical.
29
Capítulo 3–Petrografía Pablo Daniel Juárez
A B C
Figura 3.5: A. Toma de muestra J5 donde se puede observar la textura de roca fresca. B. fotografía del
corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura de la roca J5. C. Fotografía de la misma
muestra sin cruzar nicoles
Esta unidad fue estudiada a partir de las muestras J6, J7, J8, J9, J14, J15, J16 y
J17 obtenidas en el área de estudio con criterio de representatividad. Los
afloramientos son similares al que se ilustra en la figura 3.6 A, a partir de los cuales
se realizaron los correspondientes cortes petrográficos y cuyas descripciones se
hallan en el apéndice III.
A B
Figura 3.6: A. Afloramiento de muestra J8. B. Afloramiento de muestra J14. Nota: El afloramiento característico de
la unidad es el de J8 mientras que en el de J14 muestra mayor diaclasamiento.
pasta que varía entre 70-30% y 50-50%. La pasta es microgranosa compuesta por
cuarzo, feldespato y opacos. En las muestras J6, J7, J16 y J17 también se observa
biotita como parte minoritaria de la pasta. El tamaños de los granos en promedio es
de 20 micrones en la mayoría de los casos y con un tamaño cercano a los 5
micrones en la muestra J14 (Fig. 3.7 A y B). Los tamaños de los fenocristales en
promedio alcanzan entre 1 y 3 milímetros. Entre ellos predominan prismas de
plagioclasa (60 al 45% de la fracción de fenocristales) de bordes irregulares que se
reconocen por sus maclas polisintéticas. Algunos presentan zonación y alteración a
sericita y ocasionalmente epidoto que se concentra en los planos de fractura o
hacia el centro de los prismas. Según el método de Michel Levy la composición de
las plagioclasas es de tipo Oligoclasa-Andesina puesto que varía entre An25 y An42.
Le siguen en abundancia fenocristales de cuarzo (que está presente entre 25% y
15%) y ortosa que varía entre 15% y 20% del volumen de esta fracción. El cuarzo
presenta formas anhedrales, bordes engolfados y extinción de tipo relámpago. La
ortosa se encuentra con alteración moderada y con formas suhedrales.
Los fenocristales máficos fluctúan según la roca entre 10% y 15% algunos de los
cuales forman glomérulos que se componen principalmente de anfíboles y en menor
proporción de láminas de biotita y minerales opacos. Los anfíboles poseen maclas
de dos individuos y pleocroísmo típico de la hornblenda y su tamaño promedio es
de un milímetro. Las biotitas, algunas de las cuales presentan alteración a cloritas,
en algunos casos se las observa flexuradas y poseen un tamaño promedio de 1
milímetro. Los opacos presentan tamaños menores a 0,5 milímetros y en su
mayoría son euhedrales y de hábito cúbico.
31
Capítulo 3–Petrografía Pablo Daniel Juárez
que en el resto de las muestras de esta unidad el tamaño de los granos de la pasta
es de 20 micrones aproximadamente (Fig. 3.7 A y B). Esta variación granulométrica
de la pasta coincide con un mayor diaclasamiento que resulta evidente en el
afloramiento de esta muestra (Fig. 3.6 B). Es importante destacar que en el medio
de la zona de estudio, por donde pasa un rio coincidente con una falla, la imagen
satelital evidencia un cambio de textura del drenaje y un cambio de coloración,
estos cambios podrían anunciar un cambio litológico, que no ha sido corroborado.
A B
Figura 3.7: A. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura de la roca
J8. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura de la roca J14.
Nota: Variación del tamaño de grano de la pasta, J8 de 20 micrones y J14 de 5 micrones.
Este dique posee la mayor elevación de la zona de estudio con alturas por sobre el
nivel del mar cercanas a los 900 metros (Fig. 3.8 A). Fue estudiado a partir de las
muestras J2, J4, J20 y J21 mientras que las muestras J18, J19, J22 son
representativas de los xenolitos que se encuentran dentro del mismo. Las muestras
fueron obtenidas en el área de estudio con criterio de representatividad y para ellas
se realizaron los correspondientes cortes petrográficos cuyas descripciones se
encuentran en el Apéndice III.
Al microscopio se observa que la roca posee una textura porfírica (Fig. 3.8 B y C)
en la que los fenocristales ocupan entre el 50 y el 65% del total de su volumen. La
32
Capítulo 3–Petrografía Pablo Daniel Juárez
Los fenocristales varían su tamaño entre 0,5 milímetros los más pequeños y entre 4
y 5 milímetros los más grandes. El cuarzo es el fenocristal más frecuente (entre el
35% y el 40% del volumen de la roca) y el que mayor tamaño alcanza (5
milímetros máximo). Presenta formas anhedrales, bordes engolfados y extinción de
tipo relámpago a fragmentosa. La ortosa se encuentra con un bajo nivel de
alteración a arcillas, formas suhedrales y en cantidades variables entre el 30%
25%. Se reconocen además prismas de plagioclasas de bordes irregulares y maclas
polisintéticas. Los cristales presentan escasa alteración a sericita que se concentra
en los planos de fractura o hacia el centro de los prismas. Según el método Michel
Levy la composición de las plagioclasas es de tipo Oligoclasa. Estos cristales
representan aproximadamente el 25% de la fracción de fenocristales. El restante
10% lo ocupan los fenocristales máficos que se componen principalmente de
láminas biotita y cantidades accesorias de anfíboles y minerales opacos. Las biotitas
en ocasiones presentan alteración a clorita y poseen un tamaño promedio de 1
milímetro. Los anfíboles poseen maclas, pleocroísmo característico de la hornblenda
y su tamaño promedio es de menor a 1 milímetro. Los opacos menores a 0,5
milímetros son en su mayoría euhedrales y de hábito cúbico.
A B C
Figura 3.8: A. Vista al dique El Pértigo. B. fotografía del corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la
textura de la roca J20. C. fotografía al microscopio petrográfico sin nicoles cruzados donde se evidencia textura de
la roca J4.
33
Capítulo 3–Petrografía Pablo Daniel Juárez
Según los porcentajes modales estimados todas las muestras extraídas del dique se
clasifican como riolitas según la clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la
IUGS.
Esta formación morfológicamente es un dique anular con una elevación por sobre el
nivel del mar de unos 700 metros promedio (Fig. 3.9 A y B) con numerosos diques
aplíticos de escasos centímetros que lo atraviesan (Fig. 3.9 C). Ambos tipos
litológicos fueron estudiados a partir de las muestras J11 y J12b y J12 (aplita)
obtenidas en el área de estudio con criterio de representatividad y para las cuales
se realizaron los correspondientes cortes petrográficos cuyas descripciones se
hallan en el Apéndice III.
En muestra de mano las rocas J11 y J12b presentan un color castaño rojizo, una
textura granosa media con tamaño de grano en un rango entre 0,5 y 2 milímetros
cuyo alto grado de alteración hace que sean muy friables.
Sobre la base de los porcentajes descriptos las rocas se clasifican como un granito
según la clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS.
La fábrica y la textura de la roca la clasifican como una aplita y sobre la base de los
porcentajes modales posee una composición granítica.
A B C
Figura 3.9: A. Vista al norte desde la muestra J11 al dique anular félsico Toro Huañusco. B. Vista al norte desde la
muestra J11 al dique anular félsico Toro Huañusco. C. Dique aplítico de la muestra J12.
Xenolitos
Los xenolitos han sido encontrados principalmente dentro del Dique Riolítico El
Pértigo con tamaños que varían entre 12 y 25 centímetros (Fig. 3.10 A, B y C) y
35
Capítulo 3–Petrografía Pablo Daniel Juárez
han sido muestreados y luego descriptos en el Apéndice III. Si bien tienen una
composición mineralógica predominantemente riolítica en algunas muestras el
contenido de anfíboles sugiere composiciones iniciales menos diferenciadas.
En muestra de mano los xenolitos son de color negro, las muestras J18 y J19, con
textura porfírica donde la pasta ocupa entre el 80 y el 90% y los fenocristales que
varían su tamaño entre 1 y 6 milímetros. En la muestra J19 minerales máficos
prismáticos de 3 a 6 milímetros se encuentran rodeados de halos de color
anaranjado. La muestra J22 es de color gris oscuro de textura también porfírica
donde los feldespatos alcanzan los 5 mm de largo y los prismas de anfíboles los 3
milímetros de largo, estas especies se distribuyen en toda la roca en porcentajes
similares donde la relación pasta-fenocristales es aproximadamente 50-50%.
Al microscopio se observa que poseen textura porfírica mientras que la muestra J18
presenta una textura seriada. La composición mineralógica de los tres xenolitos es
muy variable pese a lo cual podemos decir que los tres contienen anfíboles, la
muestra J18 solo en la pasta, la muestra J19 en fenocristales y en la pasta y la
muestra J22 solo en los fenocristales. El cuarzo es abundante en la pasta en todos
los casos y son cercanos al 50% de la misma.
A B C
Figura 3.10: A. Xenolito muestra J18. B. Xenolito muestra J19. C. Xenolito muestra J22. En todas las
muestras las rocas hospedantes pertenece al dique El Pértigo.
36
Capítulo 3–Petrografía Pablo Daniel Juárez
sintéticamente. Años mas tarde fueron utilizados por Lira et al. (1997) para ayudar
a establecer la secuencia magmática del Cámbrico. Posteriormente Miró y Sapp
(2005) los mencionan como asociados principalmente al Pórfido Dacítico los Burros,
hecho que se condice con lo observado en el área de estudio.
Según lo observado podemos concluir que en el área de estudio todas las rocas
aflorantes pertenecen a lo que Miró y Sapp (2005) definieron como el Complejo
Ígneo Ojo de Agua-Ambargasta. Dentro de este marco general de coincidencia se
observan algunas diferencias con dicho trabajo y con el de Lira et al. (2014).
En cuanto al Pórfido Dacítico Los Burros en el área de estudio las rocas analizadas
se condicen con las descripciones previas aunque solo se encuentran presentes las
rocas de composición riolítica. Miró y Sapp (2005) en la hoja de la región
mencionan que la variación del tipo de roca de dacita a riolita sin establecer el
límite de ambos tipos litológicos. La muestra J14, ubicada en el extremo noreste,
evidencia un cambio de tamaño de grano de la pasta (5 micrones) con respecto a
todas las demás muestras (20 micrones), esta variación granulométrica coincide
con un mayor grado de diaclasamiento que resulta evidente en el afloramiento.
El dique riolítico El Pértigo está mapeado por Miró y Sapp (2005) como Pórfido
Riodacítico Oncán y en el presente trabajo las descripciones de las rocas son
37
Capítulo 3–Petrografía Pablo Daniel Juárez
similares a las descripciones del Pórfido Dacítico Los Burros tanto en la composición
mineralógica como a nivel textural. No obstante, el mismo puede representar una
fase más evolucionada que el Pórfido Dacítico Los Burros, lo que sería coincidente
con las valoraciones de Gordillo (1853) y las que hace O’Leary et al. (2014) que
basa su diferenciación más vinculada a las diferencias químicas que a las
petrográficas. En consecuencia el mapa refleja tal diferenciación composicional y
además estructural.
Las muestras J11, J12 y J12b están ubicadas en el dique anular mapeadas por Miró
y Sapp (2005) como pertenecientes a la Formación Oncán, en tanto que O`Leary
(2004) mapeó esta misma área como un dique anular félsico denominado Toro
Huañusco y que por su mineralogía y por su composición química lo enmarca como
parte de la Formacion Puesto de los Caminos. En términos comparativos las
composiciones minerales de estos trabajos con las descriptas en el Apéndice III se
nota una diferencia en cuanto a la cantidad relativa de plagioclasas (25% O´Leary,
2004) mientras que en las muestras descriptas los porcentajes son menores (5%).
No obstante, las rocas de la Formación Oncán son consideradas extrusivas o
hipabisales (riolitas o dacitas) (Miró y Saap, 2005) los cual evidencia que los
granitos encontrados no pueden correlacionarse con esta última.
Por último, entre los autores que describieron a los lamprófiros y el presente
trabajo podemos decir que hay coincidencia estructural en cuanto a la disposición
de los filones y a las dimensiones de los mismos. No obstante, se observó una
diferencia composicional con respecto a las descriptas por O’ Leary et al. (2009)
quienes definen a estas rocas como diques lamprófiros de composición
espessartitica con la presencia de abundante biotita y carentes de augita. Las
muestras encontradas para este trabajo difieren en la composición de los máficos
dada la predominancia de anfíboles. Al mismo tiempo, la presencia de plagioclasas
como fenocristales resulta contradictoria con las características típicas de los
lamprófiros según la IUGS (modificada de Streckeisen 1979). Sobre la base de
estas premisas, es posible que las rocas encontradas en la zona no se correlacionen
con los Lamprófiros de Sierra Norte. De ser así, por morfología y composición
podrían vincularse con las volcanitas descriptas por Brodtkorb y Koukharsky (2000)
y por Miró y Sapp (2005) como Andesitas Balbuena. Dado que esta litología solo se
encontró formando un dique de dimensiones reducidas, consideramos que no posee
una relevancia comparable con las otras unidades y por lo tanto no se profundizó
en su caracterización petrológica más allá de lo descripto en este capítulo.
38
4. GEOQUÍMICA
4.1 Metodología
Las muestras que han sido seleccionadas para este análisis son las J 4, J 9, J 11, J
12B, J 14, J 16 y J 20 con el fin de lograr una caracterización química que junto con la
caracterización petrografía de los distintos afloramientos se utilizan como sustento
para reforzar la posición estratigráfica y establecer el ambiente tectónico de
formación.
El cuadro 4.1 compila los resultados obtenidos de las muestras analizadas para este
Trabajo Final de Licenciatura.
39
Capítulo 4-Geoquímica Pablo Daniel Juárez
Tabla 4.1: Análisis químico de elementos mayoritarios y trazas. * Muestras analizadas en las dependencias el SEGEMAR.
El resto fueron enviadas a los laboratorios de Veritas Minerales.
4.2 Geoquímica de la Formación Puesto de Los Caminos
40
Capítulo 4-Geoquímica Pablo Daniel Juárez
Del mismo modo, se plotean también los datos compilados del basamento ígneo al
cual intruyen. Para esto último se emplean los antecedentes generados por Bonalumi
(1988) quien publica la geoquímica de los granitoides que componen la sierra de
Ambargasta; por Lira et al. (1997 a) quienes publican datos de las mismas unidades
(a las que denominan serie Granodiorita-Monzonita) y por Leal (2002) quien
contribuye con datos de las mimas unidades abarcando un área similar.
4.2.1 Geoquímica de elementos mayoritarios
Se utilizó también el diagrama de Maniar y Piccoli (1989) (figura 4.2b) donde se puede
observar que las rocas J11 y J12B pertenecen al campo de las rocas peraluminosas,
como la gran mayoría de las muestras regionales, mientras que la muestra 11* se
ubica ligeramente desplazada hacia el campo de los peralcalinas. Esta característica se
condice con lo observado por Lira et al. (2014) quienes destacan la misma tendencia
para las rocas pertenecientes a la Formación Puesto de los Caminos.
41
Capítulo 4-Geoquímica Pablo Daniel Juárez
Figura 4.1: Diagrama de Cox (1979) modificado por Wilson (1989) para rocas plutónicas.
A B
Figura 4.2: A. Diagrama de Irvine‐Baragar (1971). B. Diagrama de Maniar y Piccoli (1989).
42
Capítulo 4-Geoquímica Pablo Daniel Juárez
Figura 4.3: Diagrama CaO versus SiO2.
4.2.2 Geoquímica de elementos traza
Figura 4.4: Diagrama Pearce et al. (1984)
43
Capítulo 4-Geoquímica Pablo Daniel Juárez
4.3 Geoquímica del Dique Riolítico El Pértigo y El Pórfido dacítico Los Burros
Estas formaciones se estudian en conjunto puesto que ambas son extrusivas y poseen
una estrecha vinculación genética. No existen antecedentes sobre la composición
química del dique El Pértigo fuera de los publicados por Gordillo (1955). Por el
contrario, el pórfido dacítico Los Burros posee numerosos análisis realizados por
Bonalumi (1988), Lira et al. (1997 a) y Leal (2002) que permiten analizar su variación
espacial.
4.3.1 Geoquímica de elementos mayoritarios
44
Capítulo 4-Geoquímica Pablo Daniel Juárez
Figura 4.5: Diagrama de Le Maitre et al. (1989)
Figura 4.6: Diagrama de Le Maitre et al. (1989).
45
Capítulo 4-Geoquímica Pablo Daniel Juárez
4.3.2 Geoquímica de elementos traza
Figura 4.7: Winchester y Floyd (1977).
46
Capítulo 4-Geoquímica Pablo Daniel Juárez
Figura 4.8: Diagramas binarios para diferenciar las unidades Pórfido Dacítico Los Burros del Dique Riolítico el Pértigo.
En dicha figura se usaron las muestras J 4*, J 4, J 20 (Dique Rioítico El Pértigo) y las
muestras J 17*, J 6*, J 9, J 14, J 16 (Unidad Los Burros) y todas las muestras
regionales de Gordillo (1955), Bonalumi (1988), Lira et al. (1997 a), Leal (2002) y
Rapela et al. (1991) del dique El Pértigo y de las unidades Los burros y Oncan.
En la Figura 4.8 se puede observar que las formaciones presentan distintos contenidos
de sílice ya que en las muestras del dique el Pértigo los valores oscilan entre 70 y 75%
de óxido de silicio, que en las muestras del Pórfido Dacitico Los Burros los valores
están entre 65 y 72% de óxido de silicio, salvo dos muestras con valores cercanos al
75% y que las muestras de la Formación Oncan presenta dos modas, una moda con
valores cercanos al 70% y la otra con valores cercanos al 76% óxido de silicio.
47
Capítulo 4-Geoquímica Pablo Daniel Juárez
Burros y por último los valores de Rb de las muestras del dique El Pértigo son
mayores.
4.4 Consideraciones parciales sobre la geoquímica de la roca
Las rocas graníticas del área presentan la misma impronta subalcalina que caracteriza
al basamento ígneo de la región. Se corrobora además que son rocas peraluminosas
con una suave tendencia a la peralcalinidad. En cuanto a los discriminadores utilizados
estos sugieren que las muestras J11, J11* y 12B son granitos característicos de los
arcos volcánicos sincolisionales.
48
Capítulo 4-Geoquímica Pablo Daniel Juárez
49
Discusiones y Conclusiones
Según lo observado podemos concluir que en el área de estudio todas las rocas
pertenecen a lo que Miro y Sapp (2005) definieron como el Complejo Ígneo Ojo de
Agua-Ambargasta. No obstante, dentro de este marco general de coincidencia se
observan algunas diferencias importantes de resaltar.
Una mención aparte merece el dique con geometría anular cuyos antecedentes
discrepan respecto de que unidad estratigráfica representaba. Mientras Miro y Sapp
(2005) lo consideran pertenecientes a la formación Oncán, O`Leary (2004) lo asocian
a la Formación Puesto de los Caminos. Las localidades estudiadas para este trabajo
permiten coincidir con la segunda propuesta puesto que las rocas poseen una marcada
textura plutónica. La única diferencia con las rocas descriptas por O’Leary (2004)
radica en el contenido menor de plagioclasas (5%) en comparación con lo descrito por
la mencionada autora (25%).
En cuanto a las rocas hipabisales (Dacita Loa Burros y Dique Riolítico El Pértigo) los
estudios realizados nos permiten extraer las siguientes conclusiones:
Si bien el Pórfido Dacítico Los Burros posee una composición que varía de dacita a
riolita (Miro y Sapp, 2005), en la zona analizada, solo expone rocas de composición
riolítica. La homogeneidad petrográfica del mismo sólo cambia en el extremo noreste
50
Capítulo 5-DISCUSIONES Y CONCLUSIONES Pablo Daniel Juárez
51
Capítulo 5-DISCUSIONES Y CONCLUSIONES Pablo Daniel Juárez
Sobre la base de estas consideraciones petrológicas se confeccionó el mapa geológico de detalle
del área cuya estratigrafía sienta las bases para futuros estudios (véase Apéndice I).
52
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57
APÉNDICE II
Perfil
En la figura II.1 a modo gráfico se muestra imagen satelital de Google Earth con la
línea por donde se realizó el perfil desde los puntos 29°52´LS, 64°16´LO a 29°56´LS,
64°13´LO y un perfil topográfico.
La orientación fue elegida de modo tal de incluir a la mayor cantidad de unidades
litológicas y estructuras posibles. El perfil de la figura II.2 muestra un esquema en
profundidad de la geología de superficie. Es importante resaltar que dada la falta de
información de subsuelo la inclinación de los planos de falla y los contactos son
inferidos a partir de datos regionales. Por otro lado, dada la escasa manifestación de
las estructuras en el campo, debido a su antigüedad y a la erosión sobreimpuesta, los
contactos entre los cuerpos se suponen de carácter intrusivo cuando las imágenes
satelitales no evidencian lineamientos asociados.
Figura II,1: Imagen satelital con la transcepta del perfil y perfil topográfico.
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Apéndice II–Perfil
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Pablo Daniel Juárez
APÉNDICE III
DESCRIPCIONES PETROGRÁFICAS
Figura A2.1: ubicación geográfica de las muestras y la unidad litológica a la que pertenecen.
Las rocas descriptas son agrupadas según la formación a la que fueron asignadas. Dentro de
cada grupo se las describe en forma ascendente.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
A B C
Figura A2.2: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura de
la roca J1. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia la alteración de biotita a clorita con presencia de opacos.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
DESCRIPCIÓN MACROSCÓPICA: Roca de color gris, fractura irregular, tenaz y compacta. Posee
textura granosa media, compuesta principalmente por prismas de plagioclasa de color blanco y
de 1,5 mm de tamaño promedio. A simple vista se reconoce la presencia de cuarzo, feldespato
potásico y biotita con tamaños entre 1 y 1,5 milímetros de promedio.
A B C
Figura A2.3: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura de
la roca J3. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia sección basal del anfíbol y la alteración del mismo a biotita.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
Este corte fue realizado para caracterizar a los xenolitos que se encuentran dentro de las rocas
granodioriticas anteriormente descriptas corte J1 y J3.
A partir de los porcentajes modales de la roca se la clasifica como una monzonita según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS (Fig. A2.4).
A B
Figura A2.4: A. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura del corte J3b. B. fotografía al
microscopio petrográfico donde se evidencia la alteración del anfibol a biotita.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como un granito de feldespato
alcalino según la clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS (Fig. A2.5).
A B C
Figura A2.5: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura de
la roca J13. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia textura pertítica.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
DESCRIPCIÓN MACROSCÓPICA: Roca de color gris oscuro, fractura irregular, tenaz y compacta.
Presenta textura porfírica compuesta en un 95% de pasta, con escasos fenocristales, de
aproximadamente un milímetro. Se observan venillas de color rojizo de 0,5 milímetros de
espesor promedio.
DESCRIPCIÓN MICROSCÓPICA: Roca de textura porfírica en la que se observa una pasta (95%
del total de la roca) compuesta por plagioclasa, anfíboles, biotita y minerales opacos. Los
fenocristales ocupan el restante 5% y poseen un tamaño aproximado de un milímetro. Los
cristales que alcanzan mayor desarrollo son prismas de plagioclasas que se hallan con un grado
de alteración notoriamente superior al de sus pares en la pasta. En ellos solo se reconocen
agregados de sericita y arcilla que solo preservan el hábito de los prismas originales. Le siguen
en abundancia fenocristales de anfíboles cuyos tamaños varían gradualmente entre la fracción
fenocristales y los microlitos de la pasta. Si bien se encuentran alterados a cloritas aun quedan
remanentes de los cristales originales. Estos últimos se reconocen por sus secciones
pseudohexagonales o rómbicas, sus clivajes y sus maclas de dos individuos. Presentan
pleocroísmo del verde al verde claro y relieve medio. En algunos sectores los anfíboles se
agrupan formando glomérulos de dos milímetros de diámetro promedio.
Como minerales minoritarios destaca la presencia de esfena de tamaño inferior a 0,3 milímetro,
cuarzo rellenando algunos intersticios de la pasta, epidoto y diminutos cristales de apatito.
Pese al grado de alteración de los fenocristales félsicos resulta evidente la textura porfírica y la
presencia de plagioclasa y anfíboles como especies predominantes tanto en los fenocristales
como en la pasta. Sobre la base de estas premisas y los porcentajes modales estimados se
clasifica a lo roca como un basalto/andesita según la clasificación de Streckeisen (1979)
propuesta por la IUGS (Fig. A2.6).
A B C
Figura A2.6: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura de
la roca J5. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia acícula de anfíbol cortando la titanita.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
Los fenocristales en promedio alcanzan entre 1 y 2,5 milímetros. Entre ellos predominan
prismas de plagioclasa de bordes irregulares que se reconocen por sus maclas polisintéticas.
Algunos presentan zonación y alteración a sericita que se concentra en los planos de fractura o
hacia el centro de los prismas. Según el método de Michel Levy la composición de la plagioclasa
es de tipo Oligoclasa (An25) Estos cristales representan el 50% de la fracción de fenocristales.
Le siguen en abundancia cantidades similares de cuarzo 20% y ortosa 15% que en conjunto
ocupan el 35% del volumen de los fenocristales. El cuarzo presenta formas anhedrales, bordes
engolfados y extinción de tipo relámpago. La ortosa se encuentra con un bajo nivel de
alteración a sericita y con formas subhedrales.
El restante 15% lo ocupan los fenocristales máficos algunos de los cuales forman glomérulos
que se componen principalmente de anfíboles y en menor proporción de láminas de biotita y
minerales opacos. Los anfíboles poseen maclas y pleocroismo típico de la hornblenda y su
tamaño promedio es de 1 milímetro. Las biotitas algunas de las cuales presentan alteración
clorítica poseen un tamaño promedio entre 1 y 2 milímetros y en ciertos casos se presentan
flexuradas. Los opacos menores a 0,8 milímetros son en su mayoría euhedrales y de hábito
cúbico.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como una riolita según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS (Fig. A2.7).
A B C
Figura A2.7: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura de
la roca J6. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia el tamaño promedio de la biotita y el anfíbol.
Los fenocristales en promedio alcanzan entre 1 y 1,5 milímetros. Entre ellos predominan
prismas de plagioclasa de bordes irregulares que se reconocen por sus maclas polisintéticas.
Algunos presentan zonación y alteración a sericita que se concentra en los planos de fractura o
hacia el centro de los prismas. Según el método de Michel Levy la composición de la plagioclasa
es de tipo Andesina (An40). Estos cristales representan el 60% de la fracción de fenocristales.
Le siguen en abundancia cantidades similares de cuarzo 15% y ortosa 15% que en conjunto
ocupan el 30% del volumen de los fenocristales. El cuarzo presenta formas anhedrales, bordes
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
El restante 10% lo ocupan los fenocristales máficos algunos de los cuales forman glomérulos
que se componen principalmente de anfíboles y en menor proporción de láminas de biotita y
minerales opacos. Los anfíboles poseen maclas de dos individuos y pleocroismo típico de la
hornblenda y su tamaño promedio es de un milímetro. Las biotitas, algunas de las cuales
presentan alteración cloritica, poseen un tamaño promedio de 1 milímetro. Los opacos menores
a 0,5 milímetros son en su mayoría euhedrales y de habito cúbico.
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como una riolita según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS (Fig. A2.8).
A B C
Figura A2.8: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura de
la roca J7. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia la zonación de la plagioclasa.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
Los fenocristales tienen un tamaño entre 1 y 3 milímetros. Entre ellos predominan prismas de
plagioclasa de bordes irregulares que se reconocen por sus maclas polisintéticas. Algunos
presentan zonación y alteración a sericita y agregados de epidoto que se concentra en los
planos de fractura o hacia el centro de los prismas. Según el método de Michel Levy la
composición de la plagioclasa es de tipo Andesina (An40) Estos cristales representan el 50% de
la fracción de fenocristales.
Le siguen en abundancia cantidades similares de cuarzo 20% y ortosa 15% que en conjunto
ocupan el 35% del volumen de los fenocristales. El cuarzo presenta formas anhedrales, bordes
engolfados y extinción de tipo relámpago. La ortosa se encuentra con un bajo nivel de
alteración a arcillas y con formas subhedrales.
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como una riolita según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS (Fig. A2.9).
A B C
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
Figura A2.9: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura de
la roca J8. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia la forma en que la pasta reacciono con los fenocristales.
Los fenocristales en promedio alcanzan entre 1 y 2 milímetros. Entre ellos predominan los que
habrían sido prismas de plagioclasas que se encuentran completamente alterados a sericita,
carbonatos y cloritas a tal punto que se infieren como tales. Estos cristales representan el 50%
de la fracción de fenocristales.
Le siguen en abundancia cantidades similares de cuarzo 15% y ortosa 15% que en conjunto
ocupan el 30% del volumen de los fenocristales. El cuarzo presenta formas anhedrales, bordes
engolfados y extinción de tipo relámpago. La ortosa se encuentra también inferida con un alto
nivel de alteración a arcillas y cloritas que preservan sus contornos de formas subhedrales.
Tanto la pasta como algunos fenocristales se observan parcialmente reemplazados por óxidos
de hierro que le confiere el color rojizo a la muestra. Dentro de la paragénesis de minerales
secundarios se destacan los agregados de sericita, arcillas y clorita como alteración de las
plagioclasas y cloritas como alteración de los anfíboles y las biotitas.
Si bien no resulta sencillo distinguir entre plagioclasas y feldespatos potásicos, sobre la base de
los hábitos remanentes observados se estimaron los porcentajes modales que periten clasificar
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
a la roca se clasifica como una riolita según la clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por
la IUGS (Fig. A2.10).
A B C
Figura A2.10: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura
de la roca J9. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia la abundante alteración.
Los fenocristales en promedio poseen entre 2 y 3 milímetros y algunos pueden alcanzar los 5
milímetros. Entre ellos predominan prismas de plagioclasa de bordes irregulares que se
reconocen por sus maclas polisintéticas. Algunos presentan zonación. Los cristales presentan
alteración a sericita y epidoto que se concentra en los planos de fractura o hacia el centro de los
prismas. Según el método de Michel Levy la composición de la plagioclasa es de tipo Andesina
(An42). Estos cristales representan el 50% de la fracción de fenocristales. Le siguen en
abundancia cristales cantidades similares de cuarzo (20%) y ortosa (15%) que en conjunto
ocupan el 35% del volumen de los fenocristales. El cuarzo presenta formas anhedrales y bordes
engolfados. La ortosa se encuentra con un bajo nivel de alteración y con formas subhedrales.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como una riolita según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS (Fig. A2.11).
A B C
Figura A2.11: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura
de la roca J14. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia la presencia de anfíbol y epidoto.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
Los fenocristales en promedio alcanzan entre 1 y 2 milímetros. Entre ellos predominan prismas
de plagioclasa de bordes irregulares que se reconocen por sus maclas polisintéticas. Algunos
presentan zonación y alteración a sericita que se concentra en los planos de fractura o hacia el
centro de los prismas. Según el método de Michel Levy la composición de la plagioclasa es de
tipo Andesina (An34) Estos cristales representan el 55% de la fracción de fenocristales.
Le siguen en abundancia cantidades similares de cuarzo (20%) y ortosa (15%) que en conjunto
ocupan el 35% del volumen de los fenocristales. El cuarzo presenta formas anhedrales, bordes
engolfados y extinción de tipo relámpago. La ortosa se encuentra con un bajo nivel de
alteración y con formas subhedrales.
El restante 10% lo ocupan los fenocristales máficos algunos de los cuales forman glomérulos
que se componen principalmente de anfíboles y en menor proporción de láminas de biotita y
minerales opacos. Los anfíboles poseen maclas, pleocroismo típicas de la hornblenda y su
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
tamaño promedio es de 1 milímetro. Las biotitas algunas de las cuales presentan alteración
cloritica poseen un tamaño promedio de 1 milímetro. Los opacos menores a 0,8 milímetros son
en su mayoría euhedrales y de hábito cúbico.
Como minerales accesorios se reconocen prismas de circones que alcanzan los 200 micrones.
En cantidades accesorias se reconocen agregados de esfena de 0,5 milímetros junto a pequeñas
láminas de biotita secundaria.
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como una riolita según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS (Fig. A2.13).
A B C
Figura A2.13: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura
de la roca J16. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia glomérulos de minerales maticos.
Los fenocristales en promedio alcanzan entre 1 y 2 milímetros. Entre ellos predominan prismas
de plagioclasa de bordes irregulares que se reconocen por sus maclas polisintéticas. Algunos
presentan zonación y alteración a sericita que se concentra en los planos de fractura o hacia el
centro de los prismas. Según el método de Michel Levy la composición de la plagioclasa es de
tipo Andesina (An33). Estos cristales representan el 45 % de la fracción de fenocristales.
Le siguen en abundancia cantidades similares de cuarzo (25%) y ortosa (20%) que en conjunto
ocupan el 45% del volumen de los fenocristales. El cuarzo presenta formas anhedrales, bordes
engolfados y extinción de tipo relámpago. La ortosa se encuentra con un bajo nivel de
alteración, presenta maclas de dos individuos y formas subhedrales.
El restante 10% lo ocupan los fenocristales máficos. Los anfíboles poseen maclas, pleocroismo
típicas de la hornblenda y su tamaño promedio es de 1 milímetro. Las biotitas algunas de las
cuales presentan alteración clorítica poseen un tamaño promedio de 1 milímetro. Los opacos
menores a 0,5 milímetros son en su mayoría euhedrales y de hábito cúbico.
Como accesorios se observa esfena en forma rómbica con tamaños menores a 0,2 milímetros y
diminutos cristales de circón. Dentro de la paragénesis de minerales secundarios se destacan
los agregados de sericita como alteración de las plagioclasas y cloritas como alteración de los
anfíboles y las biotitas.
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como una riolita según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS (Fig. A2.14).
A B C
Figura A2.14: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura
de la roca J17.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
Los fenocristales en promedio alcanzan entre 1 y 2 milímetros. Entre ellos se reconocen prismas
de plagioclasa de bordes irregulares que se reconocen por sus maclas polisintéticas. Algunos
presentan zonación. Los cristales presentan escasa alteración a sericita que se concentra en los
planos de fractura o hacia el centro de los prismas. Según el método Michel Levy la composición
de la plagioclasa es de tipo Oligoclasa (An15). Estos cristales representan el 25% de la fracción
de fenocristales.
El cuarzo es el fenocristal más frecuente (40%) y el que mayor tamaño alcanza. Presenta
formas anhedrales y bordes engolfados. La ortosa se encuentra con un bajo nivel de alteración
argílica, formas subhedrales y en cantidades cercanas al 25%.
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como una riolíta según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS (Fig. A2.15).
A B C
Figura A2.15: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura
de la roca J2. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia la presencia de biotita cloritizada.
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como una riolíta según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS (Fig. A2.16).
A B C
Figura A2.16: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura
de la roca J4. C. fotografía al microscopio petrográfico sin nicoles cruzados donde se evidencia textura de la roca J4.
Esta muestra es representativa de los xenolitos que se encuentran dentro de las rocas
del Dique Riolítico El Pértigo anteriormente descriptas (cortes J2, J4, J20 y J21).
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
DESCRIPCIÓN MICROSCÓPICA: Al microscopio la roca evidencia una textura seriada puesto que
sus fenocristales de cuarzo varían de tamaño gradualmente hasta la fracción de microlitos. Los
cristales mayores no superan el 5% del volumen de la roca, mientras que en la pasta
representan aproximadamente el 50% de la misma. Acompañan al cuarzo como minerales
félsicos cristales menores de plagioclasas que se reconocen por su maclado polisintético y su
alteración a sericita y cristales de ortosa alterados a arcillas. Estos últimos representan
aproximadamente un 10% del volumen de la muestra.
Como minerales accesorios se reconocen pequeños cristales de esfena y opacos. Por tratarse de
un enclave no debe desestimarse posibles aportes durante su incorporación a la roca que los
hospeda, en particular de cuarzo en la pasta y por este motivo no se le asigna clasificación
alguna.
A B
Figura A2.17: A. xenolito J18en roca hospedante B. ejemplar en muestra de mano J18.
79
Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
DESCRIPCIÓN MICROSCÓPICA: Roca de textura porfírica donde la pasta ocupa el 80% del
volumen total. Esta última presenta textura microgranosa donde los microlitos de cuarzo (50%
de esta fracción) predominan sobre el feldespato alcalino (38% del volumen de la pasta). Los
minerales máficos que se distribuyen entre los microlitos félsicos ocupan aproximadamente el
restante 12% de la pasta y se componen de biotitas (especie que predomina sobre el resto),
anfíboles y minerales opacos con un tamaño de grano promedio de 10 micrones.
Los fenocristales varían su tamaño entre 0,5 milímetros y 5 milímetros. Los más abundantes y
de mayor tamaño son cristales de anfíboles (50% de esta fracción) que se concentran formando
glomérulos dentro de los cuales también se observan cristales de titanita que alcanza un
milímetro de largo y cristales de cuarzo de mayor tamaño que los microlitos de la pasta (60
micrones). Los anfíboles poseen un fuerte pleocroismo del verde claro al verde oscuro, ángulos
de extinción superiores a 24° y relieve medio.
Los fenocristales más chicos (que varían entre 0,5 y 1,5 milímetros) son de prismas de
plagioclasa (25% de la fracción de fenocristales) de bordes irregulares que se reconocen por sus
maclas polisintéticas y de cuarzo (25% de esta fracción) que presenta formas anhedrales y
bordes engolfados. Completan la paragénesis de la roca cantidades accesorias de apatito,
titanita y zircones.
80
Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
A B C
Figura A2.18: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura
de la roca J19. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia la presencia de titanita.
tamaño promedio es de menor a 1 milímetro. Los opacos menores a 0,8 milímetros son en su
mayoría euhedrales y de hábito cúbico.
A B C
Figura A2.19: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura
de la roca J20. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia la biotita flexurada.
Como accesorios se observa esfena en forma rómbica y con tamaños menores a 0,2 milímetros.
Dentro de la paragénesis de minerales secundarios se destacan los agregados de sericita como
alteración de las plagioclasas, arcillas como producto secundario de la ortosa y cloritas como
alteración de las biotitas y los anfíboles.
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como una riolíta según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS (Fig. A2.19).
82
Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
Los fenocristales varían su tamaño entre 0,5 milímetros los más pequeños y los 4 milímetros los
más grandes. El cuarzo es el fenocristal más frecuente (40%) y el que mayor tamaño alcanza.
Presenta formas anhedrales y bordes engolfados extinción tipo relámpago y en algunos casos
de tipo fragmentosa. La ortosa se encuentra con un bajo nivel de alteración a arcillas, formas
subhedrales y en cantidades cercanas al 25%. Se reconocen además prismas de plagioclasas de
bordes irregulares y maclas polisintéticas. Los cristales presentan escasa alteración a sericita
que se concentra en los planos de fractura o hacia el centro de los prismas. Según el método
Michel Levy la composición de la plagioclasa es de tipo Oligoclasa (An18). Estos cristales
representan el 25% de la fracción de fenocristales. El restante 10% lo ocupan los fenocristales
máficos que se componen principalmente de láminas biotita y cantidades accesorias de
anfíboles y minerales opacos. Las biotitas en ocasiones presentan alteración a clorita y poseen
un tamaño promedio de 1 milímetro. Los anfíboles poseen maclas, pleocroismo característico de
la hornblenda y su tamaño promedio es de menor a 1 milímetro. Los opacos menores a 0,5
milímetros son en su mayoría euhedrales y de hábito cúbico.
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como una riolita según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS.
A B C
Figura A2.20: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura
de la roca J21 C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia el engolfamiento de los cristales de cuarzo.
83
Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
Las plagioclasas se encuentran con formas euhedrales pero con marcada evidencia de
deformación mecánica sobreimpuesta que se refleja en la discontinuidad de los planos de
maclas. Algunos individuos se encuentran marcadamente zonados y solo ocasionalmente
muestran alteración a sericita. Según escasas tres secciones (adecuadas para el método de
Michel Levy) su composición podría corresponder a una andesita (An48). Sus bordes evidencian
un crecimiento secundario que adquieren una textura de tipo poiquilítica. Le siguen en
abundancia prismas de anfíboles que alcanzan los 5 milímetros de largo. Se trata de cristales de
hornblenda (15%) con maclas múltiples y bordes rodeados de diminutas láminas de biotita. Los
fenocristales de cuarzo (10%) poseen un tamaño promedio de 3 milímetros y la mayoría
presentan bordes engolfados. Por último la biotita es el fenocristal de menor abundancia (5%) y
el de menor tamaño. Sus láminas no superan el milímetro y se concentran preferentemente
rodeando a los anfíboles.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
A B
Figura A2.21: A. xenolito en roca hospedante. J22. B. ejemplar en muestra de mano J22.
DESCRIPCIÓN MACROSCÓPICA: Roca de color castaño rojizo, fractura irregular, tenaz y con un
grado de alteración meteórica que la hace muy friable. Presenta textura granosa media
compuesta por feldespatos, cuarzo y minerales máficos con un tamaño de grano que varía entre
0,5 y 2 milímetros (Fig. A2.22).
85
Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
A B
Figura A2.22: A. ejemplar en muestra de mano J11. B. ejemplar en muestra de mano J12.
A B
Figura A2.23: A. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura del corte J12b. B. fotografía al
microscopio petrográfico donde se evidencian la textura pertítica.
Como minerales accesorios se reconocen zircones, diminutas láminas de moscovita cuyo origen
pude corresponder a procesos sobreimpuestos.
Sobre la base de los porcentajes descriptos la roca se clasifica como un granito según la
clasificación de Streckeisen (1979) propuesta por la IUGS.
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Apéndice III – Descripciones petrográficas Pablo Daniel Juárez
A B C
Figura A2.24: A. ejemplar en muestra de mano. B. fotografía de un corte delgado con nicoles cruzados donde se observa la textura
de la roca J12. C. fotografía al microscopio petrográfico donde se evidencia textura aplitica.
La fábrica y la textura de la roca la clasifican como una aplita. Sobre la base de los porcentajes
modales descriptos su composición es la de un granito según la clasificación de Streckeisen
(1979) propuesta por la IUGS.
DIQUE DE CUARZO
Se observa una vena de cuarzo de 15 milímetros de textura diente de perro en borde neto con
la roca (Fig. A2.25).
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