Tema 4 Administrativo 1 UMU
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ADVERTENCIA PREVIA
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relación concesional, cuando se refiere al dominio público, comprende el derecho
del concesionario al uso y aprovechamiento del bien concedido, así como el
deber de conservar la cosa con la diligencia necesaria.
3. 1. El nacimiento
La relación jurídico-administrativa, al igual que ocurre con la de cualquier
otra naturaleza, puede tener origen en la norma de modo directo o indirecto, o
bien en los hechos jurídicos. El más importante de esos hechos es el acto
administrativo, que estudiaremos oportunamente en los temas correspondientes.
El origen normativo directo se produce cuando la relación nace sin que
intervenga la Administración Pública, tal y como sucede en la relación que se
entabla entre el editor de una obra y la propia Administración cuando el primero
efectúa el depósito legal a que viene obligado por la norma. Por el contrario, la
relación nace indirectamente de la norma cuando, si bien existe intervención de
la Administración, la actuación de ésta tiene carácter reglado, supuesto del
otorgamiento de una subvención por la producción de una determinada cantidad
de limones, de manera que el origen mediato de la relación se encontraría en la
norma, mientras que el directo o inmediato en la concreta actuación
administrativa por la que se concede la cantidad correspondiente.
En cambio, resulta habitual que la relación jurídico-administrativa nazca
de hechos, actos o negocios jurídicos y, singularmente, de actos administrativos,
tal y como sucede con el acto en que se concreta el ejercicio de la potestad
expropiatoria. Asimismo, también es frecuente que tengan su origen en cierto
tipo de negocios jurídicos que, al contrario que el acto administrativo, no tienen
naturaleza unilateral, como sucede con el contrato administrativo.
Por último, la relación jurídico-administrativa nace en ocasiones por
actuaciones o conductas fácticas o materiales de la Administración Pública que,
carentes de cobertura normativa, inciden ilegalmente en la esfera jurídica del
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administrado, constituyendo así lo que se denomina vía de hecho (p.ej.:
ocupación de un bien sin previo expediente expropiatorio). E incluso de la
inactividad administrativa, cuando la Administración no atiende un deber legal
de actuación; pasividad que puede consistir en la inobservancia de un deber
positivo de actuar ya sea material ya formal.
3. 2. La modificación
La modificación de la relación jurídico-administrativa puede recaer tanto
sobre los sujetos de la misma (modificaciones subjetivas) como sobre el objeto o
el contenido (modificaciones objetivas).
Las de carácter subjetivo pueden afectar tanto al particular como a la
Administración. En el primer caso, la sustitución del particular se efectúa a través
de la cesión por éste de la posición jurídica de la que es titular, afirmación que
debe matizarse por cuanto la regla general en este campo es la intransmisibilidad
de los derechos y obligaciones públicas incluso mortis causa, tal y como sucede
en la relación funcionarial. En cambio, la modificación subjetiva que afecta a la
Administración Pública se da, entre otros supuestos, en el caso de fusión de entes
públicos (típicamente los municipios) o la transferencia de funcionarios estatales
a las Comunidades Autónomas con ocasión del traspaso de las respectivas
competencias.
Las de carácter objetivo pueden deberse tanto a la Administración Pública
como al administrado, si bien lo frecuente es que sea la primera la que opere
dicha modificación. Así, en materia de contratación administrativa de obras, la
Administración puede modificar cualquiera de los elementos objetivos en
ejercicio de su ius variandi, si bien debe mantenerse el equilibrio económico de
la relación contractual. Asimismo, aunque los supuestos son menos frecuentes,
también puede el administrado incidir en el contenido de la relación, tal y como
sucede con la imposición de sanciones cuya cuantía varía en función de que se
produzca el pago en un determinado período; como se ve, la cuantía de la sanción
—elemento objetivo— puede variar en función de una conducta del administrado
sancionado.
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3. 3. La extinción
Puede tener lugar de modo normal o anormal. El primer supuesto se da
cuando se realiza propiamente el objeto de la relación (se ejecuta la obra pública,
se paga la deuda tributaria...), mientras que el segundo tiene por causa la
desaparición o deficiencia sobrevenida de alguno de los presupuestos o
elementos de la relación jurídica (muerte del funcionario, agotamiento de un
yacimiento mineral cuya explotación ha sido concedida por la Administración...).