REFLEXOLOGIA Trabajo
REFLEXOLOGIA Trabajo
REFLEXOLOGIA Trabajo
Historia de la reflexología
El nexo común entre aquellas doctrinas antiguas y las teorías modernas es que hay zonas de
energía que recogen el cuerpo humano formando áreas reflejas en el pie, las cuales
corresponden a la mayoría de los órganos, glándulas, funciones y zonas anatómicas del cuerpo.
En un viaje a China, el doctor Fitzgerald contacta con sus colegas chinos y descubre la terapia
practicada por éstos, él es el autor de la versión científica occidental de la Reflexoterapia. La
gran aportación de FitzGerald a la Reflexoterapia reside precisamente en haber estudiado y
analizado en profundidad la influencia de las presiones ejercidas en determinados puntos del
organismo ante ciertos estados dolorosos.
REFLEXOLOGIA PODAL
Sabemos que la técnica de la reflexología consiste en masajear haciendo presión en una zona
del cuerpo para actuar sobre otra zona. Por ejemplo, en el caso de la reflexología del pie
(también llamada reflexología podal y que es la más conocida) podemos masajear una zona del
pie para aliviar un dolor de estómago, por ejemplo. Este tratamiento “a través de la distancia”
desde el pie, es lo que en reflexología llamamos zonas o áreas reflejas.
COMO HACER UN MASAJE EN LOS PIES CON REFLEXOLOGÍA PODAL
Los pies son la parte del cuerpo que más sufre, aguantando todo nuestro peso a lo largo del
día. Por ello es son una zona muy importante de tu cuerpo que has de cuidar y mimar.
1. Música relajante
2. Aromatiza la estancia
También puedes aromatizar la estancia con algún aceite esencial, velas perfumadas o
encender incienso, cada tipo de incienso tiene sus propias cualidades no solo para aromatizar,
armonizar ambientes sino que ayudan, ya que estos tienen efectos positivos sobre nosotros,
ayudando a relajar cuerpo y mente, tranquilizan a las personas reduciendo la ansiedad y el
estrés, aliviando problemas psicológicos y emocionales.
3. Postura cómoda
Has de sentarte en una postura muy cómoda, puedes escoger por ejemplo el pie derecho y
apoyarlo sobre tu rodilla izquierda o viceversa.
Sujeta el pie con una de las manos, a la vez que presionas la planta con el pulgar o índice de la
otra mano, ha de ser una presión constante, con fuerza intermedia y de movimiento circular
contrario a las agujas del reloj. Si lo haces el masaje al revés no te surtirá efecto. Como ya
sabes, todas las zonas del cuerpo se reflejan en los pies, por eso con el masaje podrás aliviarte
dolores que notes en tu cuerpo para sentirte más relajado.
Has de comenzar el masaje presionando desde la zona de los dedos y hacia el talón. No olvides
masajear todos los dedos y laterales del pie. Como en la planta del pie se reflejan todas las
zonas de tu cuerpo, con este masaje general detectarás los puntos más sensibles, aquellos en
los que sientes dolor. El dolor de esas zonas indica que el órgano reflejado no está funcionando
correctamente y requiere de mayor estimulación. Intenta que la presión sea con presión
constante, fuerza intermedia/fuerte y siempre en sentido contrario a las agujas del reloj.
Presta especial atención en los puntos más sensibles o dolorosos, siempre utilizando el pulgar
o el índice de tu mano. Haz un masaje localizado en las zonas que hayas notado especialmente
sensibles o dolorosas. Si notas bastante dolor, masajea la zona de manera circundante hasta
llegar al centro del área dolorosa. Mantén, allí, una presión suave y constante, pero que esta
no sea muy excesiva.
Completa el tratamiento masajeando nuevamente toda la planta de cada pie, desde los dedos
hacia el talón.
Para terminar, haz un masaje del empeine, el tobillo y frota también el pie de forma general.
Recuerda que el masaje excesivo no se aconseja, ya que puede ser contraproducente. Es mejor
repetir el masaje en una sesión posterior para ir, lentamente, consiguiendo el alivio y curación
de la zona que tenemos con más dolor.
Antes de finalizar el masaje, repítelo de nuevo, pero esta vez sólo en las zonas en las que más
molestias hayas sentido, éstas zonas necesitan de más estimulación para notar alivio. Para
terminar, masajéate suavemente el empeine y todo el pie en general.