Terapia Respiratoria
Terapia Respiratoria
Terapia Respiratoria
Indicaciones:
• Secreciones pulmonares espesas.
• Aumento de la producción de moco.
• Tos ineficaz.
• Debilidad músculos respiratorios
Contraindicaciones:
• Pacientes con coagulopatías
• crisis asmática
• Estado epiléptico
• Paciente post-operatorio de cirugía craneoencefálica
• Sistema osteoarticular debilitado con riesgo de fracturas
• Fractura de costillas
• Aumento de la presión intracraneal
Percusión y vibración:
Se usan asociadas a la técnica de drenaje postural. La percusión
consiste en dar palmadas, de una manera rítmica, con las manos
huecas. El objetivo que persigue es desalojar mecánicamente las
secreciones espesas adheridas a las paredes bronquiales.
Educación de la tos:
Esta técnica consiste en enseñar a toser, después de una inspiración profunda, durante la
espiración, procurando hacerla en dos o tres tiempos para un mejor arrastre de las
secreciones.
Está indicada en el pre y postoperatorio de pacientes con excesivas secreciones, así como
en las situaciones de producción excesiva de esputo.
Ejercicios respiratorios:
Los ejercicios respiratorios tienen como objetivo disminuir el trabajo respiratorio, mejorar la
oxigenación y aumentar la función respiratoria. Se realizan una vez al día.
Respiración con labios fruncidos
1. Ponga los labios como para apagar una vela
o silbar
2. Inspire lentamente a través de la nariz con la
boca cerrada
3. Espire lentamente a través de los labios
semicerrados
4. La espiración debe durar el doble de la
inspiración
Respiración diafragmática
1. Sentado, con las rodillas flexionadas, colocar las manos sobre el abdomen.
2. Inspirar profundamente a través de la nariz manteniendo la boca cerrada. Al inspirar,
el abdomen se distiende elevando las manos.
3. Colocar los labios como si fuese a silbar y espirar lenta y suavemente de forma pasiva,
haciendo un sonido silbante sin hinchar los carrillos. Al ir expulsando el aire, los
músculos abdominales se hunden, volviendo a la posición original.