Tabula 09 PDF
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y documentos
9 TABULA
2006
Éxodos
y documentos
Luis Hernández Olivera
Francisco Javier Fito Manteca
9 TABULA
2006
TABULA
ESTUDIOS ARCHIVÍSTICOS
DE CASTILLA Y LEÓN
Fotografías
Las fotografías de esta edición proceden
de las siguientes instituciones.
Si se dispone, se indica la identificación
Editor y localización de la fotografía:
y además...
197 La evaluación de los programas informáticos de gestión archivística
varia
bibliographia
277 El Archivo, ¿un servicio público?
Congreso de Archivos en Canarias: Libro de actas. Las Palmas de Gran
Canaria: Anroart ediciones, 2006, 701 p. ISBN-13: 978-84-96577-70-1
Víctor M. Bello Jiménez
summaria
281 Resúmenes analíticos
8 Presentación
vente aborda otro tipo de emigración la de los refugiados (los perseguidos por mo-
tivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u
opiniones políticas) por medio de la experiencia del archivo de la española Ofi-
cina de Asilo y Refugio. El último de los capítulos, obra de María Valles Ferrero,
corresponde al momento en el que el emigrante ya ha construido una nueva vida
lejos de su tierra. María Valles estudia el tema de “los papeles”. El disponer de
“papeles” es sinónimo de derechos y los archivos cumplen un papel fundamental
pues les permiten acreditar determinados actos y así gozar de ciertos derechos
Deseamos que estos trabajos fruto de exhaustivas investigaciones y de sofis-
ticados análisis conviertan a esta publicación en una referencia obligada para el co-
nocimiento de las migraciones y en un importante instrumento para el desarrollo
de estudios posteriores que llenen buena parte del vacío que antes mencionábamos.
Por último solo nos resta manifestar que tenemos una deuda pendiente
con todos los que han colaborado en este número. En primer lugar con lo auto-
res por el desinteresado esfuerzo desplegado en este proyecto. Y en segundo con
Bienvenido Vega Rodríguez, el Archivo de Fotografía e Imagen de Alto Aragón
(AFIAA) Diputación Provincial de Huesca y la Fundación Archivo de Indianos
que nos han cedido desinteresadamente sus fotografías para ilustrar esta publica-
ción. Extendemos también nuestra deuda con Veronica Vidal Cabero y Victoria
Fernández Reguero que nos han echado una mano con los resúmenes y sus tra-
ducciones. Gracias a todos.
Éxodos y documentos 9
studia
JOSÉ ANTONIO SAINZ VARELA
Los Pasajeros
a Indias
Éxodos y documentos 13
Con la llegada de los Borbones y de sus reformas en la administración cen-
tral, los Consejos, declinantes desde mediados del siglo XVII, fueron desposeídos
de muchas de sus capacidades decisorias a favor de las Secretarías de Estado y del
Despacho, instituciones unipersonales y antecedente directo de los actuales Mi-
nisterios Españoles. Concretamente, el Rey segregaría del Consejo de Indias to-
das las materias relativas a hacienda, guerra, comercio, provisiones de empleo,
etc. que ahora se resolverán por la “vía reservada”, es decir, a través de la Secre-
taría de Marina e Indias. El Consejo, por tanto, decae en su actividad hasta que
es suprimido en 1834.
Por último, en los puertos de mar más importantes, existía un Juez de Arri-
badas que entendía en los delitos cometidos a bordo de las embarcaciones atra-
cadas en sus muelles o fondeadas en sus aguas, así como en cualquier otro asunto
susceptible de intervención judicial: contrabando, naufragios, etc. Además, los
jueces de arribadas, junto con los interventores de la Hacienda Real, eran las au-
toridades responsables de autorizar la salida y entrada de barcos a estos puertos
inspeccionando su carga, pasaje y tripulación. De todo ello realizaban un infor-
me detallado que remitían al Consejo o a la Secretaría de Estado de Indias.
En resumen, las tres instituciones referidas fueron las que más responsabi-
lidades mantuvieron entre los siglos XVII y XIX para el control de la emigración,
las únicas autorizadas para expedir los permisos y pases de viaje. Otros organis-
mos, como los consulados y tribunales de comercio o de cargadores, poseyeron al
respecto atribuciones desiguales en el tiempo.
Los “prohibidos”
Sin embargo, a partir de 1518, tras el desembarco en México y Tierra Firme, el
contacto con la civilización azteca y la extensión del ciclo de oro antillano al con-
Éxodos y documentos 15
puestos a arriesgar sus vidas a cambio de la promesa de riqueza fácil. Aun-
que algunos de ellos eran delincuentes penados en España, se llegó a fo-
mentar su emigración en determinados momentos. Una vez asentados, los
disturbios públicos que provocarían y, en general, su comportamiento li-
cencioso provocaron las quejas de la Iglesia y de las autoridades locales: a
partir de entonces, se exigieron certificados de buena conducta y de no
poseer antecedentes delictivos para obtener el pase legal. La América es-
pañola nunca fue, como en el caso de la Australia británica, un lugar de
destierro premeditado para penados y rebeldes.
- Mujeres. No se prohibía su emigración siempre que fuesen acompañadas
de su marido o de un miembro de su familia o tutor, si eran solteras. Como
veremos más adelante, la Corona promovió el reagrupamiento de las pa-
rejas si el marido permanecía en América, en cuyo caso se autorizaba su
pase en solitario (KONETZKE 1945a).
Éxodos y documentos 17
presiones como “aquello es Jauja”, loando las supuestas riquezas de la ciudad pe-
ruana (COMELLAS 1992, 94-97). En la década de los cuarenta se descubren los
últimos tesoros incas y se hallan las minas de Plata de Potosí (Perú) en 1545 y
Zacatecas (México) en 1546. El ciclo de la plata sustituye al del oro como prin-
cipal motor de riqueza y acaba de configurarse en 1554, con el descubrimiento
también en México, de las minas de mercurio de Huancavélica. El mercurio per-
mite la separación de la mena de la ganga, la separación de la plata propiamente
dicha de los otros minerales no valiosos.
En un primer momento, los hombres emigran solos, sin sus familias, a
conquistar y colonizar. Una vez instalados allí, la escasez de mujeres europeas
(menos de la décima parte de los emigrados) unido a la falta de control social
y el sometimiento impuesto a la población local, propiciará la extensión del
concubinato y de la poligamia con nativas, conduciendo rápidamente al mes-
tizaje. En muchos casos, los indios también llegaron a preferir tener hijos con
españoles para evitar el pago de tributos. A principios de la década de los cua-
renta, el modelo familiar de los primeros pobladores ya no se asemeja en nada
al modelo de inspiración católico de la península. Las quejas de la Iglesia con-
tra la poligamia son continuas, exigiendo el reagrupamiento de matrimonios.
Para remediarlo no sólo marcharán las mujeres de los conquistadores, sino
también el resto de su familia: hermanas, sobrinas, criadas, etc.; ya fueran jó-
venes o ancianas. La emigración femenina crece a tal ritmo que, en el siglo
XVII, se habrá invertido la composición de sexos entre los colonizadores y ha-
brá que esperar al siglo XVIII para que vuelva a predominar la emigración
masculina.
Como hemos visto, el siglo XVIII es un periodo, en general, de recupera-
ción, aunque se verá afectado por continuos conflictos bélicos que alteran o in-
terrumpen el flujo migratorio. Por ejemplo, a causa de la Guerra de Sucesión no
zarpó ninguna flota desde Cádiz entre 1700 y 1706 (MACÍAS DOMÍNGUEZ,
47). La Guerra de independencia americana volvió a concentrar los esfuerzos de
la armada en acciones navales y dejó desprotegidas las flotas mercantes. Por últi-
mo, a principios del siglo XIX, la guerra contra Inglaterra inutiliza la mayor par-
te de buques de guerra tras la batalla de Trafalgar. La emigración disminuye e in-
cluso, en los momentos de la guerra de independencia, llega prácticamente a de-
saparecer.
En todo caso, con la llegada de los Borbones al trono hay un impulso de
la emigración oficial alentada por el reordenamiento territorial y administrativo
del momento, que propician el envío de una nueva oleada de burócratas, milita-
res y colonos. El destino preferente serán las zonas aún despobladas de Nueva Es-
paña y los territorios de nueva incorporación, como en el caso de la expedición
cívico-militar a la Luisiana (TORNERO TINAJERO 1977 y MOLINA MAR-
TINEZ 1980).
Éxodos y documentos 19
un personaje a emigrar es la carta de reclamo. En algunas cartas se pro-
mete una herencia de algún familiar fallecido sin testar: como las heren-
cias de los abintestatos se resuelven en un tribunal especial de bienes de di-
funtos que liquida la herencia, era habitual que el interesado marchara a
América para acelerar los trámites.
- Provistos: se llaman así a todas aquellas personas que marchan a Indias
“provistos” de un nombramiento oficial de carácter civil o militar o como
dignidad eclesiástica. Aunque se trata de una corriente continua, su
afluencia fue mayor a mediados del siglo XVI para perfeccionar la maqui-
naria burocrática y en el XVIII durante la puesta en marcha de las refor-
mas borbónicas. En el caso de los altos cargos civiles (virreyes, goberna-
dores militares, oidores de Audiencia, corregidores, intendentes, etc.) el
nombramiento tenía una duración aproximada de cinco años. Sin embar-
go, en la mayoría de los casos, la intención de estos funcionarios al emi-
grar era hacer carrera y ascender en los oficios públicos indianos, por lo
que muchos de ellos se asentarían definitivamente en sus destinos, recla-
mando a sus familias (SOCOLOW 1987).
- Mercaderes: las licencias que se les conceden para permanecer en Indias so-
lían ser por tres años, con objeto de que pudiesen resolver los asuntos que
se suponen provisionales; sin embargo, como en el caso anterior, suelen es-
tablecerse definitivamente al otro lado del Atlántico y acaban reclamando
a su esposa y demás familia. También le acompañan criados, aunque las au-
toridades acostumbran a ser más restrictivos con estas solicitudes.
- Criados: todos los provistos y mercaderes eran aristócratas o personajes
de calidad y marchaban acompañados de familiares y criados. Estos últi-
mos constituyen en determinados momentos (en el siglo XVIII sobre
todo) el grupo “profesional” declarado más numeroso. Como ejemplo
extremo, el virrey Baltazar de Zúñiga pasó en 1716 con sesenta y ocho
criados, aunque lo usual fuese hacerlo con dos (MACÍAS DOMÍN-
GUEZ 1999, 36). Entrar al servicio de un provisto durante la travesía
podía ser más fácil para un particular que solicitar el pase propio (MAR-
TÍNEZ SHAW 1994, 37). Los provistos menos escrupulosos aprovecha-
ban esta circunstancia para negociar el pase de emigrantes camuflados
como criados propios, aunque lo normal era que favorecieran a miem-
bros de su familia.
- Miembros del clero: los religiosos que pasaban a Indias tuvieron desde los
primeros tiempos de la colonización y después de una provisión de Felipe
III de 1607 los gastos de pasaje cubiertos. La bibliografía sobre la emigra-
ción de religiosos a América: MARTÍNEZ 1983, 42 y ss; GARCÍA 1990;
BORGES MORAN 1977; BORGES 1982; ORTIZ DE LA TABLA DU-
CASSE 1981; RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ 1990).
La travesía
No existen demasiadas fuentes originales que describan el momento de la trami-
tación del embarque o de la travesía marítima de los emigrantes a Indias, a ex-
cepción de las referencias indirectas que encontramos en las cartas de llamados.
En ocasiones el reclamante aconseja al familiar sobre la manera de preparar su
viaje, proporcionándonos detalles sobre su coste, composición del equipaje, ali-
mentación y diversiones a bordo, etc. También las autoridades dictaban normas
sobre el equipaje para evitar sobrecargar los barcos, causa de frecuentes naufra-
gios, como la Provisión de Felipe III en 1607.
José Luis Martínez ha recogido en Pasajeros de Indias, una obra divulgati-
va y amena (MARTÍNEZ 1983), las circunstancias del aprovisionamiento, pre-
paración de tripulaciones, tipos de barcos, alimentación, enfermedades, etc. In-
cluye como anexo algunos opúsculos de la época, de marcado carácter cómico,
que nos hablan del asombro y temor que sentían los pasajeros –en su mayoría
Éxodos y documentos 21
gentes de interior que veían el mar por primera vez– al enfrentar un mes de via-
je amenazados por historias reales o ficticias de tempestades, ataques piratas y
monstruos marinos (PÉREZ-MALLAINA BUENO 1992). En ocasiones, la tra-
vesía del viaje llegaba a ser tan dura que ha llegado a calificarse como propia de
esclavos (HERNÁNDEZ GARCÍA 1977).
<Cruz> / Señor: /
Marcos Rodríguez y Gaspar Rodríguez/ vecinos de la villa de Almagro, de-
cimos que Xristobal Rodríguez nuestro hermano y tío ha munchos/ días
que paso en Indias en el reino y pro-/vincia de México y agora es venido
a nuestra no-/ticia que es muerto de ciertas heridas que/ le dieron estando
y viviendo en Queréta-/ro tierra de México y que dexó muncha / hacien-
da y murió abintestado sin hacer / testamento ni disponer de ella la qual
nos per-/ tenece por razón de ser nuestro hermano y tío/ y no tener otros
parientes a quien pueda / pertenecer. Pedimos y suplicamos a/ Vuestra Ma-
gestad nos mande dar y dé licencia y fa-/cultad para que con dos criados
podamos / pasar a la dicha provincia a cobrar la dicha / hacienda; y hace-
mos presentación desta información.
INDIFERENTE,2069,N.85
Éxodos y documentos 23
su condición y comprobar la veracidad de los datos que suministraba. La más
usual de las averiguaciones era:
C) Declaraciones de Testigos: En caso de que los testificales no sean sufi-
cientes a criterio de los oficiales de la Casa o del Consejo puede practicarse igual-
mente una averiguación de la identidad a través de testigos
Déseles licencia/ por tiempo de/ tres años para ir a es-/ta cobranza dan-/do
fianzas cada/ uno en cantidad/ de cien mill maravedís/ [como garantía de]
que volverán en el/ dicho tiempo.
INDIFERENTE,2069,N.85
U otro posterior:
Éxodos y documentos 25
El Rey/
Mis presidente y jueces officiales de la Cassa dela Conttratación dela Se-
villa/ yo vos mando que dexéis pasar a las provincias del Pirú a Juan Bra-
vo/ vecino de Almodovar del Campo, hijo de Pedro Bravo y Catalina de
Valdelomar,/ de hedad de treinta y ocho años, alto de cuerpo, moreno, con
un lunar/ blanco en la barba; que va a estar en compañía de un hermano
suyo que/ le deje (sic) a favorecer, presentando a tenor información fecha
en/ su tierra ante la justicia della y con aprovacion della; de cómo es casa-
do ni delos prohibidos a pasar a aquellas/ partes. Fecha en Madrid a vein-
te y siete de Marzo de mill y quinientos y noventa e un años. Yo el Rey.
Por mandado del rey nuestro señor/ Juan de Ibarra/
Y a las espaldas de la dicha cédula están siete señales de firmas/
El qual dicho traslado fue corregido y concertado con la dicha cédula ori-
ginal de/ donde fue sacado en 30 dias del mes de Henero de mill y qui-
nientos y noventa/ e dos años//
CONTRATACIÓN,5236,N.2,R.8
Sin embargo los abusos en la utilización del documento, cuya validez al-
gunos pretendían ampliar en el tiempo en varios trayectos provocaron su retiro y
que conservemos el original en estos expedientes.
También podemos seguir la pista de estas cédulas en los libros registros de
disposiciones reales: los “cedularios”. Por ejemplo, en el libro 13 de Registro de
Cédulas, Provisiones, Cartas Reales y Cartas Acordadas del Consejo de Indias.
En los casos de altos cargos, suele ser la autoridad central –en este caso el
Secretario de Estado Ventura– quien se comunica oficialmente con los responsa-
bles de despachar el embarque –la casa de la Contratación y Juzgado de Arriba-
Éxodos y documentos 29
das de Cádiz– a los que comunica el nombramiento por medio de una Real Or-
den, que avisa de la llegada del pasaje al puerto de destino para que las autorida-
des locales agilicen su embarque.
<Destacado en la cabecera>Provisto
Al Coronel de exército Don Luis Anto-/nio Gil, electo Gobernador Polí-
tico y Militar/ de la Provincia de la Guayana, ha concedido/ licencia el
Consejo para que pueda pasar a/ exercer este empleo, embarcándose en
qual-/quiera navío de vandera de Su Majestad que saliere/ de ese Puerto
para los de aquellas Provincias,/ y que pueda llevar dos criados, y el equi-
pa-/ge correspondiente; con tal de que los dos/ criados hagan constar, por
informaciones/ hechas ante las Justicias de sus tierras,/ no ser casados, ni
[ser] de los que tienen prohi-/bición para pasar alas Indias, y con las/ señas
de sus personas; y si fuesen casa-/dos, que cumplan con la Ley, llevando
pre-/cisamente a sus mugeres, como general-/mente está resuelto; y la ca-
lidad de/ que el mencionado provisto, haga el/ juramento acostumbrado,
de que no in-/tervendrá, consentirá, ni disimulará cosa/ alguna en quanto
al pasage á aquellos/ dominios de las personas llamadas poli-/zones, ó llo-
vidos, que son los que van sin/ licencia, ni oficio, sino que lo participa-/rá
al Comandante, o gefe del navío a/ quien corresponda, para que no se pue-
da/ ocultar, según lo deliberado sobre este/ particular.
Lo que participo á V.S.S. para/ su inteligencia, y cumplimiento. Dios guar-
de/ a V.S.S. muchos años. Madrid 20 de Mayo/ de 1790.
Antonio Ventura de Tarancón
Señores Presidente y Oidores de la Real Audiencia de Cádiz.
ARRIBADAS,515,N.1
Éxodos y documentos 31
- Libros de asientos de pasajeros (1509-1701): en ellos se registraban los
nombres de los que pasaban a las Indias cuando habían obtenido la licen-
cia de la Casa de la Contratación, lo que se verificaba en el momento de
embarcar, haciendo constar el nombre de la nao y el del maestre que la ca-
pitaneaba. Estos libros constituyen la serie del mismo nombre y constan
de seis legajos, del 5.536 al 5.540 (ES.41091.AGI/16404.42.4//CON-
TRATACION,S.42,SS.2).
La importancia que concedieron por entonces los primeros archiveros a
unas series sobre otras no es casual, y da la medida de lo consciente que eran de
su mayor o menor utilidad para la investigación histórica. Sin embargo, aunque
la misión de aquellos funcionarios fuera, en efecto, volver accesibles los fondos
para la investigación histórica, nunca cometieron el tremendo error, como ocu-
rriría en el Archivo Nacional de Francia, de organizar la documentación por ma-
terias. Por el contrario, a la hora de establecer las series documentales y su clasi-
ficación respetaron en todo momento los principios de procedencia y orden ori-
ginario, cincuenta años antes de que Natalis de Wailly los enunciara (ROMERO
TALLAFIGO 1978). En 1921 y 1922, Pedro Torres Lanzas todavía publicó los
cuatro tomos del Inventario de Agustín Ceán aunque citando tan sólo los epí-
grafes de los legajos (TORRES LANZAS 1921-1922).
La abundancia de catálogos relacionados con los pasajeros prueba la rele-
vancia que tradicionalmente ha poseído esta documentación para el archivero y
el investigador. La cronología es la siguiente:
- Entre 1915 y 1917, bajo la dirección de Luis Rubio y Moreno, se acome-
tió por primera vez el catálogo de ambas series. En este caso se trataba más
bien de una transcripción corregida de los libros de asientos de pasajeros
hasta el año 1592, describiendo 2.456 registros (RUBIO Y MORENO
1930-1931).
- En la década de los cuarenta se decide recomenzar este trabajo bajo la di-
rección de Cristóbal Bermúdez Plata, procurando en esta ocasión mayor
nivel descriptivo, cotejando exhaustivamente la información de ambas se-
ries para recopilar datos complementarios en un solo registro. Entre 1940
y 1946 se publicaron los tres primeros volúmenes del “Catalogo” por exce-
lencia del Archivo General de Indias (BERMUDEZ PLATA 1940, 1942 y
1946). En cada registro se apuntan todos los datos personales de cada pa-
sajero y de los familiares, criados u otras personas que les acompañasen, sus
vecindades y el punto de destino de su viaje. Cuando no se indica es por
no especificarse en el asiento original, como ocurría en los primeros tiem-
pos de colonización antillana por no haber necesidad de ello. En la ficha
de catalogo también se incluye el nombre del maestre o capitán del barco,
pero no los nombres ni la vecindad de los testigos presentados por el pasa-
jero para jurar que no era persona prohibida, por no recogerse en la época.
Éxodos y documentos 33
ros se halla en la sección “Gobierno” (ES.41091.AGI/16403//GOBIERNO) don-
de hallaremos la producida por el Consejo y por la Secretaría de Estado y del Des-
pacho, en cuanto heredera de muchas de sus funciones.
La sección “Gobierno” se halla organizada en quince subsecciones que
coinciden con catorce distritos territoriales, las audiencias indianas, más un apar-
tado llamado “Indiferente General” (ES.41091.AGI/16403.15//INDIFERENTE)
donde se reunieron, por comodidad o en espera de ulterior clasificación, los lla-
mados “negocios comunes y neutrales”.
Precisamente es en Indiferente General donde se encuentra la mayor par-
te de la documentación relacionada con los Pasajeros identificada hasta hoy en
la sección de Gobierno. Así, encontramos:
- Una fracción de serie de ochenta legajos, del 1.209 al 1.288, titulada “Ex-
pedientes, informaciones y probanzas”, que abarca de 1550 a 1699.
- Una fracción de serie de ciento treinta y un legajos, del 1.373 al 1.503, ti-
tulada “Peticiones y memoriales”, que abarca de 1573 a 1796
- Tres legajos que abarcan de 1586 a 1735 titulados “Licencias de pasajeros
a Nueva España”: del 1.977 al 1.979.
- Dos fracciones de serie que abarcan de 1516 a 1835: “Pasajeros al Perú,
Tierra Firme y Buenos Aires”, del legajo 2.078 al 2.107; así como “Pasaje-
ros a Nueva España, Filipinas e Islas de Barlovento”, del legajo 2.048 al
2.075 y 2.077. Estos últimos legajos fueron la fuente usada por Enrique
Otte para su estudio sobre las cartas de llamados (OTTE 1988). Las dos
fracciones son consultables en AER/PARES.
- Una fracción de serie de doce legajos titulada “Relaciones de pasajeros y
cargamentos” que abarca de 1550 a 1833 y que consta de los legajos 2.162
(A y B) al 2.172.
En el resto de subsecciones de audiencias, encontramos lo siguiente:
- Buenos Aires: nueve legajos (del 563 al 571) que abarcan de 1731 a 1823,
titulados “Expedientes sobre licencias de embarque”.
- Guatemala: tres legajos (del 880 al 882) que abarcan de 1734 a 1808 ti-
tulados “Registros y licencias de embarque”.
- Chile: un legajo (el 466) que abarca de 1787 a 1823 titulado “Expedien-
tes de licencias de embarque”.
- Charcas: un legajo (el 717) que abarca de 1787 a 1820 titulado “Expe-
dientes de licencia de embarque”.
- Para Filipinas existen diez legajos con documentación relativa a Pasajeros:
el 329 (“Registros de oficio de la Audiencia de Filipinas”); el 339 y 340 y
del 342 al 345 (“Registros de oficio y partes de la Audiencia de Filipinas”);
el 347 y el 348 (“Registros de la Cámara de Indias: Filipinas”) y el 931
(“Expedientes de licencias de embarque a Filipinas”: 1787-1823). Todos
ellos son consultables en AER/PARES.
Éxodos y documentos 35
- Los documentos notariales son una fuente prácticamente inagotable de
datos que podemos extraer de las escrituras de compraventa o contrata-
ción de servicios, disposiciones testamentarias, fundación de obras pías y
patronatos, creación de empresas industriales y compañías comerciales,
etc. Así se ha estudiado, entre otros, el caso de los protocolos gallegos
(GONZÁLEZ LOPO 1990) o canarios (LOBO CABRERA 1991), de Ba-
dajoz (MARCOS ÁLVAREZ 2001 y 2002) o de Trujillo (SÁNCHEZ RU-
BIO 1991); o el caso de los testamentos cántabros (RODRIGUEZ VI-
CENTE 1978) y los bienes de difuntos (PÉREZ-AÍNSUA MÉNDEZ
2002). Uno de los fondos notariales más relevantes para el estudio de los
pasajeros a Indias lo conserva el Archivo Histórico Provincial de Sevilla.
Son abundantes las escrituras de personas que antes de cruzar a América,
incluso ilegalmente, arreglaban ante un notario cercano algún asunto de
importancia, quedando esta información como único testimonio de su
pase. Existe un catálogo de los documentos relacionados con América en
los protocolos notariales sevillanos de los siglos XV y XVI comenzado a
publicar en 1930 y del que hasta hoy se han editado siete tomos en la Co-
lección de Documentos Inéditos para la Historia de Hispano-América
(Catálogo… 1930-1935; Catálogo… 1937-1990).
- Los archivos de concejos y ayuntamientos también poseen información
sobre la emigración americana (GOZÁLVEZ ESCOBAR 1981; MARTÍ-
NEZ RODRIGUEZ 1990 y PEREIRA IGLESIAS 1991) contenida, por
ejemplo, en padrones (ECHEGARAY 1981) o censos (EIRAS ROEL
1989b).
- Los archivos parroquiales, igualmente, pueden suministrar datos demo-
gráficos personales a tener muy en cuenta: los libros de bautizos defuncio-
nes y matrimonios, tal como se ha apuntado para el caso gallego (RO-
DRIGUEZ FERREIRO 1989 y GONZÁLEZ LOPO 1990) o canario
(GUANCHE PÉREZ 1993)
También deben consultarse las fuentes primarias legales, (KONETZKE
1945b). En general no debe dejar de acudirse a las colecciones de época que re-
cogen las disposiciones legales indianas incluyendo la relativa a los pasajeros: la
Recopilación de leyes de los Reynos de las Indias, publicada por primera vez en 1681,
bajo el reinado de Carlos II, recoge más de seis mil cédulas y provisiones en nue-
ve libros. El Centro de Estudios Políticos y Constitucionales se ha hecho cargo
de la última edición como reproducción facsimilar en 1998 (Recopilación…
1998). También es imprescindible el recurso a las recopilaciones comentadas de
juristas de la época a modo de prontuarios o diccionarios de legislación, el Norte
de la contratación de las Indias occidentales de José de Veitia (VEITIA LINAJE
1672), de uso obligado por los americanistas, o la Política Indiana de Juan de So-
lórzano, el jurista indiano más prestigioso, autor del Indiarum Iure, oidor en la
Éxodos y documentos 37
quios de Historia Canario-americana, citados en bibliografía <http://bdigital.
ulpgc.es/mdc> [Consulta: 21 octubre 2006].
Los genealogistas cubanos han construido un directorio de recursos en su
página <http://www.cubagenweb.org/pass.htm> [consulta: 21 de agosto 2006].
Por su parte el consejo de Cultura Gallega posee la página Arquivo da emigración
galega en Internet <http://www.consellodacultura.org/arquivos/aeg/index.php>
[Consulta: 21 octubre 2006] y ha colocado en línea bibliografías y artículos a tex-
tos completo.
Estos artículos son fácilmente localizables con un buscador. Por ejemplo,
los artículos de la pagina Artehistoria http://www.artehistoria.com/histesp/contex-
tos/6711.htm [consulta: 21 de octubre], el weblog de Manuel Lucena Salmoral
<http://www.almendron.com/ historia/moderna/flota_indias/flota_00.htm> [con-
sulta: 21 de octubre]; o los de Manuel Hernández González y Miguel Hernández
sobre emigración canaria: HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Manuel: “La emigración
canaria a América a través de la historia” [en línea] <http://www.educa.rcana-
ria.es/culturacanaria/emigracion/La_emigracion_ canaria.htm> [Consulta: 26
agosto 2006] o de HERNÁNDEZ, Miguel: “Passengers to Puerto Rico, 1567-
1577” [en línea]<http://www.rootsweb.com/~prhgs/pass1567.htm?o_xid=00
28727949&o_lid=0028727949> [Consulta: 26 agosto 2006], etc.
5. Un tema de investigación
Los primeros estudios que se realizaron sobre la emigración española a Indias, a
finales del XIX, buscaban conocer las vivencias personales de los emigrantes an-
tes que su cuantificación demográfica o su cualificación sociológica. Como hemos
visto, las fuentes del Archivo de Indias contienen prolijas descripciones perso-
nales y familiares que permitían caracterizar a los emigrantes mucho más allá de
sus edades, procedencias o profesiones.
Así, por ejemplo, la historiadora norteamericana Alice Gould publicó en
1925 un estudio biográfico sobre la marinería de los viajes colombinos (GOULD
1984) [en línea en <cervantesvirtual.com>]. Evidentemente, de la mayoría de los
tripulantes apenas consigue apuntar mínimas coordenadas vitales pero tal esfuer-
zo indica un deseo de esclarecimiento anecdótico de las circunstancias de los
emigrantes, ya fuera un poderoso virrey o un humilde artesano –por encima de
mediciones demográficas o sociológicas– que se prolongará durante toda la pri-
mera mitad del XX. El Archivo General de Indias no fue ajeno a esa demanda:
como hemos visto, su catálogo más renombrado pretendía auxiliar al investiga-
dor en la búsqueda de esta información.
Por entonces, el análisis cuantitativo de los pobladores españoles había
sido objeto casi exclusivo de la filología, interesada en contrastar dos de sus teo-
rías sobre las modalidades lingüísticas del castellano en América: las tesis de la
Éxodos y documentos 39
Actualmente, la puesta en línea de estas bases de datos junto con sus imá-
genes asociadas en la pagina AER/PARES ha propiciado el asentamiento de un
tipo de estudios sobre fuentes, más anecdóticos que analíticos, apoyándose en la
facilidad de recabar datos temáticos muy concretos en apenas varias búsquedas.
Para el caso andaluz existen muchos ejemplos: BASALLOTE MUÑOZ 1996,
1997a, 1997b; DÍAZ-TRECHUELO SPINOLA 1981, 1983, 1994; CANTERLA
Y MARTÍN DE TOVAR 1985a y 1985b, MARTÍNEZ GÁLVEZ; MEDINA
RODRÍGUEZ 1994, GARCIA Y GARCIA 1975; GARCÍA ABÁSOLO 1990
y 1992b; GARCÍA LÓPEZ 1993; NUEVO ABALOS 1999. Para el caso extre-
meño: PELEGRÍ PEDROSA 1993, GARRAIN VILLA 1992, GIL SOTO 2000,
SÁNCHEZ SANS y ROMERO CABOT 1990. Por otro lado se han elaborado
diversos catálogos de pasajeros más exhaustivos, por regiones: de vascos, registra-
dos en el Archivo de Indias (GARMENDIA ARRUEBARRENA 1990 y 1998)
o en el Archivo de Protocolos de Sevilla (GARMENDIA ARRUEBARRENA
1993); navarros (IDOATE EZQUIETA 1989); extremeños (PEREIRA IGLE-
SIAS; RODRIGUEZ CANCHO 1991) y murcianos (PROVENCIO GARRI-
GOS 1993).
Actualmente, la documentación sobre Pasajeros sigue siendo una de los
más solicitadas en el Archivo General de Indias por investigadores presenciales
o no, debido al auge de la genealogía diletante entre los nuevos usuarios de ar-
chivos.
Bibliografía
La emigración canaria es la que posee una bibliografía más abundante debida en-
tre otros a Julio Hernández García o Manuel Hernández González. Los estudios
de conjunto se deben a este último (HERNÁNDEZ GONZÁLEZ 1995 y 1996)
y a Antonio Macías (MACIAS HERNANDEZ 1992). Existen monografías de-
dicadas a la emigración a Texas (CURBELO FUENTES 1992), Cuba (CABRE-
RA DÉNIZ 1996) y Venezuela (HERNÁNDEZ GONZÁLEZ 1999). Existen
además numerosos artículos que se aproximan al tema de forma general (PAR-
SONS 1983) o bien analizan la cuestión por etapas cronológicas (HERNANDEZ
GARCIA 1976, 1979 y 1992, BORGES JACINTO DEL CASTILLO 1977,
TORNERO TINAJERO 1980, FARIÑA GONZALEZ 1991, SANTANA GO-
DOY 1987, MACÍAS HERNÁNDEZ 1991), composición social de la misma
(ACOSTA RODRIGUEZ 1976, BORGES JACINTO DEL CASTILLO 1980,
HERNÁNDEZ GONZÁLEZ 1991, PAZ 1993), regiones de origen (BORGES
JACINTO DEL CASTILLO 1977, TORRES SANTANA 1991) y regiones de
destino (HERNÁNDEZ ACOSTA 1964, ROSA OLIVERA 1976, MARTÍNEZ
DÍAZ 1978, BELLOTO 1982, MUSSO AMBROSI 1982, GUTIERREZ ESCU-
DERO 1987, HERNANDEZ GARCIA y HERNÁNDEZ GONZÁLEZ 1990).
Éxodos y documentos 41
Sobre la emigración de riojanos existe el artículo de Joaquín Giró (GIRÓ 1992)
Sobre la emigración procedente de la Corona de Aragón poseemos varios
artículos (HERNÁNDEZ 1992, MALUQUER DE MOTES 1992a, YÁÑEZ GA-
LLARDO 1991 y MARTÍNEZ SHAW 1992) aunque sólo dos estudios amplios,
de cronología complementaria, los de Josep Bernades (BERNADES 1991) y Cé-
sar Yánez (YÁÑEZ GALLARDO 1996). Para la emigración aragonesa y balear
poseemos los artículos de Eloy Fernández (FERNANDEZ CLEMENTE 1992) y
de Sebastiá Serra (SERRA 1992) respectivamente.
También puede hacerse un acercamiento temático a la bibliografía exis-
tente. Así, la emigración clandestina ha sido analizada para el caso vasco (LAZA
ZERON 1992) o canario (DÍAZ-TRECHUELO SPINOLA 1977). La emigra-
ción a través del alistamiento en el ejército: en el caso de los andaluces (MAR-
CHENA FERNÁNDEZ 1981 y 1985), de los gallegos (MARTÍN REBOLO
1989) y de los castellanos (BLANCO RODRÍGUEZ 1996). En varios artículos
se han resaltado aspectos concretos relacionados con el comercio catalán (DEL-
GADO RIBAS 1982 y TORNERO TINAJERO 1992) o gallego (ALONSO
ALVÁREZ 1987 y GOMEZ CANEDO 1991). La emigración familiar: andaluza
en el XVI (DÍAZ-TRECHUELO SPINOLA 1991), extremeña (RODRIGUEZ
SANCHEZ 1990 y HERNÁNDEZ BERMEJO 1991) o canaria (ROSA OLIVE-
RA 1977). Las causas y consecuencias de la emigración se han analizado para el
caso andaluz (MÁRQUEZ MACÍAS; GONZALEZ 1992), asturiano (BARREI-
RO MALLÓN 1991), cántabro (LANZA GARCIA 1991), vasco (VÁZQUEZ
DE PRADA; AMORES CARREDANO 1991), extremeño (CARDALLIA-
GUET QUIRANT 1978) y gallego (EIRAS ROEL 1989c). Sobre extranjeros,
entre otros (CARMAGNANI 1982) para el caso italiano y (SUÁREZ MORE-
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Fuentes documentales
para el estudio de los movimientos
migratorios en el Archivo General
de la Administración de Alcalá
de Henares (Madrid)
Introducción
Perspectiva y metodología
El presente trabajo pretende ofrecer una visión de una manera lo más breve o es-
quemática posible del conjunto de fuentes documentales que pueden resultar de
interés para el estudio de los movimientos migratorios tanto desde España al ex-
tranjero como viceversa.
Dadas las características que actualmente confluyen en los fondos deposi-
tados en el Archivo General de la Administración (AGA)1 de Alcalá de Hena-
res (Madrid), obviamente nos referiremos no ya sólo a aquellas fuentes que nos
permitirán el estudio de estos movimientos a lo largo del siglo pasado, sino tam-
bién a otras que nos facilitarán el análisis de las migraciones a lo largo de casi todo
el s. XIX. Por ello, no pretendemos ofrecer una visión exhaustiva y sistemática de
todas las fuentes documentales existentes en este archivo que pudieran ofrecer da-
tos relevantes para un mayor conocimiento o estudio de las migraciones, sino pre-
sentar una orientación general de aquellos fondos y series de mayor interés, con
ejemplos de cada uno. No obstante, debemos advertir que, en algunos casos, des-
cendemos a un nivel de descripción muy pormenorizado, mientras que en otros
hemos dado referencias muy generales. Todo ello depende, principalmente, de
cómo llegó la documentación y del estado descriptivo de la misma.
74 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
Caracteres generales de los movimientos migratorios
A la hora de establecer las características generales que presentan los movimien-
tos migratorios, hemos de distinguir, a grandes rasgos, entre (MILES, 1992, 9):
a) Migraciones por motivos económico-sociales, cuyos objetivos son el in-
tercambio de fuerza de trabajo por un salario. Así, podemos destacar dentro de
este grupo (PORTES, 1992, 20) algunos sistemas de migración laboral (POR-
TES, 1992, 21) como: la migración desde antiguas colonias o el sistema del “tra-
bajador invitado” (éste basado en un esfuerzo consciente de captación de mano
de obra por parte de los Estados receptores).
b) Migraciones protagonizadas por refugiados. Dentro de este grupo, pode-
mos incluir todos aquellos flujos humanos que tienen su trasfondo en salidas de los
países de origen por motivos políticos, religiosos o culturales, es decir, aquéllas que
se producen como fruto de la conculcación de derechos humanos fundamentales.
En general, se puede destacar que las formas de penetración externa que
han favorecido los movimientos migratorios contemporáneos han sido: la coer-
ción física (entendida como esclavitud), el aliciente económico y la transforma-
ción gradual de los patrones culturales (debido a la influencia cultural ejercida so-
bre las sociedades de origen de estos movimientos por las sociedades receptoras).
Aparentemente, los movimientos migratorios provienen de una serie de
decisiones económicas “racionales”. Sin embargo, el origen radica en la historia
del anterior contacto económico y político, y en las asimetrías de poder entre na-
ciones emisoras y receptoras (PORTES, 1992, 22). Además, la experiencia migra-
toria del individuo y de sus allegados explica el carácter autónomo del flujo mi-
gratorio, así como la selección de los destinos. De esta manera, los contactos en el
espacio, los “lazos familiares” y la nueva información e intereses que con todo ello
se promueve suponen, en muchas ocasiones, tanta importancia como el posible
beneficio económico (PORTES, 1992, 24)
Por ello, tal y como señala Blanca Sánchez Alonso (SÁNCHEZ ALON-
SO, 1995), no siempre algunos factores que se han tenido como causantes tradi-
cionales de estos movimientos son tan determinantes (p.ej. el atraso agrario, la
presión demográfica, etc.).
Finalmente, no se pueden obviar, como otros factores (PORTES, 1992,
27) que influyen en estos flujos, los diferentes contextos de acogida que se pue-
den dar: una baja receptividad, una inmigración permitida pero activamente
alentada y una acogida favorable por parte de los Gobiernos receptores.
Éxodos y documentos 75
sesiones francesas del norte de África), no existió otra normativa reguladora. Es
más, hay que señalar que estas normas legales decimonónicas se caracterizaron
por ser muy restrictivas en cuanto a permitir la salida de flujos humanos4. Ade-
más, esta falta aparente de interés por las cuestiones migratorias se refleja en que
hasta el comienzo de la década de 1880 las únicas estadísticas oficiales sobre mi-
graciones se limitaban a algunos datos que aparecían en los libros de levantamien-
to de vecindad de algunos Ayuntamientos y en los recuentos facilitados por los
cónsules acreditados en los puertos de destino.
No sería hasta los sucesos de Saïda (Argelia) de 1881, que costaron la vida
a más de 100 jornaleros españoles, cuando se comenzase a tomar conciencia de
la necesidad de unas estadísticas oficiales. A consecuencia de esto, se creó el Ne-
gociado de Migraciones dentro del Instituto Geográfico y Estadístico, que de-
pendía del Ministerio de Fomento (hasta 1886, aunque realmente perduró hasta
1900) y, después, del Ministerio de Obras Públicas, Agricultura, Industria y Co-
mercio. Este instituto fue el pionero en la elaboración de una estadística oficial
de movimientos migratorios a partir de 1882 (“Estadística de la Emigración e In-
migración de España”), que, aunque basada en datos portuarios defectuosos, fue el
primer instrumento realmente completo que existió para el estudio de estos flu-
jos. En 1912, pasaría a denominarse, adecuándose en este sentido mejor a su ca-
rácter y alcance, como “Estadística de Pasajeros por Mar”. Sin embargo, no sería
hasta 1909, cuando el recién nacido Consejo Superior de Emigración comenza-
ría a publicar unas estadísticas con unos criterios más perfeccionados. No obs-
tante, es destacable que, desde finales del s. XIX y hasta las primeras décadas del
s. XX, las estadísticas oficiales no contemplasen ni considerasen otros tipos de
movimientos migratorios que el de las emigraciones transoceánicas.
Ya en el s. XX, los hitos legislativos más importantes relativos a la regula-
ción del fenómeno migratorio fueron los siguientes:
a) La Ley de 21 de diciembre de 1907 y su Reglamento de 30 de noviembre
de 1908 establecieron una eficaz protección del emigrante, si lo comparamos con la
situación de la centuria anterior, que, sin embargo, se vio limitada a la obtención del
pasaje y la travesía; pero, sin tener en cuenta la asistencia en el país de acogida.
b) La Ley de 20 de diciembre de 1924 y otras muchas normas, sobre todo
de la década de 1950, contemplaron ya el aspecto asistencial en el país receptor.
c) Las Leyes de 22 de diciembre de 1960 y de 21 de julio de 1971 reforza-
ron la protección asistencial (social, educativa, etc.) del Estado sobre el emi-
grante y su familia en el punto de destino.
El análisis pormenorizado de la normativa reguladora, así como un estu-
dio de las fuentes documentales, nos revelan la diversidad de organismos públi-
cos que ostentaron competencias en materia de movimientos migratorios. Resul-
ta paradójico, como veremos algunas líneas más abajo, la coexistencia de dife-
rentes organismos oficiales que, en muchos casos (como sucedió durante el fran-
76 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
quismo), competían entre sí por el control no ya sólo de los flujos migratorios,
sino también de los propios emigrantes en sus países de destino. Dividiendo la
evolución histórica de este fenómeno en dos etapas, podemos señalar como al-
gunos de los órganos más relevantes los que a continuación se detallan:
a) Desde el s. XIX hasta 1939. Durante esta larga etapa podemos destacar:
Organismos que elaboraban estadísticas oficiales sobre emigración:
- Comisión de Estadística General del Reino (s. XIX).
- Instituto Geográfico y Estadístico, dependiente inicialmente del Ministe-
rio de Fomento y, posteriormente, del Ministerio de Obras Públicas, Agri-
cultura, Industria y Comercio.
Organismos que poseían competencias en materia de regulación de los flu-
jos migratorios:
- Consejo Superior de Emigración.
- Ministerio de Estado/Ministerio de Asuntos Exteriores, a través no sólo de
los diferentes organismos del Servicio Exterior (Viceconsulados, Consula-
dos, Consulados Generales, Agencias Diplomáticas, Representaciones Di-
plomáticas, Legaciones y Embajadas), sino también mediante la Inspec-
ción General de Emigración.
- Ministerio de Fomento. El Real Decreto de 21 de enero de 1911 dispuso
el pase de todo lo relativo a emigración a este ministerio.
- Ministerio de Trabajo, que, a través de las diversas unidades que existie-
ron con competencias en emigración, trató la vertiente más asistencial de
este fenómeno. En concreto, la Dirección General de Emigración asumió,
a partir de la creación de este ministerio en 1920, estas competencias.
- Ministerio de la Gobernación, que poseía competencias, a través de los Go-
biernos Civiles, en el control tanto de las migraciones internas españolas
como de la entrada y salida de individuos españoles y extranjeros de España.
b) Desde 1940 en adelante, la situación se complica llegando a momen-
tos en que hasta siete ministerios diferentes poseyeron diversas competencias en
materia de migraciones (entre los cuales se encontraban algunos de los arriba
mencionados). A este panorama, ya de por sí complejo, se añadieron diversos or-
ganismos del Movimiento Nacional que compitieron entre sí, así como con di-
versos ministerios, por el control de los flujos migratorios, debido a unas compe-
tencias mal definidas. Entre algunas de las nuevas instituciones que aparecen en
esta etapa, podemos destacar las siguientes:
- Instituto Español de Emigración, que se estableció con la finalidad de re-
glamentar todo lo relativo a la emigración y proteger a los emigrantes en
el extranjero. Fue creado por la Ley de 17 de julio de 1956 y se adscribió
a la Presidencia del Gobierno (aunque hacia 1958 pasaría a depender del
Ministerio de Trabajo). Este organismo estaba conectado con los Minis-
terios de Trabajo y de Asuntos Exteriores; sin embargo, la Delegación Na-
Éxodos y documentos 77
cional de Sindicatos pretendió asumir sus competencias. Estas disputas
competenciales se dirimirían a favor del instituto con la Ley de Bases de
la Emigración de 1961. No obstante, hay que reseñar que buena parte de
los cargos más relevantes de este órgano siguieron en manos de antiguos
dirigentes de la organización sindical franquista.
- Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, a través de la Dirección Gene-
ral de Ordenación de las Migraciones.
- Delegación Nacional de Sindicatos, que tenía las competencias sobre las
migraciones internas desde 1943; pero, que pretendió y ejerció también fun-
ciones sobre las migraciones externas mediante unidades como los Servicios
de Encuadramiento y Colocación y las Agregadurías Laborales. Estos últi-
mos eran órganos sindicales existentes en las representaciones diplomáticas
en los países de mayor emigración española que: proporcionaban protec-
ción, prestaban asesoramiento jurídico y actuaban de comisarías políticas
encargadas de velar por la “pureza ideológica” y por la no injerencia de co-
rrientes antifranquistas entre los grupos de emigrantes españoles.
- Delegación Nacional del Servicio Exterior. Bajo su responsabilidad estu-
vieron los “Hogares Españoles” (desarrollados fundamentalmente en los
países iberoamericanos) que, so pretextos socio-culturales de apoyo a los
emigrantes, fueron verdaderos focos de encuadramiento político de los
emigrados. Estas instituciones se transformarían en 1960 en los “Hogares
de Emigración” para ajustarlos a la diferente realidad de la emigración es-
pañola a Europa, más necesitada de protección, asistencia y asesoramiento
legal. Posteriormente, servirían de origen para el nacimiento de las Casas
de España, que fueron centros de asistencia jurídica, cultural y lúdica para
los emigrantes, y que estaban sostenidas por el Gobierno español y estre-
chamente conectadas con las respectivas representaciones diplomáticas y
con los Institutos de España (organismos encargados tanto de la educación
de los hijos de los emigrantes como de la difusión de la cultura española).
En este sentido, resulta interesante el contraste con las casas regionales es-
pañolas en Iberoamérica, que eran centros culturales, benéficos y asisten-
ciales sostenidos por grupos de emigrantes de manera privada.
Finalmente, no podemos olvidar otras instituciones que, aunque docu-
mentalmente en muchos casos sólo hagan referencia a cuestiones que aparente-
mente no permiten conocer de forma directa las migraciones, podrían ser impor-
tantes para analizar movimientos humanos como los producidos dentro de Espa-
ña. En este sentido, señalamos instituciones como el Instituto Nacional de Co-
lonización que, aunque las fuentes existentes en el AGA incluyan preferente-
mente documentación relativa a cuestiones de tierras (p.ej. mejoras en las mis-
mas, establecimiento de riegos, etc.), podrían servirnos para estudiar algunos as-
pectos de las migraciones internas españolas.
78 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
Fuentes documentales para el estudio de las migraciones externas
Éxodos y documentos 79
can de 1823 a 1961; y, también, dentro del IDD (09)003.001, las cajas con
signaturas 51/00001 a 51/00140, con fechas extremas de 1802 a 1930.
- Reales Órdenes16. Por ejemplo, podemos encontrarlas dentro del IDD
(09)002.003, de la caja 51/04040 a 51/04042, que abarcan de 1844 a 1928.
b) Personal de la Administración Pública destinado fuera de España. Den-
tro de este epígrafe, podemos distinguir dos series fundamentales que pueden re-
sultar de interés para conocer el tipo de personal destinado en el extranjero.
Aunque puede resultar chocante la inclusión de este punto como una fuente, he-
mos considerado que el personal de la Administración destinado fuera de Espa-
ña no dejaba de ser en cierta medida un grupo de emigrados de forma temporal.
Estas series son:
- Expedientes personales17, que nos permiten conocer la trayectoria de indivi-
duos o grupos de individuos concretos (p.ej. dónde residieron en el ex-
tranjero, durante cuanto tiempo, etc.).
- Expedientes de clases pasivas de funcionarios. Así, por ejemplo, encontramos
ejemplos de esta serie dentro del IDD (09)002.008, en las cajas con sig-
naturas de la 51/00452 a 51/00454.
- Alcances18. Se trata de documentación relativa a alcances de soldados que
sirvieron en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, así como de algunos otros fun-
cionarios que estuvieron destinados en el extranjero. En general, hace refe-
rencia a algún tipo de indemnización otorgada por el Estado a todos aque-
llos que fueron repatriados o murieron durante las guerras que se sucedieron
antes de la pérdida de las últimas colonias americanas. La documentación
que aparece bajo esta serie es muy variada (p.ej. solicitudes, abonos, recla-
maciones, etc.). Asimismo, podemos destacar algunas instituciones a que
hace referencia esta serie, como son la Comisión Central de Repatriados de
Ultramar o la Junta de Repatriados de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
c) Prisioneros españoles en el extranjero, deportados, desterrados y repa-
triados. Aquí, hemos agrupado toda aquella documentación que hace referencia
a individuos de nacionalidad española que por causas judiciales fueron condena-
dos a prisión en alguno de los presidios existentes en las diferentes posesiones co-
loniales, deportados o desterrados por causas judiciales y/o políticas, o se convir-
tieron en prófugos o desertores para evitar la cárcel o el cumplimiento del servi-
cio militar. Asimismo, estarían incluidos todos aquellos que solicitaban ser repa-
triados por diferentes causas o que lo fueron como consecuencia de hechos his-
tóricos concretos (como es el caso de los soldados españoles que se encontraban
en las antiguas posesiones americanas tras el fin de la guerra de 1898). En con-
junto, nos encontramos ante un tipo de movimiento migratorio que podía ser
permanente o no, pero que desde luego presentó durante el período que analiza-
mos unas características claras y delimitadas. Veamos, pues, algunos grupos de se-
ries orientativas que pueden ser de interés:
80 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
- Solicitudes de organismos públicos o instituciones privadas sobre el destierro de
prisioneros españoles en el extranjero o de deportados19.
- Comunicaciones sobre desterrados, emigrados y deportados políticos20.
- Decretos sobre desterrados, emigrados y deportados políticos21.
- Reales Órdenes sobre desterrados, emigrados y deportados políticos22.
- Expedientes sobre desterrados, emigrados y deportados políticos23.
- Concesiones de créditos a deportados y desterrados24.
- Peticiones de fondos para repatriación de españoles25.
- Solicitudes de permisos de regreso a España de emigrados carlistas26.
- Pago de haberes a repatriados que residen ya en España27.
- Solicitudes de no conducción al extranjero de presos en cárceles españolas28.
- Solicitudes de indulto a presos en cárceles de las colonias29.
- Documentación relativa a internados (p.ej. gastos, reales órdenes, etc.)30.
- Solicitudes de repatriación de individuos y tropas que se encuentran en Ma-
rruecos31.
- Solicitudes de indemnización por evacuación de propiedades en Marruecos32.
- Documentación relativa a indultos (p.ej. solicitudes, reales órdenes, reales de-
cretos, telegramas, concesiones de indultos, etc.)33.
- Documentación diversa relativa a repatriaciones (p.ej. solicitudes de pasajes
para regresar a España, solicitudes de regreso o repatriación, solicitudes de
pago de haberes a soldados españoles repatriados, etc.)34.
d) Centros regionales, colonias de españoles y asociaciones de emigrantes en
el extranjero35. En este grupo, nos encontramos, de manera general, con series muy
delimitadas como pueden ser las de correspondencia, solicitudes (bien de servicios para
la comunidad emigrante en el país de destino, bien de mejoras en las zonas de Es-
paña de las que proceden) o remisiones de dinero por calamidades en España.
e) Relaciones de la Presidencia del Gobierno con el Servicio Exterior. La
relación permanente entre la Presidencia del Gobierno y los diferentes órganos
del Servicio Exterior dio lugar a algunas series documentales de interés que pue-
den proporcionarnos datos útiles sobre la emigración española al extranjero. En-
tre estas series, podemos destacar las siguientes:
- Traslados de comunicaciones36.
- Mociones de cónsules pidiendo distinciones para emigrantes o asociaciones de
emigrantes españoles37.
- Remisiones de comunicaciones sobre españoles residentes en el extranjero38.
- Notas de cónsules españoles sobre llegada a sus ciudades de emigrados españoles39.
- Solicitudes de pasaportes para viajar al extranjero por parte de particulares40.
- Libros registro de pasaportes expedidos por el Gobierno41.
f) Relaciones de la Presidencia del Gobierno con diferentes órganos de la
Administración Pública española. Dentro de este epígrafe, hemos agrupado algu-
nas de las series documentales que hacen relación al control de la emigración por
Éxodos y documentos 81
parte de diversos organismos de la Administración Central o de la Administra-
ción Periférica del Estado. Algunas de las series que se pueden localizar son:
- Peticiones de organismos públicos42.
- Remisiones de comunicaciones sobre llegada de emigrantes a España43.
- Memorias de Gobiernos Civiles44, que pueden contener datos estadísticos sobre
las emigraciones al exterior (especialmente, en aquellos casos de provincias
que son frontera con Portugal o Francia, o las que tienen salida marítima).
- Manifiestos de gobernadores civiles sobre la emigración en sus provincias
respectivas45.
- Peticiones y acuerdos de organismos oficiales sobre estancias de obreros en el ex-
tranjero y colocación de obreros pensionados en el extranjero46.
g) Congresos sobre emigración. Algunos ejemplos de documentos que ha-
cen referencia a la celebración de congresos sobre este tema pueden ser: Comu-
nicación del presidente del Congreso sobre Emigración referente a la próxima reunión
en que se pide la cooperación del Estado (1909). MINISTERIO DE LA PRESI-
DENCIA. SUBSECRETARÍA. IDD (09)002.008, Sig. 51/00027.
En resumen, recomendamos la revisión completa de los siguientes IDDs,
entre otros instrumentos de descripción relativos a este fondo: (09)002.008 (Fe-
chas extremas: 1771-1983; signaturas extremas: 51/00001-51/00496); (09)003.
001 (fechas extremas: 1802-1930; signaturas extremas: 51/00001-51/00110); y
(09)020.000 (fechas extremas: 1914-1983; signaturas extremas: CAs. 169-178,
245-373, 842-861 y 980-1059, Top. 53/39).
Dentro del fondo del Ministerio de Estado/Ministerio de Asuntos Exte-
riores encontraremos algunas series documentales de interés en el IDD
(10)004.002, que recoge todos los libros de este departamento. Así, del análisis
de este instrumento de descripción hemos extraído dos series que pueden servir
para el estudio de las migraciones:
a) Libros registro de exhortos, extradiciones, quintas, desertores y actos judicia-
les47, especialmente interesantes por lo que respecta a estos grupos de individuos,
de los que ya hemos hablado arriba.
b) Libros registro de sucesiones48. Pueden ser útiles para el conocimiento de
los españoles emigrados al extranjero que fallecían fuera del territorio nacional.
Finalmente, tampoco nos podemos olvidar de la documentación relativa a
uno de los órganos de control y seguimiento de los movimientos migratorios de
esta etapa como fue la Inspección General de Emigración. Su documentación, que
se encuentra en el IDD (14)001.018 (signaturas: 75/23062-75/23104; fechas ex-
tremas: 1922- 1936), se agrupa en las siguientes series: expedientes sobre emigración;
expedientes sobre clasificación de buques; itinerarios de compañías naviera; expedientes
sobre precios de pasajes; expedientes sobre médicos de emigración; expedientes sobre au-
torizaciones a buques para transportar emigrantes; expedientes sobre conferencias inter-
nacionales; expedientes sobre repatriación de emigrantes; legislación comparada sobre
82 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
emigración; dossieres sobre mercado de trabajo y situación del país; expedientes sobre
concesión, expedición y utilización de pasaportes; expedientes sobre inspección de puer-
tos; expedientes sobre trata de blancas y embarque de mujeres; expedientes sobre habili-
tación de puertos para emigración; o estatutos sobre asociaciones tutelares de menores.
Dentro del grupo de los diferentes fondos del Servicio Exterior, vamos a
indicar sólo algunos ejemplos de series que pueden resultar sumamente intere-
santes. Se trata, sin lugar a dudas, del conjunto de fondos que más datos puede
proporcionar para el estudio de los movimientos migratorios a lo largo de este pe-
ríodo. A continuación, exponemos las series de mayor relevancia:
a) Series de libros contenidas en el IDD (10)005.00049. Este instrumento de
descripción se caracteriza porque agrupa todos los libros generados por los diferen-
tes órganos del Servicio Exterior de España, los cuales también se encuentran (aun-
que de manera dispersa) en los correspondientes IDDs que recogen la información
de la documentación de estos fondos. Algunas series que podemos destacar son:
- Libros índice de cédulas y matrículas de nacionalidad50.
- Libros índice de revistas militares51.
- Libros índice del Registro de Nacionalidad 52.
- Libros registro de cédulas de nacionalidad en Helsinki53.
- Libros registro de certificados de nacionalidad54.
- Libros registro de indultos a prófugos españoles de revistas militares55.
- Libros registro de matrículas de nacionalidad56.
- Libros registro de matrimonios57.
- Libros registro de nacimientos58.
- Libros registro de nacimientos, matrimonios y defunciones59.
- Libros registro de nacionalidad60.
- Libros registro de paraderos en San Francisco61.
- Relaciones de reclutas a quienes les han sido concedidos los beneficios del Real
Decreto –ley de 24 de marzo de 192662.
- Relaciones de reclutas acogidos a los beneficios del Real Decreto de 26 de octu-
bre de 192763.
- Libros de actas de nacionalidad64.
- Libros de cédulas del Registro de Nacionalidad65.
- Libros de certificaciones de fe de vida y revista militar66.
- Libros de certificados de cartilla militar67.
- Libros de certificados de origen68.
- Libros de ciudadanía perteneciente al Registro Civil69.
- Libros de expedición de cédulas de nacionalidad70.
- Libros de expedición de certificados de nacionalidad71.
- Libros de inscripciones en el Registro Civil –aparecen, a veces, separados por:
Sección Nacimientos, Sección Defunciones o Sección Matrimonios; tam-
bién, puede darse el caso de que sean libros índice o no–72.
Éxodos y documentos 83
- Libros de justificantes de inscripción del Registro de Nacionalidad (por expedi-
ción de certificaciones)73.
- Libros de matrículas –puede tratarse de un libro índice o no; también pue-
de aparecer como libro sólo de matrículas de españoles–74.
- Libros de pasaportes –a veces, aparece también como libro de pasaportes y
visados; incluso, pueden darse los casos de libros dedicados a la expedición
de algún tipo de pasaporte concreto–75.
- Libros de petición de cédulas76.
- Libros de protocolos notariales77.
- Libros de refrendos de pasaportes78.
- Libros registro de abintestatos y depósitos79.
- Libros registro de cédulas de nacionalidad en Roma80.
- Libros registro de certificaciones notariales, de fes de vida y de revistas militares81.
- Libros registro de certificaciones de nacionalidad –a modo de resumen, se pue-
den señalar algunas otras series que pueden aparecer bajo el epígrafe ge-
neral de libros registro de certificaciones: actas de nacimientos, certificaciones
de origen, de fe de vida, de cartilla militar, etc–82.
- Libros registro de cuotas militares y de doble nacionalidad83.
- Libros registro de españoles –en este caso, podemos tener diferentes series
en función de las necesidades de la oficina diplomática respectiva; así, po-
dían existir: libros registro de españoles matriculados, libros registro de españo-
les transeúntes, etc– 84.
- Libros registro de matrículas –pueden ser de matrículas de españoles, matrí-
culas de nacionalidad, matrículas de españoles transeúntes, matrículas de
españoles y de pérdida de nacionalidad, etc–85.
- Libros registro de paraderos en México86.
- Libros registro de petición de visados y pasaportes87.
- Libros registro de repatriaciones88. A veces, pueden venir también unidos a
socorros y hospitalizaciones, hacer referencia a actas de repatriaciones o a
solicitudes de repatriaciones, etc.
- Libros registro de solicitud de indultos de exiliados carlistas89.
- Libros registro de sospechosos e indocumentados, y de permisos de viajes a España90.
- Libros registro de súbditos españoles matriculados91.
- Libros registro de transeúntes92. A veces, vienen conjuntamente como:
transeúntes y españoles presentados, transeúntes y pasaportes, etc.
- Libros registro de tutelas93.
- Libros registro de pasaportes y refrendos, de prófugos y desertores, de visados, de
entrada y salida de buques, de cédulas de nacionalidad y de revistas militares94.
- Libros de renovación de pasaportes 95.
- Libros de solicitudes de indultos, de revista militar, de certificados de talla y de
certificados médicos96.
84 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
- Libros de solicitudes de prófugos97.
- Libros de testamentarías98.
b) Libros índice de pasaporte99. La información que contienen es: nombre,
nº de pasaporte y nº de libro.
c) Libros registro de visado de pasaportes100. A veces, pueden ir junto con pa-
saportes, pasaportes españoles y extranjeros, de entrada, etc. La información que
contienen es: número, fecha, nombre y apellidos, autoridad que expidió el pasaporte,
nº de pasaporte, artículo y derecho pagado.
d) Libros registro de legalizaciones101. La información que contienen es: nú-
mero, fecha, firma que se legaliza, nombre y apellidos del interesado/nombre y apelli-
dos de la persona a quien se otorga (si es escritura), clase de documento que se legali-
za, autoridad que expide el documento, fecha en que fue otorgado, artículo y derechos
abonados.
e) Libros de la nómina de españoles naturalizados argentinos102. La informa-
ción que contienen es: nombre y apellidos, fecha y lugar de nacimiento y nº de ma-
trícula de enrolamiento.
f) Libros índice de abintestatos103. La información que contienen es: nombre
del causante del abintestato o testamentería, fecha de fallecimiento y de su comunica-
ción al Ministerio de Estado, y bienes dejados.
g) Notas de españoles que han obtenido la ciudadanía de un determinado país104.
h) Testamentarías105.
i) Datos sobre emigración española106.
j) Documentación relativa a asociaciones de españoles en un país107.
k) Certificados de nacionalidad108.
l) Expedientes relativos a polizones llegados en barcos españoles109.
m) Paraderos110.
n) Actas de nacimientos del Registro Civil111.
o) Comprobantes de matrículas112.
p) Comprobantes de pasaportes113.
q) Pasaportes114.
r) Quintas115.
s) Expedientes militares. Letra A. R.D. ley 24 marzo116.
t) Sucesiones117.
u) Actas de matrimonios118.
v) Registro Civil. Defunciones119.
w)Manifiestos de buques y listas de pasajeros120.
x) Expedientes personales de funcionarios121.
y) Expedientes de exención del servicio militar122.
z) Misiones de carácter cultural: Casas de España123.
Obviamente, los fondos existentes en el AGA son bastante amplios. Por
ello, indicamos a continuación los instrumentos de descripción más relevantes
Éxodos y documentos 85
para la consulta de aquellos fondos de organismos del Servicio Exterior localiza-
dos en algunos de los países de mayor afluencia de emigrantes españoles:
a) Servicio Exterior de España en Argentina:
- (10)010.001 (Consulado de España en Buenos Aires).
- (10)010.002 (Consulado General de España en Bahía Blanca).
- (10)011.000 (Legación/Embajada de España en Buenos Aires).
- (10)106.000 (Consulado de España en Rosario).
b) Servicio Exterior de España en Bélgica: (10)003.010 y (10)113.000
(ambos relativos a la Legación/Embajada de España en Bruselas).
c) Servicio Exterior de España en Brasil:
- (10)012.000 (Viceconsulado/Consulado de España en Porto Alegre).
- (10)013.001 y (10)014.000 (ambos relativos al Consulado General de Es-
paña en São Paulo).
- (10)104.000 (Viceconsulado de España en Florianópolis, Viceconsulado
de España en San Francisco del Sur y Viceconsulado/Consulado de Espa-
ña en Porto Alegre).
d) Servicio Exterior de España en Cuba:
- (10)017.000 (Embajada de España en La Habana).
- (10)103.000 (Consulado General de España en La Habana).
e) Servicio Exterior de España en Francia:
- (10)003.010 (Consulado General de España en París y Viceconsulado/
Consulado de España en Toulouse).
- (10)028.000 (Consulado de España en Bayona).
- (10)029.000 (Consulado de España en Burdeos).
- (10)030.000 (Consulado/Consulado General de España enfHendaya y Vi-
ceconsulado de España en San Juan de Luz).
- (10)031.000 (Consulado/Consulado General de España en Hendaya).
- (10)032.000 (Consulado de España en Lyon).
- (10)033.000 (Consulado/Consulado General de España en Marsella).
- (10)034.000 (Consulado de España en Niza).
- (10)035.000 (Consulado de España en Pau).
- (10)036.000 (Viceconsulado/Consulado de España en Toulouse).
- (10)095.000, (10)096.000 y (10)097.000 (todos ellos relativos a la Em-
bajada de España en París).
- (10) 108.000 (Consulado/Consulado General de España en Hendaya).
f) Servicio Exterior de España en México:
- (10)003.010 (Legación/Embajada de España en México).
- (10)058.000 (Viceconsulado de España en Durango).
- (10)059.000 (Viceconsulado de España en Guaymas [Sonora]).
- (10)060.000 (Consulado de España en México).
- (10)061.000 (Legación/Embajada de España en México).
88 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
- (10)062.000 (Viceconsulado de España en Monterrey).
- (10)063.000 (Viceconsulado/Consulado de España en Tampico).
- (10)064.000 (Viceconsulado de España en Tapachula).
- (10)065.000 (Consulado de España en Veracruz).
Dentro del grupo de fondos de África, que recoge toda la documentación pro-
ducida por los diferentes órganos de la administración colonial española en las posesio-
nes africanas, encontramos las siguientes series, que podemos agrupar en temas como:
a) Personal. Dentro de este epígrafe se encuentran todas aquellas fuentes
documentales que tienen que ver con el personal europeo destinado en las dife-
rentes posesiones africanas. En este sentido, debemos hacer constar que en algu-
nas ocasiones viene mezclada tanto la documentación relativa al personal de ori-
gen europeo como la del personal nativo; en estos casos, obviamente, se deberá
deslindar mediante el análisis de la misma aquélla que nos interesa. De manera
general, podemos distinguir las siguientes series de relevancia:
- Expedientes personales124. Con respecto a esta serie, podemos destacar el
IDD (15)078.000, que contiene expedientes personales de funcionarios del
Gobierno General del Sáhara.
- Fichas de expedientes personales125.
- Concursos126.
- Peticiones127.
- Plantillas128.
b)Justicia, registros, notariado y orden público. En este grupo, hemos in-
cluido las fuentes directas que hacen referencia a documentación relativa a na-
cionalidad, Registro Civil, testamentarías, expulsiones del territorio, etc. Así, nos
encontramos con series de interés como:
- Expedientes de control de tránsito, pasaportes, visados y sospechosos129.
- Expedientes de solicitudes de nacionalidad130.
- Registro Civil131 (sólo en el caso de los descendientes de españoles que es-
tuvieran inscritos).
- Expedientes de abintestatos132.
- Relaciones nominales de expulsados133.
- Traslados de resoluciones de expulsión134.
- Internados alemanes de la I Guerra Mundial135.
- Extranjería136.
c) Otros asuntos. Bajo este epígrafe, hemos agrupado diferentes series re-
lativas a asuntos variados como:
- Series relativas a asuntos militares (p.ej. condecoraciones militares137, reclutamientos138, etc).
- Series relativas a emigración a las colonias139.
- Series relativas a trabajadores emigrantes140.
- Series relativas a la Administración Local de las colonias (p.ej. actas de
consejos de vecinos141).
Éxodos y documentos 89
Otros fondos de interés para el estudio de la emigración española en este
período los podemos encontrar, por ejemplo, dentro del fondo del Ministerio de
Educación, con series como las de solicitudes de traslados de maestros de Primera En-
señanza del Protectorado de Marruecos142.
Quizás, uno de los grupos documentales de mayor relevancia lo conforma
la colección de Microfilm del Registro de Inmigrantes Españoles en México 142 bis. Se
trata de 280 rollos de microfilm de 16 mm, realizados a partir de la documenta-
ción original que se encuentra depositada en el Archivo General de la Nación de
México (fruto de un acuerdo con el Ministerio de Cultura). El Registro de Ex-
tranjeros fue realizado por el Servicio de Migración de la Secretaría de Goberna-
ción de México a partir de 1929. Este tipo de registro, asignado al Departamen-
to de Demografía de la Dirección General de Población en 1938, dio lugar al es-
tablecimiento, en 1942, del Registro Nacional de Extranjeros (aún en funciona-
miento). El Registro incluyó tanto a los extranjeros que entraron en México en-
tre 1929 y 1942, como a los que el Servicio de Migración logró censar y cuyo año
de entrada fluctúa entre 1854 y 1929 (en este sentido, el período más rico del re-
gistro abarca de 1870 a 1942). El grupo de emigrantes españoles (identificados
con el nº de registro 45.000) representa el 25% del total (es de destacar que el
primer español registrado data de 1854). La documentación del Departamento de
Migración está integrada por los formularios que los españoles rellenaron cuan-
do entraron en el país entre 1930 y 1940. Por último, debemos reseñar que los
datos que incluye este registro son: nº de solicitud, nº de registro, nº de folio (re-
gistro parcial), fecha de expedición, autoridad que expide la forma, media filiación del
interesado (p.ej. constitución física, estatura, color de piel, etc.), datos comple-
mentarios (p.ej. edad, fecha y lugar de nacimiento, estado civil, profesión/ocupa-
ción/oficio, idioma nativo, otros idiomas, religión, residencia en México, refe-
rencias personales en México, asociaciones a las que pertenece, etc.), fotografías,
calidad migratoria, firma del interesado, firma del funcionario que expide la tarjeta, fe-
cha y lugar de entrada en el país y tarjeta de seguimiento (p.ej. prórrogas, naturaliza-
ción, registro de salida del país, cambios de ocupación, etc.)
90 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
tención de controlar todo el proceso migratorio desde la preparación del viaje
para salir de España del emigrante hasta su regreso definitivo. Los múltiples con-
venios establecidos entre España y otros países evidenciaban, además, que la emi-
gración tenía un papel indudable en las relaciones exteriores.
En este apartado, analizaremos una emigración condicionada tanto por la
propia estructura económica de España, como región atrasada de Europa, como
por la de los países receptores, en general zonas avanzadas del continente. Se tra-
ta, por consiguiente, de migraciones propiamente laborales centradas en una eta-
pa histórica que si bien se inicia en los años 40, tiene su período de excelencia
entre 1956 y 1975. En este aumento considerable del número de emigrantes, in-
tervino el cambio de postura del Estado español frente a este fenómeno. Así, la
actitud claramente restrictiva del régimen comenzó a modificarse. A la expan-
sión demográfica se unieron el exceso de población rural que no podía ser absor-
bida por una todavía tímida industrialización. El régimen propició por ello una
emigración fundamentalmente hacia Europa para conseguir así una fuente de di-
visas importante. La temporalidad era, en este momento, un elemento clave del
fenómeno, dado que los flujos migratorios se concebían por el país receptor con
un carácter temporal. Por ello, el gobierno fijaba las condiciones en que el espa-
ñol emigrado desarrollaría su trabajo, al tiempo que el país receptor ponía trabas
a una estancia permanente en su territorio. De este modo, España garantizaba el
envío de divisas de los emigrantes a sus familias.
El AGA, como fiel reflejo de la Administración de este período histórico,
da prueba de ello. Haremos un breve recorrido por aquellos fondos documenta-
les en los que puede rastrearse el fenómeno de la emigración durante estos años.
Bajo el franquismo y en el seno de la Delegación Nacional de Sindicatos
surgen las llamadas Agregadurías Laborales143. Sus funciones principales pueden
resumirse en los siguientes puntos:
a) Prestar asistencia y asesoramiento a los trabajadores españoles con el fin
de facilitarles la vida en los países de acogida.
b) Controlar políticamente a los emigrantes informando de las activida-
des de los opositores al Régimen. En este sentido, los agregados actuaron a modo
de comisarios políticos.
c) Participar activamente en las negociaciones relacionadas con conve-
nios bilaterales entre España y los países interesados en materia laboral y de Se-
guridad Social.
Las Agregadurías Laborales conservadas en el AGA son las de Bélgica,
Brasil, Estados Unidos, Guinea Ecuatorial, Holanda, Inglaterra, Italia, Venezue-
la, Alemania, Francia, Suiza y Marruecos. Hagamos un repaso de las series más
importantes:
a) Expedientes de personal en las agregadurías laborales.
b) Asuntos generales.
Éxodos y documentos 91
c) Cuotas de afiliación a organismos laborales.
d) Liquidaciones.
e) Justificantes de pago.
f) Inventarios.
g) Informes.
h) Correspondencia.
Los instrumentos de descripción que centran su análisis en estos fondos
son los siguientes:
a) (06)055.001:
- Fechas extremas: 1953-1977.
- Signaturas: CAs. 3686-3771 (Top. 36/55), 16681-19706 (Top. 36/79),
17319 (Top. 36/81), 17341 (Top. 36/81), 18010-18026 (Top. 35/21), R-
2429-R-2651 (Top. 35/05), R-2545-R-2577 (Top. 35/05), R-2356-R-2414
(Top. 35/05) y R-2185-R-2351 (Top. 35/05).
b) (06)091.002:
- Fechas extremas: 1965-1965.
- Signaturas: CA. R-1669 (Top. 35/04).
c) (06)055.004:
- Fechas extremas: 1972-1976.
- Signaturas: CAs. 1-14 (Top. 35/63).
(d) 906)055.008:
- Fechas extremas: 1972-1977.
- Signaturas: CAs. 1-62 (Top. 35/29).
En el seno de la Delegación Nacional de Sindicatos existía el llamado Ser-
vicio Nacional de Encuadramiento y Colocación. Allí acudían los trabajadores
que deseaban emigrar en busca de ofertas de los países demandantes de mano de
obra, y también se realizaba la propia selección de personal, acorde con el perfil
profesional requerido. Las series más importantes son:
a) Acuerdos bilaterales sobre emigración (p.ej. hispano-francés, hispano-ho-
landés, hispano-suizo, hispano-austriaco, hispano-argentino, etc.).
b) Estadísticas sobre empleos de emigrantes.
c) Informes (p.ej. “Informe sobre compañías arroceras y de la vendimia en
Francia”, “Informe sobre migración canaria a Venezuela y a Hispanoamérica”,
“Informe sobre la emigración española a Brasil”, etc.).
d) Convenios internacionales sobre emigración.
e) Previsiones de empleo.
f) Congresos (p.ej. “Emigración Española a Ultramar”, “Congreso Nacio-
nal de la Emigración Gallega”, etc.).
g) Memorias de actividades del Servicio.
h)Procedimientos de préstamos reintegrables a trabajadores emigrantes.
i) Estadísticas sobre la emigración española.
92 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
j) Estudios sobre población activa.
k) Oficios sobre procesos administrativos de colocación.
l) Procedimientos administrativos de migraciones interiores.
m) Informes sobre movimientos migratorios en la construcción.
n) Estudios sobre las posibilidades de emigración a Europa.
o) Ofertas de trabajo en el extranjero.
p) Expedientes de productores españoles y alemanes que se han beneficiado del
Convenio hispano-alemán.
q) Formularios para los contratos de trabajo al extranjero.
r) Clasificación Nacional de Ocupaciones.
s) Estimación de paro.
Los instrumentos de descripción que contienen esta información son los
siguientes: (06)071.001, ((06)071. 002 y (06)136.000, con:
a) Fechas extremas: 1932-1977.
b) Signaturas: CAs. 1048-1049 (Top. 35/72), 1072-1073 (Top. 35/72),
16580-16668 (Top. 36/79), 17185-17230 (Top. 36/80), 18208-18212 (Top.
35/21), 2077-2074 (Top. 35/00), 2295-2306 (Top. 35/00), 2390-2398 (Top.
35/00), 2472-2473 (Top. 36/53) y 4754-4758 (Top. 36/58).
Entre la Delegación Nacional de Sindicatos y el Instituto Español de Emi-
gración, dependiente del Ministerio de Trabajo, pronto se plantearán problemas
y conflictos jurisdiccionales que quedarán dirimidos a partir de 1961 con la Ley
de Bases de la Emigración a favor de este último. Rastreando este fondo en el
AGA, apenas hemos encontrado documentación, si bien, no sería de extrañar
que en el fondo del Ministerio de Trabajo, mal identificado hasta el momento, lo
encontrásemos. La única serie que hemos localizado al respecto es la siguiente:
IDD (14)001.018. Relación de emigrantes por vía aérea (Colombia, Cuba, Ecuador,
Puerto Rico, México, Nicaragua, Paraguay, Brasil, Argentina, etc.):
a) Fechas extremas: 1959-1960.
b) Signaturas: 75/23045-75/23046.
Dentro del fondo del Ministerio de Trabajo también encontramos otras
numerosas series documentales dignas de mención:
a) IDD (14)001.018. Ministerio de Trabajo. Dirección General de Em-
pleo. Sección de emigración: Expedientes de fianzas de emigrantes a Venezuela (Fe-
chas extremas: 1953-1955; Signaturas: 75/22967-75/23044), Expedientes sobre re-
patriación de emigrantes (Fechas extremas: 1961-1962; Signaturas: 75/23047-75/
23050); Relaciones de embarque de emigrantes españoles (Fechas extremas: 1959-
1966; Signaturas: 75/23051-75/23060); Declaraciones previas de desembarque al ex-
tranjero (Fechas extremas: 1959; Signaturas: 75/23120-75/23122); Relaciones de
embarque (reagrupación familiar) (Fechas extremas: 1961-1964; Signaturas: 75/
23123-75/23128); Estadillos de movimientos migratorios (Fechas extremas: 1957-
1960; Signaturas: 75/23133-75/23145); Minutas de ofertas de trabajo en varios paí-
Éxodos y documentos 93
ses (Fechas extremas: 1963; Signaturas: 75/23148-75/23150); Censos de movi-
mientos migratorios (Fechas extremas: 1950; Signaturas: 75/23160-75/23163); Lis-
tas de emigrantes a Alemania (Fechas extremas: 1963; Signaturas: 75/23322-
75/23323); Reclutamiento y contingentes por países (Fechas extremas: 1964-1965;
Signaturas: 75/23352-75/23356).
b) IDD (14)001.018. Ministerio de Trabajo. Servicio Nacional de Migra-
ción: Listas de embarque de emigrantes (Fechas extremas: 1939-1941; Signaturas:
75/23106 y 75/23110); Expedientes sobre bonos de repatriación (Fechas extremas:
1938-1939; Signaturas: 75/23107); y Estadísticas de emigración.
Especial mención requiere el fondo de la Comisión Interministerial para
el Envío de Trabajadores a Alemania (CIPETA)144. Esta Comisión nació como
resultado de las conversaciones mantenidas en Berlín entre la Delegación Nacio-
nal de Sindicatos y el Frente Alemán de Trabajo. Dichas conversaciones culmi-
naron con un acuerdo entre ambos gobiernos con el objetivo de reclutar a los tra-
bajadores que habrían de prestar su servicio en Alemania. La CIPETA se consti-
tuía en el Ministerio de Asuntos Exteriores y con representantes de este departa-
mento, y de los Ministerios del Ejército, Agricultura, Industria y Comercio, y Tra-
bajo, y de la Delegación Nacional de Sindicatos. Así, dentro del IDD
(14)001.018 (Comisión interministerial para el envío de trabajadores a alemania.
Secretaría técnica. Fechas extremas: 1941-1946. Signaturas: 75/16185-75/16265
y 75/23374-75/23399), existen series como: Fichas de trabajadores, Relación de en-
trada y salida de trabajadores, Expedientes sobre solicitudes de carta de identidad de par-
te de los trabajadores, Expedientes sobre pago del transporte de trabajadores repatriados,
Expedientes sobre ayuda económica a trabajadores enfermos, Recibos de entrega de
equipamiento a trabajadores, Relación de citaciones a trabajadores para reconocimien-
tos médicos, Expedientes sobre contratación de trabajadores y repatriaciones, etc.
Ya insistíamos antes en la intención del régimen franquista de controlar
todo el proceso migratorio hasta el punto de que el Estado debía estar presente
en el momento de la salida, durante la estancia fuera de nuestras fronteras y en
el regreso a la patria. De no ser así, se incurría en la emigración ilegal. La Ley de
Ordenación de la Emigración145 advertía que la condición legal de emigrante se
adquiría por el hecho de abandonar el territorio nacional suscribiendo todos los
documentos oficiales necesarios para emigrar. Muchos de los procedimientos ad-
ministrativos que se convertían en requisitos ineludibles para el emigrante que-
daban recogidos en los propios acuerdos bilaterales de emigración firmados por
España y los países receptores.
En la década de 1950 el Ministerio Fiscal hacía hincapié en el aumento de los de-
litos relacionados con la emigración para lo que se crea un Juzgado Especial de
Emigración Clandestina con jurisdicción en todo el territorio nacional146, que,
sin embargo, no resultó ser un instrumento procesal adecuado para la persecución
de este tipo de delitos. De ahí, la liquidación de este organismo y la remisión de
94 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
los asuntos pendientes a los juzgados territorialmente competentes. Entre los fon-
dos de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción se ha localizado parte de
la documentación de este organismo. El volumen del fondo en este archivo es
bastante limitado pero al menos requiere una mención: IDD (07)043.001 (Fe-
chas extremas: 1950-1954; Signaturas: 43/04117-43/04121).
Otro de los departamentos que tenían jurisdicción y competencia en ma-
teria de emigración era el Ministerio de Asuntos Exteriores. Los fondos concer-
nientes a este departamento, y, sobre todo, al Servicio Exterior de España cons-
tituyen en el AGA una amplia fuente documental de inagotables posibilidades.
Reflejo de la emigración económica de estos años es la documentación encon-
trada en el Consulado de España en Hendaya. Hagamos un breve repaso de las
series más importantes ya que, por su área geográfica de influencia, pueden resul-
tar ilustrativas de este fenómeno: IDD (10)108.000. Consulado General de Es-
paña en Hendaya [Francia] (Signaturas: 66/03746, 66/01980, 66/03755-66/
03758, 66/03812-66/03819, 66/03821, 66/03824-66/03829 y 66/03806), con se-
ries como: Permisos de trabajo, Relaciones de repatriados, Becas de Instituto Español
de Emigración, Certificados de residencia y baja definitiva, Censo electoral, Corres-
pondencia (en relación con la emigración de trabajadores españoles) o Solicitudes de en-
trada de españoles.
Digno de reseñar es también el Consulado de España en México: IDD
(10)060.000. Consulado De España En México [México] (Fechas extremas:
1939-1977; Signaturas: 54/10158-54/10204 y 54/09647-54/09910), con las si-
guientes series: Libros de actas de nacionalidad, Libros de renovación de pasaportes,
Pasaportes apátridas, Visados, Fichas del Registro Civil, Fichas de exiliados o Centros
gallegos e instituciones gallegas.
El IDD (10)005.000, que describe todos los libros del Servicio Exterior, si
bien no tiene demasiados ejemplos de unidades descriptivas de estas fechas, no
deja de ser un instrumento de obligado análisis.
En el grupo de fondos de Gobernación, la serie de memorias de Gobiernos
Civiles puede dar información de interés. En ocasiones, aparecen estimaciones,
estadísticas o cifras de personas que, de modo temporal, salen al extranjero: IDD
(08)021.000, IDD (08)011.011, IDD (08)003.002, IDD (08)022.004, IDD
(08)022.005, IDD (08)031.000 y IDD (08)030.000 (Fechas extremas: 1934-
1985; Signaturas: CAs. 578-607 y 613-615, Top. 46/52; 44/11456-44/11464,
44/11307-44/11332; 44/11682-44/11698; 44/12137-44/12142; 44/11874-44/
11875; 52/00472-52/00509; 32/11432-32/11539; y 36/03104-36/03122)
Asimismo, dentro del grupo de fondos de Educación, las fuentes docu-
mentales que pueden servirnos de base para nuestro estudio atienden a un doble
criterio. Por un lado la estancia más o menos prolongada de españoles fuera de
nuestras fronteras conllevó no pocos trámites en materia educativa dentro de la
administración española. Así encontramos:
Éxodos y documentos 95
a) IDD (05)006.000. Ministerio de Educación. Secretaría General Técni-
ca. Negociado de Relaciones Exteriores. Expedientes de convalidaciones de estudios
(Fechas extremas: 1955-1972; Signaturas: CAs. 35482-35547, Top. 33/68).
b) IDD (05)001.020. Ministerio de Educación. Secretaría General Técni-
ca. Negociado de Relaciones Exteriores.. Expedientes de convalidaciones de estudios
de españoles y extranjeros (Fechas extremas: 1949-1972; Signaturas: 32/01260-
32/01399).
c) IDD (05)001.012. Ministerio de Educación. Secretaría General Técni-
ca. Negociado de Relaciones Exteriores Expedientes de convalidaciones de estudios
(Fechas extremas: 1940-1958; Signaturas: CAs. 18482-18520, Top. 32/58).
d) IDD (05)011.000. Ministerio de Educación. Dirección General de Or-
denación Educativa. Sección de Convalidación de Estudios Extranjeros. Expe-
dientes de convalidaciones de estudios extranjeros no universitarios (Fechas extremas:
1970-1971; Signaturas: 53/03760-55/04048).
e) IDD (05)001.029. Ministerio de Educación. Secretaría General Técni-
ca. Servicio de Cooperación Bilateral y Convalidaciones no Universitarias. Ex-
pedientes de convalidaciones de estudios universitarios y no universitarios (Fechas ex-
tremas: 1955-1969).
Por otro lado, la estancia de españoles en el extranjero venía, en ocasiones,
ligada, bien a cuestiones profesionales relacionadas con la docencia (profesores es-
pañoles en el extranjero) o bien quedaba limitada en el tiempo a la duración de
una beca. Reflejo de estas situaciones son las siguientes series documentales:
a) IDD (05)001.015. Ministerio de Educación. Secretaría General Técni-
ca. Negociado de Relaciones Exteriores (Fechas extremas: 1929-1972; Signatu-
ras: LEGs. 19924-20033, Top. 32/62). Peticiones de becas, Peticiones de autorizacio-
nes de viajes al extranjero o Servicios culturales en el extranjero
b) IDD (05)001.020. Ministerio de Educación. Secretaría General Técni-
ca. Negociado de Relaciones Exteriores. Informes de universidades italianas.
c) IDD (05)004.000. Consejo Superior de Investigaciones Científicas . In-
formes de universidades italianas o Becas en el extranjero.
d) IDD (05)010.000. Ministerio de Educación. Subsecretaría. Servicio De
Habilitación Y Pagaduría. Negociado De Personal En El Extranjero (Fechas ex-
tremas: 1975-1978; Signaturas: 55/04060 y 55/04083). Nóminas de personal en el
extranjero o Nóminas de profesores para emigrantes.
e) IDD (05)011.000. Ministerio de Educación. Secretaría General Técni-
ca. Servicio de Ordenación de las Enseñanzas para Emigrantes. Sección de Ac-
ción Educativa en el Exterior (Fechas extremas: 1974-1975; Signaturas:
55/03759). Expedientes de intercambio de profesorado.
f) IDD (05)001.029, (05)007.015 y (05)011.000. Ministerio de Educa-
ción. Secretaría General Técnica. Servicio de Cooperación Bilateral y Convali-
daciones no Universitarias. (Fechas extremas: 1972-1975; Signaturas: CAs.
96 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
37393-37411, Top. 33/46; CAs. 44563-44590, Top. 33/65; 55/03738-55/03759).
Solicitudes de auxiliares de conversación de lengua española para diversos países o Do-
cumentación sobre relaciones exteriores en materia educativa y cultural (estudiantes
españoles en el extranjero, centros de enseñanza en el extranjero, autorizaciones
del profesorado para trasladarse, etc.).
g) IDD (05)001.016. Ministerio de Educación. Secretaría General Técni-
ca. Negociado de Relaciones Exteriores (Fechas extremas: 1936-1960; Signatu-
ras: LEGs. 20050-20052, Top. 32/63). Becas de reciprocidad hispano-italianas en
Alemania o Lectorados en el extranjero.
En el seno del grupo de fondos de Cultura, la documentación relativa a la
emigración económica de la segunda mitad del siglo XX está, ante todo, disper-
sa. No podemos hablar de un gran bloque documental sino más bien de unidades
aisladas. Tal es el caso de la serie “Fotografías” de Medios de Comunicación So-
cial del Estado en su Sección de Prensa Gráfica Extranjera. Destacamos algunos
ejemplos, del IDD (03)083.000, de los muchos que podríamos encontrar –en este
caso, presentamos una descripción a nivel de unidad documental–:
a) Tema: Casas de obreros en Reino Unido. Signatura: F/00383 Sobre 13,
Top. 33/ (3 fotografías).
b) Tema: Casa Obrera de Meidling en Alemania. Signatura: F/00408 So-
bre 37, Top. 33/
c) Tema: Casa de España en Londres. Signatura: F/00453 Sobre 10, Top.
33/(6 fotografías).
d) Tema: Casas de obreros en Alemania. Signatura: F/00470 Sobre 19,
Top. 33/ (9 fotografías).
e) Tema: Dirección General de Inmigración en Argentina. Signatura:
F/00473 Sobre 28, Top. 33/, y F/00474 Sobre 10, Top. 33/ (7 fotografías).
f) Tema: Centro Español en Francia. Signatura: F/00475 Sobre 22, Top.
33/ (2 fotografías).
Dentro del llamado Gabinete de Enlace también podemos hallar documen-
tación al respecto. En 1962 (LATORRE MERINO, 1995, 7.) y adscrita al Minis-
terio de Información y Turismo se crea la Oficina de Enlace, que por Decreto
2532/1974 pasará a denominarse Gabinete de Enlace, teniendo como actividad
principal el control de la información, pero sus objetivos serán mayores llegando a
desarrollar funciones de investigación sobre el comunismo y actividades subversi-
vas. El Gabinete de Enlace recogía la información organizándola en “dossieres in-
formativos” y clasificándolos por materias. Dentro de estos, podemos destacar los
que aparecen en el IDD (03)104.004, con: Dossier sobre asociaciones. Comentarios
sobre asociaciones en el extranjero (Fechas extremas: 1974-1975; Signaturas: CAs.
412 y 430-431, Top. 82/68); Dossier sobre relaciones de España con otros países: Casa
de España o Casino Español en Marruecos, emigración laboral, etc. (Signaturas: CAs.
529-530, Top. 82/68); Dossieres sobre la Iglesia: Comisión Episcopal de emigración y
Éxodos y documentos 97
migración (Fechas extremas: 1973-1975; Signatura: CA. 560, Top. 82/68); Dossieres
sobre la Iglesia: Actividades del Instituto Español de Misiones Extranjeras (Fechas ex-
tremas: 1973-1975; Signatura: CA. 560, Top. 82/68); Ejemplares de revistas: Espe-
cial emigración, Emigrante: boletín del trabajador español en Inglaterra, Juventud Obre-
ra: portavoz de la J.O.C: emigrante y La internacional (Fechas extremas: 1974-1976;
Signaturas: CAs. 616 y 623-624, Top. 82/68); Documentación relativa a emigración
laboral española (Fechas extremas: 1967; Signaturas: CA. 675 Top. 82/68).
El Ministerio de la Presidencia participó también de manera activa en la
competencia de emigración. Dentro de la Secretaría General Técnica de este de-
partamento podemos encontrar documentación relativa, en el IDD (09)001.007,
a proyectos de leyes y decretos sobre cuestiones diversas: Proyectos de decretos en
relación con el Instituto Español de emigración (Fechas extremas: 1959-1974; Sig-
naturas: 51/05703, 51/05720 y 51/10322), Proyecto de ley de bases de ordenación de
la emigración (Fechas extremas: 1960; Signaturas: 51/05755), Proyecto decreto so-
bre asistencia sanitaria a los trabajadores españoles emigrantes y a los familiares de los
mismos que residen en territorio nacional (Fechas extremas: 1970; Signaturas:
51/06036) o Proyecto de decreto por el que se crea la cartilla de ahorro del emigrante
(Fechas extremas: 1970; Signaturas: 51/06052). Asimismo, dentro de este IDD,
encontramos varios informes referidos a la emigración exterior (Fechas extremas:
1970; Signaturas: 51/06043, 51/06048 y 51/06050).
La Subdirección de Estudios del Ministerio de la Presidencia, por un lado,
produjo la serie correspondencia, donde encontramos escritos que pueden ilustrar
el tema general. Veamos algunos ejemplos del IDD (09)001.010 –en este caso,
expondremos la descripción a nivel de unidad documental–: Escrito del Presiden-
te de la Casa de Galicia en París denunciando las medidas adoptadas por el Gobierno
francés que juzga discriminatorias para los trabajadores españoles (Fechas extremas:
1977; Signaturas: CA. 160, Top. 53/78); Escrito del Presidente de la Asociación de
Padres Españoles de Hannover en relación con el plazo para la inscripción de los emi-
grantes españoles en los censos correspondientes (Fechas extremas: 1977; Signaturas:
CA. 161, Top. 53/78); Escrito al Director General de Asuntos Consulares solicitan-
do medidas legales para españoles en el extranjero (Fechas extremas: 1978; Signatu-
ras: CA. 175, Top. 53/78); o Escrito de un grupo de trabajadores españoles en Suiza
en relación con la participación en las elecciones legislativas (Fechas extremas: 1977;
Signaturas: CA. 154, Top. 53/78). Por otro, en la Secretaría de Estado para la In-
formación, dentro del IDD (09)010.001, se localizan las siguientes series: Con-
tratos relativos a emigración a Europa (Fechas extremas: 1965-1969; Signaturas:
51/09661); Mutualidades referidas a emigración a Europa (Fechas extremas: 1965-
1969; Signaturas: 51/09661); y Convenios de emigración (Fechas extremas: 1965-
1969; Signaturas: 51/09678).
Son estos algunos ejemplos ilustrativos, si bien, hacemos hincapié en el he-
cho de que un análisis más detallado de este fondo podría arrojar otras referencias.
98 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
Dentro de la Secretaría General del Movimiento (SGM), encontramos
también algunos ejemplos a tener en cuenta:
a) IDD (09)017.003. Secretaría General del Movimiento. Secretaría Técni-
ca. Información político-social sobre la emigración (documentos de trabajo del gabinete de
estudios y reservado confidencial (Fechas extremas: 1970-1971; Signaturas: 51/18940).
b) IDD (09)017.004. Secretaría General del Movimiento. Vicesecretaría
General. Fichas de concesión de permisos de salida al extranjero (Fechas extremas:
1958; Signaturas: 52/14175-52/14179)
Éxodos y documentos 99
Las críticas por la evacuación de niños se produjeron desde el comienzo en
el bando nacional. La Delegación Nacional del Servicio Exterior de la Falange
será la encargada de repatriar a los niños desde sus residencias en el extranjero.
Finalizada la guerra, el empeño de localizar a los niños continuó, y por ello
se elaboró la relación más completa posible de los expatriados. El procedimiento
que se siguió para la repatriación consistió en la localización del menor expatria-
do, tras lo que se solicitaba su devolución a las familias con las que estuviera. Si
ello no daba resultados, se acudía a la reclamación por medio de los órganos con-
sulares. Una vez que el menor pasaba a manos de las autoridades españolas se le
traía a España y se le entregaba al Delegado de Frontera. Si había reclamación so-
bre el niño, se le entregaba a su familia; de no haberla, el menor pasaba a de-
pender de la Junta de Protección de Menores.
El grupo de fondos de Presidencia es uno de los más esclarecedores al res-
pecto. En el IDD (09)017.002 hay oficios y correspondencia generada por la Sec-
ción de Estadística de la Delegación Nacional del Servicio Exterior150 con datos
relativos a menores que fueron evacuados y a exiliados, en general.
El IDD (09)017.010 contiene documentación producida por la Delegación
Nacional de Provincias. En la serie correspondencia administrativa (1939-1948)151
hay relaciones de personal evacuado de Madrid que no podían ser reintegrados por
ignorarse su domicilio, así como “relaciones de niños evacuados por los rojos en As-
turias”, o de niños no repatriados de Ribadesella y Sama de Langreo en 1939.
Sin duda alguna, uno de los fondos más interesantes es el producido por
la Delegación Nacional del Servicio Exterior, en el que nos encontramos con do-
cumentos de repatriación de menores desde la caja 51/21119 a la 51/21133152.
Destacamos la serie producida por el Comité de Auxilio al Niño153 de la Junta
Delegada de Defensa de Madrid, en la que hay: fichas, fotografías de menores eva-
cuados, correspondencia, pasaportes, certificados de nacionalidad, fichas de an-
tecedentes patológicos, avales políticos o cartas de niños dirigidas a sus familia-
res, desde 1936 a 1957. En la caja 51/20950 de este mismo IDD hay documentos
sobre repatriados en Suiza del año 1945.
Complementaría a esta información la producida por la Delegación Na-
cional de Sanidad con las fichas sanitarias de niños entre 1936 y 1939154.
Forman una serie homogénea los expedientes de repatriación de menores 155
(1930-1969), cuyos documentos principales son:
a) Documentos relativos al momento de la evacuación, tales como:
- Certificado de militancia o no desafección al régimen republicano de los
padres o tutores.
- Autorización de expatriación o residencia en el extranjero.
- Certificados del Registro Civil.
b) Fichas de seguimiento del menor (traslados, familias de acogida, datos
sanitarios, régimen de estancia, etc.).
102 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
c) Informes de situación de los niños expatriados.
d) Salvoconducto de expatriación.
e) Solicitud de repatriación.
f) Historial de repatriación del menor (color azul para los niños y rosa para
las niñas).
g) Fotografía del menor156.
En las décadas de 1940 y 1950, otra institución encargada de la repatriación
fue el Consejo Supremo de Justicia Militar. Al AGA llegaron por transferencia del
Ministerio de Defensa treinta y dos cajas, con un volumen total de 3.818 expedien-
tes. En el archivo, tanto en soporte papel como en base de datos, existe un inventa-
rio ordenado alfabéticamente de los expedientes de repatriación de exiliados (1943-1956).
El grupo de fondos de Asuntos Exteriores es otra de las fuentes para conocer
la evacuación y repatriación de los niños. Las sintetizamos de la siguiente manera:
a) IDD (10)005.000:
- Consulado General de España en Marsella [Francia]. Libros registro de re-
patriaciones de menores (índice) (Fechas extremas: 1939-1944; Signatura:
LºAE/00905, Top. 54/27).
- Consulado de España en Tampico [México]. Libros registro de socorros y re-
patriaciones (Fechas extremas: 1936; Signatura: LºAE/01019, Top. 54/27).
- Consulado de España een Bayona [Francia]. . Libros registro de tutelas (Fe-
chas extremas: 1910-1940; Signatura: LºAE/00095, Top. 54/27).
- Consulado de España en Bayona [Francia. Libros registro de visados (Fechas
extremas: 1939-1947; Signatura: LºAE/00084, Top. 54/27).
b) IDD (10)084.000. Embajada de España en Berna [Suiza]:
- Listas de salvoconductos y formularios de pasaportes (Fechas extremas: 1939;
Signatura: 54/11711).
- Niños refugiados españoles. Pasaportes visados y no visados (Fechas extremas:
1939; Signatura: 54/11712).
- Repatriaciones. Pasaportes y refugiados (Fechas extremas: 1945; Signatura:
54/11718).
c) IDD (10)097.000. Embajada de España en París [Francia]. Documentos
sobre repatriación de menores: correspondencia, oficios, listas y relaciones nominales
de menores (Fechas extremas: 1950-1965; Signatura: 54/11501-54/11506).
d) IDD (10)010.001. Consulado de España en Buenos Aires [Argentina]:
- Repatriación de menores (Fechas extremas: 1950; Signatura: 54/09242).
- Repatriación de niños españoles residentes en Rusia (Fechas extremas: 1947;
Signatura: 54/09246).
e) IDD (10)113.000. Embajada de España en Bruselas [Bélgica]. Niños es-
pañoles (Fechas extremas: 1940; Signatura: 54/15615).
Igualmente contamos con los documentos producidos por la Comisión
Coordinadora de Repatriados, perteneciente al Ministerio de la Gobernación,
104 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
aquellas organizaciones políticas de ciudadanos del este en el exilio, entre 1944 y
1953 podemos hallarlas en el fondo de la Secretaría General del Movimiento168.
El instrumento de descripción (10)005.000 agrupa los libros generados
por los diferentes órganos del Servicio Exterior de España. No se trata de series
documentales continuas, y la información está bastante dispersa, aún así pueden
resultarnos de interés los siguientes libros:
a) Legación de España en Helsinki [Finlandia]:
- Libros registro de cédulas de nacionalidad (1944-1947), Sig. Lº AE/04118,
Top. 55/37.
- Libros registro de certificados de nacionalidad (1934-1957), Sig. Lº
AE/04114, Top. 55/37.
- Libros registro de nacionalidad (1939), Sig. Lº AE/04116, Top. 55/37.
b) Consulado de España en Río de Janeiro [Brasil]:
- Libros registro de matrículas de nacionalidad (1948-1951), Sig. Lº AE/04269,
Top. 55/37.
c) Consulados de España en Filadelfia y en San Francisco [Estados Unidos]:
- Libros de nacimientos, matrimonios y defunciones, también el de paraderos, en-
tre 1954 y 1967 (Sig.: Lº AE/01118 y Lº AE/03816, Top. 55/37).
d) Embajada de España en Buenos Aires [Argentina]:
- Libros registro de pasaportes (1936), Sig. Lº AE/04212, Top. 55/37.
e) Legación de España en Santiago [Chile]:
- Libros registro de visados (1937), Sig. Lº AE/04291, Top. 55/37.
f) Servicio Exterior de España en México:
- Libros de actas de nacionalidad (1969-1976), Sig. Lº AE/03334, Top. 55/00.
- Libros registro de expedición de pasaportes (1929-1938), Sig. Lº AE/03309,
Top. 55/00.
- Libros registro de legalizaciones (1955), Sig. Lº AE/03395, Top. 55/00.
- Libros registro de repatriaciones (1931-1935), Sig. Lº AE/03465, Top. 55/00.
- Libros de renovación de pasaportes (1955), Sig. Lº AE/03428, Top. 55/00.
En el Consulado de España en Buenos Aires hay documentos de exiliados
políticos procedentes de Túnez, Bayona, Pau, Lyon, Lima o Roma del año
1950169; también las fichas de exiliados enviadas por el Consulado General de Es-
paña en París entre 1943 y 1946170. Son de interés los libros registro de cédulas de
identificación171 producidos entre 1936 y 1939, en los que aparecen los datos de
número y fecha de cédula, nombre y apellidos, nombre de los padres, localidad y pro-
vincia de nacimiento, fecha de nacimiento, estado civil, profesión, domicilio, fecha de
residencia, documentación exhibida, hijos que viven en su compañía y fotografía; den-
tro del apartado de documentación exhibida pueden aparecer cartas de particu-
lares, recomendaciones y cartas de presentación de distintas instituciones como,
por ejemplo, la de los Amigos de la República Española de Buenos Aires, o cé-
dulas personales y consulares. Junto a ellos, están los libros registro de pasaportes
106 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
tor, Max Aub, Rosa Chacel, Eugenio F. Granell, Rafael Alberti, Ramón J. Sen-
der, Ramón Xirau, Manuel Altolaguirre, Bernardo Clariana, Juan Chabás, Angel
Lázaro, Luis Santullano, Herminio Almendros, Juan Ramón Jiménez, Avel.lí Ar-
tís Gener, Rafael Martínez Nadal, Luis Alberto Quesada o María Zambrano, en-
tre muchos otros. En el campo de la historia del derecho, por ejemplo, están los
expedientes de las obras de Rafael Altamira y José María Ots Cadaquí, o las del
sociólogo exiliado José Medina Echevarría180.
Esa misma censura se desarrolló en el terreno de la cinematografía181, con-
tando con los expedientes de censura cinematográfica de películas de Luis Buñuel,
Emilio Gómez Murriel, de André Malraux en colaboración con Max Aub –“Sie-
rra de Teruel”–, Antonio Momplet, Miguel Morayta Martínez o Roberto Gaval-
dón. Más que exiliados fueron emigrantes a México tanto Francisco Elías, como
José Díaz Morales, de los que tenemos algún expediente de censura de rodaje.
En Medios de Comunicación Social del Estado, en Prensa Gráfica Nacio-
nal182 y Extranjera183, realizando búsquedas por exilio, refugiado, emigrado/emi-
grante, casas de obreros, Casa de España, Club Cultural en…, Centro Español
de…, son bastantes las referencias encontradas. De igual forma, podemos hallar
fotografías sobre exiliados, casas regionales o de refugiados en el fondo del Estu-
dio Fotográfico Alfonso184.
Por último, mencionar los expedientes de depuración a funcionarios, que en-
contramos repartidos por todos los fondos ministeriales durante el período fran-
quista, y más concretamente en Educación. Algunas de esas personas depuradas
acabaron en el exilio. Un caso parecido son los expedientes personales de maes-
tros, profesores, o catedráticos de Universidad antes de que se exiliaran185.
108 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
En el fondo del Ministerio de la Gobernación/Ministerio del Interior te-
nemos el Registro de Asociaciones189, en el que hay expedientes de asociaciones de ve-
cinos, asociaciones de propietarios y vecinos, etc., de toda España, entre 1960 y
1972. Los expedientes de información de reuniones y actividades de asociaciones los
encontramos en el IDD (08)022.003, de la caja 52/00369 a 52/00401. Otros in-
ventarios que hacen referencia a asociaciones son:
a) (08)025.001. Asociaciones (1900-1936).
b) (08)027.000. Asociaciones (1941-1963). Signaturas: 44/04181-44/04221.
c) (08)003.002. Asociaciones (1961-1964). Signaturas: 44/12228-44/12304.
d) (08)022.004. Asociaciones en el extranjero (1969-1970). Signaturas:
52/00411-52/00412.
Para el caso de Madrid, contamos con el Registro de Asociaciones, proce-
dente del Gobierno Civil de Madrid, con fechas que van de 1886 a 1962190.
Asimismo, en el fondo del Ministerio de la Presidencia localizamos de for-
ma bastante dispersa las cartas que algunas asociaciones de Córdoba o Las Palmas
elevan a sus gobernadores civiles, exponiendo los problemas que acuciaban a sus
barrios191 entre 1976 y 1978. Más relevantes son los expedientes de asociaciones de ve-
cinos generados por la Delegación Nacional de Asociaciones entre 1958 y 1977192.
Otra fuente podría ser la relativa a la colonización, pero en el AGA pro-
cedente del Instituto Nacional de Colonización no es mucho lo que encontra-
mos193, centrándose en cuestiones de tierras. En parte, podemos cubrir esta ca-
rencia documental acudiendo a los expedientes de proyectos de obras de la Di-
rección General de Regiones Devastadas194, en los cuales podemos consultar los
bloques de pisos y de viviendas de renta reducida que absorbieron a gran parte de
la emigración procedente de zonas rurales en las nuevas barriadas de las ciudades.
A su vez, en la Dirección General de la Vivienda, adscrita al Ministerio
de la Vivienda, están: los planes y programas en política de vivienda195, y los de
viviendas de protección oficial, de 1962 a 1977196; o las memorias, inventarios y
balances de constructoras benéficas y cooperativas de viviendas197.
Para terminar mencionamos los fondos fotográficos ya citados, puesto que
en ellos hay fotografías de visitas de autoridades a barrios chabolistas, inaugura-
ciones de viviendas en barrios nuevos, centros regionales de emigrados, etc.
Inmigración
Consideraremos inmigración como la llegada de personas a un país para esta-
blecerse. Es éste sin duda un fenómeno bastante más reducido en el tiempo.
Hasta mediados de la década de 1980 la presencia de extranjeros en España fue
poco relevante, siendo en los últimos veinte años cuando esa presencia se ha in-
crementado. La documentación ilustrativa de este fenómeno en el AGA es bas-
tante reducida. No obstante, tenemos ejemplos que, si bien son ocasionales,
110 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
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112 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
d) Expedientes del personal europeo que prestó servicios en la Administración Española en Marruecos
(1914-1983). Ministerio de la Presidencia. Dirección General de la Función PúblicaA. IDD (09)020.000,
Sig. CAs. 169-178, 245-373, 842-861 y 980-1059, Top. 53/39. Este IDD se caracteriza porque:
Es un índice auxiliar onomástico elaborado a partir del IDD (09)001.014.
Se trata de documentación de diferentes series resultado del proceso de absorción o indemnización del per-
sonal que prestaba servicios en la Administración del Protectorado de Marruecos.
Se pueden distinguir las siguientes series:
- Expedientes personales (1914-1964) Vol. 71 cajas.
- Expedientes de indemnización al personal interino (1956-1983) Vol. 20 cajas.
- Expedientes de indemnización a obreros especializados y jornaleros con carácter permanente que optaron
por dejar de prestar servicios en la administración (1956-1983) Vol. 26 cajas.
- Expedientes de indemnización por traslado y cambio de residencia (1956-1983) Vol. 77 cajas.
- Expedientes de indemnización al personal no titular de la antigua Administración Internacional de Tán-
ger (1957-1972) Vol. 7 cajas.
18
Algunos ejemplos de esta serie se encuentran en: Ministerio de la Presidencia. Subsecretaría. IDD
(09)002.008, Sig. 51/00001-51/00002, 51/00004-51/00007, 51/00009-51/00010, 51/00012, 51/00015,
51/00017-51/00019, 51/00021-51/00026, 51/00028-51/00031, 51/00033, 51/00035, 51/00046-51/00050,
51/00052, 51/00055 y 51/00157 (abarcando aproximadamente desde 1833 a 1923).
19
Ibidem, Sig. 51/00049 (año 1898).
20
Ibidem, Sig. 51/00036-51/00067 [signaturas salteadas] (abarcando desde 1836 a 1896).
21
Ibidem
22
Ibidem
23
Ibidem
24
Ibidem.
25
Ibidem, Sig. 51/00047 (año 1915).
26
Ibidem, Sig. 51/00068 (año 1844).
27
Ibidem, Sig. 51/00050 (año 1899).
28
Ibidem, Sig. 51/03488 (año 1900).
29
Ibidem, Sig. 51/03488 (año 1897).
30
Ibidem, Sig. 51/00023, 51/00074 y 51/00133 (abarcando desde 1916 a 1928).
31
Ibidem, Sig. 51/00002 (año 1921).
32
Ibidem
33
Ibidem, Sig. 51/00001-51/00002, 51/00004 y 51/00053 (abarcando desde 1807 a 1923).
34
Ibidem, Sig. 51/00022, 51/00025, 51/00050-51/00051 y 51/00157-51/00158 (abarcando desde 1902 a
1914).
35
Algunos ejemplos concretos de esta documentación son:
a) Asociación Patriótica Española de Buenos Aires (1908-1916). Ministerio de la Presidencia. Subsecre-
taría. IDD (09)002.008, Sig. 51/00010 y 51/00025-51/00026.
b) Centro Gallego de La Habana (1924). Ministerio de la Presidencia. Subsecretaría. IDD (09)002.008, Sig. 51/00103.
c) Centro Regional Gallego de Valentín Alsina (Buenos Aires) y Centro Regional Gallego de Río de Ja-
neiro (s/f).Ministerio de la Presidencia. Subsecretaría. IDD (09)002.008, Sig. 51/00158.
d) Confederación General de Emigrados Españoles (1917). Ministerio de la Presidencia. Subsecretaría.
IDD (09)002.008, Sig. 51/00010.
e) Solicitud de construcción de ferrocarril entre Galicia y Asturias por parte de los Centros Gallego y As-
turiano de La Habana (1914). Ministerio de la Presidencia. Subsecretaría. IDD (09)002.008, Sig.
51/03482.
36
Ministerio de la Presidencia. Subsecretaría. IDD (09)002.008, Sig. 51/00001, 51/00017 o 51/00073
(abarcando desde 1832 a 1923).
114 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
73
Consulado de España en Veracruz [México]. Sig. LºAE/03248, Top. 55/00. (año 1920).
74
Ibidem. Sig. LºAE/03311, Top. 55/00 (abarcando 1871 a 1875).
75
Legación de España en Lisboa [Portugal]. Sig. LºAE/01321, Top. 54/27 (abarcando desde 1871 a 1875).
76
Consulado de España en México [México]. Sig. LºAE/03535, Top. 55/00 (abarcando desde 1896 a 1897).
77
Consulado General de España En Trípoli [Libia]. Sig. LºAE/00946, Top. 54/27 (abarcando desde 1784
a 1814).
78
Consulado de España en México [México]. Sig. LºAE/03476, Top. 55/00 (abarcando desde 1883 a 1897).
79
Consulado de España en Roma [Italia]. Sig. LºAE/00557, Top. 54/27 (abarcando desde 1877 a 1891).
80
Ibidem. Sig. LºAE/00544-LºAE/00551, Top. 54/27 (abarcando desde 1871 a 1930).
81
Consulado de España en México [México]. Sig. LºAE/03357, Top. 55/00 (abarcando desde 1913 a 1918).
82
Consulado de España en Lima [Perú]. Sig. LºAE/00139, Top. 54/27 (abarcando desde 1892 a 1907).
83
Consulado de España en Tampico [México]. Sig. LºAE/01011, Top. 54/27 (abarcando desde 1927 a 1934).
84
Consulado de España en Trieste [Italia]. Sig. LºAE/01011, Top. 54/27 (abarcando desde 1886 a 1917).
85
Consulado de España en Tampico [México]. Sig. LºAE/03207, Top. 55/00 (abarcando desde 1881 a 1915).
86
Consulado de España en México [México]. Sig. LºAE/03354, Top. 55/00 (año 1926).
87
Ibidem
88
Consulado de España en Veracruz [México]. Sig. LºAE/03326, Top. 55/00 (abarcando desde 1930 a 1932).
89
Consulado de España en Bayona [Francia]. Sig. LºAE/00040, Top. 54/27 (año 1837).
90
Consulado de España en Hendaya [Francia]. Sig. LºAE/00454, Top. 54/27 (año 1935).
91
Consulado de España en Veracruz [México]. Sig. LºAE/03313, Top. 55/00 (abarcando desde 1879 a 1896).
92
Consulado de España en Génova [Italia]. Sig. LºAE/00337, Top. 54/27 (abarcando desde 1951 a 1955).
93
Consulado de España en Bayona [Francia]. Sig. LºAE/00095, Top. 54/27 (abarcando desde 1910 a 1940.
94
Consulado de España en Hendaya [Francia]. Sig. LºAE/00436, Top. 54/27 (abarcando desde 1876 a 1905).
95
Consulado de España en México [México]. Sig. LºAE/03428, Top. 55/00 (año 1955).
96
Ibidem. Sig. LºAE/03448, Top. 55/00 (abarcando desde 1924 a 1926).
97
Ibidem. Sig. LºAE/03446, Top. 55/00 (abarcando desde 1918 a 1922).
98
Consulado de España en Oporto [Portugal]. Sig. LºAE/03605, Top. 55/00 (abarcando desde 1906 a 1930).
99
Consulado de España en Buenos Aires [Argentina]. IDD (10) 010.001, Sig. LºAE/05981, Top. 55/79
(abarcando de 1933 a 1938).
100
Ibidem, Sig. LºAE/05982, Top. 55/79 (abarcando de 1934 a 1938).
101
Ibidem.
102
Ibidem, Sig. LºAE/05984-LºAE/05985, Top. 55/79 (abarcando de 1933 a 1938).
103
Ibidem, Sig. LºAE/05986, Top. 55/79 (abarcando de 1908 a 1933).
104
Embajada de España en Buenos Aires [Argentina]. IDD (10) 011.000, Sig. 54/09052 (abarcando de
1853 a 1864).
105
Ibidem, Sig. 54/09226 (abarcando de 1853 a 1893).
106
Ibidem, Sig. 54/09062 (abarcando de 1871 a 1891).
107
Ibidem, Sig. 54/09066 (abarcando de 1876 a 1882).
108
Ibidem, Sig. 54/09227 (abarcando de 1865 a 1871).
109
Ibidem (abarcando de 1870 a 1872).
110
Ibidem, Sig. 54/09082 (abarcando de 1895 a 1903).
111
Consulado de España en México [México]. IDD (10)060.000, Sig. 54/09657 (año 1914).
116 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
140
Trabajo. Braceros (1914-1936). Ministerio de la Presidencia. Dirección General de Marruecos y Colo-
nias. (15)004.000, Sig. G0597-G0598, Top. 81/11.
141
Gobierno General de Guinea. (15)018.000, Sig. G1766-G1782, Top. 81/13 (abarcando desde 1928 a 1962).
142
Ministerio de Educación. Dirección General de Enseñanza Primaria. IDD (05)001.003, Sig. 31/00996
(abarcando desde 1932 a 1933).
142 bis
Centro de Información Documental de Archivos/Archivo General de la Nación de México. IDD
(03)125.000, Sig. FCH. 1-280, Top. 33/FCH 24 (abarcando desde 1845 a 1942).
143
Un estudio importante y con múltiples referencias a la documentación conservada en el AGA es el ar-
tículo de Ramón Baeza Sanjuán “Asesoramiento y represión: los agregados laborales del Franquismo y la
emigración española a Europa” (BAEZA, 1997, 99).
144
Decreto de 3 de septiembre de 1941 de Presidencia del Gobierno.
145
Ley de Bases de Ordenación de la Emigración de 22 de diciembre de 1960 y su texto articulado de 3 de
mayo de 1962.
146
“De los delitos y faltas específicos en la misma materia (emigración) conocerá un Juzgado Especial con
jurisdicción en todo el territorio nacional. A la tramitación de los sumarios que se sigan por estos delitos
y faltas se aplicará el procedimiento de urgencia previsto en la legislación en vigor”.
147
Ministerio de la Presidencia. Subsecretaría. IDD (09)002.008, Sig. 51/00212.
148
Ministerio de Asuntos ExterioresS. IDD (10)004.002, Sig. LEG. 06013, Top. 55/79.
149
Consulado General de España en Gibraltar. IDD (10)075.000, Sig. 54/03850-54/03851.
150
Secretaría General del Movimiento. Secretaría PolíticaICA. IDD (09)017.002, Sig. 51/18950 a
51/19069 (salteadas).
151
Delegación Nacional de Provincias. IDD (09)017.010, Sig. 51/20506-51/20654 y 51/20658-51/20689.
152
Delegación Nacional del Servicio Exterior. IDD (09)017.012.
153
Ibidem, Sig. 51/21108-51/21131.
154
DELEGACIÓN NACIONAL DE SANIDAD. IDD (09)017.011, Sig. 51/10409-51/10414.
155
DELEGACIÓN NACIONAL DEL SERVICIO EXTERIOR. SERVICIO DE REPATRIACIÓN DE
MENORES. IDD (09)017.022, Sig. 52/02806-52/02920.
156
No todos los expedientes están completos. De hecho, algunos sólo tienen una ficha del menor y otros
únicamente los documentos relativos a la evacuación.
157
Beneficencia. Comisión Coordinadora de Repatriados. IDD (08)003.002, Sig. 44/11059-44/11061.
158
Ibidem, Sig. 44/11062-44/11063.
159
Ibidem, Sig. 44/11076-44/11078.
160
Ibidem, Sig. 44/11085.
161
Medios de Comunicación Social del Estado. Prensa Gráfica Nacional. IDD (03)084.000, Sig. F/00732,
F/00799, F/00800, F/00806, F/01007, F/01028, F/01038 y F/01084; IDD (03)082.000, Sig. F/01472 y
F/01675 (todas con topográfico 33/).
162
Secretaría General del Movimiento. Secretaría Política. IDD (09)017.002.
163
Delegación Nacional de Excombatientes. IDD (09)017.007.002.
164
Delegación Nacional de Excombatientes. IDD (09)017.007.001, Sig. 52/03040-52/04141.
165
Delegación Nacional de Excombatientes. IDD (09)018.001, FCH. 1-16, Top. 52/78 (abarcando desde
1939 a 1976).
166
Delegación Nacional del Servicio Exterior. IDD (09)017.012.
167
Embajada de España en París [Francia]. IDD (10)097.000, Sig. 54/11501-54/11506.
168
Secretaría General del Movimiento. Politica. IDD (09)017.002, Sig. 51/18948, 51/18974, 51/18995,
51/19014, 51/19042-51/19043 y 51/19088; IDD (09)017.003, Sig. 51/18564.
118 Beatriz Contreras Gómez, Javier Díez Llamazares y María Teresa Piris Peña > Fuentes documentales para el estudio...
studia
YOLIA TORTOLERO CERVANTES
Productores de documentos
en el contexto del exilio
español en México
122 Yolia Tortolero Cervantes > Productores de documentos en el contexto del exilio español en México
Después de cincuenta y siete años de existencia el Ateneo Español de Mé-
xico ha recabado un rico acervo sobre el exilio republicano, incluyendo una bi-
blioteca y hemeroteca especializadas y documentos sobre la Segunda República
española, la Guerra Civil de 1936 - 1939, la dictadura de Francisco Franco (1936
-1978), los españoles refugiados en México a partir de 1936, la Segunda Repú-
blica española en el exilio (1939-1976), el Comité Técnico de Ayuda a los Re-
publicanos Españoles y la propia documentación generada durante la gestión ad-
ministrativa de la institución.
Como parte de sus programas de descripción y organización archivística, el
Ateneo fue beneficiado en tres ocasiones consecutivas entre 2002 y 2004 por el
Programa de Apoyo al Desarrollo de Archivos Iberoamericanos (ADAI) con el
propósito de llevar a cabo el Proyecto para la catalogación y foliación del Fondo res-
guardado en el Archivo del Ateneo Español de México. Este trabajo constituyó un
avance fundamental no únicamente porque permitió abatir el rezago en la descrip-
ción archivística de sus principales fondos y secciones, sino también porque dió
como resultado la Guía del Archivo histórico del Ateneo Español de México que cons-
tituye el primer instrumento de control y consulta del acervo en su conjunto.9
La serie Personajes
Entre otras, el archivo del Ateneo conserva la serie Personajes, cuyos productores
en su mayoría fueron los mismos actores del exilio español en México o se rela-
cionaron estrechamente con la fundación y evolución del Ateneo. En ella se re-
únen aproximadamente doscientos cincuenta y dos expedientes (de los socios
fundadores, de otros refugiados españoles o de personas vinculadas con el exilio)
cuya descripción archivística los identifica por orden alfabético, apellidos y nom-
bres, en apego a la forma normalizada del nombre según la Norma ISAAR-CPF y
también registra algunos seudónimos, por lo que aporta datos para enriquecer el
campo de las otras formas del nombre de los productores de esta documentación.
Con el fin de profundizar en la descripción archivística de los expedientes
de la serie Personajes o para reconstruir las redes y lazos entre diversos protago-
nistas o para promover el intercambio de información con otros archivos o co-
lecciones de otros republicanos españoles, valdría la pena que esta y otras insti-
tuciones afines, utilizaran en sus programas de cooperación, los elementos de la
Norma ISAAR-CPF para registrar la naturaleza (jerárquica, temporal, familiar o
asociativa) de las relaciones que cada uno de estos personajes mantuvieron entre
sí o las que ellos entablaron con otras entidades (personas, instituciones o fami-
lias) en el contexto del exilio español en México a partir de 1936.
Por citar un caso, en esta serie Personajes del Ateneo Español se localiza el
expediente de José Gaos. Simultáneamente, el Instituto de Investigaciones Filosó-
ficas (IIF) de la UNAM resguarda el archivo personal y manuscritos donados por
la familia Gaos después de la muerte del filósofo acaecida el 10 de junio de 1969 y
124 Yolia Tortolero Cervantes > Productores de documentos en el contexto del exilio español en México
Al analizar las condiciones actuales de muchos archivos, se observa que
por lo general no tienen capacidad suficiente de llevar a cabo proyectos de des-
cripción muy detallados a nivel de fondo, sección, serie y expediente, usando los
26 elementos de la Norma ISAD-G, más aquéllos de la Norma ISAAR que per-
miten identificar las relaciones que mantuvieron los productores de una misma
documentación.
En el caso de la descripción archivística, el uso de Normas cada vez más
elaboradas como la ISAAR-CPF o la nueva propuesta de Norma Internacional
para la Descripción de Funciones y Actividades Colectivas que está en proceso de ela-
boración y aprobación por parte de la Sección Provisional de Normas y Mejores
prácticas del Consejo Internacional de Archivos,10 hacen indispensable estable-
cer prioridades de organización y clasificación, dependiendo de los recursos hu-
manos y materiales, de la capacitación para difundir y aplicar las normas, de las
necesidades de la institución, de las demandas de investigación o del tipo de pro-
yectos de colaboración programados o que se llevan a cabo con otros archivos afi-
nes o por ejemplo, con quienes comparten documentación asociada de un mis-
mo productor.
Bajo esta perspectiva, es recomendable profundizar en la descripción de
un fondo, sección o serie de archivo previo al inicio de un proyecto de coopera-
ción entre dos o más instituciones archivísticas que buscan intercambiar repro-
ducciones, información o instrumentos de consulta de los documentos generados
por un mismo productor o por varios productores que vivieron en un contexto
histórico común. Este procedimiento facilita la gestión administrativa y optimi-
za los recursos destinados a la planeación y ejecución de los programas, sobre todo
aquéllos en los que el trabajo archivístico y la investigación documental tienen
la peculiaridad de hacer el seguimiento de los actores y protagonistas de un
momento histórico específico como fue el exilio español en México.
Notas
1
Para mayor información consultar la página de internet http://www.ateneo.unam.mx
2
El archivo fue donado por la familia Mayo al AGN y constituye el principal acervo fotográfico de la ins-
titución. Adicionalmente existen otros fondos que contienen documentos sobre el exilio español y que no
necesariamente fueron generados por exiliados. Es el caso del archivo fotográfico de Enrique Díaz, Enrique
Delgado, Manuel García y Luis Zendejas, mejor conocido como fondo Enrique Díaz, Delgado y García y
que contiene, entre otras, las imágenes de los niños españoles que desembarcaron en México en 1937, así
como las familias de españoles que llegaron por barco a México en 1939.
3
Inventario del Archivo del Ateneo Español de México, A.C., primera época, 1904-1978. México, D.F.,
1 de diciembre de 2004, pag.
126 Yolia Tortolero Cervantes > Productores de documentos en el contexto del exilio español en México
4
Esta biblioteca se localiza en el Museo Nacional de Antropología de la ciudad de México. El fondo del
comité citado (CTARE) contiene información de los ciudadanos españoles que ingresaron en México en-
tre 1939 y 1940 en calidad de refugiados políticos. La documentación incluye datos sobre el funciona-
miento y actividades del comité y la ayuda que éste dio a los exiliados para que se establecieran en el país.
Por su parte el fondo Refugiados Españoles, que también contiene documentos administrativos sobre la lle-
gada de los españoles a México, actualmente se encuentra en proceso de organización.
5
Para mayor información consultar la página de internet http://www.mcu.es/jsp/plantillaAncho_wai.jsp?id
=64&area=archivos
6
Este término se utiliza en el contexto de los archivos, al explicar los alcances y objetivos de la norma ISA-
AR-CPF. Véase ISAAR, Madrid, 2004, pag. 13.
7
El Ateneo Español siguió el modelo del Ateneo de Madrid, fundado en 1820. La norma se publicó en los
dos idiomas oficiales del Consejo Internacional de Archivos (inglés y Francés). Por su parte el Ministerio
de Cultura de España publicó su traducción al español.
8
Para ampliar el tema del origen y fundación del Ateneo Español, véanse los artículos de Bernardo Gi-
ner de los Ríos sobre los primeros años de historia del Ateneo y la conferencia inaugural del Ateneo dada
por Alfonso Reyes el 14 de marzo de 1949 (en) http://www.ateneo.unam.mx. En esta página se incluye la
lista de los fundadores del Ateneo.
9
En el Informe del proyecto para la ordenación y clasificación del Fondo resguardado en el Archivo del
Ateneo Español de México, A.C., rendido al programa ADAI en 2003, se mencionan los antecedentes de
la ordenación del archivo. El primer proyecto inició en 1979 y el segundo entre 1999 y 2002, sin embargo
en esos años se realizaron trabajos de clasificación y catalogación pero no se elaboró ningún instrumento
de consulta y control del acervo en su conjunto.
10
En los idiomas oficiales del Consejo internacional, esta Norma se llama International Standard For Des-
cribing Functions and Activities of Corporate Bodies/Norme internationale pour la description des fonc-
tions et activités des collectivités. Para más información consultar la página www.ica.org
130 Susana Alba Monteserín y Ana Fernández Asperilla > Fuentes para el estudio de la emigración española...
Canadá. Paralelamente, en el interior del país tendría lugar un importante tras-
paso de población rural a las grandes ciudades industriales, que experimentaban
un espectacular desarrollo. Urbanización, emigración interior y exterior, forma-
ban parte de un mismo proceso que se produjo a partir de la segunda mitad del
siglo XX.
Desde mediados de la década de los años setenta cobrarían importancia
los movimientos de retorno a España. El cierre de fronteras, ocurrido a raíz del
shock del petróleo y de la crisis económica en torno a 1973 en los países europe-
os receptores de mano de obra, provocaría un movimiento de retorno, especial-
mente a partir de 1975, coincidiendo con la muerte del general Franco. Junto al
cierre de fronteras, para evitar la llegada de nuevos inmigrantes, los países recep-
tores incentivaron el regreso de los extranjeros a sus países de origen. Durante la
década de los años setenta y siguiente, la mano de obra extranjera sería la primera
en ser expulsada del mercado de trabajo, incrementándose las tasas de desempleo
entre los inmigrantes, así como siendo éstos las primeras víctimas de los procesos
de reconversión industrial.
Quienes habían sido una solución para los déficit demográficos y de mano
de obra de la vieja Europa después de la Segunda Guerra Mundial, durante los de-
nominados en Francia treinta gloriosos, se convertían, en el último cuarto del si-
glo XX, en una carga. Así era pues parte de esta emigración del Sur de Europa no
había regresado a su país de origen, presentaba problemas de integración y había
envejecido en el país de acogida, donde vivían sus hijos y nietos.
El retorno ocupó siempre, en la estrategia migratoria de la mayoría de los
españoles que se marcharon a trabajar al extranjero, un lugar prioritario. De
este modo el regreso constituía la culminación de un proyecto vital, y desde este
punto de vista, debe considerarse un éxito –más o menos relativo–. Represen-
taba la cara opuesta de la repatriación de quienes en una situación social muy
desfavorable eran devueltos al país de origen por las autoridades españolas en el
exterior.
Además del deseo inalterable de retornar, en el regreso voluntario ejer-
cieron también gran influencia las circunstancias políticas del país de salida. La
muerte del general Franco hizo albergar a muchos emigrantes la esperanza de que
una vez restaurada la democracia, encontrarían a su vuelta unas condiciones la-
borales y de vida mejores que las abandonadas años antes en la España de la dic-
tadura. Creían asimismo que se articularían medidas encaminadas a facilitar su
integración en el país de origen.
La constatación de que el gobierno español no adoptó una batería de medidas
para facilitar la vuelta, frustró en gran medida sus expectativas y contribuyó tam-
bién al fenómeno que en la sociedad española de la transición democrática se co-
noció como el desencanto. A él no fueron ajenos los emigrantes, a pesar de en-
contrarse a muchos kilómetros de distancia.
132 Susana Alba Monteserín y Ana Fernández Asperilla > Fuentes para el estudio de la emigración española...
En los más de once años transcurridos desde su nacimiento, el CDEE ha
reunido un rico patrimonio documental, que ha ido organizando y poniendo a
disposición de los usuarios. Puesto que se trata de un patrimonio que se hallaba
en origen muy disperso en las zonas de asentamiento emigrante y en manos de re-
tornados, ha sido necesario desarrollar una política sistemática de localización y
adquisición. Este patrimonio puede ser consultado libremente por toda persona
que desee hacerlo, con las únicas excepciones que marca la legislación vigente en
materia de derecho al honor y a la intimidad de las personas. Así, una media de
250 consultas han sido anualmente atendidas por el centro, sin contar las entra-
das que se producen a través de la página de Internet.
En la actualidad, existen un total de 25 instrumentos de acceso a la docu-
mentación –inventarios y catálogos– que pueden consultarse directamente en sala
o a través de Internet. En breve, antes de finales de 2007, dos nuevos inventarios
serán también susceptibles de consulta. Se trata de los inventarios correspondien-
tes a los fondos documentales del Centro Español García Lorca de Crissier (Suiza)
y el del Centro Español de Thonon- Les Bains (Francia). Así mismo también se
contará con una nueva edición revisada y actualizada del catálogo de prensa.
De forma general el patrimonio documental del CDEE está compuesto por
más de 400 metros lineales de documentación; 8.500 fotografías; 1.114 carteles;
425 títulos diferentes de publicaciones periódicas –revistas, periódicos y boleti-
nes–;más de sesenta videos y películas, así como una amplia colección museísti-
ca – maletas, pasaportes, banderines, discos, insignias, pegatinas, etcétera–.
Además de su volumen, el valor principal de la documentación reside en
su variedad, pues procede de todos los países en los que han arraigado colonias de
españoles: Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, Holanda, Gran Bretaña, Luxem-
burgo, Suecia, Rusia, Australia, Canadá, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Mé-
xico, Uruguay, Cuba, Venezuela, etcétera. Resulta igualmente destacable la am-
plitud cronológica de los materiales; que abarcan desde el último tercio del siglo
XIX hasta la actualidad.
La riqueza informativa de la documentación explica cómo a lo largo de la
última década el Centro se ha convertido en una referencia obligada para la ob-
tención de información y la consulta de fuentes por parte de científicos sociales
y estudiosos, interesados en el análisis de los movimientos migratorios modernos.
Pero lejos de una consideración decimonónica del archivo, como algo única-
mente cultural e histórico, el CDEE es un instrumento útil para las organizacio-
nes de migrantes, así como para otros organismos públicos y privados, implicados
en la gestión de los flujos migratorios actuales. Nos referimos a las administra-
ciones públicas –corporaciones locales, administración autonómica y central–,
sindicatos, organizaciones no gubernamentales, etcétera. Finalmente, también
han recurrido a su consulta los propios emigrantes y otros ciudadanos, a título
meramente individual.
134 Susana Alba Monteserín y Ana Fernández Asperilla > Fuentes para el estudio de la emigración española...
tre líderes comunitarios, el dinamismo de la propia organización, etcétera. Ade-
más de las organizaciones creadas por la iniciativa de los emigrantes, existieron
también otras impulsadas por el propio Estado español y por la Iglesia católica,
que pretendían mantener a los emigrados vinculados al país de origen.
En los años ochenta del siglo XX la Administración española creaba los
CREs (Consejos de Residentes Españoles en el Exterior) como órganos de re-
presentación y participación de los emigrantes. Frente a las organizaciones étni-
cas, que habitualmente adoptaron la forma de asociaciones sin ánimo de lucro y
se regulaban de acuerdo con la legislación establecida en los países de acogida,
los CREs se configuraron como órganos de representación de las colonias de
emigrantes ante la propia Administración española, y están por tanto regulados
por la legislación española. Sus componentes son elegidos por sufragio univer-
sal, entre los españoles residentes en los ámbitos territoriales donde se constitu-
yen. Aunque muy cuestionados por el movimiento asociativo, sobre todo el eu-
ropeo, han contribuido también a mejorar aspectos concretos de la vida de los
emigrantes.
La función principal de los CREs consiste en ser intermediario entre la
Administración española y los ciudadanos españoles residentes en el exterior.
Asimismo cumplen, al menos teóricamente, una función de difusión de la infor-
mación entre la colonia. Esta labor se realiza a través de la edición de boletines,
folletos, memorias de actividades y otro tipo de materiales divulgativos. En este
punto se produce una superposición, pues también las asociaciones divulgaban
entre los socios las informaciones de interés procedentes del país de origen.
2. Archivos sindicales
- Fondo Documental de la Delegación Exterior de Comisiones Obreras. Docu-
mentación de carácter sindical que permite conocer la actividad entre la
emigración destinada a la solidaridad con las Comisiones Obreras, así
como las relaciones entre los sindicatos de los países de acogida y las or-
ganizaciones sindicales de carácter clandestino durante el franquismo.
Cronología: 1962-1985; extensión: 2, 85 metros lineales.
- Archivo de la Secretaría Confederal de Emigración de Comisiones Obreras.
Documentación sobre la acción sindical y el servicio de asesoramiento de
CCOO en defensa de los derechos de los trabajadores españoles emigran-
tes. Cronología: 1978-1987; extensión: 9,88 metros lineales.
138 Susana Alba Monteserín y Ana Fernández Asperilla > Fuentes para el estudio de la emigración española...
su actividad por la mejora de las condiciones laborales de los españoles y
a las campañas contra las iniciativas xenófobas de la extrema derecha sui-
za, además de los materiales de sus congresos. Cronología: 1968-1980; ex-
tensión: 2,21 metros lineales.
- Archivo de la Federación de Asociaciones de Emigrantes Españoles en el Reino
Unido. Destaca en este archivo la serie de correspondencia entre la fede-
ración y las asociaciones adheridas, así como la mantenida con las admi-
nistraciones de las sociedades de origen y de acogida. Cronología: 1972-
1998, extensión: 1,17 metros lineales.
- Archivo de la Asociación de Padres de Familia Emigrantes Españoles en Fran-
cia. Se refiere al esfuerzo de los emigrados para garantizar el conocimien-
to de la segunda generación de la lengua y cultura de la sociedad de ori-
gen y por conseguir la equiparación de derechos de los trabajadores mi-
grantes con los franceses. Cronología: 1964-1997; extensión: 9,2 metros
lineales.
5. Archivos personales
- Archivo personal de Adolfo y Tina López. La dilatada trayectoria de Adolfo
y Tina López como activistas involucrados en la vida de la colonia espa-
ñola en Inglaterra ha dejado un importante legado documental que per-
mite conocer la experiencia migratoria de los españoles en torno a tres
ejes: el asociacionismo étnico, la actividad sindical y la oposición anti-
franquista. Cronología: 1964-1988; extensión: 1,30 metros lineales.
- Archivo personal de Víctor Castro. Castro emigró desde Asturias a Bélgica
convirtiéndose en un miembro activo del Club Federico García Lorca y
participando intensamente en el antifranquismo y en la vida política de
la colonia española en Bruselas, temas sobre los que existen numerosos
testimonios en este fondo documental. Cronología 1961-1994; extensión:
0.65 metros lineales.
1. La colección fotográfica
La colección fotográfica comprende positivos en papel –en color y en blanco y
negro–, así como negativos –color y blanco/negro– y reproducciones fotográficas
–reproducción fotomecánica obtenida a través de métodos de impresión y digi-
tal–. En general, su estado de conservación es óptimo, aunque ciertas piezas ais-
140 Susana Alba Monteserín y Ana Fernández Asperilla > Fuentes para el estudio de la emigración española...
ladas presenten pequeños deterioros como curvaturas, armarilleamiento, sucie-
dad y desgarros3.
La colección abarca un amplio marco geográfico –América, Europa y Aus-
tralia–, así como una cronología basta, que se extiende desde finales del siglo XIX
hasta la actualidad. La riqueza iconográfica de las fotografías refleja la compleji-
dad de los procesos migratorios en los que ha estado implicado nuestro país, si-
multáneamente escenario de expulsión y recepción de migrantes. Las múltiples
facetas de un fenómeno social complejo como son los movimientos migratorios,
se perciben extraordinariamente bien a través de las fotografías, convertidas, des-
de este punto de vista, en una fuente documental primaria (Alba; Babiano; Fer-
nández Asperilla, 2004). El contenido de las imágenes es muy variado. Incluye
escenas de la vida cotidiana de carácter familiar o íntimo, como excursiones, co-
midas familiares, bodas, etcétera. También dan cuenta de aspectos más públicos
o sociales, como las trayectorias profesionales de los protagonistas de las migra-
ciones, actividades políticas o sindicales, el ocio, la práctica del deporte, la reli-
giosidad en el extranjero, la educación de la segunda generación, etcétera.
2. La colección de carteles
Refleja la actividad de los emigrantes económicos en sus facetas más diversas
–políticas, culturales, recreativas, religiosas, reivindicativas, etcétera–. Como en
la colección anterior, su origen geográfico es muy diverso, lo que proporciona una
gran riqueza informativa, referida a las colonias de emigrantes de todos lo países
en los que se asentaron trabajadores españoles. En cuanto a los organismos pro-
ductores, predominan las organizaciones de emigrantes, pero también otras insti-
tuciones de los países de salida y de acogida. Se trata pues de una fuente docu-
mental igualmente interesante.
El catálogo realizado por el Centro de Documentación de la Emigración
Española, además de las correspondientes descripciones, reproducen cada una de
las piezas de la colección, lo que facilita su consulta, sin necesidad de acudir al
original. Esto redunda en unas mejores condiciones de conservación y preserva-
ción de los documentos dentro de los correspondientes unidades de instalación.
A diferencia de otros materiales, los carteles presentan la ventaja de que además
del catálogo pueden ser directamente consultados a través de internet. La crono-
logía de los carteles abarca los siglos XX y XXI. Como en casos anteriores, la co-
lección incluye un número muy superior de piezas, si bien no todas han sido ca-
talogadas, y por tanto no pueden consultarse.
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142 Susana Alba Monteserín y Ana Fernández Asperilla > Fuentes para el estudio de la emigración española...
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franquismo. La historia de las Mujeres: Perspectivas actuales. XIII coloquio in-
ternacional AEIH, 19, 20 y 21 de octubre de 2006. Barcelona: UNED. DVD.
LOMAS, Coro; PANIAGUA, Julián. 1998. El movimiento asociativo de los tra-
bajadores emigrantes en Europa. III Encuentro de Investigadores del Fran-
quismo y la Transición. Sevilla, Muñoz Moya Editor, pp. 417- 425.
MORELLI, Anne. 2004. Pour une histoire européenne des femmes migrantes.
Sources et méthodes. Sextant: Revue du Groupe interdisciplinaire d’etudes
sur les Femmes, nº 21-22.
Notas
1
Puede conocerse en parte esta labor a través del boletín del Centro, Historias de la Emigración, espe-
cialmente en su número 18. Se trata de un número especial, al que se le dio un carácter conmemorativo
del décimo aniversario de la creación del Centro.
2
Entre los documentales podemos citar el premiado en el Festival de Málaga, El tren de la Memoria, o la
serie de reportajes que TVE prepara, bajo el título Camino a casa.
3
Para garantizar su estado de conservación se han instalado en sobres de PH neutro y en fundas especia-
les para negativos.
El archivo de la Oficina
de Asilo y Refugio:
los refugiados en España
“debido a fundados temores de ser perseguido por motivos de raza, religión, na-
cionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas que se
encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos te-
mores, no quiera acogerse a la protección de tal país..”
146 Mª Teresa Muñoz Benavente > El archivo de la Oficina de Asilo y Refugio: los refugiados en España
A partir del siglo XV el poder civil se fortalece frente al poder religioso, y en conse-
cuencia, el derecho de asilo eclesiástico irá siendo restringido progresivamente.
En 1567, bajo reinado de Felipe II, se publica la Nueva Recopilación de
las Leyes de España. En ella se fijan las reglas generales del privilegio de inmuni-
dad en lugar sagrado. En 1805, la Novísima Recopilación, mandada publicar por
Carlos IV, recoge cuantas disposiciones normativas se habían dictado hasta la fe-
cha relacionada con el derecho de asilo.
Favorecido por las ideas triunfantes de la Revolución francesa la figura del
asilo adquiere una nueva dimensión, y el papel protector desempeñado tradicio-
nalmente por la Iglesia va ser sustituido por el del Estado. Es la liquidación del
Antiguo Régimen y sus privilegios. “El pueblo francés da asilo a los extranjeros des-
terrados de su patria por la causa de la libertad, se lo deniega a los tiranos” dice el ar-
tículo 120 de la Constitución francesa de 1793. En España, la Constitución de
1812 no contempla el derecho de asilo. Habrá que esperar a 1820 para que sea
contemplado por las Cortes con carácter civil, garantizando al individuo perse-
guido, su persona y sus bienes en el territorio del Estado que lo acoge, haciendo
uso de su soberanía. El Decreto XL de las Cortes Generales de 28 de septiembre
de 1820 se expresa en este sentido “concediendo a los extranjeros un asilo seguro en
el territorio español para sus personas y propiedades”.
El derecho de asilo eclesiástico queda abolido implícitamente en el Có-
digo Penal de 1822.
Los cambios políticos, que estarán presentes en numerosos países europe-
os y americanos a lo largo del siglo XIX, generarán oleadas de emigrados que bus-
can refugio en Estados con ideologías coincidentes con la suya, obligando a és-
tos, como es el caso de España, a desarrollar y regular procedimientos para aco-
gerles. Durante el reinado de Fernando VII e Isabel II, las Actas del Consejo de
Ministros recogen numerosas referencias a la situación de los emigrados políticos,
sus reclamaciones y lo dispuesto en esta materia.
Al periodo del Bienio Progresista pertenece la Ley sobre asilo promulgada
el 4 de diciembre de 1855, en la que se declara “lo conveniente sobre asilo para to-
dos los extranjeros y sus propiedades en el territorio español”. Esta breve ley, de tan
sólo cinco artículos, refunde lo decretado anteriormente en esta materia y per-
manecerá sin ser derogada expresamente hasta 1984. La figura del refugiado po-
lítico no queda definida en el nuevo texto, que sí introduce la facultad del Eje-
cutivo para decretar la expulsión del territorio nacional del refugiado si atentase
contra el país o sus instituciones.
El siglo XX, salpicado de continuos cambios políticos producidos por la
modificación de fronteras, la aparición de nuevos Estados y el fenómeno de des-
colonización, generó millones de desplazamientos de personas víctimas de estos
cambios. Puede afirmarse que los grandes movimientos de refugiados y desplazados
comenzaron en 1912, con las guerras balcánicas, acentuándose durante la Prime-
148 Mª Teresa Muñoz Benavente > El archivo de la Oficina de Asilo y Refugio: los refugiados en España
Ejército, sobre los extranjeros que entraron clandestinamente, ejerciendo una labor
de vigilancia y reclusión de aquellos individuos que así se encontraban en España.
Para conseguir el control deseado por las autoridades españolas de estos
ciudadanos extranjeros se crearon centros como el Depósito de Concentración y
Clasificación de Personal Extranjero de Miranda de Ebro (Burgos)5. En verano de
1940 el centro comienza a recibir a los primeros refugiados de la guerra europea
registrando más de 15.000 extranjeros pertenecientes a más de setenta naciona-
lidades. Los refugiados militares dependían del Ministerio del Ejército y los civi-
les del Ministerio de la Gobernación, a través de la Dirección General de Segu-
ridad. La situación de los internados en aquellos momentos se dividía entre:
- Los refugiados reconocidos por sus representantes diplomáticos que dese-
an volver a su país
- Los que, protegidos por la Cruz Roja Internacional, también desean ser re-
patriados
- Los que, sin ningún tipo de protección diplomática o humanitaria, dese-
an regresar a su país
- Los refugiados políticos que desean permanecer en España.
Como complemento a las tareas de acogida y protección proporcionadas
a los afectados por la contienda europea y para paliar las repercusiones de la mis-
ma en los niños se creó la Delegación de Gobierno para la ayuda española a los
niños extranjeros. Incorporada al Ministerio de la Gobernación, llegó a tramitar
la acogida de más de 16.000 niños entre 1948 y 19536.
Mención especial merece el Patronato de Refugiados Extranjeros Indi-
gentes7. Organismo creado en 1948 por Decreto de la Presidencia del Gobierno
de 14 de mayo de 1948. Adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores, constitu-
yó un verdadero servicio de protección de refugiados y asumió las tareas que has-
ta entonces habían desarrollado los Depósitos de Concentración y Clasificación,
mejorando notablemente el procedimiento y la ayuda prestada. Su labor se cen-
tró en tres direcciones para atender a los que solicitaron protección en España:
- Admitir en España a los que buscaron refugio
- Ocuparse de su subsistencia, proporcionando trabajo
- Repatriar a los que expresaron su deseo de volver a su país o ayudarles a
trasladarse a la nación que hubieran escogido
Formaron parte del Patronato representantes de varios departamentos mi-
nisteriales. La presidencia la ostentó el Director General de Política Exterior del
Ministerio de Asuntos Exteriores y, como vocales actuaron representantes de la
Dirección General de Prisiones del Ministerio de Justicia, de la Sección de Ex-
tranjeros del Ministerio de Trabajo y de la Dirección General de Seguridad del
Ministerio de la Gobernación. Como Secretario actuó el Director del Secreta-
riado Nacional de la Junta Técnica de Acción Católica. Formaban parte también
tres asesores: un miembro de la Dirección General de Beneficencia, el Jefe del
150 Mª Teresa Muñoz Benavente > El archivo de la Oficina de Asilo y Refugio: los refugiados en España
Convención de Ginebra, en 1957 una definición de refugiado aparece recogida en el
articulado del Decreto del Ministerio de Justicia de 22 de febrero de 1957 de derechos
de los extranjeros, refugiados o apátridas en la ley de arrendamientos urbanos, en unos
términos muy parecidos a los que recoge la Convención. Dice textualmente:
154 Mª Teresa Muñoz Benavente > El archivo de la Oficina de Asilo y Refugio: los refugiados en España
acogida de refugiados y desplazados. Asimismo, se ocupa del registro y documen-
tación de los solicitantes, orienta sobre los servicios sociales y es Secretaría y so-
porte material de la Comisión Interministerial de Asilo y Refugio.
La creación oficial de la Oficina de Asilo y Refugio se recoge en la disposición
adicional única del Real Decreto 203/1995 de 10 de febrero, por el que se aprueba el
Reglamento de aplicación de la Ley 5/1984, de 6 de marzo, reguladora del derecho de
asilo y de la condición de refugiado, modificada por la Ley 9/1994 de 19 de mayo.
La experiencia en la aplicación de la Ley 5/1984, así como las nuevas lí-
neas seguidas por la política europea aconsejaban revisar dicha ley. El 19 de mayo
de 1994 se aprobó la Ley 9 de modificación de la Ley 5/1984 de 26 de marzo, re-
guladora del derecho de asilo y de la condición de refugiado10. La principal no-
vedad que incluye esta norma es la supresión de la dualidad de las figuras asilo y
refugio. Se consagra el derecho de asilo, desapareciendo la discrecionalidad del
Gobierno. A partir de ahora, se concederá asilo a quien se le reconozca la condi-
ción de refugiado con arreglo a lo dispuesto en la Convención de Ginebra. Se es-
tablece una fase previa de inadmisión a trámite que permite rechazar las solicitu-
des manifiestamente infundadas o que no corresponde a España su tramitación.
Las líneas actuales de trabajo en el tratamiento de refugiados en España se sitúa en
el marco de la normalización de los procedimientos en Europa, la adaptación de las directi-
vas comunitarias y la construcción de un sistema común de asilo europeo11.
2000
0
*
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
* Dato a 30 de septiembre de 2006
650
406
450 273
173 170 162
250 138 114 99
50
Colombia
Nigeria
Alrgelia
Mali
Guninea
R.D. Congo
Costa de
Marfil
Rusia
Guinea
Bissau
Camerún
156 Mª Teresa Muñoz Benavente > El archivo de la Oficina de Asilo y Refugio: los refugiados en España
Un ciudadano extranjero puede presentar su solicitud de asilo en España
dentro del territorio español -en la propia Oficina de Asilo y Refugio en Madrid,
en cualquier Oficina de Extranjeros o en las Comisarías de Policía autorizadas-,
en frontera -aeropuertos, puertos y fronteras terrestres- y en las embajadas o con-
sulados españoles de un tercer país diferente del de origen del solicitante.
A esta solicitud, que incluye una entrevista personal, se une cuanta docu-
mentación el interesado considera importante para la instrucción del expedien-
te: documentos, recortes de prensa, videos, fotografías, informes médicos etc. La
oficina del ACNUR en España informa sobre esa solicitud y se inicia el proceso
hasta finalizar con un criterio favorable o desfavorable de la instrucción. Si se es-
tima, puede celebrarse otra entrevista al solicitante a fin de contrastar su relato.
Se notifica la resolución adoptada por el Ministro a propuesta de la Comisión In-
terministerial de Asilo y Refugio. Contra esta resolución cabe recurso conten-
cioso-administrativo presentado en las salas competentes de la Audiencia Na-
cional, del Tribunal Supremo o de los Juzgados Centrales. Si la resolución es fa-
vorable se le documenta como asilado y se le expide documento de viaje de la
Convención de Ginebra si así lo solicita.
La serie documental de solicitud de asilo y/ refugio está calificada de con-
servación permanente y de acceso restringido, calificación adoptada por la Co-
misión Calificadora de Documentos Administrativos del Ministerio del Interior.
Principales documentos de un expediente de asilo
- Solicitud de asilo
- Comunicación al ACNUR
- Huellas decadactilares
- Notificación de admisión / inadmisión
- Petición de reexámen
- Notificación de resolución
- Documentos de apoyo
- Informes de organismos públicos
- Informes de otros organismos.
- Informe de la instrucción
- Propuesta de resolución
- Resolución del Ministro del Interior
- Notificación de la resolución
- Recurso
- Resolución judicial
- Ejecución de sentencia
- Expedición y renovación de documentos de identidad y de viaje
- Pasaporte del país de origen
Cuando el Gobierno, por razones humanitarias o a consecuencia de un
acuerdo o compromiso internacional, decide acoger a grupos de personas despla-
158 Mª Teresa Muñoz Benavente > El archivo de la Oficina de Asilo y Refugio: los refugiados en España
nalidad de algún Estado. Se examina la documentación que se presente y las cir-
cunstancias que hayan podido llevar a la situación de apátrida. En algunos casos
es necesario realizar una entrevista para verificar el origen del solicitante. Tam-
bién es necesario realizar alguna consulta con las Misiones ó Delegaciones Di-
plomáticas para conocer la situación en la que se encuentran algunos solicitan-
tes en relación a la posible documentación que presenten, o bien que puedan re-
querir de estos organismos. Se realiza una consulta de la Ley de Nacionalidad del
Estado al que dice pertenecer el interesado para saber si puede ser nacional de
este Estado conforme a su legislación. El solicitante debe justificar el origen y su
identidad, y debe acreditar que no puede ser nacional de otro Estado conforme a
su legislación. Concluida la instrucción y determinado el criterio favorable o des-
favorable de la solicitud, se elabora una Propuesta de resolución que será elevada
al Ministro del Interior.
Se han tramitado 380 solicitudes de reconocimiento del estatuto de apá-
trida desde la entrada en vigor del Real Decreto 865/2001, de 20 de julio. La dis-
tribución de países de procedencia es la siguiente:
PAÍS RECONOCIMIENTOS
Alemania 1
Bangladesh 3
Dinamarca 1
Estados Unidos 1
India 1
Kuwait 1
Myanmar (Birmania) 2
Palestina 4
Rusia 3
Siria 1
Suecia 1
Turquía 2
TOTAL 21
160 Mª Teresa Muñoz Benavente > El archivo de la Oficina de Asilo y Refugio: los refugiados en España
dado el contenido de los mismos. Así han sido clasificadas por la Comisión Ca-
lificadora de Documentos Administrativos del Ministerio del Interior17.
Para terminar, hay que mencionar la importancia que para el estudio de la
situación de refugiados, desplazados y apátridas supone el centro de documenta-
ción de la Oficina de Asilo y Refugio, encargado de recopilar y difundir todas las
fuentes de información, bibliográficas o documentales, relacionadas con los de-
rechos humanos en general, información sobre país de origen, conflictos, legisla-
ción, etc.
Las funciones de Oficina de Asilo y Refugio y, en consecuencia, su pro-
ducción documental, son la prueba de la respuesta que la Administración da a los
problemas de la población que busca asilo en el mundo. Si bien no es España
quien más sufre el problema de los refugiados, las noticias diarias son el reflejo de
la situación que vive la sociedad actual.
Notas
1
Art. 8 del Real Decreto 991/2006, de 8 de septiembre, por el que se desarrolla la estructura orgánica bá-
sica del Ministerio del Interior.
2
Todos los datos estadísticos están disponibles en el sitio web del ACNUR www.UNHCR.org.
3
La redacción de este apartado se basa en la obra preparada por la Subdirección General de Asilo “El de-
recho de asilo en España: compilación histórica”. Madrid: Ministerio del Interior, El Derecho, Ed. 2004.
4
Información contenida en el trabajo de Juan José ALONSO MARTÍN. Fuentes documentales militares
en el Archivo General de Palacio. “Boletín de la ANABAD”. LII (2002) nº 3. P.171-190.
5
Puede consultarse “Inventario nº 1: El Depósito de Concentración y Clasificación de Personal Extranje-
ro de Miranda de Ebro (Burgos), DCME cajas 1 al 161”, elaborado por F. Javier López Jiménez. Archivo
General Militar de Guadalajara. 2003, cuya valiosa información se sigue.
6
Estos datos están recogidos en un informe del Patronato de Refugiados Extranjeros Indigentes de 1953,
conservado en el Archivo General del Ministerio de Asuntos Exteriores.
7
Puede consultarse la documentación generada por este organismo en el Archivo General del Ministerio
de Asuntos Exteriores.
8
Para conocer la evolución de la normativa sobre el derecho de asilo a partir de 1975 han sido utilizadas
como fuentes las valiosas aportaciones de: LOPEZ GARRIDO, Diego: El derecho de asilo, Madrid: Mi-
nisterio de Asuntos Sociales, Trotta, 1991. BLANQUER, David: Asilo político en España: Garantías del
extranjero y garantías de interés general. Madrid: Ministerio del Interior, 1997. SANTOLAYA MA-
CHETTI, Pablo: El derecho de asilo en la Constitución española. Madrid: Lex Nova, 2001. YAÑEZ VE-
LASCO, Ricardo, Refugio y asilo político: conceptos y problemas jurídicos. Barcelona: Atelier, 2002.
TRUJILLO HERRERA, Raúl, La Unión Europea y el derecho de asilo. Madrid: Dykinson, 2003. Guía so-
bre el derecho de asilo. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Ministerio del Interior, El De-
recho ed., 2005.
9
En la actualidad compuesta por representantes de los Ministerios de Interior, Justicia, Trabajo y Asuntos
Sociales y de Asuntos Exteriores y Cooperación.
10
Toda las disposiciones, nacionales, comunitarias e internacionales, que regulan los procedimientos se re-
cogen en “Normativa de Asilo y Apátridas”, Madrid: Ministerio del Interior, 2005.
162 Mª Teresa Muñoz Benavente > El archivo de la Oficina de Asilo y Refugio: los refugiados en España
studia
MARÍA VALLES FERRERO
Los papeles
para los papeles:
importancia de la acreditación
documental en la situación de las
personas extranjeras en España
166 María Valles Ferrero > Los papeles para los papeles: importancia de la acreditación documental en la situación...
Además, reconocía a los inmigrantes irregulares los derechos a la educa-
ción para menores de 18 años, a la asistencia sanitaria pública de urgencia y a los
servicios y prestaciones sociales básicas.
En 2000, cuando el Partido Popular ganó por mayoría absoluta las elec-
ciones generales, convirtió en una prioridad reformar la Ley de Extranjería. El
Gobierno, que no había apoyado la Ley original, consideraba que había que en-
durecerla para combatir lo que ellos llamaban efecto llamada y adecuarse a las
normativas europeas.
La reforma (LO 8/2000) entró en vigor en enero de 2001. Tras los cam-
bios, la Ley privaba a los inmigrantes irregulares de los derechos de reunión, aso-
ciación, manifestación, sindicación y huelga; elevaba de dos a cinco años el tiem-
po de estancia para obtener el permiso de residencia y establecía que se podría
expulsar por el procedimiento de urgencia a un inmigrante en situación irregular.
Además, se limitó la necesidad de justificar la denegación de un visado y
se tomaron medidas para combatir la inmigración irregular como sancionar con
el cierre del negocio a los empresarios que contratasen a personas sin autorización
para trabajar.
Las modificaciones sustanciales provocadas por estas reformas confirman la
tendencia mencionada en el capítulo anterior. La cuestión central de la nueva re-
gulación es el énfasis puesto en que los derechos contenidos en la Ley sólo pueden
ser válidamente ejercidos en España por aquellos extranjeros que se encuentran en
una situación de regularidad documental, es decir: sin papeles no hay derechos.
En septiembre de 2003, los cambios siguieron adelante con una segunda
reforma (LO 11/2003) que contemplaba la expulsión de los inmigrantes irregu-
lares que cometiesen delitos inferiores a seis años de cárcel (se conmutaría la
pena por la expulsión). Al mismo tiempo, se emprendió una tercera modificación
(LO 14/2003), aprobada en octubre de 2003. En este caso fue el Tribunal Supre-
mo quien forzó los cambios al estimar un recurso presentado por las federaciones
pro inmigrantes Red Acoge y Andalucía Acoge, que se habían manifestado en
contra de la Ley. El Alto Tribunal anuló 13 artículos de su reglamento.
La retocada Ley confería al visado la consideración de permiso de trabajo
o residencia y contemplaba su concesión por un periodo de tres meses para que
el inmigrante pudiese encontrar trabajo. También se obligó a las compañías de
transporte a facilitar los datos de los pasajeros que viajasen a España y de los bi-
lletes de vuelta que no fuesen utilizados y se tipificaron como infracción muy gra-
ve las actuaciones que favoreciesen la inmigración ilegal. Además, se establecie-
ron limitaciones a la reagrupación familiar.
En 2004, con la llegada del PSOE al poder, se siguieron produciendo modi-
ficaciones en materia de inmigración. El 31 de diciembre de ese año, el Ejecutivo so-
cialista aprobó el Reglamento de desarrollo de la Ley de Extranjería. Su principal
novedad: la apertura de un proceso extraordinario de regularización de inmigrantes.
168 María Valles Ferrero > Los papeles para los papeles: importancia de la acreditación documental en la situación...
En 2001 la Unión Europea propuso que se exigiera visado de estancia a los
colombianos que llegasen a los países de la Unión. Algunos intelectuales mos-
traron su repulsa, así el escritor Gabriel García Márquez manifestó “nunca nece-
sité permiso para ir a la casa de mi madre” .Finalmente, la exigencia del visado
entró en vigor el uno de enero de 2002, después de que España decidiese abste-
nerse en la votación de la entonces Europa de los quince.
Distinto fue el caso de Ecuador. Si la exigencia del visado a los ciudada-
nos colombianos había sido una propuesta de la UE con la justificación de luchar
contra el narcotráfico, la idea de pedirlo para Ecuador salió de España, cuando los
nacionales de este país se estaban convirtiendo en el colectivo más numeroso de
inmigrantes en nuestro país. La propuesta española salió adelante y entró en vi-
gor el 3 de agosto de 2003 con un efecto casi inmediato. En 2003 fueron recha-
zados 4.953 y en los primeros seis meses del año siguiente, la policía sólo denegó
la entrada a 23 ecuatorianos.
Hoy los Estados más relevantes a los que España no exige visado son: Ar-
gentina, Bulgaria, Corea del Sur, Costa Rica, Chile, Israel, México, Nicaragua,
El Salvador, Brasil, Bolivia y Rumania. Estas medidas coinciden muy significati-
vamente con las nacionalidades de las personas extranjeras que ahora están en
España sin autorización para residir ni posibilidad de obtenerla, ya que entran a
España sin visado (al estar exentos del visado de estancia) por lo que sólo se les
va a permitir estar 90 días como máximo.
En contra de lo que se cree esta es la forma, por los aeropuertos y las fron-
teras interiores (Francia y Portugal), mediante la cual entra la mayor parte de la
inmigración irregular. Esta política tiene graves consecuencias puesto que se desa-
rrolla en un contexto de completa arbitrariedad y nula seguridad jurídica, ya que
tanto la Ley como el Reglamento dejan a la valoración subjetiva de los funciona-
rios competentes (policía nacional) el cumplimiento o no de algunos requisitos.
Los efectos negativos se agravan si tenemos en cuenta la caótica situación
de muchos Consulados de España en los países de origen, así como la arbitrarie-
dad también en la concesión de visados de turista, ya que la legislación no exige
la justificación de las denegaciones de los mismos.
170 María Valles Ferrero > Los papeles para los papeles: importancia de la acreditación documental en la situación...
Derechos Extranjeros con autorización Extranjeros sin autorización Extranjeros sin
de residencia de residencia pasaporte en vigor y/o
empadronados y con sin empadronamiento
pasaporte en vigor
Asistencia sanitaria En las mismas condiciones En las mismas condiciones Sólo de urgencia
que los españoles/as que los españoles/as
Integridad física y moral Derecho inherente a la Pueden ser detenidos, expulsados y/o internados en unos centros
persona hasta 40 días por no contar con una autorización administrativa
Tutela judicial Derecho inherente a la Sí (tras una sentencia del Sí, pero no podrán
efectiva/asistencia jurídica persona Tribunal Constitucional por la demandar si no tienen
gratuita que declaraba inconstitucional un documento que les
negar este derecho a las identifique
personas sin papeles)
174 María Valles Ferrero > Los papeles para los papeles: importancia de la acreditación documental en la situación...
un año. La única forma de demostrar que se ha trabajado es con una Sentencia
judicial o un acta de un inspector del Ministerio de Trabajo en la que se reco-
nozca la relación laboral (esta última imposible de conseguir en la práctica pues-
to que un inspector de trabajo sólo certifica la relación laboral del día que reali-
za la inspección).
Autorización por arraigo familliar: de hijos de padre o madre que hubie-
ran sido originariamente españoles.Esta autorización es una de las novedades del
Reglamento de 2005 y en la práctica otorga una gran trascendencia a los archi-
vos teniendo en cuenta la necesidad de acreditar la ascendencia española. Se
concederá esta autorización a quienes logren acreditar que su padre o su madre
fueron originariamente españoles, aunque ya no lo sean. Así ha cobrado gran im-
portancia la consideración de los habitantes de las últimas colonias españolas, y
algunos casos de emigrantes españoles en el pasado siglo que perdieron la nacio-
nalidad al obtener la del país que les acogió. Más adelante se desarrollará este
asunto en relación al uso de los archivos por las personas extranjeras.
176 María Valles Ferrero > Los papeles para los papeles: importancia de la acreditación documental en la situación...
sus antepasados en un pueblo leonés llamado Villar de Roncesvalles. Este pueblo
no existía en ningún censo de población actual. Entró en contacto con alguien
que conocía en archivo de la Real Chancillería de Valladolid, donde consultó por
la citada población. El Villar de Roncesvalles, junto con Villagrá, forman desde
1849 la Unión de Campos, lugar que se encuentra actualmente en la ciudad de
Valladolid y cuyo municipio se creó para evitar conflictos de jurisdicción entre el
citado lugar de Villagrá y el de Villar de Roncesvalles, ya que el primero perte-
necía a Valladolid y el segundo a León estando separados por un pequeño arroyo
denominado en Villar. Gracias a esa información y acudiendo a los archivos de
la provincia de León obtuvo la certificación de que la madre de su madre fue ori-
ginariamente española. Esto permitió a su anciana madre optar por la nacionali-
dad española y que le fuera reconocida una pensión por el Gobierno español en
su calidad de hija de emigrantes.
178 María Valles Ferrero > Los papeles para los papeles: importancia de la acreditación documental en la situación...
Teniendo en cuenta el poco tiempo transcurrido, en la actualidad las per-
sonas que habitaban estos territorios, así como sus descendientes, tratan de acre-
ditar esta circunstancia a efectos de obtener bien la nacionalidad española bien
una autorización de residencia por ser hijos de españoles. Esto está provocando
un colapso en el Archivo General de la Administración (AGA) sito en Alcalá
de Henares, ya que a pesar de que en muchos casos estas personas conservan un
DNI español de la época, se les exige la partida de nacimiento.
El DNI hace presumir que su titular goza de la nacionalidad española y
quien sostenga lo contrario ha de acreditarlo. Es decir, la Administración no pue-
de exigir al ciudadano más documentación cuando dispone del único documen-
to de que disponemos la gran mayoría de los españoles para acreditar nuestra na-
cionalidad. El DNI se expide, y se expedía en la década de los sesenta con carác-
ter exclusivo a los que gozaban de la nacionalidad española. Por lo que se debe
presumir español a quien tenga expedido a su nombre tal documento.
182 Javier Sampedro García > Fuentes para el estudio de la Emigración Asturiana a América en los archivos municipales
El régimen jurídico de la emigración
Este epígrafe no persigue un análisis jurídico profundo de los textos legales que
surgieron en torno al tema, sino un repaso a los mismos; poniendo especial énfa-
sis en aquellos puntos que podían incidir de algún modo en el objeto de estudio.
Además, aunque no sean tratadas aquí de forma directa, es necesario señalar que
existían otras normativas generales o sectoriales (quintas, movimiento de la po-
blación, haciendas locales…) que pueden relacionarse con la aparición de datos
sobre la emigración en los archivos municipales.
Si bien el boom de la emigración hacia América se produjo aproximada-
mente a partir de los años ochenta del XIX, no es menos cierto que desde mediados
del siglo existía una creciente tendencia migratoria en todo el país. Es por este he-
cho que el presente trabajo comience precisamente en la década de los cincuenta,
donde tuvieron lugar las primeras disposiciones legales tendentes a regularizar el fe-
nómeno. Es en esa época cuando las autoridades comienzan a asumir una realidad
existente pero que hasta la fecha sólo se había tratado de forma somera o colateral.
El 16 de septiembre de 1853, (Gaceta de Madrid, 1853).provocada sobre
todo por la presión de los ciudadanos canarios que tenían la prohibición de emi-
grar a las “repúblicas de América del sur”, se promulga una Real Orden Circular
que ordena de manera más o menos expresa el fenómeno de la emigración. En
ella se dictan por primera vez las reglas que han de regir los embarques a Ultra-
mar, “… únicamente para las colonias españolas y para los estados de América del Sur
y de Méjico donde existan representantes (…) que puedan prestar a los emigrantes la
protección necesaria”. Entre el articulado en la Real Orden (a partir de ahora
R.O.) se establece que sólo se podrá librar pasaporte a los “Que tienen el permiso
de sus padres, tutores o maridos, los que lo necesiten por razones de edad, estado o
sexo”, lo que dará como resultado la expedición de unos permisos paternos o ma-
ritales que, como veremos, en ocasiones eran firmados ante la autoridad munici-
pal, el juez local o ante notario. Este y otros artículos de la norma se dedicaron a
regular las condiciones que habrían de cumplir los emigrantes antes de su parti-
da. La promulgación de esta R.O. supuso además la sujeción más estricta de las
condiciones, administrativas y sanitarias para las expediciones que partiesen de
los puertos insulares o peninsulares.
Al poco tiempo de su publicación se detectó que la R.O. era insuficiente
para eliminar los vicios y problemas que rodeaban el fenómeno emigratorio, por
lo que en los años sucesivos vieron la luz distintas disposiciones para reglamentar
uno u otro aspecto concreto. Entre ellas el 17 de julio de 1861 (Gaceta de Ma-
drid, 1861) el Ministerio de la Gobernación publica una R.O. debido a los pro-
blemas para cubrir los reemplazos de los últimos años “… a causa del gran número
de jóvenes de Asturias, Galicia y otros puntos de litoral que emigran, huyendo del ser-
vicio de armas…”. Esta norma en su artículo primero insta a los ayuntamientos a
la expedición de un certificado a los mozos que se hallen libres del servicio mili-
184 Javier Sampedro García > Fuentes para el estudio de la Emigración Asturiana a América en los archivos municipales
y posesiones españolas de ultramar”. De esta manera se enumeran una serie de do-
cumentos que habrían de poseer quienes estuvieren prestos al embarque: los me-
nores de 25 años licencia paterna, los varones hasta 18 años partida de nacimien-
to, los de 18 a 20 un acta extendida ante el Alcalde en la que sus padres respon-
dan de su presentación a filas, los de 20 a 40 años certificado de alcaldía de hallar-
se libres de responsabilidad de quintas, las mujeres casadas permisos de sus mari-
dos… Todos estos documentos habrían de ser visados por el alcalde o notario se-
gún el caso. No mucho tiempo después, con la pérdida de las últimas colonias ame-
ricanas, esta última parte de la R.O. de 1888 sería derogada en textos posteriores.
Si bien continuaron apareciendo disposiciones legales en los años si-
guientes, como las de 1902 y 19032, que simplificaban los procedimientos de em-
barque con la desaparición de algunos documentos eclesiásticos, judiciales y no-
tariales, no fue hasta el 1907 cuando se promulga una verdadera ley de emigra-
ción. La Ley de 21 de diciembre de 1907, publicada en la Gaceta de Madrid de
22 de diciembre del mismo año (núm. 356), reconoce en su artículo primero la
libertad para la emigración, garantizando de esta manera el derecho de todo es-
pañol a ejercerla. Para la observancia de la norma y la redacción del futuro re-
glamento que la desarrollará se crea el Consejo Superior de Emigración que se
encargaría de tutelar y estudiar todos los asuntos sobre la materia. Dependiendo
de este órgano, y con una mayor relevancia para el asunto que nos concierne, se
crean en los puertos de salida de emigrantes “que se designen” las Juntas Locales
de Emigración que, dependiendo de forma directa del Ministerio, contaban en-
tre sus vocales con un concejal representante del ayuntamiento correspondiente
y que en muchos casos tenían su sede en dependencias municipales. Los artículo
16 y 17 se encargaron de establecer los deberes de los consulados de los países des-
tino en relación a los emigrados y entre ellos se determinaba que éstos debían lle-
var un registro de los menores de 21 años, que estaban obligados a cumplir ante
los cónsules con todas las formalidades preliminares de su ingreso en el servicio
militar, teniendo los cónsules que comunicar al Ministerio de la Gobernación las
comparecencias, notificaciones u otros trámites al respecto para que éste las hi-
ciera llegar a los ayuntamientos.
En 1908, el 30 de abril, ve la luz el reglamento para la aplicación de la Ley
de Emigración (Gaceta de Madrid, 1908). En él se establecía el régimen de fun-
cionamiento del Consejo Superior de Emigración y de las Juntas Locales. Así su
articulo 48 se refiere a la elección de los representantes de la clase obrera en el
consejo, que se realizaría en el salón de actos de la casa consistorial de los ayun-
tamientos de las capitales de provincia bajo la presidencia del alcalde y que da-
ría lugar al levantamiento de un acta duplicada del resultado de la elección; re-
mitiéndose uno de los ejemplares al Gobierno Civil y quedando la otra archiva-
da en la alcaldía. Con respecto a las juntas el Ministro de la Gobernación había
de ordenar al ayuntamiento que nombrara al concejal que sería su representante.
188 Javier Sampedro García > Fuentes para el estudio de la Emigración Asturiana a América en los archivos municipales
apartado anterior las funciones encomendadas a los ayuntamientos en relación a
la administración del fenómeno migratorio son cambiantes y en la mayoría de las
ocasiones escasas e imprecisas. Esta ambigüedad motiva la aparición de un “con-
junto” documental difuso. También hemos de tener en cuenta que existen otras
fuentes a tener en cuenta y que en ocasiones, por su homogeneidad, rigurosidad
y su conservación en la mayoría de los archivos, son de mayor importancia in-
formativa. Éstas, como ya ha sido señalado, proceden de normas generales o sec-
toriales no relacionadas de forma directa con el fenómeno migratorio. A conti-
nuación se ofrece un repaso a todos estos documentos que, de una manera u otra,
dan noticia de los que salieron.
190 Javier Sampedro García > Fuentes para el estudio de la Emigración Asturiana a América en los archivos municipales
La emigración en los documentos
El fenómeno migratorio también aparece reflejado, de distinta manera, en docu-
mentos no relacionados directamente con el mismo, estos son algunos conside-
rados más relevantes.
Actas municipales.
Los libros de actas de sesiones suponen una de las fuentes más ricas para
afrontar cualquier estudio en los archivos municipales ya que en ellos se recogen
“todos” los asuntos despachados por el ayuntamiento en el cumplimiento de sus
heterogéneas atribuciones. Por ello no es infrecuente encontrar anotaciones re-
feridas a diferentes situaciones relacionadas con la emigración. Además es habi-
tual que muchos concejos que no conservan toda su documentación histórica por
uno u otro motivo sí que lo hagan con estos registros con cierta integridad. La ex-
tracción de información de estos libros puede resultar tediosa ya que su conteni-
do no está organizado de forma sistemática; lógicamente las actas que recogen es-
tán ordenadas cronológicamente lo que muchas veces obligará a bucear entre los
diferentes asuntos aparecidos en las mismas, aunque en ocasiones algunos volú-
menes tienen unas anotaciones marginales en las que se indica de forma resumi-
da lo que se está tratando, algo que facilita enormemente el trabajo. Otros docu-
mentos de naturaleza similar, como los libros de disposiciones del alcaldía o de
determinadas juntas locales conservados en algunos archivos, deberían ser toma-
dos en consideración al mismo respecto.
Correspondencia.
Otra documentación muy presente en la mayoría de los archivos es la co-
rrespondencia, que no siempre es tomada en cuenta por los investigadores debi-
do al esfuerzo que implica su examen, que además a veces no produce los frutos
deseados. Pero no hemos de olvidar que las prácticas administrativas varían mu-
cho dependiendo de las épocas y de sus responsables por lo que no es infrecuen-
te encontrar expedientes, actas y otros documentos mezclados entre papeles de
distinta procedencia y que no han sido convenientemente archivados y organi-
zados. La correspondencia suele estar ordenada también de forma cronológica por
lo que si el espacio temporal objeto de estudio no es muy amplio el esfuerzo de su
análisis puede resultar provechoso. Relacionados de alguna manera con todo esto
nos encontramos con los registros de entrada y salida de documentos en los que
se recoge de forma secuencial y cronológica un extracto de los todos los docu-
mentos que ingresan o emanan del ayuntamiento y que en ocasiones pueden ser-
virnos de orientación y referencia.
Población y estadística.
En su labor de control de la población de su territorio, al principio por mo-
tivos fiscales y más tarde por motivos sociales y estadísticos, los ayuntamientos
vienen confeccionando censos y padrones de emigración desde mucho tiempo
atrás. En algunos de ellos pueden aparecer anotaciones relacionadas con la emi-
Los otros
Bajo este epígrafe se han querido agrupar un conjunto de documentos no conte-
nidos en los dos anteriores por su carácter diferenciado.
Protocolos notariales.
No se trata de documentación municipal y su conservación suele estar li-
gada a los archivos históricos provinciales pero determinados archivos munici-
pales se encargan de su custodia, como ocurre en el caso de Llanes. Los protoco-
los pueden documentar licencias paternas de emigración, fianzas, poderes para re-
solver herencias desde la distancia o para administración de bienes, contratos,
ventas… Se trata muchas veces de una documentación única y muy valiosa, pero
con la contrapartida de que su estudio puede resultar laborioso.
192 Javier Sampedro García > Fuentes para el estudio de la Emigración Asturiana a América en los archivos municipales
Juzgados de paz.
También entre la documentación judicial podemos encontrar referencias
a la emigración en forma de licencias y actas de consentimiento paterno de em-
barque, certificados de no hallarse incurso en procesos judiciales o anotaciones
en los registros civiles.
Fundaciones, legados, donaciones…
Sería lógico también acometer estudios sobre la emigración desde el punto
de partida de los que volvieron. Los llamados indianos regresaron a sus pueblos im-
buidos muchas veces de un carácter filantrópico que les llevo a crear fundaciones y
otras figuras similares con el fin de mejorar las condiciones de vida de los mismos.
De carácter sanitario, educativo, científico o incluso laboral es corriente que fueran
administradas por los ayuntamientos que se encargaron también de custodiar la do-
cumentación generada, rica normalmente en referencias al benefactor.
Obras públicas o privadas.
Los retornados también se preocuparon de cambiar la fisonomía de sus
pueblos construyendo imponentes mansiones que daban noticia de su nueva si-
tuación o patrocinando importantes obras civiles que mejoraron la calidad de
vida de sus vecinos. Cementerios, iglesias, lavaderos, traídas de aguas, plazas, ca-
sinos, escuelas, hospitales… fueron algunos de los proyectos costeados por los
emigrantes adinerados y que dejaron en buena lógica constancia documental.
Antes de terminar este repaso es necesario hacer una alusión al proyecto
“Ancestros Inmigrantes” del Center for Family History and Genealogy de la Uni-
versidad Brigham Young, Utah (http://immigrants.byu.edu) que pretende la re-
producción, extracción y acceso a los datos de miles de documentos sobre la emi-
gración en los archivos españoles. Cientos de ellos ya han sido recogidos en los
últimos años por voluntarios que han recorrido los ayuntamientos de muchas re-
giones de España, Italia, Francia, Inglaterra… Directamente emparentado con
éste nos encontramos con el proyecto “Familysearch” (http://www.familyse-
arch.org) que recientemente ha sido noticia por sus convenios firmados con los
alcaldes de algunos pueblos de España para digitalizar todos los fondos relaciona-
dos con la emigración que luego podrán ser accesibles en red. Auspiciado por La
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, de origen mormón, está
realizando una impresionante labor de recogida y análisis de información en ar-
chivos de todo el mundo.
En definitiva. El estudio de la emigración a América en los archivos mu-
nicipales asturianos se puede comparar con un puzzle en que algunas piezas se han
descubierto aquí, pero no todas. Encajarlas queda en manos de los investigadores.
194 Javier Sampedro García > Fuentes para el estudio de la Emigración Asturiana a América en los archivos municipales
YÁÑEZ GALLARDO, C. 1993. La emigración española a América (siglos XIX y
XX). Colombres, Fundación Archivo de Indianos, 274 p.
Notas
1
Real Orden de 10 de noviembre de 1883. Gaceta de Madrid. 11 de noviembre de 1883, núm. 315 y Real
Orden Circular de 8 de mayo de 1888. Gaceta de Madrid. 9 de mayo de 1888, núm. 130.
2
Reales Órdenes de 7 de octubre de 1902 y 8 de abril de 1903.
3
La reforma más importante es el Real Decreto de 6 de julio de 1923 (Gaceta de Madrid. 11 julio 1923,
núm. 192). Este texto modifica varios artículos de la Ley y el Reglamento, entre ellos el 15 donde se de-
termina que los sirvientes que viajaban en compañía de sus amos podrían ser excluidos del carácter de emi-
grante previa presentación de un certificado del tiempo de servicio emitido por parte del Alcalde o Juez
Municipal de la localidad de donde procediera el amo.
4
Signaturas 199/2, 199/3, 199/4, 200/1 y 200/2
5
Real Orden de 12 de abril de 1929. Gaceta de Madrid. 16 de abril de 1929, núm. 106.
6
Real Orden de 29 de diciembre de 1910. Gaceta de Madrid. 30 diciembre de 1910, núm. 364.
La evaluación de los
programas informáticos
de gestión archivística
Introducción
La informatización de los archivos es una de las tareas en la que más recursos se
están invirtiendo en el momento actual. Parece evidente que el presente y el fu-
turo de la archivística está en la automatización de las tareas de gestión, y más
teniendo en cuenta el uso de la nuevas tecnologías en la creación de los docu-
mentos electrónicos, con las que buscamos poder cumplir de manera eficiente y
eficaz con los fines de servir, custodiar y conservar los documentos contenidos en
nuestros archivos.
Para garantizar el buen cumplimiento de estas tareas, es imprescindible la
elección de una o varias herramientas informáticas adecuadas, denominadas de
manera genérica herramientas GED (herramientas para la gestión electrónica de
los documentos), con las que podamos llevar a cabo las distintas tareas archivís-
ticas. Si bien el término GED en algunos entornos parece que es utilizado exclu-
sivamente para la gestión de los documentos electrónicos, confundiendo gestión
electrónica con gestión de documentos electrónicos, o sólo ocupándose de las
primeras fases del documento, aquí lo utilizaremos con un sentido más amplio y
con él nos referiremos a la gestión de aquellos documentos que han sido creados
o reunidos y conservados por cualquier persona física o jurídica en el transcurso
de sus actividades y como prueba de ellas, (es decir los documentos archivísti-
cos), sin importar el soporte o la fase del ciclo vital en la que se encuentre el do-
cumento. Estas herramientas también facilitan la gestión de otras tareas propias
198 Raquel Gómez Díaz > La evaluación de los programas informáticos de gestión archivística
Antecedentes
El trabajo que aquí presentamos no es completamente novedoso sino que hay cua-
tro trabajos que podemos considerar como antecedentes del nuestro. El más anti-
guo es una monografía publicada en Gran Bretaña (Criteria, 1983) con el objeti-
vo de ayudar a los archiveros en la elección de software. En 1995, Fournier (Four-
nier, 1995), hizo una comparación de 16 programas comercializados. Esta obra ha
tenido sucesivas actualizaciones, siendo la última del año 2003. Todos los progra-
mas analizados están en francés. En 1997, Bouthillier (Bouthillier, 1998), realizó
una investigación en Canadá para la evaluación de los programas de gestión do-
cumental. En este mismo sentido y basándose en los estudios anteriormente cita-
dos, Remei Perpinyà (Perpinya, 2000), publicó un trabajo en el año 2000.
Parámetros de evaluación
Para la evaluación del software, una “demo” es insuficiente, necesitamos conocer
en qué elementos nos debemos fijar para establecer la comparación entre progra-
mas. Por ello proponemos una serie de criterios agrupados en seis epígrafes que
nos darán una idea fiable de quién ha elaborado el programa, qué permite hacer
y el equipamiento que requiere.
Al final del artículo adjuntamos un cuestionario que se podrá utilizar tan-
to para evaluar si el software que tenemos responde a nuestras necesidades, detec-
tar posibles lagunas, así como en la ayuda para la selección de uno nuevo. En este
último caso, una vez que hayamos completado la plantilla propuesta, la compara-
ción entre las distintas aplicaciones será sencilla, lo que nos facilitará la elección.
200 Raquel Gómez Díaz > La evaluación de los programas informáticos de gestión archivística
Para la recogida de información se propone un cuestionario sencillo, la mayor
parte son preguntas cerradas ya que esto facilitará la comparación, aunque en algunos
casos será pertinente ampliar la información dando detalles sobre cómo se realizan de-
terminadas operaciones.
3. Funciones archivísticas
Este apartado está dedicado a las funcionalidades que tiene el software. Es impor-
tante conocer en la medida de las posibilidades las opciones que presenta cada apli-
cación informática. Para una mayor comprensión de las características de los pro-
gramas en la realización de cualquiera de estas funciones, remitimos a la especifi-
cación MoReq (MoReq, 2001).
Los elementos aquí recogidos convierten este apartado en el fundamental
para adoptar la decisión correcta, ya de que ella dependerá el éxito o el fracaso en
la elección. Aunque las preguntas son cerradas será necesario completar la infor-
mación añadiendo todos aquellos comentarios que estimemos oportunos, por eso
añadimos un * en los apartados en los que será necesario completar la información
6. Características complementarias
Hay una serie de características que son comunes al software y que aportan un
valor añadido a los programas que las cumplen.
La primera es el rendimiento, aunque en los tiempos de respuesta de los
programas hay que tener en cuenta la velocidad del procesador del equipo, el tipo
de conexión que tengamos, los recursos del servidor… hay una parte que depen-
de de la propia arquitectura del programa. Unido a esta característica está la es-
calabilidad que hace referencia a la capacidad de la aplicación para ir incorpo-
rando más módulos o una tecnología superior. Dentro de aquí también tenemos
que considerar el número de terminales de consulta que acepta y cómo éstos afec-
tan al rendimiento del programa.
Conviene que los sistemas sean flexibles y se puedan adaptar a las carac-
terísticas específicas de cada centro. Dentro de aquí habrá que tener en cuenta la
capacidad para diseñar y modificar las estructuras, los formatos de visualiza-
ción…. Y saber quién será el encargado de hacer estas modificaciones.
Finalmente, es importante considerar la facilidad de uso, ésta puede con-
seguirse con una buena ayuda en línea, mensajes de error significativos que indi-
quen por qué se ha producido el error y cómo salir de él. El hecho de que las in-
terfaces sean amigables e intuitivas también repercute en la facilidad de uso.
204 Raquel Gómez Díaz > La evaluación de los programas informáticos de gestión archivística
Conclusiones
La evaluación del software que tenemos en nuestro archivo o el que queremos ad-
quirir debe partir del análisis de las necesidades reales del centro que debe hacer-
se siempre partiendo de qué queremos automatizar y para qué queremos hacerlo.
La recogida de datos en un esquema puede ser una herramienta muy útil
cuando lo que pretendemos es comparar distintas aplicaciones, por eso las tablas
que aquí se han presentado pueden utilizarse sin modificaciones o como una guía
para elaborar otras.
La automatización de las tareas de gestión tiene que servir para simplificar
los procesos, por eso es importante que evaluemos bien antes de adquirir un pro-
grama nuevo.
206 Raquel Gómez Díaz > La evaluación de los programas informáticos de gestión archivística
2.2. Base de datos
Cantidad de bases de datos que se pueden
incorporar en una misma aplicación ............................................
Flexibilidad de la base de datos permitiendo
renombrar campos, modificar atributos... ............................................
Lenguaje de programación ............................................
Número de usuarios que pueden trabajar al
mismo tiempo sobre el programa ............................................
3. Funciones archivísticas
3.1. Control documental
Registro de entrada de documentos Sí No *
Registro de salida de documentos Sí No *
3.6. Descripción
Normas que utiliza ISAD (G)
ISAAR (CPF)
EAD
EAC
Otras
Incorpora ficheros de autoridad Sí No
Permite la edición automática de instrumentos
de descripción Sí Cuáles ........................
No
Permite describir documentos sueltos o la
descripción está atada a la jerarquía del fondo Sí No
Podemos asociar la descripción de un documento a Imagen
Sonido
Vídeo
* En estos campos será necesario recoger información acerca de cómo se realiza la tarea
208 Raquel Gómez Díaz > La evaluación de los programas informáticos de gestión archivística
3.8. Productos que incorpora
Tesauros Sí No
Workflow Sí No
Otros ............................................
4. Interfaz de usuario
4.1. Criterios generales
Está indicado en todo momento la
procedencia de la información Sí No
Idiomas de la interfaz Español
Catalán
Gallego
Euskera
Inglés
Otros
El formato de visualización se puede cambiar Sí No
4.2. Ayuda
Está visible el icono de ayuda en todo momento Sí No
Son claras las instrucciones de búsqueda Sí No
Los mensajes de error son significativos Sí No
Incorpora tutorial Sí No
4.3. La búsqueda
Las búsquedas son Asistidas
Avanzadas
El lenguaje de búsqueda es Natural
Controlado
Permite buscar Por fechas
Por signaturas
Por los índices
Cualquier campo
Los operadores son Booleanos
De proximidad
Otros
Es necesario estar registrado como usuario para
utilizar el sistema Sí No
210 Raquel Gómez Díaz > La evaluación de los programas informáticos de gestión archivística
5. Funciones administrativas
5.1. Seguridad del sistema
El sistema es seguro Sí No
6. Características complementarias
6.1. Rendimiento y escalabilidad
Número de terminales que acepta ............................................
Limitaciones de uso ............................................
212 Raquel Gómez Díaz > La evaluación de los programas informáticos de gestión archivística
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nicas electrónicas, informáticas y telemáticas por la Administración Ge-
neral del Estado.
Real Decreto 209/2003, de 21 de febrero, por el que se regulan los registros y las
notificaciones telemáticas, así como la utilización de medios telemáticos
para la sustitución de la aportación de certificados por los ciudadanos.
ZAPATA CÁRDENAS, Carlos Alberto. (2002) El desarrollo de proyectos de automa-
tización de archivos: cómo estructurarlos. BIBLIOS n. 13 julio-septiembre 2002.
Notas
1
Real Decreto 263/1996, de 16 de febrero, por el que se regula la utilización de técnicas electrónicas, in-
formáticas y telemáticas por la Administración General del Estado. (BOE 29-02-1996) Modificado por RD
209/2003, de 21 de febrero (B.O.E. 28/02/2003)
“El trueno del Boletín Oficial puede intimidar durante mucho tiempo,
pero si después del trueno no rompe nunca a llover, nadie comprará pa-
raguas por mucho que siga tronando...”
Tomás Ramón Fernández. La legislación española
216 Luis Hernández Olivera > La protección del patrimonio documental en el Derecho Administrativo Sancionador...
La redacción del artículo 25.1 de la Constitución: “Nadie puede ser con-
denado o sancionado por acciones u omisiones que en el momento de producir-
se no constituyan delito, falta o infracción administrativa, según la legislación vi-
gente en aquel momento”, aunque explícitamente sólo se refiera la prohibición
de la irretroactividad, ha sido interpretada por la doctrina y jurisprudencia como
la proclamación del principio1.
El Tribunal Constitucional perfiló el principio de la legalidad al conside-
rar que el mencionado artículo constitucional incorpora la regla “nullum crimen
nulla poena sine lege”, extendiéndola incluso al ordenamiento sancionador admi-
nistrativo. Según el Tribunal el principio
Estas dos garantías a las que hace referencia la sentencia reciben la deno-
minación de reserva legal y tipicidad en la terminología jurídica. Sin entrar a es-
tudiar este principio rector de la potestad sancionadora, dado que no es el obje-
to de este trabajo, haremos referencia a las características de estas figuras jurídi-
cas y a sus posibles especificidades en el ámbito archivístico.
En primer lugar, hay que señalar que la reserva legal exige la cobertura de
la potestad sancionadora administrativa por una norma de rango legal. En el
tema que nos ocupa, la punición de los daños y destrucciones de documentos, se
observa este principio, pues las infracciones y las asociadas sanciones están des-
critas en textos con categoría de ley. El único incumplimiento, de este principio,
que detectamos se produce en el ordenamiento gallego. En concreto, se trata de
una disposición, con rango de decreto, en la que se tipifican como infracciones
los incumplimientos de las obligaciones señaladas en la norma3. Al tratarse de
una norma no legislativa, sino de inferior categoría, se puede determinar que esa
potestad sancionadora administrativa no cuenta con la necesaria cobertura legal.
3. El principio de tipicidad
La regla «nullum crimen, nulla poena sine lege» comprende según la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional una doble garantía, material y formal. La vertiente
formal, conocida como exigencia de reserva legal, desarrollada en el apartado an-
terior, y la material, que se identifica como mandato de tipificación legal que exa-
minamos a continuación.
El principio de tipicidad se encuentra indisolublemente ligado al de legali-
dad, y así se contempla en el artículo 25.1 de la Constitución. Este principio se de-
fine como la imposibilidad de castigar hechos u acciones cuya sanción (o los cri-
terios para fijarla) no esté establecida en la correspondiente norma de rango legal,
en cumplimiento del principio de legalidad. Es decir, que el administrado debe sa-
ber y conocer claramente que determinadas conductas constituyen una infracción
y que esas actividades ilícitas se castigan con las sanciones que le son aplicables.
218 Luis Hernández Olivera > La protección del patrimonio documental en el Derecho Administrativo Sancionador...
La tipicidad o predeterminación normativa, al requerir que las infraccio-
nes y sanciones estén previstas con anterioridad al momento de producirse la
conducta, es una contribución a la seguridad jurídica, que ha de guiar la activi-
dad de los poderes públicos. Por un lado, porque no se va a sancionar a un admi-
nistrado por una conducta que de antemano no esté calificada de reprochable. Y,
además, porque supone una garantía jurídica frente a las instituciones públicas,
al privarlas de cualquier arbitrariedad y obligarlas a aplicar una ley donde se es-
tablezcan con gran precisión las infracciones y las sanciones5.
La primera redacción de la Ley 6/1985, de Archivos de Cataluña, olvidó
cerrar su regulación con la tipificación de las infracciones y sanciones, y, por lo
tanto, no cumplía con las exigencias materiales que impone el art. 25.1 de la
Constitución. La técnica seguida en el artículo 20, donde se preveían las sancio-
nes, al limitarse a establecer el tope máximo de ellas, no garantizaba mínima-
mente la seguridad jurídica de los administrados. La reforma de que fue objeto
este artículo, por la Ley 8/1989, de 5 de junio, de modificación de la Ley de Ar-
chivos, al tiempo que incluía la tipificación de las infracciones administrativas,
garantizaba la efectividad de las obligaciones que la Ley imponía a las adminis-
traciones públicas y a los propietarios y poseedores de archivos, y se eliminaba el
riesgo de impunidad de las conductas infractoras.
Por consiguiente, una exigencia necesaria de la tipificación es la suficien-
cia. Esto supone, que en la norma legal, se tengan que definir las infracciones y
sanciones de forma acabada y correcta, incluyendo todos los elementos de defi-
nición de los tipos, pues, de otra manera, se incumpliría la exigencia de una ver-
dadera predeterminación de comportamientos. Esta condición convierte en
inadmisibles “formulaciones tan abiertas por su amplitud, vaguedad o indefini-
ción, que la efectividad dependa de una decisión prácticamente libre y arbitraria
del intérprete y juzgador”6.
Pero, además de la definición de los ilícitos y de las sanciones, debe seña-
larse “la correspondencia necesaria entre aquellos y éstas, una correspondencia
que, como bien se comprende, puede dejar márgenes más o menos amplios, a la
discrecionalidad jurisdiccional y administrativa, pero que, en modo alguno, pue-
de quedar encomendada por entero a ella”7. La falta de conexión entre las in-
fracciones y sanciones permitiría al órgano sancionador actuar con un excesivo
arbitrio y no con el prudente y razonable que admitiría la debida especificación
normativa8.
En las normas sectoriales, la tipificación tiene dos elementos, en primer
lugar, la descripción de la infracción y, a continuación, la atribución de unas me-
didas represivas concretas, es decir, las consecuencias punitivas que corresponden
a cada una de las infracciones. La fórmula empleada para describir los tipos sur-
ge de la conjunción de dos normas: una primera que ordena o prohíbe determi-
nadas actuaciones y una segunda que advierte que el incumplimiento de lo pre-
220 Luis Hernández Olivera > La protección del patrimonio documental en el Derecho Administrativo Sancionador...
4. El principio “non bis in idem”
El principio del non bis in idem, de creación jurisprudencial, es un principio ge-
neral y común al ordenamiento sancionador, penal y administrativo, que, aunque
no aparece expresamente en la ley fundamental, ha sido constitucionalizado por
el Tribunal Constitucional al señalar que se halla implícito en el artículo 25 de
la Carta Magna donde se recogen los principios de legalidad y tipicidad de las in-
fracciones a los que está íntimamente unido9.
Tras su reconocimiento constitucional fue incorporado a la LRJA, como
uno de los que deben caracterizar el ejercicio de la potestad sancionadora de la
Administración, al establecer en el artículo 133 que “no podrán sancionarse los
hechos que hayan sido sancionados penal o administrativamente, en los casos en
que se aprecie identidad del sujeto, hecho y fundamento”.
Esta misma previsión ha sido recogida en las leyes para la defensa del pa-
trimonio documental, tanto de ámbito estatal como autonómico. Así la LPHE
contempla que la misma conducta pueda considerarse delito o infracción admi-
nistrativa al establecer que “salvo que sean constitutivos de delitos, los hechos
que a continuación se mencionan constituyen infracciones administrativas que
serán sancionadas conforme a lo dispuesto en este artículo”, de donde se des-
prende la imposibilidad de sancionar dos veces como ilícito penal y como ilícito
administrativo, pues, al utilizar la preposición salvo, no está admitiendo la acu-
mulación de penas, sino su alternancia. En el mismo sentido, la Ley de Archivos
de Madrid dispone que “se consideran infracciones administrativas al Patrimonio
Documental y Archivos de la Comunidad de Madrid las acciones u omisiones tí-
picas y culpables que, no siendo delitos o faltas, infrinjan lo dispuesto en ésta u
otras leyes concernientes a los mismos” (art. 43). Entre otras normas autonómi-
cas que recogen este principio podemos citar a la Ley de Patrimonio Histórico de
Andalucía (art. 109); Ley de Archivos de Aragón (art. 30); Ley de Patrimonio
Documental y Archivos de Canarias (art. 38); Ley de Archivos y Patrimonio Do-
cumental de Castilla y León (art. 54); Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de
Extremadura (art. 92); Ley de Patrimonio Cultural de Galicia (art. 96); Ley de
Archivos y Patrimonio Documental de La Rioja (art. 35) y Ley de Patrimonio
Cultural Vasco (art. 108).
La aplicación de la prohibición de la coexistencia de dos acciones puniti-
vas requiere, como se ha señalado, que se produzca una triple identidad de suje-
tos, hechos y fundamentos. Respecto de los sujetos activos, el presunto infractor
o sancionado debe ser el mismo en los diferentes procedimientos, independien-
temente de que lo sea de forma individual o solidaria con otros. En cuanto a los
hechos, se requiere la identidad de los constitutivos de la infracción y no la de
otros que puedan agravar o atenuar la calificación de la conducta. Por último, es
necesario que no sean idénticos el fundamento o el bien jurídico protegido por la
norma administrativa o el preservado por el tipo penal aplicable10.
222 Luis Hernández Olivera > La protección del patrimonio documental en el Derecho Administrativo Sancionador...
calificados con arreglo a dos o más preceptos de esta Ley, lo serán por aquel que
suponga mayor sanción a la infracción cometida” (art. 88.5).
“En cualquier momento del procedimiento sancionador en que los órganos com-
petentes estimen que los hechos también pudieran ser constitutivos de ilícito penal,
lo comunicarán al Ministerio Fiscal, solicitándole testimonio sobre las actuaciones
practicadas respecto de la comunicación. En estos supuestos, así como cuando los
órganos competentes tengan conocimiento de que se está desarrollando un proce-
so penal sobre los mismos hechos, solicitarán del órgano judicial comunicación so-
bre las actuaciones adoptadas. Recibida la comunicación, y si se estima que existe
identidad de sujeto, hecho y fundamento entre la infracción administrativa y la in-
fracción penal que pudiera corresponder, el órgano competente para la resolución
del procedimiento acordará su suspensión hasta que recaiga resolución judicial”.
En las leyes sectoriales se establece que, cuando las conductas puedan revestir ca-
racteres de delito o falta, las Autoridades emprenderán, ante los órganos jurisdiccionales
competentes, las acciones penales que correspondiesen por los actos delictivos en que
pudiesen incurrir los infractores16. Se trata de un precepto que, frente a lo que es norma
en las leyes de otros ámbitos, obliga a la Administración a dar traslado del hecho a la ju-
risdicción penal, pero que no le exige la suspensión del procedimiento sancionador.
224 Luis Hernández Olivera > La protección del patrimonio documental en el Derecho Administrativo Sancionador...
La prevalencia del procedimiento penal que se pretende –señala Nieto–
supone que:
5. El principio de culpabilidad
El proceso de asimilación de la culpabilidad, por parte del Derecho Administrati-
vo Sancionador ilustra perfectamente la historia de la aproximación de éste al Pe-
nal. De considerar suficiente la simple voluntariedad de la acción, hemos pasado
a las previsiones legales que integran la culpabilidad en la conceptuación de la in-
fracción y a las exigencias jurisprudenciales de dolo o culpa en sentido estricto19.
En términos de la STS, de 5 de febrero de 1999: “La culpabilidad es el reproche
que se hace a una persona por haber podido actuar de modo distinto a como re-
almente lo hizo. En otras palabras, la culpabilidad es expresión de no actuar con-
forme a Derecho”20. La culpabilidad puede entenderse de dos formas diferentes.
Puede considerarse como dolosa cuando se ha querido realizar el hecho, es decir,
cuando existe conciencia y voluntad de realizar el tipo objetivo de un delito, o
culposa, cuando el hecho ha podido preverse o evitarse, esto es, cuando hay im-
prudencia o negligencia. En el Derecho Penal, sólo son delitos o faltas, las ac-
ciones u omisiones dolosas o culposas penadas por la ley.
Frente a esta práctica, en el ámbito sancionador administrativo, tradicio-
nalmente se han impuesto las cláusulas de responsabilidad objetiva que permití-
an la imposición de las sanciones basándose en la acreditación de las conductas
228 Luis Hernández Olivera > La protección del patrimonio documental en el Derecho Administrativo Sancionador...
infractoras y su imputación a una persona determinada, con independencia de la
índole de la participación en los mismos. Desde esta perspectiva, la voluntarie-
dad de la acción o conciencia de omisión bastaba para acreditar la responsabili-
dad. Como acertadamente señala Nieto, “el sujeto tiene que querer el resultado
(voluntariedad), aunque no sea preciso que sea consciente de la malicia del mis-
mo y, aún así, lo desee (intencionalidad o culpabilidad)”(Nieto, 2002, 340).
Ahora bien, en la actualidad, se impone la teoría de la culpabilidad, a pe-
sar de que puedan permanecer algunos restos de esa doctrina de la voluntariedad.
A esta evolución, ha contribuido sustancialmente la consagración constitucional
que de este principio de culpabilidad ha realizado el Tribunal Constitucional.
Un buen ejemplo de asimilación de la doctrina penal, y en concreto del prin-
cipio de culpabilidad aparece en la Ley de Patrimonio Cultural Catalán, de 1995,
donde se determina que “Son responsables de las infracciones de esta Ley, además
de las personas que tienen la responsabilidad directa: c) Los que, de acuerdo con el
CP, tienen la consideración de autores, cómplices o encubridores” (art. 72). Unos
términos similares se fijan en las Leyes de Patrimonio Cultural de Galicia (art. 94),
Cantabria (art. 133), Comunidad Valenciana (art. 98) y del Principado de Asturias
(art. 110) y en la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias (art. 86).
En la normativa archivística y patrimonial, la culpabilidad no se requiere
explícitamente, al menos las acciones u omisiones consideradas infracciones admi-
nistrativas, no se adjetivan. Pero, esta omisión, declara el Tribunal Constitucional:
230 Luis Hernández Olivera > La protección del patrimonio documental en el Derecho Administrativo Sancionador...
6. El principio de proporcionalidad
El principio de proporcionalidad tiene, según Zorzona Pérez, una doble funcio-
nalidad. En primer lugar, como:
“puede considerarse que este principio está consagrado por otros preceptos cons-
titucionales. Especialmente los que constituyen a España como Estado de Dere-
cho y proclaman la justicia como valor superior de su ordenamiento jurídico (art.
1) y el que establece que la dignidad de la persona humana y los derechos que le
son inherentes son fundamento del orden político y de la paz social (art. 10) po-
drían invocarse como argumentos a favor de que nuestra Constitución consagre
esa idea de proporcionalidad de la pena”28.
232 Luis Hernández Olivera > La protección del patrimonio documental en el Derecho Administrativo Sancionador...
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234 Luis Hernández Olivera > La protección del patrimonio documental en el Derecho Administrativo Sancionador...
de la Administración; 4. existe autonomía de sanciones entre sí cuando se produce un supuesto de concurso
ideal de sanciones, es decir, cuando la infracción se componga de actos conexos calificables separadamente; 5.
El problema es sustantivo y no competencial: una misma autoridad no puede imponer dos sanciones por el
mismo hecho, pero tampoco podrían hacerlo dos autoridades pertenecientes a distintos organismos, si el he-
cho vulnera una ordenamiento concreto. (Carretero, 1992, 173 y 174).
13
STS de 28 de febrero de 1983 y 2 de junio de 1986.
14
STS de 20 de octubre de 1984 y STC 77/1983, de 3 de octubre (BOE 7/11/1983).
15
STC 177/1999, de 11 de octubre (BOE 18/11/1999).
16
Ley de Patrimonio Cultural de Galicia (art. 96) (DOG, 08/11/1995; BOE, 01/12/1995) y Ley de Patri-
monio Histórico y Cultural de Extremadura (art. 95) (DOE, 59, 22/05/1999).
17
La LRJA establece una relajación de las garantías legales para el personal a su servicio cuando estable-
ce: “Las disposiciones de este Título [las relativas al régimen común, al principio de legalidad] no son de
aplicación al ejercicio por las Administraciones públicas de su potestad disciplinaria respecto del personal
a su servicio y de quienes estén vinculados a ellas por una relación contractual” (art. 127.3).
18
STC 2/1981, de 30 de enero (BOE 14/02/1981). En otra STC 234/1991, de 10 de diciembre (BOE
3/01/1992), el Tribunal Constitucional reitera lo dicho y explica el interés legítimo de la Administración:
“El interés legítimo, de la Administración en su conjunto, es el de servir con objetividad los intereses ge-
nerales (art. 103.1 C.E.); el de cada uno de los entes u órganos que la integran, en particular, el de asegu-
rar el funcionamiento eficaz del servicio público que les está encomendado, de donde fácilmente se infie-
re que la conducta de los funcionarios como simples ciudadanos, al margen de su función propia, no entra
dentro del círculo de interés legítimo de la Administración y no puede ser objeto de la disciplina de ésta;
salvo, claro está, y la salvedad es decisiva, que esa conducta redunde en perjuicio del servicio, dada la na-
turaleza de éste.
La tarea propia de la policía gubernativa es, entre otras, la averiguación de los delitos y la persecución de
los delincuentes para ponerlos a disposición judicial. Que la eficacia de este servicio se vería perjudicada si
a los encargados de llevarlo a cabo se les pudiera imputar la perpetración de aquellos mismos actos que, en
interés de toda la sociedad, tienen como misión impedir, es cosa que no ofrece duda alguna, pues no cabe
disociar totalmente la Ley de las personas que han de imponer coactivamente su cumplimiento. No se tra-
ta, como a veces se ha dicho, de que los miembros de la policía estén permanentemente de servicio, sino
de que éste requiere que aquellos que lo desempeñan no incurran en aquellas conductas que ellos mismos
han de impedir o cuya sanción han de facilitar cuando son realizados por otros. La irreprochabilidad penal
de los funcionarios de la policía gubernativa es un interés legítimo de la Administración que, al sancionar
disciplinariamente a los que han sido objeto de condena penal, no infringe en consecuencia el principio
ne bis in idem”.
19
Una contribución importante relativa a la asunción del principio de culpabilidad en el Derecho Admi-
nistrativo Sancionador y sobre la importancia de este principio para el correcto ejercicio de la potestad
sancionadora de la Administración, ha sido obra de Ángeles de Palma del Teso (Palma, 1996).
20
STS de 5 de febrero de 1999.
21
STC 76/1990, de 26 de abril (BOE 30/05/1990).
22
Sobre esta cuestión, el Tribunal Constitucional ha señalado que “Este principio de culpabilidad rige tam-
bién en materia de infracciones administrativas, pues en la medida en que la sanción de dicha infracción
es una de las manifestaciones del ius puniendi del Estado resulta inadmisible en nuestro ordenamiento un
régimen de responsabilidad objetiva o sin culpa (STC 76/1990). Incluso este Tribunal ha calificado de «co-
rrecto» el principio de la responsabilidad personal por hechos propios - principio de la personalidad de la
pena o sanción- (STC 219/1988). Todo ello, sin embargo, no impide que nuestro Derecho Administrati-
vo admita la responsabilidad directa de las personas jurídicas, reconociéndoles, pues, capacidad infractora.
Esto no significa, en absoluto, que para el caso de las infracciones administrativas cometidas por personas
jurídicas se haya suprimido el elemento subjetivo de la culpa, sino, simplemente, que ese principio se ha
de aplicar necesariamente de forma distinta a como se hace respecto de las personas físicas. Esta construc-
ción distinta de la imputabilidad de la autoría de la infracción a la persona jurídica nace de la propia na-
turaleza de ficción jurídica a la que responden estos sujetos. Falta en ellos el elemento volitivo en sentido
236 Luis Hernández Olivera > La protección del patrimonio documental en el Derecho Administrativo Sancionador...
varia
PEDRO GÓMEZ GONZÁLEZ
Propuestas de
organización para archivos
eclesiásticos (1):
el cuadro de clasificación
de fondos parroquiales
de la diócesis de Ciudad Rodrigo
1. Introducción
En 2003 surge la iniciativa por parte de la Unidad de Patrimonio Documental de
la Diputación Provincial de Salamanca, de llevar a cabo la organización y difu-
sión de los archivos eclesiásticos de la provincia de Salamanca, según tiene por
competencia esta administración para todo su patrimonio histórico.
En esta demarcación geográfica están integradas las diócesis de Salaman-
ca, Ciudad Rodrigo y parte de la de Plasencia (comarca de Béjar). En conse-
cuencia, los archivos eclesiásticos incluidos en estos tres obispados, dentro de di-
cha provincia, podrían ser susceptibles de ser objeto de este proyecto. Son prefe-
rentes los parroquiales, por cuanto son instituciones ciertamente cercanas a los
municipios. Pero también podrián ser tratados los fondos de la curia diocesana,
catedralicios, de conventos, cofradías, capellanías, ... o cualquier otra institución
eclesiástica de este ámbito.
Inicialmente, se consideró que se daban las condiciones óptimas para co-
menzar los trabajos de organización, conservación y difusión de los archivos pa-
rroquiales de la diócesis de Ciudad Rodrigo1. Por ello, se firmó un convenio de
colaboración con el Obispado de Ciudad Rodrigo para hacer efectiva una pri-
mera fase, ampliable, del proyecto.
240 Pedro Gómez González > Propuestas de organización para archivos eclesiásticos...
XVIII y XIX, toda vez que sufrieron sus instituciones expropiaciones de patrimo-
nio por parte del Estado, una parte de su documentación, y no siempre la patri-
monial, quedará en manos de Delegaciones de Hacienda y Contadurías de Bie-
nes Nacionales. Desde allí acabarán pasando al recientemente inaugurado Ar-
chivo Histórico Nacional. Para el caso de las parroquias de Ciudad Rodrigo este
hecho se da para casos poco numerosos.
Ya en las décadas centrales del siglo XX se comenzará a fraguar en España
la idea de la concentración de archivos parroquiales en uno central de cada dió-
cesis. Los problemas de conservación y seguridad, añadidos a la preocupación de
la Iglesia por hacer más accesible la documentación a los estudiosos, son los cau-
santes de estas iniciativas.
La Conferencia Episcopal en 1973 y 19802 primaba la reunión de los parro-
quiales en los archivos diocesanos; lo mismo que establece el Reglamento de los
Archivos Eclesiásticos Españoles3, (de la Junta Nacional del Tesoro Documental y
Bibliográfico de la Iglesia Española, y la Asociación de Archiveros) en el año 1976.
Toda la normativa superior a nivel nacional (acuerdos Iglesia-Estado, las
disposiciones de la Conferencia Episcopal,... o el Reglamento de Archivos) sir-
ven de orientación en el desarrollo archivístico de las diócesis, si bien es cierto
que los obispos en cada una de sus diócesis tienen toda la potestad para estable-
cer lo que consideren oportuno, como en este caso, para la conservación del pa-
trimonio eclesiástico y el adecuado conocimiento de la memoria histórica de
nuestras iglesias locales.
La España de mediados del siglo XX verá comenzar el declive del mundo
rural. La diócesis de Ciudad Rodrigo, eminentemente agraria, como otras muchas
zonas castellanas, sufrirá un profundo despoblamiento. En consecuencia, el núme-
ro de fieles se verá diezmado, y algunas parroquias unidas. La escasez de vocaciones
sacerdotales dentro de la Iglesia se irá agravando al irse consumiendo el siglo. Todo
este cúmulo de situaciones críticas, que es generalizado en todo el país provoca que
los párrocos tengan que llevar varias feligresías a la vez, siendo en muchas ocasio-
nes imposible garantizar la óptima conservación de los archivos a su cargo.
La concentración tendrá como objeto el archivo histórico de cada parro-
quia, es decir la parte del mismo que tenga una antigüedad mayor de cien años.
Para el caso que nos ocupa de Ciudad Rodrigo, podemos decir que en lo que a la
reunión de sus archivos se refiere ha sido una de las diócesis pioneras, teniendo
un desarrollo muy anterior a las disposiciones antedichas. El obispo Mons. Jesús
Enciso Viana iniciará un proceso de concentración de archivos parroquiales y
conventuales sobre principios de los años cincuenta. En estos momentos se irán
reuniendo los documentos parroquiales históricos hasta la mitad del siglo XIX.
Esta información la tomamos de las actas de un Consejo Presbiteral del 15 de
mayo de 1997, y publicadas en el Boletín de la Diócesis de Ciudad Rodrigo
(mayo-junio). Será en este año, y a través de ese documento y del Decreto sobre
242 Pedro Gómez González > Propuestas de organización para archivos eclesiásticos...
ceras, patronatos, fundaciones, ... o parroquias incorporadas a una primera. La
cronología extrema de todos los fondos va de 1511, documento más antiguo, a
1925, fecha tope de reunión de fondos de la segunda campaña.
Los archivos parroquiales concentrados de toda la diócesis se encuentran
depositados, creando una de las grandes secciones del Archivo Diocesano. Este
archivo general, además custodia otro tipo de fondos, entre los que cabe citar: el
Archivo de la Curia Diocesana, Archivo Catedral, Fondos Reprográficos de Pa-
rroquias y la Sección de Conventos y Monasterios. Aparte quedaría el material
de biblioteca.
No debemos olvidar que todo el conjunto de archivos que integran el Dio-
cesano son fondos documentales de gran valor para la historia local de Ciudad
Rodrigo y buena parte de la provincia de Salamanca, máxime si se tiene en cuen-
ta que para algunas épocas, y tipos de estudios (genealógicos, de historia de la
Iglesia, demográficos, sociológicos, artísticos, etc.), pueden llegar a ser únicas
fuentes de información.
244 Pedro Gómez González > Propuestas de organización para archivos eclesiásticos...
siempre respetar el principio de procedencia en la documentación de cada insti-
tución, manteniendo ésta de forma separada, aunque sea una institución extin-
guida, siempre que ello fuera posible. Decimos esto último, porque hay casos en
los que existen documentos comunes de gestión (registros, inventarios, etc.) de
la parroquia que se ha mantenido, junto con la extinguida. La ahora iglesia ane-
ja, continúa su actividad dentro de la primera. En estos casos, los fondos tienen
que pertenecer a los de una sola parroquia, y lo lógico es que pertenezcan a la úni-
ca parroquia existente en esos momentos.
En otra circunstancia puede surgir el caso de que, por movimientos po-
blacionales, u otros, vuelva a existir la necesidad de reinstaurar una parroquia su-
primida. En este caso, los fondos (históricos o administrativos) generados por esta
parroquia cuando era tal, pertenecerán a la misma, aunque haya un periodo in-
termedio de supresión temporal de la institución. Los documentos generados
conjuntamente con la parroquia a la que estuvo unida, seguirán ligados a la co-
lación a la que durante ese tiempo dependieran.
Por último, otro problema que puede surgir para la definición de un ar-
chivo concreto se plantea en el caso de instituciones que conviven en el ámbito
parroquial. Se trata de entidades como cofradías y hermandades, capellanías, hos-
pitales, monasterios, fundaciones, etc. Para considerar la posibilidad de que una
de estas instituciones tenga fondo propio independiente de la parroquia y de otras
más o menos próximas, tendrán que cumplirse estos tres requisitos: que tengan
entidad jurídica propia, constituidas sobre una legalidad, que estén dirigidas por
unos órganos de gobierno propios y estructura administrativa determinada, y que
el volumen de la documentación tenga cierta entidad.
246 Pedro Gómez González > Propuestas de organización para archivos eclesiásticos...
El cuadro principal, que al final del presente trabajo se detalla, tiene fun-
damentalmente tres niveles de precisión, atendiendo a los posibles organismos
dentro de la institución parroquial, a las funciones genéricas o específicas, (aun-
que no es este orden) y a la materialización de las mismas en documentos. En-
tendimos que tratándose en un alto porcentaje de instituciones con archivos muy
pequeños y poca diversidad de tipos documentales, no era necesario hacer exce-
sivamente compleja su estructura organizativa, tal y como fijamos en los criterios.
Como ejemplo podemos establecer el siguiente supuesto referido a los li-
bros de régimen parroquial:
- 1. Gobierno
- 1.01 Párroco
- 1.01.10 Libros de régimen parroquial
El cuadro de fondos parroquiales en sí se compone de cuatro secciones, a
la que mentalmente se le añade una quinta con los fondos de otras instituciones
en el ámbito de la Iglesia, que en el desarrollo real de la organización se pudieran
materializar en cuadros propios, dependiendo del tipo de institución. Este primer
nivel se corresponderá con un estadio de funciones genéricas de una institución
de estas características. Las secciones consideradas son:
- Gobierno.
- Administración general.
- Administración religiosa.
- Hacienda.
- Otros fondos14.
Después, las secciones se subdividen internamente en subsecciones, aten-
diendo en este nivel a órganos de la administración parroquial que especifican
la función genérica del primer nivel. Desde aquí ya descendemos al último esta-
dio, relativo a series documentales, o también a subseries, (materialización de
funciones y procedimientos administrativos desarrollados por los diferentes ór-
ganos parroquiales). A esta altura corresponderá incluir las disintas unidades do-
cumentales que hayan generado cada una de las diversas instituciones de las
iglesias locales.
El cuadro de clasificación de fondos documentales se concreta al final del
presente proyecto. En él se incluyen datos como: dígito de clasificación (indirec-
tamente se pueden deducir los diferentes niveles de desarrollo del cuadro), título
del nivel y parte (dependiendo de la configuración del cuadro), así como algunas
matizaciones que, parcialmente aclaren algunos ulteriores desarrollos del cuadro.
La ordenación de secciones, subsecciones y series dentro del cuadro o de
su apartado, se ha realizado por orden de importancia del elemento correspon-
diente con respecto al resto de su apartado y nivel, también en este sentido, se
han atendido a parámetros de volumen, que en algunos casos incluso puede lle-
gar a coincidir con el primer criterio.
5. Conclusiones
Los archivos parroquiales son una parte fundamental de la historia local y pro-
vincial. En muchos casos pueden tener tanta trascendencia o más que muchos
fondos municipales para el conocimiento de nuestra memoria histórica. Tenemos
que tener en cuenta que no son sólo testigos de la historia de la iglesia de cada
pueblo. Esto contrasta con la escasa valoración que como el resto de archivos
eclesiásticos, se da a los parroquiales, pues carecen de recursos suficientes para po-
der ser organizados convenientemente. Es obligación moral de todos posibilitar
que se invierta esta tendencia. Entendiendo estas carencias no nos queda más que
valorar el trabajo que desde la Diputación de Salamanca se está haciendo con
respecto al fomento de los archivos eclesiásticos mirobrigenses. Que estas inicia-
tivas sirvan de ejemplo a otras instituciones.
Ha sido también nuestra intención, con la publicación de este trabajo, de-
jar constancia de la realización de un instrumento como el cuadro de clasifica-
ción de archivos parroquiales de la diócesis de Ciudad Rodrigo, para que sirva de
aportación encaminada a la creación de un cuadro de clasificación general de ar-
chivos parroquiales consensuado a escala nacional15.
Por último, en este sentido animamos desde aquí a todos los técnicos de ar-
chivos que estudian o tienen como cometido la gestión de archivos parroquiales, a
que contribuyan al desarrollo de cuadros de organización que arrojen cada vez más luz
a la tarea diaria de la organización y descripción.
250 Pedro Gómez González > Propuestas de organización para archivos eclesiásticos...
Anexo
Cuadro de clasificación de los archivos parroquiales de la diócesis de Ciudad Rodrigo
1. Gobierno
1.01. Párroco
1.01.01 Erecciones parroquiales.
1.01.02 Estatutos y normas.
1.01.03 Concordias
1.01.04 Disposiciones recibidas.
- Bulas.
- Breves.
- Rescriptos.
- Privilegios reales.
- Cédulas reales.
- Provisiones reales.
- Decretos.
- Constituciones sinodales.
- Mandatos.
- Edictos.
- Decretos episcopales.
- Licencias.
1.01.05 Disposiciones emitidas.
1.01.06 Modificaciones de parroquias.
1.01.07 Declaraciones de titularidad de parroquias.
1.01.08 Visitas pastorales.
1.01.09 Libro becerro.
1.01.10 Libros de régimen parroquial16.
2.02. Archivo
2.02.01 Cartularios.
2.02.02 Instrumentos de control.
2.02.03 Instrumentos de descripción.
2.02.04 Crónicas.
2.05. Contratación.
2.05.01 Expedientes de contratación.
2.05.01 Libros de contratos.
252 Pedro Gómez González > Propuestas de organización para archivos eclesiásticos...
2.07. Servicio jurídico
2.07.01 Procesos.
2.07.02 Informes jurídicos.
2.07.03 Imposición de censuras.
2.07.04 Poderes.
2.07.05 Sentencias, ejecutorias.
2.08. Cementerio
2.08.01 Registros.
2.08.02 Licencias de enterramiento.
3. Administración religiosa
3.01. Ministerio sacramental
3.01.01 Registro de bautismos
3.01.02 Registro matrimoniales.
3.01.03 Registro de defunciones.
3.01.04 Registro de confirmados.
3.01.05 Índices sacramentales.
3.01.06 Expedientes matrimoniales.
3.01.07 Certificados sacramentales
3.02.Culto y liturgia
3.02.01 Libros litúrgicos.
3.02.02 Obras de canto.
3.02.03 Manuales del rito, ceremoniales.
3.02.04 Libro de festividades.
4. Hacienda
4.01. Administrador, económico
4.01.01 Presupuestos.
4.01.02 Libros de cuentas parroquiales.
4.01.03 Libros de rentas.
4.01.04 Libros de cuentas de misas y aniversarios
4.01.05 Libros de cuentas de fábrica.
4.01.06 Libros de cuentas de la casa rectoral.
4.01.07 Libros de liquidaciones.
4.03. Tesorería
4.03.01 Libros de caja.
4.03.02 Libros de entrada y salida de caudales
4.03.03 Pagos.
5. Otros fondos
5.01 Cofradías y hermandades
5.01.01 Gobierno.
- Estatutos y reglamentos.
- Acuerdos.
- Concordias.
- Libros de cofradías.
254 Pedro Gómez González > Propuestas de organización para archivos eclesiásticos...
5.01.02 Secretaría.
- Libro asiento de cofrades.
- Correspondencia.
5.01.03 Administración de bienes.
- Ventas.
- Censos.
- Inventarios de propiedades.
- Cuentas.
5.03. Arciprestazgo
5.04. Hospitales
5.10. Monasterios
256 Pedro Gómez González > Propuestas de organización para archivos eclesiásticos...
Notas
1
En este proyecto han colaborado: Claudio Calles y Modesto García (descripción de fondos), los técnicos
de la Unidad de Patrimonio Documental de la Diputación salmantina, los archiveros diocesanos y Pedro
Gómez (asesoramiento –cuadro de clasificación y otros–).
2
Se trata de los acuerdos de las Asambleas Plenarias de 2 al 7 de junio de 1973 y de 24 al 29 de noviem-
bre de 1980.
3
Dentro del capítulo 1. Los archivos eclesiásticos, dedica todo un apartado a: 1.4. Concentración de ar-
chivos eclesiásticos, y en el número a: 4. Archivos parroquiales.
4
La obligación de permitir el acceso al patrimonio documental de Castilla y León, dentro del cual se en-
cuentran los documentos eclesiásticos de más de cuarenta años, queda reflejado en la Ley 6/1991 de Ar-
chivos y Patrimonio Documental de Castilla y León, dentro de su artículo 20, que dice así: “Todos los ciu-
dadanos tienen derecho a la consulta libre y gratuita de los documentos integrantes del patrimonio Docu-
mental de Castilla y León con fines de estudio e investigación o de información para la defensa de sus de-
rechos o el conocimiento de sus obligaciones, siempre que concurran las condiciones que para su consul-
ta pública establezca la presente Ley y las normas que la desarrollen”. Pero habrá ciertas restricciones para
nuestro caso concreto, entre otras la más importante, cuando exista documentación cuyo conocimiento
“pueda afectar a la seguridad de las personas físicas, a la averiguación de los delitos, a su honor, a la inti-
midad de su vida privada o familiar...” en cuyo caso si no se tiene consentimiento de los afectados no po-
drá ser consultada hasta que no haya transcurrido cincuenta años desde su fallecimiento, o, en caso con-
trario cien de la fecha de los documentos (art. 21. b.).
5
Así lo establece el ya nombrado reglamento de los Archivos Eclesiásticos Españoles de 1976, donde en
el punto 1.4.2. dice: “la concentración de todos estos archivos habrá de salvar la propiedad de las entida-
des sobre los respectivos archivos, así como la instalación individualizada de los archivos incorporados.”
6
Los procesos de organización de archivos se componen de dos etapas: la clasificación y la ordenación.
7
Para el conocimiento de la institución parroquial textos legislativos como: Códigos de Derecho Canóni-
co de 1917 y 1983 y disposiciones diversas, específicas de la Diócesis de Ciudad Rodrigo (véase Boletín
Eclesiásticos); y obras como GARCÍA Y GARCÍA, A. Historia del Derecho Canónico (I. El primer mi-
lenio). Salamanca, 1967; PARROQUIA y arciprestazgo en los archivos de la Iglesia. Santoral hispano-mo-
zárabe en España (Actas del X congreso de la Asociación de Archiveros de la iglesia en España. 12-15 sep-
tiembre 1994). Memoria Ecclesiae. Salamanca, 1996; ACTAS del Congreso de Historia de la Diócesis de
Ciudad Rodrigo. 50º de la Normalización de la Sucesión Episcopal (Ciudad Rodrigo, del 16 al 19 de no-
viembre de 2000). Ciudad Rodrigo: Diócesis, 2002; MANSILLA REOYO, Demetrio. “CIUDAD RO-
DRIGO, Diócesis de,”. En: Diccionario histórico-eclesiástico de España. Madrid, 1972. Salamanca: Vol.1,
p. 420-429; SASTRE SANTOS, Eutimio. Manual de archivos. El sistema archivístico diocesano: Archi-
vos de la curia y archivos parroquiales. Madrid: Anabad, 1999; entre otras.
8
Ténganse en cuenta para ello instrumentos como: inventarios del Archivo Diocesano Civitatense, ins-
trumentos en línea del Archivo Eclesiástico de Vizcaya, u obras como: GUÍA de los Archivos de la Igle-
sia en España. León: Asociación Española de Archiveros Eclesiásticos, 2001, tomo I y II; PROYECTO de
organización de archivos eclesiásticos aragoneses. Zaragoza: Delegación Diocesana de Patrimonio Cultural
Arzobispado, 1995; PARROQUIA y arciprestazgo en los archivos de la Iglesia... op. cit.; SÁNCHEZ PAS-
CUAL, Rafael. Guía del Archivo Diocesano de Salamanca. Salamanca: Obispado de Salamanca, 1991;
VICARIO SANTAMARÍA, Matías. Censo guía de los archivos parroquiales de la Diócesis de Burgos.
Burgos: Arzobispado, 1988; ARCHIVOS y bibliotecas eclesiásticos de Castilla y León. Valladolid: Junta
de Castilla y León, 1989; etc. Para el caso de estudios e instrumentos de otro tipo de archivos puede verse
más adelante.
9
ROSSELLÓ LLITERAS, J. “Archivos parroquiales: su organigrama”. HEVIA BALLINA, A. “Propuesta
de organigrama del archivo parroquial”. GAY MOLINS, P. “Tipología de las series documentales parro-
quiales: propuesta de cuadro de clasificación”. Todos en: PARROQUIA y arciprestazgo en los archivos de
la Iglesia. Santoral hispano-mozárabe en España (Actas del X congreso de la Asociación de Archiveros de
la iglesia en España. 12-15 septiembre 1994). Memoria Ecclesiae. Salamanca, 1996 p. 297-322;..., o PRO-
YECTO de organización de archivos eclesiásticos aragoneses. Op. cit.
258 Pedro Gómez González > Propuestas de organización para archivos eclesiásticos...
varia
FRANCISCO JOSÉ SANCHIS MORENO
262 Francisco José Sanchis Moreno > Los demasiados papeles: reflexiones de un investigador
dios, nos recibe y nos pone de manifiesto todo lo que allí podemos encontrar. Tras
el paso por estas famosas salas de ficheros o de consultas se consigue que del in-
terior del archivo salgan con cuentagotas unos cuantos legajos y libros, pero sólo
los que explícitamente pedimos, y siempre queda el presentimiento de que entre
sus muros se halla aquel documento, aquel libro que necesitamos para avanzar en
nuestra investigación y con el que no hemos dado.
Entre los documentos que nos sirven suele suceder que unos se leen con
dificultad por su estado de conservación, otros no cumplen nuestras expectativas
de información, en otros la letra del escribano es infernal… Estos intentos falli-
dos nos hacen sentir mal, pero casi compulsivamente nos invitan a pedir otra re-
mesa de privilegios, protocolos..., que muchas veces ya sabemos que no nos van
a añadir nada nuevo, pero... ¡y si no es así!. El investigador no es capaz de tener
al alcance nuevos documentos y negarse a leerlos, al menos les dará un vistazo rá-
pido. Un legajo no controlado es un posible “triunfo” dejado perder, es un frau-
de moral a nuestra investigación y a nuestros futuros lectores, porque no nos en-
gañemos investigamos para escriturar nuestros resultados, o lo que es lo mismo,
desentrañamos el pasado más lejano o más reciente mediante la lectura de muy
diversos documentos que fueron escritos en su día, para posteriormente escribir
nuestras teorías o hipótesis, las cuales de nada sirven si finalmente no son nue-
vamente leídas por terceros. El ciclo escritura-lectura se ejecuta de forma inexo-
rable y da lugar a un bucle continuo en el tiempo que parece no tener fin.
El investigador sabe que no está solo, pues la sala de investigadores se ha-
lla normalmente bastante concurrida, pero en el momento en que se le sirve la
documentación que ha pedido y comienza su trabajo de investigación se impreg-
na de una soledad absoluta, de un aislamiento necesario que le permita llevar a
cabo su experimentación de una manera íntima, pues sus ideas y sus proyectos
han de encontrar aquellos datos que las sustenten. Este aislamiento sólo se rom-
pe momentáneamente como consecuencia de alguna silla que se arrastra, de al-
gún novicio en la investigación que pregunta algo en un tono que supera al su-
surro y que evidentemente es objeto de miradas de reprensión que le aleccionan
para futuras jornadas de trabajo.
Además el estudioso es consciente de que no todos los que le rodean en la
sala deben ser considerados del mismo modo. El resto de compañeros que buce-
an en el pasado tienden a ser solidarios contigo, cuando encuentran datos y refe-
rencias que no les son de provecho y saben que pueden ayudarte. Pero la situa-
ción es bien distinta cuando los temas de búsqueda son parejos o se entrecruzan,
entonces las verdades a medias, las ocultaciones e incluso la desinformación del
“contrincante” están a la orden del día. La exacerbada competitividad y la nece-
sidad de cupos de publicaciones por parte de muchos estudiosos para mantenerse
en el Olimpo de los historiadores dan lugar aquí, como en todas partes, a actua-
ciones lamentables y a enfrentamientos inmisericordes.
264 Francisco José Sanchis Moreno > Los demasiados papeles: reflexiones de un investigador
No obstante siempre nos queda ese resquemor de que nos oculta algo, que
no nos dice todo cuanto sabe, especialmente si no somos investigadores de reco-
nocido prestigio. Esta sensación de ser tratados con diferente rasero es común a
todos los usuarios del archivo y especialmente es constatable cuando aparece en
la sala de investigadores un historiador eminente procedente de una universidad
extranjera ¡Qué bien te tratan cuando, además de famoso, eres extranjero!
En este archivo en el que sus innumerables libros, legajos, pergaminos y
papeles lo convierten en un laberinto que supera al diseñado por Dédalo, no es
posible adentrarse con garantías de triunfo si no es a través de los instrumentos
de guía que categorizan, clasifican y describen este marasmo de unidades docu-
mentales. Entre los vericuetos de este laberinto no sólo existe un Minotauro, sino
dos: la Impericia y la Impaciencia. Estos son los dos monstruos que se alimentan
de investigadores poco experimentados que se internan en sus pasadizos sin la
preparación adecuada. Exclusivamente aquellos que encarnan a un Teseo de
nuestros días lograrán atravesarlo con éxito, siempre y cuando a sus mimbres de
héroe griego añadan la inestimable ayuda de una Ariadna, ya sea esta el archive-
ro, los inventarios, la guía..., pues únicamente con sus manos y su mente nada
puede frente al laberinto con sus Minotauros.
Dejando de lado ahora las consideraciones de los demás, los investigado-
res se dividen en dos grandes grupos: el investigador profesional o first class, que
es aquel al que no afectan las dificultades que presentan los documentos, ni la au-
sencia de resultados positivos en los primeros momentos; él continúa consultan-
do más documentos sin perder su aplomo, a lo sumo procede a una progresiva re-
orientación del proyecto inicial. En cambio el investigador amateur poco a poco
ve minado su entusiasmo inicial ante cada nueva remesa de papeles y pergami-
nos que aportan nuevas decepciones y nuevos autoreproches fruto de su falta de
preparación y conocimientos para desentrañar su contenido, situarlo en su con-
texto adecuado y evaluarlo correctamente.
Todo esto conduce a la idea paradójica de que los usuarios nos afanamos
en la lectura de unos documentos que no fueron escritos para ser consultados por
nosotros, o mejor por un público en general. A diferencia de los autores de ensa-
yos, novelas, poesía… que escriben para ser leídos por el mayor número de per-
sonas posible, el autor de nuestros documentos de archivo escribe para un único
destinatario, el receptor de una carta o de un documento administrativo, o in-
cluso sólo por tener memoria de lo actuado o de lo que ha escrito, es por ejemplo
el caso de los libros registro.
Estos restos de sociedades, personas e instituciones desaparecidas que son
los documentos, nos hablan de sucesos y de hombres y mujeres del pasado en con-
versaciones entre sí, lo cual provoca en los investigadores que leen esta prueba
material de dicho trasiego de información, la sensación de estar oyendo con los
ojos, nos convierte en ese testigo invisible que se encuentra presente, o que es-
266 Francisco José Sanchis Moreno > Los demasiados papeles: reflexiones de un investigador
El investigador es consciente de que el Pasado se nos muestra en el archi-
vo, pero no siempre de forma ingenua e inocente, puesto que excluyendo a los re-
gistros públicos los archivos no aseguran la veracidad de los contenidos de los do-
cumentos individuales, simplemente dan fe de la autenticidad de los documen-
tos que guardan. Autenticidad basada en su custodia continuada entre sus fondos
y en una serie de características y elementos (tipos de papel, tintas, escritura,
marcas, sellos...). Si la información que nos muestra el documento es veraz, o por
el contrario se trata de una falsificación redactada en la época, o es un documento
que simplemente recoge una declaración falsa, etc. será una cuestión que debe-
remos resolver como estudioso a partir de nuestro conocimiento de todas estas
características y elementos que dan autenticidad al documento, mediante el co-
nocimiento de otros documentos semejantes del mismo momento y a través del
conjunto de datos sobre la persona, proceso o época que se investigue.
El tiempo en el que el investigador tomaba asiento en la sala de investi-
gadores armado exclusivamente con su carnet de investigador, unos folios, saca-
puntas y un lapicero ha pasado a la memoria colectiva de los que estamos vincu-
lados a este mundo de los archivos. Ahora el investigador que se precie, a no ser
que pertenezca al sector de los grandes dinosaurios en extinción, viene acompa-
ñado de su ordenador portátil. Este se convierte en nuestro cuaderno de labora-
torio donde anotamos nuestras observaciones en el momento de la experimenta-
ción (en nuestro caso la lectura de los documentos). Alcanza, pues, la categoría
de pieza clave del instrumental para nuestra práctica profesional. Este documen-
to que abrimos en nuestro portátil y que cumple el papel del tradicional cuader-
no de laboratorio no hay que olvidar que tiene un carácter íntimo, privado, ya
que en él volcamos datos, observaciones, impresiones, llamadas a tareas que de-
berán ser realizadas en un futuro próximo… En él encontraremos las sensaciones
vinculadas al proceso investigador puesto que de alguna forma quedan reflejados,
ya sea en el lenguaje empleado, en el mimo que se da a la mise en page…, el en-
tusiasmo de los descubrimientos, las decepciones por la falta de datos, o la rutina
de determinadas fases de la búsqueda. Este documento-cuaderno de laboratorio
es la cantera donde se hallan los datos y las informaciones en estado bruto, por
ello precisan de una reelaboración, de una compilación, de un reagrupamiento,
procesamiento y redacción que los conviertan en documentos públicos, es decir,
en artículos o libros.
Esto no deja de ser curioso, puesto que si bien es cierto que el ordenador ha
sustituido al papel, también lo es que lo que finalmente queda de nuestra investi-
gación se imprimirá normalmente sobre soporte papel y que todas las fases ante-
riores de escrituración de nuestra tesis, que se han realizado sobre soportes digita-
les, se pierden por reescrituración o quedan en el ámbito privado del autor. No
obstante la implacable evolución tecnológica hace cada vez más frecuente que
esta versión definitiva aparezca también o exclusivamente en formato electrónico.
270 Francisco José Sanchis Moreno > Los demasiados papeles: reflexiones de un investigador
Como historiador no puedo dejar de pensar que los documentos digitales
invitan a la pérdida de una fuente informativa de gran valor, las tachaduras. Digo
invitan porque todos sabemos que permiten guardar versiones consecutivas de los
documentos, pero también somos conscientes que más allá de la necesaria copia
de seguridad que por razones de supervivencia investigadora uno realiza cada
cierto tiempo, la práctica hace que no se guarden de forma separada versiones de
un mismo documento, sino que se reescriban. Estas tachaduras que quedaban
siempre visibles cuando los procesos de investigación eran manuscritos pueden
ser de dos tipos: las que denotan un error de transcripción de una palabra o cifra
y que obviamente son las menos importantes, y las que se hallan vinculadas al
proceso intelectual. Estas nos hablan de lo que hemos pensado al leer este o aquel
documento, de las conexiones iniciales que se han producido en nuestro interior
y que posteriormente, a veces casi inmediatamente, hemos descartado, de las re-
elaboraciones de las frases en posteriores relecturas del texto inicial...
Los investigadores vemos como en el archivo el paso del tiempo no con-
vierte en obsoletos a los documentos, muy al contrario, el fluir del tiempo les au-
menta su valor y paralelamente modifica a su usuario. Poco a poco dejan de ser
consultados por los productores o receptores originales, para pasar a ser leídos por
esos buceadores del pasado ávidos de datos sobre una persona o campo del cono-
cimiento, que son los historiadores profesionales o de vocación. En unos casos
encontramos historias tristes que nos hablan de injusticias, crímenes…, que
como ya he señalado a medida que son leídas por nosotros se recrean de alguna
manera en nuestra mente, en otros lo hallado nos transporta a relaciones amoro-
sas, intelectuales…, y finalmente otros nos muestran datos “asépticos”, tales
como compra-ventas, solicitudes… Los investigadores sabemos de la importan-
cia de estos datos asépticos que unas veces permiten situar a un personaje en un
momento o lugar, o que junto a otros similares hacen posible trazar un perfil de
la persona investigada, etc.
Sin duda, otro de los grandes misterios y a la vez de los grandes atractivos
del documento es que el conocimiento se consigue no sólo de la información que
encierran las palabras escritas en ellos, tanto las escogidas como las desechadas,
o de lo que se deja entrever aunque expresamente no se señale, sino que también
los trazos que conforman las palabras y los signos que se inscriben en los mismos
nos hablan de las personas que los escribieron. Por ellos sabemos su formación
gráfica e intelectual, su edad aproximada, si padecen dolencias que afectan a su
capacidad escrituraria... Toda esta riqueza informacional está en peligro de ex-
tinción paradójicamente en la Sociedad de la Información, que superó el primer
estadio del documento impersonal que supuso ya en su día la mecanización, para
basarse en cuestiones como la necesidad de normalización documental y la firma
electrónica. Nuestros actuales documentos administrativos, y en buena medida
muchos de los privados, no hablan ya de nosotros más allá de lo que nosotros de-
272 Francisco José Sanchis Moreno > Los demasiados papeles: reflexiones de un investigador
y como verdaderos embaucadores tratamos de disimular la falta de argumentos
que la sostienen mediante la utilización de exagerados párrafos de citas y biblio-
grafía que de hecho no sustentan lo que pretendemos dar como cierto, sino que
hablan del contexto histórico en el que se enmarca el suceso o la temática del estudio.
Cuando la proximidad temporal y/o las circunstancias históricas han per-
mitido la conservación de multitud de documentos, también nos acordamos del
argelino Ibn Jaldún, que en el siglo XIV dijo “Los demasiados libros sobre un
tema hacen difícil estudiarlo”, que nosotros trasladamos a “los demasiados docu-
mentos sobre un tema hacen difícil estudiarlo”. Si a esto se añade que la huma-
nidad publica un libro cada medio minuto, nuestra capacidad de estar al día y do-
minar un tema es cada vez más ilusoria, pues como bien dice Gracián “Es mucho
el saber y poco el vivir”. Aceptando esta ignorancia, a la que podemos calificar
de sabia cuando intentamos una adecuada formación para escudriñar el pasado
con conocimiento de causa, no debemos sumergirnos en la melancolía, puesto
que nuestros microéxitos nos recompensan y el anhelo satisfecho de poder desli-
zar nuestra ávida mirada sobre el documento tantas y tantas veces deseado y fi-
nalmente encontrado, sólo puede ser entendido en su justa medida por aquel que
padece, como yo, este “mal” de la investigación del pasado.
Otra cuestión a tener muy en cuenta es el objeto final de esta investiga-
ción histórica. Es esperanzador el hecho de que se haya superado el concepto de
Patrimonio Histórico-Artístico, porque parece innegable que lleva vinculada una
valoración estética, o de documentos de gran relevancia por su contenido, en fa-
vor del de Patrimonio Cultural, puesto que la inmensa mayoría de los objetos que
integran el patrimonio tienen muy poco de “bonitos”, especialmente los que po-
demos encontrar en el archivo. Pero el Pasado es algo más que el Patrimonio, este
no deja de ser una reunión de cosas u objetos inertes, mientras que el Pasado in-
tegra estos objetos dentro de un conjunto de gentes y vinculaciones de todo tipo
que derivan en la actualidad, en nuestro hoy cotidiano. El Pasado no existe sin
investigación e interpretación, los objetos, los documentos… no son por sí mis-
mos el Pasado, aunque procedan de él.
La pregunta que vienen haciéndose los historiadores desde hace mucho
tiempo es doble ¿qué investigamos realmente y para qué?. Muchos argumentan
que el objeto de nuestro estudio es fijar una memoria colectiva de nuestra socie-
dad. Esto la verdad parece fácilmente abierto a manipulaciones ideológicas y por
tanto presenta un gran peligro científicamente hablando. Si nuestra finalidad es
documentar el Pasado para comprenderlo en sí mismo, creo que nos quedamos en
el primer estadio de nuestra misión. El punto final debe ser no tanto conocer las
sociedades del pasado más remoto o más próximo, puesto que fácilmente podría
argumentarse que estas son nuestra misma sociedad en un estadio evolutivo an-
terior, y por ello lo que debiera primar en nuestra investigación es llegar a las ac-
titudes, a los hombres, a los sucesos y a los procesos que han hecho evolucionar
Notas
1
La idea inicial y el título de estas líneas nace tras la lectura del ensayo de Gabriel Zaid Los demasiados li-
bros.
274 Francisco José Sanchis Moreno > Los demasiados papeles: reflexiones de un investigador
bibliographia
VÍCTOR M. BELLO JIMÉNEZ
El Archivo,
¿un servicio público?
Congreso de Archivos en Canarias:
Libro de actas. Las Palmas de Gran Canaria:
Anroart ediciones, 2006, 701 p.
ISBN-13: 978-84-96577-70-1
Resúmenes analíticos
Analytic summaries
9 788461 148141
9 TABULA
2006