Informacion para Expo de CC - SS

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Un crédito

es un préstamo de dinero  que se da a una persona con el compromiso de que esta devuelva el  valor recibido, sumado
a un porcentaje de intereses a pagaren un  tiempo determinado, el cual se define entre el acreedor y el deudor. En 
este caso, el acreedor es la persona o empresa que presta el dinero y  tiene el derecho a cobrarlo. Y el deudor es aquel
individuo u  organización que debe el monto de dinero prestado (más los intereses)  y está en la obligación de pagarlo.
Tanto empresas como personas solicitan un crédito por múltiples  razones, bien sea para comprar vivienda, adquirir un
vehículo, pagar  estudios, cubrirla nómina de los empleados, invertir en otros negocios,  entre muchas otras
posibilidades. Sea cual sea el motivo por el cual  deseas adquirir un crédito, es clave que conozcas cuáles son las 
condiciones del crédito y sobre todo es muy importante que sepas tu  capacidad de pago y de endeudamiento.

Aquí te contamos cuáles son  los aspectos principales que debes tener en cuenta:

1. Tasa interés: es el costo que cobran las entidades bancarias sobre el monto financiado y que deberás
pagar en cada una de las cuotas que realices.

2. Plazo a pagar: este es el tiempo en el que te comprometes como deudor a realizar el pago total del
crédito, incluyendo capital más intereses y seguros.

3. Cuotas: es el valor periódico (mensual o trimestral) que debes pagar por el plazo acordado.

4. Garantías: Es un soporte que respalda la obligación que adquieres con la entidad financiera al momento
de otorgarte el crédito.

Tipos de Créditos
Los créditos pueden clasificarse en función a distintos criterios, por ejemplo, en base a su duración, pueden ser de
corto plazo o de menos de un año, de mediano plazo si duran entre uno y cinco años, o de largo plazo si son a más de
5 años. Cabe aclarar que los plazos mencionados son referenciales.

Asimismo, los créditos, de acuerdo con su tipo de respaldo, pueden ser: quirografarios, si no tienen una garantía
específica (tan solo la declaración de un aval); o prendarios, cuando el deudor entrega un bien en garantía.

Otra forma de clasificar a los créditos es en función de su finalidad. Así, puede tratarse de: créditos personales, cuando
financian una necesidad específica en un momento determinado, como un viaje; créditos al consumo, cuando se
destinan a adquirir un bien de larga duración como un artefacto electrónico; créditos de estudios, cuando financian
estudios universitarios o de posgrado; créditos para empresas, cuando buscan cubrir la necesidad de una compañía en
su actividad empresarial; o hipotecas, cuando el objetivo es financiar la adquisición de un bien inmueble.

Origen de los créditos


El origen de los créditos data de alrededor del 3.000 AC. Se tiene evidencia, según distintas fuentes revisadas, que este
tipo de operaciones se dieron en Mesopotamia.

Asimismo, existieron operaciones de crédito en la antigua Grecia y Roma. Los romanos llegaron a establecer leyes,
tanto para regular los intereses como para castigar el impago de las deudas.
Principales diferencias entre un crédito y un préstamo
Una de las consultas y dudas más recurrentes, suele ser la diferencia entre crédito y préstamo. Aunque se suelen
tratar como lo mismo, no lo son. De hecho, aunque tienen muchas cosas en común, conocer las diferencias puede
hacernos aprovechar el dinero de una forma mucho más eficiente.

En términos generales, el préstamo es en forma mucho más acotado que el crédito, el cual es más flexible. Digamos
que el préstamo se concede todo de una vez, el crédito es dinero disponible el cual podemos utilizar o no. A través de
este enlace, puede acceder a las diferencias de forma detallada con ejemplo incluido

EL INTERES
Cuando se solicita un dinero al banco o se contrata un producto financiero hay que tener en cuenta que, a la hora de
devolver el capital o de recuperar lo invertido, se añade una cantidad extra. Es lo que se denomina interés. Conocer
este concepto es fundamental para mantener una buena salud financiera y no llevarse sorpresas a la hora de cumplir
con las obligaciones contraídas o valorar la rentabilidad de una inversión.

Tipo de interés fijo:


Se trata del interés que, “se mantendrá igual durante todo el plazo del préstamo y no dependerá de otros factores”,
expone Eduardo Guevara. Es decir, es un porcentaje que se mantiene inalterable independientemente del
comportamiento de los mercados. Su gran ventaja es que permite al usuario conocer de antemano el dinero que hay
que destinar para satisfacerlo, por lo que es difícil que se lleve sorpresas de última hora.

Tipo de interés variable:


El valor establecido puede tener variaciones durante el tiempo de vida que dure la operación financiera.  “Se calcula
con base en otra tasa distinta como, por ejemplo, la tasa de inflación del mes de pago de la cuota, la tasa fijada por un
banco central o un índice de referencia como el Euribor, que calcula el promedio de tasas de interés con el que
prestan los bancos europeos”, enumera Guevara.

En estos casos, el cliente no sabe el importe de interés que va a tener que pagar en un periodo determinado ni el valor
total de la operación financiera.

Si ha llegado el momento de solicitar una cantidad de dinero a una entidad financiera, conviene tener en cuenta  cómo
afectarán los intereses al coste total del producto que se va a contratar. Estos son los casos más comunes.

¿Cómo se calcula la tasa de interés?


Una tasa de interés se calcula en porcentajes, es común que se aplique de manera formal mensual o anual. Es decir,
que el interés permite que una persona que quiere generar ingresos a partir de sus ahorros, tiene la opción de
depositarlos en una cuenta en el banco, con el paso de los meses éste le dará una ganancia mensual calculada en
relación con el monto de dinero invertido y el periodo en el cual se comprometa a dejar ese monto en un plazo
determinado, por ejemplo.

Además de la tasa de interés, es indispensable evaluar otras formas de financiación que puedan generar beneficios a
largo plazo como las tarjetas de crédito empresariales
EL CONSUMO
Existen bienes y servicios que se agotan al momento de consumirse, como los alimentos, mientras que hay otros que
solamente se transforman, por ejemplo, un viaje en avión.

En el sistema capitalista actual el consumo representa una actividad cíclica, puesto que el hombre produce para
consumir, y este consumo genera más producción. Con el consumo se busca satisfacer no solo las necesidades
presentes, sino también las necesidades futuras.

Citando al sociólogo norteamericano Jeremy Rifkin, el incremento exponencial del consumo se produjo en la década
de 1920 para “aliviar la sobreproducción en Estados Unidos, motivada por el aumento en la productividad y la bajada
de la demanda por la existencia de un alto número de desempleados debido a los cambios tecnológicos que se
estaban produciendo”.

El problema con el consumo


Desde el punto de vista de la economía sustentable, el gran problema del consumo radica en que gran parte de la
población mundial no produce, pero sí consume.

Por lo tanto, cada vez se hace más necesario crear un sistema que normalice esta situación y que ayude a cada
consumidor a adjudicarle algún tipo de rol productivo por pequeño que éste sea, para mantener en correcto
funcionamiento al planeta.

En la economía, el consumo es la fase final del proceso económico, principalmente del proceso productivo, que es el
momento en que un bien causa alguna utilidad a la persona consumidora. Existen bienes y servicios que son
directamente destruidos mediante la acción del consumo, mientras que en otros casos lo que sucede con estos es que
su consumo solo consiste en una transformación parcial.

En definitiva lo que se comprende como consumo es la adquisición de bienes y servicios por un sujeto económico, este
puede ser una persona en particular, organización, empresa, cualquier agente que tenga la capacidad de
interrelacionarse en el mercado.

La satisfacción de necesidades puede hacer referencia a necesidades presentes o futuras, este es el fin último del
consumo de un bien o servicio. Las personas consumidoras generan demanda con respecto a la producción o
mercancía que se desea.

Por otro lado, el rol del consumidor en el mercado, en las interacciones mercantiles y capitalistas es del de ajustar sus
beneficios según la disponibilidad de bienes y satisfacciones que puede ahorrarse, que son las penas y fatigas que
implica el trabajo para la realización de un bien determinado. Al consumir, la persona que adquiere éste bien se ahorra
el trabajo de realizarlo por sus propios medios, evitando todos los esfuerzos que fueron necesarios para su fabricación.

Según la macroeconomía, al consumo se lo puede dividir en dos grandes grupos:

 Consumo privado. Es el valor del conjunto de todas las compras de bienes y servicios que fueron realizadas por las
distintas familias, las instituciones privadas o empresas privadas. Se trata de un cálculo que contabiliza a las
remuneraciones recibidas por los asalariados y a la producción de bienes de autoconsumo.

 Consumo público. A diferencia con el anterior éste comprende al valor de todos los gastos realizados por
el gobierno nacional mediante sus diferentes ministerios y gobernaciones públicas en el desempeño de sus funciones
y objetivos. Los proyectos de planificación de infraestructura representan gran parte del gasto público, además se
comprende aquí el gasto invertido en hospitales, escuelas, y demás instituciones públicas.

También podría gustarte