Corriente Galvanica
Corriente Galvanica
Corriente Galvanica
Principios de la corrosión
La corrosión galvánica, es la que tiene lugar en los metales cuando éstos están
rodeados de un medio conductor de la corriente llamado electrolito, que en el
caso de las embarcaciones suele ser el agua, la cual es capaz de conducir dicha
corriente a determinadas zonas de un mismo o incluso de distintos metales.
Estos metales, se encuentran unidos eléctricamente entre sí, apareciendo
zonas de distinto potencial eléctrico: ánodos y cátodos, que provocan su
corrosión.
La corriente fluye del ánodo - que se degrada y pierde masa a través de los
iones del electrolito (agua) - al cátodo, en el cual el metal que recibe la
corriente (el que actúa de cátodo) se protege.
La capa de oxido que se forma aísla al acero del casco que queda debajo,
deteniendo el proceso químico de oxidación hasta que no se vuelva a poner
el acero limpio en contacto de nuevo con el oxígeno. El problema es que el
óxido de hierro se desprende y disuelve fácilmente lo cual deja al descubierto
el nuevo acero para continuar con el proceso destructivo.
Como la oxidación se produce en agua salada o ambiente húmedo, la
reacción es mucho más virulenta al producirse un efecto electroquímico. Y
todavía puede ser peor debido a las corrientes eléctricas en el casco,
producidas por efectos de fricción del movimiento del barco, o por la
utilización de metales diferentes, que actúan entre sí como si se tratara de
una verdadera pila eléctrica.
La corrosión electroquímica
La corrosión galvánica
Corrosión electrolítica
La protección
Los dos metales más usados para los elementos del acastillaje son
el aluminio y acero inoxidable. Existen dos calidades diferentes
llamadas Inox-304 e Inox-316. La Calidad 316 es adecuada para
ejes propulsores y elementos que estarán expuestos al agua
marina de forma permanente.