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Caminos como objeto arqueológico

Los caminos han significado en toda sociedad humana la manera y al mismo tiempo
el lugar en el que se ha podido establecer intercambio de mercancías, productos,
conocimientos y más importante aún el intercambio genético. El camino es la vía
por la que se superó las limitaciones por condiciones naturales, pero su gran
importancia radica en que, es en los caminos y no solo a través de estos se pudo
hacer intercambio de experiencias culturales, de técnicas, de habilidades; es por el
camino y en el camino que se encontró a la otra comunidad, la otra región, las otras
formas de vivir, fue por los caminos que se pudo establecer intercambios
comerciales; con los caminos fue posible establecer lazos a través de la familia o
los proyectos políticos sea por el concordato o por la fuerza misma, gracias al
camino se puede entender de alguna manera que -los [humanos] no hacen las
cosas según la naturaleza sino según la cultura, según lo que aprenden y crean
Para la arqueología el interés sobre los caminos parte de varias perspectivas; i) el
camino como vestigio que persiste y que es identificable debido al gran esfuerzo
que llevó a cabo su construcción, ii) la forma en la que cambió y afectó el entorno,
iii) de qué forma acontecen fenómenos culturales y naturales y iv) los procesos
sociales, económicos que se desarrollaron y desenvolvieron gracias a él y como el
camino junto a sus registros históricos nos da cuenta de estos procesos. Atendiendo
a estas perspectivas podemos entender que la importancia de los caminos deriva
de cuatro posibles acepciones: su carga simbólica como avance de la cultura frente
a la naturaleza, también simboliza el avance civilizador frente a la noción de
incomunicación y atraso, es a través de los caminos que llega el progreso como
intercambios con nuevas materias, elementos e ideas y al mismo tiempo su
abandono implica decadencia, además cómo su construcción genera una
transformación del entorno y con ello una construcción o cambio de la noción de
paisaje.
las comunicaciones entre las diferentes subregiones del país tenían poca
importancia en la formación de redes amplias de intercambio económico. Quiero
enfatizar aquí el caso de los muiscas y su supuesta relación con grupos muy
alejados con respecto a sociedades complejas del Perú y del Pacífico, en Colombia
prehispánica fuertes diferencias de medio ambiente resultaron en contrastes en
sistemas productivos, no en el desarrollo de simbiosis entre regiones muy
apartadas. Los cacicazgos colombianos tendieron a ser unidades de producción de
comida autosuficientes. Eventualmente se puede documentar que el intercambio de
materias primas por objetos elaborados alcanzó cierta importancia en algunas
regiones del país [...] sin embargo aún en este caso, el tamaño de los circuitos de
intercambio fue más reducido de lo que usualmente se piensa.
Caminos “reales”definición y problemática
La denominación de “camino real” ha sido la acepción usada desde el momento del
asentamiento y conquista española, así cómo por la de la historiografía y los estudios
arqueológicos para denominar la extensa red de caminos interandinos, de las llanuras y los
altiplanos existentes a lo largo de américa central y sudamérica. Sosteniendo que el “atraso”
de estas “áreas intermedias” impedía un desarrollo vial importante, esto implica considerar
la región como aislada y periférica, además está comparación se hace con relación a
centros de importancia política y económica como Teotihuacan o Cuzco, sosteniendo que
la intrincada geografía andina y el supuesto atraso no civilizado de estas comunidades
impidieron el desarrollo de caminos adecuados o de relevancia, que a su vez implicaba el
mal estado de los pocos caminos existentes; usando como puntos referenciales las grandes
construcciones monumentales, refiriéndose así de manera difusionista a los espacio
ocupado por aztecas, mayas e incas como una una «América Nuclear» y al resto de
América “área intermedia” cómo gentes en el estadio de salvajismo, carentes de lo
necesario para hacer tales obras de ingeniería.

Una de las problemáticas en la denominación de los caminos prehispánicos o “caminos


de indios” es que no se han dedicado esfuerzos constantes y sistemáticos a pensarse eso
que pudiera haber sido la red vial prehispánica, -aunque la evidencia documental y
arqueológica señala una amplia circulación de bienes y mercancías, en distancias que
implican la existencia física de caminos de tierra y agua, y el reconocimiento de territorios
y relaciones, hasta el momento no consideradas por los estudiosos de la región-(Páez, 2007
pag 5).

Se afirma, desde varios autores y estudios que el mal estado de los caminos hizo muy
difícil, cuando no imposible, el tráfico fluido y corriente de mercancías y animales en el “área
intermedia”; esto implicó el uso extendido aunque prohibido por la misma corona española
de la utilización de seres humanos como animales de carga. Desafortunadamente la
arqueología y la historia han trabajado por separado y ninguno de los temas aquí
mencionados ni ha sido explorado sistemáticamente, una excepción a esta regla es la
revisión del trabajo de Botero Páez, sobre los caminos de Antioquia, -la cual permitió
evidenciar que el accionar español sobre los caminos en Colombia, estuvo determinado por
la existencia de la red vial prehispánica, la cual no solo atravesaba y comunicaba todos los
rincones y nichos de interés para el establecimiento humano, alcanzando grandes
distancias, sino que estaba tan sólidamente construida, que el mayor esfuerzo de los
colonizadores se debió concentrar en su destrucción, se debió picar —literalmente— para
permitir el paso de mulas y caballos-(Páez, 2007 pag 7).

Esto implica analizar las razones porque en el territorio colombiano no se hicieron caminos
para animales de carga o artilugios que tuvieran ruedas ,aun así, sí se reconoce que los
indígenas tuvieron caminos, la idea que se da de estos caminos es para demostrar que
eran «cortos» o de poca importancia.
Caminos de la conquista

Recibieron el nombre de caminos reales en la época de la Colonia, porque por


ellos se desplazaban los altos dignatarios de la corona. Con la llegada de la
República, los municipios comenzaron a preocuparse por la construcción y el
mantenimiento de los caminos para facilitar su comunicación con otras poblaciones
en términos de intercambio de producción agrícola. Muchos de ellos fueron hechos
carreras con la llegada del siglo XX. Otros, sin embargo, se quedaron anclados en
el olvido, entre bosques de niebla, vegetación primitiva y legendarios escenarios.
Los que hoy se conservan están en las partes más empinadas de la zona andina,
debido a que realizar reparaciones o remodelaciones en ellos era más costoso,
mientras que los que se encontraban en las zonas planas fueron convertidos en
vías carreteables. Hoy, cerca de 18.000 kilómetros de caminos reales se extienden
por todo el país. Muchos de ellos, fenecieron con el siglo; otros se conservan
intactos. Los departamentos de Cundinamarca, Santander y Boyacá, cuentan con
un mayor número de caminos de piedra o reales, por tener una mayoría en
kilómetros de su superficie en la zona andina y por estar ligado en el siglo XIX al
comercio exterior.
A la llegada de los españoles encontraron una América, aunque no incomunicada
entre sus diferentes pueblos si poco aglutinada y con una variedad étnica y
lingüística desbordante. -En contraste los españoles imponen un idioma común
desde México hasta Chile que permite entenderse a todos los pueblos. Construyen
además caminos que vienen a llamarse caminos reales. -la conquista española se
alzó sobre el esquema de intrincados caminos indígena. Entre otras razones porque
hubo de común el que en España , el imperio inca, los aztecas y los chibchas fueron
reinos de tierra adentro y no marítimos,
Un camino real español es diferente del camino de los indios porque en él van a
transitar, además de los hombres, los caballos, los bueyes, las mulas y los indios
cargueros. Los españoles traen el uso de la rueda de forma práctica para el
transporte y la ingeniería (lo que no implica que los pueblos amerindios no
conocieran la lógica, la física y el simbolismo asociado a esta), pero el camino real
no va a ser transitable por caretas sino mucho tiempo después. -Los caminos reales
más importantes serán de herradura y llegar a un puente de arcos romanos. Los
primeros caminos reales se parecen más a los de los incas, lo mismo que los
primeros.(Arciniegas, 1995) se dará un ejemplo de lo que dicen las crónicas de
adelantados y lo realizado por historiadores.
A un lado de Bacatá, Gonzalo Jiménez de Quesada fundó una ciudad el 6 de agosto
de 1538, la primera del país que entonces se llamó Nuevo Reino de Granadas, ()Los
primeros caminos del Cundinamarca aborigen los abrió Jiménez de Quesada, de
norte al centro del país, desde el valle de la laguna de Fúquene y el pueblo chibcha
de Guachetá a Lenguazaque, Suesca, Nemocón, Busongote, Chía y Funza; luego,
de aquí a Hunza y Sogamoso, y de regreso a Suesca, de este pueblo al valle de los
Sutagaos y valle de Neiva; bién Sebastián de Belalcázar, del suroeste al centro, de
Guataquí a Tibacuy y Bosa yola recién fundada Santafé; y finalmente por Nicolás
de Federman, de los llanos de San Juan a la cordillera de Fosca, a pasar y salir del
páramo, para volver por el norte a Santafé. Se agregan como rutas de expansión o
de penetración a los contornos del Nuevo Reino de Granada, -Los caminos fueron
el principio de Colombia; abriendo caminos se fue descubriendo el país, fundando
ciudades y con ellas formándose la nación. Son lo primero más importante de
nuestra historia después del descubrimiento de las nuevas costas

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