La región de Moxos en el departamento de Beni, Bolivia tuvo una rica cultura precolombina, como lo demuestran los hallazgos arqueológicos. Las sociedades que habitaron esta región desarrollaron una alta tecnología hidráulica para dominar el ambiente tropical, construyendo canales, diques y terraplenes. Vivían en asentamientos ubicados en lomas artificiales comunicadas por canales, lo que permitió una dinámica actividad social. Se cree que estas culturas estaban organizadas bajo un sistema te
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La región de Moxos en el departamento de Beni, Bolivia tuvo una rica cultura precolombina, como lo demuestran los hallazgos arqueológicos. Las sociedades que habitaron esta región desarrollaron una alta tecnología hidráulica para dominar el ambiente tropical, construyendo canales, diques y terraplenes. Vivían en asentamientos ubicados en lomas artificiales comunicadas por canales, lo que permitió una dinámica actividad social. Se cree que estas culturas estaban organizadas bajo un sistema te
La región de Moxos en el departamento de Beni, Bolivia tuvo una rica cultura precolombina, como lo demuestran los hallazgos arqueológicos. Las sociedades que habitaron esta región desarrollaron una alta tecnología hidráulica para dominar el ambiente tropical, construyendo canales, diques y terraplenes. Vivían en asentamientos ubicados en lomas artificiales comunicadas por canales, lo que permitió una dinámica actividad social. Se cree que estas culturas estaban organizadas bajo un sistema te
La región de Moxos en el departamento de Beni, Bolivia tuvo una rica cultura precolombina, como lo demuestran los hallazgos arqueológicos. Las sociedades que habitaron esta región desarrollaron una alta tecnología hidráulica para dominar el ambiente tropical, construyendo canales, diques y terraplenes. Vivían en asentamientos ubicados en lomas artificiales comunicadas por canales, lo que permitió una dinámica actividad social. Se cree que estas culturas estaban organizadas bajo un sistema te
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Moxos: Un esplendoroso pasado
Ricardo Céspedes Paz (Los bolivianos en el Tiempo)
Al desentrañar el pasado prehispánico boliviano se observan grandes culturas que se desarrollaron en las regiones tropicales y de las cuales debemos conocer más. Por esta razón adquiere importancia la arqueología del departamento del Beni, que ya fue mencionada por varios autores desde las excavaciones arqueológicas hechas por Erland Nordenskiold en 1913 hasta las investigaciones realizadas por Clark Ericson en 1990 y las prospecciones arqueológicas del “Proyecto Moxos” financiadas por la Generalidad de Cataluña en julio de este año. Estos estudios nos muestran la gran riqueza cultural precolombina de esta extensa región, proporcionándonos datos importantes para entender las sociedades que se desarrollaron en estas llanuras, dejando huellas de una alta tecnología hidráulica, sistemas culturales muy evolucionadas que pudieron dominar perfectamente el adverso ambiente natural del trópico, mediante el uso de efectivos métodos: canales, diques y terraplenes, verdaderas obras de ingeniería, que junto a los laboriosos campos de camellones y tablones agro hidráulicos pudieron recuperar vastas áreas utilizadas como campos de cultivos. Sus poblaciones se ubicaban en lomos artificiales que proliferan en el paisaje de sabanas comunes en esta región; las lomas se comunicaban entre sí por medio de canales, características que permitieron a estas culturas una actividad social dinámica mucho más desarrollada que los cacicazgos de sabana, como algunos autores señalan al referirse a las llanuras benianas. Las distintas leyendas recopiladas por los cronistas del siglo XVI nos dan cuenta de un fabuloso imperio de oro y abundancia, que los propios incas admiraban. Aunque las primeras descripciones de los españoles que pudieron ingresar a Moxos comentan que “el famoso reino del Paitití no pasaba de ser cuestión de nombre” se sorprendieron por las grandes construcciones de lomas, sus anchas “calzadas” y “carreteras” que eran muestra de un umbroso y fértil pasado. En algunas zonas, las llamadas “lomas” -sectores de asentamientos humanos precolombinos- los ejes acuáticos forman verdaderos vectores de interrelaciones entre comunidades, más aún si tomamos en cuenta las características de estas llanuras tropicales, donde la única manera de vertebrar poblaciones a grandes distancias es mediante el empleo de comunicaciones fluviales. Los extensos canales de comunicación, diques, arroyos y lagunas debieron ser mantenidos por trabajos comunitarios, lo cual implica una organización social compleja y a su vez demuestra una unidad entre poblaciones que compartían estas vías de transporte. Estas culturas podrían haberse constituido bajo un sistema teocrático similar a los de la cultura Maya, que mediante el empleo de grandes centros ceremoniales -que llegaron a ser verdaderas ciudades con templos, mercados, y núcleos artesanales, en los que se concentraban y difundían los poderes políticos-religiosos- controlaban así a distintas comunidades étnicas distribuidas en vasto territorio. En el pasado las poblaciones de esta región obedecieron a una ocupación mucho más estructurada que la de hoy en día, donde se ubicaban grandes concentraciones habitacionales en lomas artificiales, que muestran momentos de densísima población. Utilizaban extensos campos de camellones y tablones agrícolas, los cuales les proporcionaban gran cantidad de productos que sostenían esos populosos núcleos comunitarios. 76 Algunos autores -como Denevan- estiman cifras mayores a los 350.000 habitantes, cifras que podrían ser fácilmente corroboradas por los trabajos arqueológicos, donde se evidencia una alta demografía, especialmente en el periodo intermedio entre el 300 y 800 D.C. (…) Las grandes obras, tanto agrícolas como de canales y terraplenes, son muestras de este tiempo, donde la abundancia existió y el bienestar reinaba en estas tierras. Los hombres de esta época desarrollaron una excelente capacidad para adaptarse a su ambiente natural, lo cual sin duda fue producto de una costosa y larga maduración independientemente de los fenómenos culturales los Andes, donde se forjaron patrones de conducta social y religiosa, junto a técnicas agrarias particulares y adecuadas a una de las regiones más duras y adversas para la subsistencia del hombre como es el trópico.