El Cuento Por Enrique Lafourcade
El Cuento Por Enrique Lafourcade
El Cuento Por Enrique Lafourcade
De breve
extensión, añade la segunda.
Ninguna de las dos deñníc íones satisface plena-
mente nuestra curiosidad con una explicación inundada
de sentido y agobiadora de evidencia.
Hemos recurrido, entonces, a un texto de Literatu-
ra Inglesa: The Revtsed Matriculatton EngU sh Course,
del cual es autor Lancelot Olfphant Profesor de Lite-
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Si se desarrolla en la forma narrati va . pued e ser nn. La úníca manera cómo esto puede ser reallzado
contado en primera o ter cer a persona. De estas dos ea bucar lo unid44 de tmpreliórl y subcrdínar todo al
postbllldades. recomendaríamos vivamente tomar la prlnclpaL
forma narrativa de la tercera persona. No se pierda en detalles indWes. El1.mJne 10 eu-
pe rñuo y lo retórico. Suprima toda rrese que no ayude
3 .- EL PRINCIPIO al desarrollo de su cuento y recuerde que la exagera-
dón es el camino mAs seguro del desastre.
¿Cómo se principia un cuento? Llegam os ah or a al
principio del cuento. Y nuevament e enfrentamos la
alternativa de escoger. Podemos empezar desde su 5. - EL FIN
iniciación y describir los acon te cím íentoa en orden cro- El fin del cuento debe ser r apídc e In esper ado.
nológico; o podemos romper , dentro del cuento, dete- ExIste el cuento que termina en el cltmaz; el que ter-
niéndonos eh algún punto medio Y. luego, volver sobre mina en una sorpresa o en un desenlace imprevisto
nuestros pasos y explicar 10 qué se supone sucedido. -tal como muchos de O. Henry-, y la historia cuyo
O podemos empezar con un a d escripci ón d el final. o 110 es previsible y en la que todo se aclara con mtnu-
con un breve periodo dialogad o. El cue ntísta n ovicio c1osldad. De estas tres poslb1l1dades, prefiera usted la
hace bien en adoptar el primero de estos métodos. Mis Que termina en un Clf71UU o en una sorpresa. Sin em-
tarde, con mayor expe rienc ia, puede usar algunas de bargo, cuando sea indispensable una aclaración. trate
las otras formas de ín ícíar el cuento. Pero, cualqui era de hacerla breve, porque el cuento que concluye en
que sea la elección , lo fundament al que debe r ecord ar- una explicación elabOrada después del cltmaz ha per-
se es : el com ienzo debe ser delin eado como un golpe en dJdo todo su interés.
el n úcleo de la hi storia, que suscite de inmedIato el
Interés del lector.
Si, por ejemplo, el cu en to Uene la In tención de ser 6. - Los P:nsoNAJES
humortsUco, su ínícíac íón debe ser h umortettca. Si la El objetivo primordial del cuentista ha de ser ex-
hi storia pretende ser se rta, su íntc íactén debe ser ee- traer sus personajes de la vida. La única manera de
rIa; y a la vez, ser di cha fníc íacíón de tal naturaleza, crear personajes vivos es encarnarlos, vivirlos. SI no
qu e, un a vez que el lector la ha comenzado a leer, estén vivos en usted; si no son individuos diferencia-
se vea InevItablemente incitado a contlnuar. dos como los que ve teclas los días: si ellos no son
tan reales como usted. como sus intimas amigos, pue-
4.- EL MEDIO de estar completamente seguro de que no existen para
el lector. Esto no quiere decir. por supuesto, que el
La parte media o cen tro de la narración es, por mejor modo de crear seres reales sea introdue1r per-
supuesto; la mayor parte del cuento. De alU que re- aonajes vivos en su historia. Loa seres rea les pu eden
quiera una atencton primordial . Aqul el prínctpíc del parecer fantúUeoa en el cuento. Su tarea es mezclar el
suspenso es siempre Impor t ante. El cuento h a de ser tipo con el individuo. As!. mientras concibe personajes
construido de modo tal, qu e ma n t enga constantemen- tipo¡ de una clase, debe otorgarles caraeterlstieas di .
te al lector en expectaci ón ,y curíosí da d. Cada pá r rarc, rereneíadas que los sttúen de modo convincente en la
cada frase, quizá. dírtamos, cada pala bra, debe con- vida real.
trtbuír a la inc it ación, h asta qu e se alcance el clfmax Es menester, por eso, un estudio y una. préctíca
7 la hlatorJa se desUce sua vemen te h ada BU previsto de 1aI caracter lstl cas y costumbres de to dos aquellos
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con los cuales usted toma contacto. Pero convénzase
de que no es objeto del cu entista señ a la r solamente las usted debe tratar de hacer personajes singularizados.
deb1l1da des, sino Indicar su s caractertsneas prtnetpa- De ah! que el diá.logo esté en razón directa con el ca-
les, sean ellas buenas o malas. En resumen, descríbtr récter descrito. En otras palabras, una fregona debe
las person as tales como son . SI usted tiene -éxito, su s hablar como una fregona, y no como un médico o un
personajes serén índívíduaüdades integras. En el he- abogado.
cho, la verdadera prueba para sa ber si sus personajes Cuando usted escriba dialogo, debe indicar quién
son seres humanos es ésta : , podrla poner, apropiada. habla. Si una palabra de advertencia es esencial, al
men te, en la boca de otro p er sonaj e del cue nto lo que dar la indicación, evite la monotonía de repetir: ella
dice y el modo cómo lo dic e el protagonista principal? utío, él dijo, ella dijo, él dijo. Varle estas formas muer-
SI essp es posible, su personaje ha fr a ca sad o y de- tas usando otras expresiones: él notO, observó, susurró,
be volver a realizarlo. expllcó, interrumpió, etc., más de acuerdo con las
exigencias del texto. Y cuando esté claro quién habla,
7 .- D IÁLOGO omita expllcaciones.
Un buen díálogo, como usted compr end erá, no es
Por último, cabe notar que puede conducir los per-
fAcll de hacer. Si oye a te n tamente la con versación de
sonafes de su cuento a su propia revelación por medio
del diálogo. Una cierta cuota de relato puro o de co-
sus amigos o conocidos, concluirá. r á pidament e q ue la
lengua escrita díñere de la h ablada. Sus principales mentarios expUcatorios son necesarios, pero deben ser
diferencias son : reducidos al mínimum."
l.-La lengu a h ablada es, generalme nte, mas fA-
en, li gera, flexible;
2.-El lenguaje es mas simpl e; Tal es lo que nos informa Lancelot Ollphant acerca
3.-Las fras es son m ás cortas; de la estructura del cuento y de sus delimitaciones téc-
4 .-Las pal a br as se a bre vian con cierta libertad ; nicas. Pocas son, en verdad, las afirmaciones contro-
5.-8e Introduce la jerga. popular, como por ejem- vertibles en el aná-USls precedente. Pareciera haber
plo: puChtU, pagar el pato, mostra r la hHacha., agotado la materia. En un esfuerzo último, recurrimos
tirarse al d ulce, com erle l a colo r, etc • • • al Diccionario Universal de Larousse y a la Enciclope-
6 .-Las frases son , a menudo, bruscamen te Inte- dia Universal Ilustrada. El primero nos informa que
rrumpidas en el centro y perma necen incom- cuento es: un relato que ttene como único fin entre-
pletas. tener. La segunda es todavía más parca: cuento es la
El diAlogo escrito, si pretende aparecer n atural y relación de un suceso.
convincente, debe ser una cercana 1mltaclón del dlá.- Con el propósito de dar más luces acerca de este
la go hablado, reteniendo la lig er eza y la facilida d de tema, hemos preguntado a cada uno de los escritores
la conversación y del lenguaj e, pero modi ficando sus de esta Antologia lo que entienden por cuento. Diver-
defectos y crudezas obvios. Hay , sin em bargo, peligro sas respuestas, si bien todas con algunas caracteristi-
por ambos lados: o es demasiado cr udo , como el ha- ces comunes. No deja de ser interesante la de Guí-
bla do, o es demasiado pulido, como el escri to. En el llermo Blanco: es una especie de célula, 1/. como la cé-
primer caso, tiende a ser flojo , dlfuso y vago; en el lula. ha de tener un núcleo preciso en torno del
segundo, a ser duro, formal, libresco y artificial A le expanda el resto, lo complementario. Precisar las
este respecto, r ecuer de lo que se dijo anteriormente: determinaciones exactas del núcleo, si lo hay. deberla
aer la tarea propuesta a nosotros. ¿Hay uno o varios
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puntos de tensión, centrale s, núcleos, fund amentos úl-
Urnas de estructura, en el cuento?
Respondemos: hay uno solo. Un cuento es como
una mano empuñada -nos dice Margarita Aguirre-,
a dtlerencta de la n ovela , que es como una man o cbter-
tao La metáfora es oportuna . Cad a escritor de esta
An t ologJa, como veremos, ha dado - requerJdo por el
antologador- su opinión respecto de qué es el cuento.
Los nexos comunes en dichas opiniones han sido de
extrema ut1l1dad para la tarea de delimitar el género.
Pero la qué este afán?, se nos pr eguntará. " Es un
síntoma de pulcritud 'ment al querer que las fr onteras
entre las cosas estén bien demarcadas."
Mas ya es mucho hablar sobre el cuen to. Precise-
mas, pues, sus características f undam ent ales, aquellas
que, alteradas , no lo dejan ser cuento, y lo hacen ser
poema en prosa , novela, t eatro, etc.
Dichas caraeterístícaa son:
1.0 Cuento es una narraetón en pro sa.
2.0 D e exten sión br eve (no hay cuen to de miZ 1'4-
gtnm) .
3.0 Con un pr íncípto, un m edi o y un f in .
4 .0 En que, n ecesariamen te, debe cont ar se algo .
5.0 ReaZ o tm aqi nado . \
Tales son, a nuestro entender, las cinco condicio-
nes que debe cumplir un cuento pr opiamen te llamado.
Circunscribir más el gén ero sería r íesgcso. El cuento
es la aímple narración de peripecias. El acento, en la
ñsíologta del cuento, carga sobre éstas.
Observemos, ahora, atentamente, hast a. qué punto
los autores antclogados cumplen con los cinco pre-
ceptos .
y hasta qué punto los eluden, transformando el
género.
II.- LA NUEVA GENERACION
Dlversas circunstancias permiten hablar de una
nueva generación de escritores. El hecho de que sea n
todos, o en su mayor parte, inéditos. El de que ninguno
sobrepase los treinta años. y el de que gran número
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