Estudio Consentimiento Ong Amaranta
Estudio Consentimiento Ong Amaranta
Estudio Consentimiento Ong Amaranta
CONSENTIMIENTO
Y SUS IMPLICANCIAS
EN LA VIDA COTIDIANA
ONG Amaranta
Promesa Avon para poner fin a la violencia hacia mujeres y niñas
Escrito por:
Karen Vergara
Cecilia Ananías
Apoyo:
Tania Libertad
Arte:
Valeria Araya
INTRODUCCIÓN
Si bien hablamos sobre consentimiento frecuentemente, en con-
versaciones cotidianas, como también discursos políticos, econó-
micos y judiciales, este término ha sido poco discutido con una mi-
rada de género. Se le vincula constantemente al encuentro íntimo
entre dos personas y a una voluntad que, a primera vista, parece
libre de otros factores y presiones. En medios de prensa, progra-
mas de televisión e incluso en la narrativa cultural se instala la idea
de que “decidir es clave”, sin embargo poco se ha discutido sobre la
asimetría patriarcal que pone la sociedad a mujeres y disidencias,
la cual influye en las relaciones que tienen con su entorno, más allá
de las sexoafectivas; también las que incluyen su trabajo, estudios,
familia y comunidad.
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¿QUIÉNES PARTICIPARON?
Respondieron a la encuesta 1.045 mujeres de todo Chile.
Casi un 92% se identificó como mujer cis.
Un 7% como persona no binarie.
Un 1% como mujer trans.
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CONOCIMIENTOS SOBRE
CONSENTIMIENTO
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Vulneraciones a los
límites/consentimiento
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Al consultar sobre los lugares donde se han sentido más inseguras,
resaltan: en la calle (75%), en el transporte público (74%), en un bar
o disco (48%), discutiendo en un auto (29%) y en el trabajo (21%).
Además, un 19% no se sentía segura en su casa y casi un 23% le pa-
saba lo mismo a veces; y un 14% no se sentía segura en la casa de
su pareja y otro 24% dijo que le ocurría esto a veces.
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¿Qué hacemos y cómo lo sentimos?
Y cabe señalar que un 73% afirmó que en algún momento tuvo que
hacer algo que no quería o con lo que no se sentía a gusto porque
la otra persona me insistió. Otro 61% debió acceder porque le can-
saba o abrumaba explicar por qué no lo quería hacer; casi un 49%
accedió porque sentía que era su deber en rol de pareja, amiga/
gue o familiar y un 47,7% accedió a algo con lo que no se sentía a
gusto porque ya lo había iniciado. Solo un 6% declaró no haber vi-
vido esas situaciones.
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Si pudieras darle un consejo a tu yo
niña/e o adolescente, ¿qué le dirías?
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● Haz siempre lo que quieras, no lo que los otros esperan de ti.
Puedes siempre cambiar de opinión, la vida no tiene un camino
preestablecido.
● No está mal exigir respeto. Mereces sentirte cómoda y segura
en tus espacios.
● Está bien decir que no, está bien enojarse y validar tu malestar,
no tienes obligación de darle el gusto a nadie ni demostrar que
eres alguien que realmente no va contigo.
● Pide ayuda.
● La violencia que recibes no es tu culpa.
● La palabra “NO” es una respuesta completa, no necesitas expli-
car el por qué. Marca tus límites sin miedo
● Ojalá no hubiera sido tan callada y buena, para que no me pa-
saran a llevar tanto.
● No es tu culpa no saber cómo reaccionar
● Eres única, especial y bella y no por tener unos kilos demás de-
bes esconderte.
● Nunca permitas que alguien te haga algo que no quieres. No
importa quien sea, no importa en qué contexto. Nadie puede
hacerte algo que no desees y si eso ocurre, debes evidenciarlo
y ponerle fin.
● Si una persona insiste en cruzar tus límites, no deberías estar
con ella.
● No confíes ni en tu propia familia.
● La abrazaría mucho y le diría que no es su culpa sentirse así.
Me da pena recordarme a esa edad.
● Le diría que si un “amigo o amiga” la hace sentir insegura, fea ,
insuficiente salga corriendo de ahí, la amistad verdadera va a
llegar y jamás te hará sentir así.
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● Los límites son sanos y necesarios. Cuando priorizas tus de-
seos e ideas construyes tu identidad y autoestima.
● “No” es una respuesta en sí misma.
No tienes por qué justificarte.
● Cuéntale a tu mamá.
● El cariño también se demuestra respetando el espacio del otro
y el propio.
● Lo más importante siempre eres tú.
● Hazle caso a tus sensaciones.
● No importa que quedes mal con alguien, puedes negarte.
● Confía en tus instintos. No tengas miedo a decir que no, porque
precisamente esas personas luego se van de tu vida.
● No necesitabas darle en el gusto a esa pareja que tuviste cuan-
do te insistía en tener relaciones sexuales y tu no querías y tu-
viste que aguantarte todo el dolor que te ocasionaba. Tu salud
física, sexual y emocional era y será siempre más importante
que cualquier relación.
● Estar en una relación no le da derecho en nada a la otra perso-
na sobre ti ni tus decisiones.
● Acude a tus amigas, familia o personas de confianza. A veces
creemos que las cosas solo nos pasan a nosotras y eso nos
aísla, cuando la comunidad es lo más importante que tenemos.
● Cuídate, a veces el peligro está donde menos piensas
● No busques los halagos en otros para sentirte bien contigo
mismx, eres increíble y suficiente <3
● Escucha tu cuerpo, hazle caso y transparenta esto sin temor
● Mi palabra favorita debería ser “No” y no debería sentirme mal
porque me dicen que soy “cuática” o “pesada” por negarme a
hacer ciertas cosas.
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● Nadie se va a morir si dices que no.
● No tienes el deber de complacer a nadie. No hagas nada que
no quieras.
● Ojalá en esa época hubiera sabido lo que era consentimiento y
también lo que era la manipulación.
● Tu cuerpo es tuyo y nadie lo puede tocar, así como tampoco te
pueden hacer comentarios sobre él.
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CONCLUSIÓN
De las y les más de mil respondientes, una gran mayoría (97%) de-
claró conocer en qué consistía el consentimiento y tienen claro que
no se expresa solo de forma verbal (81% de las encuestadas), pero
solo el 45% declaró que su entorno conocía este concepto/fenó-
meno y apenas un 9% afirmó que nunca había sentido que habían
vulnerado sus límites, mientras que la gran mayoría (casi un 91%)
reconoció vulneraciones a sus límites por parte de amistades, su
pareja, alguien de su familia, en lugares de estudio, lugares de tra-
bajo y también en lugares públicos, como la calle, el transporte, su
barrio, fiestas y discotecas.
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Los lugares públicos siguen siendo percibidos como espacios hos-
tiles para las mujeres, quienes declaran sentirse inseguras en la ca-
lle, el transporte público, en un bar o disco y en el trabajo, aunque
sus respuestas apuntaban a que gran parte de las vulneraciones
ocurrieron en espacios privados y supuestamente seguros (por
parte de la pareja o ex pareja, en el contexto familiar, en el trabajo
o lugar de estudios). Esto a raíz de que también se socializa a las
mujeres para temer al espacio público y asociarlo como principal
lugar donde pueden sufrir violencia sexual.
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Junto con esto, es importante ir deconstruyendo estereotipos se-
xistas presentes durante la socialización y educación de niñas,
como también en los medios de comunicación, que busca enca-
sillarlas en lo “bueno, dulce y complaciente”; decir que “no” debe
ser señalado como un derecho, como también la importancia de
priorizarse a una/e misma/e por sobre las expectativas y deman-
das del resto.
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