Sistema Inmunologico Celulas

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 13

UNIVERSIDAD LAICA ELOY ALFARO DE MANABÍ

ESTUDIANTE: MIREYA ESTEFANIA JUMBO QUIÑONEZ

CURSO: TERCERO “B”

PARCIAL: PRIMER PARCIAL

DOCENTE: DR. ALEXANDER CARDENAS

ASIGNATURA: INMUNOLOGIA

CARRERA: ODONTOLOGIA

TEMA: SISTEMA INMUNOLOGICO

FECHA: 06/04/2023

PERIODO: 2022-2
CELULAS DEL SISTEMA INMUNITARIO
El sistema inmunitario es una compleja red de células, tejidos y órganos. Juntos ayudan
a su cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades.
Cuando los gérmenes como bacterias o virus invaden su cuerpo, atacan y se multiplican.
Esto se conoce como infección. La infección causa la enfermedad que lo afecta. Su
sistema inmunitario lo protege de la enfermedad combatiendo los gérmenes.

Cuando su sistema inmunitario reconoce un antígeno, lo ataca. A esto se le llama


respuesta inmune. Parte de esta respuesta es producir anticuerpos. Los anticuerpos son
proteínas que actúan para atacar, debilitar y destruir antígenos. Su cuerpo también
produce otras células para combatir el antígeno.
Luego, su sistema inmunitario recuerda el antígeno. Si vuelve a reconocerlo, puede
identificarlo y enviar rápidamente los anticuerpos correctos. Gracias a esto, en la mayoría
de los casos usted no se enferma. A esta protección contra una determinada enfermedad
se conoce como inmunidad.
Las células que desempeñan funciones especializadas en las respuestas inmunitarias
innatas y adaptativas son los fagocitos, las células dendríticas, los linfocitos específicos
frente al antígeno y otros diversos leucocitos que actúan eliminando los antígenos. Estas
células se presentaron brevemente en el capítulo 1. Aquí describimos la morfología y
características funcionales de las células del sistema inmunitario y cómo estas se
organizan en los tejidos linfáticos. El número de algunos de estos tipos de células
sanguíneas . Aunque la mayoría de estas células se encuentran en la sangre, sus respuestas
a los microbios suelen tener lugar en los tejidos linfáticos y en otros tejidos y por lo tanto
pueden no verse cambios en su cantidad en la circulación.
FAGOCITOS
Los fagocitos, entre los que se cuentan los neutrófilos
y los macrófagos, son las células cuya principal
función es ingerir y destruir los microbios y deshacerse
de los tejidos dañados. Las respuestas funcionales de
los fagocitos en la defensa del anfitrión consisten en
una secuencia de pasos: reclutamiento de las células en
las zonas de infección, reconocimiento de los
microbios y activación por ellos, ingestión de los
microbios por el proceso de la fagocitosis y
destrucción de los microbios ingeridos. Además, a
través del contacto directo y la secreción de citocinas,
los fagocitos se comunican con otras células en
diversas formas que promueven o regulan las
respuestas inmunitarias.
NEUTRÓFILOS
Los neutrófilos, también llamados leucocitos
polimorfonucleares, son la población más
abundante de leucocitos circulantes y median
las primeras fases de las reacciones
inflamatorias. Los neutrófilos circulan como
células esféricas de unas 12 a 15 |xm de
diámetro con numerosas proyecciones
membranarias. El núcleo de un neutrófilo está
segmentado en tres a cinco lóbulos conectados,
de aquí el sinónimo leucocito polimorfonuclear
. El citoplasma contiene gránulos de dos tipos.
La mayoría, llamados gránulos específicos,
están llenos de enzimas como la lisozima, la colagenasa y la elastasa. Estos gránulos no
se tiñen intensamente con las tinciones básicas ni ácidas (hematoxilina y eosina,
respectivamente), lo que distingue a los gránulos del neutrófilo de los de otros tipos de
granulocitos circulantes, llamados basófilos y eosinófilos.
Los neutrófilos se producen en la médula ósea y surgen de los precursores que también
originan los fagocitos mononucleares. La producción de neutrófilos es activada por el
factor estimulador de colonias de granulocitos (G-CSF). Un ser humano adulto produce
más de 1 X 1011 neutrófilos al día, y cada uno circula en la sangre durante horas o días.
Los neutrófilos pueden migrar a lugares de infección rápidamente tras la entrada de
microbios. Después de entrar en los tejidos, los neutrófilos actúan durante 1 o 2 días y
después mueren.
MASTOCITOS, BASÓFILOS Y EOSINÓFILOS
Los mastocitos, los basófilos y los eosinófilos
son tres células adicionales que participan en las
respuestas inmunitarias innatas y adaptativas.
Los tres tipos de células comparten la
característica común de tener gránulos
citoplásmicos llenos de varios mediadores
inflamatorios y antimicrobianos. Otra
característica común de estas células es su
implicación en respuestas inmunitarias que
protegen contra helmintos y reacciones que
causan enfermedades alérgicas. Describiremos
las características de estas células en este
apartado y expondremos sus funciones con más
detalle en el capítulo 2 0 .
MASTOCITOS
Los mastocitos son células derivadas de la médula ósea presentes en la piel y los epitelios
mucosos que contienen abundantes gránulos citoplásmicos llenos de histamina y otros
mediadores. La citocina factor de célula troncal (también llamada ligando de c-Kit) es
esencial para el desarrollo del mastocito. Los mastocitos maduros no se encuentran
normalmente en la circulación, sino que están en los tejidos, habitualmente junto a vasos
sanguíneos pequeños y nervios . Su citoplasma contiene numerosos gránulos rodeados de
membrana que están llenos de proteoglucanos ácidos que se unen a pigmentos básicos.
Los mastocitos expresan en la membrana receptores de afinidad alta para un tipo de
anticuerpo llamado IgE y suelen estar cubiertos por ellos. Cuando los anticuerpos que
están en la superficie del mastocito se unen al antígeno, se inducen acontecimientos
transmisores de señales que conducen a la liberación del contenido del gránulo
citoplásmico hacia el espacio extracelular. El contenido granular liberado, incluida la
histamina, promueve cambios en los vasos sanguíneos que producen inflamación. Los
mastocitos actúan como centinelas en los tejidos, donde reconocen los productos
microbianos y responden produciendo citocinas y otros mediadores que inducen la
inflamación. Estas células proporcionan una defensa frente a los helmintos y otros
microbios, pero son también responsables de los síntomas de las enfermedades alérgicas.
BASÓFILOS
Los basófilos son granulocitos sanguíneos con muchas
similitudes estructurales y funcionales con los
mastocitos. Como otros granulocitos, los basófilos
derivan de progenitores de la médula ósea (una línea
diferente a la de los mastocitos), maduran en la médula
ósea y circulan en la sangre. Los basófilos constituyen
menos del 1 % de los leucocitos sanguíneos . Aunque
normalmente no están presentes en los tejidos, los
basófilos pueden ser reclutados en algunas zonas
inflamatorias. Los basófilos contienen gránulos que se
unen a pigmentos básicos y son capaces de sintetizar
muchos de los mismos mediadores que los mastocitos. Como los mastocitos, los basófilos
expresan receptores para la IgE, ligan IgE y pueden activarse por la unión del antígeno a
la IgE. Como el número de basófilos es bajo en los tejidos, su importancia en la defensa
del anfitrión y en las reacciones alérgicas es incierta.
EOSINÓFILOS
Los eosinófilos son granulocitos sanguíneos que
expresan gránulos citoplásmicos que contienen
enzimas lesivas para las paredes celulares de los
parásitos, pero que también pueden dañar los tejidos del
anfitrión. Los gránulos de los eosinófilos Elsevier.
Fotocopiar sin autorización es un delito. Contienen
proteínas básicas que ligan pigmentos ácidos como la
eosina . Como los neutrófilos y los basófilos, los
eosinófilos derivan de la médula ósea. Las citocinas
GM-CSF, IL-3 e IL-5 promueven la maduración del
eosinófilo a partir de los precursores mielocíticos.
Algunos eosinófilos están presentes normalmente en
los tejidos periféricos, en especial en los recubrimientos mucosos de las vías respiratoria,
digestiva y genitourinaria, y su número puede aumentar por su reclutamiento de la sangre
en el marco de la inflamación.
CÉLULAS PRESENTADORAS DE ANTÍGENOS
Las células presentadoras de
antígenos (A PC ) son células
que capturan antígenos
microbianos y de otros tipos,
que los muestran a los
linfocitos y producen señales
que estimulan la proliferación
y diferenciación de los
linfocitos. Por acuerdo, APC
suele referirse a una célula que
presenta antígenos a los
linfocitos T. El principal tipo
de APC que participa en la
iniciación de las respuestas de
linfocitos T es la célula
dendriftica. Los macrófagos y
los linfocitos B presentan antígenos a los linfocitos T en las respuestas inmunitarias
celulares y humorales, respectivamente. Un tipo celular especializado llamado célula
dendrítica folicular presenta los antígenos a los linfocitos B durante fases particulares de
las respuestas inmunitarias humorales. Muchas APC, como las células dendríticas y los
macrófagos, reconocen también a los microbios y responden frente a ellos durante las
reacciones inmunitarias innatas y así unen las reacciones inmunitarias innatas a las
respuestas del sistema inmunitario adaptativo.
Otras células presentadoras de antígenos Además de las células dendríticas, los
macrófagos y los linfocitos B son importantes células presentadoras de antígenos para los
linfocitos T cooperadores CD4+. Los macrófagos presentan los antígenos a los linfocitos
T cooperadores en los lugares de la infección, lo que activa al linfocito T cooperador y
lleva a la producción de moléculas que activan aún más a los macrófagos. Este proceso
es importante para la erradicación de microbios ingeridos por los fagocitos que se resisten
a ser eliminados; en estos casos, los linfocitos T cooperadores aumentan mucho las
actividades microbicidas de los macrófagos. Los linfocitos B presentan antígenos a los
linfocitos T cooperadores, lo que es un paso clave en la cooperación de los linfocitos T
cooperadores con los linfocitos B en las respuestas de los anticuerpos frente a antígenos
proteínicos. Estas funciones presentadoras de los macrófagos y los linfocitos B se
expondrán en los capítulos 10 y 12. Los linfocitos T citotóxicos (CTL) son linfocitos T
CD8 + efectores que pueden reconocer antígenos en cualquier tipo de célula nucleada y
que se activan para matarla. Por tanto, todas las células nucleadas pueden ser APC para
los CTL.
LINFOCITOS
Los linfocitos, las células más características de la
inmunidad adaptativa, son las únicas células del
cuerpo que expresan receptores para el antígeno
distribuidos deforma clonal, cada uno específico
frente a un determinante antigénico diferente. Cada
clon de linfocitos T y B expresa receptores para el
antígeno con una sola especificidad, que es diferente
de las especificidades de los receptores de todos los
demás clones. De este modo, los receptores para el
antígeno de estos linfocitos muestran una
distribución clonal. Como expondremos aquí y en
capítulos posteriores, hay millones de clones de
linfocito en el cuerpo, que posibilitan que el
organismo reconozca y responda a millones de
antígenos extraños. La función de los linfocitos
como mediadores en la inmunidad adaptativa se
estableció mediante varias líneas de evidencias
durante décadas de investigación. Uno de los
primeros indicios vino de la observación de que los
seres humanos con estados de inmunodeficiencia
congénita y adquirida tenían un número reducido de linfocitos en la circulación periférica
y en los tejidos linfáticos.
Tras la identificación de los linfocitos como mediadores de la inmunidad humoral y
celular, se realizaron muchos descubrimientos a gran velocidad sobre los diferentes tipos
de linfocitos, sus orígenes en la médula ósea y el timo, sus funciones en distintas
respuestas inmunitarias y las consecuencias de su ausencia. Entre los hallazgos más
importantes, tenemos que los linfocitos expresan receptores distribuidos de forma clonal,
específicos y muy diversos frente a los antígenos, los cuales no se encuentran en otros
tipos celulares. Durante las últimas tres décadas se ha acumulado una enorme cantidad de
la información sobre los genes, las proteínas y las funciones del linfocito. Probablemente
ahora sabemos más de los linfocitos que de ninguna otra célula en toda la biología.
LINFOCITOS VÍRGENES
Los linfocitos vírgenes son linfocitos T o B maduros que residen en los órganos linfáticos
periféricos y en la circulación, y que nunca se han encontrado con un antígeno extraño.
(El término virgen se refiere a la idea de que estas células carecen de experiencia
inmunitaria porque no han estado en contacto con el antígeno.) Los linfocitos vírgenes
suelen morir 1 a 3 meses después si no reconocen antígenos. Los linfocitos vírgenes y
memoria se denominan linfocitos en reposo, porque no se dividen activamente ni están
realizando ninguna fundón efectora. Los linfodtos T y B vírgenes (y memoria) no pueden
distinguirse fádlmente por su morfología, y a ambos se les denomina a menudo linfocitos
pequeños cuando se los observa en extensiones sanguíneas.
LINFOCITOS MEMORIA
Los linfocitos memoria pueden sobrevivir en un
estado funcional inactivo o de cambio lento de
ciclo durante meses o años sin necesidad de
estimulación por el antígeno y, probablemente,
después de que se elimine el antígeno. Pueden
identificarse por su expresión de proteínas de
superficie, que los distingue de los linfocitos
efectores vírgenes o recién activados, aunque no
está claro cuáles de estas proteínas de superficie.
ANATOMÍA Y FUNCIONES DE LOS TEJIDOS LINFÁTICOS
Para optimizar las interacciones celulares necesarias para el reconocimiento del antígeno
y la activación del linfocito en las respuestas inmunitarias adaptativas, los linfocitos y las
APC se localizan y concentran en tejidos u órganos anatómicos, que también son los
lugares a donde se transportan y en donde se concentran antígenos extraños, muchos
linfocitos recirculan constantemente y cambian entre la circulación y los tejidos. Los
tejidos linfáticos se clasifican en órganos generadores, también llamados órganos
linfáticos primarios o centrales, donde los linfocitos expresan por primera vez receptores
para el antígeno y consiguen la madurez fenotípica y funcional, y en órganos periféricos,
también llamados órganos linfáticos secundarios, donde se inician y desarrollan las
respuestas del linfocito a antígenos extraños Dentro de los órganos linfáticos generadores
en los mamíferos adultos se encuentran la médula ósea y el timo, los lugares de
maduración para los linfocitos B y los linfocitos T, respectivamente. Los linfocitos B
maduran parcialmente en la médula ósea, entran en la circulación, pueblan los órganos
linfáticos secundarios, incluidos el bazo y los ganglios linfáticos, y completan su
maduración principalmente en el bazo. Los linfocitos T maduran completamente en el
timo, después entran en la circulación y pueblan los órganos linfáticos periféricos y los
tejidos. Dos importantes funciones compartidas por los órganos generadores son
proporcionar factores de crecimiento y otras señales moleculares necesarias para la
maduración del linfocito, y presentar antígenos propios para el reconocimiento y la
selección de linfocitos en proceso de maduración.
MÉDULA ÓSEA
La médula ósea es el lugar de generación de la
mayoría de las células sanguíneas circulantes
maduras, incluidos los eritrocitos, los granulocitos y
los monocitos, y el lugar donde tienen lugar los
primeros acontecimientos madurativos del linfocito
B. La generación de todas las células sanguíneas,
llamada hematopoyesis, ocurre al principio, durante
el desarrollo fetal, en los islotes sanguíneos del saco
vitelino y en el mesénquima para aórtico, después se
desplaza al hígado entre el tercer y cuarto mes de
gestación, y finalmente cambia a la médula ósea. En
el nacimiento, la hematopoyesis tiene lugar, sobre
todo, en los huesos de todo el esqueleto, pero cada
vez se restringe más a la médula de los huesos
planos, de manera que en la pubertad, la
hematopoyesis se produce sobre todo en el esternón,
las vértebras, los huesos ilíacos y las costillas. La médula roja que se encuentra en estos
huesos consta de una estructura reticular espongiforme localizada entre trabéculas óseas
largas. Los espacios en esta estructura contienen una red de sinusoides llenos de sangre
recubiertos de células o endoteliales unidas a una membrana basal discontinua.
TIMO
El timo es el lugar de maduración del linfocito T. El timo es un órgano bilobulado situado
en la región anterior del mediastino. Cada lóbulo se divide en múltiples lóbulos por medio
de tabiques fibrosos, y cada lóbulo consta de una corteza externa y una médula interna.
La corteza contiene un cúmulo denso de linfocitos T y la médula que se tiñe de forma
más tenue está poblada de forma más escasa por linfocitos. Los macrófagos y las células
dendríticas derivados de la médula ósea se encuentran casi exclusivamente en la médula.
Dispersos a lo largo del timo están las células epitelioides no linfáticas, que tienen
abundante citoplasma.
SISTEMA LINFÁTICO
El sistema linfático consiste en vasos
especializados que drenan el líquido de los
tejidos a los ganglios linfáticos y después hacia
la sangre. Es esencial para la homeostasis hídrica
y las respuestas inmunitarias. El líquido
intersticial se forma de manera constante en
todos los tejidos vascularizados por el
movimiento de un filtrado de plasma que sale de
los capilares, y la velocidad de formación local
puede aumentar espectacularmente cuando el
tejido se lesiona o infecta. La piel, el epitelio y
los órganos parenquimatosos contienen
numerosos capilares linfáticos que absorben este
líquido de los espacios que hay entre las células
tisulares. Los capilares linfáticos son conductos
vasculares con un extremo ciego recubiertos de
células endoteliales solapadas sin las uniones
intercelulares herméticas ni membrana basal que
son típicas de los vasos sanguíneos. Estos
capilares linfáticos permiten la captación libre de
líquido intersticial, y la disposición solapada de las células endoteliales y las válvulas en
una dirección dentro de sus luces impide el reflujo de líquido. El líquido absorbido,
llamado linfa, se bombea hacia vasos linfáticos cada vez mayores y convergentes por la
contracción de células musculares lisas perilinfáticas y por la presión ejercida por el
movimiento de los tejidos musculoesqueléticos. Estos vasos se funden en linfáticos
aferentes que drenan en los ganglios linfáticos, y la linfa sale de los ganglios a través de
los linfáticos eferentes.
GANGLIOS LINFÁTICOS
Los ganglios linfáticos son órganos linfáticos
secundarios vascularizados y encapsulados con
características anatómicas que favorecen el inicio de
respuestas inmunitarias adaptativas frente a
antígenos transportados por los vasos linfáticos
desde los tejidos. Los ganglios linfáticos están
situados a lo largo de los conductos linfáticos por
todo el cuerpo y, por tanto, tienen acceso a antígenos
que se encuentran en el epitelio y se originan en el
líquido intersticial en la mayoría de los tejidos. En el
cuerpo humano hay alrededor de 500 ganglios
linfáticos. Un ganglio linfático está rodeado de una
cápsula fibrosa, por debajo de la cual hay un sistema
sinusal recubierto de células reticulares, unidas por
fibrillas de colágeno y otras proteínas de la matriz
extracelular, y lleno de linfa, macrófagos, células dendríticas y otros tipos celulares. Los
linfáticos aferentes se vacían en el seno subcapsular (marginal) y la linfa puede drenar
desde allí directamente al seno medular conectado y después salir del ganglio linfático a
través de los linfáticos eferentes. Por debajo del suelo interno del seno subcapsular está
la corteza rica en linfocitos. La corteza externa contiene agregados de células llamados
folículos.
BAZO
El bazo es un órgano muy vascularizado,
cuyas principales funciones son eliminar
células sanguíneas viejas y dañadas y
partículas (como inmunocomplejos y
microbios opsonizados) de la circulación e
iniciar respuestas inmunitarias adaptativas
frente a antígenos de transmisión hemática. El
bazo pesa unos 150 g en los adultos y se
localiza en el cuadrante superior izquierdo del
abdomen. El parénquima esplénico se divide desde el punto de vista anatómico y
funcional en la pulpa roja, compuesta sobre todo de sinusoides vasculares llenos de
sangre, y la pulpa blanca, rica en linfocitos. La sangre entra en el bazo a través de una
sola arteria esplénica, que atraviesa la cápsula en el hilio y se divide en ramas cada vez
menores que permanecen rodeadas de trabéculas fibrosas protectoras y de apoyo. Algunas
de las ramas arteriolas de la arteria esplénica acaban en sinusoides vasculares extensos
que están llenos de un gran número de eritrocitos y recubiertos de macrófagos y otras
células.
SISTEMAS INMUNITARIOS REGIONALES
Todas las barreras epiteliales importantes del
cuerpo, incluidas la piel y las mucosas digestiva y
bronquial, tienen su propio sistema de ganglios
linfáticos, estructuras linfáticas no encapsuladas y
células inmunitarias distribuidas de forma difusa,
que actúan de forma coordinada para proporcionar
respuestas inmunitarias especializadas contra los
patógenos que atraviesan esas barreras. El sistema
inmunitario asociado a la piel ha evolucionado para
responder a una amplia variedad de microbios
ambientales. Los componentes del sistema
inmunitario asociados a las mucosas digestiva y
bronquial se llaman tejido linfático asociado a
mucosas (MALT, del inglés mucosa-associated
lymphoid tissue) y participan en las respuestas
inmunitarias a los antígenos y microbios inhalados
e ingeridos. La piel y MALT contienen una
proporción importante de células de los sistemas
inmunitarios innato y adaptativo.
BIBLIOGRAFIA
Abbas A.K. Lichtman A. H. y Pober J. S. 5º Ed. “Inmunología celular y molecular”.
Sanunders-Elsevier. (2004).
Janeway Ch. A. Travers P. Walport M. Shlomchik M.J. 2º Ed. “Inmunologia . “El sistema
inmunitario en condiciones de salud y enfermedad. (2003)
Parham Meter, Inmunología 2º Edición Editorial Médica Panamericana,( 2006)
Roitt Ivan, Brostoff J. Male D. “Inmunología. Fundamentos”9 Ed. Panamericana(2004),

Collado, V. M. (2009). El sistema inmune innato I: sus mecanismos. Revista


Complutense de Ciencias Veterinarias Vol. 2, No. 1, 2007: 1-16.. Veterinaria
Organización. https://elibro.net/es/lc/uleam/titulos/26856

También podría gustarte