Este documento presenta resúmenes de tres temas sobre inmunología realizados por el alumno Edson David Mestas Salazar para el Dr. Manuel Arturo García Chavero de la Universidad Autónoma de Nayarit, Unidad Académica de Medicina. Los tres temas cubren generalidades del sistema inmune incluyendo órganos, tejidos, células y moléculas; reconocimiento de antígenos como epítopes, paratopos e inmunógenos; y presentación de antígenos a través de las vías
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Este documento presenta resúmenes de tres temas sobre inmunología realizados por el alumno Edson David Mestas Salazar para el Dr. Manuel Arturo García Chavero de la Universidad Autónoma de Nayarit, Unidad Académica de Medicina. Los tres temas cubren generalidades del sistema inmune incluyendo órganos, tejidos, células y moléculas; reconocimiento de antígenos como epítopes, paratopos e inmunógenos; y presentación de antígenos a través de las vías
Este documento presenta resúmenes de tres temas sobre inmunología realizados por el alumno Edson David Mestas Salazar para el Dr. Manuel Arturo García Chavero de la Universidad Autónoma de Nayarit, Unidad Académica de Medicina. Los tres temas cubren generalidades del sistema inmune incluyendo órganos, tejidos, células y moléculas; reconocimiento de antígenos como epítopes, paratopos e inmunógenos; y presentación de antígenos a través de las vías
Este documento presenta resúmenes de tres temas sobre inmunología realizados por el alumno Edson David Mestas Salazar para el Dr. Manuel Arturo García Chavero de la Universidad Autónoma de Nayarit, Unidad Académica de Medicina. Los tres temas cubren generalidades del sistema inmune incluyendo órganos, tejidos, células y moléculas; reconocimiento de antígenos como epítopes, paratopos e inmunógenos; y presentación de antígenos a través de las vías
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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NAYARIT
UNIDAD ACADEMICA DE MEDICINA
INMUNOLOGÍA
RESÚMENES
ALUMNO: MESTAS SALAZAR EDSON DAVID
DOCENTE: DR. MANUEL ARTURO GARCIA CHAVERO
FECHA DE ENTREGA: 12/12/2023
Tema 1. Generalidades del sistema inmune (Órganos, tejidos y células ) El sistema inmune es el encargado de la defensa de nuestro cuerpo, esto lo lleva a cabo mediante diferentes subsistemas; ya sean órganos, tejidos, células, moléculas, etc. Las células del sistema inmune incluyen los leucocitos y las células madre, los leucocitos o glóbulos blancos se dividen en dos: línea mieloide (que son granulocitos) y la línea linfoide (que son agranulocitos). Los leucocitos de línea mieloide corresponden a la inmunidad innata. En estos leucocitos se encuentran los neutrófilos, basófilos, eosinófilos, mastocitos y por último , los monocitos. Los valores normales de los neutrófilos se encuentran con una concentración del 50-70% en total en sangre, se encuentran con 4,400 células por litro y sus valores se encuentran entre 1800 - 7700. Estos neutrófilos contienen gránulos en su estructura, estos gránulos contienen proteasa, elastasas, colagenasas, péptidos antimicrobianos e histamina. La función de los neutrófilos son ser los primeros en llegar al sitio de la lesión, al igual que fagocitar células y liberar el contenido de sus gránulos. Los basófilos no son fagociticos, estos liberan el contenido de sus gránulos únicamente y proporcionan una mayor defensa contra parásitos (helmintos). Sus gránulos contienen citocinas, mediadores lípidos e histamina. Sus valores normales son de 0-200 y se encuentran en una concentración del 1-3% en sangre. Los eosinófilos funcionan como defensa contra parásitos y si son fagociticos. Sus gránulos contienen proteínas catiónicas, ribonucleasas, además de citocinas y quimiocinas. Se encuentran al 1% en sangre y sus valores normales están en 200-450. Los mastocitos son células no fagociticas y fungen un papel importante en la respuesta alérgica. Sus gránulos contienen citocinas, leucotrienos e histamina. A diferencia de los demás leucocitos, éstos no se encuentran activos en la circulación sanguínea y son menos del 1% total. Los monocitos son los encargados del patrullaje, reparación del tejido luego de la lesión y de la diferenciación entre macrófagos y células dendríticas en los tejidos. Las macrófagos son los encargados de la fagocitosis, presentación de antígenos, reparación y limpieza en el lugar de la lesión, promueven angiogenia y fibrosis mediadas por citocinas, además de adquirir diferentes nombres dependiendo en el lugar que se presenten (osteoclastos, microglia, macrófagos alveolares, células de Kupffer y células de Hofbauer). La línea linfoide se clasifican como “agranulocitos”, estos corresponden a la inmunidad adaptativa (menos células NK y CD). Las células NK (natural killer), se encargan de eliminar células y agentes extraños. Las células tienen un receptor MHC 1, cuando está activado este receptor las células NK se inhiben y no matan a la célula , cuando este receptor se pierde, los NK se activan y atacan a la célula . Estos NK se maduran en la médula ósea y su receptor es el KIR. Los linfocitos B tienen diferentes tipos, los B1 de la zona marginal del bazo producen IgM. Los LB foliculares producen anticuerpos de alta afinidad por él antígeno. Se maduran en la médula ósea y su receptor es el BCR. Los linfocitos T se encuentran en TCD4, estos expresan marcadores CD4 y CD8, diferencian linfocitos B, activan macrófagos y estimulan la INFLAMACIÓN. Los linfocitos T CD8 expresan marcadores CD3 y CD8, al igual que se encargan de matar a las células infectadas. Por último los infopistas T Reg expresan marcadores CD3, CD4 y CD25 al igual que suprimen la respuesta inmune. La maduración de los linfocitos T se lleva a cabo por un largo proceso: primeramente entran los linfocitos T a la unión corticomedular, después las células dendríticas obtienen su TCR para poder expresar CD4 y CD8. De aquí los linfocitos que sean capaces de cumplir su función se eligen y los que no se someten a apoptosis. Por último los timocitos salen del timo como células maduras. Tema 2. Generalidades del sistema inmune (Moléculas del sistema inmune) Dentro de las moléculas del sistema inmune, se encuentran las inmunoglobulinas. Las inmunoglobulinas son proteínas plasmáticas sintetizadas por linfocitos B maduros y células plasmáticas en respuesta a la estimulación por un antígeno, estas también actúan como anticuerpos y se pueden presentar en forma monomérica (IgG, IgD e IgD) y en forma polimérica (IgM e IgA). Su estructura está formada por cuatro cadenas polipeptídicas (dos pesadas y dos ligeras), las cadenas ligeras son las cadenas kappa y lambda, así como las cadenas pesadas son cadenas gamma, alfa, delta y épsilon. Parte de las inmunoglobulinas son las IgA, estas se encuentran en mucosas y glándulas exocrinas (líquidos biológicos) y se transfieren desde la madre en la lactancia. Las IgM se encuentran en sangre y en líquido linfático, es el primer anticuerpo que se fabrica para combatir una nueva infección. Las IgG se encuentran en sangre y en otros fluidos, son las más abundantes en el cuerpo además de de proteger contra bacterias y virus, favorecer la fagocitosis de antígenos (opsonización) y esta atraviesa la placenta. Las inmunoglobulinas IgE son clave en los trastornos alérgicos y aumentan en las invasiones parasitarias. Por último tenemos las inmunoglobulinas IgD, estas se encuentran en la superficie de los linfocitos B y es un marcador de su madurez, al igual que ser receptor de antígenos y transmisor de señales. Las citocinas son proteínas reguladoras de las células del sistema inmunitario. Son principalmente secretadas por los leucocitos, los macrófagos o los linfocitos. Son cruciales para controlar el crecimiento y la actividad de otras células del sistema inmunitario y las células sanguíneas. Cuando se liberan le envían una señal al sistema inmunitario para que cumplan su función. Su función es inhibir o estimular diferentes procesos, diferenciación celular, quimiotaxis y opsonización. La quimiotaxis es el aumento de la actividad migratoria direccional de las células, casi siempre como respuesta a los gradientes de concentración determinados factores quimiotácticos. La opsonización es el proceso por el que se marca un patógeno para su ingestión y destrucción por un fagocito. Las propiedades de las citocinas son: pleiotropismo, redundancia, sinergia y antagonismo. El pleiotropismo es la cualidad de actuar sobre diferentes células. La redundancia es que los diferentes tipos de citocinas tienen un mismo efecto sobre una célula . La sinergia es cuando dos o más citocinas actúan en conjunto para inducir una determinada función en una célula. Por último el antagonismo es cuando dos o más citocinas tienen efectos contrarios entre sí para inhibirse la una a la otra. Tema 3. Reconocimiento de antígenos (Antígenos, epítopes, paratopos, inmunógenos, haptenos y presentación) Los antígenos son sustancias ajenas al organismo capaces de inducir o no una respuesta inmune específica, al contrario de los anticuerpos que son proteínas producidas en respuesta a la exposición de antígenos para cumplir diferentes funciones. Esto nos lleva a la unión antígeno-anticuerpo, este proceso tiene una serie de pasos donde primeramente se une al anticuerpo al antígeno (unión), después de activan los linfocitos B virgenes (activación), después se diferencian los anticuerpos (diferenciación), después se secretan anticuerpos específicos para atacar al antígeno que se unieron para por último, eliminar a este antígeno por diferentes mecanismos como: neutralización, activación del complemento, opsonización o citotoxicidad. Siguiendo con esta unión, es de importancia resaltar que los epítopes son determinantes antígenos, estos epítopes son una porción del antígeno que es reconocida por los anticuerpos y cuando son múltiples epítopos se le conoce como multivalencia. Para que estos epítopos se unan necesitan un paratopo, estos paratopos son el lugar específico o el sitio de unión. Los inmunógenos y los haptenos tienen algo en común, los inmunógenos son antígenos que estimulan respuestas inmunitarias, a diferencia de los haptenos que son moléculas incapaces por sí solas de generar una respuesta inmune, estos necesitan un transportador para poder ser inmunógenos. La presentación de antígenos nos sirve para que la respuesta inmune adaptativa pueda mostrar todas sus características, esto porque los antígenos deben de ser presentados a los linfocitos T CD4 y CD8. Los anticuerpos y los linfocitos B pueden reconocer antígenos directamente, a diferencia de que los linfocitos T sólo reconocen fragmentos de antígeno que están posicionados sobre la superficie de otras células. Estos fragmentos se encuentran en el surco de unión de la proteína MHC, esta proteína se divide en clase I y clase II. La MHC clase l es presentada por las células nucleadas del cuerpo, presenta antígenos intracelulares y presenta células LT CD8. La MHC clase ll tiene CPA (Células Presentadoras de Antígenos), presenta antígeno extracelular y celulas LT CD4. Las vías de presentación del antígeno se dividen en exógena y endógena. En la vía endógena se encuentran los antígenos endógenos y su unión es al MHC l. En esta via primeramente se van a formar péptidos por proteosomas (ubiquitina), por consiguiente se van a transportar los péptidos al citosol del retículo endoplasmático mediante un TAP (por hidrólisis), después se va a montar el péptido en la molécula MHC l, finalmente el MHC l se va a disociar y a salir del RER hacia la superficie celular por medio del complejo o de golgi. Por último la vía exógena se une a antígenos exógenos, presentan unión al MHC ll y comienzan con la fagocitosis del antígeno, aquí va a ser unión y reconocimiento para engullir. Después se van a formar péptidos por endosomas tempranos o tardíos para después montarlos en el MHC ll Tema 4. Ontogenia y Filogenia La ontogenia es el proceso de desarrollo y maduración de las líneas celulares. Esta comienza en la médula ósea (en caso de los Linfocitos B, Células NK y la serie mieloide), únicamente cambia que en el timo son los Linfocitos T. Los Linfocitos T llegan de la médula ósea como células inmaduras precursoras, tienen un complemento TCR y se maduran en el timo para poder ser inmunocompetentes, esto porque carecen de receptores de antígenos específicos cómo: CD4 y CD8. Esto sucede gracias a que las hormonas (timulina, timosina alfa l, factor tumoral tímico y timopoyetina) que contiene el timo proporcionan un ambiente adecuado para que suceda esto. A los timocitos inmaduros se les denomina “células doble negativas”, ya que carecen de los receptores CD4 y CD8. Ya que se reorganizan genéticamente y obtienen receptores CD4 y CD8 se vuelven dobles positivos. Entonces, las células doble positivo se someten a “exposición tímica”. Esto interactúa con el MHC produciendo dos fases: ● Selección positiva: Solo sobreviven los timocitos capaces de reconocer células MHC propias ● Selección negativa: Elimina por apoptosis a los timocitos que superen la selección positiva PERO que resulten autorreactivos. Los linfocitos B son los precursores de LB (células pro-B), se encuentran presentes en los islotes del hígado fetal y ya que nace el producto se producen en la médula ósea. Este proceso finaliza en el bazo. Además durante las primeras etapas de desarrollo la superficie de estos es parte del receptor BCR. Una vez expresado el BCR se selecciona la especificidad para que los LB reconozcan células propias y el gen Pax5 ayuda a diferenciar LB. Las células NK se originan en la médula ósea y en el timo. Los precursores de NK pueden permanecer en los órganos linfoides primarios (ganglios linfáticos, bazo o hígado). Estos mismos precursores son estimulados por la IL-2 y IL-5 para proliferar y diferenciarse (instrucción o licenciamiento) y por último, ya que se maduraron se trasladan a otros órganos. La patología revisada en clase fue el Síndrome de DiGeorge. El síndrome de DiGeorge es un trastorno de inmunodeficiencia primaria con defectos de células T, este puede ser parcial (las células T funcionan en cierto grado), o completo (la función de las células T está ausente). Los signos y síntomas son pabellones auriculares de implantación baja, hendiduras faciales en línea media, hipertelorismo, surco nasolabial acortado y aplasia tímica y paratiroidea. El diagnóstico se lleva a cabo con Ig, evaluar función paratiroidea y una TAC o RM buscando aplasia del timo. Tema 5. Inmunidad innata La inmunidad innata es la inmunidad natural que tenemos desde el nacimiento y es la primera barrera de defensa contra agentes extraños. La principal diferencia entre la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa es que la innata ataca inmediatamente a los microorganismos externos, mientras que la adaptativa necesita que la induzca un antígeno y es más tardía. Las barreras naturales de defensa incluyen elementos anatómicos, químicos y biológicos. Los elementos anatómicos incluyen: piel, ojos, aparato respiratorio, aparato digestivo y demás células. Los elementos químicos incluyen las colectinas, pentraxinas, lisozimas, lactoferinas y elementos Q. Las colectinas Son proteínas que contienen colágeno y lectina que se unen a carbohidratos en los microorganismos. Las pentraxinas son proteínas que se unen a fosforil-colina de bacterias, hongos y células apoptóticas. Las lisozimas disuelven peptidoglicanos de la pared bacteriana y las destruye, además que se encuentra en saliva, lágrimas, moco, folículos pilosos y glándulas sudoríparas. Las lactoferrinas captan hierro e impide que las bacterias lo utilicen para su desarrollo, además de ser antiinflamatoria, antioxidante e inmunomoduladora. Por último la microbiota compite con los patógenos por los nutrientes y secreta ácidos grasos, peróxidos y bacteriocinas como la colicina para destruir invasores. Los pasos de la fagocitosis de los diferentes tipos de células incluyen: 1. Salen de los vasos a los tejidos (diapédesis) 2. Búsqueda del microorganismo (si no hay citocinas marcando este microorganismo los macrófagos tienen que patrullar en busca de el) 3. Respuesta quimiotáctica (cuando hay citocinas y les indica dónde se encuentra el microorganismo) 4. Reconocimiento del microorganismo (opsonización) 5. Adherencia e ingestión (fagosoma) 6. Degranulación (fagolisosoma) 7. Muerte y destrucción 8. Selección y presentación de antígenos (Recolección y de pruebas y presentación a los linfocitos para identificar) Por último, la respuesta inflamatoria es una reacción tisular que aporta rápidamente mediadores de la defensa del huésped a los lugares de infección y daño tisular. Sus funciones son el localizar el proceso lesivo, remover el agente causal, reparar él área dañada y promover el retorno a la homeostasis. Esto se clasifica de diferentes formas: - Duración: - Agudo o crónico: Cuando es crónico el Proceso persiste cuando el estímulo inflamatorio no cesa, el proceso inflamatorio es insuficiente para eliminar el agente causal y mecanismos reguladores/ inhibidores son deficientes. Ocurre destrucción celular y depósito de fibrina, colágena. - Extensión: - Local o sistémico Tema 6. Inmunidad adaptativa La inmunidad adaptativa es una inmunidad avanzada y evolucionada capaz de generar una respuesta inmune más potente al reconocer a un organismo. Esta inmunidad adaptativa la acompañan diferentes componentes como lo son: complejo mayor de histocompatibilidad, receptores de células TCR, células presentadoras de antígenos, etc. El complejo mayor de histocompatibilidad reconoce a los diferentes tipos de antígenos y discrimina de lo propio a lo ajeno, ya que los reconoce los presenta a los linfocitos T CD4 y CD8 para que hagan su trabajo. Sus características son que tienen un grado de especificidad, memoria, diversidad y pueden discriminar entre lo propio y lo ajeno, además de que estos tienen dos tipos, el MCH1 y MCH2. El MCH1 tiene cadenas alfa y beta-microglobulina se encuentra en células nucleadas, son fuente de antígeno intracelular, presentan a sus antígenos al CD8+ y se encuentran más en proteínas virales. El MHC2 tiene cadenas alfa y beta se encuentra en CPA (CD, macrófagos y linfocitos B), son fuente de antígeno extracelular, presentan a sus antígenos a linfocitos T CD4+ y se encuentran más en Hongos y Bacterias. Los receptores de células TCR son proteínas que permiten que los linfocitos actúan con los antígenos en la células T y sólo puede reconocer péptidos que ya se hayan presentado. Así como las células presentadoras de antígenos se encuentran los linfocitos T, células dendríticas y moléculas del CPH. Los linfocitos T solo pueden ver proteínas que ya fueron anteriormente presentadas por TCR por ejemplo, además de tener diferentes tipos de respuestas inmunitarias y de reconocerse por MCH o por CPA. En las células dendríticas hay tradicionales y plasmocitoides, específicamente en las CD de la piel, se le conocen como células de langerhans. Las moléculas de CPH son proteínas de membrana, situadas en las CPA, que muestran los antígenos peptídicos para que los reconozcan los linfocitos T, su función es mostrar los péptidos derivados de los antígenos microbianos proteínicos a los linfocitos T específicos contra el antígeno como primer paso de las respuestas inmunitarias protectoras del linfocito T a los microbios. Por ultimo, la inmunidad adaptativa en la tuberculosis ocurre con los linfocitos T CD4+ que reconocen antígenos de M.Tuberculosis que son presentados por los CPA, por lo tanto los LCD4+ se activan y empiezan a producir IFNy y de igual manera se producen IL1, IL2. Tema 7. Inmunidad mediada por linfocitos B El reconocimiento de antígenos ocurre cuando la mayoría de linfocitos B vírgenes son linfocitos B foliculares, estos recorren la sangre en busca del siguiente antígeno, por lo tanto los antígenos deben de ser capturados y transportados a las zonas de linfocitos B de órganos linfáticos. Esto comienza con el desplazamiento del antígeno hacia los folículos linfáticos lo realiza la QUIMIOCINA CXCL13 (esta es secretada por CD foliculares). Esta quimiocina se une al receptor para QUIMIOCINAS CXR5, para que esto ocurra, el antígeno puede llegar a los linfocitos B vírgenes en órganos linfáticos en diferentes vías: ● Mayoría de antígenos: ○ Procedentes de tejidos llegan a ganglios linfáticos ● Macrófagos: ○ Seno subcapsular captura microbios grandes y se lleva a folículos ● Antígenos grandes: ○ Los capturan CD residentes presentes en región medular y se llevan a folículos ● Antígenos: ○ Se unen a receptores para el complejo (CR2) situados ya en los linfocitos B ● Inmunocomplejos: ○ Se unen al receptor para el complemento CR2 situado en la superficie de CD foliculares ● Microorganismos patógenos de transmisión hemática: ○ Se capturan por CD plasmocitoides en la sangre y son transportadas al bazo ● Antígenos polisacáridos: ○ Se capturan por los macrófagos en la zona marginal de los folículos linfáticos esplénicos La diferenciación de linfocitos B se divide en células plasmáticas de vida corta y de vida larga. Las de vida corta tienen respuestas independientes T y suelen encontrarse en órganos linfáticos secundarios y tejidos extra linfáticos periféricos. Las de vida larga tienen respuesta del centro germinal dependientes de T frente a antígenos proteicos y transmite las señales del receptor linfocito B para el antígeno y la IL-21 cooperan para generar células plasmáticas y sus precursores (PLASMOBLASTOS). Los PLASMOBLASTOS: Se encuentran en circulación sanguínea y son células secretoras de anticuerpos que no expresan el CD20 Tema 8. Mecanismos de inmunorregulación Los mecanismos de inmunorregulación tienen tolerancia inmunológica, periférica y central. La tolerancia inmunológica es la insuficiencia del sistema inmune para responder a un antígeno que previamente había provocado una respuesta inmune, esta ocurre cuando se activa una respuesta inmunitaria hacia un antígeno y ya que se activa o se elimina ese antígeno se genera la tolerancia, de igual manera los antígenos que se inducen a tolerancia son tolerógenos y se inducen cuando se maduran los linfocitos. La tolerancia central es un mecanismo de tolerancia frente a antígenos propios presentes en órganos linfáticos (médula ósea y timo), esto para que nuestro mismo organismo no ataque a TODOS los antígenos desconocidos y poder generar una respuesta inmune adaptativa correctamente, esta funciona cuando los linfocitos que eliminan al antígeno generan receptores para dar lugar a este proceso. Esto va de la mano con las células T reguladoras, en estas su enfoque va hacia él reconocimiento de antígenos propios y bloquean a los demás linfocitos que lo quieran atacar, de igual forma el factor de transcripción para estas células es el FoxP3. Estas células regulan la homeostasis y la inflamación, esto gracias a que generan una tolerancia para que nuestro mismo sistema inmune no se elimine a sí mismo, mientras que también aportan las células para generar inflamación y eliminar a los patógenos. Por ejemplo cuando el sistema inmune está apagado se genera cáncer y cuando el sistema inmune está funcionando en exceso se generan enfermedades autoinmunes como diabetes 1 y psoriasis. Este gen supresor (FoxP3) es mejor conocido como CD25 o regulador de linfocitos T, mantiene la microbiota intestinal y tiene funciones supresoras produciendo citocinas, robando señales y produciendo moléculas tóxicas. Por otro lado, la tolerancia periférica es lo mismo que la central, pero en órganos y tejidos periféricos (después de que las células T y B salen de los órganos linfoides primarios), además de ser como un plan B por si la tolerancia central no funciona. La anergia es cuando los linfocitos T circulantes no se activan en respuesta a ciertos antígenos (propios), esto por falta de una segunda señal. Por lo tanto, si esto no sucede no se obtiene una respuesta del sistema inmune, por ejemplo los linfocitos T y B son anérgicos. La apoptosis es el proceso de muerte celular programada, ocurre en las primeras etapas de desarrollo y tiene tres fases (activación, propagación y ejecución). Por último en la patología a discusión es la artritis reumatoide, la artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria que afecta a articulaciones, esto genera una inflamación sinovial asociada a una destrucción del cartílago articular y del hueso. Aquí se alteran las respuestas inmunitarias celulares y se producen muchas células del sistema inmune (como citocinas, linfocitos, etc.). El gen PTPN22 produce alteraciones en estas señales inmunitarias. Tema 9. Inmunidad contra bacterias extracelulares La respuesta inmunitaria contra bacterias extracelulares se basa en la activación de las células inmunitarias que reconocen y eliminan las bacterias que se encuentran fuera de las células del cuerpo. Esta respuesta implica la producción de anticuerpos por parte de los linfocitos B, que se unen a las bacterias para neutralizarlas y marcarlas para su eliminación por parte de los fagocitos. Los fagocitos, como los neutrófilos y los macrófagos, son células que pueden engullir y degradar a las bacterias mediante la fagocitosis. Además, también pueden liberar sustancias antimicrobianas para eliminar a las bacterias. La activación de la respuesta inmunitaria contra las bacterias extracelulares también puede desencadenar una respuesta inflamatoria, lo que puede causar dolor, enrojecimiento e hinchazón en el sitio de la infección. Sin embargo, algunas bacterias extracelulares pueden evadir o suprimir la respuesta inmunitaria del huésped, lo que puede llevar a infecciones persistentes o crónicas. Además, el uso excesivo o inapropiado de antibióticos puede favorecer el desarrollo de bacterias resistentes, lo que puede dificultar el tratamiento de las infecciones bacterianas. En resumen, la respuesta inmunitaria contra las bacterias extracelulares implica la producción de anticuerpos y la actividad fagocítica de los leucocitos, que trabajan juntos para eliminar las bacterias y prevenir la propagación de la infección. Sin embargo, algunas bacterias pueden evadir la respuesta inmunitaria, lo que subraya la importancia de un uso adecuado de los antibióticos y el desarrollo de nuevas terapias antimicrobianas.La celulitis es una infección bacteriana aguda de la piel y los tejidos blandos subyacentes. La respuesta inmunitaria es fundamental en la prevención y el control de la celulitis, ya que ayuda a eliminar las bacterias invasoras y a reparar los tejidos dañados. La piel es una barrera física que protege al cuerpo contra las infecciones, pero si se produce una lesión o una herida, las bacterias pueden penetrar en los tejidos subyacentes y desencadenar una respuesta inmunitaria. Los fagocitos, como los neutrófilos y los macrófagos, son células inmunitarias que pueden engullir y degradar a las bacterias mediante la fagocitosis. Además, la respuesta inmunitaria puede desencadenar una respuesta inflamatoria, que es una reacción normal del cuerpo para eliminar a los agentes infecciosos y reparar los tejidos dañados. Sin embargo, una respuesta inflamatoria excesiva o inadecuada puede provocar un daño tisular adicional y empeorar los síntomas de la celulitis. En algunos casos, las bacterias que causan la celulitis pueden ser resistentes a los antibióticos, lo que puede dificultar el tratamiento de la infección. Además, ciertas afecciones médicas, como la diabetes o la inmunodeficiencia, pueden debilitar la respuesta inmunitaria del cuerpo y aumentar el riesgo de desarrollar celulitis. En resumen, la respuesta inmunitaria es crucial en la prevención y el control de la celulitis. Los fagocitos y la respuesta inflamatoria son importantes en la eliminación de las bacterias y la reparación de los tejidos dañados. Tema 10. Inmunidad contra bacterias intracelulares La inmunidad contra las bacterias intracelulares es un proceso clave en la respuesta inmunitaria del cuerpo contra las infecciones bacterianas que se encuentran dentro de las células. Estas bacterias pueden evadir la respuesta inmunitaria y propagarse dentro del cuerpo, lo que puede llevar a enfermedades crónicas o persistentes. En este ensayo, se describe cómo funciona la inmunidad contra las bacterias intracelulares y qué estrategias pueden utilizarse para mejorar esta respuesta inmunitaria. Las bacterias intracelulares, como Mycobacterium tuberculosis y Salmonella typhi, pueden invadir las células del cuerpo y evadir la respuesta inmunitaria. Sin embargo, el cuerpo tiene mecanismos para detectar y eliminar estas bacterias. La respuesta inmunitaria contra las bacterias intracelulares implica la activación de los linfocitos T, que reconocen y destruyen las células infectadas. Los linfocitos T citotóxicos (CD8+) pueden reconocer y destruir las células infectadas por las bacterias intracelulares. Además, los linfocitos T auxiliares (CD4+) pueden activar a otros tipos de células inmunitarias, como los macrófagos y los neutrófilos, para que eliminen a las bacterias. Los macrófagos son células inmunitarias que pueden fagocitar y degradar a las bacterias. Sin embargo, algunas bacterias intracelulares pueden evadir la fagocitosis y sobrevivir dentro de los macrófagos. En este caso, los linfocitos T auxiliares pueden activar a los macrófagos para que liberen sustancias antimicrobianas y maten a las bacterias. Además, la respuesta inmunitaria contra las bacterias intracelulares también puede desencadenar una respuesta inflamatoria, que puede causar daño tisular. Una respuesta inflamatoria excesiva o inadecuada puede empeorar los síntomas de la infección y provocar complicaciones. Para mejorar la respuesta inmunitaria contra las bacterias intracelulares, se han desarrollado diversas estrategias. Una de ellas es la vacunación, que puede activar la respuesta inmunitaria y prevenir la infección. Además, algunos tratamientos pueden estimular la respuesta inmunitaria, como los interferones y los anticuerpos monoclonales. En conclusión, la respuesta inmunitaria contra las bacterias intracelulares es fundamental en la prevención y el control de las infecciones bacterianas. Los linfocitos T y los macrófagos son células clave en esta respuesta inmunitaria, que puede desencadenar una respuesta inflamatoria. Sin embargo, algunas bacterias intracelulares pueden evadir la respuesta inmunitaria, lo que subraya la importancia de desarrollar nuevas estrategias para mejorar esta respuesta inmunitaria y prevenir las infecciones. Tema 11. Inmunidad contra hongos La inmunidad contra hongos es el conjunto de mecanismos de defensa del sistema inmune que protegen al cuerpo humano de las infecciones por hongos. El sistema inmune cuenta con diferentes tipos de células y moléculas que trabajan en conjunto para detectar, combatir y eliminar los hongos invasores. El primer nivel de defensa contra los hongos es la piel y las mucosas, que actúan como barreras físicas y químicas. Si los hongos logran superar esta barrera, el sistema inmune celular entra en acción, identificando y destruyendo las células infectadas y los hongos que las invaden. Los linfocitos T y las células asesinas naturales (NK) son las principales células que participan en esta fase de la respuesta inmune. Además, el sistema inmune cuenta con moléculas como los anticuerpos, que se unen a los hongos y los neutralizan o los marcan para que sean reconocidos y eliminados por otras células inmunes. Sin embargo, los hongos tienen mecanismos de evasión del sistema inmune, como la capacidad de crecer en forma de filamentos y la producción de enzimas que degradan los tejidos del huésped. Estos mecanismos pueden dificultar la respuesta inmune y llevar a infecciones crónicas o recurrentes. Los hongos tienen varios mecanismos para evadir la respuesta inmune del huésped y establecer una infección. Algunos de estos mecanismos incluyen: 1. Dimorfismo: Los hongos pueden alterar su forma para evitar ser detectados por el sistema inmune. Por ejemplo, algunos hongos pueden cambiar de una forma unicelular a una forma de hifas (filamentos), lo que les permite evadir la fagocitosis (ingestión y destrucción) por parte de las células inmunitarias. 2. Cápsulas y pared celular: Algunos hongos producen una cápsula protectora alrededor de sus células que les permite evitar la fagocitosis y la acción de los anticuerpos. Además, la pared celular de los hongos contiene polisacáridos y otros componentes que pueden disfrazar su identidad y evitar que sean reconocidos como invasores por el sistema inmune. 3. Producción de enzimas: Los hongos pueden producir enzimas que degradan los tejidos del huésped y evaden la acción de las células inmunes. Por ejemplo, algunas especies de hongos producen proteasas y lipasas que pueden dañar las células inmunitarias y los tejidos del huésped, lo que dificulta la acción del sistema inmune. 4. Secreción de moléculas inmunomoduladoras: Algunos hongos secretan moléculas que pueden modular la respuesta inmune del huésped y evitar que las células inmunes los reconozcan como invasores. Estas moléculas pueden inhibir la producción de citocinas inflamatorias, disminuir la activación de los linfocitos T y B, y alterar la respuesta inmune del huésped. La candidiasis es una infección fúngica causada por hongos del género Candida, como Candida albicans, que pueden afectar a diferentes partes del cuerpo, incluyendo la piel, las uñas, las membranas mucosas y los órganos internos. La respuesta inmune a la candidiasis involucra una serie de mecanismos de defensa del sistema inmune innato y adaptativo. 1. Respuesta inmune innata: La respuesta inmune innata es la primera línea de defensa contra la candidiasis. La piel y las membranas mucosas actúan como barreras físicas para impedir la entrada del hongo en el cuerpo, mientras que las células inmunitarias como los neutrófilos, las células dendríticas y las células asesinas naturales (NK) pueden reconocer y destruir las células infectadas por Candida albicans. Además, los componentes del sistema inmune innato como las lectinas y las defensinas pueden unirse y neutralizar a los hongos. 2. Respuesta inmune adaptativa: La respuesta inmune adaptativa se activa cuando la infección persiste y se desarrolla una respuesta inmune específica contra el hongo. Los linfocitos T y B son células clave en la respuesta inmune adaptativa. Los linfocitos T pueden detectar los antígenos de Candida albicans y activarse para matar las células infectadas y producir citocinas proinflamatorias que activan a otras células inmunes. Los linfocitos B pueden producir anticuerpos específicos contra el hongo, que pueden unirse a los hongos y neutralizarlos. Sin embargo, Candida albicans tiene mecanismos de evasión de la respuesta inmune que pueden dificultar la eliminación del hongo y llevar a infecciones crónicas o recurrentes. Por ejemplo, la producción de enzimas que degradan los tejidos del huésped, la capacidad de cambiar de forma para evitar ser detectado por el sistema inmune y la producción de moléculas que pueden inhibir la respuesta inmune. Tema 12. Inmunidad contra virus de la hepatitis La inmunidad contra los virus es mediada por el sistema inmunológico del huésped, que se compone de células y moléculas que trabajan juntas para reconocer y eliminar los virus invasores. El sistema inmunológico innato es la primera línea de defensa contra los virus, y se activa rápidamente después de la exposición viral inicial. Las células del sistema inmunológico innato, como los macrófagos, los neutrófilos y las células dendríticas, detectan y eliminan los virus invasores mediante la producción de moléculas efectoras como las citocinas, las quimiocinas y las proteínas del complemento. La respuesta inmunitaria adaptativa también es importante en la inmunidad contra los virus. Los linfocitos T y B son células clave en la respuesta inmunitaria adaptativa contra los virus. Los linfocitos T pueden detectar los antígenos virales presentados en la superficie de las células infectadas y activarse para matar a las células infectadas y producir citocinas proinflamatorias que activan a otras células inmunológicas. Los linfocitos B pueden producir anticuerpos específicos contra los virus que pueden unirse a los virus y neutralizarlos. El sistema inmunológico también tiene mecanismos para recordar y responder rápidamente a los virus que ya han sido encontrados previamente. La inmunidad adquirida proporciona una protección más efectiva contra las infecciones virales recurrentes. Sin embargo, los virus tienen mecanismos para evadir y suprimir la respuesta inmunitaria del huésped. Por ejemplo, algunos virus pueden mutar rápidamente para evitar ser reconocidos por el sistema inmunológico o pueden inhibir la producción de citocinas y la activación de los linfocitos T. La comprensión de los mecanismos de evasión viral es esencial para el desarrollo de terapias antivirales efectivas. El virus de la hepatitis (VH) es un virus que infecta el hígado y puede causar enfermedades hepáticas graves, como la hepatitis aguda y crónica, cirrosis y cáncer de hígado. Existen diferentes tipos de virus de la hepatitis, incluyendo los virus A, B, C, D y E, cada uno de los cuales se transmite de manera diferente y tiene características únicas. La respuesta inmune del cuerpo contra el virus de la hepatitis depende en gran medida del tipo de virus y la gravedad de la infección. En general, el sistema inmunológico del huésped reconoce el virus de la hepatitis como extraño y trata de eliminarlo a través de diferentes mecanismos de defensa. En la infección por el virus de la hepatitis A, la respuesta inmune innata y adaptativa del cuerpo juega un papel importante en la eliminación del virus. Los anticuerpos específicos contra el virus se producen y protegen al cuerpo contra futuras infecciones. En la infección por el virus de la hepatitis B, la respuesta inmune es más compleja. La mayoría de las personas que están infectadas con el virus de la hepatitis B pueden eliminar el virus y desarrollar inmunidad protectora contra futuras infecciones. Sin embargo, en algunos casos, la infección se vuelve crónica y puede conducir a enfermedades hepáticas graves. En la infección crónica por el virus de la hepatitis B, el virus puede evadir la respuesta inmune del cuerpo al infectar las células hepáticas y no ser reconocido por el sistema inmunológico. En la infección por el virus de la hepatitis C, el virus puede evadir la respuesta inmune del cuerpo y establecer una infección crónica. El virus de la hepatitis C tiene una alta tasa de mutación y puede evitar ser reconocido por el sistema inmunológico del huésped. En algunos casos, el sistema inmunológico del huésped puede eliminar el virus de la hepatitis C sin tratamiento, pero la mayoría de las personas con infección crónica necesitan tratamiento médico para eliminar el virus. En resumen, la respuesta inmune del cuerpo contra los diferentes tipos de virus de la hepatitis varía y puede ser compleja. En general, la inmunidad adquirida a través de la producción de anticuerpos específicos contra el virus es esencial para la protección contra futuras infecciones. Sin embargo, algunos virus de la hepatitis pueden evadir la respuesta inmune del cuerpo y establecer una infección crónica. La comprensión de la respuesta inmune del cuerpo contra los virus de la hepatitis es importante para el desarrollo de tratamientos y vacunas efectivas. Tema 13. Inmunidad contra virus SARS - COV 2 La respuesta inmune contra el SARS-CoV-2 se inicia cuando el virus ingresa al cuerpo y se une a las células huésped a través de su proteína espiga (S). El sistema inmunológico detecta la presencia del virus y activa una respuesta inmune adaptativa, que involucra a los linfocitos T y B. Los linfocitos T son responsables de la eliminación de las células infectadas con el virus. Los linfocitos B, por otro lado, producen anticuerpos específicos que pueden neutralizar el virus. Los anticuerpos se unen a la proteína espiga del virus y evitan que el virus ingrese a las células huésped. La inmunidad contra el SARS-CoV-2 puede ser adquirida tanto a través de la exposición natural al virus como mediante la vacunación. Las personas que se recuperan de una infección por SARS-CoV-2 desarrollan una respuesta inmune duradera que puede protegerlas de futuras infecciones. La vacunación también estimula una respuesta inmunitaria similar y protege contra la infección. Sin embargo, existen ciertas variantes del virus que pueden evadir la respuesta inmune y disminuir la eficacia de la protección proporcionada por la inmunidad adquirida. Es importante continuar monitoreando la evolución del virus y adaptar las estrategias de vacunación para abordar las variantes emergentes.Los linfocitos T citotóxicos, también conocidos como células T asesinas, son responsables de la eliminación de las células infectadas con el virus. Los linfocitos T citotóxicos reconocen y se unen a las células infectadas, liberando sustancias químicas que destruyen la célula infectada y, por lo tanto, eliminan el virus. Los linfocitos T colaboradores, también conocidos como células T helper, son responsables de ayudar a los linfocitos B a producir anticuerpos específicos que pueden neutralizar el virus. Los linfocitos T colaboradores también ayudan a activar y coordinar la respuesta inmunológica adaptativa. La respuesta inmunitaria adaptativa a la infección por SARS-CoV-2 implica la activación de linfocitos T y B específicos que reconocen y eliminan el virus. Después de la exposición al virus, los linfocitos T y B específicos se multiplican y se diferencian en células activadas que pueden reconocer y eliminar el virus de manera más efectiva. La inmunidad adaptativa es importante para la protección a largo plazo contra la infección por SARS-CoV-2. Las personas que se recuperan de una infección por SARS-CoV-2 desarrollan una respuesta inmunitaria duradera que puede protegerlas de futuras infecciones. Además, la vacunación estimula una respuesta inmunitaria similar y protege contra la infección. Sin embargo, existen ciertas variantes del virus que pueden evadir la respuesta inmune y disminuir la eficacia de la protección proporcionada por la inmunidad adaptativa. Es importante continuar monitoreando la evolución del virus y adaptar las estrategias de vacunación para abordar las variantes emergentes. En resumen, la inmunidad contra el virus SARS-CoV-2 implica la activación de una respuesta inmune adaptativa que incluye la producción de anticuerpos específicos y la eliminación de células infectadas por el virus. La inmunidad adquirida a través de la exposición natural o la vacunación puede proporcionar protección contra futuras infecciones por el virus. Tema 14. Inmunidad contra parásitos intracelulares Los parásitos intracelulares, también conocidos como protozoos intracelulares, son parásitos que infectan y viven dentro de las células huésped. Ejemplos de estos parásitos incluyen Plasmodium spp., el agente causante de la malaria, y Toxoplasma gondii, el agente causante de la toxoplasmosis.La respuesta inmunológica contra los parásitos intracelulares es compleja y se lleva a cabo a través de la participación de diferentes células y moléculas del sistema inmunológico. En general, la respuesta inmunológica adaptativa es esencial para controlar y eliminar estos parásitos. Los linfocitos T son esenciales para combatir los parásitos intracelulares. Los linfocitos T citotóxicos se unen a las células infectadas y liberan sustancias químicas que destruyen la célula infectada, lo que permite la eliminación del parásito. Los linfocitos T colaboradores son responsables de ayudar a los linfocitos B a producir anticuerpos específicos que pueden neutralizar el parásito. También ayudan a activar y coordinar la respuesta inmunológica adaptativa. Los linfocitos B también son importantes para la respuesta inmunológica contra los parásitos intracelulares. Los anticuerpos producidos por los linfocitos B se unen al parásito, lo que puede ayudar a su eliminación. Las células fagocíticas, como los macrófagos y las células dendríticas, también son esenciales para la respuesta inmunológica contra los parásitos intracelulares. Estas células pueden fagocitar los parásitos y presentarlos a los linfocitos T, lo que activa la respuesta inmunológica adaptativa. Sin embargo, los parásitos intracelulares también tienen estrategias para evadir o suprimir la respuesta inmunológica. Por ejemplo, pueden inhibir la activación de las células del sistema inmunológico, cambiar su superficie para evitar el reconocimiento por parte del sistema inmunológico o incluso infectar células inmunológicas como los linfocitos T. La inmunidad innata es la primera línea de defensa contra la infección por Plasmodium spp. y se encarga de detectar y eliminar el parásito de forma rápida y eficiente. Los mecanismos de la inmunidad innata contra el paludismo incluyen: ● Barreras físicas: La piel y las membranas mucosas actúan como barreras físicas que impiden la entrada del parásito al cuerpo. ● Sistema del complemento: El sistema del complemento es un grupo de proteínas que se activan en respuesta a la infección y que pueden destruir directamente al parásito. ● Células fagocíticas: Los macrófagos y las células dendríticas son células fagocíticas que pueden engullir y destruir al parásito. ● Células NK: Las células asesinas naturales (NK) pueden reconocer y matar a las células infectadas por el parásito. Inmunidad adaptativa: La inmunidad adaptativa se desarrolla después de la exposición inicial al parásito y es responsable de proporcionar una protección a largo plazo contra futuras infecciones. La inmunidad adaptativa contra el paludismo implica la activación de células T y células B. ● Células T: Las células T ayudan a eliminar las células infectadas por el parásito y coordinan la respuesta inmunológica. Las células T citotóxicas pueden reconocer y matar a las células infectadas, mientras que las células T colaboradoras pueden activar a las células B para que produzcan anticuerpos. ● Células B: Las células B producen anticuerpos específicos que se unen al parásito y lo neutralizan, lo que facilita su eliminación. ● Memoria inmunológica: Después de la exposición inicial al parásito, se desarrolla una memoria inmunológica que permite una respuesta más rápida y eficiente en caso de futuras infecciones. A pesar de la existencia de la inmunidad innata y adaptativa, el paludismo puede ser una enfermedad grave y potencialmente mortal. El parásito tiene la capacidad de evadir el sistema inmunológico y adaptarse a diferentes entornos celulares, lo que hace que la eliminación completa del parásito sea difícil. Por lo tanto, el control y prevención del paludismo es crucial para la salud pública, y se utilizan medidas como el uso de mosquiteros tratados con insecticida, la fumigación y el tratamiento antipalúdico para prevenir y tratar la enfermedad. Tema 15. Respuestas de hipersensibilidad l y ll La hipersensibilidad es una respuesta exagerada e inapropiada del sistema inmunológico ante sustancias o tejidos que normalmente son inocuos. Esta respuesta puede ser dividida en cuatro tipos principales: hipersensibilidad tipo I, tipo II, tipo III y tipo IV. La hipersensibilidad tipo I, también conocida como hipersensibilidad inmediata, es causada por la liberación de sustancias químicas, como histamina y leucotrienos, por células del sistema inmunológico, en respuesta a una sustancia extraña conocida como alérgeno. Esta reacción puede causar síntomas como picazón, inflamación, estornudos, asma y anafilaxia. La hipersensibilidad tipo II, también llamada citotóxica, ocurre cuando el sistema inmunológico ataca y destruye células del cuerpo que son reconocidas como extrañas. Esta respuesta puede ser causada por la presencia de anticuerpos que se unen a la superficie de las células, activando el sistema del complemento o la activación de células inmunitarias, como los linfocitos T citotóxicos. En resumen, las respuestas inmunológicas de hipersensibilidad son el resultado de una respuesta inadecuada y exagerada del sistema inmunológico a sustancias extrañas o propias del cuerpo. Estas respuestas pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo infecciones, exposición a sustancias químicas y predisposición genética. El conocimiento y la comprensión de estas respuestas inmunológicas es fundamental para el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades alérgicas e inmunológicas. ● Asma bronquial: es una enfermedad pulmonar crónica caracterizada por inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración. El asma bronquial es una enfermedad de hipersensibilidad tipo I, en la que la inhalación de alérgenos como el polen, el polvo o los ácaros del polvo desencadena una respuesta inmunitaria exagerada en los pulmones, causando la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias. ● Rinitis alérgica: es una inflamación de la mucosa nasal que se produce cuando el sistema inmunológico responde exageradamente a sustancias inofensivas, como el polen, el polvo y el pelo de animales. La rinitis alérgica es una enfermedad de hipersensibilidad tipo I, en la que los anticuerpos IgE y las células inflamatorias desencadenan una respuesta inmunitaria exagerada en la nariz y los senos paranasales. ● Dermatitis atópica: es una enfermedad de la piel caracterizada por picazón, enrojecimiento y descamación de la piel. La dermatitis atópica es una enfermedad de hipersensibilidad tipo I y tipo IV, en la que la respuesta inmunitaria exagerada y la inflamación se producen como resultado de la exposición a alérgenos, así como a la activación de células T. ● Shock anafiláctico: es una reacción alérgica grave y potencialmente mortal que se produce cuando el sistema inmunológico libera grandes cantidades de sustancias químicas en todo el cuerpo, causando una caída rápida de la presión arterial y una posible insuficiencia de múltiples órganos. El shock anafiláctico es una enfermedad de hipersensibilidad