PL 153 21 Licencia Menstrual
PL 153 21 Licencia Menstrual
PL 153 21 Licencia Menstrual
28 de marzo 2023
Doctor
JAIME LUIS LACOUTURE PEÑALOZA
Secretario General de la Cámara de Representantes
En concordancia con el artículo 154 de la Constitución Política de Colombia y el artículo 140 de la Ley
5ª de 1992, en nuestra condición de Congresistas de la República nos permitimos presentar ante la
Secretaría General de la Cámara de Representantes de la República el presente Proyecto de Ley
“POR MEDIO DEL CUAL SE CREA LA LICENCIA MENSTRUAL Y SE ESTABLECEN
LINEAMIENTOS PARA UNA POLÍTICA PÚBLICA QUE PROMUEVA, SENSIBILICE Y EJECUTE
PLANES DE ACCIÓN SOBRE LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS MENSTRUALES Y SE
DICTAN OTRAS DISPOSICIONES”.
Cordialmente,
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
ANTECEDENTES LEGISLATIVOS
El presente Proyecto de Ley pretende recopilar los esfuerzos que han emprendido el trámite
legislativo para hablar sobre la Gestión Menstrual y los Derechos Menstruales en Colombia. Esta
propuesta, se ve motivada para abordar estos intentos que se han dado desde el año antepasado por
reglamentar sobre las licencias menstruales. Se entiende que este es un derecho con escaza atención
a nivel global y, asimismo, no se ha dado la posibilidad de acatar los detalles que no han permitido
que en Colombia las licencias menstruales sean una realidad de facto. No obstante, desde la
Asamblea Constituyente del 1991, nuestro país de manera indirecta, se empieza a repensar la
menstruación desde los derechos reproductivos como un tema que atraviesa los derechos humanos
de las mujeres.
En el año 2021 se empiezan a identificar esfuerzos incipientes por parte de algunos sectores políticos
alternativos en pronunciamientos formales en el legislativo sobre este campo, entre los cuales
podemos encontrar:
Ley 2261 de 2022: Esta disposición normativa tiene como propósito garantizar la entrega
gratuita, oportuna y suficiente de artículos de higiene menstrual a las mujeres privadas de la
libertad, con el fin de lograr la materialización de los derechos a la dignidad humana, la salud
y bienestar, la no discriminación y la igualdad de género
Proyecto de Ley 346 del 2021 Cámara. Esta iniciativa buscaba implementar la garantía
efectiva de la salud menstrual focalizada, se modifica el artículo 18 de la ley 100 de 1993 y
se dictan otras disposiciones. Este fue archivado por el artículo 190 la Ley 5 de 1992 en
relación con la consecución de recursos para programas en materia de manejo de la higiene
menstrual.
Proyecto de Ley 422 del 2021 Senado: En el Senado de la República fue radicado este
proyecto de ley mediante el cual se pretende otorgar medidas que garantizan a todas las
niñas, mujeres y personas menstruantes, el derecho a la gestión menstrual, así como los
lineamientos de la política pública en este mismo sentido.
Proyecto de Ley 153 de 2021 Senado: Esta iniciativa se gesta en el Senado de la República
y fue presentado por la entonces Senadora Victoria Sandino del Partido Comunes; aboga
para que solo niñas y jóvenes tengan un día compensatorio al mes sin sufrir consecuencias
negativas laborales o académicas. Esa propuesta legislativa también crea la Comisión de
Informe Técnico sobre la Licencia Menstrual Ampliada y Progresiva, para que en los próximos
dos años estudie la viabilidad de extender la licencia menstrual al ámbito laboral. Sin
embargo, esta iniciativa legislativa, no paso del segundo debate y fue archivada.
Así las cosas, la menstruación es un factor de desigualdad que se suma, no solo al ámbito económico
y la redistribución asimétrica del trabajo doméstico, sino que existen otras disparidades de género que
se desprenden por esta condición biológica, disparidades que se llegan a traducir en el sacrificio de
una vida digna al no poder experimentar la vivencia menstrual con despreocupación y tranquilidad.
Según Moya (2019, Pg. 4) “La menstruación es uno de los procesos sociales y políticos más
complejos e invisibilizados en el mundo, esto se debe a que la mayoría de las personas saben de él,
pero no lo conocen realmente y mucho menos les interesa saber sus posibles consecuencias a nivel
psicológico y físico, porque lo asocian directamente a una cuestión de mujeres”. Sin embargo, cabe
rescatar que Colombia, para el 2019 se ha posicionado en la región latinoamericana como un país
Según el Fondo de Población de Naciones Unidas (2022), “La menstruación es el proceso en el cual
el útero desprende sangre y tejido a través de la vagina. Es un proceso natural y sano para las niñas
y las mujeres en edad reproductiva. En las comunidades occidentales, a menudo se le llama el
"periodo" y normalmente dura de 2 a 5 días, pero esto varía según la persona”. Igualmente, para
complementar esta información, la Menstruación se compone de una fase preovulatoria, fase de
ovulación, fase de postulación y fase premenstrual. Esta última etapa del ciclo menstrual es la que
antecede a lo que se conoce como el periodo, y se considera como una de las fases más inestables
emocional y físicamente que representan en algunos casos para los cuerpos menstruantes en
síntomas bastante invasivos.
A su vez, el Fondo de Naciones Unidas para la Niñez realizó una investigación de tallada sobre cómo
se vive la menstruación en zonas vulnerables como Bagadó (Chocó), Santander de Quilichao (Cauca)
e Ipiales (Nariño). Allí se rectifica que el periodo tiene un significado negativo de la menstruación visto
“Los hombres se vinculan de forma discreta, lo que está relacionado con los pocos espacios
que tienen para hablar del tema y con la construcción de imaginarios de que la menstruación
es un asunto exclusivo de las mujeres. Las mujeres tanto en los ámbitos familiares como en
los escolares y comunitarios, conforman la principal red de apoyo y fuente de información para
las niñas y adolescentes. Es importante empezar a hablar con las niñas y los niños sobre la
menstruación antes de los 12 años de edad”. (2018)
En las cifras oficiales que en anteriores gobiernos se han manejado sobre el tema son escazas para
dar cuenta de estadísticas actualizadas que permitan hacer un diagnóstico sobre el tema, lo cual
dificulta que se puedan adoptar medias y acciones oportunas e integrales en materia de salud
menstrual. Sin embargo, en una Nota Estadística denominada “Menstruación en Colombia” que
coordino el DANE con Profamilia, Comfama y Share Net Colombia, se llevó a cabo un esfuerzo muy
válido por recopilar dato0s cuantitativos sobre “la Menstruación en la Vida Diaria”. De acuerdo con las
proyecciones poblacionales basadas en el Censo Nacional de Población y Vivienda -CNPV 2018, para
2022, en Colombia hay 17,3 millones de niñas y mujeres entre los 10 y 55 años, un rango de edad
considerado “en edad de menstruar”. En este sentido, al menos el 33,6% de la población en Colombia
menstrúa y, por tanto, se trata de un asunto de salud pública y derechos humanos de gran alcance
(DANE, 2022).
Entre mayo de 2021 y mayo de 2022, en promedio, el 8,0% de las mujeres ha tenido que interrumpir
sus actividades diarias por su periodo menstrual. La mayoría de las mujeres que interrumpieron sus
actividades diarias a causa de su menstruación, lo hicieron por síntomas físicos asociados como dolor
de estómago, espalda, cabeza o malestar general (86,0%). El 3,3% aseguró que interrumpió sus
actividades diarias por falta de dinero para adquirir los elementos de higiene para atender su periodo
menstrual.
La propuesta de dar un día remunerado por insistencia justificada con base en el padecimiento de
dismenorrea u otros síntomas que conlleva la menstruación en sí, no es nueva. Países como Japón,
Corea del Sur, Indonesia, Taiwán entre otros países del continente asiático ha implementado desde
1947 esta medida. A su vez, empresas de índole privada como Nike, Somato, Coexist (Reino Unido),
Gozoop (India) y Victorian Women´s Trust (Australia), dan el derecho a la licencia por menstruación
en sus contratos, así la ley no lo indique. Incluso, organismos públicos como el Tribunal de Justicia
Administrativa del Estado de México, han optado por la implementación de las licencias menstruales.
Lo anteriormente mencionado deja en evidencia que, en efecto, han existido esfuerzos latentes por
fomentar la coexistencia con el periodo en el espacio público de una forma más sana, asimilando la
menstruación como un derecho fundamental y un asunto de salud pública. Por ende, desde
Latinoamérica, aún no se ha saldado esta discusión con la propiedad y la suficiente seriedad que
merece.
Las iniciativas de este tipo se han visto menoscabadas por argumentos blandos y con carencia de
fundamento; por ejemplo, la premisa de que debido a la menstruación las mujeres no son aptas para
los espacios laborales, ha servido durante mucho tiempo como excusa para mantener y relegar a las
niñas fuera de la escuela y a las mujeres fuera de la fuerza de trabajo. Laura Restrepo, fundadora de
Bloom, una empresa social que busca mejorar la salud menstrual de mujeres y niñas, afirma que “(l)os
espacios laborales, los horarios, los construyeron los hombres, ignorando los procesos del cuerpo
femenino”1 y es desde este punto donde las condiciones para poner en ejercicio los derechos de las
1https://www.elespectador.com/salud/no-ir-al-trabajo-por-dolores-menstruales-un-debate-que-se-
abre-en-colombia/
“Uno de los síntomas más fuertes presentados por más de la mitad de las mujeres que tienen
el periodo, son los cólicos menstruales. Aunque normalmente se asocie con algo leve y que
puede tratarse rápidamente con remedios caseros o medicamentos, se afirma que, en la
escala de dolor, los cólicos pueden compararse con la de sufrir un ataque al corazón, lo que
llevo a que muchas personas se cuestionaran sobre el alcance que puede llegar a tener de
dolor menstrual.” Además, indicó que dichos cólicos se conocen técnicamente como
dismenorrea primaria, la cual se genera por unos lípidos llamados prostaglandinas que son
liberadas durante el periodo dentro del útero, provocando las contracciones que producen el
dolor.”
En este orden de ideas, la licencia menstrual abre la posibilidad de normalizar y hablar sin censura
alguna sobre menstruación en las empresas e instituciones educativas, no solo con las mujeres puesto
que es un tema que compete a la sociedad en general. Al mismo tiempo, es de vital importancia que
las licencias menstruales sean un motor para generar confianza para que las empleadas sientan la
tranquilidad de hablar sobre su dolor y pedir el día sin que tengan ningún tipo de sanción. Así como
que los jefes confíen en que, si lo están pidiendo es porque se necesita. Por otra parte, ya es hora de
desligarse del argumento de que las licencia por enfermedad llegan a cubrir eficientemente las faltas
de una mujer o persona menstruante en sus ambientes cotidianos; si bien la menstruación no se puede
desmembrar de la salud de la mujer o persona menstruante, esto no debe adjudicarse como una
enfermedad porque no lo es. De lo que no se habla no existe, y de por sí, muchas mujeres seguirán
inventando excusas médicas para maquillar la verdadera razón por la cual se incapacitan.
La licencia menstrual no reforzaría estigmas de una mujer débil, al contrario, ayudaría a hacer un
seguimiento más efectivo por parte del sector salud a múltiples trastornos que atañen a la dismenorrea
menstrual tales como: la peri menopausia, insuficiencia ovárica primaria, trastornos alimenticios como
anorexia nerviosa o bulimia, disfunción de los tiroides, niveles elevados de la hormona prolactina,
diabetes no controlada, síndrome de Cushing, hiperplasia suprarrenal congénita de aparición tardía,
anticonceptivos hormonales, dispositivos entre uterinos, fibrosis quística, síndrome de ovarios poli
quísticos, fibromas uterinos, crecimiento benigno de músculo uterino, pólipos endometriales, adenosis,
endometriosis, trastornos sanguíneos como leucemia, trastornos plaquetarios, deficiencias de factores
de coagulación y complicaciones de embarazo con aborto espontáneo, etc. Estas son patologías que
llegan a ser huérfanas ya que frecuentemente pasan inadvertidas, pues las niñas, jóvenes, mujeres y
personas menstruantes no develan las verdaderas razones por las cuales optan por la incapacidad.
Mauricio Toro, en su Proyecto de Ley sobre la endometriosis, abordó una encuesta realizada por la
Menstrual duele, esa es la realidad, razón por la cual muchas veces suele ser incapacitante para
muchas personas. Esta condición no supone que se sea más débil o que sea una condición suficiente
para invalidar las capacidades que se tenga para llevar a cabo una vida normal, pero la presión social
de no hablar del periodo con naturalidad hace que la población menstruante se acerque mucho a los
discursos tóxicos de que soportar el dolor es el sinónimo de emancipación, empoderamiento y fuerza.
Pero, esto no es más que alimentar aún más al paradigma masculino tradicional: “seres fuertes,
supuestamente indestructibles, que no los tumba el dolor” (Siete Polas, 2021). La licencia menstrual
no se traduce en una especie de trato diferenciado o de discriminación, solo sería una herramienta o
recurso que está para normalizar la menstruación en nuestros imaginarios culturales y combatir los
estigmas sobre ella en cuanto llegaría a familiarizar a la sociedad con la variedad de las experiencias
de quienes menstrúan y así mismo contrarrestar las barreras informativas que no permite enseñar que
la regla se siente distinta en cuerpos distintos, y que de por sí, la diversidad jamás debe ser un motivo
de desventaja. La licencia menstrual sería un recurso mas no una imposición, del mismo modo que al
pensar que porque existe la licencia de maternidad todas las mujeres vamos a necesitarla.
Evidentemente, el ordenamiento jurídico colombiano cuenta con un vacío en materia legislativa hoy
en día, pues no hay un insumo que respalde la defensa y garantía efectiva del ejercicio de derechos
fundamentales para las niñas, jóvenes, mujeres y personas menstruantes. De por sí, no hay un
conjunto de leyes que aborde con propiedad los derechos menstruales como tal. Legislar a favor de
la licencia menstrual para toda la población menstruante que puedan llegar a experimentar cuadros
de dolor incapacitantes, es un intento fidedigno de abogar por la calidad de vida de la misma en cuanto
a mejorar sus condiciones de dignidad tanto en el aspecto laboral como el académico. La licencia tiene
como finalidad, no solo salvaguardar sus derechos fundamentales que se ven atravesados por sus
derechos sexuales, reproductivos y menstruales o brindarles condiciones de dignidad en lo laboral y
lo académico, también responde al deber que posee el Estado para cobijar a estos Sujetos de Especial
Protección.
La igualdad ha sido interpretada en su sentido negativo y estricto Rincón, Castillejo y Mantilla (2021);
lo que da entender que se debe realizar una lectura más compleja y no tan simplista de lo que
realmente implica el principio constitucional de la igualdad. Va más allá de legislar considerando a
todos como iguales y limitarse a ese panorama axiomático del derecho, pues ha de mencionarse que
han existido, a través del tiempo, múltiples causas responsables de desigualdad sistemática y que no
ha sido suficiente la igualdad en un sentido estricto para desdibujar los conflictos que atañen a la
disecación sobre este principio. A la larga una conclusión acertada es que la igualdad en Colombia se
ha materializado en medio de prácticas inequitativas, por lo cual, detectar las desigualdades
emergentes en este ecosistema de derechos ya establecidos formalmente, pasan desapercibidos y el
olfato de los poderes públicos del Estado no son tan sensibles al momento de rastrear desigualdades
que transgreden derechos de niñas, jóvenes, mujeres y personas menstruantes. Es por esta razón
que hoy en día, grupos sociales elevan reclamos fundamentados en la urgencia de hablar y aludir a
una protección reforzada o especial de la población menstruante, en vista de que el Estado
Colombiano proclama el reconocimiento las diferencias, el género y el sexo, no son la excepción.
“Las personas con especial protección son: Grupos sociales que requieren de una protección especial
para hacer efectivo el ejercicio de sus derechos fundamentales. Se trata de la consideración de edad,
situación biológica, económica, o social que los colocan en situación de debilidad manifiesta,
discriminación o marginación y que requieren la atención especial de las autoridades”. Cepeda y
Montealegre como lo citó Rincón, Castillejo, Mantilla (2021, Pg. 382). Al margen de la situación
biológica, la protección especial a la población menstruante, se puede discernir que la protección de
la misma está reconocida y consagrada intrínsecamente en el Ordenamiento Jurídico Colombiano. El
Magistrado Carlos Gaviria, se tomó la molestia, desde su facultad jurídica, de darle una interpretación
más jugosa y sustanciosa al artículo 13 de La Constitución Política de 1991 el cual dice que “(t)odas
las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades
y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones
de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”. Así las cosas,
atender a cabalidad los pronunciamientos que se emana desde la Corte Constitucional, las leyes que
se gesten en el Congreso de la República, deben ir en parsimonia a la jurisprudencia y no ir en
desconexión con la virtud del poder jurídico que sugiere la necesidad de acoger medidas que estimulen
condiciones de igualdad a favor de grupos marginados y discriminados como lo es en este caso la
población menstruante.
Ahora bien, en cuanto a la esfera laboral, esta no debe ser o excluyente a esta lectura jurídica de
los derechos fundamentales de las personas menstruantes, pues es deber del Estado subsanar y
neutralizar las situaciones que ponen en debilidad y rezago a la población menstruante en un ambiente
protagonizado históricamente por hombres. Según el Artículo 53 de la Constitución Política de 1994,”
es el Congreso el que expedirá el estatuto del trabajo. La ley correspondiente tendrá en cuenta por lo
menos los siguientes principios mínimos fundamentales: Igualdad de oportunidades para los
trabajadores” entre ellos: “ facultades para transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles;
situación más favorable al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes
formales de derecho y la primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos
de las relaciones laborales; garantía a la seguridad social, la capacitación, el adiestramiento y
el descanso necesario; protección especial a la mujer, a la maternidad y al trabajador menor de
edad”.
Por consiguiente, la Sentencia C-410 de 1994 sostiene que “cuando la mujer logra superar el
obstáculo inicial de acceder a un trabajo, las dificultades persisten, impidiéndosele en gran medida la
promoción dentro del mismo, porque la organización laboral sigue asentada sobre bases masculinas,
las normas y las experiencias de los hombres dominan el mundo del trabajo que se estructura
conforme a un modelo en el que la presencia femenina se torna extraña y por ende inestable” es por
eso que el vínculo que hay entre la población menstruante y la fuerza laboral es insano; “(l)as duras
jornadas y la carencia de tiempo libre hacen del grupo femenino, un sector especialmente propenso
al deterioro de su salud física y mental”, menciona la Sentencia C-410 de 1994. A consideración de lo
que hasta el momento se ha expuesto, en lo que concierne a la dignidad humana, se infiere la misma
es” todo aquello que las personas merecen por su calidad de seres humanos” Rincón, Castillejo y
Mantilla (2021). Las licencias menstruales entonces son una apuesta valida, jurídica y legalmente
La ley nunca estará completa, el derecho es dinámico porque los cambios sociales son
permanentes. El accionar de la mujer en el terreno laboral es nuevo en la historia, por
consiguiente, las leyes no estaban ajustadas a su obrar. Se impone entonces la necesidad de
regular ciertas situaciones que por sus condiciones bilógicas las obligan a soportar cargas que
a los hombres no, y que no estaban reconocidas sin su presencia en el mundo del trabajo. En
razón a ello, el ordenamiento jurídico tiene el deber de reconocer derechos de manera
particular a las mujeres, con el fin de evitar vulneraciones a sus derechos fundamentales para
que el orden social sea justo” (2021, Pg. 388)
Prueba de ello es que solamente hasta la Sentencia T-398 de 2019 Colombia reconoce la higiene
menstrual como un escenario legítimo de la salud sexual y reproductiva. “El derecho al manejo de la
higiene menstrual es un derecho de las mujeres (sin excluir a personas que tengan una identidad de
género diversa). Ello se debe, por una parte, a que la menstruación es un proceso biológico que se
predica de ella y, por otra parte, a que dicho proceso ha constituido en un factor histórico de
segregación de la mujer”, se menciona en la providencia. Sin embargo, el Congreso de la República
no se ha atrevido a asumir el reto de defender y legislar a favor de las licencias menstruales porque
ello representaría para el gremio empresarial acoger exigencias para el trato humano y digno de este
nicho poblacional, y bien se sabe que el interés primario de las empresas no es compatible con la
defensa real y tangible de los derechos humanos, por lo cual contemplar en términos presupuestarios
medidas para ofrecer calidad de vida a las personas menstruantes no es una prioridad . Brindar
licencias o tiempo de descanso son percibidos por los empleadores como gastos en los que debe
incurrir más no una inversión social que puede llegar a elevar los índices de mano de obra, estimular
la menor rotación de personal y activar un mecanismo efectivo para el óptimo ejercicio de la actividad
profesional y mejores índices de productividad. Sin duda alguna, es necesario apostarle a la
progresividad de la norma y aterrizar la misma a las realidades académica o educativa de las
mujeres, que, de alguna u otra forma, no llega a transgredir principios constitucionales o ser un
ambiente hostil con la población titular de la función biológica de menstruar.
c) Beneficio directo: aquel que se produzca de forma específica respecto del congresista,
de su cónyuge, compañero o compañera permanente, o parientes dentro del segundo
grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero civil.”
Atendiendo el anterior apartado legal, se considera que en el caso de este Proyecto de Ley no
existen circunstancias que eventualmente puedan generar un conflicto de interés por parte de los
congresistas que participen de la discusión y votación. Lo anterior, entendiendo que el carácter
de lo propuesto por la iniciativa legislativa resulta en un efecto general.
Referencias
Cinco Díaz. El País. (2016, 2 marzo). Una empresa británica dará días libres por
menstruación. Cinco Días.
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2016/03/02/empresas/1456937730_791233.html
Felitti, K. (2016). El ciclo menstrual en el siglo XXI. Entre el mercado, la ecología y el poder
femenino. Sexualidad, Salud y Sociedad (Rio de Janeiro), 175-208.
La UNESCO y la OMS instan a los países a que conviertan cada escuela en una escuela
promotora de la salud. (2021, 22 junio). https://www.who.int/es/news/item/22-06-2021-
unesco-and-who-urge-countries-to-make-every-school-a-health-promoting-school.
Investigación y recogida de datos: Poner fin a la violencia contra las mujeres. (s. f.). ONU
Mujeres. https://www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-
women/research-and-data.
Ministerio de Salud y Protección Social. (2022). Concepto PL 322/21 (C) «Por medio del cual
se desarrollan los derechos menstruales». https://www.camara.gov.co/derechos-menstruales
UNICEF. (2017). Higiene menstrual en las niñas de las escuelas del área rural en el pacífico
colombiano: Choco– Bagadó, Cauca-Santander de Quilichao, Nariño–Ipiales.
Recuperado de https://docplayer. es/62164719-Higiene-menstrual-en-las-ninas-de-
lasescuelas-del-area-rural-en-el-pacifico-colombiano-choco-bagado-cauca-santander-
dequilichao-narino-ipiales. HTML.
https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/notas-estadisticas/Nota-estadistica-
Menstruacion-Colombia_VF.pdf
“Por medio del cual se crea la licencia menstrual y se establecen lineamientos para una
política pública que promueva, sensibilice y ejecute planes de acción sobre la protección de
los derechos menstruales y se dictan otras disposiciones”.
EL CONGRESO DE COLOMBIA
DECRETA:
Artículo 1. Objeto. La presente ley tiene por objeto la creación de la licencia menstrual obligatoria con
la intención de promover y garantizar el bienestar, la salud y la dignidad menstrual al margen del
establecimiento de principios, contenidos y disposiciones de la Política Pública para la garantía del
ejercicio y goce efectivo de los derechos menstruales en función a los derechos laborales, sexuales y
reproductivos de las mujeres y personas trabajadoras menstruantes en el territorio nacional.
TITULO I
Disposiciones generales
Artículo 2. Principios. La presente Ley se rige por los siguientes principios orientadores.
Dignidad menstrual: Todas las personas tienen derecho a que el Estado y los actores que
conforman el conglomerado social colombiano, respeten su dignidad humana y establezca
mecanismos para su protección la menstruación está intrínsecamente relacionada con la
dignidad humana, lo que implica posicionar la menstruación como un tema vinculado a los
derechos humanos.
Equidad menstrual: Toda niña, joven, mujer o persona menstruante tiene derecho a un trato
igualitario y no discriminatorio por su condición biológica natural de menstruar.
Artículo 3. Salud Menstrual. La menstruación debe ser obligatoriamente un tema de salud pública,
a su vez es un derecho al cual se tiene que acceder libre y equitativamente para promover el buen
manejo de la gestión menstrual y a otros factores que vinculan a la menstruación con la salud, el
bienestar, la igualdad de género, la educación y el empoderamiento de niñas y mujeres, adolescentes
y personas menstruantes con respecto a sus derechos menstruales.
TITULO II
Medidas para la no discriminación laboral por motivos de género en base al proceso
fisiológico de la menstruación y para garantizar el goce efectivo de la licencia menstrual
Artículo 7. Modifíquese el Titulo del Capítulo V del Código Sustantivo de Trabajo el cual quedará así:
Artículo 8. Adiciónese el artículo 238A al Código Sustantivo de Trabajo, el cual quedará así:
Artículo 238A. Descanso Remunerado por Síntomas Menstruales. Las trabajadoras y personas
menstruantes tienen derecho a una licencia remunerada de un día por mes calendario ante la
imposibilidad de llevar a cabo su jornada laboral debido a los síntomas generados por su periodo
menstrual. Esta licencia remunerada no afectará su ingreso salarial, antigüedad, pago de primas,
vacaciones, bonos, incentivos u otro derecho laboral adquirido.
El empleador podrá conceder mayor tiempo de licencia remunerada que los establecidos en el inciso
anterior si la trabajadora o persona menstruante presenta un certificado médico en el cual se expongan
las razones médicas que justifiquen ese mayor número de días de descansos a los ya establecidos
previamente.
Queda a elección propia y exclusivamente de las trabajadoras y personas menstruantes el día que
consideren que deben suspender su asistencia a la jornada laboral. Así mismo, es deber reportarle al
empleador cual será el día del mes que ocupará para su licencia menstrual.
Artículo 9. Adiciones numerales 3 y 4 al Artículo 239 del Capítulo V del Código Sustantivo de Trabajo
el cual quedará así:
Artículo 10. Modifíquese el numeral 1 del artículo 241 de Capítulo V del Código Sustantivo de Trabajo
el cual quedará así:
ARTICULO 241. NULIDAD DEL DESPIDO. Modificado por el art. 8o. del Decreto 13 de 1967.
El nuevo texto es el siguiente:
Artículo 12. Modifíquese los artículos 244 del Código Sustantivo de trabajo.
TITULO IV
Medidas pedagógicas para combatir el estigma social y cultural sobre la menstruación y
garantizar el uso efectivo del derecho a la licencia menstrual
TITULO V
Vigilancia, control y seguimiento
Artículo 16. Facultades y competencias. El Gobierno nacional, junto con los entes descentralizados,
en un término inferior de un (1) año a partir de la promulgación de la ley, reglamentará los mecanismos
y planes necesarios para garantizar el goce efectivo del derecho a la licencia menstrual con el fin de
prevenir su desuso.
TITULO IV
Vigencia y derogatorias
Artículo 17. Vigencia. La presente Ley rige desde su promulgación y deroga todas las disposiciones
que le sean contrarias.
Cordialmente,