1079-Texto Del Artículo-1983-1-10-20211129
1079-Texto Del Artículo-1983-1-10-20211129
1079-Texto Del Artículo-1983-1-10-20211129
Hacia la
despenalización
del aborto en Chile
127
Nicole Darat Guerra
Sin duda lo de 2017 fue un avance, pero la objeción de conciencia individual, e incluso
institucional, ha representado un gran obstáculo para muchas niñas, mujeres y otras
personas gestantes. Con todo, desde entonces la consigna del movimiento feminista ha
sido “infinitas causales” y “no bastan 3 causales”. Estas consignan buscan poner de relie-
ve que las 3 causales legalizadas hace 4 años no logran cubrir la infinidad de causas por
las que una mujer o cualquier persona gestante, puede decidir poner fin a un embarazo.
Las 3 causales, tal como lo destaca la Corporación Humanas,2 no garantizan el derecho
a interrumpir el embarazo a la mujer en su calidad de sujeto de derecho, sino que lo
consideran una excepción para casos extremos, dejando la verificación de esa excepción
al personal médico, mediatizando una decisión que acaba no perteneciéndole del todo.
El aborto fuera de estas tres causales sigue teniendo una pena que va de 3 años y un día
a 5 años de cárcel. Si bien no hay cifras actualizadas de cuántas mujeres están presas por
abortar en nuestro país, la verdad es que la cárcel acaba siendo el destino para las per-
sonas más pobres. Nuevamente, lo que se encarcela es la pobreza. Y, como sea, la ame-
naza de cárcel sigue actuando fuertemente sobre las conciencias de mujeres y personas
gestantes que temen ser encarceladas si piden ayuda para interrumpir su embarazo o si
llegan a un centro asistencial producto de complicaciones por un aborto con pastillas.
Esta limitación del derecho de las mujeres y otras personas gestantes a decidir sobre sus
propios cuerpos produce que, quienes tenemos capacidad de gestar, gocemos de una
ciudadanía parcial, sin reconocimiento de nuestra autonomía y, por ende, sin derecho a
decidir sobre nuestro proyecto de vida. Mientras no exista aborto legal, las personas con
capacidad de gestar no gozaremos de una igualdad sustantiva.
Fue en 2018 cuando se introdujo esta moción que buscaba modificar el artículo del
feminista. Todavía falta por ver qué puede suceder al interior de esta comisión, que otras
indicaciones pueden hacérsele al proyecto, y cómo será votado en el Senado, ya que esta
instancia es mucho más conservadora que la cámara baja, y tiene menor presencia de
las nuevas fuerzas de izquierda y del Partido Comunista, que son quienes, en suma, han
impulsado este avance.
A mediano plazo, el escenario es auspicioso para el avance del aborto legal. Con una nue-
va Constitución en vigor, es muy probable que el tramposo inciso sobre la protección
legal de la vida del que está por nacer salga del escenario y pueda avanzarse en garantizar
un acceso igualitario a la interrupción voluntaria del embarazo y, con ello, a un mayor
goce de los derechos sexuales y reproductivos de quienes tienen capacidad de gestar.
130
Hacia la despenalización del aborto en Chile
La campaña feminista iniciada en 2017 con la consigna “no bastan 3 causales”, no exige
precisamente “aborto legal”, sino aborto libre, seguro y gratuito. La legalidad genera
sospechas entre los colectivos autónomos que desconfían del control del Estado sobre
los cuerpos gestantes y que, con dicho control, nuevamente la decisión sea arrancada
de las manos de las mujeres y personas gestantes. Existe una larga historia de colectivas
feministas que han ayudado a abortar en la clandestinidad y que no aspiran a que dicha
labor sea relevada por el Estado, reivindicando así las prácticas de cuidado y apoyo mu-
tuo que son propias de los grupos subalternos. Esta discusión, sin duda, no es sencilla.
Pero garantizar la gratuidad del aborto, al menos para hacerlo de manera generalizada y
segura, requiere del aparato del Estado para llevarse a cabo, por lo que, cuando llegue-
mos a esa fase de la discusión, es decir, cuando hablemos finalmente de legalización del
131