Trabajo Casacion
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ÁREA DE POSTGRADO
RECURSO DE CASACION
También decimos Que es un Recurso Procesal Extraordinario que la Ley otorga a las
Partes para obtener la invalidación de una Sentencia definitiva o interlocutoria cuando
esta ha Sido dictada en un Procedimiento vicioso o cuando el Tribunal ha infringido la Ley
decisoria del Conflicto, al resolverlo.
Lo más normal es que una sentencia se recurra como máximo una o dos veces. El primer
recurso (apelación) acciona la segunda instancia. El segundo recurso (casación o
infracción) eleva el asunto al Tribunal Supremo.
Dictadas por la Sala de Casación Civil Ante tal situación, la Sala de Casación Civil
(TSJ/SCC, sent. N.º 254, del 29- 05-18) dictó una «decisión reglamentaria» dirigida a
solucionar el problema que se había presentado con la sentencia de la Sala
Constitucional, que se copia a continuación en lo pertinente4 : Conforme a lo estatuido en
fallo de esta Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, N.º RC-510, del 28
de julio de 2017 (…) y sentencia de la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de
Justicia, N.º 362, del 11 de mayo de 2018 (…) con efectos ex nunc y erga omnes, a partir
de su publicación, se declaró conforme a derecho la desaplicación por control difuso
constitucional de los artículos 320, 322 y 522 del Código de Procedimiento Civil, y la
nulidad del artículo 323 eiusdem y, por ende, también quedó en desuso artículo 210
ibidem, y se eliminó la figura del reenvío en el proceso de casación civil, como regla, y lo
dejó solo de forma excepcional y, en consecuencia, esta Sala fija su doctrina, en
aplicación de la nueva redacción de dichas normas por efecto del control 3 En Francia
existen varias cámaras civiles, pero la primera decisión no es vinculante para los jueces
de instancia. De producirse un segundo recurso de casación lo conocen las cámaras
reunidas y esta sentencia que sí es vinculante cumple con la función de unificación de la
jurisprudencia. 4 Esta reglamentación precede un recurso de casación que carece de toda
relación con la cuestión. La sentencia, después de reglamentar los futuros recursos de
casación, declara perecido el recurso que había examinado. La nueva casación civil 404
Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia • No 11 • 2018 difuso constitucional
declarado, y en aplicación de los supuestos descritos en la primera parte del ordinal
primero del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, la reposición de la causa en
casación solo será procedente, cuando: a. en el proceso se hayan quebrantado u omitido
formas sustanciales de los actos que menoscaben el derecho de defensa; b. por
desequilibrio procesal por no mantener el juez a las partes en igualdad de condiciones
ante la ley; c. por petición de principio, cuando obstruya la admisión de un recurso
impugnativo; d. cuando sea procedente la denuncia por reposición no decretada o
preterida; y e. por la violación de los principios constitucionales de expectativa plausible,
confianza legítima, seguridad jurídica y estabilidad de criterio, que degeneren en
indefensión, con la violación del debido proceso, derecho a la defensa y del principio de
legalidad de las formas procesales, con la infracción de los artículos 7, 12, 15, 206 y 208
del Código de Procedimiento Civil, así como de una tutela judicial eficaz, por la
observancia de un vicio grave que afecte de nulidad la sustanciación del proceso, o que la
falta sea tan grave que amerite la reposición de la causa al estado de que se verifique el
acto o la forma procesal quebrantada, en aplicación de la doctrina reiterada y pacífica de
esta Sala, que prohíbe la reposición inútil y la casación inútil (cfr., fallo N.º 848, del 10 de
diciembre de 2008…). En tal sentido, verificado y declarado el error en la sustanciación
del juicio, la Sala remitirá el expediente directamente al tribunal que deba sustanciar de
nuevo el proceso, o para que se verifique el acto o la forma procesal quebrantada, y si
está conociendo la causa el mismo juez que cometió el vicio detectado en casación, éste
no podrá continuar conociendo del caso por razones de inhibición y, por ende, tiene la
obligación de inhibirse de seguir conociendo el caso y, en consecuencia, lo pasará de
inmediato al nuevo juez que deba continuar conociendo conforme a la ley, el cual se
abocará al conocimiento del mismo y ordenará la notificación de las partes, para darle
cumplimiento a la orden dada por esta Sala en su fallo. Por lo cual, al verificarse por parte
de la Sala la procedencia de una denuncia de forma en la elaboración del fallo, en
conformidad con lo estatuido en el 405 ordinal primero del artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil, o verificada la existencia de un vicio de forma de orden público,
conforme a lo previsto en los artículos 209, 243 y 244 eiusdem, ya sea por
indeterminación: i. orgánica, ii. subjetiva, iii. objetiva y iv. de la controversia; por
inmotivación: a. porque la sentencia no contenga materialmente ningún razonamiento que
la apoye; b. porque las razones expresadas por el sentenciador no guardan relación
alguna con la pretensión deducida o las excepciones o defensas opuestas; c. porque los
motivos se destruyen los unos a los otros por contradicciones graves e inconciliables; d.
porque todos los motivos son falsos; e. por motivación acogida; f. por petición de principio,
cuando se de por probado lo que es objeto de prueba; g. por motivación ilógica o sin
sentido; h. por motivación aparente o simulada; i. por inmotivación en el análisis de las
pruebas; y j. Por falta de señalamiento de las normas de Derecho aplicables para la
resolución de los distintos aspectos del fallo; por incongruencia, de los alegatos de la
demanda y contestación u oposición, y de forma excepcional de los informes y
observaciones, ya sea: 1. negativa, omisiva o citrapetita; 2. positiva o activa; 3. subjetiva;
4. por tergiversación de los alegatos; y 5. mixta por extrapetita; por reposición: a. inútil y b.
mal decretada; y en torno de lo dispositivo: i. por la absolución de la instancia, al no
declarar con o sin lugar la apelación o la acción; ii. que exista contradicción entre la
motiva y la dispositiva; iii. que no aparezca lo decidido, pues no emite condena o
absolución; iv. que sea condicional o condicionada, al supeditar su eficacia a un agente
exógeno para su ejecución; y v. que contenga ultrapetita; la Sala recurre a la casación
parcial, pudiendo anular o casar en un aspecto, o en una parte la recurrida, quedando
firme, incólume y con fuerza de cosa juzgada el resto de las motivaciones no casadas,
independientes de aquella, debiendo la Sala recomponer única y exclusivamente el
aspecto casado y verter su doctrina estimatoria, manteniéndose firme el resto de la
decisión, por cuanto los hechos fueron debida y soberanamente establecidos en su
totalidad siendo, por tanto, innecesario la nulidad total del fallo; sin perjuicio de ejercer la
Sala la casación total, vista la influencia determinante de la infracción de forma de lo
dispositivo del fallo suficiente para cambiarlo. La nueva casación civil 406 Revista
Venezolana de Legislación y Jurisprudencia • No 11 • 2018 Ahora bien, la facultad de
casación de oficio, señalada en el aparte cuarto del artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil, cuya constitucionalidad ya ha sido declarada por la Sala
Constitucional (vid. sentencia N.º 116 de fecha 29 de enero de 2002…), al constituir un
verdadero imperativo constitucional, porque asegurar la integridad de las normas y
principios constitucionales es una obligación de todos los jueces y juezas de la República,
en el ámbito de sus competencias (ex artículo 334 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela), se constituye en un deber, lo que reitera la doctrina pacífica de
esta Sala, que obliga a la revisión de todos los fallos sometidos a su conocimiento,
independientemente de que el vicio sea de forma o de fondo y haya sido denunciado o no
por el recurrente, y su declaratoria de infracción de oficio en la resolución del recurso
extraordinario de casación, cuando la Sala lo verifique.
Primeramente, es menester aclarar que, para acceder de forma efectiva a una tutela
casacional en materia civil, resulta necesario delatar los vicios conforme unos “motivos”
señalados expresamente por la ley. Estos motivos constituyen las causas remotas o
específicas determinadas por la ley, en las cuales se debe apoyar la pretensión
impugnativa. De tal manera que, se refiere más bien a los errores o vicios incrustados en
la decisión judicial que permiten el acceso a un sistema de impugnación contra decisiones
de alzada. Estos vicios, errores o yerros, se clasificaron anteriormente como errores de
procedimiento y de juzgamiento para diferenciar la naturaleza del vicio y la consecuencia
jurídica que conlleva.
Así, resulta ser que cada tipo de error de procedimiento o de juzgamiento requieren de la
aplicación de una técnica especial para su delación al momento de redactar el escrito de
formalización; he ahí el punto de interés de esta investigación. A los efectos de demostrar
lo que se acaba de afirmar se tomará como ejemplo los errores de procedimiento. A tal
efecto se observa. La doctrina divide los errores de actividad de la siguiente manera (con
base al artículo 313 Nº 1 del Código de Procedimiento Civil de 1986): (a) quebrantamiento
de formas sustanciales que menoscaban el derecho a la defensa, la indefensión; (b)
incumplimiento de los requisitos de la sentencia a que se refiere el artículo 243 ejusdem;
(c) por absolución de la instancia, condicionalidad, incongruencia o indeterminación, es
decir, los vicios plasmados en el artículo 244 ejusdem.
A través de esta decisión se reveló cual es la técnica que debe emplearse para denunciar
el quebrantamiento de formas sustanciales, a cuyo efecto se decidió que ello implica
necesariamente lo siguiente: (a) una explicación de cuál ha sido la forma quebrantada u
omitida y si lo ha sido por el juez de la causa o de alzada; (b) señalar como el
quebrantamiento u omisión de la forma sustancial vulneró el derecho a la defensa y/o el
orden público; (c) en caso de que dicho quebrantamiento u omisión se le atribuya al
tribunal de la causa, se debe denunciar la infracción del artículo 208 y 15 de la ley
adjetiva, así como los demás artículos que se vean especialmente vulnerados y esten
vinculados al derecho a la defensa y el orden público; (d) si, por lo contrario, se le atribuye
el quebrantamiento u omisión al tribunal de alzada, se debe delatar la violación del
artículo 15 ejusdem y las demás disposiciones vulneradas que afectan el derecho a la
defensa y las que establecen el orden público infringido; y, (e) una explicación dirigida a
constatar el agotamiento de todos los recursos en contra de dicho quebrantamiento u
omisión.
En efecto, lo que quiere expresar la sentencia transcrita es que para formalizar un recurso
de casación civil correctamente, en base al quebrantamiento de formas sustanciales que
generan indefensión como motivo casacional, es necesario catalogarlo, primeramente, en
el artículo 313 numeral 1º del Código de Procedimiento Civil (1986), pues se trata –se
insiste– de un error de procedimiento.
Seguidamente, la técnica impuesta por la Sala de Casación Civil para el vicio en cuestión
ordena la utilización del artículo 208 del Código de Procedimiento Civil (1986), siempre
que se trate de un error producto de la actividad del juez de la causa a quo. Dicho artículo
se refiere a la nulidad de los actos procesales y al consecuente decreto de reposición por
el tribunal superior. En caso de que los errores de actividad se verifiquen en la conducta
del juez de alzada, aquem, el artículo 208 ejusdem no requiere de delación.
Ahora, es oportuno indicar que la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia,
en sentencia número 159, expediente número 99816 de fecha 25 de mayo de 2000, sentó
un criterio cónsono con el transcrito anteriormente, según el cual resulta pertinente
agregarle a la técnica el artículo 206 ejusdem. Esta disposición constituye un imperativo
para los jueces, consistente en el deber de procurar una estabilidad en el proceso y evitar
declarar la nulidad de actos procesales que han cumplido su cometido. Asimismo, los
actos cuya nulidad debe perseguirse son aquellos en los cuales se incumplió con alguna
formalidad esencial para su validez.
Siguiendo con el desarrollo de la técnica, después invocar el artículo 206 y 208 de la ley
adjetiva, corresponde, conforme el criterio vigente, hacer expresa mención del artículo 15
ejusdem; esto se hace de forma indiferente, es decir, se trate de un error en la actividad
del juez de la causa o del juez de alzada, en ambos casos, es indispensable mencionar
dicha norma. Este artículo desarrolla el deber del juez debe garantizar el derecho a la
defensa conforme al principio de igualdad procesal, según el cual, no se admite
prerrogativa o privilegio alguno a favor de ninguna de las partes en el proceso, pues esto
se traduce en una evidente discriminación. Por último, la técnica para denunciar un vicio
de indefensión exige que previamente se hayan agotado todos los recursos contra el
quebrantamiento u omisión de la forma procesal o que dicha violación atente contra el
orden público; esto, por supuesto, debe dejarse sentado en el escrito de formalización.
[…] el recurso de forma por indefensión o menoscabo del derecho de defensa, no puede
ser considerado sino cuando el formalizante cumple con el requerimiento de denunciar el
artículo 15 del Código de Procedimiento Civil, […] esta Sala desecha la presente denuncia
por falta de técnica, y así declara. (destacado propio)
Ahora bien, para llegar a obtener el juez la convicción de los medios probatorios, debe
seguir un método, es decir debe establecer los mecanismos para la VALORACION DE LA
PRUEBA. Existen pues diversos sistemas de valoración:
El de la prueba legal o tarifada, que en su concepción más simple puede decirse que “se
llama legal la prueba cuando su valoración está regulada por ley”. En este sentido autores
como Chiovenda enseña que en dicha prueba el momento probatorio se presenta a la
mente del legislador y no a la del juez. Este sistema se contrapone al de la libre
convicción y por supuesto al de la sana critica.
Como antítesis de la prueba legal, se entiende por prueba racional de la libre convicción,
aquella cuya valoración no está regulada por la ley es dejada a la libre apreciación del
juez, en otras palabas, en la prueba libre el juicio de valoración histórico-crítica de las
pruebas, lo realiza el juez y no el legislador por la vía normativa, de tal modo que la
certidumbre no pierde su carácter subjetivo como ocurre en la prueba legal, en la cual se
produce el fenómeno que denomina Furno, de la objetivación de la realidad. Pero resalta
como importante que no tiene el juez la obligación de señalar o motivar el proceso lógico
que lo llevó a tomar la decisión, simplemente se le impone la obligación de emplear o
utilizar el razonamiento lógico sin tener que motivarlo.
En conclusión para Cotoure, la sana crítica es lógica y experiencia. Apunta el autor que la
corrección lógica no basta para convalidar la sentencia, porque la elaboración del juez
puede ser correcta en sentido lógico formal y sin embargo la sentencia ser errónea, si han
sido erróneamente elegidas las premisas o algunas de ellas. Es experiencia, porque las
máximas de experiencia contribuyen tanto como los principios lógicos a la valoración de la
prueba, pues el juez no es una máquina de razonar, sino, esencialmente un hombre que
toma conocimiento del mundo que lo rodea y le conoce a través de sus procesos
sensibles e intelectuales.
Par algunos autores como Devis Echandia y Sentis Melendo rechazan categóricamente la
distinción entre libre convicción y sana critica, sino que una y otra están estrechamente
vinculadas.
Las reglas de la sana crítica no constituyen un sistema probatorio distinto de los que
tradicionalmente se han venido reconociendo. Se trata más bien de un instrumento que el
juez está obligado lógicamente a utilizar para la valoración de las pruebas en las únicas
circunstancias en que se encuentra en condiciones de hacerlo, esto es, cuando la
legislación no lo sujeta a un criterio predeterminado.
Artículo 12 del CPC: Los jueces tendrán por norte de sus actos la verdad, que
procuraran conocer en los límites de su oficio. En sus decisiones el Juez debe
atenerse a las normas del derecho a menos que la Ley lo faculte para decir con
arreglo a la equidad. Debe atenerse a lo alegado y probado en autos, sin poder
sacar elementos de convicción fuera de éstos (omissis). El Juez puede fundar su
decisión en los conocimientos de hecho que se encuentren comprendidos en la
experiencia común o máximas de experiencias.
Artículo 507 del CPC: A menos que exista una regla legal expresa (excepción)
para valorar el mérito de la prueba, el juez deberá apreciarla según las reglas de la
sana critica (regla general).
Artículo 509 del CPC: Los jueces deben analizar y juzgar todas cuantas pruebas
e hayan producido, aún aquellas que a su juicio no fueren idóneas para ofrecer
algún elemento de convicción, expresándose siempre cual sea el criterio del juez
respecto de ellas (aquí podemos ver claramente la diferencia entre el sistema de la
libre convicción y el de la sana critica).
En el sistema venezolano, la apreciación de la prueba por los jueces de instancia solo
puede ser revisada por la Casación cuando se ha denunciado la infracción de una norma
jurídica expresa que regule la valoración de la prueba, o cuando la parte dispositiva del
fallo es consecuencia de una suposición falsa por parte del juez, que haya atribuido a
instrumentos o actas del expediente menciones que no contiene, o haya dado por
demostrado un hecho con pruebas que no aparecen de autos o cuya inexactitud resulta
de actas o instrumentos del expediente mismo (artículo 320 del CPC). En general la
Casación ha admitido como normas de valoración de la prueba:
De esta norma se observa, que a diferencia del procedimiento civil, no existe el principio
de la prueba legal o tarifada como sistema de valoración de la prueba, se le exige al Juez
del trabajo, que las pruebas deben ser valoradas conforme a la SANA CRITICA, es decir
en base a el lógico razonamiento y a las máximas de experiencia.
Sin embargo, encontramos en la LOPT, normas que tienen atribuido el valor de la prueba,
es decir, que establecen el juicio del juez en cuanto a las mismas (prueba legal), a saber:
Continúa el artículo:
A través de este recurso, el Tribunal Supremo examina la aplicación del derecho que han
hecho otros Tribunales inferiores.
Los sujetos legitimados para interponer este recurso son el Ministerios Fiscal, las partes
del proceso, las personas que resulten condenadas por la sentencia y sus herederos.
Preparación. La preparación del recurso por escrito ante el mismo Tribunal que dictó la
resolución judicial que se desea recurrir en un plazo de 5 días desde la última notificación
de la sentencia.
En este sentido, la Sala estableció que el error judicial para que sea calificado como
inexcusable debe ser “grosero, patente e indudable, que no quepa duda alguna de lo
desacertado de la decisión emitida, y que manifieste una contradicción abierta, palmaria e
inequívoca entre la realidad acreditada en el proceso y las conclusiones que el juzgador
obtiene respecto a dicha realidad…”. En otras palabras, el error debe ser gravísimo, es
decir insalvable.
DIFERENCIA ENTRE FALSA APLICACIÓN Y FALTA DE APLICACIÓN DE UNA
NORMA
Y es por ello, que con fundamento en la determinación del problema judicial que debe
hacerse en la sentencia, podrá verificarse la llamada incongruencia del fallo, que da lugar
a la incongruencia positiva o ultrapetita, ya señalada, y que también se puede presentar,
si el juez decide sobre algo distinto de lo pedido por las partes extrapetita, -ne eat iudex
extra petita partium-; o la incongruencia negativa o citrapetita, -ne eat iudex citra petita
partium- cuando el juez omite el debido pronunciamiento sobre alguno de los términos del
problema judicial.
De igual forma ha señalado esta Sala, que si lo establecido por el juez constituye
claramente una conclusión de orden intelectual, a la que arribó luego de examinar las
pruebas aportadas por las partes al proceso, esto es claro que no constituye la violación
del principio de congruencia del fallo, conforme a la doctrina de la Sala, al ceñirse el Juez
a decidir conforme a lo alegado y probado en autos, sin suplir excepciones o argumentos
de hecho no formulados por las partes.
“(…) Ahora bien, el requisito de congruencia del fallo está previsto en el ordinal 5º del
artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, el cual establece que toda sentencia debe
contener decisión expresa, positiva y precisa, con arreglo a la pretensión deducida y a las
excepciones o defensas opuestas.
Esta norma es acorde con lo previsto en el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil,
que dispone que el juez debe decidir conforme a lo alegado en autos, sin suplir
excepciones o argumentos de hecho no formulados por las partes, lo cual constituye una
reiteración del principio dispositivo que caracteriza el procedimiento civil en nuestro
ordenamiento jurídico.
Las disposiciones citadas sujetan el pronunciamiento del juez a todos los alegatos
formulados por las partes, sin que le sea posible dejar de decidir alguno de ellos
(incongruencia negativa), o por el contrario, extender su decisión sobre excepciones o
argumentos de hechos no formulados en el proceso (incongruencia positiva).
Así pues, el vicio de incongruencia ocurre cuando el juez no se pronuncia sobre todos los
alegatos formulados por las partes, sin que le sea posible dejar de decidir alguno de ellos
(incongruencia negativa), o por el contrario, extiende su decisión sobre excepciones o
argumentos de hecho no formulados en el proceso o excederse en lo solicitado
oportunamente por las partes (incongruencia positiva). (Cfr. Sentencia N° RC-184, de
fecha 10 de mayo de 2011, caso de Servi Comidas Express C.A., contra Imosa
Tuboacero Fabricación C.A., expediente N° 2010-506,).”
VICIOS DE LA SENTENCIA
Los Arts. 243 y 244 CPC señalan los vicios en que el Juez puede incurrir, y por ende
dispone, que la decisión debe ser expresa, positiva y precisa. La decisión debe ser con
arreglo a las acciones intentadas y a las excepciones y defensas opuestas, para evitar la
indecisión, como es caso de que los Jueces absuelvan la instancia, entendiéndose por
absolver de la instancia en que el Juez declare que no procede la demanda por falta de
elementos probatorios, pero pudiéndose intentar nuevamente y con posterioridad, y aun
prosperar, si se trajeran esos elementos probatorios. El Juez no declara con o sin lugar la
demanda, no resuelve la controversia y por consiguiente no cumple con su función de
decidir.
Que los términos del fallo sean contradictorios, de modo que no pueda ejecutarse o no
puede saberse que es lo decidido;
Cuando tenga ultrapetita, es decir se dé más de lo que se pide; extrapetita; cuando el juez
decide sobre algo que no se le ha solicitado; minuspetita, el juez decide menos de lo que
se le ha solicitado , en este caso, no existe vicio, sólo que el juez sólo dio la razón en
parte;
El juez al dictar su fallo puede incurrir en dos tipos de errores: el error in judicatum, que se
da cuando el juez aplica mal una disposición de la ley sustantiva; y el error in procedendo,
se da cuando el juez aplica mal una disposición de la ley adjetiva.
Nulidad e inexistencia de la sentencia
Principios que rigen la forma de la sentencia
Requisitos y vicios de la sentencia
Conclusiones
Principio de judicialidad: la nulidad debe ser declarada por un juez antes de la firmeza de
la sentencia definitiva
La inexistencia no necesita ser declarada por un juez antes de la firmeza del fallo
definitivo
INMOTIVACIÓN E INCONGRUENCIA
INCONGRUENCIA
Negativa Omisión de pronunciamiento
sobre libelo y contestación
Omisión de pronunciamiento
sobre pedimentos en el
curso del proceso
“Ahora bien, respecto al vicio de inmotivación del fallo, estatuido en el numeral 4° del
artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, que dispone que toda sentencia debe
contener los motivos de hecho y de derecho que sustentan la decisión, esta Sala
en sentencia N° RC-291, defecha 31 de mayo de 2005, caso de Manuel Rodríguez
contra la Estación de Servicios El Rosal, C.A., señaló lo siguiente:
“…Uno de los requisitos formales de la sentencia es el que prevé el artículo
243 ordinal 4º del Código de Procedimiento Civil, que es el referido a la
motivación del fallo; requisito que obliga a los jueces a expresar los motivos de
hecho y de derecho de la decisión; al mismo tiempo, exige que la sentencia
sea el resultado de un juicio lógico fundado en el derecho y en las
circunstancias de hecho comprobadas en la causa. De esta manera, se
controla la arbitrariedad del sentenciador, pues le impone justificar el
razonamiento lógico que siguió para establecer el dispositivo y, garantiza
adicionalmente, el legítimo derecho de defensa de las partes, al conocer éstas
los motivos de la decisión, ya que si no están de acuerdo con la
argumentación dada por el sentenciador, podrán interponer los recursos
previstos en la ley para la revisión de la legalidad del fallo.
En este sentido, la Sala ha señalado que “...El requisito de la motivación del
fallo previsto en el artículo 243 ordinal 4º, del Código de Procedimiento Civil,
obliga a lsentenciador a expresar los motivos de hecho y de derecho de la
decisión,protegiéndose de esta manera a las partes contra lo arbitrario, y
exigiendo del juez la elaboración de un fallo que resulte de un juicio lógico
fundado en el derecho y en las circunstancias de hecho comprobadas en la
causa...Como e lpoder del juez al momento de su decisión se encuentra
vinculado al derecho(quaestio iuris) y a la certeza de los hechos (quaestio
facti), se sigue de aquí que la motivación del fallo ha de comprender ambas
cuestiones, como expresamente lo exige la norma procesal antes citada...”.
(Sent. 21/5/97, caso:Jesús Alberto Pisani c/ Banco Caroní, C.A.).
Asimismo, ha expresado que“...el vicio de inmotivación en el fallo, consiste en
la falta absoluta de fundamentos y no cuando los mismos son escasos o
exiguos con lo cual no debe confundirse. También ha sostenido la Sala en
repetidas ocasiones que lafalta absoluta de motivos puede asumir varias
modalidades: a) Que la sentencia no presente materialmente ningún
razonamiento. b) Que las razones dadas por el sentenciador no guarden
relación alguna con la acción o la excepción y deben tenerse por inexistentes
jurídicamente. c) Que los motivos se destruyan los unos a los otros por
contradicciones graves e irreconciliables y, d) Que todos los motivos sean
falsos...”. (Vid.Sent. N° 83 del 23/3/92, reiterada el 26/4/00, caso: Banco
Mercantil C.A.S.A.C.A., contra Textilera Texma C.A. y otro)...”. (Resaltado de
la Sala).”
d) Que todos los motivos son falsos . Caso en que los motivos sean
tan vagos, generales, inocuos, ilógicos o absurdos que impiden a la alzada
o a la casación conocer el criterio jurídico que siguió el juez para dictar su
decisión, caso éste también que se equipara a la falta de
motivación. (Véase sentencia Nº 83, de fecha 23 de marzo de 1992 , caso
de Juan Perozo contra Freddy Escalona y otros, reiterada en fallo Nº RC-
182, de fecha 9 de abril de 2008 , expediente N° 2007-876 ).
CONCLUSIÓN
De esta manera, queda en evidencia que la Sala de Casación Civil ha descartado
recursos de casación sobre la base de la omisión de una técnica que ha sido introducida
jurisprudencialmente; dicha técnica exige, entre otras cosas, la expresa mención del
artículo 15 del texto adjetivo (referente al principio de igualdad procesal), sin embargo,
esto no fue lo que hizo el formalizante en el caso transcrito, razón por la cual se declaró el
perecimiento del recurso.
Con esto, se quiso constatar que las diversas técnicas para denunciar vicios en sede
casacional tienen su origen en la jurisprudencia (apoyada por la doctrina), es decir,
proviene de una fuente indirecta del derecho. Así, la Sala de Casación Civil ha
acostumbrado a emitir criterios que fungen como lineamientos técnicos para la
elaboración de escritos de formalización, destinados a facilitar el proceso de asimilación
de los vicios denunciados en el recurso y a los efectos de llevar un orden lógico y
ordenado.
A tal efecto se concluye lo siguiente: si bien la Sala de Casación Civil tiene la posibilidad
de introducir jurisprudencialmente algunos criterios destinados a mejorar la técnica
casacionista, dichos juicios o discernimientos no pueden –de manera alguna– vulnerar o
impedir que se cumpla la voluntad de la ley, mucho menos el espíritu constitucional. Por el
contrario, debe ser cónsono con las disposiciones fundamentales y con el texto legal y
debe acogerse a la racionalidad, proporcionalidad, logicidad e imparcialidad.
Adicionalmente, a la luz del texto constitucional vigente, cualquier criterio que vaya a
emitir el Tribunal Supremo de Justicia, y, más concretamente, la Sala de Casación Civil,
debe ajustarse a una justicia exenta de formalidades no esenciales o formalismos inútiles,
por imperio de los artículos 26 y 257 ejusdem. Esto se traduce en que la técnica no debe
presentarse como una traba en el acceso a los recursos, menos aun cuando la materia
recursiva tiene una dimensión constitucional, específicamente en el artículo 49 numeral
1º.
Sin embargo, se concluye que el carácter inconstitucional reposa sobre las consecuencias
que se le atribuyen al incumplimiento de dicha técnica (no la técnica establecida en el
artículo 317 del texto adjetivo, se insiste). Es decir, resulta totalmente contrario a la
Constitución, la ley y a los principios que rigen la materia, declarar el perecimiento de un
recurso de casación basándose en el incumplimiento de una técnica que fue introducida
jurisprudencialmente, pues, por más constitucional que sea, no se justifica que la Sala de
Casación Civil le atribuya tal efecto al incumplimiento de un mandato de rango sublegal,
proveniente de una fuente indirecta del derecho, que además suprime e impide el acceso
a un derecho amparado a nivel constitucional.
REFERENCIAS
Tribunal Supremo de Justicia. Sala de Casación Civil. 2004. Sentencia del 27 de abril de
2004. Número 351, expediente número 00-1038.
Tribunal Supremo de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 25 de mayo de 2000.
Número 159, expediente número 99816.