Trabajo Casacion

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RÓMULO GALLEGOS

ÁREA DE POSTGRADO

ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO PROCESAL CIVIL

NÚCLEO GUACARA / SECCIÓN 1

MATERIA: VISIÓN CONSTITUCIONAL DEL DERECHO PROCESAL CIVIL

RECURSO DE CASACION

Profesor: Integrantes: Abogados

Dr. Marcos Gomez Miriam Borges C.I. 4.262.121

Cruz Aponte C.I. 7.102.513

Yolanda Hernández C.I. 8.604.374

Doreimys García C.I. 9.831.343

Sonia Herrera C.I. 9.875.954

Milagros useche C.l. 10.161.019

Solange Moya C.I. 10.285.417

José Fuentes C.I. 20.294.775

Karelim Fandiño C.I. 25.107.588

Valencia, 11 de Marzo 2023


DEFINICIÓN DE RECURSO DE CASACIÓN

El recurso de casación es un medio procesal especial para controlar que el juez de


segunda instancia (apelación) haya aplicado correctamente el derecho y lograr que todos
los jueces hagan una similar interpretación de la ley y solucionen los asuntos parecidos de
la misma forma, esto con el fin de que haya seguridad jurídica.

CUÁL ES EL FIN DE LA CASACIÓN

La casación funge como controladora de la actividad jurisdiccional de los jueces de


instancia en la aplicación del derecho, el cual es un recurso de naturaleza excepcional,
que tiene como propósito obtener la nulidad de una sentencia que le es adversa a quien lo
ejerce, cuya finalidad primordial es la defensa del derecho y la unificación de la
jurisprudencia. QUE TIPO DE RECURSO ES LA CASACIÓN

Es un Medio de impugnación extraordinario que puede intentarse contra sentencias de


última instancia que hayan puesto fin a un juicio y que sólo puede fundamentarse en las
razones que la ley establece.

CUANDO OPERA EL RECURSO DE CASACIÓN CONTRA LA DECISIÓN DEL


TRIBUNAL SUPERIOR

También decimos Que es un Recurso Procesal Extraordinario que la Ley otorga a las
Partes para obtener la invalidación de una Sentencia definitiva o interlocutoria cuando
esta ha Sido dictada en un Procedimiento vicioso o cuando el Tribunal ha infringido la Ley
decisoria del Conflicto, al resolverlo.

CUÁNTOS RECURSOS SE PUEDEN HACER A UNA SENTENCIA

Lo más normal es que una sentencia se recurra como máximo una o dos veces. El primer
recurso (apelación) acciona la segunda instancia. El segundo recurso (casación o
infracción) eleva el asunto al Tribunal Supremo.

QUÉ IMPORTANCIA TIENE EL RECURSO DE CASACIÓN

Podemos afirmar, que el recurso e casación, es una institución establecida con el fin de


garantizar la corrección sustancial y la legalidad formal de las sentencias de los jueces de
instancia, para asegurar el mantenimiento del orden jurídico y la uniforme aplicación de la
ley sustantiva.

CUÁLES SON LOS RECURSOS ORDINARIOS Y EXTRAORDINARIOS

Recursos Ordinarios y Extraordinarios. Son recursos ordinarios, aquellos que se


interponen contra una sentencia que no ha causado ejecutoria; mientras que en los
extraordinarios, acontece lo contrario. Figuran en el primer grupo, los recursos de
revocación, apelación y queja, y en el segundo grupo, el de apelación extraordinaria,

¿POR QUÉ RAZONES SE PUEDE INTERPONER UN RECURSO DE CASACIÓN?

Los motivos por los que se puede solicitar la impugnación de una sentencia a través de un


recurso de casación son los siguientes:

La resolución contiene una interpretación o una aplicación incorrecta de la Ley.

El procedimiento en que se ha dictado la resolución no ha cumplido con las formalidades


legales.

REGULACIONES EN EL PROCESO DE CASACIÓN CIVIL VENEZOLANO

Dictadas por la Sala de Casación Civil Ante tal situación, la Sala de Casación Civil
(TSJ/SCC, sent. N.º 254, del 29- 05-18) dictó una «decisión reglamentaria» dirigida a
solucionar el problema que se había presentado con la sentencia de la Sala
Constitucional, que se copia a continuación en lo pertinente4 : Conforme a lo estatuido en
fallo de esta Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, N.º RC-510, del 28
de julio de 2017 (…) y sentencia de la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de
Justicia, N.º 362, del 11 de mayo de 2018 (…) con efectos ex nunc y erga omnes, a partir
de su publicación, se declaró conforme a derecho la desaplicación por control difuso
constitucional de los artículos 320, 322 y 522 del Código de Procedimiento Civil, y la
nulidad del artículo 323 eiusdem y, por ende, también quedó en desuso artículo 210
ibidem, y se eliminó la figura del reenvío en el proceso de casación civil, como regla, y lo
dejó solo de forma excepcional y, en consecuencia, esta Sala fija su doctrina, en
aplicación de la nueva redacción de dichas normas por efecto del control 3 En Francia
existen varias cámaras civiles, pero la primera decisión no es vinculante para los jueces
de instancia. De producirse un segundo recurso de casación lo conocen las cámaras
reunidas y esta sentencia que sí es vinculante cumple con la función de unificación de la
jurisprudencia. 4 Esta reglamentación precede un recurso de casación que carece de toda
relación con la cuestión. La sentencia, después de reglamentar los futuros recursos de
casación, declara perecido el recurso que había examinado. La nueva casación civil 404
Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia • No 11 • 2018 difuso constitucional
declarado, y en aplicación de los supuestos descritos en la primera parte del ordinal
primero del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, la reposición de la causa en
casación solo será procedente, cuando: a. en el proceso se hayan quebrantado u omitido
formas sustanciales de los actos que menoscaben el derecho de defensa; b. por
desequilibrio procesal por no mantener el juez a las partes en igualdad de condiciones
ante la ley; c. por petición de principio, cuando obstruya la admisión de un recurso
impugnativo; d. cuando sea procedente la denuncia por reposición no decretada o
preterida; y e. por la violación de los principios constitucionales de expectativa plausible,
confianza legítima, seguridad jurídica y estabilidad de criterio, que degeneren en
indefensión, con la violación del debido proceso, derecho a la defensa y del principio de
legalidad de las formas procesales, con la infracción de los artículos 7, 12, 15, 206 y 208
del Código de Procedimiento Civil, así como de una tutela judicial eficaz, por la
observancia de un vicio grave que afecte de nulidad la sustanciación del proceso, o que la
falta sea tan grave que amerite la reposición de la causa al estado de que se verifique el
acto o la forma procesal quebrantada, en aplicación de la doctrina reiterada y pacífica de
esta Sala, que prohíbe la reposición inútil y la casación inútil (cfr., fallo N.º 848, del 10 de
diciembre de 2008…). En tal sentido, verificado y declarado el error en la sustanciación
del juicio, la Sala remitirá el expediente directamente al tribunal que deba sustanciar de
nuevo el proceso, o para que se verifique el acto o la forma procesal quebrantada, y si
está conociendo la causa el mismo juez que cometió el vicio detectado en casación, éste
no podrá continuar conociendo del caso por razones de inhibición y, por ende, tiene la
obligación de inhibirse de seguir conociendo el caso y, en consecuencia, lo pasará de
inmediato al nuevo juez que deba continuar conociendo conforme a la ley, el cual se
abocará al conocimiento del mismo y ordenará la notificación de las partes, para darle
cumplimiento a la orden dada por esta Sala en su fallo. Por lo cual, al verificarse por parte
de la Sala la procedencia de una denuncia de forma en la elaboración del fallo, en
conformidad con lo estatuido en el 405 ordinal primero del artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil, o verificada la existencia de un vicio de forma de orden público,
conforme a lo previsto en los artículos 209, 243 y 244 eiusdem, ya sea por
indeterminación: i. orgánica, ii. subjetiva, iii. objetiva y iv. de la controversia; por
inmotivación: a. porque la sentencia no contenga materialmente ningún razonamiento que
la apoye; b. porque las razones expresadas por el sentenciador no guardan relación
alguna con la pretensión deducida o las excepciones o defensas opuestas; c. porque los
motivos se destruyen los unos a los otros por contradicciones graves e inconciliables; d.
porque todos los motivos son falsos; e. por motivación acogida; f. por petición de principio,
cuando se de por probado lo que es objeto de prueba; g. por motivación ilógica o sin
sentido; h. por motivación aparente o simulada; i. por inmotivación en el análisis de las
pruebas; y j. Por falta de señalamiento de las normas de Derecho aplicables para la
resolución de los distintos aspectos del fallo; por incongruencia, de los alegatos de la
demanda y contestación u oposición, y de forma excepcional de los informes y
observaciones, ya sea: 1. negativa, omisiva o citrapetita; 2. positiva o activa; 3. subjetiva;
4. por tergiversación de los alegatos; y 5. mixta por extrapetita; por reposición: a. inútil y b.
mal decretada; y en torno de lo dispositivo: i. por la absolución de la instancia, al no
declarar con o sin lugar la apelación o la acción; ii. que exista contradicción entre la
motiva y la dispositiva; iii. que no aparezca lo decidido, pues no emite condena o
absolución; iv. que sea condicional o condicionada, al supeditar su eficacia a un agente
exógeno para su ejecución; y v. que contenga ultrapetita; la Sala recurre a la casación
parcial, pudiendo anular o casar en un aspecto, o en una parte la recurrida, quedando
firme, incólume y con fuerza de cosa juzgada el resto de las motivaciones no casadas,
independientes de aquella, debiendo la Sala recomponer única y exclusivamente el
aspecto casado y verter su doctrina estimatoria, manteniéndose firme el resto de la
decisión, por cuanto los hechos fueron debida y soberanamente establecidos en su
totalidad siendo, por tanto, innecesario la nulidad total del fallo; sin perjuicio de ejercer la
Sala la casación total, vista la influencia determinante de la infracción de forma de lo
dispositivo del fallo suficiente para cambiarlo. La nueva casación civil 406 Revista
Venezolana de Legislación y Jurisprudencia • No 11 • 2018 Ahora bien, la facultad de
casación de oficio, señalada en el aparte cuarto del artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil, cuya constitucionalidad ya ha sido declarada por la Sala
Constitucional (vid. sentencia N.º 116 de fecha 29 de enero de 2002…), al constituir un
verdadero imperativo constitucional, porque asegurar la integridad de las normas y
principios constitucionales es una obligación de todos los jueces y juezas de la República,
en el ámbito de sus competencias (ex artículo 334 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela), se constituye en un deber, lo que reitera la doctrina pacífica de
esta Sala, que obliga a la revisión de todos los fallos sometidos a su conocimiento,
independientemente de que el vicio sea de forma o de fondo y haya sido denunciado o no
por el recurrente, y su declaratoria de infracción de oficio en la resolución del recurso
extraordinario de casación, cuando la Sala lo verifique.

MOTIVOS CASACIONALES: LINEAMIENTOS TÉCNICO PROCESALES PARA SU


DENUNCIA.

Primeramente, es menester aclarar que, para acceder de forma efectiva a una tutela
casacional en materia civil, resulta necesario delatar los vicios conforme unos “motivos”
señalados expresamente por la ley. Estos motivos constituyen las causas remotas o
específicas determinadas por la ley, en las cuales se debe apoyar la pretensión
impugnativa. De tal manera que, se refiere más bien a los errores o vicios incrustados en
la decisión judicial que permiten el acceso a un sistema de impugnación contra decisiones
de alzada. Estos vicios, errores o yerros, se clasificaron anteriormente como errores de
procedimiento y de juzgamiento para diferenciar la naturaleza del vicio y la consecuencia
jurídica que conlleva.

Así, resulta ser que cada tipo de error de procedimiento o de juzgamiento requieren de la
aplicación de una técnica especial para su delación al momento de redactar el escrito de
formalización; he ahí el punto de interés de esta investigación. A los efectos de demostrar
lo que se acaba de afirmar se tomará como ejemplo los errores de procedimiento. A tal
efecto se observa. La doctrina divide los errores de actividad de la siguiente manera (con
base al artículo 313 Nº 1 del Código de Procedimiento Civil de 1986): (a) quebrantamiento
de formas sustanciales que menoscaban el derecho a la defensa, la indefensión; (b)
incumplimiento de los requisitos de la sentencia a que se refiere el artículo 243 ejusdem;
(c) por absolución de la instancia, condicionalidad, incongruencia o indeterminación, es
decir, los vicios plasmados en el artículo 244 ejusdem.

Entonces, para el ejemplo se utilizará el vicio de indefensión. De acuerdo a Bello


(2010:416), este error consiste en la “desviación, infracción, lesión, adición o preterición
de los actos debidos del proceso, sean éstos del órgano jurisdiccional o de las partes, que
puedan conducir a la indefensión”. Para delatar este vicio –y cualquier otro– en sede
casacional se requiere de la aplicación de una técnica que tiene su origen en la
jurisprudencia, ésta en particular se desprende de la sentencia número 687, expediente
número 2003-00897, de fecha 13 de abril de 2000 de la Sala de Casación Civil.

A través de esta decisión se reveló cual es la técnica que debe emplearse para denunciar
el quebrantamiento de formas sustanciales, a cuyo efecto se decidió que ello implica
necesariamente lo siguiente: (a) una explicación de cuál ha sido la forma quebrantada u
omitida y si lo ha sido por el juez de la causa o de alzada; (b) señalar como el
quebrantamiento u omisión de la forma sustancial vulneró el derecho a la defensa y/o el
orden público; (c) en caso de que dicho quebrantamiento u omisión se le atribuya al
tribunal de la causa, se debe denunciar la infracción del artículo 208 y 15 de la ley
adjetiva, así como los demás artículos que se vean especialmente vulnerados y esten
vinculados al derecho a la defensa y el orden público; (d) si, por lo contrario, se le atribuye
el quebrantamiento u omisión al tribunal de alzada, se debe delatar la violación del
artículo 15 ejusdem y las demás disposiciones vulneradas que afectan el derecho a la
defensa y las que establecen el orden público infringido; y, (e) una explicación dirigida a
constatar el agotamiento de todos los recursos en contra de dicho quebrantamiento u
omisión.

La técnica indicada anteriormente en consóna con la técnica exigida por la Sala de


Casación Civil en otras oportunidades, tal como en la setencia RC-007766 y RC-01-
038 de fecha 15 de noviembre de 2005 y 8 de septiembre de 2004, expediente número
04381 y 04-354, respectivamente. Ahora bien, lo que se desprende de la sentencia ut
supra son una serie de indicaciones que debe observar el formalizante del recurso
casacional si quiere acceder de forma efectiva a una tutela protagonizada por el tribunal
de casación, con ocasión a un vicio que generó indefensión.

En efecto, lo que quiere expresar la sentencia transcrita es que para formalizar un recurso
de casación civil correctamente, en base al quebrantamiento de formas sustanciales que
generan indefensión como motivo casacional, es necesario catalogarlo, primeramente, en
el artículo 313 numeral 1º del Código de Procedimiento Civil (1986), pues se trata –se
insiste– de un error de procedimiento.

Luego, el formalizante deberá hacer un señalamiento expreso de cuál ha sido la forma o


norma procesal vulnerada u omitida, indicando en todo caso el respectivo fundamento
jurídico, o sea, la disposición concreta que consagra dicha forma sustancial. A su vez, es
preciso denunciar cual ha sido el órgano jurisdiccional que incurrió en dicho
quebrantamiento u omisión, es decir, si se trata de un error del tribunal de la causa o del
tribunal de alzada, pues esto también va a ser determinante al momento de fundamentar
el recurso.

Posteriormente, resulta necesario establecer el vínculo de causalidad entre el


quebrantamiento u omisión de la forma sustancial y el estado de indefensión del
recurrente; así como también, entre la vulneración del derecho a la defensa y la decisión
desfavorable. Dicho de otra manera, es menester constatar una relación intrínseca entre
tres elementos a saber: la forma procesal violada u omitida, la indefensión y la sentencia.

Es decir, no puede tratarse de hechos o actuaciones aisladas que buscan llenar


forzadamente estas condiciones, sino, por lo contrario, la forma o norma procesal
quebrantada u omitida debe traer como consecuencia directa una afectación del derecho
a la defensa del recurrente, y, simultáneamente, el menoscabo del derecho defensivo
como consecuencia de la subversión del proceso debió incidir de forma determinante en
la decisión que arrojó el fallo. Lo que, en definitiva, se logra a través del proceso
intelectual hipotético que se trajo a colación anteriormente.

De igual modo, de las premisas jurisprudenciales reproducidas se desprende que ésta


también es la oportunidad para vincular el quebrantamiento u omisión de la forma
sustancial con el orden público, bien de forma paralela, cuando concurra con una
violación del derecho a la defensa, bien de forma separada, cuando, no siendo detectable
una violación del derecho defensivo, se opte por delatar la lesión de una norma de orden
público absoluto e inconvalidable.

Seguidamente, la técnica impuesta por la Sala de Casación Civil para el vicio en cuestión
ordena la utilización del artículo 208 del Código de Procedimiento Civil (1986), siempre
que se trate de un error producto de la actividad del juez de la causa a quo. Dicho artículo
se refiere a la nulidad de los actos procesales y al consecuente decreto de reposición por
el tribunal superior. En caso de que los errores de actividad se verifiquen en la conducta
del juez de alzada, aquem, el artículo 208 ejusdem no requiere de delación.
Ahora, es oportuno indicar que la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia,
en sentencia número 159, expediente número 99816 de fecha 25 de mayo de 2000, sentó
un criterio cónsono con el transcrito anteriormente, según el cual resulta pertinente
agregarle a la técnica el artículo 206 ejusdem. Esta disposición constituye un imperativo
para los jueces, consistente en el deber de procurar una estabilidad en el proceso y evitar
declarar la nulidad de actos procesales que han cumplido su cometido. Asimismo, los
actos cuya nulidad debe perseguirse son aquellos en los cuales se incumplió con alguna
formalidad esencial para su validez.

Los argumentos que apoyan la inclusión de esta disposición en la técnica casacionista se


basan fundamentalmente –de acuerdo a Bello (2010) – en que se trata de una norma
rectora en materia de nulidad de cualquier acto procesal. Este criterio tiene sus raíces en
otra sentencia de la Sala de Casación Civil, específicamente, en el caso Adriana Sofía
Cuevas Agüero y otros, contra Rose Anne Algernon de Cuevas (fecha: 14 de abril de
1999).

Siguiendo con el desarrollo de la técnica, después invocar el artículo 206 y 208 de la ley
adjetiva, corresponde, conforme el criterio vigente, hacer expresa mención del artículo 15
ejusdem; esto se hace de forma indiferente, es decir, se trate de un error en la actividad
del juez de la causa o del juez de alzada, en ambos casos, es indispensable mencionar
dicha norma. Este artículo desarrolla el deber del juez debe garantizar el derecho a la
defensa conforme al principio de igualdad procesal, según el cual, no se admite
prerrogativa o privilegio alguno a favor de ninguna de las partes en el proceso, pues esto
se traduce en una evidente discriminación. Por último, la técnica para denunciar un vicio
de indefensión exige que previamente se hayan agotado todos los recursos contra el
quebrantamiento u omisión de la forma procesal o que dicha violación atente contra el
orden público; esto, por supuesto, debe dejarse sentado en el escrito de formalización.

En definitiva, para denunciar en sede casacional el vicio de quebrantamiento u omisión de


formas sustanciales de actos procesales que conducen a la indefensión, es imprescindible
emplear la técnica que ha sido desarrollada con anterioridad, conforme los criterios
jurisprudenciales vigentes. Esta técnica se resume a una fórmula que facilita su
asimilación, dicha fórmula es planteada por Bello (2010) y se resume a lo siguiente: (a)
313.1 + 208 + 206 + 15 + normas procesales quebrantadas u omitidas; (b) 313.1 + 206 +
15 + normas procesales quebrantadas u omitidas.

Los números se refieren a los artículos del Código de Procedimiento Civil (1986) que


deben invocarse en cada caso. La primera fórmula se refiere a la técnica aplicable cuando
la indefensión viene dada por la actividad del juez de la causa, en tanto que la segunda
resulta aplicable cuando el juez de alzada es quien incurre en el error. La única
discrepancia que hay entre una y otra es el señalamiento del artículo 208 ejusdem, el cual
debe anunciarse solamente para delatar la actividad del juez de la causa.

La técnica para denunciar el vicio de indefensión ha sido impuesta por la Sala de


Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia en numerosas ocasiones; su omisión o
deficiencia trae como consecuencia la declaratoria de perecimiento del recurso. Esto lo
advierte la mencionada Sala en sentencia número 351, expediente número 00-1038, de
fecha 27 de abril de 2004 con ponencia de Ramírez Jiménez, donde se decidió:

Ahora bien, en el caso bajo análisis, el formalizante denuncia un supuesto


quebrantamiento de forma por menoscabo al derecho de defensa causado por el Tribunal
de la Alzada, siendo imperante para el recurrente en tales casos, cumplir con los
requisitos de explicar la forma quebrantada u omitida y como con tal quebrantamiento se
lesionó el derecho de defensa o el orden público, y denunciar, además la infracción de la
norma expresa contenida en la disposición general del artículo 15 del Código de
Procedimiento Civil vigente.

La delación bajo examen no llena los mencionados requisitos, ya que el formalizante no


denuncia la infracción del artículo 15 del Código de Procedimiento Civil, que consagra los
principios de igualdad y de equilibrio procesal como responsabilidad del juez; omite
además, la mención de las normas o disposiciones referentes al quebrantamiento u
omisión de las formas, limitándose simplemente a alegar la violación del derecho a la
defensa de su representado, y la supuesta infracción por la recurrida de los artículos 243
ordinal 4° y 244 eiusdem […].

Por lo tanto, teniendo la Sala establecido que:

[…] el recurso de forma por indefensión o menoscabo del derecho de defensa, no puede
ser considerado sino cuando el formalizante cumple con el requerimiento de denunciar el
artículo 15 del Código de Procedimiento Civil, […] esta Sala desecha la presente denuncia
por falta de técnica, y así declara. (destacado propio)

SANA CRÍTICA Y VALORACIÓN DE LAS PRUEBAS

Como la finalidad de la prueba es procurar al juez la convicción de la verdad o falsedad de


los hechos a probarse. La plena convicción no la obtiene el juez, generalmente con un
solo medio de prueba, sino del concurso y la variedad de medios aportados al proceso; ni
tampoco basta para llegar a ella una convicción meramente subjetiva o caprichosa del
juez.  El convencimiento que implica la decisión debe ser la resultante lógica de un
examen analítico de los hechos y de una apreciación de los elementos de prueba.

Ahora bien, para llegar a obtener el juez la convicción de los medios probatorios, debe
seguir un método, es decir debe establecer los mecanismos para la VALORACION DE LA
PRUEBA. Existen pues diversos sistemas de valoración:

El de la prueba legal o tarifada, que en su concepción más simple puede decirse que “se
llama legal la prueba cuando su valoración está regulada por ley”. En este sentido autores
como Chiovenda enseña que en dicha prueba el momento probatorio se presenta a la
mente del legislador y no a la del juez. Este sistema se contrapone al de la libre
convicción y por supuesto al de la sana critica. 

2) La libre convicción o prueba racional.  Con la Revolución Francesa comienza a


perder terreno el sistema probatorio formal, y el decreto de la Asamblea Constituyente de
1791, que estableció el jurado en el juicio penal, obligando a sus miembros a decidir los
casos “siguiendo vuestra conciencia y vuestra intima convicción”, marco la introducción en
el procedimiento criminal del principio racional, el cual fue incorporado después con la
codificación civil del siglo XIX, en el procedimiento civil.

Como antítesis de la prueba legal, se entiende por prueba racional de la libre convicción,
aquella cuya valoración no está regulada por la ley es dejada a la libre apreciación del
juez, en otras palabas, en la prueba libre el juicio de valoración histórico-crítica de las
pruebas, lo realiza el juez y no el legislador por la vía normativa, de tal modo que la
certidumbre no pierde su carácter subjetivo como ocurre en la prueba legal, en la cual se
produce el fenómeno que denomina Furno, de la objetivación de la realidad. Pero resalta
como importante que no tiene el juez la obligación de señalar o motivar el proceso lógico
que lo llevó a tomar la decisión, simplemente se le impone la obligación de emplear o
utilizar el razonamiento lógico sin tener que motivarlo.

3) Las Reglas de la Sana Crítica. Este sistema ha sido desarrollado y propugnado en


América, por el profesor Uruguayo Eduardo J. Cotoure, quien además de los sistemas de
valoración ya estudiados (prueba legal y libre convicción), distingue el de la sana crítica,
esto es, “el que remite a criterios de lógica y de experiencia, por acto voluntario del juez”.

En la doctrina de Cotoure, la diferencia entre el sistema de la libre convicción y el de la


sana critica consiste en esencia, en lo siguiente: El juez que debe decidir con arreglo a la
sana critica, no es libre de razonar a voluntad, discrecionalmente, arbitrariamente. Esta
manera de actuar –dice Cotoure- no sería sana critica, sino libre convicción; la sana critica
es la unión de la lógica  y de la experiencia, sin excesivas abstracciones de orden
intelectual”.

En conclusión para Cotoure, la sana crítica es lógica y experiencia. Apunta el autor que la
corrección lógica no basta para convalidar la sentencia, porque la elaboración del juez
puede ser correcta en sentido lógico formal y sin embargo la sentencia ser errónea, si han
sido erróneamente elegidas las premisas o algunas de ellas. Es experiencia, porque las
máximas de experiencia contribuyen tanto como los principios lógicos a la valoración de la
prueba, pues el juez no es una máquina de razonar, sino, esencialmente un hombre que
toma conocimiento del mundo que lo rodea y le conoce a través de sus procesos
sensibles e intelectuales.

ESTAS SON PUES LAS REGLAS DE LA SANA CRITICA: REGLAS LOGICAS Y


MAXIMAS DE EXPERIENCIAS, a las cuales no solo el juez sino cualquiera se uniforma
en la reconstrucción de los hechos.

Par algunos autores como Devis Echandia y Sentis Melendo rechazan categóricamente la
distinción entre libre convicción y sana critica, sino que una y otra están estrechamente
vinculadas.

En todo caso, entiendo como esencial a la diferenciación que la doctrina a querido


plasmar entre uno y otro sistema de valoración –libre convicción y sana critica- que en el
primer supuesto libre convicción no se requiere que el juez exprese la motivación este no
tiene necesidad de expresar el proceso lógico y racional que lo condujo a la convicción,
sino solo el resultado de aquel proceso “culpable o inocente”, mientras que en la sana
critica el principio exige que el juez motive y argumente sus decisiones. Así también,
podemos decir, que, dado que se aplica exclusivamente en aquellos casos en los que el
legislador ha entregado al juez el poder de valorizar libremente dicho resultado, se opone,
en este sentido, al concepto de prueba legal o tasada, donde es la Ley la que fija el valor
de la prueba.

Es usual confundir el sistema de la libre convicción razonada con el método de la sana


crítica en lo que respecta a la valoración de las pruebas.  El primero, como se dijo, es un
sistema de valoración tal y como lo son el sistema legal o tarifado y el sistema de la íntima
convicción; mientras tanto que la sana crítica es un método por medio del cual se deben
examinar y comparar las pruebas, a fin de que a través de las reglas de la lógica se llegue
a una conclusión, o sentencia.  En la sana critica el juez resuelve sobre el valor probatorio
del medio de prueba, con completa consideración de todas las circunstancia extraídas
mediante el debate, basándose en su experiencia de la vida y el conocimiento de los
hombres de acuerdo con su libre convicción; pero debe indicar en la sentencia sus
fundamentos, para la propia seguridad, y con el fin del examen en la instancia superior. 

Las reglas de la sana crítica no constituyen un sistema probatorio distinto de los que
tradicionalmente se han venido reconociendo. Se trata más bien de un instrumento que el
juez está obligado lógicamente a utilizar para la valoración de las pruebas en las únicas
circunstancias en que se encuentra en condiciones de hacerlo, esto es, cuando la
legislación no lo sujeta a un criterio predeterminado. 

El sistema venezolano de valoración de la prueba tal y como se encuentra el código civil y


código de procedimiento civil, es un sistema mixto, en el cual el principio general es la
libre apreciación de la prueba según las reglas de la sana crítica y la excepción la prueba
legal, pues la ley deja a salvo, al establecer el principio general, la existencia de alguna
regla legal expresa para valorar el mérito de la prueba:

 Artículo 12 del CPC: Los jueces tendrán por norte de sus actos la verdad, que
procuraran conocer en los límites de su oficio. En sus decisiones el Juez debe
atenerse a las normas del derecho a menos que la Ley lo faculte para decir con
arreglo a la equidad. Debe atenerse a lo alegado y probado en autos, sin poder
sacar elementos de convicción fuera de éstos (omissis). El Juez puede fundar su
decisión en los conocimientos de hecho que se encuentren comprendidos en la
experiencia común o máximas de experiencias.
 Artículo 507 del CPC: A menos que exista una regla legal expresa (excepción)
para valorar el mérito de la prueba, el juez deberá apreciarla según las reglas de la
sana critica (regla general).
 Artículo 509 del CPC: Los jueces deben analizar y juzgar todas cuantas pruebas
e hayan producido, aún aquellas que a su juicio no fueren idóneas para ofrecer
algún elemento de convicción, expresándose siempre cual sea el criterio del juez
respecto de ellas (aquí podemos ver claramente la diferencia entre el sistema de la
libre convicción y el de la sana critica).
En el sistema venezolano, la apreciación de la prueba por los jueces de instancia solo
puede ser revisada por la Casación cuando se ha denunciado la infracción de una norma
jurídica expresa que regule la valoración de la prueba, o cuando la parte dispositiva del
fallo es consecuencia de una suposición falsa por parte del juez, que haya atribuido a
instrumentos o actas del expediente menciones que no contiene, o haya dado por
demostrado un hecho con pruebas que no aparecen de autos o cuya inexactitud resulta
de actas o instrumentos del expediente mismo (artículo 320 del CPC). En general la
Casación ha admitido como normas de valoración de la prueba:

En el Código Civil los Artículo:

 Artículo 1359 y 1360 relativos a los instrumentos públicos.


 Artículo 1363 y 1364 referente a los instrumentos privados reconocidos.
 Artículo 1395 relativo a las presunciones legales.
 Artículo 1401 sobre el valor de la confesión.

EN EL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL:

 Artículo 412 confesión en las posiciones juradas


 Artículo 508 apreciaciones de la prueba testimonial…para Arístides Rengel
Romberg, refiere esta regla como un ejemplo típico de máximas de experiencia y
reglas de sana crítica convertidas en reglas legales expresas para la valoración de
la prueba testimonial. Sin embargo, por su propia naturaleza, esta regla participa
de la característica de la prueba legal y también de la libre apreciación. Así las
cosas, la infracción de esta regla de valoración de la prueba testimonial se
producirá, no como en el caso de la confesión, cuando el juez no le da a la norma
el valor de plena prueba que le asigna la misma, sigo cuando el juez no aplica las
regla de experiencia y de sana critica que le impone la norma como modo
proceder para el juicio crítico que le lleve a la convicción del valor demostrativo de
las declaraciones examinadas.

De esta norma se observa, que a diferencia del procedimiento civil, no existe el principio
de la prueba legal o tarifada como sistema de valoración de la prueba, se le exige al Juez
del trabajo, que las pruebas deben ser valoradas conforme a la SANA CRITICA, es decir
en base a el lógico razonamiento y a las máximas de experiencia.

 Artículo 121: El razonamiento lógico del Juez, basado en reglas de la experiencia


o en sus conocimientos y a partir del presupuesto debidamente acreditado en el
proceso, contribuye a formar convicción respecto al hecho o hechos
controvertidos.
 Artículo 122: El juez puede extraer conclusiones en relación con las partes,
atendiendo a la conducta que estas asuman en el proceso, particularmente,
cuando se manifiesten notoriamente en la falta de cooperación para lograr la
finalidad de los medios probatorios o con otras actitudes de obstrucción. Las
conclusiones del Juez estarán debidamente fundamentadas.

Sin embargo, encontramos en la LOPT, normas que tienen atribuido el valor de la prueba,
es decir, que establecen el juicio del juez en cuanto a las mismas (prueba legal), a saber:

 Articulo 82.- Exhibición de documentos.- Si el instrumento no fuere exhibido en el


lapso indicado, y,  no apareciera de autos prueba alguna de no hallarse en poder
del adversario, se tendrá como exacto el texto del documento tal como aparece en
la copia presentada por el solicitante y, en defecto de este, se tendrán como
ciertos los datos afirmados por el solicitante acerca del contenido del documento
(prueba legal o tarifada pues se le dice al juez como va a valor en este supuesto la
prueba)

Continúa el artículo:

Si la prueba acerca de la existencia del documento en poder del adversario resultare


contradictoria, el juez de juicio resolverá en la sentencia definitiva, pudiendo sacar de las
manifestaciones de las partes y de las pruebas suministradas las presunciones que su
prudente arbitrio le aconseje (reglas de la sana crítica).

 Articulo 85.- Tacha de instrumentos, se le impone al juez darle pleno valor


probatorio al instrumento tachado, cuando la parte promovente de la incidencia no
ocurriere a la audiencia.
 Artículo 106.- Declaración de parte. La negativa o evasiva a contestar hará tener
como cierto el contenido de la pregunta formulada por el juez de juicio

¿QUÉ CARACTERIZA AL RECURSO DE CASACIÓN?

Un recurso de casación se caracteriza principalmente por los siguientes aspectos:

Se trata de un recurso de carácter extraordinario (no es una segunda instancia como en el


caso del recurso de apelación).

El recurso debe tener interés casacional.

El objetivo de este recurso extraordinario es proteger el interés y la aplicación de la ley.

A través de este recurso, el Tribunal Supremo examina la aplicación del derecho que han
hecho otros Tribunales inferiores.

Tiene efecto suspensivo y devolutivo.

Los sujetos legitimados para interponer este recurso son el Ministerios Fiscal, las partes
del proceso, las personas que resulten condenadas por la sentencia y sus herederos.

¿QUÉ FASES CONLLEVA LA INTERPOSICIÓN DE UN RECURSO DE CASACIÓN?

Se puede decir que el recurso de casación penal consta de 4 fases:

Preparación. La preparación del recurso por escrito ante el mismo Tribunal que dictó la
resolución judicial que se desea recurrir en un plazo de 5 días desde la última notificación
de la sentencia.

Interposición. La interposición y la formalización ante el Tribunal Supremo en un plazo de


15 días (plazo previsto para el Tribunal de la península) desde el emplazamiento.

Sustanciación del recurso.

Decisión. La decisión tomada por el Tribunal Supremo será definitiva e irrecurrible.

CUÁLES SON LOS VICIOS QUE PROCEDE PARA REALIZAR UN RECURSO DE


CASACIÓN?

 Vicio de la sentencia de indefensión por reposición mal decretada.


 Vicio de incongruencia negativa.
 Suposición falsa.
 Vicio de la sentencia de indefensión por reposición mal decretada. ...

VICIO DE SILENCIO DE PRUEBA

El alegado vicio de silencio de pruebas se produce cuando el sentenciador ignora


completamente el medio probatorio, pues ni siquiera lo menciona, o cuando refiere su
existencia, pero no expresa su mérito probatorio.

VICIO ERROR INEXCUSABLE

En este sentido, la Sala estableció que el error judicial para que sea calificado como
inexcusable debe ser “grosero, patente e indudable, que no quepa duda alguna de lo
desacertado de la decisión emitida, y que manifieste una contradicción abierta, palmaria e
inequívoca entre la realidad acreditada en el proceso y las conclusiones que el juzgador
obtiene respecto a dicha realidad…”. En otras palabras, el error debe ser gravísimo, es
decir insalvable.
DIFERENCIA ENTRE FALSA APLICACIÓN Y FALTA DE APLICACIÓN DE UNA
NORMA

En sentencia reciente de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia se


dejaron sentadas diferencias entre falsa aplicación y falta de aplicación de una norma. La
falsa aplicación de una norma se produce cuando el juez aplica una determinada norma
jurídica a una situación de hecho que no es la contemplada en ella, es decir, el error que
proviene de una errada relación entre los hechos, en principio correctamente establecidos
por el juzgador, y el supuesto de hecho de la norma, interpretada en forma correcta, que
conduce a que se aplique una norma a un supuesto distinto al regulado por ella. Mientras
que la falta de aplicación de una norma se verifica cuando el sentenciador niega la
aplicación de una disposición legal que está vigente, a una determinada relación jurídica
que está bajo su alcance.

Sala de Casación Social, Magistrado Ponente: Mónica Misticchio, Expediente 2014-


000923, oct. 14/15

VICIO POR CONGRUENCIA

"Este elemento denominado congruencia supone, que el fallo no contenga más de lo


pedido por las partes: ne eat iudex ultra petita partium, pues si así lo hiciera incurriría
en incongruencia positiva, la que existe cuando la sentencia concede o niega lo que nadie
ha pedido, dando o rechazando más, cuantitativamente o cualitativamente de lo que se
reclama, o cuando el juez extiende su decisión más allá de los límites del problema
judicial que le fue sometido a su consideración.

Y es por ello, que con fundamento en la determinación del problema judicial que debe
hacerse en la sentencia, podrá verificarse la llamada incongruencia del fallo, que da lugar
a la incongruencia positiva o ultrapetita, ya señalada, y que también se puede presentar,
si el juez decide sobre algo distinto de lo pedido por las partes extrapetita, -ne eat iudex
extra petita partium-; o la incongruencia negativa o citrapetita, -ne eat iudex citra petita
partium- cuando el juez omite el debido pronunciamiento sobre alguno de los términos del
problema judicial.

De igual forma ha señalado esta Sala, que si lo establecido por el juez constituye
claramente una conclusión de orden intelectual, a la que arribó luego de examinar las
pruebas aportadas por las partes al proceso, esto es claro que no constituye la violación
del principio de congruencia del fallo, conforme a la doctrina de la Sala, al ceñirse el Juez
a decidir conforme a lo alegado y probado en autos, sin suplir excepciones o argumentos
de hecho no formulados por las partes.

Al respecto de la incongruencia positiva, esta Sala en sentencia N° RC-913, de fecha 10


de diciembre de 2007, expediente N° 2007-281, estableció lo siguiente:

“(…) Ahora bien, el requisito de congruencia del fallo está previsto en el ordinal 5º del
artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, el cual establece que toda sentencia debe
contener decisión expresa, positiva y precisa, con arreglo a la pretensión deducida y a las
excepciones o defensas opuestas.

Esta norma es acorde con lo previsto en el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil,
que dispone que el juez debe decidir conforme a lo alegado en autos, sin suplir
excepciones o argumentos de hecho no formulados por las partes, lo cual constituye una
reiteración del principio dispositivo que caracteriza el procedimiento civil en nuestro
ordenamiento jurídico.

Las disposiciones citadas sujetan el pronunciamiento del juez a todos los alegatos
formulados por las partes, sin que le sea posible dejar de decidir alguno de ellos
(incongruencia negativa), o por el contrario, extender su decisión sobre excepciones o
argumentos de hechos no formulados en el proceso (incongruencia positiva).

De la transcripción parcial de la sentencia del juez de alzada, antes reseñada, se


desprende que claramente estableció, que contrario a lo sostenido en el escrito
reconvencional, si existió un objeto lícito en la venta contenida en el documento, cuya
nulidad se solicita, y seguidamente también expresa que, la parte demandante
reconvenida, promovió pruebas en su oportunidad legal, siendo documentos públicos, que
en su conjunto le restaron valor a las pruebas promovidas por la demandada
reconviniente, y enervaron los hechos señalados en la mutua petición, y por tanto no
decretó la confesión ficta, al quedar desvirtuado el alegato fundamental de la
reconvención.

Lo antes expuesto constituye claramente una conclusión de orden intelectual, a la que


arribó el Juez Superior luego de examinar las pruebas aportadas por las partes al
proceso, lo cual es claro que no constituye la violación del principio de congruencia del
fallo, conforme a la doctrina de la Sala citada en esta denuncia, al ceñirse el juez a decidir
conforme a lo alegado y probado en autos, sin suplir excepciones o argumentos de hecho
no formulados por las partes.

En base a lo anteriormente expuesto, estima esta Sala que en el caso concreto, no se


configura el vicio de incongruencia positiva denunciado por ‘ultrapetita´, pues se evidencia
que el ad-quem se pronunció con arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones o
defensas opuestas.

En consecuencia esta Sala declara improcedente, la denuncia de infracción de los


artículos 12 y 243 ordinal 5º del Código de Procedimiento Civil, por incongruencia positiva
‘ultrapetita´. Y así se decide…” (Destacados de la Sala)

Así pues, el vicio de incongruencia ocurre cuando el juez no se pronuncia sobre todos los
alegatos formulados por las partes, sin que le sea posible dejar de decidir alguno de ellos
(incongruencia negativa), o por el contrario, extiende su decisión sobre excepciones o
argumentos de hecho no formulados en el proceso o excederse en lo solicitado
oportunamente por las partes (incongruencia positiva). (Cfr. Sentencia N° RC-184, de
fecha 10 de mayo de 2011, caso de Servi Comidas Express C.A., contra Imosa
Tuboacero Fabricación C.A., expediente N° 2010-506,).”

CASACIÓN POR VICIOS DE LA SENTENCIA

VICIOS DE LA SENTENCIA

Los Arts. 243 y 244 CPC señalan los vicios en que el Juez puede incurrir, y por ende
dispone, que la decisión debe ser expresa, positiva y precisa. La decisión debe ser con
arreglo a las acciones intentadas y a las excepciones y defensas opuestas, para evitar la
indecisión, como es caso de que los Jueces absuelvan la instancia, entendiéndose por
absolver de la instancia en que el Juez declare que no procede la demanda por falta de
elementos probatorios, pero pudiéndose intentar nuevamente y con posterioridad, y aun
prosperar, si se trajeran esos elementos probatorios. El Juez no declara con o sin lugar la
demanda, no resuelve la controversia y por consiguiente no cumple con su función de
decidir.

También constituye un vicio de la sentencia:

Que los términos del fallo sean contradictorios, de modo que no pueda ejecutarse o no
puede saberse que es lo decidido;

Que el fallo sea condicional;

Cuando tenga ultrapetita, es decir se dé más de lo que se pide; extrapetita; cuando el juez
decide sobre algo que no se le ha solicitado; minuspetita, el juez decide menos de lo que
se le ha solicitado , en este caso, no existe vicio, sólo que el juez sólo dio la razón en
parte;

Carecer de parte motiva;

El juez al dictar su fallo puede incurrir en dos tipos de errores: el error in judicatum, que se
da cuando el juez aplica mal una disposición de la ley sustantiva; y el error in procedendo,
se da cuando el juez aplica mal una disposición de la ley adjetiva.
 Nulidad e inexistencia de la sentencia
 Principios que rigen la forma de la sentencia
 Requisitos y vicios de la sentencia
 Conclusiones

NULIDAD E INEXISTENCIA DE LA SENTENCIA

 Requisitos intrínsecos de la  sentencia, art. 243 CPC


 Nulidad del fallo
 Por no cumplir con los requisitos del art. 243 CPC
 Por incurrir en los vicios establecidos en el art. 244 CPC

Principio de judicialidad: la nulidad debe ser declarada por un juez antes de la firmeza de
la sentencia definitiva

 Requisitos extrínsecos de la sentencia


 Fecha de la sentencia
 Firma de todos los miembros del Tribunal
 Quien disienta puede salvar su voto y todos firmarán
 Inexistencia del fallo por incumplimiento de requisitos extrínsecos
 No han concurrido a decidir todos los jueces llamados por la ley
 No está firmado por todos

La inexistencia no necesita ser declarada por un juez antes de la firmeza del fallo
definitivo

Aplicación extensiva de la inexistencia del fallo

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA FORMA DE LA SENTENCIA

 Unidad del fallo


 Autosuficiencia del fallo
 Finalidad del requisito

REQUISITOS Y VICIOS DE LA SENTENCIA

Art. Toda sentencia debe contener Vicio correlativo


243
1º Indicación del tribunal que la pronuncia Indeterminación orgánica  
2º Indicación de las partes y sus Indeterminación subjetiva
apoderados
3º Síntesis clara precisa y lacónica de los Indeterminación de la
términos de la controversia, sin controversia
transcribir
4º Motivos de hecho y de derecho Inmotivación
5º Decisión expresa, positiva y precisa Incongruencia
con arreglo a la pretensión deducida y Artículo 244:
a las excepciones y defensas Absolución de instancia
opuestas, sin que en ningún caso Sentencia condicional
pueda absolverse la instancia Sentencia contradictoria
Ultrapetita

6º Cosa u objeto sobre que recaiga Indeterminación objetiva


decisión

INMOTIVACIÓN E INCONGRUENCIA

Falta de motivos de hecho


INMOTIVACIÓN
Falta de motivos de derecho
Positiva Decisión sobre alegaciones no
formuladas
Ultrapetita

INCONGRUENCIA
Negativa Omisión de pronunciamiento
    sobre libelo y contestación
Omisión de pronunciamiento
    sobre pedimentos en el
    curso del proceso
 

CASACIÓN POR VICIO DE INMOTIVACIÓN


Sala de Casación Civil N° 517 / 8/11/2018

“Ahora bien, respecto al vicio de inmotivación del fallo, estatuido en el numeral 4° del
artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, que dispone que toda sentencia debe
contener los motivos de hecho y de derecho que sustentan la decisión, esta Sala
en sentencia N° RC-291, defecha 31 de mayo de 2005, caso de Manuel Rodríguez
contra la Estación de Servicios El Rosal, C.A., señaló lo siguiente:
 
“…Uno de los requisitos formales de la sentencia es el que prevé el artículo
243 ordinal 4º del Código de Procedimiento Civil, que es el referido a la
motivación del fallo; requisito que obliga a los jueces a expresar los motivos de
hecho y de derecho de la decisión; al mismo tiempo, exige que la sentencia
sea el resultado de un juicio lógico fundado en el derecho y en las
circunstancias de hecho comprobadas en la causa. De esta manera, se
controla la arbitrariedad del sentenciador, pues le impone justificar el
razonamiento lógico que siguió para establecer el dispositivo y, garantiza
adicionalmente, el legítimo derecho de defensa de las partes, al conocer éstas
los motivos de la decisión, ya que si no están de acuerdo con la
argumentación dada por el sentenciador, podrán interponer los recursos
previstos en la ley para la revisión de la legalidad del fallo.
En este sentido, la Sala ha señalado que “...El requisito de la motivación del
fallo previsto en el artículo 243 ordinal 4º, del Código de Procedimiento Civil,
obliga a lsentenciador a expresar los motivos de hecho y de derecho de la
decisión,protegiéndose de esta manera a las partes contra lo arbitrario, y
exigiendo del juez la elaboración de un fallo que resulte de un juicio lógico
fundado en el derecho y en las circunstancias de hecho comprobadas en la
causa...Como e lpoder del juez al momento de su decisión se encuentra
vinculado al derecho(quaestio iuris) y a la certeza de los hechos (quaestio
facti), se sigue de aquí que la motivación del fallo ha de comprender ambas
cuestiones, como expresamente lo exige la norma procesal antes citada...”.
(Sent. 21/5/97, caso:Jesús Alberto Pisani c/ Banco Caroní, C.A.).
Asimismo, ha expresado que“...el vicio de inmotivación en el fallo, consiste en
la falta absoluta de fundamentos y no cuando los mismos son escasos o
exiguos con lo cual no debe confundirse. También ha sostenido la Sala en
repetidas ocasiones que lafalta absoluta de motivos puede asumir varias
modalidades: a) Que la sentencia no presente materialmente ningún
razonamiento. b) Que las razones dadas por el sentenciador no guarden
relación alguna con la acción o la excepción y deben tenerse por inexistentes
jurídicamente. c) Que los motivos se destruyan los unos a los otros por
contradicciones graves e irreconciliables y, d) Que todos los motivos sean
falsos...”. (Vid.Sent. N° 83 del 23/3/92, reiterada el 26/4/00, caso: Banco
Mercantil C.A.S.A.C.A., contra Textilera Texma C.A. y otro)...”. (Resaltado de
la Sala).”

También ha sostenido esta Sala, atenida a los diuturnos, pacíficos y


consolidados criterios doctrinales y jurisprudenciales reiterados en la
transcripción que se vierte a continuación, que la falta absoluta de motivos
puede asumir varias modalidades, a saber:

a) Que la sentencia no contenga materialmente ningún


razonamiento que la apoye . Vale decir, no contenga materialmente ningún
razonamiento, de hecho o de derecho que pueda sustentar el dispositivo.

b) Que las razones expresadas por el sentenciador no guardan


relación alguna con la pretensión deducida o las excepciones o
defensas opuestas . Caso en el cual los motivos aducidos, a causa de su
manifiesta incongruencia con los términos en que quedó circunscrita la
litis, deben tenerse jurídicamente como inexistentes.

c) Que los motivos se destruyen los unos a los otros por


contradicciones graves e inconciliables . Generando una situación
equiparable a la falta de fundamentación; siempre que, naturalmente, la
contradicción verse sobre un mismo considerando, lo cual conducirá,
irremediablemente, a la destrucción recíproca de los mismos, e impedirá
con ello el control de la legalidad del fallo, y en este sentido se ha
pronunciado esta Sala en su  fallo N° RC- 704,  de fecha 27 de noviembre
de 2009,  expediente N° 2009- 242 , caso de Manuel Padra contra Giacoma
Cortesía y otro, de la siguiente forma:
“...siendo que la contradicción en los motivos envuelve en
el fondo inmotivación, cuando los motivos se destruyen los
unos a los otros por contradicciones graves, generando así
la falta absoluta de fundamentos sobre el punto de que
trate,  siempre que, naturalmente, la contradicción verse
sobre un mismo considerando , lo cual conducirá,
irremediablemente, a la destrucción recíproca de los
mismos, e impedirá con ello el control de la legalidad el
fallo...” (Resaltado del fallo citado).  Y
 

d) Que todos los motivos son falsos . Caso en que los motivos sean
tan vagos, generales, inocuos, ilógicos o absurdos que impiden a la alzada
o a la casación conocer el criterio jurídico que siguió el juez para dictar su
decisión, caso éste también que se equipara a la falta de
motivación.  (Véase sentencia  Nº 83,  de fecha  23 de marzo de 1992 , caso
de Juan Perozo contra Freddy Escalona y otros, reiterada en fallo  Nº RC-
182,  de fecha 9 de abril de 2008 , expediente N° 2007-876 ).

CONCLUSIÓN
De esta manera, queda en evidencia que la Sala de Casación Civil ha descartado
recursos de casación sobre la base de la omisión de una técnica que ha sido introducida
jurisprudencialmente; dicha técnica exige, entre otras cosas, la expresa mención del
artículo 15 del texto adjetivo (referente al principio de igualdad procesal), sin embargo,
esto no fue lo que hizo el formalizante en el caso transcrito, razón por la cual se declaró el
perecimiento del recurso.

Con esto, se quiso constatar que las diversas técnicas para denunciar vicios en sede
casacional tienen su origen en la jurisprudencia (apoyada por la doctrina), es decir,
proviene de una fuente indirecta del derecho. Así, la Sala de Casación Civil ha
acostumbrado a emitir criterios que fungen como lineamientos técnicos para la
elaboración de escritos de formalización, destinados a facilitar el proceso de asimilación
de los vicios denunciados en el recurso y a los efectos de llevar un orden lógico y
ordenado.

Ahora, llama especial atención el valor que se le atribuye a la técnica casacionista, o,


mejor dicho, el tratamiento que le dan los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia.
Esto se afirma por cuanto se pudo valorar que existen diversas sentencias que declaran el
perecimiento del recurso casacional sobre la base del incumplimiento de la técnica para
denunciar los errores, no sobre la base del incumplimiento del artículo 317 del texto
adjetivo. Esto se pudo apreciar en la sentencia número 351, expediente número 00-1038,
de fecha 27 de abril de 2004 con ponencia de Antonio Ramírez Jiménez, donde la Sala de
Casación Civil decidió desechar el recurso de casación por no haber el formalizante
invocado el artículo 15 ejusdem para denunciar el vicio de indefensión, cuestión que
ordena el reiterado criterio jurisprudencial de dicha sala.

A tal efecto se concluye lo siguiente: si bien la Sala de Casación Civil tiene la posibilidad
de introducir jurisprudencialmente algunos criterios destinados a mejorar la técnica
casacionista, dichos juicios o discernimientos no pueden –de manera alguna– vulnerar o
impedir que se cumpla la voluntad de la ley, mucho menos el espíritu constitucional. Por el
contrario, debe ser cónsono con las disposiciones fundamentales y con el texto legal y
debe acogerse a la racionalidad, proporcionalidad, logicidad e imparcialidad.

Adicionalmente, a la luz del texto constitucional vigente, cualquier criterio que vaya a
emitir el Tribunal Supremo de Justicia, y, más concretamente, la Sala de Casación Civil,
debe ajustarse a una justicia exenta de formalidades no esenciales o formalismos inútiles,
por imperio de los artículos 26 y 257 ejusdem. Esto se traduce en que la técnica no debe
presentarse como una traba en el acceso a los recursos, menos aun cuando la materia
recursiva tiene una dimensión constitucional, específicamente en el artículo 49 numeral
1º.

En este sentido, puesto que se trata de un derecho constitucional de configuración legal,


las limitaciones impuestas al acceso o al ejercicio del recurso –en este caso– de casación,
debe obedecer a un precepto de rango legal o constitucional, pues, de lo contrario, se
trataría de una limitación ilegítima y desproporcional, lo cual implica un detrimento del
derecho a la tutela judicial efectiva de quien mendiga justicia en sede casacional.

En definitiva, la técnica que debe emplearse en el escrito de formalización para acceder al


recurso de casación civil, no es en lo absoluto inconstitucional. Todo lo contrario,
constituye un método que facilita el proceso de asimilación de errores que motivan la
solicitud de nulidad de una sentencia y, por tanto, simplifican la consecución de justicia.
Incluso, quien suscribe sostiene que la técnica casacional debe mantenerse y emplearse,
pero siempre obedeciendo criterios de objetividad, logicidad, racionalidad e imparcialidad,
sin generar formalismos inútiles que impiden que el instituto casatorio cumpla sus fines.

Sin embargo, se concluye que el carácter inconstitucional reposa sobre las consecuencias
que se le atribuyen al incumplimiento de dicha técnica (no la técnica establecida en el
artículo 317 del texto adjetivo, se insiste). Es decir, resulta totalmente contrario a la
Constitución, la ley y a los principios que rigen la materia, declarar el perecimiento de un
recurso de casación basándose en el incumplimiento de una técnica que fue introducida
jurisprudencialmente, pues, por más constitucional que sea, no se justifica que la Sala de
Casación Civil le atribuya tal efecto al incumplimiento de un mandato de rango sublegal,
proveniente de una fuente indirecta del derecho, que además suprime e impide el acceso
a un derecho amparado a nivel constitucional.

En suma, el incumplimiento de la técnica casacionista no puede justificar la declaratoria


de perecimiento del recurso bajo una óptica lógica y constitucional. Se trata de una
formalidad que, por no tener origen constitucional o legal, –aunque no sea inútil– es no
esencial, lo que, en definitiva, hace que la técnica sea censurable para favorecer la
justicia, por imperio del artículo 257 de la Constitución nacional.

REFERENCIAS

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Ediciones Paredes.

Brewer-Carías, A. (2004). La Constitución de 1999. Tercera Edición. Editorial Jurídica


Venezolana.

Casal, J. (2006). Tendencias Actuales del Derecho Procesal. Caracas: Universidad


Católica Andrés Bello.

Código de Procedimiento Civil (1986). Gaceta Oficial de la República de Venezuela, 4209,


septiembre 19, 1990.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Gaceta Oficial


Extraordinario de la República Bolivariana de Venezuela, 36860, 30 de diciembre, 1999.

Hitters, J. (2004). Técnica de los Recursos Ordinarios. Tercera Edición. Ediciones


Jurídicas Gustavo Ibáñez.

Rengel-Romberg, A. (2016). Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano. Tomo I.


Décima tercera edición. Ediciones Paredes

Rengel-Romberg, A. (2016). Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano. Tomo II.


Décima tercera edición. Ediciones Paredes.

Tribunal Supremo de Justicia. Sala de Casación Civil. 2004. Sentencia del 27 de abril de
2004. Número 351, expediente número 00-1038.

Tribunal Supremo de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 25 de mayo de 2000.
Número 159, expediente número 99816.

Tribunal Supremo de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 15 de noviembre de


2005. Número RC-007766.

Tribunal Supremo de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 8 de septiembre de


2004. Número RC-01-038.

Tribunal Supremo de Justicia. Sala Político Administrativa. Sentencia del 20 de diciembre


de 2000. Número 2263.

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