Resolucion de Contrato
Resolucion de Contrato
Resolucion de Contrato
Exp. N° 2018-000603
Se observa que la parte demandada contó con treinta (30) días de despacho
impulsar y esperar las resultas de la prueba de informes promovida, resultas no
llegarían por falta de impulso de la demandada como se detallará infra. Ahora
bien, evacuadas, como en efecto estaban las pruebas promovidas e impulsadas
por las partes, el tribunal de primera instancia en fecha 26 de enero de 2017 fijó
oportunidad para la celebración de la audiencia o debate oral de conformidad con
lo establecido en el artículo 869 del Código de Procedimiento Civil. En efecto dicho
artículo en su parte in fine dispone:
“Evacuadas las pruebas a que se refiere el artículo anterior y el presente artículo,
el tribunal fijará uno de los treinta días siguientes del calendario y la hora para que
tenga lugar la audiencia o debate oral.” (Destacado nuestro).
Es decir, esperar por las resultas de las pruebas de informes era y es irrelevante
porque con esa prueba de informes se pretendía probar quien era la identidad de
la persona que contrató las pólizas y los riesgos que cubren, hecho que ya fue
demostrado con las pólizas antes identificadas. De este modo esa prueba de
informes solo podía verificar nuevamente un hecho que ya había sido probado y
no fue controvertido. El incumplimiento demandado relativo a la obligación de
contratar una póliza de seguros cuya beneficiaría debía ser la arrendadora,
Grupo Empresarial Urbina GEU, C.A, quedó probado con las pólizas
consignadas por la demandada y si hubiese llegado la prueba de informes
no cambiaría tal hecho. La obligación de contratar una póliza de seguro cuya
beneficiaría sea la arrendadora está prevista en la cláusula vigésima cuarta
del contrato de arrendamiento la cual estipula:
“VIGÉSIMA CUARTA: El Arrendatario se obliga a contratar y mantener
durante la vigencia de este contrato una Póliza contra incendio y motín a
favor del inmueble y como beneficiario La Arrendadora y a entregarle el
soporte de la misma.” (Destacado nuestro).
En las pólizas consignadas por la demandada, se demuestra
fehacientemente que la beneficiaría no es la arrendadora sino la arrendataria
Centro Clínico Vista California, C.A quedando así plenamente probado el
incumplimiento de la cláusula vigésima cuarta antes citada. Por ello es
evidente que resulta inútil la reposición decretada por el tribunal de alzada
pues de haber llegado las resultas de la prueba de informes éstas no
tendrían, ni tienen un valor probatorio determinante ni capaz de modificar el
dictamen realizado por el Juez de Primera Instancia sobre los
incumplimientos declarados, y que lo llevaron a decidir la resolución del
contrato de arrendamiento. En efecto, se demandó la resolución del contrato
de arrendamiento por el incumplimiento de tres obligaciones, la primera
relativa obligación de pagar íntegramente el canon de arrendamiento
pactado, la segunda la prohibición de subarrendar y ceder el contrato de
arrendamiento y la tercera la obligación de contratar y mantener durante la
vigencia del contrato una Póliza contra incendio y motín a favor del inmueble
y como beneficiario la Arrendadora y a entregarle el soporte
correspondiente, incumplimientos éstos que quedaron plenamente
probados, por lo que en el supuesto negado de haberse obtenido las
resultas de la prueba de informes en nada hubiese cambiado la decisión
dictada por el tribunal de primera instancia. La reposición inútil decretada por el
Juez de alzada es censurada por nuestra jurisprudencia por no haber constatado
el Juez Superior los supuestos para su procedencia. En el supuesto negado que la
prueba de informes fuera determinante para demostrar que la arrendadora si
cumplió con la obligación contractual que sobre el beneficiario de las pólizas
establecía la cláusula vigésima cuarta, el tribunal igualmente habría declarado la
resolución del contrato de arrendamiento por los otros dos incumplimientos, es
decir por falta de pago íntegra del canon y por el subarrendamiento,
incumplimientos estos que quedaron plenamente demostrados en el juicio y por
los cuales vale decir no alegó nada la demandada en su escrito de apelación y
que el Juez de alzada tampoco se pronunció. Al no tener estos incumplimientos
relación alguna con el objeto de la prueba de informes dirigida a Seguros Mercantil
de igual forma resultaría inútil la reposición decretada, pues de igual forma debía
declararse la resolución del contrato por falta de pago íntegra del canon de
arrendamiento y por el subarrendamiento.
Por otra parte, la utilidad de la reposición de la causa se encuentra íntimamente
ligada a los principios y postulados desarrollados en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, que en su artículo 26 señala:
…Omissis…
…Omissis…
Respecto a otro de los aspectos que debió constatar el Juez para proceder a
reposición de la causa tenemos “que la parte contra quien obre la falta, no hay
dado causa a ello o haya consentido en ella expresa o tácitamente”. Corre
observamos en el presente caso la carga para la evacuación de la prueba de
informes a Seguros Mercantil era imputable exclusivamente a la demandas como
promovente de la prueba. El motivo por el cual no se obtuvieron las resultas de la
prueba de informes promovida por la parte demandada es porque no consta en el
expediente que ésta haya gestionado lo conducente ante la Oficina de
Alguacilazgo para ¿efectiva remisión a Seguros Mercantil del oficio distinguido con
el № 628-201 i del 16 de junio de 2016. Destacamos la falta de interés de la
demandada durante el juicio para que llegaran las resultas de la prueba de
informes promovida, ya que esa misma prueba había sido promovida antes de la
reposición de la causa decretada por el Juez de Primera Instancia y el tribunal
antes de esa reposición libró el oficio 345-2106, dirigido a Seguros Mercantil
solicitando se sirviera informar sobre identidad de los sujetos de derecho que
contrataron y los riesgos que cubren los cuadros pólizas № 01-44-101255, 01-
102288 y 01-20-102368, siendo que la demandada tampoco impulsó dicha prueba
de informes. En efecto, consta en el folio 206 de la tercera pieza, diligencia de
fecha 9 de mayo de 2017 del ciudadano Felwil Campos, alguacil adscrito al
Circuito Judicial de Tribunales Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y
Bancario en la cual consignó oficio № 345-2016 dirigido a Seguros Mercantil por
no haberse impulsado entrega a la sede de Seguros Mercantil ubicada en la
Avenida Libertador con Avenida Isaías “Látigo” Chávez, Chacao, Caracas. Dicho
oficio fue consignado falta de impulso por parte de la demandada y promovente de
la prueba de informes y cursa en el folio 207 de la tercera pieza. Como hemos
expuesto este recurso, las resultas de la prueba de informes no llegaron por causa
de. Tribunal sino por el reiterado incumplimiento de la carga de la promovente de
impulsar la prueba, por ello el tribunal de primera instancia no vulneró el derecho a
la defensa de la demandada al iniciar la audiencia o debate oral y dictar la
sentencia correspondiente.
Respecto de la carga que tienen las partes de impulsar las citaciones,
notificaciones y demás actos procesales la Sala de Casación Civil del
Tribunal Supremo de Justicia en sentencia № 466, de fecha 21 de julio de
2008, estableció que para efectuar la citación o notificación o cuando el
alguacil deba trasladarse a lugares que disten más de quinientos metros de
la sede del Tribunal, la parte debe poner a disposición del alguacil los
medios necesarios para lograr ese acto procesal. No consta en autos que se
haya efectuado la consignación de emolumentos para el traslado del alguacil
por lo que dicha omisión de la parte demandada no es en modo alguna
responsabilidad del tribunal de primera instancia.
La falta de evacuación de la prueba de informes en todo caso fue consentida
tácitamente por la demandada al no insistir en ello en la oportunidad de la
audiencia o debate oral. En efecto, si la parte demandada consideraba que las
resultas de la prueba de informes eran relevantes para el fondo de la controversia
debió insistir en su evacuación en la oportunidad de la celebración de la audiencia
o debate oral, lo cual no ocurrió tal como se evidencia del acta de audiencia o
debate oral suscrita el 03 de marzo de 2017 (f.f. 183 al 192 de la pieza № III).
…Omissis…
Esta causa ya tiene más de tres años de haberse iniciado y con la demanda se
solicitó la notificación de la Procuraduría General de la República por tratarse de
una clínica y conforme a la sentencia vinculante No. 484, de la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 12 de abril de 2011, siendo
efectivamente notificada la Procuraduría en fecha 16 de octubre de 2018 tal como
consta en el folio 163 de la primera pieza del expediente y suspendido el juicio por
noventa (90) días continuos de conformidad con lo establecido en el artículo 96 del
Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República
por lo que se encuentra debidamente informada de este procedimiento judicial. De
igual forma puede observarse en el procedimiento en primera instancia: (i) hubo
un acto conciliatorio solicitado por la demandada, (ii) el tribunal de primera
instancia ordenó la reposición de la causa a los fines de que el juicio se tramitara
por el procedimiento oral y no por el procedimiento breve como se estaba
sustanciado y (iii) antes de esa reposición había transcurrido el lapso probatorio de
20 días de despacho por efecto de dos prórrogas solicitadas y acordadas a la
demandada…”.
Así la reposición mal decretada por el Juez Superior constituye un retardo judicial
que solo favorece a la demandada quien a lo largo del juicio evidenció su falta de
interés y debida conducta procesal llegando a promover una prueba testimonial
siendo el testigo un apoderado de la propia demandada, lo cual confesó frente al
Juez de Primera Instancia con la consecuente procedencia de la tacha propuesta
por esta representación, alineado con esa conducta procesal indebida la
demandada promovió la prueba de informes a Seguros Mercantil que no impulsó y
que fue motivo para la reposición mal decretada por el Juez Superior y que se
denuncia como vicio en esta sede casacional…”. (Negrillas de la Sala).
“…Tal sistema, según lo expresa a su vez Márquez Añez, era inconveniente y aún
contradictorio, por dos razones básicas: la primera, por ser manifiestamente
contrario al principio de economía procesal, pues bien pudiera el juez de segundo
grado anular el fallo, y simultáneamente pronunciarse sobre el mérito de la causa;
y la segunda, porque al limitar su pronunciamiento a la simple rescisión de la
sentencia, el juez de segundo grado cercena el efecto devolutivo de la apelación,
que es el medio jurisdiccional que hizo pasar la causa a su conocimiento. Por
consiguiente, no es necesario un gran esfuerzo para comprender los
inconvenientes de este sistema para la economía de los juicios, al permitir al juez
de alzada la remisión de la causa al juez a-quo (reposición) por simples vicios in
procedendo del fallo apelado, siendo que el efecto devolutivo de la apelación
atribuye al juez de alzada la facultad de realizar un novum iudicium sobre la
cuestión del mérito.
(…)
“…El segundo de los artículos trascritos (209) impone al juez del segundo grado,
como consecuencia del efecto devolutivo de la apelación, el deber de resolver el
fondo de la controversia; razón por la que su efecto no es la reposición de la causa
sino el conocimiento y decisión del asunto, no pudiendo el ad quem, con base a
esta disposición subvertir el orden público procesal, ordenando una reposición
inútil; pues tales actuaciones procesales deben, además de corregir vicios en los
que efectivamente se haya incurrido en el iter procesal, perseguir una finalidad
beneficiosa que coadyuve a restaurar el equilibrio procesal, garantizando a los
litigantes el derecho a la defensa…”.
Criterio reiterado, entre otros, en la sentencia Nº 775, de fecha 4/12/2014,
caso César Ramón Contreras Cortez y otro contra Transporte Rodolfo Contreras
C.A. y otros, cuando la Sala sostuvo:
Copias simples de mayor analítico por cuenta de los años 2009 al 2015, emanado
del CENTRO CLÍNICO VISTA CALIFORNIA, C.A., folios 248 al 254, y 258 y 259
de la pieza 2/3 del expediente.
“…Del Fondo
Analizadas y valoradas como han sido las pruebas aportadas al proceso, pasa
esta Juzgadora a emitir pronunciamiento sobre el fondo del asunto debatido de la
siguiente manera:
-III-
DECISIÓN
Fijados los extremos del recurso, para resolver se considera previamente los
fundamentos de hecho y de derecho sustento de la decisión recurrida, dictada el
31 de julio de 2017; ello con la finalidad de determinar si fue emitida conforme a
derecho, en tal sentido se traen parcialmente al presente fallo:
…Omissis…
…Omissis…
…Omissis…
No obstante, tal previsión normativa, aspecto que fue expuesto en nuestro escrito
de contestación, el tribunal de primera instancia, en la sentencia del 31 de julio de
2017, consideró que la “…obligación pactada en moneda extranjera (…) es
perfectamente válida…”, lo que deja claro que el tribunal no consideró nuestros
argumentos, por lo que, la mencionada decisión violentó nuestro derecho a ser
oídos y por ende, el derecho a la defensa de mi representada lo que genera que la
decisión que se apela adolezca de inconstitucionalidad lo que hace nula.
…Omissis…
…Omissis…
Prueba que además, sus resultas no se agregaron a los autos, pues, no fue
tramitada, oportunamente, en razón de una falla de una de las oficinas de los
tribunales de esa circunscripción judicial.
Al efecto, es preciso tener presente que tal prueba fue promovida oportunamente,
por esta representación y nosotros no renunciamos a la evacuación de la prueba
de informes dirigida a Seguros Mercantil, es claro que en este procedimiento
ocurrió una anomalía procedimental que va en detrimento de los derechos
subjetivos constitucionales relativos al debido proceso y a la defensa consagrados
en el artículo 49 constitucional, de nuestra representada, lo cual no sólo es una
anomalía en el establecimiento de los hechos que afecta la motivación de la
sentencia objeto de apelación, sino que además configura el vicio denominado
silencio de prueba.
En efecto este análisis somero genera que la sentencia adolezca del vicio de
silencio de prueba. El vicio de silencio de pruebas se produce cuando el
sentenciador ignora completamente el medio probatorio, pues ni siquiera lo
menciona, o cuando refiere su existencia, pero no expresa su mérito probatorio.
…Omissis…
Los artículos 243 y 244 del Código de Procedimiento Civil, establecen lo siguiente:
“…Omissis…
De acuerdo a las normas transcritas, toda sentencia debe contener los motivos de
hecho y de derecho; los primeros se corresponden a la premisa menor del
silogismo jurídico, constituyen el hecho específico real que debe ser determinado
por el juez en su función histórica de reconstruir los hechos sobre la base del
análisis de todas las pruebas que obran en los autos. Sin embargo, previamente a
la valoración de las pruebas, el juez debe determinar la admisibilidad de las
mismas, según su oportunidad y cumplimiento de los requisitos de ofrecimiento y
evacuación que señala la Ley.
Tal análisis será somero, ya que su valoración sólo comporta una apreciación
sobre la pertinencia de dichas probanzas en orden al punto previo decidido. Según
el principio finalista que informa al régimen de las nulidades procesales, el Tribunal
Supremo puede abstenerse de casar la sentencia recurrida si la prueba es inútil o
superflua, sea porque no atañe a la litis, sea porque el hecho lo acredita otra
prueba no silenciada. Esta potestad está implícitamente establecida en la parte in
fine del artículo 206 del Código de Procedimiento Civil y en los artículos 26 y 257
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Siendo que en el presente caso, fue denunciado el vicio de silencio de pruebas por
la parte demandada, se observa que la jurisprudencia de la extinta Corte Suprema
de Justicia hoy Tribunal Supremo de Justicia, en un primer momento consideró
que dicho vicio no acarreaba la infracción de los requisitos formales del artículo
243 del Código de Procedimiento Civil, pues la sentencia aún así podía estar
provista de fundamentos, aunque fuesen erróneos o deficientes, pero posterior ha
expresado que el silencio de prueba constituye una “motivación inadecuada” que
comporta violación del mencionado artículo 243. En la actualidad, la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, estima que el silencio de pruebas
constituye un error de juzgamiento y no un defecto de actividad, tal criterio fue
sentado en sentencia del 21 de junio de 2000, caso Farvenca Acarigua, C.A., vs.
Farmacia Claely.
…Omissis…
…Omissis…
…Omissis…
Ahora bien, tomando en cuenta que la acción está referida a la resolución del
contrato de arrendamiento suscrito entre las partes con fundamento en el
incumplimiento de las obligaciones contraídas por la arrendataria, conforme a las
cláusulas tercera, novena, décima primera y vigésima cuarta, y habiendo entrado
en vigencia el contrato en fecha 1° de enero del año 2000, desde esa misma fecha
la arrendataria debía cumplir con todas sus obligaciones, inclusive con las
contenidas en la cláusulas tercera, novena, décima primera y vigésima cuarta,
referidas al pago del canon de arrendamiento, a la prohibición de ceder, traspasar
o subarrendar total o parcialmente el inmueble arrendado, sin previa autorización,
y a la de contratar una póliza de seguro contra incendio y motín a favor de la
arrendadora del inmueble.
DECISIÓN
Por los motivos antes expuestos, este Tribunal Supremo de Justicia de la
República Bolivariana de Venezuela en Sala de Casación Civil, administrando
justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, declara: CON
LUGAR el recurso de casación, anunciado y formalizado por la representación
judicial de la parte actora GRUPO EMPRESARIAL URBINA G.E.U., C.A.,
sociedad mercantil inscrita por ante el Registro Mercantil Primero de la
Circunscripción Judicial del Distrito Federal y estado Miranda, el 12 de marzo de
1992, bajo el Nº 21, Tomo 101-A-Pro, contra la decisión dictada por el Juzgado
Superior Quinto en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas, en fecha 31 de mayo de 2018. En
consecuencia, se declara: PRIMERO: sin lugar la apelación interpuesta por el
apoderado judicial la parte demandada CENTRO CLÍNICO VISTA CALIFORNIA,
C.A., persona jurídica inscrita por ante el Registro Mercantil Segundo de la
Circunscripción Judicial del Distrito Capital y estado Miranda, el 13 de septiembre
de 1999, bajo el Nº 50, Tomo 255-A-Sgdo., contra la decisión del a quo de fecha
31 de julio de 2017, en consecuencia se confirma la referida decisión con diferente
motivación; SEGUNDO: con lugar la pretensión contenida en la demanda que por
resolución de contrato de arrendamiento e indemnización por daños y perjuicios
incoara la sociedad mercantil GRUPO EMPRESARIAL URBINA, G.E.U., C.A.,
contra la sociedad mercantil CENTRO CLÍNICO VISTA CALIFORNIA,
C.A. TERCERO: QUEDA RESUELTO el contrato de arrendamiento autenticado
ante la Notaría Pública Séptima del Municipio Chacao del estado Miranda, bajo el
Nº 63, Tomo 55, en fecha 30 de septiembre de 1999. CUARTO: SE ORDENA a la
sociedad mercantil CENTRO CLÍNICO VISTA CALIFORNIA, C.A., antes
identificada, la entrega inmediata y en las mismas condiciones en que lo recibió,
libre de personas y bienes, el inmueble constituido por un (1) edificio de cinco (5)
pisos y tres (3) sótanos para estacionamiento, denominado GEUCA, ubicado en la
calle Triestre de la Zona Industrial de Los Ruíces Sur, Municipio Sucre, estado
Miranda. QUINTO SE CONDENA a la sociedad mercantil CENTRO CLÍNICO
VISTA CALIFORNIA, C.A., a pagar a la sociedad mercantil GRUPO
EMPRESARIAL URBINA, G.E.U., C.A., antes identificadas, la cantidad de
CUATROCIENTOS CUARENTA MIL DOSCIENTOS VEINTINUEVE CON CINCO
CENTAVOS DE DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (US$
440.229,05), por concepto del diferencial de los cánones de arrendamientos
dejados de percibir correspondiente a los meses abril, mayo, junio, julio, agosto,
septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2014, enero, febrero, marzo, abril,
mayo, junio, julio y agosto de 2015, más el pago de los cánones de arrendamiento
que se causen a partir del mes de septiembre de 2015, inclusive, hasta la fecha en
que la presente sentencia quede definitivamente firme. Dicha cantidad será
pagada con la entrega de lo equivalente, en moneda de curso legal, al tipo de
cambio vigente en el mercado, de conformidad con la Resolución N° 19-05-01, de
fecha 2 de mayo de 2019, dictada por el Banco Central de Venezuela, publicada
en Gaceta Oficial N° 41.264, para el día del pago efectivo, o la que aplicare para la
fecha de pago, para ello se ordena la experticia complementaria del fallo de
conformidad con el artículo 249 del Código de Procedimiento Civil, con el
nombramiento de un (1) experto, conforme lo establece el artículo 113 de la Ley
del Banco Central de Venezuela en caso de que no haya cumplimiento voluntario
se ordena la indexación desde la fecha en que se proceda a la ejecución forzosa
de conformidad con la decisión N° 450, de fecha 3 de julio de 2017, de esta Sala
de Casación Civil. SEXTO: de conformidad con el artículo 274 del Código de
Procedimiento Civil, se condena al pago de las costas a la parte demandada por
resultar vencida en el procedimiento.
Queda de esta manera CASADA la sentencia impugnada.
No ha lugar la condenatoria al pago de las costas procesales del recurso, dada la
naturaleza del dispositivo del presente fallo.
Presidente de la Sala,
______________________________
Vicepresidente,
______________________________________
Magistrado,
____________________________
__________________________________
Magistrada Ponente,
___________________________________
Secretaria Temporal,
__________________________________
RC N° AA20-C-2018-000603
NOTA: Publicada en su fecha, a las
Secretaria Temporal,
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