Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador
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SEDE ECUADOR
ÁREA DE LETRAS
Patricio Llerena
2000
2
Al presentar esta tesis como uno de los requisitos previos para la obtención del
Estoy de acuerdo en que se realice cualquier copia de esta tesis dentro de las
publicación de esta tesis, o de partes de ella, manteniendo mis derechos de autor, hasta
_______________________
Patricio Llerena L.
ÁREA DE LETRAS
Patricio Llerena
Quito
2000
4
RESUMEN
interacciones culturales entre los diferentes grupos sociales que participan desde
prohibición de los “excesos” cometidos por los carnavaleros, con lo cual pretenden
Estas diferencias culturales también se expresan en los discursos que cada grupo
construye para contar sus historias. Sin embargo, mientras los carnavaleros mantienen y
boca mediante las coplas; los sectores oficiales, en cambio, priorizan el uso de la
Esto significa que, aun cuando en este carnaval existen claras diferencias
que les permiten mantener y renovar su repertorio cultural y su memoria histórica; así
A Dali,
mi energía vital
6
RECONOCIMIENTOS
Cuando en algún momento de nuestra vida nos proponemos cumplir una meta, la
sola idea de pensar en cumplir esa meta, es un significativo avance. Sin embargo,
dedicación, la mayor parte de nosotros optamos por el camino que creemos es más el
fácil y el menos largo, pero que muchas veces termina siendo todo lo contrario.
De allí que para no salirse del camino adecuado es fundamental que cada uno de
nosotros contemos con personas que nos apoyen. En mi caso, he tenido la suerte de
contar con ese tipo de personas: con la inmensa paciencia de mis familiares, con el
incondicional apoyo de mis amigos, con la energía permanente de mis alumnos y con el
importantes las conversaciones con valiosos profesores del Programa como Iván
Carvajal, Julio Ramos o John Beverley que fueron sembrando hitos para salir del
paciencia fue leyendo y corrigiendo mis múltiples errores teóricos, facilitándome textos
Índice
Resumen
Dedicatoria
Reconocimientos
Índice
1. Introducción
6. Bibliografía
I. INTRODUCCIÓN
El carnaval es un espacio
primario para la articulación
negociada de las historiografías
y el discurso subalternos
P. Peres
Dentro de las lecturas teóricas sobre el carnaval existen varias propuestas que
han marcado hitos importantes en el análisis de este espacio sociocultural y que, aun
cuando son diferentes, en general reconocen que hay una presencia abierta de las
culturas populares. Así por ejemplo, Mijail Bajtín1 afirmaba que el carnaval era una
parodia desarrollada por la cultura popular que invertía temporalmente los aspectos
serios de las fiestas y cultura oficiales. En este sentido el carnaval medieval era
considerado por Bajtín como una verdadera “cosmovisión” paralela creada por el
pueblo, como una “segunda vida” o un “segundo mundo” que atravesaba todos los
servía únicamente para reproducir el orden social establecido por las “culturas
1
Mijail Bajtín. La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento, México D.F, Alianza, 1980.
2
Umberto Eco. “The frames of comic ‘freedom’ ”, Carnival!, New York, Muoton Publishester, sf.
9
rasgos aun se conservan en la actualidad; por esta misma “condición colonial” mantiene
de Eco, nos permiten desarrollar algunos acercamientos generales del trazado teórico de
este carnaval o de cualquier otro. Por eso es necesario analizar brevemente los
Renacimiento. Estas expresiones culturales eran percibidas por Bajtín como “diferentes
y opuestas” a la seriedad y las formas cultas de las fiestas oficiales, que fueron prácticas
identificadas con la Iglesia y el Estado feudal. De ahí que las formas cómicas
3
Bajtín desarrolla un análisis teórico de la parodia carnavalesca antigua que tenía un sentido
ambivalente o una visión dualista porque, a la vez que negaba, también afirmaba. Según Bajtín, para la
cultura popular durante el carnaval, “la negación pura y llana no existía”. Por su parte, Eco analiza la
comedia antigua que se realizaba en festivales campesinos a través de la representación de personajes en
teatro y la auto expresión de las clases populares en carnavales. Las clases altas, dice Eco, a través de sus
poetas se referían a los campesinos como animales (en comedia) y luego permitían que se expresen
‘libremente’ (en carnavales) exactamente como fueron representados en el teatro.
10
análisis del carnaval de Guaranda, pues en este carnaval hay interacciones y una
carnaval guarandeño, los sectores populares no crean aquella vida paralela que
Mientras las prácticas culturales populares como el juego con agua, las comidas
irreverencia, los sectores oficiales critican dichas prácticas y realizan acciones para
sustituirlas con otras más parcas, serias y cultas. Sin embargo, la cultura popular ha ido
incorporando prácticas, símbolos y discursos de la cultura oficial, así como esta cultura,
Guaranda, no puede ser armoniosa, sino más bien conflictiva porque las diferencias y
evidente, en el día a día de la ciudad de Guaranda. Esto significa que los conflictos no
cuando tanto la cultura popular como la cultura oficial tienen su propia comprensión y
4
Para Bajtín el carnaval “ofrecía una visión del mundo, del hombre y de las relaciones humanas
totalmente diferente, deliberadamente no-oficial. […] Esto creaba una especie de dualidad del mundo”.
Bajtín, op. cit. p. 11 (El subrayado es del autor).
11
también un espacio de poder— como el mayor referente que les identifica con su
ciudad.
ciudad y otras instituciones5 y a quienes sin ser parte de estas instituciones, recurren a la
critican a través de sus discursos, que identifico como discursos oficiales,6 lo que para
ellos son los “excesos” cometidos por los sectores populares. En otras palabras podría
decirse que los sectores oficiales, a través de sus prácticas y discursos, producen una
carnaval.
5
En Guaranda a más del Municipio de la ciudad, intervienen en la organización del carnaval otras
instituciones como: “Comité Permanente del Carnaval”, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de
Bolívar, Consejo Provincial, Policía Nacional, instituciones educativas, bancos privados, clubes barriales,
etc.
6
En el carnaval de Guaranda denomino “discursos oficiales” a las narraciones a través de las cuales se
expresan, tanto los sectores oficiales institucionales como el Municipio o el Comité Permanente del
Carnaval (que elaboran reglamentos para impedir los excesos de los carnavaleros), cuanto los
intelectuales: periodistas y escritores-investigadores que se apropian del carnaval y exaltan las “sanas”
tradiciones y costumbres (por ejemplo, las coplas cultas y las comidas), pero critican los “excesos” que
cometen,según ellos, los carnavaleros en el juego con agua y el consumo de bebidas alcohólicas.
7
El término “subalterno” que fue desarrollado en primera instancia por Gramsci, sirve, en este caso, para
señalar las diferentes posiciones entre los distintos grupos o sectores que interactúan en determinados
contextos porque es un término que designa a sujetos cargados de historia; es decir de cultura. Los
subalternos en el carnaval de Guaranda ocupan una “posición inferior” respecto a los sectores
hegemónicos u oficiales que tiene que ver, tanto con la administración (gestión, poder político) del
carnaval, cuanto con los espacios culturales populares (discursos y prácticas) que aparecen como
secundarios porque se desarrollan bajo la tutela o la promoción de los sectores oficiales. Aún así, los
12
sujetos van constituyendo (como sujetos formados) grupos o sectores populares que se
Sin embargo, cómo se definen las diferencias entre uno u otro sector o grupo.
Lienhard afirma que se dan en un marco político, social, económico y cultural que
Bajo estas condiciones y dado que este carnaval se realiza en un centro urbano
como Guaranda, defino a los sectores populares o carnavaleros de esta ciudad como
culturales y han rechazado otras del repertorio cultural diverso.11 De allí que lo
subalternos guarandeños han imprimido sus matices culturales y producen su propia historia de este
carnaval.
8
Véase: Martín Lienhard. “De mestizajes, heterogeneidades, hibridismos y otras quimeras”, en Asedios a
la heterogeneidad cultural, José Antonio Mazzotti y Juan Zevallos (coords.), Philadelphia, Asociación
Internacional de Peruanistas, 1996, pp. 57-80.
9
Véase: Jesús Martín-Barbero. De los medios a las mediaciones, Madrid, G. Gili, l987. William Rowe y
Vivian Scheling. Memoria y modernidad, Cultura popular en América Latina. México, D.F. Grijalbo,
1993.
10
Lienhard, op.cit, p. 59.
11
Así por ejemplo, por un lado, consumen bebidas “hechas en casa” como la “chicha de jora” con
bebidas fabricadas industrialmente (gaseosas, ron), o generalmente crean y cantan las coplas en un
español “popular” (en su mayor parte son individuos letrados). Por otro lado, en el sentido contrario,
rechazan el uso generalizado del quichua o de un lenguaje “culto” para componer sus creaciones o el
consumo de bebidas de uso predominantemente índígenas o de los sectores oficiales.
13
subalternidad generada por los sectores oficiales o hegemónicos con los indígenas que
irreverentes que rompen con las prohibiciones determinadas por los sectores oficiales y
Por eso denomino a los sectores que comparten esta condición de subalternidad
Aun cuando a lo largo de este trabajo tomo en cuenta las influencias que en este
carnaval han marcado los sectores campesinos y los pueblos indígenas, de manera
carnaval que son diferentes, incluso, opuestas a los discursos y las expresiones
culturales de los sectores oficiales. Es importante aclarar, sin embargo, que estas
12
La categoría mestizo o mestizaje está cargada de un contenido ideológico que explica las diferencias en
términos raciales y más bien sirve para afirmar o justificar la hegemonía y ocultar las desigualdades y
antagonismos. Véase una discusión más amplia sobre este tema en el capítulo siguiente.
13
Las coplas populares en el carnaval de Guaranda son relatos de los carnavaleros que tienen –al igual
que el mismo carnaval– un origen colonial y fueron impuestas como prácticas culturales dominantes por
los colonizadores españoles en las tierras y culturas de América Latina. Sin embargo, progresivamente
los carnavaleros se fueron apropiando de las coplas y han utilizado este recurso para transmitir su
memoria histórica, para afirmar su identidad y demostrar su inconformidad con varios aspectos de la vida
rutinaria oficial.
14
El Municipio de Guaranda como ente regulador de las actividades que se realizan en la ciudad, ha
emitido una serie de ordenanzas y reglamentos para normar el desarrollo del carnaval. Por ejemplo, se ha
instituido el “desfile de comparsas”o el “Comité Permanente del Carnaval” y se ha reglamentado el juego
con agua, prohibiendo su práctica durante la realización de algunos espectáculos.
14
“serio” y “oficial” que pretenden darle los sectores oficiales a este carnaval para
dualidad que desempeñaba un papel vital en los procesos carnavalescos porque todo lo
serio debía tener su doble cómico. La “segunda vida y el segundo mundo” que
igualdad y de la abundancia.15
Aquel carácter dualista del carnaval medieval tenía una importancia particular
lenguaje cómico popular, Bajtín establecía una relación entre el carnaval y la literatura
dialógico que impugnaba los códigos lingüísticos oficiales y, con ello, impugnaba
también las leyes oficiales. Esa dualidad del lenguaje se expresaba a través de
una u otra manera, a través de las coplas populares porque en este discurso se
evidencian las voces no oficiales o las voces de los “otros” que cotidianamente son
carnaval. De ahí que para los carnavaleros es tan importante utilizar las coplas porque a
través de ellas pueden hablar con sus propias voces para que sean escuchadas.
15
El carnaval para Bajtín, “era el triunfo de una especie de liberación transitoria, más allá de la órbita de
la concepción dominante, la abolición provisional de las relaciones jerárquicas, privilegios, reglas y
tabúes”. Bajtín, op. cit. p. 15 (El subrayado es mío).
15
(escritura oficial), como bien lo sostiene en su exhaustivo análisis de las coplas del
carnaval de Guaranda Laura Hidalgo,17 pues la mayor parte de coplas recopiladas por
esta autora, que utilizo como una de las fuentes principales para realizar este trabajo,
cumplen con aquellas normas gramaticales que tienen que ver con la estructura o con la
forma de la copla.
obligados a utilizar las normas gramaticales y/o el léxico de la “cultura alta”, tiene que
ver más bien con el paradigma utilizado por Martín Lienhard: la diglosia que remite a la
que es el lenguaje más prestigiado, de los sectores hegemónicos que suele mostrarse
por lo que su gramática se mantiene relativamente intacta. La norma B (baja) que remite
a los sectores subalternos y sufre muchas veces, “una transformación tan profunda que
cabe hablar de la aparición de un lenguaje nuevo (que será la nueva norma B)”.18
las coplas, que son transmitidas de manera oral, se busca alcanzar la “situación ideal del
16
Julia Kristeva. Semiótica I, Madrid, Espiral, 1982, pp. 209-210.
17
Laura Hidalgo. Coplas del carnaval de Guaranda, Quito, El Conejo, 1984.
18
Según Lienhard, la diglosia, término producido por la sociolingüística, permite entender que en
situaciones generadas por una conquista y colonización violentas como las que vivieron (y aún viven)
nuestros países, las contradicciones y antagonismos entre dos normas lingüísticas de prestigio social
diferente (diglosia), se muestran de manera evidente: la norma A (alta) que corresponde al lenguaje de los
sectores dominantes, del aparato estatal y sus dependencias, de la “alta cultura” y es un idioma de
tradición escrita vinculado a la metrópoli. Y la norma B (baja) que remite, en cambio, a los canales de
comunicación verbal de los sectores subalternos, populares o marginales. Lienhard, op.cit. pp, 57-80.
16
habla”,19 es decir, hablar y exteriorizar las ideas en sus discursos que se van
constituyendo de acuerdo a las distintas regiones naturales (y culturales) que habitan los
En este sentido es necesario señalar que, aun cuando los copleros guarandeños
son pobladores urbanos y, en general, letrados; incorporan en sus discursos las distintas
voces regionales de la provincia, pues más allá de romper las normas gramaticales,
aunque existen algunas coplas que tienen “estructuras caprichosas”; los copleros
utilizan en sus creaciones palabras del español “culto” combinadas con palabras del
palabras que en nuestro país tienen un sentido particular: chapa que en América Latina
se utiliza como sinónimo de “cerradura”, en este caso los copleros lo usan para referirse
a los policías (fuerza pública) y, cocolón, que sirve para designar al arroz seco cocido
quichua como guambras o capulí que se han incorporado por su uso frecuente al
19
Juan Martín Miranda. “El locus de enunciación como espacio estatuizado y la metáfora oral andina
como recurso de resistencia”, en Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana, Memorias 2, Quito,
UASB-Ecuador, 1999, pp, 5-7.
17
doble sentido a través de las coplas, se expresa como una estrategia que les permite a
los carnavaleros hablar en su propio lenguaje, mostrarse como ellos son, contar sus
historias y mostrar sus costumbres o sus prácticas cotidianas renovadas. Esto a su vez
posibilita que los carnavaleros puedan afirmar su identidad como grupo y mostrar su
inconformidad con todo aquello que limita su existencia como grupo. Es una estrategia
algunas coplas pueden caer en el absurdo o en el sin sentido. Incluso, de acuerdo a esta
misma lógica, podría decirse que los copleros “sacrifican el sentido” de la copla,
memoria histórica. Por eso es importante considerar que una de las razones para que las
coplas sean asumidas por los carnavaleros y, en gran medida, para que se mantengan
están conformadas por versos octasílabos que permiten su adaptación a varios ritmos
20
Las ocho sílabas que conforman cada verso de las coplas hacen que mantengan una regularidad y
simetría rítmica que posibilita su adaptación a varios ritmos populares que se interpretan en distintos
países de América Latina. Por ejemplo se pueden cantar coplas al ritmo de la cumbia colombiana, de las
rancheras mejicanas, del vals peruano o del albazo ecuatoriano.
21
El danzante es un ritmo cíclico (como la mayor parte de ritmos andinos) que se puede ejecutar
solamente con golpes sucesivos de tambores, está compuesto por tres notas musicales que tienen su
centro en la tonalidad menor de la que se parte y a la que se regresa constantemente, como un ir y venir
entre la vida y la muerte, un nacer y un renacer en el tiempo circular de la cosmovisión mítica del
pensamiento indígena. En la canción del carnaval de Guaranda, si bien el ritmo aparece como simple y
monótono por su repetición, la melodía resulta compleja y variada, pues se puede encontrar cinco formas
distintas de musicalización de acuerdo a cada una de las estrofas de la canción.
18
flexibilidad y fluidez porque se adaptan a cualquier tono del discurso. Por eso los
lo que dicen, sino que hay que entender que estas coplas se realizan en un contexto
alegre y festivo como el carnaval, en un momento en el que los copleros van avivando
su creatividad y alegría con respetables copas de licor que circulan de manera recurrente
en la “ronda” de copleros. Igualmente los carnavaleros han creado algunas coplas en las
que censuran, de manera explícita, lo que sucede en la vida rutinaria gobernada por la
por las culturas ‘cultivadas’ para que allí se autorealicen «libremente» las culturas
transgresión real, sino que, por el contrario, “representan ejemplos supremos del
reforzamiento de la ley, pues nos recuerda la existencia de la regla”.22 Para explicar esta
Una condición indispensable para que exista el efecto cómico, según Eco, es que
la regla rota debe ser presupuesta pero nunca explicada con detalle. Si por alguna
razón la regla es explicada, se pierde dicho efecto. Para Eco, el efecto cómico se
produce cuando hay una violación de la regla que es cometida por un “personaje tipo
desgracia de aquel personaje inferior. Ante él nos sentimos superiores y más bien
19
disfrutamos con sus ridiculeces. Somos indiferentes –según Eco– porque aun cuando
personaje cómico.23
Del análisis realizado por Eco sobre el efecto cómico, se desprende que es
importante la presencia de un personaje cómico tipo animal para lograr aquel efecto.
Esto significaría que hay una clara diferenciación entre quienes no se involucran –los
espectadores– y aquel personaje que es el único que, al actuar o hacer ridiculeces puede
romper la regla. En este caso los que ven el espectáculo se burlan de este personaje
como el o los únicos protagonistas, sino que son los carnavaleros (la comunidad) los
verdaderos protagonistas.
unos individuos se burlan de otros, sino que más bien sirve para que la comunidad se ría
se ríen de todos. Esto no significa que el carácter colectivo de las prácticas ejercidas por
los carnavaleros les de un valor positivo como “auténticas” o que se opongan a las
22
Eco, op. cit. p . 4. Es necesario hacer un reconocimiento al trabajo de traducción de los textos en inglés
realizados por Alexandra Jaramillo.
23
Ibid. pp. 1-2.
24
Bergson afirmaba que la risa “siempre oculta un prejuicio de asociación y hasta de complicidad con
otros rientes efectivos o imaginarios […] La risa debe responder a ciertas exigencias de la vida en
común”. Henri Bergson. La risa, Buenos Aires, Losada, 1939, pp. 14-15.
20
condición o una necesidad de los carnavaleros porque prácticas como el juego con agua
o personajes tipo animal y espectadores que no se involucran, pues todos los que
Por otro lado, Eco afirma que el momento del carnaval debe ser corto y
permitido una sola vez al año porque no puede existir un carnaval que dure por siempre,
disfrutable. Por eso afirma que la así llamada liberación cómica o carnavalesca aparece
tan sospechosa.
25
Según Patricio Vallejo, “el teatro surge cuando se produce una ruptura al interior de la comunidad, se
identifican dos roles definidos, especializados y distantes, con sus propios espacios: el del actor y el del
21
social, sino que, por el contrario, es una ruptura del tiempo rutinario de la vida
cotidiana.
“otro tiempo” (de acuerdo a Bajtín: el “segundo mundo” o la “segunda vida”, creada
por el pueblo), que sólo es posible construirlo temporalmente. Por eso es importante
considerar que no puede existir una ruptura temporal o un tiempo extraordinario que
dure por siempre. Mientras un espectáculo de fin de semana se olvida fácilmente porque
que lo “vive”.
hay un traslado del plano real al plano imaginario,26 porque para vivir el momento
festivo se necesita pasar a ese otro tiempo. Efectivamente, si no se toma en cuenta que
el ser humano es el único ser viviente capaz de elegir o ser partícipe de estos dos
Echeverría, la diferenciación existente entre lo que sería el tiempo del arte, del juego y
espectador”. Patricio Vallejo. “El teatro político y la figura del Inca: el barroco en los albores del teatro
quiteño colonial, Kipus: revista andina de letras (Quito), 7 (julio-diciembre 1997): 78.
26
De acuerdo a Armando Silva, “en el plano real el objeto se presenta de manera directa como en una
percepción o una simple sensación, mientras que en el plano imaginario –las huellas, lo anterior a la
palabra, el deseo sin codificación secundaria– la percepción imaginaria corresponde a un nivel superior
de percepción. Armando Silva. Imaginarios Urbanos, Bogotá, Tercer Mundo, Segunda Edición, 1994,
pp. 85-94 (El subrayado es del autor).
27
Para Bolívar Echeverría, “la experiencia festiva se presenta cuando hay un traslado de la conciencia
rutinaria a la conciencia de lo extraordinario que se da mediante una sustitución de lo real por lo
imaginario”. Bolívar Echeverría. “Ceremonia festiva y drama escénico”, Ponencia presentada en la mesa
redonda: El arte y la vida cotidiana, México D.F, 1993, p. 2
22
cómico teatral, el carnaval sería un “buen negocio” (como cualquier otro espectáculo ),
pues, “para mantener el universo de los negocios, no hay negocio como el del
espectáculo”. De allí que, según Eco, todo poder social y político ha utilizado lo
ningún caso, el carnaval puede ser una forma de crítica social, sino que, por el
limita toda posibilidad para que exista grietas o “intersticios” por los cuales aquellos
cultura oficial.
A partir de los aportes de Michel Foucault28 sobre el ejercicio del poder, se sabe
imposición, sino que el poder también provoca placer, produce sentidos, seduce.
Foucault afirma que el poder no puede ejercerse sólo desde la represión, porque para
que cualquier tipo de poder sea aceptado, no puede basarse únicamente en la fuerza, en
atraviesa todo el cuerpo social más que como una instancia negativa que tiene como
función reprimir”.29
28
Véase. Michel Foucault. Microfísica del poder, Madrid, La Piqueta, 2da. Edición, 1979.
29
Michel Foucault. “Sujeto y Poder”, Revista mexicana de sociología (México), Año L. Nº 3 (Julio-
septiembre 1986): 8.
23
populares y las culturas dominantes porque el poder sólo puede ejercerse sobre sujetos
libres y activos que producen respuestas o reacciones a las que Foucault denomina
“estrategias de resistencia”.
Estas resistencias son un aspecto intríseco a las relaciones de poder (se generan
“legalmente” instituída). Tampoco estas resistencias tienen que ver con un rechazo a los
les permite, además, asumir selectivamente lo que les viene ‘de arriba’.
diferencias culturales con los sectores oficiales. Por eso esta disputa que se desarrolla en
un espacio sociocultural es, en última instancia, una lucha por conquistar espacios
toma de decisiones.
Guaranda. De allí que, los intereses contradictorios y los conflictos también se expresan
en este campo cultural y, por tanto, igualmente, las posibilidades para resolverlos.
24
su identidad como grupo; sobre todo quieren (y en gran medida este deseo se convierte
en una exigencia) que aquella proclama: “el carnaval es la fiesta más democrática de
todas”, defendida por los sectores oficiales, no se quede sólo en discurso y de verdad se
cumpla. ¿Esto significaría que los carnavaleros plantean una exigencia (¿política?) para
puede escuchar su inconformidad con lo que está pasando y el deseo manifiesto por
rutinaria. Los copleros, por ejemplo, hablan de un “nosotros” sin distingos étnicos,
culturales y socioeconómicos.
Estas luchas en el campo cultural adquieren sentido también por el hecho de que
para imponer sus prácticas culturales, estaría vigente aquella pretendida “culturización
del carnaval”.30 Esto no quiere decir que los poderosos dejen de serlo o que dejen de
opresión haya desaparecido, sino que, por el contrario, significa que el carnaval de
30
Aun cuando en el carnaval de Guaranda algunos detractores de los sectores oficiales han criticado y
juzgado los “excesos” en el juego con agua como una “mala costumbre”, pues, según ellos, esta
costumbre violenta y agresiva debe sustituirse con una serie de espectáculos más civilizados y cultos; o
cuando menos, deben prohibirse estas malas costumbres durante la rewaliización de estos espectáculos.
Sin embargo este juego fue una práctica muy arraigada en los civilizados pueblos europeos (incluido el
pueblo español) desde hace varios siglos atrás. En España por ejemplo, país del cual proviene el carnaval
que se celebra en América Latina, se mantienen juegos y fiestas tan violentos como “La fiesta de San
Fermín” en Pamplona donde, desde 1924 hasta 1997 se registraron 14 muertos y más de 200 heridos por
asta, o “La Tomatina” en Buñol donde varios individuos desde un camión repleto de tomates, lanzan
violentamente estos frutos a los transeúntes y espectadores que asisten a este festejo. Pero estas fiestas
25
sectores populares de ascendencia étnica variable que se han mantenido durante varios
a pesar de los intentos de quienes han ejercido el poder, tanto en el período colonial
nuestra perspectiva con el aporte de otros trabajos. Algunos teóricos han realizado
que, si bien hay una inversión temporal de las jerarquías sociales, aquello no significa
que se supere la constitución “real” del orden social establecido. Mientras William
entender los procesos que fueron configurándose hasta arribar al carnaval actual.
Sin embargo, hace poco tiempo apareció una propuesta novedosa sobre la
son promocionadas como una sana costumbre española (tradicional y popular) para atraer a miles de
turistas de todo el mundo.
31
Citado por: Néstor García Canclini. Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la
modernidad, México D. F, Grijalbo, 1990, pp. 128-129.
32
William Rowe y Vivian Schelling, Memoria y modernidad.op. cit. p. 171.
33
P. Peres. “Subaltern spaces in Brazil”, Disposition XIX (Michigan), 46 (1994): 116.
26
culturales que se han expresado como apología de las culturas populares o como
ciertos espacios culturales en los que los “otros” utilizan sus propias lenguas, los
subalternos –citando las palabras de José Rabasa–, “escogen no aprender a hablar (con
(institucionalizada) del poder de hablar por ellos o a nombre de ellos y lograr que tanto
sus discursos como sus prácticas hablen por sí mismos. Por eso la prioridad debería ser
particular han podido conservar y renovar su memoria histórica y hablar por ellos
mismos.
inversión social o para la “victimización” de los subalternos, sino más bien como un
Peres “la historia no está congelada en el discurso subalterno, sino que más bien refleja
34
Ibid, p.118.
35
José Rabasa, “Del Zapatismo, reflexiones sobre lo folklórico y lo imposible en la insurrección
subalterna del EZLN”, Kipus: revista andina de letras (Quito), 9 (julio-diciembre 1997): 24.
27
políticos en la que se transan votos para ocupar puestos claves, se cambian camisetas
‘maletines’ llenos de dinero. No, la negociación que se presenta en este carnaval es una
(o con) este carnaval no se eliminan las marcadas jerarquías sociales reales entre los
distintos grupos, es en este espacio que esos mismos grupos asumen un “orden
negociado” a través del que resuelven transitoriamente sus conflictos, transando sus
los límites establecidos por el poder. Aun cuando esto no significa que aquellos que no
36
Peres. op. cit. p. 113-126.
37
Respecto a la negociación de las identidades, García Canclini afirma que: “Las identidades se
constituyen no solo en el conflicto polar entre las clases sino también en contextos institucionales de
acción –una fábrica, un hospital, una escuela– cuyo funcionamiento es posible en la medida en que todos
sus participantes, hegemónicos o subalternos, lo conciben como un “orden negociado”. Los conflictos
entre diferentes y desiguales se procesan a través del orden, sujeto a revisiones o transacciones, que
establecen las instituciones y las estructuras cotidianas más o menos institucionales de interacción”.
Néstor García Canclini. Consumidores y ciudadanos, México D.F, Grijalbo, 1995, p. 175.
28
práctica cultural popular como el juego con agua o como los “concursos de coplas” en
los que participan poetas principiantes o artistas profesionales (individuos con nombre y
apellido), cuando ésta es una práctica que se transmite de manera colectiva y sirve para
Los carnavaleros, por su parte, han encontrado muchas formas para interactuar
reciprocidad, filtran sus expresiones culturales o hablan con voz propia. Sobre todo con
proceso de negociación, conquistar esos pequeños espacios de poder que les permiten
como grupo.
jerarquías sociales, sino más bien una inversión fingida articulada a través de la danza,
música y trances porque el poder pretende hacer desfilar cuerpos negros en la búsqueda
del ideal de un Brasil carnavalizado. Sin embargo para Peres, esto no significa que “los
subalternos sean silenciados o silenciosos o que estén prestando sus cuerpos para esta
recreación del Brasil. Lo que significa es que los subalternos brasileños están hablando
en carnavales.39
Si bien en Brasil existen las condiciones adecuadas para que el poder ‘exhiba’ a
los sujetos populares durante el carnaval como ‘objetos folklóricos vivos’ para afirmar o
38
El “desfile de comparsas” es un espectáculo que fue promovido por iniciativa del Dr. Augusto César
Saltos, Presidente-fundador de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Núcleo de Bolívar, como una
continuación del “Corso de Flores” que se realizaba por el Día de Inocentes. Este espectáculo fue
instituido legalmente en el carnaval a través de un Acuerdo Municipal expedido por el Municipio de
Guaranda en 1973. Es considerado y promocionado por las autoridades como el espectáculo más
importante de esta celebración.
29
subalternos utilicen este espacio negociado para ‘vivir’ sus tradiciones y exteriorizar sus
Es necesario aclarar que aun cuando las expresiones culturales que analizo a lo
proceso de encuentros y desencuentros entre diversas razas, etnias y culturas; así como
de diferentes tiempos o épocas históricas. De ahí que es importante analizar los caminos
que siguieron las diferentes culturas en la historia de este carnaval y las interacciones
que fueron generando en este largo proceso que aún continúa en el carnaval guarandeño
carnaval. Por otro lado, también incluyo una aproximación general al conflictivo
contexto general del carnaval colonial que tuvo similares características en varios países
latinoamericanos.
39
Peres. op. cit. p. 113-126.
30
aun conservan en la actualidad ciertos rasgos de los gustos, sabores y olores de las
culturas indígenas. Después analizo el juego con agua, que es una práctica colectiva a
de Guaranda, planteo varias reflexiones sobre los sentidos y significaciones que tienen
las coplas populares, luego analizo los discursos, tanto de los copleros cuanto de los
productivo, desarrollo una síntesis crítica de los distintos argumentos teóricos para
analizar el carnaval y los elementos culturales que allí se expresan. El objetivo principal
de este resumen crítico es que sirva para un conocimiento más amplio y profundo de
este espacio socio-cultural y, sobre todo, posibilite una profunda reflexión sobre el
respeto y aceptación que deben tener las prácticas culturales de los “otros” que,
CARNAVAL COLONIAL
No me gustan, no me gustan
las leyes del presidente
porque nos quiere privar
que tomemos aguardiente.
Copla popular
Este capítulo contiene varias referencias sobre las prácticas culturales indígenas,
o las prohibiciones de la Iglesia, existen otras que, como las medidas restrictivas por
parte del Estado colonial en contra de los carnavaleros, se relacionan con el desarrollo
guarandeño son importantes para comprender el contexto general del carnaval colonial
desencuentros de los distintos sectores que fueron interactuando en una fiesta pagana
como el carnaval colonial. Sin embargo, debo señalar que para definir y explicar las
las que se dio dicha fusión y las resistencias o respuestas de las culturas indígenas que
que obviamente es desgajado y beligerante”. Este concepto, afirma Cornejo Polar que
1
Según Manuel Marzal, “El proceso sincrético es la formación, a partir de dos sistemas religiosos, de
otro nuevo, cuyas creencias, ritos, formas de organización y normas éticas son producto de la interacción
dialéctica de los dos sistemas en contacto. El resultado de esa interacción dialéctica en los diferentes
niveles del nuevo sistema religioso será, ya la “persistencia” de determinados elementos con su misma
forma y significado, ya su “pérdida” total, ya la “síntesis” de otros elementos con sus similares de la otra
religión, ya, finalmente, la “reinterpretación” de otros elementos [...] yo juzgo que hay reinterpretación de
un rito, no sólo cuando se cambia el significado original, sino también cuando se le añaden nuevos
significados”. Sin embargo en este concepto, parecería que los subalternos son sujetos pasivos que no
ejercen ninguna respuesta, salvo la asimilación de todo lo que venga de arriba. Véase Manuel M. Marzal,
“Sincretismo y mundo andino: Un puente con el otro”, en Gossen, G.H.; Klor de Alva, J.J.; Gutiérrez
Estébez, M., Y León-Portilla, M. (eds.) De Palabra y Obra en el Nuevo Mundo, vol.3, La formación del
otro, Madrid, Siglo XXI, 1993, pp. 231-250.
33
los conflictos.
por Néstor García Canclini quien afirma que es importante la utilización del término
”hibridación” porque “abarca diversas mezclas interculturales -no sólo las raciales a las
que suele limitarse “mestizaje”- y porque permite incluir las formas modernas de
homogénea; sin embargo, según John Beverley, existe allí “la posibilidad de que se
disuelvan las formas de antagonismo social para convertirse simplemente en parte del
proceso de transculturación”.5
problemática y, más aún, si con esa limitada aprehesión del objeto, disuelven y ocultan
permitan describir y analizar las interacciones culturales y los grupos que han venido
2
Antonio Cornejo Polar, “Apuntes sobre mestizaje e hibridez: los riesgos de la metáfora”, Kipus: revista
andina de letras (Quito), 6 (enero-junio 1997): 69-73.
3
Ibid, p. 70.
4
García Canclini, Culturas híbridas, op. cit, p.15.
5
En una entrevista realizada para la revista Kipus, John Beverley afirma que si se disuelven los
antagonismos y las contradicciones sociales, “la única contradicción que importa es la contradicción entre
la sociedad civil y el estado o políticas estatales, u organismos internacionales que todavía reflejarían
modelos ya desplazados en la cultura como efecto de la hibridación cultural”. Alicia Ortega, “Una
conversación con John Beverley”, Kipus: revista andina de letras (Quito), 5 (julio-diciembre 1996): 80.
34
paradigma, afirma Lienhard, se puede utilizar también para analizar otras prácticas
modernas) por los antecedentes coloniales que tienen muchas de las prácticas culturales
estructura”.6 Sin embargo, para aquellos procesos en los que persistían relaciones de
desigualdad y dominación como existieron en las sociedades de tipo colonial y que, aún
fueron consolidando durante el período colonial. Así por ejemplo en el carnaval los
6
Lienhard, op.cit. pp, 57-80.
7
Según Lienhard en el “sistema diglósico” la norma B de los subalternos se va transformando por los
contactos con otras prácticas de la misma norma (que son prácticas prohibidas, discriminadas o
despreciadas) y de la norma A. La norma A de los sectores hegemónicos, en cambio, mantiene la
identificación con las prácticas oficiales prestigiadas por estos sectores porque hacen uso de la “libertad
de elección” que les ofrece el sistema diglósico”. De ahí que aquella forma de ceder espacio en un terreno
determinado por parte de los subalternos, significa que quieren mantener en otro terreno algo que para
ellos es esencial, pues aunque algunas prácticas y espacios subalternos han ido paulatinamente
desapareciendo, no han perdido sus capacidades de “autorrenovación o resurgimiento”.
35
alguna manera, aquel sistema diglósico porque aun cuando es un espacio festivo, en él
tienen una importancia particular las relaciones de poder (los “aspectos más políticos”),
pues desde la colonia los sectores oficiales utilizaron esta celebración como un espacio
restrictivas para impedir los “excesos” cometidos por los subalternos, particularmente,
con la fertilidad que la tierra pueda ofrecerles; es decir con los ciclos agrícolas y con el
tiempo de las cosechas que en la estructura del pensamiento indígena era concebido
cosechas regresaban y se repetían continuamente. Por eso era importante hacer ofrendas
y celebrar fiestas para recibir los milagros de los dioses, así como para obtener buenas y
(Madre Tierra).
Los sentidos de las celebraciones que realizaban los indígenas americanos tenían
muchas coincidencias con lo que significaban para los pueblos europeos las fiestas
8
A los intermediarios sagrados o wakas, los indígenas rendían culto, por medio de “una organización con
tierras, ganado y sacerdotes propios, y a los que atribuían los favores recibidos a cambio de su culto”. Se
honraba la memoria de estos ‘hombres sagrados’ y se creía que: “los santos de alguna manera están
vivos, que escuchan las oraciones y reciben las “promesas”, que se alegran con las fiestas, que hacen
milagros y envían castigos”. Por eso era tan importante la celebración de fiestas, brindar agasajos y
ofrendas.
36
paganas que celebraban en honor a sus dioses: las saturnales y bacanales de las cuales
calendario cristiano entre las fiestas indígenas y las celebraciones de los españoles sea,
además de una coincidencia temporal, un hecho concreto utilizado por los colonizadores
colonial, se debió principalmente a los diferentes sentidos que fueron adquiriendo estas
sociales. Es decir que cada uno de los grupos involucrados podían re-funcionalizar la
fiesta para negociar, de alguna manera, sus conflictos; lo cual permitió la persistencia y
indígenas.
de la sociedad tal como era pensada desde el poder. Esto significaba que la
9
Marzal, op. cit, pp. 231-250.
37
y el aprendizaje cultural. Pero, también abrió la posibilidad para que los “otros” grupos
los indígenas. Se buscó limitar (aislar) los excesos y vicios propios de una fiesta pagana
carnaval se convirtió entonces, en una excepción dentro de las fiestas permitidas por los
españoles durante el período colonial. Porque era una fiesta pagana que aparecía como
el espacio ideal para que allí se exprese todo aquello que no era permitido en las
solemnes fiestas patronales y, por tanto, también debió ser el espacio cultural más
autoridades eclesiásticas y civiles. Para estas autoridades el carnaval fue la fiesta más
impúdica e insolente que representaba el lado opuesto de las fiestas religiosas y la vida
rutinaria en la colonia.
Aun cuando el carnaval era una fiesta autorizada por los poderes coloniales,
extraordinario.
relativamente autónomo que tenían los indígenas, primero, y los no indígenas y negros
irreverentes y aún una ritualizada agresividad, expresada en un rudo juego con agua,
través de los rituales. Por esta razón, las fiestas religiosas ocupaban un importante lugar
en el mantenimiento del orden colonial porque fueron influyendo con mayor fuerza en
los mecanismos coercitivos, pero que igualmente se utilizaban para controlar los
Sin embargo, la función de la Iglesia se basaba más bien en una doble moral
evangelizaba a los indígenas para la “salvación de sus almas”, aunque no hacía nada por
10
Jorge Nuñez Sánchez, “Aspectos histórico-culturales del Carnaval de Guaranda”, en El Carnaval de
Guaranda y su proyección socio-cultural en el pensamiento andino, evento y publicación realizada bajo
39
embriaguez de los indios, por una parte y producía públicamente bebidas alcohólicas en
encaminó sus mayores esfuerzos para eliminar las diversiones y placeres “tan
En este sentido afirma Ángel López Cantos que durante gran parte del período
colonial, la Iglesia siempre estuvo muy interesada en acabar definitivamente con estas
dificultad que para la salvación de sus almas tendrían aquellos que se entregaran a
San Gregorio, que aconsejaba a los evangelizadores en el nuevo mundo que se deje
participar a los indios con sus costumbres y usos en las fiestas que realizaban; pero
advertía claramente que no debían mezclar esos regocijos con sus errores del pasado
(idolatría y politeísmo) pues era necesario “procurar que sus fiestas y regocijos se
carnaval que se realizaba en Guaranda durante el período colonial, hay dos datos que
XVII los Jesuitas generalmente exponían la figura de Jesucristo durante los días en que
excesos de los carnavaleros en el juego con agua y otras “inmundicias”. Para la Iglesia
las exageraciones en este juego solo podían ser fruto de una influencia diabólica. La
otra información es un dato citado por Laura Hidalgo que se refiere a las drásticas
medidas adoptadas por ciertos prelados para desterrar el juego de carnaval: el Obispo
Polo amenaza con excomulgar a los carnavaleros por los desórdenes que cometen en
este juego diabólico, pues los considera causantes del terremoto de 1775. 15
causantes de un desastre natural por practicar el juego con agua, de allí que era
permanentes por hacer ver el carnaval como algo diabólico y a los jugadores
carnavaleros como “pecadores herejes” cuyas almas jamás podrían ser salvadas, la
Iglesia sólo consiguió que los transgresores aumentaran y que la fiesta se arraigue cada
imponga reglas punitivas claras que debían regir el desarrollo del carnaval. Esa
institución fue, efectivamente, el Estado colonial que tenía el poder legal y coercitivo
14
Segundo Moreno. Música y danzas autóctonas del Ecuador, Quito, Fray Jodoco Ricke, 1949, p. 72.
41
para hacer cumplir las leyes. Uno tras otro, los administradores de la Audiencia de
Nuñez, que son muy importantes para entender la lógica con la cual se manejaban los
en aquella época.
carnaval:
Por Cuanto se halla su Señoría noticioso de que en las diversiones que comúnmente se
toleran en el Carnaval abusa tan indiscretamente la plebe que lejos de manifestarse en ellas el
racional placer que puede disculpar el permiso, las compone de incómodos chascos,
embriagues pública e indecentes juegos.
Dixo: Que debía mandar y mandó prohibir toda especie de diversiones que fuesen en
perjuicio al próximo como son tirar cascarones de huevos, llenos de inmundicias que manchen
los vestidos, harinas que los entrasen o ridiculicen a las personas con desprecio del decoro que
se deben en público unas a otras; en cuya clase de indebida familiaridad deben comprenderse
también los arrojes de aguas limpias o sucias, y tienen pena de quince días de cárcel a los que en
las calles se atreven a contravenir, supuesto que serán los agresores a la gente ordinaria, pues
de la nobleza y hombres buenos no debe recalarse incurran en tales atentados conociendo lo
justo de la prohibición, y si desde las casas molestarán a los transeúntes serán las personas que
estén en la acción, o sus superiores, multados en cuatro pesos, y más aquello en que se gradúe el
perjuicio del próximo, y a fin de que está benéfica Providencia tenga el debido cumplimiento,
los alcaldes así Ordinarios como de Barrio y las Patrullas tanto de Infantería cuanto de
Caballería, cesarán en ello como el mayor esmero, no disimulado la más mínima infracción de
ella en persona alguna, de cualquier clase o condición que sea. Y para que el Justo Celo de esta
dicha Providencia, no se atribuya a rigidez del Gobierno, y que una sencilla alegría llene los
corazonez del vecindario en los tres días de Carnes tolendas para que, se permita desde luego a
todo el que quiera ir a la Plaza Mayor, a bailar su danza ordinaria con sus tamborileras, y
flautas, o la música que gusten en cuadrillas de parientes, amigos o gremios, en sus trajes o en
disfrases compuestos y decentes, que solo se consentirán en la dicha plaza, y de ningún modo
por las calles ni otros sitios en que puedan ocasionar desorden, y a efecto de que en el llegar
citado de la diversión pública reine la buena armonía, se podrá en aquellos días una guardia
ubicada surtida de la mencionada plaza. Y para que llegue a noticia de todos publíquese por
bando, fíjense sus ejemplares en los Alcaldes de barrio, con lo que no alegarán ignorancia, e
instruidos harán saber en sus respectivos distritos, o cuarteles que los bailes concedidos, se lo
deben hacerse desde las tres de la tarde hasta las diez de la noche, hora en que remata la queda.
Su Señoría así lo proveyó, mando y firmó en la ciudad de San Francisco de Quito a tres de
febrero de mil setecientos noventa y dos años.- Don Luis Muñoz de Guzmán.- Por mandado de
su señoría Juan Ascaray escribano de su majestad, y teniente del de Cámara y Gobierno.
15
Hidalgo, op. cit, p. 36.
42
Es fiel copia de su original que se halla en el cuaderno de Autos acordados por el señor
Presidente a que me remito. Quito once de mayo de mil setecientos noventa y dos años.16
Este documento tiene una importancia particular porque es muy claro y decidor
respecto a las acciones prohibitivas y represivas del poder colonial estatal para eliminar
cualquier forma de placer racional; pues tirar harinas y “cascarones de huevos, llenos
decoro que se deben en público unas a otras. Y aquellos “plebeyos” que se atrevan a
contravenir estas prohibiciones tendrán una “pena de quince días de cárcel” y/o serán
la Plaza Mayor. En dicho lugar, y sólo en ese lugar, se permitían ciertas prácticas
culturales como desfilar con trajes o disfraces decentes, danzas y bailes ordinarios, la
diversiones públicas debía reinar el orden y la armonía para lo cual se destacaba una
“guardia surtida” y se restringían las celebraciones desde “las tres de la tarde hasta las
diez de la noche”.
Juan Ascaray
Escn. De S. M. y Thete. Del de Cama. Y Goy.
Carondelet al Ministro de Guerra
(sobre Carnavales y don Juan Salinas)
Cuando llegué a esta Capital hallé en ella la bárbara costumbre de mojarse, y mancharse
demasiado las gentes por vía de juego en el Carnaval, no solo dentro de sus casas, sino en las
16
Nuñez Sánchez, op. cit, pp. 35-36. (El subrayado es nuestro).
43
calles intransitables, especialmente por las tardes; avían con este motivo mucho aguardiente, y
redundaban de aquí fiebres horrendas, no menos que otros perjuicios y desordenes opuestos a
las buenas costumbres. Deseando evitarlos substituía a esta que llaman diversión, otra a que
tienen asuma adhesión; es decir la corrida de toros, y con tan buen éxito que casi está extinguida
la primera.17
autoridades españolas en los últimos años del período colonial a la “bárbara costumbre
desórdenes que atentaban contra las “buenas costumbres”. Pero en este caso se va más
allá porque se sustituyen todas esas bárbaras costumbres con un espectáculo menos
bárbaro y salvaje y, por supuesto, más civilizado como las “corridas de toros” (algunos
dirán que es bárbaro divertirse viendo como se sacrifican toreros y toros), “con tan buen
éxito que casi está extinguida la primera”; es decir el juego con agua.
tiene relación con sus prácticas religiosas como la adoración de dioses naturales y los
rituales y ceremonias festivas. Esto provocó que muchos rasgos de la cultura religiosa
culturales dominantes.
17
Idem. pp. 37-38. (El subrayado es nuestro).
18
Según Mariaca, “el objetivo de la colonización, no se limita a conquistar o evangelizar; no se limita a
anular la diferencia. La colonización pretende darle un nombre a esa diferencia para, entonces, poder
hablar de y sobre ella, para seducirla, para representarla; es imposible, dice, hacer que una cultura cambie
su universo de representaciones y su horizonte imaginario si no es colonizádola”. Guillermo Mariaca
Iturri. “Los refugios de la utopía”, en Memorias Jalla Tucumán 1995, Vol. I. Tucumán: Proyecto
“Tucumán en los Andes”, 1997, pp. 31-46.
44
lograron fracturar el orden establecido y abrir ciertos intersticios a través de los cuales
prácticas puras o auténticas de los pueblos indígenas, sino que, por el contrario, son
los otros grupos; pues estos encuentros y desencuentros entre las religiones autóctonas y
la religión cristiana se realizaron como parte de un sistema diglósico que tuvo matices
escritura; pero también debido a las propias necesidades de los pueblos indígenas que
sus lenguas nativas y aprender el español para poder establecer relaciones de todo tipo,
eliminación de las prácticas culturales indígenas. Sin embargo, los intentos por eliminar
o sustituir aquellas prácticas culturales no tuvieron el éxito esperado por los españoles
porque, tanto el carnaval como las fiestas religiosas que trajeron del “viejo mundo”,
su origen por la ‘contaminación’ proveniente del mundo indígena. Esto significó que,
conquista, convergen esas dos vertientes religiosas y esas dos estructuras culturales que,
en general, le han dado el carácter multicultural con el que se viene celebrando desde
que los pueblos europeos de la antigüedad realizaban en honor a sus dioses. En España
19
En los primeros años de la evangelización, las autoridades religiosas coloniales comprendieron la
imposibilidad de eliminar las ceremonias festivas de los indígenas y recurrieron a diversas prácticas
sincréticas: se decoraban los templos católicos con algunos elementos de la cultura indígena; permitían
el canto y la danza y la utilización de algunos instrumentos musicales; incluso se buscaba hacer coincidir
las fiestas indígenas con las fiestas católicas. Sin embargo estas prácticas fueron prohibidas parcial o
totalmente, cuando advirtieron que los indígenas las utilizaba para hacer sus ‘cultos idolátricos’ y eran
peligrosos. Véase el trabajo colectivo: Luz del Alba Moya (coord). La fiesta religiosa indígena en el
Ecuador, Quito, Abya-Yala, 1995.
46
agua (cascarones o huevos de cera llenos con agua perfumada). En general, en estos
entre los últimos días del mes de febrero y los primeros días del mes de marzo que
coincidían con la época del florecimiento y las cosechas (primavera). De igual forma,
varias fiestas y rituales celebrados por los pueblos indígenas coincidían con esta época.
Precisamente una de estas celebraciones era la fiesta que la tribu de los Huarangas,
período cercano al solsticio de invierno, cuando aparecía la segunda luna de cada año.21
tanto indígenas como españolas, permitió a los colonizadores implantar el festejo del
carnaval sin mayores dificultades. Así mismo, abrió la posibilidad para que los pueblos
20
Muchos carnavales durante la Edad Media incluían prácticas violentas y peligrosas como ocurría en
Francia y, particularmente, en Alemania. Así nos relata, Heers lo que sucedía en estos carnavales: “Los
corredores aparecen en la calle armados; algunos abren la marcha y barren a los que están mal colocados
y se aventuran en su camino repartiendo fuertes golpes con ramajes cubiertos de hojas o con fajinas, otros
llevan mazas de madera, otros lanzas o picas con las puntas de madera; las mantienen en alto y amenazan
con ellas a los asistentes apretujados a cada lado de la calle. Que, entre el gentío, algunos curiosos sean
atropellados o incluso golpeados al pasar no sorprenda a nadie. […]Era un juego peligroso,
evidentemente, que terminó siendo prohibido por los magistrados”. Jaques Heers. Carnavales y fiestas de
locos, Barcelona, Península, 1988, p. 196.
21
La celebración que realizaban los Chimbus, tribu que ocupaban el territorio que actualmente pertenece
a la provincia de Bolívar, era muy importante para la comunidad porque coincidía con la llegada de la
época de cosechas y era necesario rendir homenaje a la Pachamama y la naturaleza. A través de esta
fiesta que coincidía de, alguna manera, con la época en la cual se realizaba el carnaval español, los
huarangas filtraron muchas de sus manifestaciones culturales que siguieron existiendo, reinterpretadas en
la celebración del carnaval colonial. Véase el texto de Hidalgo, op cit, pp, 39-40.
47
juegos rituales y la libertad sexual para los jóvenes solteros,22 prácticas que son
22
Edita V. Vokral afirma que durante el carnaval, “por esta condición excepcional del rompimiento de
normas sociales es la época propicia para entablar relaciones no aceptadas dentro del orden de los
mayores. Los hombres jóvenes aprovechan la posibilidad de visitar libremente cualquier casa cantando
las coplas de carnaval y ver así a la mujer deseada, seducirla a través del canto y proponerle la unión.
Edita V. Vokral. “La instauración del orden: las coplas de carnaval y su ambiente social”, En.
Cosmología y música en los Andes, Max Peter Baumann (ed.) Madrid, Iberoamericana, 1996. pp, 397-
416.
3. COMIDAS, TRAGOS Y AGUA: TODO POR EL CARNAVAL
DE GUARANDA
A mi lindo carnaval
tres días debo tener;
con chichita y aguardiente
le debemos mantener.
Copla popular
Alerta chullas
con las bombitas
que por ahí vienen
lindas guambritas
Copla popular
fundamental para comprender los discursos y las prácticas de los distintos actores
por una parte, nos permitirá escuchar las voces y discursos de los carnavaleros, pero a la
vez conoceremos sus prácticas culturales. Por otra parte, analizaremos las concepciones
subalternos frente a los discursos oficiales. A través de las coplas los carnavaleros
pueden hablar con voz propia, expresar sus propios sentidos sobre el amor por su tierra
49
y por el carnaval o el amor y el afecto por el “otro”. Sin embargo, los copleros también
pueden mostrar lo que significa para ellos sus costumbres y tradiciones, sus prácticas
recopiladas por varios autores,1 por lo cual esta selección no pretende ser una
clasificación teórica ni mucho menos, sino que pretendo demostrar a través de las
coplas citadas la relación, si se quiere empírica, con las prácticas y los aspectos que los
ubicación de las coplas tienen que ver principalmente con el criterio de mostrar cómo se
autodefinen los carnavaleros como grupo y las diferencias culturales y, en gran medida,
las contradicciones de este grupo con los sectores oficiales. Por eso me interesa que las
representadas en la escritura.
Por otro lado, es necesario aclarar que las coplas citadas en este trabajo
las prácticas y elementos que son el resultado de ese largo y complejo proceso de
analizar a continuación. Estas coplas “modernas” nos permitirán ver de manera evidente
1
La mayor parte de las coplas que se anotan en este trabajo son citadas del texto de Laura Hidalgo
Alzamora (cf. supra. p. 4.) , aunque también se ha tomado como referencia otros textos como el trabajo
de Gabriel Galarza (cf. supra. p. 27.), el folleto de coplas publicado por el Honorable Consejo Provincial
de Bolívar. Carnaval de Guaranda. Coplas populares, Guaranda, 1984 y el texto producido por la
Asociación de Guarandeños Residentes en Quito. Coplas del carnaval bolivarense. Quito. Editorial
Universitaria. 1974. Debo señalar que todas estas recopilaciones han sido hechas por personas que tienen
una formación académica y, por tanto, tienen determinados criterios de selección basados en su
formación y en la lógica de la escritura. Por eso la mayor parte de coplas recopiladas son una muestra
importante recogida en la ciudad de Guaranda, salvo el trabajo de Laura Hidalgo en el que menciona
otras ciudades y pueblos de la provincia. Finalmente quiero aclarar que yo no señalo las fuentes en cada
una de las coplas citadas porque la mayor parte de estas coplas se repiten en uno u otro trabajo.
50
difunden) por los medios masivos u otros canales de comunicación “formal”. Por eso
creo que, para tener una visión mas profunda y amplia de la realidad del carnaval de
embargo esa muestra, constituye, como toda muestra, sólo una representación parcial de
la totalidad.
sectores oficiales, para que también estos sectores, a través de los discursos que
producen, escriban y se expresen por sí mismos. Bajo el mismo criterio que utilizo para
Esta información nos permitirá entender, desde una perspectiva amplia, que el carnaval
zona central del territorio ecuatoriano,2 supondría una situación privilegiada respecto a
otras ciudades y provincias del país. Lamentablemente esto no es así a pesar de las
“Ciudad de las siete colinas”, tiene una marcada influencia regional porque abarca toda
con las culturas indígenas y las tradiciones.4 Por ejemplo, en este carnaval, es posible
encontrar ciertos elementos y prácticas del período pre-hispánico como el uso del maíz
en la preparación de comidas y del período colonial como el juego con agua que aun
ciudad de Guaranda y del carnaval con ese “otro” mundo cultural, le da un cierto aire de
2
Los límites de la provincia de Bolívar son: la provincia de Cotopaxi, al norte; las provincias de Guayas
y Chimborazo, al sur; las de Tungurahua y Chimborazo, al Este; y la de Los Ríos, al oeste. Véase en
Anexos el mapa de la provincia.
3
Bolívar es una de las pocas provincias de país que cuenta, tanto con el clima frío del altiplano, como
con el clima cálido del trópico y subtrópico. Esta variedad climática, junto a la riqueza de la tierra,
posibilita el cultivo de una gran variedad de productos: maíz, trigo, cebada, papas, legumbres, hortalizas,
naranja y otros cítricos, plátano, café, cacao. A esto se suma la calidez, cordialidad y el desprendimiento
del bolivarense.
4
El cantón Guaranda es una de las pocas capitales de provincia del Ecuador en las que todavía es posible
encontrar una importante influencia del área rural. Esta influencia del sector campesino-indígena se
evidencia, en gran medida, en la masiva concentración de los pobladores en el área rural del Cantón.
Según los datos proporcionados por el INEC en 1998, la población urbana del Cantón Guaranda era de
19.980 habitantes que representaban el 27.02% de la población total; mientras que, 53.958 habitantes; es
decir el 72.98 % restante, habitaban en la periferia y las parroquias rurales.
52
pesar de esta realidad excluyente, los indígenas que tienen una arraigada vinculación
con la cultura de sus ancestros, sus costumbres y tradiciones, han logrado imprimir sus
de la ciudad.6
Las diferencias culturales, así como la rica variedad climática y natural de esta
deberían ser razones (culturales y materiales) significativas para que los guarandeños y
bolivarenses mantengan una arraigada identidad con su tierra y con el carnaval. Sin
5
La participación de los indígenas en el carnaval de Guaranda está de alguna manera ‘censurada’ porque,
aun cuando oficialmente nadie les impide participar en cualquier evento del festejo, tienen su ‘propio’ día
para celebrar. Durante el sábado de carnaval los indígenas desfilan por las calles de la ciudad con sus
vestidos, su música, su danza y sus costumbres.
6
Los indígenas de la parroquia Salinas, una de las parroquias rurales del cantón Guaranda, con el apoyo
de tecnología y capitales italianos y la coordinación del párroco del lugar, han logrado elaborar productos
lácteos, mermeladas y tejidos de alta calidad que junto con las artesanías exportan a varios países
demostrando que a través del trabajo cooperativo y solidario, se puede competir a alto nivel.
7
Bolívar es la provincia con mayor porcentaje de población migrante del país. De acuerdo al V Censo de
Población de 1990 los habitantes que nacieron en la provincia Bolívar y que residían en todo el territorio
del país alcanzaron la cifra de 234.707 habitantes, de los cuales 143.483 vivían habitualmente en la
provincia que, para ese año, llegaba a una población total de 155.088 hab. Esto significa que 91.224
bolivarenses residían habitualmente en otras provincias; es decir que, el 38.86% de la población
originaria de Bolívar no tenía su residencia habitual en la provincia. Hay otro dato muy revelador al
respecto: de 1985 a 1990, un quinquenio antes de la realización del último censo, el número de
emigrantes mayores de 5 años, fue de 14.800 habitantes en toda la provincia.
8
De la Población Económicamente Activa (PEA) del área urbana de la ciudad de Guaranda, fue el sector
terciario, particularmente los servicios estatales (Municipio, Consejo Provincial y otras entidades
53
fluido que conectaba la sierra con la costa ecuatoriana, pasó a ser un camino
comunicación entre las dos principales regiones del país. Sin embargo, el problema no
provincia; pues los recursos económicos y, con ellos, las posibilidades de desarrollo y
de integración con el resto del país y el mundo, han pasado sólo tangencialmente. Por
socioeconómico.
porque, aun cuando los habitantes de esta provincia tienen en el carnaval, un referente
simbólico importante (esto se deduce de los discursos de los distintos grupos actores de
este carnaval),10 parecería que éste no llega a ser un vínculo suficientemente sólido
quizás consideren que únicamente con el carnaval no se puede vivir dignamente. Por
eso es necesario conocer los diferentes sentidos y significaciones que tiene esta fiesta
para rescatar el carnaval de Guaranda como un espacio cultural vivo, en el cual los
protagonistas.
estatales) el que concentró la mayor fuerza laboral de la ciudad con el 41.93 %; lo cual significa que
el empleo en el sector productivo, prácticamente no existe.
9
Según datos de los Censos de Población realizados entre 1950 y 1990, Guaranda apenas ha duplicado su
población (2.15 veces) en ese período, con una tasa promedio de crecimiento anual del 2.02%.
Igualmente, en 1982, la población del cantón Guaranda fue de 72.917 hab., mientras que para 1990 se
redujo a 71.316 hab.; es decir que en términos absolutos la población decreció en 1.601 hab. (-2.24 %),
aun cuando en el mismo período los habitantes del área urbana, aumentaron en 2.045 hab. Aun cuando
esta tendencia se ha ido modificando en los últimos 8 años, pues en 1998 la población del Cantón
aumentó a 73.938 habitantes.
10
Véase el capítulo cuarto de este mismo trabajo.
54
través del carnaval y otras fiestas que comenzaron a celebrarse en nuestro país y en el
un ritmo andino como el danzante que sirve para acompañar el canto de coplas.
Además, para la musicalización de este ritmo se combinan la guitarra española con los
bombos y tambores (hechos con cuero de llama, alpaca u otros animales), pingullos,
Es decir que los carnavaleros usaron lo que tenían que usar, pero imprimieron en
Aunque en gran parte del período colonial las autoridades españolas prohibieron
andina siguen siendo utilizados por los carnavaleros en los rituales religiosos, en las
instrumentos para sacar la musicalidad de sus cuerpos. Las hojas de los árboles de
capulí o de naranja y las palmas de las manos sirven como improvisados instrumentos
naturales que son propios de los trovadores anónimos; de aquellos que le hurtan
Al Carnaval de Guaranda
nadie lo puede imitar
porque solo un guarandeño
puede tocar y cantar
mismo ocurría con el baile en las fiestas religiosas españolas y en el carnaval que
reciprocidad con las divinidades naturales. En gran medida estos rituales conservan su
incorporado los “bailes populares”, que son una muestra más de cómo los carnavaleros
han ido integrando a su cultura otras prácticas que tienen que ver con la cultura urbana
occidental.
56
Aún así, los carnavaleros en Guaranda, han contaminado estos bailes con su
propio sentido. Por ejemplo, estos bailes son el pretexto para mojar y “polviar” los
rostros descaradamente, exhibir los cuerpos sensualmente, seducir sin los límites de la
vida “real” y pegarse unos cuantos traguitos (en general, siempre se pierde la cuenta).
Es decir para practicar aquellos excesos que están “desprestigiados” por la cultura
oficial.
del siglo XX, primero con la participación de la banda municipal, después con orquestas
Además este baile es también un baile colectivo, pues bailar en grupo significa
bailarines y cantores.
canto de la canción y las coplas del carnaval, pues a la par que se baila el danzante
57
moviendo cada uno de los huesos y músculos del cuerpo, se canta las coplas de la
canción del carnaval con toda la energía que permiten las templadas gargantas, aun
Cantaremos carnaval
pero no como cualquiera;
cantaremos bien bonito
al año una vez siquiera.
veremos que las comidas y bebidas siempre han sido uno de los ingredientes infaltables
como ofrendas a sus divinidades y para repartir a los familiares, parientes y amigos que
participaban en la fiesta.
Aun cuando estas prácticas ancestrales ya formaban parte del carnaval español;
fueron los “sabores, olores y gustos indígenas” aquellos que, definitivamente, le dieron
sabores y olores que, en definitiva, incorporaron un placer más a esta fiesta de los
placeres. Por eso para los carnavaleros guarandeños las sabrosas “viandas” constituyen
una de sus ricas tradiciones que son motivo de orgullo y sirven para invitar a los turistas
al carnaval, las comidas se convierten en el abreboca del plato fuerte que vendrá
después.
prehispánicos era el maíz, pues se conoce que estos pueblos hacían rituales y
58
sus variadas formas de combinación, por la facilidad para prepararlo y por su sabor y
valor nutritivo. Aun cuando no se conoce exactamente cómo y qué tipo de comidas
preparaban con maíz por la falta de información al respecto, sería difícil negar la
Desde los tiempos precoloniales hasta la actualidad el maíz sigue siendo un alimento
Para los carnavaleros las comidas tienen relación directa con la reciprocidad, el
afecto y el amor, pues ha sido una práctica ancestral el acercarse al otro a través de
alguna ofrenda. Por eso importa más quien brinda las tortillas (la buenamoza) aunque
11
La huaña es una planta tradicional de la región andina que se la utiliza para “envolver” los tamales por
el delicioso sabor que le da a este producto elaborado con maíz.
59
comidas durante las fiestas religiosas indígenas. Quien disfruta con la buena comida
debe probar el ají de papas (tubérculo tradicional en la región andina) que es muy bueno
con queso (producto elaborado con leche de ganado vacuno); sin embargo, la
advertencia es disfrutar la comida y no apropiarse del amor ajeno. Otra copla dice que
con papas y con tres cuyes bien pelados / se hace una comida fina. En esta fiesta
Las bebidas, al igual que las comidas, siempre han estado presentes en cualquier
tipo de celebración, ya sea en el carnaval que trajeron los españoles o en las fiestas y
rituales de los pueblos indígenas prehispánicos. Para estos pueblos que fueron
consumo de bebidas (al igual que el consumo de comidas), tenía una significación muy
ancestral de los pueblos indígenas: el maíz. Para preparar la chicha, el maíz debe estar
humedecido y mezclado con panela (dulce extraído de la caña de azúcar) que luego se
cubre con hojas de esta misma planta hasta que se fermente (germine). Esta bebida, que
tiene un bajo grado de alcohol, se utiliza comúnmente para acompañar las comidas que
se sirven en el carnaval. Incluso, los carnavaleros afirman que esta fiesta pagana llega a
12
Las papas también se utilizan en el “caldo de gallina”, o simplemente se consumen cocidas y con
cáscara. Otras comidas que se preparan especialmente para celebrar el carnaval es el dulce de zambo, el
ají de cuy o las alcaparras (fruto de la cabuya que sirve como aperitivo o como condimento).
60
Guaranda por la “voluntad de Dios” y por esta misma voluntad el carnaval llega a
cumplir dos condiciones importantes para ellos: a tomar chichita y trago y a conseguir
un amor.
El carnaval ha venido
por la voluntad de Dios
a tomar chichita y trago
y a conseguir un amor
licor fuerte por su alto contenido de alcohol. Este anisado es un licor originario y
popularmente como “puntas”, cuyo grado de alcohol debe ser preciso para poder
mezclarlo con anís y adquirir un sabor especial y un color azulado (de allí se deriva el
nombre de este licor). El pájaro azul es considerado por los carnavaleros como la
“bebida oficial” del carnaval, aun cuando no esté certificada ni autorizada por ninguna
autoridad. Ese significado particular que tiene el consumo de bebidas para los
carnavaleros se evidencia cuando afirman que con un traguito es posible vivir una vida
Al cantar el carnaval
se añora la tierra bella
donde la vida es ensueño
con copita y con botella.
Definitivamente nadie podría negar los graves efectos que provoca el alcohol en
fisiológicos, síquicos y consecuencias sociales que en la mayor parte de los casos son
irreversibles y hasta fatales. Sin embargo, ¿podría alguien trasladarse del tiempo
drogas”, como dice Bolívar Echeverría?. Posiblemente si. Pero si durante el carnaval los
carnavaleros no se «pegaran los tragos», ¿de qué fiesta, «lujo» o tiempo extraordinario
estaríamos hablando?.
Se ha enojado mi mujer,
porque me he ido a tomar;
como si pudiera ser
sin tragüito carnaval
Mi garganta no es de palo
ni hechura de carpintero;
si quieren oír cantar,
den una copa primero.
prácticas culturales que son diferentes y, en ciertos casos, opuestas a las nuestras. Sin
términos significa la “alienación” de quienes consumen las bebidas fuertes. Por eso
proyección socio-cultural del carnaval, se reunieron varios expositores para dar sus
David Vela afirma que, “creo que se debe evitar o limitar el consumo de la bebida, que
favor. Entonces se requiere hacer una fuerza de conciencia, una fuerza interior de
reflexión para eliminar todo esto y seguir fortaleciendo esta fiesta”.13 En este mismo
Encuentro, el investigador Celso Fiallos afirma que: “creo, que efectivamente somos
62
convocados a hacer no sólo algo, sino mucho para erradicar el vicio (?) del
alcoholismo”.14
estas condiciones, las acciones y las palabras hechas y dichas con la crudeza de la
verdad, son siempre dolorosas (especialmente para quienes no les gusta que les digan lo
que están haciendo mal). Esto se desprende de varias coplas cantadas por los
cuando afirmaba que “la gente del pueblo tiene una que otra copla amorosa, pero casi
todas son picantes, epigramáticas, saetas más o menos enarboladas contra los de
arriba”.15
Por otro lado, seguramente también tienen razón cuando sostienen que el
negocio para las empresas licoreras porque los bebedores gastan intranscendentemente
lo poco que tienen y hasta lo que no tienen (se endeudan). Sin embargo, no se considera
13
David Vela. “Posibilidades de una dimensión nacional e internacional de la fiesta mayor del Carnaval
de Guaranda”, en El Carnaval de Guaranda y su proyección socio-cultural. op. cit, pp. 11-17
14
Celso Fiallos. “La fiesta del carnaval: rito y pensamiento andino”, Ibid, pp. 19-27.
15
Angel Polivio Chaves. “El carnaval”, en Carnaval, todo el mundo se levanta…, Guaranda, I. Concejo
Municipal de Guaranda, , Serie: Historia y Cultura, Nº 2, 1997, p. 13.
16
Una buena parte de las bebidas que se consumen durante el carnaval de Guaranda son elaboradas por
los propios carnavaleros (núcleos familiares) o en las pequeñas ‘fábricas’ artesanales conocidas como
“alambiques”. Esto explicaría, de alguna manera, el bajo costo de las bebidas y su consumo masivo, pero
también explicaría, por qué las grandes empresas licoreras sólo han entrado parcialmente en el mercado
de este carnaval, mientras en otras fiestas son los principales auspiciantes de las mismas.
63
variados sentidos que tiene esta práctica y su trascendencia milenaria debido a que
andinas. En este sentido se desarrolla la propuesta de Edita Vokral quien afirma que ”La
función del trago y del convite es como en todas las fiestas andinas la de demostrar
unión, cohesión y cariño hacia el otro. […] Se matan animales solamente en fiestas
espectaculares como el carnaval o el matrimonio. Todos los festejos del carnaval tienen
elementos básicos en la celebración popular de esta fiesta porque también tiene que ver,
en gran medida, con la reciprocidad y con el hecho de mostrar y compartir afecto entre
general sigue siendo rechazada y combatida como una “mala costumbre” por los
discursos oficiales. Sin embargo, más allá de esta oposición a las bebidas y a los
bebedores, esta práctica sigue presente en este carnaval; seguramente por aquel sentido
Seguramente no todos entenderán cómo es eso de pasar a otra vida sin haberse
muerto, ni comprenderán cómo en una fiesta las cosas pasan como en los sueños (como
17
Vokral, op. cit, pp, 397-416 (el subrayado es mío).
64
alcohol es tan dañino para el organismo y el bolsillo, los carnavaleros juegan y beben,
bebidas en las ceremonias festivas. Para Bolívar Echeverría, por ejemplo, esta práctica
experiencia festiva porque es difícil pasar del plano real, del plano de la conciencia
cuerpo/alimentos del alma”; pues este traslado resulta vital para el ser humano. Al
Sin droga no existe la socialidad del animal humano. Para el ser humano resulta vital la
posibilidad de salir ocasionalmente del terreno de la conciencia objetiva y pasar al plano de lo
imaginario, y la mejor manera que tiene de hacerlo es justamente forzando su propia existencia
orgánica, obligando al cuerpo a dar mucho más de sí que lo requerido por su animalidad, es
decir, internándola, mediante el uso del sinnúmero de “venenos del cuerpo/alimentos del alma”
que ha descubierto en el plano de lo imaginario”. 18
Una copla popular cantada por los carnavaleros durante el festejo, plantea
importantes las lágrimas de los alambiques que destilan aguardiente, que las lágrimas de
Para los carnavaleros (que en su mayoría son personas con bajos ingresos
económicos), beber y comer exageradamente hasta intoxicarse, bailar hasta
quedarse descalzos, cantar coplas hasta quedarse afónicos, entregarse a la pasión
y al placer hasta quedarse exhaustos y, sobre todo, compartir con familiares y
amigos la pequeña fortuna que han alcanzado a reunir durante todo el año hasta
quedarse sin un sólo centavo de dinero y energías, es una forma de retar, de
mostrarse irreverentes frente a la incertidumbre y la pobreza de los días
rutinarios.
Ya se acaba el Carnaval,
muchachos, a trabajar
18
Echeverría, op. cit, p, 3.
65
solamente para pasar breves momentos de alegría y felicidad compartiendo junto con
queden sin un sólo centavo en el bolsillo. Sin embargo, el derroche de los carnavaleros
de tiempo. En los días que transcurre la fiesta, parecería que el tiempo detuviera su
marcha y por momentos suspendiera “su carrera incontenible hacia un futuro incierto”.
19
Los argumentos que sostiene Octavio Paz respecto al derroche que se producía en las fiestas religiosas
mexicanas, son explícitos en ese sentido. Sostiene que en la fiesta “el exceso en el gastar y el desperdicio
de energías afirman la opulencia de la colectividad. Ese lujo es una prueba de salud, una exhibición de
abundancia y poder. O una trampa mágica. Porque con el derroche se espera atraer por contagio, a la
verdadera abundancia”. Octavio Paz. “Todos los santos, día de muertos”, en Los signos en rotación y
otros ensayos, Madrid, Alianza, 1971, p. 36.
20
Para Ágnes Heller, “el ‘tiempo vivido’ “es una función de la carga o de la ausencia (del vacío) de
experiencias interiores del sujeto […] Cuanto más numerosos son los hechos importantes, cuanto más
ricos son de contenido los contactos humanos (relaciones), cuanto más iniciativa individual, acción
autónoma, reflexión, es requerida a los hombres por el mundo, tanto más “denso” será el mundo interior
66
un espacio ideal para el juego y la fiesta durante los días de carnaval. Aun cuando la
El cantar el Carnaval
no es fuerza ni obligación.
El estar con mis amigos
me nace del corazón.
diciembre, existen ya muchos carnavaleros que dan inicio al juego con agua (2 0 3
meses antes del carnaval). Este juego es el elemento que más destaca dentro de los
festejos carnavaleros, porque a pesar de los esfuerzos permanentes por restringir esta
de los particulares”. Ágnes Heller. Sociología de la vida cotidiana, Madrid. Península, Cuarta Edición,
1994, p. 171.
21
Según un reportaje realizado en febrero de 1997 por Gamavisión un canal privado de televisión
radicado en Quito, en el carnaval de ese año llegaron a Guaranda aproximadamente 10.000 personas.
67
práctica lúdica, el carnaval en Guaranda sigue siendo sinónimo de juego colectivo con
agua.
los asistentes en el juego con agua y en otros espacios propiamente festivos. Para nadie
es desconocido que quien asiste a esta fiesta debe ir dispuesto a jugar y empaparse de
pies a cabeza. En los días que se celebra el carnaval no se puede permanecer ‘seco’,
porque para los guarandeños mojar a otra persona o grupo de personas es una muestra
Sobre la ciudad parece haber caído una fuerte tormenta de agua, polvo o
harina de maíz, anisado, serpentinas, picadillo, globos rotos y todo lo que se les
ocurre a los guarandeños. Los carnavaleros recorren –en un incesante subir y
bajar calles– la irregular topografía de esta ciudad andina. Son generalmente
jóvenes que forman grupos de amigos conocidos popularmente como “pandillas”
que a su paso integran al juego a todo carnavalero que encuentran en el camino,
aun cuando no es raro ver familias completas (niños, jóvenes, adultos y
ancianos) participando igualmente en este recorrido.
Los ‘pandilleros’ que juegan con agua se encuentran enmarcados en las reglas
elaboradas por ellos mismos y sólo cumplen las funciones acordadas por los jugadores.
Aun cuando este carnaval está organizado institucionalmente, el juego con agua es una
práctica que ha logrado burlar las reglas y normas impuestas por las autoridades
los espectáculos civilizados. En este juego los carnavaleros ponen de manifiesto todas
la vida rutinaria. Así lo afirma Ágnes Heller para quien “la ausencia de la
22
En Guaranda el juego con agua no es una práctica individual, es esencialmente un juego colectivo en el
que participan todos los carnavaleros que así lo quieren. Si se mira este juego como una práctica
individual, el resultado será siempre la agresión de un individuo contra otro. Igualmente, si se lo
practicaría entre equipos conformados por varios jugadores, éstos deberán cumplir funciones y respetar
ciertas reglas lo cual significa que se trata de una competencia. En ambos casos este juego perdería la
moral propia de este juego y su carácter colectivo.
68
vencidos porque aun cuando, se juega y se bebe todo el día y hasta bien entrada la
noche, no existen resentimientos ni peleas entre grupos. Es que en este juego los
carnavaleros hacen “tablas” o aceptan el empate porque nadie pierde. Incluso se podría
decir que todos ganan algo: ser protagonistas del juego y la fiesta.
El juego con globos es una de las prácticas que más ha sido cuestionada por los
sectores oficiales porque dicen que es un juego agresivo y violento. Afirman que “todo
exceso es malo”, pues atenta contra las “buenas costumbres” y contra la integridad de
Para los carnavaleros (varones y mujeres) arrojarse globos con agua es una
a la pareja ideal o a la pareja ocasional. Lanzar un globo con agua es una muestra de
interés que se siente por él. Se pretende robarle una sonrisa, una mirada o una mueca
cómplice. Cuando los cuerpos están humedecidos por el contacto con el agua, es posible
ver y percibir mucho más de lo que normalmente se puede ver, puesto que las ropas
adheridas a los cuerpos aparecen como una segunda piel transparente que permite la
23
Heller, op. cit. p. 372.
69
cuerpos.24
del deseo o del juego erótico se opone a las restricciones, a la abstinencia y disuelve
erótico los carnavaleros ponen de manifiesto sus capacidades porque utilizan todos los
caricias, frotamientos.
Los jugadores se detienen por momentos para llenar sus cubetas y baldes
con agua y sus gargantas con pájaro azul que va bien protegido por un par de
rezagados. De repente la pandilla es atacada por unos atrevidos carnavaleros
desde el interior de una casa, los pandilleros deciden entonces “tomar la casa”.
El “larín” y el “conejo” comienzan el ‘asalto’, afinan su puntería y lanzan
cualquier cantidad de “bombas” para limpiar el camino. “Valdemiro” y el
“cuejo” se agazapan detrás de la puerta para sorprender a los defensores de la
casa. El “cutro” y el “checho” trepan con habilidad e ingenio por un balcón para
tomar el segundo piso. La “Charo”, la “negra y la “nena” entran en acción:
ingresan sigilosamente con sus cubetas llenas y con “polvito” evitando con
destreza los chapuzones que les lanzan desde adentro quienes defienden su
territorio. Cuando termina la “toma”25 el “ayau” y el “hippie” (los rezagados)
24
Frente al mundo de la abstinencia, del trabajo como la actividad que organiza la vida del hombre y la
naturaleza surge el mundo del deseo, del juego erótico. En el erotismo que es una forma de fascinación
(una donación) del cuerpo del uno frente al otro, se pone de manifiesto la imaginación y la fantasía del
ser humano. Estas reflexiones las he tomado de las clases recibidas con Alejandro Moreano profesor del
Programa de Maestría en Letras de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador en 1996.
25
Las “tomas” que anteriormente eran una práctica generalizada en el carnaval de Guaranda no solo se
limitaban a una casa, sino que eran comunes las “invasiones o tomas de barrios”. En la actualidad esta
costumbre prácticamente ha desaparecido o se realiza de manera esporádica especialmente entre grupos
de amigos. Sin embargo, estos juegos entre amigos demuestran que la creatividad e imaginación de los
carnavaleros se mantienen inquebrantables, pues en el juego, como lo sostiene Heller, “hay una facultad
que salta siempre a primer plano: la fantasía. Precisamente porque la realidad es “ sustituida” por una
70
brindan un tragüito a todos los que participaron del juego, porque después de
mojarse con agua es indispensable para los carnavaleros secarse con una
‘copita’26 que quema el alma y prende el sentimiento.
Aunque cada uno de los carnavaleros viste sus propios atuendos, la mayor parte
de ellos se identifican por sus rostros emblanquecidos por el “polvito” (harina de maíz,
talco o cualquier cosa que se le parezca). “Polviarse”, aplicar una capa de polvo en el
rostro de otra persona, es una práctica incorporada por los carnavaleros guarandeños al
carnaval español que está estrechamente ligada al juego con agua porque también es
parte de aquel juego de seducción. Muchos hombres y/o mujeres se acercan a la persona
amada o deseada para cubrirle el rostro con el ‘polvito’ y demostrarle así su cariño,
además es una forma de sentir y acariciar la piel ajena, situación que en otras
El carnaval ha venido
medio pícaro el carajo,
echándoles el polvito
por arriba y por abajo.
realidad imaginaria y se vive en un mundo inventado y autónomo, todo juego se convierte en una
satisfacción de la fantasía”. Heller op. cit. p. 373.
26
El agua de la serranía con la cual se mojan los carnavaleros en el carnaval de Guaranda, es demasiado
fría como para poder soportarla a ‘secas’, de allí que es necesario buscar la forma de atenuar el intenso
frío con un buen trago. Mojar y luego brindar una copa permite reconciliarse con viejos amigos o abre la
posibilidad de conseguir nuevos porque en Guaranda se moja y se brinda un trago a quién “con buena
voluntad” participa de la fiesta.
27
Aun cuando no existen argumentos sobre el significado de esta práctica lúdica, quizás podría tratarse
de una máscara que hace que el individuo se despoje de su careta de carne, se libere de sí mismo y se
muestre como realmente es, podría ser también una forma de identidad colectiva, una estrategia para que
todo el pueblo pueda mostrarse con un solo rostro.
71
porque el juego con agua se convierte en una verdadera fiesta que reivindica la vida.
Todos los que participan, y la ciudad entera, permanecen empapados durante los días y
(Alcalde, Gobernador, jefes burocráticos, policías, etc.) que merecen el ‘respeto’ de los
festejo.28
De allí que el juego con agua no puede ser visto como un elemento aislado o
fuera del contexto de la fiesta del carnaval de Guaranda ni como un acto de agresión o
desprevenidas, aun cuando en Guaranda las mujeres también participan y disfrutan del
juego. Sin embargo, si esto fuera así, si el juego con agua fuera visto por los
participar en esta práctica lúdica como en realidad sucede. Muchas personas en Quito y
28
Los edificios públicos aparecen con un nuevo rostro porque en el carnaval pierden la formalidad y
seriedad que les caracteriza en la vida rutinaria. Los lugares que –dentro del orden y la normatividad
establecidos– están restringidos para usos y ceremonias oficiales, son “tomados” o “asaltados”
simbólicamente por los jugadores carnavaleros que lavan sus fachadas y bañan sus pasillos y salones. La
gobernación, el municipio y hasta los portales de la catedral, son lugares abiertos para el festejo, son
sitios predilectos para arrojar los globitos, proveerse de agua y polviarse los rostros. Son, al igual que
toda la ciudad, espacios para el juego y la fiesta. El interior de las viviendas particulares también sirve
para el juego, la cocina, la sala y los dormitorios. Igualmente no hay hora límite para este juego, pues
puede ser a medio día con sol canicular, bajo la lluvia o en la madrugada.
29
Anteriormente en el juego con agua se utilizaban cascarones de cera y luego de arcilla llenos de agua,
que fue una práctica traída por los “civilizados” españoles, cuyo uso incluso provocaba heridos (cf.
López Cantos). Por su parte, Angel Polivio Chaves resaltaba el uso de globos llenos de agua perfumada
(“agua florida”) que eran utilizados por los “jóvenes principales” para seducir a las muchachas de la alta
sociedad con aguas “más o menos costosas”.
72
Guayaquil, ciudades que no tiene un carnaval tan arraigado en el espíritu popular como
agresivo y no se toma en cuenta los otros sentidos que tiene, se cae en una visión
reductora y unilateral (recuérdese que parte de la condición humana son los extremos:
bello y armonioso, por un lado, horror y caos, por el otro)31. Esta visión se ha traducido
carnavaleros para vivir la fiesta a su manera y en discursos que critican “los excesos”
que se producen en el juego con agua como costumbres negativas del carnaval
guarandeño.
la celebración constituye el desfile del domingo. Se deja los demás días para que el
pueblo juegue con absoluta libertad”.32 Esto significaría que se limita la libertad del
pueblo para jugar con agua porque se prohibe legalmente (aunque no se especifican
sanciones) –cuando menos durante la realización del desfile– una de las expresiones
Después de aceptar que dicha prohibición no tuvo los resultados deseados por
las autoridades porque los carnavaleros siguieron jugando con agua y otras
30
En una encuesta realizada tanto a varones como a mujeres en las ciudades de Quito y Guayaquil, el
48% de los quiteños y el 42% de los guayaquileños confiesan que disfrutan del juego. Los jóvenes entre
18 y 27 años son los que más juegan: 62% en Quito y 52% en Guayaquil. En la ciudad capital, este juego
es más frecuente entre las personas de más altos ingresos económicos (53%) y en las personas con mayor
nivel de educación (55%). En Guayaquil en cambio, los sectores populares (44%) y aquellos que tienen
educación secundaria (45%). Santiago Pérez y Tatiana Larrea de Informe Confidencial. “Carnaval,
tradición incontrolable”, Encuesta y análisis publicado en el Diario Hoy, Quito, 22 de febrero de 1998, p.
3A.
31
Según el psicólogo clínico Antonio Aguirre “así como existe una fascinación por la imagen bella y
armónica, también la hay por el horror y el caos”. Después afirma que la “civilización occidental se ha
caracterizado por la exhibición de espectáculos sangrientos, como sacrificios, circos romanos, asesinatos
masivos y ajusticiamientos públicos. La cultura contemporánea ha reducido esta manifestación a la
parodia”. Periódico Hoy, Quito, 23 de febrero de 1999, p, 7A.
73
optaron por una medida extrema: cortar el suministro de agua en la ciudad durante la
realización del “desfile de comparsas” –que dura entre 3 y 4 horas– para que los
Sin embargo, los carnavaleros siguieron encontrando distintas formas para burlar
aquella medida represiva adoptada por el Municipio. De allí que el gobierno seccional
de Guaranda, impotente frente al fracaso de sus medidas legales y represivas tuvo que
recurrir en los últimos años a campañas para educar y conscientizar a los carnavaleros
sobre la importancia de tener una ciudad fiestera, pero con un carnaval civilizado y
culto. Con este propósito, por ejemplo, en uno de los slogan ubicados al pie de cada
página del programa del carnaval ’97 se solicitaba cordialmente a los ciudadanos que:
“Durante los desfiles carnavaleros, no arroje agua, polvo o carioca. Use serpentinas y
texto de Eduardo Calero en el que plantea que sólo la educación logrará sacar a nuestros
jóvenes de los excesos (el lanzamiento grosero y agresivo de carioca, polvo y vejigas)
que se producen en carnaval. Por eso afirma que debemos identificar a los individuos
que actúan mal y tratar de explicar sus malas acciones desde el punto de vista
psicológico:
[…] hay personas que de tanta violencia televisiva, de tanto escalofriante titular de crónica roja
que habla de orgías de sangre y perversión, dejan escapar lo que ha alimentado su cabeza por
tanto tiempo […] y de pronto mira a una joven, o una señorita en un carro alegórico y preparan
con saña una bomba, apuntan cuidadosamente y envían en ella toda su violencia sólo para
disfrutar el dolor de su “víctima”.34
32
Hidalgo, op. cit, p. 45. (El subrayado es nuestro).
33
I. Concejo Municipal de Guaranda Carnaval de Guaranda. Programa 97’, Comisión de Educación y
Cultura, Guaranda, 1997, p. 3.
34
Eduardo Calero Jaramillo. “El laberíntico dilema de los carnavales” en Carnaval, todo el mundo se
levanta… op. cit. pp, 111-120. (El subrayado es nuestro).
74
Las intenciones de este autor son encomiables, sin embargo, no se puede acusar
globos, carioca o polvo. Valdría decir lo siguiente: “que lance la primera piedra” aquel
generalizada. ¿Quién podría decidir entre más de 20.000 personas que asisten al
En Guaranda, sin embargo, han surgido voces que cuestionan los excesos
violentos que se producen en el juego con agua, como lo que en realidad son: abusos, es
decir una falta de respeto de unos frente a otros. En uno de los editoriales del Semanario
Impacto, se afirma que varios meses antes de los días de carnaval hay personas que
lanzan agua sin mirar a quien, “ya no se respeta a una persona mayor, ni a una señora
consideración a los demás. Creen que vale la pena conservarlo de esa manera?”.35
dónde venga. Pero, justamente, el problema está en que particularizamos las críticas
respecto a quiénes son abusivos. En la mayor parte de los discursos oficiales las críticas
apuntan a los abusos que comenten los carnavaleros o la gente del pueblo. ¿No somos,
35
Semanario Impacto. Guaranda, 2 de febrero de 1997, p.2. (El subrayado es nuestro).
36
¿No es un abuso que las autoridades obliguen a los estudiantes y trabajadores a desfilar el domingo de
carnaval?. ¿No es un abuso de las autoridades que corten el suministro de agua y prohiban la práctica de
este juego, al menos durante el desfile de comparsas? ¿No es un abuso que no se viabilice la participación
abierta y en igualdad de condiciones de los indígenas en todas las actividades y en los espacios de
decisión del carnaval como el Comité Permanente?.
75
Los espectáculos que se han ido incorporando a partir de los años setenta en el
en el imaginario social de los guarandeños. Tanto es así que nadie podría imaginarse el
carnaval actual sin la presencia de espectáculos. Sin embargo, hubo voces que, en su
comparsas”, por ejemplo, los carnavaleros –según los organizadores– no deben jugar
con agua u otras substancias para cuidar la buena imagen de estos espectáculos y de la
ciudad. Esto significa que se ha pretendido limitar el juego con agua que es una de las
prácticas con las que más disfrutan y viven el carnaval los carnavaleros (el pueblo).
espectáculo se decía que el número principal era el desfile y que los otros días de
carnaval, el pueblo podía jugar (con agua se entiende) libremente. Desde ese año, 1973,
37
Algunos guarandeños en sus escritos revelan el conflicto que provocó la incorporación de ciertas
modas “modernas” en el “carnaval tradicional”. En el texto de la Asociación de Guarandeños Residentes
en Quito, en 1974 de afirma: “El verdadero significado del Carnaval lo puede vivir sólo el pueblo ( es
decir, el conjunto de las clases subalternas e instrumentales de nuestra sociedad). Los otros, el no -
pueblo, lo que hará es remedar el folklore popular: se vestirán “como” indígenas en las comparsas,
cantarán el Carnaval pero con ritmo a “go - go” , con letra “moderna”; se resentirán que se les ponga
polvo; en el mejor de los casos aprovecharán la ocasión para levantar una parodia de Carnaval: una
fiesta con música moderna ( “Uf !, qué lata música popular”) con bailes modernos (“Ay !, qué aburridos
los bailes de los viejos¡”), con costumbres modernas (“¡Qué chéveres que son el carioca, el pica-pica”).
Igualmente aprovecharán la ocasión para hacer su desfile (“la comparsa de los doctores, ingenieros,
76
tradicional del carnaval de Guaranda, los interlocutores oficiales han abogado por
mantener las tradiciones porque eso es lo que caracteriza a este carnaval. En el Acuerdo
Municipal con el que se crea el “Comité Permanente del Carnaval” (del cual pueden ser
Guaranda.38
tiene que cumplir varios propósitos y tareas. Dentro de las finalidades fijadas en el
estatuto de creación de este Comité se pueden extraer las siguientes: Art. 5, literal d.-
costumbres del Carnaval de Guaranda” que coincide con el punto de vista del
ese carácter “popular y tradicional” que con tanto orgullo defienden. Sin embargo,
aunque parezca contradictorio, son estos sectores los que impulsan la modernización
hijos de doctores, hijos de ingenieros, hijos de…”), un desfile en carros lujosos para que les vea el
pueblo. Asociación de Guarandeños Residentes en Quito, op, cit. p, 6. (el subrayado es mío).
38
I. Concejo Municipal de Guaranda, Guaranda, 11 de enero de 1990.
77
“tradiciones” más importantes de este carnaval. Podría decirse incluso que el juego con
Guaranda”.
oficiales pretenden mostrar una imagen “civilizada y culta” de los guarandeños y del
especiales y los principales medios de comunicación del país. Por fortuna los
carnavaleros que son los verdaderos protagonistas del momento festivo, siempre han
encontrado las formas para burlar las reglamentaciones. Aun cuando, aparentemente
ello, el mantenimiento del control de esta fiesta por parte de las autoridades y los
poder absoluto y, por tanto, un poder que controle de manera absoluta, aun cuando las
Por otro lado, es necesario señalar que los espectáculos han ido surgiendo,
paulatinamente, por iniciativa de las autoridades, por las necesidades –reales o creadas–
de los espectadores (consumidores) o por los intereses de empresarios privados que van
consumo de los diferentes espectáculos sirve como referente de los gustos, necesidades
41
En el Carnaval de Guaranda el mercado también excluye y margina, pues aunque la mayoría de
espectáculos son gratuitos como los desfiles, festivales y bailes populares, existen otros espectáculos que
se organizan en espacios cerrados y a los que únicamente se puede ingresar ‘pagando una entrada’. El
mercado que aparecía para sus defensores como un espacio unificador de las identidades de los distintos
consumidores, ha servido para establecer las reales diferencias y desigualdades socioeconómicas, pues
como sostiene Beatriz Sarlo: “Hay “consumidores imaginarios” que no tienen las posibilidades y los
recursos para acceder a los bienes materiales; y que incluso son excluidos de los bienes simbólicos; y
“consumidores reales”, aquellos que tiene los recursos y posibilidades para acceder a los diferentes
79
temporalmente las diferencias entre los consumidores que cada uno de los espectáculos
“Taita Carnaval”,43 “Concursos de Coplas y Versos”, etc. Lo curioso es que en todas las
bienes”. Véase. Beatriz Sarlo. Escenas de la vida posmoderma. Intelectuales, arte y viedeocultura en la
Argentina. Buenos Aires, Ariel, 1994, pp. 154-155.
42
En una entrevista realizada al alcalde de Guaranda, Kléver Guevara por el semanario Amigo del Hogar,
en 1997 el personero municipal afirma que “a mi me eligieron para hacer obras y esta (el carnaval) es una
de ellas por eso dice que él personalmente ha venido trabajando para conseguir recursos que es lo más
importante para una fiesta. Está presupuestado alrededor de 180 millones de sucres, pedimos 200 pero
hemos sido bastante austeros en los gastos”. Semanario Amigo del hogar, Guaranda 9 de Febrero de
1997, p, 8.
43
Según Fausto Silva, el personaje mitológico del “Taita Carnaval” es una tradición que se la rescató
hace pocos años, concretamente en 1983 por iniciativa del “Guaranda Tenis Club” y el primer
guarandeño que lo personificó fue el Sr. Arturo Chata. En la versión de “carne y hueso” relatada por este
autor sobre el origen del “Taita Carnaval” afirma que entre la segunda mitad del siglo XIX y tres o cuatro
décadas del siglo XX, “los señores hacendados a quienes sus peones trataban de “Taitico”
ostentosamente venían a la ciudad, uno o dos días antes del Carnaval (domingo), montado en su mejor
caballo, encabezando una hilera de chagras e indios de la hacienda que conducían, ya sea en acémilas o
en sus espaldas la “materia prima” que se convertiría en los suculentos potajes para los familiares y
amigos del “taitico”, que por lo general los despedía con hambre; pero sí con una botella de trago, dizque,
80
Guaranda.
para que el espíritu carnavalero también llegue a ellos”. Fausto Silva Montenegro, “El Taita Carnaval” en
Carnaval, todo el mundo se levanta…, Varios autores, op. cit, pp. 49-55.
4. COPLAS Y DISCURSOS DE LAS IDENTIDADES EN EL
CARNAVAL DE GUARANDA
Toda mi vida la he
dedicado a conseguir
progreso moral y material
para mi suelo y mi pueblo.
Augusto César Saltos
el discurso de las coplas populares se puede escuchar las voces que no son oficiales, o
que sólo son escuchadas como voces secundarias, o simplemente son representadas
desde la escritura.
aquellos sectores que administran esta celebración o aquellos que pueden escribir sobre
justamente, es introducir una reflexión profunda en cada uno de los que pueden o
podemos escribir o representar el carnaval a través de la escritura. Por eso creo que es
importante aprovechar este “privilegio” para que sirva en beneficio de los guarandeños
De allí que estos discursos aparecerían como las voces oficiales del carnaval
académicos).
Sin embargo, aun cuando estos dos discursos son diferentes, hay un aspecto
sectores oficiales) con el carnaval y con su ciudad. La mayor parte de los habitantes de
este pequeño territorio andino siente que sus raíces tienen mucho que ver con el
los carnavaleros (aunque también está registrado en un mapa geopolítico). De allí que el
carnaval y los discursos que se producen en relación a él, actúan como una estrategia de
autoafirmación identitaria.
colectivas»1 que son lazos afectivos, tanto o más fuertes que los acuerdos o convenios
sociales y/o políticos que unen a las naciones-estados. Perecería ser que a través de
actualidad, sigue siendo transmitida de padres a hijos de manera oral, aun cuando hay
varias recopilaciones en las que las coplas son interpretadas a través de la escritura De
ahí que al ser las coplas un registro histórico –tradicional y renovado– de la comunidad
que se expresa vía testimonio3 es una creación de individuos que son plenamente
con las coplas, los carnavaleros desarrollan una forma distinta, particular de registrar y
1
Para Michel Maffesoli, “la emoción colectiva es una cosa encarnada, una cosa que se alimenta de ese
conjunto de facetas; es decir, de una mezcla de grandezas y torpezas, de ideas generosas y pensamientos
mezquinos, de idealismo y arraigo mundano; en una palabra, el hombre”. Michel Maffesoli. El ritual y la
vida cotidiana como fundamentos de la historia de vida . Madrid, Debate, 1993, p. 67.
2
Quiero señalar que algunos argumentos anotados en este apartado, los desarrollé anteriormente en el
trabajo “Historias vividas en las coplas del Carnaval de Guaranda”, en Carnaval, todo el mundo se
levanta…, op. cit. pp, 81-87. Sin embargo, debo aclarar, igualmente, que con la ampliación de las lecturas
y la revisión de otras fuentes, he tomado cierta distancia con varios argumentos de aquel trabajo.
3
Según Beverley, “uno de los aspectos más señalados del testimonio es que permite “retar” la pérdida de
la autoridad de la oralidad en el contexto de procesos de modernización cultural que privilegian al
alfabetismo y la literatura como normas de expresión […] No es el antagonismo entre literatura escrita y
narración oral en sí lo que cuenta en el testimonio, sino la manera en que esta relación se ajusta a las
necesidades de lucha, resistencia, o simplemente de sobrevinencia, que están involucradas en su situación
de enunciación”. Véase John Beverley. “¿Postliteratura?. Sujeto subalterno e impase en la humanidades”
84
construye su propia historia (crea coplas) y, a la vez, vive y construye la historia de los
demás (reproduce y transmite coplas). Por eso la transmisión oral de las coplas
constituye para la comunidad carnavalera no sólo un vínculo muy estrecho que sirve
para comunicar experiencias, prácticas o emociones, sino que, sobre todo, la oralidad es
oralidad, tiene que ver con el sentido colectivo que adquiere la creación oral porque
tanto emisor como receptor producen sentido. Esto no ocurre, sin embargo, de acuerdo a
los argumentos de Santiago Páez, con la realización de la literatura “culta” “que si bien
es tan producto social como la otra (la oral), es un acto de creación individual del
emisor que entrega su obra en una relación que no es cara a cara con el receptor-
lector”.5 Esta creación literaria individual, firmada con el nombre y apellido de sus
oral. Cada escritor es responsable de su propio éxito o fracaso porque compite con otros
individuos para obtener los beneficios y créditos puesto que su creación se convierte en
en Beatriz González Stephan (comp.). Cultura y Tercer Mundo. 1. Cambios en el saber académico.
Caracas, Nueva Sociedad, 1996, p. 142.
4
Para Mariaca por ejemplo, la oralidad “es un modo de producción cultural que determina todos los
procesos simbólicos de apropiación social de la naturaleza y de la historia”. Mariaca. Jalla Tucumán 95,
op. cit. pp. 31-46.
5
Santiago Páez. A la voz del carnaval. Análisis semiótico de las coplas del Carnaval del Chimborazo.
Quito, Abya-Yala, 1992, p. 24.
6
Mientras la palabra hablada establece un contacto personal y directo, yo diría incluso íntimo entre los
hablantes comunitarios porque cada uno dice lo que sabe y lo que aprendió en el contacto con los otros
(en una cultura oral el individuo jamás está separado de lo que sabe o de la vida social comunitaria). En
cambio, como lo afirma Ong, “la escritura y lo impreso aisla” porque la escritura (y la lectura) es un acto,
un ejercicio o un oficio estrictamente personal o íntimo que establece relaciones indirectas, lejanas e
impersonales. Por ejemplo, una carta sólo se escribe cuando la otra persona (a quien va dirigida) está
ausente. Tampoco es común escribir en grupo (aunque existen trabajos colectivos) y mucho menos leer
en grupo. De ahí que todo texto escrito se hace para que sea leído, es decir para que sea adquirido
(prestado, intercambiado o comprado) por los lectores.
85
Por eso es que la memoria colectiva entendida como una estructura que registra
las voces anónimas de los carnavaleros, así como en la remisión simultánea a historias y
Estos baches en la memoria hacen posible que una gran cantidad de coplas se
algunas coplas que se mantienen o se conservan a través de la historia. Estas coplas son
Existen coplas, por ejemplo, que se han mantenido sin alteraciones cerca de cien
años, que es desde cuando se tiene referencia escrita gracias a la recopilación de coplas
realizada en nuestro país por Juan León Mera.7 Este dato es importante resaltar porque a
pesar que el propio Mera reconoce que omite aquellas coplas que hablan de
coplas, tiene igual o mayor fuerza que la historia registrada a través de la escritura
porque la comunicación oral permite que cada individuo aprenda a sobrevivir y a la vez
7
Juan León Mera. Cantares del pueblo ecuatoriano. Tomo I, Quito, Ariel. Vol. 43, sf, pp, 15-36.
86
aprenda la historia de su comunidad por medio del contacto directo entre unos y otros.
En este sentido se desarrolla la propuesta de Walter Ong, quien al referirse a las culturas
orales primarias, afirma que aquellos que practican la oralidad aprenden por medio del
contado su propia historia del carnaval y han logrado mantener la memoria comunal
repitiendo y representando sus historias vividas: los padres cuentan y cantan en las
coplas mitos, creencias, tradiciones, hechos cotidianos; y los hijos, escuchan, repiten y
aprenden. De ahí que la palabra hablada o ‘dicha’ en las coplas jamás puede ser
comunicación oral.10 Incluso, a través de una singular identidad empática, unos pueden
ponerse en el lugar de otros para tratar de sentir lo que los otros sienten.
8
De las 1.030 coplas recopiladas en la investigación de Laura Hidalgo, al menos 67 también se
encuentran en el libro de Mera, publicado en 1892. Estas coplas se han mantenido a través de la tradición
oral y ahora es posible saber que pertenecen al registro coplero de los bolivarenses.
9
Walter Ong. Oralidad y Escritura, México D.F, Fondo de Cultura Económica, 1987, p. 18.
10
Para Walter Ong, las palabras habladas siempre envuelven invariablemente el cuerpo. Afirma que, “las
palabras solo adquieren sus significados de su siempre presente ambiente real, que no consiste
87
En este sentido la comunicación oral determina una estrecha relación entre los
el amor. Por eso la mayor parte de coplas que se han recopilado hablan del rescate y la
estas coplas se dice por ejemplo, que la buena voluntad de los amigos sólo se puede
En otra copla el amor se afirma como la emoción que facilita las relaciones y el
respeto entre unos y otros, los que quieren y aman bien, podrán ver reflejada en los ojos
(espejos) del ser amado, lo que su alma es. Por eso el coplero le ofrece a su amada todo
(lo poco) lo que tiene: su corazón para que ella haga con él lo que crea que está bien.
tímido de los tímidos encuentra la ocasión ideal para acercarse al otro. Las muchachas
tienen el control sobre sí mismas y sobre sus cuerpos y actúan en la forma que quieren
hacerlo sin tomar en cuenta los prejuicios sociales que limitan su desarrollo vital. En
esta fiesta del amor y el erotismo muchas relaciones de pareja han nacido o se han
simplemente, como en un diccionario, en otras palabras sino que también incluye gestos, modulaciones
vocales, expresión facial y todo el marco humano existencial dentro del cual se produce siempre la
palabra real y hablada”. Ibid, p. 52.
88
Por eso para cualquier carnavalero no hay una cosa más linda / que el amor
A mí no me gusta el vino
ni tampoco la cerveza.
No hay una cosa más linda
que el amor cuando empieza.
manifiesto por el otro. En este sentido los carnavaleros expresan abiertamente en las
coplas lo que para la cultura oficial es un tema prohibido. A la hora de expresar sus
En este carnavalito
pido ser excomulgado,
y poder darte caricias
en tu rabito meneado.
89
recreando coplas en cada festejo; por eso para las culturas orales el diálogo es
fundamental.
través del conocido “contrapunto”, que es un diálogo restringido sólo para la comunidad
carnaval de Guaranda.
Este diálogo entre unos y otros que más bien es una conversación cantada tiene,
en último término, una significación afectiva porque es un diálogo entre diferentes que
provocan o desafían al otro para que no se quede callado, para que diga lo que tenga que
decir. De allí que estas respuestas dadas son generalmente respuestas contradictorias,
pues lo que interesa es alargar el diálogo y la diversión por las horas que sean
Carnavaleros: Carnavaleras:
críticos respecto a los discursos y las prácticas de los sectores oficiales que reproducen
Estas coplas que constituyen una pequeña parte de las recopilaciones revisadas, son
festivo, son muy directas y crudas para cuestionar lo que esta mal.
discurso o la doble moral con los que actúan, particularmente, las autoridades políticas
Los copleros, por ejemplo, siempre han estado conscientes del doble discurso de las
autoridades políticas que, por un lado, les exigen cumplir reglas, pagar impuestos o
con calambre porque en nuestro país el pueblo se muere de hambre. En este caso el
concepto pueblo tiene que ver con un nosotros que se opone a quienes gobiernan.
Un aspecto importante que hay que destacar en estas coplas, es la crítica que
hacen los copleros a la corrupción política (los palanqueos para conseguir un empleo)
presente en la sociedad moderna donde aquellos que no se venden son mal vistos. De
allí que en una sociedad donde los pillos siempre tienen un puesto en el banquete de la
En la sociedad moderna
le desprecian al honrado.
Es necesario ser pillo
para estar bien empleado.
que viven porque mientras los ricos (patronos) tienen dinero incluso para gozar de
ciertos lujos, los pobres obreros (también hay un “nosotros”) ni siquiera tienen para
cubrir sus necesidades elementales como la alimentación. En otra copla, sin embargo,
los copleros dicen que aunque el rico le ofrece a la muchacha todas las comodidades
materiales, el carnavalero sólo le ofrece la mayor riqueza que tiene para hacerle feliz: su
conocimiento y experiencia.
La Iglesia, los santos y los curas que son, o deberían ser las autoridades morales,
han sido igualmente criticados por la doble moral que permanentemente han manejado.
92
pulcritud y pureza de los “santos” y los curas defendida a ultranza como un principio de
la Iglesia.
establecen los carnavaleros utilizando su propio lenguaje con palabras del quichua,
De allí que este lenguaje popular ha pretendido ser deslegitimado por quienes
analizan este discurso basados en aquella lógica y lo encasillan como “dialectos” que,
según esta misma lógica, son lenguajes menores o “lenguajes hijos” que se derivan de la
“lengua madre”. Así, el lenguaje del pueblo sería un lenguaje menor (los sectores
edad, es decir que no se habría desarrollado en tal medida que llegue a cumplir con los
la norma A (cultura alta). De ahí que, los códigos lingüísticos de los carnavaleros sufren
una transformación tan profunda por el contacto con códigos de esta misma norma y,
escritura, de una preposición que es muy frecuente en el “habla popular”. Sin embargo
existen otras coplas que, aun cuando se basan en la formalidad propia de las normas
lenguaje “culto” (filosofía) pues sus versos aunque muy humildes pretenden, en un
en las formas (grafías) porque las palabras escritas sólo pueden representarse después de
haber sido pensadas; o como dice Ong: “el pensamiento está integrado en el habla y no
en los textos”. En cambio, en las culturas orales las palabras no son membretes o
etiquetas (no priorizan el uso de adjetivos) que sirven para designar las cosas, sino que,
11
Véase Lienhard, op.cit. p, 75.
94
privilegia establecer una secuencia lógica ni se considera a las palabras como conjuntos
de letras. Lo que se destaca en las coplas es el ritmo o el movimiento que, más allá de
similares, es un recurso de los creadores orales que sirve a la comunidad para repetir y
En ese sentido es importante entender, en primer lugar, que las coplas del
carnaval de Guaranda es una expresión sociocultural a la que hay que respetar y aceptar
tal y como es: una expresión cultural de los otros. Por eso debemos escuchar en las
vividas comunitariamente. De ahí que me interesa resaltar, precisamente, más allá de las
expresadas en las coplas del carnaval y de los contextos en los que son creadas se
expresa de manera abierta también en las coplas del carnaval. Por ejemplo, en varias
“llucha” que, por su uso frecuente han sido incorporadas como parte del “lenguaje
mayor”, con palabras del español “culto”. En este caso, como ya anotamos, existe una
influencia casi imperceptible, una “contaminación” que se irá notando en el largo plazo,
pues si bien hay la incorporación de ciertas palabras “raras” (léxico) de los subalternos
usar las palabras está, de alguna manera, asociada a la utilización de un nuevo lenguaje,
el español, por parte de los indígenas quichuas. Ellos aprendieron a utilizar los
diminutivos para mostrar el respeto a sus patrones, o más bien diría la adulación (que
era lo que más les agradaba a los amos) porque siempre tenían que hablar en voz baja o
en voz “chiquita”. Otra forma de entender el uso de diminutivos podría ser la intención
Existen otras coplas en las que los indígenas cantan en su quichua españolizado.
Esto sucede por ejemplo en el carnaval del campo o “camari” o cuando le hacen o le
Aun cuando durante cientos de años los pueblos indígenas han sido sometidos al
las élites que asumieron la conducción de nuestro país, el quichua sigue existiendo y
importante mencionar sin embargo, que las coplas creadas y cantadas en quichua, no
forman parte de las recopilaciones y/o citas en los discursos oficiales. Seguramente por
indígena, por la falta de conocimiento del idioma o porque estos sectores siguen
detallada recopilación de Laura Hidalgo, de la que tomo el siguiente ejemplo, las coplas
Yuyaririlla longuita
mana chaupica nayanchu,
quiquin cusata charishpa
shuctacta munanayan.
En estas circunstancias los que hemos trabajado sobre este carnaval (incluida
culturas indígenas o reproducimos las condiciones de subalternidad bajo las que han
97
sobrevivido estas culturas. Por eso será necesario aceptar y reconocer a estas culturas
como diferentes y generar conjuntamente las condiciones para que todas las culturas de
han olvidado su relación ancestral con el carnaval y con su lugar de origen. De ahí que
esta celebración sigue siendo el principal referente para identificarse con su ciudad.
Dos o tres días antes del día de carnaval (domingo), los terminales de
transporte terrestre de ciudades como Quito, Guayaquil, Riobamba o Latacunga,
están repletos de guarandeños carnavaleros que ansiosos intentan conseguir
cualquier transporte que les conduzca a su lugar de origen. Ancianos, niños,
jóvenes y adultos (familias completas) estás dispuestos a cualquier esfuerzo y a
superar el camino más intransitable para llegar “a tiempo” al carnaval. Muchos
van preparados con un traguito o un “polvito” en la cabeza. Otros se irán
entonando en el trayecto con una “caminera” (botella pequeña de licor) o con el
canto de algunas coplas.
Quizás porque los momentos festivos como éste siempre han tenido una relación
profunda con el tiempo. De hecho las fiestas –siguiendo las palabras de Bolívar
Pero no porque las fiestas se desarrollen en oposición a la cotidianidad, sino que, por el
98
En este sentido las fiestas son una forma primordial de la civilización humana,
porque, de una u otra manera, han tenido un fundamento esencial: “expresar los
objetivos superiores de una comunidad”. De allí que para los carnavaleros el carnaval es
con un proyecto racional-político (con el recorrido histórico de una nación que, según
colectivas (con la memoria colectiva de una comunidad que, siguiendo al mismo autor,
sería la “vista desde dentro”). Son estos dos aspectos justamente, los que garantizan la
simbólica que, en gran medida, se ha ido afirmando a partir del carnaval. Por eso es que
para los carnavaleros no existe ninguna otra celebración, fiesta o acontecimiento que,
como el carnaval, les permita a los guarandeños identificarse como tales. Así lo afirman
los copleros para los que este carnaval es el mejor de todos los que se realizan en
nuestro país.
Al carnaval de Guaranda
nadie iguala en la nación,
porque aquí todos le bailan
y cantan de corazón.
12
Echeverría, op.cit, pp. 3-4.
13
Citado por Maffesoli, op. cit, p. 40.
99
‘pretexto’ para el reencuentro con familiares y amigos que, generalmente, solo ocurre
una vez al año. Por eso no desaprovechan esta oportunidad, pues pueden faltar a
cualquier otra celebración, incluso a las Navidades o al Año Nuevo, pero no al carnaval.
Los carnavaleros dicen que no hay ninguna fiesta en Guaranda que se compare o pese
los todos carnavaleros. Por eso los carnavaleros afirman en varias coplas que el
carnaval es como un buen padre que cuida por igual a todos sus hijos.
Ya se muere el Carnaval,
ya le llevan a enterrar,
como era padre de todos,
todos debemos llorar.
Con este discurso los copleros manifiestan su deseo abierto por vivir un carnaval
entre todos, pero realizan, a la vez, una crítica frente a lo que ocurre en el mundo “real”
de marcadas jerarquizaciones y exclusiones sociales. Sin embargo, para que este deseo
pueda cristalizarse es necesario “un baño de caos” en el cual –como decía Paz– “la
sociedad niega las normas establecidas y se niega a sí misma” mientras dura la fiesta,
porque la ruptura termina cuando termina la fiesta. Pero los carnavaleros siempre han
100
que sea de todos y para todos, están asumiendo un sentido de pertenencia a una
imaginada» por los carnavaleros; así como la entiende Bénedic Anderson14 a la nación.
Según Anderson, una nación, es una comunidad política imaginada porque aun cuando
la mayor parte de los miembros de dicha comunidad jamás se hubieren conocido, “cada
uno vive la imagen de su comunión”. Esto significa que es a través de las ‘vivencias’,
de la vida en común (uno es de donde vive, no de donde nace) que las personas van
que, a pesar de las desigualdades y la explotación, “la nación siempre se concibe como
14
Bénedic Anderson. Comunidades Imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del
nacionalismo. México. D.F. Fondo de Cultura Económica, 1993, p. 47.
101
abierta.
para quien, aun cuando una comunidad (nación) tiene fuertes vínculos sociopolíticos,
mayor firmeza como lo haría cualquier realidad geográfica o física. Por eso –afirma
15
Ibid. p.50.
16
Aquel compañerismo horizontal no debería estar sujeto a sanciones jurídicas, políticas o sociales; sino
que, únicamente estaría limitado por una «ética comunitaria» y sustentado en la «solidaridad». Así lo
entiende Maffesoli, quien afirma que, compartir un determinado territorio (real o simbólico) y la
proximidad (promiscuidad) de un grupo de individuos, hacen que surja, primero una idea comunitaria; y,
luego, una ética comunitaria porque “la comunidad agota su energía en su propia creación (o,
eventualmente, recreación)”. Maffesoli, op. cit, pp. 45-46.
102
Chambers, en el recorrido que se sigue entre las historias subjetivas o propias y las
historias colectivas, culturales. De allí que lo que define con mayor precisión la
identidad es la figura del «migrante». Para Chambers, “el sentido de desarraigo del
migrante, del vivir entre mundos, entre el pasado perdido y un presente no –integrado–,
inventados por los carnavaleros a partir del carnaval. Por ejemplo, aun cuando la mayor
país, en las pocas que tienen estas referencias es posible apreciar varios tiempos
históricos o multitemporalidades.19
Otro elemento que expresa esta multitemporalidad se refiere al hecho de que una
gran cantidad de guarandeños que han emigrado de su lugar de origen (lo cual implica
que les aleja de su “pequeño mundo”, sus costumbres y su gente (la mayor parte de
17
La construcción de dicha comunidad, afirma Chambers, “es también historia (la historia de él, la de
ella), una narrativa cultural, una realidad fabricada como cualquier otra. Iain Chambers. Migración,
cultura, identidad, , Buenos Aires, Amorrortu, 1994, pp, 45-47.
18
Ibid, p. 50.
19
Véase en la clasificación temática realizada por Laura Hidalgo que data de 1983 varias coplas en las
que se hace referencia a los gobiernos de Velazco Ibarra y Rodríguez Lara. Existen otras coplas que se
refieren a objetos del pasado o cosas que ya no tienen el uso frecuente que anteriormente tenían
103
migrantes que regresan a Guaranda, lo hacen, únicamente en los días que se celebra el
carnaval.
pues algunos carnavaleros aun celebran su carnaval chiquito.20 Aun cuando este hecho
puede pasar inadvertido porque no parece ser una práctica generalizada, más bien diría
que es una costumbre que se ha ido reemplazando con costumbres más citadinas como
Otro hecho importante que tiene que ver con la identidad de los guarandeños y
bolivarenses frente al carnaval y con su tierra, no sólo de los carnavaleros sino también
de los sectores oficiales, es que han llegado a convertir a las coplas y particularmente a
(alambiques, candil, bototo) y personajes de otros tiempos (Juan Roldán, Augusto César Saltos, el viejito
León).
20
He tomado el término “chiquito” para referirme al carnaval que celebran los guarandeños fuera de la
ciudad de Guaranda, porque tiene relación con el uso que hacen del mismo los bohemios de la capital,
quiteños y chagras, para referirse a las farras de los días jueves. Es el “viernes chiquito” que viene a ser el
aperitivo o abreboca del “San viernes”. Para los carnavaleros este carnaval chiquito también sería un
abreboca del gran carnaval, que podrían vivirlo, posiblemente, el año siguiente. Los guarandeños y
bolivarenses, generalmente festejan este carnaval en cualquier ciudad donde viven de manera habitual,
con todas aquellas prácticas culturales populares que se expresan en el carnaval que se realiza en la
ciudad de Guaranda: juego con agua y con “polvito”, comidas y bebidas, canto de coplas, baile y
relaciones fraternas entre familiares y amigos.
104
cívico a la vez.21
bolivarenses como una canción sagrada y ,a la vez, como una canción-himno porque es
especiales. Para los nativos de esta provincia la canción del carnaval que merecería un
respeto casi sagrado, debe disfrutarse en la celebración de esta fiesta (que es la ocasión
más importante) y en otros momentos especiales en los que esta canción se convierte en
Aun cuando es posible percibir a través de las coplas esa identidad de los
discursos que construyen sobre el carnaval los sectores oficiales. Los discursos oficiales
“carnaval tradicional y popular” único, del “mejor carnaval del mundo”. Sin embargo,
acuerdo a como lo han vivido durante un largo recorrido histórico, los sectores oficiales
21
Por ejemplo en algunas entrevistas que realicé en 1997 varios entrevistados afirmabann que las coplas
no pueden “desgastarse” contándolas en cualquier ocasión, pues el canto de coplas debe estar reservado,
únicamente para un momento tan especial como el festejo del carnaval.
22
Diego Vargas por ejemplo, se refiere en los siguientes términos a la canción del carnaval: “Su música
es la expresión más pura del corazón, se canta y se baila en parques, plazas, calles y en todo lugar, y, ella
ha constituido el himno de los bolivarenses, se canta y se entona en todos los actos en que un bolivarense
triunfa. Lo cantamos en el Congreso Nacional, cuando se aprobaba la Ley de Desarrollo Provincial, y se
creó la Universidad Estatal de Bolívar”. Diego Vargas. Semanario Impacto, Año I, Nº 1, Guaranda, 25
enero de 1997, p. 8.
105
para decir lo que piensan y para exaltar la fiesta del carnaval utilizando mayúsculas,
Augusto César Saltos que, con seguridad fue el más grande innovador del
carnaval de las últimas décadas, afirmaba que “cuando se trata de Guaranda, no hay
guarandeños en tierra propia o extraña que no pinte en los tonos más vivos y elocuentes
la celebración de esta fiesta tan popular y democrática como no puede haber otra.
Fiesta la mejor de todas cuantas se celebran en esta tierra tan generosa como
muchos motivos, nuestros cuerpos pueden estar en otra ciudad pero nuestra alma y
nuestro espíritu están acá. […] Los bolivarenses desde que nacen hasta mueren sienten
esa identidad con el Carnaval; por lo tanto siempre estarán identificados con su
tierra”.24
Universo, afirma que: “Al igual que todos los hombres y los pueblos del mundo, los
especiales su lugar de origen con todo orgullo y a boca llena contesta : soy de la tierra
Otra forma para exaltar la identidad de los guarandeños con el carnaval y con su
ciudad por parte de los sectores oficiales, se evidencia en aquel recurso de escribir
estrategia de nombrar (y escribir) a la fiesta del carnaval –de entre todas las fiestas que
23
Augusto César Saltos. “El Carnaval de Guaranda” en. En tierras de Bolívar. Quito. Casa de la Cultura
Ecuatoriana, 1969, pp. 31-39.
24
Vela, “Posibilidades de una dimensión nacional e internacional de la fiesta mayor del Carnaval de
Guaranda” en El Carnaval de Guaranda y su proyección socio-cultural. op. cit, pp. 11-17.
25
Bolívar Ballesteros Espinoza. “Guaranda y su más sonada fiesta”, Diario El Universo, Guayaquil,
1992, p. 8.
106
celebran los guarandeños durante el año– como la “FIESTA MAYOR” (igualmente con
mayúsculas), seguramente para dar, a base de la palabra escrita (recuérdese que las
que, de forma oral y a través de sus prácticas, le dan los carnavaleros a esta celebración.
forma. Por ejemplo, en el Art. 13 se afirma que: “Entrégase a partir de este año, por
parte del I. Municipio al Comité Permanente del “Carnaval de Guaranda” […] para que
pueda cumplir con las múltiples actividades culturales que tienen programadas y con la
“presentación” del mismo que: “El Comité Permanente del Carnaval y el I. Municipio
Por otra parte, Lautaro León afirma que: “Guaranda, viene manteniendo latente
visitantes y oriundos del lugar, unidos en un solo sentimiento viven la fiesta del
CARNAVAL”.26
26
Lautaro León. “El Carnaval de Guaranda”, Semanario El amigo del hogar, Guaranda, 9 de febrero de
1997, pp. 1-8.
5. CONCLUSIONES: HACIA UN CARNAVAL INTERCULTURAL Y
PRODUCTIVO
En esta última parte voy a desarrollar un ejercicio de síntesis que sirva a manera
de conclusiones sobre los fundamentos teóricos que han sido muy útiles para tener una
comprensión general del carnaval como objeto del conocimiento y las expresiones
culturales de los carnavaleros y los sectores oficiales, así como de sus discursos sobre el
carnaval de Guaranda.
las jerarquías sociales, porque los carnavaleros no pretenden asaltar el poder para
modificar el orden social establecido. Más bien los carnavaleros tienen la posibilidad de
mostrarse como ellos son: diferentes a los sectores oficiales (cultos y serios). Esto
significa que los carnavaleros durante el carnaval expresan, de manera explícita, sus
prácticas culturales ancestrales y renovadas. En este sentido, más bien diría que el
temporalidades distintas a la vez: el tiempo rutinario del trabajo, del día a día y, el
tiempo extraordinario, del arte, del juego y de la fiesta. De allí que en el carnaval
juego con agua y la ruptura de la fiesta. Por ello podemos calificar a este carnaval como
una fiesta-juego que no se opone al día día rutinario, sino que, por el contrario, le
espectáculo teatral o de otro tipo porque, aun cuando en los últimos años se han
108
el imaginario social de los carnavaleros) en los que si existe una clara diferenciación
este carnaval se mantienen prácticas culturales que son esencialmente colectivas en las
que hay una participación activa y directa de los asistentes. Esto determina el
ejecutor, el Comité Permanente del Carnaval. De allí que todo lo que se programa
carnaval, tiene entre otras finalidades, mantener las tradiciones y costumbres populares,
así como mostrar la mejor imagen de la ciudad, del carnaval y los guarandeños, aunque
ello signifique rechazar los “excesos” de los carnavaleros y prohibir algunas de esas
los carnavaleros estén absolutamente controlados por los sectores oficiales, ni que este
carnaval sirva únicamente a sus intereses. De hecho los carnavaleros han encontrado
carácter “popular y tradicional” de esta fiesta. Los carnavaleros han conquistado ciertos
hablan con voz propia y en tono alto. Sobre todo con estas prácticas irreverentes los
En este sentido debemos entender que los carnavaleros han utilizado los
instituciones para ejercer sus expresiones culturales, aunque estas expresiones tengan
nuevos sentidos o integren otros sentidos. Estas prácticas irreverentes que se expresan
proyección como pueblos, son un aspecto intríseco a las relaciones de poder porque se
son y cambiarle la imagen seria y formal que los poderosos pretenden darle a las
jerarquías sociales entre los sectores oficiales y los carnavaleros, es en este espacio que
esos mismos grupos asumen un “marco instituido” a través del que resuelven
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identidades.
ido incorporando en los últimos años como los espectáculos, conjuntamente con otras
que se han mantenido a lo largo de la historia de este carnaval con nuevos sentidos y en
otros contextos. Las coplas populares, por ejemplo, han estado vinculadas a los
carnavaleros por cientos de años como un testimonio que les permite hablar con voz
propia, aun cuando han tenido que asumir, en la mayoría de los casos, los códigos
lingüísticos oficiales porque los copleros componen sus creaciones respetando las
“sistema diglósico” dichos códigos oficiales (“alta cultura”) sufren una transformación a
nivel superficial o léxico, los carnavaleros transforman el sentido de las coplas porque,
oralidad.
Esta posibilidad de hablar con voz propia, también les permite a los carnavaleros
afirmar su identidad como grupo, pues en muchas coplas utilizan palabras “raras”,
la seriedad de los sectores oficiales. En otras coplas, en cambio, censuran lo que sucede
Guaranda. Por otra parte los copleros entablan un diálogo colectivo permanente a través
del contrapunto que, más bien es una conversación cantada –contradictoria y creativa–
o su lugar de origen a través de una relación emotiva y simbólica que, en gran medida,
se ha ido afirmando a partir del carnaval. Por eso es que para los carnavaleros no existe
ninguna otra celebración, fiesta o acontecimiento que, como el carnaval, les permita a
De allí que aquella identidad y pertenencia a una comunidad por parte de los
todos los carnavaleros”, que se repite continuamente en las coplas. Con este discurso
manifiestan su deseo abierto por vivir un carnaval sin las marcadas jerarquizaciones y
exclusiones sociales de la vida real rutinaria. En este sentido, para los carnavaleros esta
fiesta tiene que ser una verdadera fiesta democrática en la que el poder se revista de
importantes como la música y los bailes. Sin embargo para los carnavaleros uno de los
prácticas ancestrales ya formaban parte del carnaval español fueron los sabores, olores y
Sin embargo, uno de los “excesos” que más ha sido criticado por los sectores
términos significa la “alienación” de quienes consumen las bebidas fuertes. Por eso
afirman que a este vicio hay que desterrarlo de manera definitiva. Pero debemos
considerar que para los carnavaleros tomar pocos o muchos tragos tiene otros sentidos
que van más allá del simple hecho de embriagarse. Brindar un trago por ejemplo, es un
gesto de reciprocidad y una muestra de afecto con el “otro”, además es una forma de
Para los carnavaleros (que en su mayoría son personas con bajos ingresos
descalzos, cantar coplas hasta quedarse afónicos, entregarse a la pasión y al placer hasta
quedarse exhaustos y, sobre todo, compartir con familiares y amigos la pequeña fortuna
que han alcanzado a reunir durante todo el año hasta quedarse sin un sólo centavo de
Otra de los aspectos fundamentales en este carnaval es el juego con agua que
ocasional. Lanzar un globo con agua es una muestra de afecto y de cariño, es una forma
de acariciar a la distancia al ser deseado y demostrar el interés que se siente por él. Se
pretende robarle una sonrisa, una mirada o una mueca cómplice. Los chapuzones de
agua fría y unos cuantos traguitos hacen que los cuerpos de los carnavaleros se
ese juego erótico los carnavaleros ponen de manifiesto sus capacidades porque utilizan
todos los mecanismos corporales posibles para seducir: risas, miradas, gestualidad,
particularidades son expresiones culturales vivas, son su vida misma. Por eso espero
que este trabajo contribuya, de una u otra manera, a un conocimiento más aproximado
camari.
Por otro lado, aspiro que este estudio sirva para que los actores comprometidos
sobre el verdadero valor que tiene esta fiesta ancestral, no sólo porque en ella se
actores, sino porque, justamente, esas diferencias constituyen la mayor riqueza que debe
se pueda mostrar también la riqueza natural (geográfica y climática); así como las
De allí que los actores directos o indirectos del carnaval deben asumir la
coexistencia menos conflictiva, más cooperativa y productiva. Aun cuando una de las
certeza de comparar al otro con (o desde) lo propio. En segundo lugar, permitirá aceptar
absorbido por lo general, sino que más bien lo particular potencia y amplía el horizonte
universal. Esto permitirá a la vez afirmar las identidades de los distintos grupos que
servirá para que estas relaciones se proyecten en la vida “real” política, económica,
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