Cierre-304-Regresoami - Indb 3 Cierre-304-Regresoami - Indb 3 28/10/21 16:55 28/10/21 16:55
Cierre-304-Regresoami - Indb 3 Cierre-304-Regresoami - Indb 3 28/10/21 16:55 28/10/21 16:55
Cierre-304-Regresoami - Indb 3 Cierre-304-Regresoami - Indb 3 28/10/21 16:55 28/10/21 16:55
ISBN 978-950-02-1228-1
15 PREFACIO
15 MI RECORRIDO VITAL Y PROFESIONAL
23 INTRODUCCIÓN
—— CAPÍTULO 1
33 LA INTEGRIDAD CUERPO-MENTE-ESPÍRITU
33 ¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE MENOPAUSIA?
36 Etapas de la vida humana
40 Realidad vs. Mitos
4 1 El famoso rollito
42 Un sofocón no es caída
45 A cada cual su menopausia
46 ¡A surfear la ola con un buen entrenamiento!
48 ¿Y qué pasa con la sexualidad?
—— CAPÍTULO 2
83 ALIMENTACIÓN
83 UNA NUEVA MANERA DE NUTRIRNOS
84 EL AYURVEDA: LA MIRADA INTEGRAL
84 Comer con los cinco sentidos
87 La filosofía de la alimentación “personalizada”
88 Cuidar la salud, un arte de equilibrista
89 Menopausia: una etapa muy Vata
—— CAPÍTULO 3
129 ACTIVIDAD FÍSICA: ¿POR QUÉ PONER EL CUERPO EN
MOVIMIENTO?
129 ¿De qué hablamos cuando hablamos de actividad física?
131 Recomendaciones de la OMS
—— CAPÍTULO 4
171 EL CAMINO HACIA EL SER INTERIOR
1 7 1 CUERPO Y ALMA, ¿DOS O UNO?
191 LA ACEPTACIÓN
192 Responder, no reaccionar
—— CAPÍTULO 5
215 SEXUALIDAD
215 LA SEXUALIDAD DESPUÉS DE LOS 50
2 1 5 La zona de recompensa
2 1 6 ¿Qué dice la ciencia sobre la sexualidad?
2 1 7 ¿Qué pasa en el cerebro a la hora del amor?
2 1 7 La cartografía erótica
226 Amor maternal vs. Amor erótico
226 Un “tratamiento” para una… ¿enfermedad?
228 Un pequeño paso para el clítoris y un gran paso para la mujer
229 Hablemos de anatomía
—— ANEXO
277 TRATAMIENTOS
277 ¿QUÉ HAY DE NUEVO?
278 La terapia hormonal de reemplazo (THR)
282 Tratamientos no hormonales
284 Tratamientos específicos
287 EPÍLOGO
291 BIBLIOGRAFÍA
295 AGRADECIMIENTOS
299 MIS NOTAS
15
16
PREFACIO
la ginecología, así que tomé ese camino, a pesar de que no me
simpatizaba demasiado. Me casé con el que hoy sigue siendo
mi compañero. En ese momento era la única salida que tenía-
mos “las mujeres” para abandonar la casa parental: casarnos
con papeles.
Duré poco en la obstetricia. Terminé mi residencia, hice
un año de guardias y dejé. No podía con eso. Me emocionaba,
me conmovía cuando participaba del trabajo de parto, del
alumbramiento, de las cesáreas. No lo podía superar. Está
bien que los médicos seamos empáticos, pero cuando esta-
mos en una urgencia o tenemos que operar o decidir hacer
una cesárea o usar un fórceps, tenemos que poner la mente
en frío y actuar, disociar la razón de la emoción, como cuando
un cirujano abre un tórax o un bombero salva a una víctima
en un incendio. Debemos actuar con disociación instrumen-
tal operativa, saludable para el médico y la paciente. No me
salía. Y ahí empecé terapia.
Con Isabel San Sebastián, descubrí que me atraía mucho
hacer consultorio. Ella era una médica diferente. Atendía a
adolescentes en su consultorio de ginecología infanto-juvenil
de la Policlínica Bancaria. Ninguno de mis compañeros quería
ir a ese consultorio porque de allí no salían pacientes para ope-
rar, y el médico en formación de una especialidad quirúrgica
quiere eso: operar. A mí me fascinaba ese consultorio: se habla-
ba del curso de la vida, de la relación madre-hija (una tortura
en mi vida), de sexualidad, de salud y prevención. Era como
una sesión de terapia.
17
18
PREFACIO
a medida que nos íbamos conociendo, me indicaban que la
fisiopatología volcada en los libros no lo abarcaba todo y que, si
yo me abría a escuchar a las consultantes, ellas mostraban
otras señales a las que había que prestar atención en el
proceso de cura. Cuando se encendió esa luz, fue para mí un
verdadero despertar. Por eso lo digo. Mis grandes maestras
fueron mis consultantes. Con ellas, ustedes, empecé a
comprender que, detrás de un síntoma, hay una historia
y que en esa historia puede haber un trauma.
En esa época empecé a trabajar en equipos de violencia y
abuso sexual infanto-juvenil. Esas historias fueron –y son–
las más contundentes para seguir trabajando en mí misma y,
al mismo tiempo, para generar empatía con las consultantes.
La sexualidad y la violencia se cruzaban en más de una de esas
historias. Y las mujeres lo sabemos muy bien. ¡Celebro estar
asistiendo hoy en primera persona a la revolución del género!
¿Por qué estudié otros modelos médicos? El retoque final
a este proceso lo dieron mis hijos. Cuando eran pequeños me
enfrenté a crisis asmáticas, otitis y alergias. El sistema médico
los definía como enfermedades y no brindaba más respues-
tas que una estigmatización en la que no quería quedarme.
Fue entonces cuando escuché a una amiga (nuestra vida está
tramada por mujeres sabias) que me sugirió que probara con
la medicina homeopática. “¿Yo, a un homeópata? ¿Qué es eso?
¿Medicina alternativa? ¿A mí, a alguien diploma de honor de
la UBA?”, recuerdo que le respondí. Pero mi curiosidad e intui-
ción –que afortunadamente y como buena escorpiana siempre
19
20
PREFACIO
mi profesión.
Mientras tanto mis hijos crecían. Participaba de todas las
actividades artísticas, deportivas y estudiantiles que practica-
ban. Tratábamos de acompañarlos siempre con mi gran com-
pañero, que siempre estuvo y está allí para bancarse todas mis
locuras (libro incluido).
Yo empezaba a visualizar más claramente que el modelo
médico hegemónico me resultaba limitado. Seguía trabajan-
do con mis consultantes, siempre curiosa, interrogándome.
Mis preguntas eran: “¿Qué soy? ¿Ginecóloga o psicóloga?
¿Médica homeópata o tradicional? ¿Se pueden combinar
ambas perspectivas? ¿Dónde se ubica el ayurveda? ¿A quién
estaré traicionando?”. Más terapia.
Para ese tiempo, el doctor Ciarlotti me invitó a viajar a la
India con su grupo de alumnos: la propuesta era hacer un
curso de formación en medicina ayurvédica en la Dev Sanskriti
University (DSVV) al norte de la India, en Haridwar, donde lo
devocional es más fuerte que lo académico.
En ese viaje, mi cabeza explotó y mi corazón se sacó por
fin la coraza que tenía. Ahí aprendí el yoga y el tantra,
el fuerte choque cultural entre Oriente y Occidente en toda
su expresión, lo que es realmente la espiritualidad en toda su
potencialidad.
Recién entonces me di cuenta de que la medicina es
una: el arte de curar.
Occidente, de acuerdo con lo que nos enseñó el maestro
Hipócrates, no se desentiende de los sistemas de Oriente, que
21
22
23
24
INTRODUCCIÓN
momento en que dejamos de menstruar para siempre.
Además, esta etapa de la vida es una etapa natural y que
inexorablemente nos va a llegar a todas. Desde el sistema mé
dico, hubo una “patologización” de la menopausia, cuando en
realidad lo único que requiere es una toma de conciencia y una
mirada preventiva y no de intervenciones médicas. La medici
na moderna ofrece una amplia gama de tratamientos y fórmu
las magistrales para vivir en una especie de juventud eterna:
mantener el peso ideal; que no se nos apolillen los huesos; que
el deseo sexual se mantenga activo y los rollitos del abdomen
puedan ser controlados. Todo esto implica un trabajo excesivo,
agotador e innecesario, sobre todo cuando vemos que somos
nosotras mismas las principales actrices del cambio.
Entonces, ¿cómo atravesar esta crisis, que es vital e
inevitable, y no morir en el intento? Después de casi 38 años
de ejercicio de la profesión de médica ginecóloga y sexóloga,
y de haber acompañado a cientos de mujeres desde la adoles
cencia hasta la menopausia, mi mirada y mi abordaje dentro
del sistema médico se fue transformando.
Desde esta nueva perspectiva que me abrieron estas viven
cias (y de la mía en particular), escucho con otros oídos a las
mujeres que me consultan y dispongo de nuevas herramientas
para dialogar con ellas. Y es un crecimiento mutuo, porque
acompañarlas me enseña todos los días a escucharlas mejor, a
atender las narrativas de cada una y así poder decodificar, en
función de mis saberes, cuál es la modalidad más apropiada y
saludable para cada consultante en particular. No hay recetas
25
26
INTRODUCCIÓN
menopausia me dio esa seguridad que necesitaba para compar
tir los cambios que surgen en esta etapa y cómo atravesarlos;
quizás la pandemia también hizo lo suyo: estar conmigo escu
chándome más tiempo fue una conexión necesaria para esta
aventura compartida. Tal vez, sea la necesidad de contarles que
atravesar la menopausia no es la muerte de nadie y que es sim
plemente un proceso fisiológico y vital que nos abre una puerta
para iniciar otro camino. Así que, dejen de lado todos los
mensajes negativos que fueron repitiendo o escuchando o
leyendo a lo largo de los años como mujeres fértiles, acep-
temos el cambio, porque así funciona nuestro organismo,
no se muere nada y ¡¡mucho menos la sexualidad!!
Haber transitado la niñez, la adolescencia, la maternidad
y, ahora, la postmenopausia me da sustento para compartirlo,
para hacerme preguntas y buscar algunas respuestas. ¿Qué
es la menopausia? ¿Cuándo ocurre? ¿Qué cosas debo esperar?
¿Hay tratamiento? ¿Y los calores? ¿Es bueno tomar hormonas?
¿Se me va a ir el deseo sexual? ¿Existe la pastilla mágica que
me quite todos estos síntomas? ¿Cuál es la dieta recomenda
ble? ¿Qué hago con estos rollitos? ¿De qué cambios me tengo
que ocupar? ¿Les suenan estas preguntas? Las iremos respon
diendo a lo largo de este libro.
Elegí dividirlo en cuatro pilares centrales para abordar esta
etapa:
— alimentación
— espiritualidad
27
— sexualidad
28
INTRODUCCIÓN
me refiero a estar conectadas con lo que realmente nos está
pasando ahora, en este preciso instante. Podrían ejercitarlo en
este momento en que están leyendo este texto, enfocadas en la
página y las letras, percibiendo lo que los sentidos les devuelven
en este instante.
Tomar conciencia las llevará a revisar el estilo de vida hoy,
a informarse y a investigar sobre esta etapa de la vida. Tomar
conciencia es desarmar el tabú de nombrarla: “menopausia”. Y
así empezar a romper con esos viejos prejuicios que venimos
arrastrando desde hace años.
El paso por esta etapa es inevitable. Cuanto mejor
preparadas estemos, mejor afrontaremos los cambios,
con plenitud y con calma.
Tomar conciencia es observar los cambios del cuerpo, de la
mente y del alma. Aprender a reconocer cuáles son esperables
y cuáles pueden ser un problema que requiere una consulta.
Si aún no lo hicimos, este es un momento para incorporar
herramientas que nos ayuden a manejar el estrés físico y emo
cional. Es tiempo de expresar y experimentar nuestras propias
necesidades y avanzar para satisfacerlas, alimentar nuestras
pasiones y hacer lo que realmente deseamos y amamos. Y
también, para conectar la energía vital con la creatividad;
conectarnos con el potencial erótico y aprender a dosificar esos
momentos de puro placer.
Es un momento en el que se abren puertas de libertad que
nos invitan a explorar nuevas sensaciones. ¡¡Es como entrar en
un parque de diversiones!!
29
30