El Escamoteo de La Identidad...

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El escamoteo de la entidad
Jucción al español del cacique Don Lorenzo R'lffios,  Ukat/fm, canto en 
y de la identidad afro-negra
napuche de Ruca Choroy (conocido en 1970 por ellicenciauo Barto­
po/ Mlriam Victo/la Comes
omé al reportear al Gran Lonko D. Amarnto Algo),  Enseñanza oApretl-
¡i('"do 1'11 idionlrl/oba por el  equipo de D. Valentín l\/Ioreno en Cuadernillo 
lcll\finisterio de  Educación y numerosas notas en lenguas indígenas 
:on su correspondiente traducción al español. 

111. Reivindicaciones

En e!  marcO  de la Organización de las  Comunidades de los  Pue­


,los  Indígenas, de las  leyes  y e!  texto de la Constitución Nacional de 
I \
994, podemos decir que el  sueño de una Política indígena de aquellos 
:)\­enes  de 19 5~, ti los 52 años de aquel entonces se está cumpliendo 

on creces. Estarnos reivindicando territorios en base a que las comuru­ ~ ¿Es licito preguntarse si existe población negra en la Argentina, un 
ades indígenas poseemos desde siempre bs tierras  tradicionales, frente  país que se dice "europeo" Y q ue se ufana al  declar~ a Buenos Aires la 
terceros que pretenden apropiarse de ellas ostentando títulos pero no  1  "París" latinoamericana? Tiempo atrás, el  escritor mexicano Carlos 
emostrando la posesión {/"inllls dOll/iJli. Constituye una gran reivindica­ I ~   Fuentes fue  muy aplaudido al sostener, no sin graál e iro!Úa, que "los 
ón el  hecho de que 105  indígenas podamos detener desalojos interpo­  mexicanos descendemos de los aztecas, los peruanos de los incas y los 
:endo el  Derecho indigena, que es anterior a la conformación de! Es­  1I 
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argentinos... de los barcos". Todo e!  mundo festejó el aserto y asumió 
do nacional.  corno muy obvio que se  trataba de  los  barcos (!ue  transportaron las 
No nos desprenderemos de nuestras tierras tradicionales, bosques,  ingentes y sucesivas oleadas de inmigrantes ­europeos­, desde la se­
;uas  y demás recursos naturales, mientras no perdamos la conciencia  t  gunda mitad del siglo XIX y en adelante. Parecía sancionada, ahora a 
: pertenecer a pueblos indígenas con economías naturales, es decir,  nivel continental, una verdad cuidadosamente construida por las clases 
ientras sigamos produciendo, distribuyendo y consumiendo lo que  dirigentes rioplatenses, primero, y profundamente incorporada por las 
mbrarnos. Para una vida razonable seguimos luchando con la  fuerza 
clases populares, después. 
le nos han legado nuestros mayores, r en esa senda que estamos tran­ Hoy, nosotros sostenemos que esos ban'os allldw también a los navíos
ando "no habrá nube que tape al sol que estarnos buscando".  esclavistas que arribaran a Buenos Aires cuando ésta era una activa plaza 
del  tráfico "negrero" Y cuyo apogeo se verifica durante la segunda mi­
tad del siglo XVIII. 
El historiador argentino Rodríguez Molas llevó adelante un por­
menorizado estudio sobre las actividades de tos esclavistas porteños, 
entre los que podemos señalar a Marún de Álzaga, Casimiro de Oyuela, 
Benito Olazábal, t\tigucl ~1arcó del Pont, Miguel Hernández (abuelo), 
Tomás O'Gorman. Apellidos considerados  "ilu~te;' -p¿;rd~stablih

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/JImty sin duda ubicados entre los  Padres FunJaJo n:s de la N:lcionalidaJ.  d interio r de Sudamérica mediante puerto s Je transfen:ncia el1 \'alra '
Entonces, gran parte de los argenÚflos descienJe Je los barcos ...  esclavistas.  raiso y Río de Janeiro.
Como planteamos en trabajos anteriores, la  confrmai( ~ )(l Je Comu- Si:se efectúa d cálculo, para las tres ~-\.l1érícas, de que por cad:!
nidades Africanas y de Afrodescendientes en la Argentina es un' hecho africano llue llegaba \·i\'() a estas costas, cinco perecían por inanición,
cierto y pobrado que se lleva a cabo en tres momentos históricos precisos: diarreas, deshidraracÍ<'>n, suicidios () cruddísimO!i castigos, se hall;¡ que el
td ¡¡co esclavista le PW\'OCÓ a .\frica una sangrienta exacción de m:b
~rimeo, a partir de de Escla\'i:aJos" en el ~a T~ta Africano~ de.(¡().()()().(J()(J Je per s ()nas;~· a Europa, su extraordinaria exp;¡nsión
~ ~I, Y con su consolidaclOn durante los siglos A\ JI r X\'l11. industrial y económica . Para abundar en este sentido, es fundamentall;¡
Según el historiador nigeriano Joseph Inikori, son treinta millones obra del guyanés \\ 'altn Rodner, DI' ",jJ/lo Europa subdesarro/fó a Afrim.
(30.000.000) los individuos traídos de África hacia Ami:rica en esas En el caso de la .\rgcntina, centenares de miles de hombres y muje-
condiciones y durante dicho período. El desequilibrio demográfico, res esclavizados ingrcsaron por el puerto J e Buenos Aires)' fueron
social, cultural y económico que esta mutilación acarreó a los países trasladados por tierra a distintas plaza:s del interior, llegando incluso
africanos constituye un caso sin precedentes en la historia mundial. La hasta el :\Ito Perú. Ll n número bien significati\·o se reservó para el tra-
razón de esta forzada y vergonzante migración fue sen'ir a las necesida- bajo doméstico, artesanal y ruralcll el territorio de Buenos Aires. Traba-
des de mano de obra de los colonizadores europeos: efectivamente, jaban también fuera de la casa como talabarteros, pasteleros, ebanistas ,
hasta el siglo XIX, la plantación agrícola)' b extracción mincra consti- plateros, I:l\'andl'l'as, pcones o maestros (k música, generando así el
tuyeron las bases de la economía iberoamericana y, a tra\·és de éstas, el sustento de la o!igarlllúa criolla.
sustento para las coronas espariola y portuguesa. Durante las Gobernaciones de .luan ~Ianud de Rosas (1829-1832 y
La ¡\mérica hispánica r portuguesa arrebató y esclavizó seres hu- 1835-1852), principal jefe político de Buenos .\ires y de los partidarios
manos principalmcnte de :\ frica Occidental, constituyendo la Islas de del régimen federal. pareció \'Crificarse un cierto auge de la comunidad
Cabo \'erJe ell'ntrepueslO de comercio hwnano más impurtante hasta negra de Buenos ..\ires, lllle rondaba en ese período alrededor del 30%
d siglo X\'ll, l'poca l'n llLle comenzó a tratlcarse directamente desde las de la población total. t -:1 Gobernador asisóa regularmente con su fami-
costas africanas hacia las ' \l11éricas y el Caribe. lia a los candombes negros.
Otro estudioso a fricano, el historiador Okon Edet Vya, también
nigcriano, estableció lJLle los individuos provenientes de Guinea Septen- 0 n el segundo momento histórico se registra la llegada de los
trional y t\lcridional fueron mayoáa (aunque no absoluta) en el Caribe y inmigrantes cabo \'crdeanos, provenientes de las Islas de Cabo Verde,
,\mérica central; de la misma manera, los yoruba y ewe (de Nigeria )' África Occidental, ljuienes comenzaron a arribar desde fines del siglo
'1 ()go), el1 Brasil. XIX y hasta mediados del siglo XX: si bien su migración hacia esta parte
,\ la vasta familia lingüística bantú, brillantemente estudiada por el dcll1111l1llo no fue forzada como la de otros africanos durante los si-
doctor Daniel I\futombo, Je la República Democrática dd Congo, glo:; prl'cedl:1Hes, sí fue forzosa a causa de las condiciones de hambre y
pertellecell los angolci1os y congoleños, que fueron los grupos mayori- l11i:-;\....ía )' la ralta de perspectivas, impuestas por la administración colo·
tarios en Clúle, Perú, Uruguay y Argentina. nial portuguesa. Esta comunidad suma en la actualidad alrededor de
1': /1 síntesis, suman alrededor de 12.000.000 los africanos ljlle des- 15.(XJ() integrantes.
l'mbarcarnn sólo en el área de Latinoamérica. B/leoJ / 1;r . ~y M()lIkI idl'f) JI' J ¿
t Q':n tercer lugar, durante la segunda mitad del siglo XX, sobre.-
((JIIJli l/!)'t:WII en los pucr/os más importantes de/At/álltú-o SI/r,)' surtieron toJo
todo a partir de ladécada de los años de 1990, ~e produce una nueva

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Comunidad ,'ístó~a
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y orqanl x a c lón pol'rtlca

migración a fricana de países como SenegaI, N igeria, r..-Jali, Sierra Leo-


En lo que respecta al primer grupo arribado al país y denominado
na, Liberia, Ghana, Congo, a la que podemos caracterizar como una
en la actualidad el de los "negros criollos" o afroargentinos, diremos
migración con causas de carácter económico y politico, de las que no
que se encuentran ahora desperdigados en todo el territorio nacional.
son ajenas las rémoras de la esclavitud, las caprichosas fronteras geográ-
Además de la existencia de muchísimos individuos con origen africano,
ficas impuestas por el colonialismo a partir de la Conferencia de Berlín
ya mestizados en la masa poblacional, nuestros informantes reportan la
(1885), el neocolonialismo, las ingentes riquezas naturales que poseen
existencia de pequeñas comunidades negras en Chascomús, Munro,
muchos de estos píases y las feroces luchas por el poder, estimuladas
Morón, Merlo, Moreno, Liniers, Palermo, etc. de la provincia de Bue-
-y subvencionadas- por las "metrópolis".
nos Aires y Capital Federal. En ciudades dd resto del país como Rosa-
Otros muchos afrodescendientes provienen de países limítrofes rio, Santa Fe, Tucwnán; en las provincias dd Noroeste como Salta; en la
latinoamericanos, y de Perú, Ecuador, Cuba y Honduras. No hay ci-
zona del ütoral, en Corrientes y Entre Ríos; en Santiago del Estero,
fras ciertas respecto de su número, pero superan las varias decenas de
Catarnarca y Córdoba.
miles.
Por otro lado, la mayor parte de los caboverdeanos se encuentra
~ Resumiendo, en /a actua/idad e"iste en la Argmlina una minor/a negra
instalada en zonas ribereñas y portuarias como Dock Sud, Ensenada,
ca/mIada tII alrededor de dos mi/lofles de pm01far. Esta cifra surge de infor-
Necochea, San Nicolás, San Fernando, Mar del Plata, Punta Alta, en la
mantes provenientes de la misma Comunidad Negra y de numerosos
provincia de Buenos Aires; y Rosario y otros puertos del interior y sur
estudios realizados por organismos privados, nacionales y extranjeros, argentinos: el carácter esencialmente marino del pueblo caboverdeana
a saber: la Primera Prueba Piloto de Medición de la Población Afrodes- determinó que se radicaran alrededor de los puertos, tanto de ultramar
cendiente, llevada a cabo en conjunto por el Instituto Nacional de Esta-
como de ríos interiores, y que se dedicaran a actividades relacionadas
dísticas y Censos (lNDEC), la Universidad Nacional de Tres de Febre- con estos últimos.
ro (UNTREF) y dos asesoras de la Organizaciones Afroargentinas, Los individuos de migraciones africanas más recientes se instalan,
Lucía Malina, de la Casa de la Cultura Indoafroamericana de Santa Fe, en su mayoría, en la ciudad; aunque existen algunos pequeños núcleos
y Miriam Gomes, de la Sociedad Caboverdeana. Dicha Prueba Piloto en la provincia de Buenos Aires. La mayor parte está constituida por
permitió establecer entre el 4% Y el 5% de la población preguntada hombres jóvenes que se desmpeñan en el área de la construcción, las
como descendiente de africanos negros. La Universidad de Oxford, en obras viales, el tendido de cables o caños subtercineos; otros se dedican
una investigación dirigida por la doctora Laura Fegelman sobre marca- al tmbajo de artesanos y a In venta de bijouterie. Unos pocos de los que
dores genéticos de los bancos de sangre <.lel Hospital de Clínicas, el se dedicaron al comercio han conseguido inst.'llar sus propios negocios.
Italiano y el Centro Regional de La Plata, anticipó un 5%. La Fund.'1ción Con respecto a los inmigrantes latinoamericanos, su mayoría está
Gaviria determinó el 5,8% de la población total del país. compuesta por mujeres jóvenes; muchas se dedican al servicio domés-
Otros exámenes genéticos a partir también del grupo sanguíneo, tico.
Uevados a cabo en dos hospitales públicos, uno en la ciudad de Rosario No obstante todo lo dicho, la presencia de población africana en la
y el otro, en la Ciudad de Buenos Aires, el Hospital Fernández, estable- Argentina, junto con su descendench, ha sido un dato frecuentemente
cieron cifras semejantes.
soslayado en el análisis de la realidad nacional. Y aun asf, cabe sañalar
Asimismo, el equipo de Antropología Biológica de la UBA, cuyo que al mismo tiempo que se iniciaba el proceso -provocado- de desi·
titular es Francisco Carnese, demostró que hasta un 10% de los habitan- dentificación de la masa poblacional "frica na, se iniciaba el proceso de
tes porteños y del conurbano tiene ancestros africanos. identificación -autorrealizado:':: de Iap obladón afroargentina: el pro-

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fundo,  sutil y descomunal aporte afro a la  cultura, a la  sociedad y a  la ción  de  la  sociedad  argentina  de  la  época  y revelan  cifras  tl11C  hoy 
iuentidad ha sido consrante e ininterrumpido prácticamente desde siem­ pueden parecer increíbles:  en  el  censo  de  1778  se  \­erifica  que  ell  el
pre.  Un reciente  filme  docur:nental, Negro Che, del  director argentino  noroeste argentino, en la zona de Tucwnán el 42% de la  pobbción era 

J
Alberto Masliah da cuenta de este hecho estética y éticamente, sin fisuras.  negra; en Santiago del Estero la proporción eradeI54%.  En Cata mar­
ca, para esa misma época, el  porcentaje de la  pobl~n negra era del 
52%; en Salta, del 46%; en Córdoba, del 44%; en Santa Fe, del 29 % en 
''f..... Complicidad histórica colectiva en el escamoteo de la ~ndoza, del  ~%; en La  Rioja,  del  20%;en San] uan,  del  16%; en 
r Identidad negro-africana
­ Jujuy, del  13%; en San Luis, del  9% (véase Andrews, Los afroargentillos de
Numerosos mecarusmos de illVÚibili),oáófI en la construcción de la 
memoria colectiva a lo largo de la historia llevaron al  falseamiento de 
L Buenos Aires, Ediciones De La Flor, 1990). 
Volviendo a los mecanismos de invisibilización, encontramos que 
estas  realidades, hoy largamente probadas de manera irrefutable.  durante el  período histórico de la Colonización y, más tarde, el de las 
E.n Argentina, la invisibilidad del componente poblacional negro­ Independencias en América, se implementaron una serie de ideas y de 
africano  ha  sido construida de manera meticulosa, se evidencia muy  prácticas, plasmadas en los proyectos de nación, c¡ue eran ajenas a los 
claramente a partir del período denominado de Orgaruzación Nacio­ Pueblos Originarios  y a los contingentes de africanos esclavizados e 
nal, después de 1853, y alcanza su culminación en los proyectos de la  introducidos violentamente. 
(;enCl':lción del  '80:  la idea era la  de "blanquear" a la población como  Estas ideas y prácticas eran profundamente discriminadoras}' reco­
cOlldici(')() para el desarrollo y el progreso del vasto territorio nacional.  nocen su origen en la  política de las Coronas española y portuguesa, que 
Esto se lleva a cabo a través del fomento intensivo de la inmigra­ valoraba sobremanera una supuesta "limpieza de sangre" y que ya  ha­
ción europea, sancionado en el artículo 25 de la Constitución Nacion:ll  bía expulsado de su propio territorio a los pueblos musulmán y judío. 
(artículo  c¡ue  todavía  hoy  puede leerse  intacto en  la  Carta  Magna,  a  El sistema esclavista, c¡ue racializó el infamante tráfico al identificar­
pesar oe la  reforma de  1994), la  estricta restricciÓn  de  la  inmigr:lci(')I1  lo casi definitivamente con los africanos negros, dejó improntas socia­
africana y asiátic:l, y la  negación oe la  propia realidau de las  COIllUIÚtLt­ les, culturales y educativas estigmatizan tes, las cuales aún subsisten. Por 
ues  :lfrodescnit~ e indigenas dentro del país.  otro lado, al momento de la Independencia, las elites criollas dirigentes 
Pero la  negación es  violencia: violencia inicial gellocídica ejercida  no sólo evitaron la liberación de los individuos esclavizados, sino que 
sobre los :: negros"  y los "indios", denominaciones tales c¡ue surgieron  también omitieron deliberadamente establecer cualquier lugar social o 
durante la expansión mercantil eu.ropea para ubicar a la  poblaci('1I1 dc  medidas compensatorias para guienes durante más de tres siglos habían 
las  colonias en el escalór  más bajo del ejército industrial:  generado riquezas con su trabajo y habían construido las economías de 
Violencia censuradora y represiva sobre la  reo Jiscursi\'o­simb(')lica  sus "amos", impedidos de crear las propias. 
de  los  grupos  dominauos  (léase  afros  y originarios)  por  los  gruP()S  Al ingresar en la nueva relación social, los gobiernos no desarrolla­
dominanres de  la burguesía local. Solomianski  la denomina "domina­ ron políticas reparadoras para ese sector, que pasó a ocupar los estratos 
ciún sunbólica" y es  la  serie de procesos que duplican la  dominacic'1I1  más bajos de la sociedad capitalista. 
primaria. Este aspecto está muy bien desarrollado en su libro  ldm/idll/t'.' En términos de historiografia, tempranamente y de manera siste­
J eerdas. La 1I~n't/{d . ,1 r;~el/iJ. mática, los textos de distintos niveles comienzan a hablar de "desapari­
Siempre nos parece oportuno consignar alguno:; datos que, aUIll¡lIe  ción de  los  negros" o  bien se  remite  su preSen9!l_excJusivamente al 
remiten al reóodo colonial, son bien ilustrativos acerca de la comros i­ periodo colonial. Los medios de comurucación multiplican esta ilusión, 

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exponiendo imágenes estereotipadas de los ~ombres y mujeres africa- sando por la ciudadana afroargentina Maria M. Lamadrid, quien en el
nos, mostrándolos en siruaciones siempre subalternas y ridiculizantes o año 2002 fue detenida en el aeropuerto de EzeÍ2a, acusada de portar un
bien como exóticos y/o extranjeros. El antropólogo Alejandro F rige- pasaporte falso, dado que "no podía ser negray argentind', según la funcio-
rio realizó un interesante estudio de las ilustraciones y publicidades de naria de rvfígraciones que dio la voz de alerta cuando Larnadrid se dis-
individuos negros en la publicación Carasy Caretas de fines del siglo ponía a viajar a Panamá, para asistir a un evento de Organizaciones
XIX y principios del XX, corroborando esta manipulación. Afroamericanas. Estos hechos aparecen muy gráficamente documenta-
Asimismo hubo, en los últiinos censos del siglo XIX, un falsea- dos en el docuinentalAfroargentinos de Jorge Fortes y Diego Cevallos
miento de las cifras referidas a los afroargentinos: se pasa de porcenta- (2002).
jes tan elevados como 50% o 60% en algunas provincias, a 1,2% o Lz Folklorización de los individuos de origen africano, acotados a lo
1,8% en apenas unas pocas décadas. Este dato se ve favorecido por un festivo o encasillados en el mundo de la música o del deporte, ámbitos
fenómeno que se da a lo largo del siglo XIX, en que se verifica un para los que estarían "naturalmente" destinados, según el imaginario
decrecimiento sostenido de los africanos y afrodescendientes, hasta que popular. A esto se unen la infantilizadón y la animalización a través de una
hacia fines de ese mismo siglo, el ingreso masivo de la inmigración imaginería grotesca y bizarra, ampliamente difundida en los medios de
''blanca'' europea hará bajar drásticamente, en términos relativos, la comunicación masiva. ¿Quién no recuerda la serie televisiva Tarzón, en-
población negra e indígena en todo el país. tre otras, en la que un ''blanco'' europeo es el rey de la selva (el dueño
Siguiendo esta tendencia, en los documentos oficiales, la gama de la de casa, digamos) y los nativos africanos aparecen como un grupo indi-
población anteriormente denominada "negra", "parda", "morena", ferenciado de seres infantiles y temerosos que apenas dominan la lengua
"de color», pasó a determinarse como "trigueña", vocablo ambiguo (del colonizador)? .
que puede aplicarse a diferentes grupos étnicos o a ninguno y que con- Lz Nacionalizaciótr. se da el fenómeno de la "argentinización" de las
tribuyó a la invisibilización de colectivo negro. Las organizaciones expresiones y aportes culturales afro, apropiándoselos y quitándoles su
afroargentinas definen como de "desaparición artificial" a este proceso, pertenencia étnica, cuando en otros casos nadie abjuraña de las influen-
ya que para fines de 1887 el porcentaje "oficial" de afrodescendientes cias europeas, éstas más bien serían resaltadas. Es muy claro el caso del
es de 1,8%. A partir de ese momento, ya no se informa sobre este dato vocabulario de origen africano en el castellano del Río de La Plata,
en los censos. proveniente mayormente de la familia lingüística bantú (batuque, bom-
No obstante, es muy importante seruuarque, si bien la disminución bo, bujía, cafúa, dengue, mandinga, mina, mondongo, ramango, maro-
de la Comunidad Afro es un hecho real, no es legítimo hablar de "des- te, matungo, tarima, tata, etc.) y de la milonga, el tango y ~ candombe,
aparición de los negros", como lo hicieron las clases dirigentes, los inte- entre otros ritmos populares.
1.ectuales y hasta el común de la gente, desde fines del siglo XIX. El Genocidio Cllllllra/'.a través del racismo historiográfico, por la au-
Desde ese período ya lo largo de los siglos XX y XXI asistimos a sencia de lo afro en los libros, y de la obliteración deliberada de la
los siguientes y reiterados fenómenos: presencia negra en todos los ámbitos de la sociedad.
Lz Extra1!ierizaciótr.. desde Domingo F. Sarmiento, quien sostuvo en ElSi/enciamientoy el OlvitÚ!: durante décadas, s e evitó hablar del tema
su época que para ver a un negro había que trasladarse a Brasil, hasta en aras de una supuesta identidad única y nacjonal. El negro ha sido
Carlos S. Menem, que argumentó muy suelto de cuerpo en una entre- siempre "el hombre invisible" de nuestra historia.
vista en el exterior, que en la Argentina no había negros y que ése era un El mito (sempiterno y mentiroso) del crisol de raiflS, anteriormente, y
"problema" de Brasil (nuevamente, y en boca de-dos-pre-sidentes), pa- el de la divmidad, ahora, no hicieron sino ocultar -por generalizantes-la

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_________________ c"u~ .. _i.IC-v~a, í ~" - - ~ .

muy elevada proporción de componentes afros e indígenas, eliminan- Existían también los grupos integrados po r lo s haussa, yoruba ,
do el derecho a la diferencia y fomentando la desigualdad. milla y mandinga, yue constituían en núme ro, el segundo en impo rtan-
El Uso irrupollsable dellenguqje: a menudo escuchamos que situacio- cia . En el aspecto i:eligioso, estaban isbmizad os y las au{OriJadcs po ne ·
nes adversas son catalogadas como "negras". El trabajo sin aportes ñas los mantenían muy controlados y reprimidos r o ~quc, SOS CL'IU:lIl , :,C

jubiJatorios o no declarado es "trabajo en negro"; la corrupción)' J;¡s reunían para conspirar. Ese mismo grupo había encabezado d in:r:;;h
actitudes mafiosas son atribuidas a una "mano negra"; una jornada rebeliones en todo el continente, lo cual contradice la absurda iL!c;¡ del
trágica es "negra" y claro, siempre hay en toda familia "una oveja supuesto bienestar de los africanos durante su cautiverio y su f;\ll1bi¿'ll
negra". supuesta pasividad y falta de oposición.
Conservaban la tradición de transmitir oralmente pro\'erbios y Cí-
bulas con fines didácticos.
'p Configuración Institucional de la Población Neqra '/. Las Cofradías, de carácter religioso, constituyeron o tra fmma de
en la Arqentlna organización de los afro. Sin embargo, estaban fuertementc c()lItroad~
Las Comunidades Africanas y de Afrodescendientes en el país han y fiscalizadas por la Iglesia Católica. Las autoridades obligaban a l o ~
desarrollado estrategias de resistencia, que se caracterizan por su conti- esclavizados a concurrir, so pena de ser castigados : la funció n Je las
mudad y persistencia en el tiempo:. hubo y hay una lucha sostenida, cofradías fue estrictamente religiosa y consistía en la \Tl1eraciún \' el
constante, a veces soterrada, otras más evidente, pero siempre vigente, cuidado de vírgenes y santos. En muchos casos esto resultó un medio
contra la opresión, la desigualdad, la ruscrirrúnación y la explotación. por el cual los africanos adoptaron aspectos externos de la cultura occi-
Una de esas formas de resistencia está dada por la búsqueda Je la dental, pero con otros fines y significados. Desde ot ro punto de vista ,
asociación y el desarrollo de actividades con un fin en común. El punto se denominó sincretismo a este suceder.
de partida de las formas organizacionales que se dieron a sí mismos los ..¿. Las Cofradías comenzaron a funcionar en el siglo XVII r :llguna:;
africanos y sus descendientes son las Naáo1/es, muy bien estudiadas por de ellas fueron San Francisco Solano, San Benito, San lhhasar y Nuestl ~1
R. Molas. Se denominaban así, durante el periodo de vigcncia de la Señora del Rosario. Cada CofraJía dependía de alguna iglesia en parti-
esclavitud, a las sociedades que reuruan a los africanos de un mismo cular: así la de San Baltasar lo era de la iglesia de la Picdad. Paralela-
origen geográfico y lingilistico. El grupo que hablaba lenguas de la fa- mente, los negros debían utilizar un cem<.' tHerio Jis tanciado del ue los
milia bantú era el más numeroso en Buenos Aires y sus integrantes pro- blancos. Hace pocos años se descubrió UIl cCl11cntario afro en la ubica-
venían de Congo, Angola y de la costa este de África. ción de la actual Plaza RobertoArlt, en Pied ras y RivaJavia, de esta Capi-
"'1> Dentro de estos, los congo eran mayoña y su sede se ubicaba en la tal. Está siendo objetq de estudios arqueol()gicos (Schávelzon: 2003).
actual avenida Independencia, en el área de San TeImo. Se realizaban )¡: Los africanos y sus descendientes sobrevivieron lo más dignamente

actos ceremoniales como coronaciones y cortejos, se dtamatizaban que les fue posible dentro de esa continua interacción de relaciones de
guerras interétnicas o acciones colectivas de caza, manteniendo viva la dominio, subordinación y lucha..Y siempre que pudieron aprovecharon
llama de la cultura africana. Existían otras Naciones como la Nación todos los caminos para superar su condición de esclavizados, primero, y
angola, benguela, los cabinda, lubolo, loango, mozambique, masinga, de marginados socialmente después. Uno de esos caminos era el ingreso en
seda, quipara, anzá, camundá, canguelá, mujumbí y lumbí. Entre sus el ejército, con la promesa de la libertad, luego de cinco años de senricio.
principales objetivos estaba el de recaudar fondos para comprar la li- Ellos participaron en todas las acciones bélicas de la Argentina: en
bertad de sus miembros. vigencia de la esclavitud, llegó a ellas compulsivamente por medio de la

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~ .~ ~ ;¡~.w iJj .jIJ" Comunidad histórica Y orqanll'aciÓn política


Cuadernos dotl IPL

se reproducen las formas de ser y de estar de! espacio original, abando-


"Ley de Rescate" que obligaba a los propietarios a ceder dos de cada
cinco de sus esclavos para el sevicio dé las armas. También, por la pro- nado por la migración.
Por otra parte, a principios de los años de 1970, toman forma aqtÚ
mesa de libertad si prcstab,l cinco años de servicio militar. Su incorpo-
las inquietudes independentistas que se venían desarrollando en e! conti-
ración fue paulatina, en rropas regulares e irregulares, ocupando siem-
nente africano desde las décadas del '50 Y'60. Es así como el Partido
pre los puestos más peligroso:; en el campo de batalla, desempeñando
Africano por la Independencia de Guinea y Cabo Verde (pAIGC), fun-
las rareas más desagradables en el mantenimiento y sufrie.ndo a menudo
dado en septiembre de 1956 por Amílcar Cabral, e! padre de la nacio-
la humillación y el escarnio por su condició,l de esclavizado. Son céle-
nalidad caboverdeana, inaugura una sede aquí en Buenos Aires.
bres los valientes batallones de Pardos y Morenos ro y 8° de Infante-
El Comité Regional Buenos Aires del PAIGC realizó una intensa
ría), instituidos a partir de 1801, para la defensa de la ciudad. ta
campaña de difusión de la lucha anncoLonialista y antimperialis de las
entonces colonias portuguesas. El movimiento se hizo ecO de la lucha
-~ Las Organizaciones Negras durante el siglo XX antiapartheid en la hermana República de Sudáfrica, declarando abier-
tamente su apoyo a la causa de los oprimidos por e! régimen de Preto-
En la década de 1920, se produjo una especie de renacimiento so-
ria. El motor de esta concientización política en Buenos Aires fue e!
cial y cultural de los afroargenrúlus, quienes se agruparon en e!legenda-
caboverdeano Joaquín J. Dos Santos, quien sería el primer cónsul de las
rio Shirnrny Oub, en-las instalaciones de la Sociedad Filantrópica Suiza.
Islas en la Argentina. Cabo Verde obtiene su total y definitiva indepen-
Alli se congregaba toJa la co.nunidaJ negra y se celebraban los renaci-
dos candombes arge.1tinos, conservauús por las familias negras de ge- dencia el5 de julio de 1915.
En mayo de 1984, fue fundado el Comité Argentino-Latinoameri-
neración en generación. Una caracteriz.1Ja familia de la ComuniJ..d, los
cano contra el Apartheid, probablemente e! organismo más activo y
Núñez, llev..ba constan-:ia c::scrita de la asisten.:ia. El Shimmy Club fun-
dinámico de la lucha contra el Apartheid llevada a cabo en la Argentina.
cionó entre 1922 y 1970.
Su secretario general fue un destacado activista afroargel1tino, ellicen-
Paralelamente exisúan otras enouades, con fines culturales, deporti-
vos y de ayuda mutua como J.a Fraternidad, la Asociación de Fomento ciado Enrique Nada!.
El Comité fue creado como un organismo no gubernamental de
Gral. San Martín, la Agrupación l\,fartín Fierro, la Asociación Patriótica
las Naciones Unidas y sus actividades consistían en campañas de escla-
25 de Mayo; todas ellas estaban dirigiuas por afroargentinos. Al día de
.recimiento acerca del oprobioso régimen racista
hoy, d.! e3ldS últimas nombradas, ninguna ha subsistido.
de Sud áfrica de aquel entonces, campañas de solidaridad y por la
Con la llegada de la migración caboverdeana, nacieron dos nuevas
organizaciones: la Asoci,lción Cultural y Depoíriva Caboverdeana de libertad de Nelson Mandela.
Las actividades del Comité fueron muchísimas y jugó un pape!
Ensenada, fundada e! 13 de septiembre de 1927, Y la Sociedad de So-
muy importante en la presión para que Argentina rompiera sUS relacio-
corros t\1:utuos "Unión Cauoverdeana" de Dock Sud, del 13 de agosto
nes .diplomáticas con el régimen racista de Pretoria el 22 de mayo de
de 1932.
1986, durante el gobierno del presidente Raúl AlfonsÍfl.
Estas mantuvieron "ivas de algUl.a manera, a lo largo de todo e! Asimismo, surgen numerosas organizaciones entre las que merecen
siglo xx, la presencia y b cultura africana en el país, cuando la comuni-
destacarse la Casa de la Cultura Indo-Afroamericana de Santa Fe, diri-
ilid negra criolla parecía languidecer. Ambas instituciones funciouan gida por Lucía Molina y Mario López, en lucha por e! rescate y revalo-
touavía hoy tan activamente como antes y sirven de marco al cónclave
rización de nuestras raíces, e! Movimiento Afroamericano, el Comité
comunitario, donde se:: recrean los valon:s éticos y culturales propios, y
171
170
Comunidad histórica y orqanlz",ción potitlclI
....

Democrático Haitiano y el Grupo Cultural Afro, Casa de Africa en


acertadamente que en ese momento empIeza a articularse un replante o 
Buenos .-\i.res, presidida por Irene Oniz, La Comedia Negra de Buenos
crítico de quiénes éramos, quiénes somos y quiénes queremos ser J.  tra­
:\ires, fundada r dirigida por Carmen y Susana Platero (esta última,
recientemente fallecida). n:s de di\'Crsos discursos que im'estigan el lugar del componente afro· 
negro en nuestra debatida identidad nacional.  Esto no significa que an o 
;-'lás acá en el tiempo, algunas de las organizaciones nombradas
teriormente no se hubieran dado estudios que estimularan una  re\lsi(')ll 
sumadas a otras creadas posteriormente, formaron en octubre de 2000
idcntitaria ; sí  los hubo, aunque mayormente acotados a  la histuri:l  pa:­a ­
la !\lesa Coordinadora de Instituciones .-\froargentinas de Apoyo a la
da.  r:lltre eUos  I11necen destacarse los de González Lanuza, Rodtigll<:z 
Tercera Conferencia I'vlundial contra el Racismo, Con los siguientes pos­
rulados, entre los más importantes:  !\Iolas, Orti7. Odcrigo  y Goldberg. 
P:lraldal11l'l1te  ~l' obscn'a una más amplia difusión  el1o~ medios 
•Las Instiruciones integrantes de esta Mesa, de acuerdo Con las Reso­
.1l1:\siu l ~ .l · 1l 1,  l~ lllle  últimamcnte es bastante habitual cncolltrar reporta­
luciones <¡ue  d Estado Argentino ha ratificado en los  Organos de 
W:'. :\rlicul, l~. ('\ · JIlica~. l'llCUl'stas  y estadísticas sobre grupos no frecuen­
Naciones Unidas e incorporados al articulado de nuestra Constitu­
tad( l~ I radicÍ< lllalmclltc. 
ción Nacional, manifestarnos trabajar coordinadamente para la con­
Ya  en otro contexto social aparecen cstudios llue apelan al  necesa­
creción de un documento que represente la  multiculturalidad del 
pueblo argentino.  rio  contacto con las  comunidades e indi,"iduos  negros reales: l\brta 
;­'laftia, Dina Picotti, Alejandro Frigerio, Cristina Liborciro, :\licia l\Iar­
••­\rticular todos los trabajos hacia la Conferencia con los Pueblos 
tin. ¡ ·:11  d ámbiro uniyersitario, es cada vez más frecuente la  ekcclón dd
Originarios, Inmigrantes, Refugiados  y otros sectores sociales per­
tcma afro para  trabajos monográficos, tcsinas  y tcsis.  Los medios :tll­
judicados por la  discriminación, el racismo y otras formas coneXas 
de intolerancia.  dim'isuales  también abordan  asiduamcnte  d tema  eOIl  fllmcs  docll­
111c.:lltales  como Sod"d (corto, 24  m., 20{)~, de.:  1"  lrcn:l  1:Crt1:ílltlL­Z,  1laS:l­
De la misma manera, esta Mesa de Organizaciones Afroargentinas eh­
do cn bs \'i"cl1cias de la Comunid:td Cab()\Trdc\ll;\ de !)ucnos .\ircs, 
boró junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales, una serie de pro­
.' !li'(){/rgmliJ/oJ (largo,  75  m.,  20(2)  de .Ior~e hJl'tes  y Diego C :b:tl\o$, 
puestas al Proyecto de Declaración y Programa de Acción de la Conferen­
cia Mundial que habri, de discutirse en Durban en septiembre de 2000. ~()bre tc.:stlmollios de africanos \'  afrosud:tnl'ic\()~ \·ícumas de la  dis­
niminación, N':gro Cbe(largo, 95 rn.,  2(){)S}, rl'cil'1lte producción de .\1-
Todo esto habla .del notable crecimiento organizacional y la  pro­ 
yección a nivel nacional e internacional de las instiruciones <¡ue nuclean a   berto ~lasíh, lluC  toma como cje la ti lrmacic'111  del grupo de candol11­
los africanos y afrodescendienrcs en el país.   be argentino Familia Rumba  Nuestra  y las  acti\' idades del  legendario 
SIú.mnw Club. 

El fin del milenio


Conclusiones
La crisis económica de fUles  del año 2001, gue fue también social,
Esta resci'la  no pretendió abarcar IOd( l I( l publicado y fumado ell d 
política y cultural, llevó a la sociedad argentina, luego de la zozobra y 
desesperanza iniciales, a replantearse muchas Cosas, entre ellas, la idenu­ país  hasta  el  momento sobre la  temática ljue nos ocupa; se  impuso  lIll
dad . Esto trajo aparejada la multiplicación de actividades y expresiones  determinado recorte dad" la afortunada abundancia dI:  prodlci l 'l · ~ .

culturales de origen africano y afroamericano y,  al ITÚsmo tiempo, acti­ .­\spiramos a dejar planteados d  debate y el  nece sario relc:\'a ll1i l' llto ¡·u­
tudes de ac~ptión y curiosida'd ­por lo "Otro". Solomianskí observa  t1.lro de las  producciones ;\ rr ís I iC:l ~ l' intelectuales  de)' .robre I1l\C~ (r:b Cn· 

111L1llid:ldes. 
"'- ' -- - , -172 . _-
\73

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Cuadernos del IPL
~ ...
Comunidad histórlc .. y orqanlz·.. clón pO lÍ tica

Finalmente, lanzamos algunas propuesras que apunran a la construc- Citas Blblloqráflcas


ción de un nuevo relato, una nueva historia -más justa y ,'erdadera-, y
una identidad renovada: hablemos de 1I0S0trosy no de elkYs (¿quiénes. Son BIN AY.\N C.\RMONA, Narciso, "Pasado y permanencia de la negrirud". en Todo es
ellos sino nosotros mismos proyectados?) . Rescatemos nuestro pasado Hútoria, n° 162, 1980.
afro-indígena y recreemos un presente honestamente diverso. Modifi-
CONTARINO SPARTA, Luciana, "La población de origen africano en la Argentina:
quemos nuestro uso del lenguaje (para el africano tradicional la palabra Un caso de integración rioplatense, siglo x..X", ponencia presentada en las
puede matar, pero también crear y dar vida). Ejercitemos nuestro dere- Jornadas/Luz Negra sobre la Culrura Ríoplatense: "La .~fricaní ayer y hoy
cho a la diferencia, que no es desigualdad. Asumamos lo que nosotros en el Río de La Plata", Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, junio de
tenemos del "otro". Dejemos cada uno de nuestros ghetos y vivamos 2000.
en el mundo.
CORIlIERE, Emilio, "El genocidio negro en la ,~rgentia: Lucas Fernández, pre-
cursor del socialismo en el Río de la Plata", Bibliopress, Informaciones de la
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17b

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