El Escamoteo de La Identidad...
El Escamoteo de La Identidad...
El Escamoteo de La Identidad...
~
... ........... ~
'1
El escamoteo de la entidad
Jucción al español del cacique Don Lorenzo R'lffios, Ukat/fm, canto en
y de la identidad afro-negra
napuche de Ruca Choroy (conocido en 1970 por ellicenciauo Barto
po/ Mlriam Victo/la Comes
omé al reportear al Gran Lonko D. Amarnto Algo), Enseñanza oApretl-
¡i('"do 1'11 idionlrl/oba por el equipo de D. Valentín l\/Ioreno en Cuadernillo
lcll\finisterio de Educación y numerosas notas en lenguas indígenas
:on su correspondiente traducción al español.
111. Reivindicaciones
on creces. Estarnos reivindicando territorios en base a que las comuru ~ ¿Es licito preguntarse si existe población negra en la Argentina, un
ades indígenas poseemos desde siempre bs tierras tradicionales, frente país que se dice "europeo" Y q ue se ufana al declar~ a Buenos Aires la
terceros que pretenden apropiarse de ellas ostentando títulos pero no 1 "París" latinoamericana? Tiempo atrás, el escritor mexicano Carlos
emostrando la posesión {/"inllls dOll/iJli. Constituye una gran reivindica I ~ Fuentes fue muy aplaudido al sostener, no sin graál e iro!Úa, que "los
ón el hecho de que 105 indígenas podamos detener desalojos interpo mexicanos descendemos de los aztecas, los peruanos de los incas y los
:endo el Derecho indigena, que es anterior a la conformación de! Es 1I
I ~.
argentinos... de los barcos". Todo e! mundo festejó el aserto y asumió
do nacional. corno muy obvio que se trataba de los barcos (!ue transportaron las
No nos desprenderemos de nuestras tierras tradicionales, bosques, ingentes y sucesivas oleadas de inmigrantes europeos, desde la se
;uas y demás recursos naturales, mientras no perdamos la conciencia t gunda mitad del siglo XIX y en adelante. Parecía sancionada, ahora a
: pertenecer a pueblos indígenas con economías naturales, es decir, nivel continental, una verdad cuidadosamente construida por las clases
ientras sigamos produciendo, distribuyendo y consumiendo lo que dirigentes rioplatenses, primero, y profundamente incorporada por las
mbrarnos. Para una vida razonable seguimos luchando con la fuerza
clases populares, después.
le nos han legado nuestros mayores, r en esa senda que estamos tran Hoy, nosotros sostenemos que esos ban'os allldw también a los navíos
ando "no habrá nube que tape al sol que estarnos buscando". esclavistas que arribaran a Buenos Aires cuando ésta era una activa plaza
del tráfico "negrero" Y cuyo apogeo se verifica durante la segunda mi
tad del siglo XVIII.
El historiador argentino Rodríguez Molas llevó adelante un por
menorizado estudio sobre las actividades de tos esclavistas porteños,
entre los que podemos señalar a Marún de Álzaga, Casimiro de Oyuela,
Benito Olazábal, t\tigucl ~1arcó del Pont, Miguel Hernández (abuelo),
Tomás O'Gorman. Apellidos considerados "ilu~te;' -p¿;rd~stablih
159
158
/JImty sin duda ubicados entre los Padres FunJaJo n:s de la N:lcionalidaJ. d interio r de Sudamérica mediante puerto s Je transfen:ncia el1 \'alra '
Entonces, gran parte de los argenÚflos descienJe Je los barcos ... esclavistas. raiso y Río de Janeiro.
Como planteamos en trabajos anteriores, la confrmai( ~ )(l Je Comu- Si:se efectúa d cálculo, para las tres ~-\.l1érícas, de que por cad:!
nidades Africanas y de Afrodescendientes en la Argentina es un' hecho africano llue llegaba \·i\'() a estas costas, cinco perecían por inanición,
cierto y pobrado que se lleva a cabo en tres momentos históricos precisos: diarreas, deshidraracÍ<'>n, suicidios () cruddísimO!i castigos, se hall;¡ que el
td ¡¡co esclavista le PW\'OCÓ a .\frica una sangrienta exacción de m:b
~rimeo, a partir de de Escla\'i:aJos" en el ~a T~ta Africano~ de.(¡().()()().(J()(J Je per s ()nas;~· a Europa, su extraordinaria exp;¡nsión
~ ~I, Y con su consolidaclOn durante los siglos A\ JI r X\'l11. industrial y económica . Para abundar en este sentido, es fundamentall;¡
Según el historiador nigeriano Joseph Inikori, son treinta millones obra del guyanés \\ 'altn Rodner, DI' ",jJ/lo Europa subdesarro/fó a Afrim.
(30.000.000) los individuos traídos de África hacia Ami:rica en esas En el caso de la .\rgcntina, centenares de miles de hombres y muje-
condiciones y durante dicho período. El desequilibrio demográfico, res esclavizados ingrcsaron por el puerto J e Buenos Aires)' fueron
social, cultural y económico que esta mutilación acarreó a los países trasladados por tierra a distintas plaza:s del interior, llegando incluso
africanos constituye un caso sin precedentes en la historia mundial. La hasta el :\Ito Perú. Ll n número bien significati\·o se reservó para el tra-
razón de esta forzada y vergonzante migración fue sen'ir a las necesida- bajo doméstico, artesanal y ruralcll el territorio de Buenos Aires. Traba-
des de mano de obra de los colonizadores europeos: efectivamente, jaban también fuera de la casa como talabarteros, pasteleros, ebanistas ,
hasta el siglo XIX, la plantación agrícola)' b extracción mincra consti- plateros, I:l\'andl'l'as, pcones o maestros (k música, generando así el
tuyeron las bases de la economía iberoamericana y, a tra\·és de éstas, el sustento de la o!igarlllúa criolla.
sustento para las coronas espariola y portuguesa. Durante las Gobernaciones de .luan ~Ianud de Rosas (1829-1832 y
La ¡\mérica hispánica r portuguesa arrebató y esclavizó seres hu- 1835-1852), principal jefe político de Buenos .\ires y de los partidarios
manos principalmcnte de :\ frica Occidental, constituyendo la Islas de del régimen federal. pareció \'Crificarse un cierto auge de la comunidad
Cabo \'erJe ell'ntrepueslO de comercio hwnano más impurtante hasta negra de Buenos ..\ires, lllle rondaba en ese período alrededor del 30%
d siglo X\'ll, l'poca l'n llLle comenzó a tratlcarse directamente desde las de la población total. t -:1 Gobernador asisóa regularmente con su fami-
costas africanas hacia las ' \l11éricas y el Caribe. lia a los candombes negros.
Otro estudioso a fricano, el historiador Okon Edet Vya, también
nigcriano, estableció lJLle los individuos provenientes de Guinea Septen- 0 n el segundo momento histórico se registra la llegada de los
trional y t\lcridional fueron mayoáa (aunque no absoluta) en el Caribe y inmigrantes cabo \'crdeanos, provenientes de las Islas de Cabo Verde,
,\mérica central; de la misma manera, los yoruba y ewe (de Nigeria )' África Occidental, ljuienes comenzaron a arribar desde fines del siglo
'1 ()go), el1 Brasil. XIX y hasta mediados del siglo XX: si bien su migración hacia esta parte
,\ la vasta familia lingüística bantú, brillantemente estudiada por el dcll1111l1llo no fue forzada como la de otros africanos durante los si-
doctor Daniel I\futombo, Je la República Democrática dd Congo, glo:; prl'cedl:1Hes, sí fue forzosa a causa de las condiciones de hambre y
pertellecell los angolci1os y congoleños, que fueron los grupos mayori- l11i:-;\....ía )' la ralta de perspectivas, impuestas por la administración colo·
tarios en Clúle, Perú, Uruguay y Argentina. nial portuguesa. Esta comunidad suma en la actualidad alrededor de
1': /1 síntesis, suman alrededor de 12.000.000 los africanos ljlle des- 15.(XJ() integrantes.
l'mbarcarnn sólo en el área de Latinoamérica. B/leoJ / 1;r . ~y M()lIkI idl'f) JI' J ¿
t Q':n tercer lugar, durante la segunda mitad del siglo XX, sobre.-
((JIIJli l/!)'t:WII en los pucr/os más importantes de/At/álltú-o SI/r,)' surtieron toJo
todo a partir de ladécada de los años de 1990, ~e produce una nueva
160
161
~ ':~ ~t ~ ~ ¡ ~ :~ -:~ ' ~ . ~ ;~ r: : - ~ ~.; ;- ,-.- .¡-o--:: ' , ~ "' . " ' . ; ; ~ . ' ; -i '~ ~ ' , -' .. ~: :; :'0.::r ~r ~ ~ ~ :~?". - ?;: ~'! :- rli:; ;:J ~: :{ ' g!7' t -:'!"~ - -; - -;.~ -
•
. _ -
Comunidad ,'ístó~a
~ .... ,.
y orqanl x a c lón pol'rtlca
162
163
, ...... - - .......... - ~a:rn'fdp ...... - - - - -- - - -- "<:or/'!tJnlcr.ld rTn;tOITC<I T Ul .... "'~, ,.~ , ••• _
fundo, sutil y descomunal aporte afro a la cultura, a la sociedad y a la ción de la sociedad argentina de la época y revelan cifras tl11C hoy
iuentidad ha sido consrante e ininterrumpido prácticamente desde siem pueden parecer increíbles: en el censo de 1778 se \erifica que ell el
pre. Un reciente filme docur:nental, Negro Che, del director argentino noroeste argentino, en la zona de Tucwnán el 42% de la pobbción era
J
Alberto Masliah da cuenta de este hecho estética y éticamente, sin fisuras. negra; en Santiago del Estero la proporción eradeI54%. En Cata mar
ca, para esa misma época, el porcentaje de la pobl~n negra era del
52%; en Salta, del 46%; en Córdoba, del 44%; en Santa Fe, del 29 % en
''f..... Complicidad histórica colectiva en el escamoteo de la ~ndoza, del ~%; en La Rioja, del 20%;en San] uan, del 16%; en
r Identidad negro-africana
Jujuy, del 13%; en San Luis, del 9% (véase Andrews, Los afroargentillos de
Numerosos mecarusmos de illVÚibili),oáófI en la construcción de la
memoria colectiva a lo largo de la historia llevaron al falseamiento de
L Buenos Aires, Ediciones De La Flor, 1990).
Volviendo a los mecanismos de invisibilización, encontramos que
estas realidades, hoy largamente probadas de manera irrefutable. durante el período histórico de la Colonización y, más tarde, el de las
E.n Argentina, la invisibilidad del componente poblacional negro Independencias en América, se implementaron una serie de ideas y de
africano ha sido construida de manera meticulosa, se evidencia muy prácticas, plasmadas en los proyectos de nación, c¡ue eran ajenas a los
claramente a partir del período denominado de Orgaruzación Nacio Pueblos Originarios y a los contingentes de africanos esclavizados e
nal, después de 1853, y alcanza su culminación en los proyectos de la introducidos violentamente.
(;enCl':lción del '80: la idea era la de "blanquear" a la población como Estas ideas y prácticas eran profundamente discriminadoras}' reco
cOlldici(')() para el desarrollo y el progreso del vasto territorio nacional. nocen su origen en la política de las Coronas española y portuguesa, que
Esto se lleva a cabo a través del fomento intensivo de la inmigra valoraba sobremanera una supuesta "limpieza de sangre" y que ya ha
ción europea, sancionado en el artículo 25 de la Constitución Nacion:ll bía expulsado de su propio territorio a los pueblos musulmán y judío.
(artículo c¡ue todavía hoy puede leerse intacto en la Carta Magna, a El sistema esclavista, c¡ue racializó el infamante tráfico al identificar
pesar oe la reforma de 1994), la estricta restricciÓn de la inmigr:lci(')I1 lo casi definitivamente con los africanos negros, dejó improntas socia
africana y asiátic:l, y la negación oe la propia realidau de las COIllUIÚtLt les, culturales y educativas estigmatizan tes, las cuales aún subsisten. Por
ues :lfrodescnit~ e indigenas dentro del país. otro lado, al momento de la Independencia, las elites criollas dirigentes
Pero la negación es violencia: violencia inicial gellocídica ejercida no sólo evitaron la liberación de los individuos esclavizados, sino que
sobre los :: negros" y los "indios", denominaciones tales c¡ue surgieron también omitieron deliberadamente establecer cualquier lugar social o
durante la expansión mercantil eu.ropea para ubicar a la poblaci('1I1 dc medidas compensatorias para guienes durante más de tres siglos habían
las colonias en el escalór más bajo del ejército industrial: generado riquezas con su trabajo y habían construido las economías de
Violencia censuradora y represiva sobre la reo Jiscursi\'osimb(')lica sus "amos", impedidos de crear las propias.
de los grupos dominauos (léase afros y originarios) por los gruP()S Al ingresar en la nueva relación social, los gobiernos no desarrolla
dominanres de la burguesía local. Solomianski la denomina "domina ron políticas reparadoras para ese sector, que pasó a ocupar los estratos
ciún sunbólica" y es la serie de procesos que duplican la dominacic'1I1 más bajos de la sociedad capitalista.
primaria. Este aspecto está muy bien desarrollado en su libro ldm/idll/t'.' En términos de historiografia, tempranamente y de manera siste
J eerdas. La 1I~n't/{d . ,1 r;~el/iJ. mática, los textos de distintos niveles comienzan a hablar de "desapari
Siempre nos parece oportuno consignar alguno:; datos que, aUIll¡lIe ción de los negros" o bien se remite su preSen9!l_excJusivamente al
remiten al reóodo colonial, son bien ilustrativos acerca de la comros i periodo colonial. Los medios de comurucación multiplican esta ilusión,
164 165
:- :"",!:. . ~ ' . 'r. -= .. - . -- ,.1'" ~- ' .~ " ~Y :.'?- • '_- '-~.: : .... . .::. . "" .. : . ; •. . :".0": .... . ~ : - "' ,. ; . ": .....-;. ~ .:-; ~ •.~ ). ..... } :'~-,. "
l• ...J
exponiendo imágenes estereotipadas de los ~ombres y mujeres africa- sando por la ciudadana afroargentina Maria M. Lamadrid, quien en el
nos, mostrándolos en siruaciones siempre subalternas y ridiculizantes o año 2002 fue detenida en el aeropuerto de EzeÍ2a, acusada de portar un
bien como exóticos y/o extranjeros. El antropólogo Alejandro F rige- pasaporte falso, dado que "no podía ser negray argentind', según la funcio-
rio realizó un interesante estudio de las ilustraciones y publicidades de naria de rvfígraciones que dio la voz de alerta cuando Larnadrid se dis-
individuos negros en la publicación Carasy Caretas de fines del siglo ponía a viajar a Panamá, para asistir a un evento de Organizaciones
XIX y principios del XX, corroborando esta manipulación. Afroamericanas. Estos hechos aparecen muy gráficamente documenta-
Asimismo hubo, en los últiinos censos del siglo XIX, un falsea- dos en el docuinentalAfroargentinos de Jorge Fortes y Diego Cevallos
miento de las cifras referidas a los afroargentinos: se pasa de porcenta- (2002).
jes tan elevados como 50% o 60% en algunas provincias, a 1,2% o Lz Folklorización de los individuos de origen africano, acotados a lo
1,8% en apenas unas pocas décadas. Este dato se ve favorecido por un festivo o encasillados en el mundo de la música o del deporte, ámbitos
fenómeno que se da a lo largo del siglo XIX, en que se verifica un para los que estarían "naturalmente" destinados, según el imaginario
decrecimiento sostenido de los africanos y afrodescendientes, hasta que popular. A esto se unen la infantilizadón y la animalización a través de una
hacia fines de ese mismo siglo, el ingreso masivo de la inmigración imaginería grotesca y bizarra, ampliamente difundida en los medios de
''blanca'' europea hará bajar drásticamente, en términos relativos, la comunicación masiva. ¿Quién no recuerda la serie televisiva Tarzón, en-
población negra e indígena en todo el país. tre otras, en la que un ''blanco'' europeo es el rey de la selva (el dueño
Siguiendo esta tendencia, en los documentos oficiales, la gama de la de casa, digamos) y los nativos africanos aparecen como un grupo indi-
población anteriormente denominada "negra", "parda", "morena", ferenciado de seres infantiles y temerosos que apenas dominan la lengua
"de color», pasó a determinarse como "trigueña", vocablo ambiguo (del colonizador)? .
que puede aplicarse a diferentes grupos étnicos o a ninguno y que con- Lz Nacionalizaciótr. se da el fenómeno de la "argentinización" de las
tribuyó a la invisibilización de colectivo negro. Las organizaciones expresiones y aportes culturales afro, apropiándoselos y quitándoles su
afroargentinas definen como de "desaparición artificial" a este proceso, pertenencia étnica, cuando en otros casos nadie abjuraña de las influen-
ya que para fines de 1887 el porcentaje "oficial" de afrodescendientes cias europeas, éstas más bien serían resaltadas. Es muy claro el caso del
es de 1,8%. A partir de ese momento, ya no se informa sobre este dato vocabulario de origen africano en el castellano del Río de La Plata,
en los censos. proveniente mayormente de la familia lingüística bantú (batuque, bom-
No obstante, es muy importante seruuarque, si bien la disminución bo, bujía, cafúa, dengue, mandinga, mina, mondongo, ramango, maro-
de la Comunidad Afro es un hecho real, no es legítimo hablar de "des- te, matungo, tarima, tata, etc.) y de la milonga, el tango y ~ candombe,
aparición de los negros", como lo hicieron las clases dirigentes, los inte- entre otros ritmos populares.
1.ectuales y hasta el común de la gente, desde fines del siglo XIX. El Genocidio Cllllllra/'.a través del racismo historiográfico, por la au-
Desde ese período ya lo largo de los siglos XX y XXI asistimos a sencia de lo afro en los libros, y de la obliteración deliberada de la
los siguientes y reiterados fenómenos: presencia negra en todos los ámbitos de la sociedad.
Lz Extra1!ierizaciótr.. desde Domingo F. Sarmiento, quien sostuvo en ElSi/enciamientoy el OlvitÚ!: durante décadas, s e evitó hablar del tema
su época que para ver a un negro había que trasladarse a Brasil, hasta en aras de una supuesta identidad única y nacjonal. El negro ha sido
Carlos S. Menem, que argumentó muy suelto de cuerpo en una entre- siempre "el hombre invisible" de nuestra historia.
vista en el exterior, que en la Argentina no había negros y que ése era un El mito (sempiterno y mentiroso) del crisol de raiflS, anteriormente, y
"problema" de Brasil (nuevamente, y en boca de-dos-pre-sidentes), pa- el de la divmidad, ahora, no hicieron sino ocultar -por generalizantes-la
166 167
"'!-. . _"-'.~ ..... ' ..,.
_________________ c"u~ .. _i.IC-v~a, í ~" - - ~ .
muy elevada proporción de componentes afros e indígenas, eliminan- Existían también los grupos integrados po r lo s haussa, yoruba ,
do el derecho a la diferencia y fomentando la desigualdad. milla y mandinga, yue constituían en núme ro, el segundo en impo rtan-
El Uso irrupollsable dellenguqje: a menudo escuchamos que situacio- cia . En el aspecto i:eligioso, estaban isbmizad os y las au{OriJadcs po ne ·
nes adversas son catalogadas como "negras". El trabajo sin aportes ñas los mantenían muy controlados y reprimidos r o ~quc, SOS CL'IU:lIl , :,C
jubiJatorios o no declarado es "trabajo en negro"; la corrupción)' J;¡s reunían para conspirar. Ese mismo grupo había encabezado d in:r:;;h
actitudes mafiosas son atribuidas a una "mano negra"; una jornada rebeliones en todo el continente, lo cual contradice la absurda iL!c;¡ del
trágica es "negra" y claro, siempre hay en toda familia "una oveja supuesto bienestar de los africanos durante su cautiverio y su f;\ll1bi¿'ll
negra". supuesta pasividad y falta de oposición.
Conservaban la tradición de transmitir oralmente pro\'erbios y Cí-
bulas con fines didácticos.
'p Configuración Institucional de la Población Neqra '/. Las Cofradías, de carácter religioso, constituyeron o tra fmma de
en la Arqentlna organización de los afro. Sin embargo, estaban fuertementc c()lItroad~
Las Comunidades Africanas y de Afrodescendientes en el país han y fiscalizadas por la Iglesia Católica. Las autoridades obligaban a l o ~
desarrollado estrategias de resistencia, que se caracterizan por su conti- esclavizados a concurrir, so pena de ser castigados : la funció n Je las
mudad y persistencia en el tiempo:. hubo y hay una lucha sostenida, cofradías fue estrictamente religiosa y consistía en la \Tl1eraciún \' el
constante, a veces soterrada, otras más evidente, pero siempre vigente, cuidado de vírgenes y santos. En muchos casos esto resultó un medio
contra la opresión, la desigualdad, la ruscrirrúnación y la explotación. por el cual los africanos adoptaron aspectos externos de la cultura occi-
Una de esas formas de resistencia está dada por la búsqueda Je la dental, pero con otros fines y significados. Desde ot ro punto de vista ,
asociación y el desarrollo de actividades con un fin en común. El punto se denominó sincretismo a este suceder.
de partida de las formas organizacionales que se dieron a sí mismos los ..¿. Las Cofradías comenzaron a funcionar en el siglo XVII r :llguna:;
africanos y sus descendientes son las Naáo1/es, muy bien estudiadas por de ellas fueron San Francisco Solano, San Benito, San lhhasar y Nuestl ~1
R. Molas. Se denominaban así, durante el periodo de vigcncia de la Señora del Rosario. Cada CofraJía dependía de alguna iglesia en parti-
esclavitud, a las sociedades que reuruan a los africanos de un mismo cular: así la de San Baltasar lo era de la iglesia de la Picdad. Paralela-
origen geográfico y lingilistico. El grupo que hablaba lenguas de la fa- mente, los negros debían utilizar un cem<.' tHerio Jis tanciado del ue los
milia bantú era el más numeroso en Buenos Aires y sus integrantes pro- blancos. Hace pocos años se descubrió UIl cCl11cntario afro en la ubica-
venían de Congo, Angola y de la costa este de África. ción de la actual Plaza RobertoArlt, en Pied ras y RivaJavia, de esta Capi-
"'1> Dentro de estos, los congo eran mayoña y su sede se ubicaba en la tal. Está siendo objetq de estudios arqueol()gicos (Schávelzon: 2003).
actual avenida Independencia, en el área de San TeImo. Se realizaban )¡: Los africanos y sus descendientes sobrevivieron lo más dignamente
actos ceremoniales como coronaciones y cortejos, se dtamatizaban que les fue posible dentro de esa continua interacción de relaciones de
guerras interétnicas o acciones colectivas de caza, manteniendo viva la dominio, subordinación y lucha..Y siempre que pudieron aprovecharon
llama de la cultura africana. Existían otras Naciones como la Nación todos los caminos para superar su condición de esclavizados, primero, y
angola, benguela, los cabinda, lubolo, loango, mozambique, masinga, de marginados socialmente después. Uno de esos caminos era el ingreso en
seda, quipara, anzá, camundá, canguelá, mujumbí y lumbí. Entre sus el ejército, con la promesa de la libertad, luego de cinco años de senricio.
principales objetivos estaba el de recaudar fondos para comprar la li- Ellos participaron en todas las acciones bélicas de la Argentina: en
bertad de sus miembros. vigencia de la esclavitud, llegó a ellas compulsivamente por medio de la
168 169
... - ..
~
.
- ~
.
-;r
'\
: " - ~
.
'- . ... . ..-: . .... '
...,- -....... ""-"'"-
culturales de origen africano y afroamericano y, al ITÚsmo tiempo, acti .\spiramos a dejar planteados d debate y el nece sario relc:\'a ll1i l' llto ¡·u
tudes de ac~ptión y curiosida'd por lo "Otro". Solomianskí observa t1.lro de las producciones ;\ rr ís I iC:l ~ l' intelectuales de)' .robre I1l\C~ (r:b Cn·
111L1llid:ldes.
"'- ' -- - , -172 . _-
\73
I
~ I~ ~7.=: ~ . ,. '. ~ r ,!):. ::- .... :-.~· l,"':; ; · - .... ···· .... ".7""···.,.. ... · - :·t ..:-r · ' - .~ . - .- '~ ..... . : .... ,_: " '- 'P" ~' . '_ ' - _ - _ ' ._ ' ___ '~ ..... ... .~ _l _ _.__...._
~
Cuadernos del IPL
~ ...
Comunidad histórlc .. y orqanlz·.. clón pO lÍ tica
CORCl'ERA IHÁÑl'.z, Mario, Palabray realidad, tradia"óny /itlratura oralen Africa "'gra,
FEIC, Buenos .\.ires, 1991.
FRlt;I:'RIO, Alejandro, "La imagen del negro en la Argentina de principios de
siglo", ponencia presentada en el Primer Encuentro de Culruras Afro-Ame-
ricanas, Buenos Aires, agosto de 1991.
GOI.OHERti, Marta, "La población negra y mulata de la ciudad de Buenos Aires,
1810-1840", en Duarrollo EI'Onómiro, abril-juruo, 1976, v. 16.
GOMI'$, ~firam \~, '~puntes para una historia de las Instiruciones Negras en la
Argentina" (pp.401-428), en PICOTn, Dina V (compiladora), El Ntgro ellla
A'J!lllil/a. Prrs",day NtgadólI, Editores de América Latina, Buenos Aires, 2001.
GOMES, Miriam V., "La participación de los negros esclavizados, libertos y libres
en los ejércitos del Gral. San Martín", ponencia para Primer EnC\lentro Ar-
gentino y Latinomericano: "Vigencia del Mensaje Sanmartiniano", Junta
Buenos Aires del Congreso Anfictiónico Bolivariano, Buenos Aires, sep-
tiembre de 1999.
IN<alNIEltos,)osé, LA 10l"ura", laAr,gl1lh'lIa, Cooperativa Editorial, Buenos Aires,
1920.
LE<:HINI DI"\ ÁI.VAREi'.. Gladys, LAr Rllaa"oHtJ Argt/lia-Sdáfn:~1 dudt 1/ ProCIJo
harta M,I/,m, Ediciones Cerir, Rosario, 1995.
LH\oRr.lRO, Maria Cristina de, ¿No hay "'.groJ' argel/tilloJ'?, Editorial Dunken, Bue-
nos Aires, 1999.
MAnilA bl, PmnCA, ~[:1rta, "La Migración Caboverdeana hacia la ;\rgentinn", en
Traba/hor di Alllrop%gia I Etll%gia, Portugal, t 986.
174 . .- - - __ _ o
175
<.:uad"rnos d'" IPL
:'\ 1li t I~ : , ,-\LiCla, "Blanquear Buenos ,-\ires", cn ~'I{kir)l/<, l ' rlga~' , 1996,
Ü l¡ I TI . Olll ·./lll;' ), ):¿~ro, , '-lJp~dOS d~ la Cul/uro ,'l!rl.wla <'11 d &0 de la Pla/a, Plus
Llrra, But'no~ ,\In:" l 'r~ , Pal/or""lcJ .,-l(n,,,,,o, Organo de Información del
Parrido ,-\ fricano da lllJ¡:pcnJcllcia da Gwne e Cabo Yerrde, año 1, n° 1 y
n° ~ ,
PiI¡ .nl, Dma \'" L p""" ',,,itl (1/i7 I,/II" I'I/I/"<,... /r,, idm//(/ad, Editonal Del Sol, Bue-
nos _\ires, 1998,
R,JI) ,\~I)(i'.S Georgl',/.IJ.o'- !Ii ' /J " ~ · ~"/¡ (J", dI' HI/'l/Ili _, li"'J', Edicone~ de La Flor,
Buenos ,-\ire~ l 'J')ll
R, )\1r-;I'.Y, \X'alter, D,' ,alIJO /:'IImf'u .. "/Ji/,,.. armlld a / lí¡'Ú'<I. Siglo \ 'cinrillllO Ediron:~,
:-'léxíco, 1982,
S.\R~Ii'NTU, Domingo 1'" CilllllidOi J (Imu'I/i,I,,' t!~ la..- ra:;.ai eJI / 1",,:ri,'cI, BlIeno$
.\ires. 1883,
Su 1.\ VI:I ./,( IN, Dame!, Hllmo..- ,,'iru .\'~gra: Arq"M¡'~ia HiJlórú'tJ de "l/a ,"/",/"d Jilm-
d"d", Emecé Editores, HlIeno~ ,-\ircs. 2()fl3,
S, )1.( )~I \ ,.;SKI ,\lciandro, [denlid"do J (,Tri",., U i\'rgrillld Argel/lillli, \ -úcrho, Ro-
suio, 2003 , Sowelo lnforllla, año 1, n" 2, 1987,
en, Okon Ede t, Húlori" dr fa uda/lilud /legra m {,Ij' Amin'clif)' ef C"ribe, Edirorial
17b
- - ._._." .. ..- -