Universidad Nacional Autónoma de México: Programa de Maestría y Doctorado en Arquitectura
Universidad Nacional Autónoma de México: Programa de Maestría y Doctorado en Arquitectura
Universidad Nacional Autónoma de México: Programa de Maestría y Doctorado en Arquitectura
Título de la tesis:
Vivienda rural y entorno para reducir los efectos
negativos en la salud de los habitantes.
Modelo de evaluación Ocuilapa de Juárez, Chiapas
INSTITUTO
DE INVESTIGACIONES
HISTÓRICAS
2011
UNAM – Dirección General de Bibliotecas
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Título de la tesis:
Vivienda rural y entorno para reducir los efectos
negativos en la salud de los habitantes.
Modelo de evaluación Ocuilapa de Juárez, Chiapas
INSTITUTO
DE INVESTIGACIONES
HISTÓRICAS
2011
Título de la tesis:
Vivienda rural y entorno para reducir los efectos
negativos en la salud de los habitantes.
Modelo de evaluación Ocuilapa de Juárez, Chiapas
2011
i
ii
Director de Tesis:
iii
iv
Dedicatorias:
Agradecimientos:
v
vi
Contenido
Páginas
Resumen………………………………………………………………………………………………………………... 3
Abstrac………………………………………………………………………………………………………………....... 4
Introducción………………………………………………………………………………………………………… 5
Capítulo 1. Antecedentes……………………………………………………………….………………... 15
1.1 Contexto mundial………………………………………………………………………….……………. 15
1.2 Contexto de América Latina y el Caribe……………………………………….………… 20
1.3 Contexto nacional……………………………………….……………………………………………… 21
Capítulo 2. La vivienda rural en el estado de Chiapas…………….……........... 30
2.1 Características y condiciones de la vivienda rural……………...………….………. 30
2.1 Condiciones del desarrollo social……………………………….………...………….………. 35
Capítulo 3. Marco teórico - conceptual……………………………………………………. 41
3.1 La vivienda………………………………………………………………………………………………….. 41
3.2 La vivienda y la salud………………………………………………………………………………… 46
3.3 La vivienda, factor de riesgo o agente de salud……………………………………… 49
3.4 Salubridad en la vivienda…………………………………………………………………………… 54
3.4.1 Mecanismo de transmisión de enfermedades y su control………….. 55
3.4.1.1 Las aguas residuales domésticas……………………………………………. 57
3.4.1.2 Los residuos sólidos………………………………………………………………… 60
3.4.1.3 Los residuos gaseosos……………………………………………………………... 65
3.5 La vivienda y el entorno saludable……………………………………………………...…… 67
3.5.1 Los principios de la “vivienda saludable”……………………………………... 73
3.6 El agua y saneamiento, impulsores del desarrollo humano…………………... 75
3.7 Calidad de vida como parte del desarrollo……………………………………………… 80
3.8 La vivienda como indicador del desarrollo social………………………………….. 83
3.8.1 La vivienda, elemento condicionante de marginación………………… 84
3.9 Concepto de desarrollo sustentable………………………………………………………….. 86
3.9.1 Desarrollo sustentable en lo local…………………………………………………… 90
3.9.2 Salud y desarrollo……………………………………………………………………………... 92
1
Contenido
Páginas
Capítulo 4. Modelo de evaluación de las condiciones de la vivienda
94
rural y el entorno
4.1 Proceso de abordaje de la problemática planteada………………………………… 94
4.2 Dimensiones y variables para la evaluación y control……………………….…. 100
4.3 Modelo de evaluación de las condiciones de la vivienda rural y el……..
126
entorno (MECVE)
4.3.1 Parámetros, rangos de calidad e instrumentos……………………………… 130
4.3.2 Análisis de la interrelación de variables planteadas en MECVE 159
4.3.3 Propuestas de solución…………………………………………………………………….. 166
Capítulo 5. Caso de estudio: Ejido Ocuilapa de Juárez, municipio
174
de Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas
5.1 Antecedentes………………………………………………………………………………………………. 174
5.1.1 Estudios previos realizados…………………………………………………………………… 176
5.2 Proceso de aplicación del modelo y obtención de información…………... 184
5.2.1 Considerandos para la selección de la localidad por analizar…….. 184
5.2.2 Análisis estadístico por muestreo…………………………………………………... 185
5.2.3 Determinación del tamaño de muestra………………………………………….. 185
5.2.4 Discusión de los resultados obtenidos en la localidad………………… 188
5.2.4.1 Estimación del tiempo de emisiones de humo (CO) por…
219
el uso de leña
5.3 Interpretación gráfica de resultados obtenidos/propuestas de solución 225
5.4 Aplicación del MECVE a 5 viviendas de Ocuilapa de Juárez………………. 242
5.4.1 Análisis en el “tiempo cero” (t0)………………………………………………..…… 242
5.4.2 Análisis en el “tiempo uno” (t1)……………………………………………..………. 249
5.4.3 Presentación gráfica de resultados; t0 y t1………………………..……………. 259
5.4.4 Consideraciones finales…………………………………………………..………………. 283
Capítulo 6. El modelo propuesto (MECVE) en el contexto………..………..
285
internacional
6.1 Antecedentes…………………………………………………………………………………………..…… 285
6.2 Modelos similares de intervención…………………………………………………………... 286
6.2.1 Análisis comparativo del modelo MECVE con los instrumentos 293
Conclusiones…………………………………………………………………………………….………………….. 295
Referencias bibliográficas……………………………………………………………………………… 305
2
Resumen
Esta investigación analiza las condiciones de la vivienda rural y su entorno habitacional inmediato,
con el objetivo de identificar, atender o controlar en lo posible, las causas de riesgo a que se exponen
las personas a contraer enfermedades que afectan su salud. El estudio está dirigido a las personas de
bajos ingresos económicos del medio rural, que debido a su condición socioeconómica tienen
dificultades de acceder a los servicios de agua y saneamiento convencionales y habitan en viviendas
precarias con severos problemas de insalubridad, hacinamiento e inseguridad; asimismo, se
seleccionó como caso de estudio al Ejido Ocuilapa de Juárez, municipio de Ocozocoautla de
Espinosa, Chiapas, y, en forma específica, a 5 viviendas de esa comunidad. La investigación se
fundamenta en los principios básicos de la vivienda saludable, la sustentabilidad y los relacionados
con los elementos que condicionan a la vivienda y su entorno para que las personas satisfagan
adecuadamente sus necesidades biológicas, sociales y sanitarias básicas.
Palabras claves: Salud, vivienda rural, vivienda saludable, sustentabilidad, traspatio, MECVE,
evaluación, trasformación, control, Ocuilapa de Juárez, Chiapas.
3
Abstrac
This research analyzes conditions of rural housing and its immediate housing environment, with the
aim of identifying, attending or controlling as much as possible the risk factors through which people
are exposed to diseases that impact their health. The study was developed considering low income
people in rural environments, who due to their socioeconomic condition find it difficult to access to
water and sanitation services and live in poor houses, with severe hygiene problems, crowding and
insecurity. In the Ejido Ocuilapa de Juarez, municipality of Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas,
specifically five houses were chosen as a case study. The research is based on basic health and
housing principles, sustainability and those related with elements that condition housing and its
environment so that people successfully satisfy their physiological, social and sanitary needs.
The approach of the previously described set of problems is proposed through the Model for
Evaluation and Integral Control of the Conditions of Rural Housing and the Environment (MECVE
from the acronym in Spanish), which integrally considers five dimensions: socioeconomic aspects,
physical-spatial, basic services, management of waste and environmental components, and the
interrelation of these with people’s health and environmental quality. The above required setting
variables, indicators, parameters and ranges of quality.
The proposed MECVE is systemic and is made up of three phases: entry, processes and exit. In the
first, the evaluation of housing conditions and their immediate environments is considered at “zero
time”; this allowed the identification of health risks and environmental pollution. The succeeding
phases refer to follow up and control of the transformation required in achieving the quality set for
healthy rural housing (VRS from the acronym in Spanish) in the exit phase, which is presented in this
work, alternative solution systems with appropriate options, are proposed to obtain sanitary,
environmental and economic benefits, to favor rural families. The MECVE, which evaluates and
controls through time the proposed quality for the VRS as the alternative systems of solutions, has the
intention to guarantee the sustainability of the VRS, and additionally contribute to the conservation of
the natural ecosystems and the environmental quality of the surroundings, so essential for the
preservation of public health.
Keywords: Health, rural housing, healthy housing, sustainability, backyard, MECVE, evaluation,
transformation, control, Ocuilapa de Juarez, Chiapas.
4
Introducción
Según las cifras del INEGI (2005), el estado de Chiapas tiene 916,832 viviendas, que incluyen las
zonas urbanas y rurales, de las cuales 28.9% no cuenta agua entubada, 21% no tiene drenaje y más
del 10% no cuenta con retrete; también, se señala que 27.2% de los habitantes acarrean el agua de una
llave pública o de otra vivienda, lo cual indica que 1.7% (más de 15,500 viviendas) no dispone de
este servicio, por lo que el agua la obtienen de otra fuente de abastecimiento o se ven obligados a
comprarla.
Respecto a los espacios disponibles, 33% de las viviendas cuentan con 2 cuartos, uno de éstos es
cocina, y 14.6% tienen un sólo cuarto; asimismo, Chiapas registra 4.7 habitantes en promedio por
vivienda, por encima del promedio nacional establecido en 4.2. En cuanto a las características de los
5
materiales usados en la construcción de las viviendas, de acuerdo con el INEGI (2005), son: 30.05%
tienen piso de tierra, 47.9% cuentan con paredes de materiales ligeros, naturales y precarios de baja
durabilidad, de los cuales, 23.16% con muros de madera, 14.17% con adobe, 4.59% con embarro y
bajareque, 2.58% con carrizo, bambú y palma, 1.93% con láminas de asbesto o metálica, 0.88% con
láminas de cartón y 0.60% con material de desecho; además, 50.07% de las viviendas están
construidas con techos de láminas de asbesto o metálica, 16.93% con teja, 5.51% con lámina de
cartón, 3.48% con palma, tejamanil y madera, y 0.24% con material de desecho.
Otros aspectos importantes que registra la Entidad, son: analfabetismo con una población de 21.3%,
tasa de natalidad con 22.2% y población menores de 15 años con 35.9%; en el primer caso, Chiapas
ocupa el último lugar nacional y en los otros dos ocupa los primeros lugares. En salud, de cada 1,000
niños menores de un año mueren 24, cifra por encima de la media nacional con promedio 18; también
destacan las enfermedades infecciosas intestinales y la influenza y neumonía, que se ubican en los
lugares 8 y 7, respectivamente, de acuerdo con las principales causas de defunción registradas en
Chiapas; estas enfermedades están relacionadas con las condiciones de las viviendas y el entorno
inmediato (INEGI, 2006).
Según el Consejo Nacional de Población (Conapo, 2005), la población registrada más pobre del
sector rural se localiza en las localidades con los grados de marginación socioeconómica “Muy Alto”
y “Alto”; este indicador relaciona las privaciones que tienen los habitantes de estas localidades
respecto a la educación, las condiciones de sus viviendas y la carencia de bienes. Al respecto, del
total de municipios del estado de Chiapas, 110 registraron que se encuentran en esta condición en el
año 2005, ocupando el segundo lugar nacional sólo por debajo del estado de Guerrero. Del mismo
modo, la estimación del Índice de Desarrollo Humano (IDH) establecido por el Consejo Nacional de
Población (Conapo, 2006), con base en la información estatal y la clasificación del PNUD (ONU,
2005), a nivel nacional Chiapas ha permanecido en el lugar 32, el último en todo el país; este
indicador evalúa la situación socioeconómica de la población, referida principalmente a las
condiciones de salud, educación e ingresos; asimismo, de los 100 municipios que registraron el IDH
más bajos en todo el país, 28 se encuentran en la Entidad.1
1
Según el gobierno del estado de Chiapas, la pobreza extrema en la Entidad es tres veces mayor que el promedio nacional
y el 75% de los habitantes se encuentran en situación de pobreza de patrimonio. Plan de Desarrollo Chiapas Solidario
2007-2012, Gobierno del estado de Chiapas.
6
El grado de marginación y el IDH advierten que la población registra alta marginación social y en
extremo precaria, afectando la calidad de vida de los habitantes. En este sentido, la pobreza se
acentúa más en las zonas rurales en donde se registra que cerca del 80% de la población se encuentra
en condiciones de pobreza extrema (Conapo, 2005), y prevalecen principalmente los siguientes
aspectos: analfabetismo y deserción escolar, y viviendas sin los servicios de agua entubada, drenaje,
energía eléctrica, con pisos de tierra y presentan algún nivel de hacinamiento.
Por otra parte, en el estado de Chiapas existen 19,386 localidades en todo el territorio, de las cuales
14,346 (74%) tienen menos de 100 habitantes. Esta dispersión poblacional aunada a las características
orográficas del territorio,2 estimulan la marginación y el rezago, ya que limita a las localidades al
acceso de equipamiento y de infraestructura que incluye los servicios básicos de agua y saneamiento,
impidiendo significativamente el desarrollo económico y social en menoscabo de la calidad de vida
de sus habitantes. Lo anterior conlleva a que las localidades dispongan de poco agua, limitando la
higiene personal y el agua para consumo, y no cuenten con drenaje, propiciando la defecación al aire
libre. Y si además, se incluye las precarias condiciones de las viviendas: pisos de tierra, uso de
materiales de mala calidad e incluso de desecho, escasa distribución espacial y deficiente ventilación;
estos aspectos constituyen factores importante de riesgo que influyen negativamente en la
preservación e incluso la restauración de la salud de las personas.
Quienes poseen viviendas con características y condiciones similares a las antes descritas,
comúnmente son las familias que tienen bajos ingresos económicos. Al respecto, en Chiapas, 58.8%
de la población económicamente activa tienen ingresos inferiores a dos salarios mínimos y 15.2% no
recibe ingresos, que corresponde a trabajadores dedicados a actividades de autosubsistencia (INEGI,
2006). Con tales ingresos es de esperarse que las condiciones de la vivienda y los servicios sean
inadecuados. En este sentido, destaca la población de bajos ingresos económicos que vive en el medio
rural, que por esta condición se alojen hacinados en viviendas de baja calidad, construidas por ellos
mismos sin cumplir normas mínimas y usando materiales que provee la naturaleza; asimismo, existen
pobladores que construyen sus viviendas con materiales industrializados de muy bajo costo, como
láminas de cartón, otros con materiales de desechos: cartón, plástico, láminas metálicas, etc.. En
2
El territorio del estado de Chiapas presenta una vasta variedad de paisajes, debido esencialmente a la diversidad de:
clima, suelos, vegetación y fauna silvestre, destacando la orografía caracterizada en 7 regiones fisiográficas: Llanura
Costera del Golfo, Llanuras Costeras del Pacífico, Sierra Madre de Chiapas, Depresión Central, Altiplanicie Central,
Montañas del Oriente, Montañas del Norte (Mulleried, 1957)
7
ambos casos, se observa un alto número de viviendas rurales que están parcial o enteramente
desconectadas de las redes de servicios básicos para el abastecimiento de agua y la evacuación y
disposición de residuos orgánicos. Debido a estas circunstancias, en ocasiones las familias tienen que
recorrer distancias considerables para obtener el agua, que servirá para beber, cocinar y lavar algunos
trastes, con el riesgo que esté contaminada; asimismo, la tarea de recoger leña, su única fuente de
combustible para cocinar, se torna complicado por las distancias que deben recorrer, además de
soportar el peso durante el transporte hasta la vivienda.
Vivir en condiciones sanitarias inadecuadas propicia que la higiene sea extremadamente precaria,
ocasiona que las viviendas tengan fácil acceso a los vectores que se reproducen entre los desperdicios
que suelen existir en los alrededores. Por la ausencia de agua corriente para el aseo personal, sin baño
ni muebles sanitarios para la disposición de las excretas, predispone a que las personas defequen al
aire libre y el agua de consumo la obtengan, en el mejor de los casos, de depósitos cercanos o de
arroyos, lagos o ríos que en ocasiones tiene severos problemas de calidad para el consumo humano.
Respecto a las aguas superficiales o de pozo que usan las personas para consumo, frecuentemente no
están sujetas a tratamiento microbiológico. Por otra parte, el entorno resulta perturbado por materia
en descomposición, aglomeración de residuos domésticos y los generados en las actividades propias
del medio rural, ya sea en los predios o en el entorno inmediato a la vivienda –el traspatio–,
existiendo, olores fétidos, proliferación de insectos y otros vectores que pueden constituirse en
reservorios y transmisores de enfermedades.
Las familias que habitan estas viviendas, básicamente son campesinos o indígenas, que han vivido
bajo estas condiciones durante mucho tiempo, y que afrontan los problemas de insalubridad,
hacinamiento e inseguridad, exponiéndose a contraer enfermedades diarreicas agudas (EDA),
infecciones respiratorias agudas (IRA), entre otras, que afectan con mayor severidad a los grupos
vulnerables conformados principalmente por niños y ancianos;
En consecuencia a la problemática planteada, se presenta esta investigación que está orientada hacia
la búsqueda de respuestas y consideraciones para atender las causas o factores de riesgo a la salud a
que se exponen los miembros de las familias de bajos ingresos económicos que habitan en el medio
rural, específicamente, las relacionadas con las condicionantes de la vivienda, el uso del agua, el
manejo de los residuos orgánicos e inorgánicos, tanto en el interior de la vivienda como en el entorno
inmediato. La investigación se fundamenta en los principios básicos de la vivienda saludable y los
8
relacionados con los elementos característicos y condicionantes de la vivienda rural y su entorno
habitacional inmediato; también, se considera los elementos necesarios para que las personas
satisfagan adecuadamente sus necesidades biológicas, sociales y sanitarias básicas, y con ello atenuar
las tensiones existentes en la vivienda rural y su entorno inmediato, y reducir en lo posible los agentes
de riesgo en la salud de las familias.
9
Para el análisis de los problemas sanitarios de los habitantes, de acuerdo con sus actividades y
necesidades sociales, biológicas y sanitarias (salud, habitación, ambiente sano), ¿cuáles serían los
elementos, características, indicadores y parámetros que definen las condiciones que deben de
considerarse para una vivienda saludable en el medio rural, que permita acercarnos a la realidad y así
evaluar los factores de riesgo a la salud de los habitantes en ese medio?
Considerando que el sistema humano posee características similares a los ecosistemas naturales,
como la red trófica o niveles de alimentación, entre los cuales existen relaciones de dependencia y
determina flujos de energía para la subsistencia, ¿la construcción de un modelo sistemático integral
de manejo de detritos o residuos orgánicos e inorgánicos generados en la vivienda y en el entorno
habitacional, permitiría a los habitantes la obtención de beneficios ambientales y sanitarios para la
conservación de los ecosistemas y la reducción de los efectos de contaminación y riesgos a la salud?
¿La construcción de una nueva concepción integral de una “vivienda rural saludable”, permitiría
contribuir en la reducción de los factores de riesgos sanitarios a que se exponen los habitantes y en el
mejoramiento sostenible de las condiciones de la vivienda rural y su entorno inmediato, procurando
no sólo que los espacios sean funcionales y reúnan las condiciones apropiadas, además de la
seguridad y calidad en la construcción, sino también con el saneamiento del hábitat?, y considerando
que la carencia de educación impide el ascenso social, y debido a las pobres condiciones de vida y
trabajo que poseen ¿cuál sería la estrategia para que las familias rurales de bajos ingresos económicos
mejoren las condiciones de sus viviendas y su entorno inmediato?
10
condiciones físico-espaciales de la vivienda rural y en el entorno inmediato; elementos
característicos para mantener la condición de una vivienda rural saludable (VRS) que satisfaga
las necesidades biológicas, sociales y sanitarias, fundamentales para el desarrollo humano de
los individuos y grupos familiares.
11
base en los principios básicos de saneamiento para el mejoramiento en las condiciones de la vivienda
rural y el entorno inmediato. Los rangos de calidad varían del número 1 al 5; el número 1 (uno)
corresponde a la condición “excelente” (muy bueno), 2 “suficiente” (bueno), 3 “parcial” (regular), 4
“no cumple” (malo) y el 5 a la condición “crítica” (muy malo); también se plantean los rangos de
calidad que establecen las condiciones de una vivienda rural saludable (VRS), que varían entre 1 y 2,
es decir, entre excelente (uno: muy bueno) y suficiente (dos: bueno). Los rangos se establecieron con
base en parámetros y estándares con énfasis a los condicionantes de la salud señalados en trabajos
científicos presentados por las organismos de regulación internacional como la Organización
Panamericana de la Salud de la la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS, 1999) y la
Organización de Naciones Unidas (ONU), a través de la concepción de Vivienda Saludable (OMS,
1994) y los Objetivos de Desarrollo del Mileno (PNUD, 2006); asimismo, los referidos del estado del
arte que incluye incluyen las definiciones y temas relacionados, normas y reglamentos de regulación
nacional e internacional.
La fase de procesos está referida al seguimiento que debe realizarse de los indicadores, en un tiempo
diferente al inicial, “tiempo uno” (t1), y consiste en evaluar nuevamente las variables de cada
dimensión, con base en los rangos de calidad propuestos para garantizar la sostenibilidad de la VRS.
Este proceso está orientado a controlar las variables de acuerdo con la temporalidad establecida por
periodos futuros diversos; t1, t2, t3,… tn, que estarán en función a las prioridades, condiciones,
necesidades, recursos disponibles, entre otros.
12
Con el propósito de medir las variables planteadas, con base en el MECVE propuesto, se diseñó una
encuesta de 181 preguntas que tuvo como unidad de análisis la vivienda rural con una escala
territorial que comprende: la calidad de la vivienda y el entorno inmediato. Lo anterior, implicó
efectuar entrevistas profundas a los jefes de familia y señoras de casa, obteniéndose información
cualitativa de las condiciones de la vivienda y su entorno, así como resultados cuantitativos.
El caso de estudio seleccionado para la aplicación del MECVE, fue el Ejido Ocuilapa de Juárez del
municipio de Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas, localizada a 13 km al noroeste de la ciudad de
Ocozocoautla, por la carretera estatal Ocozocoautla–Apicpac, y a 31 km de la ciudad de Tuxtla
Gutiérrez, a través de la carretera de cuota Tuxtla Gutiérrez–Las Choapas. La población de Ocuilapa
de Juárez mayoritariamente realiza actividades primarias y registra un grado de marginación “Alto”,
referido a localidades censales según el impacto global de las privaciones que padece la población,
como resultado de la falta de acceso a la educación, la residencia en viviendas inadecuadas y a la
carencia de bienes de consumo. Las viviendas analizadas fueron de familias con ingresos menores a
un salario mínimo y entre uno y dos salarios mínimos, imposibilitadas por su condición
socioeconómica en aspirar a mejores condiciones en su espacio habitable y saneamiento.
En este trabajo de investigación se presentan los resultados obtenidos en Ocuilapa de Juárez, con base
en el MECVE y al “tiempo cero” establecido, lo cual permitió identificar los principales problemas de
la comunidad, mismos que por su importancia y magnitud, requieren ser atendidos; asimismo, para
facilitar la interpretación de los resultados se hace uso de un códigos de colores: verde “excelente”
(Rango 1: muy bueno), amarillo “suficiente” (Rango 2: bueno), naranja “parcial” (Rango 3: regular),
rojo menos intenso “no cumple” (Rango 4: malo) y rojo intenso “crítico” (Rango 5: muy malo). Los
rangos de calidad que establecen las condiciones para una VRS son: colores verde y amarillo.
3
Proyecto de investigación: Mejoramiento habitacional y saneamiento comunitario del Ejido Ocuilapa de Juárez,
municipio de Ocozocoautla, Chiapas. Director técnico: Lorenzo Franco Escamirosa Montalvo de la Facultad de
Arquitectura de la Universidad Autónoma de Chiapas y financiado por el SIINV-UNACH, 2006.
13
en el año 2006, y del Fondo Mixto CONACyT–Gobierno del estado de Chiapas,4 período julio 2006 a
julio 2008. Para la transformación de los elementos, el MECVE propone sistemas de control sanitario
con posibilidades de obtener beneficios sanitarios, ambientales y económicos, como alternativas
orientadas a mejorar el manejo de residuos orgánicos e inorgánicos y la vivienda rural, basados en los
principios de saneamiento y sustentabilidad. Lo anterior, orientó el proceso de transformación
realizado en las 5 viviendas estudiadas y permitió nuevamente la evaluación de los indicadores, en el
tiempo denominado “tiempo uno”.
Para facilitar la interpretación de los resultados obtenidos en el “tiempo cero” y en el “tiempo uno”,
se presentan en forma gráfica los registros de los rangos de calidad de una vivienda analizada e
intervenida. Con lo anterior, claramente se observa el comportamiento de los rangos de calidad que se
plantea en el MECVE, dirigido hacia la obtención de una vivienda rural saludable. Tanto el MECVE
que evalúa y controla a través del tiempo la calidad propuestos para la VRS como los sistemas
alternativos de solución, tienen el propósito de garantizar la sostenibilidad de la VRS y, con ello,
contribuir a la preservación de la salud de los habitantes del medio rural, así como a la conservación
de los ecosistemas naturales y la calidad ambiental del entorno.
La tesis que se presenta está estructurada en 6 capítulos; el primero, incluye información general del
contexto mundial, nacional y específicamente del estado de Chiapas. En el segundo capítulo, se
plantean las características y condiciones de la vivienda rural en Chiapas y las condiciones del
desarrollo social; en seguida, en el capítulo tercero se integra el marco teórico-conceptual que
fundamenta la investigación, y en lo capítulos subsecuentes, cuarto y quinto, se aborda la
problemática planteada, se dimensiona y construye el Modelo de evaluación de las condiciones de la
vivienda rural y el entorno (MECVE); asimismo, se presentan los resultados obtenidos con la
aplicación del MECVE en la comunidad ejidal Ocuilapa de Juárez y en una de las 5 viviendas
analizadas. Finalmente, en el capítulo sexto se analizan algunos trabajos similares realizados por la
OPS/OMS, investigadores e instituciones de los gobiernos de países de América Latina y el Caribe,
relacionados con el abordaje de los factores de riesgos a la salud a que se exponen las personas de
bajos recursos económicos en el medio rural, y en atención a sus necesidades biológicas, sociales y
sanitarias (salud, habitación, ambiente sano, etc.).
4
Proyecto de vinculación para el mejoramiento habitacional y saneamiento comunitario en Ocuilapa de Juárez,
municipio de Ocozocoautla, Chiapas. Director técnico: Lorenzo Franco Escamirosa Montalvo de la Facultad de
Arquitectura de la Universidad Autónoma de Chiapas y financiado por el Fondo Mixto CONACyT–Gobierno del estado
de Chiapas (FOMIX-Chiapas), 2006-2008.
14
Capítulo 1. Antecedentes
La Organización de Naciones Unidas (ONU), a través del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), señala que a nivel mundial existe un alto porcentaje de población que vive en el
medio rural sin la posibilidad de acceder a una fuente de abastecimiento de agua. En el mejor de los
casos, las fuentes más cercanas se localizan a más de un kilómetro de distancia; no obstante, existen
habitantes que obtienen el agua de drenajes, acequias o arroyos que podrían estar infectados con
agentes patógenos y bacterias que pueden causar graves enfermedades e incluso la muerte. En este
sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del Informe sobre Desarrollo Humano,
realizado por el PNUD (2006), advierte que el futuro es sombrío respecto a la escasez critica del agua
para el consumo humano, a consecuencia de la desigualdad, la pobreza y el poder, y por las
dificultades de disponibilidad física de los pobladores, toda vez que cerca de 1,100 millones de
habitantes de países en desarrollo carecen del acceso adecuado de agua y 2,600 millones no disponen
de servicios básicos de saneamiento, entre otros aspectos.
La ONU señala que el agua limpia y el saneamiento se encuentran entre las medicinas más poderosas
para reducir el riesgo y evitar la mortalidad infantil. Además de salvar vidas, las inversiones iniciales
de agua y saneamiento tienen sentido desde el punto de vista económico, ya que reducirán los costos
finales que deben afrontar los servicios de salud. Por otra parte, existen variaciones respecto a la
reducción del riesgo según el tipo de tecnología y del país que se trate; el riesgo disminuye a medida
que los hogares ascienden en la escala tecnológica (PNUD, 2006:44). La habilitación de servicios de
agua para que la población del medio rural disponga de cantidad suficiente de agua, exenta de
gérmenes patógenos o nocivos a la salud, y con ello, lograr un mejoramiento en las condiciones
higiénicas, culturales y bienestar de esa población, hoy en día es una preocupación de las autoridades
y servicios de salud.
También, la ONU plantea que el agua y saneamiento salvarían incontables vidas infantiles,
impulsarían el progreso en educación y liberarían a la población de enfermedades que les retienen en
la pobreza, toda vez que la privación del agua y saneamiento produce efectos multiplicadores. Según
15
el PNUD (2006), el balance incluye los siguientes costos en desarrollo humano:
• Aproximadamente, 1.8 millones de muertes infantiles anuales a causa de la diarrea; el agua
sucia y la falta de saneamiento constituyen la segunda causa mundial de muerte infantil;
• La pérdida de 443 millones de días escolares al año, a causa de enfermedades relacionadas con
el agua;
• Casi la mitad de los países en desarrollo sufren en algún momento problemas de salud causado
por la falta del agua y saneamiento;
• Millones de mujeres emplean varias horas al día en ir a buscar agua.
Por otra parte, las cifras presentadas por el Informe sobre Desarrollo Humano (PNUD, 2006), indican
que casi 2 de cada 3 personas de poblaciones pobres carecen de acceso a agua limpia y sobreviven
con menos de 2 dólares diarios, y una de cada 3 sobreviven con menos de un dólar al día, y más de
660 millones de personas que carecen de saneamiento sobreviven con 2 dólares al día y más de 385
millones con menos de un dólar diario. Estos hechos tienen implicaciones públicas importantes, ya
que muestran claramente la capacidad limitada de la población pobre para acceder a estos servicios;
es una población desabastecida para financiarse y obtener acceso adecuado mediante gastos
privados.1 Mientras que el sector privado tiene un rol que desempeñar en el abastecimiento, la
financiación pública es la clave para superar el déficit en agua y saneamiento. Al respecto, el Informe
sobre Desarrollo Humano plantea cuatro bases para reducir el déficit de abastecimiento de agua y
saneamiento:
• Hacer del agua un derecho humano.2
• Elaborar estrategias nacionales para el agua y saneamiento, que atiendan los Objetivos de
Desarrollo del Milenio,3 que consideran reducir a la mitad la proporción de personas sin
acceso a agua y el saneamiento mediante acciones que reduzcan a la mitad la brecha de
cobertura entre ricos y pobres; reducir la pobreza haciendo del agua y el saneamiento una
1
En muchos países de ingresos bajos, el alcance de la recuperación de costos de inversión para dar acceso de agua y
saneamiento a la población, se limita por la pobreza y los bajos ingresos promedios, por ello, en ocasiones es esencial que
el gasto público esté respaldado por la asistencia externa.
2
En las áreas urbanas, la fuente de agua más confiable y barata es normalmente la red de abastecimiento público. Sin
embargo, los hogares pobres no suelen estar conectados a la red y es probable que deban obtener el agua de variadas
fuentes de agua no tratada, que en ocasiones son opciones muy limitadas o bien toman el agua de fuentes públicas o, en el
peor de los casos, adquieren el agua de una serie de intermediarios, que incluyen empresas de fuentes de agua,
suministradores de agua y operadores de camiones cisterna. El debate sobre la privatización del agua suele ignorar el
hecho de que la mayoría de la población pobre ya está adquiriendo el agua en los mercados privados. Estos mercados
suministran agua de calidad variable a precios elevados.
3
En el año 2000 (ONU), los gobiernos se comprometieron en “La Declaración del Milenio” a un consenso de desarrollo
global coherente, y en la Meta 11 del Objetivo No. 7, fue acordada “mejorar considerablemente la vida de por lo menos
100 millones de habitantes de asentamientos precarios para el año 2020”.
16
prioridad, con objetivos y metas claras y vínculos con previsiones de financiamiento a
mediano plazo; y garantizar que los suministradores del agua, empresas públicas o privadas de
abastecimiento de agua, junto con las autoridades municipales, incluyan claros parámetros de
igualdad.
• Respaldar los planes nacionales con la asistencia internacional.
• Desarrollar un plan mundial de acción.
Adicionalmente, el Informe sobre Desarrollo Humano 2006 (PNUD, 2006), destaca que casi la mitad
de los habitantes de los países en desarrollo carecen de acceso a servicios de saneamiento y muchos
más carecen de acceso a servicios de saneamiento de calidad. El acceso al saneamiento genera
beneficios a muchos niveles, los estudios realizados en varios países muestran que el método de
eliminación de excrementos es uno de los mayores determinantes para la supervivencia infantil total
en aproximadamente un tercio. Una mejora del saneamiento también produce mejora para la salud
pública, los medios de sustento y la dignidad, que se extienden de las familias a toda la comunidad.
Las políticas públicas sobre saneamiento son tan relevantes para el estado de una nación como la
gestión económica, la defensa o el comercio; aún así, se le otorga una prioridad de segundo o tercer
nivel. La pobreza es otra barrera para el progreso: los hogares más pobres carecen a menudo de la
capacidad económica para comprar un sistema de saneamiento. Pero otros factores también limitan el
progreso, con la demanda doméstica y la desigualdad de género. Las mujeres tienden a darle más
importancia al saneamiento que los hombres, pero las prioridades de las mujeres tienen menos peso al
asignar el presupuesto familiar.
La superación de la crisis del agua y saneamiento es uno de los principales desafíos del desarrollo
humano para este siglo. Esto exige una respuesta institucional y nacional coordinada para actuar
como catalizador para el progreso en la salud pública, la educación, la reducción de la pobreza y,
finalmente, como una fuente de dinamismo económico. Para el logro de lo anterior, la ONU planteó
alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, con metas adoptadas por los gobiernos como parte
de una alianza global para la reducción de la pobreza (PNUD, 2006).
“La gente necesita agua limpia y saneamiento para preservar la salud y mantener su dignidad.
Pero además de sus hogares, el agua también preserva los sistemas ecológicos y forma parte
de los sistemas de producción en los que se basan los medios de sustento… [ ] ...Cuando a
alguien se le niega el acceso a agua limpia en su casa o cuando carece de acceso a agua
17
limpia como recurso productivo, sus opciones y su libertad quedan limitadas por las
enfermedades, la pobreza y la vulnerabilidad. El agua es el origen de la vida de todas las
cosas, incluidos el desarrollo humano y la libertad humana” (PNUD, 2006:2).
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ONU, 2000), son las metas mundiales para superar la
pobreza extrema y extender la libertad humana, contemplan una amplia visión sobre las prioridades
compartidas del desarrollo, con la idea que la pobreza extrema y las desigualdades en las
oportunidades no son características insalvables de la condición humana, sino una afección que tiene
solución pero cuya prolongación nos reduce a todos y amenaza nuestra seguridad y prosperidad
colectiva. En forma explícita, los objetivos planteados son:
1. Erradicar la pobreza extrema
2. Lograr la educación primaria universal
3. Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer
4. Reducir la mortalidad infantil
5. Mejorar la salud materna
6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente; reducir el porcentaje de personas que carecen
de acceso al agua potable segura y al saneamiento básico, además de revertir la pérdida de
recursos del medio ambiente.
8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo
El acceso de la población al agua y saneamiento, se encuentra entre los impulsores más poderosos
para el desarrollo humano, debido a que aumentan las oportunidades, mejoran la dignidad y ayudan a
crecer un círculo virtuoso para mejorar la salud e incrementar la riqueza. En este sentido, los
habitantes de los países desarrollados, apenas son conscientes de cómo el agua limpia impulsó el
progreso social de sus propios países. Hace 100 años, ciudades como Londres, París y Nueva York
eran verdaderos centros de enfermedades infecciosas; la diarrea, la disentería y la fiebre tifoidea
socavaban la salud pública. Las tasas de mortalidad infantil eran altas como lo son actualmente en los
países de África, donde los habitantes pobres al no tener acceso a los servicios de saneamiento, se ven
forzados a defecar en el campo, en las cunetas, orillas de los ríos, etc.
18
países menos desarrollos. Si bien la esperanza de vida se encuentra en aumento en los países en
desarrollo, la tasa de crecimiento y el progreso hacia la convergencia con los países desarrollados se
ven retrasados por el déficit de agua y saneamiento. La amenaza de la seguridad humana por la crisis
de agua y saneamiento está creciendo en muchos países, donde la mayoría de las muertes producidas
son por diarrea; más de un millón en 2004, fueron causadas por disentería bacilar o diarrea
hemorrágica, estás enfermedades representan una amenaza cada vez mayor debido a que ha
desarrollado rápidamente resistencia a los antibióticos (Dutta, et al., 2003, y Sang, et al., 1997).
Otro aspecto, no menos importante planteado en el Informe sobre Desarrollo Humano 2006
(ONU/PNUD), es que la mala salud reduce directamente el potencial cognitivo y obstaculiza
indirectamente la educación a través del ausentismo, el déficit de atención y el abandono escolar
temprano. A este respecto, más de 150 millones de niños en edad escolar se ven gravemente
afectados por los principales helmintos intestinales, tales como ascáride común, el tricocéfalo y los
anquilostomas. Los niños que padecen infecciones tienen dos veces más probabilidades de ausentarse
de la escuela, su desempeño es inferior; existen pruebas que señalan la existencia de efectos negativos
en la memoria, capacidad para resolver problemas y la atención (Kemer y Miguel, 1999); asimismo,
el vínculo entre la deserción escolar y la inseguridad del agua, se extiende a la edad adulta (Straus y
Thomas, 1998).
Uno de los problemas que han impedido abatir el déficit de saneamiento y procurar el progreso de los
países en desarrollo en este aspecto, es la ausencia de tecnología accesible económicamente y
adecuada a las condiciones sociales y ambientales de los centros de población. Al respecto, la OMS
(2000) reconoce que ha existido una sobreexplotación de tecnologías inapropiadas, que conducen a la
falta de coincidencia entre lo que la gente requiere y lo que las autoridades ofrecen; p. ej., las
tecnologías comercializadas a través de los organismos gubernamentales han sido complicadas y
costosas de mantener; asimismo, existen un sin número de productos diseñados por profesionales
especializados en el ramo y suministrados a las comunidades o pequeños centros de población, a
través de organismos gubernamentales, que no han tomado en cuenta en los diseños las prioridades,
necesidades, valores, usos y costumbres de las comunidades (usuarios), lo cual ha generado que se
instalen productos de saneamiento que al corto tiempo sean abandonados por los propios usuarios.
19
1.2 Contexto de América Latina y el Caribe
Al igual que el acceso al agua y al saneamiento, la crisis de la vivienda en los sectores de población
de bajo ingreso económico no está aislada de la crisis económica, política y social que afecta a todos
los países de América Latina y el Caribe. La situación de la vivienda en estos países, referente a las
condiciones físicas y a los servicios, es similar y afecta un alto porcentaje de la población. En el
centro de la situación de deterioro habitacional se encuentran los fenómenos de la migración campo-
ciudad, el crecimiento de la población, el incremento de la pobreza, los altos costos de la vivienda
rural y urbana y la ausencia de políticas apropiadas para disminuir las necesidades de viviendas de los
pobres. Los bajos ingresos de la población y las altas tasas de desempleo, se manifiestan también en
los bajos niveles de escolaridad, las altas tasas de morbilidad y mortalidad infantil, la reducida
expectativa de vida, entre otros aspectos. Estos sectores de población de estos países, incluyendo
México, presentan altos indicadores de pobreza.
Por otra parte, en muchas ciudades de América Latina y el Caribe cuentan con sistemas de
alcantarillado sanitario primario y secundario, y abarcan amplios sectores de la población; sin
embargo, la capacidad de tratamiento de aguas residuales es muy limitada; en Brasil y México se trata
menos de una quinta parte de las aguas residuales generadas (Ringler, Rosegrant y Paisner, 2000).
Este problema de disposición de aguas residuales sin el debido tratamiento, trasciende a las zonas
rurales, y constituye uno de los factores de riesgo a la salud de los habitantes que utilizan el agua para
consumo diario.
Algunas cifras presentadas por la Organización Mundial de la Salud (2000), señalan que la población
urbana en los países de América Latina y el Caribe, ascendió en 1975 a 196 millones (61%) y en
1995 a 358 millones de personas (74%). Del total de hogares en el año 1994, 41% estaban en
situación de pobreza, de los cuales 36% eran hogares urbanos y 55% eran rurales; y 17% de los
hogares estaban en situación de indigencia, de los cuales 12% eran urbanos y 33% rurales. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), la población rural ha permanecido constante a nivel
regional, registrándose aproximadamente 125 millones en los últimos años e incluso, estima que
tendrá ligeras disminuciones en el futuro. De acuerdo con estos indicadores, la OMS señala que el
crecimiento demográfico en estos países, será absorbido por sus ciudades con sus sensibles déficits
habitacionales y de infraestructura; no obstante, a pesar del estático crecimiento de la población del
medio rural, en comparación con el medio urbano, la atención de vivienda y los servicios en este
20
medio es inapreciable, y en muchos casos inexistente.
También, en la mayoría de los países de la América Latina y el Caribe, de acuerdo con Castillo, et al.
(1998), las enfermedades transmisibles siguen causando un número importante de enfermedades y
fallecimientos. Durante el período 1995-2000, se registraron tasas de 67.4 defunciones por 100,000
habitantes hombres y 51.2 en mujeres; aunque estos índices son mayores en Centro América, Brasil,
la Región Andina y México. Las principales víctimas de esa situación son los lactantes y los niños
pequeños. Según el autor, la vacunación ha sido una estrategia importante para reducir los riesgos en
la salud; no obstante, su eficacia se circunscribe a ciertas enfermedades y, además, la cobertura es
limitada por los recursos financieros, técnicos y la distribución.
En el rubro de cobertura de servicios de agua potable y alcantarillado para las viviendas en nuestro
país, los avances registrados en lo general son satisfactorios. La cobertura de agua potable,
incluyendo la disponible a través de agua entubada dentro del predio o la vivienda aumentó de 75.4%
en 1990 a 87.1% en el año 2005. En el período de 2000 a 2005, se incorporaron a este servicio 7.6
millones de habitantes, aproximadamente. La cobertura de alcantarillado se incrementó, pasando de
72.8% en el año 2000 a 83.4% en el 2005. También como dato adicional, en 1990 poco más del 23%
21
de los ocupantes de viviendas particulares usaba carbón o leña como combustible, en contraste con
15.8% para 2006 (ver cuadro 1).
La información del cuadro 2, registra marcados rezagos en el grado de escolaridad en las edades
tempranas; en 2005 de la población total de edades entre cero y 14 años, 31.5% tiene algún grado de
22
escolaridad, mismo que ha disminuido 7.1%, en comparación al registrado en 1990 (38.6%);
asimismo, del total de la población adulta con grado escolar de 15 a 64 años, en 2005 se registró
62.8%, que en comparación al año 1990, ha aumentado en 15 años, apenas 5.6%. Respecto a la
esperanza de vida, la edad promedio de vida de la población urbana a nivel nacional ha aumentado
sensiblemente, al pasar de 71.3 años en 1990 a 76.5 en el año 2005. Esto significa que en los últimos
15 años, han existido notables avances en la atención de la salud de la población, a través del
incremento de infraestructura, la implementación de programas y acciones para mejorar los servicios
de salud en beneficio a los habitantes.
Por otra parte, de acuerdo con las cifras obtenidas en el II Conteo de Población y Vivienda (INEGI,
2005), la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal (Sedesol), señala que la situación
demográfica del país presenta 2 patrones contrastantes, respecto a los asentamientos humanos
registrados en el territorio nacional: 1) severa concentración de población en las grandes ciudades (9
ciudades con más de un millón de habitantes) y 2) alta dispersión de la población rural (ver mapa 1).
Específicamente, la población rural está referida a pequeños grupos de pobladores que viven en zonas
aisladas y apartadas de los centros de población con tamaño y población mayor. Para el INEGI, son
aquellos centros de población que poseen entre 1 y 2,499 habitantes; la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), establece que son aquellas que tiene un máximo de 2,500 habitantes; sin embargo,
algunos autores se refieren a las localidades rurales, las que alcanzan una población de 5,000
habitantes, incluso 10,000.4
Respecto a la dispersión de la población, en nuestro país se registran más de 100 mil localidades, de
las cuales el 96.9% tienen entre uno y 2,499 habitantes.5 Esta dispersión de la poblacional existente
en el territorio nacional, limita el desarrollo económico de la población rural y también las
posibilidades de superar las condiciones de pobreza; asimismo, la disparidad en las condiciones de
vida de nuestro país se manifiesta con mayor énfasis en las localidades rurales. A pesar de los
registros obtenidos por la Sedesol, muestran que han existido avances en la población con pobreza en
el medio rural entre los años 1992 a 2005, de acuerdo con los indicadores de alimentación, capacidad
y patrimonio, la brecha por atender es aún muy amplia, toda vez que en el año 2005 se registró 53.9%
de hogares en condición de pobreza en el patrimonio (la vivienda), correspondientes a 61.8% de la
población que los habita (ver cuadro 3).
4
Pilgrim, N., Roche, R. and Kingdom, B., Abastecimiento de agua en pequeñas localidades. Introducción de factores de
éxito en las reformas básicas, 2003.
5
Índice de Marginación a Nivel Localidad, Conapo 2005.
23
Cuadro 3; Población de pobreza en el medio rural 1992-2005
Condición de
1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2005
Pobreza
Hogares (%)
Alimentaria 29.5 30.0 43.3 43.8 34.1 27.8 22.9 26.1
De capacidades 34.8 38.1 51.3 49.3 41.3 35.4 29.9 32.9
De patrimonio 56.7 64.2 73.4 68.6 60.7 56.0 49.3 53.9
Personas (%)
Tamaño de Localidad
0 – 499 hab.
500 – 999 hab.
1,000 – 2,500 hab.
2,501 – 10,000 hab.
Mayores de 10,000 hab.
Según el Consejo Nacional de Población (Conapo, 2005), la población del país registrada más pobre
del sector rural se ubica en los municipios con los grados de marginación socioeconómica más altos,
referidos a las privaciones que padece la población, como resultado de la falta de acceso a la
educación, la residencia en viviendas inadecuadas y la carencia de bienes. Al respecto, en México se
identificaron 386 municipios con grado de marginación “Muy Alto” y 906 municipios con un grado
de marginación “Alto”, distribuidos prácticamente en todos los estados que integran el país. Debido a
la alta proporción de municipios considerados con “Alta” marginación, el estado de Chiapas, junto
24
con los estados de Guerrero, Veracruz, Oaxaca e Hidalgo, es considerado con esa categoría. La
marginación es un fenómeno estructural que revela la histórica exclusión de grupos sociales al
proceso de desarrollo y a sus beneficios.
La gráfica 1, muestra el grado de marginación registrado en las localidades con menos de 2,500
habitantes, de acuerdo con la ubicación geográfica. Se aprecia que más del 50% de las localidades
ubicadas en las cercanías de las ciudades, centros de población o carreteras, tienen un grado de
marginación “Alto”, y un grado de marginación “Muy Alto”, que varía entre 10 a 20%, de acuerdo
con la ubicación de las localidades. Respecto a las localidades aisladas, el grado de marginación
“Alto” y “Muy Alto”, indistintamente es superior a 45%.
59.2
54.3
60.0
46.2
45.2
50.0
40.0
30.0
20.1
18.8
18.6
17.9
14.4
20.0
10.6
8.2
7.0
6.9
5.2
10.0
3.2
2.0
1.4
1.2
0.4
0.0
Cercanas a Ciudades Cercanas Centros de Cercanas Carreteras Aisladas
Población
A pesar de los avances registrados entre los años 2000 y 2005, los rezagos en infraestructura y
equipamientos en las zonas dispersas han sido difíciles de abatir por su elevado costo de inversión.
Como se muestra en la gráfica 2, se ha incrementado el porcentaje de habitantes por vivienda que
reciben los servicios de drenaje conectado a la red pública o fosa séptica, disposición de agua
entubada dentro de la vivienda o en el predio, y energía eléctrica de acuerdo con la ubicación de los
viviendas en las zonas urbana, mixta (en transición) o rural. Específicamente, en el medio rural, entre
25
los años 2000 y 2005, la cobertura de los servicios de drenaje pasó de 31.27% a 54.48%, de agua
entubada de 61.94% a 67.09% y energía eléctrica de 85.2% a 91.9%. Estas cifras, denotan la aún
existencia de fuertes rezagos en los servicios de drenaje y agua entubada; 45.52% y 32.91%,
respectivamente, en el medio rural a nivel nacional (ver gráfica 2).
99.50
99.10
98.30
%
96.80
96.60
95.64
93.70
92.33
91.90
88.17
100.0
85.20
83.04
80.52
90.0
80.0
67.09
66.27
61.94
70.0
54.48
60.0
50.0
31.27
40.0
30.0
20.0
10.0
0.0
2000 2005 2000 2005 2000 2005
Por otra parte, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de la Organización de
Naciones Unidas (ONU), elaboró el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que mide el bienestar y
calidad de vida de la población. El PNUD plantea que una parte importante de las desigualdades entre
individuos y entre regiones en los países se debe a la dinámica local en términos económicos, sociales
e institucionales. Se analiza la esperanza de vida, educación y los ingresos económicos de las
familias. Los componentes varían de 0 (cero) a 1 (uno), así como su promedio. El valor de uno
establece la meta o el valor máximo posible por alcanzar.
26
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a través del Informe Sobre Desarrollo
Humano de México (2004), parte del análisis de las desigualdades regionales mostradas en el informe
de 2002 y se basa en el IDH estatal y municipal para proponer una visión local del desarrollo humano.
Presenta el panorama del desarrollo humano en México en el año 2002, donde se aprecia con claridad
el hecho de que las regiones noreste, noroeste y centro tienen niveles de salud, educación e ingreso
superiores a los del resto del país; el Distrito Federal y Nuevo León aventajan notoriamente a estados
como Chiapas y Oaxaca, y que en varias entidades las mujeres continúan en un rezago significativo
respecto de los hombres. La desigualdad de los niveles de desarrollo resulta palpable al considerar
que el Distrito Federal (DF) registra niveles de IDH no muy distantes de los de algunos países
europeos, mientras que Oaxaca y Chiapas no superan el índice de los Territorios Ocupados de
Palestina; no obstante, hay que aclarar que el IDH se registra en forma general, toda vez que existen
sectores de población con pobreza extrema en la periferia del DF, que seguramente registrará un IDH
bajo. Por otra parte, entre los años 2000 y 2002, el IDH nacional avanzó solamente 0.54%, debido
principalmente a la reducción en el índice de ingreso en 0.28%; sin embargo, los avances en
educación y salud compensaron, durante esos dos años, la reducción en ingreso (ver cuadro 4).
Al realizar comparaciones entre estados del centro del país con los del sur sureste, se observa que la
desigualdad nacional en los niveles de IDH se origina principalmente en el Distrito Federal, con un
IDH “Alto” (0.883), seguido por el Estado de México con 0.7778 “Medio alto”, en contrate con los
estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que registran 0.7296, 0.7164 y 0.7076, respectivamente. Con
27
base en la información estatal y la clasificación del PNUD, el estado de Chiapas se ubicó en el grupo
de estados con desarrollo humano “medio” en el periodo 2000-2003; a nivel nacional ha permanecido
en el lugar 32, el último respecto a todo el país (ver cuadro 4).
Por otra parte, en México, el Consejo Nacional de Población (Conapo, 2007) creó un indicador del
grado de marginación, que lo denominó Índice de Marginación a Nivel Local, que permite diferenciar
a las localidades censales, según el impacto global de las privaciones que padece la población, como
resultado de la falta de acceso a la educación, la residencia en viviendas inadecuadas y la carencia de
bienes. Las dimensiones, formas de exclusión y los indicadores socioeconómicos, son: la educación,
la vivienda y la disponibilidad de bienes. Estas dimensiones incluyen el analfabetismo, la educación
sin primaria completa, las viviendas sin agua entubada, sin drenaje ni excusado, con piso de tierra, sin
energía eléctrica, con algún nivel de hacinamiento y sin refrigerador; estos elementos sintetizan el
índice de marginación y miden la intensidad de la exclusión como porcentaje de la población que no
participa del disfrute de bienes y servicios esenciales para el desarrollo de sus capacidades básicas.
Respecto a lo anterior, el estado de Chiapas se ubica con 17.31% de población con grado de
marginación “Muy Alto”, que equivale al porcentaje más alto a nivel nacional, por encima de los
estados de Guerrero y Oaxaca; 16.24% y 12.80%, respectivamente, y grado “Alto” con 40.69% de
población, por encima de Guerrero (16.24%) y a penas por debajo del estado de Oaxaca que registra
41.73%; asimismo, los cifras obtenidas por localidades analizadas, el estado de Chiapas registra el
mayor número de éstas con grado de marginación “Muy Alto” y “Alto”, con 4,419 y 4,642
localidades, respectivamente, por encima de Oaxaca y Guerrero (Conapo, 2007) (ver cuadro 5).
Las cifras mostradas señalan que los indicadores de marginación de la población, establecidas por las
condiciones de escolaridad, vivienda y disponibilidad de bienes, ubican al estado de Chiapas con
mayor población con grado de marginación “Muy Alto” y “Alto” a nivel nacional (ver cuadro 5 y 6).
Adicionalmente, el estado de Chiapas ocupaba la quinta posición en 2003, con mayor pérdida en
desarrollo humano debido a la desigualdad de género (IDG). Esta pérdida fue superior al promedio
nacional. Ya sea que se considere el IDH o el IDG, en el periodo 2000-2003, la posición de Chiapas a
nivel nacional no cambió, continúa ocupando el lugar 32 en todos estos años, es decir, el último lugar
del país.
28
Cuadro 5; Población por entidad federativa, según grado de marginación, 2005
Grado de marginación a nivel local
Entidad Población
federativa (hab/%) Muy
Alto Medio Bajo Muy Bajo
Alto
4,201,839 727,277 1,709,879 772,448 494,428 497,807
Chiapas
100% 17.31% 40.69% 18.38% 18.38% 11.85%
Distrito 8,720,243 23 13,632 37,339 106,532 8,562,717
Federal 100% >1% >1% >1% 1.22% 98.19%
14,000,600 95,544 1,285,294 699,422 2,603,399 9,316,941
México
100% >1% 9.18% 5.00% 18.59% 66.55%
3,493,840 447,209 1,458,020 551,448 552,515 484,648
Oaxaca
100% 12.80% 41.73% 15.78% 15.81% 13.87%
3,100,199 503,545 906,777 442,105 1,127,219 60,553
Guerrero
100% 16.24% 29.25% 14.26% 36.36% 1.95%
1,812,911 15,940 564,953 279,168 165,123 797,727
Yucatán
100% >1% 31.16% 15.40% 9.11% 44.00%
Fuente: Conapo, 2007
29
Capítulo 2. La vivienda rural en el estado de Chiapas
El estado de Chiapas es una entidad multiétnica, habitada por zoques, tzotziles, tzeltales, tojolabales,
choles, mames, mochos, kakchiqueles, lacandones, kanjobales, además de una multitud de indígenas
provenientes de distintas partes del país. La diversidad de los grupos indígenas que tiene Chiapas, se
manifiesta también en las características particulares de sus viviendas, como resultado de un lento
proceso evolutivo, que integra técnicas transmitidas de generación en generación y que les permiten
construir un espacio habitacional en un determinado lugar geográfico. La forma y estructura, es
resultado de su necesidad social, económica y cultural; construyen sus viviendas con materiales
disponibles en el lugar y de acuerdo con las condiciones climáticas (ver mapa 2).
30
Debido a las altas tasas de crecimiento de la población, así como el desarrollo tecnológico y agrícola,
a principios del siglo pasado; acentuándose más a mediados de siglo, la demanda de la vivienda
convencional, construida con materiales industrializados fue en aumento, y debido a los costos de
construcción, se fue alejando de las posibilidades de los sectores de bajos ingresos económicos. El
déficit de la vivienda ha aumentado; sin embargo, prioritariamente son los sectores de bajos recursos
económicos que están imposibilitados de acceder a las viviendas convencionales, por los altos costos
del mercado, lo cual los lleva a construir viviendas precarias, de mala calidad, insalubres, inseguras,
resultado de la autoconstrucción sin asesoría técnica.
De acuerdo con el Conteo de Población y Vivienda de 2005 (INEGI), se registra que el estado de
Chiapas tiene 4,293,459 habitantes, con una tasa de crecimiento medio anual de 1.6, por encima de
1.0 que constituye la tasa nacional, y con 35.90% de población menor de 15 años, la más alta de todo
el país.6 La tasa de natalidad que registra la Entidad, es la más alta en todo el país, con 22.20%, muy
por encima de la media nacional de 19%. Adicionalmente, del total de la población, 26.0% habla
lengua indígena y un alto porcentaje de ésta no habla español (INEGI, 2007).
La población se encuentra distribuida en 118 municipios, con un total de 19,386 localidades, de las
cuales más del 95% son rurales; asimismo, 74% de éstas tienen menos de 100 habitantes (14,346) y
en ellas viven tan sólo el 6.3% de los chiapanecos. Por otra parte, 52.3% de la población reside en
localidades rurales, de las cuales 19,237 localidades tienen menos de 2,500 habitantes, mientras que
32% viven en 22 localidades con población mayor de 15,000 habitantes; también, existen un gran
número de localidades indígenas dispersas que presentan importantes rezagos en educación y salud,
asentados en condiciones vulnerables y exclusión social. Es importante señalar que la tasa de
crecimiento de las localidades que existían en 1970 (7,740 localidades), al año 2005 fue de 2.7%,
similar a la poblacional que es de 2.9; asimismo, hay que aclarar que una vivienda aislada en la
montaña, es registrada como localidad. Este aumento del número de localidades se debe, entre otros
factores, al inadecuado ordenamiento territorial, condiciones culturales, reparto de terrenos ejidales,
subdivisión de tierras por cesión a hijos (INEGI, 2006).
Por otra parte, existe un total de 916,832 viviendas particulares, de las cuales 889,420 son viviendas
particulares habitadas, con un promedio de habitantes por vivienda de 4.7, por encima del promedio
nacional de 4.2, además, se registra 1.64 habitantes en promedio por cuarto. Con base en las
6
La media nacional de la proporción de la población menor de 15 años es de 30.60% (INEGI, 2007)
31
características del total de viviendas, 47.9% están construidas con muros de materiales ligeros,
naturales y precarios de baja durabilidad; 76.23% con techos de materiales ligeros, naturales y
precarios de baja durabilidad; 30.05% con pisos de tierra y 69.5% con piso diferente a tierra (cuadros
7, 8 y 9). Con relación a los espacios de las viviendas, 33.02% disponen de 2 cuartos, uno de ellos
cocina; 45.30% de 2 a 5 cuartos que incluye la cocina; 14.64% cuentan con un solo cuarto (cuarto
redondo); 66.91% con cocina exclusiva; y 54.50% usan combustible distinto al gas para cocinar los
alimentos (cuadros 10 y 11) (INEGI, 2005).
32
Cuadro 10; Viviendas con disposición de espacios
Con agua entubada en la Con agua entubada por acarreo (llave Con energía Usan gas para
vivienda o en el predio pública y de otra vivienda) eléctrica cocinar*
632,751 viv 249,397 viv 832,497 viv 354,347 viv
71.10% 27.20% 93.60% 45.50%
Fuente: *INEGI, 2000 e INEGI, 2005,
En cuanto a los servicios disponibles en las viviendas, 71.10% cuentan con agua entubada dentro de
ella o en el predio; 27.20% de las viviendas obtienen el agua por una llave pública o de otra vivienda,
por lo que tienen que acarrearla desconociéndose la distancia de recorrido; 77.30% de las viviendas
están conectadas a la red pública de drenaje, 89.6% cuentan con excusado o sanitario y 20.74% no
cuentan con drenaje; un alto porcentaje de las viviendas, 93.60%, posee energía eléctrica; sólo
59.60% del total de las viviendas disponen de todos los servicios en forma integral: agua entubada,
drenaje y energía eléctrica, y 2.77% no disponen de ningún tipo de los servicios antes señalados
(cuadros 12, 13 y 14).
33
Cuadro 13; Viviendas con disposición de 2 o más servicios
No disponen de
TV Refrigerador Lavadora Computadora
ningún bien
239,254 viv 614,589 viv 434,037 viv 221,466 viv 63,149 viv
26.90% 69.10% 48.80% 24.90% 7.10%
Fuente: INEGI, 2005
Respecto a los bienes muebles del total de las viviendas, 69.10% cuentan con televisión, 48.80% con
refrigerador, 24.90% con lavadora, 7.10% con computadora y 26.90% no cuentan con ningún bien. El
indicador refrigerador, está considerado en la disposición de muebles para la determinación del índice
de marginación, y se relaciona con la posibilidad que tienen los habitantes de conservar los alimentos;
no obstante, en el medio rural con habitantes de bajos ingresos económicos, en ocasiones con niveles
de subsistencia, las necesidades apremiantes son otras, destacando prioritariamente la alimentación,
por lo que, los bienes muebles y en especial el refrigerador es innecesario e inalcanzable para estos
habitantes (ver cuadro 15).
Por otra parte, 51.10% de la población del estado de Chiapas es económicamente activa (PEA), que
de acuerdo con la estructura de población ocupada por sector de actividad, 39.90% trabaja en el
sector primario, 16.30% en el secundario y 43.60% en el sector terciario (ver cuadro 12).7 De acuerdo
con la población ocupada según nivel de ingreso mensual, 15.20% no recibe ingresos que incluye
trabajadores por cuenta propia dedicados a actividades de autosubsistencia, 58.80% tienen ingresos
hasta dos salarios mínimos, 19.60% más de dos y hasta cinco salarios mínimos y 6.3% reciben más
de cinco salarios mínimos (cuadro 15.1).
7
INEGI. Cifras del trimestre octubre-diciembre de 2006.
34
Cuadro 15; Población económicamente activa (PEA),
según el sector de actividad
PEA ocupada según el sector de actividad
No
Primario Secundario Terciario
especificó
1,137,898 1,243,417
464,855 hab 5,704 hab
hab hab
39.90% 16.30% 43.60% 0.20%
Fuente: INEGI, 2006. Cifras del trimestre octubre-diciembre
35
Respecto al Índice de Desarrollo Humano (IDH) a nivel municipal, Tuxtla Gutiérrez ocupa el primer
lugar estatal en desarrollo humano, con un índice de 0.8159, considerado “Alto” (de 0.8 o más). Le
siguen Reforma (0.7836), Tapachula (0.7655) y San Cristóbal de Las Casas (0.7527), considerados
“Medio Alto” (de 0.65 a 0.799). De todos los municipios del estado, Sitalá muestra el IDH más bajo
(0.4434), seguido de Santiago El Pinar (0.4497), Aldama (0.4634) y Chalchihuitán (0.4768). Estos
municipios presentan el índice considerado “Bajo” (menos de 0.5).
El cuadro 16, muestra el Índice de Desarrollo por Género (IDG) de algunos municipios de Chiapas
localizados en la Región I Centro: Chiapa de Corzo, Ocozocoautla y Berriozábal con IDG “Medio
Alto” (de 0.65 a 0.799); Acala y San Fernando con IDG “Medio Bajo” (de 0.5 a 0.649). También, los
municipios de Zinacantán y Chamula, localizados en la Región II Altos, que registran un IDG “Bajo”
(menos de 0.5) (ver cuadro 16).
Municipio IDG
Chiapa de Corzo 0.6789
Ocozocoautla 0.6523
Berriozábal 0.6520
Acala 0.6219
San Fernando 0.6211
Zinacatán 0.4624
Chamula 0.4506
Fuente: PNUD, 2005
Respecto al Índice de Marginación a Nivel Local o grado de marginación (GM), del total de
municipios del estado de Chiapas en el año 1990, existían 91 con “Muy Alto” y “Alto” grado de
marginación; ascendiendo a 110 en el año 2005, ocupando el segundo lugar nacional sólo por debajo
de Guerrero (ver mapas 3 y 4). Por otra parte, la pobreza se acentúa más en las zonas rurales en donde
8 de cada 10 chiapanecos se encuentran en condiciones de pobreza extrema. Esta realidad hace que el
estado de Chiapas ocupe el último lugar nacional en el Índice de Desarrollo Humano y el segundo en
marginación (Conapo, 2005).
36
Mapa 3; Ubicación de los municipios de acuerdo con el grado de marginación en 1990
AÑO 1990
GRADO DE MARGINACIÓN
Muy alto
Alto
Medio
Bajo
Muy bajo
No Disponible
AÑO 2005
GRADO DE MARGINACIÓN
Muy alto
Alto
Medio
Bajo
Muy bajo
37
Regionalmente en el estado de Chiapas, los municipios que registran los mayores porcentajes de
población con GM “Muy Alto”, se localizan en la Región I Centro, que incluye los municipios de
Ocozocoautla, Berriozábal y San Fernando, con 9.82%, 9.43% y 7.94%, respectivamente; y los
municipios de Acala, Ocozocoautla y Chiapa de Corzo, registran los mayores porcentajes de
población con GM “Alto”, con 91.35%, 39.13% y 31.28%, respectivamente; asimismo, destaca el
municipio de Ocozocoautla, con un total de 221 localidades analizadas y con 109 registradas con GM
“Muy Alto” y 104 localidades con GM “Alto” (ver mapas 5 y 6, y cuadros 17 y 18).
República de
O Guatemala
Tuxtla Gutiérrez,
a Capital del Edo.
x
a °
Ocuilapa
c de Juárez
a
Por otra parte, en la Región II Altos, los municipios de Chalchihuitán, Chamula y Zinacantán,
registran los mayores porcentajes de población con GM “Muy Alto”; 83.60%, 73.21% y 56.37%,
respectivamente, y los municipios de Larráinzar, Zinacantán y Chamula, los mayores porcentajes de
población con GM “Alto”; 43.96%, 43.63% y 26.79%, respectivamente de esa Región; asimismo, los
municipios de Chamula y Zinacantán con un total de 129 y 49 localidades analizadas por municipio,
destacan las 96 localidades de Chamula y 37 de Zinacantán, que se registran con GM “Muy Alto”, y,
respectivamente 33 y 12 localidades con GM “Alto” (ver mapas 5 y 6, y cuadros 19 y 20).
38
Mapa 6; Chiapas, Región I Centro: Grado de marginación por municipio, 2005.
Simbología
Tabasco
Grado de Marginación
029
Municipios
Oaxaca 085
061 063
079
002 Acala
012
044
Región II Altos 012 Berriozabal
017 Cintalapa
101 018 Coapilla
021 Copainalá
017 027 027 Chiapa de Corzo
110 028 Chiapilla
086 029 Chicoasén
028 044 Ixtapa
002 098
046 Jiquipilas
046 058 Nicolás Ruíz
060 Ocotepec
058
061 Ocozocuautla de Espinosa
063 Osumacinta
106 079 San Fernando
085 Soyaló
086 Suchiapa
Región IV Frailesca 092 Tecpatán
Región IX 098 Totolapa
Istmo-Costa Región III 101 Tuxtla Gutiérrez
Fronteriza 106 Venustiano Carranza
110 San Lucas
Cuadro 17; Población por municipio de la Región I Central de Chiapas, según GM, 2005
Entidad Grado de marginación a nivel local
Población
federativa/
(hab/%) Muy Alto Alto Medio Bajo Muy Bajo
Municipio
4,201,839 727,277 1,709,879 772,448 494,428 497,807
Chiapas
100% 17.31% 40.69% 18.38% 18.38% 11.85%
69,713 6,847 27,277 35,531 44 14
Ocozocoautla
100% 9.82% 39.13% 50.97% >1% >1%
32,526 3,067 4,962 23,486 130 881
Berriozábal
100% 9.43% 15.26% 72.21% >1% 2.71%
Chiapa de 72,775 1,376 22,761 47,649 918 71
Corzo 100% 1.89% 31.28% 65.47% 1.26% >1%
165,531 13,151 9,424 142,379 577
San Fernando -
100% 7.94% 5.69% 86.01% >1%
25,514 1,584 23,309 599 9 13
Acala
100% 6.21% 91.35% 2.35% >1% >1%
Fuente: Conapo, 2007
39
Cuadro 18; Localidad por municipio de la Región I Centro de Chiapas, según GM, 2005
Entidad Grado de marginación a nivel local
Localidades
federativa/
(analizadas) Muy Alto Alto Medio Bajo Muy Bajo
Municipio
Chiapas 10,053 4,919 4,642 345 92 55
Ocozocoautla 221 109 104 4 3 1
Berriozábal 78 37 28 6 4 3
Chiapa de
134 35 75 17 2 5
Corzo
San Fernando 62 14 38 2 - 2
Acala 68 28 36 2 1 1
Fuente: Conapo, 2007
Cuadro 19; Población por municipio de la Región II Altos de Chiapas, según GM, 2005
Entidad Grado de marginación a nivel local
Población
federativa/
(hab/%) Muy Alto Alto Medio Bajo Muy Bajo
Municipio
4,201,839 727,277 1,709,879 772,448 494,428 497,807
Chiapas
100% 17.31% 40.69% 18.38% 18.38% 11.85%
San Cristóbal 165,531 13,151 9,424 142,379 577
-
de Las Casas 100% 7.94% 5.69% 86.01% >1%
13,295 11,115 2,180 - - -
Chalchihután
100% 83.60% 16.40%
16,549 9,274 7,275
Larráinzar - - -
100% 56.04% 43.96%
67,085 49,113 17,972
Chamula - - -
100% 73.21% 26.79%
31,008 17,479 13,529
Zinacantán - - -
100% 56.37% 43.63%
Fuente: Conapo, 2007
Cuadro 20; Localidad por municipio de la Región II Central de Chiapas, según GM, 2005
Entidad Grado de marginación a nivel local
Localidades
federativa/
(analizadas) Muy Alto Alto Medio Bajo Muy Bajo
Municipio
Chiapas 10,053 4,919 4,642 345 92 55
San Cristóbal
87 53 30 2 - 2
de Las Casas
Chalchihután 41 39 2 - - -
Larráinzar 62 42 20 - - -
Chamula 129 96 33 - - -
Zinacantán 49 37 12 - - -
Fuente: Conapo, 2007
40
Capítulo 3. Marco teórico - conceptual
3.1 La vivienda
La vivienda se ha constituido como la célula básica de los asentamientos de los seres humanos, al
permitir de manera individual o grupal, fines específicos directamente relacionados con el descanso
de las personas, la alimentación, la satisfacción de necesidades fisiológicas, la vida en común, la
interrelación con el entorno inmediato, incluyendo el vínculo social con los demás.
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2000), establece que la vivienda es el espacio que
facilita el cumplimiento de un conjunto de funciones específicas para el individuo y su familia;
reconoce que es el espacio que provee abrigo ante la intemperie y además garantiza seguridad y
protección a los habitantes y con ello, puedan descansar, asearse y almacenar, procesar y consumir
alimentos, entre otras actividades de la vida cotidiana. También brinda la oportunidad a la vida
familiar para tener un desarrollo equilibrado de todos y cada uno de sus miembros, así como los
cuidados de quienes estén enfermos, sean ancianos o minusválidos, todo ello desde la perspectiva del
grupo sociocultural a que los habitantes pertenecen (OMS, 2000).
Debido a la multiplicidad de funciones que en la vivienda se deben realizar, los espacios interiores
suelen fragmentarse con el objeto de hacer compatible estructura y función, y así se crean espacios
específicos para actividades determinadas; encontrando el dormitorio, la cocina, el baño o la sala de
estar, entre otros. Estos espacios constituyen subambientes que facilitan tanto el desempeño de las
funciones específicas, como su concentración e interconexión con otros espacios similares dentro y
fuera de la vivienda.
El espacio funcional como ha sido establecido por la OMS, es similar en sus fines al concepto de
necesidad que históricamente ha sido abordado en la arquitectura mexicana. De hecho, por muchos
años se siguió la tesis del arquitecto Villagrán García, que se centraba en las necesidades de los
usuarios de la “casa” y en el orden que debía dárseles en el denominado “programa de necesidades”.
Villagrán, asumía las necesidades como estructuras, o al menos sus límites, que se determinaban y se
distribuían en virtud de la división del trabajo y del lugar que cada una ocupaba en esta
41
desagregación. De igual forma otro concepto de necesidad, principalmente presente en la vivienda
promovida por los gobiernos, es el que se apoya en lo que Baudrillard llamó el “mito de las
necesidades primarias”, cuya legitimidad se funda en la existencia de un mínimo vital antropológico
que en realidad no existe, sino que se encuentra sujeto al concepto de necesidad límite y para la cual
el límite será diferente en cada grupo social donde la vida humana no es reproducible como tal, dado
que está mediada por la experiencia individual y colectiva (Ortiz, 1984:29 y 30).1
Ortiz (1984), también señala que en la determinación de las necesidades, existen ideales que son
básicos para concebir un espacio vital del hombre y, de entre ellos, destaca que las viviendas deben
adecuarse a las necesidades de la gente y no la gente a las formas de las viviendas; que las tecnologías
de construcción deben ser flexibles, es decir, que pueda cambiarse con el tiempo y además mostrar
una estricta adecuación física a las pautas de uso humano y que la gente debe participar de manera
fácil y total, en el diseño, la construcción y las posteriores modificaciones de sus viviendas, ya sea en
forma directa o a través de máquinas.
La vivienda es más que una estructura física, al incorporar el uso que los habitantes dan a cada uno de
los elementos que la conforman; está respondiendo a necesidades de orden material y simbólico. Lo
material, como en cualquier otro edificio, funciona como una interfase entre el sujeto y el ambiente
natural, que permite regular el clima interior y controlar el exterior, los niveles de radiación,
temperatura, viento, lluvia y otros factores atmosféricos (Fich, 1983, comentado por Mercado, 1995).
Pero si bien, los techos y los muros son los que brindan protección contra las inclemencias del medio
ambiente, también cumplen una función sociocultural pues al establecer la separación entre el adentro
y el afuera, dan lugar a lo público y lo privado, creándose así, la delimitación de un espacio de
construcción simbólica donde los habitantes son los principales protagonistas y quienes al estar
directamente relacionados con el uso diario de las instalaciones de la vivienda, la convierten en un
objeto de comunicación y de identidad sociocultural en permanente actualización.
1
P. ej., si comparamos una casa de 500 m2 con una de 50 m2, las funciones de refugio y de hábitat para la que fueron
diseñadas, son las mismas; sin embargo, en la vivienda de 50 m2 las necesidades antropométricas llegan al límite señalado
por Baudrillard, lo cual conlleva a los hacinamientos conocidos en las zonas rurales. En la CASA las necesidades son
explicativas al ser objetualizadas, creando simultáneamente nuevas necesidades y denotando con ello su carácter activo
y su capacidad de transformarse. La necesidad del hombre y el objeto de la necesidad están en correlación; la necesidad
de la CASA se refiere en todo momento a una CASA material determinada, en última instancia, por las circunstancias del
modo de producción: ´La diversa conformación de la vida material depende de cada caso, naturalmente, de las
necesidades ya desarrolladas, y en tanto la creación como la satisfacción de estas necesidades es de suyo un proceso
histórico´. Ortiz, Víctor Manuel, La casa, una aproximación, UAM-Xochimilco, México, 1984, pp. 29-31
42
El resultado de los cambios que los individuos generan en el espacio de la vivienda como resultado de
su experiencia cotidiana, se ha denominado habitabilidad y se define como el grado en que la
vivienda se ajusta a las necesidades y expectativas de sus habitantes. Este proceso, además de
involucrar a sus habitantes con el uso de la estructura física de la vivienda, el medio sociocultural y el
entorno ambiental, también incluye otras cualidades físicas y socioculturales, como son, entre las
primeras, la ausencia o presencia de contaminación y el deterioro y estado del paisaje desde el punto
de vista estético y natural. “La habitabilidad tiene que ver con la garantía de vida digna, no sólo
condicionado con factores inherentes a la vivienda y su entorno, sino también por las externalidades
económicas, políticas y sociales, culturales y tecnológicas” (Moreno, 2002).
Améndola (1984) plantea que la casa, es al mismo tiempo función, intención, experiencia y
tecnología. La casa es techo, muros, símbolo. Techo como respuesta a las necesidades materiales de
protección; muro en cuanto a separación entre el dentro y el afuera, entre si y los otros, entre lo
público y lo privado; símbolo porque la casa es identidad y sistema de signos comunicables es el uso
concreto que hacen los habitantes lo que transforma el espacio potencial en espacio efectivo. Son los
habitantes, verdaderos productores de espacios, los que arreglando, acomodando, modificando,
cambian los usos previstos y atribuyen así nuevos significados al espacio conformando el valor
simbólico de la vivienda; la habitabilidad.
Del dinámico papel que juegan los individuos en la experiencia que involucra la habitabilidad, se
desprende la concepción de morador; “habitante” o “poblador”, que hace del ser humano un sujeto
activo que transforma su espacio de vida cotidiana. María Clara Echeverría (2002), señala que el
morador permite otorgarle identidad como poseedor de un territorio, y hace la siguiente reflexión: “Si
el hábitat (la morada) se desprende del habitar (morar) y el habitar de las prácticas de los
habitantes (moradores), parece ser que una entrada evidentemente acertada académicamente, que se
encuadra en el punto originario del ciclo, el morador en su derecho a ejercer la acción primaria de
la existencia: el ser en un lugar”. De este ser, se deriva el derecho de poseer un espacio delimitado,
un territorio, y también la obligación de cuidar por su seguridad, misma que exige una comprensión
de los riesgos que están o se derivan de la relación de la vivienda con el medio ambiente biótico,
abiótico y sociocultural.
La apropiación que el individuo hace del espacio de su vivienda y del medio ambiente donde se sitúa,
ha tenido presencia en el desarrollo histórico de la vivienda y de los conglomerados de ésta, haciendo
43
de tal relación un todo que nos permite identificar a sus partes como integrantes del todo. En años
recientes a esta relación global se le ha denominado como hábitat humano. Si bien, la noción de
hábitat puede ser mirada como proveniente de la ecología, al calificarla como humana, implica
reconocer procesos de interacción socioculturales.
“El hábitat comprende lo relativo al sistema espacial y de recursos que elige un grupo para
transitar por su existencia; que responde a las necesidades para desarrollar los procesos
individuales y colectivos requeridos en la realización de su vida productiva, laboral y
doméstica; ubicado en relación con un entorno mayor, en intercambio con otros grupos
sociales; y a la vez definido por el lugar geográfico donde se aloja, el cual tiene las
condiciones de un espacio determinado y cualificado en concordancia con sus necesidades
particulares y generales” (CEHAP, 1998:6).
La relación individuo, vivienda, medio ambiente, sociedad y cultura que involucra el hábitat, también
ha sido objeto de formulaciones y problemáticas teóricas al respecto, sobre todo a partir del informe
Nuestro Futuro Común, que fue dado a conocer en 1987, por la Comisión Brundtland, y sostiene
como preocupación central, que la satisfacción de las necesidades de esta generación, no comprometa
la capacidad del medio ambiente para que las generaciones futuras logren cubrir sus propias
necesidades. Esta preocupación en la parte que corresponde a los asentamientos humanos y a la
sustentabilidad del ambiente, condujo a que mundialmente se valorara su importancia en las
conferencias auspiciadas por la Organización de las Naciones Unidas, como Hábitat I, en Vancouver
en 1976, bajo la denominación de Conferencia Mundial Sobre Asentamientos Humanos, y Hábitat II,
en Estambul en 1996 con el nombre de Cumbre Mundial de Ciudades.
La complejidad del entorno de los asentamientos humanos hace necesario para su estudio, abordar
simultáneamente el medio ambiente físico, biológico y los aspectos socioculturales, entre otros más
específicos enmarcados en la vivienda, ya sea en su condición individual o colectiva; en su contexto
local o nacional o como indicador incluido en los planes y programas sectoriales. Para abordar la
problemática del hábitat manteniendo en perspectiva la relación vivienda y ambiente, según Cecilia
Inés Moreno (2002), deben considerarse los siguientes elementos:
1. Los fundamentos teórico-conceptuales sobre la problemática a estudiar, el contexto y su
delimitación territorial para analizarla y definir su unidad de estudio (vivienda, manzana,
barrio, ciudad, etc.).
2. La comprensión de la problemática y del grupo de problemas asociados, mediante la relación:
a) vivienda y hábitat como generadores de consecuencias ambientales; b) atributos
ambientales de vivienda y hábitat como hechos, procesos o fenómenos afectados; c)
implicaciones de a) y b) para la gestión ambiental territorial.
3. El análisis de causalidad entre los grupos de problemas. Una vez reconocidas las
problemáticas e identificadas las variables que entran en juego, se debe analizar las relaciones
de causalidad entre ellos.
4. La valoración de la sustentabilidad. Análisis de flujos de energía (eléctrica, combustibles
domésticos, otros), agua (lluvia, freática, potable) y materiales (insumos para la construcción e
insumos industriales).
5. Las alternativas de solución a los problemas encontrados. Estas inspiran la formulación de
políticas que se materializará en planes, programas y proyectos y que apuntan a la
sustentabilidad y el manejo ambiental de vivienda y hábitat.
45
3.2 La vivienda y la salud
La alimentación, el vestido, la vivienda, entre otros, son derechos indispensables en la vida de los
seres humanos para disfrutar del más alto nivel posible de las condiciones que determinan su salud.
Este manifiesto se encuentra establecido en el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos, que afirma: “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así
como a su familia, la salud y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica
y los servicios sociales necesarios”.
Las condiciones de la vivienda han sido reconocidas desde hace tiempo como una de las principales
determinantes de la salud humana. En las orientaciones estratégicas de la Organización Panamericana
de la Salud (OPS) de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1999 y 1996), se reconoce que la
mayoría de los aspectos relativos a la salud de las personas están relacionados con sus condiciones de
vida; asimismo, para la Comisión Económica para América Latina (CEPAL, 1999), es importante el
nivel de satisfacción de necesidades básicas, la calidad del ambiente en que se desenvuelven y la
cultura a la que pertenecen, así como sus conocimientos, actitudes y prácticas en materia de salud.
En la vivienda se realiza la agenda social dada en la familia, económica en los medios de vida,
cultural en las tradiciones y usanzas y ambiental en el contexto físico de su desarrollo. En el espacio
que ofrece la vivienda, el habitante usa al menos 50% de su tiempo, cuando sólo dedica 33% del
mismo a la función laboral o educativo y 17% a otros ámbitos (OMS, 1999). Por otra parte, las
condiciones de la vivienda pueden considerarse factores de riesgo o, por el contrario, agentes de la
salud de los habitantes, según el grado de conciencia, voluntad y los recursos de la persona que la
ubica, diseña, construye y habita. La vivienda influye favorablemente en los procesos restauradores
de la salud e incentiva la actividad creadora y el aprendizaje, cuando sus espacios funcionales reúnen
las condiciones apropiadas de facilitación para los que fueron diseñados y cuando la conducta
humana los utiliza adecuadamente. La vivienda se constituye por tanto en objeto de interés particular
en el campo de la salud ambiental y puede entonces devenir en promotora de la salud de la población
(OMS, 2000). Cualquier individuo, “…para lograr el estado completo de bienestar físico, mental y
46
social, el individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, satisfacer sus
necesidades y cambiar o afrontar el ambiente…” (OMS, 1986)
2
Este nuevo paradigma no pretende reemplazar ni negar los innumerables aportes científico-técnicos del paradigma
biologista, sino que procura una contribución a la comprensión y al abordaje de la complejidad inherente al proceso salud-
enfermedad.
47
Otro aporte sustantivo lo establece la propuesta de Ian Mc Whinney, denominada Proceso Clínico
Centrado en el Paciente, el cual pretende mediante la incorporación de diferentes componentes
ampliar la capacidad comprensiva del método clínico, propiciar el análisis contextual y la
incorporación de la subjetividad del paciente y del médico y su significancia e implicancias en el
proceso salud-enfermedad.3
Por su parte, Almeida Filho (2000), plantea comprender el concepto “modos de vida”, como una
amplia instancia determinante del proceso salud-enfermedad, mediada por dos dimensiones:
“condiciones de vida”, como la resultante de ciertas condiciones materiales de existencia (vivienda,
trabajo, alimentación) y “estilos de vida”, como formas social y culturalmente determinadas de vivir
(composición de la dieta, práctica de deportes, consumo de sustancias); asimismo, propone la
caracterización de los “modos de vida” como un recurso que posibilita identificar vulnerabilidades y
protecciones de los grupos sociales; la identificación de tales procesos como un insumo para la
acción, ya sea que evite o atenúe los procesos deteriorantes (estrategias de prevención) o fortalezca
los procesos protectores (estrategias de promoción); la necesaria concurrencia de múltiples saberes y
disciplinas, que procure la constitución de un campo de conocimiento transdisciplinar, como recurso
3
Ciuffolini, María Beatriz y Humberto Jure, “Estrategias de comprensión integral del proceso salud-enfermedad: aportes
desde la perspectiva de vivienda saludable”, Astrolabio, No. 3, Universidad Nacional de Cordoba, Centro de Estudios
Avanzados, 2006.
48
facilitador de la comprensión del carácter complejo del proceso salud-enfermedad; y la necesidad de
integrar la subjetividad y la perspectiva de todos los actores involucrados en el proceso, incluso las
del propio observador.
Entre los posibles espacios de intervención en los cuales desarrollar herramientas sistemáticas de
valoración de procesos protectores y deteriorantes de las condiciones de salud-enfermedad, se
presenta como un ámbito de trabajo del estudio y valoración de la vivienda, sus características y
condiciones. Consecuentemente, es importante reflexionar en torno al estudio y análisis de los
presupuestos, elementos y procesos que hacen posible una nueva configuración de la vivienda, a
partir de la noción desarrollada por las OMS/OPS. La idea es reconstruir la noción de vivienda, hacia
una vivienda rural saludable, aportando argumentos que contribuyan a superar la visión de actuar
sobre factores, mediante un sujeto único y una acción funcionalista por una visión de intervención
sobre el proceso salud-enfermedad que desencadene en consecuencias significativas y sustentables en
las habilidades, estilos y condiciones de vida de los sujetos y la sociedad.5
4
Rojas, M.C., M. B. Ciuffolini, N. Meichtry, “La vivienda saludable como estrategia para la promoción de la salud en el
marco de la medicina familiar (Healthy Housing as a Health Promotion Strategy within the Family Medicine
Framework)”, Archivos en Medicina Familiar, Volum. 7, No. 1, medigraphic.com, enero-abril, 2005
5
Ibidem
49
por el hombre, que tenga la probabilidad de ocasionar daños a un sistema afectable físico o social, en
un grado tal que pueda constituir un desastre.6 En términos cualitativos, se entiende por riesgo la
posibilidad de ocurrencia de daños, pérdidas o efectos indeseables sobre personas, comunidades, o
sus bienes, como consecuencia de efectos de eventos o fenómenos perturbadores.7
El fenómeno del riesgo, en forma cuantitativa, es definido como la función de tres factores: el peligro,
la vulnerabilidad y el grado de exposición.
1. El peligro se define como la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno dañino de cierta
intensidad, durante un cierto período de tiempo y en un sitio dado.
2. La vulnerabilidad, entendida como la susceptibilidad de los sistemas expuestos a ser afectados
o dañados por el efecto de un fenómeno perturbador, distinguiéndose 2 tipos: la vulnerabilidad
física que consiste en la probabilidad de daño de un sistema expuesto y la vulnerabilidad
social que se valora cualitativamente, ya que está relacionada con aspectos educativos,
culturales, así como el grado de preparación de las personas.
3. La exposición se refiere a la cantidad de personas, bienes y sistemas que se encuentran en el
sitio y que son factibles de ser dañados. El grado de exposición es un parámetro que varía con
el tiempo, el cual está íntimamente ligado al crecimiento y desarrollo de la población y su
infraestructura. Cuanto mayor sea el valor de lo expuesto, mayor será el riesgo que se
enfrenta. Si el valor de lo expuesto es nulo, el riesgo también será nulo, independientemente
del valor del peligro.
Por otra parte, los efectos que la vivienda ocasiona en la salud de los habitantes, debido a las
condiciones que ésta tenga, pueden ser descritos en términos de las afecciones relacionadas al
saneamiento básico. En primer lugar, las enfermedades de origen hídrico como disentería, vómitos,
gastroenteritis, cólera, tifoidea, también afecciones de la piel y oculares, que resultan a consecuencia
de bacterias patógenas, virus entéricos, protozoarios y helmintos, localizados en las aguas de
consumo; asimismo, en la manipulación inadecuada de los alimentos, se pueden transmitir las
bacterias. En segundo lugar, la contaminación del aire interior, particularmente humo de cocinas mal
ventiladas y cigarros, contribuye a la severidad de las infecciones respiratorias como bronquitis y
neumonía, particularmente en población infantil, incrementando el riesgo de cáncer. Por otra parte,
6
Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cenapred), Guía para la elaboración de atlas estatales y municipales
de peligros y riesgos, México, 2005
7
Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Guía metodológica para la elaboración de Atlas de Riesgos en zonas
urbanas. Consejo de Recursos Minerales, México, 2004.
50
las zoonosis de los animales domésticos y enfermedades transmitidas por vectores, insectos y
roedores, causan el paludismo, el dengue, la filariasis, el mal de Chagas, entre otras. La dispersión
aérea de enfermedades virales se facilita por el hacinamiento, causado por la nula disposición espacial
de la vivienda, o por la acción deficiente de la ventilación. También, la humedad es el principal factor
que promociona o limita el crecimiento microbiano de la vivienda en sistemas o superficies (OMS,
2000).
En la vivienda rural se favorecerse el contacto con agroquímicos y plaguicidas, que ocasionan efectos
tóxicos enzimáticos en los habitantes. Las enfermedades no transmisibles constituyen otra área de
influencia de la vivienda, entre ellas se cuentan los accidentes domésticos que afectan primariamente
a los niños y a los ancianos en una amplia gama de situaciones: contusiones, cortadas, quemadas,
envenenamientos, caídas, obstrucción respiratoria, sofocación y estrangulamiento que pueden resultar
letales. Entre los accidentes mortales que ocurren en el hogar y el entorno inmediato, se relaciona con
los niños menores de 5 años, debido a su mayor permanencia en la vivienda. En muchos casos, las
dolencias son consecuencia de estrés, y se vinculan a la sobrecarga neurosensorial y
descompensación en la economía. Los principales factores de estrés en la vivienda son la tenencia, el
estado de la vivienda y del entorno, las relaciones sociales y el ingreso económico. Estos factores de
estrés están presentes en distinto grado en todos los ambientes que el hombre enfrenta, pero su efecto
resulta más connotado allí donde la susceptibilidad de este hombre es más acusada, particularmente
en la vivienda (OMS, 2000).
Otro de los factores de riesgo relacionados con las condiciones de la vivienda, son: el ruido,
productor de molestia, afectaciones del psiquismo y de la esfera somática; las vibraciones con efectos
vestibulares, nerviosismo, lumbalgia y fallos en la irrigación sanguínea; la sobrecarga o déficit
calórico por el microclima; mala ventilación de la vivienda induciendo afectaciones neuropsíquicas y
cardiovascular; deficiente protección al ultravioleta con riesgo de lesiones cancerígenas, fotoqueratitis
y cataratas; condiciones deficientes de luminosidad que puede devenir en fatiga y vértigos;
exposición a radiación infrarroja no controlada con riesgo de quemaduras y cataratas; infiltración del
aire exterior en la vivienda introduciendo diversos contaminantes químicos, a través del humo de
fogones, como el monóxido de carbono productor de hipoxia, el dióxido de azufre, ozono, óxidos de
nitrógeno, etc., afectando la función respiratoria.
La OMS (2000), considera que los desastres naturales y antrópicos, encuentran en la vivienda un
51
blanco por excelencia, dado que resulta el tipo de edificación que por su abrumadora mayoría y más
baja inversión soporta menos elementos de seguridad. El tipo de construcciones y la densidad de la
población en áreas amenazadas constituyen elementos de la vulnerabilidad. En las viviendas
deficientes se localiza la población de mayor riesgo de afectación por enfermedades relacionadas con
las condiciones mismas de la vivienda y el entorno, por ello, la vivienda tiene un papel de
determinante de salud; asimismo, el género de las personas, la niñez, la ancianidad y la discapacidad,
constituyen condiciones de los individuos que denotan marcada vulnerabilidad de los mismos a las
condiciones de la vivienda y del entorno habitacional. Las amas de casa, por sus actividades sociales
de trabajo, se encuentran más expuestas a los factores de riesgo de la vivienda que los otros miembros
de la familia. Los impedidos físicos y discapacitados, los enfermos, los niños, los ancianos, las
mujeres pueden considerarse grupos de riesgo, por cuanto ellos resultan los primeros afectados por
las condiciones inapropiadas de la vivienda. La falta de recursos económicos es un fuerte moderador
psicosocial de la privación y un determinante de la calidad de vida precaria en la vivienda. Por ello,
los pobres deben ser también considerados grupo de riesgo.8
En el marco de la Salud Ambiental (OMS, 2000), se prescriben medidas que favorecen condiciones
saludables de la vivienda. El diseño se dirige a procurar las mejores soluciones de acomodo de
espacio, implementación y ambiente para el cumplimiento eficaz y eficiente de las funciones que
deben ser facilitadas en un lugar y ámbito concretos. Los materiales elegidos para la construcción de
las viviendas deben satisfacer criterios de disponibilidad, accesibilidad, adecuación, conformación y
economía; asimismo, deben facilitar la sujeción, sostenimiento, estructuración, aislamiento o
comunicabilidad de las estructuras arquitectónicas, de acuerdo con las cargas a soportar y las
8
Los impactos más connotados se asocian a las dificultades de acceso a la vivienda, ya que existe un déficit en su
provisión, seguido de la precariedad de las condiciones habitacionales.
52
condiciones del intemperismo. En suma, las propiedades esenciales de la obra constructiva de las
viviendas, deben garantizar:
• Solidez y resistencia a los embates naturales y las incidencias sociales tales como la
delincuencia, así como la perdurabilidad y facilitación de las actividades domésticas; incluida
la cocción y conservación de alimentos.
• Modulación microclimática de los fenómenos del intemperismo.
• Interconexión de los espacios funcionales con facilitación de la movilidad.
• Aislamiento de los eventos indeseados y la transmisión de los eventos placenteros
relacionados al ambiente exterior.
• Flexibilidad para acoger funciones laborales o de servicio en el marco de la vivienda.
• Seguridad a la vida y protección de los bienes.
• Adecuación a la satisfacción de las necesidades de la persona y/o de la familia.
• El tratamiento del mobiliario, del equipamiento y de los acabados, se debe regir por los
criterios de la higiene de la vivienda.
Las viviendas existen en un entorno que presenta riesgos sociales para la salud y a la vez ofrece
medios de protegerla y promoverla. Esos riesgos y esos medios suelen ser muy diferentes en las
zonas urbanas y en las rurales. La población urbana se enfrenta con los problemas de hacinamiento,
ruido, contaminación del aire, delincuencia, pobreza, congestión y peligros del tránsito y aislamiento
social; si bien tiene por lo común mejor acceso a servicios de todo tipo. En las zonas rurales, se
agravan los riesgos para la salud por el aislamiento físico, la pobreza y la falta de servicios sanitarios
y de apoyos financieramente viables. El entorno habitacional no sólo debería contar con los servicios
necesarios para mantener la salud y las actividades socioeconómicas, p. ej.: abastecimiento de agua,
eliminación higiénica de excretas, basuras y otros residuos, desagüe y lucha contra la contaminación,
sino también promover el bienestar por sus características y comodidades (OMS, 1961).
53
3.4 Salubridad en la vivienda
La salubridad, concebida como la ciencia y arte de organizar y dirigir los esfuerzos colectivos para
proteger, fomentar y reparar la salud, relaciona los factores y aspectos que conciernen al
mejoramiento de las condiciones de vida de la población y el cuidado de la salud pública. Igualmente,
busca adaptar el ambiente físico-natural que rodea al hombre a las condiciones que le permitan vivir
sano, sin molestias o incomodidades, a través de la aplicación de principios y normas sanitarias. La
Organización Mundial de la Salud (OMS, 1952), define a la salud como: “…un estado de completo
bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedades” y, saneamiento “…la
rama de la salubridad destinada a eliminar los riesgos del ambiente natural, sobre todo resultantes
de la vida en común, y crear y promover en él las condiciones óptimas para la salud”.
En el Informe sobre Desarrollo Humano realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (ONU/PNUD, 2006), la OMS considera 3 fundamentos básicos para el progreso humano:
suministrar agua limpia, eliminar las aguas residuales y propiciar servicios de saneamiento;
asimismo, señala que el origen del déficit de los servicios está en las decisiones políticas, no
necesariamente en la disposición que los habitantes tengan del agua, ya que el suministro de agua
representan una mínima fracción del consumo, menos del 5%, pero la desigualdad para acceder a
agua limpia y a los servicios de saneamiento, es muy significativa; p. ej., en las áreas de ingresos
altos de ciudades de Asia, América Latina y el África, los servicios públicos suministran cientos de
litros de agua al día a los hogares y a un precio reducido. Al mismo tiempo, los habitantes de barrios
pobres y los de áreas rurales de esos países tienen acceso a menos de los 20 litros diarios de agua por
persona para satisfacer sus necesidades básicas. Las mujeres y las niñas sufren las consecuencias, ya
que tienen que sacrificar su tiempo y su educación para ir en busca del agua.
54
El uso promedio del agua oscila entre 200 y 300 litros diarios por persona en la mayoría de los países
europeos y 575 litros en Estados Unidos. Por el contrario, el uso promedio en países como
Mozambique es inferior a los 10 litros. Inevitablemente, los promedios nacionales ocultan variaciones
muy importantes, como es el caso en los países en desarrollo donde las personas que carecen de
acceso al agua mejorada, consumen menos cantidad de agua, en parte porque tienen que recorrer
grandes distancias. Al respecto, las normas internacionales establecen un mínimo de 100 litros por día
en una familia de cinco integrantes; esta cantidad de agua pesa 100 kg, una pesada carga que se debe
transportar durante 2 o 3 horas, especialmente por mujeres y niñas jóvenes. Establecer una línea de
pobreza de agua no resulta fácil, debido a las variaciones de clima y a las características individuales
de cada hogar, entre otros factores. Las normas internacionales establecidas por la OMS (2005) y el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2005), sugieren un suministro mínimo de 20
litros al día por habitante para beber y para la higiene personal básica, obtenida de una fuente de agua
que se encuentre a un kilómetro del hogar. Las personas que no acceden a esta cantidad de agua ven
limitadas sus capacidades para mantener su bienestar físico y la dignidad que conlleva el estar limpio.
Si se consideran las necesidades de agua para baño y para lavar, aumentaría el límite por persona
hasta 50 litros diarios.9
“En el mundo hay más que suficiente agua para el uso doméstico, la agricultura y la industria.
El problema radica en que algunos (principalmente la población más pobre) quedan excluidos
sistemáticamente del acceso al agua por su pobreza, por sus limitados derechos legales o por
políticas públicas que limitan el acceso a las infraestructuras que proporcionan agua para la
vida y para los medios de sustento” (PNUD, 2006:3).
Una persona portadora o enferma de infección entérica, acarrea en su interior los gérmenes causales
de la enfermedad; p. ej.: tifoidea, paratifoidea, disentería bacilar, amibiana, etc. El enfermo elimina
los gérmenes en el período crítico de la enfermedad y lo hace durante la convalecencia, en cierto
período o durante el resto de su vida. El portador, sin presentar síntomas aparente de una enfermedad
9
Una parte significativa de la población mundial se sitúa por debajo del umbral mínimo de necesidades del agua; existen
aproximadamente 1,100 millones de personas que viven a más de un kilómetro de una fuente de agua y que utilizan
diariamente menos de 5 litros. Por otra parte, una mujer que amamanta, el requerimiento mínimo de agua es de 7.5 litros
al día (OMS y UNICEF, 2005).
55
transmisible, alberga al agente infeccioso específico y puede servir como fuente de infección. El
grupo de agentes causales de infecciones entéricas, se localizan en el tracto intestinal, produciendo
molestias, incomodidades o hasta la enfermedad misma, eliminándose a través de las evacuaciones
intestinales, es decir, –las heces de las personas infectadas–. Esto último, constituye el aspecto más
significativo en la salud de las comunidades rurales que no cuentan con sistemas sanitarios de
abastecimiento de agua, disposición de excretas y eliminación sanitaria de desperdicios o residuos
líquidos y sólidos generados en las viviendas.
Los agentes patógenos llegan al hombre sano por las evacuaciones de personas enfermas o
portadoras. Si los excrementos se disponen al aire libre, directamente en el suelo, existe la posibilidad
que se transporten a través de una vía de transmisión por contacto directo con las manos, debido a la
falta de higiene; asimismo, por medio de un vector, como la mosca o la cucaracha, cuando depositan
pequeñas cantidades de gérmenes patógenos en los alimentos serán ingeridos por una persona. Este
problema ocurre en forma similar si se depositan los excrementos humanos en letrinas no sanitarias.
Existen otras enfermedades cuyas vías de transmisión son a través del suelo o del agua. En estos
casos la ruptura de la vía de transmisión es más compleja. Las enfermedades transmitidas por el agua,
en la actualidad se conoce una gran variedad de infecciones causadas por diferentes
microorganismos: bacterias, protozoarios (gusanos), helmintos (lombrices) y virus; no obstante, las
enfermedades hídricas más comunes son aquellas que se propagan por el agua contaminada con heces
u orina humana, localizadas en las aguas residuales generadas en los centros de población.
Si las heces se descargan a sistemas de alcantarillado sin tratamiento posterior, contaminan los
cuerpos de agua; superficiales y subterráneos. El proceso de infección ocurre cuando el patógeno
llega al agua que consume una persona, como se aprecia en la figura 1, donde esquemáticamente se
señala que la mayoría de estas enfermedades siguen una vía clásica de transmisión fecal-oral y los
brotes se caracterizan porque enferman simultáneamente a varias personas que toman agua de la
misma fuente de abastecimiento.
56
Figura 1; Ciclo clásico de infección de enfermedad transmitida por el agua
Persona
infectada
Persona Patógeno en
susceptible excretas
a enfermarse
Dentro de las enfermedades hídricas mundialmente conocidas, destacan la fiebre tifoidea y el cólera
que fueron las infecciones características que ocasionaron enfermedad y muerte en las ciudades que
surgieron en la revolución industrial. También, están presentes la paratifoidea (salmonelosis) y la
disentería bacilar (shigelosis), pero sus efectos son menos devastadores. Para controlar estas
enfermedades, como ya se mencionó, es importante que se identifique la fuente de contaminación, el
agente causante y los patrones de transmisión. Se debe efectuar la eliminación y el tratamiento de las
aguas residuales adecuadamente para reducir la incidencia de enfermedades, ya que la relación que
existe entre las enfermedades de origen hídrico y la presencia en el ambiente de excremento de
personas está bien establecida. Ante este hecho se podría argumentar en el contexto de salud, que la
eliminación sanitaria del excremento humano es más importante que el suministro de agua segura.
Aún si se cuenta con agua de buena calidad, el contacto directo fecal-oral puede provocar una
incidencia elevada de enfermedades como las antes señaladas (Tebbutt, 1993).
Las fuentes de contaminación de nuestro planeta han estado directamente relacionadas con las
actividades del hombre (antrópicas) y constituyen la principal causa de problemas de salud asociados
57
con el ambiente. A las actividades antrópicas, se les atribuye la generación de las fuentes artificiales
de contaminación, que también se clasifican según la naturaleza de la sustancia o agente
contaminante que producen, a través de los residuos en forma líquida, sólida o gaseosa. Son
heterogéneas y diversificadas, además de ser fijas y móviles. Para su control, es imprescindible
identificar los procesos contaminantes y el tipo de sustancias que genera; la localización geográfica
de la fuente, proximidad a los centros poblacionales, y su potencial de contaminación ambiental.
La eliminación de los residuos líquidos (RL) generados en los centros de población, a partir del uso
de agua utilizada en las diversas actividades de las personas, constituyen un problema permanente.
Estos residuos también son conocidos como aguas residuales domésticas (ARD) debido a las
características de su composición originada por el aseo personal, el lavado de manos, ropa y trastos
de cocina, la producción de alimentos, el agua como medio de transporte para las excretas, entre
otras.10
Al igual que el abastecimiento de agua, se debe diferenciar el ARD de origen urbano y rural. En el
primer caso, el agua servida se recolecta en redes de alcantarillado y el efluente se debe tratar
adecuadamente antes de depositarla al medio natural. Los procesos de tratamiento son variados, y
dependen fundamentalmente de las características, la composición y de la normatividad establecida
para el agua por tratar.
Esencialmente los tratamientos son 3: el tratamiento primario, que utiliza operaciones físicas tales
como desbaste y sedimentación para eliminar la mayoría de los sólidos sedimentables y flotantes,
antes de descargar los afluentes al tratamiento secundario en forma directa o pasando por una
neutralización u homogeneización; el tratamiento secundario, que comprende tratamientos biológicos
y químicos, encargados de eliminar la mayor cantidad de materia orgánica, entre los cuales se
encuentran los lodos activados, aireación prolongada, lagunaje con aireación, estabilización por
lagunaje, filtros biológicos (percoladores), discos biológicos, tratamiento anaerobio: proceso por
contacto, filtros (sumergidos), etc..; finalmente, el tratamiento terciario, cuyo objetivo es la
10
Las aguas residuales son aguas que tienen una composición variada proveniente de las descargas de usos municipales,
industriales, de servicios, agrícolas, pecuarias y en general de cualquier otra fuente, así como la mezcla de ellas.
Específicamente las descargas municipales, son aguas de abastecimiento de una población, después de haber sido
contaminadas por diversos usos, entre los cuales destacan los generados en una vivienda, también denominadas
domésticos, así como los generados por instituciones, comercios, etc. (SEMARNAP, 1997). Estas aguas también son
conocidas como aguas negras, mismas que varían su volumen de acuerdo con la población, tamaño de las industrias, entre
otros factores.
58
desinfección o eliminación de contaminantes que no fueron removidos por los tratamientos
anteriores, y usan procesos de microtamizado, filtración, precipitación y coagulación, adsorción,
intercambio iónico, osmosis inversa, electrodiálisis, cloración, ozonización y otros (Ramalho, 1993).
Por otra parte, a fin de proteger la salud de las poblaciones y mantener limpio el ambiente, es
necesario contar con procedimientos regulados adecuadamente para disponer las aguas residuales
domésticas tratadas. La disposición de estas aguas se consigue a través de la irrigación, escurrimiento
superficial y por dilución (Ramalho, 1993).
La complejidad y, por ende, costosos procesos de tratamiento antes mencionados, son adecuados para
aplicarse en zonas urbanas de países desarrollados y en desarrollo; no obstante, para las comunidades
rurales en zonas de bajos ingresos, los procesos deben ser diferentes, a menor escala y económicos.
Es importante señalar que en el medio rural para reducir las muertes por enfermedades hídricas, se
deben mejorar tanto el abastecimiento de agua como el saneamiento, aunque desafortunadamente con
frecuencia se descuida este aspecto a favor de las obras de abastecimiento de agua. Por otra parte, en
los países desarrollados es normal aplicar cuando menos algún tipo de tratamiento al agua, mientras
que en las comunidades rurales en los países en desarrollo, tal tratamiento no siempre es factible.
Es bien sabido que la excreción es una función muy personal y como tal, la gobiernan los patrones
sociológicos de las comunidades en particular. Si se toma en consideración lo anterior, el primer paso
a considerar en cualquier programa de saneamiento, es tener un panorama completo de las prácticas
de excreción y de la posible aceptación de otras alternativas viables. Generalmente es cierto que en
las áreas rurales la eliminación de excreciones es más compleja social que técnicamente. Una
solución al parecer satisfactoria, ocurre cuando todavía no se han examinado sus implicaciones
sociológicas, por tanto, las mejoras en la salud pública no son necesariamente resultado de la
instalación de un sistema de saneamiento, ya que al no procurar que se use correctamente y no se dé
el mantenimiento apropiado, se obtendrá poco beneficio del mismo (Tebbutt, 1993:219-225).
El tratamiento de las aguas residuales rurales es un problema que no ha sido atendido adecuadamente.
El tratamiento varía desde un sistema sanitario “incómodo”, con una simple letrina sanitaria, a un
sistema “cómodo”, fosa séptica con pozo de absorción u otro tratamiento secundario, y aun hasta
pequeñas plantas de tratamiento con pozo Imhoff, tipo económico usado comúnmente en escuelas,
hospitales y pequeños centros de población rural o semirural. Para eliminar los riesgos de las aguas
59
residuales y reducirlos a límites compatibles, se precisa disponer de principios, técnicas, normas y
métodos que se apliquen al medio, y con ello, evitar la contaminación de los cuerpos de agua por
efectos de las aguas residuales, que son la causa principal de las enfermedades hídricas. Por ello, es
importante tomar precauciones con el agua desde que la extraemos, hasta que la descargamos o
regresamos de nueva cuenta al medio ambiente, después de haber sido usada.
Los residuos sólidos (RS) tienen su origen en diversos medios, ya que provienen de las viviendas,
comercios, mercados, parques y jardines, hospitales, entre otras fuentes de generación. Su
composición es muy heterogénea, conteniendo todo tipo de desperdicios, como empaques, botellas de
vidrio, latas, plásticos, papel, cartón, materia orgánica, etc.. A diferencia de los anteriores, los RS de
tipo agrícola e industrial son más homogéneos; sin embargo, tienen mayor concentración y cuentan
con estructuras físico-químicas y biológicas altamente complejas.
Los RS generados en las viviendas se les conocen también como RS domiciliarios o domésticos, y en
zonas urbanas se depositan en camiones recolectores y una mínima cantidad la encontramos tirada en
las calles, terrenos baldíos o directamente depositados en cuerpos de agua. Entre el 50 y 55% de los
desperdicios generados son de origen orgánico y provienen básicamente de la cocina y el sanitario;
sin embargo, esta proporción depende del nivel socioeconómico de los habitantes, ya que se ha
comprobado que en las familias de nivel alto, el consumo de productos con empaque de metal, papel,
plástico y vidrio, es mucho más elevado (PUMA-UNAM, 1997; Escamirosa, et al., 2001).
Debido al manejo inadecuado de los RS, los efectos de la degradación natural de los residuos de
alimentos y la descomposición de los otros productos que los componen, tienen relación directa entre
la salud de las personas y el ambiente. Para el control de los RS generados, de forma tal que armonice
con los principios de salud pública, la conservación del ambiente, la imagen y estética, es necesario
establecer relaciones interdisciplinarias entre campos como el urbanismo, la arquitectura, la
planificación regional, la geografía, la economía, la ingeniería, la salud pública, la sociología, la
demografía, las comunicaciones, la conservación, la política y consideraciones ambientales; además
de aspectos administrativos, financieros, legales y de planeación (Tchobanoglous, et al, 1994).
60
A consecuencia de la diversidad de productos orgánicos e inorgánicos contenidos y mezclados en los
RS, comúnmente denominados como “basura”, constituye una poderosa fuente de contaminación
ambiental y de salud pública, si no se cuenta con el manejo y disposición adecuada. La degradación
natural de la materia orgánica contenida en los RS; principalmente de origen domiciliario, se
convierte en corto tiempo en un activo foco de infección, ya que atrae y provoca la proliferación de
fauna nociva que se dispersa con el viento y el agua a lugares distantes de la fuente de origen,
causando daños y alteraciones en la salud.11 Entre las enfermedades que transmiten se encuentran la
amibiasis, parasitosis, infecciones intestinales y de la piel, tifoidea, paludismo, entre otras.
Para obtener un adecuado control sanitario de los RS, éstos se deben separar desde el origen; es decir,
si los residuos son generados en las viviendas se debe separar la materia orgánica, el papel usado en
el baño, los pañales desechables, algodón y todos aquellos materiales que contengan gérmenes
patógenos. En forma similar, y con el mismo cuidado, se deben atender los residuos sólidos
peligrosos,12 ya que la cantidad, concentración de sus características físicas, químicas o infecciosas
pueden contribuir significativamente en el incremento de la mortalidad o morbilidad, ocasionando
enfermedades serias, irreversibles o causar incapacitación. Por ello, este tipo de residuos constituyen
un peligro potencial para la salud humana y el ambiente cuando se tratan, almacenan, transportan o se
disponen inadecuadamente (Fernández, 1993).
Por otra parte, la disposición de los RS en los países en desarrollo se realiza en los llamados
comúnmente basureros, que de acuerdo con sus características físicas son tiraderos a cielo abierto,
entierros controlados de basura y, en el mejor de los casos, los entierros sanitarios. Los basureros
ofrecen una amplia visión de lo que diariamente se genera y desperdicia en un centro de población, ya
sea en una ciudad o una pequeña comunidad. En ellos encontramos cantidades considerables de
envolturas, basura orgánica en descomposición, botellas de todo tipo, pedazos de vidrio, latas de
metal, variedades de plásticos, muebles, electrodomésticos inservibles, llantas de vehículos, etc.;
asimismo, encontramos una lista interminable de residuos de productos peligrosos como son: los
11
Se considera a la incubación y desarrollo de diversas bacterias, hongos, insectos y animales que pueden ser
transmisores de enfermedades infecciosas; moscas, cucarachas, roedores, etc.
12
Las características de los residuos sólidos peligrosos son la corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad e
inflamabilidad. Los materiales peligrosos, para fines de tratamiento, consideran 8 tipos de compuestos: inorgánicos sin
metales pesados, inorgánicos con metales pesados, orgánicos sin metales pesados, orgánicos con metales pesados,
radiológicos, biológicos, flamables, y explosivos.
61
recipientes con restos de cloro, detergente, pinturas, barnices, acetona, insecticidas, pegamentos,
aceites usados, pilas, medicamentos, jeringas, etc.. Antiguamente, la quema era un procedimiento
tradicional para eliminar los residuos sólidos; no obstante, por las implicaciones que esto representa:
generación de gases como monóxido (CO) y bióxido de carbono (CO2), de cloro y de sustancias
policloradas, esta práctica se ha erradicado parcialmente, ya que hoy en día en muchas comunidades y
ciudades se advierte la quema de la basura (Escamirosa, et al., 2005).
En los tiraderos a cielo abierto, los desperdicios son cubiertos por tierra; sin embargo, la materia
orgánica comienza a degradarse y genera diversos gases, principalmente el biogás metano (CH4), que
busca emerger a la superficie. Por ello, los tiraderos están considerados como una potencial fuente
peligrosa para las poblaciones asentadas en sus inmediaciones. En este proceso, el suelo donde se
depositan los residuos sólidos absorbe las sustancias químicas contenidas en los productos y con la
presencia de las lluvias, la basura acumulada acelera la producción de lixiviados que escurren y se
infiltran hacia los cuerpos de agua, superficiales o subterráneos; los lixiviados constituyen la principal
causa de contaminación de los cuerpos de agua, en ellos se concentran sustancias químicas y
biológicas altamente tóxicas, nocivas para la flora y fauna de los mantos acuíferos.
Otro problema que se presenta alrededor de los tiraderos, es la proliferación de la fauna nociva, que
incluye agentes patógenos dañinos para la salud de las personas y el ambiente en general. También,
durante el proceso de descomposición de la basura se generan olores nauseabundos y ofensivos al
olfato; asimismo, es común que en los tiraderos ocasionalmente se produzcan incendios naturales que
acentúan el problema de contaminación atmosférica. Esto sucede a consecuencia de que durante el
proceso de fermentación de la materia orgánica, la temperatura se eleva hasta los 60ºC, se produce
gas metano, por lo cual se generan incendios recurrentes.
Respecto a los rellenos sanitarios, estos constituyen una alternativa mucho más consistente que en el
caso de los tiraderos o entierros controlados de basura. Las principales características de los rellenos
sanitarios son: contar con una superficie impermeable para evitar las infiltraciones de lixiviados al
subsuelo y hacia los cuerpos de agua y tener un sistemas de captación del biogás generado.
Obviamente, construir un verdadero relleno sanitario implica realizar numerosos estudios geológicos
e hidrológicos que determinen el comportamiento, tanto de la superficie del terreno como de las
precipitaciones; además, requieren vigilancia constante que evite la probable incidencia de incendios,
62
la pepena, el arribo de animales urbanos y silvestres. Lo anterior, conlleva a destinar fuertes
inversiones, que en muchas ocasiones no están al alcance de las autoridades o que se destinan a otras
acciones consideradas de alta prioridad.
Las implicaciones que tienen el manejo inadecuado y la mala disposición de los RS en la salud
humana y el ambiente son múltiples. Entre las formas que garantiza la protección al ambiente y la
salud humana, destaca la separación de los RS. Considerando que los productos de los RS tienen un
cierto valor económico, la estrategia de las 4R es una alternativa: reducir, reutilizar, reciclar y
recuperar. La reducción evita más producción y su nocividad; la reutilización significa dar alguna
utilidad a los productos, alargando con ello su vida útil; el reciclaje de ciertos materiales permite su
utilización como materia prima para la industria en general y; la recuperación considera que, a través
del tratamiento, se recupera la energía contenida en los residuos (Escamirosa, et al., 2001).
Los problemas implícitos en el manejo de la basura están asociados a la gestión de RS, mismos que
en la sociedad actual cada vez son más complejos, a consecuencia de su naturaleza y cantidad
generada; además del crecimiento poblacional, lo limitado de los recursos económicos, los efectos de
la tecnología y a las limitaciones de energía y materia prima. Las actividades asociadas a la gestión de
RS, desde la generación hasta la disposición final, se agrupan, según Tchobanoglous, et al., (1997) en
6 elementos funcionales: a) generación, b) manipulación y separación, almacenamiento y tratamiento
en el origen, c) recolección y transporte, d) separación, procesamiento y transformación, e)
transferencia y transporte, y f) disposición final (ver figura 2).
63
Figura 2; Elementos funcionales del sistema gestión de residuos sólidos
Generación de
residuos sólidos
Manipulación, separación,
almacenamiento y
tratamiento en el origen
Recolección
y transporte
Transferencia y Separación,
transporte procesamiento y
transformación
Disposición
final
Cada elemento funcional del sistema de gestión de RS está relacionado con los demás, por lo cual, es
indispensable identificarlos y establecer sus interrelaciones, que pueden ser cuantificables y,
posteriormente, realizar análisis, comparaciones y evaluaciones. Según Castillo (1990), la generación
de RS comprende las actividades en que los materiales se identifican sin ningún valor económico e
inútiles, por lo que son desechados y, en el peor de los casos, se tiran al aire libre. Al referirse a los
residuos domésticos, señala que la fuente de generación ocurre en la vivienda, donde se engendran y
generan los residuos; asimismo, son poco controlables y están vinculados con el estrato
socioeconómico de los habitantes, debido a que están directamente relacionados con el consumo y la
utilización de sus consumos.
64
estéticas; sin embargo, el almacenamiento en el origen, generalmente corre a cargo del propietario de
la vivienda, así como el tratamiento que incluye actividades de separación, compactación y la
composta de los residuos orgánicos; vegetales y jardinería.
Las sustancias emitidas a la atmósfera, principalmente por las actividades del hombre, dañan
directamente la flora y fauna del ambiente, incluyendo la salud humana. Los efectos producidos a la
salud pública son múltiples y variados, y están relacionados con el tipo de sustancia, además de la
cantidad, la concentración y el tiempo de exposición.
65
La ciudad se considera como el mayor centro de operaciones de las actividades humanas y por ende,
generadora de emisiones en forma de gases o de partículas suspendidas en la atmósfera. Entre las
actividades principales, destacan las domésticas, industriales, administrativas, comerciales y
turísticas. El transporte vehicular es el principal mecanismo emisor de gases, además de la industria.
Respecto a la temperatura ambiental, los materiales de la ciudad absorben 3 veces más aprisa el calor,
comparados con el campo; los edificios absorben casi la totalidad del calor al reflejarse los rayos
solares en ellos, y en el campo éstos quedan almacenados en las partes superiores de las plantas; en la
ciudad se eliminan rápidamente las aguas que provienen de las precipitaciones, las cuales ayudarían a
refrescar el aire, mientras que en el campo, parte permanece sobre la superficie e inmediatamente
debajo de ella, de modo que el agua está lista para el proceso de evaporación (Granados, 1995).13
Algunos factores que favorecen el calentamiento y la contaminación del aire en las ciudades son la
escasa ventilación, presencia de montañas y el clima. El aire caliente generado en la ciudad se
concentra en el centro y forma una “islas de calor urbano” que tienden a ascender, generándose una
corriente de aire del campo a la ciudad, por lo que se origina un ciclo; sin embargo, la ciudad no se
enfría a la misma velocidad que el campo debido a los edificios y a los diversos contaminantes
presentes en el aire, que esencialmente son partículas que forman un domo de polvo y hacen que el
enfriamiento sea más retardado. Por otra parte, la ciudad emite a la atmósfera 2 tipos de
contaminantes: los contaminantes primarios, como resultado de acciones naturales o actividades
humanas, destacando el CO, CO2, SO2, NO y algunos compuestos clorofluorurocarbonados, y, por otro
lado, los contaminantes secundarios, que se originan a partir de los contaminantes primarios, al
reaccionar en presencia de la luz solar y generando nuevas sustancias tóxicas para la salud, como
H2SO4 (ácido sulfúrico), PAN (nitrato de peroxiacetileno), otros (Granados, 1995).
Entre las sustancias contaminantes utilizadas abundantemente a finales del siglo pasado, fueron los
clorofluorurocarbonados en sprays y en refrigeradores, que al interaccionar con las moléculas del
ozono localizadas en la atmósfera, hace que éstas se rompan y destruyan. El ozono tiene la función de
regular la temperatura ambiental y absorber los rayos ultravioleta (UV) que forman parte de la
radiación solar, haciendo que su intensidad quede reducida y no causen daño a los seres vivos.
13
Según Granados (1995), los estudios que se han hecho acerca de las características de los contaminantes han
determinado que existan dos tipos de atmósferas contaminantes: Atmósfera tipo Londres; principales contaminantes son
compuestos sulfurados procedentes de la quema de carbón y la Atmósfera tipo Ángeles; predominan los hidrocarburos y
los óxidos de nitrógeno, que al reaccionar con la presencia de la luz solar forman un conjunto de nuevos contaminantes
(O3, PAN, HNO3, etc.), al que se le llama smog fotoquímico; muy común en ciudades con industrias contaminantes, clima
cálido y seco.
66
Adicionalmente, el estancamiento del aire y la dilución de los contaminantes en las ciudades han
propiciado la creación de ciertos fenómenos, mundialmente conocidos, entre los que destacan la
inversión térmica, isla de calor urbano, efecto de invernadero (absorción y almacenamiento de
energía por parte de la atmósfera, por la concentración de CO2), lluvia ácida (reacción de los
productos emitidos a la atmósfera, específicamente los sulfuros y óxidos de nitrógeno) y, microclima.
Por otra parte, los efectos causados en la salud pública, así como en la flora y fauna silvestre, por las
emisiones de gases emitidos a la atmósfera son muy variados, destacando los siguientes: el bióxido de
carbono (CO2) generado por combustibles orgánicos, es letal en los animales; el monóxido de carbono
(CO) es letal en animales, las plantas no lo aprovechan y en elevadas concentraciones mueren debido
a que ataca a las auxinas (hormonas del crecimiento de las plantas); los alquitranes debido a la
descomposición pirógena de combustibles y carburantes, como el tabaco, producen cáncer pulmonar;
el humo, hollín y ceniza, generados en aparatos de calefacción o cocción con uso de petróleo, leña,
carbón o diesel, generan antracosis pulmonar; los olores desagradables, gas metano, etc., debido a los
desagües públicos, letrinas, estercoleros, mataderos, pescaderías, etc., ocasionan irritación de las
mucosas del aparato respiratorio. En los estercoleros y basureros se pueden producir combustiones
espontáneas debido a la generación de gas metano (Granados, 1995).
Específicamente en el medio rural, prevalece el uso del fogón para la producción de alimentos, que en
lo general usan leña como combustible. Esta práctica tradicional se realiza bajo condiciones adversas
a la salud de las personas que la aplican y al ambiente; por un lado, los habitantes se exponen durante
largo tiempo a las emisiones del humo generado por la quema de leña, debido a la mala construcción
de los fogones, mala ventilación, entre otros aspectos, y por otro lado, la relación del consumo de leña
con la producción de alimentos, no se optimiza toda vez que existe dispersión de la energía durante el
proceso de cocción de los alimentos, requiriendo mayor cantidad de leña.
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1987), creó el concepto de vivienda saludable que se
define como el ente facilitador del cumplimiento de un conjunto de funciones específicas para el
individuo y la familia, vinculadas a su protección y desarrollo.
67
Específicamente como estrategia, la vivienda saludable se establece con un enfoque sociológico y
técnico para el enfrentamiento a los factores de riesgo, y está orientada al fortalecimiento de la
ejecución de actividades que promueven y protegen la salud de las poblaciones más vulnerables de
los peligros socioambientales. El ámbito de acción incluye la casa como refugio físico de residencia
del individuo; el hogar como el grupo de individuos que viven bajo el mismo techo; el entorno
consistente en el ambiente físico y psicosocial inmediatamente exterior a la casa y; la comunidad
referido al grupo de individuos identificados como vecinos. Conceptualmente, esta estrategia
comprende ambientes y entornos saludables e incorpora el saneamiento básico, espacios físicos
limpios y estructuralmente adecuados, y con redes de apoyo para lograr ámbitos psicosociales sanos y
seguros, exentos de violencia. 14
Las potencialidades que ofrece el concepto de vivienda saludable están vinculadas, por un lado, a que
la vivienda se constituye en el primer espacio estructurante de determinadas condiciones y estilos de
vida, en el que el hombre transita una parte sustancial de sus días de vida y, por otro lado, la relación
que tiene la vivienda con un sinnúmero de problemas de salud, vinculados con la insalubridad
existente y a las condiciones medioambientales. Estos problemas van desde procesos ampliamente
ligados a la acción de un agente específico (p. ej., parasitosis, intoxicaciones, etc.), hasta procesos
vinculados a la esfera psicoafectiva y social (p. ej., trastornos depresivos, violencia familiar, etc.).15
El concepto de vivienda saludable alude a un espacio que promueve la salud de sus moradores,
cumpliendo condiciones fundamentales ligadas a condiciones de vida (tenencia segura, ubicación
segura, diseño y estructura adecuada, servicios básicos de calidad) y a estilos de vida (bienes de
consumo seguros y hábitos de comportamiento saludable). Si el concepto de vivienda saludable
aparece como un importante recurso para operacionalizar una comprensión integral, resulta
insuficiente dar cuenta de la compleja trama de interacciones que determinan la calidad de vida del
individuo en su contexto y sus implicancias en términos de salud-enfermedad. Existen interesantes
aportes que procuran dotar a esta propuesta de mayores alcances explicativos al proponer reconstruir
la noción de vivienda saludable mediante argumentos que contribuyan a superar la visión de actuar
sobre factores, mediante un sujeto único y una acción funcionalista, por una visión de intervención
14
Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS), Hacia una vivienda saludable.
Manual Educativo Nacional, Bogotá, Colombia, 2010, 211 pp.
15
Ciuffolini, María Beatriz y Humberto Jure, “Estrategias de comprensión integral del proceso salud-enfermedad: aportes
desde la perspectiva de vivienda saludable”, Astrolabio, No. 3, Universidad Nacional de Cordoba, Centro de Estudios
Avanzados, 2006.
68
sobre el proceso salud-enfermedad que desencadene en consecuencias significativas y sustentables en
las habilidades, estilos y condiciones de vida de los sujetos y la sociedad (Rojas, et al., 2005:28).
Martín y Meter (1978), plantean que proteger a la población de las enfermedades transmisibles,
implica los siguientes campos de acción: el abastecimiento de agua segura, la eliminación higiénica
de excretas, la eliminación adecuada de los residuos sólidos, el drenaje de aguas superficiales, la
higiene personal y doméstica, la preparación higiénica de los alimentos; asimismo, se señala que la
“vivienda saludable” protege contra traumatismos, intoxicaciones y exposición al calor, entre otros
factores que contribuyen a la aparición de enfermedades crónicas. También, se debe atender las
características estructurales y mobiliario doméstico, la ventilación que evita la contaminación del aire
interior, adoptar precauciones para reducir la exposición a sustancias químicas cuando el hogar se usa
como lugar de trabajo. El cumplimiento de estos requisitos depende de características estructurales y
del comportamiento humano, en ocasiones determinado culturalmente por los usos y costumbres.
Entre los trabajos para abordar los planteamientos establecidos por la OMS/OPS, relacionados con la
vivienda saludable, destaca el realizado por Guzmán Piñeiro (2002), que analiza la calidad sanitaria
de la vivienda, a partir de la tipología constructiva y habitacional, estado técnico, disponibilidad de
servicios y prioridades; además, la valoración de la vivienda en relación con individuos vulnerables y
la agradabilidad del medio. Para ello, diseñó un estudio descriptivo, transversal con empleo de la
herramienta-guía16 para la obtención del diagnóstico de salud en la vivienda. Según Manuel Peña
(2005), la vivienda saludable es un espacio de residencia que promueve la salud cumpliendo con las
siguientes condiciones fundamentales: tenencia y ubicación segura, estructura adecuada, espacios
suficientes, acceso a los servicios básicos, muebles y utensilios domésticos y bienes de consumo
seguros, entorno y uso adecuado de la vivienda. El autor señala que la iniciativa surge como un
proceso para fortalecer la ejecución de las actividades encaminadas a proteger la salud de las
poblaciones más vulnerables a los riesgos con relación a su vivienda.
16
Se efectuó una evaluación diagnóstica de conglomerados de viviendas en cinco municipios de Cuba: Sagua La Grande,
Habana Vieja, Cerro, Habana del Este y Ciego Avila, en el período de los años 2000 al 2002, a través de la rama
cualitativa de la herramienta guía, que consistió en aplicar entrevistas profundas a líderes formales, estudios de grupos
focales para la identificación y determinación de prioridades en problemas de la comunidad, y se realizaron encuestas
dirigidas a la percepción de la adecuación de la vivienda y su entorno.
69
ciudadanía, particularmente en el núcleo familiar, para transformar su realidad y tomar sus propias
decisiones, a través de estrategias como la Atención Primaria Ambiental. Igualmente, en la
cooperación centrada en las poblaciones vulnerables (infantil, mujeres y adultos mayores) y zonas
más necesitadas, especialmente los asentamientos urbanos precarios, áreas indígenas y rurales.17
Debido a la amplia variedad de elementos de la vivienda que afectan a la salud, no es posible dar una
definición simple de lo que constituye una vivienda de calidad salubre; asimismo, es difícil demostrar
de manera concluyente las relaciones entre los distintos aspectos de la vivienda y la salud, ya que
también ejercen influencia otras variables asociadas, como la predisposición o susceptibilidad física,
económica, política o social que tiene una comunidad de ser afectada. De acuerdo con Rojas, et al.
(2005), la complejidad de la situación planteada nos remite a una reflexión en torno a cuatro
conceptos que se supone modelan la noción de vivienda saludable, estos son: calidad de vida, salud,
vivienda y riesgo. A continuación, se delinean algunas claves filosóficas sobre estas nociones que
constituyen la génesis de la nueva identidad de la vivienda saludable:
1. Calidad de vida: entendida como el grado de excelencia de vida que una sociedad dada,
localizada en un espacio geográfico y en un tiempo determinado, ofrece en sus políticas de
asignación y distribución espacial y social de recursos destinados a satisfacer directa o
indirectamente cierta gama de necesidades humanas (incluidas las no materiales), y en el
consiguiente nivel de contento individual y grupal, según la percepción que se tenga de esa
oferta, accesibilidad y uso, así como de las consecuencias potenciales y reales sentidas o no,
por parte de la población involucrada.18 Los efectos finales de la calidad de vida se concretan
en la salud física y mental de la población, así también en la vivienda como agente de salud.
2. Salud: razonada como un proceso en permanente tensión y conflicto en la búsqueda de una
mejor calidad de vida, está condicionado por las potencialidades, capacidades y limitaciones
de las personas, familias y comunidades, y evidenciado en el manejo de los recursos
disponibles. No es un estado ni forma parte de un sistema estático; es un proceso continuo de
17
La OPS plantea que las intervenciones deben estar basadas en la evidencia, con el compromiso y colaboración
intersectorial e interinstitucional, a partir de la coordinación con estrategias, iniciativas y programas complementarios.
Además, establece que la participación deberá ser a través de redes de instituciones de excelencia, y hacer partícipe
permanentemente a la Red Interamericana de Vivienda Saludable y centros de excelencia en la ejecución de la
cooperación, con la colaboración de socios estratégicos como UN-Habitat, CEPAL, UNICEF, PNUMA, AIDIS, entre
otras instituciones interesadas.
18
Abaleron C.A. “Las relaciones entre la vivienda y la salud en el marco de la calidad de vida”, en Primeras Jornadas de
Salud en la Vivienda, Centro Experimental de Vivienda Económica. Ciudad de Carlos Paz, Argentina, 2002.
70
adaptación ambiental, relacionado con las habilidades, estilos y condiciones de vida19 de las
personas; es decir, con las capacidades para admitir un comportamiento adaptativo y positivo
que permita abordar con eficacia las exigencias y desafíos de la vida cotidiana.
3. Vivienda: explicada como la representación de la evolución o involución de los procesos
sociales, culturales, psicológicos o políticos, mediante los cuales los individuos son capaces
de expresar sus necesidades, plantear sus preocupaciones, diseñar estrategias de participación
en la toma de decisiones y llevar a cabo acciones políticas, sociales y culturales que le
permitan satisfacer o no los requerimientos habitacionales en pro de su salud.20
4. Riesgo: concepto que resulta en la medicina familiar, el eje estructurante de las prácticas
preventivas que la distingue; asimismo, procura tener una referencia contextual del proceso
salud-enfermedad, centrado en la vivienda, que exige construir el marco teórico metodológico
para el abordaje. En el ámbito de la medicina, el riesgo se comprende como la probabilidad de
ocurrencia de un fenómeno ligado a la salud, expresado mediante un indicador estadístico.
Se han planteado los elementos que se consideran importantes en esta nueva construcción de la
vivienda saludable, porque sólo contrastándolas y reconociendo cada una de estas definiciones sobre
calidad de vida, salud, vivienda y riesgo, se sitúa mejor sus implicaciones para la concreción de la
vivienda saludable. El manejo adecuado de la vivienda conseguiría contribuir a moderar las facetas
deteriorantes del proceso salud-enfermedad y a fortalecer las facetas protectoras del mismo.
La vivienda saludable constituye una estrategia para la promoción de salud y se añade que ésta
dependerá de dos cuestiones: a) nivel de conocimiento que tengan las personas, y, b) grado de control
de las personas sobre las decisiones y acciones que afectan su salud (Rojas, et al., 2005). Para la
concreción de la vivienda saludable es primordial considerar a la familia, sus modos de vida y el rol
que desempeña la subjetividad de las personas; así también, el modo de intervención a partir de la
articulación de acciones que orienten el proceso común del objeto y del sujeto del conocimiento para
la salud. Lo anterior, constituye lo que Breilh (2003) denomina como la intersubjetividad, que
posibilita el trabajo intersectorial, interdisciplinar y la participación ciudadana.
A partir de las ideas planteadas por Rojas, et al. (2005), sobre las nociones que forman la vivienda
19
Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud. Documento de Posición de OPS sobre
políticas de Salud en la Vivienda. Washington, D.C. y La Habana, Cuba, 1999.
20
Rojas M.C., Lineamientos Teóricos para la estimación holística de la vulnerabilidad y el riesgo de la vivienda en la
salud humana. Una revisión necesaria para la gestión de la vivienda saludable. Cuaderno Urbano 4.
71
saludable, señala que para su configuración es necesario considerar los siguientes aspectos:
1. La calidad de vida, la salud, la vivienda y el riesgo modelan la noción de vivienda saludable y
son hechos culturales. Por ello, se debe advertir la responsabilidad que tienen los seres
humanos y las instituciones en la producción, distribución y consumo.
2. Los habitantes de la vivienda generan la capacidad de adaptación para absorber los riesgos sin
que afecten su salud (resiliencia) o incapacidad para adaptarse a ese cambio quedando
expuestos a situaciones de vulnerabilidad y riesgo.
3. El análisis de la vulnerabilidad debe considerar los factores que la originan: exposición,
fragilidad social y nivel de resiliencia (capacidad para resistir y recuperarse).
4. Para disminuir la vulnerabilidad social y el riesgo de la vivienda para la salud, se deben
aplicar estrategias de intervención basadas en la intersubjetividad.
La vivienda es un valioso elemento para monitorear, evaluar y controlar la calidad de vida, que a su
vez depende la calidad en la salud de las personas. Por ello, las condiciones de la vivienda y su
relación con la salud de los habitantes, no se deben explicar ni atender como problemas en forma
fragmentada, sino que se debe tener una aproximación de la realidad de la vivienda desde una visión
global que abarque las debilidades y fortalezas de los sujetos, la familia, la sociedad y el ambiente.
Por otra parte, el concepto “espacio saludable” alude a la sucesión de los ambientes habituales con los
cuales el hombre convive durante el curso de su vida: la vivienda, la escuela, el trabajo, la ciudad, el
municipio. Si estos ambientes presentan factores de riesgo controlados y prevenibles e incluyen
agentes promotores de salud y bienestar, entonces las interacciones medioambientales del hombre
resultarán favorables al desarrollo de su salud y bienestar. De este modo, resulta operativo el
concepto de promoción de salud, donde la “vivienda saludable” es una expresión y contextualización
del término de espacio saludable, que ayuda al desarrollo social y psicológico de las personas, ya que
minimiza las tensiones con el ambiente de la vivienda misma y su entorno; asimismo, procura contar
con los espacios y servicios necesarios y maximiza los efectos positivos sobre la salud, promoviendo
las medidas de higiene familiar, evitando conductas de riesgo. Entre los efectos positivos de la
vivienda hacia la salud de los habitantes, se destacan los satisfactores biológicos, la facilitación de
labores domésticas y del modo de vida, que permiten el desarrollo y bienestar personal y familiar.
“Sin haber alcanzado los objetivos de salud en la vivienda no es posible alcanzar los objetivos
de salud en otros estadios como en la ciudad y el municipio. Al mismo tiempo alcanzar los
72
objetivos de municipio y ciudad saludable implica haber alcanzado los objetivos de vivienda
saludable. Se trata de diferentes escalas de un mismo fenómeno, escalas superpuestas y no
compartimentadas, interactuantes y potenciadas, sin fronteras precisas pero complementadas.
Actuar sobre una escala de cierta forma, entonces, es actuar sobre las restantes. Esta realidad
objetiva demanda una concertación de procedimientos de las acciones de ambiente y salud
porque la salud del hombre es una sola, se halle en una vivienda, de una ciudad, de un
municipio; en tanto todas las escalas influyen al unísono sobre el sujeto, el sujeto debe
concertar sus acciones hacia todas las escalas” (OMS, 2000).
Por otra parte, la información, la comunicación y la educación, son aspectos importantes para la
promoción de la salud. Se advierte que la educación es una herramienta esencial para lograr una
mejora de salud en el hogar y colateralmente en el barrio, la comunidad y la ciudad. A través de la
educación, se debe promover activamente la construcción y el uso de las viviendas que favorezcan la
salud; asimismo, el propósito de proveer viviendas saludables constituye un esfuerzo intersectorial y
multidisciplinario con participación comunitaria, donde cuenta el papel de las instituciones, los
líderes, las fuentes de financiamiento y el concurso de instituciones técnicas (OMS, 2003).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea que las condiciones de la vivienda están
directamente relacionadas con las enfermedades transmisibles, traumatismos, envenenamientos y
enfermedades crónicas que padecen los habitantes; también, señala que el espacio vital debe ser
adecuado para reducir al mínimo las tensiones psicológicas y sociales, procurando la existencia de
lazos familiares con la comunidad y servicios apropiados de seguridad, emergencias, educación,
sanitarios, sociales y culturales. Hace notar la importancia de atender las condiciones de la vivienda y
sus efectos en la salud, especialmente en los grupos vulnerables, a saber: mujeres, niños, habitantes
de asentamientos pobres e ilegales, ancianos, enfermos crónicos y discapacitados. En 1990, la OMS
estableció un enfoque de cómo abordar los problemas de la higiene en la vivienda, estableciendo 11
principios y 6 líneas de acción prioritarias, que conforman los requisitos básicos de las nuevas
viviendas y los asentamientos humanos, con el propósito que sirvan de guía para determinar la
calidad de las viviendas, así como recurso para desarrollar programas de educación y entrenamiento.
A continuación se presenta los principios de la OMS para la vivienda.
73
Principios relativos a las necesidades sanitarias de la vivienda: 21
1. Protección contra enfermedades transmisibles: el abastecimiento de agua salubre, la
eliminación higiénica de excretas; la eliminación adecuada de los desechos sólidos; el drenaje
de las aguas superficiales a través de desagüe; la higiene personal y doméstica; la preparación
higiénica de los alimentos.
2. Protección contra traumatismos, intoxicaciones y enfermedades crónicas: características
estructurales y mobiliario doméstico adecuados; ventilación adecuada que evita la
contaminación del aire interior; adoptar precauciones para reducir la exposición a sustancias
químicas peligrosas; tomar precauciones cuando el hogar se usa como lugar de trabajo.
3. Reducción al mínimo de los factores de estrés psicológico y social: contar con suficiente
espacio habitable, privacidad y comodidad; dar sensación de seguridad personal y familiar;
proporcionar espacios para actividades recreativas y servicios comunitarios; ubicación que
permita reducir la exposición al ruido.
4. Acceso a un entorno habitacional adecuado: contar con servicios de seguridad y de urgencia;
acceso a servicios de salud y servicios sociales; acceso a servicios culturales y de otro género.
5. Protección de poblaciones especialmente expuestas: mujeres, niños y niñas; poblaciones de
desplazados o migrantes; ancianos, enfermos crónicos y discapacitados.
21
Adaptado de WHO, Health and Environment in Sustainable Development: Five years after the Earth Summit,
Executive Summary, Geneva, June 1997 (Table 4.17 Principles of healthy housing) en base a OMS, Principios de higiene
de la vivienda, Ginebra, 1990.
22
OMS, Principios de higiene de la vivienda, Ginebra, 1990.
74
Una vivienda con características similares a las anteriores, ayuda al desarrollo social y psicológico de
las personas y minimiza las tensiones psicológicas y sociales relacionadas con el ambiente. Entre los
impactos positivos se destacan el despliegue de satisfacciones biológicas, estéticas, de la información
y la comunicación, así como la facilitación de la educación, las labores domésticas y el desarrollo de
la familia, finalidades accesorias del modo de vida, el bienestar personal y la promoción de la salud.
El agua, junto con la energía solar, son probablemente los recursos naturales más importantes que
mantienen la vida de nuestro planeta, y difícilmente son sustituibles; por ello, en la conservación y
desarrollo de la vida humana, el agua juega un papel protagonista.23 Su carencia crea serios
problemas de salud, degrada las condiciones de la vida, entorpece el desarrollo del comercio y la
industria, y constituye uno de los principales obstáculos para el bienestar económico social. En los
asentamientos humanos tiene diferentes usos, según el tipo de población de que se trate, pero lo más
importante es que constituye un elemento vital de nutrición como integrante de los alimentos.
El agua limpia y el saneamiento se encuentra entre las medicinas más eficaces para reducir el riesgo y
evitar la mortalidad infantil. Además de salvar vidas, las inversiones iniciales de agua y saneamiento
23
En nuestro planeta existe una vasta cantidad de agua, que aproximadamente equivale al 7% de la masa de la tierra. No
obstante, cerca del 97% del total de agua se encuentra en los océanos (agua salada) y el 3% restante es agua dulce, de la
cual el 2.3% se encuentra congelada en los casquetes polares y sólo el 0.7% corresponde a los cuerpos de agua que
forman los lagos y ríos (Binnie, 1981).
75
tienen sentido desde el punto de vista económico, ya reducen los costos finales que deben afrontar los
servicios de salud. Por otra parte, existen variaciones respecto a la reducción del riesgo según el tipo
de tecnología y del país que se trate; el riesgo disminuye a medida que los hogares ascienden en la
escala tecnológica (PNUD, 2006:44).
El saneamiento mejorado reduce la transmisión de enfermedades por vía oral-fecal, que acentúa los
problemas de salud pública. También brinda beneficios a los hogares que invierten en letrinas y a la
comunidad con beneficios mayores; la instalación de una letrina en una vivienda no sólo protege a
sus habitantes del contacto con sus propias excretas, sino también garantiza la protección de los
vecinos del inmueble. Por otra parte, la higiene constituye otro factor para estimar la salud pública.
Las manos trasmiten los agentes patógenos a los alimentos y bebidas y a la boca de los posibles
huéspedes. Al presentarse las enfermedades diarreicas de origen fecal, se ha establecido que lavarse
las manos con agua y jabón constituye un factor determinante en la reducción de la mortalidad
infantil, junto con las intervenciones que evitan que la materia fecal entre en los ámbitos domésticos
de los niños (Critis y Clarke, 2002; Curtis y Caincross, 2003).
El agua limpia, la recolección sanitaria de aguas residuales y la higiene personal constituyen los tres
pilares básicos de cualquier estrategia destinada a la mejora de salud pública. Conjuntamente,
representan los antídotos más potentes contra las enfermedades parasitarias y demás infecciones
trasmitidas a través de moscas y otros vectores que malogran tantas vidas en áreas donde el agua
estancada constituye la fuente principal para beber, cocinar y asearse. Si bien el agua limpia y la
higiene personal marca la diferencia por sí mismas, los beneficios sobre la salud pública no
disminuirían sin el saneamiento, drenaje adecuado y una infraestructura más amplia para la
eliminación de aguas residuales. Por ello, las políticas públicas en materia de agua y saneamiento
deben considerarse como parte de una estrategia integrada (PNUD, 2006).
76
Un aspecto no menos importante, lo constituye la barrera del género que explica la baja demanda de
saneamiento de muchas comunidades. Las pruebas recopiladas en muchos países llevan a pensar que
las mujeres otorgan más valor al acceso a instalaciones de saneamiento que los hombres, resultado
que refleja la mayor desventaja que padecen las mujeres a través de la inseguridad, la pérdida de la
dignidad y los resultados negativos de salud relacionados con la falta de acceso a ese servicio. Las
investigaciones efectuadas en Camboya, Indonesia y Vietnam, pusieron de manifiesto que las mujeres
otorgan un valor más alto en la jerarquización de los baños que los hombres (Mukherjee, 2001).
Específicamente, el abastecimiento de agua para el consumo humano está en relación con el tipo de
población servida. La habilitación de servicio rural de agua para que la población disponga de
cantidad suficiente de agua, exenta de gérmenes patógenos nocivos a la salud y con ello, lograr un
mejoramiento en las condiciones higiénicas, culturales y bienestar de la población, hoy en día es una
preocupación de las autoridades y servicios de salud. Al respecto, muchos países en desarrollo han
perfeccionado los mecanismos de protección de las fuentes de tipo rural y han creado conciencia en
los pueblos en como deben intervenir en la solución de sus propios problemas, con la cooperación
simultanea de los servicios estatales, municipales y de salubridad; no sólo con la intervención del
equipo técnico de salud, sino también de los miembros de las comunidades, siendo fundamental la
educación sanitaria, la motivación racional y consciente de la comunidad beneficiada (Unda, 2004).
En el medio rural, las fuentes de abastecimiento van desde el agua superficial obtenida en arroyos,
ríos, lagos, manantiales, subterránea, hasta el agua recolectada en las lluvias. En los dos últimos
casos, el agua obtenida proporciona mayor seguridad desde el punto de vista sanitario, siempre que
hayan tomado las previsiones del caso que garantice la calidad del agua. El abastecimiento de agua de
estos centros de población, está limitada por las características ambientales del entorno. En ocasiones,
no cuentan con infraestructura para trasportar el agua hasta las viviendas, por lo que deben acarrearla
recorriendo grandes distancias. La calidad es dudosa ya que adquieren agua no potable.
En las soluciones para que el abastecimiento de agua del medio rural se materialice en forma racional
y económica, Unda (1994) señala que deben abordarse dos criterios, según corresponda a la
“población rural concentrada” o a la “población rural dispersa”. Para la primera, la solución propuesta
es un sistema con redes de distribución, con hidrantes públicos y, si es posible, con tomas
domiciliarias, pero con dotación de agua restringida. El servicio debe ser económico, construido con
fondos estatales, pero con el total de mano de obra y materiales locales proporcionados por la
77
comunidad. La explotación y mantenimiento del servicio debe estar a cargo de la misma comunidad,
asesorada por el organismo estatal correspondiente, de tal manera que para el Estado no signifique un
recargo adicional. Sería deseable que la comunidad pudiese amortizar los gastos del capital invertido
para el servicio de agua, a pesar de que probablemente no lo financie debido a los recursos limitados
de la mayor parte de las comunidades de la América Latina y otros países del mundo.
“La población rural dispersa” debe ser ayudada en la solución de su problema de agua a través de la
construcción de servicios individuales o comunitarios que atiendan una o varias viviendas, si la
distancia lo permite. El servicio se ejecutará con los materiales que forman la unidad aportados por el
Estado, pero pagado por la comunidad en un plazo razonable. La mano de obra y materiales deben ser
proporcionados por el propio interesado. La dirección técnica y operación del programa en la forma
planteada, como también los equipos de construcción, deben ser por cuenta del organismo encargado
de ejecutarlo. La mayor parte del agua usada en las zonas rurales y zona semiurbana, procede de
pozos o norias, vertientes o manantiales, y con cierta frecuencia de la lluvia y aun de agua superficial,
cuyos abastecimientos particulares no están protegidos ni construidos para evitar la contaminación, y
por consiguiente, deben considerarse no sólo la habilitación de nuevos servicios o abastecimientos
particulares, sino también el mejoramiento de los existentes (Unda, 1994:201).
En los casos que no se dispone de agua subterránea por razones económicas, o es prohibitiva la
utilización del agua superficial por las distancias de conducción y costos de instalación, se recurre al
agua de lluvia; sin embargo, siendo esta agua de calidad, no constituye una fuente de abastecimiento
constante, por consiguiente hay que almacenarla en épocas de lluvia para tener agua disponible
durante los períodos de estiaje; asimismo, durante el proceso de recolección y almacenamiento puede
sufrir contaminación, por lo cual habrá que extremar precauciones. Una opción para el proceso de
recolección del agua es la techumbre de la vivienda; el agua escurre en una canaleta a un tubo de
bajada, que la descarga al depósito destinado para el almacenamiento. En ocasiones es indispensable
que antes de verter el agua al almacenamiento, se coloque un filtro de arena, considerando la
colocación de un tubo de desvío, y así eliminar la primera agua de lluvia, misma que servirá en el
lavado de la superficie de recepción y arrastrará la materia que deberá eliminarse.
La provisión de agua innocua y satisfactoria para una o varias viviendas, proveniente de una fuente
superficial, es un problema un tanto serio, ya que por razones económicas no es posible construir
pequeñas plantas de tratamiento con técnicas requeridas. Al respecto, debe agotarse los medios para
78
utilizar agua subterránea captada sanitariamente y, en ciertos casos, el empleo de cisternas o tanques
que permitan aplicar tratamiento directo, antes de aceptar el uso del agua superficial.
En las fuentes de agua para consumo humano en el medio rural es necesario considerar el parámetro
de calidad bacteriológica, probablemente el más importante (Tebbutt, 1993:219). Como primera
medida sanitaria debe evitarse la contaminación de la fuente, en especial la de heces humanas y de
otros residuos. Desde el punto de vista sanitario, las aguas superficiales se clasifican en agua clara y
agua turbia; ambas, son sospechosas de estar contaminadas, y es casi una certeza cuando atraviesan
centros de población. El agua clara se puede utilizar previa filtración y desinfección. Por su parte, el
agua turbia necesariamente deberá ser decantada, filtrada y desinfectada (Unda, 1994:204-205).
79
3.7 Calidad de vida como parte del desarrollo
La conceptualización de la calidad de vida y su aplicación para evaluar los niveles de pobreza de los
habitantes de una un centro de población, precisa a revisar los aspectos relacionados con las
necesidades básicas humanas y sus satisfactores.
Algunos autores como Amartya Sen y Julio Boltvinik (citado por Abreu, 2000), sustentan que las
necesidades humanas son finitas y se definen como un núcleo irreductible de necesidades básicas,
tales como alimentación, salud, vivienda, educación, recreación, vestido, transporte, información,
socialización, comunicaciones básicas y la seguridad, que al no ser atendidas ni resueltas,
indistintamente del contexto social que se trate, generan pobreza absoluta. Este concepto teórico del
denominado núcleo irreductible de necesidades básicas, por medio del cual se mide la calidad de vida
de los habitantes de un centro de población, por un lado, ubica al sujeto dentro de la categoría de
pobreza absoluta, en los casos que las necesidades no son satisfechas, y por otro, los componentes
básicos que se utilizan para construir los diferentes índices de evaluación de la calidad de vida, están
basados en la satisfacción de necesidades básicas según normas preestablecidas, considerando el
estilo de vida urbano de las sociedades industriales. Otros autores como Meter Townsend, consideran
que las necesidades humanas son infinitas, cambian constantemente, varían de una cultura a otra y
difieren en cada período histórico, por lo cual, la homogenización de necesidades está matizada
determinantemente por el componente subjetivo en contextos culturales específicos. Considerando
estas posturas, Daltabuit, et al. (2000) señala que el concepto de calidad de vida tiene dos
dimensiones, una espacial, debido a que las necesidades se definen en cada contexto social, y otra
temporal, al transformarse con el tiempo.
Por otra parte, existe la corriente comparison approach presentada por Day H. y Jankey S., orientada
a establecer, mediante la comparación, las diferentes brechas que existen entre la calidad de vida de
individuos o grupos sociales. La comparación que hace posible identificar el nivel de calidad de vida,
es sincrónica porque considera atributos de varias calidades que coexisten simultáneamente, pero
también es diacrónica, ya que permite verificar la evolución de los atributos en el tiempo para
descubrir la tendencia de la calidad. Tendríamos, que reconocer el carácter dinámico de la calidad de
vida para su correcta apreciación, lo cual requiere una doble evaluación: primero, determinar qué
calidad de vida tenemos si nos comparamos con otras personas o grupos sociales con los cuales
coexistimos, y segundo, establecer cuál es la orientación y velocidad de evolución que habrá de
80
determinar la calidad de vida futura. La simple conservación de la calidad de vida puede significar
una pérdida y una disminución real frente al avance de otras personas o grupos (Abreu, et al., 2000).
Según Fuentes (citado por Abreu, 2000), la calidad de vida se produce y manifiesta mediante el
continuo intercambio de información y bienes con el entorno, lo cual es una característica central de
los sistemas sociales abiertos. Abreu (1992), señala que el poder ha transitado del control de los
mercados hacia el control de la información y el conocimiento. En la desigual distribución de bienes,
se añade una desigual distribución del flujo de información y conocimientos; asimismo, asimilarlos
depende de la capacidad adquisitiva y el potencial que un individuo o grupo social posea.
La calidad de vida es posible determinarla tanto individual como de manera grupal. Se construye
socialmente y su producción implica interacciones a escala global; sin embargo, el contexto social no
es homogéneo, ya que existen diversos grupos humanos organizados culturalmente en redes sociales,
poseedores de conocimientos y experiencias, con la capacidad de disponer de bienes para
autoconsumo y articulados en un amplio contexto social. El carácter comparativo de la calidad de
vida nos permite establecer puntos de referencia para ubicar nuestra condición respecto a los demás y
apropiarnos de la experiencia acumulada de otros grupos sociales en beneficio del nuestro; también,
nos permite identificar cuando somos los primeros en abordar cierto problema y requerimos inducir
algún tipo de conocimiento que está fuera de nuestra red social. Al respecto, Abreu, et al., (2000),
destaca los aspectos relacionados con la calidad de vida que deben considerarse.
Desarrollo versus existencia: uno de los atributos fundamentales del ser humano, es la capacidad de
transformarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno; no obstante, el cambio implica
direccionalidad, metas y propósitos, articulados en un plan que se desenvuelve en el tiempo. El
presente es el punto de partida desde el cual observamos el continuo espacio-tiempo y también desde
el cual actuamos y realizamos cosas. El futuro en cambio es una dimensión abierta que depende de
nuestra intencionalidad y capacidad de intervención.
Objetivo versus subjetivo: en muchos casos la calidad de vida se enfoca en evaluar los aspectos
objetivos como salud biológica, nivel socioeconómico o capacidad para realizar las actividades
diarias del ser humano. Desde otra perspectiva se estudia lo subjetivo, la sensación de bienestar, las
opiniones, la aceptación o rechazo de ciertas condiciones de vida que posee la persona o grupo social.
En un enfoque de mejoramiento continuo de la calidad de vida, no es posible separar los aspectos
81
subjetivos de los objetivos; además, por la demanda constante de la reestructuración del entorno, de
conformidad con nuevas ideas que otorguen nuevos significados a las cosas y situaciones. En la
solución de problemas se encuentran tanto el proceso creativo que nos da la posibilidad de generar
ideas para reestructurar la realidad como la motivación frente a las tareas para resolver el problema.24
Local versus global: la calidad de vida es holística, lo cual implica estudiar la interacción entre los
fenómenos locales y globales. Michael Fisher (Good, 1995, citado por Abreu, 2000) señala que
ninguna sociedad se encuentra fuera del sistema global; resulta cada vez más artificial hablar desde
una perspectiva local aislada. Por tanto, es imposible explicar la situación de un grupo humano en
función de acontecimientos internos, ya que los resultados no dependen sólo de los fines propios, sino
también de los movimientos de otros actores sociales. Así, cada individuo o grupo humano está
sometido a las demandas del entorno, sobre el cual también influye en mayor o menor grado.
24
En la continua confrontación entre lo que pensamos y lo que sucede, identificamos problemas y oportunidades para la
acción en busca de posibles soluciones. Esta confrontación continua genera dos casos: en el primero, se trata de disolver
el problema, reduciendo nuestras expectativas para hacerlas coincidir con la realidad, y en el segundo, se resuelve el
problema a través de estrategias para transformar la realidad y hacerla coincidir con nuestros objetivos.
25
Según Triandis (comentado por Abreu, et al., 2000), las culturas colectivistas esperan que los individuos actúen de
conformidad con las normas socialmente establecidas, teniendo menor importancia sus valores personales; por lo
contrario en las culturas individualistas se espera que el individuo se atenga primordialmente a sus valores y de manera
secundaria a las normas. Por ejemplo, aceptar un donativo de alimentos para resolver un problema personal y al margen
de la comunidad, parecerá razonable en una cultura individualista. Mientras que la misma acción puede ser considerada
una traición a la comunidad en una cultura colectiva, pues implica dejar a los demás sin posibilidades.
82
menor recurso material, tiene por lo general menos conocimiento para tomar decisiones y
frecuentemente no usa sus recursos de manera óptima, lo cual grava su condición y lo mantiene en el
círculo vicioso de la marginación: así se conforma la incompetencia.
Demandas versus recursos: los individuos o grupos sociales están sometidos a diferentes demandas
que se transforman en necesidades; no obstante, la respuesta se establece mediante los recursos. La
relación demandas/recursos es dinámica y se transforma a lo largo del tiempo; al surgir nuevas
demandas también se modifica la disponibilidad de los recursos. Una desproporción entre demanda y
recursos, han demostrado repercusiones sobre la salud, siendo mayor en los estratos pobres.26
La calidad de vida comprende la buena salud de las personas, la disponibilidad de bienes y la
capacidad de utilizar lo que existe para construir lo inexistente. Es un proceso de restablecimiento del
equilibrio entre las necesidades y satisfactores conforme avanza la vida, considerando las
dimensiones espacial y temporal, definidas en cada contexto social; al transformarse con el tiempo,
con una clara percepción de los recursos sociales, interacción individual o grupal con el ambiente y
los medios para utilizarlos. También, debe considerarse la nutrición de los habitantes, su bienestar
emocional, las necesidades subjetivas y socioculturales de cada población, entre otros, evitando la
búsqueda de satisfactores únicamente de las necesidades básicas de un grupo social, estereotipadas en
vivienda, servicios, salud y empleo. Lo anterior, requiere la autoorganización de los grupos sociales
para el control de los recursos, la adaptación y el cambio de contexto, y obtener el máximo beneficio,
con el menor consumo de recursos y mínimo riesgo en detrimento de la salud y el ambiente.
A partir de las características físicas de la vivienda y la calidad de los diversos elementos que la
constituyen, es posible identificar la condición de vida de quienes la habitan. La evaluación previa es
indispensable en la toma de decisiones para el mejoramiento de las viviendas, sin importar la escala
territorial que se trate: ejido, localidad, municipio, estado o nación; por un lado, se tiene la posibilidad
de localizar y cuantificar la cantidad de viviendas susceptibles de mejorarse, ya sea a través de la
26
Estudios científicos realizados por Alameda County (Kaplan, et al., 1987, citado por Abreu, et al., 2000), han
demostrado científicamente las repercusiones que contrae la desproporción de la demanda y con los recursos disponibles
en los estratos socioeconómicos pobres. El proceso a través del cual se perciben las demandas y los recursos disponibles,
implica la articulación de los proyectos de calidad de vida con los medios y en la asignación de recursos. Frecuentemente,
el desarrollo de un proyecto innovador, requiere recursos económicos adicionales a los necesarios para reducir las
condiciones existentes anteriormente.
83
introducción de servicios o mediante materiales de construcción y, por otro lado, la información
obtenida, es fundamental para la elaboración de políticas públicas y programas de mejoramiento de
vivienda, tanto en zonas urbanas como rurales.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por la Organización de Naciones Unidas (ONU),
mide el bienestar y calidad de vida de los centros de población. Se afirma que parte importante de las
desigualdades entre individuos y entre regiones en los países se debe a la dinámica local en términos
económicos, sociales e institucionales; además, propone la posibilidad de incidir con políticas
públicas en municipios y estados; asimismo, advierte que el desarrollo humano es la expansión de la
libertad de las personas, entendida como el conjunto de oportunidades para ser y actuar y la
posibilidad de elegir con autonomía. En ese sentido, el desarrollo humano es local, donde las
personas ejercen sus derechos, toman sus decisiones, entablan relaciones sociales y políticas y
adquieren una visión inicial del mundo desde sus ámbitos más cercanos: la familia, la comunidad y
las asociaciones políticas básicas. Insisto saliva
Por su parte, el Índice de Marginación (IM) a Nivel Local, creado por el Consejo Nacional de
Población (Conapo, 2007), establece el grado de marginación de los centros de población, que
permite identificar las privaciones que padecen los habitantes; asimismo, diferenciar las localidades,
al medir la intensidad de la exclusión como porcentaje de la población que no disfrute de bienes y
servicios esenciales para el desarrollo de sus capacidades básicas. El IM, comprende tres dimensiones
esenciales: educación, vivienda y disponibilidad de bienes. La escolaridad es uno de los factores
principales para aumentar la productividad en el trabajo e incorporar las innovaciones tecnológicas, y
con ello fortalecer la competitividad de las economías locales y regionales. El derecho Constitucional
de los mexicanos establece el acceso a la educación básica; sin embargo, persisten los rezagos y la
84
deserción del sistema educativo que definen situaciones sociales de exclusión. La marginación social
con mayor intensidad, se registra en la población que carece de la educación primaria, acentuándose
este problema entre los adultos. Los indicadores de educación que reflejan los rezagos más
significativos, así como la población en mayor desventaja, son porcentaje de población de 15 años o
más analfabeta y porcentaje de población de 15 años o más sin primaria completa.
La vivienda, concebida como el espacio afectivo y físico donde los integrantes de las familias:
cónyuges, hijos y otros parientes cercanos, estructuran y refuerzan sus vínculos a lo largo del curso de
la vida; también, constituye un espacio determinante para el desarrollo de las capacidades y opciones
a nivel individual o familiar. El alojamiento en una vivienda digna y decorosa, derecho establecido
inalienablemente por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, favorece el proceso
de integración familiar, evita el hacinamiento, contribuye a la creación de un clima educacional
favorable para la población en edad escolar, reduce los riesgos que afectan la salud y facilita el acceso
a los sistemas de información y entretenimiento modernos.
La población que habita viviendas con pisos de tierra o que carecen de agua entubada, drenaje,
excusado, energía eléctrica y espacio suficiente, está expuesta a mayores impedimentos para gozar
una vida larga y saludable. Este tipo de viviendas dificultan el aprendizaje de los menores de edad,
entre otras privaciones en la vida de las familias y sus integrantes. Los cinco indicadores construidos
por el IM para medir la intensidad de la marginación social, relacionada con las condiciones de la
vivienda a nivel localidad son los siguientes:
• Viviendas particulares sin agua entubada en el ámbito de la vivienda. La falta de agua
entubada dentro de la vivienda o del predio propicia usar el vital líquido en condiciones
perjudiciales para la salud, debido a las formas de acarreo y almacenamiento empleado, lo que
obliga a invertir tiempo y esfuerzo físico en el traslado del agua.
• Viviendas particulares sin drenaje ni excusado. Por la carencia de estos servicios aumenta la
vulnerabilidad de los habitantes ante el riesgo de contraer enfermedades transmisibles;
asimismo, se afecta la calidad de vida no sólo de sus moradores, sino también de quienes
comparten el hábitat, ya que la ausencia de este servicio propicia la defecación al aire libre.
• Viviendas particulares sin energía eléctrica. La falta de electricidad excluye a la población
del disfrute de bienes culturales, de la participación de los sistemas modernos de
comunicación y entretenimiento, así como de la utilización de aparatos electrodomésticos.
85
• Viviendas particulares con piso de tierra. Los pisos sin recubrimiento limitan las
oportunidades de las personas para gozar de larga vida saludable; esta condición eleva los
riesgos de fallecimiento de los menores de edad por contagio de enfermedades respiratorias y
gastrointestinales, principalmente en sitios con difícil acceso a los servicios de salud.
• Viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento. La insuficiencia de espacios
compromete la privacidad de las personas, al tiempo que se genera un ambiente inadecuado
para el estudio, el esparcimiento y la convivencia, entre otras actividades esenciales para el
desarrollo familiar. En diversos organismos internacionales, se considera que existe
hacinamiento cuando duermen más de dos personas en un cuarto.
A partir de las implicaciones ambientales ocasionadas por las actividades antropogénicas, surge el
concepto de desarrollo sustentable que ha logrado rápidamente penetrar en el sector social con
compromisos a nivel internacional. La sustentabilidad se plantea como una exigencia social para la
reconstrucción del planeta, debiendo dar respuesta inmediata con fundamentos científicos y técnicos,
a los diversos aspectos que involucra a todas las actividades de los habitantes.
El desarrollo sustentable, se perfila como concepto por primera vez planteado en el Club de Roma en
1972, en el informe Limits to Growth, y en ese mismo año se publica el libro Only One Earth. Según
la traducción del vocablo, se refiere al vínculo existente entre crecimiento económico global y
escasez de recursos naturales; sin embargo, el término Sustainable Development surge en 1987, en el
informe Our Commom Future, realizado por la Comisión Mundial sobre Desarrollo y
Medioambiente, conocido como la Comisión Brundtland (Hardoy, et al., 1992, citado por Cárdenas,
1998). La comisión fue encargada de determinar las condiciones en las que debería fomentarse un
desarrollo que fuese compatible con la conservación del ambiente. El Informe Bruntland, conocido
por referencia a su coordinadora sueca Gro Harlem Bruntland, presenta el modelo de “desarrollo
86
sustentable”, como requisito para permitir el mantenimiento de los sistemas naturales y, con ello,
asegurar la continuidad al paso del tiempo del desarrollo humano. “El desarrollo sustentable es el
desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de
las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
El desarrollo sustentable que presenta Bruntland (1987), es esencialmente una demanda ética y una
propuesta de igualdad en la distribución de los recursos. Explícitamente, demanda una serie de
restricciones en la gestión de los recursos naturales –la oferta ambiental– para garantizar el acceso a
las generaciones futuras. En el aspecto técnico, el desarrollo sustentable plantea que no deberán estar
en peligro los sistemas naturales que mantienen la vida en el planeta: la atmósfera, las aguas, los
suelos y los seres vivientes; asimismo, sustenta que el uso de recursos renovables debe realizarse a un
ritmo adecuado y se excluya en las opciones futuras, en lo posible, la tasa de agotamiento de recursos
no renovables. Por ello, el concepto de sustentabilidad tiene su origen en la ecología, ya que se basa
en los problemas ambientales derivados de la alteración y degradación de la naturaleza a causa de las
actividades humanas, sintetizándose en los siguientes aspectos: agotamiento de la calidad y cantidad
del recurso usado en el consumo o producción de actividades; contaminación 27 o sobresaturación de
la capacidad de la naturaleza de absorber y reciclar residuos; y, reducción en la biodiversidad.
Considerando las distintas aproximaciones hacia el desarrollo, en los noventa se formulan nuevas
27
Concebido como una o más sustancias que por su interacción con la naturaleza deterioran las condiciones normales que
imperan en ella.
87
propuestas políticas en búsqueda de un desarrollo integral que ponga énfasis en los tres enfoques: el
económico, el social y el ambiental. En 1991, el Banco Mundial presenta una agenda para los
noventa a través del informe Política Urbana y Desarrollo Económico, y destaca el rol productivo de
las ciudades y los estilos de asistencia gubernamental como facilitadores más que proveedores;
asimismo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el informe Ciudades,
Gente y Pobreza, cooperación de Desarrollo Urbano para la década de los años noventa, enfatiza la
importancia de la dimensión humana o social del desarrollo más que la simple dimensión económica.
Por su parte, el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Habitat), enfatiza
que para el desarrollo de los asentamientos humanos deberá considerarse la variable ambiental, que
constituye el soporte fundamental en el cual se emplazan los centros de población (Cárdenas, 1993).
También en la literatura se utiliza con frecuencia el término “urbano sustentable”, debido a las
tendencias mundiales hacia la urbanización, por lo cual, posiblemente en los próximos decenios las
áreas rurales serán cada vez menos y de menor rango; sin embargo, el desarrollo sustentable como
modelo es factible aplicarlo también en las áreas rurales, las cuales dependen para su subsistencia
esencialmente de los recursos naturales. Se estima conveniente usar el término asentamiento humano
más que la clásica y tal vez pasado de moda distinción entre urbano y rural (Cárdenas, 1998).
El último término, el aspecto ambiental, entendida en un sentido más amplio que desde el punto de
88
vista ecológico, es un componente que distingue el medio natural y el medio construido. El primero,
relacionado con la ecología de los recursos naturales, y el segundo, se relaciona con la morfología de
la ciudad entendida como la arquitectura urbana y el sistema de espacios públicos, el patrimonio
arquitectónico, la estructura urbana, etc. (Hardoy, et al., 1992).
Subsistema Subsistema
social económico
Equidad
Bienestar Eficiencia Desarrollo
social económico
Desarrollo
sustentable
Habitabilidad Sostenibilidad
Integridad
ecológica
Subsistema
ecológico
90
contextos ecológicos, la pluralidad cultural y la preservación de las identidades de los pueblos. Estos
principios étnicos aparecen como una condición para alcanzar los objetivos del desarrollo sustentable
a escala local y global (Leff et al., 2003).
Las identidades étnicas han significando y definido diferentes estrategias de apropiación sustentable
de la naturaleza. Es en este sentido que la cultura está integrada dentro de las condiciones generales
de una producción sustentable; las identidades étnicas y los valores culturales, así como las prácticas
comunales para el manejo colectivo de la naturaleza, fueron y son la base para el desarrollo del
potencial ambiental para la sustentabilidad de cada región y cada comunidad. La cultura se convierte
así en un principio activo para el desarrollo de las fuerzas productivas, un paradigma alternativo de
sustentabilidad. En las culturas tradicionales, el conocimiento, los saberes y las costumbres están
entretejidas en cosmovisiones, formaciones simbólicas y sistemas taxonómicos a través de las cuales
clasifican a la naturaleza y ordenan los usos de sus recursos; la cultura asigna de esta manera valores
significativos a la naturaleza, a través de sus formas de sabiduría, de sus modos de nominación y de
91
sus estrategias de apropiación de los recursos. La cultura se inscribe en las múltiples funciones de la
naturaleza a partir de las prácticas agrícolas de preservación de los procesos ecológicos, de protección
de la erosión y mantenimiento de la fertilidad del suelo; de conservación de la diversidad genética y
biológica; de regeneración selectiva de especies útiles; de manejo integrado de recursos naturales
silvestres y especies cultivadas; y de innovación de sistemas agroecológicos altamente productivos,
como los camellones peruanos y las chinampas mexicanas (Leff, et al., 2003).
Los saberes indígenas y sus derechos de apropiación de la naturaleza se han abierto camino
lentamente dentro de la agenda de desarrollo sustentable. En este sentido, el Principio 22 de la
Declaratoria de Río, señala que: “Los pueblos indígenas y sus comunidades, así como otras
comunidades locales, desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el
desarrollo debido a sus conocimientos y prácticas tradicionales. Los Estados deberían reconocer y
prestar el apoyo debido a su identidad, cultura e intereses y velar porque participan efectivamente en
el logro del desarrollo sustentable”.
Respecto a la perspectiva de la salud humana, según Mas (2003), las pobres condiciones de vida y de
trabajo, y la carencia de educación son los impedimentos más importantes para la salud. Se ha llegado
a la conclusión que no se alcanzarán las metas en salud si no se hacen los cambios sustanciales en las
condiciones económicas y sociales. El autor también señala que la responsabilidad para proteger y
promover la salud se extiende a todos los grupos de la sociedad, no es sólo de los profesionales que
tradicionalmente cuidan de la salud pública quienes procuran atender las enfermedades, curar a los
enfermos, eliminar los agentes patógenos y reducir los daños. La salud es claramente responsabilidad
de proyectistas, arquitectos, profesores, industriales y todas las otras personas que influyen sobre el
ambiente físico y social. Por tanto, los profesionales de la salud tienen que desempeñar un doble
papel; el primero consiste en la atención a la salud humana, esencial de acuerdo con la formación, y,
el segundo, la atención a la salud ambiental, que requerirá trabajar con todos los grupos en la
sociedad para promover la salud pública (Yessi et al., 2000, comentado por Mas, 2003).
La conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, fue una de las
iniciativas más importantes de la década de los años 1990. Con notable pertinencia, el Principio 1 de
92
la Declaratoria de Río de Janeiro señala: “Los seres humanos constituyen el centro de las
preocupaciones relacionadas con el desarrollo sustentable. Tienen derecho a una vida sana y
productiva en armonía con la naturaleza”. Esta declaratoria tiene validez universal e independiente
del tiempo. Un proceso que no tenga como objetivo final al ser humano no puede considerarse como
orientado al desarrollo, en tal sentido la salud de las personas es a la vez una meta y un requisito
primordial. Las personas sanas son más productivas, y un nivel elevado de salud en la comunidad
evita tener que gastar para hacer frente a enfermedades, afecciones y problemas sociales (Mas, 2003).
93
Capítulo 4. Modelo de evaluación de las condiciones
de la vivienda rural y el entorno
También, se plantea que el modelo de evaluación oriente la materialización de una vivienda rural
saludable (VRS), que proteja a sus habitantes contra posibles enfermedades transmisibles, entre otras,
y que contribuya a evitar malestares o padecimientos en detrimento a la salud de las personas;
asimismo, VRS ayudará al desarrollo social familiar, atendiendo y satisfaciendo las necesidades
biológicas, sociales y psicológicas de las personas al minimizar las tensiones con el ambiente de la
vivienda y su entorno inmediato (que cuentan con espacios y servicios necesarios para maximizar los
factores positivos para preservar la salud y minimizar los agentes de riesgo).
El modelo de evaluación deberá ser múltidimensional, ya que requiere considerar los distintos
elementos o dimensiones relacionadas con la vivienda y su entorno inmediato. Al respecto,
Bertalanffy1 considera que un sistema está constituido por las interrelaciones y mutua dependencia de
las variables. Para el autor, “un sistema puede ser definido como un complejo de elementos
interactuantes”; asimismo, plantea que “los sistemas son ´equifinales´ en cuanto a sus procesos
siempre que las variables que intervienen en el sistema puedan seguir funcionando, lo cual, a su vez,
no será posible sin influencias desde el exterior del sistema”.
1
Bertalanffy, L. von, Teoría General de los Sistemas. Madrid-Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, Argentina,
1976
94
Según Berry2 aplicando la definición a los sistemas urbanos, considera que “un sistema es un
conjunto de objetos, características de dichos objetos, interrelaciones [...] e interdependencia entre
los objetos y las características”. Por tanto, un sistema es un conjunto de elementos operativamente
relacionados entre sí, con influencia mutua, adoptando las variables que les representan una
interdependencia ligada por procesos en retroalimentación y cuyo comportamiento global nos
interesa formalizar y cualificar (p. ej., sistema ecológico, sistema urbano, sistema planetario, etc.).
Si en un sistema se produce una entrada de estímulos exteriores para mantener un determinado nivel
de funcionamiento, tenemos un sistema abierto; por regla general estos sistemas se encuentran en
biología y en las ciencias sociales.3 En nuestro caso de estudio, el enfoque se sistema será abierto,
toda vez que en el proceso de análisis para determinar las posibles causas y/o factores de riesgo a la
salud de las personas que habitan en las viviendas rurales, está directamente relacionado con las
condiciones ambientales del entorno inmediato.
Por otra parte, si el sistema refiere a un conjunto de elementos interrelacionados y el conjunto como
tal posee una serie de propiedades que no se encuentran individualizadas en ninguna de las partes o
elementos del mismo, justifica la consideración del sistema como unidad y no como simple suma de
los elementos o partes que la componen. Por tanto, se adopta un enfoque holista o de totalidad que
implica que el sistema no debe ser estudiado analíticamente por partes, sino que ha de ser estudiado
en conjunto.4 Esto último, se propone realizar con el modelo de evaluación; es decir, para nuestro
caso de estudio se establecer un modelo que plantee las posibles interrelaciones que equivalen a crear
el funcionamiento del sistema, donde los elementos que interactúan están a su vez representados por
una serie de variables relacionadas entre sí y representar en un esquema las influencias mutuas.
Algunas de las características que Chorley destaca para un sistema abierto (comentado por Haggett,
1975), son la necesidad de un suministro de energía para el mantenimiento y la preservación del
sistema y la capacidad de llegar a un “estado estático” en el cual la importación y la exportación de
2
Berry, Brian J. L., Geografía de los centros de mercado y distribución 01 por menor, Vicens Vives, Colec. Biblioteca
Básica de Geografía Económica No. 2, Barcelona, España, 1971, pp. 98-99.
3
Si no hay ninguna aportación exógena al sistema y éste se desarrolla sólo según su propia dinámica interna, estamos ante
un sistema cerrado.
4
Quesada, Santiago. La teoría de los sistemas y la geografía humana. http://www.ub.es/geocrit/geo17.htm
95
energía y material se ve compensada por ajustes de forma.5 Por su parte, Van Gigch (2001),6
considera que un modelo de un sistema es una representación de este sistema por medio de otro
sistema. Los modelos forman representaciones de baja variedad de los sistemas; es decir, baja
cantidad de incertidumbre que prevalece en una situación de elección con muchas alternativas
distinguibles, para así definir una situación en términos sistémicos mediante la conformación de una
imagen, de forma tal que los aspectos relevantes que se pretenden modelar es un proceso de
abstracción de la realidad. En este sentido, Van Gigch (2001) plantea:
“…toda vez que un sistema está en operación, debe controlarse; es decir, su operación debe
regularse de manera que continúe satisfaciendo las expectativas y en dirección de los objetivos
propuestos. Las condiciones de un estado estable, como las que se encuentran en los sistemas
físicos, son irrealizables cuando se consideran las organizaciones humanas y los sistemas
sociales…”, es este sentido, se busca “…el progreso a través de objetivos y alguna clase de
autorregulación, que depende de las características de los componentes del sistema y su
relación”.
5
Haggett, Meter, La predicción de futuros alternativos en los aspectos espacial, ecológico y regional: problemas y
posibilidades, incluido en Chorley, R. J., Nuevas tendencias en Geografía, Madrid, Instituto de Estudios de América
Latina, España, 1975, pp. 325-326.
6
Van Gigch, John P., Teoría general de sistemas, México, Editorial Trillas, 2001
96
la complejidad y multidimensión de este problema, se plantea el abordaje a partir del enfoque de
sistemas como posible opción. La investigación se centra conceptualmente en el hábitat humano que
surge como problema teórico respecto a las formulaciones sobre los aspectos ambientales, desarrollo
sustentable y saneamiento. El hábitat se observa como una noción proveniente de la ecología; no
obstante, hablar de hábitat humano implica reconocer procesos e interacciones regidos por la cultura.
El análisis sistemático de los elementos y procesos que contribuyan a superar los factores de riesgo a
la salud, y hacer posible la creación de la noción de vivienda rural y entorno habitacional saludable,
orientó la construcción del Modelo de evaluación de las condiciones de la vivienda rural y el entorno
(MECVE), considerando el sujeto único y su acción funcionalista; la familia rural de bajos ingresos
económicos. Con la aplicación del modelo se logrará obtener una visión integral de la situación de los
elementos que interactúan en los procesos salud-enfermedad, lo que permitirá la intervención de los
mismos con consecuencias significativas y sostenibles –en el tiempo– para el mejorar la calidad de
vida de las personas que viven en condiciones marginales en el medio rural.
La metodología PAP parte de conceptos fundamentales, por lo que se tomaron algunas definiciones
del proyecto GAIA,8 que consiste en el uso de una herramienta multimedia para el manejo de recursos
naturales y educación ambiental. Está enfocada tanto en problemáticas de planeación y el manejo
ambiental como en la teoría de la información. Los conceptos son los siguientes:
1. Problemáticas: interacción de problemas que generan interrogantes por resolver, susceptibles
de análisis y objeto de controversia, están sujetos al debate y requieren interpretación.
2. Problemas: hechos o circunstancias que denotan situaciones o conflicto a resolver. Se definen
con uno o más indicadores que dependen del tiempo, espacio y marco socio-económico. Los
problemas analizados: vivienda rural y entorno inmediato; elementos agua, residuos y
componentes ambientales, con relación a los factores de riesgo para la salud de las personas.
3. Variables: dependiendo del problema en estudio, las variables son factores que están ligados a
una unidad de análisis y tienen comportamiento dinámico; son cambiantes y afectables por
circunstancias asociadas; asimismo, ilustran los problemas planteados en el estudio.
4. Indicadores: entendidos como el estándar de comportamiento de las variables. Se analizan
como propiedades medibles, ya sean físicas, sociales, económicos, bióticas, abióticas, etc., y
están definidas en un contexto espacial y temporal; las mediciones y resultados obtenidos,
derivan de datos de relaciones lógicas, basadas en acuerdos e interpretaciones, que en
ocasiones son subjetivas o en un marco regulatorio de estándares y reglas formales definidas.
5. Datos: se expresan por medición directa, observación o inferencia. Pueden implicar
conversiones automáticas o interpretación por computador o procedimientos tradicionales,
normalmente basados en un cuerpo teórico sólido. En los casos de análisis cualitativos, la
información obtenida proviene de hechos o situaciones demostrables, no necesariamente
cuantificables; es decir, se obtienen resultados a través de un análisis descriptivo.
7
Moreno Jaramillo, Cecilia Inés “Hábitat y vivienda con criterios ambientales”, Miradas al hábitat, Ensayos F. 19, 2002
8
Esfuerzo de colaboración de 10 países de Europa, África, Asia y América Latina. http://cesimo.ing.ula.ve/GAIA/
98
Además del indicador que señala el patrón de comportamiento de la variable, se consideró el
parámetro recomendable que establece las condiciones deseables o mínimas aceptables de la
valoración obtenida. Para nuestro caso de estudio, los parámetros nos proporcionan información
básica que permite establecer las condiciones óptimas que debe tener la vivienda rural y el entorno
habitacional, hacia la procuración y/o conservación de la salud de las personas. Lo anterior, orienta el
sentido de materializar el concepto de Vivienda Rural Saludable (VRS) que estamos proponiendo.9
• Proceso metodológico:
1. Se inició con la interpretación de los fundamentos teóricos conceptuales, el análisis del texto y
del contexto, y la aproximación a la realidad.
2. Para la comprensión y formulación de la problemática, se consideraron las siguientes
relaciones: a) vivienda rural y su entorno inmediato, como generadores de consecuencias o
factores de riesgo en la salud de las personas y en los componentes ambientales (bióticos y
abióticos); b) atributos de las condiciones de la vivienda rural y el entorno inmediato: hechos,
procesos o fenómenos interrelacionados con la salud; y c) implicaciones de a y b.
3. Las problemáticas o dimensiones relacionadas con la satisfacción de las necesidades
biológicas y sociales de las personas y las tensiones existentes en la vivienda y su entorno
inmediato, y los posibles agentes de riesgo en la salud de las familias de bajos ingresos
económicos del medio rural, son: a) aspectos socioeconómicos, b) físico-espacial (la vivienda
rural), c) servicios básicos, d) manejo de residuos, y e) componentes ambientales que
interactúan con la vivienda rural; asimismo, estas cinco dimensiones interaccionan y se
encuentran interrelacionadas con: f) la salud de los miembros de la familia y g) la calidad
ambiental del entorno inmediato.
4. Se consideró el análisis de causalidad, a través de las relaciones causa-efecto o de correlación
entre variables. Esto se expresó con base en la causalidad de los problemas y/o factores de
riesgo, y fueron ajustados de acuerdo con la hipótesis.
5. La hipótesis se formuló como punto de partida para el análisis, para ello, se plantearon las
dimensiones y variables, mismas que fueron analizadas en forma simultánea.
9
Parámetro o valor escalar “criterios de normatividad”: criterios esenciales que definen las características y cualidades
tipológicas del objeto: económicas, sociales, estructurales, formales, estéticas, funcionales, etc.)
99
Esquema 1; Ciclo simplificado de PAP
g)
Propuesta
(Soluciones)
a)
Lineamientos
Criterios Problemática
Variables
Indicadores
c)
f) Formulación
b) de hipótesis d)
Alternativas
de solución Análisis de Análisis
causalidad e) factual
Sustentación
de hipótesis
Fuente: Moreno Jaramillo, Cecilia Inés “Hábitat y vivienda con criterios ambientales”, Miradas al hábitat, Ensayos
Forum 19, 2002
El análisis centrado en “la vivienda”, parte del hecho que ésta constituye el espacio y punto focal que
comprende al objeto en sí arquitectónico y sus relaciones o fenómenos que tiene con su medio
ambiente inmediato denominado “el contexto”, en donde se encuentra implantado el objeto mismo.
Esta relación –vivienda y entorno inmediato– define la naturaleza del objeto y lo integra como unidad
de conjunto, y ambos, forman la célula esencial del territorio habitado, que para nuestro caso de
análisis está referido al medio rural, proporcionándole identidad respecto al grupo social al cual
pertenece.
Tanto la vivienda y su contexto están constituido por una serie de elementos que forman un sistema,
el cual tiene componentes bióticos que interactúan con su ambiente abiótico conformando un
ecosistema; asimismo, cada ecosistema forma parte de un ecosistema mayor, lo que determina una
100
trama de relaciones ambientales que definen un hábitat respecto a sus recursos renovables y no
renovables, que afectan el desarrollo de la existencia física y social de los habitantes en el medio
rural.
Desde un enfoque de salud humana, Ciuffolini, et al (2006), plantea que el carácter relacional de los
distintos componentes de un fenómeno, pretende superar la tendencia reduccionista de un modelo que
postula que el conocimiento de fenómenos complejos se sostiene en la fragmentación sucesiva de sus
componentes. Este nuevo paradigma no pretende reemplazar ni negar los innumerables aportes
científico-técnicos del paradigma biologista, sino que procura una contribución a la comprensión y al
abordaje de la complejidad inherente al proceso salud-enfermedad.10
Según Smith (1987),11 el objeto arquitectónico en sí, específicamente la vivienda para nuestro caso de
estudio, de acuerdo con su función, su forma y su estructura, por un lado, se debe abordar a partir de
su dimensión técnica-científica y plástica, misma que le da su materialización en términos de sus
propiedades y cualidades. Por otro lado, la ubicación del usuario, en términos de su categoría social,
su capacidad económica, su cultura y patrones de comportamiento, valores e ideología, determinan la
dimensión socioeconómica del objeto arquitectónico, definiendo su carácter formal, la organización
interna y externa de sus espacios, sus materiales y técnicas constructivas e instalaciones. De este
modo, la conjugación de las dos dimensiones nos permite comprender integralmente su magnitud en
cuanto a su materialidad y el carácter de su identidad, mismo que se manifiesta en sus rasgos
diferenciales internos y externos de sus espacios.
Los planteamientos del contexto que hace Smith (1987), los refiere como la estructura de interacción
entre sistemas ecológicos y sistemas económicos-socio-culturales, susceptibles de provocar efectos
sobre los seres vivientes y las actividades humanas, es decir, los fenómenos de causa-efecto de las
interacciones entre la naturaleza y la sociedad. A este respecto, se destacan dos consideraciones: el
concepto de interacción, toda vez que ninguno de los dos sistemas se manifiesta como definitorio, por
el hecho de existir una relación dinámica de transformación mutua, y el concepto de sistema que
implica el análisis de estructuras, funciones y ordenamientos, producto de una organización y leyes
de la naturaleza y la sociedad.
10
Ciuffolini, María Beatriz y Humberto Jure, “Estrategias de comprensión integral del proceso salud-enfermedad: aportes
desde la perspectiva de vivienda saludable”, Astrolabio, No. 3, Universidad Nacional de Cordoba, Centro de Estudios
Avanzados, 2006.
11
Smith, Carmen, Manual de tesis en arquitectura. Guía metodológica, Universidad Veracruzana, México,1987. p. 15
101
También, la autora señala que el conjunto de fenómenos o consecuencias ambientales son el resultado
de: a) la cantidad y calidad de los recursos en explotación; b) la estructura de las relaciones
establecidas entre los hombres por efectos de la producción a diversas escalas; y c) el grado de
desarrollo y modalidad de las tecnologías productivas utilizadas.
Tecnología
Calidad
de vida
Fuente: Smith, 1987
102
componentes de estas tres categorías se engloban por razones de análisis, pero en realidad forman una
trama de relaciones de interdependencia (ver esquema 2 y cuadro 21).
Para Segre (1983),12 tres dimensiones del medio natural interesan especialmente a la arquitectura: el
terreno, el clima y la vegetación. La importancia de la identificación del tipo de terreno radica en
precisar dos aspectos importantes: su constitución y su forma; en el primero caso, se establece la
resistencia del terreno y las posibles fuentes de materiales para la construcción, que en nuestro
estudio lo referiríamos a la vivienda rural; la forma, se define por la superficie de terreno y sus
detalles particularidades: pendientes, planicies, accidentes, entre otros. Ambos aspectos, están
relacionados con el emplazamiento de la construcción de la vivienda y la seguridad en el acceso. En
cuanto al clima y vegetación, estos aspectos forman parte de los factores del medio físico natural
planteado por Smith (1987).
Respecto a la salud de los habitantes, la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1990),13 plantea el
concepto de “vivienda saludable” como estrategia directriz para promover la salud de las personas, y
establece que las condiciones de la vivienda están directamente relacionadas con las enfermedades
transmisibles, traumatismos, intoxicaciones y enfermedades crónicas que padecen las personas;
asimismo, señala que el espacio vital debe ser adecuado para reducir al mínimo las tensiones
psicológicas y sociales, procurando la existencia de lazos familiares con la comunidad y servicios
apropiados de seguridad, emergencias, educación, sanitarios, sociales y culturales, y destaca la
importancia de atender las condiciones de la vivienda y sus efectos en la salud, especialmente en la
población vulnerable.
12
Segre, Roberto, América latina en su Arquitectura, UNESCO, México, 1983, p. 235
13
Organización Mundial de la Salud (OMS), Principios de higiene de la vivienda, Ginebra, 1990.
103
Cuadro 21; Componentes del contexto
104
La noción de la vivienda saludable planteada por la OMS, como ya se señaló, se fundamenta en
diversos trabajos, estudios y experiencias de investigadores, y se estructura a partir de una serie de
principios y acciones, que sirven de guía para determinar la calidad de las viviendas, de acuerdo con
las condiciones que presenten. En los cuadro 22 y 23, se relacionan los principios para la atención de
las necesidades sanitarias de la vivienda; específicamente en el cuadro 22, se enlistan los principios
básicos para que los habitantes estén protegidos contra las enfermedades transmisibles, traumatismos,
intoxicaciones, enfermedades crónicas; asimismo, para reducir las enfermedades no trasmisibles,
causadas por factores que afectan la tensiones psicológicas y sociales; el cuadro 23, enlista los
principios básicos para el acceso a un entorno adecuado y protección de poblaciones expuestas.
Fuente: Adaptado de WHO, Health and Environment in Sustainable Development: Five years
after the Earth Summit, Executive Summary, Geneva, June 1997 (Table 4.17 Principles of
healthy housing) con base en OMS, Principios de higiene de la vivienda, Ginebra, 1990.
105
Cuadro 23; Acceso a un entorno adecuado y protección a poblaciones vulnerables
Fuente: Ibidem
Adicional a los principios básicos planteados en el cuadro anterior, la OMS (2000)14 establece que las
enfermedades no transmisibles, consecuencia de estrés, se vinculan a la sobrecarga neurosensorial y
descompensación en la economía. Los principales factores de tensión en la vivienda son: la tenencia,
el estado de la vivienda y del entorno, las relaciones sociales y el ingreso económico. El
cumplimiento de los principios planteados depende de las características estructurales y del
comportamiento humano, en ocasiones determinado culturalmente por los usos y costumbres. Según
Smith (1987),15 desde un enfoque cuantitativo del medio físico artificial, señala que se deben
considerar en la vivienda 3 aspectos: tipo y calidad de vivienda, servicios y tenencia de la tierra.
Específicamente, menciona que se debe analizar el número de viviendas, densidad constructiva,
materiales predominantes, sistema constructivo, superficie construida, número de cuartos, estado
físico de la vivienda, el índice habitante por vivienda, los servicios de agua potable, drenaje, energía
eléctrica, teléfono, entre otros.
El esquema 3, presenta gráficamente una aproximación de los elementos relacionados con las
necesidades básicas y las actividades cotidianas de las personas que viven en el medio rural, tratando
de identificar los posibles problemas que se deriven de esta relación en detrimento de la salud. Se
aplicó el enfoque de sistemas para tener una idea integral de los elementos relevantes que
interaccionan, de acuerdo con 2 grandes apartados: la vivienda rural y el entorno habitacional.
14
OMS, Políticas de Salud en la Vivienda, Organización Panamericana de la Salud, La Habana, Cuba, Julio de 2000.
15
Smith, Carmen, Manual de tesis en arquitectura. Guía metodológica, Universidad Veracruzana, México, 1983.
106
La vivienda rural, integrada por sus elementos básicos; dormitorio, cocina y estancia, se presenta
como generadora de consecuencias de riesgo a la salud de los habitantes. Se parte del proceso de
entrada de los diferentes insumos que dan sustento a la familia y sus miembros (consumidores):
alimentos producidos por los habitantes para autoconsumo (animales domésticos, plantas, frutas,
etc.), alimentos comprados del exterior, agua y combustible para la producción de alimentos; también
se identifican otros productos usados en la autoconstrucción de la vivienda, como son los materiales
obtenidos de la parcela o el traspatio (piedra, arena, madera, etc.), los productos comprados en el
exterior (lámina, cemento, acero, etc.) y los productos de desecho (cartón, lámina, plástico, etc.). Por
otra parte, las actividades de aseo corporal, lavado de manos, ropa y trastos, que requieren del insumo
agua, los habitantes generalmente las realizan en el traspatio; asimismo, la disposición de sus
excretas, indistintamente en un inmueble (letrina) o directamente en el suelo (al aire libre), se realiza
en los espacios aledaños a la vivienda.
107
7
RG
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Suelo
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Alim Combustible
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Almacenamiento
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Materiales
Agua
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Recursos biót n o RS-Org
At = Atmósfera Abo ra y
Recurso A Pied a
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El análisis se centra en la vivienda, y se parte del hecho que constituye el espacio y punto focal que
comprende al objeto arquitectónico y sus relaciones con el ambiente inmediato “el contexto”, en
donde se encuentra implantado el objeto mismo. Esta relación, vivienda – entorno inmediato, define
la naturaleza del objeto y lo integra como unidad de conjunto, y ambos forman la célula esencial del
hábitat, proporcionándole identidad respecto al grupo social al cual pertenece. Por ello, la vivienda y
su contexto están constituidos por elementos que forman un sistema, el cual tiene componentes
bióticos que interactúan con el ambiente abiótico, conformando un ecosistema; asimismo, cada
ecosistema forma parte de un ecosistema mayor, lo que determina una trama de relaciones
ambientales que definen un hábitat respecto a los recursos renovables y no renovables, que afectan el
desarrollo de la existencia física y social de las personas en el medio rural.
Desde el enfoque de salud humana, a partir de los aportes teóricos del marco disciplinar de la
medicina familiar, se describen los elementos constitutivos de la propuesta de abordaje integral del
proceso salud-enfermedad, entendiendo a la salud como un proceso en permanente tensión y conflicto
en la búsqueda de una mejor calidad de vida, condicionada por las potencialidades, capacidades y
limitaciones que las personas y las familias rurales poseen. La persona (sujeto) y las condiciones de
contexto en donde vive, son los elementos constitutivos del proceso salud-enfermedad.
La vivienda rural, como objeto arquitectónico para nuestro caso de estudio, de acuerdo con su
función, su forma y su estructura, por un lado, se aborda a partir de su materialización en términos de
sus propiedades y cualidades, y por otro, la ubicación del usuario en términos de su categoría social,
su capacidad económica, su cultura y patrones de comportamiento, valores e ideología, que
determinan la dimensión socioeconómica, definiendo su carácter formal, la organización interna y
externa de sus espacios, los materiales y técnicas constructivas e instalaciones.16 La conjugación de
las dimensiones nos permite comprender integralmente la magnitud en cuanto a la materialidad y el
carácter de su identidad que se manifiesta en los rasgos internos y externos de sus espacios.
16
Smith, Carmen, Manual de tesis en arquitectura. Guía metodológica, Universidad Veracruzana, México,1987. p. 15
109
respecto, se destacan dos consideraciones: 1) el concepto de interacción, toda vez que ninguno de los
dos sistemas se manifiesta como definitorio, por el hecho de existir una relación dinámica de
transformación mutua, y 2) el concepto sistema que implica el análisis de estructuras, funciones y
ordenamientos, producto de una organización y leyes de la naturaleza y la sociedad.
El análisis teórico realizado y referido en los capítulos anteriores, nos permitió identificar y
fundamentar las dimensiones de estudio para el trabajo de investigación, tratando de enfocarlas de
manera integral y explícitamente relacionadas con la satisfacción de las necesidades biológicas,
sociales y sanitarias de los habitantes de la vivienda del medio rural y su entorno inmediato,
denominado como traspatio o peridomicilio, mismo que tiene una relevante importancia en la
atención de las necesidades antes señaladas y en el desarrollo de las actividades que realizan las
personas. Las dimensiones se establecieron en función de las posibles causas de tensiones existentes
en el ambiente mismo de la vivienda y su entorno; es decir, las conexiones internas y externas, así
como el comportamiento de éstas cuyos efectos trascienden directamente en la salud de los miembros
de la familia y en la calidad ambiental. Para nuestro trabajo de investigación y de acuerdo con la
complejidad de la situación antes planteada, nos remite a una reflexión en torno a cinco conceptos: a)
aspectos socioeconómicos, b) físico-espacial (la vivienda rural), c) servicios básicos, d) manejo de
residuos y e) componentes ambientales que interactúan con la vivienda rural. Estas cinco dimensiones
interaccionan y se encuentran interrelacionadas con la salud de los miembros de la familia y la
calidad ambiental del entorno inmediato, que, suponemos, modela la noción de vivienda saludable de
calidad para el medio rural.
La elección de variables de las cinco dimensiones planteadas para formar la estructura hacia la
construcción del modelo, además de las referidas con la salud de los miembros de la familia y la
calidad ambiental del entorno, permitió mayor conocimiento, claridad del sistema de evaluación
integral y la utilidad del mismo. Las variables se definieron partiendo del conocimiento que las
enfermedades engendradas y/o generadas en la vivienda están relacionadas a procesos múlticausales;
y son debido a que las personas tienden a bajar sus barreras defensivas en su vivienda y se vuelven
vulnerables a contraer enfermedades (OMS/OPS, 2000).
Las patologías que se relacionan con la vivienda, que son del interés de este trabajo, son las del tipo:
• Infecciones respiratorias agudas (IRA); vinculadas con el hacinamiento, la insalubridad, la
ventilación y condiciones estructurales de la vivienda;
110
• Enfermedades digestivas agudas (EDA); vinculadas esencialmente por el escaso o nulo
saneamiento;
a) Aspectos socioeconómicos
La condición socioeconómica de las familias rurales está relacionada, por un lado, con las actividades
que realizan en su parcela o en el traspatio, que les proporcionan ingresos, y por otro, al número de
miembros. Para sostener la familia y la vivienda se requiere de recurso económico para tener la
posibilidad de adquirir prioritariamente alimentos, productos de uso doméstico, agua y leña; además,
con los ingresos la familia obtiene vestido, calzado, productos personales, bienes de consumo, y
accede a los servicios: trasporte, educación y salud; sin embargo, lo anterior está condicionado a la
suficiencia que les provee las fuentes de ingreso, y en el caso contrario, se presenta el factor de estrés
por no garantizar tanto el sostenimiento de la familia como el mantenimiento de la vivienda; esto
último asociado con el número de miembros, número de dormitorios y otros espacios necesarios.
Los bienes de consumo, como la radio y televisión, constituyen elementos favorables para que la
población en edad escolar reduzca los riesgos que afectan la salud y facilita el acceso a los sistemas
de información y entretenimiento. El Conapo (2007), destaca el uso del refrigerador como indicador
de índice de marginación, ya que señala la incapacidad de los hogares para adquirir algún bien de
primera necesidad y de efecto negativo en la higiene, salud y economía de los habitantes; además,
permite conservar los alimentos. La ausencia de este bien mueble, aumenta el riesgo de contraer
111
enfermedades gastrointestinales. Al respecto, debido a la condición de bajos ingresos económicos que
tienen las familias rurales, reduce sus posibilidades de satisfacer plenamente sus necesidades básicas,
y en ocasiones, sus alcances son únicamente de subsistencia, por tanto, están imposibilitados en
obtener un refrigerador, una televisión e incluso la radio.
Por otra parte, la escolaridad, es una cualidad importante de los habitantes que les permite tener
acceso a la información, conocimientos y, específicamente, a la tecnología, valuarte para mejorar la
condición social y económica de cualquier familia, que contribuye directamente con la construcción
de mejores condiciones de la vivienda, la salud, acceso a servicios básicos de agua y drenaje, entre
otros atributos; no obstante, la marginación social con mayor intensidad, se registra en la población
que carece de la educación primaria completa, acentuándose este problema entre los adultos. El
Conapo (2007), señala que los indicadores de educación que reflejan los rezagos más significativos,
así como la población en mayor desventaja son: porcentaje de población de 15 años o más analfabeta
y porcentaje de población de 15 años o más sin primaria completa.
Los indicadores de los aspectos socioeconómicos considerados relevantes en nuestro caso son los
siguientes:
• Número de habitantes por vivienda;
• Escolaridad;
• Actividad económica;
• Ingresos;
• Disposición de bienes de consumo;
• Tenencia del terreno y vivienda.
Como ya se ha señalado, la vivienda, al igual que cualquier otro objeto construido, funciona como
interfase entre el sujeto y el ambiente, por tanto, es el ambiente ecológico cercano que permite regular
el clima interior, controlar los niveles de radiación, iluminación, temperatura, viento, lluvia y otros
factores atmosféricos. También, la vivienda ofrece el espacio individual donde los seres humanos
satisfacen sus necesidades constituyéndose como un refugio seguro y salubre para sus moradores;
112
refugio obligado contra animales, rapiñas, inclemencias del tiempo, fenómenos naturales, entre otros,
además de ofrecer un espacio social donde se lleva a cabo la vida en pareja, se convive y socializa
con los hijos, se establece un territorio grupal que instituye la base para el contacto con otros grupos.
La implantación de la vivienda inicia con el terreno para así constituir el territorio habitado. Este
emplazamiento considera la forma de la superficie del terreno, delimitada por la pendiente, que a su
vez define el acceso seguro a la vivienda y el tránsito al patio. Al respecto, la entonces Secretaría de
Desarrollo Urbano (Sedue, 1982; retomado en la actualidad por Sedesol), recomienda que de 0 a 15%
de la pendiente de superficie de terreno es óptima, entre 15 a 20% deseable, y entre 20 a 45%
desfavorable; también señala que no son recomendables las pendientes entre 0 y 3% para las obras de
infraestructura; redes de drenaje, agua entubada y vialidades.
El tipo de suelo definirá necesariamente las características adecuadas con que se debe construir la
cimentación y con ello, obtener mayores garantías respecto a la seguridad y estabilidad de la
vivienda. En un suelo rocoso de alta rigidez, la estructura de mampostería (flexible) es suficiente; sin
embargo, este tipo de estructura puede ser contraproducente cuando la constitución del suelo sea en
extremo blando, muy compresible o expansivo, este último, por las diversas contracciones que sufre
por efectos de humedad, que trascienden a la estructura de la vivienda y con el tiempo la debilitan.
Por otra parte, la ubicación geográfica del suelo está relacionado con la zona sísmica donde se
emplazará la vivienda; en este sentido, el estado de Chiapas, p. ej., se localiza en las zonas de más
alta sismicidad de la República Mexicana, por tanto, los coeficientes sísmicos establecidos para el
diseño de estructuras son los más elevados de todo el territorio nacional (CFE, 1982).
113
También, la determinación del tipo de suelo permite identificar posibles materiales convencionales
para la construcción de viviendas; roca, arena, canto rodado, madera, etc., materiales tradicionales
usados por las personas; p. ej., arena de mina, tierra para fabricar adobes o bajareque, etc., materiales
orgánicos como la caña de otate, madera del lugar, palma, entre otros, y materiales alternativos, que
pudiesen ser usados como propuestas innovadoras de materiales orgánicos o inorgánicos. Tanto los
materiales tradicionales como los alternativos usados para la construcción de elementos estructurales,
los diseños deberán necesariamente realizarse aplicando la tecnología y normatividad correspondiente
que garantice la calidad de los materiales, procedimientos constructivos y la seguridad de los
elementos estructurales construidos (NTC, 2004). Los casos de materiales existentes en el lugar o
región, que no cumplan con la normatividad existente, se sugiere sean analizados científicamente
para sustentar su uso y crear las posibles normas particulares.
Respecto a los efectos de salud relacionados con los materiales usados en la construcción de las
viviendas, destaca el piso de tierra sin ningún tipo de recubrimiento, ya que limita las oportunidades
de las personas para gozar de una vida saludable, y elevan el riesgo de fallecimiento de los menores
de edad por infecciones respiratorias agudas (IRA) y enfermedades diarreicas agudas (EDA);
asimismo, los materiales usados en las paredes y techos, existen investigaciones que demuestran las
posibles afectaciones con la salud de las personas (Gómez, et al., 2000).17
Otro aspecto relevante es la insuficiencia espacial de la vivienda –el hacinamiento–, que ocasiona un
ambiente inadecuado para el estudio, la recreación y la convivencia, limitando la privacidad de las
personas y, lo más importante, se expone a los habitantes a la infección o contagio de diversas
enfermedades. La OMS (1999:168) considera que existe hacinamiento cuando la vivienda carece de
sala, comedor, y el cociente de dividir el número de habitantes entre el número de dormitorios es
mayor que 2; cuando la vivienda tiene sala y comedor, y el cociente de dividir el número de
habitantes entre el número de dormitorios es mayor que 3; y también, cuando el cociente de dividir el
área promedio de una vivienda entre el número promedio de habitantes es menor que 10 m2.
Los diseños, materiales y técnicas de construcción de viviendas deben producir estructuras durables y
seguras; asimismo, ofrecer lugares secos y confortables donde vivir, protegiendo a los habitantes
17
Gómez Vidrio, José Manuel, Javier Gómez Saborío, Víctor Raúl Sánchez Jiménez y Luis Salazar Zavala. Informe final
del estudio: “Diagnóstico situacional de riesgos a la salud debido al entorno de la vivienda”, Colegio Mexicano de Salud
Pública y Ramas Afines, financiado por la OMS/OPS, México, 2000.
114
contra vectores, temperaturas extremas y peligros recurrentes de la naturaleza, como son: terremotos,
huracanes y tormentas. La orientación, relacionada con la trayectoria de asoleamiento y vientos
dominantes, es un aspecto fundamental para el saneamiento de los espacios habitables. La luz solar,
además de proveer iluminación y calor a las diversas áreas de la vivienda, tiene atribuciones de
desinfección, a través de los rayos ultravioleta emitidos, que actúan como bactericidas. La intensidad
y trayectoria de los vientos dominantes, permiten mover y reciclar los volúmenes de aire contenidos
en el interior, lo cual permite alejar los gérmenes o bacterias dañinas suspendidas.
Para lograr que las condiciones y características del espacio individual y social de la vivienda rural
satisfagan las necesidades biológicas, sociales y sanitarias de la familia, se requiere considerar y
atender los siguientes elementos relevantes:
• Emplazamiento de la vivienda: superficie del terreno, tipo de suelo y orientación;
• Materiales usados en la vivienda: piso, paredes y techo; la calidad de estos elementos tanto del
material usado como del proceso constructivo aplicado en cimentación, estructura y cubierta;
• Distribución espacial: núm. de cuartos, dimensiones, densidad de ocupación y hacinamiento;
• Ventilación: disposición y orientación de ventanas, ventilación interior;
• Iluminación interior;
• Seguridad.
El agua constituye uno de los servicios básicos para la conservación de la salud humana. El acceso al
agua, en cantidad y calidad necesaria, es fundamental para el saneamiento básico de los miembros de
la familia. No acceder a la cantidad mínima de agua con calidad adecuada, limita la capacidad de las
personas en su bienestar físico y la dignidad que conlleva el estar limpio y aseado, y propicia, por un
lado, al uso de agua en condiciones perjudiciales para la salud, debido al uso de fuentes de
abastecimiento de agua de dudosa calidad y las formas de acarreo, y por otro, a no llevar a cabo los
hábitos mínimos de higiene corporal, lavado de manos, así como lavado de ropa, entre otros. En
ocasiones, en los sectores de población de bajos ingresos económicos, las personas están obligadas a
invertir tiempo y esfuerzo físico en la obtención y traslado del agua, dificultando el desarrollo de las
labores domésticas, limitando sus aspiraciones por las enfermedades, la pobreza y la vulnerabilidad.
115
Las fuentes de abastecimiento de agua que sirven para el uso doméstico, ya sean cauces naturales,
acumuladas en embalses, lagos o lagunas, o agua subterránea, requieren de tratamiento especial antes
de suministrarla para consumo humano y, según sea su origen y condición, tendrá necesariamente que
modificar sus características físicas, químicas y bacteriológicas, a fin de que cumplan con las normas
establecidas de agua potable, y no causen daños en la salud de los consumidores. Por otra parte,
establecer la dotación de agua por habitante por día no resulta fácil, debido a las variaciones de clima
y a las características individuales de los hogares, usos y costumbres, entre otros factores; no
obstante, considerando la condición de pobreza extrema de las personas del medio rural, las normas
internacionales establecidas por la OMS (2005) y la UNICEF (2005), sugieren suministro mínimo de
20 litros al día por habitante de una fuente que se encuentre a un kilómetro del hogar. Esta cantidad es
suficiente para beber y la higiene personal básica, por lo que, si se considera para bañarse y lavar,
aumentaría hasta aproximadamente, 50 litros diarios (ONU, 2006), (Opaza, 1994), (SSA, 2004).
Finalmente, tener un depósito adecuado para el almacenamiento del agua en la vivienda, dadas las
condiciones del abastecimiento, necesidades del uso del agua y frecuencia del suministro, se torna
importante en la vida diaria de las personas. El depósito de agua permite almacenar, conservar y
disponer de ella durante un determinado período, y depende de las condiciones y formas que la
familia se abastece de agua: cercanía de la fuente de abastecimiento, medios de transporte usado,
disponibilidad económica en los casos de adquirirla, etc.. Los depósitos de agua deben ser seguros
como elementos, que conserven y protejan el agua de agentes contaminantes externos: gérmenes,
bacterias o vectores que dañan la salud de las personas. Entre los vectores dañinos característicos de
regiones de clima calido, como en el estado de Chiapas, destaca el mosquito transmisor y causante
del dengue (Aedes aegypti), que se reproduce en depósitos de agua a cielo abierto. Las variables
identificadas respecto al uso del agua, son:
• Abastecimiento de agua;
• Calidad del servicio de suministro de agua;
• Cantidad de agua disponible;
• Usos del agua;
• Distancia a la fuente de abastecimiento;
• Calidad sanitaria del agua;
• Almacenamiento (reservorio): tipo y capacidad;
• Materiales usados y condiciones del reservorio.
116
c.2) Servicio básico: disposición de excretas
Las enfermedades hídricas más comunes son aquellas que se propagan por el agua contaminada con
heces u orina humana, localizadas en las aguas residuales generadas por los centros de población. Su
disposición inadecuada puede servir de foco de infección, procreadora de fauna nociva a la salud
pública; además de provocar la entrada de los gérmenes patógenos a las fuentes de abastecimiento de
agua. Por otra parte, los inmuebles usados para la disposición de excretas, en los casos de no existir
alcantarillado sanitario, deben reunir requisitos específicos para proteger la salud de las familias,
como son: no contaminar los cuerpos de agua, no permitir acceso a los niños, no generar malos
olores, evitar contacto de las heces con vectores, animales domésticos, localización adecuada, etc.
La carencia de este servicio en la vivienda rural y la práctica de defecar al aire libre, incrementa el
riesgo en las personas de contraer enfermedades diarreicas agudas (EDA) e infecciones respiratorias
agudas (IRA), entre otras, además de generar diversos problemas de salud pública y afectaciones
directas a la calidad de vida. Las variables consideradas relevantes son las siguientes:
• Modo de disposición de excretas;
• Calidad sanitaria del servicio;
• Calidad física de la caseta del servicio;
• Materiales usados y condiciones de la caseta;
• Localización del inmueble (emplazamiento);
• Capacidad.
En el manejo de los residuos, sin importar cual es su constitución física: líquida, sólida o gaseosa,
intervienen elementos desde la generación, recolección, trasporte, tratamiento y la disposición final.
Específicamente, los residuos líquidos generados en el medio rural, difícilmente cuentan con sistemas
de recolección y tratamiento de aguas servidas. La disposición se realiza en el suelo generando
encharcamientos; el exceso de humedad atrae y procrea fauna nociva a la salud de las personas. Estos
focos de infección, también permiten la entrada de gérmenes patógenos en los cuerpos de agua, que
sirven de fuente de abastecimiento para los habitantes de las viviendas y los centros de población.
117
Las aguas residuales generadas son por el aseo corporal, lavado de ropa y trastos de cocina, la orina y
en la producción de alimentos. Las variables relevantes en nuestro caso son:
• Aseo corporal y manos;
• Lavado de trastos y ropa;
• Producción de alimentos (nixtamal u otro);
• Orina.
En los entornos habitacionales inmediatos a las viviendas rurales –el peridomicilio–, generalmente
encontramos árboles frutales, plantas y hortalizas, que proveen de alimento y medicina, sombra y en
ocasiones, combustible (leña) para la producción de alimentos, además, en el patio hay animales de
corral, de carga, domésticos, entre otros; también, es el espacio que permite realizar actividades
domésticas, recreativas e incluso productivas que proveen de ingresos. El entorno inmediato a la
vivienda constituye el ambiente natural fundamental para el desarrollo de las diversas actividades de
las familias rurales; además, les provee de insumos, de árboles que regulan el micro clima, de espacio
que les permite recrearse y socializar entre los miembros de la familia o con otros vecinos, etc..
Sin embargo, el manejo inadecuado y la mala disposición de los residuos sólidos orgánicos e
inorgánicos que se generan en la vivienda y en el peridomicilio, a saber: excremento de animales,
desperdicios de frutos, alimentos, hojas, ramas, y la mezcla de éstos con recipientes de productos
alimenticios; plástico, tetrapak, cartón, etc., generan focos de infección, incubación y proliferación de
fauna nociva; también, se atraen animales silvestres que afectan la salud de las personas en su estado
físico y emocional, este último por las tensiones ambientales prevalecientes. Entre los vectores más
recalcitrantes que abunda en estas condiciones insalubres, destaca la mosca que se contamina en las
excretas y, posteriormente deposita los gérmenes patógenos sobre los alimentos.
La intensidad de los efectos causados por el mal manejo de los residuos sólidos, está en función a la
cantidad y composición; asimismo, por el nivel socioeconómico de las personas (Escamirosa, et al.,
2005). En nuestro caso de estudio, se generan cantidades mínimas; no obstante, la práctica recurrente
en las comunidades rurales es la quema de los desperdicios, generando otro tipo de trastornos que
118
afecta tanto los recursos naturales como la salud de los habitantes. Indiscutiblemente esta práctica de
disposición final de los residuos sólidos, debe necesariamente erradicarse por los efectos colaterales
que ocasiona. Las variables identificadas como relevantes en este apartado, son las siguientes:
• Caracterización de los residuos sólidos generados en la vivienda;
• Caracterización de los residuos sólidos generación en el peridomicilio;
• Composición de los residuos sólidos;
• Calidad sanitaria en el manejo de los residuos sólidos generados en el peridomicilio;
• Disposición final de los residuos sólidos.
El proceso tradicional de nuestros pueblos indígenas para la producción de los alimentos; frijol,
tortillas de maíz, café, entre otros, a través del uso de fogones, hoy en día sigue prevaleciendo como
forma tradicional y cultural en las actividades del núcleo de las familias; no obstante, en términos
energéticos, la obtención y uso de leña necesariamente incide en la conservación del ambiente.
Durante el uso de leña en los fogones, se genera humo que proporciona cierta impermeabilidad en las
cubiertas, aleja a los insectos y otros animales del campo; sin embargo, la excesiva generación y
dispersión en las viviendas, junto con la escasa o nula ventilación, son condiciones propicias para la
incubación y proliferación de diversas enfermedades, específicamente las relacionadas con las vías
respiratorias; infecciones respiratorias agudas (IRA).
Las emisiones de humo generado en las quemas de basura orgánica; hojarascas, ramas de árboles,
excremento de animales, entre otros, provocan graves problemas de contaminación atmosférica,
afecta la flora existente y reduce los nutrientes del suelo. Las variables identificadas son:
• Tipo de energía usada en la producción de alimentos (combustible);
• Control sanitario de las emisiones de gases tóxicos en la vivienda (humo);
• Calidad física del mueble (usado en la producción de alimentos);
• Tiempo promedio empleado durante la cocción de alimentos;
• Quema de materia en el peridomicilio.
119
e) Componentes ambientales; abióticos y bióticos
Los ecosistemas son comunidades bióticas relacionadas entre ellas y con el medio, que buscan
perpetuarse. Son poblaciones de organismos vivos: plantas, animales y microbios, terrestres y
acuáticos, que interactúan con los factores abióticos –el medio–, que a su vez están constituidos por
elementos químicos y físicos inertes, como el agua, clima, suelo, entre otros. Estas condiciones
abióticas sostienen y a la vez limitan a las comunidades. Las principales categorías de los organismos
son productores, consumidores, saprófitos y descomponedores de detritos.
En conjunto los organismos producen alimentos, pasándolos por la cadena alimenticia y devuelven
los materiales originales a las partes abióticas del entorno. En todos los ecosistemas se establecen las
llamadas cadenas o redes tróficas, que se definen como niveles de alimentación entre los cuales
existen relaciones de dependencia y determinan flujos de energía. La red trófica forma una especie de
pirámide en cuya base se hallan las plantas (organismos productores), que toman la energía solar y les
proporciona los nutrientes obtenidos del suelo para producirse; sobre éstas se sitúan los
consumidores, y se dividen en consumidores primarios o herbívoros, que aprovechan parte de la
energía de las plantas y los consumidores secundarios o carnívoros, que obtienen energía de los
consumidores primarios; más arriba se localiza una cantidad más pequeña de consumidores de orden
superior, denominados omnívoros, que incluye al humano, y que se alimentan tanto de plantas como
de animales para obtener energía. Por último, se encuentran los saprófitos y descomponedores de
detritos, los primeros se encargan de alimentarse de los detritos: materiales muertos, como hojas,
troncos caídos, así como a las excreciones fecales de animales y cadáveres (lombrices, termitas,
cangrejos, entre otros); los segundos, corresponden a grupos extremadamente importante de
devoradores primarios de detritos, a saber: hongos y bacterias de putrefacción. Con este proceso final,
los nutrientes regresan al suelo para ser nuevamente aprovechas en la producción y desarrollo de las
plantas, obteniéndose “el recicle de nutrientes”. Esta red no se concibe como destructiva, más bien
significa las ligas entre organismos que comparten el aire y el agua para vivir (Granados, 1995:28).
En todo el territorio de Chiapas encontramos una vasta variedad de ambientes, tanto acuáticos como
terrestres, en donde hallamos especies animales, vegetales y microbianas que están adaptadas a los
diversos factores abióticos: clima, suelo y agua, de acuerdo con la localización geográfica. Cada
ambiente alberga uno o más grupos de ecosistemas que se relacionan entre ellos y con el entorno, en
formas que logran mantenerse entre sí. Nabel (1999:66-75), señala que el aprovechamiento de la luz
120
solar como fuente de energía básica, el reciclado de los nutrientes, a través de las cadena tróficas y el
funcionamiento de grupos o poblaciones de organismos vivos que tengan consumos equilibrados, son
los tres principios básicos de la sostenibilidad de los ecosistemas.
Los cambios de vegetación por acciones antrópicas, que inhiben la continuidad de los ciclos naturales
entre el conjunto de poblaciones que conforman los ecosistemas, sin alcanzar necesariamente la
afectación total, se relacionan con el concepto de vocación natural; es decir, “…condiciones que
presenta un ecosistema para sostener una o varias actividades sin que produzcan desequilibrios
ecológicos”,18 entendiendo desequilibrio ecológico como “la alteración de las relaciones de
interdependencia entre los elementos naturales que conforman el ambiente, que afecta negativamente
la existencia, transformación y desarrollo del hombre y demás seres vivos”.19
Componentes abióticos:
• Localización geográfica;
• Suelo; tipos de suelo, vocación y potencialidad, y uso actual;
• Cuerpos de agua;
• Clima;
• Topografía;
• Geología;
Componentes bióticos:
• Flora (vegetación);
• Fauna (animales domésticos), incluyendo al ser humano.
La mayoría de las enfermedades e infecciones que se contraen en el medio rural son por contacto
directo con los gérmenes patógenos existentes en las evacuaciones de un enfermo. También se
18 Artículo 3, fracción XXXV de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA).
19 Artículo 3, fracciones XII y XV de la LGEEPA
121
transmiten indirectamente por medio de vectores, que la gran mayoría son organismos invertebrados
y realizan la transmisión en forma mecánica (p. ej., la mosca) o biológica; es decir, que el agente
infeccioso necesita invadir el organismo del vector, sufrir un ciclo de transformación y diseminarse
en su organismo para transmitir la enfermedad al huésped. En este caso, están el mosquito anophelino
o el piojo en relación al paludismo y tifo, respectivamente, así también, el mosquito del dengue, este
último se desarrolla en depósitos de agua al aire libre. Otro tipo de enfermedades son las contraídas
por la excesiva exposición de las personas al humo de los fogones, debido a la inadecuada o nula
ventilación en la vivienda, creando condiciones propicias para la incubación y proliferación de
diversas infecciones, específicamente las relacionadas con las vías respiratorias.
Los niveles de sensibilidad ecológica se relacionan de acuerdo con las tres condiciones siguientes:
1. Baja sensibilidad; se localiza en superficies de suelo que tienen alteraciones antrópicas y que
una actividad más no pudiera afectarla u observar otros cambios en el sistema.
2. Media sensibilidad; en superficies intermedias donde existe un gradiente o umbral de soporte,
es decir, que son resilentes o recuperables.
3. Alta sensibilidad; en superficies donde la biodiversidad al menor cambio por la actividad
humana se vería afectada (son áreas no resilentes).
La sensibilidad ecológica media se define como la zona de amortiguamiento entre dos áreas, una muy
conservada o que contiene elementos de gran valor, y la otra que ya tiene actividades humanas o
sufrió algún evento natural, ambas son compatibles con el sistema ambiental terrestre. De este modo,
122
la zona de sensibilidad media tiene como objetivo proteger las áreas bien conservadas y proveer a las
zonas de baja sensibilidad, los requerimientos que promuevan la restauración natural u otras acciones
tendientes a recuperar áreas perturbadas y, con ello, se sumen a las superficies de media sensibilidad,
para ello se deberán realizar actividades compatibles con los tipos de ecosistemas ahí establecidos.
En forma específica, los aspectos de interés para el trabajo de investigación relacionados con la salud
en la vivienda, evaluación y manejo de riesgos físicos, químicos y biológicos, resultan importantes
las condiciones en que se encuentran el entorno inmediato a las viviendas. Se alude a las
repercusiones en morbi-mortalidad relacionadas a la exposición a los vectores de la vivienda y del
entorno habitacional, ocasionadas por la falta de control sanitario de los residuos.
Si el ambiente donde el hombre convive: la vivienda, el trabajo, la ciudad, etc., presenta factores de
riesgo y no se controlan ni prevén, necesariamente influyen al convertirse en agentes que atentan
sobre la salud y el bienestar. Por ello, las interacciones medioambientales del hombre deben favorecer
al desarrollo de su salud y bienestar. De este modo, se debe procurar que el espacio habitacional y su
entorno inmediato sean saludables.
Los indicadores del entorno ambiental inmediato para nuestro caso de estudio, son los siguientes:
• Calidad sanitaria del suelo; control de residuos líquidos, disposición de orina, presencia de
heces fecales, presencia de excremento de animales, control de residuos sólidos orgánicos,
disposición de residuos sólidos generados en la vivienda;
• Calidad de los recursos naturales; las actividades realizadas respetan los recursos naturales,
conservación de los recursos naturales, riesgo de contaminación de los recursos naturales,
control de residuos sólidos orgánicos, cuidado de la vegetación;
• Calidad sanitaria de los cuerpos de agua; manto freático, arroyos y ríos.
A continuación, en los cuadros 24, 25 y 26 se relacionan los problemas o dimensiones y las variables
identificadas como posibles factores, así como las que generan tensión ambiental tanto al interior de
la vivienda como en su entorno inmediato, además de las actividades relativas con las necesidades
biológicas, sociales y sanitarias que pueden devenir en riesgos en la salud de las familias del medio
rural de bajos ingresos económicos.
123
Cuadro 24; Dimensiones y variables
Dimensiones Variables
124
Cuadro 25; Dimensiones y variables
Dimensiones Variables
Componentes abióticos:
• Localización geográfica;
• Suelo; tipos de suelo, vocación y potencialidad, y
uso actual;
• Cuerpos de agua;
e) Componentes ambientales
• Clima;
(abióticos y bióticos)
• Topografía;
• Geología.
Componentes bióticos:
• Flora (vegetación);
• Fauna (animales domésticos).
125
Cuadro 26; Dimensiones y variables relacionadas con la salud de los habitantes y la calidad
ambiental del entorno inmediato
Dimensiones Variables
Enfermedades comunes:
• Infecciones respiratorias agudas (IRA);
f) Salud de los miembros de la
• Enfermedades diarreicas agudas (EDA);
familia rural
• Otras enfermedades;
• Derechohabiencia de los habitantes.
Las dimensiones planteadas para el abordaje del problema, que incluyen las variables identificadas,
se presentan a continuación en forma esquemática (ver esquemas 4 y 5), y las interrelaciones e
interacciones que tienen con la salud de las personas y con el ambiente; asimismo, en el esquema 4 se
plantea el modelo de evaluación con enfoque de sistemas que orientó el trabajo de investigación (ver
esquema 6).
126
Esquema 4; Interrelación de las dimensiones y sus efectos en la salud y el ambiente
Dimensiones Efectos
Físico-espacial
(vivienda rural)
In
te
ra
cc
i on
Aspectos socioeconómicos
socioecon es
• Salud de los
habitantes del medio
rural
• Entorno ambiental
inmediato
Vivienda
rural
Aspectos (emplazamiento,
socioeconómicos
socioecon materiales usados,
distribución de
espacios, ventila-
ción e ilum.)
Componentes
ambientales
(bióticos y abióticos)
127
Esquema 6; Modelo de evaluación de las condiciones de la
vivienda rural y el entorno (MECVE)
Servicios
básicos
(agua y disp.
excretas)
Medio
ambiente
(bióticos y
abióticos)
Manejo
de residuos
(RL, RS y RG)
RL = Residuos líquidos
RS = Residuos sólidos
RG = Residuos gaseosos
El modelo planteado es dinámico y consta de tres fases de evaluación: entrada, procesos y salida. La fase
de entrada, considera las condiciones reales de la vivienda rural y su entorno inmediato, así como las
interrelaciones e interacciones de ambos aspectos respecto a la salud y calidad ambiental, en un período
de tiempo inicial que lo denominaremos “tiempo cero” (t0).
En esta fase se considera el área de interés o límite económico, establecido específicamente en la vivienda
y su entorno inmediato, sin que esto signifique que se haya perdido toda interacción con el entorno
general. Esta fase permite iniciar el acercamiento a la realidad, que en la siguiente fase se obtendrá con
mayor precisión, a través del análisis de las variables preestablecidas y agrupadas en cinco
dimensiones: aspectos socioeconómicos; físico-espacial (vivienda rural); servicios básicos (uso de
128
agua y disposición de excretas), manejo de residuos (líquidos, sólidos y gaseosos); y los componentes
ambientales (bióticos y abióticos) existentes en el entorno inmediato (traspatio o peridomicilio);
además de conocer las condiciones y consideraciones que estas dimensiones tienen respecto a la salud
de los miembros de la familia y la calidad ambiental del entorno de la vivienda.
El segundo caso está referido al seguimiento que debe realizarse de los indicadores, en un tiempo
diferente al inicial definido como “tiempo uno” (t1), a partir de la evaluación, nuevamente de las
variables de cada dimensión. Lo anterior, permite evaluar y controlar el estado de los indicadores
propuestos para la VRS. Este último proceso está orientado a llevar a cabo la evaluación del
comportamiento de cada variable establecida y con ello, controlar la variable respecto en “el tiempo”;
t1, t2, t3,… tn. La sostenibilidad de la VRS, que en términos esquemáticos del modelo planteado, sería
la fase de salida.
Los períodos de evaluación y control estarán en función a las prioridades, condiciones, necesidades,
recursos disponibles, entre otros, para atender cada indicador. Al respecto, se organizó la información
específica requerida para cada variable, los indicadores y los parámetros correspondientes. En
algunos casos, la información o datos para el análisis y evaluación, son cuantitativos y, en otros,
cualitativos referidos a resultado de hechos, evidencias o situaciones demostrables. Se relacionan los
análisis cuantitativos y cualitativos, lo que da cuenta del valor metodológico logrado en el estudio,
que permite registrar los acontecimientos ambientales relacionados con los procesos dinámicos de la
vivienda rural y el hábitat.
129
En los siguientes cuadros: 27 al 36, se presentan las variables, relación, indicadores, parámetros e
instrumentos propuestos para la obtención de la información requerida para el análisis y la
evaluación; asimismo, en el cuadro 35 y 36, se identifican las enfermedades que agobian
comúnmente a las personas y el estado que presenta el medio natural, es decir, la calidad ambiental;
ambos aspectos como referentes hacia el beneficio que proponemos lograr: la salud de los habitantes
y la calidad ambiental del entorno inmediato.
Para medir cada uno de los indicadores propuestos, se procuró que éstos contaran con diversos rangos
de calidad para identificar el estado actual de la vivienda rural y las características y condiciones
ambientales existentes en el entorno habitacional, bajo el enfoque sanitario, procurando interpretar la
interacción que se da entre ambos aspectos y la relación de éstos con la salud de las personas. Al
respecto, y con el propósito de comprender las interacciones, se consideró el modelo conceptual
denominado PER “Presión – Estado – Respuesta”, propuesto por la OCDE (1996); este concepto está
basado en la relación causa – efecto, y, con ello, en un segundo momento se identifican las relaciones
de acción y respuesta.
20
En los componentes ambientales, la dependencia de gobierno federal normativa del medio ambiente establece que los
indicadores ambientales tienen como objetivo principal ofrecer a los tomadores de decisiones una herramienta mediante la
cual, se presente información concisa y sustentada científicamente, de manera que pueda ser entendida y usada fácilmente
(Semarnap, 1997).
130
requerimientos a futuro (el cumplimiento), a partir de unidades de medición cualitativa y cuantitativa.
La definición de los parámetros que se integran en este trabajo, se realiza con la localización de
elementos relevantes que permitan medir o valorar, a través de una escala o rango, que definen los
niveles de calidad críticos, recomendables y óptimos deseables.
Los parámetros se definen considerando la escala territorial de análisis: vivienda y entorno inmediato,
con base en las necesidades biológicas, sociales y sanitarias básicas que requieren atenderse para las
personas que viven en el medio rural; asimismo, a partir de los parámetros considerados, se
identifican y analizan los estándares existentes en referencia del estado del arte planteadas en el
marco teórico-conceptual, incluyendo las definiciones y estándares en temas relacionados, algunos
resultados de investigación, dependencias oficiales, instituciones y/o organismos nacionales e
internacionales, a saber: indicadores, rangos, sugerencias, normas, reglamentos. Los rangos de
calidad propuestos se basan en el análisis de la información disponible y se definen de acuerdo con
las variables establecidas, mismas que para mayor claridad en el análisis del elemento en cuestión, se
fragmentaron en subvariables.
Por otra parte, con el propósito de obtener la mayor precisión posible en la valoración de las variables
y subvariables, se propone la siguiente escala de valor para los rangos de calidad:
• Rango 1, se cumple excelentemente (Muy Bueno);
• Rango 2, se cumple suficientemente (Bueno);
• Rango 3, se cumple parcialmente (Regular);
• Rango 4, no se cumple (Malo) y;
• Rango 5, condición crítica (Muy Malo)
Con lo anterior, se estructuraron matrices que contienen: la dimensión, las variables, las subvariables,
los indicadores, los parámetros, los rangos de calidad propuestos y los instrumentos necesarios para la
obtención de la información y la medición correspondiente. A continuación, se presenta la
información contenida en las matrices, de acuerdo con las dimensiones y elementos de análisis (ver
cuadros del 27 al 36)
131
Cuadro 27; a) Aspectos socioeconómicos
Variables Subvariables Indicador Parámetros y estándares existentes Rangos de calidad propuestos Instrumento
El número de habitantes de la vivienda está
directamente relacionado con su mantenimiento, R1 = 1 a 2 hab; Obtención
Número de
sostenimiento de la familia y los ingresos R2 = 3 a 4 hab; in situ y
Número de habitantes por personas que
económicos; asimismo con el hacinamiento R3 = 5 a 6 hab; análisis en
vivienda habitan la
(OMS, 1999) (ver apartado -hacinamiento-) R4 = 7 a 8 hab; gabinete
vivienda
(4.2 hab/viv y 4.7 hab/viv, promedio nacional y R5 = Más de 9 hab. (encuesta)
estatal; INEGI, 2005).
R1 = Todos saben leer y escribir;
Los rezagos más importantes y la población en R2 = Todos saben leer y escribir,
mayor desventaja, son la población de 15 años o excepto niños menores de edad Obtención
Nivel de escolar;
más analfabeta y la población de 15 años o más in situ y
Escolaridad de los estudios de los R3 = Mayores de 15 años saben leer
sin primaria completa Conapo (2007). análisis en
habitantes de la vivienda habitante de la y escribir; gabinete
vivienda R4 = Menores de 15 años son
(Proporción de la población analfabeta de 15 (encuesta)
años y más: 8.4 nacional y 21.3 estatal). analfabetas (analfa);
R5 = Mayores de 15 años son analfa.
económica de
la familia
Obtención
Televisión Tipo de bienes (Tasa de población ocupada por sector: Prim- R1 = Refrigerador;
bienes de
consumo
in situ y
Refrigerador de consumo que 14.1%-39.9%; Sec-25.7%-16.3%; Terc-59.5%- R2 = Televisión;
análisis en
Licuadora 43.6%; nacional y estatal) (INEGI, 2006), R3 = Licuadora;
poseen gabinete
(Conapo, 2007). R3 = Lavadora
Lavadora (encuesta)
R4 = No dispone de bien mueble
Variables Subvariables Indicador Parámetros y estándares existentes Rangos de calidad propuestos Instrumento
(Tierra – Vivienda)
R1 = Propia (privada) – propia;
En ocasiones, las personas no cuentan ni con Obtención
R2 = Propia (ejido) – propia;
terreno ni con vivienda, residen temporalmente en in situ y
Tenencia del terreno y la Propia, rentada R3 = Propiedad de la familia –
algún lugar, y sufren de incomodidad y sujetas a análisis en
vivienda o prestada propia;
preocupaciones y efectos de tensión social (OMS, gabinete
R4 = Propiedad de la familia –
1999) (encuesta)
prestada o rentada;
R5 = Rentada – rentada.
Cuadro 28; b) Físico - espacial (la vivienda rural)
Las recomendaciones establecidas señalan que
Forma de pendientes de 0 a 15% son óptimas; 15 a 20% R1 = 1 a 2%;
Observación
la deseables; y entre 20 a 45% son R2 = 3 a 6%;
Pendiente y medición
superficie desfavorables. Para infraestructura no se R3 = 7 a 10%;
topográfica in situ
del terreno recomiendan pendientes de 0 a 3% R4 = 10% a 45%;
(encuesta)
(topografía) (Sedue, 1982). R5 = Más de 45%
remoción de contaminantes, a
Condición de través de la circulación del aire. R2 = Bueno; Observación
Iluminación
la iluminación Para fines bactericidas, es R3 = Regular; in situ
interior
interior recomendable permitir R4 = Malo; (encuesta)
diariamente la entrada R5 = Muy malo
controlada de la luz solar
(insolación) al interior de la
vivienda (OMS, 1999).
La vivienda rural debe garantizar
R1 = Muy Bueno;
la protección contra:
Seguridad
R2 = Bueno; Observación
Condición de intemperismo (lluvia, viento,
Seguridad R3 = Regular; in situ
la seguridad sol), agresiones externas,
R4 = Malo; (encuesta)
animales domésticos y silvestres,
R5 = Muy malo
entre otros (OMS, 1999)
Cuadro 29; c.1) Servicio básico: uso del agua
Parámetros y estándares
Variables Indicador Rangos de calidad propuestos Instrumento
existentes
R1 = Entubada dentro de la vivienda o del
El agua constituye uno de los predio;
Obtención
Abastecimiento de Tipo de acceso al servicios básicos para la R2 = Llave pública (hidrante);
in situ
agua agua conservación de la salud R3 = Pozo, arroyo o río;
(encuesta)
humana. El acceso a ella, para R4 = Por medio de pipas;
uso doméstico, dignifica a las R5 = Acarreo personal.
personas por el hecho de estar
limpio y aseado, trae bienestar
R1 = Todos los días de la semana;
físico, está en función de la
Frecuencia de R2 = Cuatro veces por semana; Obtención
Calidad del servicio infraestructura, la fuente de
acceso al agua por R3 = Tres veces por semana; in situ
de suministro de agua abastecimiento y la capacidad
semana R4 = Dos veces por semana; (encuesta)
económica que disponga la
R5 = Una vez por semana
familia (Opaza, 1994), (ONU,
2006).
de almacenamiento estará en
almacenamiento
Subva- Parámetros y
Variables Indicador Rangos de calidad propuestos Instrumento
riables estándares existentes
Las enfermedades
hídricas comunes son R1 = En red de drenaje;
las que se propagan R2 = a) En fosa séptica cuya fase de disposición final del efluente de agua
por el agua residual sea en suelo con permeabilidad apropiada y con nivel crítico del
contaminada con heces manto freático superior a 3 m de la superficie de terreno; b) foso
Modo de Acceso al humanas. La impermeable en cualquier tipo de suelo; Obtención
disposición de servicio de disposición inadecuada R3 = En letrina en suelo arcillosos compacto y con nivel crítico del manto in situ
excretas drenaje de las excretas puede freático a 3 m de la superficie de terreno; (encuesta)
generar focos de R4 = En fosa séptica, foso impermeable o letrina en suelo permeable (rocoso
infección de fauna permeable, arcilloso blando o arenoso) y con nivel freático alto o inferior a 3
nociva a la salud m de la superficie de terreno;
pública (Opaza, 2004), R5 = Al aire libre, río, arroyo, otro
(Tebbutt, 1993).
R1 = Se cuenta con red drenaje sanitario, tratam. y disposición apropiada;
El servicio sanitario
R2 = Se cuenta con drenaje particular: fosa séptica, foso impermeable, entre
que se cuenta para la
otros, que cumplen con normas sanitarias: ubicación adecuada del inmueble,
disposición de
se evitan riesgos de contaminación a cuerpos de agua y suelo, no emite
excretas, debe
malos olores, no atrae vectores (mosca), evita acceso a niños y animales,
garantizar las
otros;
recomendaciones y
Condiciones requisitos básicos R3 = Se cuenta con drenaje particular; fosa séptica, foso impermeable,
letrinas; cumplen parcialmente con las normas sanitarias; Obtención
Calidad sanitaria del servicio sanitarios para proteger
la salud de los
R4 = Se cuenta con red de drenaje sanitario para la recolección de las aguas in situ
del servicio sanitario residuales, no se efectúa tratamiento y la disposición es directamente a los (encuesta)
(inmueble) miembros de las cuerpos de agua o superficie de suelo (no cumple normas);
familias; no
R5 = Se cuenta con drenaje particular; fosa séptica, foso impermeable,
contaminar los cuerpos
letrina, entre otros, que no cumplen la normatividad sanitaria: ubicación
de agua, no permitir
inadecuada del inmueble, contaminan los cuerpos de agua y suelo, emiten
acceso a niños y
malos olores, atrae vectores (mosca), no evitan el acceso a los niños y
animales, entre otros
animales, condiciones inadecuadas del inmueble, otros (no cumple con las
(OMS, 1999, 2000)
normas sanitarias);
Subva- Parámetros y estándares
Variables Indicador Rangos de calidad propuestos Instrumento
riables existentes
La calidad del piso, R1 = Mosaico o recubrimiento fino;
paredes y techo que R2 = Cemento pulido; Obtención
Piso Tipo de piso conforman la caseta, en R3 = Concreto rústico (firme); in situ
los casos de no existir R4 = Madera, adobe, tabique; (encuesta)
alcantarillado sanitario, R5 = No tiene
Materiales usados en la caseta
Condicio- está relacionada directa con R3 = Paredes de mampostería con acero de refuerzo parcial,
los materiales usados. La
nes de la paredes y estructura de madera, paredes de adobe recubierto
Estruc- construcción de los elemen- Observación
estructura tos estructurales, tanto en con mortero, paredes de lámina metálica y estructura de
tura en in situ
usada en la muros como en la cubierta, madera, todos sobre elementos de concreto o mampostería
general (encuesta)
caseta deberán realizarse aten- aislados del suelo y de la humedad;
(inmueble) diendo a las técnicas R4 = Paredes de mampostería sin acero de refuerzo, paredes y
constructivas y recomen- estructura de madera, paredes de adobe recubierto con mortero,
daciones establecidas en la paredes de lámina metálica y estructura de madera, todos
normatividad correspon- desplantados directamente en el terreno natural;
diente para que garantice la R5 = Paredes de material de desecho u otro tipo de material.
seguridad de los elementos
y durabilidad del inmueble
Calidad R1 = Muy Bueno (se cumple excelentemente); Observación
Condicio- (NTC, 2004). Con el cum-
física plimiento de las técnicas R2 = Bueno (se cumple totalmente); in situ
nes
del adecuadas y recomenda- R3 = Regular (se cumple parcialmente); (ced. de
generales de
inmue- ciones, se tendrá un R4 = Malo (no se cumple); registro de
la caseta
ble inmueble con la calidad R5 = Muy malo (crítico) campo)
requerida.
Las normas sanitarias de (Distancia horizontal: respecto a la vivienda – respecto a
la OMS (1999) y (SSA, cualquier fuente de suministro de agua “pozo”):
2004), establece las R1 = Letrinas, tanque séptico o foso impermeable: más de 10 m
Distancias – más de 20 m; Medición
recomendaciones para la R2 = Letrina, tanque séptico o foso impermeable: 10 – 20 m;
requeridas in situ y
Localización de la localización de las R3 = Tanque séptica o foso impermeable: 5 m – 20 m;
para la análisis en
caseta instalaciones sanitarias: R4 = Letrina o foso impermeable: menos de 5 m – menos de 20
localización gabinete
una letrina se construirá m;
de la caseta R5 = Letrina, tanque séptico o foso impermeable: menos de 3 m (encuesta)
a más de 10 m de la
vivienda y a más de 20 m – menos de 15 m;
de un pozo de agua.
Parámetros y estándares
Variables Indicador Rangos de calidad propuestos Instrumento
existentes
Volumen La capacidad del foso R1 = Hasta 10 personas: 1.5 m3 o más;
Capacidad promedio
requerido de usado para la disposición R2 = Entre 6 y 10 personas: 1.5 m3; Observación
acuerdo con de las excretas, estará en R3 = Entre 5 y 6 personas: de 1.0 a 1.4 m3; in situ
del foso R4 = Menos de 6 personas: menos de 1.0 m3;
el número de función del número de (encuesta)
personas personas (SSA, 2004). R5 = No existe foso
El manejo inadecuado y la
Cartón y
mala disposición de los Medición
papel
residuos sólidos orgánicos e in situ y
Plástico y Cantidad en
inorgánicos, especialmente análisis en
PET kilogramos
las excretas de animales, gabinete
Latas y (kg) de
generan focos de infección, R1 = Control total de los RS generados en el (encuesta)
tetrapak residuos
incubación y proliferación patio (excremento, hojas, ramas y desperdicios
Cenizas inorgánicos y
de fauna nociva (gérmenes de frutas de árboles, cenizas, otros);
fogón orgánicos
patógenos) a la salud de los R2 = Patio ordenado y limpio;
Hojas, ramas generados en
RS generados en el
Caracterización de
R1 = Inexistente;
R2 = Quemas mínimas controladas
en sitios preestablecidos y retirados
Condiciones en de las viviendas;
Las emisiones de humo generado en las
que se lleva a R3 = Quemas recurrentes y
Quema de materia quemas de basura orgánica; hojarascas, Observación
cabo la quema controladas en sitios preestablecidos
orgánica en el ramas de árboles, excremento de animales, in situ
de materia y retirados de las viviendas;
peridomicilio entre otros, provoca problemas de (encuesta)
orgánica en el R4 = Quemas en el patio
contaminación atmosférica.
peridomicilio parcialmente controladas;
R5 = Quemas sin control, alta
concentración de emisiones y
exposición recurrente
Cuadro 34; e) Componentes ambientales; abióticos y bióticos
Latitud
Longitud, latitud
Longitud
y altitud
Altitud
La biosfera consiste en una vasta variedad de ambientes, tanto acuáticos
como terrestres. En cada uno ellos, hallamos especies animales, vegetales y
Rocoso microbianas que están adaptadas a los diversos factores abióticos. Cada
ambiente alberga uno o más grupos de organismos o ecosistemas que se
Rocoso
relacionan entre ellos y con el entorno, en formas que logran mantenerse
Suelo: tipos
permeable
entre sí; los ecosistemas están vinculados a otros por las especies que
Tipos de suelo migran de uno a otro lado, debido al intercambio natural de aire, agua y
Arcilloso Observaciones
minerales que son comunes en todo el planeta, también son denominadas
Arcilla in situ
comunidades bióticas que se relacionan entre ellas y con el medio, de modo
expansiva y análisis
que logren perpetuarse. Por tanto, son poblaciones de organismos vivos:
cartográfico en
Arenoso plantas, animales y microbios, terrestres y acuáticos, que interactúan con
gabinete
los factores abióticos
Suelo: vocación y potencialidad
Área urbana
Variables Subvariables Indicador Rangos de calidad propuestos Instrumento
Ejidal
Suelo: uso actual
Observaciones
Bosque
in situ
Selva Uso actual del y análisis
Cultivo y suelo cartográfico en
pastizal gabinete
Asentamiento (INEGI)
humano
Todos los organismos vivos (bióticos) contienen energía potencial, y al
Ríos arder generan calor y luz con su energía potencial liberada. Por el
Superficiales
perennes Observación
energía potencial es muy baja. Así, la producción de materia orgánica a
Características in situ y análisis
Arroyos partir de la inorgánica comprende una ganancia de energía potencial,
de los ríos, cartográfico en
temporales además que su descomposición incluye una liberación de energía; en esta
arroyos, y otros gabinete
relación entre la producción y descomposición de materia orgánica y la
Subterráneos
Temperatura
Características
Análisis en
Clima
de los
gabinete
Precipitación componentes del
(INEGI)
clima
Vientos
Variables Subvariables Indicador Rangos de calidad propuestos Instrumento
Por otra parte, las principales categorías de los organismos son
Topografía
Características (INEGI)
Fisuras de dependencias y determinan flujos de energía. Una red trófica forma
geológicas del (encuesta)
una especie de pirámide, en cuya base se hallan las plantas, también
sitio y región
Zona sísmica llamadas productoras que toman la energía solar y la que les proporciona
los nutrientes obtenidos del suelo para producirse; sobre éstas se sitúan los
(peridomicilio)
Características
herbívoros que aprovechan parte de la energía de las plantea y los medición in situ
Árboles de la vegetación
consumidores secundarios o carnívoros que obtienen energía de los (cédulas de
maderables del sitio y región
consumidores primarios; más arriba se localiza una cantidad más pequeña registro de
(flora)
Plantas consumidores de orden superior, denominados omnívoros, que incluye al campo)
humano, que se alimentan tanto de plantas como de animales para obtener
Aves
energía; por último, se encuentran a los saprofitos y descomponedores de
Cerdos detritos, los primeros se encargan de alimentarse de los detritos:
materiales muertos, como hojas, troncos caídos, así como a las
Animales de corral
(fauna doméstica)
Variables Subvariables Indicador Parámetros y estándares existentes Rangos de calidad propuestos Instrumento
Incidencia de
Infecciones Acceso a los servicios de salud
infecciones Obtención
respiratorias pública y mejoramiento de las
Enfermedades comunes
respiratorias in situ
agudas condiciones de la vivienda rural y
agudas (encuesta)
(IRA) su entorno inmediato
(IRA)
Cobertura de acceso a los servicios
de salud
Disposi- ciones del de los residuos actividades realizadas en la vivienda o el traspatio; Obtención
ción de manejo orgánicos, como R3 = a) Existe drenaje particular, que cumplen parcialmente con las in situ
Orina del los excrementos normas sanitaria; b) Se tiene control y disposición parcialmente (encuesta)
residuo de animales o adecuada de los residuos líquidos generados por las actividades
humanos, puede realizadas en la vivienda o el traspatio;
generar R4 = Existe red de drenaje sanitario para la recolección de las aguas
problemas de residuales, sin embargo, no se efectúa tratamiento de las aguas
infección, a residuales y la disposición se realiza directamente a los cuerpos de
causa de la agua o superficie de suelo (no se cumple con las normas sanitarias); b)
zoonosis de los No se controlan los residuos líquidos generados por las diversas
Condi-
animales actividades realizadas en la vivienda o el traspatio;
Presencia ciones del Observación
domésticos y R5 = Existe drenaje particular; fosa séptica, foso impermeable, letrina,
de heces manejo in situ
enfermedades entre otros, que no cumplen con las normas y recomendaciones
fecales del (encuesta)
transmitidas por sanitaria: ubicación inadecuada del inmueble, contaminan
residuo
vectores: directamente los cuerpos de agua y suelo, emisión de malos olores, se
insectos, atrae a vectores (mosca), no se evita el acceso a niños y animales,
roedores, entre condiciones inadecuadas del inmueble, otros. b) No se controlan los
otros. residuos líquidos generados por las diversas actividades realizadas en
la vivienda o en el patio (quema, abandono, etc.).
Parámetros y
Variables Subvariables Indicador estándares Rangos de calidad propuestos Instrumento
existentes
R1 = a) Se tiene control de los excrementos de
animales: se recoge, almacena y dispone en sitios
El manejo establecidos; b) Se aplica tratamiento adecuado:
adecuado de los composta;
residuos sólidos R2 = a) Se tiene control de los excrementos de
Presencia de Condiciones (RS), consiste en animales; se recoge, se usa para abono del suelo o se Observación
excremento de del manejo controlar desde el entierra; in situ
animales del residuo origen de la R3 = Se tiene control parcialmente de los (encuesta)
generación en la excrementos de animales;
vivienda: R4 = Los animales defecan libremente en el traspatio
manipularla, sin control, en ocasiones se quema, se recoge y
separarla, deposita en otro sitio cercano a la vivienda, otros.
Calidad almacenarla y R5 = No tienen animales
sanitaria del aplicar algún
suelo tratamiento. Este R1 = Muy Bueno;
Control de Condiciones último aspecto si R2 = Bueno; Observación
residuos sólidos del manejo no se lleva a R3 = Regular; in situ
orgánicos del residuo cabo, habrá que R4 = Malo; (encuesta)
recolectarse, R5 = Muy malo
transportarse y
disponerse en
sitios adecuados R1 = Muy Bueno; Observación
Disposición de
Condiciones y controlados R2 = Bueno; y obtención
residuos sólidos
del manejo (Tchobanoglous, R3 = Regular; in situ
generados en la
del residuo 1997) R4 = Malo; (céd. de
vivienda
R5 = Muy malo registro)
Parámetros y
Variables Subvariables Indicador estándares Rangos de calidad propuestos Instrumento
existentes
Actividad R1 = a) Existe red de drenaje sanitario, tratamiento de las aguas
Observación
realizadas Condiciones residuales y adecuada disposición, cumple la normatividad sanitaria;
La calidad de los y obtención
respetan los de las b) Existe control y disposición de los residuos líquidos y sólidos
recursos in situ
recursos actividades generados en la vivienda o en el patio, se conservan los recursos
naturales (encuesta)
natural bióticos y abióticos, se evitan daños; R2 = a) Existe drenaje
existentes en el
Condiciones particular: fosa séptica, foso impermeable, entre otros, que cumplen
Conservación entorno Observación
de los con las normas sanitarias: ubicación adecuada del inmueble, se evitan
de los inmediato de la y obtención
recursos riesgos de contaminación a los cuerpos de agua y suelo, no emiten
Recursos vivienda, in situ
naturales malos olores, no atraen vectores, evitan el acceso a niños y animales,
Natural dependerá de del (encuesta)
existentes condiciones adecuadas del inmueble; b) Existe control y disposición
cuidado que los
Calidad de los recursos naturales
Riesgo de Condiciones habitantes tengas adecuada de los residuos líquidos y sólidos generados en la vivienda
contaminación de los o en el patio, se conservan los recursos bióticos y abiótico, se evitan Observación
en el manejo de
de los riesgos de los residuos daños; R3 = a) Existe drenaje particular: fosa séptica, foso in situ
Recursos contamina- generados en la impermeable, letrinas, entre otros, que cumplen parcialmente con la (encuesta)
Natural ción normatividad sanitaria; b) Existe control y disposición parcialmente
vivienda y en el
adecuada de los residuos líquidos y sólidos generados en la vivienda
Control de peridomicilio,
Condiciones así como el o el patio, se conserva parcialmente los recursos bióticos y abióticos; Observación
residuos R4 = a) Existe red de drenaje sanitario para la recolección de las
del manejo cuidado y in situ
sólidos aguas residuales, no se efectúa tratamiento de las aguas residuales y la
del residuo conservación de (encuesta)
orgánicos disposición se realiza directamente a los cuerpos de agua o superficie
los recursos
de suelo (no se cumple con las normas sanitarias); b) No existe
bióticos y
control los residuos líquidos y sólidos generados en la vivienda o en
abióticos en
el patio, no se evitan los daños generados en detrimento de los
general.
recursos bióticos y abióticos; R5 = a) Existe drenaje particular: fosa
Condiciones En lo local, el séptica, foso impermeable, letrina, entre otros, que no cumplen con Observación
Cuidado de la del cuidado ambiente las normas sanitarias: ubicación inadecuada del inmueble, contaminan
adecuado in situ
vegetación de la directamente los cuerpos de agua y suelo, emiten malos olores, atrae (encuesta)
vegetación procura la salud vectores, no evitan el acceso a niños y animales, condiciones
de los habitantes.
inadecuadas del inmueble; b) No existe control los residuos líquidos
ni sólidos generados en la vivienda o el patio, existe daño directo a los
recursos bióticos y abióticos.
Parámetros y
Variables Subvariables Indicador estándares Rangos de calidad propuestos Instrumento
existentes
R1 = a) Existe red de drenaje sanitario, tratamiento de las aguas
residuales domésticas y adecuada disposición, de acuerdo con la
La calidad que
normatividad sanitaria; b) Existe control y disposición adecuada de
Condiciones se tengan en el Observación
Manto los residuos líquidos y sólidos generados en la vivienda o en el patio,
del manto manejo de los in situ
freático se cumple con las normas sanitarias;
freático residuos (encuesta)
R2 = a) Existe drenaje particular; fosa séptica, foso impermeable,
generados en lo
entre otros, que cumplen con la normatividad sanitaria: ubicación
local (la vivienda
adecuada del inmueble, se evitan riesgos de contaminación a los
Calidad sanitaria de los cuerpos de agua
y su entorno
cuerpos de agua, otros, de acuerdo con la normatividad sanitaria;
inmediato),
b) Existe control y disposición adecuada de los residuos líquidos y
trasciende
sólidos generados en la vivienda o en el patio, se cumple con las
Condiciones necesariamente a normas sanitarias; Observación
Arroyos de los una escala in situ
R3 = a) Existe drenaje particular: fosa séptica, foso impermeable,
arroyos mayor, lo (encuesta)
letrinas, entre otros, que cumplen parcialmente con la normatividad
regional, y con
sanitaria; b) Existe control y disposición parcialmente adecuada de
ello, se reducen
los residuos líquidos y sólidos generados en la vivienda o en el patio,
los niveles de
se cumple parcialmente con las normas sanitarias;
contaminación y
R4 = a) Existe red de drenaje sanitario para la recolección de las
la incidencia de
aguas residuales, no se efectúa tratamiento de las aguas residuales y
las
la disposición se realiza directamente a los cuerpos de agua o
enfermedades,
superficie de suelo (no se cumple con las normas sanitarias);
en detrimento a
b) No existe control los residuos líquidos y sólidos generados en la Observación
Condiciones la salud de los vivienda o en el patio, no se cumple con las normas sanitarias;
Ríos in situ
de los ríos habitantes de una R5 = a) Existe drenaje particular: fosa séptica, foso impermeable,
comunidad o (encuesta)
letrina, entre otros, que no cumplen con la normatividad sanitaria:
centro de
ubicación inadecuada del inmueble, contaminan directamente los
población.
cuerpos de agua, entre otros; b) No existe control los residuos
líquidos ni sólidos generados en la vivienda o en el patio, no se
cumple con las normas sanitarias.
4.3.2 Análisis de la interrelación de variables planteadas en el MECVE
La identificación de las posibles incidencias de cada variable con las condiciones de salud y calidad
ambiental del entorno inmediato, se realizó con el apoyo de una matriz de interrelación, conformada
por 44 filas y 44 columnas. El eje de las “X” relaciona las dimensiones con las correspondientes
variables, y el eje de las “Y” relaciona los diversos elementos definidos en dos apartados: las
condiciones de vida y del entorno ambiental habitacional (ver matrices 1 y 1.1).
Las condiciones de vida relacionan, por una parte, la incidencia de las enfermedades comunes de los
habitantes del medio rural, particularmente las infecciones respiratorias agudas (IRA), las
enfermedades diarreicas agudas (EDA) y otras enfermedades, y, por otra, las necesidades básicas de
las personas relacionadas con la vivienda y los servicios con que cuenta:
• Vivienda: resistencia a los embates naturales e incidencias sociales (delincuencia), estado
técnico-constructivo, tenencia segura de la tierra, suficiencia en los espacios habitables,
cualidades físicas (contaminación y deterioro), ventilación interior, ventilación relacionada
con la orientación, iluminación y procesamiento seguro de alimentos.
• Servicio: acceso al agua, evacuación segura de excretas, acceso a redes y comunicación, nivel
de conocimiento de las personas sobre las acciones que afectan la salud (educación),
disposición de entorno inmediato (traspatio) y los ingresos económicos (actividad económica).
Por su parte, las condiciones ambientales del entorno habitacional considera los siguientes elementos:
• Suelo: tipo de suelo, vocación, potencialidad y uso actual, erosión, sedimentación,
deforestación y contaminación.
• Cuerpos de agua: fuentes abastecimiento superficial o subterránea, contaminación agua
superficial, contaminación agua subterránea, cambio de características biológicos
(contaminación) y cambio de propiedades físico-químicas (contaminación).
• Atmósfera: calidad del aire, temperatura, precipitación y vientos.
• Vegetación: abundancia, riqueza de especies, especies comerciales y para autoconsumo
(plantas, frutas, madera), riesgo de contaminación y sensibilidad ecológica.
• Fauna: abundancia y desplazamiento, riqueza de especies, animales domésticos (perros, gatos,
etc.), animales para comercio y autoconsumo (aves, ganado), animales para fuerza de trabajo
(caballos, bueyes) y riesgo de contaminación.
159
Las características básicas del modelo planteado como sistema integral (MECVE; esquema 6, pág.
128), tanto en situaciones de relación causal simple entre elementos como de interrelaciones
complejas de muchas variables, requieren diferenciarse por grados de complejidad de los elementos o
estructuras que intervienen. Para ello, fue necesario definir la jerarquización de los elementos que
serán más altos o más bajos respecto a su mayor o menor complejidad. Con la matriz interrelación se
identificaron los niveles de importancia de las variables referente a su incidencia con los diferentes
elementos establecidos en las enfermedades, necesidades básicas de los habitantes y las condiciones
ambientales del entorno habitacional. Para ello, se asignó un valor unitario en cada interrelación, lo
cual facilitó la determinación del nivel de importancia de la variable en cuestión (matrices 1 y 1.1).
También, el cuadro 37 muestra la interrelación existente entre la vivienda rural y los componentes
ambientales; asimismo, se aprecian los elementos que tienen posibilidad de atenderse físicamente.
160
Matriz 1; Matriz de interrelación de las dimensiones con las condiciones de salud y calidad ambiental del entorno habitacional
Incidencia Condiciones ambientales del entorno habitacional (componentes bióticos y abióticos)
Condiciones de vida y
de Necesidades básicas de los habitantes
del entorno ambiental enfermedad Suelo Cuerpos de Agua Atmósfera Vegetación Fauna
Abundancia y desplazamiento
Suma de interrelaciones
Suma de interrelaciones
Riesgo de contaminación
Riesgo de contaminación
sociales (delincuencia)
Sensibilidad ecológica
Vivienda: iluminación
Clima: precipitación
Riqueza de especies
Riqueza de especies
Clima: temperatura
Calidad del aire
Contaminación
Sedimentación
Clima: vientos
Deforestación
Tipo de suelo
Abundancia
madera)
Erosión
Otras
Dimensión No 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44
Aspectos socieconómicos
Número de habitantes por vivienda; 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 14 5 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 18 8
Escolaridad; 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 16 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 18 8
Actividad económica; 3 1 1 1 1 1 1 1 1 8 11 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 19 7
Ingresos; 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 18 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 14 5
Disposición de bienes de consumo; 5 1 1 1 1 1 1 1 1 8 11 1 1 1 3 23
Tenencia del terreno y vivienda. 6 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 15 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 14 12
Físico-espacial (la vivienda rural)
Emplazamiento de la vivienda: forma de la super.
7 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 16 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 17 9
terreno, tipo de suelo y orientación;
Materiales usados: piso, paredes y techo; 8 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 15 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 18 8
Calidad del proceso constructivo: cimentación,
9 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 15 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 18 8
paredes, techo;
Ventilación: exterior (orientción ventanas); 10 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 15 4 1 1 1 1 1 1 1 7 19
Ventilación: interior de la vivienda; 11 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 15 4 1 1 1 1 1 1 1 7 19
Iluminación: interior de la vivienda; 12 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 14 5 1 1 1 1 1 5 21
Seguridad; 13 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 11 8 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 14 12
Distribución espacial: hacinamiento. 14 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 16 3 1 1 1 1 1 5 21
Uso del agua
Abastecimiento de agua; 15 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 12 7 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 14 12
Calidad del servicio de suministro de agua; 16 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 12 7 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 14 12
Cantidad de agua disponible; 17 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 13 6 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 14 12
Usos del agua; 18 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 9 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 14 12
Distancia a la fuente de abastecimiento; 19 1 1 1 1 1 1 1 7 12 1 1 2 24
Calidad sanitaria del agua; 20 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 13 6 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 14 12
Almacenamiento (reservorio): tipo y capacidad; 21 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 13 6 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 18 8
Materiales usados (almacenamiento): piso,
22 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 13 6 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 18 8
paredes y techo;
Calidad del proceso constructivo
23 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 13 6 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 18 8
(almacenamiento): cimentación, paredes, techo.
Disposición de excretas
Modo de disposición de excretas; 24 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 16 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 24 2
Calidad sanitaria del servicio; 25 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 16 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 24 2
Materiales usados: piso, paredes y techo; 26 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 16 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 20 6
Calidad del proceso constructivo: cimentación,
27 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 16 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 20 6
paredes, techo.
Matriz 1.1; Matriz de interrelación de las dimensiones con las condiciones de salud y calidad ambiental del entorno habitacional
Incidencia Condiciones ambientales del entorno habitacional (componentes bióticos y abióticos)
Condiciones de vida y
de Necesidades básicas de los habitantes
del entorno ambiental enfermedad Suelo Cuerpos de Agua Atmósfera Vegetación Fauna
Variables
Suma de interrelaciones
Suma de interrelaciones
Nivel de importancia (jerarquización)
Dimensión No 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44
Manejo de Residuos Líquidos (RL)
Aseo corporal y manos; 28 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 11 8 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 24 2
Lavado de trastos y ropa; 29 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 11 8 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 24 2
Producción de alimentos (nixtamal u otro); 30 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 9 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 24 2
Orina. 31 1 1 1 1 1 1 1 1 1 9 10 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 24 2
Manejo de Residuos Sólidos (RS)
Caracterización de residuos sólidos generados en
32 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 11 8 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 15 11
la vivienda;
Caracterización de residuos sólidos generados en
33 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 11 8 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 15 11
el peridomicilio;
Calidad sanitaria en el manejo de los residuos
34 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 9 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 25 1
sólidos generados en el peridomicilio;
Disposición final de los residuos sólidos
35 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 9 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 25 1
generados.
Manejo de Residuos Gaseosos (RG)
Tipo de energía usada en la producción de
36 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 9 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 15 11
alimentos (combustible);
Control sanitario de las emisiones de gases
37 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 12 7 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 17 9
tóxicos en la vivienda (humo);
Calidad física del mueble (usado en la
38 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 12 7 1 1 1 1 4 22
producción de alimentos);
Tiempo promedio empleado durante la cocción
39 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 9 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 17 9
de alimentos;
Quema de materia en el peridomicilio. 40 1 1 1 1 1 1 1 7 12 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 25 1
Componentes ambientales
Topografía: planimetría y pendientes
41 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 15 4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 17 9
pronunciadas (altimetría)
Geología: desplazamientos, fisura, zona sísmica 42 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 12 7 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 12 14
Fauna (animales domésticos y de beneficio):
43 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 13 6 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 19 7
perros, gatos, aves, ganado, caballos, otros.
Vegetación (doméstica y comercial): plantas,
44 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 14 5 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 19 7
frutas, madera
Suma de interrelaciones 27 42 37 24 33 29 32 24 46 39 46 48 60 61 62 45 57 34 37 44 43 53 41 38 43 42 59 61 65 61 74 75 72 66 74 76 77 70 73 74 77
Nivel de importancia (jerarquización) 12 6 8 13 9 11 10 13 5 7 5 4 3 2 1 9 2 13 12 10 11 8 12 14 12 13 7 6 4 8 1 1 3 7 3 2 2 7 5 5 4
Cuadro 37; Nivel de importancia de las necesidades básicas y condiciones ambientales
163
La figura 4, plantea que las actividades derivadas de las necesidades básicas de las personas,
focalizadas en la vivienda rural y traspatio, inciden directamente en el entorno inmediato; p. ej., el
modo y la calidad sanitaria del servicio sanitario (disposición de excretas), y la generación en general
de residuos líquidos, sólidos y gaseosos, así como la disposición de éstos en el traspatio, por un lado,
son la causa de adquirir posibles afectaciones en la salud de las personas, y por otro, los efectos de los
residuos degradan la calidad de los componentes ambientales (bióticos y abióticos).
La incidencia de los efectos negativos a las personas del medio rural trasciende a un escenario más
amplio del entorno ambiental, como se muestra en el esquema, y recíprocamente, tanto el entorno
inmediato como el entorno ambiental general inciden en la vivienda rural.
Subsistema Subsistema
ambiental Entorno ambiental económico
general
Entorno habitacional
(traspatio)
VR
Subsistema
VR = vivienda rural social
164
adquiere mayor importancia en los problemas globales que presenta nuestro planeta, a saber: el
calentamiento atmosférico, la deforestación, la sobreexplotación y deterioro de los recurso naturales,
etc.. En nuestro caso de estudio, a una escala menor focalizada en la interacción de actividades y
necesidades básicas de los habitantes del medio rural, relacionadas con la vivienda rural y el entorno
inmediato, la incidencia de los efectos de las personas sobre el entorno, se revierte en efectos negativos
en la salud de ellos mismos.
La satisfacción de las necesidades básicas de los habitantes se realiza a partir de bienes y servicios, y
para producirlos, es preciso utilizar recursos que provee el medio. La inadecuada utilización de los
recursos naturales ocasiona la disminución de la capacidad de la oferta ambiental.
De acuerdo con el esquema, la satisfacción de las necesidades básicas planteadas en la matriz 1 y 1.1,
inciden en los componentes ambientales inmediatos y se extienden a los componentes ambientales
generales; asimismo, esta incidencia puede tornar recíproca, es decir, las variables establecidas en las
5 dimensiones están relacionadas directamente con el entorno ambiental, y cualquier cambio o
variación trae consecuentemente cambios en el entorno, pudiendo ser positivos o con efectos
negativos a la salud de las personas, por tanto:
Satisfacción de necesidades focalizada en la vivienda rural (V) = disponibilidad y/o condición de los
componentes ambientales inmediatos (E) y disponibilidad y/o condición de los componentes
ambientales en general (G).
V = f(E, G)
Si los factores de riesgo aumentan en E, afecta la salud de los habitantes contenidos en V; asimismo,
si E cambia afecta a G. Por otra parte, los factores de riesgo generados por V afectan a E y a G,
alterando la composición de sus elementos bióticos y abióticos, por tanto, cualquier variación en uno
u otro elemento trae consigo alteraciones.
Así, la adecuación o transformación de los elementos necesarios para reducir los efectos negativos
generados por los propios habitantes del medio rural, manteniendo el nivel de equilibrio sanitario
requerido entre éstos y el entorno inmediato, y con ello reducir los riesgos de contraer enfermedades
a lo largo del tiempo, es posible a partir de las siguientes propuestas de solución.
165
4.3.3 Propuestas de solución
Como el MECVE es dinámico, se procedería a una nueva evaluación en un período determinado para
iniciar nuevamente la fase del “proceso de evaluación y transformación”, y con ello, repetimos el
ciclo de evaluaciones las veces que sea necesarias con la variable tiempo: t1, t2, t3,… tn. Lo anterior,
con el propósito de sostener con el tiempo la propuesta de “Vivienda Rural Saludable”. Es importante
destacar que durante el proceso de transformación, las propuestas o alternativas de solución deben
sustentarse esencialmente con principios de saneamiento y sustentabilidad. Al respecto, a
continuación se presentan 4 sistemas para el control sanitario que orientan el manejo adecuado de los
residuos generados y la autoconstrucción de la vivienda. Los elementos considerados están
relacionados con las actividades tradicionales y condiciones existentes en el medio rural, que entre
otras, serían: uso de materiales, el uso del fogón, cría de animales domésticos, la conservación de
plantas y árboles (ver esquema 7).
166
Esquema 7; Sistema de control sanitario para el manejo de residuos orgánicos
Energía
solar
Humo Leña
(combustible)
Emisiones
controladas Energía
renovable
(Madera)
Estufa
mejorada Beneficios
sanitario y
(producción
ambiental Plantas
de alimentos)
Beneficios
ambientales
Calor Beneficio
Ceniza ambiental
(Nutrientes) Mejora la
calidad del aire,
Beneficio regula temp.,
ambiental etc.
Orina (Nutrientes)
Letrina seca
Usuario
abonera estabilizada
(urea)
Beneficio
sanitario Abono
orgánico Agricultura
(Café, maíz,
Beneficios otros)
Excretas estabilizadas ambiental y
económico
(Nutrientes)
Estufa mejorada:
• El fogón tradicional consume leña en exceso, disipa la energía calorífica y genera emisiones
de humo sin control, mismo que se difunde por doquier, de acuerdo con la dirección de los
vientos. En la actualidad, existen modelos de cocinas o estufas ecológicas, como la Patsari y
Lorena, entre otras, que se usan en la producción de alimentos con óptimos resultados,
destacando los siguientes beneficios sanitarios y ambientales: ahorro en el consumo de leña,
concentración de la energía calorífica (reducción del tiempo de cocción) y control del humo.
Este sistema también puede aplicarse para el manejo de residuos orgánico generados en el traspatio:
hojas, ramas, desperdicios de frutas y excrementos de animales, y producir composta –abono
orgánico– que generaría igualmente beneficios sanitarios y ambientales.
168
Los residuos líquidos generados también requieren de control sanitario. Se plantea un sistema de
control sanitario de estos residuos que se generan durante las actividades comunes del medio rural,
que entre otras, destacan las siguientes: producción de alimentos (p. ej., el nixtamal), aseo corporal,
lavado de ropa y trastos de cocina (ver esquema 8)
Almacenamiento:
• El almacenamiento de agua es un elemento importante para atender, durante un tiempo
específico, las necesidades de alimento, aseo corporal, lavado de ropa y trastos, que tienen los
miembros de una familia. Lo anterior, se logra con la construcción de tanques que se
abastecen por agua de lluvia, a través de un sistema de captación adaptado en la cubierta de la
vivienda, o también por acarreos de agua de fuentes cercanas (arroyos) o en su caso, por la red
de agua existente en la comunidad. La capacidad, diseño y construcción del tanque, dependerá
del número de personas que integran la familia.
Conducción Lluvia
(canal abierto) (agua meteórica)
Consumo
(alimentos) Evaporación
Lavado
de ropa y Agua gris
trastos
Plantas
Distribución Almacena- Beneficios
Evaporación
miento sanitario y
Distribución
(tanque) ambiental
Beneficio
sanitario Aseo
Distribución corporal Humedal
(dilución)
Evaporación
169
Uso del agua:
• Inevitablemente el uso del agua genera residuos líquidos; sin embargo, pueden ser tratados a
través de la construcción de humedales o galerías filtrantes impermeables, condición necesaria
para el caso de la población en estudio para evitar filtraciones y contaminación del manto
freático. Con los humedales se obtendría beneficios tanto sanitarios como ambientales, se
evita la disposición directa y sin control de los residuos en el traspatio, y se procura la
regeneración y producción de plantas y vegetales que forman parte de la dieta familiar, así
como plantas medicinales y de ornato, entre otras.
Beneficios obtenidos:
• Beneficios sanitarios: abastecimiento y almacenamiento de agua para atender las necesidades
básicas, y control de los residuos líquidos generados (aguas grises).
• Beneficios ambientales: mejoramiento de las condiciones ambientales (vegetación).
• Beneficios económicos: reproducción de plantas de autoconsumo, de ornato y medicinales;
reducción de fauna nociva y preservación de la salud.
Los residuos sólidos (RS) también requieren de control sanitario. A continuación, se plantea un
esquema del sistema de control sanitario de los RS generados durante las diversas actividades
realizadas tanto al interior de la vivienda como en el traspatio, que de acuerdo con las condiciones
existentes en el medio rural y con los resultados obtenidos, son RS inorgánicos: plástico, lata metálica
y de aluminio, PET, tetrapak, cenizas producidas en el fogón o en el traspatio; y RS orgánicos: cartón
y papel, hojas, ramas y desperdicio de frutas y excremento de animales (ver esquema 9).
170
árboles y todo tipo de vegetación. Los RS inorgánicos se pueden reusar como depósito y
almacenamiento de alimentos: azúcar, café, sal, entre otros, o en el mejor de los casos,
venderlos como el aluminio, vidrio, etc., lo cual implica almacenarlos.
Consumo
(alimentos)
Energía
solar
Generación
de residuos B
A sólidos
Evaporación
Disposición Inorgánicos Manipulación Orgánicos Composteo Evaporación
final y separación (procesamiento)
Plantas
Agua Beneficio
Inorgánicos ambiental
(Nutrientes)
Almacena-
Agua
miento Abono
Reuso Orgánico B
(transformación) Generación
Beneficio
sanitario, de residuos
ambiental y Beneficios sólidos orgánicos
económico sanitario y
Venta A
ambiental
Beneficios obtenidos:
• Beneficios sanitarios: control de los RS durante la manipulación y disposición final, y
reducción de las enfermedades infecciosas como la IRA y EDA, entre otras.
• Beneficios ambientales: reducir los riesgos de contaminación ambiental.
• Beneficios económicos: obtención de utilidades económicas a partir de la comercialización de
los productos generados por los residuos.
171
Referente a la propuesta de vivienda rural, se plantea que se debe orientar esencialmente en dos
facetas: el diseño y la construcción; ambas con la asistencia técnica necesaria que ayude a las
personas a diseñar adecuadamente todos los elementos de la vivienda para finalmente construirla;
asimismo, se sugiere interpretar las condiciones ambientales bióticas y abióticas existentes tanto en el
sitio de emplazamiento como del entorno ambiental en general (ver esquema 10).
Las condiciones ambientales son determinantes en la definición de todos los elementos físico-
espaciales: emplazamiento, ventilación, iluminación, seguridad, distribución espacial (recamaras,
estancia y cocina), materiales aptos de usarse en la construcciones alternativas de pisos, paredes y
cubiertas (piedra, arena, madera, otros), tanto en la vivienda como en los servicios (letrina, tanque de
almacenamiento de agua, área de aseo corporal, estufa mejorada, otros).
Energía
solar
Vivienda Rural
Condicionantes
Componentes
ambientales
(bióticos y
Técnica abióticos)
Insumos Insumos
(materiales) (energía) Control
sanitario
Elementos Servicio
físico- básico Técnica
espaciales (agua) (asistencia)
Diseño Servicio
(Dimensiona- Construcción Residuos Contami-
(Uso cotidiano
miento de la (Consumo de
materiales)
de la Vivienda (generados) nación
Vivienda Rural) Rural)
Fuerza
Usos y costumbres de trabajo
(cultura)
Habitantes
(Usuarios) Usos y costumbres
(cultura)
172
El esquema 10, plantea que durante el dimensionamiento de la vivienda rural se deben considerar los
usos y costumbres de las personas, tipología tradicional y en general los valores culturales, entre otros
aspectos; asimismo, las técnicas tradicionales adquiridas con el paso del tiempo. También, es
importante la identificación de la fuerza potencial de trabajo en el seno familiar, ya que constituye un
elemento que deberá considerarse durante el proceso constructivo.
Respecto a la asistencia técnica señalada en el esquema, son indispensables realizarla antes, durante y
después de la construcción de la vivienda incluyendo los servicios; por una parte, para garantizar el
dimensionamiento y disposición de espacios requeridos, la seguridad y la calidad de los procesos
constructivos de los elementos físico-espaciales, con base en los componentes ambientales existentes
y a las características socioeconómicas de la familia; y, por otra parte, para dar seguimiento y control
del uso adecuado de los elementos alternativos construidos, como son: letrina seca abonera, estufa
mejorada, manejo de residuos, la vivienda misma, etc.
Beneficios obtenidos:
• Beneficios sanitarios: adecuada disposición de espacios, ventilación, iluminación, entre otros.
• Beneficios ambientales: reducción de riesgos ambientales.
• Beneficios económicos: costos mínimos en la construcción de la vivienda y otros elementos,
por el uso de materiales del lugar aptos para la construcción y el empleo de la fuerza de
trabajo de las personas.
173
Capítulo 5. Caso de estudio: Ejido Ocuilapa de Juárez, municipio de
Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas
Con el propósito de medir las variables planteadas, con base en el modelo de evaluación de las
condiciones de la vivienda rural y el entorno (MECVE), se elaboraron los instrumentos que servirán
para obtener la información en campo. Al respecto, se diseñó una encuesta que tuvo como unidad de
análisis la vivienda rural, y consistió en aplicar entrevistas profundas a los jefes de familia y señoras
de casa. Estas encuestas están dirigidas para medir, por una parte, cualitativamente la percepción de
las condiciones de la vivienda y su entorno habitacional, y, por otra, cuantitativamente algunas
variables. En ambos casos, el propósito fue identificar y determinar los problemas planteados y/o
relacionados potencialmente con los factores de riesgo a la salud de las personas y la calidad
ambiental.
Se procedió a la aplicación del modelo en una localidad con las características siguientes:
• Localidad con grado de marginación “Alto” o “Muy Alto”
• Sector de la localidad cuya población sea de bajos ingresos económicos; familias con ingresos
menores a un salario mínimo o con ingresos entre uno y dos salarios mínimos.
• Localidad cuya población sea considerada del medio rural; familias que mayoritariamente
realizan actividades primarias.
5.1 Antecedentes
La localidad seleccionada para el estudio fue el Ejido Ocuilapa de Juárez, municipio de Ocozocoautla
de Espinosa, Chiapas. Esta localidad fue analizada durante los meses de noviembre de 2004 a agosto
de 2005, con el proyecto denominado: “Propuesta de regeneración urbana, mejoramiento de la
vivienda y saneamiento ambiental de la comunidad Ocuilapa de Juárez, municipio de Ocozocoautla,
Chiapas”1, financiado en los concursos de proyectos de investigación del Sistema Institucional de
Investigación de la Universidad Autónoma de Chiapas (SIINV-UNACH), y contó con la participación
de alumnos y profesores investigadores, miembros del Cuerpo Académico de la Facultad de
1
Escamirosa et al., Propuesta de regeneración urbana, mejoramiento de la vivienda y saneamiento ambiental de la
comunidad Ocuilapa de Juárez, municipio de Ocozocoautla, Chiapas, Universidad Autónoma de Chiapas, Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas. 2006
174
Arquitectura.2 Si bien se utilizan algunos elementos y resultados obtenidos en ese estudio, para fines
de la presente investigación fue necesario aplicar plenamente el MECVE, con todos los elementos que
lo integran; indicadores, parámetros, rangos de calidad respecto al saneamiento. Los instrumentos
diseñados permitió medir cada indicador y, a su vez, el análisis de la realidad de la vivienda rural y su
entorno inmediato, partiendo del escenario tiempo cero (t0).
2
Mtro. Lorenzo Franco Escamirosa Montalvo, responsable del proyecto de investigación.
175
5.1.1 Estudios previos realizados
Con los trabajos de campo realizados en 2004 y 2005, se logró identificar y analizar la estructura
urbana del Ejido Ocuilapa de Juárez, a partir del análisis de la infraestructura, la vivienda, imagen
urbana, aspectos socioeconómicos, riesgo y vulnerabilidad ambiental. El objetivo principal fue
replantear la estructura urbana, sin alterar las características tipológicas propias de la comunidad,
partiendo del núcleo social más intimo; la familia, y su espacio intrínseco; la vivienda, e involucrando
el desarrollo de actividades del uso de suelo ejidal que sustentan la economía local, proporcionándole
así un mejor nivel de bienestar a sus habitantes (Escamirosa, et al., 2006).
En las diversas visitas efectuadas a la localidad de Ocuilapa de Juárez, y con el recurso humano
disponible de académicos y estudiantes, previo entrenamiento para la aplicación de una serie de
instrumentos; encuestas, cédulas de registros de campo, entre otros, se encuestaron 486 viviendas3 de
un total de 562 viviendas registradas por el INEGI en el año 2000. Dada la amplia cobertura de las
encuestas; 86.5% del total de viviendas, la confiabilidad de los resultados obtenidos fue alta. A
continuación, se presentan algunos de los resultados.
Del total de población encuestada, 21.6% tiene entre 0 y 9 años de edad, 26.0% entre 10 y 19 años,
42.7% entre los 20 y 64 años y de 65 años en adelante representa tan solo 4.7%; asimismo, 55%
corresponde a la población con doce años ó más y 45% la población económicamente activa (PEA),
compuesta en su mayoría por población masculina. Con los análisis realizados de la información
obtenida en campo, se obtuvo que 41.18% tenía ingresos diarios menores de $50 (menos de un salario
mínimo mensual),4 17.65% entre $50 y $100 (de uno y hasta 2 salarios mínimos), 5.88% entre $101 y
$200, 5.88% entre $401 y $500, 5.88% tiene ingresos superiores a $500 y 23.53% de los encuestados
no especificó su ingreso económico (ver gráfica 3) (Escamirosa, et al., 2006).
Las actividades en el sector primario es predominante, más del 55% de la población se dedica a la
agricultura, donde destacan la siembra del maíz, frijol, piña y café. En el sector secundario, se
encuentra la manufactura de objetos de barro y trabajos en madera, con la presencia de 21
carpinterías y 6 talleres formales de alfarería. Además de una procesadora de mermeladas, un molino
de nixtamal, 3 tortillerías, una carnicería, una panadería y un taller de balconería (ver gráfica 4). En
3
De acuerdo con el 86.5% viviendas encuestadas, la confiabilidad de los resultados está por encima del 95%
4
El salario mínimo en el año 2004 equivalía a $46.00 (cuarenta y seis pesos m.n.)
176
Ocuilapa de Juárez, existen talleres de alfarería establecidos para la enseñanza y elaboración de
artesanías de barro, los cuales solo 2 operan con empleados, las otras 4 trabajan a nivel familiar. Dos
de ellos operan desde hace 40 años, otro hace 20 años, dos hace 15 años y uno, recientemente, 3 años.
Esos talleres tienen una carga de trabajo diario promedio de 6 horas, algunos con “semana inglesa” y
otros trabajando los domingos. El tipo de artesanía frecuentemente son ollas de barro, pichanchas,
maceteras, objetos decorativos como máscaras, soles, cruces, etcétera (Escamirosa, et al., 2006).
En relación a las características de los materiales utilizados para la construcción de las viviendas, en
los pisos el material predominante es el firme de cemento pulido con un 70.37%, a comparación de la
tierra con un 16.67%. En las paredes, el material predominante es el block (bloque de piezas huecas),
con 79.42%, en comparación al tabicón registró 9.05% y en menor cantidad la piedra con 0.21%.
Respecto a la techumbre, los materiales predominantes son la lámina galvanizada con 41.14%, en
comparación con el concreto que es 35.18% y la teja de barro de la región con 20.57% (ver cuadros
38, 39 y 40).
Menos de 50 pesos,
41.18%
177
Gráfica 4; Actividades económicas de los habitantes de Ocuilapa de Juárez en el 2004
Terceario 1.65%
Público 0.41%
Privado 11.11%
No especificó
9.67%
No aplica 3.50%
Empleado 5.14%
Educación 0.62%
Construcción
7.41%
Comercio 4.12%
Carpintería 0.21%
Pisos Cantidad %
Tierra 81 16.66
Cemento 342 70.37
Madera 1 0.20
Mosaico 9 1.85
Recubrimiento fino 52 10.69
Otros 1 0.20
Fuente: Escamirosa, et al., 2006.
178
Cuadro 40; Características de las cubiertas de las viviendas de Ocuilapa
Cubiertas Cantidad %
No especificó 2 0.41
Cartón 7 1.44
Teja 100 20.57
Lámina 200 41.15
Concreto 171 35.18
Otros 6 1.23
Fuente: Escamirosa, et al., 2006.
Por otra parte, las principales fuentes de abastecimiento de agua para la comunidad de Ocuilapa de
Juárez, son los arroyos “El Zapote” y “Paso Coyol”, localizados al sur y noroeste, respectivamente.
Existen 2 obras de captación, en la primera, se extrae el agua a partir de un cárcamo de bombeo, que
opera con una bomba eléctrica tipo turbina vertical de 7.5 hp de potencia. El agua es trasladada, a
través de una línea de conducción con tubería de 3” de diámetro de fierro galvanizado (Fo.Go.) en las
cercanías al arroyo y un tramo de 700 m de longitud y 3” de diámetro de tubería de PVC, a un tanque
regulador construido de mampostería,5 con capacidad de 30 m3. Del tanque regulador, el agua se
distribuye por gravedad a 3 áreas de servicio de la comunidad, a través de una red de distribución que
5
Los tanques reguladores reciben el agua directamente de las obras de captación y, posteriormente, la distribuyen a las
áreas de servicio de las localidades. La cantidad de agua que reciben estos tanques, regularmente es mayor que la
necesaria para la distribución, lo cual, evita que los equipos de bombeo trabajen constantemente, y con ello, se obtiene
ahorro en el consumo de energía eléctrica y permite realizar las tareas de mantenimiento de los equipos.
179
opera con 5 válvulas de control. Existe un total de 150 tomas domiciliarias y, aproximadamente, 50
se localizan por área de cobertura. Esta obra de captación se encuentra resguardada en una caseta de
bombeo (fotos 3 y 4).
Foto 3; Caseta de captación de agua por bombeo Foto 4; Muro de contención para captación de agua por
en el arroyo “El Zapote” por gravedad en el arroyo “Paso Coyol”.
Foto 5; Tanque regulador “El Zapote” Foto 6; Tanque de regulador “Paso Coyol”
180
La segunda captación, se localiza en el arroyo “Paso Coyol”, a 4 km de la comunidad. La obra
consiste en un muro de mampostería localizado dentro del cauce, en sentido perpendicular al flujo, el
cual, permite elevar el nivel de agua y crear una pequeña laguna. El agua se extrae, a través de una
línea de conducción de 4 km de tubería de PVC de 3” de diámetro, que alimenta un tanque regulador
de mampostería de 50 m3 de capacidad. El tanque distribuye el agua por gravedad a las áreas de
servicio, con una red que tiene 17 válvulas de control y 150 tomas domiciliarias (fotos 5 y 6).
En la entrevista realizada en noviembre de 2004, a José Natividad Pérez Galdámez y Adalberto Pérez
Gómez, presidente e integrante, respectivamente, del Comité del Sistema de Agua Potable de
Ocuilapa de Juárez, informaron que el agua se suministra por tandeos, regularmente cada 4 días; no
obstante, en las encuestas aplicadas a los habitantes del ejido, las respuestas fueron diversas.
181
problema a consecuencia del crecimiento natural de la población y por los asentamientos que
se registran en la periferia. El servicio opera por tandeos, a consecuencia de la insuficiencia
del abastecimiento.
• Insuficiente capacidad de extracción del agua en las obras de captación, además, falta de
mantenimiento de los equipos de bombeo en “El Zapote” y por gravedad “Paso Coyol”. Se
advirtió la necesidad de construir canales de acceso, desarenadores, filtros de arena, y en
general, obras de protección.
• Existen un alto número de viviendas que están conectadas a la red, mediante mangueras de
poliducto negro de 1” de diámetro, las cuales se localizan superficialmente (fotos 9 y 10).
Foto 9; Red superficial de agua de 3” y conexión de Foto 10; Conexiones múltiples de tomas domiciliarias
tubería negra para abastecer a la vivienda.
182
• El servicio de agua se distribuye a la comunidad por medio de redes con tubos de poliducto y
PVC, por tandeos cada 5 días, comúnmente, y en temporada de lluvias, cada 3 días.
• No existen medidores en las tomas domiciliarias
• El agua que se distribuye a la comunidad no cumple con la calidad establecida por las normas
sanitarias correspondientes, y no recibe ningún tratamiento.
• En la red de distribución de agua existen múltiples fugas por las conexiones de las tomas
domiciliarias, rotura de tuberías, entre otros aspectos. Parte de este problema fue no haber
considerado las características topográficas de la localidad (existen continuos y abruptos
cambios de nivel), lo cual provoca cambios bruscos de presión; asimismo, las fugas de agua
se deben a las roturas de tuberías localizadas en la superficie del terreno, lo cual reduce la
presión de agua, evitando que ésta llegue a las áreas más lejanas.
• Respecto a la descarga de las aguas residuales generadas en las 486 viviendas analizadas,
51.03% la descargan a la red de alcantarillado, 25.51% tienen fosas sépticas, 11.73% usa
letrinas o fosos negros, 4.53% defecan al aire libre y 0.82% en el arroyo, el resto no
especificó.
• 64.58% de los habitantes tiene ubicado su baño fuera de su vivienda.
• La red de alcantarillado cuenta con un tanque de tratamiento de agua residual, que tiene la
función de tratar el agua a través de un digestor; separa el agua de los lodos; sin embargo, a la
fecha el tanque está azolvado y emite malos olores, por lo cual, el tratamiento es nulo. El
digestor fue construido por una empresa privada y está ubicado aguas abajo de la captación
por bombeo del arroyo El Zapote. No se cuenta con información del proyecto, ni el manual de
mantenimiento.
• También, en la red de alcantarillado se observó algunos tramos azolvados debido a
obstrucciones por residuos sólidos (basura). Además, se detectaron fugas provocadas por
rotura y asentamiento de tuberías, ya que gran parte de éstas se encuentran colocados
superficialmente. El diámetro de las tuberías es de 20 cm.
• Por último, al preguntar cuáles son los problemas más importantes para los habitantes de la
comunidad, la mayoría se refirió a la atención inmediata de la red de distribución del agua, ya
que existen múltiples fugas, servicio discontinuo, y existen un amplio sector que no cuenta
con suministro de agua. También, del total de habitantes entrevistados, 40.33% considera que
el servicio de alcantarillado sanitario es un problema que se debe atender para que la
cobertura del servicio sea total.
183
• En general, en el estudio realizado en la comunidad, se advirtió que los elementos de la
estructura urbana están muy degradados, entre los cuales destacan: insuficiente cobertura de
los servicios de agua y drenaje, viviendas en condiciones precarias, inseguras e insalubres,
presencia de riesgos y vulnerabilidad urbana; asimismo, se observó contaminación de los
cuerpos de agua; superficial y subterránea, por la mala disposición de las excretas humanas y
de animales y mala disposición de los residuso sólidos.
Actualmente, de acuerdo con las cifras del INEGI, obtenidas por el Conteo de Población y Vivienda
2005 en el Ejido de Ocuilapa de Juárez, registran que la población cuenta con 3,496 habitantes y 782
viviendas. El total de la población sin derechohabiencia, asciende a 93.2%; el grado promedio de
escolaridad es de 4.75; 13.99% de 15 años o más son analfabetas y 12.6% sin escolaridad. Del total
de viviendas, 22.9% tiene piso de tierra, 40.8% cuenta con un dormitorio, 46.9% con dos y más
dormitorios, 7% con un solo cuarto, 25.8% con 2 cuartos, 55.2% con 3 y más cuartos y el promedio
de ocupación por vivienda es 5.1 y por cuarto 1.67. Respecto de los servicios, 84.5%% tienen
excusado o sanitario, 69.6% disponen de agua entubada de la red pública, 83% disponen de drenaje,
incluyendo fosa séptica, 86% disponen de energía eléctrica, 68.4% disponen de agua entubada de la
red pública, drenaje y energía eléctrica. Finalmente, respecto a los bienes con que cuentan las
viviendas, 72.4% tienen televisión, 24.6% refrigerador, 5.6% lavadora y 12.3% no tienen.
A partir del MECVE, se procedió a la aplicación de la encuesta para obtener la información de campo
y con ello, realizar la evaluación de cada variable, con base en la escala de los rangos de calidad. La
aplicación del instrumento de medición (la encuesta y los rangos de calidad), corresponde al período
“tiempo cero” (t0), y es el momento en que se obtiene la información para determinar la realidad
actual de la vivienda rural y su entorno habitacional. A continuación se describe las diferentes fases
del proceso de aplicación del modelo y la obtención de información.
El análisis estadístico tiene el objetivo de obtener información con la aplicación de una encuesta
domiciliaria, a partir de una muestra representativa de las familias de bajos ingreso económicos del
Ejido Ocuilapa de Juárez, que permita la identificación y medición de los indicadores establecidos,
tanto en la vivienda rural como en el entorno inmediato habitacional, relacionados con los aspectos
socioeconómicas de la familia, condiciones de la vivienda rural, uso del agua y disposición de
excretas, manejo de residuos orgánicos e inorgánicos y los componentes ambientales (biótico y
abióticos), desde un enfoque sanitario y conservación del medio físico natural. También, de acuerdo
con las encuestas aplicadas, se identificaron las enfermedades comunes de los habitantes y la calidad
de los componentes ambientales del entorno inmediato.
La localidad en estudio cuenta con una población de 3,496 habitantes, 782 viviendas, un promedio de
5.1 habitantes por vivienda y 1.67 por cuarto, según el Conteo de Población y Vivienda 2005
(INEGI).
185
Los condicionantes y acuerdos estadísticos tomados para la determinación del tamaño de muestra y el
levantamiento de la información, a través de la encuesta, fueron los siguientes:
• Se consideró como área de estudio, el área de la localidad que no cuenta con red de drenaje;
condición desfavorable que tiene una familia rural, la imposibilidad de disponer sus excretas
adecuadamente, a través de una red de alcantarillado sanitario. Lo anterior, requirió un
levantamiento en campo para identificar las áreas que adolecen de la conectividad a la red de
drenaje, en el caso de la existencia de la misma (ver mapa 8).6
• La unidad de análisis “muestral” fue la vivienda rural, y con base en el punto anterior, el
universo o tamaño de la población por estudiar fue de 383 viviendas.
• Las viviendas encuestadas serán aquellas cuyos ingresos económicos varían entre uno a dos
salarios mínimos o inferiores a un salario mínimo.
• La determinación del tamaño de la muestra se realizó con base en el siguiente modelo
matemático:7
(z)2 N P q
n =
(e)2 (N-1) + (z)2 P
Donde:
z = Grado de confiabilidad
N= Tamaño de la población
P= Probabilidad de éxito
q = Probabilidad de fracaso
e = Error experimental permitido
n = Tamaño de la muestra
PR = Porciento de rechazo
6
Al respecto, con base en los estudios previos realizados en años anteriores: 2004-2005 (Escamirosa, et al., 2006), se
determinó el área específica de cobertura del servicio de la red de drenaje, además de las características y condiciones
generales de las descargas de las aguas residuales (AR) generadas en las viviendas, obteniéndose que del total de
viviendas, 51.03% descargan el AR a la red y el restante 48.97%, realiza la disposición de las excretas de la forma
siguiente: 25.51% en fosas sépticas, 11.73% en letrinas o fosos negros, 4.53% defecan al aire libre y 0.82% en el arroyo.
7
Larson, Harold J., Introducción a la teoría de probabilidad e inferencia estadística, Limusa, 1981
186
Mapa 8; Cobertura del servicio de alcantarillado sanitario, Ejido Ocuilapa de Juárez
Consideraciones generales:
1. El grado de confiabilidad seleccionado (z) fue 95%, cuyo valor de distribución normal
acumulativa es de 1.96.
2. El tamaño de la población por estudiar (N), es de 383 viviendas que no tienen conexión a la
red de alcantarillado sanitario.
3. La probabilidad de éxito (P) es 98%, toda vez que se considera que una familia genera y
maneja residuo orgánico o inorgánico (líquido, sólido o gaseoso), asimismo, hace uso de agua
para satisfacer sus necesidades, incluyendo las nutricionales.
4. La probabilidad de fracaso (q) es 2%, ya que q + P = 100%
5. El error experimental permitido (e), su valor puede variar entre 0.03 y 0.07; en este caso se
tomó 0.05, equivalente al promedio.
6. El porciento de rechazo (PR) fue considerado un 10%
7. Finalmente, aplicando todos los valores considerados, se obtuvo un tamaño de muestra de 28
187
viviendas, más el 10% de rechazo, la muestra mínima que deberá aplicarse es de 31 viviendas
rurales.
8. Las viviendas fueron seleccionadas aleatoriamente (ver mapa 7).
Las encuestas fueron aplicadas en el mes de noviembre del año 2007. Se analizaron un total de 181
preguntas relacionadas con las variables preestablecidas.
• Total de encuestas aplicadas: 45
• Total de encuestas validadas de acuerdo con los condicionantes planteados: 40
• Confiabilidad obtenida en los resultados: superior al 95%
El diagnóstico situacional, aplicado en el tiempo cero (t0), permitió medir cada una de las variables, a
través de los indicadores (factores y atributos), y obtener los resultados correspondientes. En este
apartado se analizan los resultados obtenidos en las cinco dimensiones planteadas en el modelo de
evaluación de las condiciones de la vivienda rural y el entorno (MECVE), considerando el “tiempo
cero”. Se hace la precisión que los resultados registrados por variable no corresponden a una sola
vivienda, por tanto, son diferentes de acuerdo con los rangos de calidad establecidos, debido a que se
evaluó un sector de la comunidad de Ocuilapa de Juárez y las viviendas encuestadas presentan
diversas condiciones respecto a una variable; p. ej., si consideramos los materiales usados en los pisos
de las viviendas, los resultados son diversos: tierra, piedra, concreto, etc., por ello, los resultados
obtenidos se calcularon en valores porcentuales por variable. En los casos de evaluaciones dirigidas
específicamente a una vivienda en particular, el resultado obtenido en cada variable sería único.
Por otra parte, el Rango 1: se cumple excelentemente (Muy Bueno) y el Rango 2: se cumple
suficientemente (Bueno), corresponden a las condiciones que se plantea deberá tener la Vivienda
Rural Saludable (VRS) y son los que orientan la fase de salida, de acuerdo con el MECVE, propuesto
en el esquema 6 (pág. 128). A continuación, se presenta los resultados obtenidos a partir del análisis y
la discusión de la información registrada en campo, que dan cuenta de la situación de las condiciones
de vivienda y entorno inmediato del sector estudiado de la comunidad de Ocuilapa de Juárez.
188
a) Aspectos socioeconómicos
La capacidad económica de una familia, definida por sus ingresos económicos, es una condición
indiscutible para el sostenimiento y atención satisfactoria de las necesidades básicas de cada uno de
sus miembros; asimismo, adicional a esta situación, el nivel de satisfacción de las necesidades está en
relación directa con el número de habitantes de la vivienda. Lo anterior, condiciona las características
y propiedades de las viviendas, su mantenimiento, el acceso a los servicios básicos de agua y drenaje,
entre otros. De acuerdo con los resultados obtenidos en las encuestas aplicadas, se describen las
siguientes reflexiones.
Más del 50% de las viviendas tienen 7 y más habitantes, 24.44% están dentro de los parámetros
nacional y estatal: 4.2 y 4.7 hab/viv, respectivamente, y 22.22% estaría en los rangos “muy bueno” y
“bueno” propuestos por la VRS (7% con 1 a 2 hab., y 16% con 3 a 4 hab., respectivamente). Esto
último no significa que las familias con el número de miembros superior al recomendado por los
rangos de calidad propuestos para la VRS, estarían sin posibilidades de lograr esa condición (muy
bueno y bueno); no obstante, el número de miembros si condiciona a los otros componentes: físico
espacial de la vivienda, específicamente el grado de hacinamiento; servicios básicos, uso de agua y
disposición de excretas; manejo de residuos, y las tensiones que puedan ocasionar sobre los
componentes ambientales (ver gráfica 5 y cuadro 41).
Respecto a los niveles de escolaridad, 23.14% son analfabetas; este registro está por encima de los
parámetros nacional y estatal: 8.4% y 21.3%, respectivamente. Los rangos de calidad están en el
orden “malo” y “crítico”; este último referido a los mayores de 15 años analfabetas (16.20%). La
escolaridad de los miembros de la familia es importante para que adquieran el conocimiento que les
apoyará en la realización de su proyecto de vida deseado y materializar sus aspiraciones; asimismo,
es un factor importante para aumentar la productividad en el trabajo, obtener mayores ingresos
económicos e incorporar la tecnología en el seno del hogar. Con la educación, se adquiere acceso al
conocimiento de reglas y normas de higiene personal y colectiva, cuidado del agua, con el manejo de
residuos, los componentes ambientales, y, lo más importante, la relación de las actividades cotidianas
respecto al cuidado y procuración de la salud. En nuestro caso de estudio, de acuerdo con los rangos
registrados, nos orienta que deberá atenderse la escolaridad directamente, a través de programas de
alfabetización de los habitantes mayores de 15 años (6.94%), con el propósito que tengan la
capacidad de leer e interpretar, no solo con imágenes, sino también con textos simples, dirigir
189
conductas, habilidades, acciones, etc., y los menores de 15 años (16.20%), tratar de inducirlos a
ingresar a la educación básica, con programas de atención para la alfabetización de menores (ver
gráfica 6 y cuadro 41).
Gráfica 5; Número de habitantes por vivienda Gráfica 6; Nivel escolar de las personas
4,- ¿Cuántas personas habitan en su vivienda? 17,- ¿Cuál es la condición de alfabetism o y grado de
estudio?
Una perso na (p); No especificó ;
2 p; M ayo res de 15
2.22% 24.54% año s, alfabetas;
9 p; 4.44%
20.00% 30.09%
3 p;
6.67%
4 p;
M eno res de 15
8.89% año s, no
estudian;
6.94%
5 p;
8 p;
11.11% M ayo res de 15
17.78%
M eno res de 15 año s,
año s, si estudian; analfabetas;
22.22% 16.20%
6 p;
7 p; 13.33%
15.56%
Aspectos socioeconómicos
Número de
Escolaridad de los
habitantes por Actividad económica Ingresos
habitantes
vivienda
Clave Calidad Clave Calidad Clave Cantidad Clave Calidad
1 6.66% 1 - 1 1 -
100%
2 15.56% 2 - (primaria) 2 18.60%
3 24.44% 3 30.09% 2 3 9.30%
-
4 33.34% 4 6.94% (secundaria) 4 58.14%
5 20.00% 5 16.20% 5 13.95%
Total 3
4.70 -
Total analfa- 23.14% (terciaria) 1 < SM = 2 72.09%
hab/viv
betas
Claves de calidad: 1 = Muy Bueno; 2 = Bueno; 3 = Regular; 4 = Malo; 5 = Muy malo
Sin duda, los registros adversos de escolaridad tienen relación con la condición económica de los
habitantes, así también con las actividades que desempeñan. En la edad temprana, los miembros de la
familia tienen la necesidad de trabajar para satisfacer sus necesidades básicas, soslayando el acceso a
la educación. En el área de estudio de Ocuilapa, la población económicamente activa se dedica 100%
a actividades primarias (ver gráfica 8); asimismo, en la gráfica 7 y cuadro 41, se señalan los ingresos
económicos registrados por vivienda, 13.95% recibe menos de un salario mínimo (SM) por día
190
($47.60 en 2007) y 58.14% entre uno y dos SM. Es decir, 72.09% está en la condición de obtener
ingresos económicos inferiores a un SM o entre uno y dos.8
panadero
Entre 3 y 5 SM ; 4%
9.30% co cinera
3%
carpintero agriculto r
6% 53%
peó n
10%
Entre uno y do s
SM ; 58.14%
albañil
8%
alfarero
1%
Si la vivienda no dispone de bienes de consumo, se registra con rango de calidad “malo”, en este
caso, estaríamos señalando las viviendas que no cuentan con energía eléctrica, y mucho menos de
fuentes de energía alternas. En este rango se ubican los asentamientos dispersos y/o aislados, que no
8
En los trabajos realizados en 2004, el Ejido Ocuilapa de Juárez registró 41% de la población tenía ingresos económicos
menores de un salario mínimo (SM) y 18% entre uno y dos SM ($46.00 SM en 2004), lo cual significa que 59% de la
población se encuentra en estos rangos (Escamirosa, et al., 2006). Por otra parte, con los registros obtenidos en el trabajo
realizado (2007), 72% de la población está en este rango; ingresos menores de un SM y entre uno y dos, lo cual permite
señalar que la confiabilidad de los resultados estadísticos obtenidos es alta.
191
tienen este servicio. En nuestro caso de estudio, 97.77% de los habitantes cuentan con el suministro
de energía eléctrica, que es fundamental para disponer de bienes de consumo; se registró que 87%
posee televisión, 69% refrigerador, 58% radio, 53% licuadora y 18% lavadora. Referente a la
tenencia de la tierra y la vivienda, 80% señaló que es de su propiedad; no obstante 13% renta y 7% se
encuentra asentado en territorio familiar. Lo anterior significa que 20% no tiene tenencia de tierra y
vivienda, debido a su condición económica, principalmente, y como lo establece la OMS, puede ser
causa de tensiones sicológicas (ver cuadro 42).
Aspectos socioeconómicos
Disposición de bienes de Tenencia del terreno y la
consumo vivienda
Clave Calidad Clave Calidad
1 (Radio) 58% 1 -
1 (Refri.) 69% 3 -
2 (T.V.) 87% 2 80.00%
3 (Licua.) 53% 4 6.67%
3 (Lavad.) 18% 5 13.33%
4 (No dis.) -
Claves de calidad: 1 = Muy Bueno; 2 = Bueno; 3 = Regular; 4 = Malo; 5 = Muy malo
192
Cuadro 43; Físico-espacial; la vivienda rural
Emplazamiento
Forma de la superficie del
Tipo de suelo Orientación
terreno (topografía)
Clave Pendiente Clave Característica Clave Orientación
1 61% 1 81% 1 -
2 18% 2 19% 2 20%
3 21% 3 - 3 24%
4 - 4 - 4 56%
5 - 5 - 5 -
Claves de calidad: 1 = Muy Bueno; 2 = Bueno; 3 = Regular; 4 = Malo; 5 = Muy malo
Forma de la superficie del terreno (topografía): 1 = 1 a 2%; 2 = 3 a 6%; 3 = 7 a 10%;
Tipo de suelo: 1 = Rocoso; 2 = Arcilla muy compacta;
Los materiales usados para la construcción de las viviendas, como se comentó en el apartado anterior,
están relacionados directamente con la condición económica de las familias; también, con las
enfermedades transmisibles: infecciones respiratorias agudas (IRA) y las enfermedades diarreicas
agudas (EDA). El grado de riesgo de contraer las IRA con pisos de tierra es alto, debido
principalmente a la humedad y el contacto directo con gérmenes patógenos, al igual que el uso de la
madera en las paredes por facilitar el flujo de corrientes de aire a través de las tablas, principalmente
en climas templados y húmedos, incubación de gérmenes, entre otros efectos negativos. Este último
elemento no significa que el uso de la madera para las paredes sea una limitante, sino que requiere de
otros elementos adicionales que permitan evitar los efectos negativos a la salud de los habitantes.
Respecto a los techos, el grado de riesgo es medio con el uso de lámina metálica y no así con la teja
de barro, que registra un riesgo bajo. Con relación a las EDA: los pisos de tierra son riesgosos y el
cemento es medio, debido a que requiere limpieza periódica; las paredes, las incidencias de los
materiales usados son bajas y en los techos, la lámina metálica, el asbesto y cartón, se registra con
grado medio, a diferencia de la teja que registra una incidencia baja, al igual que el concreto (Gómez,
et al., 2000) (ver cuadro 43.1 y gráficas 9 y 10).
Los materiales de la vivienda registrados en nuestro estudio son: 26.67% tiene piso de tierra (rango
de calidad “muy malo”) y 6.67% laja de piedra o tabique sin junta de mortero (rango de calidad
“malo”); paredes: 4.34% con material de desecho, lámina de cartón, embarro de lodo, 8.70% de
madera, ambos casos en mal estado y con rangos de calidad “muy malo” y “malo”, respectivamente,
y 80.44% de las viviendas están construidas de block (rango “bueno”); techo: 10.41% están
193
construidas con lámina de cartón y material de desecho (rango “muy malo”) y 2.08% de madera en
mal estado (rangos “malo”), y 45.80% predominantemente con lámina metálica (rango “regular”)
(ver cuadro 43.1 y gráficas 9 y 10).
Materiales usados
194
Gráfica 9; Materiales usados en los pisos Gráfica 10; Materiales usados en las paredes
38,- ¿Cuáles son los materiales con que está hecho 39,- ¿Cuáles son los materiales con que está hecho
el piso de su vivienda? los muros de su vivienda?
Tierra; 26.67%
Adobe; 6.52%
Cemento pulido;
42.22%
Tabique (ladrillo);
Block; 60.87% 19.57%
Cemento (firme);
24.44%
Las condición de las viviendas construidas con block de la localidad, las hace vulnerables a la acción
sísmica, con el riesgo de presentar grietas o posible colapso parcial o total ante la presencia de sismos
con alta intensidad (30.55% de las viviendas encuestadas presentan grietas en las paredes de block).
Al respecto, es importante señalar que el estado de Chiapas, con base en la regionalización sísmica
(CFE, 1982), registra en su territorio los coeficientes sísmicos más críticos a nivel nacional, al igual
que los estados de Oaxaca y Guerrero, por la cercanía que estos tienen con las placas tectónicas
localizadas en el Océano Pacífico. Por ello, el rango de calidad en nuestro caso de estudio, referido al
procedimiento constructivo en las paredes con el uso de block es “malo”. Por último, con relación a
la estructura en techo, 40% está deteriorada con rango de calidad “malo”, al igual que la cubierta que
se registra 40% en mal estado (ver cuadro 43.2).
Tanto los materiales usados para construir las viviendas como los procedimientos de construcción
empleados por los habitantes, invariablemente a la condición económica de la familia, presentan una
condición en extremo preocupante respecto a conocimientos técnicos, que se relacionan con el
manejo e interpretación de información, capacitación técnica, etc., nos referimos a la educación.
195
cuartos (estancia y 2 recámaras) más cocina y 6% 4 cuartos (estancia y 3 recámaras) más cocina, con
un promedio de 4.7 habitantes por vivienda por encima de la media nacional (4.2 hab/viv). Del total
de viviendas, 64% presenta “cierto grado de hacinamiento”, de acuerdo con la distribución espacial y
el número de habitantes. El resto, 36%, si cumple con la condición de no registrar en ningún caso
“cierto grado de hacinamiento” (ver cuadros 43.3 y 43.4, gráficas 11 y 12).
El hecho que una vivienda no registra la condición de “cierto grado de hacinamiento”, se refiere a que
existe la distribución espacial necesaria para que las familias realicen adecuadamente sus actividades.
El hacinamiento desde el enfoque sanitario, como se ha señalado en la literatura, está relacionado con
posibles tensiones sicológicas que pudiesen presentar las personas por los espacios mínimos con que
cuentan, así como la proliferación de infecciones respiratorias o por contactos directos de persona a
persona; asimismo, esta limitante puede ser la causa de inmoralidades al interior de la vivienda, que
la OMS señala como efectos negativos a la salud y bienestar de las personas.
196
Gráfica 11; Distribución espacial en la vivienda Gráfica 12; Número de habitantes por vivienda
Distribución espacial Núm ero de habitantes por vivienda
2 cuarto s más
co cina
37%
2 cuarto s
15%
4 a 5 hab/viv
40%
Distribución espacial
Número de cuartos Dimensión, área y volumen
Al igual que los anteriores aspectos, la orientación de las ventanas tienen una connotación importante
debido que con ellas se obtiene el cambio de las masas de aire, que aleja los posibles gérmenes
patógenos existentes, así como permitir la entrada de luz solar para iluminar el área y, desde el
enfoque sanitario, desinfecta las superficies de contacto, entre otros atributos importantes. En nuestro
caso de estudio, 49% de las viviendas sus ventanas están mal orientadas; 29% presentan mala
ventilación interior y 27% tienen mala iluminación natural, de acuerdo con los rangos de calidad se
registran con una condición “malo”. Tocante a la inseguridad, 22% de las viviendas tienen esta
misma condición (ver cuadro 43.5).
197
Cuadro 43.4; Físico-espacial; la vivienda rural
Distribución espacial
Distribución espacial
Ventilación exterior
(orientación de Ventilación interior Iluminación interior Seguridad
ventanas)
Clave Calidad Clave Calidad Clave Calidad Clave Calidad
1 - 1 - 1 - 1 -
2 20% 2 43% 2 31% 2 34%
3 24% 3 24% 3 40% 3 22%
4 49% 4 29% 4 27% 4 22%
5 - 5 - 5 - 5 -
Claves de calidad: 1 = Muy Buena; 2 = Buena; 3 = Regular; 4 = Malo; 5 = Muy Malo
Nota: La luz y la ventilación, reclaman 20% como superficie mínima de vanos del área interior de piso del local
(OMS, 1999: 161).
198
c) Servicio básico: uso de agua
El abastecimiento de agua, 4.35% de las familias la adquieren por medio de pipas pagando por el
servicio $100 por 1,000 litros, que de acuerdo con la condición económica de los habitantes y la
existencia de red de agua, el rango de calidad es “malo”; asimismo, 19.56% obtiene el agua de pozos
(rango “bueno”) y 2.17% del arroyo o río (rango “regular”), sin embargo, esta condición depende de
la cercanía de la fuente de abastecimiento, ya que requiere el correspondiente acarreo, a este respecto,
2.18% acarrean el agua desde distancias superiores a 1,000 metros (rango de calidad “muy malo”),
4.35% entre 101 y 1,000 metros (rango “malo”), 19.56% entre 51 y 100 metros (rango “regular”) y
2.17% entre 25 y 50 metros (rango “buena”); el resto de las viviendas obtienen el agua a través de la
red pública; 71.74% (rango “muy buena”) (ver cuadro 44 y gráfica 13).
P o zo ; 17.39%
Entubada dentro
Tres veces por
de la vivienda; Una vez por
semana; 25.00%
36.96% semana; 37.50%
P o r pipas; 4.35%
Llave pública;
2.17%
Entubada dentro
del predio ; 34.78% Dos veces por
semana; 33.33%
En relación a la calidad del servicio de suministro de agua a través de la red de distribución; 37.50%
la recibe una vez por semana registrando un rango de calidad “muy malo”; 33.33% dos veces por
semana registrando un rango “malo”; 25% recibe tres veces por semana registrando un rango
“regular”; y 4.17% recibe cuatro veces por semana el servicio, calidad “buena” (ver cuadro 44 y
gráfica 14).
Adicionalmente a la calidad del servicio, en relación directa está la cantidad de agua que dispone
cada habitante, que de acuerdo con los registros obtenidos, reciben 34.68 litros por habitante por día,
siendo menor a la cantidad recomendada de 50 litros para atender las necesidades básicas de
199
alimentación, aseo personal, lavado de trastos y ropa. Respecto al uso a que se destina el agua, 10%
de las familias la usa sólo como alimento (rango de calidad “muy malo”); 25% la usa además para el
aseo corporal (rango “malo”); 51% la usa además para lavado de ropa y trastos (rango “regular”); y el
resto de los habitantes (14%) atienden todas las necesidades, incluyendo lo requerido por los
animales, las plantas y las actividades de traspatio (rango de calidad “bueno” y “muy bueno”) (ver
cuadro 44 y gráfica 15).
Acerca de la calidad del agua, 100% la obtiene sin ningún tratamiento previo, registrando un rango de
calidad “muy malo”. Las propiedades físicas que presenta el agua son: olor, color, sabor, existe
material flotante, organismos vivos, etc., por lo cual, no es apta para ser considerada potable. En este
componente se está considerando el agua suministrada por la red de distribución, el agua obtenida de
los pozos, así como la acarreada de arroyos localizados en la localidad (ver cuadro 44.1 y gráfica 16).
200
Gráfica 15; Usos del agua Gráfica 16; Calidad del agua
Usos del agua 114,- ¿Cómo es la calidad del agua que se recibe de la
red?
Lavado de
mano s; 3%
Cor organismos
vivos; 12% Con olor; 14%
Lavado de ro pa;
42%
Debido a las características del servicio de la red de agua entubada, respecto a la frecuencia del
suministro de agua hacia las viviendas y la cantidad que reciben en relación al número de habitantes,
las familias tienen la necesidad de almacenarla para atender sus necesidades. Con relación a lo
anterior, 4.65% no tiene la posibilidad de almacenar el agua (rango de calidad “muy malo”); 4.65%
201
usa recipientes de plástico o lámina con capacidad inferior de 30 litros (rango “malo”); 6.98% usa
recipientes similares a los anteriores pero con mayor capacidad; 100 a 200 litros (rango “regular”); y
más del 83% almacena el agua en tanques, tinacos o cisternas elaborados de concreto, mampostería o
materiales comerciales, registrando rangos de calidad “buena” y “muy buena”, alcanzando una
capacidad de almacenamiento de 1,910 litros en promedio, que de acuerdo con los rangos de calidad
se registra como “regular”, considerando la densidad de habitantes por vivienda de 4.7, la calidad del
servicio de suministro de agua y la cantidad requerida por los habitantes para satisfacer sus
necesidades de alimentación, aseo personal, lavado de trastos y ropa (ver cuadros 44.1 y 44.2,
gráficas 17 y 18).
Por otra parte, los materiales usados en el tanque de almacenamiento; el piso, 6% tiene un rango de
calidad “malo” y 41% con concreto rústico “regular”, considerado que esa condición dificulta la
limpieza (mantenimiento) y se propicia el acumulamiento de suciedad; en las paredes, 51% está
construido con mampostería sin recubrimiento, lo cual tiene un rango de calidad “regular” por las
consideraciones similares a las del piso rústico; y respecto al techo, 77% de los tanques no cuentan
con cubierta, registrándose por ese hecho un rango de calidad “muy malo”, ya que con esta condición
se expone el agua al contacto, por un lado, de residuos orgánicos e inorgánicos alterando su calidad y,
por otro lado, a la luz solar y en consecuencia a la cría de microorganismos e insectos dañinos a la
salud, como el caso del mosquito transmisor del dengue.
202
Gráfica 17; Uso de materiales en piso de tanque Gráfica 18; Uso de materiales en muros del tanque
116,- ¿Cuáles son los materiales del piso del tanque? 117,- ¿Cuáles son los materiales del los muros del
tanque?
Block; 3%
Recubrimiento
fino; 3% Tabique; 17%
Tabique (ladrillo);
3%
Recubrimiento
Concreto (firme); fino; 3%
Tabique con rec.;
41% 43%
Concreto pulido;
50%
Block; 34%
Concreto pulido;
3%
Referente al proceso constructivo aplicado para la construcción de los tanques; 13.33% no tiene
cimentación (rango de calidad “muy malo”); 22.22% de las paredes están construidas con
mampostería sin refuerzo de acero, registrando un rango de calidad “muy malo”; y 53.33%
mampostería con piezas huecas únicamente con refuerzo en las esquinas y horizontal en el desplante,
registrándose por esta condición un rango de calidad “malo”. Por último, de acuerdo con las
condiciones de la estructura de la mampostería; 2.22% es “muy malo”, existiendo filtraciones y
asentamientos; 15.56% “malo”, debido a la presencia de grietas en las paredes; y 26.67% “regular”
por la presencia de grietas menores en las paredes (ver cuadro 44.3).
203
c) Servicio básico: disposición de excretas
Disposición de excretas
Calidad física de la caseta del
Modo de disposición de excretas Calidad sanitaria del servicio
servicio;
Clave Calidad Clave Calidad Clave Calidad
1 - 1 - 1 -
2 - 2 - 2 17.78%
3 - 3 - 3 -
4 85% 4 - 4 -
5 9% 5 100% 5 66.67%
Calidad sanitaria del servicio Calidad física de la caseta (inmueble)
Valoración
Calidad Calidad Valoración
Si No
Contamina cuerpos Cubierta
42% 42% 40.00%
de agua deteriorada
No cuenta con
Condición Contamina el suelo 38% 53% 48.00%
Condiciones asiento
del
de la caseta No cuenta con
servicio Genera malos olores 49% 42% 83.33%
(inmueble) tapa
Se evita el contacto Deterioro en
56% 33% 64.00%
con vectores general
Letrina ubicada
Se evita el acceso de
58% 20% en lugar 2.22%
niños
húmedo
Claves de calidad: 1 = Muy Bueno; 2 = Bueno; 3 = Regular; 4 = Malo; 5 = Muy malo
Modo de disposición de excretas: 4 = En fosa séptica, foso impermeable o letrina en suelo permeable (rocoso
permeable, arcilloso blando o arenoso) y con nivel freático alto o inferior a 3 m de la superficie libre de terreno
medido en época de estiaje; 5 = Al aire libre, río, arroyo u otro.
Calidad sanitaria del servicio: 5 = Se cuenta con drenaje particular; fosa séptica, foso impermeable, letrina, entre
otros, que no cumplen con la normatividad sanitaria necesaria: ubicación inadecuada del inmueble, contaminan los
cuerpos de agua y suelo, emiten malos olores, atrae vectores (mosca), no evitan el acceso a los niños y animales,
condiciones inadecuadas del inmueble, otros (no cumple con las normas sanitarias);
Calidad física del inmueble (cumplimiento de normas sanitaria): 2 = Bueno (se cumple sufi); 5 = Muy malo (crítico)
204
Lo anterior, registra una calidad sanitaria del servicio 100% “muy malo”, toda vez que el modo de
disposición de las excretas, ya sea fosa séptica o letrina, y las características naturales del suelo
propician que las excretas humanas contaminen por infiltración directa el manto freático y, en
consecuencia, el agua captada de los pozos para uso doméstico presenta una condición negativa a la
salud de los habitantes (ver cuadro 45 y gráficas 19 y 20).
Por otra parte, la ubicación del inmueble es inadecuada, emite malos olores, atrae vectores, no se
evita el acceso a menores ni a los animales, entre otros. Por otra parte, la calidad física del inmueble
usado (caseta), la calidad registrada en 66.67% es “muy malo” (ver cuadro 45 y gráfica 20).
Gráfica 19; Modo de disposición de excretas Gráfica 20; Condición del inmueble
85,- ¿Cóm o se realiza la disposición de excretas? 104,- ¿El inm ueble usado para la disposición de
excretas cum ple con las norm as sanitarias?
Otro ; 6%
No especificó ;
A ire libre; 9% 15.56% Si; 17.78%
Fo sa séptica; 51%
Letrina; 34%
No ; 66.67%
Se destaca el hecho que la disposición de excretas directamente sobre el suelo, tiene incidencia en los
habitantes con grado de riesgo alto en contraer enfermedades de tipo infecciones respiratorias agudas
(IRA) y las enfermedades diarreicas agudas (EDA); asimismo, la letrina común tiene una incidencia
con grado de riesgo medio de contraer una infección respiratoria aguda (Gómez, et al., 2000).
También, es importante mencionar que la evaluación se realizó en el área donde no existe cobertura
del servicio de red de drenaje sanitario, lo cual, no significa que la posible solución a este problema
sea precisamente ampliar la cobertura. Al respecto, existen diversos modelos sanitarios ecológicos
alternativos, particulares o comunitarios, que se adaptarían de acuerdo con las condiciones naturales
antes planteadas y ofrecerían en forma adecuada el servicio sanitario, minimizando los riesgos
posibles de contaminación y, con estos modelos, no necesariamente se precisa de una red de drenaje.
205
Respecto a los materiales usados en el inmueble –la caseta– para la disposición de excretas; el piso,
24.38% no cuenta con piso, registrando un rango de calidad “muy malo”; 4.88% se registra “malo”,
ya que tiene madera colocada directamente al suelo exponiéndose a la humedad, a organismos y
animales silvestres; 58.54% tiene concreto rústico (firme) es “regular”. Las paredes, 5.13% están
construidas con material de desecho, lo cual tiene un rango de calidad “muy malo”; 21.05% tiene un
rango “malo”, ya que tienen lámina de cartón y, en algunos casos, embarro de lodo en mal estado
(bajareque); 31.58% están construidas con mampostería sin recubrimiento o madera, registrando un
rango “regular”; 15.78% de mampostería con recubrimiento “bueno”; y el resto, 2.63% de
mampostería, con recubrimiento pulido “muy bueno” (ver cuadro 45.1)
206
Cuadro 45.2; Servicios básicos: disposición de excretas
Disposición de excretas
Calidad del proceso constructivo aplicado, localización y capacidad de servicio
Localización de la Capacidad promedio
Cimientos Estructura en general
caseta (inmueble) del foso
Clave Calidad Clave Calidad Clave Calidad Clave Calidad
1 6.67% 1 - 1 - 1 -
2 48.89% 2 - 2 - 2 -
3 - 3 33.33% 3 51% 3 85%
4 - 4 44.44% 4 34% 4 -
5 17.78% 5 - 5 9% 5 9%
Claves de calidad: 1 = Muy Bueno; 2 = Bueno; 3 = Regular; 4 = Malo; 5 = Muy malo
Cimentación (tipo de suelo – tipo de cimentación):
1 = Rocoso o arcilla confinada – concreto reforzado; 2 = Rocoso o arcilla confinada – mampostería de piedra o
mixta; 5 = Arcilla expansiva – mampostería de piedra o No tiene cimentación.
Estructura en general: 3 = Paredes de mampostería con acero de refuerzo parcial (vertical u horizontal), paredes y
estructura de madera, paredes de adobe recubierto con mortero, paredes de lámina metálica y estructura de madera,
todos sobre elementos de concreto o mampostería aislados del suelo y de la humedad; 4 = Paredes de mampostería
sin acero de refuerzo (ni vertical ni horizontal), paredes y estructura de madera, paredes de adobe recubierto con
mortero, paredes de lámina metálica y estructura de madera, todos desplantados directamente en el terreno natural;
Localización de la caseta (inmueble): (distancia horizontal: respecto a la vivienda – respecto a cualquier fuente de
suministro de agua “pozo”): 3 = Tanque séptica o foso impermeable: 5 m – 20 m; 4 = Letrina o foso impermeable:
menos de 5 m – menos de 20 m; 5 = Letrina, tanque séptico o foso impermeable: menos de 3 m – menos de 15 m;
Capacidad promedio del foso (tanque séptico, foso imperm. o foso de letrinas, sin considerar 50cm medidos de la
superficie natural del terreno y límite máximo de servicio): 3 = Entre 5 y 6 pers.: de 1.0 a 1.4 m3; 5 = No existe foso.
Los residuos líquidos (RL) generados por las actividades comúnmente realizadas por los habitantes, a
parte de las excretas humanas, son las relacionadas con el aseo corporal y manos, lavado de ropa y
trastos de cocina. Al respecto y de acuerdo con los registros obtenidos en las viviendas encuestadas,
más del 90% deposita el agua residual en el traspatio, y entre 5% y 7% la utiliza para regar plantas;
estas condiciones tienen un rango de calidad establecido “muy malo” y “malo”, respectivamente;
asimismo, durante la producción de alimentos también se generan residuos líquidos, destacando el
nixtamal, que 100% de las familias también lo deposita libremente en el traspatio, teniendo un rango
de calidad “muy malo”. Finalmente, 15.38% deposita libremente la orina en el traspatio, rango “muy
malo”; 17.95% en la letrina “regular”; y 66.67% en una fosa séptica, registrando un rango de calidad
“bueno”. (ver cuadro 46 y gráficos 21 y 22)
207
Cuadro 46; Manejo de residuos: líquidos
Gráfica 21; Disposición del agua residual Gráfica 22; Disposición de la orina
157,- ¿Qué uso le da al agua usada en el lavado de 161,- ¿Dónde depositan generalm ente la orina?
ropa y trastos?
En el patio ; En la letrina;
Se deposita en
15.38% 17.95%
fosa natural; 2.27%
Se usa para regar
plantas; 6.82%
No se utiliza y se Se deposita en el
deposita en el patio; 40.91%
patio; 25.00%
En el drenaje;
23.08%
Se deposita en
drenaje; En la fo sa
25.00% séptica; 43.59%
El hecho de depositar libremente los RL en el traspatio, sin el cuidado necesario y por las
características específicas de la localidad que se estudia, donde existen problemas de agua para la
atención de las necesidades, se señala que esta práctica propicia la atracción y generación de
organismos por el exceso de humedad en las áreas de disposición en el traspatio, que pueden causar
daños a la salud; asimismo, el agua residual del nixtamal y la orina, por su alta concentración de
nutrientes afectan el medio biótico y abiótico del entorno inmediato de la vivienda, incluyendo el
humano.
208
d.1) Manejo de residuos: sólidos
El manejo de los residuos sólidos (RS) domiciliarios, incluye elementos a partir del origen, que en
este caso se relaciona con la generación de los residuos en la unidad de análisis –la vivienda y su
entorno inmediato– y terminan con la disposición final. Para el análisis, evaluación y control de los
RS, entre otros aspectos importantes, destacan la caracterización, composición y la cantidad generada.
Con base en estudios realizados anteriormente en sectores de localidades con similares características
(Escamirosa, et al., 2005), se realizaron inferencias para determinar que la comunidad de Ocuilapa de
Juárez genera en sus viviendas 0.294 kg/hab-día de RS orgánicos y 0.353 kg/hab-día de RS
inorgánicos, que hacen un total de 0.647 kg/hab-día RS; asimismo, del total, 0.353 kg/hab-día se
genera en la vivienda y el complemento; 0.294 kg/hab-día en el traspatio o peridomicilio.
La calidad sanitaria con que se manejan los RS generados en el traspatio, 4.76% es “muy malo”; y
40.48% “malo”, estos casos registran traspatios desordenados e insalubres con focos de infección, a
partir de la descomposición de materia orgánica, generación de olores, abundancia de fauna nociva,
entre otros. Los otros casos registrados; 2.38% parcialmente ordenado y traspatio limpio; 52.38% con
patios ordenados y limpios, registran rengos de calidad “regular” y “buena”, respectivamente (ver
cuadro 47.1).
209
Cuadro 47; Manejo de residuos: sólidos
210
Los RS, al igual que los líquidos, son depositados en el traspatio sin el cuidado necesario; también
propician la atracción y generación de organismos que dañan la salud de las persona, emiten olores
nauseabundos, contaminan la imagen rural, afectan el medio biótico y abiótico del entorno inmediato.
En el área de la localidad existen sitios clandestinos al aire libre que los habitantes utilizan para
depositar, indebidamente, los residuos. Por otra parte, la Agencia Municipal del Ejido Ocuilapa de
Juárez, provee del servicio de recolección de “basura”; sin embargo, este servicio se lleva a cabo una
vez por mes y sólo hace el recorrido por la avenida principal de la comunidad, lo cual, ocasiona que
los habitantes acarreen desde sus viviendas los residuos, recorriendo grandes distancias.
Más del 88% de las viviendas usan leña como combustible en la producción de sus alimentos y 59%
de las emisiones de humo están sin control, alta concentración y con exposición recurrente de los
habitantes, ambos aspectos se registran con rangos de calidad “malo” y “muy malo”,
respectivamente. Solamente, 41% de los habitantes de las viviendas parcialmente controlan los
humos emitidos, registrando un rango “regular”.
211
Por otra parte, de acuerdo con el estudio realizado en 5 viviendas, el tiempo promedio utilizado
durante la producción de alimentos, los habitantes se exponen diariamente al contacto del humo
emitido por los fogones en un período de 5 horas 15 minutos, y con ello, son vulnerables a contraer
enfermedades de tipo infecciosas respiratorias agudas (IRA), entre otras. Respecto a la calidad física
de los fogones, 21% se registran “muy malo”, 14% “malo”, 51% “regular” y 7% “bueno” y “muy
bueno”, en igual cantidad (ver cuadros 48 y 57).
Por último, 72.09% quema sin control la materia generada en el traspatio, siendo esta práctica común
de los habitantes, que afecta directamente la salud, además de la calidad ambiental biótica y abiótica,
más allá del entorno inmediato de la vivienda (ver cuadro 48).
Uno de los elementos planteados en el modelo de evaluación y control integral es el análisis de los
componentes ambientales bióticos y abióticos, y cómo éstos interactúan y se relacionan con los otros
elementos. Como se ha mencionado en otros apartados de este documento, los ecosistemas son
comunidades bióticas relacionadas entre ellas y con el medio, sus poblaciones de organismos:
plantas, animales y microbios, terrestres y acuáticos, interactúan con los factores abióticos, que a su
vez están constituidos por elementos como el agua, el clima, el suelo, etc., que sostienen y a la vez
limitan a los organismos vivos.
212
Cuadro 49; Componentes ambientales
Componentes ambientales abióticos
Variables
Calidad
Variable: Subvariable:
Longitud 932,440
Localización
Latitud 165,107
geográfica
Altitud 940 msnm
81% Rocoso permeable; 19% Arcilloso
Tipos
(cárstico-litosol)
La superficie está cubierta por Selva Alta y Mediana
Perennifolia con Vegetación Secundaria Arbustiva y
Herbácea, además, 37% está cubierta de Selva Alta y
Mediana Perennifolia, lo que hace 77% de superficie cubierta
Vocación y
por selva. Un poco más de 6% está cubierta de Bosque de
potencialidad
Suelo Encino, lo que eleva el porcentaje de tierras cubierta de
bosque a 83%. La agricultura es de temporal y los pastizales
ocupan alrededor del 10% de la superficie, el resto está
ocupado por el área urbana.
Superficie ejidal (77%): 2,716.68 has.; 6.2% Bosque de
Encino; 40.3% Perennifolia con vegetación; 37.6%
Uso actual
Perennifolia; 3.8% Cultivos anuales; 9.2% Pastizal cultivado
y 2.9% Asentamiento humano
Existen arroyos perennes (20%) y temporales (62%), como
El Ocuilapa, Equipac, El Puente, Mujular y La Flor. Además,
Super- Arroyos y
los arroyos "El Zapote" y "Paso Coyol", localizados al sur y
ficiales Ríos
Cuerpos noreste, constituyen las principales fuentes de abastecimiento
de agua de agua para Ocuilapa.
La mayor parte de la hidrología es subterránea (18% se
Sub- Manto freático
abastece de agua de pozo). En época de lluvias, el nivel
terráneos y Acuífero
freático se eleva de 20 a 40 cm de la superficie.
Cálido húmedo, cálido subhúmedo y semicálido húmedo
Temperatura (Temperatura Media Anual: 24°C a 25°C). Entre los meses
de noviembre y abril, existen temperaturas de 27°C a 18°C.
Clima 1,275 mm de mayo a octubre;
Precipitación
400 mm de octubre a abril
Vientos dominantes de NW a SE; en los meses de enero a
Vientos
mayo soplan con mayor intensidad
213
Cuadro 49.1; Componentes ambientales
214
Respecto a los cuerpos de agua existentes, 20% de los arroyos son perennes y 62% de temporal como
El Ocuilapa, Equipac, El Puente, Mujular y La Flor; asimismo, los arroyos “El Zapote” y “Paso
Coyol”, localizados al sur y noreste, constituyen las principales fuentes de abastecimiento de agua
para Ocuilapa. La mayor parte del agua es subterránea y en época de lluvias, el nivel freático se eleva
de 20 a 40 cm de la superficie. Con relación a la geología del territorio ejidal, se conforma de 2
sierras montañosas: Sierra Monterrey y Sierra Veinte Casas, orientadas de NW-SE, con una altitud
variable de 800 msnm (Cerros Linda Vista y Sombrerón) a 1500 msnm (Cerro la Colmena). Estas
formaciones rocosas están compuestas por dolomitas y calizas estratificadas en el periodo Cretáceo
Medio; asimismo, el suelo está compuesto de areniscas, conglomerados, lutitas y margas del cretáceo
superior (Giulivo: 2000:22). Los tipos luvisol plíntico y litosol son los más abundantes. Por último, la
localidad se ubica en la Zona Sísmica “C”, sólo por encima de la Zona “D”, la más crítica de acuerdo
con la regionalización sísmica del país (CFE, 2004). Esta particularidad advierte que Ocuilapa de
Juárez está localizada en zonas críticas de alta intensidad sísmica, que requiere atención respecto a los
diseños y construcción de infraestructura, estructura y superestructura de cualquier edificación,
incluyendo las viviendas (ver cuadros 49 y 49.1).
Tocante al componente biótico, por las características de la localización; clima y suelo, como ya se
mencionó, la vocación y potencialidad vegetal, son muy diversas y extensas. En forma específica, al
evaluar el entorno inmediato a las viviendas (traspatio), se obtuvo una caracterización muy diversa de
especies, tanto de árboles frutales y maderables como plantas en general. Los registros obtenidos de
árboles frutales en los traspatios, son: 20% naranja, 13% mango, 12% plátano, 9% mandarina, 11%
limón, 8% café, 4% nance, 4% guanábana, 3% zapote, 3% guayaba, 2% aguacate, 2% chincuya, 2%
durazno, 1% tamarindo, 1% lima, 1% chayote, 1% manzana, 1% papaya. los árboles maderables:
14% macheton, 8% pino, 14% palo de humo, 4% quebracho, 8% palmera, 4% nambimbo, 4% jícara,
8% cedro, 4% caoba, 4% maculis, 4% pimienta, 8% ramón, 4% huapinol, 4% mulato, 4% arbusto y,
las plantas: 20% rosas, 10% flores, 7% gloria, 7% albaca, 5% hortalizas, 5% dalia, 5% bugambilia,
3% muralla, 3% hierbabuena, 3% calabaza, 3% lirio, 3% violeta, 3% frijol, 2% mariposa, 2% tulipán,
2% margarita, 2% begonia, 2% navidad, 2% geranio, 2% cola de gallo, 2% orquídea, 2% hojas
pintas, 2% cambray, 2% nardo, 2% maíz. Por otra parte, los animales de corral registrados son: 55%
gallinas, 5% patos, 28% perros, 7% caballos, 3% gatos, 2% mulas (ver cuadro 49.2)
215
f) Salud de los miembros de la familia rural
Las enfermedades comunes que presentan los habitantes de Ocuilapa de Juárez son: 50% padecen
gripe y 22% tos (IRA); 13% diarrea y 2% parásitos (EDA). Estas enfermedades son relativamente
recurrentes, sin descartar otro tipo de padecimientos (13% registró padecer, además, otro tipo de
enfermedad). Para estas dolencias causadas por las enfermedades que directamente afectan la salud y
bienestar de los habitantes, los servicios de salud que ofrece el Estado son importantes; sin embargo,
73.33% de las personas no son derechohabientes, sólo 13.33% tiene IMSS, 8.89% Seguro Popular y
4.44% recurre a SSA (ver cuadro 50). Es importante destacar que los habitantes de Ocuilapa de Juárez
cuentan con los servicios de una Clínica Rural.
Otras
13%
enfermedades
73.33% No es derechohabiente;
Derechohabiencia 13.33% al IMSS;
de los habitantes 8.89% Seguro popular
4.44% SSA
Sin duda, en la comunidad rural de Ocuilapa de Juárez, la mayoría de las enfermedades que contraen
los habitantes son por contacto directo con los gérmenes infecciosos existentes en las evacuaciones de
excretas que hacen al aire libre, por la transmisión de vectores como la mosca, mosquito anophelino,
piojos portadores de paludismo y tifo, así como por el mosquito del dengue, entre otro tipo de fauna
nociva que se engendra y reproduce en las condiciones de insalubridad registradas. Esta condición,
como se ha mencionado con los registros anteriores, es producto de las limitaciones que tienen los
habitantes de bajos ingresos económicos, como son: agua insuficiente y de mala calidad, mala
216
disposición de sus excretas, malas condiciones de la vivienda y mal manejo de los residuos, creando
condiciones propicias para la incubación y proliferación de gérmenes patógenos que generan diversas
infecciones respiratorias e intestinales, entre otras, poniendo en riesgo la salud de los habitantes.
Por otra parte, los hábitos de higiene de los habitantes son importantes para preservar la salud; no
obstante, en la localidad de estudio con el uso del fogón, el lavado de verduras con agua de mala
calidad, la presencia de estiércol de animales, ocasiona que el riesgo de contraer enfermedades
respiratorias e intestinales (IRA y EDA) sea alto; asimismo, la fauna nociva y transmisible por la
presencia de animales domésticos tiene grado de riesgo alto.
217
Calidad sanitaria del suelo: el control de residuos líquidos, más de 68% registró “muy malo”; la
disposición de orina más de 15% “muy malo”; la presencia de heces fecales 9% “muy malo”; la
presencia de excremento de animales 3% y 58% “muy malo” y “malo”; el control de residuos sólidos
orgánicos, más de 70% “muy malo”; y la disposición de residuos sólidos generados en la vivienda,
más de 45% “muy malo”. Respecto a la calidad de los recursos naturales: las actividades realizadas
respetan los recursos naturales, más de 40% registró “muy malo”; la conservación de los recursos
naturales, más de 35% “muy malo”; el riesgo de contaminación de los recursos naturales, más de
80% “muy malo”; el control de residuos sólidos orgánicos, más de 55% “muy malo”; y el cuidado de
la vegetación, más de 44% “muy malo”. Calidad sanitaria de los cuerpos de agua: el manto freático,
más de 94% “muy malo”; y los arroyos y ríos, más de 94% “muy malo” (ver cuadros 51, 51.1 y 51.2)
218
Cuadro 51.2; Calidad ambiental
5.2.4.1 Estimación del tiempo de emisiones de humo (CO) por el uso de leña
219
• Familia 4, con un total de 2 miembros: Jesús López Gómez y Ofelia Gómez Ovando, con 2
nietos: Carmelita y Marisol.
• Familia 5, con un total de 4 miembros: José Luis Pérez Pérez y Marisol López Gómez; con 2
hijos: Iván de Jesús y José Fabián.
Se suministró a las familias los siguientes insumos de alimentos, mismos que comúnmente forman
parte de su dieta alimenticia: frijol, café y maíz para producir nixtamal y posteriormente tortillas. El
procedimiento aplicado durante la cocción de cada alimento, fue el siguiente:
220
Cuadro 52.1; Estimación de emisiones de humo en la vivienda 1
Vivienda 1: Joaquín Martínez Hernández y Norbel Jiménez Pérez,
con 2 hijos = 4 habitantes
Alimentos Frecuencia de Cantidad de
Tiempo de Cenizas
elaboración leña usada
Tipo Cantidad cocción (gr)
(kg)
Una vez cada 2
Fríjol 1 kg 2:00 hrs 430 6.400
días
Maíz 1 kg 1:05 hrs 220 2 veces al día 12.800
Tortilla 1 kg 0:45 hrs 190 2 veces al día 9.600
Café 1/4 kg 0:44 hrs 110 Una vez al día 3.200
Total 5:20 hrs 950 gr Total 32.000 kg
Nota: Un litro de ceniza = 220 gr.
221
Cuadro 54; Estimación de emisiones de humo en la vivienda 3
Vivienda 3; Crescencio Pérez Pérez y Margarita Pérez Castellanos,
con 3 hijos = 5 habitantes
Alimentos Leña usada Cantidad Agua
Tipo Cantidad (Nombre) (kg) (litros)
3.840 kg
Fríjol 1 kg Quebracho 1.50
(7 leños)
Maíz 1 kg Quebracho (2.5 leños) 2.00
Tortilla 1 kg Quebracho (2.5 leños) 0.50
Café 1/4 kg Guarumbo (4 leños) 1.00
Nota: Peso promedio por leño = 550 gr
222
Cuadro 55.1; Estimación de emisiones de humo en la vivienda 4
Vivienda 4: Jesús López Gómez y Ofelia Gómez Ovando = 2 habitantes
Alimentos Tiempo de Cenizas Frecuencia de Cantidad de leña
Tipo Cantidad cocción (litros) elaboración usada (kg)
Fríjol 1 kg 2:00 hrs 1.50 Una vez cada 2 días 1.150
Maíz 1 kg 1:05 hrs 0.70 2 veces al día 3.200
Tortilla 1 kg 0:45 hrs 2.00 2 veces al día 4.000
Café 1/8 kg 0:44 hrs 0.40 2 veces al día 0.600
Total 6:08 hrs 4.40 litros Total 8.950 kg
Nota: Un litro de ceniza = 220 gr.
El consumo de leña usada, de acuerdo con el análisis realizado, fue de 16.335 kg/vivienda-día y 3.713
kg/hab-día, lo cual equivale al consumo promedio por vivienda de 22 leños de 65 cm de largo y un
peso de 750 gr y/o 5 leños por habitante-día. La cantidad de ceniza generada fue 1.396 kg/vivienda-
día, equivalente a 297 gr/hab-día (ver cuadro 57).
223
Cuadro 57; Resultados promedio obtenidos de las 5 viviendas
Con los insumos proporcionados a las familias durante el experimento: un kg de frijol, 1/4 kg de café,
un kg de maíz que produjo un kg de tortillas, aproximadamente, el proceso de producción de
alimentos se desarrolló durante 5 horas 15 minutos, en promedio. El tiempo estimado durante el
análisis, corresponde al período en que los habitantes de las viviendas están expuestos al contacto de
las emisiones de humo generado por la quema de leña (combustible orgánico), considerando
mínimamente la producción de los alimentos antes señalados. Es importante mencionar que del total
de encuestas aplicadas, 89% de las familias que habitan las viviendas usan leña como combustible
para la producción de alimentos; asimismo, se destaca que los efectos en la salud debido a la
exposición del humo durante tiempos prolongados, son letales en los animales y en el humano
produce antracosis pulmonar, por la impregnación del humo en los tejidos pulmonares, derivándose
en contraer diversas enfermedades de tipo respiratorio (ver gráfica 23).
140
130 130
120 120
120 120
100
90
90 Frijoles
Tiempo
80
(min)
80 88 70
80 Nixtamal
64 Tortillas
60 60 60
52.5 60 Café
50
44
40
42
20
20
5:00 hrs
Tiempo prom.
3:59 hrs 6:08 hrs 5:40 hrs 5:24 hrs
5:15 hrs
0
Margarita Ofelia Eloína Marisol Joaquín
5 Familias
224
5.3 Interpretación gráfica de los resultados obtenidos y propuestas de solución
La representación gráfica de los resultados obtenidos y discutidos anteriormente, de acuerdo con las
diferentes dimensiones o apartados de análisis, tiene el propósito de facilitar la interpretación integral
de los mismos.
Para distinguir fácilmente el nivel del rango de calidad registrado, se optó por utilizar una gama de
colores que varían conforme al rango más crítico; “rojo” (muy malo), “rojo menos intenso” (malo),
“naranja” (regular), “amarillo” (bueno), hasta llegar al rango “verde” (muy bueno); asimismo, los
rangos de calidad considerados aceptables para la propuesta de la Vivienda Rural Saludable (VRS)
son: “amarillo” (suficiente) y “verde” (excelente). Con los colores asignados y los valores
porcentuales obtenidos por variable y/o subvariables, visualmente se aprecia el problema registrado y
la intensidad del mismo, según sea el caso; p. ej., en los aspectos socioeconómicos, con color “rojo”
se señala que 20% de las viviendas están habitadas por más de 9 miembros, en contraste con el color
“verde” que registra 7% de familias con 2 miembros (ver esquema 11).
Vivienda
Rural
Saludable
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
Variables Subvariables
1 7%
Familia con
2 miembros
2 16%
Número de habitantes
3 24%
por vivienda
4 33%
Familia con más
5 20%
de 9 miembros
Rangos:
R1 = 1 a 2 hab;
R2 = 3 a 4 hab;
R3 = 5 a 6 hab;
R4 = 7 a 8 hab;
R5 = Más de 9 hab
225
Otro ejemplo: se registra 14% con “rojo” que corresponde a las familias que reciben ingresos
menores de un salario mínimo (SM); “rojo menos intenso” 58% de las familias que reciben ingresos
entre uno y 2 SM; y 19% con “amarillo” las familias que reciben ingresos entre 5 y 10 SM (ver
esquema 12).
Vivienda
Rural
Saludable
Rango 4
Rango 5
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
Variables Subvariables
1
Ingreso entre
2 19%
5 y 10 SM
Ingresos familiares 3 9%
Ingreso entre
4 58% uno y 2 SM
5 14% Ingreso inferior
a un SM
Rangos:
R1 = Más de 10 SM;
R2 = Entre 5 y 10 SM;
R3 = Entre 3 y 5 SM;
R4 = Entre uno y 2 SM;
R5 = Menores de un SM
El modelo permite medir y controlar los diferentes objetivos que constituyen el concepto “Vivienda
Rural Saludable”, mismos que están orientados a reducir, en lo posible, los factores de riesgo a la
salud; contribuir en la conservación de los ecosistemas naturales y en la calidad ambiental del entorno
habitacional; y favorecer la construcción de una VRS. Particularmente en nuestra población de
estudio, Ocuilapa de Juárez, los resultados registrados con color “rojo” y “rojo menos intenso”,
226
orientan los requerimientos de la comunidad y el porcentaje obtenido determina la importancia y la
urgencia en la atención del problema detectado. A continuación, se plantean los casos extremos:
Aspectos socioeconómicos:
• Atender la población analfabeta registrada; 23% de los habitantes, y que corresponde a 16%
de mayores de 15 años y 7% menores de 15 años.
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
Dimensión Variables Subvariables
1 7%
2 16%
Número de habitantes
3 24%
por vivienda
4 33%
5 20%
1
Escolaridad de los 2
habitantes de la 3 30%
vivienda 4 7%
23%
5 16%
Aspectos socioeconómicos
económic
Actividad
Primarias 1 100%
a de la
familia
Secundarias 2 0%
Terciaria 3 0%
1
2 19%
Ingresos familiares 3 9%
4 58%
5 14%
Radio 1 58%
Disposición de
bienes de
Refrigerador
consumo
1 69%
Televisión 2 87%
Licuadora 2 53%
Lavadora 2 18%
1
2 80%
Tenencia del terreno y
3
la vivienda
4 7%
5 13%
227
Con la educación se accede a la información, al conocimiento y a la tecnología, que permite mejorar
la condición social y económica de las familias; asimismo, se contribuye con la interpretación y
manejo de la información técnica que servirá a las personas para que mejoren la construcción de sus
viviendas, los servicios básicos de agua y drenaje, entre otros. También, con la educación se procura
la higiene personal, comprensión de los factores de riesgo, los efectos en la salud humana y como
reducirlos o evitarlos, a partir del cuidado y calidad del medioambiente. Finalmente, respecto al
control de la natalidad, la educación sexual tanto para hombres como para mujeres juega un rol
importante. Por lo anterior, se recomienda la aplicación de programas de alfabetización de adultos e
inducir a los menores de 15 años para que asistan a la escuela (ver esquema 13).
• Mejorar la calidad de los materiales usados en pisos (34%), paredes (13%) y techos (12%), así
como, 56% de la orientación de las viviendas respecto a la trayectoria solar (esquema 14a).
• Respecto a la calidad del proceso constructivo aplicado, correspondiente al 80% de las
viviendas construidas con paredes de block, 77% de éstas deben reforzar con acero sus
paredes de mampostería, corregir grietas presentadas a los lados de las ventanas y puertas
(31%) y los daños existentes en 40% de la estructura de madera empleada en los techos;
asimismo, reparar el deterioro registrado en 40% de las viviendas que se encuentran
construidas con paredes de madera (ver esquema 14a).
• Remediar la ventilación interior de 29% de las viviendas; asimismo, la iluminación natural al
interior registrada en 27% y la inseguridad que presentan 22% de las viviendas (esquema 14b)
• Reducir el hacinamiento registrado en 64% de las viviendas, a través de la redistribución
espacial, incremento del área habitable, con más dormitorios, dependiendo del número de
miembros de la familia (ver esquema 14c).
En este apartado, gráficamente se advierte los diversos aspectos técnicos que se deben atender en la
vivienda rural y están relacionados con la educación técnica antes señalada, ya que no basta que estén
construidas con paredes de block (piezas huecas), toda vez que no cumplen con las normas técnicas
mínimas, relacionadas con el confinamiento adecuado, a partir de la aplicación del acero de refuerzo
necesario; asimismo, la disposición de los espacios que determinan los habitantes en el proceso de
228
autoconstrucción, que incluyen dormitorio, estancia, cocina, elementos de ventilación e iluminación
natural al interior, son deficientes. No obstante que 58% de la población tiene ingresos entre uno y 2
salarios mínimos (SM), y 14% percibe menos de un SM (ver esquema 13), en estas familias existen
viviendas con paredes de block. Lo anterior, conlleva a la reflexión que la construcción de las
viviendas con paredes de block, los habitantes las ejecutan por seguridad, experiencia adquirida,
tradición y por la cercanía a los bancos de materiales, lo cual les significa bajo costo.9
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
Rango
1 61% 1 33%
Forma de la 2 18% 2 62%
superficie del
3 21% Cimentación 3
terreno
(topografía) 4 4
5 5
1 81% 1
Emplazamiento
1 1 55%
2 20%
Condiciones 2
de la
Orientación 3 24% 3
estructura de
4 56% mampostería 4 31%
56%
5 31% 5
1 1
2 42%
Techo 2 58%
(condiciones
Piso 3 24% 3
de la
4 7% estructura) 4 40%
Materiales usados en la vivienda
34%
5 27% 40% 5
1 1
Paredes 3 7% (condiciones 3
de la cubierta) 4 40%
4 9%
13%
5 4% 40% 5
1 1
Ventilación
Ventilación 2 20%
2 21%
exterior
Techo 3 67% 3 24%
(orientación
4 2% de ventanas) 4 49%
12% 5
5 10%
9
El viaje de arena de mina de 6 m3 es de $600, a diferencia de la arena de río que tiene un valor de $1,200.
229
Esquema 14b; Físico-espacial
Vivienda
Rural
Saludable
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
Variables Subvariables
Ventilación
2 43%
Iluminación
2 31%
Iluminación
3 40%
interior
4 27% 27%
5
1
Seguridad
2 34%
Seguridad 3 22%
4 22% 22%
5
Clave de Clave de
Dimensión Variable Caso I Caso II Caso III Caso IV
calidad Cuartos
CR 4.33 > 2
CR+C
Con
problemas ER1
64% 6.66 < 10
de hacina- ER1+C 5.67 > 3
miento
Físico - espacial (la vivienda rural)
ER2+C
ER3+C
CR
Hacinamiento
CR+C
Sin
problemas ER1
36% 1<2 2.24 < 3 16.84 > 10
de hacina- ER1+C
miento
ER2+C
ER3+C
1 a 2 hab 7%
3 a 4 hab 16%
Densidad de
5 a 6 hab 24% 4.70 hab/viv
ocupación
7 a 8 hab 33%
230
Para el abordaje de estos problemas, se requerirá la aplicación de programas de mejoramiento de la
calidad de los materiales usados, reestructuración de los elementos ya construidos, redistribución
espacial. Todo ello, con acciones que procuren la aplicación de procesos de autoconstrucción asistida
y redimensionamiento espacial. Al respecto, se requerirá de programas de capacitación in situ, con
personal técnico que asista y asesore a los habitantes en los trabajos por realizarse.
• Aumentar en 71% la frecuencia del servicio de suministro de agua, a partir del mejoramiento
del sistema de agua comunitario (ver esquema 15).
• Incrementar la cantidad de agua recibida y pasar del rango de 20 a 49 litros por persona-día
(100% de los habitantes, en promedio, recibe 34.68%), al de 50 a 99 litros por habitante-día, y
con ello, mejorar 35% de las viviendas con uso limitado del agua (ver esquema 15).
• Evitar el acarreo del agua realizada por 6% de los habitantes, a través de sistemas alternativos
particulares; captación pluvial, almacenamiento, etc..
• Implementar un sistema de agua potable para la comunidad; tratamiento primario, secundario
y terciario (desinfección), que garantice la calidad física, química y bacteriológica del agua;
asimismo, proponer modelos o sistemas alternativos de tratamiento de agua confiables para
ser usados en las viviendas.
• Mejorar el tipo de almacenamiento usado para el agua, los materiales empleados, así como los
procedimientos constructivos de la estructura de los tanques y procurar que la totalidad cuente
con cubierta (ver esquema 15).
231
Esquema 15; Servicio básico-uso del agua
Vivienda Vivienda
Rural Rural
Saludable Saludable
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
Rango
Dimensión Variables Subvariables Dimensión Variables Subvariables
1 72% 1 5%
2 2% 2 79%
Abastecimiento de Tipo de
3 20% 3 7%
agua almacenamiento
4 4% 4 5%
10%
5 5 5%
1 1
2 4% 2
Calidad del servicio de Capacidad de
3 25% 3 79%
suministro de agua almacenamiento
4 33% 4
71%
5 38% 5
1 1 3%
2 2 50%
Cantidad de agua Piso 3 41%
3
disponible
4 6%
100% 4 100% 6%
5
5
1 6%
Servicio básico; uso de agua
1 6%
2 43%
2 8%
4
4 25%
35% 5
5 10%
1
1 72%
2 7%
2 2%
Distancia a la fuente de Techo 3 13%
3 20%
abastecimiento
4
4 4%
6% 77% 5 77%
5 2%
1 11%
1
2 36%
2
Calidad del proceso constructivo aplicado
2
Muros de
estructura de 3
mampostería 4 53%
75%
5 22%
1
Condiciones 2
de la
3 27%
estructura de
mampostería 4 16%
18% 5 2%
232
Servicio básico; disposición de excretas:
Dada las características específicas del lugar, respecto al suelo rocoso permeable y altura del nivel
freático, se debe atender los registros “malo y muy malo” en 94% del modo usado para la disposición
de las excretas y 100% en la calidad sanitaria del servicio de disposición de excretas; asimismo, 18%
la cimentación, 29% los pisos, 26% las paredes, 47% los techos, 44% la estructura en general, 67% la
calidad física del inmueble y 43% la localización del inmuebles (ver esquema 16). Para ello, se
sugiere:
• Construir modelos de alcantarillado particulares en las viviendas, con el propósito de evitar la
contaminación de los cuerpos de agua y suelo, la generación de malos olores, fauna nociva,
acceso a los animales domésticos y niños, entre otros factores, que representen riesgo a la
salud de los habitantes.
• Usar los materiales identificados para llevar a cabo construcciones; piedra, arena, madera,
entre otros.
• Aplicar procedimientos técnicos-constructivos con la asistencia y/o asesoría técnica necesaria
para cuidar la calidad requerida de los modelos de alcantarillado sanitario.
• Localizar los modelos sanitarios correctamente respecto a la vivienda, a las fuentes de agua
(pozos, arroyos, otros), la vecindad con otras viviendas, la dirección de los vientos
dominantes, etc..
En nuestro caso de estudio en particular, el modelo sanitario propuesto deberá ser sin arrastre de agua
e impermeable; es decir, una letrina seca que evite, por un lado, el contacto con agua u orina y, por
otro, se infiltren los líquidos al manto freático. Una opción sería la construcción de una letrina seca
con dos cámaras de servicio; en tanto está se usa la primera de las cámaras para contener las excretas,
la segunda cámara permite degradar las excretas en forma natural, durante el período de servicio de la
primera. Con lo anterior, se garantiza el uso de la letrina en forma continua, con el debido
mantenimiento de remoción de los lodos inocuos, entre otros aspectos.
233
Esquema 16; Servicio básico-disposición de excretas
Vivienda Vivienda
Rural Rural
Saludable Saludable
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
Rango
Dimensión Variables Subvariables Dimensión Variables Subvariables
1 1 7%
2 2 49%
Modo de disposición de
2 12% 2 18%
Calidad física
Piso 3 59% 3
del inmueble
4 5%
Materiales usados en la caseta
4
29%
5 24% 67% 5 67%
1 5% 1
2 13% 2
Muros 3 54%
Localización de la
3 51%
caseta
4 21% 4 34%
26% 43%
5 5% 5 9%
1 3% 1
2 8% 2
Techo 3 40% Capacidad promedio
3 85%
del foso
4 21% 4
47%
5 26%
9% 5 9%
Con las características del modelo sanitario planteadas, en la actualidad existe una gran cantidad de
propuestas que garantizan que los depósitos de excretas sean impermeables y no contaminen los
mantos freáticos, además de preveer todos los elementos necesarios para el adecuado servicio, como
son: asiento, caseta, techo, ventilación, orientación, localización, etc.. Por otra parte, con los
materiales identificados en el lugar y región; piedra, arena de mina, madera, teja, entre otros, la
autoconstrucción asistida técnicamente, se torna económica y al alcance de los habitantes.
234
Manejo de residuos; líquidos y sólidos:
• Remediar el mal manejo de los residuos líquidos generados en más de 90% de las viviendas
encuestadas, debido al aseo corporal, lavado de ropa y trastos, en la producción de nixtamal,
principalmente, además de la orina que 16% la deposita directamente en el traspatio, a través
de sistemas de difusión, galerías filtrantes o reuso del agua para riego de plantas u otros usos
(ver esquema 17).
• Remediar el mal manejo de los residuos sólidos orgánicos e inorgánicos generados en la
vivienda y en el traspatio, que comprende 46% y 89%, respectivamente, a través del
tratamiento adecuado: separación, producción de composta, reuso de los residuos inorgánicos
o comercialización, traslado a los sitios adecuados y autorizados para la disposición (ver
esquema 18).
Esquema 17; Manejo de residuos líquidos Esquema 18; Manejo de residuos sólidos
Vivienda Vivienda
Rural Rural
Saludable Saludable
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
1 Alimentos 2 0%
la vivienda
2 Cartón y papel 3 4%
4 Latas y tetrapak 3 1%
Manejo de residuos líquidos: agua usada
1
vivienda y en el peridomicilio)
frutas de 3 29%
2 árboles
Lavado de ropa y 3 7% Excremento de
trastos 5 13%
4 animales
1 1
2 67% 2 2%
Disposición final de los
Orina 3 18% 3 4%
RS generados
4 4 47%
5 5 42%
16% 16%
89%
235
Manejo de residuos; gaseosos:
Vivienda
Rural
Saludable
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
1
Manejo de residuos gaseosos (la vivienda y el peridomicilio)
89% 5
59% 5 59%
1 7%
Calidad física del 2 7%
mueble (usado en la
3 51%
producción de
alimentos) 4 14%
35% 5 21%
2
Quema de materia
orgánica en el 3
peridomicilio 4
72% 5 72%
236
Componentes ambientales; bióticos y abióticos:
Los componentes ambientales identificados, tanto bióticos como abióticos, nos dan cuenta de las
características físico-naturales existentes en el área de estudio y nos advierten sobre las
consideraciones que se deben tomar en las propuestas de mejoramiento en todos los aspectos
analizados (ver esquema 20).
Vivienda Vivienda
Rural Rural
Saludable Saludable
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
Rango
Dimensión Variables Subvariables Dimensión Variables Subvariables
Clima
Rocoso permeable
5 ++ 1
Precipitación
Arcilloso 3 19% 2
Arcilla expansiva 4
Vientos 1
Componentes ambientales; abióticos y bióticos
1
Arenoso 5 Planimetría
Topografía
y potencialidad
1 77%
con vegetación sec. 3
Bosques 2 6% Altimetría (pendientes
4 2%
Agricultura de tem- del terreno)
3 10% 5 > 45%
poral, con pastizales
Área urbana 3 7% 1
Deslizamientos
Geología
Ejidal 2 77% 2
Suelo: uso actual
Bosque 1 6% 3
Fisuras
Selva 1 77% 4
Zona sísmica 5 C
Cultivo y pastizal 3 13%
1 89%
Asentamiento
(peridomicilio)
2 3% Árboles frutales
Vegetación
humano 2
Ríos 1 1 9%
Superficiales
Árboles maderables
Arroyos 1 20% 2 2%
Cuerpos de agua
doméstica)
Suelo rocoso permeable; facilita la infiltración del agua y Temperatura Media Anual = 24 a 25°C; ideal para el desarrollo de la
++ contaminación del manto freático. No obstante, por su resistencia, ++ vegetación en general, pero también para la proliferación de fauna
es adecuado para la construcción de viviendas. nociva.
En época de lluvias, el nivel freático se eleva entre 20 y 40 cm de la La cria de animales domésticos constituyen riesgo sanitario, debido
+++ superficie del terreno. Esta característica, condiciona el tipo de +++
a los excrementos
servicio de disposición de excreta, entre otros. La comunidad se localiza en la Zona Sísmica "C", en la escala A, B,
C
C y D (CFE, 2004)
237
Respecto los componentes ambientales abióticos, en el caso de estudio realizado en la comunidad de
Ocuilapa de Juárez, se destaca que, 81% de las viviendas están establecidas en suelo rocoso, apto
para una buena cimentación; no obstante, por su permeabilidad condiciona la selección y
características de los modelos de disposición de excretas, así como para la disposición de otros
residuos orgánicos que ocasionan riesgos potenciales de contaminación a los cuerpos de agua
superficiales y subterráneos; asimismo, más de 45% de la topografía se registra como riesgosa por las
pendientes registradas, y finalmente, como ya se señaló con anterioridad, debido a la ubicación
geográfica de Ocuilapa en una zona de alta sismicidad (zona “C”), se requiere considerar los posibles
efectos sísmicos en el diseño y la construcción de las viviendas (ver esquema 20).
Con relación a los componentes ambientales bióticos, debido a la localización geográfica de Ocuilapa
de Juárez, tipo de suelo y por las condiciones climáticas del lugar, la vegetación es vasta y la fauna
diversa, existiendo gran cantidad de especies y ecosistemas; sin embargo, se advierte que las
características climáticas son propicias para la proliferación de fauna nociva a la salud, donde
destacan una gran variedad de vectores, gérmenes patógenos, etcétera. También, se destaca la
presencia de fauna doméstica trasmisora de enfermedades en forma directa o indirectamente a través
de sus excretas (ver esquema 20).
Las condiciones climáticas, paradójicamente son ideales en los procesos de degradación natural de
los residuos orgánicos generados, por lo cual, ofrecen ventajas muy significativas para los modelos
alternativos de control de residuos orgánicos, no únicamente los que representan riesgo en la salud;
excretas humanas y de animales, sino además en el manejo y control de los otros residuos orgánicos,
como son las hojas, ramas y frutos de los árboles, entre otros (ver esquema 20).
Los registros obtenidos señalan que 72% de los habitantes encuestados de Ocuilapa de Juárez, han
padecido infecciones respiratorias agudas (IRA), 15% enfermedades diarreicas agudas (EDA) y 13%
otro tipo de enfermedades; asimismo, se advierte que 73% no son derechohabientes de los servicios
de salud (ver esquema 21). Las enfermedades antes señaladas y las no registradas como el dengue,
otras causadas por el ambiente insalubre, la tensión en los habitantes debido a los espacios
inadecuados de las viviendas, reducirían si se mejoran las condiciones de calidad atribuibles a la
238
vivienda, uso del agua y manejo de los residuos, tanto al interior de la vivienda como en el entorno
inmediato. Se debe promover, adicionalmente, programas específicos para que los habitantes de bajos
ingresos económicos sean derechohabientes de las instituciones del sector salud y cuenten con los
servicios básicos de atención médica, a través de Clínicas Rurales.
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
Dimensión Variables Subvariables
Infecciones 2
respiratorias
3
Salud de los miembros de las familias rurales
agudas
Enfermedades comunes
(IRA) 4 22%
72% 5 50%
Enfermedade 2
s diarreicas
3
agudas
(EDA) 4 2%
15% 5 13%
Otras 5 13%
2 27%
Derechohabiencia de
3
los habitantes
4
73%
5 73%
239
Esquema 22; Calidad ambiental del entorno inmediato a la vivienda
Vivienda Vivienda
Rural Rural
Saludable Saludable
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
Rango
Dimensión Variables Subvariables Dimensión Variables Subvariables
1 1
contaminación
Presencia de
3 85% de los 3
heces fecales
Recursos
4 4
Natural
5 9% 5 > 80%
1 1
2 Control de 2 > 42%
Presencia de
residuos
excremento de 3 44% 3
sólidos
animales
4 3% orgánicos 4
5 50% 5 > 55%
1 1
Control de 2 2 > 55%
residuos Cuidado de la
3 > 25% 3
sólidos vegetación
orgánicos 4 4
5 > 70% 5 > 44%
1
Disposición de
2 2%
residuos
sólidos 3 4%
generados en
4
la vivienda
5 > 45%
• Controlar que las actividades realizadas en el traspatio, los recursos naturales existentes en:
40% de las viviendas los respeten; 35% los conserven; 80% no los contamine; 55% mejore el
manejo de los residuos sólidos orgánicos y; 44% cuide la vegetación (ver esquema 22).
• Reducir el porcentaje de las viviendas que contaminan el manto freático y la disposición
inadecuada de las excretas de los habitantes, ya que más del 94% de las viviendas está en esta
condición que trasciende a los arroyos y ríos del lugar (ver esquema 23).
240
Esquema 23; Calidad ambiental del entorno inmediato a la vivienda
Vivienda
Rural
Saludable
Rango 5
Rango 4
Rango 3
Rango 2
Rango 1
Rango
Dimensión Variables Subvariables
Arroyos 3
4
5 > 0.94%
2
Ríos 3
5 > 0.94%
Nota: Las caractrísticas del suelo rocos pemeable, y lo elevado del nivel freático,
principalmente en la época de lluvia (20 a 40 cm de la superficie), con relación al
manejo de los residuos líquidos realizado, incluyendo la disposición de excretas, son
factores que afectan la calidad de los cuerpos de agua existentes en la comunidad y
la región.
241
5.4 Aplicación del MECVE a 5 viviendas del Ejido de Ocuilapa de Juárez
Las viviendas seleccionadas para determinar los tiempos de emisión de humo y la cantidad de leña,
descritas en el apartado 5.2.4.1 Estimación del tiempo de emisiones de humo (CO) por el uso de leña
(pág. 224), igualmente fueron seleccionadas para aplicar el Modelo de evaluación de las condiciones
de la vivienda rural y el entorno (MECVE). Las viviendas particulares estudiadas son 5, y se les
denominó: Casa 1, Casa 2, Casa 3, Casa 4 y Casa 5, y están habitadas por las siguientes personas:
• Casa 1 (Joaquín y familia); 4 miembros: Joaquín Martínez Hernández y Norbel Jiménez
Pérez, con 2 hijos: Emanuel y María del Pilar.
• Casa 2 (Lorenzo y familia); 7 miembros: Lorenzo Ovando Ruiz y Eloína Vázquez
Castellanos, con 5 hijos: María Nereida, Asunción, Mario Alberto, Adulfo, Nereida Gpe.
• Casa 3 (Crescencio y familia); 5 miembros: Crescencio Pérez Pérez y Margarita Pérez
Castellanos, con 3 hijos: José Concepción, Manuel de Jesús y Anasucely.
• Casa 4 (Jesús y familia); 2 miembros: Jesús López Gómez y Ofelia Gómez Ovando, con 2
nietos: Carmelita y Marisol.
• Casa 5 (José Luis y familia); 4 miembros: José Luis Pérez Pérez y Marisol López Gómez; con
2 hijos: Iván de Jesús y José Fabián.
El propósito de seleccionar 5 viviendas, fue la aplicación en forma específica del modelo MECVE. Se
consideró el período “tiempo cero” (t0); es decir, el preciso instante de la situación –la realidad– en
que se encuentra la vivienda rural y su entorno habitacional inmediato, medidos a partir de los
indicadores y rangos de calidad propuestos en el modelo, y correspondiente a la fase inicial
denominada: “proceso de evaluación y transformación”.
Familia de Joaquín Martínez Hernández y Norbel Jiménez Pérez, con 2 hijos: Emanuel y María del
Pilar. En las fotos de la 11 a la 16, se aprecian las condiciones precarias de la vivienda construida con
242
piso de tierra, paredes de madera en mal estado y cubierta de material plástico y lámina de cartón, con
un sin número de filtraciones de aire y agua.
Foto 11; Vivienda de Joaquín y Norbel. Foto 12; Los hijos: María del Pilar y Emanuel.
Foto 15; El área de lavado de ropa. Foto 16; La letrina entre plantas de café.
243
Cuenta con un solo espacio (cuarto redondo), que se usa como dormitorio, estancia y cocina. En el
traspatio se observa abundante vegetación, y en él, se localiza el área de lavado de ropa y la letrina o
foso negro usado para depositar las excretas; entre las plantas de plátano y café (fotos 11 a la 16).
Familia de Lorenzo Ovando Ruiz y Eloína Vázquez Castellanos, con 5 hijos: María Nereida,
Asunción, Mario Alberto, Adulfo, Nereida, Guadalupe. Las fotos de la 17 a la 21 muestran las
condiciones de la vivienda, construida parcialmente con piso de concreto, paredes de madera con
cubierta de lámina de cartón en mal estado. Cuenta al interior con dormitorio y fogón, y en el
traspatio con tanque séptico, que requiere agua cada vez que se usa; incluye caseta, asiento y tanque
en malas condiciones(ver fotos 17 a la 21).
Foto 17; Vivienda de Lorenzo y Eloína. Foto 18; Parte trasera de la vivienda; en la imagen
Lorenzo y Eloína, con estudiantes de arquitectura.
Foto 19; Parte posterior de la vivienda Foto 20; Interior de la vivienda, área del fogón
244
Foto 21; Fosa séptica de la vivienda de Lorenzo; incluye asiento, caseta y tanque séptico.
Familia de Crescencio Pérez Pérez y Margarita Pérez Castellanos, con 3 hijos: José Concepción,
Manuel de Jesús y Anasucely. La mayor parte de las paredes de la vivienda está construida con
embarro de lodo con tierra del lugar y ramas (bajareque); la cubierta es de lámina metálica en la parte
de la fachada y lámina de cartón en la parte posterior, misma que cubre el área parcial del fogón. El
piso de la vivienda es de tierra y sólo cuenta con un espacio (cuarto redondo), que es usado como
dormitorio y estancia. Como se aprecia en las fotos 22 a la 24, la condición de la vivienda es precaria.
En el área del traspatio, se localiza el foso negro usado para evacuar las excretas; se observa que tiene
asiento y está totalmente descubierto. A un lado, se aprecia el tanque construido con mampostería de
block, sin refuerzo de acero y sin cubierta, usado para almacenar el agua (ver fotos 25 y 26)
245
Foto 22; Vivienda de Crescencio y Margarita. Foto 23; Parte posterior, área del fogón.
Foto 25; Foso negro al aire libre (letrina). Foto 26; Tanque para depósito de agua.
246
• Caso de estudio 4 (Jesús y esposa)
Familia de Jesús López Gómez y Ofelia Gómez Ovando, con 2 nietos: Carmelita y Marisol, que
viven con ellos eventualmente. La vivienda está construida con piso de concreto pulido (realizado
con el apoyo del programa de gobierno para la construcción de piso firme), paredes de embarro de
lodo con tierra del lugar (bajareque) y cubierta con lámina de cartón, ambos aspectos en muy mal
estado. En el interior se observa la recamara y, en la parte posterior, se localiza el fogón. Tiene
muchas filtraciones de aire y agua. En el exterior, se encuentran ubicados el tanque de agua y la
letrina, que de igual forma se encuentran en muy mal estado (ver fotos 27 a la 32).
Foto 27; Vivienda de bajareque de Jesús y Ofelia. Foto 28; Detalle del entramado y embarro de lodo.
Foto 29; Interior de la vivienda, dormitorio. Foto 30; Parte posterior de la vivienda, el fogón.
247
Foto 31; Letrina al lado del tanque de agua. Foto 32; Interior de la letrina usado como bodega.
La familia de José Luis Pérez Pérez y Marisol López Gómez, tiene 2 hijos: Iván de Jesús y José
Fabián, y viven a un lado de la vivienda de Jesús y Ofelia, que son papás de Marisol. La vivienda está
hecha, al frente, de paredes de lámina metálica en muy mal estado y la parte posterior de bajareque,
también en muy mal estado. La cubierta es de lámina metálica y parte de cartón, y el piso de tierra.
En la foto se aprecia que cuentan con un lavadero de ropa y trastos. Comparten la letrina que tienen
los papás de Marisol, así como el tanque para almacenar el agua. El traspatio está prácticamente
desarbolado (ver fotos 33 y 34).
Foto 33; Fachada de la vivienda de Jesús y Marisol. Foto 34; Parte posterior de la vivienda.
248
5.4.2 Análisis en el “tiempo uno” (t1)
Con los resultados obtenidos en el proceso de evaluación y transformación del período “tiempo cero”
(t0), se determinaron los requerimientos necesarios que deberán ser atendidos. De acuerdo con la
evaluación en el t0, se procedió a realizar las transformaciones de las condiciones de las viviendas y el
entorno inmediato de las 5 familias analizadas, a partir de propuestas de solución adecuadas a los
usuarios y al entorno natural. Posteriormente, se procedió a la aplicación de la segunda fase del
modelo, denominada “proceso de evaluación y control”, y que corresponde al período de tiempo
preestablecido denominado “tiempo uno” (t1).
En el cuadro 58, se presentan los períodos correspondientes a cada una de las fases asignadas,
específicamente las fechas en que fueron aplicadas las fases correspondientes a los períodos: “tiempo
cero” (t0), la terminación del proceso de transformación, y el “tiempo uno” (t1).
Cuadro 58; Períodos registrados de acuerdo con los procesos del modelo MECVE
Proceso de Terminación del Proceso de
Casos particulares de evaluación evaluación y control
proceso de
estudio “tiempo cero” (t0) “tiempo uno” (t1)
transformación
Casa 1 (Joaquín) Octubre de 2007 Agosto de 2008 Julio de 2009
Casa 2 (Lorenzo), Octubre de 2007 Agosto de 2008 Julio de 2009
Casa 3 (Crescencio) Octubre de 2007 Agosto de 2008 Julio de 2009
Casa 4 (Jesús) Octubre de 2007 Agosto de 2008 Julio de 2009
Casa 5 (José Luis) Marzo de 2005 Noviembre de 2006 Julio de 2009
La transformación requerida para cada caso de estudio particular, se realizó gracias al financiamiento
obtenido en los concursos de proyectos de investigación, de las convocatorias del Sistema de
Investigación Institucional de la Universidad Autónoma de Chiapas (SIINV-UNACH) en el año 2006,1
y del Fondo Mixto CONACyT–Gobierno del estado de Chiapas (FOMIX-Chiapas), período julio 2006
1
Proyecto de investigación: Mejoramiento habitacional y saneamiento comunitario del Ejido Ocuilapa de Juárez,
municipio de Ocozocoautla, Chiapas. Responsable técnico: Lorenzo Franco Escamiorsa Montalvo de la Facultad de
arquitectura de la Universidad Autónoma de Chiapas y financiado por el SIINV-UNACH, 2006.
249
a julio 2008.2 Con el financiamiento obtenido en los proyectos de investigación: “Mejoramiento
habitacional y saneamiento comunitario del Ejido Ocuilapa de Juárez, municipio de Ocozocoautla,
Chiapas”, y el “Proyecto de vinculación para el mejoramiento habitacional y saneamiento
comunitario en Ocuilapa de Juárez, municipio de Ocozocoautla, Chiapas”, respectivamente, se
desarrollaron prototipos arquitectónicos de viviendas rurales para beneficio de las 5 familias antes
mencionadas del Ejido Ocuilapa de Juárez. Los prototipos de viviendas rurales incluyen áreas de
dormitorio, estancia, área de cocina, área de aseo personal, tanque de almacenamiento de agua,
sistema de captación de lluvia, y letrinas secas e impermeables. Los prototipos fueron analizados y
diseñados por los miembros del Cuerpo Académico Desarrollo Urbano (CADU) de la Facultad de
Arquitectura de la Universidad Autónoma de Chiapas, con la colaboración de estudiantes de la
carrera de arquitectura.
Estos prototipos de viviendas rurales, se pretende que sirvan para otras familias de bajos ingresos
económicos, imposibilitadas por su condición social de tener mejores condiciones de habitabilidad y
saneamiento. Los prototipos planteados están concebidos para que sean los propios habitantes
quienes los construyan con la asistencia de técnica de académicos y estudiantes, a través de la
participación de grupos familiares, que compartan la fuerza de trabajo en la autoconstrucción de la
vivienda rural y los demás elementos complementarios descritos anteriormente, hacia un fin común,
capacitarse y contar con su propia vivienda; accesible, económica, segura, salubre y de fácil
ejecución. Para ello, los miembros del CADU, con la participación de estudiantes de la carrera de
arquitectura, realizaron el análisis y diseño arquitectónico, así como de los elementos constitutivos de
la vivienda rural y las áreas de servicios de aseo, lavado y letrina, procurando el uso de los materiales
regionales, los usos y costumbres de los habitantes, la imagen urbana, tipología de la comunidad, la
conservación del ambiente natural, entre otros aspectos.
Los prototipos establecidos fueron construidos por las familias beneficiadas, a partir de
procedimientos de autoconstrucción asistida técnicamente por los miembros del CADU y los
estudiantes de la carrera de arquitectura, con base en el proyecto ejecutivo preestablecido, con
elementos estructurales mejorados en cimientos, pisos, paredes y cubiertas, utilizando materiales
2
Proyecto de vinculación para el mejoramiento habitacional y saneamiento comunitario en Ocuilapa de Juárez,
municipio de Ocozocoautla, Chiapas. Responsable técnico: Lorenzo Franco Escamiorsa Montalvo de la Facultad de
Arquitectura de la Universidad Autónoma de Chiapas y financiado por el Fondo Mixto CONACyT–Gobierno del estado
de Chiapas (FOMIX-Chiapas), 2006-2008.
250
existentes en la región y cuidando la conservación de la tipología del lugar, el medio ambiente, los
espacios adecuados en el interior y al entorno inmediato, salubres, económicos, con sistemas
constructivos tradicionales que procuren el confort climático y garanticen la seguridad de los
habitantes ante algún siniestro (sismos). Para ello, se elaboró un manual de procedimientos de
autoconstrucción; asimismo, se impartieron cursos de capacitación, se ofreció asesoría técnica,
seguimiento y control de calidad durante la construcción de las viviendas rurales.
Las características de las viviendas rurales y los elementos adicionales: área de aseo, letrina, tanque
de almacenamiento, entre otros, se definieron y diseñaron considerando los componentes ambientales
abióticos siguientes: suelo rocoso permeable, manto freático a 20 o 40 cm de la superficie,
temperatura promedio de 24 a 25°C, precipitación promedio de 1,275 mm en la época de lluvia,
vientos dominantes de NW a SE y zona sísmica “C”.
Con base en lo anterior, los elementos estructurales y constructivos, fueron los siguientes:
• Cimientos de mampostería de piedra del lugar, colocada con mortero cemento-arena del lugar.
• Paredes de mampostería de piezas huecas (block de 15x20x40 con tres huecos), fabricadas en
el sitio con arena del lugar y con refuerzo de acero al interior en ambos sentidos: vertical y
horizontal, según las normas técnicas (NTC, 2004). La propuesta de construir paredes de
block, se debe a que es el material predominante utilizado por los habitantes, ya que más del
76% de las viviendas encuestadas en el Ejido Ocuilapa de Juárez, están construidas con block.
• Techumbre a dos aguas, con estructura de madera del lugar para soportar teja de barro cocido
de la región.
• 2 Puertas y 2 ventanas de madera, además de ventanas construidas con el mismo block de
canto, formando celosía.
• Piso de concreto con terminado pulido.
• El área de aseo personal, construido con el mismo sistema en paredes y piso; asimismo, el
tanque para almacenamiento de agua con cubierta de losa de concreto y tapa de lámina de
acero para llevar a cabo el mantenimiento correspondiente. El tanque será abastecido por el
sistema de recolección de agua de lluvia, a través de las cubiertas de teja de barro cocido.
• Letrina seca impermeable con 2 cámaras: tanque construido con piso de concreto reforzado,
mampostería de block en las paredes con refuerzo de acero en ambos sentidos, piso de
concreto armado, tapas de acero para mantenimiento de cámaras, caseta de madera que
251
incluye: puerta de acceso, techo con estructura para soportar teja de barro cocido o lámina de
asbesto-cemento, asiento de concreto con tapa de madera y tubos de PVC para la emisión de
gases.
• Fogón economizador de leña y control de humos (estufa ecológica), construido con el mismo
procedimiento planteado en los otros elementos.
• Instalación eléctrica superficial.
• Mueble artesanal para el lavado de manos, boca y aseo dental.
252
• Caso de estudio 1 (Joaquín y familia)
Foto 35; Vivienda original de Joaquín y Norbel. Foto 36; Vivienda mejorada.
Foto 39; Área de aseo corporal y tanque de almacenam. Foto 40; Área de aseo y tanque mejorado
253
• Caso de estudio 2 (Lorenzo y familia)
Foto 41; Vivienda original de Lorenzo y Eloína. Foto 42; Vivienda mejorada.
Foto 43; Vivienda original: Crescencio y Margarita. Foto 44; Vivienda mejorada.
Foto 45; Vivienda original de Jesús y Ofelia. Foto 46; Vivienda mejorada de madera.
254
• Caso de estudio 5 (José Luis y familia)
Foto 47; Vivienda original de José Luis y Marisol. Foto 48; Vivienda mejorada con captación agua de lluvia
en la cubierta y se canaliza al tanque.
Foto 49; Tanque de la letrina seca de 2 cámaras Foto 50; Asiento con aditamento para la orina
Foto 51; Letrina seca impermeable de 2 cámaras Foto 52; Asiento y respiraderos
255
• Sistema de autoconstrucción de vivienda rural
Foto 53; Molde de bloquera para fabricación de block Foto 54; Fabricación del block in situ, en la imagen
hueco de 15x20x40 cm el señor Jesús
Foto 55; Cimentación de mampostería con piedra del Foto 56; Fabricación de piezas especiales para colocar
Lugar, cadena de desplante y paredes de block. refuerzo interior. En la imagen, el señor Crescencio.
Foto 57; Preparación en paredes para refuerzo Foto 58; Colocación de refuerzo horizontal interior
256
Foto 59; Preparación para cadena de cerramiento Foto 60; Colocación de refuerzo horizontal interior
Foto 61; Ventanas de celosía hecha de block Foto 62; Otro tipo de ventana de celosía
Foto 63; Detalle de anclaje de estructura de madera Foto 64; Colocación de estructura de madera en el techo.
El señor Joaquín asesorado por el estudiante Bernardo.
257
• Sistema de aseo corporal y almacenamiento de agua
Foto 65; Área de aseo corporal en proceso de construc- Foto 66; Conducción del agua de lluvia captada en la
ción. . teja de barro hacia el tanque.
Foto 67; Mueble artesanal para aseo de manos y boca Foto 68; Señora Norbel y sus hijos
El mueble fue construido por artesanos del Ejido Ocuilapa de Juárez, y sirve para el aseo de manos y
boca; incluye, depósito de agua, llave, jabonera, bandeja de colecta de agua usada, porta toalla y
soporte fabricado de acero tubular.
258
5.4.3 Presentación gráfica de resultados; t0 y t1
En este apartado se presentan gráficamente los resultados de la aplicación del modelo MECVE en una
de las 5 viviendas analizadas como casos de estudio. Específicamente, se seleccionó la Casa 1
habitada por Joaquín Martínez Hernández y Norbel Jiménez Pérez, con sus 2 hijos, Emanuel y María
del Pilar. Las gráficas relacionan los registros de las variables (coordenada “x”), de acuerdo con el
rango de calidad sanitaria obtenido (coordenada “y”), tanto en el “tiempo cero” (t0) como en el
“tiempo uno” (t1); asimismo, los rangos considerados aceptables para la propuesta de la Vivienda
Rural Saludable (VRS), asignados con los colores “amarillo” (suficiente) y “verde” (excelente), se
registran en forma permanente para identificar la ubicación del valor de la variable respecto a los
valores de calidad preestablecidos de la VRS.
La gráfica 24 muestra los aspectos socioeconómicos en el t0. La variable “habitantes por vivienda” se
ubica en el rango 2 (“bueno”), ya que la familia de Joaquín registró 4 habitantes; este elemento está
relacionado directamente con el análisis espacial para determinar el grado de hacinamiento de la
vivienda, mismo que se describirá en los apartados subsecuentes. Respecto a la “escolaridad”, todos
los miembros de la familia saben leer y escribir, ubicándose en el rango uno (“muy bueno”), al igual
que la “tenencia del terreno y la vivienda”. Los “ingresos familiares”, se encuentran en el rango 4
(“malo”), ya que el jefe de familia recibe entre uno y 2 salarios mínimos (SM); en este respecto se
señala que Joaquín no cuenta con parcela propia, realiza actividades de peón de albañil, jornalero,
entre otros, en ocasiones trabaja fuera del ejido e incluso fuera de la entidad, los trabajos que realiza
son eventuales, por lo que existen periodos que no cuenta ingresos económicos. Con excepción de la
variable de ingresos familiares, la Casa 1 cumple con los rangos aceptables propuestos para la VRS.
Con relación al t1, la gráfica 25 muestra los registros en el momento de aplicar nuevamente el
instrumento de evaluación propuesto en el MECVE. Se observa que todos los elementos mantuvieron
la misma condición registrada en el t0, con excepción de la variable “ingresos familiares”, que pasó
del rango 4 al rango 3; es decir, del rango “malo” a “regular”, toda vez que en la fecha que se aplicó
el modelo, Joaquín tenía trabajo y contaba con ingresos económicos cercanos a 3 SM (ver gráfica 25).
259
Gráfica 24; Aspectos socioeconómicos, tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
Habitantes por Escolaridad Actividad económica Ingresos familiares Tenencia del terreno
vivienda de la familia y la vivienda
1
Rango de calidad
Habitantes por Escolaridad Actividad económica Ingresos familiares Tenencia del terreno
vivienda de la familia y la vivienda
260
Gráfica 26; Disposición de bienes de consumo, tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
1
Rango de calidad
261
La gráfica 28 muestra las condiciones físico-espaciales registradas en el t0. Se aprecia que la Casa 1
presenta condiciones adecuadas en la “topografía” (pendientes entre 3 y 6%; rango 2 “bueno”) y, de
acuerdo con el “tipo de suelo” rocoso identificado en el lugar, se registra el rango uno (“muy
bueno”); asimismo, estos dos elementos analizados son invariables respecto al t1, debido a que
constituyen las características físicas del terreno donde se ubica el predio y la vivienda rural.
Referente a las condiciones de “piso” y “techo”, la vivienda registra una condición de rango 5 “muy
malo”; el piso es de tierra y el techo de lámina de cartón, con algunas áreas cubiertas por plástico,
como se aprecia en las fotografías. Las “paredes” están construidas con madera y tienen una
condición “regular”; no obstante, en la gráfica 30 esta condición se registra con el rango 5 debido a
que el proceso constructivo aplicado y relacionado con las “condiciones de las paredes de madera” es
“muy malo”. Finalmente, la orientación de la vivienda se registra el rango 3 “regular”.
Las gráficas 29, 31 y 33, presentan los resultados obtenidos en el t1. Se observa que todas las
variables registradas después de realizar el proceso de transformación, se ubican al 100% en los
parámetros aceptables asignados para la VRS; es decir, entre los rangos de calidad 1 y 2, “muy
bueno” y “bueno”, respectivamente. Las condiciones mejoradas y medidas corresponden a los
“materiales usados en la vivienda” respecto al piso, paredes y techo, y alcanzaron el rango 2 “bueno”;
asimismo, la “calidad del proceso constructivo aplicado”, respecto a la cimentación, las paredes de
mampostería y la estructura de techo fueron atendidos y los rangos se elevaron a “bueno”; también,
mejoró la condición “orientación” de la vivienda y las ventanas para obtener adecuada “ventilación
exterior”, elevándose el rango a “muy bueno”. Por otra parte, la ventilación e iluminación al interior y
la seguridad en las viviendas mejoraron respecto al t1; la ventilación interior se registró “muy bueno”,
la iluminación interior y la seguridad “bueno” (ver fotos; gráficas 29, 31 y 33).
262
Gráfica 28; Físico espacial (vivienda rural), tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
1
Rango de calidad
263
Gráfica 30; Físico espacial (vivienda rural), tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
1
Rango de calidad
Cimentación Muros de estructura Condiciones de la Techo (condiciones de Condiciones de las Ventilación exterior
de mampostería estructura de la estructura) paredes de madera (orientación de ventanas)
mampostería
264
Gráfica 32; Físico espacial (vivienda rural), tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
Rango de calidad
2
1
Rango de calidad
265
Para el análisis del grado de hacinamiento, de acuerdo con el número de habitantes en la vivienda,
así como el número de dormitorios (OMS, 1999:168), se consideraron los siguientes casos:
• Caso II) = Vivienda sin sala y comedor, y el cociente de dividir el número de habitantes entre
el número de dormitorios es mayor que 2.
• Caso III) = Vivienda con sala y comedor, y el cociente de dividir el número de habitantes
entre el número de dormitorios es mayor que 3.
La Casa 1, con 4 habitantes, tenía con un sólo cuarto (cuarto redondo), por tanto se registró en el
Caso II y Caso IV, con grado de hacinamiento “malo”; la Casa 2, con 7 habitantes, con sala, comedor
y 2 dormitorios, registró grado de hacinamiento Caso III “regular” y grado de hacinamiento Caso IV
“muy malo”; la Casa 3, con 5 habitantes y que tenía un sólo cuarto, registró en el Caso II y Caso IV,
con grado de hacinamiento “muy malo”.
Los registros anteriores, para el t1, mejoraron a “muy bueno” en la Casa 1, “muy bueno” y “bueno”
en la Casa 3; sin embargo, en la Casa 2, debido a que en la fecha que se realizó el reporte, estaban
alojados otros familiares, aumentando hasta 11 el número de habitantes, por lo que se registró el
rango “regular” y “malo” (ver cuadro 56 y 57).
Vivienda Rural
< 2 < 3 10 m²/hab. < 2 < 3 10 m²/hab. < 2 < 3 10 m²/hab.
Saludable
8 a 10 m² /
Tiempo "Uno" N.A. < 3 10 m² / hab. N.A. 4>3 6 a 7 m² / hab. N.A. <3
hab.
Tiempo "Cero" 4>2 N.A. 6 a 7 m² / hab. N.A. 4>3 < 6 m² / hab. 5 o más N.A. < 6 m² / hab.
266
En el t0, la Casa 4, con 2 habitantes, contaba con comedor y un dormitorio, por lo que reportó el Caso
III “muy bueno” y Caso IV, con grado de hacinamiento “malo”; la Casa 5, con 4 habitantes, tenía un
sólo cuarto, por tanto tiene grado de hacinamiento Caso II “malo” y grado de hacinamiento Caso IV
“muy malo.
Finalmente, en el t1, las condiciones de hacinamiento de la Casa 4 se registraron críticas, con grado
de hacinamiento “muy malo” en los Casos III y IV, debido a que se elevó el número de habitantes a 7
por tener que alojar adicionalmente a otra familia y la Casa 5 elevó sus rangos a “muy bueno” (ver
cuadros 57 y 58).
Vivienda Rural
< 2 < 3 10 m²/hab. < 2 < 3 10 m²/hab.
Saludable
CASA 4 (Jesús) CASA 5 (José Luis)
267
La dimensión servicio básico; uso de agua en el t0, se presenta en la gráfica 34. Se observó que el
“abastecimiento de agua” se realizaba por acarreo personal a una fuente cercana (arroyos), por tanto
se registró con el rango 5 “muy malo”; la “calidad del servicio de suministro” es “regular”, ya que en
el ejido existen varias fuentes de agua, incluso existe red de agua con cobertura parcial; la “cantidad
de agua disponible” varía entre 49 y 20 litros por persona por día y registra el rango 4 “malo”, esto
limita a la familia satisfacer sus necesidades de –uso de agua–, observando el rango 4 “malo”; por
otra parte, la distancia recorren para obtener el agua es, aproximadamente de 550 m, lo cual registra
la condición de rango 4 “malo”; y, finalmente, el registro de calidad sanitaria del agua fue de rango 5
“muy malo”, toda vez que las propiedades físicas del agua tiene problemas de olor, color, sabor,
materia flotante, organismos vivos, etc., no siendo apta para el consumo humano.
Referente al t1, se mejora el abastecimiento de agua al rangos uno “muy bueno”, ya que la vivienda se
conectó a la red de agua; no obstante, la calidad del servicio registró el rango 4 “malo”, debido a que
se registró en la época de estiaje, con lluvias eventuales, y además, el servicio de suministro del Ejido
de Ocuilapa es deficiente; asimismo, este problema tiene efectos respecto a la cantidad de agua
disponible y uso de agua, observándose en ambos avances al pasar al rango 3 “regular”. También, se
mejoró el parámetro de distancia a la fuente de agua, al evitarse el acarreo, registrándose un rango
uno “muy bueno”; lo anterior se debe, por una parte, al contar la vivienda en este periodo con un
sistema de captación alternativo (captación de agua de lluvia), y, por otro, el ejido amplió la cobertura
de la red de distribución; no obstante las mejoras obtenidas, la calidad sanitaria del agua registra el
rango 4 “malo”, ya que el agua continua sin recibir el tratamiento necesario (ver gráfica 35).
En la gráfica 36, se registra en el tiempo cero (t0) las variables relacionadas con el tipo y capacidad de
almacenamiento, y las características respecto al piso, paredes y cubierta; al respecto, las fotos anexas
refieren los registros obtenidos en el rango 5 “muy malo”. La gráfica 37 referida al tiempo uno (t1),
observa las mejoras obtenidas en la construcción del depósito de agua (tanque), registrando los
rangos “bueno” y “muy bueno” establecidos como parámetros para la VRS, con excepción a los 1,700
litros de capacidad del tanque, registrando el rango 3 “regular” (ver fotos; gráficas 35 y 37);
asimismo, las observaciones en el tiempo uno (t1), con rangos de calidad correspondientes a los
parámetros de la VRS, se observan en los procesos constructivos aplicados en la cimentación, paredes
de estructuras de mampostería del tanque, ya que pasaron de los rangos “muy malo” a “bueno” y
“muy bueno” (ver fotos y gráficas 38 y 39).
268
Gráfica 34; Servicio básico: uso de agua, tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
Abastecimiento Calidad del servicio Cantidad de agua Usos de agua Distancia a la fuente Calidad sanitaria
de agua de suministro de agua disponible de abastecimiento del agua
1
Rango de calidad
Abastecimiento Calidad del servicio Cantidad de agua Usos de agua Distancia a la fuente Calidad sanitaria
de agua de suministro de agua disponible de abastecimiento del agua
269
Gráfica 36; Servicio básico: uso de agua, tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
1
Rango de calidad
270
Gráfica 38; Servicio básico: uso de agua, tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
Rango de calidad
2
1
Rango de calidad
271
La diversas variables de la dimensión servicio básico; disposición de excretas, medidas en el tiempo
t0, están representadas en las gráficas de la 40 y 42, donde se observan los resultados obtenidos con
los rangos de calidad correspondientes, referidos a la disposición de excretas, calidad del servicio y
las características de los materiales usados en la construcción del inmueble: piso, paredes y techo;
asimismo, se registra la calidad del proceso constructivo aplicado, además de la localización del
inmueble y la capacidad del foso. Los registros reportados están entre los rangos de calidad sanitaria
“malo” y “muy malo”, con excepción de la localización de la caseta ubicada a 12 m, aproximados, a
partir de la vivienda, que registró el rango 3 “regular” (ver fotos y gráficas de la 40 y 42).
Con el proceso de transformación se logró construir la letrina seca, y los registros obtenidos de los
rangos de calidad en el tiempo uno (t1), se elevaron significativamente en todos los elementos, al
pasar a rango 2 “bueno”; asimismo, se logra alcanzar los parámetros establecidos para la VRS (ver
fotos y gráficas 41 y 43).
La dimensión manejo de residuos líquidos: agua usada, se presenta en las gráficas 44 y 45, y se
observa en el periodo del tiempo cero (t0), que los rangos de calidad correspondientes al agua residual
producto de lavado de ropa y trastos, producción de alimentos y la orina se deposita en el suelo del
traspatio sin control, por lo cual los rangos de calidad reportados están en 5 “muy malo”, con
excepción del agua residual producto del aseo corporal y manos, que registró rango 3 “regular”, ya
que esta agua es usada parcialmente para regar las plantas y árboles localizadas en el traspatio (ver
fotos y gráfica 44).
El proceso de transformación logró mejorar parcialmente los rangos de calidad, ya que de los
registros obtenidos en el tiempo uno (t1), se elevó a rango 2 “bueno” sólo la disposición de la orina,
debido al dispositivo existente de la letrina seca propuesta que separa la orina de las heces fecales;
asimismo, se mejoró la disposición de las aguas residuales generadas en la producción de alimentos,
al pasar del rango “muy malo” a “regular”. Los otros elementos, aguas usadas en el aseo corporal,
manos, lavado de ropa y trastos, no han mejorado y continúan con los registros obtenidos en el
tiempo cero (t0), ya que los residuos líquidos se siguen depositando directamente al suelo del
traspatio, sin control. Al respecto, se comenta que durante el proceso de transformación no se abordó
este problema, fueron de los trabajos pendientes por realizar como la construcción de galerías
filtrantes o simplemente construir una canalización de las aguas residuales (ver fotos y gráfica 45).
272
Gráfica 40; Servicio básico: disposición de excretas, tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
1
Rango de calidad
273
Gráfica 42; Servicio básico: disposición de excretas, tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
1
Rango de calidad
274
Gráfica 44; Manejo de residuos líquidos: agua usada, tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
Rango de calidad 2
Gráfica 45; Manejo de residuos líquidos: agua usada, tiempo uno "t1"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
275
La dimensión manejo de residuos sólidos: orgánicos e inorgánicos de las gráficas 46 y 47, se
observa en ambos períodos, tiempos t0 y t1, que los rangos de calidad correspondientes al manejo de
estos residuos, tanto la calidad sanitaria del manejo como la disposición final mejoraron
significativamente, ya que de los rangos “regular” y “malo”, se elevaron al rango 2 “bueno”. Lo
anterior, fue el resultado de pláticas y talleres ofrecidos a la comunidad de Ocuilapa de Juárez, y
específicamente se trabajo en las 5 viviendas que incluyen la Casa 1, correspondiente a la vivienda de
Joaquín y su familia (ver fotos y gráficas 46 y 47).
La variables de la dimensión manejo de residuos gaseosos representadas en las gráficas 48, registran
las observaciones obtenidas en el tiempo t0, correspondientes al “combustible” usado para la
producción de alimentos, la condición de las “emisiones de homo”, la “calidad del inmueble” (fogón)
y la posible “quema de materia orgánica”. En este periodo de análisis, todos reportaron el rango de
calidad 4 “malo”, con excepción de las “emisiones de humo” que registró 5 “muy malo” (ver fotos y
gráfica 48).
276
Gráfica 46; Manejo de residuos sólidos (RS), orgánicos e inorgánicos
(en la vivienda y en el peridomicilio), tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
Rango de calidad 2
1
Rango de calidad
277
Gráfica 48; Manejo de residuos gaseosos (la vivienda y el peridomicilio), tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
Rango de calidad 2
Gráfica 49; Manejo de residuos gaseosos (la vivienda y el peridomicilio), tiempo uno "t1"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
278
La dimensión calidad ambiental del entorno inmediato a la vivienda rural: calidad sanitaria del
suelo, representada en las gráficas 50 y 51, correspondiente a los períodos, tiempos t0 y t1, respecto a
los elementos: “control de residuos líquidos”, “disposición de orina” y “presencia de heces fecales”
mejoraron al pasar del rango 5 “muy malo” al rango 3 “regular”; asimismo, los elementos: “presencia
de excremento de animales”, “control de residuos sólidos orgánicos” y “disposición de residuos
sólidos orgánicos generados en la vivienda”, pasaron del rango 3 “regular” al rango 2 “bueno” (ver
fotos y gráficas 50 y 51).
279
Gráfica 50; Calidad ambiental del entorno inmediato a la vivienda rural
(calidad sanitaria del suelo), tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
Control de residuos Disposición de orina Presencia de heces Presencia de excremento Control de residuos Disposición de residuos
líquidos fecales de animales sólidos orgánicos sólidos generados en la
vivienda
1
Rango de calidad
Control de residuos Disposición de orina Presencia de heces Presencia de excremento Control de residuos Disposición de residuos
líquidos fecales de animales sólidos orgánicos sólidos generados en la
vivienda
280
Gráfica 52; Calidad ambiental del entorno inmediato a la vivienda rural
(calidad de los recursos naturales), tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
1
Rango de calidad
1
Rango de calidad
281
Gráfica 54; Calidad ambiental del entorno inmediato a la vivienda rural
(el peridomicilio), tiempo cero "t0"
Vivienda rural saludable Casa 1 (Joaquín)
Rango de calidad
2
1
Rango de calidad
282
5.4.4 Consideraciones finales
La aplicación del modelo planteado de evaluación de las condiciones de la vivienda rural y el entorno
(MECVE), en las 5 casos específicos de viviendas rurales, por un lado, permitió interpretar en forma
puntual el nivel que se encuentra cada indicador de acuerdo con los parámetros y la escala de los
rangos de calidad propuestos, y por otro, se identificaron los requerimientos y/o transformaciones por
realizar para tratar de alcanzar los niveles de calidad sugeridos en la vivienda rural saludable (VRS), o
por lo menos, reducir la brecha y avanzar con ese propósito en el futuro.
En los casos estudiados, en la fase del proceso de evaluación en el “tiempo cero” (t0) se identificaron
los niveles de calidad de las variables de cada dimensión; asimismo, los requerimientos fueron
atendidos de acuerdo con su importancia y magnitud, realizando la transformación necesaria a través
de propuestas y alternativas adecuadas de solución (las propuestas en nuestro caso, requirió cerca de
un año: ver cuadro 58: pág. 249). Posteriormente, transcurrió un año y se procedió a la aplicación de
la fase “proceso de evaluación y control” en el nuevo período denominado “tiempo uno” (t1), con
base en el modelo planteado y los instrumentos establecidos (esquema 6: pág. 128).
Como se observa en las diversas gráficas construidas para cada dimensión: aspectos
socioeconómicos, físico-espacial, servicios básicos, manejo de residuos y componentes ambientales,
así como la salud de los miembros y calidad ambiental del entorno, el nivel de los indicadores
variaron significativamente. Algunos alcanzaron los rangos de calidad requeridos para la VRS; no
obstante, otros se mantuvieron igual y por debajo de los niveles de calidad necesarios. En estos casos,
se procedería a realizar las transformaciones requeridas y/o aplicar las acciones necesarias, de
acuerdo con la problemática que se identifique. Con lo anterior, se estaría repitiendo el ciclo de
evaluación, mismo que deberá aplicarse las veces que sean necesarias con el propósito de identificar
los problemas y atenderlos adecuadamente.
Por otra parte, en el supuesto que en la fase de “proceso de evaluación y transformación”, todos los
registros de calidad estén en los rangos establecidos en la VRS, necesariamente se deberá aplicar la
fase de “evaluación y control” para garantizar que la VRS se conservan al paso del tiempo
(sostenibilidad).
283
284
Capítulo 6. El modelo propuesto (MECVE) en el contexto internacional
6.1 Antecedentes
La estrategia de vivienda saludable (EVS) propuesta por la OPS, esencialmente dirigida a los países de
America Latina y el Caribe, se centra en el enfoque de los problemas de higiene de la vivienda basado
en los principios que originó el concepto de vivienda saludable en 1987 por la OMS y fue presentada
como iniciativa para los países de América Latina y el Caribe, en 1994. El objetivo principal de esta
estrategia es fortalecer la ejecución de las actividades que promuevan y protejan la salud de las
poblaciones más vulnerables de los peligros socioambientales a los que están expuestas las viviendas
de las zonas más necesitadas.
1
Organización Panamericana de la Salud, La salud en las Américas, Washintong, D.C.: OPS. Publicación científica y
técnica, 2002
2
Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS), Hacia una vivienda saludable.
Manual Educativo Nacional, Bogotá, Colombia, 2010, 211 pp.
285
Finalmente, el componente educativo de la EVS alude a la educación sanitaria que las personas
beneficiarias de los proyectos de vivienda deben conocer para valorar la importancia de las prácticas
y hábitos saludables, y con ello, minimizar los riesgos de salud dentro de la vivienda y su entorno.
Con este último componente, la EVS pretende dar la sostenibilidad a los proyectos habitacionales
desde el punto de vista del buen uso de los elementos y componentes de la vivienda y el cuidado del
ambiente y la sana convivencia en el entorno.3
Los esfuerzos realizados por la OPS/OMS, los investigadores, instituciones de los gobiernos de países
de América Latina y el Caribe, para el abordaje de los peligros socioambientales y sanitarios del
entorno a los que están expuestas las viviendas habitadas por personas de bajos recursos económicos,
han sido muy variados. Los estudios realizados han derivado en aplicaciones de conocimiento, a
través de propuestas viables con conceptos y principios de atención primaria de salud, considerando
los componentes antes expuestos, así como la promoción de la salud que ejecuta la Comisión sobre
Determinantes Sociales de la Salud (OMS, 2005);4 esta Comisión tiene como propósito generar
recomendaciones basadas en la evidencia disponible de intervenciones y políticas apoyadas en
acciones sobre los determinantes sociales que mejoren la salud y disminuyan las inequidades
sanitarias. En este sentido, destacan los trabajos realizados por grupos de investigadores de Colombia,
Perú, Cuba, Chile, México, entre otros, que coinciden en el propósito de promover y proteger la salud
de la población más vulnerable.
En este apartado, se presentan algunos modelos de análisis e intervención cuyos objetivos tienen
ciertas similitudes a la propuesta del Modelo de evaluación de las condiciones de la vivienda rural y
el entorno (MECVE). Se distinguen los trabajos desarrollados por el grupo de investigadores del
Comité Nacional de Entornos Saludables de Colombia, integrado en el Manual educativo nacional.
Hacia una vivienda saludable que fue auspiciado por la OPS/OMS (OMS, 2010). El manual, que
denominaremos MENHVS, plantea que las intervenciones se deben realizar por familia, con el apoyo
de un facilitador, quien es el encargado de acompañar y hacer el seguimiento y orientación del
3
Ibidem.
4
En la Asamblea Mundial de la Salud celebrada en 2004, el Director General de la OMS, Dr. LEE Jong-wook, pidió que
se estableciera la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud. La Comisión está formada por destacados
formuladores de políticas y gerentes, científicos, grupos expertos y miembros de la sociedad civil, designados por la OMS
286
trabajo; este agente pude ser un funcionario institucional local, técnico o especialista en salud
ambiental y la salud humana; además debe poseer las siguientes habilidades: trabajar en grupos, en
gestión, tener dominio de aspectos pedagógicos y en manejo de grupos.
Las condiciones de cada variable, se califican en forma independiente y según el estado en que se
encuentren se usará color para el registro final del tema, implantando el color verde en los casos
favorables, el color amarillo regular y el rojo de riesgo. En un tema, si el número de indicadores rojo
y verde son similares, el resultado será amarillo; si se obtiene mayor número de indicadores rojo, el
resultado será rojo; mayor número en verde y menor en amarillo, será verde; y el mayor número en
287
verde y menos en rojo, será amarillo. Este instrumento del MENHVS, evalúa las variables y se
determina la condición por tema, con base en los criterios establecidos por colores; la evaluación se
realiza con la participación de la familia y con el acompañamiento del facilitador.
El segundo instrumento del MENHVS plantea una herramienta para la caracterización de la vivienda a
nivel comunitario y, a partir de éste, se obtiene el diagnóstico de las viviendas. La información
requerida es la siguiente:
El examen que se realiza de las características físicas de la vivienda, a través del MENHVS, permite
evaluar la calidad de la misma y las condiciones de vida de los habitantes de un área, municipio,
región o estado, en un periodo determinado. Con la información obtenida, de acuerdo con los
indicadores, se logra identificar y cuantificar las viviendas susceptibles de mejoramiento, ya sea
mediante la introducción de servicios o de materiales más resistentes; también, la información es
288
indispensable para la elaboración de políticas y programas de mejoramiento urbano por zonas
específicas.
En el primero de los instrumentos del MENHVS, se observa que la condición registrada en cada tema
es resultado de la evaluación de las variables que las conforman y el color que se registra en cada
variable se hace con la participación de los miembros de la familia y la apreciación del facilitador. El
segundo instrumento del MENHVS, consta de una encuesta de 122 preguntas para determinar el
diagnóstico de acuerdo con las dimensiones que plantea. La información obtenida servirá de
referencia en los posdiagnósticos que se efectúen; el instrumento deberá aplicarse con un agente
facilitador, como ya se mencionó, especializado y previamente capacitado para realizar esa tarea.
En la revisión de otros trabajos similares, destacan los aportes metodológicos realizados por
Srinivasan, et al., (1970), denominado SARAR,5 mismos que fueron considerados, adecuados y
reeditados por la OPS/OMS en la construcción de manuales para viviendas saludables. En este
sentido, se analizó el manual Hacia una vivienda saludable. Guía para el facilitador,6 elaborado por
el grupo de investigadores de Perú (OMS, 2009), que denominaremos HVS. Las dimensiones o temas
abordados, algunos son similares al manual analizado (MENHVS). Al igual que el caso anterior, el
trabajo se desarrolla en forma participativa a nivel familiar, con el acompañamiento del facilitador.
Los temas abordados son:
• Tema: La vivienda y su entorno; subtemas: diseño y ubicación, condiciones físicas,
disposición de espacios; ejemplos de riesgos: presencia de vectores, contaminación del agua y
aire y saneamiento defectuoso, disposición inadecuada de basura, estructura inadecuada,
frecuencia de ruido, ventilación e iluminación inapropiada, etc.
• Tema: Calidad del agua; subtemas: protección y métodos de tratamiento, métodos
domiciliarios para mejorar la calidad.
• Tema: Las excretas y las aguas grises; subtemas: manejo y disposición de excretas, manejo y
disposición de aguas grises o aguas residuales.
• Tema: Residuos sólidos; subtemas: residuos orgánicos e inorgánicos, almacenamiento,
recolección, tratamiento y disposición.
• Tema: Higiene y control de vectores; subtemas: los vectores, los roedores, hábitos de higiene
5
Seguridad (autoestima), Asociación (trabajo en grupo), Reacción (creatividad y pro actividad), Actuación (solución a
problemas reales) y Responsabilidad Sustentable (compromiso).
6
Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS), Hacia una vivienda saludable.
Guía para el facilitador, Lima, Perú, 2009, 96 pp.
289
personal, manejo de alimentos.
• Tema: Ambiente familiar; subtemas: violencia intrafamiliar, maltrato de ancianos, violencia
sexual, maltrato infantil y abandono.
El manual HVS constituye una guía para poner en marcha el proceso educativo estratégico con un
efecto dirigido a las familias; los temas los presenta el facilitador con el uso de materiales necesarios
que guíen y faciliten la enseñanza y comprensión por parte del grupo familiar. Se usan instrumentos
como carteles con imágenes que garanticen la efectividad de las acciones y los cambios que se
pretenden lograr; asimismo, que sirvan para la autoevaluación. La valoración de los temas se realiza a
partir de una serie de visitas a la familia coordinadas por el facilitador y en forma similar se usan
colores; rojo (mal), amarillo (regular) y verde (bien); se registran las actividades, las evaluaciones de
los temas señalados, las evaluaciones de la vivienda y los cambios logrados por familia, todo esto con
base en un cronograma de trabajo que da seguimiento a las acciones. No se aplica ningún otro
instrumento, como encuestas, que permitan llevar a cabo un registro con mayor precisión de los
elementos que se analizan; el modelo HVS trata de sensibilizar a la familia sobre los factores de
riesgos a la salud, a través de la identificación de los problemas y con el apoyo del facilitador quien
trabaja directamente, “cara a cara”, con la familia.
En este sentido, destaca también el manual Hacia una vivienda saludable. Que viva mi hogar dirigido
a los facilitadores y agentes comunitarios7 elaborado por el grupo de investigadores que conforman el
Comité Nacional de Entornos Saludables de Colombia, auspiciado también por la OPS/OMS (OMS,
2003). El manual tiene como objetivo contribuir al mejoramiento de la salud y de las condiciones de
vida en la vivienda en la población colombiana; su contenido es fundamental en el desarrollo de
acciones básicas y preventivas en el ámbito local con la participación de la comunidad; además,
presenta contenidos técnicos y actividades educativas que promueven procesos reflexivos, analíticos
y participativos, orientados para el aprendizaje a partir de experiencias, intercambio de saberes de los
participantes sobre construcción colectiva del conocimiento y de la concertación.
7
Líder de la comunidad, que desarrolla acciones educativas, de organización y participación social a nivel comunitario y
familiar; tiene las siguientes habilidades: ser líder, trabajar en equipo, expresarse con facilidad y gozar de aceptación.
290
identificación de los factores de riesgo que existen en las viviendas y los factores de protección que se
implementan a nivel familiar y comunitario.
Otro instrumento que incide hacia la generación de capacidades necesarias en la familia para mejorar
su salud, la vivienda y el entorno y propiciar estilos de vida saludable entre sus miembros, es el
Manual de implementación. Familias y viviendas saludables (ADRA, 2008) realizado por un equipo
de trabajo de Perú; así también, de equipos de trabajo peruanos la Vivienda rural saludable de la Red
Nacional de Caritas para la Sistematización de Experiencias Participativas (2005), de la Guía
metodológica para la iniciativa de vivienda saludable de Barceló, et al., de un grupo de
investigadores de la Habana, Cuba (OMS, 2001), y la recién publicada Guía metodológica para la
implementación de la estrategia vivienda saludable (OPS/OMS, 2010).
En México, desatan los trabajos y documentos elaborados desde la entonces Sedue (1982),
actualmente la Secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), orientados a la elaboración de esquemas,
planes y programas de desarrollo urbano; específicamente, los trabajos de esa dependencia
relacionados con el análisis de las características físicas de la vivienda y las condiciones de vida de
los habitantes y previstos por la Ley de Vivienda (Diario Oficial, 2006), con el propósito de evaluar la
calidad de la vivienda, cuantificar y localizar las viviendas susceptibles de mejoramiento,8 a partir del
uso de materiales resistentes para la construcción y la introducción de servicios básicos de agua y
drenaje, convirtiéndose de esta manera, la calidad de vivienda como un indicador indispensable. En
este sentido, la Ley de Vivienda, Art. 2, considerará que la vivienda digna y decorosa debe cumplir
con las disposiciones jurídicas aplicables en materia de asentamientos humanos y construcción,
habitabilidad, salubridad; además, contar con los servicios básicos y brinde a sus ocupantes seguridad
jurídica en cuanto a su propiedad y contemple criterios para la prevención de desastres y la protección
física de sus ocupantes ante los elementos naturales potencialmente agresivos.
8
Mejoramiento de vivienda: la acción tendiente a consolidar o renovar las viviendas deterioradas física o funcionalmente,
mediante actividades de ampliación, reparación, reforzamiento estructural o rehabilitación que propicien una vivienda
digna y decorosa; Art. 4, Fracc. VII de la Ley de Vivienda, publicada por el Diario Oficial de México, 27 de junio de 2006
291
seguridad estructural y la adecuación al clima con criterios de sustentabilidad, eficiencia
energética y prevención de desastres;
• Promueve la expedición, aplicación y mantenimiento de normas oficiales mexicanas, códigos
de procesos de edificación y reglamentos de construcción con requisitos técnicos que
garanticen la seguridad estructural, habitabilidad y sustentabilidad de toda vivienda;
• Fomenta la participación de los sectores público, social y privado para el financiamiento
dirigidos al desarrollo y aplicación de ecotécnicas y de nuevas tecnologías en vivienda y
saneamiento, principalmente de bajo costo y alta productividad, que cumplan con parámetros
de certificación y cumplan con los principios de una vivienda digna y decorosa;
• Promueve que las tecnologías sean acordes con los requerimientos sociales, regionales y de la
propia población, estableciendo mecanismos de investigación y experimentación tecnológicas;
• Promueve el uso de materiales y productos que contribuyan a evitar efluentes y emisiones que
deterioren el medio ambiente, así como aquellos que propicien ahorro de energía, uso
eficiente de agua, un ambiente más confortable y saludable dentro de la vivienda de acuerdo
con las características climáticas de la región.
En el marco del Plan Nacional de Desarrollo (PND), el gobierno federal lanzó en 2008 la estrategia
Vivir Mejor, que concentra y coordina todas las acciones de gobierno encauzándolas hacia un mismo
objetivo, el Desarrollo Humano Sustentable. Esta estrategia plantea tres líneas de acción principales:
• Continuar desarrollando las capacidades de los mexicanos en materia de salud, educación,
vivienda y alimentación;
• Brindar una red de protección social a los sectores más vulnerables de la población, y
• Fortalecer la coordinación social y económica con objeto de facilitar el acceso al empleo
formal para todos.
El desarrollo de capacidades básicas contempla no sólo que las personas accedan a los espacios
escolares, al trabajo y a la vida social y comunitaria; sino también, que accedan a una vivienda digna
como soporte del patrimonio familiar. En este sentido, la Sedesol ha realizado acciones de
mejoramiento de la vivienda, a través de diversos programas en comunidades rurales altamente
marginadas, con objeto de dotarlas de equipamiento y servicios básicos que garanticen la salud, la
calidad de vida y la seguridad para quienes las habitan. En las zonas rurales a lo largo de todo el país,
ha provisto de paquetes básicos de mejoramiento de vivienda que incluye: filtros potabilizadores,
292
estufas ecológicas y servicios sanitarios, así como la sustitución de pisos de tierra por un piso de
concreto de hasta 50 m2, siendo este último una de las iniciativas más importantes emprendidas por el
gobierno federal;9 asimismo, a estas acciones se han instrumentado tecnologías mejoradas para el uso
de combustibles, con objeto de disminuir la contaminación al interior de la vivienda.
La Sedesol, la UNAM a través del Instituto de Geografía, la Secretaría del Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat) y el Instituto Nacional de Ecología (INE), proponen indicadores
encaminados a la caracterización del territorio englobados en tres subsistemas principales: natural,
social y urbano-regional, y económico, con el propósito de compilar en un solo documento aquellos
indicadores frecuentemente utilizados en nuestro país con fines de caracterización y ordenación
territorial (Sedesol, 2004). Los indicadores propuestos no son totalitarios, pero incluyen entre otros,
la calidad de la vivienda que se analiza según los materiales empleados y se evalúan con rangos
establecidos; p. ej. se reclasifica la información estadística censal de acuerdo con una estratificación,
en donde las viviendas que tienen los mejores materiales en piso, paredes y techo, se considera que
tienen buena calidad obteniendo el rango 1; aquéllas que tienen una condición de rango 2 en los
mismos componentes, se clasifican como de regular calidad y, se consideran de mala calidad las
viviendas que se ubican en los rango 3, 4 y 5, que en general incluyen a las viviendas con piso de
tierra, techos y muros de materiales endebles o perecederos.
6.2.1 Análisis comparativo del modelo MECVE con los instrumentos relevantes
Con relación a nuestro modelo de evaluación de las condiciones de la vivienda rural y el entorno
(MECVE), existen ciertas similitudes respecto a las dimensiones o temas que se abordan, así también
a las variables y/o indicadores que se plantean en los manuales y guías analizadas; no obstante, a
diferencia de algunos de los casos analizados, la valoración de los factores de riesgos a la salud a
partir de los elementos analizados, se realiza en forma independiente, con base en los parámetros y
rangos de calidad establecidos, toda vez que el modelo MECVE prevé que los registros obtenidos
formen parte de la valoración conjunta de la totalidad de las variables y subvariable, con el propósito
9
En abril de 2007, un grupo de investigadores de la Universidad de California en Berkeley, patrocinados por el Banco
Mundial, realizaron una evaluación sobre el impacto de la colocación de pisos firmes en zonas marginadas de México. La
evidencia demostró que los programas de piso firme disminuyen los problemas en la piel y contribuyen a reducir la
incidencia de enfermedades como diarrea, parasitosis intestinal, hepatitis, salmonella y fiebre tifoidea, varias de las cuales
provocan cuadros agudos de anemia, sobre todo en los niños.
293
de lograr una evaluación integral de la vivienda y el entorno inmediato.
Si bien, el MECVE plantea un instrumento conformado por 181 preguntas y con ello se realiza una
amplia valoración de las condiciones de la vivienda y su entorno inmediato, éste no es absoluto, ya
que no incluye los aspectos psicosociales, toda vez que no se consideró su abordaje por la naturaleza
misma del tema, en relación con la formación disciplinar del autor de este trabajo; asimismo, algunos
aspectos de salud no son abordados a detalle como en los manuales antes señalados, por citar:
protectores para evitar ingreso de animales, plagas o vectores, aseo de la vivienda, lavado de verdura
y frutas crudas, accidentes al interior de la vivienda, salud oral, entre otros.
Al igual que varios de los modelos analizados, el MECVE se construye con el propósito de contribuir en
la atención de las necesidades biológicas, sociales y sanitarias (salud, habitación, ambiente sano, etc.)
de las personas que habitan en el medio rural; y focaliza la evaluación de los posibles factores de
riesgos a la salud de las personas y del medioambiente, relacionados con los elementos y condiciones
de la vivienda rural; sin embargo, a diferencia de los otros modelos, con este modelo se profundiza en
el análisis de las siguientes dimensiones o temas generales:
• Espacio físico –la vivienda rural–: la calidad tanto de los materiales usados como en los
procesos constructivos de la vivienda; asimismo, sobre la distribución espacial que está
relacionada con el hacinamiento.
• Servicios básicos; uso del agua y disposición de excretas: en el primer caso se aborda la
cantidad disponible de agua por persona, las distancias de recorrido para obtenerla, la calidad
sanitaria, el almacenamiento considerando la calidad de los materiales usados como los
aspectos técnicos en su construcción; en el segundo caso, la calidad física en cuanto a
materiales usados y condiciones técnicas del mueble o inmueble usado (letrina, fosa séptica,
etc.), emplazamiento del inmueble, capacidad.
• Manejo de residuos líquidos, sólidos y gaseosos: en el primer caso, se analiza el manejo de las
aguas usadas en las actividades relacionadas con el aseo corporal, lavado de manos, ropa,
trastos de cocina, producción de alimentos y la orina. En los residuos sólidos, se profundiza en
la disposición final; y en los residuos gaseosos, se analiza el control sanitario de las emisiones
de humo (CO), calidad física del fogón y la quema de materia orgánica en el traspatio.
• Componentes ambientales; abióticos y bióticos: valoración en lo general y en lo particular
“entorno inmediato a la vivienda” de estos componentes.
294
• Calidad ambiental del entorno inmediato a la vivienda rural. Calidad sanitaria del suelo:
control de residuos líquidos, presencia de heces fecales y excremento de animales, control de
residuos sólidos orgánicos, disposición de residuos. Calidad de los recursos naturales: respeto
y conservación de los recursos naturales, riesgo de contaminación de los recursos. Calidad
sanitaria de los cuerpos de agua del entorno general: arroyos y ríos.
Los rangos de calidad propuestos en el modelo MECVE, ofrecen una escala de valor con cinco niveles
de calidad como posibles respuestas para cada variable y/o subvariable, tratando de obtener mayor
precisión en los resultados y facilitar la apreciación del analista o asistente técnico.
• Rango 1, se cumple excelentemente (muy bueno; color: verde)
• Rango 2, se cumple suficientemente (bueno; color: amarillo)
• Rango 3, se cumple parcialmente (regular; color: naranja)
• Rango 4, no se cumple (malo; color: rojo claro)
• Rango 5, condición crítica (muy malo; color: rojo intenso)
La escala propuesta es amplia, también se usan colores y en la mayoría de los casos se hace énfasis en
elementos cuantitativos más que cualitativos, a diferencia de los manuales y guías analizadas
anteriormente que usan una valoración cualitativa a partir de tres colores: verde, amarillo y rojo, que
en ese orden significan: bien, regular y malo. Por otra parte, los indicadores para la caracterización
presentada por la Sedesol (2004), existe cierta similitud respecto a la escala; no obstante, hay
divergencias respecto a los criterios en la definición de cada valor; la valoración de la calidad de los
indicadores en la escala: rango 1 (bueno), rango 2 (regular) y rango 3 (malo), y considera los rangos 4
y 5 con la calificación de malo.
Respecto a los parámetros y estándares (rangos), destaca el trabajo del grupo de investigadores de
Chile dirigidos por D´Alençon, et al., (2008), específicamente para la obtención del índice de
habitabilidad, a partir de un conjunto de parámetros y estándares de calidad para la vivienda formal e
informal de Chile. El estudio toma como marco conceptual la habitabilidad, con énfasis en los
elementos relativos a las condicionantes de la salud, y se fundamenta en el estudio comparado de las
herramientas actuales de los organismos públicos chilenos que operan en el ámbito relacionado a la
habitabilidad de la vivienda; además de las experiencias y necesidades instrumentales. En forma
específica, el estudio integra la evaluación de los niveles de desempeño de los distintos parámetros de
295
los ámbitos de infraestructura, servicios básicos, confort y hábitos saludables.
Los niveles de evaluación se establecen con valores cualitativos y cuantitativos, y varían del número
1 al 5: muy bueno (5), bueno o suficiente (4), mínimo (3), deficiente (2) y malo (1). Los parámetros
son:
• Grupo de infraestructura: hacinamiento, allegamiento, espacio para ampliación y
equipamiento comunitario;
• Grupo de servicios básicos: agua potable y alcantarillado, sistema de energía, entorno sin
contaminación, eliminación de basura, seguridad contra incendios;
• Grupo de confort: iluminación interior y soleamiento, aislamiento acústico y térmico,
ventilación en invierno y verano, estanqueidad de la envolvente;
• Parámetro transversal: hábitos saludables.
El estudio anterior profundiza el análisis del hacinamiento, con una escala territorial que comprende:
la calidad de la vivienda, el entorno inmediato y el conjunto habitacional, a diferencia de nuestro
modelo MECVE que no abarca el conjunto habitacional y específicamente se centra en la distribución
espacial. Existen otros elementos referidos a las condicionantes de la vivienda y el entorno inmediato;
no obstante, no se profundiza en el análisis como se hace con el MECVE, en los casos de servicios
básicos y algunos elementos relacionados con el confort: iluminación y ventilación.
Por otra parte, existe similitud en la metodología de diseño para la propuesta de los parámetros tanto
en el estudio señalado como con el modelo MECVE, toda vez que se definen a partir de un conjunto de
parámetros y estándares para la vivienda y entorno, con énfasis a los condicionantes de la salud y con
referencia del estado del arte, incluyendo las definiciones y temas relacionados, normas y
reglamentos de organismos de regulación nacionales e internacionales.
La propuesta del modelo MECVE constituye una herramienta coherente con los componentes:
institucional, metodológico, tecnológico y educativo, establecidos en la estrategia de vivienda
saludable (EVS) de la OPS/OMS. En el aspecto institucional, el MECVE puede servir como guía para
evaluar en el medio rural la calidad de las viviendas rurales, no solamente de los materiales y
procesos constructivos, sino todos elementos implícitos en la dimensión físico-espacial; asimismo,
valora la calidad de los servicios básicos: agua para consumo humano y desalojo de aguas usadas,
296
además de las condiciones del entorno inmediato que se relacionan con el manejo de los residuos y el
medioambiente; también, el modelo plantea sistemas de control sanitario que sugieren el proceso de
las intervenciones para el manejo adecuado de los residuos y en la autoconstrucción de la vivienda, y
orienta a que las transformaciones de los elementos se apliquen propuestas tecnológicas alternativas
para que consideren los uso, costumbres y tradiciones de los usuario, así como los principios básicos
de saneamiento, sustentabilidad y tecnológicos.
Los componentes metodológico y tecnológico de la EVS están contenidos en el MECVE, toda vez que
los elementos, las variables, parámetros y rangos de calidad propuestos en el modelo permiten una
valoración acorde a las condiciones que prevalecen en el medio rural; finalmente, en el componente
educativo, para el proceso de aplicación del modelo MECVE, es necesario disponer de la asistencia
técnica, a través de un profesional (el facilitador), con competencia en los ámbitos: salud,
saneamiento básico, tecnologías convencionales y alternativas, medioambiente, y con capacidad de
trasmitir a los beneficiarios, los conocimientos necesarios para el mejoramiento de las viviendas
rurales y el entorno inmediato.
El proceso inicia con la evaluación primaria para identificar los riegos a la salud y determinar las
posibles transformaciones de los elementos que así lo requieren; posteriormente, en un periodo
preestablecido, se efectúa el seguimiento y la evaluación nuevamente de todos los elementos no
solamente los transformados, con el propósito de identificar la variación o comportamiento de cada
variable.
10
Las condiciones de la vivienda pueden considerarse factores de riesgo o por el contrario agentes de salud de los
residentes, según el grado de conciencia, voluntad y los recursos de la persona que la ubica, diseña, construye y habita
(OMS, 2000).
297
La temporalidad del proceso de evaluación y control permitirá la sostenibilidad de las condiciones y
calidad de la vivienda rural y el entorno inmediato; ciertamente, lo anterior estará en función a las
prioridades, condiciones, necesidades, recursos disponibles, entre otros.
Finalmente, con base en los rangos correspondientes a la escala de valor con cinco niveles de calidad
propuestos como posible respuesta para cada variable y/o subvariable, el modelo MECVE plantea que
para las condiciones de la Vivienda Rural Saludable (VRS), se deberán considerar indistintamente el
cumplimiento de los siguientes dos rangos de calidad; Rango 1: “excelente” (muy bueno; color:
verde) y el Rango 2: “suficiente” (bueno; color: amarillo).
298
Conclusiones
Las condiciones de la vivienda rural y el traspatio, se plantean como generadores de agentes de riesgo
a la salud, específicamente los referidos a las cinco dimensiones planteadas: aspectos
socioeconómicos, condiciones físico-espaciales de la vivienda rural, el uso del agua y disposición de
las excretas, el manejo de los residuos orgánicos e inorgánicos, componentes ambientales (bióticos y
abióticos). El análisis de las condiciones se inicia en el proceso de “entrada de los diferentes
insumos” que dan sustento a la familia: alimentos generados en la parcela y el traspatio para
autoconsumo y los adquiridos para el mismo fin; además de los materiales usados para la
autoconstrucción incluyendo algunos desechos, y, por otro lado, la “salida de los residuos líquidos,
sólidos y gaseosos” generados por la vida cotidiana, por el uso y consumo de productos, y en general,
a las relacionadas con la satisfacción de las necesidades sociales, biológicas y sanitarias básicas de las
familias rurales. A partir de lo anterior, se seleccionaron las variables y, en su caso, las subvariables
para cada dimensión que forma la estructura del modelo, las cuales fueron básicas para el
funcionamiento y la utilidad del mismo.
También, se plantea que la incidencia de los efectos negativos a la salud de los habitantes del medio
rural trasciende a un escenario más amplio del entorno inmediato y, recíprocamente, las condiciones
insalubres tanto el entorno inmediato como el entorno ambiental general inciden en la salud de los
habitantes de la vivienda rural; es decir, la incidencia negativa medida en las variables y subvariables
establecidas en las cinco dimensiones, inciden directamente en el entorno ambiental, y cualquier
cambio o variación de éstas, trae consecuentemente cambios en el entorno, pudiendo ser positivos o
con efectos negativos a la salud de los habitantes. Por tanto, la satisfacción de necesidades de las
personas focalizada en la vivienda rural (V) es igual a la suma de la disponibilidad y/o condición de
299
los componentes ambientales inmediatos (E) y la disponibilidad y/o condición de los componentes
ambientales en general (G); si los factores de riesgo aumentan en E, afecta la salud de los habitantes
contenidos en V; asimismo, si E cambia afecta a G. Por otra parte, los factores de riesgo generados
por V afectan a E y a G, alterando la composición de sus elementos bióticos y abióticos, por ello,
cualquier variación en uno u otro elemento trae consigo alteraciones.
Así, la adecuación o transformación de los elementos necesarios para reducir los efectos negativos
generados por los propios habitantes, manteniendo el nivel de equilibrio sanitario requerido entre
éstos y el entorno ambiental, y con ello reducir los riesgos de contraer enfermedades a lo largo del
tiempo (sostenibilidad), es posible a partir de las propuestas de solución apropiadas que se plantean
con el Modelo de evaluación de las condiciones de la vivienda rural y el entorno (MECVE) (ver
esquema 6: pág. 128 y esquemas 7, 8, 9 y 10: pp. 167-173).
300
tiempo las condiciones atribuibles a una VRS; segura, salubre, adecuada a las condiciones del
entorno y a los usos y costumbres de los habitantes del medio rural, entre otros.
3. El modelo se puede aplicar en colectivo a una comunidad o en forma específica a una familia.
Los resultados obtenidos y presentados gráficamente, permiten identificar los problemas en el
“tiempo cero” (la realidad de la vivienda rural y su entorno), transformarlos y, en un período
posterior definido por el “tiempo uno”, aplicar el “proceso de evaluación y control”, con base
en los rangos de calidad propuestos, y determinar el sostenimiento en el tiempo de la VRS.
4. Con el concepto de VRS, propuesto como una estrategia para el desarrollo integral de la
familia rural, ya que a través de acciones derivadas de la aplicación del MECIV, contribuye a
construir y mejorar las condiciones habitacionales y a fomentar el conocimiento y controlar
los factores de riesgos en la vivienda rural y sus efectos sobre la salud; asimismo, está
encaminado a la formulación y adecuación de las políticas públicas orientadas hacia la
vivienda y a la ejecución de intervenciones comunitarias sostenibles que promuevan la salud,
que son iniciativas de la Organización de Naciones Unidas, en la consecución de los Objetivos
de Desarrollo del Milenio (ONU, 2000).
5. La propuesta del modelo MECVE constituye una herramienta coherente con los componentes:
institucional, metodológico, tecnológico y educativo, establecidos en la estrategia de vivienda
saludable de la Organización Panamericana de la Salud de la Organización Mundial de la
Salud, y contribuye con estándares establecidos en una escala de valores específicos,
cualitativos y cuantitativos que varía de 1 a 5, para cada variable y subvariable con el
propósito de obtener precisión en la valoración de los elementos.
El modelo MECVE, se constituye como una herramienta que tiene cinco atributos principales, en el
ámbito de aplicación en la escala territorial: condiciones de la vivienda rural y el entorno inmediato.
301
analizados; y, considerando la importancia y la magnitud de los mismos, la herramienta de
evaluación servirá para orientar la conformación y ejecución de los posibles proyectos o
programas de intervención.
• Control: evaluar los efectos de las intervenciones realizadas en función a los alcances
propuestos. Considerando un horizonte de tiempo razonable para llevar a cabo la ejecución de
los proyectos o programas necesarios; es decir, en un período pos-intervención, el modelo
establece nuevamente la evaluación de las variables y subvariables, éstas se miden de acuerdo
con los rangos de calidad propuestos, y con ello se valoran los posibles cambios en cada
elemento; asimismo, se identifica el grado de dimisión del factor de riesgo a la salud, o en su
caso, se advierte la persistencia e incluso incremento del problema.
302
En el capítulo 5 de la presente tesis, se presentan los resultados obtenidos con la aplicación del
modelo MECVE en el Ejido Ocuilapa de Juárez, municipio de Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas;
asimismo, en uno de los cinco casos específicos de familias con ingresos económicos inferiores de un
salario mínimo, además de los resultados obtenidos en el seguimiento de algunas transformaciones
que se aplicaron a las viviendas rurales, lo cual nos ha permitido valorar el modelo planteado; a partir
de los resultados obtenidos se comprueba la hipótesis planteada que orientó este trabajo de
investigación, con la creación y aplicación del MECIV que mide y controla en forma integral los
factores de riesgo en la vivienda rural y el entorno habitacional inmediato, y con ello, es posible la
reducción de los efectos negativos a la salud, principalmente a los habitantes que por su condición
socioeconómica están imposibilitados a acceder a servicios de agua y saneamiento convencional.
303
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