El Boom Latinoamericano
El Boom Latinoamericano
El Boom Latinoamericano
Mediados del siglo XX: estamos en plena Guerra Fría. El mundo se encontraba en medio de
convulsiones políticas y enfrentamientos bélicos entre los dos bloques soviéticos y norteamericanos.
Pero esto trajo consigo un resurgimiento artístico de vanguardias que buscaban la regeneración del
arte, del mismo modo que apareció un intento por la innovación literaria: el conocido boom
latinoamericano.
Estas jóvenes proezas, que más adelante recibirían un alto reconocimiento mundial (sobre todo por
Europa y en especial España), eran conscientes de su tiempo, coincidiendo el inicio del fenómeno
con la revolución cubana de 1959. Influenciados por esta lucha y estando la mayoría exiliados por
Europa, beben de las tradiciones revolucionarias y tendencias socialistas del momento, por lo que
los relatos manifiestan una fuerte predisposición revolucionaria.
Fueron revolucionarios e innovadores tanto con los temas de carácter político como con el estilo y
la forma narrativa. Rompieron con la literatura anterior, enmarcando este gran legado literario en
algo típicamente de Latinoamérica. Historia y literatura van de la mano, lo que deriva en este gran
fenómeno que continúa fascinando a cualquier lector.
Asentado en París escribió una de las obras del boom latinoamericano más conocidas es la
novela Rayuela (1963), considerada la génesis del boom. Descrita como una antinovela por su
estructura temporal que roza la originalidad, ofrece diferentes interpretaciones de su argumento
como ya insinúa el nombre de la novela. La trama sigue la vida del protagonista Horacio Oliveira,
argentino intelectual de clase baja, y se desarrolla en París (la primera parte) y en Buenos Aires (la
segunda parte).
Yo el Supremo (1974), escrito en Argentina, cuenta la vida del dictador José Gaspar Rodríguez,
permitiéndole ahondar en los temas de injusticia social, de racismo y corrupción durante su
mandato. Se trata de una novela de denuncia y crítica feroz de su país natal.
Cuando hablamos del Boom latinoamericano estamos haciendo referencia a un movimiento con
intención editorial que tuvo lugar en diferentes países latinoamericanos durante la década de
los años 60 y 70 del siglo XX. Fue un movimiento de florecimiento de la literatura de los autores
de estos países y que, aunque todos ellos eran independientes entre síes, tienen una serie de
características y estilo que pueden unificarse y entenderse como conjunto.
Hoy en día hay muchos críticos que siguen negando la existencia de este "boom", sin embargo,
cabe matizar que, pese a que no fue un movimiento cultural, sí que fue una estrategia editorial ya
que, desde el principio, este término se usó con fines comerciales y editoriales.
Movimiento editorial
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el Boom americano no fue un movimiento que
surgió de manera espontánea sino que fue un lanzamiento editorial que perseguía relanzar y volver
a poner en el mapa a los autores y la literatura producida en latinoamérica. Por eso, no podemos
hablar ni de generación ni de corriente cultural, sino más bien de un producto de marketing que
surgió para dar a conocer a los autores de esa banda del charco.
Literatura identitaria
También es importante destacar que con el Boom latinoamericano es cuando se consigue cultivar
un tipo de literatura propia de los autores de los países pertenecientes a Latinoamérica. Hasta el
momento, los autores más destacados de las letras (como, por ejemplo, Rubén Darío) se habían
inspirado en las corrientes europeas y se habían subido a esta tendencia. Sin embargo, con la
producción del Boom se consigue que la realidad americana penetre en las historias y que tanto
los mitos, como los paisajes o las tradiciones propias de cada país tengan un hueco en las páginas
de los libros.
Literatura experimental
Dentro del Boom latinoamericano es importante tener en cuenta que, como ya hemos dicho, los
autores venían influenciados de la literatura vanguardista, un tipo de escritura que
experimentaba al máximo con la expresión artística y literaria. Del vanguardismo surgieron
movimientos tan conocidos como el surrealismo, el dadaísmo, el expresionismo, el cubismo,
etcétera.
Por tanto, los autores latinoamericanos también quisieron experimentar dentro del campo literario
y, para ello, trabajaban con novelas que, por ejemplo, estaban desordenadas a nivel cronológico,
que se podían leer sin respetar la linealidad de la historia, etcétera. Un claro ejemplo de este tipo
de escritura es "Rayuela" de Cortázar que el mismo autor te propone diferentes maneras de leerla.
Escenarios americanos
De igual forma que los autores empezaron a incluir temas y tradiciones propias de su cultura,
hicieron lo mismo con los escenarios y los diferentes paisajes que evocaban en sus obras. Es por
este motivo que, ahora, en las novelas y relatos aparecen una gran variedad de espacios tanto
urbanos como rurales pero que formaban parte de la realidad del país de origen del autor. Por
esto, muchos teóricos consideran que este tipo de producción literaria también se puede considerar
como literatura con identidad regional o nacional.
Julio Cortázar
Otro de los grandes nombres del Boom latinoamericano fue Julio Cortázar. De hecho, tal y como
ya hemos indicado, este autor es, para muchos críticos, el que comenzó con la estela que luego se
siguió por todos los autores del Boom. Es decir, Cortázar comenzó a romper con la estructura
tradicional del cuento y de la novela para presentarnos una obra que estaba concebida como un
juego: el lector podía leerla de forma ordenada y desordenada, además de contener una gran
cantidad de recursos literarios originales y nada convencionales.
Este autor argentino fue muy aplaudido por esta novela pero, sobre todo, su carrera literaria se
caracterizó por su uso tan delicado y sorprendente del género del cuento, un género que estaba
muy abandonado por las letras y que estaba en un segundo plano. Gracias a "Rayuela", Cortázar
consiguió éxito a nivel internacional debido a su historia de metafísica, amor y jazz que nos traslada
a la bohemia de París.
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El boom que transformó la literatura
latinoamericana
"¿Qué es la historia de América Latina sino una crónica de lo maravilloso en lo real?", dijo
el escritor cubano Alejo Carpentier. Quizá eso es lo que hace que la literatura latinoamericana
tenga un gusto diferente. Esa mezcla entre la historia, lo que nos sucedió colectivamente y la
magia detrás de cada personaje, lleno de creencias, mitos y cultura.
El boom latinoamericano se estableció entre la década del 60 y 70. Autores como Julio Cortázar,
Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes son considerados como los
precursores de esta corriente. Con sus novelas retratan diferentes escenarios y momentos de los
pueblos de América Latina y como respuesta, la gente se apropió de ellos y tomó conciencia
de su identidad.
En esa época, surgían los gobiernos dictatoriales en la región y eso marcó no solo al pueblo sino
a la literatura. Pero Latinoamérica no es solo esas políticas totalitarias y jefes de estado que la
pusieron de cabeza; es magia, es leyendas, mitos, es un conjunto maravilloso de creencias
que van más allá de lo terrenal.
Así, el boom usa el realismo mágico y sus recursos vanguardistas para adornar las historias y
explicar los hechos políticos, económicos y sociales por los que atravesaba Latinoamérica en
ese entonces. Relatos que van más allá de lo real, con sucesos fantásticos, pero que dentro de
nuestro imaginario son fáciles de entender e incluso identificarse.
El boom no solo tuvo un impacto interno, nos puso en el mapa y nos dio visibilidad en otros
países. Jhon Lee Anderson, en una entrevista en El País dijo: “Con esas obras América Latina
(como una entidad cultural y geográfica propia) adquirió un lugar reconocido en el imaginario
internacional literario, realmente por primera vez”. Y aunque antes de estos autores se conocía, por
supuesto, lo que pasaba en Sudamérica, no se había retratado ni dado protagonismo a la gente
común, a los mestizos, indígenas y negros.
Sesenta años más tarde, muchos autores contemporáneos consideran todavía al boom de la
literatura latinoamericana como un golpe de viento fresco que cambió el rumbo de las novelas.
Como dijo el periodista de El País, Wilson Manrique: “Un universo en expansión. Como el mismo
universo que no deja de evolucionar, sorprender, crear, impulsar, polinizar, brillar o eclipsar”,
Después de recordar a estos autores y su boom nos dió ganas de sentir de nuevo la magia y
releer algunos de los títulos más reconocidos:
El libro se divide en tres partes. La primera es ¨El lado de allá¨, la segunda es ¨El lado de acᨠy la
tercera y última llamada ¨De ambos lados¨. Su estructura se basa en secuencias sueltas que
permiten distintas lecturas, y, por tanto, diversas interpretaciones. Con esta forma de lectura, se
busca representar el caos, el azar de la vida y la relación indiscutible entre lo creado y la perspectiva
del lector convertido en editor.
2. LA MUERTE DE ARTEMIO CRUZ, Carlos Fuentes
Artemio Cruz, un hombre con muchísimo poder, un soldado revolucionario, un amante sin amor, un
padre al que su hija desprecia. Un hombre que traicionó a sus compañeros, pero que no pudo
soportar las heridas con las que lo dañó el destino. Se narra los últimos momentos de su vida y se
revelan sus procesos mentales al no ser capaz de valerse por sí mismo. El libro nos conduce por
la Revolución y sistema político mexicano.
Este clásico del siglo XX es protagonizado por la familia Buendía, en el mítico Macondo. Una aldea
fundada por el cabeza de familia y lugar de donde parte toda la historia. La obra da saltos hacia
adelante y hacia atrás en el tiempo. Se desarrolla a través de las aventuras y desventuras que sufre
la familia, generación a generación.
Juan Preciado, va en busca de su padre, Pedro Páramo, hasta el pueblo mexicano de Comala, un
lugar vacío, misterioso y sin vida. Allí, el joven descubrirá que toda la gente del pueblo se llama
Páramo. Tan dramática es la situación que Juan comienza a sospechar que todos los que habitan
ese lugar no son otra cosa que almas en pena. Es una novela misteriosa y fantástica cuya
atmósfera transporta a un territorio mágico de sorprendentes ramificaciones.
Boom Latinoamericano. Fenómeno literario y editorial surgido en los años 60 y 70 del siglo
XX en América Latina. En ese periodo, un grupo de jóvenes autores rompieron el esquema tradicional
de la literatura, con el realismo mágico como común denominador y con una riqueza narrativa que
sacudió los cimientos de Europa.
La Revolución Cubana de 1959 y los intentos frustrados de Estados Unidos por invadir la Bahía de
Cochinos, son hechos considerados como la apertura de este ciclo.
Orígenes
En su mayoría, los críticos concuerdan en que el boom comenzó en algún momento del 1960, el
desacuerdo se da a la hora de considerar la primera novela del boom. Algunos nombran a Rayuela,
de Julio Cortázar, aunque por otra parte, otros nombran a La ciudad y los perros de Vargas Llosa.
Características
Tratan al tiempo de una manera no lineal, suelen utilizar más de una perspectiva o la voz narrativa y
cuentan con un gran número de vocablos (la impresión de nuevas palabras o frases), juegos de
palabras e incluso blasfemias. Lingüísticamente segura de sí misma, se utiliza la lengua vernácula, sin
excusas.
Otras características notables del boom latinoamericano son el tratamiento de los ajustes, tanto rural y
urbano, el internacionalismo, el énfasis tanto en la histórica y la política, así como la identidad
nacional, el conocimiento de hemisferio en todo el mundo, así como las cuestiones económicas e
ideológicas; las polémicas, y la oportunidad. La literatura del Boom latinoamericano rompe las
barreras entre lo fantástico y lo mundano, la transformación de esta mezcla en una nueva realidad.
Muchas novelas que corresponden a la época del Boom latinoamericano, no tienen orden cronológico
de los sucesos que ocurren en él.
Autores fundamentales
• Gabriel García Márquez (1927): Uno de los fundamentales en el surgimiento del
movimiento; creador del realismo mágico y autor de numerosas obras que se encuentran
dentro de este género, entre las que destaca Cien años de soledad.
• Julio Cortázar (1914–1984): Es uno de los autores latinoamericanos más abierto que haya
existido. Con especiales dotes para el relato y la prosa poética. Además ofreció una novela
rioplatense sumamente novedosa, diferente a lo propuesto por los autores del "boom" pero
indudablemente igual de relevante.
• José Donoso (1924–1996): Se encontró absolutamente ligado a otros escritores del
"boom", sin embargo más tarde se separó de este grupo. Sus obras más destacadas sin
lugar a dudas fueron El obsceno pájaro de la noche y Casa de campo.
• Mario Vargas Llosa (1936): Se lo considera el autor más joven de este movimiento. En
sus obras puede notarse una clara descripción de la sociedad peruana y un intento de
acercarse a la humanidad de las personas para comprender los diferentes sucesos
históricos y culturales. Entre sus obras, las que le ubican dentro del "boom"
latinoamericano irremediablemente son La ciudad y los perros, La casa
verde y Conversación en La Catedral.
• Carlos Fuentes: No sólo escribió algunas de las novelas más importantes de la época,
también fue un crítico y publicista de Latinoamérica. Dijo que «el llamado Boom, en
realidad, es el resultado de cuatro siglos, literariamente, llegado a un momento de urgencia
en que la ficción se convirtió en la manera de organizar las lecciones del pasado».
«Con los grandes del boom no podemos sentir más que agradecimiento: fueron ellos los que nos abrieron las
puertas del mundo y de los lectores. Nos quitaron complejos de idiotas o de subdesarrollados. Nos mostraron
caminos literarios completamente nuevos, y no para seguirlos por el mismo sendero, sino para buscar salidas
nuevas en cualquier encrucijada.»
Héctor Abad Faciolince
Impacto cultural
El boom como movimiento literario, generó un impacto inmediato en el mundo cultural de la época,
estimulando el interés mundial por la literatura latinoamericana. El mercado editorial influenció mucho
en la importancia del impacto generado por este movimiento en el resto del mundo, ya que la
traducción y buena comercialización publicitaria, desempeñaron un papel importante en el éxito de los
escritores y sus obras.