Tema 5

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Tema 5. La jurisdicción y competencia de los tribunales civiles.

1. CRITERIOS DE COMPETENCIA.

En este sentido, con el término "jurisdicción" no solo designamos la atribución de poder-potestad


a los órganos jurisdiccionales y la función que estos ejercen, sino también al ámbito respecto del
cual van a desarrollar esta función dichos órganos jurisdiccionales.

Los criterios sobre los cuales se basa la atribución de asuntos a los órganos jurisdiccionales de los
diferentes territorios son los de competencia. La correcta aplicación de estos criterios de
competencia condiciona, además, la existencia del proceso. Por tanto, debe articularse un
expediente procesal que permita denunciar, de oficio por el órgano jurisdiccional o a instancia de
las partes del proceso, la falta de ese presupuesto procesal, lo que se denomina tratamiento
procesal de la competencia.

Las normas de competencia pueden ser imperativas o dispositivas:


- Las imperativas de competencia establecen el órgano jurisdiccional que debe conocer de
manera inderogable o improrrogable para cada materia concreta.
- Las normas dispositivas de competencia son aquellas que permiten a las partes del
proceso elegir cuales van a ser los órganos jurisdiccionales encargados de conocer.

A. COMPETENCIA GENÉRICA.

La jurisdicción por razón de la materia: la competencia genérica del orden jurisdiccional civil.

El primer paso para determinar a qué órgano jurisdiccional le corresponde conocer de un asunto
concreto es aplicar las normas de jurisdicción por razón de la materia, o lo que también se ha
dado en llamar competencia genérica. Estas normas precisan las materias sobre las que deben
resolver los órganos jurisdiccionales de cada orden jurisdiccional.

Consideramos necesario determinar qué orden jurisdiccional es competente para un asunto


determinado, para después aplicar las normas de competencia internacional correspondientes al
orden jurisdiccional elegido.

El art. 9 LOPJ establece los criterios de jurisdicción por razón de la materia. El apartado 2 establece
las materias atribuidas al mismo: «Los Tribunales y Juzgados del orden civil conocerán, además de
las materias que le son propias, de todas aquellas que no estén atribuidas a otro orden
jurisdiccional».

De este precepto podemos señalar:

• El orden civil conoce de las materias de Derecho Civil -CC- y Derecho Mercantil
• El orden jurisdiccional civil cumple una función de competencia residual, puesto que
conoce de todas las materias que inicialmente no estén atribuidas a ningún orden
jurisdiccional.
• Se excepcionan los juicios de testamentaría y de abintestato de los miembros de las
Fuerzas Armadas.

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El art. 10.1 LOPJ contiene una excepción: ´´cuando en un proceso surja alguna cuestión de
naturaleza diferente ala cuestión de fondo, que sea necesario resolver para entrar a juzgar el
asunto del proceso, cada orden jurisdiccional podrá conocer aun cuando inicialmente no le estén
atribuidas por el art. 9 LOPJ, salvo que esta sea de naturaleza penal’’. Estas son las llamadas
cuestiones prejudiciales, reguladas también el articulo 42 LEC.

El conocimiento de estos asuntos por el orden jurisdiccional que inicialmente no era competente
se realiza «a los solos efectos prejudiciales», lo que significa que se resolverán las cuestiones sin
que la decisión adquiera fuerza de cosa juzgada material; es decir, podrá volverse a plantear la
cuestión ante el orden jurisdiccional competente.

Tratamiento procesal de la falta de competencia genérica. Los conflictos de competencia.

Ante el incumplimiento de algún presupuesto procesal, el ordenamiento procesal debe prever


los mecanismos necesarios para denunciar la falta de ese presupuesto. En materia de
competencia genérica, donde las normas son imperativas, el tratamiento procesal es doble:

• Por un lado, un tratamiento procesal de oficio por parte del órgano jurisdiccional.

El órgano jurisdiccional del orden jurisdiccional civil se abstendrá de conocer de un asunto


concreto cuando esté atribuido a otro orden jurisdiccional de la jurisdicción ordinaria (art
37.2 LEC y 9º6 LOPJ).
La forma de abstenerse es tras una audiencia con las partes y el Ministerio Fiscal, dictando
una resolución -auto- fundada que establezca el órgano que se estima competente. Dicho
auto es susceptible de apelación (art. 66.1 LEC).

• Por otro, un tratamiento procesal a instancia de las partes en el proceso.

El art. 39 LEC establece la posibilidad de denunciar la falta de este presupuesto a instancia


de la parte demandada a través del instrumento procesal de la declinatoria, expediente
común para denunciar la falta de cualquier tipo de competencia. El órgano jurisdiccional
resolverá por auto si estima la falta de competencia alegada, indicando cual es el órgano
jurisdiccional competente o si, por el contrario la rechaza en cuyo caso cabe interponer
recurso de reposición.

Existe también una tercera posibilidad para impugnar la falta de competencia, la promoción o
planteamiento de un conflicto de competencia.

Supone promover a instancia de parte o por el propio órgano jurisdiccional un conflicto


denominado de competencia, contemplado en los art.42ss LOPJ. El conflicto de competencia se
produce cuando dos órganos jurisdiccionales de distinto orden jurisdiccional pretenden conocer
de un determinado asunto -conflicto positivo- o cuando ningún órgano jurisdiccional quiere
conocer de un determinado asunto -conflicto negativo-.

Con la salvedad del orden jurisdiccional penal, el planteamiento de los conflictos de competencia
es diferente ante un conflicto positivo o negativo, aunque el órgano competente siempre es el
mismo: la Sala de Conflictos del Tribunal Supremo, contemplado en el art. 42 LOPJ.

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• Conflicto positivo de competencia.

Puede ser planteado de oficio o a instancia de parte y consiste en la expedición, por parte
del órgano jurisdiccional del orden jurisdiccional que pretende conocer, de un requerimiento
al órgano que está conociendo para que decline del conocimiento del asunto y le traslade la
competencia. El órgano que está conociendo del asunto puede acceder al requerimiento, en
cuyo caso no se plantea conflicto de ningún tipo; o no acceder al requerimiento, surgiendo
el conflicto positivo de competencia.

Promovido el conflicto, se eleva a la Sala de Conflictos que, tras audiencia al Ministerio Fiscal,
dictará auto no susceptible de recurso, resolviendo en el plazo de diez días.

• Conflicto negativo de competencia.

Supone la existencia de dos negativas de diferentes órdenes jurisdiccionales a conocer de un


asunto: la primera, a través de auto que contiene el orden jurisdiccional que considera
competente (art. 9.6 LOPJ). El orden considerado competente también podrá abstenerse de
oficio, dando lugar al conflicto negativo.

Las actuaciones se elevan a la Sala de Conflictos si la parte que ha recibido el rechazo de los
órdenes plantea el "recurso por defecto de jurisdicción" ante el órgano que se abstuvo en
segundo lugar (art. 50 LOPJ). La tramitación en la Sala de Conflictos es idéntica a la del
conflicto positivo.

B. COMPETENCIA INTERNACIONAL.

Extensión y límites de la jurisdicción de los tribunales civiles: la Competencia Internacional.

La aplicación de las normas de competencia internacional determina de qué asuntos conocen los
jueces civiles españoles. Estas se aplican cuando en la relación jurídica litigiosa aparezca un
elemento extranjero.

Según el art.21 LOPJ, estas normas son las establecidas en la propia LOPJ así como en la normativa
de la Unión Europea y en los tratados bilaterales o multilaterales en los que España sea parte.

A nivel internacional, uno de los convenios de aplicación es el Convenio relativo a la competencia


judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil y mercantil.

En el ámbito de la UE:
- El Reglamento (UE) nº1215/2012 del Parlamento Europeo y del Consejo, se aplica en
relación a competencia judicial, reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales
en materia civil y mercantil.
- En materia matrimonial y responsabilidad parental se aplica el Reglamento 2201/2003
del Consejo de la Unión Europea.
- En materia de procedimientos de insolvencia contamos con el Reglamento 1346/2000.
- En materia de sucesión mortis causa existe el Reglamento 650/2012 del Parlamento
Europeo y el Consejo.

Si no resultasen de aplicación ni los tratados específicos ni la normativa comunitaria, sería de


aplicación el art.22 LOPJ.

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Las normas contempladas por el actual Reglamento 1215/2012 coinciden casi plenamente con la
Ley Orgánica del Poder Judicial, aunque presentan algunas diferencias. La principal es que la
competencia establecida en el Reglamento es distributiva -distribuye la competencia a los
diferentes Estados miembros-, mientras que la competencia establecida por la LOPJ es atributiva
-atribuyen la competencia a los tribunales españoles-, dado que la LOPJ es una norma aplicable
únicamente a España.

• Normas imperativas de competencia internacional: las competencias exclusivas.

Tanto el Reglamento (art. 24) como la LOPJ en su art. 22.1, prevén supuestos en los que la
atribución de competencia está prefijada, con carácter exclusivo sin que se pueda dar libertad a
las partes para determinar la competencia de un Estado. En este sentido, son exclusivamente
competentes:
1. En materia de derechos reales inmobiliarios y de contratos de arrendamientos de
inmuebles, los tribunales del Estado miembro donde el inmueble se hallare sito.
2. En materia de constitución, validez, nulidad o disolución de sociedades o personas
jurídicas y la validez de las decisiones de sus órganos, los tribunales del Estado
miembro en que la sociedad o persona jurídica estuviere domiciliada.
3. En materia de validez de las inscripciones en registros públicos, los tribunales del
Estado miembro en que se encontrare el registro.
4. En materia de inscripciones, validez de patentes, marcas, diseños o dibujos y
modelos, los tribunales del Estado en que se hubiere solicitado.
5. En materia de ejecución de las resoluciones judiciales, los tribunales del Estado
miembro del lugar de ejecución.

• Normas dispositivas de competencia internacional.

Son normas en las que se establecen criterios de competencia que las partes pueden alterar si
existe una voluntad de cambiar el órgano jurisdiccional competente, voluntad expresada a través
de los expedientes procesales de la sumisión expresa o tácita, lo que el Reglamento 1215/2012
denomina como prórroga de la competencia (art. 25.1).

Se establecen, en estas normas dispositivas, fueros de carácter más general, en los que no se
especifican materias concretas, y fueros de carácter especial, en los que se asignan órganos
jurisdiccionales en función de la materia objeto del litigio.

El fuero de carácter general es el domicilio del demandado (arts. 22.2 LOPJ y 5 del Reglamento)
mientras que los fueros de carácter especial se asignan en función de la materia objeto del litigio.
Algunos de los fueros especiales que se establecen son para materias como contratos, obligación
alimentaria, actividades delictivas o cuasidelictivas...

Tal y como apuntamos anteriormente las normas pueden ser alteradas por la voluntad de las
partes:

- Sumisión expresa. Las partes acuerdan expresamente someter un litigio concreto que
pudiera surgir o hubiese surgido con ocasión de una determinada relación jurídica, a los
órganos jurisdiccionales de un Estado. Se realiza por escrito o verbalmente con
confirmación escrita a través de la forma que se ajuste a los hábitos de las partes o lo
establecido en el comercio internacional.

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- Sumisión tácita. El demandante, interponiendo la demanda ante los tribunales de un
Estado determinado. Por medio del demandado, aceptando la competencia del Estado
elegido por el demandante. Se entiende aceptada la competencia cuando el demandado
realizar cualquier actuación ante los órganos jurisdiccionales elegidos por el demandante
que no sea impugnar la competencia, impugnación que nuestro ordenamiento procesal
se realiza a través de la declinatoria.

Tratamiento procesal de la competencia Internacional.

El tratamiento procesal de la competencia internacional es doble:

• De oficio.

Teniendo en cuenta que existen normas de competencia internacional de carácter


improrrogable (competencia exclusivas, que no pueden ser modificadas por la voluntad de
las partes) y normas de carácter dispositivo (las partes pueden elegir la competencia
internacional), la abstención del órgano jurisdiccional solo puede producirse en tres
supuestos:
- Cuando se haya formulado demanda o solicitado ejecución respecto de sujetos o
bienes que gocen de inmunidad de jurisdicción o de ejecución conforme a las normas
de DIP.
- Cuando, en virtud de un tratado o convenio internacional en el que España sea parte,
el asunto se encuentra atribuido con carácter exclusivo a la jurisdicción de otro
Estado.
- Cuando no comparezca el demandado, emplazado en debida forma, en los casos en
los que la competencia internacional únicamente pudiera fundarse en la sumisión
tácita de las partes.

• Instancia de parte.

El instrumento concedido a la parte demandada para impugnar la competencia internacional


es la declinatoria. Para resolver la declinatoria, el órgano jurisdiccional español tendrá en
cuenta:
1. Las normas de competencia exclusiva.
2. La existencia de un pacto de sumisión expresa.
3. La norma de competencia especial si se trata de un asunto regido por normas de
estas características.
4. Aplicará la regla de competencia general del domicilio del demandado.

La sumisión tacita es un expediente incompatible con la declinatoria. Si hay declinatoria, no


hay sumisión tacita, salvo que esta esté planteada incorrectamente.

El órgano jurisdiccional español, si decide estimar la falta de competencia, así lo declarará


mediante auto absteniéndose de conocer. Contra el auto por el cual se rechace la falta de
competencia internacional, sólo que habrá recurso de reposición, pero puede alegarse la
falta de este presupuesto procesal en la aplicación contra la sentencia definitiva.

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C. COMPETENCIA OBJETIVA.

El tercer criterio a emplear son las normas de competencia objetiva para determinar cuál de
todos los órganos jurisdiccionales del orden jurisdiccional civil es el competente para conocer del
asunto en primera instancia. Estas se subdividen en dos criterios diferentes: Competencia
objetiva por razón de la materia y competencia objetiva por razón de la cuantía, en caso de que
un asunto se encuentre regulado por ambos criterios prevalece el de la materia.

A. COMPETENCIA OBJETIVA POR RAZÓN DE LA MATERIA.

Las normas de competencia objetiva por razón de la materia atribuyen, en primera instancia, los
asuntos a los diferentes órganos en función de la materia objeto del litigio. Por razón de la
materia, la distribución del conocimiento de los asuntos es la siguiente:

• El Tribunal Supremo (Sala 1º) conocerá de las acciones civiles dirigidas contra la ‘’Casa Real’’.
Asimismo, conocerá de las demandas de responsabilidad civil por hechos realizados en el
ejercicio de sus cargos dirigidas contra el presidente del Gobierno, del Congreso, del Senado,
del TS, del CGPJ y demás aforados. También conocerá de las demandas por error judicial.

• El Tribunal Superior de Justicia de las Comunidades Autónomas (Sala de lo Civil y de lo Penal


conocerá, en única instancia, de las demandas de responsabilidad civil por hechos cometidos
en el ejercicio de sus cargos dirigidas contra el presidente y miembros del Consejo de
Gobierno de la CCAA y contra miembros de la Asamblea Legislativa.

• Las Audiencias Provinciales, su competencia por tanto es toda funcional.

• Los Juzgados de lo Mercantil (Art. 86 bis y 86 ter) conocerán en materia concursal de forma
exclusiva y excluyente de:
- Acciones civiles contra el patrimonio del concursado.
- Determinadas acciones sociales.
- -Ejecución frente a los bienes y derechos de contenido patrimonial del concursado.
- Medidas cautelares que afecten al patrimonio del concursado, salvo relacionadas a
procesos sobre capacidad, matrimonio, filiación y menores.
- Asimismo, conocerán de otras cuestiones mercantiles fuera de la materia concursal:
- Las demandas en las que se ejerciten acciones relativas a competencia desleal, propiedad
industrial, propiedad intelectual y publicidad, así como aquellas cuestiones relativas a
sociedades mercantiles y cooperativas.
- Las pretensiones que se promuevan al amparo de la normativa en materia de
transportes, nacional o internacional.
- Las pretensiones relativas a la aplicación del Derecho marítimo.
- Las acciones relativas a las condiciones generales de la contratación.
- Los recursos contra las resoluciones de la Dirección General de los Registros y del
Notariado y el Registro Mercantil.
- Los procedimientos de aplicación de lo dispuesto en lso artículos 81 y 82 del Tratado
Constitutivo de la Comunidad Europea y su Derecho derivado, para garantizar la libre
competencia, así como los procedimientos de aplicación de los artículos 1o y 2o de la Ley
de Defensa de la Competencia.
- El reconocimiento y ejecución de las sentencias y demás resoluciones judiciales
extranjeras, cuando éstas versen sobre materias de su competencia salvo que con arreglo
a lo dispuesto en los tratados corresponda a otro tribunal.

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Se establece una especialización de los Juzgados de lo Mercantil en el art. 86 bis.4 LOPJ ya que
los Juzgados de lo Mercantil de Alicante podrán conocer de los litigios relacionados con la marca
comunitaria, los dibujos y modelos comunitarios. En este sentido, estos juzgados se denominarán
Juzgados de Marca Comunitaria.

• Los Juzgados de Violencia Sobre la Mujer asumen competencias tanto en el ámbito penal
como en el civil, en este conocerán asuntos:
- De filiación, maternidad y paternidad.
- De nulidad, separación y divorcio del matrimonio.
- Que conlleven medidas de trascendencia familiar.
- Que versen sobre la guarda y custodia de hijos, alimentos reclamados por un progenitor
contra el otro en nombre del menor.
- Dictar sentencia en conformidad con la acusación y delitos leves (Antiguas faltas).
- La competencia en estos asuntos de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer se atribuirá
siempre que concurran simultáneamente los siguientes requisitos:
- Que alguna de las partes del proceso civil sea víctima de los actos de violencia de género.
- Que algunas de las partes del proceso civil sea imputado como autor, inductor, o
cooperador necesario en la realización de actos de violencia de género.
- Que se hayan iniciado ante el juez de Violencia Sobre la Mujer actuaciones penales a
consecuencia de un acto de violencia sobre esta o se haya adoptado una orden de
protección.

• Los Juzgados de Primera Instancia conocerán de las materias especificadas en los art. 249.1
y 250.1 LEC, salvo las atribuidos al Juzgado de lo Mercantil. Podrán existir especializaciones
de determinados Juzgados de Primera Instancia en lugares donde haya más de un juzgado de
una misma clase.

• Los Juzgados de Paz según la LEC no conocerán de ningún asunto por razón de la materia,
sino por la cuantía.

B. COMPETENCIA OBJETIVA POR RAZÓN DE LA CUANTÍA.

Se emplean en defecto de normas de competencia objetiva por razón de la materia, y lo harán


en función de la cuantía del objeto del proceso, denominada cuantía litigiosa.

• Juzgados de Primera Instancia: Son competentes para conocer de todas las cuestiones, salvo
en los lugares donde exista un Juzgado de Paz y respecto de la cuantía correspondiente al
propio Juzgado de Paz.
• Juzgados de Paz: En su circunscripción conocerán de las materias cuya cuantía litigiosa sea
inferior a 90 €.

Tratamiento procesal de la competencia objetiva.

Las normas de competencia objetiva son de ius cogens, por lo que su aplicación defectuosa podrá
controlarse:

• De oficio:

Si el juez de primera instancia o de paz advierten que no son competentes objetivamente, tanto
por materia o por cuantía, para conocer del asunto deben abstenerse de conocer, indicando el

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tribunal que consideran competente (art 48.1 LEC). Los órganos jurisdiccionales que conozcan
del asunto en segunda instancia o en casación, podrán decretar la nulidad de todo lo actuado,
por falta de competencia objetiva. (art 48.2 LEC). En ambos casos, el secretario judicial deberá
oír previamente al Ministerio Fiscal y a las partes por plazo común de diez días (art. 48.3 LEC),
resolviendo el tribunal por medio de auto.

• A instancia de parte.

Podrá ser impugnada por las partes a través de la declinatoria.

• Tratamiento procesal específico con respecto a los Juzgados de Violencia Sobre la Mujer.

- Si un juez conociendo de un asunto civil en el que pudiera ser competente un Juzgado de


Violencia sobre la Mujer, tiene conocimiento de que se ha iniciado un proceso penal con
relación a actos de violencia de género, deberá inhibirse del conocimiento del asunto y
remitirlo al Juzgado de Violencia sobre la Mujer, salvo que se haya iniciado la fase de juicio
oral.
- Si un juez conocedor de un proceso civil incoado respecto de materias que puede ser
competente el Juzgado de Violencia sobre la Mujer tiene noticia de la posible comisión de un
delito de violencia de género, citará a las partes y al MF, y este decidirá si denuncia o solicita
orden de protección, en todo caso conocerá el mismo juez hasta que el Juzgado de Violencia
sobre la Mujer requiera de inhibición.
- Si un Juzgado de Violencia sobre la Mujer que conoce de un proceso penal por violencia de
género tiene conocimiento de la existencia de un proceso civil del que puede tener
competencia requerirá de inhibición al juez civil.

La LEC prohíbe a las partes interponer declinatoria, aunque sí podrán promover la inhibición del
juez civil. (art. 49 bis.4 LEC)

El procedimiento legalmente adecuado.

Junto a la cuestión de la competencia objetiva aparece ligada la relativa a la elección del cauce
procedimental adecuado por el que deben tramitarse los asuntos distribuidos por los diferentes
tipos de competencia.

Los procesos declarativos que no tengan señalado un procedimiento especial pueden tramitarse
a través de dos procedimientos diferentes. Ambos procedimiento se regulan en los art. 240 y 250
LEC y dependerán de la materia y de la cuantía.

a. Ámbito del juicio ordinario.

En función de la materia del asunto litigioso, se tramitarán por el juicio ordinario:

- Las demandas relativas a los derechos honoríficos de las personas. Ej.: Marqués, Conde...
- Las que pretenda la tutela del derecho al honor, a la intimidad y a la propia
- imagen, y las que pidan la tutela judicial civil de un derecho fundamental, salvo la
rectificación.
- Las demandas sobre impugnación de acuerdos sociales.
- Las demandas sobre materia de competencia desleal, propiedad industrial, publicidad...
que no versen exclusivamente sobre reclamaciones de cantidad.

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- Las demandas que ejerciten acciones relativas a condiciones generales de la
contratación.
- Las demandas sobre arrendamientos inmuebles que no versen sobre cuestiones de pago.
- Las que ejerciten acciones de retracto.
- Las acciones relativas a materias de propiedad horizontal, salvo las de reclamación de
cantidad.

En razón del cuantía objeto del litigio, se establecerán en juicio ordinario aquellos asuntos cuya
cuantía litigiosa sea mayor de 6.000€ y las que sean imposible de calcular.

b. Ámbito del juicio verbal.

En función de la materia del asunto litigioso, se tramitarán por el juicio verbal los asuntos que:

- Versen sobre reclamación de cantidades por impago de rentas y cantidades debidas y las
que pretendan que el dueño, usufructuario o cualquier otra persona con derecho a
poseer una finca recuperen su posesión.
- Pretendan la recuperación de la plena posesión de una finca rústica o urbana, cedida en
precario, por el dueño, usufructuario o cualquier otra persona con derecho a poseer
dicha finca.
- Pretendan que el tribunal ponga en posesión de bienes a quién los hubiere adquirido por
herencia si no estuvieren siendo poseídos por nadie a titulo de dueño o usufructuario.
- Pretendan la tutela sumaria de la tenencia o de la posesión de una cosa o derecho por
quien haya sido despojado de ellas o perturbado en su disfrute.
- Pretendan que el tribunal resuelva, con carácter sumario, la suspensión de una obra
nueva o la demolición o derribo de obra, edificio, árbol o cualquier cosa análoga en
estado de ruina y que amenace causar daños a quien demande.
- Instados, por los titulares de derechos reales inscritos en el Registro de la Propiedad,
demanden la efectividad de esos derechos frente a quienes se oponga a ellos o perturben
su ejercicio sin título legítimo inscrito.
- Soliciten alimentos debidos por disposición legal o por otro título.
- Supongan el ejercicio de la acción de rectificación de hechos inexactos y perjudiciales.
- Supongan el ejercicio de la acción de cesación en defensa de los intereses colectivos y
difusos de los consumidores y usuarios.
- Pretendan que el tribunal resuelva sobre el incumplimiento del comprador de un
contrato inscrito en el Registro de Venta a Plazos de Bienes Inmuebles y formalizados
para obtener un sentencia condenatoria sobre el bien
- Pretendan que el tribunal resuelva sobre el incumplimiento de un contrato de
arrendamiento financiero o de bienes muebles inscritos en el registro anterior y
formalizado mediante una acción para la entrega del bien.
- Supongan el ejercicio de la acción de cesación en defensa de los intereses colectivos y
difusos de los consumidores y usuarios.
- Pretendan la efectividad de los derechos reconocidos en el artículo 60 del CC.

En defecto de criterio de elección en función de la materia, acudiremos al criterio de la cuantía,


de tal modo que se decidirán en juicio verbal todos aquellos asuntos cuya cuantía sea menor de
6.000€.

Tratamiento procesal de la inadecuación del procedimiento.

La elección de un procedimiento inadecuado por parte del demandante puede denunciarse:

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• De oficio.

En ningún caso podrá el tribunal inadmitir la demanda porque entienda inadecuado el


procedimiento por razón de la cuantía. Si el Letrado de la Administración de Justicia considera
que el procedimiento no es el que corresponde según el valor señalado en la demanda o la
materia, puede cambiarlo a través de una diligencia de ordenación.

Contra esta diligencia cabrá un recurso directo de revisión ante el tribunal, que no producirá
efectos suspensivos.

• A instancia de parte.

La impugnación de procedimiento inadecuado cabe tanto en función de la materia como de la


cuantía y se realiza a través de una excepción procesal. Esta impugnación se realizará en el juicio
ordinario, en la contestación de la demanda y se resolverá en la audiencia previa y, en el juicio
verbal se realizará en la vista resolviéndose antes de entrar en el fondo del asunto.

La determinación de la cuantía litigiosa a efectos procesales.

La determinación de la cuantía litigiosa será fundamental para fijar la competencia objetiva así
como el procedimiento legalmente adecuado, pero, además a efectos procesales tales como
determinar si es necesario la asistencia de abogado y procurador ya que si no excede de 2.000€
no será necesaria tal intervención o la posibilidad de llegar a casación cuando supere los
600.000€. La determinación corresponde al demandante y se incluirá en la demanda.

Podrá calcularse de tres formas distintas:

1. Absoluta: La cuantía litigiosa consiste en una cantidad cierta determinada de dinero que es
el valor económico de dicho proceso. Se puede llegar de una forma inmediata si lo que se
reclama es una cantidad de dinero determinada, siendo la cuantía de la demanda esa
cantidad de dinero, o de forma mediata si el objeto de la demanda es otro distinto aplicando
las reglas de los art. 251. 2- 12, 252 LEC que son:

- Cuando el objeto del proceso sea la condena de dar bienes muebles o inmuebles, se
estará el valor de los mismos al tiempo de interponerse la demanda, conforme a los
precios corrientes en el mercado o en la contratación de bienes de la misma clase,
aplicándose a los supuestos del art. 251. 3a.
- En las demandas relativas a la existencia, inexistencia, validez o eficacia de un derecho
real de garantía, el valor será el del importe de las sumas garantizadas por todos los
conceptos.
- En los juicios sobre el derecho a exigir prestaciones periódicas, sean temporales o
vitalicias, se calculará el valor por el importe de una anualidad multiplicado por diez, salvo
las de plazo menor a un año, en que se estará el importe total de la misma.
- En los juicios sobre arrendamientos de bienes, salvo cuando tengan por objeto
reclamaciones de las rentas o cantidades debidas, la cuantía de la demanda será el
importe de una anualidad de renta, cualquiera que sea la periodicidad.
- Cuando la demanda tenga por objeto una prestación de hacer, su cuantía consistirá en el
coste de aquello cuya realización se inste o en el importe de los daños y perjuicios
derivados del incumplimiento, sin que en este caso sean acumulables ambas cantidades,
salvo si además de instarse el cumplimiento, se pretende también la indemnización.

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- En pleitos relativos a una herencia o a un conjunto de masas patrimoniales o patrimonios
separados, se aplicarán las reglas anteriores respecto de los bienes, derechos o créditos
que figuren comprendidos en la herencia o el patrimonio.

2. Relativa: Si no se puede fijar de forma absoluta, el demandante podrá hacerlo de forma


relativa, estableciendo unos mínimos y máximos dentro del cual se puede encontrar la
cuantía del asunto en concreto. Si el máximo no rebasa la cuantía fijada para el juicio verbal
se hará por este, si la rebasa mediante juicio ordinario.

3. Cuantía inestimable: Si no se puede por ningún método será de cuantía inestimable,


tramitándose por juicio ordinario y siendo competente el Juzgado de Primera Instancia.

Tratamiento procesal de la determinación de la cuantía litigiosa.

El tratamiento procesal de la determinación de la cuantía litigiosa sirve para impugnar ésta, ya


haya servido para fijar la competencia objetiva, el procedimiento legalmente adecuado o para
fijar la cuantía de acceso a casación. La LEC contempla una doble posibilidad de tratamiento
procesal.

• De oficio:

- Que el Letrado de la Administración de Justicia considere que la cuantía fijada por el actor
es incorrecta, considerándola ésta de cuantía inestimable o no determinable, en cuyo
caso se dará al asunto la tramitación del juicio que corresponda.
- Si existen errores aritméticos o defectuosa aplicación de las reglas en el cálculo de la
cuantía, podrá éste corregirse.
- Si la demanda no establece cuantía alguna o ésta es incorrecta, no existiendo parámetros
en aquélla que ayuden a calcularla, no se dará curso hasta que el demandante subsane
el efecto.

• A instancia de parte:

El demandado podrá impugnar la cuantía cuando entienda que, de haberse determinado de


forma correcta, el procedimiento a seguir sería otro, variase la competencia objetiva o
suponga la posibilidad de acceso al recurso de casación. Se tramitará mediante la excepción
procesal.

D. COMPETENCIA TERRITORIAL.

Criterios de atribución.

El criterio de competencia territorial determina cuál de todos los órganos jurisdiccionales del
territorio español con idéntica competencia objetiva es el competente para conocer de un
determinado asunto.

Tradicionalmente, han sido normas dispositivas por la voluntad de las partes del litigio. Sin
embargo, la LEC de 2000 ha invertido esta tendencia, siendo ya más numerosas las normas de
competencia territorial que no se pueden derogar por la voluntad de las particulares y dejando
un escaso margen de actuación para los casos en los que se quiera decidir libremente cuál es el
juez territorialmente competente.

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• Normas imperativas de competencia territorial.

Son normas de competencia exclusiva, según lo establecido en el Art. 54.1 LEC:

1. En los juicios en que se ejercitan acciones reales sobre bienes inmuebles será el tribunal
competente el del lugar en que esté sita la cosa litigiosa. Cuando la acción real se ejercite
sobre varias cosas inmuebles o sobre una sola que esté situada en diferentes
circunscripciones, será el tribunal competente el de cualquiera de éstas, a elección del
demandante.
2. En los juicios sobre cuestiones hereditarias será competente el tribunal del lugar en que
el finado tuvo su último domicilio y, si lo hubiere tenido en país extranjero, el del lugar
de su ultimo domicilio en España, o donde estuviere la mayor parte de sus bienes, a
elección del demandante.
3. En los juicios en que se ejerciten acciones relativas a la asistencia o representación de
incapaces, incapacitados o declarados pródigos, será competente el tribunal del lugar en
que éstos residan.
4. En materia de derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen y,
en general, en materia de protección civil de derechos fundamentales, será competente
el tribunal del domicilio del demandante y, cuando no lo tuviere en territorio español, el
tribunal del lugar donde se hubiera producido el hecho que vulnere el derecho
fundamental que se trate.
5. En los juicios sobre arrendamientos de inmuebles y en los desahucios será competente
el tribunal donde esté sita a finca.
6. En los juicios relativos a la propiedad horizontal será competente el tribunal del lugar
donde radique la finca.
7. En los juicios en que se pida indemnización de los daños y perjuicios derivados de la
circulación de vehículos a motor será competente el tribunal donde se causaron los
daños.
8. En materia de impugnación de acuerdos sociales será el tribunal competente el del lugar
del domicilio social.
9. En los procesos en que se ejerciten demandas sobre infracciones de la propiedad
intelectual será competente el tribunal del lugar donde la infracción se haya cometido o
existan indicios de su comisión o en que se encuentren ejemplares ilícitos, a elección del
demandante.
10. En los juicios en materia de competencia desleal será competente el tribunal del lugar en
que el demandado tenga su establecimiento y, falta de éste, su domicilio o lugar de
residencia y, cuando no lo tuviere en territorio español, el tribunal del lugar donde se
haya realizado el acto de competencia desleal o donde se produzcan sus efectos a
elección del demandante.
11. En materia de patentes y marcas será competente el tribunal que señale la legislación
especial sobre dicha materia.
12. En los procesos en que se ejerciten acciones para que se declare la no incorporación al
contrato o la nulidad de las cláusulas de condiciones generales de la contratación será
competente el tribunal del domicilio del demandante. Y sobre esa misma materia,
cuando se ejerciten las acciones declarativas, de cesación o de retractación, será
competente el tribunal del lugar donde el demandado tenga su establecimiento y, a falta
de éste, el de su domicilio; y si el demandado careciese de domicilio en el territorio
español, en el lugar en que se hubiere realizado la adhesión.
13. En las tercerías de dominio o de mejor derecho que se interpongan en relación con un
procedimiento administrativo de apremio será competente el tribunal del domicilio del

12
órgano que acordó el embargo, sin perjuicio de las especialidades previstas para las
administraciones públicas en materia de competencia territorial.
14. Cuando las normas del apartado anterior de este artículo no fueren de aplicación en
litigios en materia de seguros, ventas a plazos de bienes muebles corporales y contratos
destinados a su financiación, así como en materia de contratos de prestación de servicios
o relativos a bienes muebles cuya celebración hubiese sido precedida de oferta pública,
será competente el tribunal del domicilio del asegurado, comprador o prestatario o el
del domicilio de quien hubiere aceptado la oferta, respectivamente.

La LEC prevé reglas especiales imperativas para el caso de que cuando se ejerciten
conjuntamente varias acciones frente a una o varias personas será tribunal competente el del
lugar correspondiente a la acción que sea fundamento de las demás; en su defecto, aquel que
sea competente para conocer del mayor número de acciones de las que estén acumuladas; y, en
último término, el órgano jurisdiccional del lugar que corresponda a la acción más importante
cuantitativamente.

• Normas dispositivas de competencia territorial.

La LEC establece una serie de fueros dispositivos que pueden ser alterados por la voluntad de la
partes a través de la sumisión tácita y expresa. Estos podrán ser de carácter general o de carácter
especial, siendo de aplicación preferente los de carácter especial.

o Fueros de carácter especial. Están establecidos en el artículo 52.1.2o,3.o y 17.o LEC:

- En las demandas sobre presentación y aprobación de las cuentas que deban dar los
administradores de bienes ajenos será tribunal competente el del lugar donde deban
presentarse dichas cuentas y, no estando determinado, el del domicilio del
demandante, poderdante o dueños de los bienes, o el del lugar donde se desempeñe
la administración a elección del actor.
- En las demandas sobre obligación de garantía o complemento de otras anteriores,
será tribunal competente el que lo sea para conocer, o esté conociendo, de la
obligación principal sobre que recayeren.

o Fueros de carácter general: Están establecidos en los artículos 50 y 51 LEC, que distinguen
entre fueros generales para personas físicas y fueros generales para las personas jurídicas.

Para las personas físicas hay cuatro fueros legales subsidiarios:

1. En primer lugar, el domicilio del demandado.


2. En segundo lugar, si no tuviere el demandado domicilio en el territorio nacional, será Juez
competente el de su residencia en dicho territorio.
3. En el caso que el demandado no tenga domicilio ni residencia en España será juez
competente el del lugar donde se encuentre dentro del país o de su última residencia.
4. Si no puede determinarse tampoco así la competencia territorial, ésta será la del
domicilio del actor.

En el artículo 50 LEC establece, además, un fuero alternativo para empresarios y


profesionales, en litigios derivados de su actividad profesional, como es el de poder ser
demandados en del lugar donde desarrollen su actividad y, si tuvieren establecimientos a su
cargo en diferentes lugares abierto al público, en cualquiera de ellos a elección del actor.

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Significa que el demandante podrá elegir entre su domicilio y, en defecto de éstos, los
establecidos subsidiariamente, o el lugar donde se desarrolle la actividad empresarial o
profesional.

Para las personas jurídicas la LEC fija también el domicilio como fuero legal de carácter
general, pero establece otro fuero alternativo, como es el lugar donde la relación jurídica
a la que se refiera el litigio haya nacido o deba surtir sus efectos, siempre que en dicho
lugar tengan establecimiento abierto al público o representante autorizado para actuar
en nombre de la entidad.

Con respecto a los entes sin personalidad jurídica, la LEC fija dos fueros alternativos: el
domicilio de sus gestores o cualquier lugar en el que desarrollen su actividad.

Sumisión tácita y sumisión expresa.

Las normas dispositivas son susceptibles de ser alteradas por la voluntad de las partes a través de
dos expedientes procesales. Esta posibilidad sólo está prevista cuando no sean de aplicación
normas imperativas de competencia territorial y cuando no estemos en un juicio verbal, ya que
en este no se permite la alteración de las normas de competencia por estos expedientes.

• Sumisión expresa: La competencia territorial puede venir fijada antes del proceso por un
acuerdo entre las partes que bien puede ser una cláusula en un contrato, o un acuerdo
independiente. Las reglas de la sumisión expresa contiene la LEC, a saber:

- Se ha de designar con precisión la circunscripción a cuyos tribunales se sometieren


(art. 55 LEC).
- La sumisión no incluye el reparto de asuntos entre los jueces de idéntica competencia
objetiva de un mismo partido (art. 57 LEC), de tal manera que no puede entenderse
válida la sumisión hecha al Juzgado de Primera Instancia número 3 de Málaga.
- Requiere la forma escrita, porque, a pesar de que la LEC no establece dicha forma
expresamente en la declinatoria es a través de la aportación de documentos –
principio de prueba por escrito- (art. 65.1 LEC).

• La sumisión tácita: El demandante expresa su voluntad de fijar la competencia territorial


interponiendo la demanda o formulando petición o solicitud ante el órgano jurisdiccional
de un determinado lugar (art.56.1.o LEC). Por su parte, el demandado expresa su
voluntad tácita de aceptar la competencia territorial elegida por el demandante “por el
hecho de hacer, después de personado en el juicio tras la interposición de la demanda,
cualquier gestión que no sea interponer en forma declinatoria” (art. 56.2.o LEC).
También se considerará tácitamente sometido al demandado que, no comparezca en
juicio o lo haga cuando haya precluido la facultad de proponer la declinatoria (art. 56.2.o
LEC).

Tratamiento procesal de la competencia territorial.

• De oficio.

Si fueran de aplicación normas de competencia territorial de carácter imperativo, el juez o


tribunal deberá abstenerse de conocer si no resulta ser competente con arreglo de dichas

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normas. Si fueran de aplicación normas dispositivas de competencia territorial, el órgano
jurisdiccional no podrá abstenerse de conocer, pues debe permitir el juego de la sumisión tácita.

• A instancia de parte.

La impugnación de la falta de competencia territorial se realiza a instancia de parte a través del


expediente de la declinatoria. La especialidad de la declinatoria en la impugnación de este tipo
de competencia es la necesidad de indicar, en el propio escrito, el tribunal que se considera
competente territorialmente y al que deben remitirse las actuaciones y la obligación del órgano
jurisdiccional que resuelve la declinatoria.

Conflictos de competencia territorial.

• Conflicto negativo de competencia territorial.

La negativa de un juez a conocer un determinado asunto, supone considerar a otro órgano


jurisdiccional competente. Pero puede resultar que este otro órgano jurisdiccional que se
considera competente rechace también su competencia territorial, por lo que nos
encontraremos, en este caso, ante dos órganos jurisdiccionales que niegan el conocimiento del
asunto, lo que genera un conflicto de competencia.
En cualquier otro caso, el órgano jurisdiccional que se designe competente estará obligado a
aceptar el conocimiento del asunto.

Cuando efectivamente se produzca un conflicto negativo de competencia territorial, éste será


resuelto por el tribunal inmediato superior común (art. 60.3 LEC)

E. COMPETENCIA FUNCIONAL.

Elegido el órgano jurisdiccional objetivamente competente para conocer de un asunto, tendrá


competencia también para resolver sobre sus incidencias, para llevar a efecto las providencias y
autos que dictare y para la ejecución de la sentencia o convenios y transacciones que aprobare
(art. 61 LEC). Es la llamada competencia funcional por conexión.

Además, los criterios de competencia funcional nos permiten determinar quiénes son los órganos
jurisdiccionales competentes para conocer de los recursos que pudieran interponerse frente a
las resoluciones recaídas en un proceso concreto. Así:

- Para conocer del recurso de reposición → los mismos órganos que dictaron la resolución
recurrida, o el propio Letrado de la Administración de Justicia.
- Para conocer del recurso de revisión frente a los decretos que pongan fin al procedimiento o
impidan su continuación → el juez o tribunal que conozca del proceso.
- Para conocer del recurso de apelación → los superiores jerárquicamente, es decir, las
Audiencias Provinciales, cuando las resoluciones apelables hayan sido dictadas por los
Juzgados de Primera Instancia de su circunscripción.
- Para conocer de los recursos de casación en materia de Derecho Foral→ la Sala de lo Civil y
Penal del TSJ.
- Para conocer del recurso de casación y, en tanto no se reforme la LOPJ, del recurso por
infracción procesal → la Sala de lo Civil del TS.

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Tratamiento procesal de la competencia funcional.

• De oficio.

No serán admitidos a trámite los recursos dirigidos a un tribunal que carezca de competencia
funcional para conocer de los mismos.

• A instancia de parte.

Aunque inicialmente está prevista la declinatoria, puesto que la LEC la define como instrumento
para denunciar la falta de competencia de cualquier tipo (art. 63), no hay momento procesal
oportuno para interponerla.

2. TRATAMIENTO PROCESAL DE LA FALTA DE JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA.

A. DECLINATORIA.

El tratamiento procesal de la falta de cualquier tipo de competencia se debe realizar a través de


la declinatoria, que consiste en una excepción procesal revestida de unas características
específicas. Es el expediente adecuado para denunciar por parte del demandado la sumisión de
la cuestión a arbitraje o a mediación.

El régimen legal de la declinatoria se encuentra en los art.63 a 65 LEC, donde se determina:

1. Tribunal competente. Se propone ante el mismo juez que está empezando a conocer del
proceso, que, a su vez, es el juez que se considera carente de competencia. No obstante,
también podrá interponerse la declinatoria ante el órgano jurisdiccional del domicilio del
demandado, quien le hará llegar al órgano anteriormente citado.
2. Legitimación para interponerla. Tanto el demandado como los que pudieran ser parte
legítima en el juicio.
3. Momento procesal para interponerla. En los diez primeros días del plazo para contestar
la demanda. A la interposición deberá acompañarse un principio de prueba en el que se
funde la falta de competencia. En el juicio verbal es el mismo plazo que el demandado
tiene para contestar a la demanda.
4. Efectos. La declinatoria suspende el procedimiento hasta que se resuelva. No obstante,
podrán practicarse actuaciones urgentes como el aseguramiento de la prueba o la
adopción de medidas cautelares, a no ser que el demandado preste caución que asegure
los daños que puedan ocasionarse al demandante por no haberse adoptado las medidas
cautelares o asegurado la prueba y la declinatoria carezca de fundamento.
5. Tramitación. Los litigantes contrarios, recibida la declinatoria y el principio de prueba,
disponen de un plazo de cinco días para alegar lo que consideren conveniente a su
derecho. El órgano jurisdiccional decidirá la cuestión dentro del quinto día siguiente.

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3. LAS CUESTIONES PREJUDICIALES E INCIDENCIAS

Puede suceder que para poder resolver lo que sea la cuestión principal el juez debe resolver
cuestiones que son un antecedente lógico de esta. Esta cuestión prejudicial podría dar lugar a un
proceso autónomo y su conocimiento puede pertenecer a órganos jurisdiccionales del mismo o
de diferente orden. Por tanto, quien pueda o deba resolverla es de vital importancia para su
incidencia en el desarrollo del proceso.

Podemos definir las cuestiones prejudiciales como aquellas de carácter jurídico que, por ser el
antecedente lógico para poder resolver la cuestión principal que se plantea en un proceso, deben
ser resueltas por el mismo u otro órgano jurisdiccional con carácter previo a la resolución de la
cuestión principal.

En función de la naturaleza se clasifican en:

• Cuestiones prejudiciales homogéneas: serán aquellas cuestiones las cuales, por


competencia genérica, corresponde resolver a un órgano jurisdiccional del mismo orden
donde surge la cuestión.
• Cuestiones prejudiciales heterogéneas: Aquellas cuestiones que corresponden a otro
órgano jurisdiccional diferente.
• Cuestiones prejudiciales mixtas: aquellas cuestiones que en puridad no corresponden a
otro orden jurisdiccional diferente, pero son resueltas por órganos que no pertenecen a
la jurisdicción ordinaria. No se trata de resolver cuestiones jurídicas de otro orden sino,
más bien, la adecuación de las normas de un orden jurisdiccional (ahora el civil) a normas
de rango constitucional o comunitario.

Atendiendo al órgano que debe resolver la cuestión, podemos clasificarlas en:

• Cuestiones prejudiciales devolutivas: Son aquellas que deben resolverse por el órgano
jurisdiccional que sería competente del asunto por competencia genérica, por tanto, a
éste deben remitirse.
• Cuestiones prejudiciales no devolutivas: han de resolverse con carácter prejudicial por el
órgano encargado de la cuestión principal. Salvo para el orden penal, la regla de la no
devolutividad es la que impera para el resto de cuestiones prejudiciales que puedan
surgir en el proceso civil, exceptuando las constitucionales y comunitarias

Con carácter genérico están reguladas en el art. 10 LOPJ, que recoge la no devolutividad, salvo
para el orden penal y cuando las leyes lo puedan excepcionar. Además, únicamente hace
referencia a cuestiones prejudiciales de diferentes órdenes jurisdiccionales.

Para el proceso civil debemos completar esta regulación de la LOPJ con los arts. 40 a 43 LEC. Así,
tenemos que en dicho proceso pueden darse: prejudicialidad penal (arts. 40 y 41); prejudicialidad
no penal, es decir, administrativa o laboral (art. 42) y civil (art. 43).

Las cuestiones prejudiciales penales en el proceso civil.

Atienden en su configuración, fundamentalmente, a la importancia de los intereses que se


ventilan en el proceso penal y que el legislador prefiere que no se resuelvan por un órgano que
no pertenezca al orden penal y que se suspenda el asunto civil hasta la resolución de la cuestión.
Se atiende más a la seguridad jurídica que a la economía procesal, por lo que siempre serán
devolutivas.

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Para que pueda darse una cuestión prejudicial penal en el proceso civil es necesario que se ponga
de manifiesto un hecho que ofrezca apariencia delictiva perseguible de oficio (art. 40.1 LEC),
aunque la existencia o puesta de manifiesto de esos hechos no siempre dará lugar a una cuestión
prejudicial penal ya que, para que ésta se produzca, dilucidar la existencia de ese delito ha de ser
prejudicial a la cuestión principal que trata de resolver el proceso civil.

De esta forma, para que se dé una cuestión prejudicial penal, además de unos hechos con
caracteres de delito público, para que se provoque la suspensión de las actuaciones del proceso
civil, es necesario que concurran las siguientes circunstancias (art. 42.2 LEC):

- Que se acredite la existencia de causa criminal en la que se estén investigando, como


hechos de apariencia delictiva, alguno o algunos de los que fundamenten las
pretensiones de las partes en el proceso civil.
- Que la decisión del tribunal penal acerca del hecho por el que se procede en causa
criminal pueda tener influencia decisiva en la resolución sobre el asunto civil.

Esta suspensión, que se acordará por medio de auto, se producirá una vez que el proceso esté
pendiente de sentencia, es decir, una vez esté concluso el procedimiento y se esté pendiente de
dictar sentencia (art. 42.3 LEC).

El régimen de recursos contra las decisiones sobre la suspensión del proceso civil es el siguiente:
contra la resolución que deniegue la suspensión asunto civil → recurso de reposición. Contra el
auto que acuerde la suspensión → recurso de apelación.

Cuestiones prejudiciales laborales o administrativas en el proceso civil.

Cuando el tribunal civil conoce de asuntos que estén atribuidos a los tribunales de los órdenes
contencioso-administrativo y social lo hará solo a los efectos prejudiciales (art. 42.1 LEC), es decir,
que la decisión de los tribunales civiles sobre estas cuestiones no surtirá efecto fuera del proceso
en el que se produzca, por tanto, carecen de fuerza de cosa juzgada material (42.2 LEC).

Al no tener que remitir cuestión alguna a otro órgano, el surgimiento de una cuestión de este
tipo no suspenderá el proceso civil, salvo cuando lo establezca la ley o lo pidan las partes de
común acuerdo o una de ellas con el consentimiento de la otra. Si se dan estos casos se
suspenderá el curso de las actuaciones, antes de que hubiera sido dictada sentencia, hasta que
la cuestión prejudicial sea resuelta por quien corresponda. En este caso, el tribunal civil quedará
vinculado a la decisión que adopte el órgano al que se remita la cuestión prejudicial acerca de
ésta (art. 42.3 LEC).

Cuestiones prejudiciales civiles en el proceso civil.

Son las que plantean menos problemas, ya que su ante un órgano de la jurisdicción civil se plantea
una cuestión, también civil, como antecedente de la cuestión principal objeto del juicio, que éste
la resuelva no debe causar crisis ni disfunción alguna. Cuando en el mismo proceso surge una
cuestión de este tipo el juez deberá resolverla con carácter preliminar en la misma sentencia.

Sin embargo, las dificultades afloran cuando esa cuestión está pendiente ante el mismo tribunal,
pero en un proceso diferente o ante otro órgano del orden civil. En ambos casos el art. 43.1 LEC
opta por la acumulación de procesos y, si no fuera posible ésta, podrá el nuez suspender el
proceso (a instancia de parte) en cualquier fase que se encuentre hasta que finalice el proceso

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que tenga por objeto la cuestión prejudicial. Esta decisión la deberá tomar el juez por auto, que
será recurrible en reposición si decide no suspender y en apelación si su decisión es la suspensión.

B. LAS CUESTIONES INCIDENTALES.

Aque surgen en el seno de un proceso y están relacionadas con su objeto principal, pero distintas
de éste y que van a requerir un pronunciamiento judicial específico sobre la misma. El art. 387
LEC señala que “son cuestiones incidentales las que, siendo distintas de las que constituyan el
objeto principal del pleito, guarden con éste relación inmediata, así como las que se susciten
respecto de presupuestos y requisitos procesales de influencia en el proceso”.

Aunque el tratamiento es común a ambas cuestiones, se prevén dos tipos de cuestiones


incidentales:
• Cuestiones incidentales de especial pronunciamiento son aquellas que, sin necesidad de que
se paralice el curso ordinario del proceso, exigen que el tribunal decida sobre ellas
separadamente en la sentencia antes de entrar a resolver sobre lo que sea objeto principal
del pleito (art. 389 LEC).
• Cuestiones incidentales de previo pronunciamiento, por el contrario, son aquellas que, por
su naturaleza, suponen un obstáculo para la continuación del juicio por sus trámites
ordinarios, por tanto, han de resolverse con carácter previo y suspenderán el curso de las
actuaciones hasta que sean resueltas (art. 390 LEC).
El art 391 señala cuáles se deben considerar cuestiones de previo pronunciamiento, además
de las ya expresamente previstas en la ley. Así señala las siguientes cuestiones referentes:

1) A la capacidad y representación de cualquiera de los litigantes, por hechos ocurridos


después de la audiencia previa.
2) Al defecto de algún otro presupuesto procesal o a la aparición de un óbice de la
misma naturaleza, siempre que hayan sobrevenido después de la audiencia previa.
3) A cualquier otra incidencia que ocurra durante el juicio y cuya resolución sea
absolutamente necesaria, de hecho o de derecho, para decidir sobre la continuación
del juicio por sus trámites ordinarios o su terminación.

El procedimiento de incidentes es único para ambas clases de cuestiones y sigue parecidos


trámites que los del juicio verbal. En primer lugar, hay que señalar que existen momentos
preclusivos para plantear este tipo de cuestiones.

En el procedimiento ordinario no se admitirá una vez iniciado el juicio, y en el verbal, una vez
admitida la prueba propuesta (art. 393.1 LEC). El uso de este procedimiento es muy marginal al
no admitirse que surjan durante la tramitación de medios de impugnación ni durante el proceso
de ejecución y, además, el momento es muy puntual ya que con carácter previo a esos momentos
existen trámites habilitados para plantear cuestiones incidentales sin necesidad de acudir a este
procedimiento.

La cuestión incidental se plantea por escrito, al que se acompañarán los documentos pertinentes
y en el que se propondrá la prueba que fuese necesaria y se indicará si, a juicio de quien proponga
la cuestión, ha de suspenderse o no el curso normal de las actuaciones hasta la resolución de
aquélla.

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Si la cuestión no es incidental el tribunal la rechazará por auto. Por el contrario, si estima que
goza de esa cualidad, la admitirá a trámite mediante providencia en la que resolverá si ha de
considerarse de previo o de especial pronunciamiento. Si se considera de previo pronunciamiento
se suspende el curso normal de las actuaciones.

Sabre un trámite contradictorio para que las demás partes personadas contesten lo que a su
derecho convenga en el plazo de cinco días. Transcurrido se citará a las partes a una
comparecencia ante el tribunal, que se celebrará conforme a lo dispuesto para las vistas de los
juicios verbales. En la vista se podrán formular las alegaciones pertinentes y se celebrará la prueba
que resultare propuesta en la misma y admitida por el tribunal. Finalizada la vista se resolverá la
cuestión, adoptando una forma u otra dependiendo si el incidente se hubiera declarado de previo
o de especial pronunciamiento.

Si la cuestión es de especial pronunciamiento no suspendía el curso del procedimiento, y se


resolverá, con la debida separación, en la sentencia definitiva (art. 393.4 párr.2o LEC)
Si la cuestión es de previo pronunciamiento se dictará auto resolviendo la cuestión y disponiendo
lo que sea procedente respecto a la continuación del proceso.

En cuanto al régimen de recursos contra el auto resolutorio de la cuestión incidental de previo


pronunciamiento dependerá de si el mismo pone fin al proceso o no. Si se acuerda poner fin al
proceso, cabrá recurso de apelación, y si decidiere su continuación no cabrá recurso alguno, sin
perjuicio de que la parte perjudicada pueda impugnar la resolución al apelar la sentencia
definitiva.

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