Noticia 91

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

IGNIFUGACIÓN

PROTECCIÓN DE LA MADERA CONTRA EL FUEGO.

El fuego está considerado como uno de los mayores enemigos de la madera como
material de construcción. Pero hay que reseñar que si bien la madera posee mala
reacción al fuego, es decir, se inflama fácilmente, sin embargo, presenta una buena
resistencia. Sobre todo en las secciones grandes, debido al proceso de carbonización
superficial de la misma durante el proceso de combustión. Por esta razón, el sistema
más empleado como protección anti – fuego en la construcción es el aumento de
sección de las piezas de madera en el diseño de la estructura del edificio.

En los elementos de secciones reducidas, como paneles, frisos, tarimas, etc. es


necesario emplear sistemas y productos especiales que mejoren la reacción al fuego.

Los sistemas de protección de la madera contra el fuego van a depender, en general


de tres factores:

1. La especie de madera a proteger. En las maderas poco densas la velocidad


de propagación de la llama y su inflamabilidad es mayor que en las especies
más densas. Pero sin embargo, estás especies más blandas, con mayor
diámetro de poros, son más fácilmente impregnables a la hora de proceder a
un tratamiento preventivo.

2. El acabado de la pieza. La transmisión de calor es menor en piezas torneadas


y lijadas que en otras sin mecanizar.

3. La humedad relativa de la pieza. Como es lógico pensar, un mayor contenido


de humedad dificulta la combustión de la madera. Pero habrá que tener
presente que un exceso de humedad es contraproducente para garantizar la
protección frente a organismos xilófagos, además de los inconvenientes que la
humedad excesiva acarrea como consecuencia de las variaciones
dimensionales asociadas. La humedad elevada produce pérdida de resistencia
de las piezas de madera.

Finalmente recalcar la importancia que tiene un diseño adecuado en la conservación


de las estructuras y demás elementos de madera de un edificio.

Se puede distinguir tres métodos de protección frente al fuego:

1. En el proceso de fabricación.

Se emplea en la fabricación de tableros de partículas, de fibras y contrachapados. Los


productos retardantes del fuego se añaden durante el proceso de mezclado de los
integrantes del tablero en el caso de los de partículas y los de fibras. Los productos
empleados son compuestos de boro y fosfatos y polifosfatos amónicos sólidos.

En los tableros contrachapados hay dos posibilidades de incorporar los protectores:


incorporados en las colas (resinas) que unen los tableros, o bien impregnando las
láminas que constituyen los tableros. Los productos empleados son fosfatos o
pirofosfatos amónicos en fase líquida.

2. Mediante impregnación a presión por autoclave (ignifugación).

Se realiza en plantas de tratamiento empleando ciclos de vacío – presión – vacío para


conseguir la penetración y retención adecuada del producto protector en la madera.
Los productos empleados son sales acuosas de fosfatos y polifosfatos amónicos, otros
compuestos amoniacales y compuestos de boro.

Presentan el inconveniente de que las sales de estos compuestos son en su mayoría


higroscópicas y se deslavan con facilidad. Por ello, no se recomienda su uso en
exteriores (clase de uso 3) y no se consigue la estabilidad dimensional de los
elementos de madera tratados.

La acción de los productos ignifugos puede ralizarse de diferente forma:


• Aislando mecánicamente la madera del oxígeno.
• Asfixiando las llamas químicamente.
• Refrigerando la zona de combustión a temperaturas inferiores al punto de
inflamación.
• Formando barreras aisladoras que suprime la conducción de calor a zonas
internas intactas.

3. Mediante impregnación superficial (recubrimientos intumescentes).

La intumescencia es un proceso basado en reacciones químicas complejas inducidas


por el calor generado en el proceso de combustión, y por el que una sustancia sólida
se convierte en una espuma rígida expandida que presenta una conductividad térmica.
Esta espuma genera una barrera aislante sobre la superficie de la madera.

Generalmente, los productos intumescentes, están compuestos por un catalizador, un


agente deshidratante (polifosfato amónico), un agente formador de residuo carbonoso
(polialcohol) y un agente formador de gases (melamina).

El principal inconveniente de los productos intumescentes convencionales es que son


recubrimientos opacos que ocultan el veteado original de la madera. En la actualidad
se está trabajando con barnices transparentes que incluso resaltan los aspectos
decorativos de la madera. Son productos basados en el empleo de ésteres del ácido
fosfórico y polifosfato amónico.

Hay que tener presente que para conseguir la ignifugación en profundidad de la


madera es necesario utilizar el autoclave.

Aspectos legales.

El reglamento vigente sobre la construcción con referencias al fuego y la madera en


España ponen de manifiesto la gran importancia del uso de productos retardantes del
fuego en toda madera destinada a interiores.

El actual reglamento español está definido en la NBE-CPI-96, Norma Básica de la


Edificación - Condiciones de Protección contra Incendios de los edificios, sido
modificado en abril de 2.009.
Las anteriores clases de reacción al fuego han sido sustituidas por las euroclases de
reacción al fuego. Así las clases de reacción al fuego españolas definidas en las
normas son M0, M1, M2, M3 y M4 el número de la denominación de cada clase indica
la magnitud relativa con la que los materiales pueden favorecer el desarrollo de un
incendio.

M0 No combustible

M1 Combustible pero no inflamable

M2 Combustible y difícilmente inflamable

M3 Combustible y medianamente inflamable

M4 Combustible y fácilmente inflamable

Se han sustituido por las euroclases de reacción al fuego, recogidas en el


Código Técnico de la Edificación, que en el momento actual, se dividen en dos
grupos.

1.- REVESTIMIENTO DE PAREDES Y TECHOS:

A1 NO COMBUSTIBLE. SIN CONTRIBUCIÓN AL FUEGO.


A2 NO COMBUSTIBLE. SIN CONTRIBUCIÓN AL FUEGO.
B COMBUSTIBLE. CONTRIBUCIÓN MUY LIMITADA AL FUEGO.
C COMBUSTIBLE. CONTRIBUCIÓN LIMITADA AL FUEGO.
D COMBUSTIBLE. CONTRIBUCIÓN MEDIA AL FUEGO.
E COMBUSTIBLE. CONTRIBUCIÓN ALTA AL FUEGO.
F SIN CLASIFICAR. SIN COMPORTAMIENTO DETERMINADO.
s1, s2, s3 INDICADORES DE OPACIDAD DE HUMOS.
D0, d1, d2 INDICADORES DE CAIDA DE GOTAS / PARTÍCULAS.

2.- REVESTIMIENTOS DE SUELOS:

A1FL NO COMBUSTIBLE. SIN CONTRIBUCIÓN AL FUEGO.


A2FL NO COMBUSTIBLE. SIN CONTRIBUCIÓN AL FUEGO.
BFL COMBUSTIBLE. CONTRIBUCIÓN MUY LIMITADA AL FUEGO.
CFL COMBUSTIBLE. CONTRIBUCIÓN LIMITADA AL FUEGO.
DFL COMBUSTIBLE. CONTRIBUCIÓN MEDIA AL FUEGO.
EFL COMBUSTIBLE. CONTRIBUCIÓN ALTA AL FUEGO.
FFL SIN CLASIFICAR. SIN COMPORTAMIENTO DETERMINADO.
s1, s2 INDICADORES DE OPACIDAD DE HUMOS.
La CPI-96 especifica la reacción al fuego que tiene que tener cada elemento en
función de donde este situado en el edificio, en particular la limita para aquellos
materiales situados en las vías de evacuación.

Siguiendo el mismo criterio, la reacción al fuego exigida en función de la situación de


los materiales, también se ha modificado. La anterior, que se expone a continuación.

Tabla: Reacción al fuego de materiales según su situación (CPI 96).

REQUISITOS: Reacción al fuego


SITUACIÓN
Techos Paredes Suelos
Recorrido de evacuación en
M1 M1 M2
escaleras y pasillos protegidos
Recorrido de Hospitales M1 M1 M2
evacuación en
otras zonas Otros usos M2 M2 M3
Zonas de riesgo Bajo M1 M1 M1
especial Medio o alto M1 M1 M1

En la nueva tabla, según se recoge en el Documento Básico de Seguridad en


caso de incendio (recogido en el CTE), los elementos constructivos deben de
cumplir las condiciones de reacción al fuego que se establecen como sigue:

SITUACIÓN DEL ELEMENTO REVESTIMIENTOS


De techos y paredes De suelos
Zonas ocupables. Incluye, tanto las de
permanencia de personas, como las de
circulación que o sean protegidas. Excluye
el interior de viviendas. En uso C-s2,d0 EFL
Hospitalario se aplicarán las mismas
condiciones que en pasillos y escaleras
protegidos.
Pasillos y escaleras protegidos B-s1,d0 CFL-s1
Aparcamientos y recintos de riesgo
B-s1,d0 BFL-s1
especial
Espacios ocultos no estancos, patinillos,
falsos techos y suelos elevados (excepto B-s3,d0 BFL-s2
los existentes dentro de las viviendas).

Como puede apreciarse, en la normativa actual, la clasificación va ligada al tipo de


material (especie de madera), al espesor del mismo y al acabado final, además de la
condición final de uso.

Y finalmente, recordar que la normativa actual en vigor exige la realización de


los ensayos de ignifugación para cada elemento y similares según su condición
de uso y puesta en obra.

Autores:
Aitor Aguinaga. Licenciado en Químicas
José Miguel Solís. Ingeniero de Montes

También podría gustarte