04/2022

Serie Demons

Heart

Libro 5

A Demon's Happiness

Catherine Lievens

04/2022
 Agradecimientos

Esta traducción está hecha sin fines de lucro, es un trabajo de fans para fans
con el fin de compartir una buena lectura. Todo el crédito a los autores
originales y no olviden comprar sus libros en sus plataformas para demostrar
su agradecimiento por su arduo trabajo.

¡Disfruten de la lectura!

Traducción
Santuario

Corrección
Cristina

Epuberización
Marapubs

04/2022
 Sinopsis

A veces hay que permitirse ser feliz.

Ilyhas no es un príncipe, no en el reino humano, y le gusta que sea así. Podría

prescindir de trabajar en la enfermería de la Liga, pero sabe que las cosas
podrían ser mucho peores, y ese trabajo significa que está cerca de su hermano
y de las otras personas a las que cuida, incluido Jadon, el hombre a cargo de su
rama de la Liga.

Esi está viviendo un sueño. Escapó del infierno con el hombre que ama y
tiene un trabajo que disfruta como enfermero. Trabaja con los guerreros día
tras día, y puede vivir abiertamente con Ilyhas sin temor a que los destrocen y
lastimen por amarse. No esperaba enamorarse de Jadon, pero no le preocupa.

Jadon tiene demasiado trabajo que hacer para enamorarse no de uno, sino
de dos chicos. Además, Ilyhas y Esi están juntos y él no se va a interponer entre
ellos después de todo lo que han pasado. Está feliz como está, concentrado en
su trabajo, y trata de olvidarse de ellos, porque sabe que ese tipo de
pensamientos son peligrosos para su corazón.

Pero, ¿y si Esi e Ilyhas también quieren a Jadon?

Ilyhas finalmente está comenzando a ser él mismo después de pasar toda su

vida siendo lo que su padre esperaba que fuera. No está seguro de por qué eso
incluye enamorarse de Jadon, pero cuando él y Esi hablan de ello y acuerdan
que ambos lo quieren, decide que no le importa.

Pero cuando Ilyhas, luego Esi, son maldecidos justo cuando comienzan a
aprender a estar juntos como un grupo, las cosas comienzan a
desmoronarse. Ilyhas no tiene mucho tiempo. Jadon necesita encontrar a la
persona que está lastimando a los hombres que ama antes de perderlos para
siempre.

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 Capítulo uno

Ilyhas se estremeció y se envolvió la manta con más fuerza alrededor de sus

hombros. "¿Por qué este lugar es tan frío?" se quejó.

Esi dejó su libro y puso los ojos en blanco. "No hace frío."

“Lo hace en comparación con el palacio”.

"Eso es porque el palacio estaba en el infierno".

"Lo sé. Eso no cambia el hecho de que este lugar es frío”. E Ilyhas siempre
había odiado tener frío.

Se había sentido así desde que Esi y él habían llegado al mundo de los
humanos. Era uno de los problemas que tenía con el lugar, pero no podía
quejarse de los demás, no en voz alta. ¿Qué pensaría la gente de él si se
quejara de que su trabajo es duro o de que el antiguo departamento de Cumar
era incómodo y frío? Mucha gente ya pensaba que era un snob y que los
menospreciaba por ser quien era. No estaba seguro de por qué no pensaban lo
mismo de su hermano, pero no estaba sorprendido. Cumar era bueno con la
gente. Todos lo amaban, y no les importaba quién era o qué era. No les
importaba quién era su padre. Pero la gente a la que no le caía bien Ilyhas
siempre había tenido a su padre en contra de él, y no estaba seguro de qué
hacer con eso. Sabía que su padre había sido un monstruo. Sin embargo, ¿qué
tenía eso que ver con él?

"¿Ily?"

Ilyhas negó con la cabeza y sonrió a Esi. No importaba cuán odiado fuera por
todos los demás, todavía tenía a Esi y a Cumar, e incluso a los amigos de
Cumar. Esa era más familia de la que jamás había tenido, incluso cuando vivía
en el palacio con su padre y el resto de sus hermanos. No había amado a
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ninguno de ellos, no como amaba a Cumar, y ciertamente no como amaba a
Esi. "Estoy bien."

Esi fruncía el ceño. "¿Estás seguro? Podría llamar al trabajo por ti y decirles
que no te sientes bien”.

Ilyhas negó con la cabeza. Nadie lo tomaría bien, y probablemente se

burlarían de él cuando regresara. No creía que pudiera soportar más de eso.
"Estoy bien. Solo tengo frío.”

Esi dejó su libro y pasó un brazo alrededor de los hombros de Ilyhas. "Sé que
esto es difícil para ti".

"No más difícil de lo que es para ti".

"Eso no es cierto. Sé que el nombre de tu padre tiene un significado potente

incluso aquí. No está apegado a mí, y la gente me aceptó más fácilmente. No
creas que no he visto la forma en que la gente te mira o he oído lo que dicen
cuando creen que no puedes oírlos. Sé lo difícil que es esto para ti. Pensaste
que vendrías aquí y serías aceptado, pero la mayoría de la gente te asocia con
tu padre”.

Ilyhas se relajó contra el costado de Esi. No tenía que ser fuerte, no con él.
No tenía que mantener la máscara que había usado desde que era un niño, la
que les mostraba a todos los demás. Esi lo amaba, y eso no cambiaría, sin
importar lo que Esi viera. “Haré que funcione. Puedo tomar cualquier cosa que
la gente me arroje. No es peor que lo que pasó en el palacio.”

Esi resopló suavemente. "Aún así. Pero sabes que puedes acudir a mí si
necesitas hablar, ¿verdad? No voy a pensar que eres débil ni nada. Y sé cuánto
te desagrada este lugar.”

“Nunca dije que no me gustara”. Pero Ilyhas lo hacía. Tal vez era mimado.
Sin duda lo era, al menos cuando se trataba de lujo. Puede que no haya sido
amado cuando era niño, pero siempre había tenido todo lo que podía desear
cuando se trataba de juguetes o ropa. Su padre había sido uno de los hombres
más poderosos de su región del Infierno. Eso significaba que Ilyhas no estaba

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preparado para el departamento pequeño y frío, para los muebles gastados o
para el horrendo vecindario en el que ahora vivía. Pero, sobre todo, no estaba
preparado para el desprecio y el odio abiertos que recibió de los humanos y
algunos de los demonios que veía a diario. No se engañó pensando que las
personas con las que solía vivir en el palacio no se habían sentido así, pero lo
habían ocultado detrás de sonrisas y reverencias.

Estas personas no lo hicieron. Ilyhas no era nadie, ni en esta ciudad, ni en

este reino. Era solo un demonio, y la gente lo odiaba por eso, aunque era algo
sobre lo que no tenía poder.

Sin embargo, iba a tener que acostumbrarse a todo. No podía volver. Ni

siquiera lo haría si pudiera, pero dudaba que su hermana le diera la bienvenida.
No, estaba aquí para quedarse. Esta era su vida ahora, sin importar cuán
diferente fuera de la que tenía antes.

"Estaré bien", dijo, esperando sonar más convincente de lo que se sentía.

Esi besó la parte superior de la cabeza de Ilyhas. "Sé que lo harás. Haré lo
que tenga que hacer para asegurarme de que seas feliz. Esa es la razón
principal por la que decidimos mudarnos aquí, ¿no?”

Ilyhas inclinó la cabeza para poder mirar a Esi. “Vinimos aquí para poder
estar juntos. Para que pudiéramos ser libres. Estoy dispuesto a pagar el precio
que venga con esa decisión. Honestamente, tener que tratar con personas a las
que no les caigo bien o que piensan que soy un mocoso malcriado no es tan
malo, y no es tan diferente de lo que he tratado antes. La gente simplemente
me lo dice a la cara en lugar de esperar hasta que me vaya para decirlo”.

Esi frotó la espalda de Ilyhas. “Desearía que no tuvieras que lidiar con eso.
Desearía que la gente hablara contigo y te conociera en lugar de asumir cosas
sobre ti”.

Ilyhas deseaba eso también, pero desearlo no cambiaría nada. "Estaré bien.
Te tengo a ti y a Cumar, y los amigos de Cumar no hacen eso”.

Esi no parecía convencido, pero no dijo nada, e Ilyhas se alegró por ello.

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Estaba tratando de poner una buena fachada porque no había una alternativa
para él, pero odiaba su situación. Sin embargo, ni él ni Esi, ni siquiera Cumar,
podían cambiar nada.

Ilyhas besó la mandíbula de Esi. “Estoy bien, Esi. En serio. Y deberíamos

prepararnos para ir al trabajo.”

Esi suspiró y le devolvió el beso a Ilyhas, demorándose en sus labios.

"Deberíamos."

Ilyhas no estaba loco por trabajar en la enfermería de la sede de la Liga

donde trabajaba su hermano, pero estaba contento por la oportunidad. No
sabía cómo hacer nada cuando llegó al reino humano, no como Esi. Había
tenido que aprender, y todavía estaba aprendiendo.

Eso no significaba que le gustara tener que lidiar con lesiones. Su estómago
se revolvía la mayor parte del tiempo que pasaba en la enfermería, y ya había
tenido que correr al baño para vomitar un par de veces. No estaba seguro de
que alguna vez se acostumbraría a la sangre y el gore, pero por ahora, era la
mano que le habían repartido, y no iba a darse por vencido, no cuando no tenía
ni idea de qué quería hacer en la vida. Tuvo suerte de que le ofrecieran el
trabajo y sabía que era gracias a Cumar. No tendría nada sin su hermano.

Se prepararon y, aunque a Ilyhas le molestaba tener que deshacerse de la

manta, estaba ansioso por ir a trabajar. Le encantaba pasar tiempo con Esi,
pero también quería ver a su hermano y sabía que a Esi le encantaba su trabajo.
No lo entendía, pero quería que Esi fuera feliz, y lo era cuando trabajaba. Fue un
placer verlo e hizo que valiera la pena ir.

“Te ves mejor”, dijo Esi, mientras salían del elevador y caminaban hacia el
cuartel general, en dirección a los vestuarios.

“Aquí no hace tanto frío”.

Esi golpeó sus hombros juntos. "¿O es porque podrías ver a Jadon?"

Ilyhas giró la cabeza hacia su novio. "¿De qué estás hablando?"

"Vamos. Los dos pensamos que está bueno”.

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 “Y también ambos estamos en una relación. Juntos."

"No dije que ibas a saltar sobre él en el pasillo, Ily, solo que es agradable de
ver".

Ilyhas no podía negarlo. Jadon podía ser mayor, pero era guapo, más que la
mayoría de las personas que Ilyhas había conocido en su vida. "Deberías
mantener tus ojos en tu trabajo, no en el trasero de Jadon".

La sonrisa de Esi se ensanchó. "Así que has notado su trasero".

Ilyhas negó con la cabeza, pero estaba sonriendo. "Vamos a trabajar, Esi".

****

La computadora de Jadon sonó, diciéndole que tenía un correo electrónico.

Suspiró y se frotó el puente de la nariz. Maldita sea. Alguien más necesitaba
algo.

No estaba seguro de cuándo había comido o dormido por última vez, pero
por el latido detrás de sus ojos, sabía que había pasado un tiempo. Necesitaba
comer algo por lo menos.

Lo haría después de contestar el correo electrónico.

Abrió los ojos y movió el cursor. El correo electrónico era del jefe de la rama
de la Liga en un pueblo cercano. Jadon frunció el ceño mientras lo leía. Este
pueblo tenía una base más pequeña y menos guerreros, y no era suficiente.
Aparentemente hubo una afluencia de demonios alu en la ciudad, y ya habían
eliminado a dos de sus guerreros. Necesitaban ayuda y se acercaron a Jadon
para obtenerla.

Jadon cerró los ojos y se recostó en su silla. No podía prescindir de ninguno

de sus equipos. También había habido un aumento de la presencia de
demonios en la ciudad, y Jadon necesitaba toda la mano de obra para lidiar con
ellos. Sin embargo, no podía decir que no a la solicitud de ayuda. Hacer eso
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podría significar más muertes, tanto para demonios como para humanos.

A veces odiaba su trabajo.

Jadon escribió su respuesta y la envió, luego tomó su teléfono. Envió un

mensaje de texto grupal y abrió el cajón de su escritorio, haciendo una mueca.
Los únicos bocadillos que le quedaban eran barras de granola, y no estaba loco
por ellas. Preferiría chocolate, aunque no era comida de verdad y no ayudaría.

Un golpe en la puerta le recordó el mensaje de texto que había enviado.

"Adelante." Cerró el cajón y respiró hondo.

Entró Cumar, seguido de Thailor. “Hola, jefe. ¿Qué sucede?"

Jadon apretó los labios. No quería que Cumar supiera lo divertido que estaba
con su comportamiento. Le daría el incentivo para continuar, y eso no era algo
que Jadon necesitaba. "Siéntate."

Supuso que debería sentirse afortunado de que Cumar obedeciera sin

discutir, aunque no pudo mantener la boca cerrada y preguntó: “¿Y? ¿Tienes un
trabajo para nosotros? Porque me estoy aburriendo.”

Thailor resopló. "¿Aburriendo? ¿Después de lo que tú y Yo'ash hicieron

anoche?

La sonrisa de Cumar era malvada. "¿Y cómo sabes lo que hicimos anoche?"

Jadon no quería saber la respuesta a eso. Se aclaró la garganta y las

miradas de Cumar y Thailor regresaron a él. Ahora que tenía su atención, se
relajó. "¿Ambos estarían bien con ser enviados a una misión?"

Se miraron el uno al otro, y la forma en que sus miradas se cruzaron le

recordó a Jadon cuando él había estado en su lugar. Había tenido un
compañero, y al igual que Cumar y Thailor, habían sido cercanos, al igual que
ellos, tan cercanos que podían comunicarse sin decir una palabra. Hizo que el
pecho de Jadon se sintiera apretado, y apartó la sensación.

"¿De qué estamos hablando?" preguntó finalmente Thailor.

“Recibí una solicitud de ayuda. Hay lo que parece una invasión de demonios
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alu en un pueblo cercano. Han perdido dos guerreros, y no tenían muchos de
ellos para empezar. Ahora están superados en número”.

"¿Cuánto tiempo estaríamos allí?"

Jadon entrelazó sus dedos. “Eso depende de vosotros y de lo mal que esté la
situación. Parece manejable por el correo electrónico que recibí, pero no puedo
estar seguro de eso, y las cosas podrían cambiar para cuando lleguéis allí”.

"¿De cuántos demonios alu estamos hablando?"

“Han contado quince hasta ahora.”

Cumar silbó. "Eso es un jodido montón".

“Sé que este trabajo te alejará de tu familia por un tiempo, pero confío en
vosotros dos más que en cualquier otra persona”.

Cumar presionó su mano contra su corazón. "Estoy conmovido. Y aquí pensé

que no te preocupabas por mí.”

Jadon puso los ojos en blanco. "Lo digo en serio. Sé que puedo confiar en
que los dos evaluareis la situación correctamente y haréis lo que tengáis que
hacer para resolver el problema lo más rápido posible. Sé que no tengo que
decir esto, pero realmente no podemos prescindir de vosotros aquí. Sin
embargo, tampoco puedo ignorar esta solicitud de ayuda”.

Thailor asintió, pero Cumar fruncía el ceño. Jadon resistió el impulso de

suspirar.

"¿Qué pasa con Ilyhas?" Cumar preguntó.

"¿Qué hay con él?"

“Le he estado ayudando a él y a Esi a lidiar con la vida aquí. ¿Qué van a hacer
si no estoy? No puedo dejarlos solos.”

"¿No viven solos en tu antiguo departamento?"

“Bueno, sí, pero voy allí tres veces a la semana para asegurarme de que
estén comiendo y no compartan el lugar con las ratas”.
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 “Son adultos. Pueden arreglárselas sin ti durante unos días o semanas.”

"No estoy seguro. Sé que a Ilyhas le ha costado acostumbrarse a trabajar

aquí. Algunas personas le están haciendo pasar un mal rato. No es que me
haya dicho nada al respecto, pero lo sé.”

Jadon no estaba sorprendido. Esperaba que las cosas salieran bien y que la
gente con la que trabajaba aceptara a Ilyhas sin ningún problema, pero lo sabía
mejor. Ilyhas podía ser el hermano de Cumar, pero también era el hijo de su
padre, y a nadie le gustaba eso. No lo conocían, y no lo harían si no le daban
una oportunidad. Sin embargo, no había nada que Jadon pudiera hacer al
respecto. Le había dado trabajo a Ilyhas y se había asegurado de que todos
supieran que no toleraría ningún tipo de violencia hacia él y Esi, pero eso fue
todo. No podía obligar a nadie a aceptar a Ilyhas o darle la bienvenida.

Thailor se inclinó hacia Cumar. "Vamos. Sabes que Ilyhas no querría que
dijeras que no a esto. Quiere que la gente esté a salvo”.

Cumar se pasó una mano por el pelo. "Lo sé. Simplemente no quiero dejarlos
a él y a Esi solos. ¿Qué pasa si necesitan ayuda con algo? Soy la única persona
a la que pueden preguntar”.

"¿Qué pasa con Yo'ash?" preguntó Jadon. Entendía el miedo de Cumar y

podía enviar a otra persona, pero se sentiría mejor si supiera que Cumar y
Thailor estaban en esto.

Cumar negó con la cabeza. "El está trabajando. Quiero decir, podría tomarse
unos días libres, pero Aiden no puede prescindir de él por mucho tiempo.”

"¿Y qué pasa con Jadon?" preguntó Thailor.

Jadon parpadeó. "¿Que hay sobre mí?"

“Podrías vigilar a Ilyhas y Esi.”

Oh, mierda no. "¿Yo?"

“¿Quién mejor que tú? Cumar sabría que están a salvo y podría concentrarse
en el trabajo”.

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 "No puedo."

"¿Por qué no?" Cumar preguntó.

Porque a Jadon le gustaban demasiado Ilyhas y Esi. Porque no quería pasar

tiempo con ellos. Porque le recordaron que tenía un corazón y le dieron ganas
de seguirlo. “Porque yo también tengo que trabajar, y creo que mi trabajo es un
poco más importante que el de Yo'ash”.

"Oh vamos. No es como si tuvieras que cuidarlos. Además, estás aquí todo
el tiempo y ellos pasan una buena cantidad de tiempo trabajando aquí. Solo
tendrías que estar disponible si algo sucede cuando están en casa”.

Jadon todavía no podía ver por qué Yo'ash no podía hacer eso, pero sabía
que insistir no ayudaría. Cumar había tomado su decisión, y si alguien era terco,
era él. Ahora que Thailor le había metido la idea en la mente a Cumar, no
aceptaría nada más, y Jadon lo necesitaba en este trabajo. Necesitaba que
Cumar y Thailor regresaran lo antes posible porque también había notado una
afluencia significativa de demonios en la ciudad, y no podía permitirse que
creciera sin tener a todos allí.

Iba a tener que hacer esto, ¿no?

Jadon suspiró. Maldita sea. No podía decir que no, y no podía decir que sí.
No quería decir que sí. No quería pasar mucho tiempo con Esi e Ilyhas.

Pero iba a tener que hacerlo.

"Bien. Estaré disponible si tienen algún problema”. ¿Qué tipo de problema

podrían tener, después de todo? Habían vivido solos desde que llegaron.
Seguramente ya estaban acostumbrados y no lo necesitarían.

Cumar se relajó. "Estupendo. Gracias. Sé que probablemente te parezca

mucho, pero Ilyhas es mi hermano, y él y Esi son nuevos aquí. Quiero que sean
felices y que funcione, ¿sabes? No quiero que Ilyhas se arrepienta de su
decisión de venir aquí. Ya ha sido bastante duro para él”.

Mierda. Cumar estaba agarrando a Jadon por los sentimientos ahora. "Lo

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entiendo, y si eso significa que podrás concentrarte en tu trabajo, lo haré". A
pesar de que estaba empezando a sospechar que lo lamentaría.

****

Esi tiró las vendas sucias en una bolsa de plástico roja y tomó el limpiador.
Roció una buena cantidad sobre la bandeja de metal y la frotó con toallas de
papel, tarareando mientras trabajaba.

Le gustaba su trabajo. Sabía que Ilyhas no estaba tan entusiasmado como

él, y lo entendía. Deseaba poder hacer algo por Ilyhas, pero no tenía más poder
aquí del que había tenido cuando estaban en el Infierno. Era solo un
subordinado, alguien a quien nadie notaba.

"¿Oye, Esi?"

Esi levantó la cabeza de golpe ante el sonido de una voz profunda. Se relajó
cuando vio que era Cumar. Nadie se fijó en él excepto Cumar y sus amigos. Eso
estaba bien con él. Le gustaban Cumar y sus amigos, aunque al principio había
sido cauteloso. Todavía se sentía incómodo por todo el asunto de ser enviado a
secuestrar a Cumar, pero Cumar había descartado sus disculpas cuando había
intentado hablar con él y le había hecho prometer que no volvería a pensar en
eso. Eso fue sorprendentemente fácil, especialmente con la forma en que
Cumar trató a Esi como nada diferente al novio y amigo de su hermano. "Oye.
Espero que no estés aquí porque estás herido”.

Cumar negó con la cabeza. "No, estoy bien por ahora".

"Bien." Esi miró hacia abajo. No importaba cuántas veces se dijera a sí

mismo que Cumar era solo un hombre, como Ilyhas, todavía se sentía
intimidado. Cumar había sido el siguiente en la línea de sucesión al trono.
Había sido algo así como una figura mística para Esi. Había oído hablar de él
por Ilyhas, que no sabía mucho desde que su hermano se fue cuando él era un
niño. Era difícil reconciliar la imagen que había tenido de Cumar con la de
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Cumar que tenía delante.

“Me preguntaba si estabas libre para almorzar”, dijo Cumar.

Esi parpadeó hacia él. "¿Almorzar?"

"Sí. Ya sabes, ¿esa comida que comes en la mitad del día?”

Eso era nuevo. Cumar nunca había invitado a Esi a nada, ni siquiera a comer.
Esi solía comer en el comedor del cuartel general, como todos los demás, a
veces solo, la mayoría de los días con Ilyhas. Conocía a otras personas en el
cuartel general, pero no se sentía lo suficientemente cómodo con nadie para
comer con ellos. "Sé lo que es el almuerzo".

“Entonces, ¿te gustaría comerlo conmigo?”

“¿Qué pasa con Thailor e Ilyhas?”

“Pueden unirse a nosotros si quieren, pero Thailor estaba hablando por

teléfono con Chase cuando lo dejé, y eso siempre toma un tiempo. Sin
embargo, podemos agarrar a Ilyhas en el camino. En realidad, es mejor si
hacemos eso. Necesito hablar con ustedes dos.”

El estómago de Esi se revolvió con inquietud. "¿Hablar?"

Cumar palmeó el hombro de Esi. “Nada malo, no te preocupes. Vamos.

¿Necesitas que te ayude a terminar de limpiar?”

"No gracias. Casi termino."

Esi terminó de tirar todo, tiró los guantes que había estado usando y se lavó
las manos. Aún le inquietaba hablar con Cumar. Quería saber qué estaba
pasando. Cumar podría no pensar que era malo, pero Esi quería ser el juez de
eso.

Esi siguió a Cumar al comedor. Atraparon a Ilyhas en el camino, y Esi lo vio

hablar con Cumar. Las cosas todavía estaban un poco tensas entre ellos, sobre
todo porque ya no se conocían. Ilyhas había idolatrado a su hermano, pero en
su mayor parte había crecido sin él, y su relación había pasado factura. Sin
embargo, fue bueno verlos llenar el vacío. Ilyhas había necesitado a Cumar. Él
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era una de las razones por las que Ilyhas había decidido dejar el palacio y
mudarse al reino humano, e Ilyhas necesitaba saber que no había sido en vano.

Se instalaron en una mesa tranquila en un rincón del salón. Esi podía sentir
que la gente los observaba, y se alegró cuando Cumar se ofreció a traerles
algunos bocadillos en lugar de tener que hacer cola con él. Esi logró
esconderse detrás de una planta falsa, protegiendo a Ilyhas de la mayoría de
las miradas, y lo miró. "¿Como estuvo tu mañana?" Trabajaban juntos en la
enfermería, pero eso no significaba que se vieran mucho durante el día.

"Bien. Alguien llegó con una lesión del entrenamiento, pero no estuvo mal”.
Ilyhas sonrió. "Sin sangre."

"Eso es bueno." Esi sabía que a Ilyhas no le gustaba ver sangre. Deseaba
poder hacer algo para sacarlo de la enfermería, pero hasta el momento no
había aparecido ningún otro trabajo en el cuartel general y le aterrorizaba la
idea de que Ilyhas trabajara en otro lugar. Necesitaba la protección que le
estaban dando Cumar y Jadon. Algunos de los guerreros no estaban felices de
tenerlo allí, pero se mantuvieron alejados porque sabían lo que sucedería si no
lo hacían. Sin embargo, los demonios fuera del cuartel general no serían tan
amables, y Esi no quería que Ilyhas saliera lastimado.

"¿Y tú qué tal?"

Esi se encogió de hombros. “Principalmente visitas de guerreros heridos.

Cambié algunos vendajes, cosas así”.

Ilyhas hizo una mueca. "Lo siento."

“No lo hagas. Me gusta el trabajo”.

"¿Cómo puedes? Hay sangre y gente que no quiere que los toques solo por
ser quien eres”.

El corazón de Esi se rompió un poco. “Eso solo pasa contigo, amor.”

Ilyhas hizo una mueca. "Eso es lo que sospechaba". Él suspiró. “No sé qué
más puedo hacer para que vean que no soy mi padre. Quiero decir, apenas

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conocía al hombre. No es como si tuviera ni una pizca de instinto paternal o
incluso que quisiera ser padre”.

Esi palmeó la mano de Ilyhas. "Lo sé."

Ilyhas se dejó caer en su silla. Esi abrió la boca para decir más, pero llegó
Cumar, con una bandeja y servilletas metidas en la boca. Dejó la bandeja y Esi
apenas logró agarrar la botella de agua que rodó. Cumar se sacó las servilletas
de la boca y las dejó. "Gracias. Espero que ninguno de ustedes piense que
tengo piojos.”

"¿De qué querías hablar?" Esi preguntó una vez que se acomodaron para
comer.

Cumar puso los ojos en blanco y se metió el sándwich en la boca. Ilyhas

arqueó una ceja. “¿Cumar quería hablar con nosotros?” preguntó.

Cumar tragó saliva. "Sí. Thailor y yo vamos a ser enviados a una misión. No
está en la ciudad, y no sé cuánto tiempo estaremos fuera.”

Ilyhas había dejado su sándwich. Parecía un poco verde, y Esi sabía que era
porque no le gustaba la idea de que Cumar estuviera lejos, tanto porque lo
dejaría sin su mayor protector como porque Cumar podría salir lastimado, o
algo peor. "¿Qué?" graznó.

Cumar dejó su bocadillo y apretó el hombro de Ilyhas. "Estaré bien. Sabes

que Thailor y yo somos buenos en nuestro trabajo, y no te dejaré solo. Tienes a
Esi, y tienes los números de Chase y Yo'ash. También hablé con Jadon, y
accedió a vigilar las cosas y a ti. Te daré su número para que puedas llamarlo si
lo necesitas. Y quiero que lo llames, Ilyhas. No trates de resolver lo que sea que
suceda por tu cuenta, ¿de acuerdo?”

Ilyhas se aclaró la garganta. "No soy un niño."

"Lo sé. También sé que no le dices a la gente que te duele o que tienes un
problema. Bueno, excepto a Esi, pero guardas tus secretos, así que no es útil.
Sin embargo, necesito que estés a salvo. De lo contrario, no podré
concentrarme en mi trabajo. Por favor. Prométeme que irás a Jadon si pasa
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algo.”

Ilyhas asintió. Esi mismo lo habría prometido si Ilyhas no lo hubiera hecho.

Puede que no le gustara la idea de tener que depender de otras personas, pero
sabía que él e Ilyhas no tenían idea de cómo tratar con el mundo en este reino.
Todavía dependían de Cumar, Yo'ash y sus amigos para lograrlo, y aunque se
esforzaban mucho, eso no cambiaría por un tiempo.

Cumar sonrió. "Bien." Dejó caer la mano y agarró su sándwich de nuevo. “Sé
que la vida no ha sido fácil para ti desde que llegaste aquí. Recuerdo cómo era
al principio. Pero me tienes a mí, y también tienes amigos.”

Ilyhas resopló. Estaba jugando con un poco de lechuga que se le había caído
del sándwich y Esi sabía que no iba a terminar de comérsela. Dejaba de comer
cuando estaba estresado.

“Es cierto”, insistió Cumar.

“Tienes amigos, Cumar. Yo no. Solo te tengo a ti y a Esi, y ninguno de

ustedes son realmente mis amigos”.

“Tú no lo ves, pero Chase, Yo'ash, Thailor, Aiden y Caelan son tus amigos. Sé
que los has estado manteniendo a distancia, pero eso no significa que no les
gustes. Respetan el hecho de que necesitas algo de tiempo para acostumbrarte
a este reino, pero están ahí si los necesitas. Al igual que Jadon.”

“¿Cómo lograste eso? No puedo imaginar que esté ansioso por cuidarnos”.

Cumar sonrió. "Podría haberle dicho que no aceptaría el trabajo si no

estuviera seguro de que ustedes dos estarían a salvo".

“Y se rindió”.

“Él sabe que soy el mejor, y me necesita allí. De verdad, Ilyhas. No hay nada
de qué preocuparse."

Esi esperaba que eso fuera cierto.

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 Capítulo dos

Jadon se frotó la cara. Sus ojos ardían y su estómago se sentía como si

estuviera a punto de empezar a comerse a sí mismo. Se había olvidado de
comer de nuevo. Eso no era sorprendente, con todo lo que estaba pasando. La
afluencia de demonios en la ciudad había aumentado y continuaba haciéndolo
todos los días. Uno de los equipos de Jadon había sido salvajemente atacado
esa tarde y los médicos habían pasado horas tratando de salvarlos. Se las
habían arreglado, pero todavía estaban delicados, y lo estarían por un tiempo.
Eso dejó a Jadon con dos equipos perdidos, ya que Cumar y Thailor se habían
ido ayer por la mañana. No sabía cuándo volverían, pero por los mensajes de
texto que ya había recibido de ambos, la situación allí era tan mala, si no peor,
que la que estaban enfrentando.

A veces, Jadon odiaba su vida.

Suspiró y cerró los ojos. No podía permanecer así por mucho tiempo, o se
quedaría dormido con la cabeza sobre el escritorio. Sabía que debía bajar a su
departamento, comer, ducharse y dormir durante veinticuatro horas, pero solo
podía hacer dos de esas cosas. Tendría suerte si dormía cuatro horas antes de
que otra emergencia lo trajera de regreso a su oficina.

Lo que significaba que tenía que irse ahora.

Apagó su computadora y estaba a punto de salir de la oficina cuando sonó

su teléfono. Consideró no responder, pero podría ser importante. Nunca se
perdonaría si algo le pasara a alguien más de quien estuviera a cargo solo
porque no tenía ganas de contestar una llamada telefónica.

"¿Hola?"

El sonido de las sirenas golpeó los oídos de Jadon. "¿Jadon?" alguien gritó
por encima.

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 "¿Quién eres? ¿Qué está pasando?" ¿Había sido atrapado uno de sus equipos
por la policía humana? Mierda. Eso era lo último que necesitaba Jadon.

“¿Jadon? Soy Esi.”

Jadon gimió, la tensión desvaneciéndose. "¿Qué ha pasado?"

Hubo una pausa, y Jadon pudo distinguir voces y el sonido de algo más,
¿quizás agua? “Nuestro edificio se quemó”.

Jadon parpadeó, su cerebro cansado tratando de entender lo que estaba

diciendo Esi. "¿Quemado?"

"Sí. Todos están en la calle y los bomberos están enojados porque tienen
que trabajar para nosotros. No quieren que el fuego se propague a los edificios
humanos”. Él olfateó. "Lo lamento."

Ahí se fueron las cuatro horas de sueño de Jadon. "Está bien."

"No, no lo está. Deberíamos haber sido más cuidadosos”.

"¿Estás diciendo que tú e Ilyhas fueron los que incendiaron el edificio?"

“Estábamos tratando de cocinar”.

Está bien, entonces no podía ser tan malo como él lo estaba imaginando.
¿Qué daño podrían haber hecho? Incluso si hubieran quemado su comida y
hubieran tenido que llamar al departamento de bomberos por el humo, no había
manera de que todo el edificio se hubiera derrumbado.

¿Verdad?

“Dame quince minutos y estaré allí”. Al menos tenía que controlarlos. Le

había prometido a Cumar que lo haría.

“¿Nos arrestará la policía por esto?” Esi estaba tratando de ser fuerte, pero
Jadon podía escuchar el temblor en su voz y su corazón se hinchó en su pecho.

Maldita sea. Se suponía que no debía sentirse así por nadie, y mucho menos
por Esi, que era tan joven y nuevo en este mundo. “No hables con nadie y
mantente fuera del camino. Estaré allí tan pronto como pueda”.
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 Jadon ni siquiera bajó a su apartamento. Estaba completamente despierto
ahora, y se dirigió directamente al garaje. Conducía cinco minutos más tarde, y
diez minutos después llegó al edificio de Cumar.

Esi no había exagerado. El maldito edificio ya no estaba allí. En su lugar

había un desastre de muebles quemados y retorcidos y lo que quedaba de los
esqueletos desnudos del edificio. Había hollín y agua por todas partes, además
de gente llorando y bomberos.

Mierda.

Jadon respiró hondo y salió de su coche. Ni siquiera le importó que estuviera

estacionado como si un mono se hubiera ocupado de él. Necesitaba encontrar
a Esi e Ilyhas, y no solo porque le había prometido a Cumar que cuidaría de
ellos. Su corazón se aceleraba ante la idea de que uno de ellos, o Dios no lo
quiera, ambos, podrían haber resultado heridos. Esi no había mencionado nada
de eso por teléfono, pero tampoco había dicho nada sobre Ilyhas, y eso
significaba que Jadon no tenía idea de lo que estaba pasando o si estaba bien.

Se paró junto a su coche, mirando a su alrededor. Había demasiada gente, y

Esi e Ilyhas se parecían demasiado a los humanos para que él los viera. Sin
embargo, él por el contrario no lo parecía, y ya estaba empezando a recibir
miradas. La gente le estaba dando un gran rodeo, y estaba agradecido por ello.

"¡Jadon!"

Jadon se dio la vuelta, tratando de localizar a Esi. Incluso era difícil

escucharlo con los gritos de los bomberos, la gente llorando y lamentando lo
que había sucedido, el agua seguía siendo bombeada sobre lo que quedaba del
edificio, pero finalmente logró ubicarlo.

Esi e Ilyhas estaban acurrucados al otro lado de la calle, la espalda de Esi

contra la pared y sus brazos alrededor de Ilyhas. Ambos parecían un desastre.
Esi vestía jeans y una camiseta, ambos sucios con hollín negro, mientras que
Ilyhas vestía pantalones de pijama con arcoíris, calcetines húmedos y peludos y
una camiseta de una banda. Tenía los ojos muy abiertos mientras observaba el
edificio y la gente que trabajaba a su alrededor, y las lágrimas rodaban por sus
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mejillas. Estaba agarrando la camiseta de Esi con tanta fuerza que era un
milagro que no la hubiera roto.

Jadon caminó hacia ellos y resistió el impulso de envolverlos a ambos en

sus brazos. "¿Están bien los dos?" preguntó cuando estuvo lo suficientemente
cerca como para no tener que gritar para que lo escucharan.

Esi asintió. “No estamos heridos”. Se mordió el labio inferior. “Pero Ilyhas...”

"Puedo verlo."

Ilyhas ni siquiera reaccionó ante la presencia de Jadon. No parecía poder

apartar la mirada del edificio en llamas. Jadon se frotó la cara y trató de
detener sus pensamientos arremolinados. Necesitaba sacar a Esi e Ilyhas de
allí. Claramente no había nada que pudieran salvar del desastre que era el
edificio en el que habían vivido, y él sabía que iba a ser un duro golpe para ellos.
Finalmente habían comenzado a acostumbrarse a la vida en el reino humano, a
reunir cosas que eran suyas, y las habían perdido.

“Está bien, ¿por qué no se suben los dos a mi auto? Haré algunas llamadas
telefónicas. Luego nos iremos”, dijo. Iba a preguntar por ahí para ver si alguien
podía acogerlos por un rato. Tal vez Yo'ash. Estaba solo en su departamento en
este momento, ya que Cumar no estaba.

Esi asintió y condujo suavemente a Ilyhas hacia el auto cuando Jadon lo

señaló. Ilyhas finalmente se movió, tirando hacia atrás e inclinándose para
agarrar una bolsa que Jadon no había notado. La abrazó contra su pecho como
si esperara que alguien tratara de robársela.

Jadon miró a Esi, quien se encogió de hombros y dijo: “Me las arreglé para
agarrar algunas de nuestras cosas. No es que tuviéramos mucho para
empezar, pero..."

"Os compraré lo que necesitéis".

Esi ladeó la cabeza pero no cuestionó la declaración de Jadon. Jadon se

alegró, porque no estaba seguro de cómo habría explicado su instinto de
protegerlos y hacerlos felices. "Gracias."
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 Jadon lo vio llevar a Ilyhas al auto. Esperó hasta que ambos estuvieron en el
asiento trasero para sacar su teléfono de su bolsillo. Ignoró a las personas que
lo miraban boquiabiertas (estaba acostumbrado a eso cuando estaba fuera del
cuartel general, que era una de las razones por las que odiaba dejar el lugar) y
marcó todos los números que se le ocurrieron.

Yo'ash todavía estaba en el trabajo y no podía acoger a Esi e Ilyhas porque

su hermano se estaba quedando con él mientras limpiaban su edificio de ratas
e insectos. Chase los habría acogido, pero sus vecinos ya estaban haciendo la
vista gorda ante el hecho de que vivía con Thailor, y no quería presionar
demasiado las cosas. Aiden dudaba que durmieran mucho en su casa, ya que
vivía encima de la barra, y como ambos trabajaban con médicos y heridos,
necesitaban poder descansar.

Jadon se rascó la nuca. Debería haber sabido que las cosas llegarían a esto.
Era un milagro que no lo hubiera visto venir. Aunque, supuso que era porque
estaba muy cansado.

Guardó su teléfono y subió a su auto.

"¿Nos encontraste otro lugar para quedarnos?" Esi preguntó.

"Sí."

“¿Vamos a ir a casa de Cumar?”

"No."

“¿A la de Thailor?”

"No. Os llevaré a casa conmigo.”

****

Esi necesitaba desesperadamente una ducha. Olía a sudor y a humo, lo que

le recordaba lo que había sucedido y lo que había perdido. Él e Ilyhas habían

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hecho un lío esta vez, y esperaba poder salir de él sin perder nada, ni a nadie,
más.

Se había sorprendido cuando Jadon había venido a su rescate de inmediato.

Había esperado que Jadon hiciera venir a uno de sus equipos, o tal vez que él
dijera que Esi debería llamar a Yo'ash. Esi probablemente debería haber hecho
eso en primer lugar, pero su primer pensamiento cuando Ilyhas le pidió que se
fueran había sido llamar a Jadon.

Y allí estaban.

Jadon condujo hasta un garaje. Esi nunca había estado allí, pero había
reconocido el vecindario cuando habían estado en la calle, por lo que sabía que
estaban de vuelta en el cuartel general. No estaba seguro de por qué, pero no
estaba dispuesto a preguntar. El hecho de que Jadon los estaba ayudando ya
era demasiado, y no quería sonar como si no estuviera agradecido.

Jadon estacionó el auto y apagó el motor. Todos guardaron silencio por un

momento, y Esi cerró brevemente los ojos, disfrutándolo. Entonces Jadon giró
en su asiento para poder verlos. "Aquí estamos."

"Lo sé", dijo Esi.

“¿Por qué nos trajiste al cuartel general? ¿Vamos a dormir en la enfermería o

algo así?” Ilyhas sonaba un poco malcriado, y Esi esperaba que Jadon no se
ofendiera. La primera reacción de Ilyhas cuando sucedía algo malo era levantar
el escudo para que nadie supiera que estaba agotado, y eso lo hizo parecer un
snob. Todavía no había aprendido a dejar ir esa reacción, y eso habría estado
bien para Cumar, que lo sabía. Sin embargo, Esi no estaba seguro de cómo
reaccionaría Jadon.

"No. Vais a dormir en mi apartamento. Vivo debajo del cuartel general”.

Esi parpadeó y se preguntó cómo no sabía eso. ¿Era un secreto, como esa
cueva que el tipo murciélago de los cómics tenía debajo de su casa? ¿Jadon
también tenía un mayordomo?

Esi negó con la cabeza. Por supuesto que no. Necesitaba evitar que sus
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pensamientos dieran vueltas y más vueltas y concentrarse en lo que estaba
sucediendo. "Gracias."

Jadon sonrió. Esi quería pasar las manos arriba y abajo por los cuernos que
se curvaban contra la cara de Jadon, pero mantuvo las manos quietas y ayudó
a Ilyhas a salir del auto. Ambos siguieron a Jadon hasta el ascensor. No había
muchos autos en el estacionamiento, pero estaba lejos de estar vacío. El
trabajo de Jadon y los guerreros nunca se detenía, ni siquiera por la noche.
Demonios, eso era cuando más trabajaban.

Jadon usó una llave en el ascensor (Esi siempre se había preguntado para
qué era el ojo de la cerradura sobre los números) y el ascensor bajó. Esi
observó cómo caía más bajo de lo que nunca había estado antes de que se
abriera. Jadon salió, pero Esi e Ilyhas dudaron más. Tan bajo tierra, Esi no
estaba seguro de qué esperar, pero no fue lo que encontraron.

El ascensor se abrió directamente en la sala de estar. Parecía acogedor, con

amplios sofás y una enorme pantalla de televisión. Esi casi esperaba que Jadon
hiciera que él e Ilyhas durmieran allí, porque los sofás parecían hechos para
dormir en lugar de mirar la televisión, y podía imaginarse muy bien en ellos.

Había una cocina a la derecha, su isla lo único que la separaba de la sala de

estar. La isla era lo suficientemente grande para acomodar a cinco personas,
pero la cocina parecía que apenas se usaba. Lo único que había sobre el
mostrador era una máquina de café.

Jadon los condujo hacia la parte trasera del apartamento. Allí había un
pasillo corto, con tres puertas. Jadon señaló el primero a su derecha. “Esa es
una oficina pequeña. Mis libros también están allí, así que siéntete libre de
entrar y elegir algo. Sé que te gusta leer, Esi.”

Esi asintió y rezó para que sus mejillas no estuvieran rojas, o al menos que el
hollín lo ocultara si lo estuvieran. No se había dado cuenta de que Jadon sabía
algo más que su nombre.

Jadon señaló la puerta de la izquierda. "Esa es mi habitación". Se detuvo

frente a la última puerta, la más alejada del pasillo. “Y esta es la habitación de
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invitados. Ilyhas y tú podéis quedaros aquí hasta que las cosas se calmen. Aquí
nadie os molestará.”

Esi sospechaba que eso se debía a que nadie bajaba nunca por aquí. No
creía que ni siquiera Cumar o Thailor lo hubieran hecho, y eso era algo, ya que
parecían ser los más cercanos a Jadon. Por supuesto, técnicamente todavía
trabajaban para él, pero aún así. ¿De qué otra manera Jadon iba a tener
amigos? Apenas dejaba el cuartel general, por lo que sabía Esi. "Gracias."

"No es problema. Hay un baño privado en la habitación, así que no tenemos

que compartirlo. Ya está abastecido con toallas y jabón. ¿Necesitáis algo más?"

Esi se mordió el labio inferior. Sabía que debería habérselo dicho a Jadon
antes, pero no había tenido la oportunidad. “Ilyhas se ha quemado el brazo.
¿Tienes algo que pueda usar para ayudar con eso?”

Jadon maldijo y alcanzó a Ilyhas. Esi solo se sorprendió levemente cuando

Ilyhas no se alejó y dejó que Jadon acercara suavemente su brazo. La piel
estaba enrojecida y Esi podía ver que Ilyhas tendría algunas ampollas, pero no
estaba mal. Pudo haber sido mucho peor.

"Dijiste que no estabas herido". Jadon negó con la cabeza. "Tengo un poco
de crema y vendajes que puedes usar", dijo Jadon. "¿A menos que prefieras
llevarlo arriba a la enfermería?"

"No creo que eso sea necesario". E Ilyhas parecía que estaba a punto de
quedarse dormido de pie. Necesitaba lavarse y dormir. Todo lo demás podría
esperar hasta mañana. Ilyhas iba a enloquecer cuando se diera cuenta de que
Jadon los había engañado.

Jadon asintió. "Está bien. Entra entonces. Te traeré lo que necesitas.”

Esi se alegró por el momento a solas con Ilyhas. Le gustaba Jadon, y estaba
aliviado y agradecido de haberles ofrecido su propio apartamento, pero eso no
cambiaba el hecho de que se sentía inseguro a su alrededor.

Esi guió a Ilyhas al baño. Se ducharon juntos, e Ilyhas pareció animarse un

poco, lo suficiente como para quejarse cuando Esi untó la crema que Jadon les
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había dejado en su brazo.

"Duele", dijo en voz baja después de que Esi lo fulminó con la mirada.

"Lo sé. Lamento que te haya pasado esto. ¿Por qué volviste a la cocina
después de darte cuenta de que estaba en llamas? Podrías haberte matado”.

Ilyhas alcanzó la bolsa con las cosas que lograron salvar de su dormitorio y
las hurgó con la mano libre. Sacó un libro y se lo entregó a Esi. “Esto estaba
sobre la mesa”.

Esi tomó el libro. Era el que había estado leyendo. Su corazón se apretó
dolorosamente ante la vista y al saber que Ilyhas había arriesgado su vida por
ello. “Podría haber encontrado otra copia”.

"Lo sé. Pero también sé que esta fue una de las primeras cosas que
compraste con el dinero que ganaste aquí. Significa mucho para ti.”

“No tanto como tú, idiota. Podría haberte perdido por nada.”

“No fue nada, no cuando significa tanto para ti”.

Esi tiró el libro sobre la cama y rodeó a Ilyhas con sus brazos, con cuidado
de no tropezar con su brazo. "Gracias", murmuró contra el cuello de Ilyhas.

Ilyhas besó su cabello. “Haría cualquier cosa para hacerte feliz. Tú lo sabes."

“Sí, pero no más caminar hacia los incendios, ¿de acuerdo? No me importan
los libros, ni nada más. Solo me importas tú."

Ilyhas asintió. Volvía a tener sueño, y cuando Esi miró la hora, se dio cuenta
de por qué. Habían llegado tarde a casa del trabajo y su tarde había sido dura.
Entonces ocurrió el incendio e Ilyhas se quemó.

Esi besó su frente. “Métete en la cama, ¿de acuerdo? Voy a agradecer a

Jadon por hacer esto por nosotros. Vuelvo enseguida.”

"Mmm, no hagas nada que yo no haría con él".

Esi soltó una carcajada. "No te preocupes. El sexo es lo último en lo que

estoy pensando en este momento”.
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 "Lo sé. Es una pena que estemos en este estado. Quiero decir, estamos casi
en su cama y no podemos hacer nada al respecto”.

El hecho de que Ilyhas admitiera que quería tener sexo con Jadon con tanta
libertad era una señal de que necesitaba dormir lo antes posible. Él nunca lo
habría dicho de otra manera.

Ilyhas estaba dormido cuando Esi regresó solo cinco minutos después;
Jadon simplemente le había dicho que no le diera las gracias con la mano y que
se fuera a la cama. Esi sonrió y se deslizó debajo de la sábana, curvando su
cuerpo alrededor del de Ilyhas en lo que ahora era una posición familiar.

También fue fácil conciliar el sueño para él.

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 Capítulo tres

Jadon tamborileó con los dedos sobre su escritorio. Sabía que tenía que
hacer algo. ¿Quizás hablar con ellos? No estaba seguro de que funcionara, pero
sería mejor que someterse a... a esto. Se pasó las manos por la cara. Maldita
sea. Le había prometido a Cumar que los protegería, no que los deseara.

Y no le estaban poniendo las cosas fáciles. Era como si los pequeños de

mierda supieran exactamente lo que estaba pasando en la cabeza de Jadon y
en sus jeans. Esa fue la única explicación para que Esi decidiera que podía salir
de su habitación sin una camiseta esa mañana. ¿Sospechaba algo? ¿O tal vez
Ilyhas? Jadon había hecho todo lo posible por no mirarlos, pero no podía estar
alerta las veinticuatro horas del día, y ese era el tiempo que pasaban juntos, o al
menos así se sentía.

Un golpe en la puerta hizo saltar a Jadon, y frunció el ceño. "¿Qué?" ladró.

Hubo una pausa antes de que Esi dijera: "Guau, ¿alguien orinó en tu cereal?"

“Yo no como cereal”.

"Lo sé. Por eso vine a decirte que el desayuno estaba listo. No hay necesidad
de morderme la cabeza.”

Jadon suspiró. "Lo siento", gritó, pero escuchó a Esi alejarse.

Maldita sea. No quería lastimar a Esi o Ilyhas. Estaban tratando de lidiar con
lo que les había sucedido. Por mucho que trataron de poner una fachada fuerte,
Jadon había oído llorar a Ilyhas ayer, y había visto cómo a veces parecía
perdido Esi, como si no estuviera muy seguro de pertenecer a donde estaba. Y
no lo hacía, en realidad no. Él e Ilyhas todavía eran invitados en el apartamento
de Jadon.

Tal vez eso fue todo. Tal vez Jadon necesitaba encontrarles un nuevo lugar
para quedarse. De esa manera estarían fuera de su apartamento, y él no tendría
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que masturbarse en la ducha cuatro veces al día, y tendrían su propio espacio
nuevamente.

Sí, esa era la solución. Tenía que serlo.

Jadon se levantó, sintiéndose mejor. No le habría importado tener cerca a

Esi e Ilyhas si no se hubiera sentido atraído por ellos, pero lo estaba, y eso era
un problema. Estaban juntos, por lo que él era solo el tipo que estaba afuera
mirando. Odiaba tener que controlarse, porque habría sido muy fácil empujar un
mechón de cabello detrás de la oreja de Ilyhas o besar a Esi en la mejilla y darle
las gracias por el desayuno. Los dos se habían colado y se instalaron en el
apartamento de Jadon y en su vida como si pertenecieran allí, y aunque
calentaba el corazón de Jadon, tampoco podía dejar que continuara. Esi e
Ilyhas siempre se tendrían el uno al otro, pero Jadon volvería a estar solo una
vez que se fueran, así que cuanto antes sucediera, mejor.

Ilyhas y Esi estaban en la cocina. Jadon estaba agradecido de que Esi se

hubiera puesto una camiseta, pero no dijo nada al respecto. En cambio, se
sentó en el mostrador al lado de Ilyhas, quien empujó una taza de café
humeante hacia él. "Ahí. Esi dijo que estabas irritable esta mañana, así que
supongo que aún no has tomado tu café”.

Jadon entrecerró los ojos pero asintió en señal de agradecimiento. Dio un

sorbo al café, cerrando los ojos de placer. Era fuerte y negro, tal como le
gustaba, y sabía que lo había preparado Esi. A Ilyhas no se le permitía
acercarse a la estufa, pero Esi no era un mal cocinero y ya había aprendido
algunos de los gustos de Jadon.

El tintineo de la cerámica contra el mármol hizo que Jadon abriera los ojos.
Esi había colocado un plato lleno de huevos y tocino frente a él, y eso hizo que
su estómago gruñera. No podía recordar cuándo había comido por última vez
en su apartamento en lugar de en el comedor con todos los demás, pero Esi se
había hecho cargo de la cocina desde que se mudó, y el estómago de Jadon lo
aprobaba. Volver a la comida del comedor iba a ser difícil.

Los tres comieron en silencio. Jadon no estaba seguro de cómo plantear la

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mudanza, así que esperó hasta que terminaron para decir: “Creo que vosotros
dos deberíais empezar a buscar un apartamento. Puedo ayudaros, ya que
Cumar todavía no ha vuelto.”

El tenedor de Ilyhas resonó en su plato cuando lo dejó caer. “Solo hemos

estado aquí dos días,” dijo, haciendo una mueca.

"Lo sé, pero ¿no estarías más cómodo en tu propio lugar?"

Esi e Ilyhas intercambiaron una mirada. “No lo creo”, dijo Ilyhas.

Jadon se recostó en su taburete. "¿Por qué no?"

"Me gusta aquí. Es mejor que nuestro antiguo apartamento, y también me

gustas.”

Jadon no iba a leer demasiado en eso. “Eso está bien, pero no puedes
quedarte aquí para siempre, y estoy seguro de que podemos encontrarte un
buen lugar. Algo mejor que tu antiguo apartamento”. Jadon sabía que tenía
suerte de vivir donde vivía. Su lugar no era nada lujoso, pero estaba limpio y no
tenía que compartirlo con ratas u otro tipo de alimañas.

“No queremos irnos, pero lo haremos si ya no nos quieres aquí”, dijo Esi. Se
levantó y apiló los platos, poniéndolos en el fregadero para enjuagarlos.

Maldición. ¿Cómo se suponía que Jadon iba a responder a eso? "Nunca dije
que no os quería aquí".

"Entonces, ¿por qué nos dices que tenemos que irnos?"

"Pensé que estaríais más cómodos en vuestro propio espacio".

Esi se recostó contra el mostrador y cruzó los brazos sobre el pecho. Parecía
lo suficientemente cómodo usando pantalones de pijama y una camiseta vieja,
su cabello cayendo frente a su frente y la ligera señal de la almohada aún en su
mejilla. “Estamos bien aquí. Quiero decir, seamos honestos. Ilyhas
probablemente también quemaría nuestro próximo apartamento.”

"¡Oye!" Ilyhas protestó. Arrojó su servilleta a la cabeza de Esi, pero Esi la

atrapó antes de que pudiera golpearlo.
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 La puso sobre el mostrador y miró a Jadon de nuevo. “Ambos lo
entenderemos si quieres que nos vayamos. Ya has sido lo suficientemente
amable como para dejar que te quedes unos días, y sé que nunca has dejado
que nadie más entre aquí. Este es tu espacio, y nos lo abriste aunque no tenías
que hacerlo. Lo apreciamos más de lo que tenemos palabras para decir. Pero
nos sentimos seguros aquí. Sé que no eres responsable de nosotros y que
probablemente esto no te importe, pero a nosotros sí. No es un sentimiento al
que estemos acostumbrados, ¿sabes? La vida en el infierno no fue fácil. Y
aunque es mejor aquí, tampoco ha sido un paseo por el parque. Así que nos
gustaría quedarnos, si te parece bien. No necesitamos más espacio del que ya
tenemos”.

No había forma de que Jadon pudiera echarlos. Aunque hubiera podido, le

había prometido a Cumar que cuidaría de su hermano y de Esi, y siempre
cumplió sus promesas. Después de todo, el problema era suyo, no de Esi e
Ilyhas. Se sentían más seguros con él, y no iba a obligarlos a irse solo porque
su pene no se comportaba.

Acarició uno de sus cuernos. "Está bien. Podéis quedaros todo el tiempo que
querías. Tienes razón cuando dices que no estoy acostumbrado a tener otras
personas aquí, pero me acostumbraré. No tengo ningún problema en compartir
el apartamento con vosotros”.

"¿Estás seguro? Porque parecías bastante decidido a echarnos”.

"Estoy seguro." Honestamente, vivir con Esi e Ilyhas fue agradable. A Jadon
le gustaba llegar a casa y encontrar el apartamento con olor a la cena y la
televisión encendida. Le gustaba encontrar a Ilyhas y a Esi dormidos en el sofá
cuando volvía tarde. Le gustaba compartir las comidas con alguien de una
forma más íntima que en el comedor. Le gustaba escuchar a Esi e Ilyhas hablar
sobre su día.

Esi seguía mirando a Jadon con los ojos entrecerrados, pero él asintió.
"Okey. ¿Nos quedamos, entonces?”

"Os quedáis". Jadon tendría que aprender a lidiar con su pene. Si eso

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significaba que podría tener una oportunidad de tener una familia, una extraña,
pero aún una familia, entonces lo haría. Era mejor que enviar a Esi e Ilyhas allí
de nuevo y preocuparse por ellos constantemente.

****

Esi guardó el último plato y cerró el armario. "¿Te estás preparando, Ily?"
gritó, sabiendo que Ilyhas probablemente estaba viendo la televisión en lugar
de ducharse y vestirse para el trabajo. Siempre necesitaba un pequeño
empujón por las mañanas. Nada demasiado duro, pero había estado
acostumbrado a holgazanear todo el día toda su vida. Esi se maravilló de lo
resistente que era, y si necesitaba un empujón, se lo daría.

"¡Claro que lo estoy!"

"¿Estás seguro?"

"Sí." Ilyhas apareció desde el pasillo, todavía frotándose una toalla en el pelo.
Llevaba la bata que usaban para el trabajo, aunque estaba descalzo. Bajó la
toalla y sacó la lengua. "¿Ves? Estoy casi listo. Tú, en cambio, no lo estas.”

"Lavé los platos de esta mañana".

“Podrías haber puesto todo en el lavavajillas”.

“Lo sé, pero no valía la pena. No usamos muchas cosas”.

"Deberías ir a la ducha".

Esi envolvió su brazo alrededor de la cintura de Ilyhas y lo besó. A veces,

diablos, la mayor parte del tiempo, todavía estaba asombrado de que pudieran
estar juntos de esta manera. Siempre habían tenido que ocultar lo que sentían
el uno por el otro cuando vivían en el palacio. No hubiera sido bueno que el hijo
de Asmodeus estuviera enamorado de un demonio inferior, un demonio cuyo
trabajo era limpiar lo que ensucia la familia real. Pero lo habían logrado, y ahora
eran libres de amarse el uno al otro.
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 Esi volvió a besar a Ilyhas. Ilyhas soltó una risita y abrió la boca, pero el
sonido del ascensor al bajar interrumpió lo que había estado a punto de decir.
Frunció el ceño y en su lugar preguntó: "¿Estamos esperando a alguien?"

"No que yo sepa. Y los guerreros saben que es mejor no venir aquí abajo.
Además, saben que pueden encontrar a Jadon en su oficina.”

"¿Deberíamos quedarnos?"

Esi no estaba seguro de que deberían hacerlo, pero Ilyhas ya se dirigía hacia
el ascensor y no era como si pudieran esconderse en su dormitorio. El ascensor
se detuvo y las puertas se abrieron. Ilyhas se quedó allí, con el pelo todavía
húmedo, la toalla balanceándose sobre uno de sus hombros. "¿Sí?"

"¿Quién diablos eres?"

A Esi no le gustó el tono de esa voz. Estaba tan acostumbrado a proteger a

Ilyhas que se acercó a él sin siquiera pensarlo. Ilyhas se hizo a un lado para
darle espacio a Esi, y Esi miró al hombre que había hablado con tanta rudeza.

Él era guapo. No se podía negar eso, a pesar de que no era el tipo de Esi.
Llevaba un traje caro y tenía el cabello rubio peinado hacia atrás. No ocultó del
todo los pequeños cuernos, aunque parecía que eso era lo que el hombre había
estado intentado. Parecía humano aparte de los cuernos, y Esi podía entender
la necesidad de parecerlo. La expresión en el rostro del hombre era una mezcla
de ira, sorpresa y odio, y le recordaba un poco a Esi a Ilyhas cuando aún vivía en
el palacio y tenía que parecer que nada le importaba menos él mismo.

"¿Quién eres tú?" preguntó Ilyhas, cruzando los brazos sobre el pecho.
Incluso arqueó una ceja, y su expresión fue algo que Esi reconoció. Todavía no
estaba enojado, pero estaba llegando allí. El problema era que a la gente de
este reino no le importaba lo enojado que se pusiera. No tendrían ningún
problema en golpearlo.

"Yo pregunté primero."

“Y no me importa.”

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 Esi se aclaró la garganta. "Disculpa. ¿Estabas buscando a Jadon? Porque ya
se fue al trabajo, así que tendrías más suerte si lo encuentras en su oficina
arriba”.

“¿Sois dos? ¿Está Jadon en tríos ahora? No pensé que lo tuviera en él”.

De acuerdo, a Esi le estaba empezando a disgustar el chico. "¿Perdona?"

El hombre saludó con desdén. “Sí, lo estoy buscando. ¿Puedes ir a buscarlo?

Y no vuelvas con él. No quiero volver a verte.”

"Oh, qué suerte", dijo Ilyhas arrastrando las palabras.

Esi podría haber intentado detenerlo, pero no habría servido de nada. Solo
tenía que asegurarse de que el idiota en la puerta no intentara golpearlo o algo
así.

"¿Qué?" preguntó el hombre.

"Dije, que suerte, porque yo tampoco quiero volver a verte, idiota".

El hombre se echó hacia atrás. "¿Cómo acabas de llamarme?"

"Idiota. ¿O preferirías gilipollas? Sí, creo que te queda mejor.”

“Consígueme a Jadon, ahora mismo. Se va a enojar porque su aventura de

una noche me habló como tú. Te echará y podrás olvidarte de las ventajas de
estar con él.”

Ilyhas resopló con delicadeza, y se veía exactamente como el príncipe que

era, incluso con el cabello mojado y usando una bata. "¿Aventura de una noche?
Por favor. Esi y yo estamos aquí para quedarnos”. Pasó su brazo alrededor de
la cintura de Esi y lo atrajo hacia sí. “¿No lo sabías? A Jadon le gustan los tríos
ahora. Le damos todo lo que pueda necesitar o desear”. Se lamió los labios.
“Especialmente en la cama. Así que lo que quieras de él, él no querrá nada de ti.
Confía en mí en eso.”

Las mejillas del hombre estaban tan rojas que parecía que su cara fuera a
explotar. Apuntó con el dedo a la cara de Ilyhas y Esi rezó para que Ilyhas no
tratara de morderlo. Parecía que podría hacerlo. “Voy a hacer que te echen de
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este lugar.”

"Puedes intentarlo, por supuesto, pero no aguantaría la respiración". Ilyhas

movió los dedos. "Nos vemos. O tal vez no." Cerró la puerta en la cara del
hombre.

Esi contuvo la respiración, preguntándose si el tipo iba a golpear, pero no lo

hizo. Sin embargo, todavía estaba jurando una tormenta, así fue como Esi supo
cuando se alejó. Esperó hasta que escuchó el ascensor, conteniendo la
respiración. Luego se relajó y miró a Ilyhas. “Eso fue impresionante”.

Ilyhas sonrió. "¿Sí? No estaba seguro de si todavía lo tenía en mí”.

"Lo hiciste. ¿Quién crees que era el tipo? Pensé que nadie había venido
nunca aquí.”

Ilyhas se encogió de hombros. "Sé que nadie del cuartel general lo ha hecho,
pero eso no significa que Jadon no tenga una vida personal".

Eso fue un poco difícil de imaginar. Jadon no había tenido una vida personal
desde que Esi lo conoció, aunque Esi tenía que admitir que no había pasado
mucho tiempo. “Este tipo tenía que saber el código de invitado del ascensor”.

"Y eso significa que alguien se lo dio, probablemente Jadon". Ilyhas se

mordió el labio inferior. “¿Crees que se enfadará conmigo? Yo no fui muy
agradable.”

Esi frotó el brazo de Ilyhas. “Solo porque el tipo fue un imbécil primero. No
creo que Jadon tenga ningún problema con eso. Honestamente, no creo que él
supiera que el tipo iba a venir. De lo contrario, se habría quedado, ¿verdad? O le
habría dicho a este tipo que lo encontrara arriba. No, creo que el tipo no fue
invitado y que no puede enfadarse contigo porque fue jodidamente grosero.”

Ilyhas sonrió. “Me encanta cuando te pones a la defensiva por mí.”

Esi le devolvió la sonrisa. “Y sé que no necesitas que lo haga.”

“Nunca te pediría que te detuvieras”. Se acercó y envolvió ambos brazos

alrededor de Esi. "¿Crees que tenemos tiempo?"

04/2022
 "Depende de lo que tengas en mente". Sin embargo, Esi sabía lo que era.
Tendría que estar ciego para no verlo.

“Sabes lo que tengo en mente. Oye, ¿crees que ese tipo era el novio de
Jadon?”

“Él no dijo nada sobre tener novio, y creo que lo habría hecho, considerando
que estamos viviendo con él”.

"¿Su ex, tal vez?"

Esi trató de imaginarse a Jadon con el culo rubio. Encajaban, en realidad.

Jadon era más rudo, aunque eso se debía principalmente a que no le importaba
su apariencia. Pero juntos habrían sido un espectáculo, una mezcla de robustez
y sofisticación que Esi no estaba seguro de poder cumplir.

"¿Qué estás pensando?" Ilyhas frotó su dedo contra la frente de Esi. "Pareces
preocupado de repente".

"No lo estoy. Solo estaba tratando de imaginar a Jadon con el tipo. Quiero
decir, era guapo, pero me cuesta creer que le hubiera gustado el chico. Fue
demasiado grosero, y la forma en que habló de Jadon..."

“Así que estaban juntos por el sexo”.

Esi resopló. "Eso creo. Aunque también me cuesta mucho eso. ¿Te imaginas
a ese tipo teniendo sexo? Parecía que no querría arruinar su cabello o su traje
perfecto”.

"¿Alguna vez fui así?" Había humor en la voz de Ilyhas, pero también
incertidumbre.

Esi lo besó en la mejilla. "No. Usaste tu escudo para protegerte, pero nunca
fuiste tú escudo. Nunca has sido un imbécil. Acabas de actuar como uno. Y
tenemos que darnos prisa, porque llegaremos tarde al trabajo.”

Pero valdría la pena porque Ilyhas estaba sonriendo de nuevo. Ese era el
objetivo de Esi en la vida: hacer sonreír a Ilyhas.

04/2022
 ****

Ilyhas no estaba seguro de querer contarle a Jadon sobre el tipo que había
llamado a su puerta, pero Esi había insistido, así que allí estaban, parados
frente a la oficina de Jadon. "¿Estás seguro de que no lo molestaremos?"

Esi se encogió de hombros. "No lo sé. Si lo estamos molestando, puede

decirnos que regresemos más tarde. Pero creo que querrá saber acerca de este
tipo.”

Ilyhas sospechaba que eso era cierto. Jadon era reservado casi al extremo.
Por eso Ilyhas se había sorprendido de encontrar a ese hombre en la puerta.
Sabía que la única forma de que el tipo estuviera allí era que Jadon le había
dado los códigos del ascensor y lo había llevado a casa, y eso significaba que
había confiado en el imbécil en algún momento. Por qué, Ilyhas no lo sabía, y
tampoco estaba seguro de poder entenderlo.

Esi llamó. Esperó a que Jadon avisara para abrir la puerta y asomar la
cabeza. “Oye. ¿Podemos Ilyhas y yo tener un poco de tu tiempo?”

"Por supuesto."

No había vacilación en la voz de Jadon, y eso hizo que Ilyhas se sintiera

mejor. Siguió a Esi a la oficina. Dejó que Esi hablara, en caso de que terminara
diciendo algo que no debería. Estaba acostumbrado a guardar silencio (su
padre no quería que hablara cuando estaban juntos, no es que sucediera a
menudo), pero Ilyhas siempre había sido reservado de todos modos.

"Oye. ¿Estás seguro de que no te estamos molestando?” Esi preguntó.

Jadon ya se veía cansado, y había salido del apartamento hacía solo una
hora. Ilyhas deseaba poder hacer algo para ayudarlo, pero no tenía idea de por
dónde empezar.

Jadon señaló las sillas frente a su escritorio. "Por supuesto que no. ¿Qué
puedo hacer por vosotros?"

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 Esi se dejó caer en una de las sillas mientras Ilyhas se sentaba con cuidado
en la otra, manteniendo la espalda erguida hasta que recordó que no tenía que
hacerlo porque no era un príncipe, ni aquí en la oficina de Jadon ni en ningún
otro lugar del reino humano.

“Entonces, tuvimos un visitante esta mañana”, dijo Esi.

Jadon frunció el ceño. "¿Qué quieres decir?"

"En tu casa. Alguien toco la puerta."

Los ojos de Jadon se abrieron. Sin embargo, se recompuso rápidamente e

Ilyhas admiró eso. Siempre le había resultado más difícil hacerlo, incluso
cuando su vida dependía de ello.

"¿Quién era el tipo, Jadon?" Esi preguntó.

"Nadie."

“Pero tenía el código del ascensor y sabía adónde ir. Eso significa que le
dijiste. También dijo...”

"Él no es nadie", espetó Jadon.

"Él es tu ex, ¿no es así?" preguntó Ilyhas, sorprendiéndose a sí mismo. ¿No

había decidido mantenerse al margen de esto?

La expresión de Jadon se endureció. "No vas a dejar pasar esto, ¿verdad?"

“No estamos contra ti, Jadon. Solo queremos saber si podemos ayudar”.

Los hombros de Jadon se hundieron. Se reclinó en su silla y se pellizcó el

puente de la nariz. “Sí, es mi ex. Y todavía no quiero hablar de eso. Obviamente
olvidé borrar el código que le di del sistema, pero me encargaré de eso de
inmediato. Gracias por decirme."

Esi se inclinó hacia adelante en su silla. “¿Por qué estabas con él? Sin
ofender, pero no era muy agradable. Caliente, sí, agradable, no. En absoluto."

“¿Pueden irse los dos, por favor? Tengo trabajo que hacer. Y en el futuro, por
favor, no abras la puerta”.
04/2022
 Ilyhas miró a Esi, pero ya sabía que Jadon acababa de decir la última
palabra. No iba a responder más preguntas. Ilyhas supuso que deberían
considerarse afortunados de que él admitiera que el tipo era su ex.

Salieron de la oficina. Ilyhas vaciló antes de seguir a Esi afuera y miró a

Jadon. "¿Nos vemos esta noche?"

Jadon ya había vuelto a lo que sea que estaba leyendo en su computadora,

pero miró a Ilyhas cuando lo escuchó y le dedicó una sonrisa cansada. "Por
supuesto."

“No llegues demasiado tarde. Esi está cocinando lasaña, y sabes que no
quedará mucho si llegas tarde”.

La sonrisa de Jadon finalmente se volvió real. "Entendido. Me aseguraré de

dejar de trabajar a una hora razonable”.

Ilyhas le devolvió la sonrisa. "Bien." Cerró la puerta e ignoró la sonrisa

divertida de Esi. Sabía lo que estaba pensando Esi. No tenía que preguntárselo,
ni siquiera pensar en ello. Por alguna razón, Esi había decidido que a Ilyhas le
gustaba Jadon, y disfrutaba bromear con él al respecto. La cuestión era que
Ilyhas no podía negar que encontraba intrigante a Jadon. Era todo lo que su
padre y todos los demás hombres con los que Ilyhas había crecido no eran, a
pesar de que tenía poder. Podría haberlo usado para hacer cosas censurables,
pero estaba protegiendo la ciudad y sus habitantes, humanos y demonios por
igual. Era un hombre noble, mucho más de lo que jamás había sido el padre de
Ilyhas.

Así que sí, Ilyhas estaba intrigado. Sin embargo, estaba enamorado de Esi.
Había estado enamorado de él durante años, y finalmente podían estar juntos
de forma libre. Ya no tenían que esconderse más, y nunca tendrían que volver a
hacerlo. No iba a arriesgarse a perderlo al admitir que estaba un poco
enamorado de Jadon, aunque Esi parecía sospecharlo.

"¿Qué piensas de lo que dijo?" preguntó Esi, juntando sus hombros.

“Él no dijo mucho. Ya sabíamos que el chico de la puerta era su ex”.

04/2022
 "Sí, pero no parecía feliz de que lo mencionáramos".

“Eso es porque no le gusta hablar, punto. Tú lo sabes. Pero no puedo creer

que haya pasado tiempo con ese tipo. No creo que pudiera, aunque no te
hubiera insultado la primera vez que abrió la boca. Simplemente había algo en
él que me molestaba”.

“Él fue grosero”. Eso fue algo que sorprendió a Ilyhas. No podía imaginarse a
Jadon con alguien así, sin importar cuán hermosa se viera esa persona. Jadon
no era superficial. Ilyhas no sabía qué buscaba en un hombre que le gustaba,
pero dudaba que solo fuera belleza, y eso era lo que hacía rara su relación con
el hombre de la puerta.

"Definitivamente lo era". Esi entrelazó sus dedos alrededor de los de Ilyhas.

“Y no me gustó. Nadie puede insultarte de esa manera.”

Ilyhas sonrió. Sabía que Esi se había sentido impotente cuando estuvieron en
el palacio. No había sido capaz de defender a Ilyhas porque ambos habrían sido
torturados si lo hubiera hecho. Ambos se habrían arriesgado a morir. Esi no se
había dado cuenta de que el escudo de Ilyhas era fuerte. Tenía que serlo. Si
bien Ilyhas odiaba que la gente todavía susurrara sobre él, no le importaba.
Tenía a Esi y a Cumar, y parecía que también tenía al menos un amigo.

Eso fue suficiente para él.

****

Jadon maldijo su teléfono cuando sonó. Estaba a punto de salir de la oficina

para cenar con Ilyhas y Esi, y no quería llegar tarde. Lo entenderían si lo hiciera,
pero aunque no les había hecho una promesa, les había dicho que estaría allí, y
quería hacerlo. Quería dejar de trabajar por un tiempo y pensar en algo que no
fueran ataques de demonios y víctimas.

Fue incluso peor de lo que pensaba. La persona que llamaba era su madre.

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 Suspiró y respondió. No le haría ningún bien retrasar lo inevitable. "Mamá."

“Eric me llamó.”

Por supuesto que sí, la pequeña comadreja. "No sabía que todavía estabas
en contacto con él".

“¿Por qué no debería estarlo? Sabes que veo a su madre en mis eventos para
recaudar fondos”.

Jadon cerró los ojos. No pensaba exactamente en las recaudaciones de

fondos de su madre, o en su madre, punto, a menudo. Preferiría no pensar en
ella. Su relación no era lo que él llamaría pacifica. "Entiendo. ¿Por qué te llamó
Eric?” Jadon pensó que lo sabía, pero quería estar seguro antes de decir algo
que no debería.

Su madre suspiró pesadamente. “Oh, no creerías lo que me dijo. Dijo que

estás viviendo con dos hombres. ¿Puedes creerlo? Le dije que si ese fuera el
caso, me lo habrías dicho y que sé que no harías nada tan estúpido, pero…”

"Es cierto." Andarse por las ramas no ayudaría. Jadon había estado tratando
con su madre desde que nació, y sabía qué decir y qué no decir. Ocultarle la
verdad solo empeoraría las cosas a largo plazo. Lo había intentado, una vez.
Ella no había hablado con él durante un mes.

"¿Perdona? Debo haber escuchado mal eso.”

“No lo hiciste. Eric tiene razón. Vivo con dos hombres en este momento. Dos
demonios.”

La madre de Jadon era demasiado digna para gritarle, incluso por teléfono,
pero él sabía que ella quería hacerlo. Podía oírlo en su voz. Tembló de ira,
aunque solo un poco. "¿De qué estás hablando?"

“Pensé que estaba claro. Dos de mis amigos se mudaron conmigo”.

“Así que son amigos. Nada más."

Jadon vaciló. Era cierto que en este momento Ilyhas y Esi no eran más que
amigos, y que Jadon no tenía idea de si alguna vez estarían abiertos a más. Por
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lo que él sabía, se irían una vez que estuvieran listos para hacerlo, y su relación
volvería a ser lo que había sido antes: Jadon como su jefe, y ellos trabajando en
el cuartel general y ocasionalmente saludándose. No quería que eso sucediera,
pero podría pasar. Demonios, probablemente lo haría.

Pero no iba a decirle eso a su madre. Por un lado, no era de su incumbencia

si él estaba en un trió, y por otro lado, Jadon no quería que ella y Eric hablaran.
No le importaba quién era la madre de Eric y qué tipo de relación tenía con su
madre. "Por ahora."

Su madre hizo un sonido estrangulado. Tenía que estar sorprendida para

darle a Jadon una reacción. "¿Qué?"

"Mira, madre, esto no es asunto tuyo".

“Eres mi hijo. Por supuesto que es mi asunto. ¿Qué va a pensar la gente?”

"No me importa."

“Tu padre y yo hemos estado trabajando duro durante años para ser
aceptados. Esto va a arruinar todo. Esto hará que nuestros amigos humanos
piensen que todos tienen razón cuando dicen que los demonios son
monstruos”.

Jadon resopló. Nunca había entendido por qué sus padres querían tanto ser
aceptados por los humanos. Sería genial si los humanos no trataran de matar
demonios a la vista, por supuesto, pero a Jadon no le importaba lo que
pensaran de él. Las personas que le importaban, los humanos que le
importaban, como Chase, no tendrían ningún problema con que él estuviera con
Ilyhas y Esi. “Como si no lo pensaran ya. Sabes que te han acogido sólo porque
tienes dinero, madre. A ellos les gustaron tus dólares y tu recaudación de
fondos, no tú. No lo pensarán dos veces antes de darte la espalda tan pronto
como eso te sequen.”

“¿Cómo puedes hacerme eso? ¿No quieres que sea feliz?”

“¿No debería ser al contrario? Ya sabes, ¿no quieres que yo sea feliz? ¿Ya
que eres mi madre y te esfuerzas demasiado por mezclarte con los humanos?
04/2022
Así es como funcionan las cosas para ellos. Las madres quieren que sus hijos
sean felices, aunque vaya en contra de lo que ellas quieren”.

"No somos humanos".

"Lo sé. Eso es lo que he estado tratando de decirte todo este tiempo. No
quiero fingir con los humanos. Tengo un trabajo que hacer, y no es eso. Y no
voy a dejar que nadie, humano o demonio, meta sus narices en mi vida personal
y me diga qué hacer al respecto. Ni siquiera tú, madre.”

"Mis clientes-"

"Probablemente ni siquiera sepa que existo".

"Por supuesto que lo hacen. ¿No crees que les hablé de mi hijo?”

Lo que significa que se había jactado de que Jadon trabajaba para la Liga y
estaba a cargo del cuartel general de la ciudad. Jadon se frotó la frente. Mierda.
Sin embargo, no cambió mucho para Jadon. Podría haberlo hecho sin que la
gente supiera sobre su trabajo, pero de todos modos trabajaba principalmente
con demonios. La Liga debería haber sido un secreto, pero en realidad no lo era,
ya no. Tanto los humanos como los demonios sabían que estaban trabajando
para mantener a los peores demonios fuera de las calles. “De nuevo, madre, no
me importan tus clientes. Son tu problema, no el mío. Voy a seguir viviendo mi
vida como quiero, y tú no tienes nada que decir. Y por favor, no contestes el
teléfono la próxima vez que Eric llame”.

“¿Por qué rompiste con él? Es un buen hombre.”

Si a uno le gustaban las víboras sibilantes, Jadon supuso que así era. “Estoy
seguro de que eso es lo que te muestra. Pero lo conozco mejor, madre, y no es
alguien a quien quieras tener a tu lado mientras duermes. Porque podrías
terminar muerto si lo hicieras.”

A Jadon le había tomado demasiado tiempo darse cuenta de eso. Le había

echado la culpa a la soledad, y todavía lo hacía. Había sido débil y había
querido a alguien en su vida, y eso lo empujó a tomar una de las peores
decisiones de su vida. No iba a hacerlo dos veces.
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 “Jadon—”

Jadon tuvo suficiente. No quería hablar con su madre la mayoría de los días,
pero especialmente no quería hablar con ella sobre esto. ¿Por qué diablos solo
llamaba cuando él le estaba causando problemas, como ella los llamaba? ¿Por
qué no podía parecerse más a la madre de Chase, que recibía a Thailor, Cumar
y todos los demás miembros de su familia como si siempre hubieran
pertenecido allí? "Tengo que irme."

"¡Jadon!"

“Estoy trabajando, madre. Te llamaré pronto." No iba a hacerlo, y ambos lo

sabían. Colgó antes de que ella pudiera agregar algo y arrojó el teléfono sobre
su escritorio.

Maldita sea. Había estado deseando pasar la velada con Ilyhas y Esi, pero
ahora sabía que no iba a ser posible si no se relajaba primero. Terminaría
gritándoles si bajaba las escaleras en este momento, y posiblemente hiriendo
sus sentimientos.

Envió un mensaje de texto a Esi y abandonó el edificio. Tenía su teléfono en

el bolsillo, pero ignoró las vibraciones y caminó. No tenía un destino en mente,
pero no se alejó demasiado del cuartel general porque no planeaba ausentarse
por mucho tiempo.

El demonio con el que se cruzó tuvo otra idea. Jadon se alegró por ello. Le
vendría bien una distracción, y luchar contra el ghoul lo ayudaría a quemar algo
de la energía nerviosa que su madre le había causado.

El ghoul gruñó y Jadon se preparó. Podría haberse ido, pero no se podía

permitir que los ghouls deambularan por la ciudad. Eran peligrosos, y Jadon
estaba sorprendido de que no le hubieran notificado que este tipo estaba cerca.
No era uno de los ghouls bien alimentados, lo que significaba que podría atacar
a humanos vivos en lugar de dirigirse al cementerio más cercano.

El ghoul cargó. El problema con los ghouls era que eran estúpidos,
especialmente cuando tenían hambre, y aunque Jadon ya no era un guerrero,

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eso no significaba que no entrenara regularmente. Ni siquiera necesitaba un
arma. Agarró la cabeza del ghoul con ambas manos e ignoró las garras que
arañaban su chaqueta ligera mientras giraba. Los huesos crujieron y el cuerpo
del ghoul cayó al suelo.

Jadon suspiró. Mierda. Ahora iba a tener que limpiar.

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 Capítulo cuatro

Ilyhas tragó, pero se sentía como si su corazón estuviera en su garganta.

Quería apartar la mirada, pero no podía. Estaba trabajando y, como enfermero,
tenía que vigilar y asegurarse de que el sanador tuviera todo lo necesario para
cerrar la herida en el brazo de la guerrera.

Mach ni siquiera parecía tener dolor. Ilyhas habría estado gimiendo y

llorando en su lugar, pero estaba comiendo una manzana con su mano buena y
charlando con el curandero.

“Dame un bisturí”, dijo el sanador Ohren.

Ilyhas volvió a tragar —cómo diablos se suponía que tenía que volver a poner
su corazón en el pecho para poder hacerlo con normalidad— y bajó la vista
hacia la bandeja. Cogió el bisturí, pero le temblaba la mano y cayó al suelo.

Las mejillas de Ilyhas ardían y se negaba a mirar al sanador y a Mach. Se

aclaró la garganta y se agachó para recoger el bisturí. “Te conseguiré otro”
murmuró.

Se alejó corriendo, rezando para no tropezarse con sus propios pies y

estrellarse contra una de las camas de la enfermería o algo así. No sería la
primera vez, pero ya estaba lo suficientemente humillado. Dejó caer el bisturí
sucio en el recipiente metálico destinado a tal efecto, se cambió los guantes y
cogió uno esterilizado. Ni el sanador ni Mach dijeron nada sobre lo que había
sucedido cuando regresó, pero juró que podía sentir sus miradas sobre él, y lo
odiaba. Prefería que la gente lo mirara por quién era él que por los desastres
que sucedieron por su culpa.

“Gracias, Ilyhas”, dijo el sanador Ohren. "Una vez que termine con esto, me
gustaría que te encargues de la limpieza".

"Por supuesto." Ese era uno de los deberes de Ilyhas después de todo. Sin

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embargo, el sanador Ohren siempre preguntaba, e Ilyhas estaba molesto y
contento. Le gustaba que el sanador fuera cortés con él de una manera a la que
no estaba acostumbrado, pero tampoco necesitaba que le recordaran que tenía
que hacer su trabajo.

"Gracias." El sanador Ohren palmeó la pierna de Mach. "Estás bien para irte.
Ya sabes que hacer. Mantén la herida seca y regresa de inmediato si crees que
se infectó”.

Ella le sonrió. "Sé lo que tengo que hacer." Saltó de la cama. "¡Nos vemos!"

Ilyhas la vio irse. No entendía cómo ella o cualquier otra persona podían ser
tan alegres. Ella era una guerrera. Ella mataba demonios todos los días.
Acababa de ser herida por uno, pero se comportó como si nada fuera de lo
normal hubiera pasado. Sin embargo, Ilyhas supuesto que no lo era, no para
ella. Ella estaba acostumbrada a esto.

No estaba seguro de que alguna vez se acostumbraría.

"¿Cómo lo llevas?" Preguntó el sanador Ohren mientras se quitaba los

guantes.

"Estoy bien." Ilyhas comenzó a juntar todo y lo tiro en la bolsa de plástico roja
de desechos biológicos.

"¿Estás seguro? Te ves un poco al límite, si sabes a lo que me refiero.

Incómodo."

“Agradezco que te preocupes por mí, pero no tienes que hacerlo. Estoy bien."

El sanador Ohren asintió lentamente. "Ya veo. ¿Qué te parece este trabajo,
Ilyhas?”

"Es un trabajo". Ilyhas no creía que pudiera entusiasmarse con eso, incluso si
lo intentara. Él no era Esi. Quería ayudar a la gente, como él, pero odiaba
hacerlo así. Odiaba el dolor que tenía que presenciar, el miedo de que la
persona en la que estaba trabajando el sanador pudiera morir. Incluso odiaba la
sangre y las heridas.

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 "¿Has pensado en tratar de encontrar algo más?"

Ilyhas se congeló. Por supuesto que lo había hecho, pero no podía decirle
exactamente eso a su jefe, ¿o sí? "¿Por qué debería? Estoy agradecido de que
me hayan dado este trabajo”.

“Estoy seguro de que lo estas, pero como dijiste, te lo ofrecieron. Lo

necesitabas y lo aceptaste. Sin embargo, ¿alguna vez has pensado en lo que te
gustaría hacer? Sé que no es fácil para nosotros los demonios, y especialmente
para ti por quien eres, pero no tienes que ser enfermero si no quieres serlo. Está
bien no querer hacer esto para siempre. Incluso está bien odiar hacer esto. Este
no es un trabajo que todos puedan soportar por mucho tiempo. El hecho de que
te esfuerces es una buena indicación de tu personalidad y de lo motivado que
eres, pero hay otros trabajos, incluso aquí en la sede central”.

"¿Cómo qué?" Ilyhas no pudo evitar preguntar.

"¿Qué tal un guerrero?"

Ilyhas resopló tan fuerte que el sanador lo escuchó. Él arqueó una ceja e
Ilyhas miró hacia abajo, esperando que no fuera a recibir una reprimenda por
ser irrespetuoso.

No lo hizo. En cambio, el sanador Ohren le sonrió y preguntó: "¿Por qué no?"

“Porque soy yo. No soy un guerrero. Soy un mocoso mimado.”

"¿Es esa tu opinión o la de alguien más?"

“Es lo que la mayoría de la gente piensa”.

“¿Y no querrías demostrarles que están equivocados? No tienes que hacerlo

si no quieres, pero sé que Jadon siempre está buscando más guerreros, y él ya
te conoce y confía en ti”.

“No estoy hecho para ser un guerrero. Soy demasiado pequeño y flaco”.

El sanador sonrió. "Espero que Mach no esté dando vueltas, porque no le

gustará eso si te escucha".

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 Era más baja que Ilyhas, pero era letal. Sin embargo, uno nunca pensaría eso
al verla. “Mi hermano es el luchador. Yo no."

“¿Por qué no quieres, o por qué crees que no puedes hacerlo?” El sanador se
levantó de su taburete y palmeó el hombro de Ilyhas. "Solo es un pensamiento.
Gracias por ayudarme."

Ilyhas volvió a limpiar, pero no podía dejar de pensar en la conversación. ¿De

verdad pensaba el sanador que podía ser un guerrero decente? ¿O simplemente
había estado tratando de deshacerse de él porque era muy torpe? No parecía el
tipo de hombre que haría algo así, por lo que Ilyhas se sintió tentado a confiar
en él y creer que lo decía en serio.

¿Podría ser un guerrero?

No era algo en lo que hubiera pensado alguna vez. No podía verse a sí

mismo como uno. Pero, ¿y si pudiera? Tenía algo de entrenamiento: su padre
había insistido en que todos sus hijos fueran entrenados para defenderse de
los intentos de asesinato, e Ilyhas lo había hecho con éxito dos veces mientras
vivía en el palacio. ¿Y si pudiera entrenar con los guerreros aquí en el cuartel
general?

No sería enviado pronto, por supuesto, pero ninguno de los nuevos guerreros
lo sería. Primero tenían que entrenar extensamente y pasar prueba tras prueba.
Luego fueron enviados con un equipo existente de guerreros y cazaron con
ellos hasta que estuvieron listos para ser emparejados con su propio
compañero. Eso era mucho trabajo.

Pero Ilyhas no tenía miedo al trabajo, sin importar lo que pensara mucha
gente.

Se apresuró a realizar el resto de la limpieza y fue a buscar a Esi. No podía

decidir nada sin hablar primero con Esi.

Encontró a su novio ya sentado en el comedor. Ilyhas podría haberlo besado

cuando vio que Esi había conseguido sándwiches para ambos, y se deslizó en
el asiento frente a él, casi rebotando en su silla. Esi arqueó una ceja mientras

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empujaba la bandeja más cerca de su lado de la mesa. "Te ves feliz."

Ilyhas se inclinó sobre la mesa. No necesitaba que nadie más escuchara

esto, no ahora mismo. “Quiero tratar de convertirme en un guerrero”.

Esi parpadeó. "¿Un guerrero? ¿Como un guerrero de la Liga?”

"Sí."

"¿Qué provocó esto?"

“Estaba hablando con el sanador Ohren. Él lo sugirió. No sé si puedo hacerlo,

pero quiero intentarlo. Si te parece bien, por supuesto. Lo entenderé si no lo
haces”. Sabía que no sería feliz si Esi quisiera hacerlo. Estaría aterrorizado de
que le pasara algo.

"¿Podemos hablar sobre eso? No estoy seguro de lo que pienso al respecto

en este momento. Creo que necesito algo de tiempo y algunas respuestas.
Pero no te prohibiré que lo hagas, si eso es lo que piensas. Incluso si no estoy
de acuerdo con eso, no puedo decirte qué hacer. Nadie puede. Es por eso que
decidimos mudarnos al reino humano, ¿recuerdas?”

Ilyhas se recostó en su asiento, sintiendo su pecho más ligero. Todavía no

estaba seguro de poder hacer esto, pero se sintió bien tener el apoyo de Esi. Sin
embargo, esperaba no perder a Esi si decidía seguir adelante.

Porque si tuviera que elegir, elegiría a Esi. Siempre.

****

Jadon gimió ante el sonido de alguien llamando a su puerta. Maldita sea.

¿Nadie podía hacer nada sin necesitarlo aquí?

Se frotó la bocina y gritó: "Adelante. Y será mejor que tengas una buena
razón para interrumpirme".

Ilyhas asomó la cabeza. "Puedo volver más tarde si estás demasiado

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ocupado".

Jadon le indicó que pasara. Quería decirle que nunca estaría demasiado
ocupado para hablar con él, pero eso habría revelado demasiado. “Puedo
tomarme unos minutos para hablar. Siéntate. Apuesto a que has estado de pie
la mayor parte del día.”

Ilyhas pareció sorprendido, pero obedeció. ¿Jadon era realmente tan malo
que Ilyhas no podía creerlo cuando era amable con él? "¿Entonces? ¿Necesitas
algo?"

Ilyhas se aclaró la garganta y entrelazó sus dedos sobre sus muslos. Llevaba
puesta su bata y se veía adorable y delicioso con ella. "Estaba hablando con el
sanador Ohren hoy".

"¿Hay algún problema en la enfermería?"

“No, no, no te preocupes. Pero se dio cuenta de que no estaba entusiasmado

con mi trabajo y me habló de una alternativa”.

Jadon no estaba seguro de que le gustara el sonido de eso. “Podemos

explorarlo, por supuesto, pero prefiero que trabajes aquí en el cuartel general, y
no solo porque le prometí a tu hermano que te mantendría a salvo.
Desafortunadamente, siempre serás un objetivo debido a quién era tu padre.
Cumar ha logrado distanciarse de él, pero ha tenido años para hacerlo. Solo has
estado aquí unos meses.”

Ilyhas hizo una mueca. “Lo sé, y no quiero trabajar fuera del cuartel general.
Sin embargo, quiero intentar convertirme en un guerrero”.

Jadon no estaba seguro de haber oído bien. "¿Perdona?"

“Sé que probablemente pienses que no puedo hacerlo, pero puedo. Bueno, yo
creo que puedo. Me entrenaron cuando era niño, así que sé cómo defenderme.
Ese debería ser un buen comienzo para convertirse en un guerrero, ¿verdad? Y
puedo aprender lo que sea que haya que aprender, lo prometo. Puedo trabajar
duro”.

Jadon levantó una mano.

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 Ilyhas cerró la boca de golpe.

Jadon se frotó la frente y trató de ordenar sus pensamientos. Él no había

visto venir esto. Sabía que Ilyhas no estaba contento con su trabajo en la
enfermería, y esperaba que tarde o temprano pidiera algo más, pero no había
pensado que Ilyhas quisiera ser un guerrero de todas las cosas. "¿Estás seguro
acerca de esto?"

"Sí."

“No es algo de lo que puedas salir si cambias de opinión. El tatuaje

permanecerá en tu mejilla por el resto de tu vida. Estarás en peligro todos los
días. Incluso podrías morir en las calles.”

Ilyhas se sentó más derecho. "Lo sé. No diré que no me asusta, pero creo
que asusta a todo el mundo. Y estoy seguro de que hay algunas personas que
abandonan. No es que esté planeando hacer eso, por supuesto. Pero es una
posibilidad”.

Jadon no creía haber visto nunca a Ilyhas tan agitado e interesado. Odiaba
que se tratara de convertirse en un guerrero. “Ilyhas, disminuye la velocidad”.

"¿Estás diciendo que no puedo ser un guerrero?"

Mierda. "No. Pero tampoco estoy diciendo que puedas ser uno.
Probablemente sepas lo que implica convertirse en un guerrero, pero hay una
selección detrás y no es fácil pasarla. ¿Y has hablado con Cumar sobre esto?
¿Qué piensa él?”

Ilyhas lo fulminó con la mirada. “No necesito hablar con mi hermano sobre
mi carrera. No es mi padre ni mi jefe. Él es mi hermano. Punto. Él no puede
tomar decisiones sobre mi vida, y agradecería que tú y todos los demás dejaran
de tratarme como a un niño. Puede que sea joven, pero tengo la edad suficiente
para tomar mis propias decisiones, y quiero que respeten eso, que me
respeten”.

Jadon estaba atónito ante la fuerza de las emociones de Ilyhas. Estaba tan
acostumbrado a que estuviera callado y fuera de sí mismo que no había
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sospechado que había tanta pasión en él, no por nada que no fuera Esi.
“Ilyhas—”

Ilyhas se levantó. "No. Quiero solicitar un trabajo como guerrero. ¿Necesito el

permiso de alguien para hacer eso además del tuyo?”

"No pero-"

Ilyhas asintió y caminó hacia Jadon. Jadon hizo rodar su silla hacia atrás,
preguntándose qué diablos estaba pasando. Ilyhas lo apuntó con un dedo, casi
golpeándole la nariz con él. "Sin peros. Estoy aplicando. No le vas a decir a mi
hermano, porque no es de su incumbencia. Y me vas a tomar en serio a partir
de ahora.”

“Ilyhas—”

Ilyhas agarró el cuello de la camisa de Jadon y tiró de él hacia adelante,

aplastando sus labios. Los ojos de Jadon se abrieron de par en par, pero no
trató de alejarse, no cuando había querido esto durante mucho tiempo. El beso
fue duro y breve, e Ilyhas pareció ligeramente horrorizado cuando retrocedió. Se
llevó la mano a la boca y miró a Jadon. "Qué..."

Jadon levantó ambas manos. "Está bien."

"No, no lo está. Puede que tenga un enamoramiento por ti, pero estoy
enamorado de Esi. Mierda."

Jadon nunca había oído jurar a Ilyhas. “Ilyhas, por favor.”

Ilyhas negó con la cabeza y se dio la vuelta. Jadon lo dejó ir. Sabía que no se
comunicaría con él en este momento, no hasta que se calmara y se diera
cuenta de que no había pasado nada. No era como si Jadon fuera a correr
hacia Esi y contarle sobre el beso, y tampoco se iba a concentrar en el hecho de
que Ilyhas aparentemente tenía un enamoramiento por él. Quería hacerlo, pero
Ilyhas no había sido él mismo y eso cambió las cosas. Cambió todo.

Jadon se recostó en su silla. ¿Realmente había estado tratando a Ilyhas de la

manera que había dicho? ¿Como un niño? ¿Como si primero necesitara

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asegurarse de que todo estaba bien con Cumar? ¿Como si Ilyhas no pudiera
tomar sus propias decisiones?

Si Jadon era honesto consigo mismo, y se enorgullecía de ser siempre

honesto, al menos en su propia mente, lo había sido. Una de las razones por las
que no había advertido a Esi e Ilyhas de su interés por ellos era que sabía que a
Cumar no le gustaría. Sabía que Cumar intentaría evitar que sucediera, aunque
no era asunto suyo. Ilyhas era un adulto. Era joven, pero no era estúpido, y había
pasado por lo suficiente como para saber lo que quería y, aparentemente, ir por
las cosas que quería.

Se frotó el puente de la nariz. Necesitaba tiempo para pensar, y eso no

sucedería si se quedaba en su oficina. La gente llamaba continuamente a su
puerta, pero esto era importante. Tenía que decidir qué quería y a quién quería
hacer feliz: a Cumar o a Ilyhas. ¿Un hombre que conocía desde hacía años y
que consideraba uno de sus mejores amigos, o un hombre que conocía desde
hacía unos meses y que quería arrastrar a su cama?

Jadon salió de la oficina, se coló en el ascensor y salió del edificio como lo

había hecho hace unos días. Necesitaba un buen paseo y esperaba que esta
vez no lo interrumpieran.

Debería haber sabido que lo sería. El demonio no era un ghoul sino un

demonio beliar. Salió de un callejón cuando Jadon pasó junto a él, y se dirigió
directamente hacia él como si lo hubiera estado esperando. Jadon puso los
ojos en blanco cuando lo alcanzó. Los demonios de Beliar podían ser
monstruosamente altos, pero también eran lentos, probablemente porque sus
cuerpos estaban hechos de algo que parecía madera y era igual de pesado y
rígido.

Lo único que Jadon necesitaba para vencer al demonio era un encendedor, y

resultó que era parte de las cosas que se suponía que todo guerrero debía tener
consigo en todo momento. Jadon ya no era un guerrero, pero no había perdido
el hábito.

Saltó sobre el demonio beliar y clavó los dedos en el material parecido al

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musgo que cubría parte de él. El beliar chilló y trató de agarrar a Jadon, pero
Jadon era más rápido que el demonio. Trepó por el cuerpo del demonio y le dio
un puñetazo, ignorando el dolor que le subía por el brazo cuando encontró un
trozo de musgo seco y le prendió fuego.

Tenía que ser rápido para saltar del beliar. El demonio ya no le prestaba
atención, se agitaba mientras intentaba apagar el fuego pero solo lograba que
se extendiera aún más rápido. Jadon tenía que asegurarse de que el demonio
no se acercara demasiado a los edificios y la basura que se había acumulado
en el callejón, y ahora que el beliar estaba distraído, era fácil romperle las
piernas y verlo caer al suelo.

Jadon lo vio arder.

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 Capítulo cinco

Ilyhas se asomó por la ventana y se mordió el labio inferior con tanta fuerza
que le dolió.

Todavía podía retroceder. No tenía que entrar al gimnasio. Nadie sabría que
había venido con la intención de entrenar con los guerreros y se había
acobardado.

Nadie más que él mismo, y no estaba seguro de poder vivir con eso.

Él no era un cobarde. Había tenido que enfrentarse a gente aterradora a lo

largo de los años, demonios aterradores. Lo habrían lastimado de la peor
manera si no le hubieran tenido miedo a su padre. Demonios, algunos habían
tratado de lastimarlo por su padre, por quién era y por lo que hacía.

Así que unos cuantos guerreros de la Liga a los que no se les permitía
lastimarse gravemente cuando entrenaban no deberían asustarlo. Sin embargo,
lo hizo.

Ilyhas no tenía miedo de ser lastimado. Le había pasado algunas veces

cuando estaba entrenando para defenderse y cuando había sido secuestrado
por venganza o rescate. No, lo que temía era la reacción de los guerreros ante
su presencia allí. ¿Se burlarían de él porque pensaba que podía ser un guerrero?
¿O lo recibirían como a todos los demás? Era una incógnita, y él lo odiaba.
Odiaba sentirse así de inseguro.

Así que enderezó la espalda y entró al gimnasio.

Los guerreros no lo notaron de inmediato. Estaban concentrados en la pelea

que ocurría en las colchonetas, animando a los dos guerreros y apostando
sobre quién iba a ganar. Sin embargo, una vez que uno de ellos lo vio, no pasó
mucho tiempo para que todos se volvieran a mirarlo. Sabía que tampoco
habían pasado por alto el hecho de que vestía ropa de gimnasia.

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 Tragó saliva y se obligó a caminar hacia ellos. "Hola."

Nadie respondió, no de inmediato. Ilyhas resistido el impulso de dar la vuelta

y marcharse. Él no iba a hacerlo. Era Ilyhas, hijo de Asmodeus, y hermano de
Cumar. Toda su vida lo habían tratado como un idiota o como un peligro. Unas
pocas miradas no iban a asustarlo.

"¿Qué quieres?" preguntó uno de los guerreros, un hombre corpulento que

Ilyhas había visto en el cuartel general.

Se lamió los labios. "Me gustaría entrenar contigo, si te parece bien".

El hombre arqueó una ceja e Ilyhas ignoró las risitas disimuladas de los otros
guerreros. "¿Por qué querrías hacer eso?"

“Porque me gustaría convertirme en un guerrero algún día”.

Ilyhas no había estado seguro de que debería decirles eso, pero también
podría hacerlo. Pronto descubrirían si había superado la selección, y podrían
enfadarse si hubiera mentido.

Entonces las risitas se hicieron más fuertes. El guerrero lo miró de arriba

abajo y se hizo crujir los nudillos. Ilyhas sabía que eso estaba destinado a ser
intimidante y, sinceramente, lo era. Aun así, levantó la barbilla y miró fijamente
al hombre.

"¿No tienes miedo de que te golpee en la lona?" preguntó finalmente el

guerrero.

Si Ilyhas hubiera podido elegir, habría elegido a una de las guerreras para
luchar contra ella. No porque fueran más débiles, porque definitivamente no lo
eran, sino porque estaban más cerca de su tamaño. Pero él podría lidiar con
este tipo. El podría. En serio. "No."

"¿No?"

"Incluso si me golpeas contra la lona, y espero que lo hagas, le diste tu

palabra a Jadon de que no lastimarías demasiado a nadie aquí".

"¿Y crees que mantendré esa promesa aunque Jadon no esté cerca?"
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 "Lo hago. Eres un guerrero. No serías uno si no fueras digno de confianza.”

Ilyhas casi esperaba que el tipo le dijera que se fuera a la mierda, pero en
lugar de eso, hizo un gesto hacia las colchonetas a modo de invitación. Ilyhas
asintió una vez y dio un paso adelante. Sabía que no tenía ninguna oportunidad
de salir de la pelea sin magulladuras y rasguños, pero esperaba que valiera la
pena, que tal vez ganaría un poco de respeto.

No empezó bien. El guerrero, Ilyhas ni siquiera sabía su nombre, cargó contra

él antes de que Ilyhas pudiera prepararse. Su hombro golpeó el estómago de
Ilyhas, expulsando todo el aire de sus pulmones y haciéndolo sentir como si
estuviera a punto de vomitar. Sin embargo, eso no duró mucho, porque lo
siguiente que supo Ilyhas fue que estaba elevándose en el aire y luego
golpeando la colchoneta.

Trató de tomar aire, pero estaba congelado. El guerrero se levantó, liberando

la presión contra el frente de Ilyhas. Ilyhas se puso de pie y trató de volver a
adoptar una postura defensiva incluso cuando empezó a respirar de nuevo.

El guerrero ladeó la cabeza. "¿No has tenido suficiente?"

"No. De nuevo."

Ilyhas ignoró todo lo que no era el hombre que tenía delante: las miradas, los
susurros, la abierta diversión. No le importaba que el guerrero estuviera
limpiando el piso con él, estaba peleando. Eso era lo importante.

Le dolía todo el cuerpo cuando el guerrero dio por terminado el combate.

Ahora miraba a Ilyhas con lástima, o al menos así lo creía Ilyhas. No podía ver
muy bien porque uno de sus ojos ya estaba hinchado mientras que el otro ardía
por la sangre y el sudor que goteaba por su frente. Ilyhas jadeaba, mientras que
el guerrero parecía que no había hecho nada más agotador que unos pocos
tramos de escaleras.

"¿Estás bien?" preguntó el hombre.

"Ni siquiera sé tu nombre".

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 Ese guerrero se echó a reír. “¿Te acabo de dar una paliza y quieres saber mi
nombre?”

"Sí." Ilyhas se inclinó hacia un lado y el guerrero tuvo que agarrarlo para
mantenerlo en pie.

"¿Por qué? ¿Entonces puedes decirles a Cumar Jadon quién te golpeó

cuando te pregunten?”

“¿Por qué les diría?”

“Porque van a preguntar”.

“No es asunto de ellos. Quiero ser un guerrero de la Liga, y lo que acaba de

suceder no es diferente de cualquier entrenamiento que hagas, o incluso de las
peleas por las que pasas con los demonios”.

"¿De verdad quieres convertirte en un guerrero?"

"Sí."

"¿Por qué?"

Ilyhas se encogió de hombros. Quería darse un baño y no moverse durante

una semana. Sin embargo, tal vez podría ir a la enfermería a buscar algunos
analgésicos primero. No estaba seguro de poder caminar hasta allí, pero podría
valer la pena intentarlo si eso significaba que no sentiría que se estaba
muriendo. "Quiero ayudar. Quiero hacer algo que importe. Toda mi vida, no he
sido más que un bonito adorno que mi padre presumía cuando lo necesitaba. Él
no se preocupaba por mí excepto por lo que yo podía ganarle. Pero soy más
que eso, y lo voy a demostrar, a mí mismo, a Cumar, a ti y a todos los demás
guerreros que piensan que solo soy el hijo de mi padre y que nunca haré nada
bueno con mi vida."

Ilyhas no había tenido la intención de soltar todo, pero claramente, el dolor

estaba borrando el filtro que su padre se había asegurado de que aprendiera y
usara. No había pensado antes de decir esas cosas, y no podía arrepentirse, no
esta vez.

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 El guerrero extendió su brazo, ofreciéndole la mano a Ilyhas. Ilyhas casi se
cae de bruces cuando lo alcanzó, pero logró sujetarlo entre los suyos. "Soy
Andor".

"Un placer conocerte."

Andor se rió entre dientes. “Sí, de alguna manera dudo que pienses eso.
Vamos. Te ayudaré cojeando a la enfermería.”

"Prefiero irme a casa".

“Y prefiero tener mis bolas entre mis piernas mañana. Jadon los clavará en
la pared si descubre que al menos no te ayudé a llegar a la enfermería. Además,
te vendría bien una buena limpieza y estoy seguro de que a tu novio no le
importará.”

Ilyhas hizo una mueca. “Él no estará feliz”.

“Nadie estará feliz cuando te vea”. Se frotó la nuca con una mano grande.
"No debería haber sido tan duro contigo".

"Hiciste lo que te pedí".

“Tal vez, pero yo no habría sido tan rudo con los demás. Yo tampoco debí
hacértelo a ti.”

A Ilyhas no le sorprendió lo que decía Andor. Le sorprendió el hecho de que

lo hubiera admitido. "¿Por qué lo hiciste?"

“Pensé que te retirarías de inmediato, que estabas tratando de demostrar

que podías ser uno de nosotros pero que no llegarías hasta el final. Estaba
equivocado."

Había un nuevo respeto en los ojos de Andor, e Ilyhas esperaba que se

quedara allí.

No pensó que sería capaz de pasar por esto de nuevo para volver a ganarlo.

****
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 Esi se horrorizó cuando levantó la vista al sonido de la puerta de la
enfermería abriéndose y vio que Ilyhas entraba. Un gran guerrero lo sostenía y
lo dirigía en la dirección correcta como si fuera a caerse si lo soltaba. Y tal vez
lo haría, considerando el estado en el que se encontraba.

"¿Qué te pasó?" preguntó Esi, ya poniéndose los guantes.

El guerrero parecía avergonzado. “Estábamos entrenando”.

"¿Entrenando? ¿Por qué estabas entrenando con Ilyhas? Trabaja en la

enfermería. No es un guerrero.”

"Aún", se quejó Ilyhas mientras se dejaba caer en una de las camas. “Y

estábamos entrenando porque se lo pedí a Andor. Quería que entrenara
conmigo”.

"¿Y este es el resultado?" Esi no se sorprendió. No sabía qué había sucedido

exactamente, pero Ilyhas no podría haber elegido a una persona peor para
entrenar. El guerrero tenía casi el doble de su altura, y definitivamente el doble
de su ancho. Ilyhas parecía diminuto a su lado.

El guerrero se frotó la nuca. "Podría haber sido un poco demasiado duro con
él".

"¿Tú crees?"

Ilyhas apartó las manos de Esi cuando Esi le agarró suavemente la barbilla y
le volvió la cara de un lado a otro. “Le pedí que lo hiciera, Esi. No te enojes con
él, y ni siquiera pienses en contarle esto a Jadon. Voy a explicar lo que pasó yo
mismo. Andor no hizo nada malo. Pedí entrenar con él como él lo haría con los
otros guerreros reclutas, y eso fue lo que hicimos. El hecho de que apesté no es
su culpa.”

Andor palmeó el hombro de Ilyhas. “No apestaste. Recibiste algunos buenos

golpes. Incluso podría tener un ojo morado mañana”.

Ilyhas puso los ojos en blanco, o al menos eso pensó Esi. No era fácil

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saberlo, con uno de sus ojos cerrado por la hinchazón y sangre cubriendo el
otro. "Por favor. Bien podría haber sido un mosquito”.

“Odio los mosquitos.”

Esi negó con la cabeza. Tan enojado como había estado cuando Ilyhas entró,
tan preocupado como todavía estaba, estaba feliz de que Ilyhas pareciera
sentirse cómodo con alguien que no era él, Cumar o Jadon. Ilyhas no se había
mezclado con los guerreros y los otros demonios que trabajaban en el cuartel
general, principalmente porque no querían ser amigos del hijo de Asmodeus.
Estaban con Cumar, por supuesto, pero él había estado con ellos durante tanto
tiempo que ya no importaba quién era su padre. Sin embargo, lo hizo con Ilyhas.
Esi deseó haber elegido otra forma de hacer amigos, pero supuso que tendría
que acostumbrarse si Ilyhas se convertía en un guerrero.

“Me voy a ir”, dijo Andor. Él dudó. “¿Vendrás a buscarme mañana?

Normalmente estoy en el gimnasio. Sé que te dolerá, pero aún puedes hacer un
poco de ejercicio ligero. Te ayudará a recuperarte más rápido”.

Esi no le iba a prohibir a Ilyhas que se levantara de la cama si podía, pero aun
así. “No estoy seguro de que pueda moverse mañana. Todavía no lo he
examinado, pero dale al menos unos días”. Miró a Ilyhas cuando abrió la boca,
sin duda para decirle que podía andar haciendo cabriolas mañana.

"Claro amigo. Tú eres el jefe. Nos vemos en unos días, Ilyhas.”

Andor se fue, y Esi no pudo evitar verlo irse. ¿Ilyhas realmente había ido en
contra del chico? ¿Cómo no era un panqueque de Ilyhas en este momento? El
hecho de que todavía estuviera de pie era una hazaña.

“Lo siento,” murmuró Ilyhas.

"¿De qué te arrepientes?" Esi también podría empezar a limpiar a Ilyhas. Así
podría ver mejor las heridas. Podía suturarlas él mismo si no eran demasiado
profundas, y revisaría las costillas de Ilyhas para asegurarse de que no
estuvieran rotas. Sin embargo, iba a ser negro y azul por un tiempo.

"No discutir esto contigo".

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 "¿Es por eso que has estado cauteloso durante los últimos días?" Ilyhas
había estado evitando pasar tiempo a solas con Esi desde que decidió que
quería ser un guerrero. Esi no estaba seguro de por qué, ya que le había dicho a
Ilyhas que estaba de acuerdo con eso. No estaba seguro de que en realidad lo
fuera, pero no iba a prohibir que Ilyhas hiciera nada. No era su lugar, e Ilyhas ya
había tenido que lidiar con que le cortaran las alas la mayor parte de su vida.

Ilyhas se retorció e hizo una mueca mientras Esi limpiaba las heridas. "Soy
un imbécil".

“Porque fuiste y te dieron una paliza”.

"No. Porque besé a Jadon”.

Esi parpadeó y bajó la mano. "¿Tú qué?"

Ilyhas se miraba las manos cuando respondió. “Besé a Jadon. El otro día,
cuando fui a verlo sobre convertirme en un guerrero. Empezó a decir que
primero tenía que hablar con Cumar como si fuera un niño, y me enojé. Le dije
que haré lo que quiera porque soy un adulto y lo besé. Lo siento, Esi. Sé que
hemos estado bromeando sobre esto, pero nunca tuve la intención de
lastimarte. Y fue enteramente mi culpa. Jadon no me tocó ni me devolvió el
beso ni nada”.

Esi apretó suavemente el brazo de Ilyhas. “Cálmate, Ily.”

"¿Cómo puedes decirme eso después de lo que te acabo de decir?"

Esi encontró una parte de la frente de Ilyhas que no estaba ensangrentada y

le dio un pequeño beso allí. "No estoy enojado contigo. En serio."

"Pero-"

"Me gusta él también. No estoy enamorado de él, pero fácilmente podría

estarlo. Y puedo verlo encajando perfectamente con nosotros”.

"¿Tú puedes?"

"Sí. Y ahora quédate quieto. Necesito limpiar esa herida en tu frente y

coserla. ¿Cómo están tus costillas? ¿Y el resto de tu cuerpo?”
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 "Todo duele. Pero, Esi…”

“Cállate y déjame trabajar y hablar, ¿de acuerdo? Lo único que debes saber
es que no estoy enojado contigo”. Esi lo consiguió. Había querido besar el ceño
fruncido de la boca de Jadon más veces de las que podía contar. No estaba
sorprendido de que Ilyhas sintiera lo mismo, pero estaba asombrado de que
Ilyhas lo hubiera hecho. Sin embargo, fue algo bueno. Había hecho que Ilyhas
se diera cuenta de que sentía algo por Jadon y, con suerte, había desbloqueado
la situación. Esi había querido decirles algo tanto a Ilyhas como a Jadon varias
veces, especialmente desde que él e Ilyhas se habían mudado al departamento
de Jadon, pero no quería sorprenderlos o enojarlos.

Y, por supuesto, todavía no sabían cómo se sentía Jadon al respecto. "¿Que

dijo él?"

"¿Jadon?"

"Sí."

“No le di exactamente el tiempo para decir nada. Me fui justo después de

besarlo. Sin embargo, podría haberme disculpado primero.”

"¿Podrías?"

Ilyhas finalmente sonrió, luego hizo una mueca por el corte en su labio
inferior. “Está bien, me disculpé. Me entró el pánico. Pensé que podría
golpearme o algo así, luego pensé en ti y en cómo podrías reaccionar. No
puedo decir que fue como tú lo hiciste.”

"¿Por qué no? Te dije varias veces que me gustaba Jadon.”

“Sí, pero pensé que solo estabas diciendo que era agradable mirarlo, no que
estuvieras considerando... ¿sabes qué? Ni siquiera sé lo que estás
considerando.”

Esi bajó ambas manos a los muslos de Ilyhas. “Quiero que los tres estemos
juntos. Me gusta, Ily. Realmente me gusta, y creo que los tres trabajaríamos
bien juntos”.

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 "¿Trabajaríamos?"

Esi se encogió de hombros. "Sabes a lo que me refiero. No digo que falte

algo entre tú y yo, porque no es así. Pero si todos estamos de acuerdo con eso,
no veo por qué no deberíamos estar todos juntos. El amor que podemos dar y
recibir no es finito, y creo que Jadon no tiene suficiente en su vida”.

"Quieres arreglarlo".

"No. Quiero amarlo y mostrarle que hay más en la vida que el trabajo, aunque
su trabajo es importante. Si estás a bordo, por supuesto. Nunca haría nada para
lastimarte, y puedo ignorar lo que siento por Jadon si eso es lo que quieres que
haga.” Sin embargo, Esi esperaba que no tuviera que hacerlo. Pensó que Ilyhas
también se beneficiaría de una relación con Jadon. Esi lo amaba, pero no podía
darle toda la tranquilidad y el amor que necesitaba. No estaba seguro de que
Jadon pudiera ser ese hombre, pero esperaba que sí.

"¿Y si él no me quiere?"

Esi no preguntó por qué Jadon no querría a Ilyhas. La respuesta a la

pregunta de Ilyhas era obvia para él, pero se dio cuenta de que estaba
parcializado. Amaba a Ilyhas más que a nadie a quien hubiera amado.
“Entonces seguimos siendo tú y yo, Ily. Su negativa no cambiará nada entre
nosotros. Todavía te amo, y eso no va a cambiar, diga lo que diga Jadon sobre
esto, y pase lo que pase".

Ilyhas asintió lentamente. "Te amo."

"Yo también te amo." Esi volvió a besar ese lugar en la frente de Ilyhas. “Y
desearía que no te hubieran dado una paliza. Ya puedo imaginar la cara de
Jadon cuando te vea, y dudo que se sienta inclinado a hablar de algo que no
sea arrancarle la cabeza a ese guerrero.”

Ilyhas gruñó. "Voy a tener que detenerlo, ¿no?"

“Si no quieres que tu nuevo amigo pague por algo que pediste”.

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 ****

Jadon podía dormir durante una semana. Demonios, tal vez un mes.
Ciertamente se sentía lo suficientemente cansado, por lo que gimió cuando
encontró a Esi esperándolo en la sala de estar cuando llegó a casa. "¿Qué
pasó?"

Esi arqueó una ceja. "¿Quién dijo que pasó algo?"

"Tu cara. ¿Qué tan malo es? ¿A quién tengo que matar?”

Esi negó con la cabeza. "A nadie. Ily me ha dicho que te besó hace unos
días.”

Jadon se congeló. No había pensado que Ilyhas le diría a Esi sobre eso. Los
dos estaban tan unidos que pensó que Ilyhas no querría arriesgarse a perder a
Esi por lo que había sido simplemente un roce de labios. Un roce duro, pero aún
así, nada más. Sin embargo, se alegró de ver que Ilyhas se lo había contado a
Esi. Hablaba bien de él. "No fue nada."

"Fue un beso".

Jadon puso su computadora portátil en la mesa de café y se frotó los ojos.

No le importaba discutir esto con Esi, pero deseaba que Esi hubiera elegido otro
día. Por supuesto, dudaba que hubiera habido un buen día para hacer esto de
todos modos. Jadon siempre estaba exhausto últimamente, y estaban
hablando del novio de Esi besando a otra persona. “Ilyhas estaba enojado.
Actuó por instinto, y no fue más que una presión de los labios. No fue
emocional, aparte de la ira y probablemente la frustración porque pensó que lo
estaba tratando como a un niño. No tienes nada de qué preocuparte. No voy a
tratar de quitártelo.”

“No serías capaz de hacerlo. Nadie se lo lleva. Puede dejarme si eso es lo

que quiere.”

“Pero no lo hará. Él te ama."

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 Esi se levantó. "Lo sé. Por eso quería hablar contigo”. Se detuvo frente a
Jadon y presionó una mano sobre el pecho de Jadon. Jadon se sorprendió,
pero no se alejó. Quería ver a dónde iba esto.

"¿De qué querías hablar, entonces?"

"Para empezar, sobre el hecho de que a ambos nos gustas".

Jadon frunció el ceño. “Tú también me gustas, e Ilyhas, por supuesto”.

“Eso no es lo que quise decir, y lo sabes. Te queremos con nosotros, Jadon.

En nuestra vida, en nuestro corazón y en nuestra cama. Si quieres lo mismo, por
supuesto.”

Jadon negó con la cabeza y dio un paso atrás. Este no era el momento
adecuado para que él hablara de esto. Necesitaba poder pensar con claridad,
pero no podía, no con la nube de cansancio que cubría su cerebro. "Olvidemos
que dijiste eso".

"¿Por qué?"

“Porque tú e Ilyhas sois felices. No me necesitas en tu vida para arruinar las

cosas”. Jadon se dirigió hacia el pasillo. Necesitaba espacio y esperaba que Esi
no lo siguiera a su dormitorio.

Casi choca con Ilyhas, que venía hacia la sala de estar. Lo alcanzó para
estabilizarlo sin pensar en ello, pero se congeló cuando vio el estado en el que
se encontraba Ilyhas. "¿Qué diablos?"

Ilyhas se encogió. "Pensé que Esi tendría algo de tiempo para prepararte".

“¿Prepararme para qué? ¿El hecho de que parezca que peleaste con un
camión y perdiste?”

"Perdí, supongo".

"¿Supones? ¿Qué pasó, Ilyhas? ¿Quién te hirió?" Si alguno de los guerreros de

Jadon hubiera intimidado a Ilyhas o hubiera pensado que no diría nada acerca
de que lo golpearon...

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 “Nadie me lastimó”.

"Estupideces. Tu ojo es el doble del tamaño que debería ser. Me sorprendería

si pudieras ver algo.”

“No puedo, no realmente.”

Jadon tomó las manos de Ilyhas entre las suyas y tiró de él suavemente
hacia el sofá. “¿Quién te hizo esto, entonces? Sé que piensas que tienes que ser
fuerte y mostrarle a todos que no eres como tu padre, pero si alguien de mi
gente te lastimó, deben pagar, no solo por esto sino porque rompieron mis
reglas”. Jadon necesitaba saber quién había hecho esto. Quería destrozarlos
con sus propias manos.

Ilyhas ladeó la cabeza. "¿Por qué te tomas esto tan en serio?"

“¿Cómo puedes preguntarme eso? ¿No es obvio? Te ves más como carne
cruda en este momento.”

Ilyhas frunció el ceño y apartó las manos. Se tocó suavemente el ojo,

haciendo una mueca. “Sé que no soy bonito en este momento, pero se curará”.

“¡Maldita sea, Ilyhas! Dime quién hizo esto”.

"No."

Jadon se pasó una mano por el pelo, chocando contra su cuerno. ¿Por qué
estaba tan enojado? No era la primera vez que pasaba algo así. Llegó con
compartir un espacio con tanta gente que sabía pelear. Pero las peleas siempre
ocurrían entre guerreros, y Jadon nunca tuvo problemas para adivinar quién
había ido contra quién porque ambos oponentes llevaban la prueba de ello más
tarde. Sin embargo, no había manera de que Ilyhas hubiera logrado defenderse.
Jadon no descubriría quién le había hecho eso a menos que se lo dijera.

"¿Por qué te importa tanto?" Esi preguntó.

"¿Qué quieres decir con, por qué me importa?"

“Justo lo que dije. Entiendo que quieres proteger a Ilyhas porque le

prometiste a Cumar que lo harías, pero pareces demasiado agitado para que
04/2022
esa sea la única razón.”

Maldita sea. Esi tenía razón, y lo sabía. Ambos lo hicieron. Sin embargo, no
había manera de que Jadon pudiera admitir que había llegado a quererlos a los
dos. Ya había estropeado las cosas con lo que pasó con Ilyhas en la oficina.
Fue un pequeño milagro que Esi no estuviera enojado con los dos. “Me importa
porque tú e Ilyhas estás bajo mi cargo, sois mi responsabilidad, tanto como
cualquier guerrero asignado a este cuartel general. Eso significa que no quiero
oír hablar de nadie que te golpee o te intimide solo por ser quien eres. No puedo
permitirlo. Necesito poder confiar en que mis guerreros harán lo correcto, y
esto no está ayudando”.

“Yo lo pedí”, espetó Ilyhas.

Jadon se echó hacia atrás. "¿Qué?"

“Yo lo pedí. Te dije que quería convertirme en un guerrero. Todavía estoy

planeando aplicar, no importa lo que diga Cumar. Así que fui al gimnasio antes
y les pregunté a los guerreros que estaban allí si podía entrenar con ellos”.

Jadon se frotó la cara. Mierda. Por supuesto que había hecho eso. Era
jodidamente testarudo, y ahora que había decidido que quería ser un guerrero,
no iba a detenerse por nada para lograrlo. "Fue una mala idea".

Ilyhas resopló. "Cuéntame sobre eso. Esi ya me puso en reposo en cama por
el resto del día”.

“Y los próximos dos días al menos”, agregó Esi. No sonaba preocupado o

enojado, lo que significaba que sabía sobre esto.

"¿Supongo que no me escucharás si te pido que no lo vuelvas a hacer?"

Ilyhas se encogió de hombros. “Te lo dije, voy a aplicar para ser un guerrero
de la Liga. No sé si lo lograré, pero lo intentaré, y eso significa que me
aseguraré de hacer todo lo que esté a mi alcance para ser lo suficientemente
bueno. Quiero seguir entrenando con los guerreros si me aceptan. No me va a
alejar de mi trabajo en la enfermería”.

04/2022
 “Ya lo ha hecho. No podrás trabajar durante al menos unos días”. Jadon
necesitaba irse antes de que dijera algo de lo que se arrepintiera. "Voy a darme
una ducha".

"La cena está lista", dijo Esi, pero Jadon no se detuvo, no pudo

“Empezar sin mí”. Necesitaba espacio y tiempo lejos de Esi e Ilyhas.

Lo aterrorizaban.

No era de los que se asustaban fácilmente. Había luchado contra demonios

la mayor parte de su vida. Había perdido a las personas que quería, a las
personas que amaba, a manos de los demonios, pero todavía estaba allí, de pie.

Pero se había cerrado a todo lo que no fuera su trabajo, y ni siquiera se había

dado cuenta hasta que Esi e Ilyhas habían irrumpido en su vida. No estaba
seguro de qué hacer ahora que estaban en él, especialmente después de lo que
le había dicho Esi. Los quería, y parecía que ellos también lo querrían en sus
vidas y en su relación.

¿Qué iba a hacer Jadon al respecto? Podía ignorar la conversación con Esi y
continuar viviendo como lo había hecho, o podía considerar que tal vez podría
tener amor en su vida. Demonios, si les decía que sí, tendría más amor del que
había tenido en mucho tiempo.

Pero primero tenía que hablar con ellos.

04/2022
 Capítulo seis

Hubo un aumento de la presencia de demonios en la ciudad, y Jadon no

sabía por qué. No importaba con cuántas personas hablaran, nadie podía
decirle lo que estaba pasando. Lo único que podía hacer era enviar a sus
guerreros a luchar contra los demonios que salían de los portales, pero si las
cosas continuaban como iban, no sería suficiente. No tenía un número infinito
de guerreros, pero había un número infinito de demonios en el Infierno.

La puerta se abrió de golpe. Jadon saltó de su silla antes de que pudiera

detenerse y miró a Cumar. "¿Cuál es el significado de esto?"

Cumar pisoteó hacia Jadon. Thailor entró corriendo a la oficina detrás de él y

se colgó del brazo de Cumar, tirando de él hacia atrás. "¡Cálmate, carajo!"

"¿Qué ha sucedido?" La ira de Cumar no tenía sentido, a menos que hubiera

ido a ver a Ilyhas.

Mierda. Ilyhas había sido lastimado ayer, por lo que hoy su rostro era un
espectacular arcoíris de colores. Había azul, verde, amarillo, rojo, y dado que
Jadon había prometido que vigilaría a Ilyhas y obviamente no lo había hecho,
Cumar probablemente quería golpearlo contra el suelo.

Jadon levantó ambas manos. “Cumar. Cálmate. Entiendo que estés enojado,
y créeme, estoy enojado conmigo mismo por esto, pero atacarme no resolverá
nada. Solo creará más problemas, tanto para ti como para mí. Sigo siendo tu
jefe, sin importar lo que sientas por mí.”

Thailor no lo soltó y rodeó a Cumar con ambos brazos. Jadon esperaba que
Cumar pudiera ver a través de la ira. No quería perder a uno de sus mejores
guerreros, y una de las pocas personas a las que consideraba un amigo.

Cumar se sacudió y Thailor lo soltó, pero no fue muy lejos. Cumar señaló con
el dedo a Jadon. "Me lo prometiste. Prometiste que cuidarías tanto de Ilyhas

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como de Esi, que los protegerías.”

“Sé que lo hice, y sé que fracasé, en parte”.

"¿En parte? ¡Parece que Ilyhas ha sido atacado en un callejón, por el amor de
Dios! ¿Es así como lo proteges?”

“No puedo protegerlo de sí mismo. Nadie puede hacer eso."

"¿De qué mierda estás hablando?"

“¿No te lo dijo? Decidió entrenar con los guerreros. Yo no tuve nada que ver
con eso”.

"Deberías haberlo detenido".

“Es un adulto, aunque lo trates como a un niño”.

“Solo quiero que esté a salvo. Este no es su mundo. No sabe cómo lidiar con
eso”.

"Te sorprenderías. Creo que ambos hemos subestimado a Ilyhas y Esi,

Cumar. Lamento que tu hermano haya resultado herido y créeme, ya he hablado
con él al respecto. No sé qué te dijo...”

“Nada, porque Cumar lo miró y se fue”, intervino Thailor. "Y por cierto, ¿por
qué Ilyhas y Esi viven contigo?"

“Quemaron su edificio. Siento lo de tu apartamento.”

Cumar se pasó una mano por el cabello y se dejó caer en una de las sillas al
otro lado del escritorio de Jadon. Jadon no pensó que recibiría un puñetazo
hoy, así que también se sentó con cuidado y observó a Cumar. No estaba
seguro de qué decirle. Cumar era comprensiblemente protector con Ilyhas, pero
al igual que Jadon, tenía que darse cuenta de que Ilyhas era un adulto y que
haría lo que quisiera sin pedirle permiso primero.

"¿Por qué lo hizo? Sé que los guerreros le han dado un poco de frialdad
desde que llegó aquí, pero pelear con ellos parece demasiado para ser
aceptado”, dijo Cumar.

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 Jadon no estaba seguro de qué hacer. No le correspondía contarle a Cumar
sobre el nuevo objetivo profesional de Ilyhas, pero también sabía que Cumar se
cabrearía cuando se enterara y quería proteger a Ilyhas de eso. Ilyhas no estaba
haciendo nada malo. En todo caso, estaba empezando a vivir la vida por la que
había dejado todo lo que conocía. Era algo bueno, sin importar cuán aterrador
pudiera ser para las personas que lo cuidaban. Pero Cumar no lo vería así, no
de inmediato. Su primer instinto sería proteger a Ilyhas, incluso de sí mismo, y
probablemente terminarían peleando. Pelearían de todos modos, pero las
cosas serían mucho peores si Cumar explotaba de ira y decía cosas de las que
algún día se arrepentiría.

Jadon y Thailor intercambiaron una mirada. Thailor hizo una mueca y se

acercó más a Cumar. Jadon le dio un pequeño asentimiento, luego volvió su
atención a Cumar. “Él quiere convertirse en un guerrero de la Liga”.

Hubo un segundo de silencio y respiro mientras Cumar procesaba la noticia.

Luego explotó, tal como Jadon había esperado.

"¿Qué? ¿De qué mierda estás hablando?”

Jadon supuso que debería estar contento de que el primer instinto de Cumar
no hubiera sido golpearlo o algo similar.

Se inclinó hacia adelante en su silla. “Sé que estás enojado, pero necesitas
mantener la calma. Tu hermano vino a verme hace unos días. No es feliz
trabajando en la enfermería”.

"Entonces le encontraré algo más".

“Él ya ha elegido lo que quiere hacer. Y sabes tan bien como yo que el hecho
de que él quiera ser un guerrero no significa que vaya a serlo. Pasaste por las
selecciones y los entrenamientos. Sabes lo difícil que es. Pero si sobrevive y no
cambia de opinión antes de que suceda, entonces lo aceptaré como uno de mis
guerreros.”

Cumar negó con la cabeza. "Es ridículo. Él es... él es Ilyhas. Él no es un

guerrero. Ha pasado toda su vida con lujo”.
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 "Sin embargo, luchó con Andor ayer, y aunque no ganó, se mantuvo firme".

“¿Con Andor? ¿Qué diablos estaba pensando?”

Jadon no estaba seguro. No le había llevado mucho tiempo descubrir con

quién había estado peleando Ilyhas. Era la comidilla de todas las
conversaciones que había escuchado hoy en el comedor. No había castigado a
Andor porque había escuchado lo que Ilyhas había dicho la noche anterior.

Ilyhas había hecho su elección, tanto al decidir que quería ser un guerrero
como al luchar con Andor. Jadon no iba a intervenir cuando normalmente no lo
haría, sin importar cuánto lo había asustado ver el dolor de Ilyhas.

“Lo van a matar”, murmuró Cumar. “Él ya está haciendo cosas que están tan
fuera de lugar en él. Sé que está intentando encajar, pero no es un guerrero.
Nunca lo fue.”

“Creo que necesitas hablar con él y escucharlo. No escuches solo lo que

quieres escuchar. Es tu hermano, y es comprensible que quieras protegerlo de
cualquier cosa y de todo, pero no puedes aislarlo del mundo. Vino aquí para
tener la oportunidad de vivir la vida que quiere vivir. No puedes quitarle eso”.

“No quiero verlo herido, Jadon. Él es todo lo que tengo. La única familia que
tengo. Pensé que ya lo había perdido una vez.”

Jadon suspiró. "Lo entiendo. He vivido con Esi e Ilyhas desde que ustedes
dos se fueron, y me preocupo por ellos”. Levantó la mano cuando Cumar abrió
la boca. “Lo sé, no pensaste que tenía sentimientos. Pero esos dos crecieron en
mí. Así que puedo prometerte que haré todo lo posible para mantener a salvo a
Ilyhas si alguna vez logra convertirse en un guerrero, pero no le cortaré las alas.
No estaría bien.”

“Puede que te preocupes por él, pero es mi hermano”.

“¿Qué harías si te dijera que dejaras de ser un guerrero?”

“Yo diría que no. Es mi vida. Y sí, sé lo que estás haciendo”. Se golpeó el
muslo con el puño. “Maldita sea. Odio cuando siempre tienes razón.”

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 "¿Así que siempre?"

Cumar frunció el ceño, pero Jadon pensó que también podía ver humor en
sus ojos. Fue un paso adelante. Sabía que los hermanos sin duda tendrían que
aclarar esto, pero al menos Cumar ya no estaba explosivamente enojado.

“¿Por qué no vamos a mi apartamento? Ilyhas y tú podéis hablar, y Thailor

puede informarme mientras lo hacéis.”

Cumar parpadeó. "¿Nos estás invitando a tu apartamento?"

"Sí."

"¿Te refieres al búnker debajo del cuartel general en el que nadie más ha
estado?"

Eso no era estrictamente cierto, y Jadon todavía lamentaba haber dejado

que Eric entrara en su vida, y mucho menos en su apartamento. "Sí. ¿Y tengo
que recordarte que tu hermano y Esi viven allí? Eres bienvenido a visitarlos
cuando quieras, por supuesto. Como ya lo hiciste.”

Los ojos de Cumar se entrecerraron. "Sobre eso. ¿Cuánto tiempo se van a

quedar contigo Ilyhas y Esi?”

Jadon se levantó. "¿Por qué no nos vamos?" No tenía respuesta a las

preguntas de Cumar. Sabía lo que quería, pero aún no había hablado con Esi e
Ilyhas, así que no estaba seguro de lo que iba a pasar.

****

Esi ahuecó la almohada de Ilyhas. "¿Estás seguro de que no necesitas nada

más?"

Ilyhas lo agarró por la cintura y trató de acercarlo, pero Esi salió del
enganche. No había forma de que Ilyhas estuviera dispuesto a algo que no
fuera vegetar en el sofá, pero quería a Esi cerca, maldita sea.” Siéntate

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conmigo.”

Esi negó con la cabeza. "No. Sé lo que tienes en mente, y no estás a la

altura”.

“Solo quiero abrazarte. ¿Por favor? Además, son solo moretones.”

“Y los puntos en tu frente. Luego está el corte en tu labio, y todavía no estoy

seguro de que no tengas al menos una costilla rota. Te dije que necesitas ver al
sanador, o a Chase si lo prefieres.”

"Estoy bien." Ilyhas podía recordar la última vez que había tenido un dolor
similar, y había sido mucho peor, porque tuvo que comportarse como si
estuviera perfectamente bien. De lo contrario, su padre no habría sido feliz.

Esi suspiró y finalmente se sentó junto a Ilyhas. “Sé que piensas que estás
bien, pero tengo miedo incluso de tocarte. Siento que podría romperte si lo
hago.”

"No lo harás".

“Sé que no es racional. Solo sígueme la corriente, ¿de acuerdo? Al menos

hoy. Posiblemente mañana también. Me relajaré una vez que puedas moverte
sin gemir de dolor.”

Ilyhas se recostó contra el sofá. “¿Adónde crees que fue Cumar?”

“¿No es obvio? Probablemente le esté gritando a Jadon en este momento”.

Ilyhas hizo una mueca. “Eso no va a terminar bien. Sabes cuánto odia Jadon
que le griten”. Se mordió el labio inferior. Recordó la última vez que le había
gritado a Jadon. Terminó besándolo y huyendo, y esperaba que eso no pasara
con Cumar.

Esi palmeó el muslo de Ilyhas. "Todo estará bien. Gritarán, y Jadon podría
tener que patearle el trasero a Cumar, pero no se lastimarán gravemente el uno
al otro. Puede que nunca lo hayan admitido, pero se preocupan el uno por el
otro. Ellos son amigos. Jadon no nos habría acogido de otra manera, y lo
sabes”.

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 Ilyhas apoyó la sien en el hombro de Esi. "¿Crees que se enfadará?"

“¿Cumar? Él ya lo está”.

"Sí, ¿pero me refiero por lo del guerrero de la Liga?"

Esi se acomodó más fuertemente contra el lado de Ilyhas. “Sí, lo hará. Quiero
decir, no lo conozco muy bien, pero he visto cómo es contigo. Él te ama. Y tiene
sentido. Eres su hermano, y pensó que nunca te volvería a ver. Ahora que te ha
recuperado, hará lo que sea necesario para mantenerte a salvo y no volver a
perderte. Debes recordar eso cuando te diga que detengas esto.”

El estómago de Ilyhas se hundió. "¿Crees que lo hará?"

"Probablemente. Es muy protector contigo.

“¿Crees que debería hacer lo que él dice? Tal vez ser un guerrero no sea una
buena idea”. Ilyhas no había cambiado de opinión, pero casi todos los que le
importaban pensaban que debería hacerlo, así que tal vez estaba equivocado al
respecto.

"¿Crees que es una mala idea?"

"No lo sé. Quiero hacerlo. Quiero tratar de hacer algo que nadie cree que
puedo hacer. Ni siquiera yo estoy seguro de poder hacerlo, ¿sabes? Pero esto,
todo lo que nos ha pasado desde que llegamos al reino humano, es un nuevo
comienzo para nosotros. Quiero que mi vida sea diferente de lo que era antes, y
esta es una buena oportunidad para hacerlo”.

“Puedes ser diferente haciendo otra cosa”.

"Lo sé. Pero he sido un privilegiado toda mi vida. Tuve que ver cómo
torturaban a los demonios y no pude hacer nada. Tuve que ver cómo te
castigaban por cosas estúpidas, y dejé que sucediera. No quiero que la gente
sufra. Sé que no voy a poder ayudar a todos, pero esta es una manera de hacer
mi parte”.

Esi miró a Ilyhas. "Entonces hacedlo. Me aterra perderte, pero no voy a

impedir que hagas algo que realmente quieres hacer, y tampoco creo que tu

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hermano lo haga, no una vez que se dé cuenta de que estás serio al respecto.”

Ilyhas ya no estaba seguro de nada. Quería ser un guerrero, pero estaba

aterrorizado. Quería hacer feliz a su hermano, pero no poniendo su propia
felicidad en un segundo plano. Quería a Jadon, pero no si eso significaba
posiblemente perder a Esi.

A veces, Ilyhas odiaba su vida.

La puerta se abrió unos minutos más tarde y él gimió. Quería más caricias.
Necesitaba más mimos, sobre todo por lo que estaba por venir, ya que entró
Jadon seguido de Cumar y Thailor.

Esi besó la mejilla de Ilyhas. "Estarás bien. No te preocupes demasiado”.

"¿Quédate conmigo?" Ilyhas podía enfrentarse a su hermano solo, pero él y

Esi habían sido uno contra el mundo desde que se enamoraron.

Esi sonrió. "Siempre."

Cumar se dejó caer en el sofá al otro lado de Ilyhas y lo miró. “Eso parece
que duele. Lamento haberme ido como lo hice antes.”

"¿Descargaste tu ira con Jadon?" Jadon, que ya había desaparecido en algún

lugar con Thailor.

"Sí. Vale, ¿qué os parece empacar vuestras cosas, chicos? Puedes quedarte
con Yo'ash y conmigo por un tiempo. Te buscaremos un apartamento. Estoy
seguro de que a Jadon no le importará si me tomo unos días libres. Después de
todo, acabo de regresar de una larga misión.”

Esto no estaba saliendo como Ilyhas esperaba. "¿Qué hay de que me

convierta en un guerrero?"

Las manos de Cumar se apretaron en puños, pero hizo un esfuerzo por

relajarlas y sonreír. Ilyhas vio a través de él, pero agradeció el esfuerzo.
“Podemos hablar de eso en unos días cuando te sientas mejor. Puedo ayudar a
Esi a empacar si no quieres levantarte”.

Ilyhas miró a Esi. Sabía lo que Esi quería hacer y sabía lo que él quería.
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Sospechaba que su hermano no se lo tomaría bien, y eso significaba que tenía
que tomar una decisión. No podía complacer a todos.

Estaba aterrorizado de perder a su hermano, pero se aferró a las palabras

anteriores de Esi y rezó para que tuvieran razón, para que Cumar finalmente
aceptara la decisión de Ilyhas.

Ilyhas respiró hondo y miró a su hermano. "Nos quedamos aquí".

Cumar ladeó la cabeza. "¿Qué?"

"Esi y yo nos quedamos aquí".

Cumar parecía desconcertado. No esperaba esa respuesta, e Ilyhas se dio

cuenta de que no sabía por qué la estaba recibiendo. "¿Por qué? Quiero decir,
fue genial de su parte acogerlos a ustedes dos cuando lo necesitaban, y nos
aseguraremos de comprarle una canasta de regalo para Navidad, pero ahora
puedes venir a casa conmigo. No hay necesidad de quedarte con un extraño”.

“Él no es un extraño, es un amigo. Podría habernos encontrado otro

apartamento, o ponernos en un motel, o incluso hacernos dormir en la
enfermería, pero nos abrió su casa a pesar de que nunca dejaba entrar a nadie."

"Eso no es lo que yo dije. Entiendo que estés agradecido, pero no puedes

quedarte aquí para siempre.”

Pero Ilyhas quería. "No, pero podemos quedarnos hasta que Jadon nos diga
que ya ha tenido suficiente de nosotros". Ilyhas sonrió. "Y no hay viajar para
trabajar".

Cumar no se rió. "No entiendo."

“No hay nada que entender. Nos quedamos aquí. Estoy agradecido por la
oferta, pero sé que tendríamos que compartir tu sofá y eso no sería cómodo”.

“Pero estarías con la familia. Estoy seguro de que podemos encontrar una
manera de hacer que funcione”.

“Cumar, deja de empujar”.

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 Cumar miró a Esi. "¿Puedes dejarnos por un segundo?"

Ilyhas agarró la mano de Esi. “Él no va a ir a ninguna parte. Vas a tener que
aprender que soy un adulto, Cumar. No soy el niño pequeño que era cuando
dejaste el palacio. He crecido y he tenido que tomar decisiones. Esta es una de
ellas. Te amo, y siempre te amaré, y no quiero pelear contigo, pero no voy a ir a
ninguna parte, y espero que puedas entender eso”.

Ilyhas no tenía nada más que decir. Esperaba no haber empujado a su

hermano a dejarlo de nuevo.

****

Esi quería besar a Ilyhas sin sentido, pero mantuvo las manos y la boca para
sí mismo, sobre todo porque parecía que Cumar se había tragado algo
repugnante. Pero cualquiera que fuera la reacción de Cumar, Esi estaba
orgulloso de Ilyhas. Se había enfrentado a su hermano a pesar de que estaba
aterrorizado de perderlo. Ilyhas se había defendido a sí mismo, algo a lo que no
estaba acostumbrado, algo que le habían quitado a golpes desde que era un
niño.

“No lo entiendo”, dijo Cumar lentamente, como si tratara de mantener la

calma y no lo consiguiera bien.

“No hay nada que entender. Esi y yo estamos bien aquí. Nos gusta. Nos
gusta Jadon. A menos que nos quiera fuera de su alcance, no tenemos una
razón para irnos.”

“¿Por qué no querría que te fueras?”

“Ha estado trabajando menos horas desde que llegamos. También ha

estado comiendo mejor. Sin ofender, pero prefiero la comida de Esi a las cosas
del comedor cualquier día. No puedo decir que esté más relajado, pero se está
cuidando mejor. Creo que este arreglo funciona para los tres”.

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 “No veo cómo eso es posible”.

"Tiene razón, sin embargo", dijo Jadon mientras caminaba de regreso a la

sala de estar, con Thailor siguiéndolo. El cabello largo de Thailor estaba
recogido en un moño desordenado y rojo, y parecía que le vendría bien una
semana en la cama, no necesariamente para divertirse con Chase. ¿Qué tenían
que hacer él y Cumar mientras estaban en el trabajo que ambos parecían tan
cansados? Esi tuvo una buena idea y odiaba pensar en las personas que amaba
en esas situaciones.

Cumar se levantó, frunciendo el ceño a Jadon. "Entonces, ¿qué quieres

quedarte con mi hermano y Esi porque son buenos sirvientes?"

Jadon cruzó los brazos sobre su pecho. “Voy a ignorar la forma en que me
hablas porque te considero un amigo antes que un empleado, Cumar, pero
debes controlar tu tono”.

“Sin embargo, a eso es a lo que sonaba, Jadon. Quiero decir, ustedes tres ni
siquiera son amigos. No quisiste cuidarlos mientras yo no estaba. Tuve que
obligarte a hacerlo. ¿Y ahora has cambiado de opinión por arte de magia y
quieres que se queden? ¿Qué ha pasado para que cambies tanto de opinión? Y
no me digas que es la cocina de Esi, porque no puede ser tan buena”. Cumar se
encogió de hombros ante Esi. "Lo siento."

"¿Por qué te preocupas tanto por esto?" preguntó Ilyhas. Esi deseó que se
fuera a la cama y descansara, pero ambos hermanos eran igual de tercos.

“Porque eres mi hermano, y no quiero que salgas lastimado. Solo trato de

entender, Ilyhas. Pensé que te gustaba tener tu propio lugar. Sé que no era lo
mismo que el palacio, ni mucho menos, pero aun así. El apartamento era tuyo y
de Esi, y eras feliz allí, ¿no? ¿Por qué estás tan listo para compartir espacio con
alguien más ahora? Es casi como si hubiera algo más que, no sé, amistad entre
tú y Jadon, lo cual es ridículo. Amas a Esi, así que no puedes amar a Jadon,
pero esa es la única explicación que se me ocurre”.

Esi supuso que no debería sorprenderse de que Cumar se hubiera dado

cuenta de algo, aunque él mismo no parecía darse cuenta. Miraba expectante a
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Ilyhas, esperando una respuesta que Ilyhas no le iba a dar, a juzgar por su
expresión afligida.

“¿Ilyhas?” Cumar preguntó cuando se dio cuenta de que algo estaba

pasando.

Esi tragó saliva. No quería ir en contra de Cumar, pero no iba a dejar que
interrogara a Ilyhas como si fuera un criminal.

“Aún no estamos enamorados, pero nos gustaría estarlo”, dijo Jadon.

Esi parpadeó hacia él. No había esperado que Jadon interviniera, no después
de cómo había ido su última conversación sobre este tema. Jadon había
ignorado a Esi, aparentemente pensando que estaba bromeando o que no
había pensado lo suficiente en eso. Esi había querido volver a ello, pero aún no
había encontrado el momento adecuado.

Sin embargo, definitivamente no era este momento.

"¿Qué?" Cumar graznó.

"Me escuchaste. Empecé a tener sentimientos desde que se mudaron

conmigo. No pensé que podría suceder, y aún no hemos hablado de eso, pero
es algo que nos gustaría ver qué sucede, o al menos tratar de hacer que
funcione”.

“¿Tú e Ilyhas? ¿Qué diablos, Jadon? ¿Qué pasa con Esi? ¿Cómo puedes
hacerle eso?”

Jadon arqueó una ceja. “No le estoy haciendo nada a Esi. Y no estaba
hablando de Ilyhas y de mí, no exclusivamente. Estaba hablando de nosotros
tres juntos.”

Cumar gimió y se frotó los ojos. "Eso no es algo en lo que quiera pensar".
Dejó caer las manos. “Pero no lo entiendo. ¿Quieres qué, tener sexo con ellos?”

“Quiero tener una relación con ellos. Ambos. Sé que no es ortodoxo, pero eso
no significa que no pueda suceder. No pensamos que un humano se
enamoraría de un demonio, pero aquí está Thailor. No veo cómo esto es

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diferente”.

"¡Él es mi hermano! ¡Así de diferente es! Te pedí que lo cuidaras y lo

protegieras mientras yo no estaba, ¿y te metiste en sus pantalones? ¿Cómo lo
protege eso?”

“¡Cumar!” gritó Ilyhas. Intentó sentarse, pero hizo una mueca.

Esi lo empujó hacia abajo. “Está bien, esto tiene que parar”, dijo, mirando a
Cumar, ya que él era el que creaba el mayor problema. Él era el único que
creaba problemas, en realidad, pero Esi se lo guardó para sí mismo. “Necesita
descansar. Ha sido golpeado, y el hecho de que lo haya pedido no cambia nada.
Sé que quieres gritarles a él y a Jadon por un tiempo más, Cumar, pero tendrá
que esperar.”

“Necesito hablar con Ilyhas.”

“Y necesito volverme rico, para poder dejar de trabajar. Los dos queremos
cosas que no podemos tener, y si no te vas de aquí y dejas de estresar a Ilyhas
ahora mismo, te patearé el trasero. Y antes de que lo pienses, puede que sea
bajo, pero fui un esclavo en el palacio de tu padre. Confía en mí cuando digo
que puedo defenderme más que adecuadamente.”

Esi agradeció cuando Thailor dio un paso adelante y agarró el brazo de

Cumar. "Vamos. Ambos necesitamos dormir, y estoy seguro de que Yo'ash te
está esperando en casa. Querrá verte.”

"Tómate mañana el día libre", dijo Jadon. Seguía erguido y orgulloso, como si
no le importara lo que había dicho Cumar.

“No están a salvo”, murmuró Cumar. “Mira lo que le pasó a Ilyhas.”

Ilyhas levantó las manos en el aire. “Por el amor de Dios, Cumar”. La

maldición estaba fuera de lugar en la boca de Ilyhas, y de alguna manera, hizo
que Esi quisiera arrastrarlo a su dormitorio, y no para una siesta. “Le pedí a
Andor que entrenara conmigo. ¿Desearía que hubiera sido más suave conmigo?
Sí, pero no cambia el hecho de que quería esto y que no lo cambiaría por nada
del mundo. Jadon no tiene nada que ver con eso, y te agradecería que dejaras
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de arrastrar su honor a esto.”

Cumar farfulló y Thailor tiró de él hacia la puerta. Esi se alegró de verlos

partir. Amaba a Cumar como al hermano que no tenía, pero el hombre podía ser
tan malditamente terco, y una vez que le metía los dientes a algo, no lo soltaba
hasta que estaba satisfecho. El problema era que en este caso nunca estaría
satisfecho, porque Ilyhas estaba en la mezcla y quería lo contrario de lo que
quería Cumar.

“Vamos a hablar eventualmente”, dijo Cumar, su tono vagamente siniestro.

Ilyhas puso los ojos en blanco y se recostó contra el sofá, solo haciendo una
mueca leve. “¿Soy tan dramático? ¿Viene de familia? ¿O es solo un rasgo de
Cumar?” preguntó.

“Estás mejor. Aunque tengo que decir que eres igual de terco. No quiero
estar allí cuando ustedes dos terminen enfrentándose, ¿de acuerdo?”

Ilyhas golpeó sus hombros juntos y sonrió. "¿Asustado?"

"Maldita sea, lo estoy".

****

Jadon debería haber mantenido la boca cerrada. Él lo sabía. Demonios,

todos en la sala lo sabían. Si Ilyhas hubiera querido que su hermano supiera lo
que estaba pasando entre ellos, se lo habría dicho.

En cambio, Jadon lo había hecho.

Thailor palmeó el hombro de Jadon mientras Jadon lo acompañaba a la

puerta. Cumar había salido pisando fuerte, sin mirar a nadie, y Jadon sabía que
le tomaría un poco de tiempo calmarse. Y esperaba que se calmara. No estaba
seguro de qué haría sin uno de sus mejores guerreros y uno de sus amigos.

“Todo estará bien”, murmuró Thailor.

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 "No estaría tan seguro de eso".

“Bueno, él no va a superarlo, eso es seguro. Pero tienes que admitir que es

una gran sorpresa para él. Y para mí, ahora que lo pienso. No pensé que
tuvieras la capacidad de amar a un chico, y mucho menos a dos.”

Jadon no se iba a sonrojar. “No los amo”.

Thailor sonrió. “Quiero decir estupideces sobre eso, pero te dejaré mantener
un poco de dignidad. Sin embargo, es bueno ver que estás feliz.”

“Vigila a Cumar por mí”. Jadon no quería responder a eso de la felicidad. No

estaba seguro de lo que Ilyhas y Esi querían de él. Apenas estaba seguro de lo
que quería de ellos.

“Lo haré, como siempre. Y no debes preocuparte demasiado. Ahora mismo

está enojado y sorprendido, pero lo superará”.

"Espero que estés en lo correcto."

"Sé que lo estoy. Conoces a Cumar. Es un poco exaltado, pero se dará

cuenta de que no tiene nada por lo que estar enojado una vez que lo piense.
Probablemente querrá entrenar un rato, gritarle a Yo'ash, pero no quiere perder
a Ilyhas, y tampoco quiere perder su trabajo. Tiene más que perder de lo que se
da cuenta en este momento”.

“No le voy a quitar su trabajo, incluso si nunca acepta una relación entre su
hermano y yo”.

"Lo sé."

“Asegúrate de que él también lo haga”. Jadon quería mantener a Thailor allí,

pero sabía que el hombre tenía mejores cosas que hacer. Cerró la puerta detrás
de él y respiró hondo antes de enfrentarse a Esi e Ilyhas.

Jadon todavía no tenía idea de cómo reaccionarían a sus palabras. Sin

embargo, no era propio de él dudar. Así que caminó hacia ellos, sosteniendo la
mirada de Esi ya que había sido él quien mencionó que él e Ilyhas habían
querido a Jadon en su vida.

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 "Eso fue interesante", dijo Esi cuando Jadon se sentó en el otro sofá. Todavía
estaba pegado al costado de Ilyhas, y parecía que Ilyhas lo estaba usando
como apoyo.

"Lo fue. No esperaba que esto sucediera”, estuvo de acuerdo Jadon.

"¿Te refieres a la parte en la que le dijiste a Cumar que querías tener una
relación con Ilyhas y conmigo?"

Jadon cerró brevemente los ojos. Debería haber esperado que Esi fuera
directo al grano. Siempre lo hizo. "Sí. A eso me refería."

"¿Por qué dijiste eso?"

"Porque no quería que pensara que Ilyhas y yo haríamos cualquier cosa para
lastimarte".

Esi sonrió. "Gracias. Sin embargo, ¿hablabas en serio? ¿O solo estabas

tratando de aplacar a Cumar? Porque si ese es el caso, este no era el camino
correcto a seguir”.

“Quería que se calmara, pero esa no es la razón por la que lo dije”.

“¿Es porque realmente quieres eso, entonces? Porque no fuiste receptivo

cuando traté de hablar contigo sobre eso el otro día.”

Jadon suspiró y se frotó el cuerno. "Lo sé. Y lo siento si fui cortante. No

estoy seguro de qué hacer aquí. Como sabes, mi última relación, si es que
puedes llamarla así, no terminó bien”.

Ilyhas resopló. “¿Cómo pudo haberlo hecho? Sin ofender, pero Eric es un
imbécil.”

“Confía en mí, lo sé. Pero enfrentemos los hechos. No soy bueno en las
relaciones. Soy un solitario. Me gusta pasar tiempo solo. Esa es una de las
razones por las que nunca tengo a nadie aquí en mi apartamento. Y vosotros
dos, bueno, acabáis de llegar a este reino. Sois jóvenes y vivaces, y tenéis
familia, amigos, planes y esperanzas. Somos tan diferentes que no estoy
seguro de que podamos trabajar juntos. Luego está el hecho de que han estado

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juntos por un tiempo, y no creo que pueda competir con eso”.

"Pero no hay necesidad de competir con lo que tenemos Esi y yo".

“Tal vez no, pero ¿entiendes de dónde vengo? Vosotros dos os conocéis.
Estáis seguros en vuestra relación. ¿Cómo se supone que no voy a sentirme
como un intruso? ¿Como si yo no contara tanto como ustedes dos?”

Ilyhas intentó levantarse del sofá, pero Esi negó con la cabeza y lo empujó
hacia atrás. Ilyhas lo fulminó con la mirada pero obedeció y extendió su brazo
hacia Jadon, ofreciéndole su mano.

Jadon lo tomó. Con suerte, mantendría a Ilyhas en el sofá, porque parecía

que podría desplomarse si intentaba ponerse de pie. Necesitaba irse a la cama
y descansar, pero conociéndolo, no iría a ningún lado hasta que esta
conversación terminara, y hasta que obtuviera lo que quería de ella.

Sin embargo, Jadon no estaba seguro de poder dárselo. No le importaba que

Esi e Ilyhas fueran hombres, o que los tres juntos no fueran tradicionales.
Nunca le había importado algo así. A ningún demonio lo hizo. El sexo era sexo,
sin importar con quién lo hicieras. Pero esto era diferente. Los sentimientos
estaban involucrados, y realmente no estaba seguro de cómo o si sería capaz
de encajar en la relación que ya existía entre Esi e Ilyhas.

“No podemos hacer ninguna promesa”, dijo Ilyhas. “No sobre si

conseguiremos que las cosas funcionen, ni sobre si estaremos juntos para
siempre. Pero esa tampoco es una promesa que pueda hacerle a Esi. Sabes,
cuando nos conocimos, él era un esclavo de mi padre, en el palacio. Ni siquiera
debería haberlo mirado, pero de inmediato me llamó la atención. Era tan
inocente y adorable. Hice que lo trasladaran a mi suite para poder vigilarlo. Sé
que la gente iba a intentar hacerle daño. Así es como funciona allí. Pero no
debería haberme enamorado de él. No deberíamos haber tenido la oportunidad
de estar juntos. Pero a pesar de que era peligroso para los dos, decidimos
intentarlo. Para ver si podría funcionar. Eso es lo que Esi y yo queremos en este
momento. Queremos intentarlo, aunque será difícil y algunas personas estarán
en contra.”

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 "Depende de ti", agregó Esi. “Ilyhas y yo te deseamos.”

"¿Habéis hablado de eso?" No era una conversación que Jadon pudiera

imaginar que tendrían. No estaba seguro de por qué. Se amaban y él no sabía
por qué pensaban que lo necesitaban con ellos.

Era un demonio viejo y gruñón que estaba más preparado para ser el líder
local de la Liga que tener una relación con otros dos hombres. Estaba fijado en
sus caminos. Estaba acostumbrado a ser autoritario y rudo. De eso estaba
hecha su vida. No estaba hecho de amor y gentiles hombres, a pesar de que Esi
e Ilyhas habían estado viviendo con él por un tiempo.

Ilyhas se deslizó hasta el borde del sofá. “Solo inténtalo, Jadon. Por favor."

"¿Por qué? ¿Por qué me quieres cuando ya tienes lo que necesitas?”

“Tienes razón, lo hago. Amo a Esi, y él me ama. Eso no significa que no

podamos amar a alguien más o que no haya espacio en nuestra vida para ti.
Tengo mucho amor para ofrecer. Ambos lo hacemos. No había espacio para
eso cuando estábamos en el palacio, pero ahora lo hay, y te lo mereces.
Mereces ser amado y cuidado, sin importar lo que pienses. Y no tienes que
pasar tu vida aislado y solo”.

"Me gusta estar solo."

Ilyhas sonrió. El corte en sus labios se estiró, y Jadon esperaba que se

abriera de nuevo, por lo que alcanzó a Ilyhas, ahuecando su mejilla y frotando
su pulgar en la comisura de sus labios. Ilyhas parpadeó pero no se movió. En
cambio, se inclinó hacia el contacto y dijo: “Lo sé. Y no te estamos pidiendo que
pases todos tus días con nosotros. Pero sí creo que quieres a otras personas
en tu vida. Quieres amar y ser amado. Quieres que te cuiden y cuidar de alguien.
Y queremos ser eso para ti”.

04/2022
 Capítulo siete

Ilyhas tiró las últimas vendas y limpió la bandeja de metal. Todavía le dolían
un poco las costillas, pero no tanto como para querer quedarse en la cama esa
mañana, por mucho que Esi hubiera insistido. A veces trataba a Ilyhas como si
fuera de cristal. Esa era una de las cosas que a Ilyhas le gustaban de Jadon.
Estaba preocupado por él, y le había preguntado si estaba seguro unas cien
veces, pero lo dejaba hacer porque confiaba en que Ilyhas sabía cómo se sentía
y lo qué estaba haciendo. No es que Esi no confiara en Ilyhas, pero tendía a ser
más protector con él, a querer envolverlo y mantenerlo a salvo en el
departamento de Jadon.

Ilyhas lo entendido. Se sentía de la misma manera cuando se trataba de Esi.

Habían pasado por muchas cosas juntos. Ambos habían tenido que ver cómo
castigaban al otro en el palacio, y no habían podido intervenir porque habría
significado la muerte para ambos, especialmente si su relación hubiera sido
expuesta. Ya había sido bastante malo que el padre de Ilyhas sospechara, que
era la única razón por la que había enviado a Esi a buscar a Cumar. Por eso
ambos tendían a ser sobreprotectores, mientras que Jadon prácticamente les
dejaba hacer sus cosas.

Ilyhas suspiró de felicidad, a pesar de que todavía estaba trabajando en la

enfermería. Estaba planeando volver a entrenar con Andor y los otros guerreros
si no le decían que se fuera a la mierda y, con suerte, eso significaría que
eventualmente podría postularse para convertirse en guerrero. Su vida personal
también iba muy bien. Él, Esi y Jadon todavía estaban resolviendo cosas,
caminando sobre cáscaras de huevo uno alrededor del otro, pero eso
eventualmente terminaría. Él y Esi también habían sido así al principio, pero
ahora estaban enamorados y habían arreglado las cosas. También sucedería
con Jadon, y el hecho de que habían estado compartiendo una cama, para
dormir y nada más, desde el día en que hablaron le dio esperanzas a Ilyhas.

04/2022
Jadon aún se mantenía fuera del capullo de Ilyhas y Esi, pero estaba más cerca
de ellos que antes. Ilyhas entendido por qué estaba haciendo eso, y aunque le
dolía un poco, no quería empujar. Aún así, necesitaba hacerle ver a Jadon que
podían funcionar y que él ya era parte de su relación. Puede que ni siquiera se
hayan besado todavía, pero eso no significaba que Ilyhas no sintiera nada por
él, y eso significaba que si Jadon decidía que no podía hacer esto, Ilyhas se
sentiría herido.

Y no quería salir lastimado.

Iba a hacerle ver a Jadon lo que se perdería si decidía no darles una

oportunidad. Simplemente no estaba seguro de cómo iba a hacer eso.

"Oye, ¿puedo tener algo de ayuda?"

Ilyhas se alegró por el alivio de sus pensamientos. Se volvió y le sonrió al

guerrero que entró. Tenía el brazo ensangrentado, pero por lo demás parecía
estar bien, por lo que probablemente se había lastimado durante el
entrenamiento. No sería la primera vez, como lo demostró la condición de
Ilyhas. "Siéntate. Estaré contigo de inmediato.”

Se cambió los guantes y agarró una nueva bandeja. Ya podía decir que
necesitaría limpiar la herida y tal vez coserla. No era muy bueno en eso, pero
podía llamar a Esi o incluso a uno de los curanderos si lo necesitaba. "¿Qué
pasó?" preguntó, acomodándose al lado del guerrero.

"Nada. El entrenamiento salió mal. Si puedes limpiarlo, volveré al gimnasio”.

"Yo seré el juez de eso, ¿de acuerdo?"

"Lo que digas."

Ilyhas no estaba seguro de haber conocido a este tipo, pero no era

sorprendente. Los guerreros iban y venían, y no visitaban la enfermería a menos
que tuvieran demasiado dolor para funcionar o Jadon se lo ordenara. Además,
Ilyhas había hecho todo lo posible por mantenerse alejado de los guerreros a
menos que no pudiera hacerlo en absoluto. Ciertamente no había aprendido
sus nombres, pero con suerte, eso cambiaría ahora.
04/2022
 Limpió la herida hasta que pudo ver lo mal que estaba y arrugó la nariz. “No
creo que necesites puntos de sutura”.

"¿No?"

“La cinta de mariposa debería ser suficiente. Puedo hacerlo, o puedes

esperar hasta que llame a uno de los sanadores.”

"Adelante. Necesito terminar mi sesión de entrenamiento.”

Por supuesto que lo hizo. Ilyhas hizo todo lo posible para trabajar de manera
rápida y eficiente. Dudaba que a este guerrero le importara si la herida sanaba
bien o dejaba una cicatriz. La mitad de la piel que Ilyhas podía ver estaba
cicatrizada. Aún así, quería hacerlo lo mejor que pudiera. Puede que no le
gustara este trabajo, pero eso no significaba que quisiera ser malo en él.

“Toral. ¿Qué pasó?" preguntó Jadon mientras entraba.

Ilyhas permaneció en silencio y se preguntó por qué Jadon estaba allí.

¿Estaba herido? Por lo general, esa era la única razón por la que la gente venía a
la enfermería, pero Ilyhas no podía ver ningún tipo de herida en él.

"Nada. Entrenamiento”, dijo Toral.

"¿Estarás bien para salir más tarde?"

“Si necesitas que lo haga. ¿A dónde?"

"Le enviaré un mensaje de texto con toda la información a Aliza".

"Seguro. Esto está casi hecho de todos modos. ¿Verdad?"

Ilyhas se dio cuenta de que Toral le estaba hablando. "Verdad. Te diría que
tuvieras cuidado durante unos días, pero lo sé mejor.”

Toral se rió. “Y conozco el ejercicio. No es la primera vez que hago esto, no

te preocupes. Aunque esta vez fue mucho más agradable, ya que tu cara bonita
estaba aquí para ayudarme.”

"Puedes irte si has terminado", dijo Jadon, su tono más duro de lo necesario.

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 Ilyhas presionó los labios juntos. ¿Jadon estaba celoso? Parecía difícil de
creer, pero lo parecía.

Toral saltó de la cama. "Cosa segura. Nos vemos, cara bonita”.

Ilyhas no miró a Jadon, limpiando las cosas que había usado en su lugar. No
estaba seguro de qué hacer con la presencia de Jadon y la forma en que se
había comportado, y no quería arriesgarse a estropear las cosas.

"¿Cómo estás?" preguntó Jadon, su voz ronca.

Ilyhas se quitó los guantes y los tiró con el resto. "Estoy bien."

"¿Sin dolor?"

Esta vez, Ilyhas sonrió. "Realmente no. A veces me duele cuando me muevo,
pero me siento mucho mejor que en los últimos días. ¿Es por eso que estás
aquí? ¿Por qué estabas preocupado?”

Jadon se frotó la parte de atrás de su cuello. "Solo quería ver cómo estabas,
ya que es tu primer día de regreso y todo eso".

¿Y quería hacer creer a Ilyhas y Esi que no le importaba? Estaba haciendo un

mal trabajo en eso.

"Estoy bien. En serio." Ilyhas se puso de puntillas y le dio un beso en los

labios a Jadon. No lo tomó más profundo, no podía, no en medio de la
enfermería mientras se suponía que debía estar trabajando, pero deseaba
poder hacerlo.

Jadon parpadeó hacia él. "¿Por qué hiciste eso?"

“Porque me dio la gana. Porque estabas siendo lindo. Porque te importa”.

Jadon negó con la cabeza y miró a su alrededor, pero estaba vacío aparte de
ellos. Ilyhas había despedido al único paciente que había tenido esta noche
aparte del guerrero al que Jadon le había dicho que se fuera. Fue una noche
tranquila, pero eso cambiaría una vez que los equipos comenzaran a regresar al
cuartel general. “Ambos estamos en el trabajo.”

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 Ilyhas asintió. "Lo sé."

“No deberías besarme en el trabajo. Técnicamente soy tu jefe.”

"Lo sé. Pero si vamos a hacer esto, a estar juntos, la gente eventualmente lo
descubrirá y no se sorprenderá de vernos besarnos. No es como si te tirara en
una de las camas y te subiera como a un árbol. Y eso no es por falta de ganas,
confía en mí.”

Jadon hizo un sonido estrangulado. "Has estado viendo demasiada

televisión".

"Quizás. Probablemente, ya que he estado en reposo en cama durante dos

días.”

Jadon volvió a mirar a su alrededor y sorprendió a Ilyhas cuando lo alcanzó y

lo atrajo hacia sí. Presionó sus labios juntos, y aunque Ilyhas sabía que no iba a
durar mucho porque Jadon tenía razón y no deberían ser vistos besándose
mientras trabajaban, le devolvió el beso. Fue todo muy casto, pero también
satisfactorio porque era la primera vez que Jadon daba un paso al frente con
Ilyhas. Por sus conversaciones con Esi, sabía que Esi y Jadon aún no se habían
besado, así que esperaba que esto fuera una señal de que Jadon se estaba
acostumbrando a la idea de que no iban a ir a ninguna parte.

"Eso fue inesperado", murmuró cuando Jadon se alejó.

Jadon solo sonrió. “Vine a ver si querías dejar el cuartel general e ir a comer
algo a alguna parte. Sé que ambos tenemos que volver pronto, pero creo que te
hará bien estar afuera por un tiempo”.

“¿Y Esi?”

"Lo agarraremos al salir".

"Vámonos, entonces".

****

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 Jadon permaneció en silencio y escuchó hablar a Esi e Ilyhas, tal como lo
había hecho durante la mayor parte del tiempo que habían pasado juntos en el
almuerzo. No habían ido muy lejos, solo a un lugar cercano de comida rápida
que no desaprobaba que los demonios comieran allí, ya que no había manera
de que Jadon pudiera pasar por humano. Sin embargo, Esi e Ilyhas estaban
encantados con la elección de la comida, ya que Jadon trató de mantener las
comidas en el comedor lo más saludables posible. Ilyhas había descubierto un
amor insaciable por las papas fritas, mientras que Esi había bebido tanto
refresco que Jadon se preguntó si podría dormir esa noche.

"Tenemos que hacer eso más a menudo", dijo Esi, entrelazando su brazo
alrededor del de Jadon como si fuera algo que hicieran todos los días.

“La gaseosa no es buena para ti”.

“¿Entonces podemos elegir otro lugar? ¿Por favor? Me gustó poder tomarme
media hora sin tener que preocuparme por nada. Y parecía que también te
divertías”.

"Lo hice." Y eso era difícil de creer. Jadon no se divertía. Trabajaba, dormía y
luego trabajaba un poco más. Sin embargo, Esi e Ilyhas lo habían cambiado
todo, y no se atrevía a arrepentirse. No importaba lo indeciso que estuviera en
dejarlos entrar en su corazón, ya los había recibido en su vida y eso no iba a
cambiar, o al menos esperaba que no lo hiciera.

"¿Qué es eso?" preguntó Ilyhas mientras entraban al edificio en la parte

superior del cuartel general.

Algo se movió en las sombras, y Jadon reaccionó por instinto, empujando a

Esi e Ilyhas detrás de él. No se suponía que hubiera nadie allí, pero tenían ratas
en este piso. Ayudó a mantener la cubierta de que no había nada inusual allí.

Pero esto no era una rata, ni mucho menos.

Jadon gimió cuando el demonio pishacha apareció desde lo más profundo

del edificio. ¿Qué pasaba con los demonios que querían pelear con él
04/2022
últimamente? Por supuesto, eso probablemente se debió más al hecho de que
había estado saliendo mucho del cuartel general en las últimas semanas, pero
aun así. Por lo general, no tropezaba con demonios.

"¿Qué es eso?" Esi preguntó en un susurro. Jadon no se sorprendió de que

no reconociera a la pishacha. Eran nativos de otro reino del Infierno.
Probablemente a Ilyhas le habían enseñado sobre los diversos demonios desde
que era príncipe, pero el conocimiento de Esi era más básico.

“Es un demonio pishacha”, le dijo Ilyhas. Jadon arriesgó una mirada detrás
de sí mismo. Se habían abrazado y parecían congelados en el lugar, sus
miradas fijas en el demonio.

Jadon no podía culparlos. Muchos demonios, especialmente los del reino

humano, eran similares a los humanos. Algunos de ellos, como Jadon, tenían
signos distintivos que los diferenciaban, pero los demonios pishacha ni siquiera
se acercaban a parecerse a los humanos. Eran más bajos que el promedio, tal
vez un metro cuarenta o cuarenta y cinco. Grandes colmillos salían de la parte
superior de sus bocas, curvándose hacia su cara. Las espinas en el dorso de
sus manos también eran un claro indicio. Eran pequeñas, pero letales. Su piel
correosa podría sufrir mucho daño antes de romperse, como una armadura, y
podrían volverse invisibles.

“Vosotros dos debéis bajar las escaleras”, les dijo a Esi e Ilyhas.

Luego se movió para encarar a la pishacha. Ni siquiera miró a Esi e Ilyhas,

sino que se dirigió directamente a Jadon. Jadon escuchó el ascensor y esperó
que el sonido significara que Esi e Ilyhas lo habían escuchado.

Empujó a la pishacha. La pequeña cosa era lo suficientemente ligera como

para poder tirarla contra la pared. Se estrelló contra ella, pero se puso de pie de
inmediato, viniendo a por él nuevamente. Ni siquiera miró a su alrededor.

Jadon sacó su arma. Los guerreros solo trabajaban con espadas, pero él ya
no era un guerrero y no iba a arriesgar la vida y la seguridad de Esi e Ilyhas por
la tradición. La pishacha podría estar enfocada en él en este momento, pero
eso no iba a durar. Era un demonio, y comía carne. Querría cenar si lograba
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deshacerse de Jadon.

Así que Jadon le disparó en la cabeza.

La pishacha cayó, la sangre brotaba de su frente.

"Eso fue más fácil de lo que esperaba", dijo Esi detrás de Jadon.

Jadon guardó su arma y se giró para mirarlo, y a Ilyhas, que también estaba
allí. "¿Qué estáis haciendo aquí?"

“No íbamos a abandonarte mientras luchabas para protegernos”, dijo Ilyhas.

Seguía mirando a la pishacha, con los ojos muy abiertos. "Es mi culpa, ¿no?"

Jadon frunció el ceño. "¿Por qué piensas eso?"

“Porque tiene que serlo. ¿Por qué te atacó este demonio?”

“Porque es un demonio, y no uno de los más inteligentes. ¿Quién sabe por

qué hacen lo que hacen?”

“¿Qué pasa si mi hermana lo envió? ¿O qué pasa si alguien quiere vengarse

de mi padre a través de mí?”

Ilyhas estaba comprensiblemente asustado, pero Jadon no creía que tuviera

razón. "Eso no tiene sentido".

“Pero un demonio que te ataca solo porque es un demonio tampoco. ¿Cómo

llegó aquí en primer lugar? Sé que este piso no está vigilado, pero también sé
que hay cámaras. No debería haber sido capaz de colarse sin ser visto,
¿verdad?”

Jadon se frotó la cara. "Cierto. Pero eso todavía no significa que esté aquí
por ti”.

"Creo que Jadon tiene razón", intervino Esi. Frotó el brazo de Ilyhas, tratando
de consolarlo. "Creo que estaba aquí por Jadon".

Jadon frunció el ceño. "¿Por mí?"

"Sí. ¿No notaste cómo se enfocó en ti? Si estuviera aquí por Ilyhas, habría

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intentado llegar a él. No es exactamente un luchador. Él habría sido más fácil
de asumir. Sin embargo, te atacó a ti, y solo a ti.”

El ascensor sonó, las puertas se abrieron. Dos guerreros salieron corriendo

de él, buscando al enemigo. Jadon puso los ojos en blanco y señaló a la
pishacha. "Revisad el piso para asegurarnos que no haya otro".

Ambos asintieron y desaparecieron en la oscuridad. Jadon acompañó a Esi e

Ilyhas de vuelta al ascensor, relajándose solo cuando salieron al cuartel
general. Incluso con la pishacha muerta, necesitaba asegurarse de que
estuvieran a salvo.

Porque, ¿y si Esi tenía razón? Su teoría tenía sentido, por mucho que Jadon
odiara admitirlo.

“Vamos, Ily. No fue culpa tuya” murmuró Esi a Ilyhas.

“Ha habido un aumento de demonios en la ciudad. Esi tiene razón. No tiene

nada que ver contigo. Solo hay más demonios alrededor”.

“No puedes estar seguro. Sé que soy un objetivo. Siempre lo fui”.

“No en este caso. Estoy seguro de ello."

La mirada de Esi era astuta. "Entonces estás de acuerdo en que este

demonio te perseguía".

“No puedo estar seguro de ello.”

“Y no puedo estar seguro de que mañana estará soleado, pero

probablemente lo estará. Vamos."

Jadon se frotó la frente. ¿Por qué su vida era un dolor de cabeza constante?
Sentía que tan pronto como resolvía un problema, surgían otros dos. No sería
capaz de mantenerse así. "Quizás."

"¿Quién crees que está detrás de ti?"

Jadon negó con la cabeza y condujo a Esi e Ilyhas de vuelta al ascensor.

"Iros a casa. Estaré ahí."

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 Esi lo fulminó con la mirada. “No vas a salir por tu cuenta, ¿verdad? Ya no
estás solo, Jadon. Tienes que pensar en eso y aceptarlo”.

"No voy a ninguna parte. Tengo que ir a mi oficina a buscar algunas cosas,
pero estaré allí enseguida. Ocúpate de Ilyhas.”

“Puedo cuidar de mí mismo”, espetó Ilyhas.

Jadon tomó su mejilla y besó su frente. "Lo sé, cariño. Pero Esi y tú os habéis
estado cuidando el uno al otro durante mucho tiempo, y esta es una situación
en la que tenéis que hacerlo, así que él cuidará de ti y tú cuidarás de él”.

"Pero-"

“Estaré abajo en diez minutos, y tú también puedes cuidarme, ¿de acuerdo?

Solo necesito tomar algunas cosas y hablar con algunas personas”. Y sabía
exactamente quién.

Lo que Esi estaba diciendo era correcto. El demonio había ido directamente
a Jadon, y en la experiencia de Jadon, eso significaba algo. Agregue a eso los
otros dos demonios con los que había tenido que lidiar últimamente, y se
convirtió en un patrón, algo que alguien había orquestado.

Alguien quería a Jadon muerto.

Podría ser cualquiera. Había hecho un montón de enemigos cuando había

sido un guerrero, luego como el líder de esta base de la Liga. Pero había alguien
que había intentado volver a la vida de Jadon, y Jadon había pensado que era
extraño cuando sucedió. Necesitaba investigar, pero solo tenía un tiempo
limitado, porque Esi e Ilyhas lo perseguirían si no los seguía pronto.

Jadon estacionó el auto frente a la pequeña casa que recordaba bien. No

había cambiado mucho, seguía impecable, limpio y ordenado, sin nada fuera de
lugar, ni siquiera una flor. Todavía no tenía idea de cómo Eric lograba
mantenerlo así, considerando que nunca levantó un dedo. Supuso que tener

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dinero familiar ayudaba. Eric podría contratar a alguien para ayudar dentro de la
casa y en el jardín sin ningún problema.

Jadon apagó el motor y se dirigió hacia la puerta. Se abrió antes de que

pudiera llegar y apareció Eric, sonriéndole. “Jadon. Sabía que cambiarías de
opinión. Esas dos pequeñas zorras no se pueden comparar conmigo, ¿verdad?”

Jadon le dio un puñetazo en la nariz.

Se sentía tan jodidamente bien, incluso cuando el dolor le irradió por la

mano. Eric gritó y se llevó ambas manos a la cara. La sangre se filtraba entre
sus dedos.

"¿Qué mierda?" dijo Eric.

Jadon no respondió. Empujó a Eric dentro de la casa y cerró la puerta de

golpe. Los ojos de Eric se agrandaron y se alejó, golpeando la pared con la
espalda. La sangre goteaba de su nariz mientras levantaba ambas manos para
protegerse de Jadon. "¿Qué quieres? ¿Por qué estás haciendo esto?"

Jadon se detuvo frente a Eric, tan cerca que sabía que Eric podía sentirlo
respirar. "¿Eres tú el que está enviando demonios tras de mí?"

Eric parpadeó. "¿Qué?"

“Demonios. Ya me han atacado varias veces”.

“Pero... ese es tu trabajo. Eres un guerrero de la Liga. Eres el guerrero de la

Liga.”

“No te hagas el tonto, Eric. Ambos sabemos que no he estado en el campo

en años.”

"Sí, pero no tengo nada que ver con lo que sea que estés hablando" gimió.
"Necesito ver un doctor. Creo que tengo la nariz rota”.

Probablemente lo estaba, y Jadon esperaba que no pudiera recolocarla tan

bien como antes. "¿No tienes nada que ver con esto?" No se estaba
comportando como lo hacía, pero Jadon sabía muy bien lo astuto e inteligente
que era Eric. No le extrañaría estar fingiendo su sorpresa. No su dolor, porque
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Jadon se había asegurado de golpearlo donde más le dolía, pero sabía que Eric
lo había tocado como un violín durante los pocos meses que habían estado
juntos. Él también lo supo entonces. Simplemente lo había ignorado.

"¡Por supuesto que no! ¿Por qué enviaría demonios tras de ti? ¿Dónde los
encontraría?”

Jadon sabía que sería capaz de hacerlo. Había pocas cosas que Eric no
podría hacer si quisiera. “Estás celoso de Esi e Ilyhas.”

Eric sacó un pañuelo de su bolsillo y lo presionó delicadamente contra su

nariz. Hizo una mueca. "¿Celoso? Por favor. ¿Son prostitutas? Eso es lo que
piensa tu madre.”

Jadon no iba a golpearlo de nuevo, todavía no. "Ellos no son. Estamos

juntos."

Eric chasqueó la lengua. "No me sorprende que tuvieras que encontrar dos
de ellos para compensar mi pérdida".

Jadon resopló y se giró para irse. “Por favor,” dijo, tomando una hoja del libro
de Eric. “No estás en condiciones de limpiarles las botas.”

“Espero que el próximo demonio te atrape, o incluso mejor, a ellos. Eso te

enseñará. Podríamos haber tenido algo bueno juntos. ¿De verdad crees que tu
madre los va a aceptar?”

Ya era más tarde, ¿verdad? Jadon podría golpear a Eric de nuevo. No creía
que Eric supiera nada sobre los demonios, y si lo sabía, bueno, Jadon no tenía
la paciencia para sacárselo. Lo único para lo que tuvo tiempo fue para una
buena paliza. El infierno sabía que Eric se lo merecía.

Apuntó a las tripas esta vez. El aire salió de los pulmones de Eric cuando se
dobló en dos, y ahora que su rostro estaba más bajo, era fácil golpearlo de
nuevo. Los nudillos de Jadon impactaron con el pómulo de Eric. Jadon sintió
que la piel se partía, pero no se detuvo, no hasta que Eric estuvo acurrucado
contra la pared, con los brazos alrededor de su cabeza, gimiendo de dolor y
miedo. Jadon estaba bastante seguro de que Eric se había enojado, pero le dejó
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lo que le quedaba de dignidad y no lo señaló.

En cambio, se agachó frente a Eric. Eric lo fulminó con la mirada, su mirada

tan llena de odio que Jadon casi esperaba que dejara una marca en su piel.
Señaló con el dedo a Eric. “Aléjate de mí, Esi e Ilyhas. No los menciones. No
hables de ellos. No pienses en ellos. No me importa lo que pienses de ellos, y a
ellos tampoco. Quiero que me dejes solo. Volveré si no lo haces.”

Jadon dudaba que lo hiciera. Si había algo que le importaba a Eric, era él
mismo y su cara bonita. Jadon había hecho un número al respecto, y Eric
necesitaría tiempo para sanar. Jadon dudaba que alguna vez fuera a ser como
antes, y eso estaba bien. Quería que Eric tuviera un recordatorio de lo que le
sucedería si tocaba a Esi e Ilyhas cada vez que se mirara en el espejo.

“Yo no hice nada,” escupió Eric.

Jadon todavía no estaba seguro de creerle. Supuso que pronto lo descubriría

si lo atacaban de nuevo. "Solo aléjate", dijo mientras se ponía de pie.

Le dolían las manos, así que no se sorprendió al ver que los nudillos estaban
partidos y ensangrentados. Se frotó la cara mientras salía de la casa, ya
lamentando lo que había hecho.

No tenía más respuestas de las que había tenido antes. Demonios, lo único
que tenía que no tenía antes era que le dolían las manos y la sensación de que
había perdido el control, algo a lo que no estaba acostumbrado.

Eric sin duda merecía la paliza. Jadon lo conocía lo suficientemente bien

como para estar seguro de eso. Incluso si él no estaba detrás de los ataques,
Jadon sabía que estaba tramando algo, probablemente con la ayuda de la
madre de Jadon. Pero Jadon todavía no sabía lo que estaba pasando, y no
obtendría respuestas de Eric, no después de golpearlo contra la pared.
Esperaba que al menos no tuviera que volver a ver a Eric después de eso, que
Eric hubiera captado el mensaje.

Jadon se dejó caer en su coche y apoyó la cabeza contra el reposacabezas.

Mierda. Había pasado un tiempo desde la última vez que peleó así. No contó

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las peleas con los demonios, porque entonces no estaba enojado. Él sólo había
estado haciendo su trabajo. Eso no era lo que había sucedido ahora, y odiaba
haber dejado que su miedo y su ira lo dominaran.

No podría volver a pasar. Esta no era la forma de proteger a Esi e Ilyhas. Lo

único que obtendría sería un alivio temporal y una sensación de satisfacción
por haberse vengado, pero no duraría mucho.

Suspiró y encendió el auto. Sería mejor que se fuera a casa. Le había dicho a
Esi que estaría allí diez minutos después que ellos, pero le había costado eso
abandonar el cuartel general. Esi se iba a enojar. Ilyhas también, aunque daba
menos miedo, tal vez porque siempre fue tan regio.

Jadon se estremeció ante la idea de que juntaran sus cabezas para

hacérselo pagar. Será mejor que se arrastre una vez que llegue a casa, por si
acaso. No estaba listo para otra pelea.

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 Capítulo ocho

"¿Crees que todavía está en su oficina?" Ilyhas preguntó a Esi sin apartar la
mirada de la sartén. Le habían encargado que vigilara las pechugas de pollo y
esta vez no iba a quemarlas.

Esi revolvió el puré de patatas. “Probablemente pensó en algo y decidió

investigar un poco. Ya sabes cómo es él.”

"¿Deberíamos ir a buscarlo?"

“Voy a llamarlo cuando la cena esté lista para avisarle. Sin embargo, no voy a
sacarlo a rastras de su oficina. Probablemente necesite algo de tiempo para sí
mismo”.

Eso no sorprendería a Ilyhas. Jadon tendía a aislarse. No era nuevo, Ilyhas lo

había notado incluso antes de que él y Esi se mudaran con Jadon, pero a Ilyhas
no le gustó. Quería que Jadon acudiera a él y a Esi si tenía algún problema o si
necesitaba a alguien con quien hablar. Sabía que probablemente llegaría con el
tiempo, pero no le gustaba sentir que Jadon los estaba manteniendo fuera,
aunque no lo estaba haciendo a propósito.

Esi e Ilyhas escucharon el sonido del ascensor deteniéndose en el

apartamento. Intercambiaron una mirada y se sonrieron. Ilyhas se sintió
aliviado al saber que Jadon estaba en casa. Aunque Esi había estado tratando
de consolarlo, no pudo evitar preocuparse después del ataque. Esa era sin duda
la razón por la que no se sentía bien, pero no lo había mencionado. Esi podría
estar actuando como si nada estuviera mal, pero Ilyhas lo conocía. Estaba tan
preocupado como Ilyhas.

Esi apagó el fuego debajo del pollo y las patatas, y él e Ilyhas se giraron
hacia Jadon, que estaba saliendo del ascensor. Sostenía su computadora
portátil en una mano, razón por la cual Ilyhas notó sus nudillos de inmediato.

04/2022
 Jadeó. "¿Qué pasó?"

Eso llamó la atención de Esi. Miró hacia abajo cuando Jadon puso su
computadora portátil en la mesa de café. Él no reaccionó, sino que se alejó.
Ilyhas esperaba que solo hubiera ido a buscar lo que necesitaban para cuidar
de Jadon. Se movió hacia Jadon, tomando suavemente su mano y levantándola
para mirarla.

"¿Bien? ¿Qué hiciste?" Esi preguntó mientras regresaba.

"Nada." Al menos Jadon no apartó la mano del agarre de Ilyhas. Incluso dejó
que Ilyhas lo empujara al sofá y se sentó, luciendo como si pudiera dormir por
una semana.

Esi resopló. "Gilipolleces. Supongo que no tienes que decírnoslo, pero

deberías.”

"¿Por qué?"

“Porque decidimos estar juntos. ¿Correcto? Hemos estado compartiendo

una cama durante días. Sé que eso no significa nada, no realmente, pero pensé
que llegaríamos a un entendimiento. Me doy cuenta de que no estás cien por
ciento seguro de estar con nosotros, pero queremos intentarlo. Los tres
queremos. ¿No es así?”

Jadon suspiró y se recostó contra el sofá mientras Esi limpiaba la sangre de

sus nudillos. "Correcto. No estoy acostumbrado a esto.”

Esi finalmente sonrió. "Lo sé. Pero no te acostumbrarás si al menos no lo

intentas, ¿verdad?”

Jadon todavía parecía que no quería hablar de eso, pero se rindió. "Fui a ver
a Eric".

Ilyhas frunció el ceño. "¿Tu ex? ¿Por qué?"

“Porque pensé que él podría estar detrás de esto. Todavía no estoy

convencido de que no lo esté”.

"¿Lo golpeaste para que hablara como en las películas?"

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 "Lo hice, porque no me gusta y porque no fue... amable contigo y Esi".

Ilyhas no debería haber estado tan conmovido por eso. "¿Defendiste nuestro
honor?"

Jadon finalmente esbozó una sonrisa. Rodó los ojos. "Puedes decir eso, sí".

"¿Crees que envió a ese demonio tras de ti?" Esi preguntó, sonando poco
divertido.

"Quizás. Dudo que sea una coincidencia. ¿Regresa inesperadamente a mi

vida, o lo intenta de todos modos, y tres demonios me atacan?”

Esi casi dejó caer la gasa que había estado usando para limpiar la sangre de
las manos de Jadon. "¿Tres?"

“Ahí está el demonio de hoy, pero no fue el primero. Maté a dos de ellos
recientemente.”

"¿Cómo llegaron a ti?"

“Salí un par de veces”.

"¿Y no pensaste en contarnos sobre esto, o en llevar a alguien contigo?"

Jadon se frotó la frente. “Esi, por favor. Siento no ser tan abierto como
quieres. Sé que debería serlo y quiero hacerlo, pero he estado solo durante
demasiado tiempo”.

“Has estado con Eric.”

“Me calentaba la cama, sí, pero no había nada más entre nosotros.
Ciertamente no acudí a él con mis problemas, y no quería tener una relación
con él”.

Ilyhas se mordió el labio inferior. "¿Y si no fuera Eric?" preguntó. Compartió la

opinión de Esi de que Jadon debería haberles contado sobre esto, y estaba
preocupado.

Jadon saludó. “No digo que fuera él, no puedo estar seguro. Pero, ¿quién
más podría ser?”
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 “Tal vez alguien está detrás de mí”. Ilyhas podía ver que ni Jadon ni Esi
creían eso, pero continuó: “Tendría sentido. A la gente no le gusto por lo que
soy, pero tampoco tienen problema en usarme para eso. Alguien podría pensar
que puede ganarse el favor de mi hermana llevándome, o podrían querer
matarme por venganza. O tal vez quieren secuestrarme para pedir un rescate.
No sería la primera vez que sucede”.

“Ily…” comenzó Esi, pero Ilyhas ya sabía lo que iba a decir.

“Sé que piensas que estoy equivocado, pero también sé que me dirías que lo
estoy incluso si no lo estuviera. Quieres protegerme. Lo entiendo. Pero también
quiero protegerte a ti y a Jadon. Si puedo hacer eso volviendo al palacio donde
los guardias pueden mantenerme a salvo, entonces lo haré”.

Esi agarró los hombros de Ilyhas. “Tu hermana te dijo que no te iba a dejar
volver”.

“Entonces puedo irme e ir a otro lugar. No quiero que os lastimen por mi

culpa.”

Ilyhas se quedó atónito cuando Jadon tomó una de sus manos y tiró de él
más cerca. Luego envolvió su brazo alrededor de la cintura de Ilyhas y presionó
su rostro contra el estómago de Ilyhas. Ilyhas no pudo hacer nada excepto
enterrar sus dedos en el cabello corto de Jadon y acariciarlo. "No te vayas", dijo
Jadon, su voz fuerte en comparación con su posición. Miró hacia arriba. “No
sabemos si fue por tu culpa. No lo creo, y tampoco Esi. Pero incluso si lo fuera,
podemos lidiar con esto. Tienes a los guerreros de tu lado, y eso no es poca
cosa”.

"Lo sé. Estoy tan asustado”. Y náuseas, y tenía el comienzo de un dolor de

cabeza.

"Lo entiendo. Ambos lo hacemos. Pero huir y meterse en quién sabe qué
clase de líos no solucionará nada. ¿No crees que estaríamos heridos si te
pasara algo?”

"Yo sé que tu podrás."

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 Esi se colocó detrás de Ilyhas y también lo envolvió, uniéndolos a los tres de
una manera que Ilyhas no habría creído posible solo unos días antes. “Te
necesitamos con nosotros, Ily” murmuró.

"Tiene razón", estuvo de acuerdo Jadon. “¿Quién va a hacer que salga de mi

caparazón gruñón si no?”

¿Qué podría decir Ilyhas a eso? No estaban equivocados. Nadie sabía quién
había enviado a esos demonios. Ni siquiera podían estar seguros de que
alguien los hubiera enviado. Tal vez había sido una coincidencia como dijo
Jadon, o tal vez realmente había sido Eric. "Me quedaré."

Jadon sonrió. "Bien."

“Pero tienes que prometer que no volverás a golpear a Eric”.

“No puedo hacer eso. ¿Y si intenta hacerte daño a ti o a Esi?”

“No vayas solo, entonces. De esa manera sabremos que alguien te cubre las
espaldas y no estaremos tan preocupados. Esi tiene razón. Tienes que empezar
a lidiar con el hecho de que estamos en tu vida y que no nos vamos a ir. Eso
significa que ahora también tienes que pensar en nosotros. Sé que es nuevo
para ti, pero tienes que trabajar en ello”.

"Lo haré."

Ilyhas le creyó. También creía que podían hacer que las cosas funcionaran,
pero no iba a ser fácil.

Nada en su vida lo había sido.

****

Esi se relajó contra la cabecera de la cama y miró hacia la puerta del baño.
Había estado esperando, deseando, que sucediera algo con Jadon, pero no
había sido así, todavía no. ¿Sería esta la noche? Ni siquiera estaba seguro de

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por qué él e Ilyhas no habían saltado sobre Jadon todavía, considerando que
compartían una cama. Sabían que Jadon necesitaba tiempo para darse cuenta
de que no estaba afuera mirando hacia adentro, sino que estaba muy adentro;
diablos, podría estar dentro de uno de ellos esta noche si quisiera.

Ilyhas pasó un brazo alrededor de la cintura de Esi y se acurrucó contra su

costado. "Estás mirando".

Esi no se molestó en tratar de ocultarlo. "Lo sé."

“Dudo que lo haga salir más rápido, o que lo convenza de desnudarse con
nosotros”. Ilyhas frotó su ingle contra la pierna de Esi. "Te echo de menos. Nos
extraño, juntos”.

Esi suspiró y miró hacia abajo. "Lo sé. Yo también nos extraño”. Jadon no les
había dicho que no tuvieran sexo, y no los estaba obligando a compartir su
cama, por lo que podrían haberse movido a la habitación de invitados si querían
tener algo físico, pero ninguno de los dos lo sugirió. Haría que Jadon sintiera
que no formaba parte total de su relación, y eso era lo último que querían. Aún
así, era frustrante. Después de verse obligados a escabullirse durante años
cuando habían estado en el palacio, ahora eran libres de estar juntos cuando
quisieran, pero no se habían tocado en días, no de la forma que querían.

"¿Crees que deberíamos hablar con él?" preguntó Ilyhas, apoyándose en su

codo.

“Ya lo hicimos, muchas veces. No cambió nada”.

“Lo sé, pero sentí que algo cambió esta noche. ¿No es así?”

Esi sonrió. "¿Quieres decir porque le dije que necesitaba comenzar a

considerarnos parte de su vida y hablar con nosotros?"

“Ya le habías dicho eso. Al igual que yo. Pero sentí que finalmente lo acepto.
No sé por qué. Si fue porque se asustó por nosotros hoy o lo que sea, pero creo
que deberíamos intentarlo de nuevo. No sé vosotros, pero yo no quiero esperar
para siempre, y creo que Jadon se siente tan cómodo con nosotros tal como
somos que tendremos que presionarlo si queremos que dé el siguiente paso”.
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 “¿Qué pasa si presionamos demasiado o demasiado rápido? No se lo va a
tomar bien”.

“Creo que es una oportunidad que debemos tomar. No podemos esperar

para siempre”.

"No ha pasado tanto tiempo".

Ilyhas besó el pecho de Esi. “Sé que tienes miedo. Yo también. Tienes razón.
Deberíamos esperar.”

"¿Esperar para qué?" preguntó Jadon mientras salía del baño. Se estaba
pasando una toalla por el pelo y los cuernos.

Esi quería besarlo. Este lado de Jadon era diferente de lo que mostraba a
todos los demás día tras día. Este era un lado de él que solo Esi e Ilyhas podían
ver, y el pensamiento fue suficiente para que el pecho de Esi se sintiera
apretado. Jadon los había dejado entrar, aunque hasta el momento, todavía
mantenía una distancia entre ellos.

“Nos preguntábamos cuándo finalmente seríamos capaces de ponerte las

manos encima”, dijo Ilyhas, dejándose caer sobre su espalda y haciendo una
mueca.

Esi frunció el ceño. "¿Todo bien?"

Ilyhas desechó la pregunta de Esi. "Sí. Solo un dolor de cabeza”. Miró a

Jadon. "¿Un dolor de cabeza del que podría deshacerme si tuviera, no sé, un
orgasmo?"

Esi se quedó boquiabierto. Eso no fue en absoluto discreto o tentativo, y

tampoco en absoluto como Ilyhas.

Jadon dejó caer su toalla. "Eso fue directo".

Ily se encogió de hombros. "No has estado recibiendo las pistas, así que
pensé en decírtelo". Él suspiró. “No es que te esté presionando ni nada. Es sólo
que he tenido suficiente de esperar. Te deseo. Esi también lo hace. No nos
vamos a ir, y por mucho que hayas dudado porque no quieres sentir que no

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perteneces, siento que eres tú quien mantiene la distancia y te aseguras de que
así sea como se siente. ¿Es tan malo que quiera que las cosas sean fáciles por
una vez?”

Jadon se sentó junto a Ilyhas y le dio unas palmaditas en el muslo. "No, no lo

es."

Ilyhas agarró la mano de Jadon y se la llevó a la cara, ahuecándola alrededor

de su mejilla y presionando su mano contra ella. "¿Qué te detiene? Porque si es
el temor de que Esi y yo podamos cambiar de opinión, entonces nos estás
saboteando antes de que podamos tener algo".

“Sin embargo, el sexo no va a resolver esto”.

“Tienes razón, no lo hace. Pero nos hará sentir más cerca. Y creo que
finalmente te hará sentir que perteneces a nosotros. Como si fuéramos una
unidad en lugar de dos más uno”.

Esi esperaba que Jadon dijera que no. No se habría sorprendido si lo hubiera
hecho, porque el sexo realmente no resolvería esto. Lo único que ocurriría sería
que Jadon finalmente se abriera a un posible dolor y dejara entrar a Esi e Ilyhas
en su corazón, y eso no era algo que Esi o Ilyhas pudieran hacer por él.

Sin embargo, solo tomó un gesto, un movimiento de Jadon para que lo

hiciera. Se inclinó hacia Ilyhas, con la mano todavía en la cara de Ilyhas, y lo
besó.

Esi los miró fijamente. No se sintió excluido como tal vez debería haberlo
hecho. Su decisión y la de Ilyhas de querer a Jadon en su vida habían sido
teóricas hasta ahora, pero la verdad estaba justo frente a los ojos de Esi.
Podrían hacer esto. No estaba celoso. Quería entrar. Pero podría haber pasado
la noche viendo a Jadon e Ilyhas besarse y tener sexo, y habría sido igual de
feliz porque ellos eran felices.

Aún así, su corazón tartamudeó cuando Jadon se acercó a él, sus labios aún
sobre Ilyhas. Esi tomó su mano y se dejó acercar. Los brazos lo envolvieron y
se acomodó contra un cuerpo duro, el de Jadon. Los labios se presionaron

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contra su boca y su clavícula, y cerró los ojos. No necesitaba ver para
reconocer el toque de Ilyhas. Lo sabría en cualquier parte. Sin embargo, el de
Jadon era nuevo. Sus manos estaban seguras y firmes cuando tocó a Esi,
como si supiera lo que quería y lo que Esi quería, algo que Esi ni siquiera estaba
seguro de sí mismo.

Él e Ilyhas se miraron. Ilyhas sonrió, y de repente empujó a Jadon sobre su

espalda y se sentó a horcajadas sobre sus caderas. Su dolor de cabeza parecía
ser cosa del pasado, y Esi se puso de rodillas, quitándose la camiseta antes de
deshacerse de la de Ilyhas. Envolvió sus brazos alrededor del cuerpo de Ilyhas y
deslizó sus manos por su pecho, pellizcándole los pezones, sonriendo cuando
Ilyhas arqueó la espalda. Manos más ásperas se unieron a las suyas,
enredándose con sus dedos y guiándolo sobre la piel de Ilyhas.

Esi estaba bastante seguro de que Ilyhas había tratado de quitarle el control
a Jadon, pero Jadon volvió a tenerlo. Eso estaba bien por ahora. No
necesitaban concentrarse en Jadon. Tendrían todo el tiempo del mundo para
hacer eso más tarde, eso si el trabajo de Jadon se lo permitía. Les estaba
alejando demasiado a Jadon, pero Esi no cambiaría eso por nada en el mundo.
Jadon no sería Jadon si no estuviera hiperconcentrado en hacer lo que tenía
que hacer.

Los tres terminaron desnudos en una maraña de piernas y brazos. Fue

glorioso. A Esi no le importaba a quién tocaba siempre que se divirtiera, y
mientras Ilyhas y Jadon también lo hicieran. No habían planeado esto, ni
siquiera lo habían esperado, y dejaron que sus cuerpos hablaran y
experimentaran.

A Jadon le gustaba que le acariciaran los cuernos, especialmente cuando

también le chupaban la polla. Ilyhas siempre se estremecía cuando le chuparon
y lamieron un punto particular de su cuello.

Los tres trabajaron juntos como si estuvieran hechos el uno para el otro.
Hubo algunos momentos incómodos, como cuando Esi dudó en atacar a Jadon
porque no estaba seguro de si Jadon querría que lo hiciera, o cuando Jadon
casi le da un codazo a Ilyhas en la cara, pero lo superaron, como lo haría una
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pareja. O mejor dicho, un trió.

Esi nunca había tenido sexo con dos personas y sabía que Ilyhas tampoco.
Era un poco confuso, demasiados brazos y piernas, pero Jadon fue paciente
con ellos y no dudó en guiarlos si lo necesitaban. No hizo que les pesara ni que
se sintieran idiotas por no saber cómo reaccionar, y eso hizo que Esi lo deseara
aún más.

Terminaron de lado, Ilyhas en el medio, de espaldas a Jadon, su pierna

enroscada alrededor del trasero y los muslos de Esi. Los brazos de Jadon
estaban envueltos alrededor de Ilyhas y Esi, sus manos agarraban el trasero de
Esi y se aseguraban de permanecer lo más cerca posible del cuerpo de Ilyhas.
La polla de Ilyhas se frotaba contra el estómago de Esi cada vez que Jadon
empujaba contra su trasero, y apretaba los hombros de Esi, clavando sus uñas
en la espalda de Esi.

Esi extendió la mano, tocando la mayor parte de la piel de Jadon e Ilyhas

como pudo. La posición no era perfecta, pero aún estaban aprendiendo qué
funcionaba y qué no, y cómo hacerlo juntos. Por ahora, esto era más que
suficiente. Esi sintió que finalmente estaban completos, aunque nunca había
sentido que faltaba algo cuando solo Ilyhas había estado en su vida.

Cuando los tres llegaron y se quedaron abrazados, pegajosos y sudorosos,

todavía jadeando pero sin querer separarse, y Esi se dio cuenta de que Ilyhas ya
estaba dormido y que los hombros de Jadon finalmente se habían relajado
después de días de estar tan tenso que tenía que doler, sabía que lo harían
funcionar. Tenían que hacerlo.

Se pertenecían juntos, sin importar lo que alguien más tuviera que decir.
Había luchado por Ilyhas, por la oportunidad de estar con él y amarlo, e iba a
hacer lo mismo con Jadon.

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 Capítulo nueve

La cabeza de Ilyhas latía con fuerza, pero aun así sonrió cuando abrió los
ojos y vio que Jadon todavía estaba en la cama con ellos. "Buenos días."

Esi resopló entre ellos y se acurrucó más cerca del pecho de Ilyhas,
chasqueando sus labios. Jadon se rió entre dientes y rodeó a Esi para besar los
labios de Ilyhas. "Buenos días. ¿Vosotros dos os quedareis en la cama un poco
más?”

“Creo que sí, al menos el tiempo para que Esi se despierte. ¿Te vas?"

Jadon besó el hombro de Esi sin despertarlo. “Voy al gimnasio antes de ir a

mi oficina”.

Ilyhas gruñó. "Me has recordado que se supone que debo entrenar con Andor
hoy".

"¿Se supone?"

"Lo planeamos, sí".

"¿Pero no estás seguro de ir?"

Ilyhas vacilo. No quería ir porque no estaba seguro de poder entrenar con la

cabeza sintiendo que alguien la estaba golpeando con un tenedor oxidado, pero
no podía decirle eso a Jadon. Jadon se preocuparía y despertaría a Esi, quien
comenzaría a cuidarlo y probablemente lo ataría a la cama. La primera vez que
Ilyhas entrenó con Andor estuvo cerca, si es que podía llamar a eso
entrenamiento, por supuesto.

Él suspiró. "Voy a ir. No estoy deseando que me pateen el trasero de nuevo.

Sin embargo, sé que es necesario.”

Jadon asintió. “No estaba seguro de que fuera una buena idea, ya sabes.
Todavía no lo estoy, para ser honesto, pero puedo ver cuánto significa para ti y
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lo que estás dispuesto a hacer para conseguirlo”.

“¿Entonces no vas a llamar a Andor para pedirle que se lo tome con calma?”

La sonrisa de Jadon se amplió. “No puedo hacer ninguna promesa sobre

eso”.

"Por supuesto que no puedes". Ilyhas habría puesto los ojos en blanco, pero
estaba bastante seguro de que se sentiría como si se los estuviera arrancando
de la cara y tirándolos al inodoro.

Esi se movió entre ellos, y ambos miraron hacia abajo. Esi les sonrió, e Ilyhas
se preguntó cuánto tiempo había estado despierto. "Oye."

"Sois lindos cuando discutís".

Jadon negó con la cabeza y se apartó de la cama. “Y con eso, me voy.

Necesito hacerlo si quiero tener tiempo para hacer ejercicio”.

"¿No te vas?" Esi le preguntó a Ilyhas.

Tendría sentido que Ilyhas se fuera. Lo había hecho un par de veces, pero no
se sentía con ganas en este momento, así que se acurrucó más cerca de Esi y
le dedicó lo que esperaba fuera una sonrisa convincente. "No. Quiero quedarme
en la cama contigo por un tiempo más”.

Jadon gimió. "Vosotros dos me estáis matando".

"Podrías quedarte. Estoy seguro de que podemos encontrar una manera de

hacer que te ejercites aquí”, dijo Esi, pero todos sabían que Jadon no iba a decir
que sí a eso. Es posible que se haya abierto a ellos la semana pasada, pero eso
no significaba que se perdería un entrenamiento.

Jadon golpeó suavemente el trasero de Esi. “Levantaos. Llegareis tarde al

trabajo si no empezáis a moveros”.

Él estaba en lo correcto. Por mucho que Ilyhas quisiera quedarse en la cama

porque su cabeza podría explotar, no podían. Y no podía decirle a Esi que tenía
dolor de cabeza porque Esi se preocuparía.

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 Salió de la cama y se metió en la ducha. Bien podría no haberse molestado
ya que se dirigía al gimnasio, pero esperaba que el agua tibia lo ayudara con la
cabeza.

No lo hizo.

Se las arregló para ocultárselo a Esi, pero fue difícil, y se alegró cuando dejó
a Esi en la enfermería. Se dirigió al gimnasio, pero en lugar de encontrar a
Andor, se coló en el vestuario y se sentó en uno de los bancos. Maldición.
¿Cómo se suponía que iba a luchar contra Andor de esta manera? Sintió que su
cabeza se caería tan pronto como Andor lo intentara con él. Había tomado
algunos analgésicos que encontró en el baño de Jadon, pero no habían hecho
nada para ayudar. Bien podría no haberlos tomado.

"¿Te estás escondiendo?"

Ilyhas levantó la cabeza e inmediatamente se arrepintió. Cerró brevemente

los ojos y se obligó a sonreír a Cumar. "¿Qué estás haciendo aquí?"

Cumar se dejó caer junto a Ilyhas en el banco. "¿Qué crees? Voy a entrenar
¿Y tú? ¿No deberías estar trabajando?”

“Voy a pasar unas horas en el gimnasio con Andor.”

Cumar arqueó una ceja e Ilyhas esperó a que él dijera que no entendía por
qué Ilyhas quería ser un guerrero, o tal vez que no debería serlo porque había
estado protegido la mayor parte de su vida. A veces, Ilyhas se preguntaba si
Cumar siquiera recordaba cómo era vivir en el palacio.

Pero en cambio, Cumar asintió. "Entendido. ¿Andor será tu compañero de

entrenamiento oficial a partir de ahora?”

"No lo sé. Me ofreció y le dije que sí”. E Ilyhas se había alegrado. Andor
podría ser capaz de doblarlo por la mitad, pero aparte de esa primera vez, no
había vuelto a lastimar a Ilyhas. Ilyhas se dio cuenta de que eso significaba que
sería suave con él, pero estaba bien. No sería capaz de hacer nada si terminaba
con moretones y contusiones cada vez que entrenaba.

"Eso es bueno. No es un mal tipo, y creo que le gustas.”

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 Ilyhas pensó en la última vez que Andor y él entrenaron. Supuso que tenía
suerte de que a Andor le gustara. Quién sabía lo herido que terminaría estando
de otra manera. “Se está acostumbrando a mí”.

Cumar golpeó sus hombros juntos. “Todos lo están, por eso me preguntaba
por qué te escondías. Nadie tendrá nada que decir si decides que, después de
todo, no quieres ser un guerrero. Todos sabemos lo difícil que es y todos
hemos visto lo mucho que has estado entrenando últimamente. Está bien si te
has dado cuenta de que esta no es la vida para ti”.

"¿Por qué no me sorprende que eso sea lo que piensas?"

“Mira, Ilyhas, no diré que estoy feliz por el hecho de que quieras seguir mis
pasos. He sido un guerrero por un tiempo y sé lo difícil que es. Sé lo exigente
que es y lo peligroso. ¿Quiero eso para mi hermanito? Demonios, no,
especialmente no solo después de encontrarlo de nuevo. No pensé que nos
volveríamos a ver después de que me fui, ¿sabes? Sin embargo, aquí estás, en
el reino humano conmigo, y no quiero nada más que protegerte y protegerte de
las cosas malas que suceden aquí. Pero tenías razón.”

Ilyhas parpadeó. "¿Te escuché decir que tenía razón?"

Cumar puso los ojos en blanco. "Si, lo hice. Porque lo haces. Estaba tan
empeñado en asegurarme de que estuvieras a salvo y feliz aquí que no me
detuve a pensar que no lo estarías si intentaba tomar el control de tu vida.
Actué por instinto, que era protegerte. Y lo siento. Debería haberte escuchado,
tanto cuando se trataba de tu decisión de ser un guerrero como de estar con
Jadon.”

Ilyhas y Cumar habían estado ignorando en gran medida al elefante en la

habitación cuando se habían visto desde que Cumar había regresado de su
misión. Había sido más fácil, e Ilyhas no quería perder a su hermano por Jadon.
Sin embargo, eso no significaba que renunciaría a Jadon, y ambos lo sabían,
razón por la cual habían evitado el tema. Parecía que eso había terminado.
"¿Qué estás diciendo?"

Cumar se frotó la nuca. “Lo siento, ¿de acuerdo? No debí haberte criticado a
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ti y a Jadon como lo hice. Lo que haces en tu dormitorio y con quién es asunto
tuyo. Eres un adulto, como todo el mundo me ha recordado, y honestamente,
podrías haber elegido peores personas para estar contigo. Jadon es un buen
hombre, y ahora que lo he entendido, puedo ver que ustedes tres son buenos el
uno para el otro. Todavía es extraño porque eres mi hermanito y estás, bueno,
haciendo lo que estás haciendo con mi jefe y con el tipo que fue enviado para
capturarme y arrastrarme de vuelta al infierno, pero aun así. Si te hacen feliz, no
voy a decir nada más al respecto. Mereces vivir la vida que quieres. Ambos lo
hacemos, y no estás tratando de evitar que haga nada, incluso cuando piensas
que es estúpido. Tampoco intentaré detenerte.”

Ilyhas sonrió y apoyó la cabeza en el hombro de Cumar. "Gracias." No estaba

acostumbrado a esto, a sentirse amado por nadie más que por Esi. No había
pensado que eso cambiaría en el reino humano, pero se había equivocado.

Fue amado por Cumar y Jadon, e incluso por otras personas, personas que
lo amaban como un amigo y un miembro de la familia. Tenía todo lo que
siempre había querido.

Él era feliz.

Estaba menos feliz cuando Cumar se dio cuenta de que no se sentía bien y lo
arrastró de vuelta a la cama.

****

La puerta se abrió sin llamar para advertir a Jadon. Frunció el ceño y abrió la
boca para decirle a quien fuera que se fuera a la mierda, pero la cerró de golpe
cuando Cumar irrumpió. No es que no quisiera decirle a Cumar que se fuera a la
mierda, pero estaban pisando terreno peligroso desde que se enteró de Jadon,
Esi e Ilyhas, y Jadon no quería sacudir el barco. Cumar no era solo un tipo que
trabajaba para él. Era uno de sus mejores guerreros, un hombre al que
consideraba un amigo y una especie de cuñado.

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 Era un desastre.

"¿Que está pasando?" preguntó, recostándose en su silla.

Cumar se dejó caer en la silla al otro lado del escritorio. "Creo que algo está
pasando con Ilyhas".

Y ahí se fue la actitud de Jadon de tomárselo con calma. "¿Qué quieres

decir? Estaba bien esta mañana.”

Cumar hizo una mueca. “No quiero pensar en ti, Ilyhas, y mañanas. Por
favor."

"Dime qué está pasando."

"No sé. Lo encontré sentado en el vestuario del gimnasio. Pensé que estaba
teniendo dudas sobre el entrenamiento porque se había dado cuenta de lo
difícil que era, pero hay más. Lo acompañé de vuelta a tu apartamento.”

"¿Por qué?"

“Estaba tratando de ocultarlo, pero sé que tiene dolor de cabeza”.

"¿Y? Siento que no se sienta bien, pero le pasa a todo el mundo”.

"Yo sé eso. Pero lo he estado observando últimamente”. Cumar miró hacia

abajo y se encogió de hombros. “Quería asegurarme de que estaba feliz y no
decir que lo estaba solo porque pensaba que eso era lo que tenía que hacer.
Nada contra ti, obviamente, pero nunca pensé que mi hermano querría
compartir su cama con dos tipos. Sé cuánto ama a Esi”.

Jadon no iba a golpear a Cumar. “No solo compartimos una cama”.

"Lo sé. Por eso reaccioné como lo hice. No habría pensado en nada si solo
hubiera sido sexo. Así funcionan las cosas en el infierno. Tú lo sabes. Pero hay
sentimientos involucrados. Pero de todos modos, creo que deberías ir con él.
No me gusta que haya tratado de ocultar el hecho de que no se siente bien. Y
no es la primera vez. Pensé que era una coincidencia, que tal vez tenía un
resfriado o algo así, pero no es así, y sé cómo te sientes acerca de los
guerreros que se quedan callados cuando no están bien”.
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 "Es peligroso. Sin embargo, no es un guerrero.” Pero ahora Jadon estaba
preocupado. ¿Cómo no se dio cuenta de que Ilyhas no se encontraba bien?

“Puede que no lo sea, pero se está entrenando para serlo, y trabaja en la

enfermería, donde un paso en falso puede significar la pérdida de una vida.
Mira, eso ni siquiera es por lo que me importa. Estoy preocupado por él. Puede
que esté contigo, pero eso no significa que ya no sea mi hermano.”

Jadon estuvo de acuerdo con eso. “Iré a ver cómo está”, dijo, ya poniendo su
computadora a dormir.

“Eso es todo lo que quería. ¿Vas a decirle a Esi?”

Jadon sabía que debería hacerlo, pero también sabía que Ilyhas no estaría
feliz. “Primero me ocuparé de Ilyhas. Esi es un poco demasiado cuando alguien
no está bien. Tiende a flotar”.

“E Ilyhas todavía está tratando de mostrarles a todos que puede hacer las
cosas por su cuenta. Lo entiendo. Pero si yo fuera tú, me aseguraría de
informarle a Esi sobre esto lo antes posible. No necesitas que esté enojado
contigo por esto.”

A Jadon no le importaba si Esi se enfadaba con él mientras Ilyhas estuviera

bien. Se dirigió a la puerta, deteniéndose antes de irse. No quería dejar las
cosas como estaban con Cumar, pero sabía que iba a hacer falta más que
palabras para arreglar las cosas. Al menos Cumar parecía haber aceptado que
Jadon estaba en la vida de Ilyhas para quedarse. "Gracias."

"¿Por qué?"

“Por decirme esto. Por no obligar a Ilyhas a elegir.”

“Sí, no voy a hacer eso. No puedo estar seguro de que me elija a mí.”

Jadon negó con la cabeza. "Eres un imbécil".

"Lo sé. Pero lo que estaba tratando de decir es que incluso si pudiera estar
seguro de que me elegiría, no lo obligaría a renunciar a uno de los hombres que
ama por mí. No puedo hacer eso. Ya ha tenido que renunciar bastante. Casi

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pierde a Esi. Él pensó que lo hizo. No soy tan gilipollas".

No había nada que agregar. Jadon dejó a Cumar en su oficina (no habría
confiado en mucha gente de esa manera, pero confiaba en Cumar, sin importar
lo que se dijeran entre ellos) y bajó a su apartamento. Cumar había dicho que
había acompañado a Ilyhas allí, por lo que Jadon esperaba encontrar a Ilyhas
en el sofá, viendo la televisión y haciendo pucheros.

Él no estaba allí. Jadon frunció el ceño y fue al dormitorio. Sonrió cuando vio
a Ilyhas en la cama, pero esa sonrisa se desvaneció cuando preguntó: “Oye.
¿Cómo estás?"

No obtuvo respuesta.

Corrió a la cama. Ilyhas estaba vestido y no había bajado las sábanas.

Parecía que acababa de desplomarse allí. Tenía los ojos cerrados y el corazón
de Jadon se aceleró hasta que estuvo seguro de que Ilyhas aún respiraba.
Odiaba estar tan aterrorizado de perder a alguien, pero Ilyhas y Esi se habían
abierto camino bajo la piel de Jadon, y ahora no había forma de sacarlos. Eso
significaba que siempre se preocuparía.

Tocó suavemente la mejilla de Ilyhas. "¿Ily?" dijo, usando el nombre cariñoso

que solo usaba Esi.

La piel de Ilyhas estaba húmeda y demasiado caliente. Jadon deslizó sus

dedos por la frente de Ilyhas, y no se sorprendió al sentirlo caliente. Ilyhas se
estremeció y trató de rodar a su lado, pero Jadon sabía que acurrucarse en sí
mismo no sería suficiente para que se sintiera más cálido, así que levantó a
Ilyhas, empujó las sábanas hacia abajo y lo acomodó en la cama que habían
dejado solo hace poco más de unas horas. Le tapó con las mantas e Ilyhas
volvió a temblar.

Jadon hizo lo primero que pensó: sacó su teléfono celular y llamó a Chase.

Chase todavía trabajaba en el hospital, pero después de rogar mucho a

Jadon, también aceptó trabajar a tiempo parcial en la enfermería del cuartel
general. Jadon sabía que los guerreros lo trataban mejor de lo que solía ser en

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el hospital, y esperaba que finalmente dejara de ir a Hell's Gate y se mudara a
un trabajo de tiempo completo ayudando a los guerreros. Era excelente en su
trabajo, y la Liga siempre podía contar con buenos médicos y curanderos.

Tenerlo en el cuartel general ya significaba que estaba en el apartamento de

Jadon solo diez minutos después de la llamada telefónica, y Jadon se apartó
de la cama aunque no quería, dándole espacio.

"¿Qué pasó?" Chase preguntó. Se inclinó sobre Ilyhas y Jadon tragó.

"No lo sé. Lo encontré en la cama y no ha respondido cuando le hice

preguntas”.

“Tiene fiebre.”

"Eso es lo que pensé."

“Estoy seguro de que no es nada malo. ¿Por qué no subes a buscar algo para
comer, tanto para ti como para Ilyhas? Y tal vez sacar a Esi de la enfermería.
Estoy seguro de que querrá saber qué está pasando.”

Jadon sabía cuándo lo estaban echando. Ni siquiera le importaba. Sabía que

estaba flotando y que Chase haría un mejor trabajo si no tuviera a Jadon
mirando como dos agujeros en su espalda. Además, no había forma de que
Jadon o Esi pudieran seguir trabajando hoy, y Jadon dudaba que quisieran
cocinar, así que ir al comedor a comprar sándwiches era lo mejor que podía
hacer. Con suerte, Chase sabría lo que estaba pasando cuando Jadon
regresara con Esi.

Jadon alcanzó a Esi en la enfermería.

Tan pronto como Esi encontró la mirada de Jadon, su sonrisa se desvaneció

y frunció el ceño, pero no dejó al paciente al que estaba ayudando, no hasta que
terminó con él.

Jadon esperó en un rincón de la enfermería. No era una emergencia, y

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esperaba que no se convirtiera en una. No era común que los demonios
contrajeran enfermedades y enfermedades humanas, tanto porque no estaban
hechos de la misma manera como porque tenían muy poco contacto con ellos.
Pero sucedía, y los demonios también tenían enfermedades que eran
particulares. Ilyhas podría tener un resfriado, o podría tener una de esas, y
Jadon no creía haber orado tanto para que algo humano sucediera.

"¿Qué ocurre?" Esi preguntó mientras se acercaba. Todavía tenía puestos los
guantes y los tiró en el bote de basura más cercano.

“Ilyhas está enfermo.”

"¿Enfermo?"

“Está abajo. Chase está con él. Pensé en venir a buscarte”. Levantó la mano,
donde colgaba una bolsa de plástico llena de bocadillos. "Y el almuerzo, para
que no tengamos que dejar el lado de Ilyhas de nuevo hoy".

"Vamos."

Esi no tuvo que decirlo dos veces.

****

Esi miró hacia otro lado cuando Chase levantó la camisa de Ilyhas, no porque
Ilyhas no quisiera que viera su pecho desnudo, sino porque odiaba saber que
Esi lo estaba viendo en su momento más vulnerable. Siempre quiso que Esi lo
viera fuerte, aunque Esi sabía que tenía momentos en los que no lo era. A él no
le importaba, pero a Ilyhas sí, y Esi lo respetaba.

"¿Sabías que no se sentía bien?" Chase preguntó.

Esi se apoyó contra el costado de Jadon. "No. No dijo nada. Que es mi culpa.
He rondado tanto cuando se lastimó que probablemente pensó que yo haría lo
mismo esta vez. Y tenía razón. Yo también lo habría hecho esta vez”. Y tal vez
Esi no habría reaccionado exageradamente si lo hubiera hecho. Ilyhas estaba
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demasiado pálido y no se había despertado, ni siquiera cuando Esi lo había
besado cuando entró en el dormitorio.

"¿Y no notaste nada?" preguntó Jadon. Envolvió su brazo alrededor de los

hombros de Esi y besó su sien, y Esi nunca había estado tan feliz de que Jadon
se hubiera rendido y los hubiera dejado entrar en su vida. No estaba seguro de
qué haría o cómo lo haría si tuviera que enfrentarse solo a la enfermedad de
Ilyhas.

"No. También lo viste esta mañana. Se estaba comportando como siempre

lo hace, ¿no?” ¿O Esi se había perdido algo? Su vida se había centrado en Ilyhas
antes, pero eso había cambiado desde que llegaron al reino humano. Esi se
sintió culpable por ello, pero no había hecho nada para cambiarlo y sabía que
Ilyhas no esperaba que lo hiciera. Fue difícil pasar de cuidarlo, tanto porque lo
amaba como porque era su trabajo, a tener otras cosas de qué preocuparse y
en qué concentrarse.

"No me di cuenta de nada", murmuró Jadon.

"¿Qué ha pasado?" La voz de Ilyhas, pequeña y débil, preguntó desde la

cama.

Esi se giró para correr hacia él, pero Jadon lo mantuvo en su lugar y negó
con la cabeza. “Dale tiempo a Chase” murmuró.

"Hola. Asustaste a un poco de gente”, dijo Chase, con voz tranquila. Esi
quería ser como él algún día. Nunca perdió la calma ni entró en pánico, no
cuando se trataba de su trabajo.

"¿Qué?"

“Quédate abajo, Ilyhas. Tienes fiebre."

“Tengo frío y demasiado calor al mismo tiempo”.

“Ya que estás despierto, te voy a dar algo para bajar la temperatura. Quédate
en la cama un rato más. Luego puedes darte una ducha y ponerte el pijama.
Solo asegúrate de no entrar allí solo. No queremos que te caigas y te lastimes”.

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 "¿Qué pasa conmigo?"

"Nada. No puedo encontrar nada malo excepto la fiebre, así que

probablemente sea gripe o algo así”.

"¿Pueden los demonios contraer la gripe?" preguntó Esi, inclinándose más

cerca de Jadon para que Ilyhas no pudiera escucharlos.

“Nunca he oído hablar de eso, pero todo es posible. Sin embargo, Cumar
ciertamente no lo ha hecho, y dado que son hermanos, habría pensado que
Ilyhas tampoco podría”.

“Pero no tienen la misma madre”.

"Cierto."

Chase se aclaró la garganta. Estaba más cerca de lo que Esi había esperado
que estuviera, y saltó. Chase le sonrió. "Como estoy seguro de que escuchaste,
le di algo para bajar la temperatura, pero la fiebre es solo un síntoma".

"¿Qué tiene él, entonces?" Esi preguntó.

"No lo sé. Seré honesto, normalmente trabajo con heridas. Los demonios no
son conocidos por enfermarse, y trabajé principalmente en la sala de
emergencias. Sin embargo, parece gripe.”

“¿Y qué podemos hacer para ayudarlo?”

"Poco. Mantenerlo hidratado y aseguraos de que descanse. Sugiero reposo

en cama hasta que se sienta mejor. Va a necesitar ayuda en la ducha, porque
no quiero que el calor se le suba a la cabeza, pero debería estar bien después
de eso. Darle comida y quedaos con él. Querrá compañía, y si es como mis
otros pacientes, intentará levantarse tan pronto como se sienta mejor, incluso
si no debería. Volveré en unos días para ver cómo está”.

Jadon y Esi le agradecieron a Chase, y mientras Jadon lo acompañaba de

regreso al elevador, Esi fue hacia Ilyhas. Estaba acurrucado en la cama y estaba
demasiado pálido, pero se veía mejor que cuando Esi había entrado, en todo
caso porque tenía los ojos abiertos y le sonrió a Esi cuando lo vio.

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 “Oye,” graznó Ilyhas.

Esi se sentó a su lado en la cama y frotó la nuca de Ilyhas. "¿Cómo te

sientes?"

"He estado mejor."

“Chase dice que sentirás menos ganas de morir en un rato.”

"Quiero ducharme."

"Lo sé. Estás sudado. Te ayudaré en el baño en unos minutos, ¿de acuerdo?
Mientras tanto, necesitas descansar”.

"Estoy descansando."

"Puedo ver eso. Parece que ya te estás sintiendo más como tú mismo”. Esi
se mordió el labio inferior. “¿Por qué no me dijiste que no te sentías bien?”

“Yo no lo estaba.” Esi arqueó una ceja. Ilyhas le dio una pequeña sonrisa.
“Está bien, lo hice. Tuve dolor de cabeza esta mañana, pero no fue tan malo. Me
las arreglé para ocultártelo, ¿no?”

"Lo hiciste."

“Sin embargo, no estoy seguro de lo que pasó después. Recuerdo haber

hablado con Cumar”. La sonrisa de Ilyhas se ensanchó. “Dijo que no tiene nada
en contra de Jadon, no si estoy contento con él. Creo que las cosas van a estar
bien con él”.

"Eso es bueno."

"Lo es. Luego se dio cuenta de que no me sentía bien y me arrastró hasta
aquí”. Ilyhas resopló. “Él acababa de decir que sabía que yo no era un niño, pero
actuó como si lo fuera”.

"Estás enfermo. Tienes que ver que tenía buenas intenciones”.

Ilyhas suspiró. "Lo sé. Es por eso que no protesté tanto como pude”.

“¿Qué hiciste una vez que llegaste aquí?”

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 "Estaba cansado. Me subí a la cama, pensando que dormiría un rato.
Entonces Chase estaba allí”.

Esi masajeó el cuero cabelludo de Ilyhas. Su cabello estaba sudoroso, pero a

Esi no le importaba. “Jadon te encontró. Cumar fue a decirle que estabas
enfermo, así que bajó. Se asustó porque no podía despertarte, así que llamó a
Chase.”

Ilyhas se frotó la cara. “Me siento repugnante”.

"Tienes fiebre."

“¿Puedo ducharme ahora? ¿Por favor? Incluso puedes venir conmigo a la

ducha si te hace sentir mejor”.

"Ya estaba planeando hacerlo". Esi quería sugerir que Ilyhas se quedara en la
cama por un tiempo más, pero supuso que sería más fácil convencerlo de eso
una vez que Ilyhas estuviera refrescado y vistiendo un pijama limpio, así que no
lo hizo. En cambio, ayudó a Ilyhas a ponerse de pie y entrar al baño.

Ilyhas se estremeció, pero no se sentía tan cálido al tacto como antes. Esi se
quedó cerca de él mientras iban al baño, por si acaso. Trató de no dejar que se
notara, pero supo que no lo había logrado cuando Ilyhas sonrió y negó con la
cabeza. Se desnudaron y se metieron en la ducha. Ilyhas se recostó contra la
pared de azulejos, temblando con más fuerza pero sin moverse, cerrando los
ojos e inclinando la cara para que el agua caliente se derramara sobre ella.

"¿Sigues bien?" Esi preguntó. Agarró una toallita y el jabón.

"Sí. Mis piernas se sienten débiles, pero la pared ayuda”.

"Bien. Quédate ahí, entonces. Te lavaré la frente. Entonces puedes darte la

vuelta”.

No había nada sexual, aunque fácilmente podría haberlo habido. Pero Esi
solo estaba cuidando al hombre que amaba, asegurándose de que estuviera
bien y que sintiera todo lo que Esi sentía por él. Era una intimidad que no se les
había permitido tener cuando todavía vivían en el palacio, y Esi se regocijó con

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cada segundo de ella.

Ilyhas se dio la vuelta y se sostuvo contra la pared una vez que Esi terminó
con su frente. Esi se agachó y comenzó con la parte posterior de las piernas de
Ilyhas, frotando la toallita sobre su piel en círculos relajantes, poniéndose de pie
cuando necesitaba recuperar a Ilyhas.

Esi se congeló. La espalda de Ilyhas era suave, su piel clara. Siempre lo había
sido.

Entonces, ¿por qué ya no lo era?

Esi se inclinó más cerca de la marca negra en la nuca de Ilyhas. Eso no había
estado allí antes, estaba seguro de ello. Puede que no le dedique tanto tiempo a
Ilyhas como antes, pero conocía el cuerpo de su amante. "¿Ily?"

"Sí"

"¿Te lastimaste el cuello?"

"No. ¿Por qué?"

"Nada."

Esi sabía que debía contarle a Ilyhas sobre la marca, pero no quería
preocuparlo y necesitaba dormir. Además, Jadon podría saber algo al respecto,
y si no era nada de lo que preocuparse, no serviría de nada mencionarlo.

Sin embargo, Esi no podía deshacerse de la sensación de que esta marca era
algo con lo que tendrían que lidiar y que no sería bueno de ninguna manera.

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 Capítulo diez

Jadon miró a la gente a su alrededor. Nunca habían estado en su

apartamento, no hasta que Esi e Ilyhas entraron en su vida y la pusieron patas
arriba. Y ahora allí estaban: Chase, Thailor, Cumar e incluso Yo'ash, aunque
había venido principalmente para apoyar a Cumar e Ilyhas.

"¿Por qué estamos aquí?" Cumar preguntó.

Jadon no se perdió la forma en que miraba a su alrededor, sin duda por su

hermano. "Algo pasó."

La mirada de Cumar se volvió hacia Jadon. "¿Qué quieres decir?"

“Después de que Chase se fuera ayer, Esi ayudó a Ilyhas a ducharse. Notó
una marca en su espalda. Una marca que no estaba allí antes”.

Chase se levantó. “¿Dónde está Ilyhas? Deberías haberme llamado ayer.”

"Lo sé. Pero Esi y yo no queríamos preocupar a Ilyhas considerando que está
enfermo, así que decidimos esperar y ver. Pensamos que podría no tener nada
que ver con su enfermedad”.

"¿Pero lo hace?"

"No lo sé. Pero hoy es más grande, e Ilyhas no está mejor. La medicina que
nos dejaste para la fiebre tuvimos que darle dos veces anoche porque seguía
subiendo. Por eso les pedí a todos que vinieran.”

"Me gustaría verlo."

"Por supuesto." Jadon y Esi sabían que Chase querría hacerlo y decidieron
que valía la pena perturbar el sueño de Ilyhas. No había bebido mucho durante
la noche y ahora estaba descansando, pero si había algo que Chase pudiera
hacer, entonces tenía que hacerlo. “Esi está con él. Estaba durmiendo cuando
salí de la habitación”.
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 Jadon no se sorprendió cuando llegaron todos. No habría esperado lo
contrario. Como le habían dicho más de una vez, no eran solo personas que
trabajaban juntas o incluso amigos. Eran una familia y se comportaban como
tal. No es que Jadon supiera cómo se comporta una familia real, por supuesto.
Los suyos se mantuvieron juntos solo por conveniencia, razón por la cual los
había dejado tan pronto como pudo. Pero las personas que se reunían en la
habitación de Jadon eran diferentes. Estaban allí porque amaban a Ilyhas,
porque estaban preocupados por él. Porque querían asegurarse de que estaría
bien.

Jadon deseaba poder decirles que lo estaría.

Ilyhas estaba dormido, con la cara enterrada en el estómago de Esi. Esi

estaba sentado con la espalda contra la cabecera. Tenía un libro en la mano,
pero ni siquiera estaba tratando de leer. Sus ojos se abrieron cuando vio que
todos entraban, pero no se movió e Ilyhas permaneció dormido.

Chase se dirigió directamente a la cama. Hizo un gesto a Esi para que se

quedara donde estaba y se inclinó, moviendo el cuello de la camiseta de Ilyhas
y mirando su cuello.

La marca era más grande que el día anterior, cuando Esi se la había
mostrado a Jadon una vez que Ilyhas se había dormido. Hablaron y decidieron
darle a Ilyhas el día y la noche para descansar. Cualquiera que fuera la marca,
no había forma de que fuera algo bueno. Así que pasaron la tarde juntos,
ignorando el pánico que se avecinaba y asegurándose de que Ilyhas estuviera
cómodo.

No había sido fácil. El primer instinto de Jadon había sido salir corriendo,
agarrar a Chase y arrastrarlo con él para que pudiera curar a Ilyhas. Ahora
dudaba que Chase fuera capaz de hacer algo. No estaba seguro de que alguien
pudiera. No creía que lo que le estaba pasando a Ilyhas fuera solo una
enfermedad. Sin embargo, no sabía qué más podía ser.

Todos guardaron silencio mientras observaban a Chase examinar la marca.

Lo empujó y tocó la frente de Ilyhas. Sin embargo, era obvio que no sabía lo que

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estaba pasando.

Se enderezó y miró a su alrededor. “¿Deberíamos hablar aquí? No quiero

despertarlo.”

Jadon se sentó en el borde del colchón y tomó una de las manos de Ilyhas
entre las suyas. “No se despertará. Está agotado. Y estoy seguro de que Esi
quiere escuchar esto de primera mano”.

"Correcto. Bueno, no tengo ni idea de qué es esa marca. No se parece a nada

que haya visto antes. No puedo decir con certeza que esté relacionado con la
enfermedad, pero no creo que nadie aquí lo dude”.

"¿Qué es, sin embargo?" Cumar preguntó. Estaba pálido y aferrado a la mano
de Yo'ash.

Chase negó con la cabeza. "No lo sé. Lo siento."

Jadon se frotó la frente con la mano libre. "¿Quién podría saberlo?"

“¿Es médico?” preguntó Thailor. "Quiero decir, ¿es una enfermedad que
nunca has tenido, Chase, o crees que es algo completamente diferente?"

Chase frunció el ceño. “No puedo descartar el hecho de que podría ser algo
que desconozco, pero también existe la posibilidad de que sea más que eso.
No puedo creer que esté diciendo esto, pero podría ser, bueno, magia, o como
lo llames.”

Jadon no lo habría llamado así, pero sabía a qué se refería Chase. Algunas
cosas no eran explicables. "Nos arreglaremos con la magia".

"Si es eso, ¿por qué no llamas a Sal?" preguntó Thailor. “Ayudó a Caelan. Él
era el único que podía, así que tal vez al menos pueda decirnos qué está
pasando”.

Jadon asintió lentamente. ¿Por qué no había pensado en esto antes? "Es
poderoso", dijo Jadon. “Pero eso no significa que lo sepa todo.”

“Tal vez no, pero él podría saber qué es esto. Incluso si él no puede hacer
nada para ayudar, y no sabes si no puede hacerlo, eso no significa que no
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pueda orientarnos en la dirección correcta. Sé que estás aterrorizado, Jadon,
pero no puedes pensar en lo peor, no en esta situación. No ayudará.”

Cumar se aclaró la garganta. “Sí, no ayudará. Puede ser lo suficientemente

bueno para nosotros y cuando nos envías a misiones, pero no puedes ver lo
malo cuando se trata de mi hermano, ¿de acuerdo? Lo superará, sea lo que sea
esto. Él tiene que hacerlo. Así que saca tu teléfono y llámalo, ¿de acuerdo?
Hazle saber que lo necesitamos. Es un chico agradable. Él vendrá.”

Jadon sabía que lo haría. Él y Sal no eran cercanos, pero lo consideraba un

amigo, o al menos, un aliado. Vendría si Jadon lo necesitaba, al igual que Jadon
lo haría por él, al igual que lo había hecho cuando Jadon envió a Caelan. En
todo caso, probablemente estaría intrigado por la marca.

"Deberíamos dejar descansar a Ilyhas", dijo Chase. “Lo necesita, y no hay

nada más que podamos hacer quedándonos aquí y mirándolo.”

Era obvio que Cumar no quería irse, y Jadon lo entendió. Tampoco quería
estar lejos de Ilyhas. Pero sabía que si le daba un trabajo a Cumar, él
obedecería, así que fue con él y con Thailor. “Sé que ambos están preocupados,
pero necesito que mantengan a raya a los otros guerreros. No voy a volver al
trabajo hasta que Ilyhas sane. Sé que pido mucho, pero no confío en nadie
como confío en vosotros.”

Cumar parecía querer decir que no, pero Thailor le apretó el hombro y dijo:
“Lo haremos”.

“Mientras me avises tan pronto como sepas algo, estoy de acuerdo”, dijo
Cumar.

Jadon y Cumar iban a necesitar tener una larga conversación. Ahora que
Cumar aceptaba la presencia de Jadon en la vida de su hermano, Jadon quería
asegurarle que no pretendía lastimar a Ilyhas y que haría lo que fuera necesario
para hacerlo feliz. Eso sí, tendría que esperar. La salud de Ilyhas era más
importante.

Jadon esperó hasta que él, Esi e Ilyhas estuvieron solos en el dormitorio para

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sacar su teléfono. Sabía que el cuartel general estaba en buenas manos y podía
concentrarse en Ilyhas, y eso significaba hacer esa llamada telefónica de
inmediato.

"¿Crees que tu amigo podrá ayudar?" Esi preguntó, su voz apenas más que
un murmullo.

"Eso espero." Porque esta era la única idea que tenía Jadon. No sabía qué
haría ni a quién contactar si Sal le decía que no podía hacer nada.

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 Capítulo once

Ilyhas se estremeció y acercó la manta a su cuerpo. Sin embargo, parecía

que no podía entrar en calor y se preguntó si era por la fiebre o por la marca de
la que Jadon y Esi le habían hablado. ¿O la fiebre estaba relacionada con la
marca? Ilyhas no estaba seguro. Su mente estaba confusa como si hubiera
dormido demasiado.

"¿Cómo te sientes?" Esi preguntó. Su mano fría se sentía bien contra la frente
de Ilyhas y se inclinó hacia el contacto.

"He estado mejor."

Esi se rió entre dientes. "Apuesto a que sí. Es hora de otra dosis de medicina.
Te ayudará con la fiebre.”

"Lo sé." Ilyhas no estaba particularmente ansioso por tomarla porque no

parecía hacer mucha diferencia, pero sabía que no debía protestar. Eso, y sabía
que no tomar la medicina probablemente lo mataría antes. "¿Jadon ha tenido
noticias de ese amigo suyo?"

“Él debería llegar aquí en algún momento hoy. Tuvo un pequeño problema
cuando paró por combustible, pero parecía que lo resolvió sin derramar sangre,
o al menos eso es lo que le dijo a Jadon.”

"¿Qué significa eso?"

“Tus suposiciones serán tan buenas como las mías."

Esi ayudó a Ilyhas a sentarse. La cabeza de Ilyhas dio vueltas y tuvo que
cerrar los ojos hasta que no sintió que estaba a punto de caerse de bruces a
pesar de que estaba en la cama. Dios, odiaba esto. Odiaba sentir que la muerte
le consumía. Odiaba ser un inútil. Odiaba que Esi hubiera dejado de trabajar
para estar a su lado las veinticuatro horas del día. Incluso Jadon había dejado
de trabajar, y eso no era algo que Ilyhas no había pensado que alguna vez vería.
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Todos estaban enfocados en él en lugar de en sus propias vidas, y eso lo hacía
sentir terrible. No quería que la gente lo sirviera. Lo había odiado cuando vivía
en el palacio, y todavía lo odiaba.

Ilyhas se dejó caer contra su almohada. “Deberías ir a trabajar”, graznó.

"No voy a ir a ninguna parte."

"No necesito que me sirvas". Ilyhas se arrepintió de sus palabras

inmediatamente. La pequeña sonrisa en el rostro de Esi se desvaneció, sus ojos
brillaron con dolor. Ilyhas se aclaró la garganta. “Sabes que no quise decir eso
de la forma en que sonó. Me encanta que me estés cuidando”.

Esi sonrió de nuevo. "No, no lo haces".

"Estás bien. Yo no. Estoy enojado porque sé que ni siquiera sería capaz de ir
al baño sin ti y Jadon sosteniéndome. Odio que hayas tenido que renunciar a tu
trabajo para cuidarme. Para servirme”. Ilyhas nunca había querido que Esi
tuviera que volver a ser su sirviente.

Esi tomó la mano de Ilyhas y la apretó. “No te estoy sirviendo. Estoy

cuidando de ti, del hombre que amo. No me importa el trabajo. Todavía va a
estar allí cuando sanes”.

Eso era cierto. "¿Qué pasa si no me curo, Esi?" El miedo se apoderó de las
entrañas de Ilyhas. No tenía nada que hacer mientras yacía en la cama, y no
estaba sorprendido de que sus pensamientos se apagaran la mayoría de las
veces.

No estaba mejorando. No importaba lo que hiciera Chase, lo que intentara,

Ilyhas estaba empeorando. Esi y Jadon no querían enfrentar ese hecho, e Ilyhas
tampoco, pero se vio obligado a hacerlo. ¿Qué pasaría si no lo lograba? ¿Esi y
Jadon durarían? ¿Se apoyarían el uno en el otro o se destrozarían?

Ilyhas necesitaba hacer algo. Llevaba cinco días en cama y se iba a volver
loco si tenía que seguir esperando mucho más.

“Vas a lograrlo, Ily. Ni siquiera te atrevas a pensar lo contrario. Viene el

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amigo de Jadon, y por lo que escuché de Cumar y Thailor, es bueno. Raro, pero
bueno.”

Ilyhas no le dijo a Esi que el amigo de Jadon podría no ser capaz de hacer
nada. No le dijo que ni siquiera sabían qué le pasaba. En cambio, asintió e hizo
todo lo posible por sonreír. Estaba bastante seguro de que salió como una
mueca, pero Esi aún lo besó en la frente y le devolvió la sonrisa. "Voy a buscar
un poco de agua".

"No tengo sed."

“Tal vez no, pero ya sabes lo que dijo Chase. Necesitas mantenerte
hidratado”.

Ilyhas sabía que no cambiaría la opinión de Esi, así que no protestó. Sin
embargo, necesitaba hacer algo. No podía soportar estar acostado en la cama
mientras todos intentaban ayudarlo. Sabía que lo estaban haciendo porque se
preocupaban por él y porque querían que estuviera bien, y eso estaba bien. Sin
embargo, necesitaba hacer más. Siempre había estado indefenso. No había
podido hacer nada cuando enviaron a Esi a secuestrar Cumar. No había podido
librarse de su padre, no hasta que llegó Cumar y lo salvó. Tal vez no pudiera
hacer nada contra esta enfermedad o lo que fuera que le estaba pasando, pero
esta vez, al menos quería intentarlo.

No podía salir y buscar una manera de resolverlo. Apenas podía mantenerse

de pie la mayor parte del tiempo. Pero Jadon tenía muchos libros en su oficina,
incluso en el apartamento. Ilyhas había hojeado los títulos cuando se mudó por
primera vez y notó que muchos de ellos trataban sobre magia, rituales y demás.
Tal vez Ilyhas podría leer un poco y encontrar una manera de salir de este lío.
Fue un camino largo, pero era mejor que dormir la siesta durante el día o mirar
televisión.

Sin embargo, sabía que Esi no estaría de acuerdo con eso. Tenía razón
cuando dijo que Ilyhas necesitaba descansar, pero Ilyhas también necesitaba
hacer algo antes de volverse loco. Necesitaba hacer cualquier cosa que pudiera
hacer para asegurarse de salir adelante, y necesitaba dejar de dejar que los

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demás hicieran el trabajo.

Ilyhas apartó las mantas. El aire se sentía fresco sin el peso pesado, y se
estremeció, pero no se dio por vencido. Movió las piernas por el costado de la
cama y tragó, con la esperanza de poder llegar a la oficina y regresar antes de
que Esi notara que se había movido. Solo había ido a buscar agua, pero,
conociéndolo, se detenía una docena de veces antes de volver al dormitorio:
para enderezar las almohadas del sofá, lavar un plato o dos, tirar un envoltorio.

Ilyhas se levantó, usando la mesita de noche como muleta. El dormitorio

daba vueltas a su alrededor, y estuvo tentado de volver a sentarse en la cama.

Debería haberlo hecho.

En cambio, dio un paso adelante y levantó la mano de la mesita de noche. El

dormitorio se inclinó y él se sintió caer hacia adelante. Trató de agarrar algo, la
cama, la mesita de noche, lo que pudiera usar para evitar estrellarse contra el
suelo, pero lo único que logró tocar fueron las sábanas, y las arrastró fuera de
la cama a medida que avanzaba.

Fuertes brazos se engancharon debajo de sus hombros, y golpeó un duro

pecho. El aire salió de los pulmones de Esi y se tambaleó hacia atrás, pero se
las arregló para mantenerlos a ambos erguidos, o casi erguidos en el caso de
Ilyhas. "¿Qué estás haciendo?" Esi preguntó, con una ligera tensión en su voz.

Empujó suavemente a Ilyhas hacia atrás, e Ilyhas tropezó y cayó sobre la

cama. Sabía que necesitaba recostarse y esperar a que la habitación dejara de
dar vueltas, pero quería más, maldita sea. “Quería tomar algunos libros de la
oficina”.

Esi negó con la cabeza y maltrató a Ilyhas bajo las sábanas, ignorando sus
quejas. “¿Y no podrías haberme pedido que fuera a buscarlos por ti? Sabes que
ni siquiera puedes ir al baño sin tropezarte, Ily. ¿Qué estabas intentando hacer?"

“Estaba tratando de ser independiente”.

Esi suspiró. “Sé que esto es difícil para ti. Pensaste que finalmente serías
capaz de vivir tu vida, y ahora tienes que depender de Jadon y de mí para hacer
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todo. Pero no va a ser para siempre, amor. Sanarás y estarás de regreso en el
trabajo antes de que te des cuenta”.

“No puede llegar lo suficientemente rápido”.

"Lo sé. Y te conseguiré esos libros si quieres ayudar. Pero mantén tu trasero
en la cama, o tendré que azotarlo una vez que estés mejor”.

Eso hizo sonreír a Ilyhas. "Promesas, promesas."

Esi se rió. "Estoy seguro de que tendremos mucho tiempo para que cumpla
esa promesa, o si no yo, Jadon". Besó la frente de Ilyhas. “Ahora quédate aquí.
¿Tiene alguna preferencia en cuanto a qué libros quieres?”

"Lo que sea que puedas encontrar sobre maldiciones, cosas así".

"Vuelvo enseguida".

Ilyhas sabía que lo haría. No sabía qué haría sin Esi y Jadon. No vio a Jadon
tanto como hubiera querido, pero sabía que era porque estaba organizando
todo, llamando a la gente para ver si sabían lo que estaba pasando y cómo
solucionarlo. Ilyhas quería que todo terminara ya, pero como no podía hacer
nada al respecto, se recostó contra su almohada y esperó.

****

Jadon rebotó su rodilla y miró fijamente a la puerta de su oficina. Quería

volver abajo y pasar un rato con Ilyhas, pero Sal había llegado y hablar con él
era más importante, especialmente cuando Ilyhas probablemente estaba
durmiendo, y cuando Sal podría tener una forma de curarlo.

¿Dónde diablos estaba Sal? Llamó para decir que estaba a media hora del
cuartel general, y Jadon se aseguró de que pudiera estacionar su auto en el
garaje. Había recibido un mensaje de texto cuando Sal estacionó, pero todavía
no estaba a la vista, y Jadon estaba perdiendo la paciencia, y para empezar,
tenía muy poca. Ilyhas y Esi tenían toda su atención en este momento. Ni
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siquiera se sentía culpable por el hecho de que no estaba trabajando como jefe
del cuartel general en este momento. Eventualmente recibiría mucha presión de
su superior por eso, pero la atención del hombre era escasa ya que supervisaba
todos los cuarteles generales de la Liga en el país. Puede que ni siquiera se
diera cuenta de que Jadon no estaba haciendo su trabajo.

Mientras no sucediera nada desastroso.

Un golpe en la puerta lo hizo saltar. Tragó saliva, respiró hondo y gritó:

"Adelante".

Y allí estaba Sal. Llevaba una camiseta gris que tenía una enorme cabeza de
payaso estampada en el frente y la frase como niños sobre ella. La había
combinado con un par de jeans rosa intenso, y las uñas de sus pies descalzos
estaban pintadas de negro. Le sonrió a Jadon, exponiendo sus colmillos, y
Jadon se levantó, rodeó su escritorio y abrió los brazos. Sal se precipitó hacia
ellos, rodeó a Jadon con sus brazos y lo levantó hasta que sus pies ya no
tocaron el suelo, sus alas aleteando detrás de él.

“Ha pasado demasiado tiempo, Jadon”. Dejó a Jadon en el suelo y le sacudió

la nariz. "No puedo creer que la única razón por la que me has estado llamando
últimamente es cuando necesitas mi ayuda".

Jadon parpadeó. Había esperado que Sal estuviera feliz de verlo, y lo estaba,
pero no esperaba lo entusiasmado que estaría al respecto. "Es bueno verte. Y lo
siento. Siempre estoy tan ocupado que no tengo tiempo para socializar”.

Sal arqueó una ceja y tiró de una de sus largas y puntiagudas orejas. "¿Cómo
te las arreglaste para conseguir dos novios, entonces?"

Jadon saludó. “Ellos vinieron a mí”.

Sal se colocó un mechón de pelo largo y blanco detrás de la oreja. Se deslizó

hacia atrás tan pronto como dejó caer la mano, pero no pareció notarlo.
"Vamos. Dime qué está pasando."

Jadon frunció el ceño a Thailor y Cumar, que habían entrado detrás de Sal.
Thailor había tirado dos bolsos que sin duda pertenecían a Sal en el suelo junto
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a la puerta y estaba apoyado contra la pared, mientras Cumar flotaba como si
no estuviera seguro de si debía sentarse frente al escritorio de Jadon. "¿No
deberían ustedes dos estar haciendo algo productivo?"

Cumar cruzó los brazos sobre el pecho. “Sí, no lo creo. Si esto se refiere a
Ilyhas, no me iré a ninguna parte, y eso también se aplica a Thailor”.

Jadon no había esperado nada diferente de esos dos. "Bien. Vamos, Sal,
siéntate.”

“No vas a dejarme ver a tu hombre hasta que me lo cuentes todo, ¿verdad?
“Sal preguntó. Eligió sentarse en el taburete que Jadon se había asegurado de
que estuviera allí porque sería más cómodo con sus alas y movió los dedos
hacia Jadon. "Soy todo oídos."

Jadon tamborileó los dedos sobre su escritorio. “No estoy seguro de cuándo
comenzó, pero hace cinco días, Ily se enfermó. Dijo que comenzó con un dolor
de cabeza, nada grave, excepto que el dolor de cabeza no se desvanecía. Se
volvió más doloroso y comenzó la fiebre. Chase, nuestro médico, lo examinó y
dijo que podría ser gripe, pero nunca había visto a un demonio tener gripe, así
que no estaba seguro. Ese mismo día, Esi encontró una marca en la nuca de
Ilyhas. Han estado juntos por un tiempo, por lo que conoce el cuerpo de Ilyhas,
y eso no estaba allí antes. La marca es oscura y no tiene una forma definida”.
Jadon tragó saliva. “Se ha estado expandiendo. Ahora llega a la mitad de su
espalda, y nada de lo que Chase haya intentado ayudó. No tenía más idea de
qué hacer que yo”.

"Así que me llamaste".

“Thailor lo sugirió, en realidad. Después de lo que hiciste por Caelan, pensó

que podrías tener al menos una idea de lo que estaba pasando. ¿Alguna vez
has oído algo como esto?”

Sal tarareaba mientras pensaba. Jadon sabía que no debía interrumpirlo,

pero Cumar no lo conocía tan bien, así que después de unos minutos, preguntó:
"¿Y bien?"

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 Sal le sonrió, mostrando sus colmillos. “No me gusta que me apresuren”.

“Y no me gusta el hecho de que mi hermano posiblemente se esté

muriendo”.

"¿Todavía tiene fiebre?" preguntó Sal, mirando de nuevo a Jadon.

"Lo hace. Baja cuando toma los medicamentos que Chase le está dando,
pero no por mucho tiempo”.

“¿Tiene otros síntomas?”

“Se está debilitando”. Ilyhas estaba haciendo todo lo posible para ocultarlo,
pero ni siquiera podía ir al baño solo. No podía sostenerse solo porque corría el
riesgo de caerse y lastimarse. Pasó la mayor parte de sus días durmiendo, y
todas sus noches. “También tiene náuseas la mayor parte del tiempo, pero
Chase dice que podría deberse a los medicamentos que está tomando y al
hecho de que no come mucho”.

Sal ladeó la cabeza y miró a Jadon. "Realmente te preocupas por él, ¿no?"

Jadon iba a tener que admitirlo, y hacerlo frente a Cumar y Thailor. Supuso
que todavía sabían la respuesta a esas preguntas de todos modos. Eso no
significaba que disfrutara haciéndose vulnerable, pero tenía que hacerlo. Haría
cualquier cosa si eso significaba ayudar a Ilyhas y tenerlo sano y completo al
final de esto. "Lo hago. Amo a Ilyhas y Esi”.

"Pensé que nunca más te permitirías amar".

Jadon gimió. “¿Realmente tenías que mencionar eso? Ambos sabemos que
lo dije porque me dolía”.

"Lo sé."

“Nosotros no”, dijo Cumar.

Jadon puso los ojos en blanco. “Porque no es asunto tuyo”. Aunque no

tendrían problema en averiguarlo si quisieran. El hecho de que cuando era más
joven, Jadon se había enamorado de otro guerrero solo para perderlo en el
trabajo no era un secreto, a pesar de que la mayoría de las personas que lo
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sabían estaban muertas o habían dejado el trabajo. Sin embargo, quedaban
algunos, en su mayoría instructores y entrenadores, y Cumar sin duda era
amigo de ellos.

Sal entrelazó los dedos sobre su rodilla y se inclinó hacia adelante. “No
puedo prometerte que seré capaz de ayudarlo”, advirtió.

Jadon se puso serio de nuevo. "Lo sé. Me doy cuenta de cómo funcionan las
cosas, y que las maldiciones y demás no son una ciencia precisa. Pero en este
caso, la ciencia no ha podido ayudar. Eres mi última oportunidad de mantener a
salvo a Ilyhas.”

"Tal vez yo tampoco sea capaz de decir lo que está pasando".

“Pero ya tienes una idea, ¿no?”

Sal hizo una mueca. "Quizás. Sin embargo, espero que no sea lo que creo
que es”.

Jadon no creía que quisiera saberlo, no hasta que Sal estuviera seguro.
"¿Entonces qué quieres hacer?"

“Necesito ver a tu Ilyhas. Tengo que comprobar la marca.”

Jadon había esperado eso. “Está abajo en mi apartamento. ¿Necesitas algo?

Te alojarás en la habitación de invitados y puedes elegir comer con nosotros o
en el comedor. Sin embargo, Esi y yo hemos estado comiendo en el dormitorio.
Estamos tratando de persuadir a Ilyhas para que coma algo de comida, pero
como dije, no está entusiasmado con eso”.

“Déjame examinarlo. Podemos decidir todo lo demás más tarde, pero es

importante que haga esto primero y ahora”.

Jadon se levantó. "Por supuesto. ¿Necesitas algo para examinar a Ilyhas?”

"Solo lo que hay en mi bolso".

Jadon los agarró a ambos cuando salía por la puerta. "Vamos." Hizo un
gesto con la cabeza a Thailor y Cumar porque sabía que lo seguirían, dijera lo
que dijera. Ni siquiera iba a tratar de detenerlos. Además, Ilyhas era su familia,
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por lo que necesitaban estar allí, tanto para ellos como para Ilyhas. A Ily le
vendría bien todo el apoyo que pudiera obtener para superar esto. Sal no había
dicho nada, pero Jadon dudaba que el examen fuera a ser cómodo.

****

Esi se alegró de que Thailor y Cumar hubieran accedido a esperar fuera. No

quería que nadie más viera a Ilyhas así, y sabía que Ilyhas tampoco lo querría.

Ilyhas se retorcía en la cama, con la frente pegada al colchón. Sus nudillos

estaban blancos porque se aferraba con tanta fuerza al borde de la cama
mientras Sal se inclinaba sobre él, haciendo lo que sea que le estaba haciendo
a la marca en su espalda.

Era fea. La marca era totalmente negra. Tenía los bordes irregulares y se
extendía desde el cuello de Ilyhas hasta la mitad de su espalda, con zarcillos
que parecían llegar aún más abajo. Esi sabía que iba a seguir propagándose.
Eso era lo que había estado haciendo desde que apareció por primera vez.
Quería quitarlo de la piel de Ilyhas, pero tenía miedo de tocarlo.

Sin embargo, Sal no lo estaba. Lo tocó, luego lo rascó, y Esi pensó por un
segundo que también iba a escupirlo. Era un tipo raro, y Esi había visto su cuota
de cosas raras. Sin embargo, Sal superó a todos.

Era alto, más alto de lo que esperaba Esi, y bien parecido. Era una mezcla
extraña que Esi nunca había visto antes, probablemente una raza de dos
demonios diferentes. Sus alas decían demonio thelnyss, pero su cabello blanco
y cuernos de venado decían demonio mastema. Luego, por supuesto, estaba la
ropa extraña, pero Esi no iba a comentar sobre eso. Todos tenían sus gustos, ¿y
qué si los de Sal eran inesperados y poco ortodoxos? Mientras Sal fuera tan
bueno como decía Jadon, no le importaba si el hombre decidía ponerse una
nariz roja de payaso.

Jadon envolvió un brazo alrededor de los hombros de Esi y besó su sien. "Él
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encontrará una manera de ayudar a Ilyhas", murmuró.

Esi deseaba poder creer eso, pero no conocía a Sal y, por mucho que quisiera
ignorarlo, sabía que Ilyhas no estaba bien. Lo que sea que le estaba pasando
era malo, y rara vez había una salida fácil para este tipo de situación. Sabía que
tenía que mantener una actitud positiva, y lo intentó, principalmente cuando
estaba con Ilyhas, pero no pudo evitar preguntarse qué seguiría.

¿Y si Sal no pudiera ayudar? Porque había una posibilidad de que no pudiera,

incluso si lograba averiguar qué le pasaba a Ilyhas. ¿Qué iban a hacer Esi y
Jadon si les decía que no podía hacer nada y que debían despedirse porque
Ilyhas no iba a sobrevivir? Esi no podía imaginar una vida en el reino humano
sin Ilyhas. Desde que se enamoraron, soñaron e hicieron planes sobre la vida
que tendrían una vez que lograran venir aquí.

Ahora estaban aquí, pero esos planes se olvidaron porque Ilyhas estaba
enfermo. Esi no quería hacer todas esas cosas por su cuenta. No quería
enfrentarse al reino humano, con la gente que lo odiaba solo por lo que era, que
lo quería muerto por no ser como ellos. Las cosas no habían sido fáciles desde
que llegaron aquí, pero se tenían el uno al otro. Ahora también tenían a Jadon, y
aunque Esi lo amaba por estar allí y por hacer todo lo que estaba haciendo, no
era lo mismo. Había llenado un espacio que Esi e Ilyhas no sabían que estaba
vacío, pero no podía tomar el espacio de Ilyhas cuando él no estaba, si no lo
lograba.

Esi no podía pensar que esto era todo, todavía no. No importa cuánto
pareciera que lo era.

Sal se apartó de la cama y Esi corrió al lado de Ilyhas. Quería escuchar lo que
Sal tenía que decir, pero primero necesitaba ocuparse de Ilyhas. Le sonrió a
Jadon cuando vino a ayudar, y juntos limpiaron la espalda de Ilyhas—Sal había
usado algún tipo de líquido rojo y negro en su piel, y estaba sucia—y le pusieron
la camiseta. Le dieron un poco de agua y lo ayudaron a acomodarse de lado,
luego Esi se metió en la cama con él y le permitió usar su regazo como
almohada. Pasó sus dedos por el cabello de Ilyhas y le canturreó hasta que se
relajó.
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 Sal desapareció en el baño mientras Jadon fue a buscar a Cumar y Thailor.
Cumar se dirigió directamente a la cama, sentándose junto a los pies de su
hermano y frotándoselos, mientras Thailor rondaba junto a la puerta como si no
supiera adónde ir.

Cuando Sal salió del baño, todos lo miraron como uno solo. Se aclaró la
garganta y se colocó el pelo blanco detrás de la oreja. “Jadon tenía razón. Esto
es magia."

"Cuéntanos", dijo Jadon, un indicio del comando que usaba en su trabajo

diario apareciendo en su voz.

Sal se sentó en la silla del rincón donde Ilyhas solía tirar su ropa por la
noche. Tuvo cuidado con sus alas, envolviéndolas ligeramente alrededor de sus
hombros. “He visto esto un par de veces antes. Ha sido maldecido. Alguien lo
está matando usando magia, y se aseguraron de que fuera doloroso y largo. La
marca eventualmente cubrirá todo su cuerpo. Me sorprende que aún no se haya
envuelto alrededor de su torso, pero lo hará. Y una vez que esté completamente
cubierto, bueno, no tengo que explicar lo que sucederá”.

"¿Cuánto tiempo?" Cumar graznó.

“No puedo decirlo con seguridad. Está progresando relativamente lento.

Quiero decir, podría ser mucho más rápido. Entonces, como dije, alguien quiere
que él sufra”. Él frunció el ceño. “¿Sabes quién querría hacerle esto? ¿Quién lo
querría muerto?”

Esi y Cumar se miraron. Esi no creía que esto tuviera que ver con quién era
Ilyhas o su pasado, pero ¿cómo podía estar seguro? El hecho de que Ilyhas no
hubiera hecho enemigos desde que llegaron al reino humano no significaba
nada. Podría haber sido el objetivo por muchas razones que podrían no tener
nada que ver con él.

“Él es el hijo de Asmodeus”, dijo Cumar. Su voz era fría y firme, muerta.

"Mmm. Supongo que alguien podría quererlo muerto por eso. ¿Qué más?"

"Podría tener que ver conmigo", dijo Jadon.

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 “¿Te refieres a tu trabajo? ¿Tienes muchos enemigos?”

“Hay gente a la que no le gusta la Liga... que quiere que desaparezca. Hay
otros que querían mi trabajo y no les gustó que lo obtuviera en lugar de ellos. Y,
por supuesto, están los demonios que pateé de vuelta al infierno, tanto cuando
era un guerrero como desde que me convertí en el jefe aquí.”

“Esa es una lista demasiado larga”.

"Me di cuenta de eso. ¿Qué necesitas, Sal? ¿Qué podemos hacer para
ayudarte a curar a Ilyhas? ¿Es eso posible?”

Esi sabía que Jadon no era el tipo de hombre que se engaña a sí mismo.
Sabía lo que estaba en juego y cuál podría ser el resultado, al igual que Esi, y lo
estaba enfrentando de frente.

“Va a ser complicado y no puedo prometer nada. Quiero, porque quiero que
Ilyhas sea feliz y saludable, pero no puedo. Esto es mucho incluso para mí”.

"Pero lo intentarás".

"Por supuesto que lo hare. Ya sabes cómo soy."

“Eso es lo suficientemente bueno para mí, entonces. No te haré responsable

si... No lo haré. Pero tienes que intentarlo.”

"Lo haré."

Jadon asintió. "¿Que necesitas?"

****

“No podré detener esto a menos que pueda poner mis manos sobre la
persona que lo está haciendo y los materiales que está usando”.

Los ojos de Ilyhas estaban cerrados, pero podía escuchar todo. Tenía miedo
de abrirlos. Tenía miedo de lo que podría encontrar si lo hacía.

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 Se había sorprendido cuando vio a Sal entrar en la habitación. No era lo que
Ilyhas había imaginado. Había pensado que Sal era un anciano que había visto
mucho, tal vez uno que usaba telas naturales y olía a hierbas. Sal olía a hierbas,
pero era un olor agradable. No era viejo, y su ropa, bueno, podría ser natural,
pero no era lo que Ilyhas llamaría tradicional. Probablemente iba a tener
pesadillas sobre el payaso de la camiseta de Sal.

A pesar de que era extraño, claramente sabía lo que estaba haciendo, y

aunque había lastimado a Ilyhas, Ilyhas se sintió más tranquilo con él allí, o al
menos hasta que Sal dijo que no podía hacer nada. Esas no fueron sus
palabras exactas, pero Ilyhas podía leer entre líneas.

"Acabas de decir que podrías ayudar", gruñó Jadon.

“Voy a intentarlo. Haré todo lo que pueda, y podría estar equivocado, pero no
lo creo. La persona que hace esto se ha dirigido específicamente a Ilyhas.
Utilizaron ingredientes específicos. Puedo tratar de contrarrestarlos, pero la
única forma en que puedo estar seguro de que sanará es obtener los
ingredientes y neutralizarlos. Y, por supuesto, sería más fácil para mí detener
esto si supiera qué está haciendo esta persona y qué está usando”. Se mordió
el labio inferior. "Seré honesto. No creo que pueda curar a Ilyhas sin esos
ingredientes, como mínimo.”

"¿Qué puedes hacer?"

“Puedo hacerlo más lento. Eventualmente, puedo poner a Ilyhas en reposo”.

Ilyhas abrió los ojos entonces. Estaban discutiendo sobre él, y él tenía
derecho a tomar las decisiones de las que hablaban por su cuenta. Esi y Jadon
tenían buenas intenciones, pero esta seguía siendo la vida y el cuerpo de Ilyhas.
Él sería quien decidiría si quería que eso sucediera. "¿Qué quieres decir con en
reposo?" preguntó. Su voz sonaba débil y áspera a sus propios oídos.

Esi frotó suavemente el cuero cabelludo de Ilyhas y él le sonrió en señal de

agradecimiento.

Sal se dejó caer en la cama junto a Ilyhas y lo miró con sus ojos azules.

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"Pensé que te habías desmayado".

“No lo hice. Aunque estoy cansado.”

"Eres más fuerte de lo que pensaba".

Ilyhas se rió entre dientes, y se sintió como si no se hubiera reído en

semanas, tal vez incluso meses. "Pareces haber asumido muchas cosas sobre
mí".

Sal sonrió. “Tienes razón, lo hice. Me disculpo."

"Todo está bien. ¿Me responderás, sin embargo?”

"Por supuesto. Es como un coma, pero no del todo. Literalmente puedo

suspender tu cuerpo, y con eso quiero decir que mientras aún estés respirando
y tu corazón aún lata, estarás dormido y no tendrás que comer ni ir al baño”.

"¿Cómo funciona?"

Sal hizo una mueca. “Es un ritual muy complicado y agotador, por lo que lo
usaré solo si nada de lo que pruebe funciona”.

“Ya dijiste que nada lo haría.”

“Eso es lo que pienso, sí, pero de vez en cuando, incluso yo me equivoco.

Espero que este sea uno de esos momentos”.

Ilyhas se dio cuenta de que no creía que lo fuera. Pronto terminaría en

reposo, y ambos lo sabían. "Está bien. Tienes mi bendición para hacerlo.
¿Evitará que la marca se propague? Porque eso es lo que me enferma, ¿no?”

"Lo es. Te está envenenando a través de la piel, por eso usaré hierbas y otros
ingredientes en tu espalda. Y si. Evitará que se propague. Sin embargo, no
podré mantenerte en reposo para siempre.”

“Supongo que puedes pensar en eso más tarde. ¿Cuánto tiempo?"

Sal miró alrededor de la habitación. Ilyhas no estaba seguro de lo que estaba

pensando, pero parecía vacilante. Sin embargo, Ilyhas quería la verdad. "Por
favor. Necesito saber." Estaba bastante seguro de que había una posibilidad de
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que nunca saliera de este reposo, y quería aprovechar al máximo el tiempo que
aún tenía, por mucho que fuera.

Sal asintió. "No mucho. Tal vez unos días, si tienes suerte. Voy a probar
algunas cosas primero, y continuaré intentándolo mientras estés en reposo si
me das permiso, pero no puedo dejar que la marca se extienda demasiado, o no
habrá vuelta de eso."

"Puedes hacer lo que creas que podría funcionar conmigo".

Sal inclinó la cabeza. “Estoy agradecido por tu fe en mí”.

“Y trataremos más activamente de encontrar a la persona que te está

haciendo esto ahora que sabemos que eso es lo que está pasando”, agregó
Jadon.

Ilyhas le sonrió. Estaba cansado y quería dormir, pero tampoco quería perder
el tiempo que le quedaba con Jadon y Esi para dormir. "Sé que no lo harás".

“Todos trabajarán en esto. Preguntaré a los otros guerreros si están

disponibles para ayudar.”

“No los alejes de su trabajo, Jadon. Sé que tienes miedo. Yo también. Pero
las cosas no mejorarán si dejas que los demonios arrasen la ciudad. No quiero
despertarme en el apocalipsis”.

Jadon finalmente esbozó una sonrisa, aunque no era muy grande. "Está bien.
Pero estoy seguro de que algunos de ellos querrán ayudar durante su tiempo
libre, y no hay forma de que pueda convencer a Cumar y Thailor de que trabajen
en algo que no sea encontrando la manera de curarte”.

“No espero nada más de ellos”. Ilyhas se alegró de ver a Cumar, aunque
deseaba haber podido evitarlo. No quería que nadie lo viera como estaba: débil,
posiblemente a punto de morir, a merced de las personas que lo amaban.

Cumar apretó el tobillo de Ilyhas. "¿El está en lo cierto, sabes? Thailor y yo no

descansaremos hasta que esto acabe. Y sé que Chase tampoco lo hará. Yo'ash
ha estado preguntando por el club. Estamos haciendo todo lo que podemos”.

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 Ilyhas esperaba que fuera suficiente, pero tenía la sospecha de que no sería
así. Las cosas nunca habían sido fáciles para él, y esto no iba a ser diferente.
Aun así, sonrió y esperó que no pareciera una mueca. "Lo sé. Creo en ti."

"Bien."

Ilyhas se alegró de ver partir a su hermano y a todos los demás. Siempre

trató de ser fuerte frente a él, incluso cuando sentía todo lo contrario. Sin
embargo, podía desprenderse de la máscara cuando estaba con Esi y Jadon, y
eso fue lo que hizo. Se relajó contra la almohada y suspiró, el agotamiento lo
estaba afectando.

Esi apartó un mechón de cabello de la frente de Ilyhas y se inclinó sobre él.

"¿Cómo te sientes?"

"Cansado."

“¿Quieres ver algo de televisión? ¿Quizás una de esas películas con

superhéroes? Me gusta el que tiene el pelo largo y rubio.”

Era más fácil sonreír cuando solo estaban ellos. "Mientras Jadon se quede".

Esi se volvió hacia Jadon y arqueó una ceja. "¿Bien?"

Jadon miró hacia la puerta. Ilyhas sabía que quería subir y buscar a las
personas que lo estaban lastimando, pero también sabía que se quedaría si eso
era lo que Ilyhas quería. Y lo fue. A Ilyhas no le quedaba mucho tiempo con los
hombres que amaba. Necesitaba pasar tanto tiempo como fuera posible con
ellos. "¿Por favor?" preguntó.

Jadon suspiró y se acercó a la cama en lugar de irse. "Por supuesto. Pero

prefiero mirar al tipo con el escudo.”

Esi sonrió. "Pondré la película donde todos pelean juntos, entonces".

Fue fácil olvidar lo que estaba pasando cuando se acomodaron juntos en la

cama, e Ilyhas se obligó a concentrarse en la pantalla y en la sensación de estar
entre Esi y Jadon. Quería eso para siempre, pero si para siempre no era una
opción, se las arreglaría con esta noche.

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 Capítulo doce

Esi nunca se había sentido tan inútil e impotente. Quería hacer algo,
cualquier cosa, para ayudar a Ilyhas, pero lo único que podía hacer era
quedarse allí y verlo desaparecer lentamente.

Apretó los dientes y tragó. “¿Quieres más agua?”

Ilyhas apenas tenía fuerzas para negar con la cabeza. "No gracias. Siento
que estoy a punto de explotar y preferiría no tener que levantarme con
demasiada frecuencia para ir al baño”. Se había negado a que le pusieran un
catéter e insistía en ir al baño cuando tenía que hacerlo, aunque ahora Jadon
tenía que llevarlo en brazos. "¿Necesitas algo?"

Ilyhas sonrió débilmente. “Creo que voy a tomar una siesta. Desearía poder
hablar un poco contigo, pero dudo que pueda permanecer despierto por mucho
tiempo. Siento que no he dormido en una semana”.

Teniendo en cuenta que solo se había despertado hacía media hora, era
preocupante. Esi sabía lo que eso significaba: Sal iba a tener que poner a Ilyhas
en reposo, y pronto. Probablemente hoy. Esi sabía que era necesario, pero no
pudo evitar pensar que esta era la última vez que hablaría con Ilyhas, que Ilyhas
no se despertaría. Lo odiaba y trató de pensar en positivo, pero Ilyhas parecía
tan enfermo. Estaba pálido y había estado perdiendo peso constantemente, a
pesar de que estaba comiendo un poco. Al menos el reposo significaba que no
se desvanecería.

Pero, ¿y si no podían despertarlo? ¿Qué pasaría si no pudieran encontrar a la

persona que estaba haciendo esto? Todos habían estado agonizando sobre
quién podría estar detrás de esto, pero hasta ahora no tenían respuestas. La
lista era demasiado larga: gente que perseguía a Jadon por lo que hizo y por lo
que había hecho en el pasado, gente que podría tener un problema con Ilyhas
por quién era. Esi se alegró de que Cumar y los demás estuvieran en ello,

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porque no habría sabido por dónde empezar. Además, su lugar estaba al lado
de Ilyhas, ayudándolo a superar esto y asegurándose de que supiera que tenía
apoyo y amor, y que siempre lo tendría, incluso si no podían despertarlo del
reposo.

Ilyhas estaba dormido cuando Esi lo miró. Esi se frotó la cara y se prometió a
sí mismo que no iba a llorar, pero fue difícil. En cambio, besó la frente de Ilyhas
tan suavemente como pudo para no despertarlo y salió de la habitación,
dejando la puerta entreabierta para saber si Ilyhas lo necesitaba.

Esi estaba perdido. ¿Qué se suponía que debía hacer mientras Ilyhas se
desvanecía? No podía ir a trabajar. No sería bueno cuidando de otras personas.
Apenas podía concentrarse como estaba. Necesitaba quedarse para estar allí
cuando Ilyhas se despertara, pero mientras tanto, tenía que encontrar algo que
hacer para al menos tratar de no obsesionarse con su futuro incierto.

Estaba lavando los platos a mano cuando se abrieron las puertas del
ascensor. Jadon entró, el ceño fruncido que parecía haber tomado un lugar
permanente en su rostro firmemente presente.

"¿Tienes hambre?" Esi preguntó a pesar de que ya sabía la respuesta.

"No." Jadon puso su teléfono en el mostrador de la cocina y miró a Esi.

"Pareces exhausto".

Esi intentó reírse, pero lo único que salió fue una risa lastimera. "Gracias por
el cumplido."

Jadon negó con la cabeza y se paró detrás de Esi, apretando sus hombros y
masajeando los músculos tensos. Era una tarea difícil, Esi dudaba que pudiera
relajarse hasta que Ilyhas estuviera sano y salvo, y quién sabía cuándo
sucedería eso, pero lo disfrutó de todos modos.

Gimió e inclinó la cabeza hacia adelante para darle a Jadon un mejor acceso.
“Estoy cansado”, admitió.

"No me sorprende. Has estado pasando todo tu tiempo atendiendo a Ilyhas.

¿Por qué no me dejas llamar al sanador Ohren? Él puede hacerse cargo
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mientras duermes la siesta. O podría pedirle a Cumar que se siente con Ilyhas.
Está durmiendo, ¿verdad?”

"¿Como supiste?"

"No estarías aquí lavando los platos si él estuviera despierto".

“Ya me conoces muy bien.”

"Te he estado observando. Ilyhas no es el único que me preocupa. Te has

estado agotando desde que empezó este lío. Necesitas descansar, Esi. No
quiero que te enfermes.”

"Estoy bien." Esi inclinó la cabeza hacia un lado y suspiró de placer.

Jadon apartó el cabello de Esi de su cuello. Esi sonrió, esperando que eso
significara que el masaje iba a ser aún más extenso, pero Jadon se congeló en
su lugar. Esi todavía podía sentir sus dedos sobre su piel, pero no se movían y
no sabía por qué. "¿Qué ocurre?"

Jadon frotó un punto en la parte posterior del cuello de Esi. "Dios, no",
murmuró.

El pecho de Esi se sintió apretado. Dejó la esponja y agarró el borde del

fregadero con ambas manos. No sabía lo que estaba pasando, pero tenía una
idea bastante buena. No podía ser una coincidencia. No había forma de que lo
fuera. Así habían empezado las cosas con Ilyhas. "¿Qué tan mal?" preguntó.

“Esi-”

"¿Qué tan mal?"

Las manos de Jadon se apretaron sobre los hombros de Esi. "Es bastante
pequeño".

"Por ahora." Jadon no necesitaba decirle eso a Esi. Sabía que empeoraría, y
rápido. Lo había visto con Ilyhas. Había visto todos y cada uno de los dolorosos
días.

Jadon dirigió a Esi hasta que se enfrentaron. Se veía incluso peor ahora que

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antes, pero luego, Esi se sentía peor ahora de lo que jamás podría recordar.

¿Quién cuidaría de Ilyhas si algo le pasaba a Esi? Incluso cuando Ilyhas

estuviera en reposo, necesitaría a alguien que lo mantuviera limpio, que hablara
con él. Esi no sabía si sería capaz de escuchar, pero eso no significaba que no
había planeado quedarse. Todavía no estaba seguro de cómo funcionarían las
cosas, pero encontraría la manera. O habría encontrado una manera, pero ahora
parecía que iba a estar justo al lado de Ilyhas en su cama.

Enterró su rostro contra el cuello de Jadon. "Lo siento."

"¿De qué estás disculpando?"

“Te convencimos de que nos dieras una oportunidad. Te empujamos a una

relación con nosotros, y ahora nos estás perdiendo. Lo siento." Dolía. Jadon
finalmente se había abierto a ellos, y ahora iba a perderlos. Eso seguramente lo
enviaría de vuelta detrás del escudo que había estado sosteniendo tan alto.

Jadon envolvió sus brazos alrededor de Esi y lo abrazó. "No tienes nada de
qué arrepentirte".

"Pero-"

“Tú no, Esi. No cambiaría lo que pasó entre nosotros aunque pudiera. Me
alegro de haberos dejado entrar.”

"¿Incluso con esto?" preguntó Esi, agitando la nuca.

“Incluso con esto. Y haré lo que sea necesario para asegurarme de que tú e
Ilyhas estéis bien. No me importa lo que se necesite. Vas a salir adelante, y
tendremos años juntos. Me mostrarás lo maravillosa que puede ser la vida.”

Esi asintió. No estaba seguro de poder hablar, no cuando sentía que su

corazón estaba en su garganta y sus ojos ardían. Jadon besó la frente de Esi.
“Necesitas calmarte, ¿de acuerdo? Sé que esto es aterrador. Me siento igual.
No quiero perderte a ti ni a Ilyhas, pero con la ayuda de Sal, no lo haré. Incluso
si tiene que manteneros en reposo durante años, no me rendiré”.

"No deberías tener que pasar años solo cuidándonos". Pero era lo que

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pasaría si no encontraban una salida a esto.

“Sin embargo, eso es lo que voy a hacer si es necesario, y sabes que no seré
el único. No hay forma de que Cumar no haga todo lo posible para ayudar a su
hermano y a ti. Nunca me di cuenta antes de conocerte, pero tengo más amigos
de los que pensaba, y también son tus amigos. Todos ayudarán”. Él suspiró.
“Sabes que debería llamar a Sal.”

"Lo sé. Pero va a decir lo que dijo cuando examinó a Ilyhas.”

"Probablemente. Espero que el hecho de que lo hayamos detectado tan

pronto signifique que podrá ayudar más”.

"Quizás." Pero Esi lo dudaba. Sal probablemente sería capaz de reducir la

velocidad, pero no podía detenerlo, no sin la persona que se lo estaba haciendo.
Tenían que encontrar al tipo, y tenían que encontrarlo pronto.

****

Jadon sabía que necesitaba dormir, pero tenía pesadillas cada vez que
cerraba los ojos, por eso lo evitaba. Entonces, en cambio, había convocado otra
reunión.

Sal había examinado a Esi y, como todos esperaban, había dicho más o
menos lo mismo que había dicho sobre Ilyhas: podía ayudar a frenar esto, pero
no podía deshacerse de la maldición sin la persona que estaba detrás de ella.

De ahí la nueva reunión.

Jadon había enviado un mensaje de texto grupal diciéndoles a todos que se

reunieran en su apartamento. Habría sido impensable para él hacer eso incluso
hace solo unos meses, pero no quería estar lejos de Ilyhas por mucho tiempo, y
Esi no se iba a separar de su lado, así que Jadon tampoco. Eso significaba que
su sala de estar estaba más llena que nunca.

Cumar y Thailor estaban allí, junto con Chase, Sal, Yo'ash e incluso Aiden y
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su novio. Jadon no creía que estuvieran allí para nada más que como apoyo,
pero aun así se alegró, especialmente cuando arrastraron a Esi a un abrazo
grupal y cuando se quedaron pegados a él cuando comenzaron a hablar. Jadon
quería hacer eso, pero lo necesitaban en otro lugar.

"¿Qué está pasando?" Cumar preguntó. Siguió mirando hacia el pasillo, y

Jadon supo que quería ver a su hermano.

"Tengo una marca", dijo Esi antes de que Jadon pudiera hacerlo.

Todos lo miraron. Todos estaban horrorizados, y Jadon se alegró de que

todos se pusieran en modo trabajo, incluso Aiden. Los ojos de su novio estaban
muy abiertos, y probablemente no estaba seguro de lo que estaba pasando,
pero estaba bien. Él estaba allí para brindar apoyo y consuelo, no para resolver
este problema.

"¿Sal?" Cumar preguntó.

“Lo mismo que Ilyhas. Jadon notó la marca pronto, así que podré ralentizar
la propagación, pero no detenerla. La única forma de hacerlo es la misma que
para Ilyhas.”

"Estamos asumiendo que la misma persona se lo está haciendo a ambos,

¿verdad?" preguntó Thailor. Jadon casi podía ver los engranajes girando en su
cerebro. Ya estaba trabajando para resolver esto, y aunque Jadon odiaba que
Esi estuviera involucrado, sabía que les daba mayores posibilidades de
descubrir quién les estaba haciendo esto a él y a Ilyhas.

Jadon asintió. “Sería una coincidencia demasiado grande si estuviéramos

tratando con dos personas diferentes. Además, hay aún menos razones para
que alguien lastime a Esi. Él no es el hijo de Asmodeus.”

"Entonces, ¿qué tienen Esi e Ilyhas en común que podría haber hecho que
esta persona decidiera matarlos de una manera tan horrible?"

Todos se giraron para mirar a Jadon. Jadon no estaba sorprendido. Había

pensado mucho en esto mientras esperaba que llegaran los demás, y solo una
cosa tenía sentido. “Alguien los está lastimando para llegar a mí”.
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 “Esa es la única explicación que tiene sentido”, estuvo de acuerdo Thailor.
“Pero todavía no estamos más cerca de averiguar quién es esa persona. Vi la
lista que hiciste, Jadon, y es larga, demasiado larga para que podamos revisarla
rápido.”

“Me doy cuenta de eso, pero Sal ya decidió que pondrá a Ilyhas en reposo
una vez que terminemos aquí. Eso nos dará algo de tiempo.”

“Sí, pero nadie aquí quiere que Ily tenga que quedarse así por mucho tiempo.
Tenemos que encontrar a esa persona”.

Jadon se frotó el cuerno. "Lo sé." Había estado pensando en esto desde que
encontró la marca en el cuello de Esi. Había hecho un montón de enemigos,
pero no tenía idea de cómo acortarlo. Toda esa gente tenía una buena razón
para quererlo muerto, o al menos herido como el infierno. Las únicas personas
en las que confiaba para que lo ayudaran a investigar eran las que estaban en
la habitación con él en este momento, y la mayoría de ellas no sabrían por
dónde empezar. "No somos suficientes para hacer esto".

“Es mejor que no hacer nada”, espetó Cumar.

"Lo sé. Pero necesitamos ayuda, y no sé en quién puedo confiar. Por lo que
yo sé, cualquiera, incluso los otros guerreros, podría guardarme rencor. No
puedo descartar eso”.

“Necesitamos a alguien que no trabaje aquí”, declaró Thailor.

"Estoy de acuerdo." Pero Jadon no sabía en quién podía confiar. ¿Cómo iba a
saber que alguien en la Liga no estaba detrás de esto? Por mucho que odiara
pensar en personas que consideraba amistosas tratando de lastimarlo, podría
ser lo que estaba sucediendo. “Aunque no estoy seguro de a quién preguntarle.
Las únicas personas en las que confío están aquí, y tú, Cumar y quizás Yo'ash
son los únicos que pueden ayudar con esto. No voy a poner a nadie más en
peligro, y no quiero traer a otros guerreros”. Había estado bien cuando
pensaron que la enfermedad estaba relacionada con la familia de Ilyhas, pero
ahora sabían que no, y Jadon no podía arriesgarse.

04/2022
 "¿Qué pasa con alguien que no está relacionado con la Liga?"

Jadon se recostó en su silla. "¿En quién estás pensando?" Porque era obvio
que Thailor tenía a alguien específico en mente.

"Jordan."

A Jadon le tomó un momento recordar quién era Jordan. No había pasado

mucho tiempo con el hombre, no ahora que Caelan estaba bien, y la mente de
Jadon había estado ocupada desde que Ilyhas se enfermó. "¿El policía?"

Thailor puso los ojos en blanco. “Ex policía, ¿recuerdas? Le conseguiste ese
trabajo siendo el enlace entre la Liga y la fuerza policial humana.”

"Lo recuerdo." Pero una vez policía, siempre sería policía. Lo mismo ocurrió
con los guerreros de la Liga. "¿Por qué él?"

“Bueno, ese trabajo como enlace no le estaba quitando mucho tiempo, así
que decidió iniciar un negocio de investigador privado. Acepta trabajos de
humanos y demonios, y confío en él”.

Jadon entrelazó sus dedos. “Ese es un gran cambio. Pensé que no te

gustaba”.

“No, pero eso no significa que no confíe en él. He visto lo que estaba
dispuesto a hacer por Caelan, y dejó la policía porque no le gustaba la forma en
que tratan a los demonios. Nunca será mi persona favorita, pero eso no
significa que no sea un buen hombre. Además, era detective. Él sabe cómo
investigar a la gente”.

“Todavía es un solo hombre”. Pero él podría ayudar.

"Dos. Está en el negocio con su ex-compañero en la fuerza. El hombre

decidió irse con él. No es tan bueno, pero también era detective, y Jordan no
estaría trabajando con él si no supiera lo que estaba haciendo. Sé que es una
posibilidad remota, pero es lo mejor que podemos hacer”.

A Jadon no le gustaba depender de personas que no conocía, pero por lo

general no le gustaba depender de nadie, ni siquiera de las personas cercanas.

04/2022
Tenía que lidiar con eso cuando Esi e Ilyhas irrumpieron en su vida, y sabía que
no había vuelta atrás. "Está bien. Llámalos y pídeles que vengan. No dejaré el
apartamento hasta que Sal termine con Ilyhas. Además, prefiero tenerlos aquí.
Sé que este lugar es seguro y que nadie nos escuchará”.

Sal arqueó una ceja. “Estás permitiendo que haya más humanos aquí. Estoy
sorprendido."

“Haré lo que tenga que hacer para salvar a Esi e Ilyhas. Y Jordan y su colega
no son solo dos humanos más. Trabajan con demonios. Jordan vive con un
demonio. Nos ven como personas en lugar de monstruos, y espero que quieran
ayudar”.

“Lo harán”, dijo Cumar. “Al igual que ayudamos cuando Caelan nos
necesitaba. Somos una familia, y eso es lo que hace la familia”.

No había nada más que decir. Cuando terminó la reunión, Cumar y Sal fueron
los únicos que se quedaron atrás. Dejaron que Cumar fuera primero a la
habitación y Jadon arrastró a Esi a sus brazos, necesitando que estuviera
cerca. Estaban poniendo a Ilyhas en reposo para mantenerlo a salvo y con vida,
pero se sentía como una rendición, como si la posibilidad de perderlo hubiera
aumentado. Sin embargo, no tenían otra opción, no si querían que él tuviera la
oportunidad de curarse y mantenerse con vida.

"¿Crees que tener a Jordan y su amigo con nosotros ayudará?" Esi preguntó.
Estaba mirando en dirección al pasillo como si no quisiera nada más que ir con
Ilyhas, y tal vez lo quisiera. Jadon sabía que quería ir al dormitorio y pasar un
rato con Ilyhas.

"Eso espero". Sin embargo, no quería darle a Esi falsas esperanzas, así que
eso fue lo único que pudo decir.

Sin embargo, esperaba que Jordan pudiera hacer milagros. No estaba

seguro de qué otra forma podrían salir de esta situación de mierda.

****
04/2022
 Esi no podía apartar la mirada de Ilyhas.

Se había sentado a su lado en la cama tan pronto como Cumar salió de la

habitación. Cumar no había querido quedarse para ver cómo Sal ponía a Ilyhas
en reposo, y estaba bien. Esi lo habría seguido de haber podido, pero no iba a
dejar a Ilyhas. Se habían hecho una promesa cuando todavía estaban en el
palacio: siempre estarían allí el uno para el otro, incluso cuando las cosas
salieran mal. Habían sido todo en lo que podían confiar en ese entonces, y
aunque eso había cambiado, eso no significaba que Esi fuera a romper esa
promesa.

Así que ahí estaba, sosteniendo la mano de Ilyhas mientras Sal hacía lo
suyo. Esi no sabía lo que estaba pasando, pero había muchos murmullos y
mezclas de cosas malolientes en un tazón de madera. Mientras funcionara y
ayudara a salvar a Ilyhas, a Esi no le importaba cómo funcionaba ni por qué.

"¿Qué va a pasar?" preguntó Jadon desde el otro lado de Ilyhas. Ambos

estaban concentrados en él en este momento. Tendrían tiempo para
consolarse el uno al otro más tarde una vez que no hubiera nada más que
pudieran hacer por él.

“Primero voy a poner esta pasta en su espalda. Eso congelará la marca hasta
que entre en reposo. No quiero que se defienda”.

Esi no preguntó cómo podría defenderse la marca. Alcanzó su cuello y tocó

la piel de la parte de atrás, pero no pudo sentir nada diferente. Sabía que no lo
haría, había tocado la marca de Ilyhas con la frecuencia suficiente para saber
que se sentía como piel normal a pesar de que lo estaba matando, pero aun así
era sorprendente.

Él y Jadon intercambiaron una mirada, y Jadon sonrió. Probablemente

esperaba que fuera reconfortante o alentador, pero solo parecía triste y
deprimido.

"¿Y después de eso?" preguntó Jadon.

04/2022
 "Le haré beber esto". Señaló una taza alta que había preparado antes. "No
entraré en detalles, pero lo que hay dentro junto con los encantamientos que
diré pondrán a Ilyhas en reposo". El pauso. “Si queréis despediros...”

Ya lo habían hecho, pero Esi volvió a mirar a Ilyhas. Estaba tan pálido que era
casi tan blanco como la almohada sobre la que estaba acostado, pero aun así
sonreía, y era la sonrisa más hermosa que Esi había visto en su vida. Apretó la
mano de Esi y se la llevó a la boca, besando el dorso. "Estaré bien." Su voz era
tan débil y suave que hizo que Esi quisiera llorar. Casi lo hizo, pero se tragó las
lágrimas y se obligó a devolverle la sonrisa.

"Lo sé. Sin embargo, desearía que no tuvieras que hacer esto. No quiero
estar sin ti.”

“Yo tampoco quiero eso, pero tendrás a Jadon. No estarás solo, y yo

tampoco. No voy a ir a ninguna parte. Solo me voy a dormir, y cuando me
despierte, estaremos juntos de nuevo, y todo se arreglará”.

Esi asintió. Ambos tenían que creer eso. Esi no estaba seguro de cómo
superaría esto si no lo hacía. Solo podía imaginar lo aterrorizado que estaba
Ilyhas. Existía la posibilidad de que nunca se despertara, ya sea porque no
podrían encontrar a la persona que lo atacaba o porque eventualmente moriría
incluso estando en reposo. Eso llevaría años, pero no significaba que no fuera
una posibilidad.

"Me ocuparé de él", dijo Jadon.

Ilyhas se volvió hacia él. "Sé que lo harás. Y me siento mejor sabiendo que no
estará solo”.

No le habían hablado de la marca en el cuello de Esi. Esi no había querido

que se asustara. Necesitaba concentrar toda su energía en mantenerse con
vida y luchar contra su propia marca.

“No lo estará. No me rendiré, Ily” dijo Jadon, sus palabras eran una clara
promesa.

"Lo sé. Yo tampoco.”

04/2022
 Sal se aclaró la garganta. No podían esperar demasiado para hacer esto, y
Esi se obligó a besar a Ilyhas por última vez antes de levantarse. Él y Jadon lo
ayudaron a rodar hacia el frente para que Sal pudiera hacer sus cosas con la
marca, luego de vuelta hacia el frente para que pudiera beber lo que hubiera en
la taza. Cerró los ojos y apoyó la cabeza en la almohada, y Esi se aferró a su
mano, tragándose las lágrimas que amenazaban con caer.

Podrían hacer esto. No quería hacerlo, pero tenía que hacerlo, y podría ser
fuerte a través de eso.

Jadon extendió su mano libre sobre Ilyhas y se la ofreció a Esi, y Esi se aferró
a los dos hombres que amaba mientras Sal sometía a Ilyhas. Podía sentir el
momento exacto en que Ilyhas se deslizó en el reposo. Su cuerpo se relajó
como no lo había hecho en días, y suspiró profundamente, con una pequeña
sonrisa jugando en sus labios. Sus dedos se aflojaron y su mano se habría
soltado de la de Esi si Esi no se hubiera aferrado a ella.

"Está hecho", dijo Sal.

Esi asintió. No creía que pudiera decir nada, no sin estallar en lágrimas. Él no
quería intentarlo.

"Gracias", murmuró Jadon por ambos.

"Creo que también debería poner a Esi en reposo".

Esi parpadeó y apartó la mirada de Ilyhas. "¿Qué?"

“Tienes la marca. Se va a extender. Sabes exactamente cómo, porque lo has

visto con Ilyhas. Puedo ponerte en reposo para que no tengas que pasar por lo
que él pasó”.

"No." Esi no tenía que pensar en eso porque ya lo había hecho.

Sal hizo una mueca. “Maldita sea, ¿por qué eres tan terco? Ilyhas debería
haber estado de acuerdo antes de lo que lo hizo, y viste lo difícil que fue para
él.”

"¿Será eso un problema cuando se despierte?" Porque Esi ni siquiera quería

04/2022
considerar la posibilidad de que no lo hiciera. No podía permitírselo si quería
poder continuar.

"No pero-"

"Entonces no. Puedo prometer que no lo alargaré tanto como él, ya que sé lo
que está pasando, pero es demasiado pronto. La marca aún es pequeña”.

Sal resopló y agarró el cuenco con la pasta que le había puesto antes a
Ilyhas en la espalda. Lo empujó hacia las manos de Esi y lo señaló. "Utiliza esto.
No te curará, pero detendrá la marca por el momento. Sin embargo, solo no
puede hacer mucho”.

"Lo sé. Gracias." Sal le estaba dando tiempo a Esi, el tiempo que no habría
tenido de otra manera.

“Dame las gracias cuando finalmente pueda sacarlos a los dos del reposo. Y
quiero que vengas a mí todos los días. Comprobaré la marca. Tendrás que ser
honesto acerca de cualquier síntoma que puedas tener, o no podré ayudarte”.

"Lo prometo."

Esi había ganado, al menos esta ronda. Sabía que dejarse poner en reposo
sería lo mejor que podía hacer, pero no podía, no hasta que no hubiera forma de
salir de eso. Necesitaba cuidar de Ilyhas, aunque no él podría saberlo.
Necesitaba estar allí para Jadon, quien había abierto su corazón solo para
sentirse herido por lo que sentía por Ilyhas. Jadon no merecía estar solo, no en
esto. Esi podría no ser capaz de hacer mucho al respecto, pero esperaba que al
menos su presencia ayudaría a calmar a Jadon y le facilitaría concentrarse en
lo que era importante: encontrar a la persona que lo perseguía y que quería
lastimarlo tan mal que estaban dispuestos a matar a dos hombres inocentes
para que eso sucediera.

04/2022
 Capítulo trece

Jadon no estaba seguro de qué pensar sobre Jordan y Harrison. Jordan se

veía lo suficientemente profesional, serio y mirando directamente a Jadon, pero
su compañero se comportaba más como un niño, observando todo con los ojos
muy abiertos. Miró a Jadon por unos momentos cada vez que miraba en su
dirección, como si no se diera cuenta de que Jadon lo había notado.

Y tal vez no lo hizo. Jadon nunca estuvo seguro de lo que pasaba por la
mente de la mayoría de las personas. Pero hasta ahora, parecía que Harrison
estaba tratando de no hacer las cosas incómodas.

Y él estaba fallando.

Jadon se aclaró la garganta. “Gracias por venir”, le dijo a Jordan. Él era el jefe
entre los dos compañeros, y con quien Jadon se sentía más cómodo hablando
considerando que ya se conocían.

“No lo menciones. Habría venido aunque Cumar no hubiera jugado la carta

de somos familia. Ayudaste a salvar a Caelan. Es lo menos que puedo hacer."

"¿Familia?" preguntó Harrison.

Jadon esperaba que no hiciera preguntas al azar mientras hablaban. "Es

complicado."

Harrison se inclinó hacia adelante en su silla. "¿Me lo puedes explicar? Sé

que puede ser una molestia para ti, pero no sabemos quién te persigue, o
incluso si alguien te persigue específicamente a ti en lugar de a alguien que te
importa”.

Jadon no quería dar explicaciones, pero Harrison no estaba equivocado.

“Jordan es amigo de Chase, quien está enamorado de Thailor, quien es
compañero de Cumar en la Liga, y por supuesto, Cumar es hermano de Ilyhas.
Jordan también está enamorado de Caelan, el hermano de Aiden. Aiden es un
04/2022
amigo mío y alguien a quien traté de reclutar como guerrero”.

Harrison asintió con entusiasmo. Jadon se sorprendió de que no estuviera

tomando notas.

Jordan se aclaró la garganta. “Ahora que lo tenemos claro, ¿podemos volver

a la razón por la que estamos aquí? ¿Dijiste que alguien está tratando de llegar
a ti a través de tus amantes?”

Jadon se recostó en su silla y entrelazó sus dedos. “Sí, o al menos eso es lo

que sospechamos. Inicialmente, pensamos que la persona que hacía esto se
dirigía específicamente a Ilyhas. Es el hijo de Asmodeus, y aunque ahora vive
aquí, algunos demonios no están ansiosos por darle la bienvenida.”

"¿Quién es Asmodeus?" preguntó Harrison. Había sacado su teléfono y sus

pulgares volaban sobre la pantalla.

“Uno de los príncipes del Infierno. Era poderoso e influyente, y también

increíblemente cruel y sádico. Ilyhas no es como su padre, que es una de las
razones por las que se mudó al reino humano”.

"¿Pero ya no crees que él sea el objetivo?"

"No. Mi otro amante, Esi, ha sido marcado como lo está Ilyhas.”

Jordan golpeó sus dedos en su muslo. “Eso no significa que tenga que ver
contigo. ¿Quizás están tratando de hacer que Ilyhas o Esi paguen por algo?”

“Pensé en eso, pero no tiene sentido. Ilyhas está en reposo, por lo que no
sabe que Esi está enfermo y no sufre por ello. Y Esi, bueno, solo era un sirviente
en el palacio. No hay razón para que alguien intente matarlo si no es para
lastimarme a mí.”

Jordan asintió. "Está bien. Comenzaremos con la suposición de que esta

persona está tratando de llegar a ti. ¿Tienes una lista de las personas que crees
que podrían hacer esto? Cumar dijo que estabas haciendo una.”

Jadon tomó una hoja de papel de su escritorio y se la tendió. "Eso es todo.

Aunque no puedo creer que algunas de estas personas hicieran esto. La

04/2022
mayoría de ellos no son los demonios más inteligentes que existen, y los
demás no se molestarían”.

“Sin embargo, alguien está tratando de llegar a ti”. Jordan abrió el papel y lo
miró. “Esto no menciona a ningún miembro de la familia o ex amantes”.

“Cumar te habló de mi familia, supongo”. Jadon se lo había contado a él y a

los demás porque se lo habían pedido, pero no podía creer que sus padres
hicieran algo así.

"Lo hizo. ¿Entiendo que no tienes la mejor relación?”

"Eso es un eufemismo. Mi madre es muy activa en la caridad. Ella dona todo

el dinero que recauda a los humanos y trata de que la acepten. No estoy seguro
de por qué, y no me importa.”

"¿Ella no estaba feliz de enterarse de Ilyhas y Esi?"

"No. Trató de hacerme reconsiderar mis decisiones y empujarme a volver

con mi ex. Le dije que se largará”.

“¿Crees que ella podría ser la que está detrás de esto? Parece que ella
tendría los medios para contratar a alguien para hacer el abracadabra detrás de
esto, y podría haber pensado que si Ilyhas y Esi no estuvieran en tu vida, habrías
vuelto con tu ex”.

"No. Ella tiene el dinero, pero sabe mejor que tratar de manipularme así.
Nunca volvería con Eric, incluso si él fuera el último hombre en la tierra y en el
Infierno. Puede que no esté contenta con mi decisión, pero no intentaría
presionarme. Ella no ganaría, y no quiere que nuestra familia implosione. No se
vería bien para sus amigos y las personas que le dan dinero”.

Jordan tarareó. "Está bien. La conoces mejor que yo, obviamente, pero aún
quiero que Harrison la investigue.”

“Estás a cargo de esta investigación. Haz lo que sientas que debes hacer”.

"Bien. ¿Qué hay de tu ex? ¿Podría estar detrás de esto? Me parece que podría
quererte de vuelta, y eso sería posible con Esi e Ilyhas en tu vida”.

04/2022
 Jadon había pensado en eso. “Dudo que tenga algo que ver con esto. Es un
imbécil, pero en este punto, probablemente no quiera tener nada que ver
conmigo”.

"¿Oh? ¿Por qué?"

"Yo... tuvimos palabras hace unos días".

"¿Palabras?"

Jadon resopló. “Fui a su casa cuando supe que había venido a mi

apartamento e insultado a Esi e Ilyhas. Ha habido una afluencia de demonios, y
varios me han atacado. Pensé que podría tener algo que ver con eso, y lo
golpeé para obtener las respuestas que quería”.

"¿Ya no piensas eso?"

“Es un cobarde. Ha pasado su vida siendo servido y reverenciado porque sus

padres tienen dinero, como los míos. Así que sí, tendría los medios para
contratar a alguien, pero dudo que me quiera de vuelta ahora que le he pateado
el trasero”.

“Él podría querer venganza. Como dijiste, lo golpeaste y defendiste a tus

nuevos amantes. Si fue él quien vino aquí, significa que necesitaba o quería
algo de ti. ¿Lo consiguió?”

“No lo vi hasta que fui a su casa. Por lo que me dijeron Esi e Ilyhas, él no se
tomó bien su presencia en mi apartamento y se fue. Mencionó algo sobre que
volvimos a estar juntos, pero como dije, dudo que quiera eso más”.

“Aún así, vale la pena investigar esto. Sé que probablemente quieras que
alguien que no te importe sea el malo…”

“No me importa Eric. Yo nunca hizo. Era una buena follada, pero eso es todo
lo que había entre nosotros.”

Harrison emitió un sonido ahogado y tosió. Jadon y Jordan intercambiaron

una mirada divertida, pero Jordan rápidamente volvió a ponerse serio. "Aún así.
Muchas veces, el malo está más cerca de casa de lo que uno podría pensar.

04/2022
Vale la pena intentarlo, y no quiero dejar ninguna piedra sin remover, por si
acaso. Si no encontramos nada sobre tu familia y tu ex, comenzaremos con la
lista que nos diste. ¿Dijiste que Cumar y Thailor también están trabajando en
esto?”

"Sí. Probablemente deberías hablar con ellos una vez que hayamos
terminado aquí. Cumar estaba en mi departamento con Ilyhas cuando me fui.
Eres bienvenido a bajar conmigo”. Jadon no se lo habría ofrecido hace unas
semanas, pero necesitaba toda la ayuda que pudiera conseguir y Cumar no se
había equivocado cuando dijo que eran familia.

No estaban emparentados, no todos ellos, no por sangre, pero les importaba.

Se apoyaban y amaban, y Jadon, Esi e Ilyhas necesitaban eso. ¿Y qué si eso
significaba dar la bienvenida a más personas al santuario privado de Jadon? No
eran personas que se aprovecharían de ello, y él lo sabía. Y tal vez una vez que
esto terminara e Ilyhas y Esi estuvieran bien, las personas a las que había
dejado entrar se quedarían y él no sentiría que siempre tenía que estar solo.

****

Esi necesitaba hacer algo. No estaba seguro de qué, pero no podía quedarse
en la habitación con Ilyhas, no cuando no había ninguna posibilidad de que
Ilyhas se despertara. No quería dejar a Ilyhas solo, pero sabía que estar allí con
él no cambiaría nada. Estaba en reposo y Sal había dicho que probablemente ni
siquiera podía escuchar a Esi cuando hablaba con él, lo cual era un poco
deprimente.

Lo que hizo que Esi se sintiera aún peor era que tenía náuseas. Sabía que así
habían comenzado las cosas para Ilyhas, y eso significaba que incluso con la
ayuda de Sal y su apestoso ungüento, la marca se estaba extendiendo. No
necesitaba ser capaz de verla para saber eso. No le quedaba mucho tiempo, y
eso lo aterrorizaba. Una vez que él también estuviera en reposo, no sería capaz
de hacer nada para ayudar, y Jadon se quedaría solo.
04/2022
 No era justo. Esi sabía mejor que nadie que la vida no era justa, pero esto se
sentía especialmente cruel. Él e Ilyhas habían pensado que finalmente eran
libres, del palacio y del padre de Ilyhas, para tener una vida propia, para hacer lo
que querían hacer en lugar de lo que se esperaba de ellos. Y Jadon finalmente
estaba comenzando a vivir una vida que estaba hecha de más que trabajo, y
estaba a punto de arrebatárselo.

No había nada que Esi pudiera hacer por eso. No pudo evitar que su marca
se extendiera y no pudo curar a Ilyhas. Pero podía cuidar de Jadon mientras
aún tuviera la oportunidad de hacerlo. Jadon estaba trabajando sin parar,
tratando de encontrar quién estaba haciendo esto. Llamaba a la gente y
hablaba con ellos, y Esi sabía que quería hacer más. No podía, y eso lo estaba
lastimando tanto como todo lo demás. Tal vez Esi podría intentar distraerlo, al
menos por una noche. No sería posible olvidar que Ilyhas estaba en su
habitación, pero podían cenar allí con él, tratar de relajarse y no pensar en el lío
que estaba pasando a su alrededor, al menos por unas horas.

Sin embargo, ¿cómo iba a hacer eso?

Lo primero que le vino a la mente fue preparar una buena comida. Pero
cuando fue a abrir la nevera, la encontró casi vacía. Suspiró y se quedó mirando
la botella solitaria de agua y el tarro de pepinillos. No habían ido de compras
desde... Dios, Esi ni siquiera recordaba cuándo lo habían hecho por última vez,
pero sabía que Ilyhas había ido con él, así que había pasado un tiempo. Él y
Jadon habían estado comiendo comida del comedor desde que Ilyhas se puso
demasiado enfermo para levantarse de la cama, y aunque esa comida no
estaba mal, Esi quería una comida casera. Esperaba que concentrarse en eso
durante unas horas lo ayudaría a olvidar la inminente sensación de fatalidad
que lo perseguía a todas partes. Incluso tenía miedo de dormir ahora porque no
sabía cómo se sentiría cuando se despertara, y no quería perder ni un segundo
con Jadon.

Comprar de comestibles, entonces. Ayudaría a Esi a pensar en algo que no

era su salud o la de Ilyhas y, con suerte, sería una agradable sorpresa para
Jadon cuando volviera a casa esta noche.

04/2022
 Esi escribió una nota y la dejó en el mostrador de la cocina, en caso de que
Jadon llegara antes de lo que Esi esperaba. Se suponía que iría a ver a Ilyhas en
unas pocas horas, pero Esi esperaba estar de vuelta para entonces. No le
gustaba dejar solo a Ilyhas, aunque sabía que su presencia no cambiaría nada.

Agarró su billetera al salir. Estaba un poco asustado por dejar el cuartel

general, no lo había hecho desde que él, Ilyhas y Jadon habían salido a
almorzar y habían sido atacados por ese demonio pishacha. Todavía no sabían
con certeza si los ataques de los demonios tenían algo que ver con las marcas,
pero Jadon pensó que sí, y Esi estuvo de acuerdo. De lo contrario, sería
demasiada coincidencia. Así que a Esi le puso nervioso dejar el cuartel general
por su cuenta, pero no se iba a esconder. La persona que los lastimó a él y a
Ilyhas ya estaba ganando, y no lo dejaría ganar esta pelea en particular, no
ahora. Esi necesitaba sentirse fuerte, sentir que estaba haciendo algo, incluso
si solo estaba comprando comestibles.

Todavía caminaba apurado en su camino a la tienda. Sin duda, Jadon habría

querido que llamara y consiguiera que alguien fuera con él, y tal vez debería
haberlo hecho, pero había estado encerrado en el cuartel general durante días.
Podía sentir a todos observándolo constantemente, esperando que se
enfermara, que tuviera que meterse en la cama sabiendo que no podría salir de
ella pronto. Esi odiaba las miradas. Siempre le había disgustado ser el centro
de atención, tal vez porque podría haber sido mortal cuando trabajaba en el
palacio. Cualquiera que sea la razón, estaba aliviado de poder tener media hora
para él solo, y sus hombros se relajaron tan pronto como salió.

El día era cálido, y cerró brevemente los ojos, inclinando la cara hacia el cielo
y respirando profundamente. El olor de la ciudad lo golpeó como una bofetada:
demasiada gente viviendo junta, autos, basura y animales que se arrastran. Era
muy diferente de la forma en que olía el palacio y la forma en que olía el cuartel
general, pero le dijo a Esi lo que quería saber: era libre, por ahora. Libre para
caminar hasta la tienda de comestibles y llenar su refrigerador.

Así que eso fue lo que hizo. No tenía una idea precisa en mente cuando entró
a la tienda de comestibles, y sabía que debería ceñirse a algo simple porque no

04/2022
tendría la fuerza para limpiar una vez que terminara de cocinar y comer. Jadon
podía hacerlo, por supuesto, pero ambos querían pasar tiempo con Ilyhas,
aunque estaba dormido. Tal vez podrían limpiar mañana, y si Esi mantuviera las
cosas simples, sería más fácil, así que tomó algunos bistecs, una ensalada de
papa y algunos tomates. Tenía que conseguir cosas conscientemente solo para
dos personas, y le dolía tanto que tenía que detenerse, cerrar los ojos e inhalar y
exhalar.

"¿Estás bien?" preguntó la voz de un hombre.

Esi se sacudió y abrió los ojos. Se obligó a sonreír. "Si, gracias. Sólo un poco
mareado.”

El hombre no parecía convencido, por lo que Esi se apresuró a la salida. No

quería que la gente se preocupara por él. Ya tenía suficiente de eso en casa.

Todavía estaba nervioso cuando salió de la tienda de comestibles y se

dirigió de regreso a la sede. Ya no estaba de humor para cocinar, pero ya había
comprado estas cosas, y Jadon se merecía una buena comida en casa, aunque
la estarían comiendo junto a Ilyhas. Esi sabía que sería mejor si se quedaban en
la cocina, pero le dolía el corazón pensar en la forma en que estarían aislando a
Ilyhas, aunque ni siquiera estaba despierto. ¿Por qué todo era tan complicado?

Algo agarró el brazo de Esi y tiró de él hacia un lado. Gritó, pero una mano le
tapó la boca y lo calmó. Dejó caer la bolsa y arañó el brazo, pero estaba
cubierto, y ni siquiera logró apartarlo de su cara, y mucho menos arañarle.

Esi se retrocedió. La persona que tiraba de él hacia el callejón más cercano

(un hombre, tenía que ser un hombre) gruñó, pero esa fue toda la reacción que
tuvo Esi. No le impidió retorcerse, devolver el golpe y patear, pero bien podría
haber estado golpeando una pared.

Mordió la mano que cubría su boca.

El hombre maldijo y golpeó un lado de la cabeza de Esi, haciéndole ver

estrellas. Esi tropezó y perdió el equilibrio lo suficiente como para que el
hombre pudiera empujarlo hacia una camioneta que Esi no había notado antes.

04/2022
Esi sabía que si se subía a esa camioneta, las cosas no terminarían bien para
él. Se defendió con más fuerza, pero no fue suficiente. Era pequeño y, a
diferencia de Ilyhas, no había sido entrenado para defenderse.

Algo golpeó la parte posterior de su cabeza, el dolor estalló y oscureció su

visión. Golpeó algo duro cuando cayó, el piso de la camioneta, y su cabeza se
golpeó nuevamente.

Él se apagó.

****

Jadon se frotó los ojos, tratando de recordar la última vez que había dormido
una noche completa. Probablemente antes de que Ilyhas se enfermara. Sin
embargo, ni siquiera estaba seguro de cuánto tiempo hacía de eso. Los días
habían comenzado a mezclarse con el declive de Ilyhas, y Jadon ni siquiera
tenía su rutina de trabajo en la que confiar para recordarle la fecha. No es que
importara, qué día era no cambiaría el hecho de que todavía estaba buscando a
la persona que atacaba a Ilyhas y Esi y una forma de curarlos.

Las puertas del ascensor se abrieron. Jadon abrió los ojos y salió,
parpadeando ante la iluminación más suave de su sala de estar. La habitación
estaba vacía, pero no se sorprendió. Esi pasaba la mayor parte del tiempo en el
dormitorio con Ilyhas, hablándole y leyéndole. Jadon los había encontrado
durmiendo en la cama varias veces en los últimos días, y siempre le rompía el
corazón. Esi se aferró a Ilyhas como si temiera que Ilyhas pudiera desaparecer
mientras dormía. No era consciente, y siempre ponía buena cara cuando estaba
despierto y con otras personas, pero Jadon había aprendido a leerlo. Estaba
sufriendo, al igual que Jadon.

Cuanto antes terminara esto, mejor.

Jadon abrió la puerta del dormitorio tan silenciosamente como pudo y se

asomó al interior. Ilyhas estaba en la cama, igual que cuando Jadon salió del
04/2022
apartamento esa mañana, pero no había ni rastro de Esi. La luz del baño estaba
apagada, pero Jadon la revisó de todos modos.

Estaba vacío.

Corrió por el apartamento, comprobando la habitación de invitados, el baño y

la oficina, pero todo estaba vacío y Esi no estaba por ningún lado.

No estaba en el apartamento.

Jadon tragó saliva. Era demasiado pronto para enloquecer, pero reconoció la
sensación en la boca del estómago. Regresó al dormitorio y se aseguró de que
Ilyhas estuviera cómodo. Una vez hecho esto, llamó a Cumar.

"Hola jefe. ¿Qué sucede? ¿Hay noticias? Por favor, dime que estás llamando
porque descubriste quién está haciendo esto”.

"No. ¿Has visto a Esi?”

“¿Esi? No. ¿No está con Ilyhas?”

“No. Él no está en el apartamento en absoluto. ¿Estás arriba?”

"Sí. Thailor y yo lo buscaremos. Quédate con Ilyhas y te llamaremos en

cuanto sepamos algo. ¿Has intentado llamarlo?”

"Aún no."

"Hazlo."

Colgaron y Jadon fue a la cocina. Era estúpido, pero no quería molestar a

Ilyhas. No había forma de que se despertara, incluso si Jadon gritaba junto a su
oído, pero aun así. Parecía tan tranquilo, y si podía escucharlo, Jadon no quería
que se preocupara por Esi, no cuando no había nada que pudiera hacer para
ayudar a encontrarlo.

Fue a la cocina y encendió una luz más fuerte. Algo en el mostrador llamó su
atención y tomó la nota.

Ir a la tienda de comestibles. Debería estar de vuelta antes de que llegues a

casa, pero si no lo hago, ya sabes dónde estoy.
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 Esi.

Jadon dejó la nota y se frotó el cuerno. Esi había salido, por lo que Jadon
probablemente no debería preocuparse, pero en cambio, saber eso lo asustó.
Según la nota, Esi esperaba estar en casa hace un tiempo, pero no lo estaba.
Jadon no sabía cuándo exactamente se había ido Esi, pero se estaba haciendo
tarde. Era hora de cenar, en realidad, y si esa era la razón por la que Esi había
salido, ya debería haber regresado.

Jadon sacó su teléfono y marcó el teléfono de Esi. No se sorprendió cuando

fue directo al buzón de voz. No sabía qué estaba pasando exactamente, pero
sabía lo suficiente para darse cuenta de que algo le había pasado a Esi. No
había otra explicación. No desaparecería sin decirle nada a Jadon. Y lo que es
más importante, no dejaría a Ilyhas solo.

El teléfono de Jadon sonó. Casi dejó caer la nota y se reprendió a sí mismo

por estar tan nervioso. Este no era él. Cuando algo sucedía, él siempre era el
que mantenía la calma y la serenidad, y quien tomaba la situación en sus
manos y se aseguraba de que se hiciera lo que había que hacer. "¿Sí?"

“Está bien, entonces Andor lo vio salir del edificio hace cuatro horas. Parece
que hablaron y Esi dijo que iba a buscar algo de comida. Andor se ofreció a ir
con él, pero él se negó. Dijo que volvería enseguida, que solo necesitaba
recoger unas pocas cosas.”

“¿Alguien lo ha visto volver?”

“No que yo sepa, pero estoy sacando las imágenes de las cámaras, así que
podré contarte más en unos pocos minutos. ¿Conseguiste hablar con él?”

“No, fue al buzón de voz”.

“Sigue intentándolo. Thailor y yo estaremos abajo tan pronto como

obtengamos las imágenes”.

Jadon volvió a llamar a Esi tan pronto como colgó, pero ni siquiera pudo
comunicarse. Por suerte, las puertas del ascensor se abrieron antes de que
pudiera seguir enloqueciendo. Cumar y Thailor entraron, seguidos de Sal. Jadon
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maldijo. Había olvidado que se suponía que Sal vendría a ver cómo estaba
Ilyhas.

"¿Qué está pasando?" Sal preguntó. Hoy, vestía una camiseta azul pálido con
un pony y la frase lindo pero raro escrita en los colores del arcoíris. Su cabello
blanco estaba trenzado y colgaba sobre un hombro, y sus garras estaban
pintadas de rojo.

“Ilyhas está en el dormitorio. Por lo que pude ver, está bien” le dijo Jadon.

Sal entrecerró los ojos, pero desapareció en el pasillo sin agregar nada.
Cumar le tendió su teléfono a Jadon, y Jadon vio las imágenes que había
obtenido de las cámaras. No agregaron nada a lo que ya sabían excepto la hora
exacta en que se fue Esi: hace cuatro horas. Jadon lo vio salir del edificio a pie
y no regresó.

Volvió a poner el teléfono en las manos de Cumar y resopló de frustración.

"Esto no ayuda".

"Lo sé. Ya mandé a alguien a la tienda de comestibles, pero estaba cerrada.

Están tratando de encontrar a las personas que estuvieron allí esta tarde, pero
llevará un tiempo”.

“Tenemos que encontrarlo. No hay forma de que esto no esté relacionado

con Ilyhas y los ataques de los demonios. La persona detrás de todo esto lo
tiene a él”. Jadon se pasó una mano por el pelo. “Él ya podría estar muerto”.

“Lo dudo” dijo Sal mientras regresaba a trompicones a la habitación.

"¿Por qué?"

“Porque esta persona está haciendo mucho para lastimarte,

específicamente”.

“Perder a Esi me destrozaría”.

“Pero no saber lo que le está pasando duele más, ¿no? Porque ni siquiera
sabes si está vivo.”

Jadon luchó contra el impulso de golpear a Sal en la cara. "¿Tienes algo útil
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que decir?"

"Lo hago. Puedo localizar a Esi.”

"¿Cómo?"

“Con lo que Jordan llamó mi abracadabra. No va a ser fácil, pero puedo

hacerlo”.

Jadon vaciló. Sal ya estaba haciendo mucho y sabía que el hombre estaba
exhausto. No quería que se lastimara, tanto porque le agradaba Sal como
porque lo necesitaría para que lo ayudara con Ilyhas. Pero, ¿realmente podría
decir que no cuando podría ser la única forma de encontrar a Esi? "¿Estás
seguro de que estás dispuesto a hacerlo?"

"Claro que lo estoy. Sin embargo, voy a necesitar algunas cosas.”

“Dímelo, y me aseguraré de que las tengas”.

Sal cogió un bolígrafo y una hoja de papel y empezó a escribir. Jadon se

acercó de nuevo a Cumar y Thailor. “Tenemos que organizar algo. No quiero
que Ilyhas esté solo mientras yo voy a buscar a Esi. Cumar, ¿quieres quedarte
con él?”

"No."

Jadon parpadeó. "¿Qué?"

“Está a salvo aquí, y podemos pedirle a Yo'ash o Aiden que vengan y se

sienten con él, o incluso a Jordan o Harrison. Sin embargo, quiero ir contigo a
buscar a Esi. Ilyhas nunca me perdonaría si no hiciera todo lo posible para
salvar a su hombre. Además, seré más útil contigo.”

Jadon no iba a decir que no a eso. Solo quería a las personas en las que más
confiaba con él, y Cumar y Thailor eran dos de ellas. "Está bien."

Un avión de papel golpeó a Cumar en la frente. Arqueó una ceja hacia Sal,
quien se encogió de hombros. “Esa es mi lista. Consígueme esas cosas y
encontraré a Esi.”

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 Jadon asintió. “Cumar, encárgate de eso. Llamaré a Jordan y veré qué está
haciendo, le pediré que venga. Él va a querer saber qué está pasando de todos
modos. Thailor, llama a Chase y a los demás. Ellos también lo harán.”

Las cosas estaban en movimiento, y ninguno de ellos iba a descansar hasta

que Esi estuviera sano y salvo. Con suerte, no era demasiado tarde para eso.

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 Capítulo catorce

Esi miró a la pared frente a él y trató de mover las manos, pero estaban
atadas con demasiada fuerza para que pudiera liberarse. Ya lo había intentado
muchas veces desde que se despertó.

No sabía dónde estaba. La habitación en la que lo habían dejado era de

concreto, el único mueble era la silla en la que estaba sentado. Hacía frío, a
pesar de que era junio, por lo que pensó que podría estar en un sótano, pero
eso fue todo lo que logró encontrar. No sabía cómo salir, cuánto tiempo había
estado allí y si alguien se había dado cuenta de que se había ido. Eso esperaba,
porque no estaba seguro de poder salir de aquí por su cuenta.

Debería haber accedido a entrenar con Ilyhas y Andor cuando se lo pidieron,

maldita sea.

El sonido de pasos lo hizo congelarse. Venían hacia él, y no podía decidir si

era algo bueno o malo. Por un lado, esperaba que tal vez saber quién lo había
atrapado y hablar con ellos lo ayudaría a salir de allí. Por otro lado, sabía mejor
que pensar que sería capaz de convencer a este imbécil para que lo dejara ir, y
eso significaba que nada bueno podría salir de hablar con él o ella.

Su estómago se contrajo de miedo cuando la puerta se abrió. No tenía idea

de quién iba a entrar, y deseaba no tener que averiguarlo.

Entonces Eric entró.

Esi parpadeó hacia él. Todavía vestía un traje perfectamente cortado, y su

cabello estaba peinado hacia atrás. Estaba tan fuera de lugar en esta
habitación que Esi tardó un segundo en darse cuenta de lo que significaba su
presencia. "¿Fuiste tú quien puso la marca en Ilyhas y en mí?" escupió cuando
lo hizo.

Eric sonrió, y Esi quiso sacarle los dientes demasiado blancos. "Estrella de

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oro para ti, niño bonito".

“Vete a la mierda.”

Eric se rió. Era un poco ridículo, o al menos de eso trató de convencerse Esi.
Era más fácil para él mirar a Eric y ver al ex despreciado que pensar en por qué
había hecho lo que había hecho.

"Tú eres el luchador, ¿no?"

Esi se movió en su silla. "Déjame ir. Necesito volver a Ilyhas.”

Eric chasqueó la lengua. "¿Por qué? No es como si alguna vez fuera a

despertar. ¿O aún no está en coma? Me sorprendería que no lo esté.”

"¿Por qué?" A Esi le costaba creer que Eric estaba haciendo esto porque
Jadon lo había dejado. ¿Podía alguien estar tan loco?

Eric se apoyó contra la pared, o empezó a hacerlo de todos modos. Se dio

cuenta de que probablemente se ensuciaría e hizo una mueca, cepillándose el
trasero y poniéndose de pie en su lugar. "¿Por qué crees?"

"No lo sé. No puede ser porque Jadon no te quiera.”

"¿Por qué piensas eso?"

“Porque nadie sería tan estúpido”.

Eric apretó los dientes. “¿Qué sabes de eso, eh? Lo tienes.”

"Así que es porque Jadon te dejó".

Eric parecía querer estrangular a Esi, y Esi se preguntó si eso no sería mejor
que lo que tenía en mente. Podía imaginar muy bien a Eric queriendo lastimarlo,
y la manera más fácil de hacerlo era esperar. Esi estaba marcado. Ya estaba
decayendo, y las cosas no iban a mejorar con el paso del tiempo,
especialmente sin la ayuda de Sal.

"Por supuesto que no. No me importa Jadon.”

"No parecía que no te importara cuando viniste a su apartamento".

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 Eric se rió. “Oh, eres una cosita estúpida, ¿no? ¿De verdad crees que querría a
Jadon si no tuviera una razón?”

Esi se humedeció los labios. "¿Qué quieres decir?" Probablemente no debería

querer saberlo, pero esperaba que lograr que Eric hablara retrasara las cosas y
que alguien viniera a buscarlo. No sabía si podrían encontrarlo, pero si sabía
una sola cosa sobre Jadon y los demás, era que no se rendían por cosas como
no poder localizar a alguien. Encontrarían una manera. Esi solo necesitaba
asegurarse de que Eric no lo lastimaría antes que ellos llegarán.

“Nunca estuve con Jadon porque lo amara”.

Esi no estaba convencido de eso. Pero de nuevo, no quería que Eric lo

lastimara demasiado. “Entonces, ¿por qué estabas con él? ¿El dinero de su
familia?”

Eric resopló. “Como si necesitara dinero. No, me pagaron para espiarlo y

luego para matarlo”.

“Sin embargo, todavía está vivo”.

La mandíbula de Eric se tensó. "Yo era débil. Y no creas que no sé lo que

estás haciendo. No pueden encontrarte. Me aseguré de deshacerme de tu
teléfono, y Jadon no conoce este lugar. Nadie lo hace."

“Me di cuenta de eso cuando me desperté. Sólo quiero saber qué te hicimos
Ilyhas y yo. ¿Por qué estás tan empeñado en matarnos cuando apenas te
conocemos?”

“¡Me lo quitaste!”

Bien, tal vez Eric estaba un poco loco. "¿A Jadon?"

“Por supuesto, que a Jadon. ¿De quién creías que estaba hablando?”

“Es por eso que no lo mataste a pesar de que se suponía que debías hacerlo.
Te enamoraste de él”. Esi entendió eso. Jadon era un tipo del que era fácil
enamorarse una vez que llegabas a conocerlo. Tenía un caparazón duro y
usaba una máscara para mantener alejada a la gente, pero debajo de eso, era

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uno de los mejores hombres que Esi había conocido, aunque eso no decía
mucho ya que había vivido en el Infierno la mayor parte de su vida. Pero Jadon
realmente era un buen hombre, y Esi sabía que tenía suerte.

Eric gruñó. Sus ojos brillaban y parecía el demonio que era ahora, incluso con
el lindo traje y el corte de pelo. “Fui un idiota. Debería haber sabido que solo me
estaba usando a mí. Pero me facilitó las cosas una vez que me dejó”.

“Aunque no lo has matado.”

"Aún no. Primero decidí divertirme un poco. El amor es una debilidad. Lo

superé, pero él no, y sabía que podía lastimarlo apuntándote a ti y a tu pequeño
novio. Así que lo hice. Y Jadon va a sentir mucho dolor cuando encuentre tu
cuerpo. La marca se está extendiendo, ¿sabes?”

"Lo sé. ¿Quién quería que mataras a Jadon?” Porque eso era algo que no
tenía sentido. Esi entendió la motivación de Eric para las marcas, pero no para
querer matar a Jadon en primer lugar.

Eric se encogió de hombros. “Mi padre quiere el trabajo de Jadon. Apestaría

en eso, pero no es como si me importara.”

"La Liga te protege a ti y a todos los demonios de la ciudad".

"Por favor. La Liga es débil. Atienden a los humanos y cuidan de los

demonios por ellos, ¿y para qué? No, mi padre tiene razón. La Liga necesita
usar los demonios en lugar de matarlos.”

Esi tragó saliva. No era la primera vez que escuchaba ese tipo de retórica.
Los demonios siempre habían querido esclavizar a los humanos. Era bueno que
la mayoría de ellos estuvieran atrapados en el Infierno, aunque Jadon había
dicho que habían llegado más al reino humano. "¿Está tu padre detrás de la
afluencia de demonios aquí?"

"Claro que lo está. Quiere apoderarse de la ciudad. No me importa, siempre y

cuando me vengue.”

Eric estaba loco, o mejor dicho, era un demonio. Esi los conocía bien. No

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todos eran crueles y querían controlar el mundo, pero la mayoría lo hacía.
Siempre había pensado que aquellos se quedaban en el Infierno, pero
claramente, algunos habían logrado escabullirse hasta el reino humano, y era
peligroso. La paz, si pudiera llamarse así, entre los humanos y los demonios era
tenue. Esi no entendía por qué los demonios permitían que los humanos los
trataran como lo hacían, pero podía imaginar que el Infierno había sido mucho
peor para ellos. Aún así, con las influencias correctas y la gente lista para tomar
el poder, sería demasiado fácil entrar en guerra con los humanos, usando
demonios inferiores como munición. "¿Qué vas a hacer conmigo?" preguntó, su
voz no del todo firme.

"Pensé que era obvio".

"No lo es. ¿Me secuestraste para poder matarme?”

"En cierto sentido. Sé que Jadon se las arregló para encontrar a alguien que
ayudara con la marca en el cuello de la otra perra, y yo no podía tener eso.
Quiero golpear a Jadon donde más le duele, y ahí es donde entras tú. Él no
podrá salvarte si no sabe dónde estás. Te voy a dejar aquí, atado a esa silla. Me
pregunto, ¿qué te matará primero? ¿La marca, o la falta de comida y agua?”

Esi no lo sabía y no quería saberlo.

****

Sal estaba sentado en el suelo, con las piernas cruzadas, los ojos cerrados y
las muñecas apoyadas en las rodillas. Jadon contuvo la respiración mientras lo
observaba cantar y mezclar las cosas que había pedido en un tazón de madera.
No preguntó qué había dentro, ya lo sabía mejor. La última vez que lo había
hecho, Sal se había lanzado a una explicación complicada de los ingredientes
que había usado, para qué servían y cómo funcionaban. Jadon había
aprovechado unos diez minutos en la conversación, pero Sal había seguido
hablando durante otra hora y media.

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 "¿Qué está haciendo?" Harrison le preguntó a Jordan. Jadon pensó que había
tratado de susurrar, pero todos en la habitación lo escucharon, incluido Sal,
quien sonrió sin abrir los ojos. “Estoy cantando. Ahora silencio, niño bonito.
Necesito concentrarme.”

Las mejillas de Harrison se sonrojaron y se miró los pies. Duró solo un

momento, y luego su mirada volvió a Sal como si fuera atraída hacia allí.

El cántico de Sal se hizo más fuerte a medida que pasaban los segundos.
Tomó un puñado de lo que había en el tazón y lo arrojó sobre el mapa que había
puesto frente a él cuando había comenzado, esparciendo hierbas y otras cosas
sobre él y el suelo. A Jadon ni siquiera le importaba, no mientras eso significara
que Sal podría encontrar a Esi.

El mapa se incendió. Varias personas se sobresaltaron y aullaron, algunas

corrieron hacia Sal, pero Jadon extendió un brazo, deteniéndolos. Harrison
parecía que iba a patearlo en los huevos para llegar a Sal, pero el fuego se
extinguió tan rápido como había comenzado, dejando solo humo y un mapa
intacto.

Un mapa casi intacto, se dio cuenta Jadon cuando se acercó a Sal. Un

pequeño agujero se había quemado en él, y su corazón se estrujó en su pecho.
"¿Es ahí donde está Esi?"

“Sí,” graznó Sal.

Jadon se volvió hacia él. Le salía sangre de la nariz y parecía que podría
dormir durante una semana. Jadon esperaba poder hacerlo. Esperaba que
saber dónde estaba Esi significaría que recuperaría a Esi y que pondría sus
manos sobre la persona que les estaba haciendo esto. Entonces podría darle
los ingredientes que el gilipollas había usado a Sal, y Sal podría curar a Esi e
Ilyhas.

Entonces, podría dormir durante una semana. Todos podrían.

"¿Estás bien?" preguntó, alcanzando a Sal.

Harrison se le adelantó. Se arrodilló junto a Sal y le entregó un pañuelo,

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envolviendo su brazo alrededor de los hombros de Sal. Fue incómodo, con las
alas de Sal bloqueando el camino, pero Sal no protestó. En cambio, se apoyó en
Harrison y asintió mientras usaba el pañuelo para limpiarse la nariz. "Estoy
bien", le dijo a Jadon.

“No te ves bien,” murmuró Harrison.

"Pero lo estoy. Es solo un poco de sangre. He estado trabajando demasiado

duro y demasiado últimamente”. Tosió. “Toma el mapa, Jadon, y ve a buscar a
Esi. Con suerte, encontrarás lo que necesito para curarlo a él y a Esi”.

“¿Estarás bien?” preguntó Jadon.

“Me quedaré con él”, ofreció Harrison.

Jadon no estaba tan sorprendido como probablemente debería haber

estado. “Llévalo a la habitación de invitados. Puede limpiarse y descansar allí”.

Harrison asintió, con los labios apretados con fuerza. Sin embargo, Jadon no
tuvo tiempo de tranquilizar al hombre. Cogió el mapa del suelo y miró el nuevo
agujero.

"Conozco el área", dijo Thailor, mirando por encima del hombro de Jadon.

“¿Qué podemos esperar?”

“No hay mucho allí. Almacenes, en su mayoría, y muchos de ellos están

cerrados o abandonados. Es un buen lugar para mantener a alguien prisionero.
Nadie oiría ningún tipo de ruido”.

Incluyendo los gritos. Jadon apretó las manos en puños. No podía esperar
para ponerlos sobre la persona que lastimaba a Esi e Ilyhas. Iba a asegurarse
de que no pudieran hacerle esto a nadie más, nunca.

“Listo cuando tú lo estés”, dijo Cumar. Parecía que iba a matar a alguien, y
Jadon no se sorprendería si lo hiciera. Los dos probablemente terminarían
peleándose por esa tarea, y Jadon con gusto se lo dejaría a Cumar si eso
significaba que podía cuidar de Esi.

"Vamos."
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 Estaban listos para partir. Lo habían preparado todo antes de que Sal hiciera
su truco de magia, así que solo tenían que ir al garaje, donde los esperaban los
demás. Andor se había ofrecido voluntario para ayudar cuando se dio cuenta de
que Esi se había ido, al igual que su compañero, Darian. Iban a venir Cumar y
Thailor, por supuesto, al igual que Jordan y Yo'ash. Aiden también había
querido ayudar, pero Jadon lo había rechazado. No quería llevar a mucha gente
con él, y Aiden no estaba entrenado, ya que se había negado a ser un guerrero.
Yo'ash era portero y había sido guardaespaldas de Asmodeus durante años
antes de llegar al reino humano, así que sabía lo que estaba haciendo.

Usaron dos camionetas. Jadon dejó que Andor condujera en el que estaba
porque no habría podido mantener los límites de velocidad, y lo último que
necesitaban era ser detenido por la fuerza policial humana. Incluso con Jordan
con ellos para posiblemente explicar la situación, no podían darse el lujo de
perder el tiempo.

Thailor tenía razón. El lugar donde mantenían a Esi era un almacén. No

parecía abandonado, pero no había nadie alrededor, por lo que probablemente
no había estado cerrado por mucho tiempo. Eso haría más seguro y fácil
colarse, así que Jadon no se quejaba. "¿Tenemos alguna idea de dónde está en
el almacén?" Andor preguntó.

"No. Sal solo pudo conseguirnos un perímetro. Ni siquiera sabíamos que era
un almacén hasta ahora”.

"Mierda. Eso no nos va a facilitar las cosas”.

"Lo sé." Jadon miró el almacén. “Tú y Darian entrarán por esa ventana rota
en el piso superior. Podrás decirnos lo que ves. Si el lugar está vacío, os
seguiremos por la puerta lateral que está justo ahí.”

"Entendido."

Los guerreros de la Liga no estaban acostumbrados a trabajar en grupos.

Tenían compañeros, pero por lo general eso era todo. Sin embargo, Jadon no
había querido arriesgarse esta vez. No sabía quién o qué había en el almacén,
cuántas personas o demonios. Él podría necesitar ayuda. Probablemente lo
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haría, ya que su único pensamiento era llegar a Esi. Ser tan decidido a menudo
lo llevaba a cometer errores, pero sabía que no sería capaz de detenerse, no en
este caso. Esi significaba demasiado para él e Ilyhas.

Por eso se quedó atrás y dejó que los demás tomaran la delantera.
Sospechaba que Cumar estaba en el mismo estado que él, pero parecía lo
suficientemente concentrado como para que Jadon no estuviera preocupado.

Cumar lo miró. "¿Listo?"

Jadon asintió una vez. "Listo."

Andor y Darian se dirigieron hacia el almacén, y Jadon contuvo la

respiración.

****

Eric sacudió a Esi, haciendo que le castañetearan los dientes. "Date prisa".

Empujó a Esi hacia adelante. Esi tropezó. "Sería más fácil si mis manos no
estuvieran atadas a la espalda", murmuró.

"Cállate."

Esi obedeció. Podría querer patear a Eric en las bolas, pero lo sabía mejor.
Podía ver que el hombre estaba nervioso, lo que le decía que no reaccionaría
bien si se ponía bocón. Algo estaba pasando. Esa fue la única explicación para
que Esi lo moviera. ¿Significaba que había alguien allí para salvarlo? Eso
esperaba, y como no podía hacer nada más que ralentizar las cosas, se
aseguraba de tropezar tan a menudo como podía. El hecho de que sintiera
náuseas y como si pudiera vomitar sobre el traje de Eric ayudó.

Eric empujó a Esi hacia otro pasillo, y Esi casi se cae de cara. Manos duras lo
agarraron y lo empujaron hacia atrás, y Eric emitió un sonido de disgusto
cuando Esi golpeó su pecho. Esi parpadeó ante la persona que lo había
atrapado y su corazón se detuvo.
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 Toral.

Toral, uno de los guerreros de la Liga. Esi no lo conocía bien, pero lo

reconoció. Lo había visto en la enfermería un par de veces.

Agarró sus brazos. "Tienes que ayudarme. Por favor. Quiere matarme.”

Toral sonrió. “¿Quién crees que le dijo que te ibas del cuartel general? ¿Y
quién crees que te agarró?”

La comprensión hizo que Esi sintiera frío. Se echó hacia atrás, pero Eric
estaba allí, empujándolo dentro de la habitación. Señaló con el dedo a Toral.
“Quédate aquí con él.”

Toral arqueó una ceja. "¿Y qué vas a hacer?"

“Voy a ir a hablar con Jadon.”

“Estás tan seguro de que está aquí.”

"Claro que lo estoy. Su pequeña perra lo está, y él también”.

“No vas a durar ni un minuto contra él”.

Eric sonrió y el estómago de Esi se revolvió de horror. O tal vez era la marca,
no lo sabía. Cualquiera que sea la razón, sin embargo, realmente quería vomitar
sobre Eric. Esa fue probablemente la única venganza que obtendría.

“Él no me va a hacer daño”.

Toral resopló. “¿Estás seguro de que lo conoces? Porque es un hijo de puta

sediento de sangre”.

“Tal vez, pero él no me lastimará, no cuando tenga a su hombre. Solo tienes

que asegurarte de que no se escape. Por eso te estoy pagando.”

Toral levantó las manos. "Seguro, como sea. Adelante, haz que te pateen el
trasero, si eso es lo que quieres. No es piel de mi trasero”.

Eric entrecerró los ojos. Esi esperaba que él y Toral pelearan y le dieran la
oportunidad de escabullirse, pero por supuesto, no tuvo tanta suerte. Eric lo

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empujó contra Toral y se dio la vuelta. “Mátalo si trata de escapar.
Dolorosamente." Cerró la puerta detrás de él.

¿Ese ruido sería suficiente para decirle a Jadon dónde estaba Esi?

Toral agarró el brazo de Esi y lo arrastró hacia el interior de la habitación. Esi

se dio cuenta de que era un armario de escobas o algo similar. La habitación
era tan pequeña que no podía evitar rozar el costado de Toral cada vez que se
movía.

Movió los dedos, con la esperanza de aflojar al menos las ataduras de sus
muñecas, pero quienquiera que lo hubiera atado sabía lo que estaba haciendo.

Miró a Toral. "¿Por qué?"

Toral se apoyó contra la pared junto a la puerta. "¿Por qué qué?"

"¿Por qué estás haciendo esto?"

"¿Por qué no?"

“Porque eres un guerrero de la Liga. Tienes honor. Eres honesto. O al menos

se suponía que debías serlo.”

Toral se encogió de hombros. “Honor, tal vez. Sin embargo, no honesto.

Quiero decir, soy un demonio. Somos pendejos.”

"No lo soy."

“No, eres débil. Juegas a ser humano, pero no somos como ellos. Somos
más fuertes. Deberíamos ser nosotros quienes los esclavizaran, no al revés”.

“¿Así que por eso estás ayudando a Eric? ¿Por qué crees eso?”

“No. Me está pagando mucho dinero para ayudarlo. Realmente no me

importan los humanos. Pero no quiero actuar como tal. Luchar por ellos se está
haciendo viejo, así que pensé en tomar el dinero y volver al infierno”.

Esi esperaba que Jadon fuera a matar al tipo. Quería pensar que siempre
había sabido que Toral no era un buen hombre, pero estaría mintiendo. Dios,
era un idiota. "Puedo convencer a Jadon de que ignore el papel que has jugado
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en esto si me dejas ir".

“No me importa Jadon. Se ha vuelto blando. Él te llevó a ti y a ese otro. Está

atendiendo a los humanos. Él no me matará. E incluso si lo intenta, ya me habré
ido para cuando llegue a ti.”

Esi había imaginado que Toral intentaría mantenerlos fuera del armario de
las escobas hasta que no pudiera y tuviera que darse por vencido, pero no
sonaba así. “Eric te dijo que te quedaras conmigo” Esi no quería pasar más
tiempo con Toral, pero era mejor que estar abandonada en un armario oscuro y
atado.

“Ya me ha pagado”. Toral miró a Esi. "Pero me dijo que te matara si

intentabas escapar".

"No estoy tratando de escapar".

"No sé. A mí sí me lo parece”.

"¿Por qué? Dijiste que estabas haciendo esto por dinero. ¿Por qué quieres
matarme?”

“Porque sería divertido”.

Esi presionó su espalda contra la pared. Algo le pinchó la mano y se dio

cuenta de que algo sobresalía de la pared, tal vez un clavo o un tornillo. Fuera lo
que fuera, esperaba que fuera suficiente para cortar las ataduras, así que se
puso a trabajar mientras seguía tratando de perder el tiempo. “Jadon te
encontrará y te matará si haces esto, pero si me dejas aquí, puedo convencerlo
de que no te busque. Él lo hará. Además, estará concentrado en Ilyhas y en mí
hasta que nos sintamos mejor. No querrá dejarnos.”

Los lazos se aflojaron y las rodillas de Esi casi se doblaron de alivio. Todavía
sentía que iba a vomitar, pero apretó los labios. No podía permitirse que Toral
supiera lo que estaba tramando. Movió las muñecas y sintió que los lazos se
deslizaban hacia abajo.

"No sé. Sería divertido que Jadon me persiguiera. Ya sabes, un poco de

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ejercicio.”

A veces, Esi olvidaba que estaba tratando con demonios. Era fácil hacer eso
aquí en el reino humano. Todo el mundo era amable, o al menos civilizado. No
había torturas, ni castigos, ni ejecuciones públicas. Los demonios aquí no
cedieron ante lo que se suponía que debían ser. Mostraron lo mejor de su
personalidad porque de lo contrario serían perseguidos y asesinados. En el
Infierno, era todo lo contrario, y Esi se había olvidado rápidamente de eso.

No volvería a olvidarlo.

Toral se acercó, su mano acariciando el mango de su espada. Esi sabía que

no sería capaz de mantenerlo alejado si decidía pretendía una muerte rápida. El
hombre fue entrenado para matar. Podía patear el trasero de Esi y no sudar.

Esi tragó saliva. Lo único que tenía de su lado era el elemento sorpresa.
Esperaba que la marca no eligiera este momento para darle dolor de cabeza o
hacerlo sentir aún más enfermo de lo que ya estaba.

Dio un último tirón a los lazos y los sintió caer al suelo. El tragó. Podría estar
a punto de morir y no sería capaz de despedirse de Ilyhas o Jadon. Esperaba
que Jadon al menos pudiera salvar a Ilyhas de la marca. Se apoyarían
mutuamente durante el dolor de perder a Esi, y él esperaba que fueran felices
juntos, incluso sin él. Estaba aliviado de que al menos se tuvieran el uno al otro
para superar su pérdida.

Apretó los puños y se arrojó sobre Toral.

****

“Sabía que vendrías.”

La voz resonó en el área principal del almacén. Jadon no tuvo que ver quién
era para reconocerlo. Solo estaba levemente sorprendido de que Eric fuera el
que estaba detrás de esto. Había hecho las paces con esa posibilidad después

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de que Jordan decidiera investigarlo. No entendía completamente por qué Eric
estaba haciendo esto, no había habido amor entre ellos, solo sexo, pero no le
importaba. Quería que Esi volviera, y que él e Ilyhas estuvieran sanos y salvos.
No le importaba quién les había hecho esto más allá del hecho de que iba a
matar a la persona responsable de ello.

Incluso si era Eric.

Miró a su alrededor y localizó a Eric frente a una puerta abierta. No sabía

adónde conducía esa puerta, pero tenía que ser a Esi. Con suerte, la presencia
de Eric allí significaba que Esi estaba solo y no en peligro en este momento.

Jadon hizo un gesto a Cumar y Thailor para que retrocedieran y se enfrentó a

Eric por su cuenta. "Así que tú eres el que está lastimando a Esi e Ilyhas".

Eric sonrió. “Apuesto a que no lo viste venir, ¿verdad? No pensaste que yo

era capaz de algo como esto.”

Jadon todavía pensaba que no lo era. Eric era un imbécil, un hombre que
pensaba que todo se debía a él, pero no era un cerebro criminal. Tampoco
amaba a Jadon, por lo que no tenía motivos para lastimarlo de la forma en que
lo hacía, a menos que hubiera algo más. ¿Qué, sin embargo? ¿Qué pudo haber
empujado a Eric a hacer algo así? “Tienes razón, no lo hice. ¿Por qué?"

“Porque te lo merecías. Y porque mi padre necesita que seas incapaz de

hacer tu trabajo.”

El padre de Eric Por supuesto. ¿Cómo pudo Jadon haberse olvidado del
hombre? Lo había visto solo una vez y esperaba no tener que volver a tener una
conversación con él. Se había pasado todo el tiempo soltando tonterías acerca
de que los demonios eran superiores a los humanos. Eso podría haber sido
cierto cuando había estado en el infierno, pero Jadon había señalado que ya no
lo estaba, y estaba bastante seguro de que eso no le había sentado bien. “¿Por
qué no matarme directamente? Habría sido más fácil.”

“Pero no tan satisfactorio. Verte con tanto dolor porque estás perdiendo a
los hombres que amas me hizo muy feliz”.

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 Jadon quería darle un puñetazo en esa cara de suficiencia suya. "¿Dónde
está Esi?"

“Oh, él está aquí. Y no está solo”.

El corazón de Jadon se detuvo. Eric había necesitado ayuda para hacer esto.
Por supuesto que la tenía. Y esa ayuda estaba con Esi en este momento,
posiblemente lastimándolo, o algo peor. Jadon necesitaba llegar a él.

Se movió hacia Eric, empujándolo hacia un lado, pero Eric siempre había sido
sólido y no se movió. En cambio, envolvió su brazo alrededor del de Jadon y le
sonrió. "¿No quieres saber qué le está pasando en este momento?" ronroneó.

Jadon lo golpeó. El chasquido de la nariz de Eric bajo los nudillos de Jadon

fue el sonido más satisfactorio que Jadon había escuchado recientemente.
Sonrió y echó el brazo hacia atrás para golpear a Eric de nuevo. Eric levantó las
manos, protegiéndose la cara, y Jadon apuntó al estómago, sabiendo que le
dolería igual.

Eric cayó de rodillas. La sangre goteaba de su nariz, y Jadon esperaba que

nunca se enderezara de nuevo. Agarró el cuello de la camisa ahora manchada
de Eric y lo levantó. "¿Dónde está?"

Eric se rió. Sangre y saliva salpicaron el pecho de Jadon, y volvió a golpear a

Eric, solo porque tenía ganas. “Llegas demasiado tarde,” dijo Eric.

Jadon sabía que eso no era cierto. Rezó para que no fuera así y que Esi
siguiera vivo, temblando en una de las habitaciones traseras, con la esperanza
de que Jadon viniera a buscarlo. Tenía que saber que Jadon lo haría. "¿Dónde
está?"

Eric sonrió. Tenía que haber algo malo en él para que se comportara como lo
hacía, pero a Jadon no podría importarle menos. Sacudió a Eric hasta que le
castañetearon los dientes. "¿Donde?"

Eric inclinó la barbilla hacia el pasillo en el que había estado parado.

"También podrías ir a buscar su cuerpo".

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 Jadon lo soltó y no se molestó en mirar hacia atrás mientras corría hacia el
pasillo. Sabía que Thailor se aseguraría de que Eric no se fuera. No iría a
ninguna parte, no hasta que Jadon pudiera decidir qué quería hacer con él. No
iba a tomar mucho, desafortunadamente para Eric, pero Jadon tendría que lidiar
con sus padres y los de Eric a menos que se tomara su tiempo para planear
esto.

Había varias puertas en el pasillo, pero ahora que estaba más cerca, Jadon
podía escuchar gritos y el sonido de golpes provenientes de detrás de una
puerta de metal. Corrió en esa dirección, con la esperanza de que Esi estuviera
tratando de llamar su atención, pero el miedo se apoderó de sus entrañas
porque podía escuchar dos grupos de gruñidos y voces.

Abrió la puerta cuando llegó allí, sin saber qué encontraría, pero esperando
que fuera a Esi. Era él, pero no estaba solo, y Jadon no esperaba encontrar a
uno de sus guerreros tratando de estrangular al hombre que amaba.

Agarró a Toral por el hombro y tiró de él, tirándolo al suelo. Quería

comprobar cómo estaba Esi, si estaba herido, pero no tenía tiempo para
hacerlo, no cuando Toral ya se estaba levantando. Jadon lo había visto entrenar
y pelear. Él había ayudado a entrenarlo. Sabía lo letal que era Toral.

Pero también conocía sus movimientos y podía predecir lo que iba a hacer.

Jadon levantó el brazo justo cuando Toral lo golpeó. Jadon bloqueó su puño
y respondió con uno propio en el estómago.

Le había dolido la traición de Eric, pero no era nada comparado con lo que
sentía por Toral. Habían trabajado juntos. Había confiado en él, mucho más de
lo que jamás había confiado en Eric.

Y Toral había traicionado esa confianza. Le había daño a Esi, y tal vez a
Ilyhas también. Jadon no iba a ser tan amable como lo había sido con Eric.

Sacó su cuchillo. Podría haber usado su arma, pero quería que Toral sufriera.
Si había algo que Jadon no podía entender o tolerar, era la traición. Habría
ayudado a Toral en cualquier forma que pudiera haber necesitado si tan solo

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hubiera acudido a él. Pero no lo había hecho. En cambio, había dejado que Eric
le pagara, porque Jadon estaba seguro de que eso era lo que había sucedido, y
había ido tras las dos personas que más le importaban a Jadon.

Toral sonrió y sacó su cuchillo. Era arrogante y engreído, y Jadon debería

haberlo visto venir. No lo había hecho, pero ahora lo hizo.

Toral se lanzó hacia adelante, apuntando a la cara de Jadon. Jadon

retrocedió y el cuchillo pasó a solo unos centímetros de su nariz. El movimiento
llevó a Toral demasiado lejos, y Jadon le dio una patada en el estómago antes
de que pudiera enderezarse. Toral se dio la vuelta y Jadon lo agarró del hombro
y lo apretó contra su cuerpo. Levantó su cuchillo y movió la otra mano desde el
hombro de Toral hasta su barbilla. Toral se sacudió y el cuchillo le cortó la
garganta. Jadon no logró atraparlo tanto como le hubiera gustado, o tanto
como hubiera querido, y Toral se retorció.

Jadon le dio un puñetazo en la nariz una, dos veces, hasta que la espalda de
Toral golpeó la pared y se deslizó hacia abajo.

"Lo tengo", dijo Cumar detrás de Jadon.

Jadon corrió al lado de Esi. Esi se había sentado mientras Jadon y Toral
habían estado peleando, y él estaba apoyado contra la pared. Su labio ya
estaba hinchado, pero eso parecía ser lo peor. Jadon no sabía cómo se las
había arreglado para mantener alejado a Toral, pero se alegró de haberlo hecho.

Las muñecas de Esi estaban rojas, y Jadon tomó sus manos suavemente
mientras se arrodillaba a su lado. "¿Estás bien?"

Esi se rió entre dientes. “Como diría Ilyhas, he estado mejor”.

"Él te lastimó".

"Lo hizo, pero no me he sentido bien durante algunas horas".

"La marca."

"Creo que sí." Esi se humedeció los labios. “¿Conseguiste a Eric? Él es el que
está detrás de esto. Lo hizo porque...”

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 “Puedes decírmelo más tarde, ¿de acuerdo? Por ahora, vamos a llevarte a
casa. Estoy seguro de que Andor y Darian terminaron de buscar en este lugar.
Habrán encontrado lo que Eric usó para maldecirte a ti y a Ilyhas, y cuanto
antes se lo digamos a Sal, mejor será. Tendrás tiempo para decirme qué
sucedió una vez que estés curado, ¿de acuerdo?”

Esi asintió. Jadon lo ayudó a ponerse de pie. Esi tropezó, tambaleándose, y

Jadon se inclinó. Envolvió sus brazos alrededor de Esi y lo levantó, ignorando
sus protestas de que podía caminar.

Jadon casi lo había perdido. No le importaba cargarlo si eso significaba

tenerlo cerca, al menos por unos momentos.

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 Capítulo quince

Ilyhas parpadeado. Le tomó un momento recordar lo que le había pasado, no

se había ido a la cama anoche como siempre lo hacía, entre Esi y Jadon. No,
esto era diferente. Se sentía diferente.

Intentó lamerse los labios, pero su boca estaba tan seca que ni siquiera
podía abrir la boca porque tenía los labios pegados. Alguien empujó algo duro
entre ellos e Ilyhas trató de alejarse, pero una mano le acarició la mejilla.
"Tranquilo. Bebe, Ily.”

Esi. Era Esi, y le estaba dando agua a Ilyhas.

Ilyhas le dejó deslizar la pajita y chupó. El agua llenó su boca, y la bebió, casi
ahogándose con ella. Se sentía como si no hubiera bebido nada durante días,
tal vez meses.

¿Cuánto tiempo había estado dormido? Recordó a Sal diciendo que

necesitaba ponerlo en reposo. Había estado en su cama, con Jadon y Esi a su
lado. Había sido como quedarse dormido, y ahora se estaba despertando.
"¿Cuánto tiempo?" graznó. Ni siquiera podía reconocer su voz, y tenía tanta
hambre que podría comerse un caballo.

"Cinco días."

No tanto, entonces. Ilyhas esperaba estar en reposo durante semanas, tal

vez meses, ya que nadie sabía cómo encontrar a la persona que lo había
maldecido. "¿Quién?"

El rostro de Esi apareció sobre el rostro de Ilyhas. Sonrió, pero Ilyhas pudo
ver que no se sentía bien. Estaba demasiado pálido, con sombras oscuras
debajo de los ojos y, lo peor de todo, se labio inferior hinchado. “Necesitas
descansar, Ily. Podemos hablar más tarde."

Ilyhas esperaba que su brazo obedeciera sus órdenes y trató de levantar la

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mano. Fue duro, como si su brazo pesara una tonelada, pero se las arregló y
tomó la mejilla de Esi, con cuidado de no tocar su labio. “He estado
descansando durante cinco días, Esi. Estoy bien. ¿Qué sucedió? ¿Fue la misma
persona que te hizo esto?”

Esi presionó su palma sobre la mano de Ilyhas. "No exactamente. ¿Crees que
puedes sentarte? Hay varias personas aquí para verte.”

Por supuesto que las hubo. ¿Dónde estaba Jadon? ¿Y Cumar? Ilyhas asintió
y Esi deslizó un brazo detrás de sus hombros y lo ayudó. Ilyhas se sintió rígido,
pero no tenía dolor, y sonrió cuando vio a las otras personas en la habitación.

Jadon estaba sentado en la cama, al otro lado de Ilyhas. Cumar estaba a los
pies de la cama, con Chase y Thailor cerca. Sal estaba sentado en el sillón de la
esquina, luciendo como si hubiera pasado por el escurridor, con... ¿Harrison? Sí,
con Harrison inclinado sobre él, su mirada preocupada. Yo'ash, Aiden y su novio
estaban junto a la puerta.

Y todos ellos excepto Harrison miraban a Ilyhas.

Ilyhas se aclaró la garganta. Quería más agua, y ese se sentía como el lugar
más seguro para comenzar. Alcanzó el vaso de la mesita de noche, pero Esi se
movió más rápido, tomándolo y volviendo a colocar la pajita entre los labios de
Ilyhas.

"No bebas demasiado rápido", le advirtió Chase.

Ilyhas quería, pero obedeció al médico. Chase lo sabía mejor. Sin embargo,
no sabía qué hacer una vez que había terminado. Había tantas cosas: quería
estar a solas con Jadon y Esi, quería saber qué había pasado, quería hablar con
su hermano y asegurarle que estaba bien.

Extendió sus manos, y Jadon y Esi tomaron una cada uno. Jadon parecía tan
cansado como Esi, pero sonrió y fue glorioso. Le dijo a Ilyhas todo lo que
necesitaba saber. La marca se había ido y no volvería. El por qué y quién
realmente no importaba, pero quería saberlo de todos modos. "¿Quién?"

Aiden se aclaró la garganta. “Bueno, ya que estás bien, iremos a la sala de

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estar. Nos quedaremos hoy porque Jadon nos invitó a cenar, así que
hablaremos contigo más tarde”.

Ilyhas se alegró. Se sentía un poco abarrotado, pero no se habría quejado, no

cuando la gente a su alrededor estaba preocupada por él. Estaban allí porque
les importaba, porque querían asegurarse de que estaba bien. Quería hablar
con ellos y agradecerles, pero primero necesitaba el consuelo de Esi y Jadon.

"¿Quieres que me vaya yo también?" Cumar preguntó.

Ilyhas se dio cuenta de que no quería ir. "Mientras no te importe si me

acurruco con Jadon, puedes quedarte".

Cumar sonrió y apretó el tobillo de Ilyhas. “Podrías acurrucarte con Sal ahora
mismo, y no me importaría. Estás bien, y eso es todo lo que importa.”

Ilyhas frunció el ceño, su mente todavía en la situación. "¿Qué pasó?"

"Sal te sacó del reposo".

"¿La marca?"

"Se ha ido", dijo Sal. "Estarás bien."

"¿Cómo lograste eso?"

“Tendrás que preguntarle a Jadon. Me quedé en casa cuando él y los demás

fueron a rescatar a Esi”.

Ilyhas se sobresaltó. "¿Rescatar a Esi?" ¿Qué se había perdido Ilyhas?

Esi le dio unas palmaditas en la mano. "Estoy bien. Es una historia un poco
larga, así que voy a acortarla porque sé que no descansarás hasta que sepas lo
que pasó. Eso sí, habrá que esperar para conocer los detalles. Quiero que
comas algo antes de que empieces a obsesionarte con esto.”

Ilyhas puso los ojos en blanco. No estaba sorprendido de que Esi estuviera
cuidando de él de nuevo. Estaba listo para apostar a que Esi nunca había
estado lejos de él, incluso cuando había estado en reposo. Sin embargo, sabía
que Esi lo necesitaba y, sinceramente, no le importaba mucho. "Bien. Dame la

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versión abreviada, entonces.”

“Solo si te quedas quieto”.

"Sí, querido."

Esi frunció el ceño, pero rápidamente se convirtió en una sonrisa. Miró a

Jadon, que todavía no había dicho una palabra. Ilyhas no estaba seguro de por
qué, pero no estaba preocupado. Sabía que Jadon mantenía sus emociones
cerca de su corazón y todavía había demasiada gente en la habitación ya que
Cumar, Sal y Harrison no se habían ido.

Jadon se aclaró la garganta. “Era Eric. Parece que estaba trabajando para su
padre cuando nos hicimos... cercanos. Su padre quería que me matara para
poder tomar mi lugar como jefe de la rama de esta Liga. Entonces habría usado
a los guerreros y los demonios a los que estaba ayudando a entrar en la ciudad
para tomar el control. Tiene el sueño de esclavizar a los humanos y necesitaba
controlar al menos esta parte de la Liga para lograrlo.”

"¿Por qué Eric no te mató?" Ilyhas podía imaginar por qué, pero necesitaba
saberlo. Eric no le había parecido un hombre cariñoso, pero eso no significaba
que no sintiera sentimientos por Jadon.

“Se enamoró de Jadon”, dijo Esi.

"Eso no parece posible".

“Lo sé, pero él mismo me lo dijo, de forma indirecta. Por eso decidió
desquitarse con nosotros. Como Jadon había terminado con él, quería que
pagara, pero no quería matarlo, así que decidió lastimarlo de otra manera”.

"¿Haciéndonos daño?"

Jadon asintió y apretó la mano de Ilyhas con más fuerza. "Sí. Trató de
lastimarme a través de vosotros dos, y lo logró. No habríamos podido salvarlos
a ninguno de ustedes si Sal no hubiera accedido a ayudar.”

"¿Cualquiera de los dos? Muy bien, ¿qué le pasó a Esi?” Ilyhas odiaba pensar
que Esi había estado en peligro mientras había estado en reposo. No se habría

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enterado si algo le hubiera pasado mientras dormía. Podría haberse despertado
para descubrir que Esi se había ido.

El tragó. No debería pensar en eso. Esi estaba bien, y él también. Iban a vivir
una larga vida con Jadon y ser felices. Todo esto fue en el pasado.

“Yo también fui maldecido”, dijo Esi, su voz suave, como si estuviera tratando
de no asustar a Ilyhas. “Ahora se ha ido. Sal se encargó de eso, como lo hizo
con la tuya.”

"¿Eso es todo?" Porque había más. Ilyhas lo supo por la expresión del rostro
de Esi.

Esi se mordió el labio inferior. "No exactamente. La razón por la que

sabemos todas estas cosas sobre Eric es porque me secuestró. Él se regodeó.
Pensó que iba a morir. Pero Sal me localizó, y Jadon y los demás vinieron a
rescatarme.”

“Encontramos los materiales que Eric usó para maldecirlos a los dos. Él no
hizo el trabajo él mismo, pero eso no importa. Sal ha decidido que quiere
quedarse para encontrar al demonio que usó Eric, así que no tendremos que
preocuparnos por él o ella.”

"¿Qué hay de Eric?"

Jadon negó con la cabeza. "Él ya no será un problema".

Ilyhas no preguntó qué significaba eso. Lo sabía sin tener que hacerlo. Él era
el hijo de su padre, después de todo. Sin embargo, esto era diferente. Jadon lo
estaba protegiendo a él y a Esi, y probablemente a muchas otras personas
porque si Eric les había hecho esto, Ilyhas podía imaginar fácilmente que no era
su primera vez ni la última.

No se atrevía a preocuparse. Casi lo había perdido todo por culpa de Eric.

Fue solo por Sal que no lo había hecho, e Ilyhas se aseguraría de agradecérselo
tanto como pudiera.

Después de haber tenido un tiempo con Esi y Jadon.

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 Epílogo

Jadon miró alrededor de su apartamento y se preguntó cuándo había

sucedido esto. Si alguien le hubiera dicho incluso hace seis meses que
celebraría el 4 de julio con, bueno, cualquiera, le habría pedido a uno de los
curanderos que revisara su salud mental. El hecho de que hubiera tanta gente
allí era alucinante, a pesar de que poco a poco se estaba acostumbrando a
tener una familia. Sin embargo, normalmente los veía por separado, no todos
juntos como ahora.

¿Por qué se había ofrecido a organizar la fiesta de nuevo? Cierto. Porque

sabía que haría felices a Esi e Ilyhas, y eso parecía haberse convertido en su
principal razón para vivir: hacerlos felices. Jadon no estaba seguro de cuándo
su vida había cambiado tanto, pero no le importaba. Prefería las tardes
tranquilas frente al televisor o leyendo solo los tres en el sofá, pero esta fiesta
no estaba tan mal. Todos allí eran importantes para Jadon, Esi e Ilyhas, y las
fiestas no se celebraban con tanta frecuencia, aunque Sal ya había decidido
que quería celebrar la Navidad.

Jadon estaba aterrorizado ante la idea.

Si Sal se salía con la suya, la Navidad iba a ser colorida y extraña este año.
Hoy llevaba el pelo blanco suelto, con cuentas anudadas en él. Su camiseta era
negra con un conejo blanco sosteniendo un hacha que goteaba sangre. El
conejito era lindo, incluso con la sangre, pero no era una camiseta que la
mayoría de la gente usaría. Sin embargo, a Sal le favorecía, y Jadon no era el
único que pensaba eso. Por la forma en que Harrison había estado mirando a
Sal la mayor parte de la noche, Jadon estaba sorprendido de que Sal no se
hubiera quemado todavía.

Un brazo se envolvió alrededor de la cintura de Jadon. Le sonrió a Ilyhas y

besó la parte superior de su cabeza, inhalando el olor de su champú, tan

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familiar ahora. “No pareces feliz”, dijo Ilyhas.

Jadon frunció el ceño. “Claro que estoy feliz”.

“No te gustan las fiestas y las multitudes.”

“Eso no significa que no me esté divirtiendo. Esto no es solo una multitud.

Son nuestra familia, y después de todo lo que pasó, me alegro de que todos
podamos relajarnos y divertirnos”. Iba a ser menos divertido de limpiar, pero
atraparía a Harrison por eso. Tal vez le pediría a Sal que le pidiera ayuda. Sal
solo tendría que batir sus pestañas hacia Harrison, y él haría lo que Sal quisiera.

Que era exactamente la forma en que funcionaban las cosas entre Jadon,
Esi e Ilyhas, ahora que lo pensaba.

"¿Estás seguro? Podrías ir un rato a tu oficina si es demasiado”.

Jadon lo consideró y miró a su alrededor. Era cierto que había mucho ruido,
sobre todo porque Cumar y Thailor estaban discutiendo sobre algo y ninguno
de los dos parecía dispuesto a dar marcha atrás. Sin embargo, Jadon no estaba
demasiado preocupado por eso, porque Chase y Yo'ash no estaban lejos, y
vigilarían a sus peores mitades. Aiden preparaba bebidas en la cocina mientras
Lewis llenaba los platos y los dejaba sobre la encimera para quien ya tuviera
hambre. Cumar ya se había comido un plato completo, pero de todos modos
tomó otro.

Fue caótico, pero Jadon no lo cambiaría por nada. Había pensado que había
perdido a Esi e Ilyhas, pero allí estaban, parte de una familia que Jadon no sabía
que tenía. Una fiesta no era nada. Jadon no sabía cómo agradecer a Cumar y
los demás por la ayuda que le habían brindado. Esto era un comienzo. “Creo
que me voy a quedar”.

"¿En serio?"

"Sí. No es tan malo."

“Mientras no intentes quitarle el plato a Cumar”, dijo Esi, caminando hacia

ellos. Jadon abrió sus brazos para él, y él se deslizó en ellos, completándolos.

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Algo en Jadon se asentó. Ocurría cada vez que estaban juntos, como si
finalmente pudiera relajarse y dejar de lado el estrés que se imponía a sí
mismo. No tenía que ser perfecto y tener el control con Esi e Ilyhas. Podía ser él
mismo, con defectos y todo, y aún así lo amarían.

Le picaban los ojos, pero no lo habría admitido por nada. En cambio, dirigió
la atención de sus hombres hacia Sal y Harrison. "¿Qué creéis que está
pasando ahí?" preguntó, inclinando su barbilla hacia ellos. Sal estaba
gesticulando, explicando algo a Harrison, quien lo miraba como si hubiera
colgado la luna y asentía.

Esi apoyó la cabeza contra el pecho de Jadon. “Quiero que sean felices”.

“Tal vez lo sean. El amor no lo es todo.” Pero contaba mucho para la

felicidad de Jadon. No había sido infeliz antes, pero tampoco se había dado
cuenta de cuánta energía ponía en no pensar en su vida personal. No había
tenido una vida personal.

“Sin embargo, tener a ese uno, o dos, alguien cambia las cosas. Te da un
propósito. Quieres ser la mejor persona que puedas, pero sabes que tu amor te
aceptará incluso si no lo eres. Todo el mundo necesita ese tipo de apoyo
incondicional”.

Jadon tenía dificultades para imaginarse a Sal en cualquier tipo de relación.

Ni siquiera sabía si el hombre era heterosexual, gay o en algún lugar del
espectro. No parecía molesto por el interés de Harrison, pero conociéndolo,
Jadon dudaba que se diera cuenta de lo que significaba. Era el usuario de
magia más poderoso que Jadon conocía, pero era inútil cuando se trataba de
las interacciones cotidianas con las personas, especialmente con los humanos.
"No sé."

“Se ven bien juntos”, dijo Ilyhas.

“Solo quieres que todos estén enamorados como tú. Ambos lo hacen”.

"Probablemente. Aunque no veo cuál es el problema. Me gusta Sal y quiero

que se quede”.

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 “Será tu amigo incluso cuando se vaya a casa.”

"Lo sé. Pero creo que podría ser feliz aquí, con Harrison”.

Jadon tocó la nariz de Ilyhas con la punta de su dedo. “No vayas a meter la
nariz en eso, Ily. Incluso si hay algo allí, y no digo que lo haya, tienen que
resolverlo juntos”.

Ilyhas gruñó. “Entonces seremos canosos y viejos para cuando eso suceda.
Sal no tiene ni idea, y Harrison se pone nervioso cada vez que está cerca, hasta
el punto de que no puede pronunciar una palabra. Es feliz simplemente mirando
a Sal”.

“Y como dije, ese es su problema”. Jadon sabía que no debía pensar que
Ilyhas y Esi se mantendrían al margen, pero no creía que a Sal y Harrison les
importara una vez que sacaran la cabeza de sus traseros y se dieran cuenta de
que se gustaban.

"¡Un brindis!" Cumar gritó.

Jadon suspiró y se giró para mirar lo que estaba pasando ahora. Se

sorprendió al ver a Cumar alzando su copa hacia él, Ilyhas y Esi. Arqueó una
ceja interrogativamente y Cumar le sacó la lengua.

“Como estaba diciendo, quiero hacer un brindis. Por mi hermano y por los
hombres que lo aman, y por Jadon, quien siempre ha sido parte de nuestra
familia aunque no se dio cuenta hasta que nos necesitó”.

Jadon negó con la cabeza. "Ese es el peor brindis que he escuchado".

“Tal vez, pero es verdad. Eso no significa que te queramos menos por eso,
jefe.”

Jadon estaba seguro de que eventualmente tendría que pasar algún tiempo
en la oficina, pero por ahora, estaba feliz donde estaba. Siempre estaría feliz
porque estaba con Ilyhas y Esi.

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