5 Propiedades Mecánicas PDF
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1. INTRODUCCIÓN
2. ENSAYO DE TRACCIÓN
Este ensayo se realiza para obtener información sobre la capacidad que tiene un
determinado material para soportar cargas estáticas o que varían lentamente a
temperaturas homólogas –temperatura a la que se encuentra un material dividida entre
la temperatura de fusión de dicho material, ambas expresadas en K– inferiores a 0.5. Este
ensayo se realiza sobre una probeta de dimensiones normalizadas (según la norma UNE-
EN ISO 6892-1), que cuenta con una región de sección y longitud calibradas (S0 y L0) del
material que se va a ensayar.
L−L0
es frecuente encontrar en el eje de abscisas el alargamiento porcentual (A = · 100),
L0
en lugar de la deformación ε.
Figura 2.3 Curvas obtenidas en un ensayo de tracción para un material metálico (a), para un material
frágil (b), y para un material que presenta cedencia (c)
Ingeniería y Ciencia de Materiales Metálicos 3
Figura 2.4 Zonas elástica y plástica en la curva obtenida en un ensayo de tracción de un material
metálico
σ= E∙ε
El límite elástico (Rp) es la tensión máxima que soporta la probeta con deformación
únicamente elástica, es decir, recuperable (Figura 2.4, punto 1). Dicho de otro modo, el
límite elástico es la tensión mínima que, aplicada sobre la probeta, produce
deformaciones permanentes –deformación plástica–.
Dado que no es sencillo identificar con exactitud el punto en el que termina la zona
elástica de la curva (generalmente lineal), el límite elástico se define con frecuencia como
la tensión necesaria para que se observe un 0.2 % de deformación permanente, en cuyo
caso se denota como Rp0.2 (Figura 2.4, punto 2).
resto de la probeta –debido a que su sección se ha reducido– y, por tanto, seguiría siendo
la región en la que se localizaría la deformación. Sin embargo, tal y como se explicó en el
tema 2, las aleaciones metálicas experimentan un endurecimiento al ser deformadas
plásticamente en frío. Dicho endurecimiento es capaz de compensar el efecto de la
reducción local de sección durante la primera parte del régimen de deformación plástica
(Figura 2.4, puntos 1 a 3) y es el responsable de que la deformación plástica tenga lugar
de forma homogénea en toda la longitud calibrada.
Lrotura − L0
At (%) = · 100
L0
Además, tras un ensayo de tracción también se puede obtener la estricción (Z), que
se define como la reducción porcentual de la sección entre su valor inicial S0 y final Srotura .
Esta magnitud no se obtiene directamente de la curva del ensayo, sino que es necesario
medir la sección de la probeta en la zona de rotura:
S0 − Srotura
Z(%) = · 100
S0
3. DUREZA
Figura 3.1 Esquema del ensayo de dureza Brinell (izquierda), y huella obtenida observada al
microscopio (derecha)
2F
HB =
πD(D − √D2 − d2 )
hasta 400 HB. Si el valor que se obtiene es superior, no suele darse por bueno, y se debe
realizar otro ensayo de dureza distinto y adecuado para materiales más duros.
Figura 3.2 Esquema del ensayo de dureza Vickers (izquierda), y huella obtenida observada al
microscopio (derecha)
Del mismo modo que la dureza Brinell, el valor de dureza Vickers se calcula como el
cociente entre la carga aplicada y el área de contacto penetrador-probeta, que en este caso
se expresa en función del valor de la diagonal de la huella cuadrada producida en el
ensayo:
F F 1.8544 · F
HV = = ≈
A d2 d2
( )
2 · sen(136°⁄2)
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e [mm] = h1 − h2
e e
HRB = 130 − HRC = 100 −
0.002 0.002
La principal ventaja de la escala Rockwell frente a las escalas Vickers y Brinell es que
el valor de dureza Rockwell es leido directamente en la máquina de ensayo, ya que no es
necesario realizar mediciones del tamaño de las huellas producidas, sino que la única
magnitud necesaria es la variación de profundidades que es facilmente cuantificable
mediante un comparador de alturas
Aunque no existe una correlación directa entre las distintas escalas de dureza –como
se ve en la Tabla 3.1–, se pueden sacar varias conclusiones prácticas:
Tabla 3.1 Relación entre resistencia a la tracción y dureza para aceros de baja o media aleación
El ensayo de flexión por choque con péndulo Charpy está definido en la norma ISO
148-1:2016. Para su realización es necesario disponer de una probeta del material que se
quiere ensayar con la morfología indicada en la Figura 4.1: un prisma rectangular con una
sección cuadrada de 10 mm de lado y una longitud de 55 mm, y con una entalla –una
muesca– en forma de V o U en el punto medio de su longitud para que su fractura
comience en ese punto. Un péndulo, con una determinada masa m, se deja caer desde una
altura h0 para que golpee la probeta en la cara opuesta a la entalla y la rompa. Tras esto,
subirá hasta una altura h. La energía absorbida por la probeta en el impacto se
corresponde con la energía potencial perdida por el péndulo. El resultado del ensayo se
denomina energía absorbida (K) y se puede expresar en J (KU/KV), o en J/cm2
(KCU/KCV). La última letra hace referencia a la forma de la entalla –en U o en V– de la
probeta de ensayo:
KU o KV = m ∙ g ∙ (h0 − h)
m ∙ g ∙ (h0 − h)
KCU o KCV =
A
Figura 4.1 Esquema del ensayo de Charpy, y representación tridimensional de la probeta para el ensayo
Figura 4.2 Dependencia cualitativa de la tenacidad con la temperatura: la tenacidad tiende a aumentar
suave y progresivamente con la temperatura, pero sólo los metales BCC presentan temperatura de
transición dúctil-frágil
Figura 5.2 Diferentes ciclos de trabajo en ensayos de fatiga: carga oscilatoria simétrica respecto a cero
(a), carga oscilatoria asimétrica (b), carga oscilatoria de tracción (c)
Figura 5.3 Curvas de Wöhler: con límite de fatiga, y sin límite de fatiga
Figura 5.4 Comparación entre el deslizamiento por tracción (a), y la formación de intrusiones y
extrusiones en una probeta sometida a fatiga (b)
Ingeniería y Ciencia de Materiales Metálicos 17
De forma macroscópica, una fractura por fatiga es fácil de distinguir, puesto que su
morfología es muy característica. Se observan anillos concéntricos denominados playas
de fatiga, que corresponden al avance de la grieta en cada ciclo. Las playas de fatiga
desaparecen en la región de máxima profundidad alcanzada por la grieta, instante en el
cual la sección resistiva de la pieza es lo suficientemente pequeña como para que le carga
aplicada se traduzca en tensiones tan elevadas que se produce el fallo catastrófico de la
pieza.
Además, existen otros factores que es importante tener en cuenta para aumentar la
vida a fatiga de los materiales como evitar zonas concentradoras de tensiones en la
superficie de las piezas –reduciendo su rugosidad superficial y evitando en la medida de
lo posible entallas, roscas, taladros, o chaveteros–, e introducir tensiones residuales
compresivas en la superficie de las piezas que contrarresten parcialmente a cualquier
tensión de tracción externa, de forma que se reduzca la probabilidad de nucleación y
propagación de grietas. En los materiales metálicos, las tensiones residuales de
compresión se suelen introducir por medios mecánicos como el granallado, que consiste
en la proyección a gran velocidad de partículas duras de diámetros entre 0.1 y 1 mm.
Figura 6.2 Curva de un ensayo de fluencia en caliente para una tensión aplicada fija en tres etapas
(izquierda), y dependencia de la curva con la temperatura (derecha)
Las representación de la Figura 6.2 no es las más adecuada para realizar cálculos
relativos al comportamiento en servicio de componentes metálicos que han de trabajar a
temperaturas elevadas. Una construcción de curvas empleada con más frecuencia
consiste en representar la tensión que hay que aplicar para que se produzca la rotura de
la probeta en un tiempo de rotura tR dado, a una temperatura de ensayo determinada.
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σ = σ(P)
P = T(C + log t R )
donde C es una constante característica de cada material que adopta valores próximos a
20.
De este modo, ensayos con el mismo valor de P dan lugar a la misma carga de rotura, y
se puede predecir la carga de rotura en ensayos de larga duración a baja temperatura
diseñando un ensayo equivalente de menor duración a una temperatura mayor.
Figura 6.3 Dependencia de la tensión de rotura a fluencia en caliente a una temperatura dada en
función del tiempo