2-10-06-Despido Discriminatorio
2-10-06-Despido Discriminatorio
2-10-06-Despido Discriminatorio
I- Introducción.
II- Textos constitucionales.
III- Su desarrollo en nuestro país antes de la vigencia de la LCT.
IV- Implementación a nivel legislativo nacional.
V- La ley 23.592 y su aplicación a las relaciones laborales.
I- Introducción.
a)Declaración Americana de los Derechos y Deberes del hombre. Art. II:"Todas las
personas son iguales ante la ley y tienen los derechos y deberes consagrados en
esta declaración sin distinción de raza, sexo, idioma, credo ni otra alguna";
b)Convención Americana sobre Derechos Humanos. Art. 1-"(Obligación de
respetar los derechos) 1- Los estados partes en esta Convención se comprometen
a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y
pleno ejercicio a toda persona que este sujeta a su jurisdicción, sin discriminación
alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social. 2. Para los efectos de esta Convención, persona
es todo ser humano";
Con ello se incorpora dentro del ámbito de la teoría general del derecho patrio una
normativa destinada a evitar la comisión de actos discriminatorios, posibilitando
que el damnificado pueda acudir judicialmente reclamando: 1) quese deje sin
efecto el acto discriminatorio o que cese en su realización y 2) la reparación del
daño moral y material ocasionado. La idea fuerza que inspira esta ley es la
asegurar a todos los habitantes el efectivo goce de la igualdad ante la ley.
El texto legal original del art. 11, sancionado por el Congreso incluía la
consideración del despido como discriminatorio "el originado en motivos de raza,
nacionalidad, sexo, orientación sexual, religión, ideología u opinión política o
gremial". El PEN, por dec. 1111/98 (B.O. del 24-9-98) observó lo dispuesto en el
texto aludido referido a "nacionalidad", "orientación sexual", "ideología u opinión
política o gremial". De donde las causales de despido discriminatorio, del art. 11,
Ley 25.013 se limitaron a los supuestos de trato discriminatorio originado por
cuestiones de "raza, sexo o religión", lo cual no coincidía con otras disposiciones
de nuestra legislación, como los arts. 17 y 81 de la LCT, que aluden a "motivos de
sexo, raza, religión, nacionalidad, políticos, gremiales o de edad", y la ley 23.592,
que además de los mencionados, se refiere a "nacionalidad, ideología, opinión
política o gremial, posición económica, condición social o caracteres físicos".
Estas reflexiones, no nos impiden considerar que desde el punto de vista práctico,
al poder plantearse la nulidad del acto de despido por aplicación de la ley 23.592,
se crea un foco de grandes conflictos y que se le da al trabajador que aduce haber
sido víctima de un despido discriminatorio una protección mayor incluso que a los
dirigentes sindicales (que la tienen limitada al tiempo que va desde la oficialización
de la candidatura hasta un año de finalizado el mandato) ya que quien es
reincorporado por decisión judicial que nulificó el despido al considerarlo
discriminatorio, frente a nuevos despidos podrá argumentar que ello es
discriminatorio como secuela o represalia de su planteo anterior. Incluso ello se ve
agravado por la circunstancia que ya se ha admitido judicialmente la
reincorporación como medida precautoria.17
En tal sentido, me inclino por propiciar una regulación que sobre la base del
derogado despido discriminatorio de la ley 25.013 (art. 11), contemple una
descripción más genérica de conductas incluidas, para dar un mayor margen a la
evolución jurisprudencial y que a la par de mantener la facultad del empleador de
rescindir el vínculo, admita la posibilidad de sancionarlo con una indemnización
mayor en caso de resultar acreditado que el despido fue discriminatorio. Al
respecto resulta aceptable establecer una indemnización de un año de
remuneraciones similar a la actualmente aplicable a los despidos por causa de
maternidad o matrimonio, a partir de la circunstancia que tal régimen no ha
planteado mayores dificultades en su aplicación, existiendo una pacífica doctrina y
jurisprudencia al respecto, y a su vez, porque en definitiva estaríamos dando
similar respuesta a todos los despidos discriminatorios, aplicando una fórmula de
vieja data que estableció el legislador frente a los actos específicamente de
discriminación que traducen el despido por causa de embarazo o por matrimonio.
12- Rodríguez Mancini, Derecho fundamentales..., pág. 248. Para el autor la única
excepción de este sistema que registra el derecho argentino es el caso de los
despidos de representantes sindicales adoptados por el empleador, sin el previo
juicio de exclusión de la tutela, pero en ese caso la posibilidad de la reinstalación
surge de una ley especial, lo que no sucede con la ley 23.592.
13- Ver Craven, Matthew, “The International Covenant on Economic, Social and
Culural Rights”, 1998, Ed. Clarendom, Oxford, págs. 197 y 223.
15- CS, 21/09/2004, Aquino, Isacio c/ Cargo Servicios Industriales SA, RDLSS,
número extraordinario, Octubre 2004, pág. 1346.
17- STJ, Río Negro, 02/06/2005, “María Mabel Pellejero s/ amparo”, El Dial, 2005.