Trabajo Diploma Ye I Mi Final 2020
Trabajo Diploma Ye I Mi Final 2020
Trabajo Diploma Ye I Mi Final 2020
-
La Habana, 2020
Santa Catalina No. 12453 e/ Primelles y Boyeros, Cerro, La Habana.
www.uccfd.cu
Trabajo de Diploma para optar
por el título de Licenciado en Cultura Física.
La Habana, 2020
Santa Catalina No. 12453 e/ Primelles y Boyeros, Cerro, La Habana.
www.uccfd.cu
DEDICATORIA
A mis adorados padres
Mi amada hija
Mi querido esposo
AGRADECIMIENTOS
A todos,
¡Gracias!
RESUMEN
Se realizó un estudio sobre los tests para evaluar la resistencia a la fuerza de los
músculos estabilizadores. El diseño fue no experimental transeccionales o
transversales de control mínimo con pretest para un solo grupo de corte descriptivo. Se
aplicaron métodos teóricos, empíricos y estadísticos-matemáticos. Se encuestó una
muestra de 58 sujetos conformada por entrenadores provinciales, nacionales, de
gimnasios particulares y profesores de Educación Física. La revisión sistemática
realizada fue a través de la búsqueda en bases de datos y buscadores primarios de
información científica tales como: Medline, Pubmed, Scopus, Sciendirect y Scielo. Los
principales resultados revelan que es necesario conocer las características de los
músculos estabilizadores y prescribir una periodización con carácter sistemático e
individualizado para la prevención de lesiones. Existe carencia de conocimientos en la
muestra estudiada sobre los músculos estabilizadores y su forma de control y
evaluación. La teoría de los tests refiere que un protocolo de evaluación o instrumento
para que sea fiable y valido de tener una fiabilidad tests-retests entre 0.80-0.90. Los
principales tests identificados que evalúan la resistencia a la fuerza de los músculos
estabilizadores son: Test de resistencia de flexores del tronco a 600, Test de puente
prono, Test de puente lateral derecho e izquierdo y el Test modificado de Biering-
Sorensen.
SUMMARY
A study was carried out on the tests to evaluate the resistance to force of the stabilizing
muscles. The design was non-experimental, cross-sectional or cross-sectional, with
minimal control and a pretest for a single group with a descriptive cut. Theoretical,
empirical and statistical-mathematical methods were applied. A sample of 58 subjects
was surveyed, made up of provincial, national, private gymnasium trainers and Physical
Education teachers. The systematic review carried out was through searching
databases and primary search engines for scientific information such as: Medline,
Pubmed, Scopus, Sciendirect and Scielo. The main results reveal that it is necessary to
know the characteristics of the stabilizing muscles and to prescribe a periodization with
a systematic and individualized character for the prevention of injuries. There is a lack of
knowledge in the sample studied on stabilizing muscles and their form of control and
evaluation. The theory of tests refers to an evaluation protocol or instrument to be
reliable and valid to have a reliability test-retests between 0.80-0.90. The main identified
tests that evaluate the resistance resistance of the stabilizing muscles are: Flexor trunk
resistance test at 600, Prone bridge test, Left and right lateral bridge test and the
modified Biering-Sorensen test.
ÍNDICE
PARTES DEL ÍNDICE PÁGINA
INTRODUCCIÓN 1
SITUACIÓN PROBLEMÁTICA 3
PROBLEMA CIENTÍFICO 3
OBJETIVO GENERAL 3
OBJETIVO ESPECÍFICOS 3
DEFINICIONES DE TÉRMINOS 4
CAPÍTULO I: FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA Y METODOLÓGICA SOBRE 5
EL PROCESO DE EVALUACIÓN DE LA RESISTENCIA A LA FUERZA DE
LOS MÚSCULOS ESTABILIZADORES Y LA PREVENCIÓN DE LESIONES
FÍSICO DEPORTIVAS.
1.1 CARACTERÍSTICAS DE LOS MÚSCULOS ESTABILIZADORES 5
1.1.1 IMPLICACIÓN DE LOS MÚSCULOS ESTABILIZADORES DEL 10
TRONCO O ZONA CORE.
1.2 CRITERIOS PARA LA EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN FÍSICA DE 14
LOS MÚSCULOS ESTABILIZADORES.
1.3 PREVENCIÓN DE LESIONES. 21
1.4 FUNDAMENTOS SOBRE LA TEORÍA CLÁSICA DE LOS TEST. 28
CAPITULO 2. DISEÑO METODOLÓGICO 34
2.1 DISEÑO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN. TIPO DE DISEÑO 34
Y ESTUDIO
2.1.1 TIPO DE DISEÑO 34
2.1.2 TIPO DE ESTUDIO 34
2.3 POBLACIÓN Y MUESTRA 34
2.4 MÉTODOS Y PROCEDIMIENTOS ASUMIDOS EN LA INVESTIGACIÓN 36
2.4.1 MÉTODOS TEÓRICOS 36
2.4.2 MÉTODOS EMPÍRICOS 36
2.4.3 DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN. PROCEDIMIENTOS 36
METODOLÓGICOS
2.5 MÉTODOS MATEMÁTICOS ESTADÍSTICOS 39
CAPITULO 3 ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS 40
3.1 RESULTADOS DEL MÉTODO INDIRECTO O NO INTERACTIVO. 40
CONSULTA A DOCUMENTOS OFICIALES.
3.2 RESULTADOS DEL CUESTIONARIO A ENTRENADORES DE 41
SELECCIONES PROVINCIALES Y NACIONALES, ENTRENADORES DE
GIMNASIOS PARTICULARES Y PROFESORES DE EDUCACIÓN FÍSICA.
3.3 RESULTADOS DE LA REVISIÓN SISTEMÁTICA RELACIONADA 44
SOBRE EL ENTRENAMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA RESISTENCIA A
LA FUERZA DE LOS MÚSCULOS ESTABILIZADORES.
CONCLUSIONES 55
RECOMENDACIONES 56
BIBLIOGRÁFICA -
ANEXOS -
INTRODUCCIÓN
Estudiar las formas más idóneas para evaluar la condición física, la técnica y la
respuesta del organismo ante un determino estímulo, son las tareas a las que se
enfrentan los investigadores de las ciencias del ejercicio físico y el deporte para aportar
resultados y evidencias científicas que contribuyan al logro de la forma deportiva del
atleta y alcanzar mejores resultados competitivos en el deporte de alta competencia.
En el deporte de la alta competencia en Cuba tiene muy bien definida la política para
prevenir las lesiones deportivas desde el deporte escolar hasta el deporte de selección
nacional.
1
Existe mucha información de cómo prevenir las lesiones en diferentes deportes y
autores como Van-Mechelen, Hlobil y Kemper (1992), Meeuwisse (1994), Finch, (2006)
y (Van-Tiggelen, Wickes, Stevens, Roosen y Vitvrouw, 2008) abogan por modelos
estructurados por fases que deben respetarse para alcanzar éxitos en ese sentido.
Atendiendo al análisis sobres las tendencias contemporáneas para prevenir las lesiones
en el deporte y disminuir su incidencia consideramos que realizar un entrenamiento
progresivo, adecuado y supervisado, que contenga: buena entrada en calor, trabajo de
flexibilidad principalmente de la cadena extensora posterior, trabajo de fortalecimiento
en músculos en su totalidad y en especial énfasis en los músculos estabilizadores,
entrenamiento de la propiocepción en cadena cinética cerrada y abierta, generar en el
entrenamiento desequilibrio muscular, respetar la relación trabajo descanso y los
tiempos de recuperación y una correcta nutrición e hidratación, garantiza la prevención
de lesiones.
2
SITUACIÓN PROBLEMÁTICA
PROBLEMA CIENTÍFICO
OBJETO DE ESTUDIO
CAMPO DE ACCIÓN
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
2. Explicar la teoría de los tests en función a las características propias del proceso de
evaluación de la resistencia a la fuerza de los músculos estabilizadores.
3
3. Explicar los tests para evaluar la resistencia a la fuerza de los músculos
estabilizadores a incluir en protocolos específicos de entrenamiento para prevenir
lesiones físico-deportivas.
DEFINICIONES DE TÉRMINOS
Músculos estabilizadores: grupo muscular o musculo que sostienen una parte del
cuerpo en su lugar para que otro grupo muscular o músculo pueda realizar su
función en movimiento.
Test: prueba que se realiza para evaluar la resistencia a la fuerza de los músculos
estabilizadores ante una determinada postural corporal.
4
CAPÍTULO I: FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA Y METODOLÓGICA SOBRE EL
PROCESO DE EVALUACIÓN DE LA RESISTENCIA A LA FUERZA DE LOS
MÚSCULOS ESTABILIZADORES Y LA PREVENCIÓN DE LESIONES FÍSICO
DEPORTIVAS.
Los músculos estabilizadores sostienen una parte del cuerpo en su lugar para que otro
pueda realizar su función en movimiento. Son los que permiten mantener una postura
adecuada al momento de entrenar, evitando así, el riesgo de lesiones. Tienen un origen
en el segmento fijo cercano a la articulación y una inserción en el segmento móvil más
alejado de la articulación y la línea de acción es paralela al hueso móvil y actúa como
músculos estabilizador articular por el componente longitudinal de su fuerza.
Se asume que el término CORE fue usado por primera vez por Richard H. Domínguez y
Robert S. Gajda en su libro Total Body Training (Domínguez y Gajda, 1983),
etimológicamente CORE significa núcleo, centro o zona media. Desde el punto de vista
de la actividad física el “CORE” hace referencia al complejo muscular situado en la
parte central del cuerpo (región lumbo-pélvica) que incluye 29 músculos que estabilizan
la columna vertebral y la región abdominal e incluye músculos del abdomen, espalda,
parte posterior y anterior de la cadera, suelo pélvico y diafragma. (Willardson, 2007;
Faries y Greenwood, 2007 y Hibbs, Thompson, French et al., 2008)
Correcta estabilización del cuerpo de manera que los brazos y piernas puedan
realizar cualquier movimiento teniendo como soporte a esta musculatura y forma
una cadena muscular transmisora fuerzas entre piernas y brazos
Mejorará la eficiencia del movimiento
5
Mejorará el equilibrio y coordinación
Aumentará la firmeza postural y su control
Aumentará la fuerza y la flexibilidad a través del complejo lumbo-pélvico-cadera
(Sacro-Ilíaco)
6
Para algunos autores que estudian el comportamiento muscular del ser humano dejan
claro sobre una fundamenta evidencia la diferencia entre músculos estabilizadores y
movilizadores. Sin embargo para otra parte de esa comunidad científica existe
controversia en ese sentido y establecen criterios sobre la base de las características y
funcionalidad muscular que debe de existir alguna diferencia entre cuando un músculo
juega un papel estabilizador y cuando movilizador.
Durante los años 80, el profesor A. Bergmark formuló la noción de estabilidad sobre un
modelo de columna vertebral con rigidez articular y 40 músculos (Bergmark, 1989). En
dicho trabajo este autor estableció matemáticamente los conceptos de rigidez,
estabilidad, inestabilidad, etc. Este trabajo pasó, tal como bien expone el profesor
McGill, (2002) citado por citado por Del Castillo (2014) en su mayor parte inadvertido,
sobre todo porque los ingenieros, que entendían de mecánica, no tenían una
perspectiva biológicoclínica y a los clínicos les costaba interpretar la mecánica.
7
importancia de dicha musculatura profunda para la estabilidad lumbar (Akuthota &
Nadler, 2004; Mills, Taunton, & Mills, 2005; Vera-García, Elvira, Brown, & McGill, 2007).
Mientras que puede haber algunos músculos del tronco que son clínicamente más
relevantes que otros, esta idea no se confirma en los análisis de estabilidad mecánica.
Toda la musculatura participa en la estabilidad y aquéllas fibras que cruzan una
articulación contribuyen al momento articular. La estabilidad global de la columna
depende de las fuerzas individuales, y por tanto, de la rigidez de todos los músculos del
tronco, así como de las magnitudes relativas de su fuerza. El momento articular total es
la suma de los productos de todas las fuerzas musculares y sus respectivos brazos de
palanca.
Tal como se ha visto la idea de que los estabilizadores «locales» son más importantes
que los «globales» puede no ser lo más correcto, pues como argumenta McGill (2008),
en general, los músculos con el brazo máximo del momento y con capacidad de
enderezamiento (los más alejados de la columna) son los mejores estabilizadores en
términos relativos. Además, los estabilizadores más importantes cambian
continuamente según se modifica la tarea, además de que los diferentes ejercicios o
tareas de estabilización determinan un grado distinto de estabilidad raquídea. Aunque
ello no resta importancia al papel de la musculatura estabilizadora «local» puesto que
ha sido la gran olvidada durante muchos años en el proceso de entrenamiento.
8
escapular como participantes en mayor o menor medida en la capacidad estabilizadora
a nivel de raquis. Y esto es una cuestión a considerar incluso a la hora de concebir la
existencia de una musculatura estabilizadora y otra que no la es, puesto que tal como
expone McGill (2010) citado por Del Castillo (2014) esta estabilización es un efecto
global.
De esta forma, debe ser considerado que la rigidez raquídea aumentará rápidamente y
de forma no lineal con el incremento de la co-activación muscular y que niveles bajos –
moderados de coactivación muscular son capaces de generar niveles de rigidez
suficientes para asegurar la estabilidad del raquis en personas sin patologías raquídeas
(Vera-Garcia, Francisco, Brown, Gray and McGill, 2006 y Vera-Garcia, Francisco, Elvira,
Brown and McGill, 2007) y, por tanto no parece necesario un entrenamiento orientado a
lograr alcanzar picos máximos de fuerza muy altos en esta musculatura, sino que más
bien todos los músculos del tronco deben participar de forma coordinada (McGill,
Grenier, Kavcic, & Cholewicki, 2003). En este sentido, estudios biomecánicos han
demostrado que patrones de co-activación muscular inadecuados afectan
negativamente al control de la estabilidad mecánica del raquis.
9
1.1.1 Implicación de los músculos estabilizadores del tronco o zona Core.
Se compone de una musculatura tónica, predominan las fibras tipo I, que tienden a
la flacidez.
Su rol principal es postural y controlan la curvatura fisiológica espinal.
Estos músculos son más cortos en longitud y son adecuados para controlar el
movimiento intersegmental y responder a los cambios en la postura y cargas
extrínsecas (Akuthota, Ferreiro, Moore y Fredericso, 2008).
Tienen capacidad propioceptiva (P-Barr, Griggs and Cadby, 2005).
Son los principales responsables de la generación de fuerza que proporciona la
estabilidad inter-segmentaria debido a su unión a la vértebra lumbar (Akuthota and
Nadler, 2004).
10
Se fatigan muy rápidos y responden mejor a acciones estáticas (Contracciones
isométricas) que a acciones dinámicas (Repeticiones) (Rodríguez 2015 y 2017).
11
Serrato anterior (SA): participa en la flexión y la abducción del brazo, y el descenso de
la cintura escapulohumeral, así como en la estabilidad del raquis dorsal. (Fucci, Benigni
y Fornasari, 1995)
Oblicuo externo (OE): cuando actúan en conjunto con el oblicuo interno del lado
corporal opuesto, se produce la rotación del tronco hacia el lado opuesto del oblicuo
externo, mientras que si actúan los oblicuos de ambos lados corporales, colaboran en la
flexión del tronco, actuando como sinergistas del recto abdominal. Kapandji (1982)
Multífidus (MF): se localiza a lo largo de todo el raquis en conjunto desde las apófisis
transversas a las espinales en una diagonal descendente, participando en la extensión
de tronco y en la estabilidad del raquis. (Fucci, Benigni y Fornasari, 1995)
12
Figura 4. Multífidus. Tomado de 3D Muscular Premium Anatomy. Visible Body
Cuando existe deficiencia en un subsistema los otros toman el relevo (Forte, 2005 y
Jiménez, 2007). Ello se ve reflejado en base en torno a la realización de ejercicios con
las extremidades superiores e inferiores con el fin de estabilizar la zona media para
poder conseguir ejecutar el ejercicio. (Forte, 2005 y Jiménez, 2007) pero hay que
entrenar buscando posiciones armónicas para evitar las lesiones (Davís y Marras,
2000).
De esta manera, las grandes variaciones en las cargas externas que se presentan en
las actividades básicas cotidianas pueden ser acomodadas por los músculos globales
para que la carga resultante en la columna lumbar y sus segmentos sea mínima. Por lo
tanto, las variaciones en la carga se mantienen pequeñas y viables para el sistema
local. En los últimos años, ha existido un gran interés en el estudio de la relación del
sistema local como factor etiológico en el dolor crónico y prevención de problemas a
nivel de columna lumbar. Heredia, Chulvi y Ramón, (2006)
Tanto los componentes del subsistema estabilizador pasivo como los del activo están
comandados por el centro de integración del SNC. El sistema propioceptivo integra al
sistema estabilizador de Panjabi en Heredia, Chulvi y Ramón, (2006).
13
rápidos, como por ejemplo las modificaciones bruscas de la posición de las
articulaciones en respuesta a perturbaciones de la superficie de soporte de los pies.
Estas informaciones contribuyen a mantener el tono muscular y desencadenan la mayor
parte de los reflejos somáticos que mantienen el equilibrio. Heredia, Chulvi y Ramón,
(2006)
La valoración de la estabilidad central es una tarea compleja, ya que conlleva una cierta
complejidad y especialmente si se pretende realizar en condiciones de «campo» (Peña,
Heredia, Moral, Isidro & Mata, 2012), pese a lo cual es posible encontrar en alguna
literatura y especialmente a nivel de la práctica diaria, propuestas entorno a distintos
test para lograr valorar tal aspecto.
Estas son forma de medir con bastante exactitud la estabilidad (más bien podríamos
decir que algunas variables o manifestaciones de dicha estabilidad, ya que no parece
14
existir una única dimensión de la estabilidad del core, más bien la misma es
dependiente del contexto y por tanto específica).
No parece existir una única dimensión de la estabilidad del core, más bien la misma
es dependiente del contexto y por tanto específica.
En otros casos, a todo esto se añade que son medidas complejas que implican a
numerosos núcleos articulares y donde por tanto el «rendimiento» en la prueba no
debería confundirse con una mayor o menor capacidad de estabilización raquídea,
por ejemplo.
15
Conociendo estas limitaciones de antemano, y con la información científica disponible
hasta la fecha, los métodos más habituales que se disponen para valorar los distintos
componentes del core son (Figura 5) (Guillermo-Peña, Heredia-Elvar, Moral-González,
Isidro-Donate y Mata-Ordoñez, 2012):
Algunas de estas técnicas de medición son más comunes del ámbito clínico o de
laboratorio, mientras que otras técnicas son más apropiadas para la aplicación con
deportistas de rendimiento o recreativos y practicantes de ejercicio físico y salud
(fitness). (Guillermo-Peña, Heredia-Elvar, Moral-González, Isidro-Donate y Mata-
Ordoñez, 2012)
16
Sin embargo, según Hibbs, Thompson, French, Wrigley and Spears (2008), los
investigadores de las áreas de la rehabilitación y del rendimiento deportivo no han
ofrecido distinciones claras entre los términos de “estabilidad central” (core stability) y
“fuerza central” (core strength), las cuales deben ser conceptualmente interpretadas de
forma diferente como a continuación expondremos.
Hodges (2004) puede que haya sido de los primeros investigadores en estudiar el
concepto de estabilidad central con su modelo teórico de estabilidad lumbo-pélvica.
Este autor define el término de estabilidad lumbo-pélvica como el proceso dinámico de
controlar la posición estática en el contexto funcional, pero permitiendo que el tronco se
mueva bajo control en otras situaciones.
Por su parte Bliss y Teeple (2005) definen la estabilización dinámica del raquis como la
capacidad de utilizar la fuerza y resistencia muscular de una forma funcional (es decir,
aplicadas a situaciones, actividades o tareas específicas de tipo deportivo o de la vida
diaria) a través de todos los planos de movimiento y responder a pesar de los cambios
en el centro de gravedad. La estabilización requiere mantener una postura raquídea
neutra, así como la capacidad de moverse a lo largo de esa posición con control.
Willson, Dougherty, Ireland, and Davis (2005) definen la estabilidad central como la
capacidad del complejo lumbo-pélvico-cadera de reponer el equilibrio tras una
perturbación sin encorvamiento de la columna vertebral. Asimismo, Kibler, Press and
Sciascia (2006), en referencia al aspecto funcional del término, definen la estabilidad
central como la capacidad de control de la posición y movimiento del tronco sobre la
pelvis para permitir una óptima producción, transferencia, y control de la fuerza a los
segmentos distales.
17
como la capacidad del sistema estabilizador de mantener las zonas intervertebrales
neutrales dentro de los límites fisiológicos.
Por tanto, podemos sugerir que la fuerza central, comandada por el subsistema activo y
modulada por el subsistema neural, es un requisito y una necesidad para la estabilidad
central, y que la estabilidad central es la capacidad de respuesta que presenta el
sistema raquídeo de resistir en su zona de seguridad o neutra ante las demandas de
movimiento segmentario y ante cualquier perturbación externa (prevista o inesperada)
del centro de gravedad de nuestro cuerpo.
18
isocinéticas porque pueden de este modo medir tres variables diferentes en la misma
sesión de valoración: torque pico concéntrico y excéntrico, trabajo total y potencia
media. La máquinas isocinéticas habitualmente utilizadas para este propósito permiten
que el sujeto realice el movimiento de flexión y extensión del tronco en sedestación
(Figura 6), con las rodillas ligeramente flexionadas y el eje del dinamómetro alineado
con la cresta ilíaca del sujeto (Delitto et al., 1991; Karatas et al., 2002). En estas
situaciones el sujeto debe realizar una contracción concéntrica máxima contra el
dispositivo isocinético a una o varias velocidades angulares seleccionadas.
Pese a que este instrumental haya demostrado unos coeficientes de fiabilidad altos
(0.74 - 0.98) para medir la fuerza central y una alta reproducibilidad (Delitto et. al, 1991;
Karatas et al., 2002), sigue siendo extremadamente costoso y por ello está casi
circunscrito al trabajo en laboratorio o clínico para valorar el progreso de los pacientes,
y no parece ser utilizado con sujetos deportistas para investigar el efecto de un
programa de entrenamiento del core sobre la fuerza, la resistencia muscular o la
potencia.
19
Figura 6. Máquina isocinética para la valoración de la fuerza central
20
indirectamente según los cambios de presión aplicados a un transductor biofeedback
(Urquhart, Hodges, Allen and Story, 2005).
Hasta la fecha existe escasa evidencia científica que muestre pruebas o test de campo
que evalúen la resistencia a la fuerza de los músculos estabilizadores. En la actualidad
las evaluaciones que se realizan en ese aspecto van dirigidas a comprobar de una
manera directa a través de miografía de superficie la respuesta de acción rápida de la
máxima contracción muscular voluntaria en una determinada postura.
21
músculo tendinoso y articulaciones lo cual implica anticiparse a las necesidades de
adaptación específica (Aubert, 2005).
El calentamiento.
De acuerdo con Karpman (1989) citado por Medina (2018) la recuperación debe
entenderse como un proceso de restablecimiento de la capacidad de trabajo disminuida
durante los entrenamientos con cargas grandes y las competencias. Factor importante
a tener en cuenta en todo el proceso de prevención.
Sin embargo, en los últimos tiempos los intereses se han orientado hacia el desarrollo
de estrategias y propuestas multidisciplinarias de intervención relacionadas con la
prevención y la readaptación de las lesiones deportivas y del deportista (Rodríguez y
Gusí, 2002) citado por Medina (2018).
22
Estos criterios han cambiado la intención de los profesionales de la medicina deportiva
para prevenir lesiones. Se ha evolucionado en la elaboración y aplicación de los
programas preventivos al tener como objetivo evitar la influencia negativa de los
factores de riesgo. Por ejemplo, (Askling, Karlsson and Thorstensson, 2003) exhibieron
un programa donde el factor de riesgo fue el déficit de fuerza y además del proceso
terapéutico, utilizaron como intervención preventiva un plan de fortalecimiento, como
resultado se observó la disminución de la frecuencia de lesiones en el grupo control
(10/15) y el grupo experimental (3/15).
Por otra parte, Evandro (2009) recurrió a una batería de ejercicios por los déficits de
fuerza y flexibilidad en el tobillo. Para resolverlo utilizó el proceso terapéutico agregando
planes de fortalecimiento y flexibilidad, destacó el efecto positivo que ejercieron en el
incremento de la hipertrofia de los ligamentos peroneo astragalino anterior (LPAA) y
ligamento deltoideo (LD), al permitir un incremento de la fuerza y un aumento de la
amplitud articular del tobillo
Para lograr la integración los programas preventivos deben alcanzar el mismo nivel de
importancia que el entrenamiento deportivo. Así lo señalaron (Santoja, 2000); (Aubert,
2005); (Rodineau, 2004); (Gabbe, Bennell y Finch, 2006) confirmado por (Bahr y
Maehlum, 2007); (Kuehlein et al., 2010) y (Engebretsen, Myklebust y Holme, 2010)
citado por Medina (2018) y en este sentido se pretende lograr determinados objetivos al
asumir un programa multifactorial para evitar o reducir la aparición de lesiones
causadas por la práctica deportiva.
23
La ausencia o insuficiencias de un programa preventivo da oportunidad a que, el
entrenamiento deportivo cause daños en ocasiones irreversibles y cierren el paso a
cualquier terapia por sofisticada que esta sea (Pruna y Artells, 2014).
Los programas preventivos con su carácter previsor en el deporte han alcanzado alto
desarrollo científico-técnico al introducir la ciencia y la innovación tecnológica en función
de intervenciones especializadas, cada vez más satisfactorias en el mejoramiento y
recuperación de la salud del atleta. Medina (2018)
24
deporte. Es preciso determinar claramente la población diana del estudio,
especificando, incluso, la especialización del deportista en su disciplina deportiva.
Fase B: se identifican las causas de la lesión así como los mecanismos lesionales.
Finalmente, la efectividad de las medidas preventivas debe ser evaluada una vez que
se repita la fase A.
En la revisión del modelo publicado por (Finch, 2006), se añade una etapa entre las
fases C y D: la eficacia (Figura 18). La aportación de esta nueva fase radica en que los
protocolos deberían ser eficaces desde una perspectiva científica antes de ser
probados por instituciones y deportistas, a través de medidas propuestas que deben de
ser evaluadas con metodología científica, para finalmente ser una propuesta válida,
evitándose el espacio que pudiera haber entre algunas propuestas teóricas iniciales y la
efectividad de las medidas en la práctica deportiva real. (Francesc, Cosb,
Buenaventurac, Prunad y Ekstrande, 2010)
25
Figura 8. Secuencia de prevención en lesiones por repetición (modelo de Van-Tiggelen
et al., 2008) modificado de Finch, 2006) con permiso de British J. Sports Med.
26
lesión. Es la suma de dichos factores y su interacción la que predispone al deportista
para que una lesión se produzca en una situación determinada. Meeuwisse describe el
inciting event (acontecimiento desencadenante) como el último eslabón de la cadena
para que se produzca la lesión. (Meeuwisse, 1994)
Crecimiento rápido
Déficit de fuerza o Desbalance muscular
Alteraciones posturales y morfológicas
Déficit de flexibilidad
Hiperlaxitud ligamentaria
Diferencia de longitud de MI
27
Alteraciones metabólicas
Presencia de patología
Fatiga o déficit de recuperación
Deficiencia técnica
Alteraciones emocionales
Superficie inadecuada
Calzado inadecuado
Implementos inadecuados
Sobrecarga funcional
Errores de periodización
Condiciones ambientales adversas
Malos hábitos higiénicos dietéticos
Gesto tecnico inadecuado
Juego sucio
28
margen de Error (que designaremos e). Este simple principio se expresa en la conocida
ecuación 1: (X= V + e) que sencillamente indica que cualquier Puntuación Observada
contiene error. Por ejemplo, si un niño obtiene una puntuación de 115 en una prueba de
inteligencia (X = 115), la Ecuación 1 indica que estos 115 puntos contienen su
Puntuación Verdadera de inteligencia más un margen de Error. Tal vez la Puntuación
Verdadera del sujeto corresponda a 128 o 94 puntos, pero no tenemos manera de
saberlo hasta encontrar una manera de aislar el Error y determinar cuánto de la
Puntuación Observada es Puntuación Verdadera. La TCT se funda en esta distinción y
en el propósito de cuantificar la magnitud del Error. El concepto de fiabilidad nace con el
objetivo instrumental de permitir la estimación del error de medida. Gempp-Fuentealba
(2006)
29
Al hacerlo estamos asumiendo, implícitamente, que las discrepancias observadas en
cada ocasión que medimos la estatura fueron producidas por factores incontrolables
que afectaron los resultados de manera imprevisible; algunas veces produciendo una
medida mayor que la verdadera y otras veces una estimación de estatura inferior a la
real. Simultáneamente estamos asumiendo que las replicaciones son independientes
entre si, es decir, que el resultado de una medición no afecta el resultado de la siguiente
medición. Gempp-Fuentealba (2006)
30
aplicación posterior, entonces la Puntuación Verdadera correspondería al promedio de
todas las puntuaciones obtenidas en cada ocasion. Como estas condiciones son
imposibles de lograr en la práctica, la TCT introduce algunos supuestos adicionales
para extender la Ecuación 1 a la situación en la cual se analizan las respuestas de un
grupo de sujetos en lugar de un caso individual. Esto permite trasladar el foco del
problema para, en lugar de analizar la variabilidad intersujeto de puntuaciones
obtenidas en hipotéticas aplicaciones infinitas, analizar la varianza de las puntuaciones
interindividuales. Si los errores fueran aleatorios y no correlacionaran con la Puntuación
Verdadera ni entre si, la varianza de las puntuaciones observadas a través de las
personas evaluadas correspondería a la suma de las varianzas verdaderas y de error
(Gulliksen, 1950).
31
Navarro-Montenegro, Seminario-Rivas, Bravo-Hernández, Sosa-Espinoza, y Venegas-
Mejía (2012)
La fiabilidad de la escala debe obtenerse siempre con los datos de cada muestra para
garantizar la medida fiable del constructo en la muestra concreta de investigación. En
correspondencia al concepto más intuitivo de fiabilidad, al plantearse que un
instrumento es fiable si en veces sucesivas de mediciones aporta los mismos
resultados.
Se supone que si el test es preciso, las medidas deberán ser muy parecidas y el
Coeficiente de fiabilidad test-retest tenderá a obtener resultados próximos a 1. Si ello es
así, se asume que el test es fiable porque independientemente de cuándo se aplique se
tiende a obtener siempre la misma medida.
32
Como criterio general, George y Mallery (2003, p. 231) sugieren las recomendaciones
siguientes para evaluar los coeficientes de alfa de Cronbach:
33
CAPITULO 2. DISEÑO METODOLÓGICO
Según Campbell y Stanley (1978) citado por Estévez (2004) el tipo de diseño es no
experimental transeccionales o transversales. En función al control de variable que se
realiza es de control mínimo con pretest para un solo grupo (Van Dallen y Meyer, 1971,
citado por Estévez, 2004). (41)
34
Características de la muestra
35
dados que se trata de individuos con emancipación, lo cual resulta una condición para la
acción. Se les informó sobre el estudio y se les solicitó su consentimiento para ser
incluidos en la misma, quienes podrán abandonar la investigación en cualquier momento
que lo deseen sin consecuencias para su ulterior preparación. Al divulgar los resultados
de la investigación se garantizó no revelar datos personales de los encuestados. (Anexo
1)
36
responde al proyecto de I+D+i “Prevención de Lesiones en la Actividad Física y el
Deporte”, dándole respuesta al:
RESULTADO PLANIFICADO
No 3. Sistema que evalúa la resistencia a la fuerza de los músculos estabilizadores.
Cuba Test Músculos Estabilizadores (CT-ME) o Cuba Test Stabilizing Muscles (CT-SM)
ACTIVIDAD PRINCIPAL
Registro del estado del arte para el sistema que evalúa la resistencia a la fuerza de los
músculos estabilizadores.
Para el estudio teórico relacionado sobre el objeto de estudio se realizó una revisión
sistemática que como estrategia de búsqueda se consultaron las bases de datos de
artículos digitales, tesis de grado, licenciatura, maestría y doctorados de carácter
nacional e internacional:
Medline, Pubmed, Scopus y Sciendirect (1960 hasta diciembre 2019), PMC US National
Library of Medicine. National Institutes of Health (1980 hasta diciembre 2019), base de
datos de evidencias de fisioterapia PEDro (acceso diciembre 2019) y biblioteca virtual
electrónica de las revistas cubanas de medicina SciELO (acceso diciembre 2019).
(Anexo 3)
37
Fitness, Journal Orthopedy. Sports Physical Therapy, Medicine Science Sports
Exercices, Journal Rehabilitation Medicine, Medicine & Science in Sports & Exercise,
Spine, Pain, Journal of Strength and Conditioning Research / National Strength &
Conditioning Association, Journal of Electromyography and Kinesiology, Journal of
Manipulative and Physiological Therapeutics, Journal of Back and Musculoskeletal
Rehabilitation, Pak Journal Medicine Science, Clinical Rehabilitation, Archive Physical
Medicine Rehabilitation, Journal of Science and Medicine in Sport, Journal of Sport
Rehabilitation, BMC Musculoskeletal Disorders, Archives Of Physical Medicine and
Rehabilitation, BioMed Research International, Journal of Child Neurology,
Rheumatology Internacional, Reumatología Clínica, Revista Cubana de Reumatología,
The Journal of Perdiatrics). (Anexo 3)
Los títulos cotejados para la búsqueda en las diferentes bases de datos fueron:
Base de datos
PMC (1102 artículos) 0 artículos encontrados relacionados con el tema. Search NCBI
data bases (0 artículos). MedLine a través de Pubmed (217864 artículos), 12 artículos
encontrados relacionados con el tema. SciELO data bases de la biblioteca virtual
electrónica de las revistas cubanas de medicina (0 artículos). Total de artículos: 219974
encontrados 9 artículos relacionados con el tema para un 5.45 %. (Anexo 3)
1. Physical exercises for the development of resistance to the strength to the stability
muscles Ejercicios físicos para el desarrollo de la resistencia a la fuerza de los
músculos estabilizadores.
2. Physical exercises for the development of resistance to the strength to the stability
Core. Ejercicios físicos para el desarrollo de la resistencia a la fuerza en la
estabilidad del core.
38
Base de datos
PMC (1002 artículos) 0 artículos encontrados relacionados con el tema. Search NCBI
data bases (0 artículos). Scopus (491632) 2 a artículos encontrados relacionados con el
tema. ScienceDirect (1386723) 1 artículos encontrados relacionados con el
tema.MedLine a través de Pubmed (20041 artículos) 0 artículos encontrados
relacionados con el tema. SciELO data bases de la biblioteca virtual electrónica de las
revistas cubanas de medicina (0 artículos). Total de artículos: 1899398 encontrados 3
artículos relacionados con el tema para un 1.57 %. (Anexo 3)
39
CAPITULO 3 ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
Se consultaron los programas de clases de Educación Física para primaria (4to, 5to y
6to grados) y secundaria (7mo grado) donde se declaran sus contenidos, objetivos,
formas de dosificación y de evaluación. Nos llama la atención que no se declaran
contenidos, dosificación y evaluación para los músculos estabilizadores.
40
3.2 Resultados del cuestionario a entrenadores de selecciones provinciales y
nacionales, entrenadores de gimnasios particulares y profesores de
Educación Física.
Se aprecia como los entrenadores tienen altos niveles de estudios siendo graduados
universitarios y 9 de ellos alcanzan títulos y grados científicos superiores, 2
entrenadores son Doctores en Ciencias de la Cultura Física y 7 Master en Metodología
del Entrenamiento Deportivo para la Alta Competencia. Todos los encuestados poseen
entre +5 y +10 años de experiencias laboral. Sin embargo solamente 3 entrenadores
refieren no tener conocimientos sobre los músculos estabilizadores e identificaron
incorrectamente los músculos estabilizadores en las imágenes mostradas en el
cuestionario 28 entrenadores. El 100 % de los entrenadores refieren prevenir lesiones
en sus deportes y que no han recibido superación sobre el entrenamiento de los
músculos estabilizadores.
41
3.2.2. Resultados del cuestionario a entrenadores de gimnasios particulares.
Se aprecia como los entrenadores tienen altos niveles de estudios siendo graduados
universitarios y 1 es Master en Dirección de la Cultura Física y el Deporte. Todos los
encuestados poseen entre +5 y +10 años de experiencias laboral. Sin embargo
solamente los 10 entrenadores refieren tener conocimientos sobre los músculos
estabilizadores y los identificaron incorrectamente en las imágenes mostradas en el
cuestionario. El 100 % de los entrenadores refieren prevenir lesiones en sus deportes y
que no han recibido superación sobre el entrenamiento de los músculos estabilizadores.
42
3.2.3. Resultados del cuestionario a profesores de Educación Física
Se aprecia como los profesores de Educación Física tienen altos niveles de estudios
siendo graduados universitarios alcanzando el título de Licenciados en Cultura Física.
Todos los encuestados poseen entre +5 y +10 años de experiencias laboral. Siendo
profesores que laboran en primaria 17 y 1 profesor en secundaria. 10 profesores
refieren tener conocimientos sobre los músculos estabilizadores y 8 refieren que no. Los
18 profesores identificaron incorrectamente los músculos estabilizadores en las
imágenes mostradas en el cuestionario. El 4 profesores refieren prevenir lesiones en la
clase de Educación Física y 18 que plantean que no han recibido superación sobre el
entrenamiento de los músculos estabilizadores.
43
3.3 Resultados de la revisión sistemática relacionada sobre el entrenamiento y la
evaluación de la resistencia a la fuerza de los músculos estabilizadores.
Tous (2000) refiere en los estudios encontrados que los tests para valorar la fuerza y
resistencia abdominal disponibles en la actualidad poseen una discutible validez. Hall et
al (1992) y Knudson y Johnston (1995) critican la validez de los tests debido a que éstos
se describen como valoradores de la fuerza y resistencia abdominal, cuando se
deberían considerar (mientras no haya un estudio científico que lo corrobore) como
tests de potencia muscular abdominal.
Quinney et al. 1984 en Dinucci, Mccune and Shows (1990) citado por Tous (2000)
criticaron el CTSF (Canadian Standarized Test of Fitness) por considerar que éste
valoraba la potencia y no la fuerza y resistencia (este test es el clásico donde se pide al
sujeto realizar el mayor número de repeticiones en un minuto con las piernas sujetas).
Faulkner y Stewart (1982) añadieron a la crítica el ser inapropiado para poblaciones
adultas.
Zinkunegi (2014) cita a (Nadler et al., 2002) que respalda tanto en la vida orientada al
deporte como fuera de ella LBP es una patología que presenta una alta incidencia. En
el mundo del deporte, el LBP es un problema muy común en cualquier deporte que
requiera grandes componentes rotatorios o movimientos de torsión de la columna,
flexiones repetitivas, repetitivas extensiones y/o lesiones previas de las extremidades
inferiores que hayan podido alterar la mecánica normal de la cadena cinética.
De acuerdo a la NCAA Injury surveillance data 1997-1998, las atletas féminas tienen
una probabilidad más alta, casi dos veces mayor, que los atletas de sufrir una lesión en
la zona lumbar. (Nadler et al., 2002)
44
Aunque estos datos no sean suficientes para demostrar el rol del fortalecimiento del
“core” en la reducción del LBP, se demuestra, desde luego, la importancia de la
realización de más estudios para un mayor entendimiento de las ventajas o efectos de
este tipo de entrenamiento, y es que resulta interesante que la incidencia del LBP
aumentara ligeramente de 5/63 (7,9%) a 7/74 (9,5%) entre las mujeres. Por esta razón
se sostuvo la hipótesis de que el programa de fortalecimiento del “core” necesitaba
ciertas modificaciones además de una mayor muestra de pacientes para los estudios,
ya que las muestras reducidas hacen que las conclusiones sean más difíciles. (Nadler
et al., 2002)
En cuanto a la relación entre el fortalecimiento del “core” y los extensores de cadera, los
extensores de cadera (glúteo mayor) tienen un rol importante en la estabilización de la
misma durante los movimientos del tronco o cuando el centro de gravedad queda muy
desplazado de la base de sustentación. (Nadler et al., 2002)
El estudio de Kankaanpaa aboga que los pacientes con CLBP (chronic low back pain)
presentan una incrementada fatigabilidad del glúteo máximo. En concreto, en este
estudio se demostró un significativo aumento en la fuerza de los extensores de cadera
del hemicuerpo derecho, el lado dominante para el 90%, después de la incorporación
del programa de fortalecimiento del “core”. Esto se remonta a que en las medidas
iniciales, se observó una debilidad de los extensores de cadera del hemicuerpo derecho
en aquellas atletas con historia de LBP. Sin embargo en los atletas masculinos no se
encontró ninguna relación entre estas dos variables. (Nadler et al., 2002)
El estudio de Cairns, Foster and Wright (2006) demostró que la estabilización específica
espinal no proporciona beneficios adicionales en términos de función física, dolor,
angustia psicológica y calidad de vida en comparación con el grupo de solo fisioterapia
convencional en pacientes con LBP recurrente y en pacientes con CLBP. A pesar de
que ambos grupos tuvieran mejoras clínicamente significativas en la función y en la
reducción del dolor, no hubo diferencias estadísticamente significativas entre grupos.
Aun así, en general hubo un mayor porcentaje de mejoras en el grupo que recibió
fisioterapia convencional que en el grupo de estabilización específica con menos
45
sesiones de tratamiento y en un periodo de tiempo más corto, aunque no fuera
estadísticamente significativo.
Por lo que parece los resultados que presentan estos dos estudios no hablan muy a
favor del programa de estabilización del “core” ni en pacientes con LBP ni en los que
padecen CLBP, y es que podemos añadir lo observado en el estudio de (Nadler et al.,
2002). Es posible que este programa de estabilización del “core” necesitara ciertas
modificaciones, puesto que estos dos primeros estudios son los más antiguos.
En el estudio realizado por (Ferreira et al., 2007) se vio que los ejercicios de control
motor y la terapia espinal manipulativa producen ligeras mejoras en la función y la
percepción global del efecto del tratamiento a corto-plazo (8 semanas), pero no efectos
ni a medio ni a largo plazo en pacientes con CNLBP (chronic non specific low back
pain=dolor lumbar crónico no específico). Sin embargo, el grupo que realizó los
ejercicios de control motor presenta una mejora ligeramente inferior pero
estadísticamente no significativa en cuanto al dolor y a la función en comparación con el
grupo de terapia manipulativa espinal a las 8 semanas. A pesar de todo, no hay
diferencias significativas entre grupos en variables primarias ni secundarias a los 6-12
meses.
En el estudio de (Kumar, Sharma and Negi, 2009), a pesar de la diferencia del tipo de
tratamiento basado en el tratamiento convencional y el tratamiento mediante el
entrenamiento de estabilización muscular dinámica, demostraron ser efectivos en la
temprana recuperación de los pacientes con subagudo y CLBP sobre todo en el control
46
del dolor y en el promedio de la habilidad funcional. A pesar de que esta técnica esté
descrita con el nombre de entrenamiento de estabilización muscular dinámica, el
planteamiento realizado y la finalidad de los ejercicios parece desembocar en el mismo
sitio que el de la estabilización del “core”.
Sin embargo el grupo que recibió el tratamiento de DMST demostró mayores mejoras
que el grupo de terapia convencional y en relación a las medidas iniciales en los
siguientes test: “walking”, “stand ups”, “climbing” y dolor, con lo cual deducimos que el
empleo del DMST es más adecuado que este tipo de tratamiento convencional. (Kumar,
Sharma and Negi, 2009)
Con el objetivo de entender los efectos que el LBP puede producir en la actividad de los
músculos del tronco, en el equilibrio de todo el cuerpo y en el movimiento de la columna
durante los ejercicios de estabilización del “core”, (Desai and Marshall., 2010), llevaron
a cabo un estudio donde se empleaban unas plataformas inestables para realizar los
ejercicios de estabilización del “core”.
Sin embargo no encontraron evidencia que apoyara esa hipótesis de que los pacientes
con LBP presentaban menor equilibrio corporal con respecto a pacientes asintomáticos
durante los ejercicios de estabilidad del “core”. Si que observaron en los pacientes con
LBP tareas específicas de adaptación en el patrón de reclutamiento muscular con
respecto a los pacientes asintomáticos y que la plataforma inestable disminuía el
equilibrio de todo el cuerpo. Sin embargo durante los ejercicios mantienen niveles
similares de equilibrio y movimiento lumbar. (Desai and Marshall., 2010)
47
abdominales y lumbares durante los ejercicios de estabilidad del “core” tanto en el
grupo de los individuos sanos como en el grupo de pacientes con LBP. Si esto fuera
poco, las plataformas inestables no sólo reducen el equilibrio corporal, sino que también
aumentan el rango de movimiento lumbar durante el ejercicio en cuadrupedia por
ejemplo, pudiendo llegar a ser una total contraindicación para pacientes que presentan
una hipermovilidad segmental lumbar. (Desai and Marshall., 2010)
En este estudio ambos grupos recibían ejercicios de estabilidad del “core” junto con
ejercicios de tronco específico y global, solo que el grupo 2 además recibía 8 ejercicios
específicos de la estabilidad del “core”. Una de las diferencias es que este estudio no se
centra en episodios crónicos sino que se centra en casos agudos. En ambos grupos se
vieron mejoras en la aceleración sagital del tronco a los 3, 6, 12 semanas, es posible
que el aumento del área transversal del TrA (transverso abdominal) y LM (Multífidos
lumbares) a las 6 semanas este directamente relacionado con la mejora en la
aceleración sagital del tronco. Lo interesante es que esta mejora se mantiene en el
grupo 2 a las 12 semanas, (con lo que no solo mejora la aceleración sagital, sino que
también se mantiene esta mejora) reduciendo el riesgo de futuros casos de NSLBP y
que esta alteración se convierta crónica. (Aluko, DeSouza and Peacock, 2003)
48
Los resultados de este estudio hablan de un incremento en la aceleración acompañado
de una reducción en el dolor. En cuanto a la discapacidad se refiere, la diferencia entre
grupos es menor del 30%, por lo que no existen diferencias ni estadísticas ni clínicas.
Sin embargo, el grupo que realiza ejercicio regular, parece mantener una mayor
puntuación en la escala RMDQ de discapacidad. Esto sugiere que al igual que en los
estudios de (Ferreira et al., 2007) y (Kumar, Sharma and Negi, 2009), la intervención
llevada a cabo en el estudio de (Aluko, DeSouza and Peacock, 2003) demuestra la
reducción en discapacidad y en el dolor. A pesar de que los estudios de (Ferreira et al.,
2007) y (Kumar, Sharma and Negi, 2009) hablen de CLBP, el CSE ha demostrado
mejoras significativas en el nivel de discapacidad en pacientes con NSLBP y agudo a
las 6 semanas (50%), 3 meses (67%) y a los 12 meses (56%).
Al igual que en el estudio de (Aluko, DeSouza and Peacock (2013) el estudio realizado
por (Inani and Selkar, 2013), también examina el efecto de los ejercicios de la
estabilidad del “core” comparando este grupo con un grupo que recibe ejercicios
convencionales en el tratamiento del LBP inespecífico. En cuanto a los resultados, y al
igual que los estudios anteriores, ambos grupos mejoran rápidamente, sin embargo el
grupo experimental mejoro más rápidamente en comparación con el grupo control en
referencia a las tres variables. El análisis realizado entre los dos grupos demostró una
significativa mejoría en VAS, Modified ODI y en el porcentaje de discapacidad en el
grupo del programa de estabilización del “core” con respecto al grupo de ejercicios
49
convencionales al final de los 3 meses con lo que esto se traduce en una mejora del
estado funcional.
Por último y para dar un nuevo enfoque a los ejercicios de estabilización del “core” me
parece interesante mencionar este último estudio realizado por (You, Kim, Oh and
Chon, 2014), ya que introduce una nueva visión en la estabilización del “core”. Además
de estar hablando de un estudio publicado muy recientemente, en el 2014, este estudio
50
tenía como objetivo identificar una nueva técnica para mejorar la función, dolor y
estabilidad del “core” en pacientes con dolor de espalda crónico en comparación con la
terapia física convencional.
Este estudio presenta evidencia clínica que demuestra la eficacia potencial de añadir
una dorsiflexión de tobillo para activar la pared abdominal en la discapacidad física,
dolor y en la estabilidad del “core” asociada en pacientes con CLBP, manteniendo esta
mejora hasta dos meses después de la intervención. (You, Kim, Oh and Chon, 2014)
Este nuevo enfoque abre nuevas puertas ya que incorpora el término de irradiación, y
es que es posible que la irradiación pueda ser usada para la contracción selectiva de
los músculos diana profunda, el transverso abdominal, aplicando resistencia a los
relativamente más fuertes dorsiflexores del tobillo en combinación con la “activación” de
la pared abdominal. De ese modo, lograríamos una mayor estabilidad de la espina
lumbar. Y es que está demostrado que la mejora de los patrones de control
neuromuscular del transverso abdominal entre personas con LBP están asociados a
una mejora en el dolor y un incremento en la movilidad espinal funcional y actividad
física asociada. (You, Kim, Oh and Chon, 2014)
51
movimiento articular raquídeo, sino un porcentaje muy inferior de la misma para
estabilizar el raquis lumbar frente a los distintos brazos de palanca generados por las
extremidades inferiores. Por ello consideramos que podría encuadrarse como un test
isoinercial de tipo funcional para la determinación indirecta de la estabilidad central.
52
consideramos que, al igual que ocurre con el test clínico de Sahrmann, no sirve para
valorar la fuerza máxima central sino la estabilidad central de forma indirecta.
Los tests que evalúan la resistencia a la fuerza de los músculos estabilizadores más
utilizados en la literatura científica internacional referido por Noble (1975), Vincent y
Britten (1980), Malkia (1983), Biering-Sorensen (1984), Robertson and Magnusdottir
(1987), Faulkner et. al.(1989), Dinucci, Mccune and Shows (1990), McGill, Childs and
Liebenson (1999), Evans, Bliss and Teeple (2005), Refshaugea and Adams (2006),
McGuill, 2007, Greene, Durall and Kernozek (2012) son:
Test de resistencia de flexores del tronco (figura 10) (ABD-600): este test implica los
músculos principales flexores del tronco, es decir el recto abdominal, el cual es una
musculatura “global” (McGuill, 2007). McGill, Childs and Liebenson (1999) informaron
de una media de tiempo de 149 y 144 segundos para mujeres y hombres
respectivamente.
Test de puente prono (figura 11) (Bliss and Teeple, 2005) (PP): test isométrico para
valorar fundamentalmente la resistencia muscular anterior y posterior del core. Bliss y
Teeple (2005) sugieren que el tiempo que deberían soportar los sujetos evaluados
debería ser de al menos 60 segundos.
53
Test de puente lateral derecho e izquierdo (figura 11a y 11b): este test requiere la
activación de la musculatura lateral del core, básicamente el cuadrado lumbar y la
musculatura oblicua interna y externa, con una baja compresión discal (Lehman, Hoda
and Oliver, 2005; McGuill, 1998; Axler & McGuill, 1997). McGill, Childs and Liebenson,
1999) informaron de una media de tiempo de 94 y 97 segundos para el lado derecho e
izquierdo respectivamente en hombres, mientras que para mujeres una media de 72 y
77 segundos para el lado derecho e izquierdo.
54
CONCLUSIONES
3. La teoría de los tests expone, un instrumento es válido siempre que persiga lo que
quiere medir o evaluar, y se fortalece con un procesamiento estadístico que
evidencie su fortaleza apoyado en la estandarización, validez y confiabilidad según
estudios de Hegedus (1988), Zatsiorsky (1989), (Zabala, Chirosa, Chirosa y Viciana,
2002), Estévez, Margarita y González (2004), Fleitas, Mesa, y Guardo (2013) y
Vidal-Montaldo (2015).
55
RECOMENDACIONES
56
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99. Zinkunegi, T.M. (2014) Efectividad de la estabilización del Core en el dolor Lumbar.
[Memoria del trabajo fin de Grado en Fisioterapia]. Navarra: Universidad Pública
de Navarra.
Anexo 1. Consentimiento informado de participación.
Yo: ___________________________________________________.
_________________
CUESTIONARIO
Estimado profesional
Marque con X
1. Nivel cultural: 12 grado ___ Universitario: ____ M Sc. ___ Dr. C. ___
2. Años de experiencia: - 5 años ___ 5 años __ +5 años ___ -10 años ___10 años___
+ 10 años___
4. Profesión actual: Entrenador ___ Médico ___ Fisioterapeuta ___ Metodólogo ___
Atleta ___
Profesor de E.F ___
incremento de la
actividad
muscular del
tronco.
equilibrio no
disminuye en los
dos ejercicios
realizados de pie
en plataformas
inestables, por lo
que disminuye el
movimiento
lumbar.
- Sin embargo
solamente un
ejercicio aumenta
la actividad
muscular del
tronco cuando se
incorpora la
plataforma
lateral
-los resultados de
este estudio
sugieren que
algunos ejercicios
de estabilización
del “core”
requieren niveles
de actividad
muscular
adaptativa en
pacientes con
LBP para
mantener el
mismo equilibrio
muscular y
movimiento
lumbar que en las
personas sanas.
Memoria del trabajo fin Aluko, DeSouza Muestra 33 Estudio 6 semanas y No especificada No especificada Los ejercicios de
de grado. Grado en and Peacock sujetos seguimiento de 3 estabilización
fisioterapia. “Efectividad (2013) (3) meses. lumbo pélvica
de la estabilización del Cuantificar el Mediciones a los 3, 6 influyen en
“core” en el dolor efecto de los y 12 semanas con el movimientos
lumbar.” Txomin ejercicios de monitor de movimiento funcionales del
Zinkunegi Martinez. estabilidad del lumbar para evaluar la tronco y en su
2014 Core aceleración sagital del aceleración
tronco. sagital en las 3,6
Evaluación del dolor a y 12 semanas.
través de la VAS y Aumento del área
McGill pain transversal del
Questionnaire TrA y
Orwestry Disability movimientos
Index lumbar a las 6
Roland Morris Disability semanas esté
questionnaire. directamente
EJERCICIOS relacionado con la
-Estabilidad del “core” mejora en la
incluyendo ejercicios aceleración
de tronco globales y sagital del tronco.
específicos. Se redujo el
-Estiramiento riesgo de dolor
mahometano. lumbar.
-Cuadrupedia lomo de Se redujo la
gato. discapacidad
-Abducción de hombro funcional del
en decúbito lateral. raquis lumbar.
-Abducción de cadera La mejora se
con rodilla flexionada mantiene a las 12
en decúbito lateral. semanas y
EJERCICIOS pasadas las 12
ESPECÍFICOS DE semanas se
ESTABILIZACIÓN mantiene la
-Además de estos mejora,
ejercicios, recibieron reduciendo el
mayor instrucción de 8 riesgo de dolor
ejercicios de lumbar.
estabilización,
incluyendo el TrA y el
LM:
-“Abdominal hollowing
in prone lying”
-“Alternate straight-leg
raise in supine”
-“Abdominal hollowing
in sitting”
-“Crook lying-alternate
heel slide”
-“4-point kneeling
pelvic shift”
-“Trunk curl in crook
lying”
-“Pelvic tilt in sitting”
-“Alternate knee raise
in sitting”
10 repeticiones 3 veces
al día.
Memoria del trabajo fin Inani and Selkar., Muestra 30 Mediciones al inicio y No especificada No especificada Ambos grupos
de grado. Grado en 2013 (12) sujetos 20 a los 3 mese mejoraron
fisioterapia. “Efectividad Examinar el hombres y 10 -Examinación motora rápidamente. El
de la estabilización del efecto de los mujeres entre 20- detallada grupo
“core” en el dolor ejercicios 50 años -Test específicos de experimental
lumbar.” Txomin estabilizadores Grupo A espina mejoró más en las
Zinkunegi Martinez. de Core (experimental): -El dolo a través de la tres variables:
2014 (15) 9 hombres y VAS y Modified ODI VAS, Modified
6 mujeres Tratamientos: ODI y
Grupo B (grupo -Diatermia de onda %Discapacidad a
control) (15) corta. los 3 meses.
11 hombres y 4 -Tracción lumbar
mujeres. intermitente.
-Isométricos de
abdominales y
extensores de la
columna.
-Hasta la reducción del
dolor.
Grupo A
(experimental)
Ejercicios de
estabilidad del Core
en 4 fases:
-1º fase: Activación de
TRA, LM
-2º fase: Habilidades
de precisión, mejorar la
precisión de la tarea
-3º fase: Co-activación
de los músculos
superficiales y
profundos.
- 4º fase: Reeducación
funcional.
Grupo B (grupo
control) (15)
Ejercicios
convencionales:
Estiramientos.
-ejercicios isométricos
de la espina.
-Ejercicios de puente.
-Ejercicios de flexión
activa de la espina.
-Ejercicios de
extensión activa de la
espina.
Memoria del trabajo fin Ahmed, Shakil- 40 sujetos. Mediciones No especificada No especificada La Intensidad del
de grado. Grado en ur-Rehman and Grupo A (20): realizadas al inicio y a dolor y
fisioterapia. “Efectividad Sibtain Técnicas de los 6 meses postest. discapacidad
de la estabilización del (2014) (1) movilización ODI (Oswestry mejoran más en el
“core” en el dolor Comparar las específica lumbar disability index) y el grupo A que en el
lumbar.” Txomin técnicas de (SLM) y dolor medido a través grupo B.
Zinkunegi Martinez. movilización ejercicios de del VAS. Grupo A:
2014 específica lumbar estabilidad del Duración del presentaban una
(SLM) y “core” (CS). tratamiento: 6 puntuación en la
ejercicios de Grupo B: semanas/4 días a la escala VAS del
estabilidad del Técnicas de semana/45 minutos 6/10 y una
“core” (CS) con movilización sesión puntuación de 36
ejercicios de específica lumbar Grupo A: Las técnicas en la escala de
estabilización de (SLM). de movilización discapacidad ODI
“core” en dolor específica lumbar se (moderada
lumbar. hicieron en posición discapacidad)
prona. 6-8 antes de recibir el
deslizamientos tratamiento.
repeticiones por sesión Después estos
de T12 a L5 y seguidas valores se
de ejercicios de redujeron a 2/10
estabilidad del Core en la escala VAS
10repeticiones de 5-10 y a una
segundos para: puntuación de 16
-Músculos locales: en la escala de
LM, TRA, diafragma y discapacidad ODI
músculos del suelo (discapacidad
pélvico. mínima).
-Músculos globales Grupo B también
dinámicos: Recto mejoró pero
abdominal, oblicuo menos, valores en
interno, oblicuo externo la escala de VAS
y erector espinal. 7/10-5/10 y en la
Grupo B: Las técnicas escala de
de movilización discapacidad ODI
específica lumbar se 38-26
hicieron en posición (discapacidad
prona. 6-8 moderada en
deslizamientos ambos resultados)
repeticiones por sesión después del
de T12 a L5. tratamiento
mediante las
movilizaciones
específicas
lumbares.
Memoria del trabajo fin You, Kim, Oh 40 participantes Mediciones: No especificada No especificada Efectos
de grado. Grado en and Chon (2014) con dolor lumbar pre-test, post-test y 2 estadísticamente
fisioterapia. “Efectividad (20) crónico fueron meses post-test significativos en
de la estabilización del Identificar una distribuidos en -ODI y RMDQ- ambos grupos en
“core” en el dolor nueva técnica de dos grupos. discapacidad cuanto a la ODI y
lumbar.” Txomin estabilización del Grupo control: -Dolor mediante la al RMDQ, mejoras
Zinkunegi Martinez. “core” para 15 personas VAS, PDI (pain en la habilidad
2014 mejorar la Grupo disability index) y para realizar
función, dolor y experimental: LBPRS( low back pain actividades físicas
estabilidad del 15 personas rating scale)-dolor post intervención
“core” en -Test de flexión activa y 2 meses
pacientes con de la pierna recta después.
dolor de espalda (ASLR)-estabilidad de El grupo de
crónico en la columna lumbar. intervención
comparación con Grupo control: 15 demostró una
la terapia física personas: el grupo mayor reducción
convencional. control realizó un en la escala ODI
ejercicio que requirió post intervención
activar el abdomen por y dos meses post
debajo del ombligo en intervención y
posición pélvica neutral también en la
y estable manteniendo RMDQ dos meses
una presión de post intervención.
40mmHg en la unidad Efectos
de presión del estadísticamente
biofeedback. significativos en
Grupo experimental: ambos grupos en
15 personas: el grupo cuanto a la VAS,
experimental llevo a PDI y LBPRS,
cabo una dorsiflexión reducción en las
del tobillo medidas del dolor
contrarresistencia para post intervención
marcar la pared y dos meses post
abdominal baja para intervención.
aumentar la activación El grupo
selectiva de los experimental
músculos de la demostró
estabilidad del core. mayores mejoras
Los pacientes se en la escala VAS
situaron en decúbito pos intervención,
supino mientras que en la PDI post
debajo de su quinta intervención y 2
vértebra lumbar se meses post
colocó una unidad de intervención y en
presión con la LBPRS post
biofeedback con 40 intervención y 2
mmHg. meses post
Parte 1: los sujetos intervención.
activaron su parte baja Efectos
del abdomen debajo estadísticamente
del ombligo suave y significativos en
progresivamente sin ambos grupos en
ningún movimiento en cuanto al test de
el abdomen alto o flexión activa de la
columna mientas pierna estirada
mantenían una (ASLR). Mejoras
posición pélvica neutra en la habilidad
manteniendo la presión para ejecutar la
en 40 mmHg. estabilización del
Mantuvieron esta “core” post
posición 20 s -10 series intervención y 2
con 60 s de descanso meses post
entres entre series. intervención.
Parte 2: voluntaria El grupo
dorsiflexión del tobillo experimental
con una contracción demostró una
isométrica mayor reducción
(30%máxima) en la escala ASLR
contrarresistencia con post intervención
una banda elástica. y 2 meses post
20s-10 series y 60s de intervención.
descanso entre series.
Ambos grupos
recibieron
retroalimentación visual
guiada por ultrasonido
en la activación
muscular abdominal.
Terapia física
convencional para
ambos grupos:
-Masaje suave, rango
de movimiento pasivo y
entrenamiento de
marcha en cinta
deslizante.
Después de las 8
semanas de
intervención, los
sujetos fueron
instruidos para
implementar un
programa de ejercicios
(añadiendo dorsiflexión
de tobillo para activar
la pared abdominal) y
educación para una
buena realización,
monitorizados
diariamente.
Seminario de Tesis de Rojas (2015) Muestra 15 Medición: valoración No especificada No especificada Existen cambios
Grado. “Efectividad del Determinar la jugadores de con un dinamómetro en el aumento de
protocolo de efectividad del futbol Cybex Norm previo a la pico de
entrenamiento protocolo de intervención y fuerza máximo en
Nórdico Modificado entrenamiento Grupo finalizando flexores de rodilla
sobre la estabilidad Nórdico Experimental los protocolos. Se luego de la
dinámica de rodilla en Modificado estableció una ejecución del
futbolistas de La sobre la Grupo Control valoración isocinética protocolo Nórdico
Equidad Fútbol Club”: estabilidad convencional y protocolo
Ensayo controlado dinámica de la concéntrico/concéntrico Nórdico
aleatorizado (ECA)” rodilla en bilateral Modificado.
Universidad Nacional de futbolistas de La para flexo-extensores
Colombia. Laura Rocío Equidad Fútbol de rodillas a El protocolo
Rojas González. 2015 Club. velocidades de 60º/s, Nórdico
180º/s y 300º/s. Modificado aportó
significativamente
Intervención al aumento de
Desarrollaron un fuerza máxima en
protocolo de los músculos
fortalecimiento para flexores de rodilla,
isquiotibiales de favorece al
duración de 10 balance flexo-
semanas de extensor de la
intervención. rodilla y permitió
desarrollar fuerza
en los grupos
musculares más
débiles aportando
al equilibrio
bilateral del
deportista,
favoreciendo de
esta forma al
desempeño
funcional del
futbolista dentro
del juego, a su
gesto deportivo, a
la prevención de
lesiones y, en
particular, a la
estabilidad
dinámica bilateral
de rodilla.
Endurance Times for McGill, Childs Muestra 75 Medición: No especificada No especificada Women had
Low Back Stabilization and Liebenson sujetos Test de resistencia de longer endurance
Exercises: Clinical (1999) universitarios con flexores del tronco a times than men
0
Targets for Testing and un promedio de 60 for
Training From a Normal Evaluar la edad de 23 años Test modificado de torso extension,
Database resistencia a la Biering-Sorensen but not for torso
fuerza de los 31 hombres (Biering-Sorensen, flexion or for the
músculos 44 mujeres 1984) "side
extensores, Test de puente lateral bridge" exercise,
flexores y derecho e izquierdo which challenges
flexores laterales the lateral flexors
del tronco como (stabilizers).
estabilizadores Men could sustain
de la zona core. the "side bridge"
for 65% of their
extensor time and
99% of their
flexion time,
whereas women
could sustain the
"side bridge" for
only 39% of their
extensor
time and 79% of
their flexion time.
The tests proved
reliable,
with reliability
coefficients of
>.97 for the
repeated tests on
5
consecutive days
and again 8
weeks later.
Trunk muscle endurance Evans, Muestra 24 Medición No especificada Test de 1. Isometric tests
tests: Reliability, Refshaugea and atletas de elites Test de resistencia de resistencia de of trunk muscle
and gender differences Adams (2006) 16 hombres y 8 flexores del tronco a flexores del endurance
0 0
in athletes hembras con un 60 tronco a 60 require minimal,
Examinar la promedio de 35 Test modificado de ICC1= 0.95 inexpensive
fiabilidad test- años Biering-Sorensen ICC2=0.95 equipment and
retests en Test (Biering-Sorensen, SEM1= 59.1 are safe and
de resistencia de 1984) SEM2= 77.6 simple to employ
flexores del Test de puente lateral Test modificado in clinical settings.
tronco a 60
0
derecho e izquierdo de Biering- 2. While the side
Test modificado Sorensen bridge endurance
de Biering- (Biering- test has
Sorensen Sorensen, 1984) high reliability, a
(Biering- Test de puente relatively large
Sorensen, 1984) lateral izquierdo change in
ICC1= 0.85
Test de puente ICC2=0.82
a person’s holding
lateral derecho e SEM1= 17.4 time following
izquierdo SEM2= 17.8 training is
Test de puente required, to be
lateral derecho confident a true
ICC1= 0.82 change has
ICC2=0.81 occurred.
SEM1= 14.9 3. Male and
SEM2= 15.2 female state-level
athletes in
hockey, golf and
rowing have
similar holding
times on the
Biering-Sørensen
test of trunk
extensor
endurance and on
two tests of trunk
flexor endurance.
4. Male athletes in
these sports have
significantly
longer side-bridge
holding times than
their female
counterparts.
5. Trunk muscle
endurance should
be tested
and trained for
multi-directional
competence
irrespective of
gender.
Intersession Reliability Greene, Durall Muestra 60 Mediciones: No especificada Test de puente More participants
and Concurrent Validity and Kernozek sujetos sanos Test de puente lateral lateral izquierdo terminated the
of Isometric Endurance (2012) universitarios 17 derecho e izquierdo ICC1= 0.91 TESS
Tests for the Lateral hombres y 43
Trunk Muscles Determinar la mujeres con un Test de puente
fiabilidad test- promedio de 21 lateral derecho
retests en Test años ICC1= 0.78
de puente lateral
derecho e
izquierdo