CIRUGIA Sepsis
CIRUGIA Sepsis
CIRUGIA Sepsis
CIRUGÍA Y ANESTESIOLOGÍA
5to SEMESTRE
GRUPO A2
RESUMEN
CATEDRÁTICO:
ALUMNOS:
Uno de los principios más importantes que se deben comprender para el tratamiento
de estos pacientes complejos es la necesidad de una medición inicial detallada y de
una reevaluación constante de la respuesta al tratamiento.
UNIVERSIDAD PABLO GUARDADO CHAVEZ
LICENCIATURA EN MÉDICO CIRUJANO
ASIGNATURA: CIRUGÍA Y ANESTESIOLOGÍA
Los datos respecto de la utilidad del diferencial de tiempo hasta la positividad del
cultivo de sangre (es decir, un cultivo de sangre de volumen equivalente obtenido
desde el dispositivo de acceso vascular con resultado positivo más de 2 horas antes
del cultivo de sangre periférica) son incongruentes para sugerir que el dispositivo de
acceso vascular sea el origen de la infección.
En los pacientes en quienes no se sospeche una infección asociada al catéter y en
quienes se sospeche otro sitio de infección clínica, se debe obtener al menos un
cultivo de sangre periférica (de los dos o más que se requieren).
Los patógenos más comunes que provocan el choque septicémico son bacterias
gram negativas, gram positivas y microorganismos bacterianos combinados. La
candidiasis invasiva, los síndromes de choque tóxico y una serie de patógenos poco
habituales se debe considerar en pacientes determinados. Ciertas afecciones
específicas ponen al paciente en riesgo de patógenos atípicos o resistentes. Por
ejemplo, los pacientes neutropénicos están en riesgo de un amplio rango de
potenciales patógenos, incluso especies de bacilos gramnegativos y Candida
resistentes. Los pacientes que adquieren infecciones intrahospitalarias son más
propensos a la sepsis con Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA) y
Enterococci resistente a vancomicina.
Además, el médico debe evaluar los factores de riesgo de infección con patógenos
multirresistentes incluso la estancia prolongada en hospitales o centros de atención
crónica, el uso reciente de antibióticos, hospitalizaciones previas y colonización o
infección previas con organismos multirresistentes. La aparición de enfermedades
de mayor gravedad (p. ej., choque septicémico) puede estar intrínsecamente
asociada a una probabilidad más elevada de colonias aisladas resistentes debido a
la selección en la falta de respuesta a antibióticos anteriores.
Debido a la cantidad de variables que se deben evaluar, no es posible hacer una
recomendación respecto de una pauta de administración específica para la sepsis y
el choque septicémico.
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LICENCIATURA EN MÉDICO CIRUJANO
ASIGNATURA: CIRUGÍA Y ANESTESIOLOGÍA
Sin embargo, se pueden hacer sugerencias generales. Dado que la mayoría de los
pacientes con sepsis grave y choque septicémico tiene una o más formas de
inmunodepresión, la pauta de administración empírica inicial debe ser lo
suficientemente amplia para cubrir a la mayor parte de los patógenos aislados en las
infecciones asociadas a la atención médica. Con mayor frecuencia, se utiliza un
fármaco carbapenémico de amplio espectro (p. ej., meropenem, imipenem,
cilastatina o doripenem) o una combinación de penicilina de rango extendido e
inhibidores de los betalactámicos (p. ej., piperacilina y tazobactam o ticarcilina y
clavulanato). Sin embargo, también se pueden utilizar varias cefalosporinas de
tercera generación o superiores, especialmente como parte de una pauta de
administración que incluya varios fármacos.
Los factores de riesgo para las infecciones invasivas por Candida incluyen estado
de inmunodepresión (neutropenia, quimioterapia, trasplante, diabetes mellitus,
insuficiencia hepática crónica, insuficiencia renal crónica), dispositivos vasculares
invasivos prolongados (catéteres de hemodiálisis, catéteres venosos centrales),
nutrición parenteral absoluta, pancreatitis necrotizante, cirugía mayor reciente
(especialmente abdominal), administración prolongada de antibióticos de amplio
espectro, admisión prolongada en el hospital o la ICU, infección micótica reciente y
colonización en múltiples sitios.
Los pacientes con función renal levemente disminuida en forma crónica deben
recibir una dosis diaria equivalente pero, habitualmente, tendrían un periodo más
prolongado (de hasta 3 días) antes de la siguiente dosis. Esta pauta de
administración no se debería utilizar en pacientes con función renal gravemente
disminuida en quienes la depuración de aminoglucósidos puede tardar varios días.
En el caso de las fluoroquinolonas, un método que optimice la dosis dentro de un
rango no tóxico (p ej., ciprofloxacina, 600 mg cada 12 horas o levofloxacina, 750 mg
cada 24 horas, suponiendo una función renal preservada) debería brindar la mayor
probabilidad de una respuesta microbiológica y clínica favorable.
La vancomicina es otro antibiótico cuya eficacia depende, al menos en forma
parcial, de la concentración.
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LICENCIATURA EN MÉDICO CIRUJANO
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Datos recientes sugieren que algunas infecciones graves pueden tratarse con ciclos
más cortos, especialmente si hay una necesidad de control de la fuente y se puede
alcanzar este control.
Se recomienda que se identifique o excluya un diagnóstico anatómico específico de
la fuente de las infecciones que requieran control emergente de la fuente tan pronto
como sea posible en pacientes con sepsis o choque septicémico, y que se
implemente cualquier intervención para el control de fuente apenas sea médica y
logísticamente posible una vez realizado el diagnóstico (BPS).También se
recomienda la extracción oportuna de los dispositivos de acceso vascular que
puedan ser una fuente posible de sepsis o choque septicémico después de que se
haya establecido otro acceso vascular (BPS).
Los principios de control de fuente en el tratamiento de la sepsis y el choque
septicémico incluyen el diagnóstico rápido del sitio específico de la infección y la
determinación de si ese lugar es susceptible de medidas de control de fuente
(especialmente el drenaje de un absceso, el desbridamiento de tejido necrótico
infectado, la extracción de un dispositivo posiblemente infectado y el control
definitivo de una fuente continua de contaminación microbiana.
Los focos de infección que son fácilmente susceptibles para el control de la fuente
incluyen los abscesos intraabdominales, la perforación gastrointestinal, isquemia de
intestino o vólvulo, colangitis, colecistitis, pielonefritis asociada a obstrucción o
absceso, infección necrotizante de tejidos blandos, otras infecciones del espacio
profundo (p. ej., empiema o artritis séptica) e infecciones de dispositivos
implantados.
Los focos de infección sospechados de causar choque septicémico deben
controlarse tan pronto como sea posible después de la rehidratación inicial exitosa.
Se sugiere que se coloque un catéter arterial a todos los pacientes que requieren
vasopresores tan pronto como sea posible si los recursos estuvieran disponibles.En
los estados de choque, una estimación de la presión arterial por medio de un
manguito de un esfigmomanómetro, especialmente en los sistemas automatizados
de medición, puede ser inexacta. El uso de una cánula arterial ofrece una medición
más precisa y reproducible de la presión arterial y también permite el análisis latido
a latido para que las decisiones respecto del tratamiento puedan basarse en
información sobre la presión arterial inmediata y reproducible.
La limitación del uso de sedación en pacientes en estado crítico que estén utilizando
ventilación reduce la duración de la ventilación mecánica y la estancia en la ICU y el
hospital, y permite una movilización más temprana.
BIBLIOGRAFÍA