Anna Freud

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Universidad Nacional de Asunció n

Facultad de Filosofía
Carrera de Psicología- Sede Central

Historia de la Psicología
Monografía

Tema: Anna Freud

Integrantes:
 Silvia Apolinaria Adorno Lezcano
 Azucena Raquel Ayala Benítez
 Luz María Cuevas Velázquez
 Camila Adriana Irún Servín

Profesor: Lic. Manuel Ayala

ASUNCION- PARAGUAY
2021
Índice:

Introducción 3

Biografía e influencias 4

Aportes 8

Motivos para la defensa 9

Mecanismos de defensa 11

Discípulos 15

Erik Erikson 15

Heiz Hartmann 16

Dorothy Burlingham 19

Helen Ross 21

Conclusión 24

Bibliografía 25

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Introducción:
Anna Freud, sexta hija de Sigmund Freud, fue la única que siguió sus pasos y

hasta hoy día es recordada por sus diversos aportes a la Psicología y a la Psicoanálisis.

Sus contribuciones se enfocan al tratamiento de los niños en muchos aspectos de la

vida: como en los hospitales, con más horas de visitas cuando los niños están bajo

tratamiento, y el sistema judicial, donde ahora se utilizan pantallas y videos cada vez

que un niño tiene que dar su testimonio.

Influenciada por las ideas de desarrollo infantil de la pionera Maria Montessori

decidió abrir una guardería en 1941porque creía que existía la necesidad de un ambiente

seguro para los niños, cuyas madres estaban muy ocupadas con los esfuerzos de la

guerra.

Ella creía que para entender el comportamiento normal se necesitaba observar

cada uno de los movimientos de los niños más pequeños, por lo tanto, el personal de su

guardería en Londres debía escribir las observaciones de los niños para intentar

construir una teoría del desarrollo normal. También fueron entrenados para pensar

analíticamente sobre lo que pudiera haber detrás del comportamiento.

Fue durante esos años de guerra que Ann Freud se dio cuenta de la importancia

de las relaciones tempranas para el desarrollo y la intervención temprana para prevenir

futuras dificultades en el desarrollo del niño. Si bien las cosas han cambiado, hoy día se

utiliza tecnología y un abordaje más interdisciplinario igualmente su legado sigue

intacto pero muchas veces deslucido frente a la figura paterna.

Anna fue indudablemente una figura clave para el Psicoanálisis y Psicología

infantil, sin embargo, muy poco conocida especialmente en Paraguay, se espera que el

siguiente trabajo sirva como punto de partida para profundizar en sus aportes.

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3
Biografía e influencias

El 3 de diciembre de 1895 nace la sexta y

última hija de Sigmund Freud y Martha Bernays,

Anna Freud. Un hecho que marcaría su

existencia es que su concepción no fue deseada

lo cual se manifestó en una relación distante con

sus padres y hermanos. Su madre no la

amamantó a diferencia de sus otros hermanos y durante toda su vida mantuvo una

competencia tóxica con la hija favorita de su madre.

Anna Freud fue puesta al cuidado de Josefine Cihlarz, institutriz con la que

desarrolló un afecto más entrañable que con su propia madre. “La relación más antigua

y más genuina de mi niñez” y su vínculo con ella inspiraría sus posteriores conceptos de

“madre psicológica” y los contenidos del artículo Perder y ser perdido.

Como la relación con su madre siempre sería tirante Anna no sólo desarrollaría

apego hacia Cihlarz sino también hacia Loe Kahn y Lou Andrea Salome, mujeres

mayores que servirían como madres sustitutas.

Annerl, como era conocida familiarmente, empezó su escolarización a los seis

años, luego accedió al Lyceum y una vez graduada de la misma en 1912 inicia un tour

por Italia para recrearse y tratar de moderar sus impulsos obsesivos. Sus heridas

emocionales sanaron en parte cuando su padre fue a buscarla a Italia, desde ese

momento sería su más leal compañera.

Se formó como institutriz de escuela primaria, llegando a dominar, además de su

lengua materna, el inglés, el francés y algo el italiano. Durante la Primera Guerra

mundial comenzó a frecuentar las reuniones de la Asociación Psicoanalítica de Viena, a

4
partir de los 13 años. Poco después, entre 1918 y 1920, empezó a psicoanalizarse con su

padre. Dejaría de trabajar como institutriz para recuperarse de una tuberculosis

pulmonar, etapa en la cual decide dedicarse principalmente al psicoanálisis infantil.

Un hecho curioso es que la relación tan estrecha con su padre sería castrante,

pese a que Sigmund Freud motivaba la libertad sexual de la mujer durante las sesiones

con su padre este tenía como objetivo que Anna no liberara más sus impulsos sexuales

por medio de la masturbación y a la vez desalentaba que mantuviera relaciones

sentimentales, Anna nunca se llegaría a casar.

En torno a 1922 Anna asiste como invitada a la clínica universitaria del profesor

Wagner-Jauregg, donde era el primer ayudante Paul Schilder y el segundo ayudante

Heinz Hartmann. En 1923, pensaba instalarse en Berlín para continuar su formación y

ejercer como analista, pero dio la cara el cáncer de paladar de su padre y se quedó para

cuidarlo, misión que no abandonaría hasta su muerte. Por entonces, comienza su

práctica psicoanalítica con pacientes adultos, pero muy pronto se ocupó del campo

infantil, ya que por no ser médico sólo le estaba permitido trabajar con niños.

A finales de 1924, Anna había iniciado el tratamiento de una jovencita de 15

años llamada Minna, estableciendo paralelamente una sólida amistad con la madre de la

chica, Eva Rosenfeld, con quien fundó una escuela infantil de orientación psicoanalítica,

que era dirigida por Eva. Anna estaba por estos años muy interesada por la experiencia

de Vera Schmidt en Moscú, donde había fundado un Laboratorio-Hogar para Niños en

1921 con el fin de tratar pedagógicamente a chicos pequeños bajo directrices

psicoanalíticas. En el otoño de 1925 tomaría en tratamiento a Bob, uno de los hijos

Dorothy Burlingham; poco después se ocuparía también de sus tres hermanos (Mabbie,

Tinky y Mikey).

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Su etapa adulta estuvo marcada por la presencia de esta mujer, con la que

compartió una estrecha relación durante cincuenta años. Se sospechó que pudieran tener

una relación más allá de la amistad, aunque ella lo negó en alguna ocasión. Gracias a

esta mujer pudo satisfacer su instinto maternal porque compartió la crianza de los hijos

de Dorothy, con la que vivió hasta la muerte de esta sobreviviéndole unos cuantos años

más.

Cuando en 1925 se crea el Instituto Psicoanalítico de Viena, Anna es nombrada

secretaria, siendo directora Helene Deutsch y director adjunto Siegfried Bernfeld. En el

seno de este Instituto, junto a Hoffer, Aichhorn y Bernfeld, pone en marcha un

seminario dedicado al psicoanálisis infantil (Kinderseminar).

Entre 1925 y 1930, Anna Freud empieza a impartir seminarios y conferencias

para formar a psicoanalistas y educadores, convencida de que la práctica y teoría

psicoanalítica creada por su padre podía resultar de mucha importancia durante los

primeros años de vida de las personas, que es cuando se interiorizan las normas sociales

y pueden quedar fijados traumas determinantes. También publica su libro de

Introducción al Psicoanálisis para Educadores.

Es también en esta época cuando surge uno de los choques de trenes más

relevantes de los primeros años del psicoanálisis: la batalla teórica que libraron Anna

Freud y Melanie Klein, otra de las pocas mujeres psicoanalistas europeas de principios

de siglo. Ambas sostenían ideas totalmente opuestas en muchos aspectos relacionados

con la evolución de la psique con la edad y los procedimientos que se debían seguir para

tratar con niños y adolescentes, y ambas recibieron mucha cobertura mediática. Anna

Freud, además, recibió el apoyo de su padre.

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En los años 30, Anna Freud empezó a revisar la teoría freudiana sobre las

estructuras psíquicas del ello, el yo y el superyó. A diferencia de Sigmund Freud, muy

interesado en el ello, lo inconsciente y los mecanismos ocultos y misteriosos que según

él gobiernan la conducta, Anna Freud era mucho más pragmática y prefería centrarse en

aquello que nos hace adaptarnos a los contextos reales y las situaciones cotidianas.

Este tipo de motivaciones hicieron que centrase sus estudios en el yo, que según

Sigmund Freud y ella misma es la estructura de la psique conectada directamente con el

entorno, la realidad. Dicho de otra forma, si Sigmund Freud proponía explicaciones

sobre cómo el yo y el superyó tenían el papel de evitar que el ello impusiera sus

intereses, Anna Freud entendía el yo como lo más importante de la psique, al ser la parte

que actúa como árbitro entre el superyó y el ello. De este planteamiento surgió poco

después la llamada psicología del yo, cuyos representantes más importantes fueron Erik

Erikson y Heinz Hartmann.

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Aportes

Mientras Sigmund Freud reconstruía la niñez de sus pacientes a partir de sus

recuerdos sueltos, Anna Freud observó a los niños, que eran sus pacientes en el acto de

construir sus reminiscencias adultas. Sigmund Freud liberó a sus pacientes de la

ignorancia de su propio pasado. Anna Freud trabajó para alentar a sus pacientes a

dominar a sus retos actuales. En muchos sentidos, Anna sigue por completo los pasos de

su padre, pero, al hacerlo, también desarrollo nuevas direcciones de la teoría y la

práctica.

Para Anna Freud, ampliar el ámbito del psicoanálisis significaba ampliar los

descubrimientos esenciales de su padre a nuevos campos de la conducta, a los niños y

adolescentes, a la pediatría, al derecho familiar y a las técnicas modificadas para la

educación y cuidado infantil.

Anna Freud trabajo mucho más con el YO, ya que era el que tenía contacto

directo con el exterior, gracias a los sentidos. A diferencia de Sigmund Freud, muy

interesado en el ello, lo inconsciente y los mecanismos ocultos y misteriosos que según

él gobiernan la conducta, Anna Freud era mucho más pragmática y prefería centrarse en

aquello que nos hace adaptarnos a los contextos reales y las situaciones cotidianas.

Anna Freud lo largo de su vida se preocupó mucho más de la dinámica mental

que de su estructura. El yo, que es la única de las tres estructuras psíquicas que tiene una

visión realista de las cosas, intenta entretener al ello para que sus exigencias se retrasen

hasta el momento en el que el hecho de satisfacerlas no nos ponga en riesgo, a la vez

que negocia con el superyó para que nuestra autoimagen no se vea seriamente dañada a

la vez que hacemos esto.

8
Inge Pretorius, psicoterapeuta infantil y de adolescentes a cargo de los servicios

para los padres y menores de tres años del centro, explica que fue durante esos años de

guerra que Ann Freud “se dio cuenta de la importancia de las relaciones tempranas para

el desarrollo y la intervención temprana para prevenir futuras dificultades en el

desarrollo del niño”.

En la fase inicial de su desarrollo de una modificación del método analítico para

su aplicación en los niños, Anna Freud buscaba una forma de abreviar la etapa

diagnóstica del periodo preparatorio. El primer paso en esa dirección llegó con su

investigación sobre las defensas del yo como indicadores del cambio pulsionales.

Aunque no es posible la observación directa de las dinámicas pulsionales, la reacción

del yo ante ellas se hace evidente en el examen de las defensas del individuo.

Considera la paradoja a que enfrenta el psicoanalista que trata a pacientes que se

mueven entre los obstáculos de sus vidas con la ayuda de defensas psicológicas

masivas. Esos pacientes llegan a la terapia porque sienten que su vida es restringida,

sombría y carente de espontaneidad. Sin embargo, en tanto se mantengan las defensas

de un paciente, el analista enfrenta una personalidad al parecer intacta que no necesita

psicoanálisis. Es irónico que el analista sólo pueda percibir problemas en las

profundidades cuando las defensas fallan y el material inconsciente reaparece en la

conciencia: Mientras las defensas articuladas por el yo de una persona estén intactas. El

observador analítico se enfrenta a un vacío: en cuanto se vienen abajo, por ejemplo,

cuando la represión falla y el material inconsciente regresa... se tiene acceso a una gran

cantidad de información sobre los procesos internos (A. Freud. 1969, p. 125)

Las defensas tienen éxito en la protección de la personalidad precisamente

porque el yo ignora que se está defendiendo a sí mismo. En términos de Anna Freud, las

defensas del yo son silenciosas e invisibles (1936, p. 8). Por ejemplo, la represión sólo
9
es aparente por la ausencia de componentes de la pulsión que uno espera estén presentes

en la persona normal. Cuando un niño es toda dulzura y bondad, sin evidencia de

hostilidad, celos o ira, lo más probable es que su yo ha sido debilitado por la represión

masiva contra la ira y la agresión. Por consiguiente, las defensas del yo sólo pueden

inferirse cuando la conducta del individuo presenta signos de la falta de los derivados

habituales del ello. Si se ven desde el punto de vista del desarrollo, las defensas de la

gente revelan la historia personal del desarrollo del yo, es decir, las historias de vida de

dominar o sucumbir a sus pasiones, necesidades, deseos e impulsos (1936, p. 21;

Sandler y A. Freud, 1985).

Motivos para la defensa

Anna Freud siguió el ejemplo de su padre (S. Freud, 1926), lo que le permitió

distinguir tres fuentes de peligro ante las cuales el yo responde de manera defensiva.

1. Primero, en el caso del adulto neurótico existe el peligro de que el

superyó se sienta insatisfecho con la manera en que el yo trata de proporcionar

gratificaciones a los esfuerzos sexuales y agresivos del ello. La ironía de esta forma de

angustia es que el yo no considera peligrosos o condenables los impulsos sexuales o

agresivos contra los cuales se defiende de manera tan activa. "La pulsión se considera

peligrosa porque el superyó prolube su gratificación, y es seguro que si [la pulsión]

logra su propósito, esto ocasionará problemas entre el yo y el superyó" (A. Freud, 1936,

p. 55). Como el superyó es capaz de crear un estándar ideal rígido e inalcanzable, el yo

del neurótico trabaja para renunciar a todos los impulsos sexuales y agresivos hasta un

grado que es incompatible con la buena salud mental. Por tanto, el yo neurótico sirve al

superyó hasta un grado exagerado, incluso al costo del conflicto interno.

2. Segundo, en el caso del niño neurótico que todavía no ha formado un

superyó severo, el yo puede llegar a temer el peligro del mundo externo. Al temer a las
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pulsiones porque los padres prohibieron su expresión, el yo del niño está reaccionando

al temor de su displacer. No obstante, esta angustia más "objetiva" es suficiente para

desencadenar las maniobras defensivas del yo contra los impulsos sexuales y agresivos

(A. Freud, 1936, p. 57).

3. En tercer lugar, está el temor del yo al peligro de la fuerza de los

impulsos inconscientes. Sigmund Freud pensaba que este temor resulta de la

diferenciación del yo respecto al ello en la infancia y su separación gradual del proceso

primario del ello a través del desarrollo de su proceso secundario de pensamiento lógico

orientado a la realidad. De este modo, cuando una pulsión se vuelve demasiado fuerte,

el yo experimenta los impulsos como una amenaza a su independencia, como una señal

del peligro de verse inundado por el caos del proceso primario del ello (S. Freud, 1923

a, p. 57). En lugar de someterse a la invasión sin poder hacer nada, el yo pone en juego

las defensas. En unas cuantas oraciones, Freud hizo un resumen conciso de los tres tipos

de angustia que desencadena las defensas del yo y la difícil situación en que se

encuentra el ello: influencias que operan en y sobre él; podemos entender por qué muy a

menudo no podemos suprimir el grito: "¡La vida no es fácil!" Si se obliga al yo a

admitir su debilidad, estalla en angustia: angustia realista en relación con el mundo

externo, angustia moral concerniente al superyó y angustia neurótica en lo que atañe a

las pasiones del ello (S. Freud, 1933, p. 78). De esta manera el yo, impulsado por el ello,

limitado por el superyó y rechazado por la realidad, lucha para dominar su tarea

económica de dar lugar a la armonía entre las fuerzas e influencias que operan en y

sobre él; podemos entender por qué muy a menudo no podemos suprimir el grito: "¡La

vida no es fácil!" Si se obliga al yo a admitir su debilidad, estalla en angustia: angustia

realista en relación con el mundo externo, angustia moral concerniente al superyó y

angustia neurótica en lo que atañe a las pasiones del ello (S. Freud, 1933, p. 78).

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En las manos de Anna Freud, el análisis del funcionamiento defensivo del yo se

convirtió en una herramienta muy sensible de diagnóstico. Para el analista infantil, con

grandes limitaciones en el uso de la asociación libre, el análisis de las defensas se volvió

el medio indispensable para comprender la historia personal del desarrollo pulsional del

niño (A. Freud. 1936, pp. 37-39; Sandlerya. Freud, 1985). Al permitir la deducción de la

pasión específica del ello. El periodo de la vida en que surgió y el tipo particular de

obstrucción erigido por el yo en su contra. El análisis de las defensas abrió el camino a

las profundidades ocultas de la historia de vida del niño. Anna Freud enumeró diez

defensas del yo sugeridas o descritas por su padre y cinco elaboraciones que ella hizo.

Mecanismos de defensa

1. Represión [olvido motivado]: Eliminación abrupta e involuntaria de la

conciencia de cualquier impulso, idea o recuerdo amenazante. La represión o negación,

la más peligrosa y arcaica de las defensas, es el requisito para cualquiera de los otros

mecanismos de defensa enlistados abajo.

1A. Negación [negación motivada]: Se bloquea la entrada de eventos externos

a la conciencia cuando su percepción tiene una relación simbólica o asociativa con

impulsos amenazantes. La negación suspende los peligros "externos" al desecharlos.

2. Ascetismo [renunciar a las necesidades]: El ascetismo, que es

característico de la pubertad, es más un estilo de carácter que una defensa. Los

preadolescentes se sienten abrumados por el surgimiento de sus impulsos sexuales y

para protegerse repudian todos los deseos y todos los placeres. En situaciones extremas,

los adolescentes pueden limitar el sueño y el consumo de comida y retener la orina y las

heces tanto como les sea posible para "mortificarse".

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3. Proyección [desplazamiento al exterior]: Atribuir a otra persona u

objeto los propios impulsos, deseos o pensamientos inaceptables. Luego, esos impulsos

se vuelven "ajenos al yo" como si no fueran parte suya.

 3A. Renuncia altruista [sacrificio del yo]: Una forma de proyección en

que la persona satisface sus necesidades de manera vicaria al identificarse con las

satisfacciones de otro; en su forma extrema, la persona puede incluso abandonar sus

propias ambiciones para permitir que otro las lleve a cabo.

 3B. Desplazamiento [reorientación del impulso]: Los impulsos, por lo

general los agresivos, se reorientan a un blanco sustituto cuando el blanco apropiado

resulta demasiado amenazante.

4. Volverse contra el yo [el yo como objeto o como blanco]: Los

impulsos se reorientan al interior, contra uno mismo, en lugar de hacerlo al exterior,

hacia el blanco apropiado. Por lo regular, resultan en sentimientos masoquistas de

inadecuación, culpa y depresión.

5. Formación reactiva [creer lo contrario]: Transformación de impulsos

inaceptables en sus formas opuestas y más aceptables; por lo común, tiene una forma

del tipo: "La dama protesta demasiado". Odio en amor, amor en odio.

 5A. Reversión [activo en pasivo]: La reversión, que es similar a la

formación reactiva, transforma un impulso de un modo activo a uno pasivo. También es

semejante a volverse contra el yo.

6. Sublimación [sustitutos aceptables]: Transformación de un impulso a

una forma socialmente productiva y aceptable.

7. Introyección [llevar al interior]: Incorporar en la conducta y las

creencias propias las características de algún objeto externo o persona admirada

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 7 A. Identificación CON EL AGRESOR [adoptar los rasgos temidos]:

Adoptar los rasgos o peculiaridades de una persona u objeto temidos.

8. Aislamiento [despojarlo del significado emocional]: característico de

la neurosis obsesiva compulsiva, los impulsos inaceptables se retienen en la conciencia,

pero son despojados de emoción y separados de las ideas relacionadas para lograr una

cuarentena emocional-intelectual.

9. Deshacer [cancelación mágica]: característica de la personalidad

obsesiva compulsiva, la cual realiza gestos o rituales mágicos para cancelar

pensamientos o actos inaceptables, una vez que éstos han sido completados.

10. Regresión [repliegue en el desarrollo]: Tal vez no es en realidad una

defensa, sino una forma primitiva de la conducta frente al estrés; un regreso a modos

anteriores de respuesta cuando se enfrenta la angustia.

El trabajo de Anna Freud se aleja mucho de las suposiciones neurológicas

implícitas de la creación de Sigmund Freud. Para Anna Freud los niños, y

supuestamente también los adultos, son activos, asertivos e imperiosos. No tienen que

ser las víctimas permanentes de sus conflictos internos o de sus entornos abrumador.

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Discípulos

Erik Erikson

Erik Erikson (1902-1994) fue un

psicoanalista alemán hijo de un danés, amor

de juventud de su madre que la abandonó y

al cual él nunca llegó a conocer, hecho que

le traumatizó. El mismo Erikson lo contó en

un pequeño ensayo titulado Notas

autobiográficas sobre las crisis de

identidad, donde dice textualmente: “Durante toda mi infancia me ocultaron el hecho de

que mi madre había estado casada anteriormente y de que yo era el hijo de un danés que

la había abandonado antes de mi nacimiento”.

Cuando Erik Erikson tenía tres años su madre contrajo matrimonio con un

médico judío que le dio su apellido, el Dr. Homburger, y años más tarde, al adquirir la

nacionalidad estadounidense, adopta el apellido Erikson.

Erikson no era médico, tenía un diploma Montessori (famosa psiquiatra y

pedagoga italiana) y trabajó como maestro en una escuela privada de Víena, dirigida por

Dorothy Burlingham, amiga de Anna Freud. A raíz de esto Erik Erikson entra en

contacto con el psicoanálisis y decide convertirse en psicoanalista, realizando su análisis

didáctico con la mismísima Anna Freud (en ese momento Anna compartía la sala de

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espera con su padre), y es aceptado en el exclusivo círculo de los discípulos de Sigmund

Freud.

Haciendo alusión a su falta de titulación médica cuenta Erikson, en el antes

citado ensayo autobiográfico, lo que solía decir William James (filósofo y psicólogo

estadounidense): “La primera clase de Psicología a la que asistí fue la que yo mismo

impartí “.

Huyendo de la persecución nazi Erik Erikson se instala durante un breve tiempo

en Dinamarca, y de ahí marcha a Estados Unidos donde vivirá hasta su muerte y donde

impartió clases en las más prestigiosas universidades americanas: Harvard, Yale y

Berkeley.

La teoría más conocida de Erik Erikson es la que escribió sobre el Desarrollo de

la personalidad. Este psicoterapeuta distingue en el desarrollo del yo ocho estadios en

los cuales hay que resolver tareas específicas en cada etapa, con repercusiones

psicológicas universales, antes de pasar a la siguiente.

Para Erikson estos estadios se articulan con el “medio social “, el cual influye

sobre la resolución individual de la tarea correspondiente, y esto, a su vez, tiene rasgos

peculiares y propios de cada sociedad o cultura. Debido a esta influencia de los factores

sociales, en la llamó “Teoría psico-social del desarrollo de la personalidad “.

En 1950 publica “Infancia y Sociedad” y en 1970 recibe el premio Pulitzer y el

National Book Award por su libro “Gandhi’sTruth”.

Los estudios de Erik Erikson sobre lo que el denominó “crisis de identidad “, tan

en boga en los años sesenta entre la juventud, le dieron mucha fama. En español los

podemos encontrar en un pequeño librito titulado “Sociedad y adolescencia” que

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contiene cuatro ensayos, entre los que se encuentra el autobiográfico anteriormente

citado.

Heinz Hartmann

Heinz Hartmann (1894-1970) fue un brillante psiquiatra y psicoanalista austriaco

que fundó la corriente denominada “Psicología del YO “.

Hartmann se educó en un ambiente culto, su padre fue un profesor de Historia y

su madre una pianista, hija de un famoso ginecólogo vienés. En 1920 Heinz Hartmann

se graduó en Medicina por la Universidad de Viena. Posteriormente comenzó su

formación en Psicoanálisis y se convirtió en discípulo de Freud.

Como es preceptivo para ser psicoanalista, realizó su Análisis Didáctico, análisis

que empezó con el psicoanalista SándorRado, y que luego continuo con el mismo

Sigmund Freud.

Huyendo de la persecución nazi se instaló en Estados Unidos donde llegó a ser

presidente de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA). La “Psicología del Yo”

tuvo un desarrollo muy significativo entre 1940 y 1950, y en Estados Unidos las teorías

de Heinz Hartmann tuvieron una gran influencia.

Pero, veamos cuales fueron las contribuciones de Hartmann.

Recordemos que según Freud el aparato psíquico estaba constituido por el Ello,

el YO y el Super-Yo. Aunque Freud descubrió los Mecanismos de defensa del Yo, fue

su hija Anna Freud quien dio un nuevo impulso a las funciones del Yo con la

publicación de su libro “El Yo y los mecanismos de defensa “, y Hartman le dio un

nuevo concepto al Yo y lo amplió aún más. Otros psicoanalistas como Ernst Kris, que

fue director de la revista IMAGO, Rudolf Loewestein, médico polaco formado en

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Alemania y asentado en Nueva York, y David Rapaport, psicólogo húngaro que emigró

a Estados Unidos, también realizaron importantes aportaciones al estudio de la

psicología del Yo.

En la Psicología del Yo de Hartmann, el Yo desplaza en importancia al Ello y al

Super-Yo. Freud afirmaba que el Yo se diferencia a partir del Ello, mientras que

Harman decía que el Yo no surge a partir del Ello, sino que Yo y Ello provienen de una

matriz común, la llamada fase indiferenciada. Por lo tanto, según sus teorías los aparatos

rudimentarios del Yo ya están presentes en el momento de nacer.

Heinz Hartmann distinguió dos grupos de funciones del Yo: las funciones

específicamente involucradas en los conflictos y las funciones que constituyen la esfera

del Yo libre de conflictos. Estas funciones del Yo, afirmaba Hartmann, son de

importancia fundamental en la adaptación de la persona a su ambiente. Hartmann

concebía la estructura de la personalidad como el resultado de la interacción entre la

herencia y el ambiente, y añadía que en el curso del desarrollo del individuo se

diferenciaban los rasgos del carácter.

Heintz Hartmann postuló la existencia de funciones primarias autónomas del Yo,

“la autonomia del Yo “, cuyo desarrollo sería independiente de los impulsos. Las

funciones comprendidas en esta área eran la percepción, la intuición, la comprensión, el

pensamiento, el lenguaje, ciertas fases del desarrollo motor, el aprendizaje y la

inteligencia.

Pero, cada una de estas funciones puede también participar de forma secundaria

en conflictos durante el curso del desarrollo del sujeto. Hartmann puso el énfasis en los

factores comunes que podían influir en el proceso de desarrollo, estableciendo una

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relación entre la aparición de los factores autónomos primarios y lo que él llamó el

“entorno de expectación por término medio “.

Además, Hartmann pensaba que una parte de las energías del Yo se deriva de

fuentes no impulsivas. También propuso el concepto de Neutralización que sería como

una generalización del concepto freudiano de Sublimación. Según el concepto de

Neutralización la medida en que se neutraliza la energía instintiva está en función de la

fuerza del Yo. Sin embargo, el Yo puede perder su autonomía si la influencia de los

impulsos crece mucho. La autonomía del Yo puede también disminuir por una

enfermedad.

Las teorías de Heintz Hartmann están expuestas en los siguientes libros:

Psichoanalysis and Moral Values, Essayson Ego Psychology, y Psicología del yo y la

problemática de la adaptación.

Dorothy Burlingham

Dorothy Burlingham Trimble Tiffany (11 octubre 1891- 19 noviembre 1979) fue

una psicoanalista infantil y educadora estadounidense. Amiga de toda la vida y socia de

la psicoanalista infantil Anna Freud. Dorothy es conocida por su trabajo conjunto con

Anna en el análisis de los niños. Durante los años 60 y 70, Burlingham dirigió el Grupo

de Investigación sobre el Estudio de Niños Ciegos en la Clínica Hampstead en Londres.

Su artículo de 1979 sobre bebés ciegos, "Ser ciego en un mundo con visión", publicado

en El estudio psicoanalítico del niño, se considera un hito de la observación científica

empática.

Burlingham era la hija del artista Louis Comfort Tiffany y la nieta de Charles

Lewis Tiffany, fundador de Tiffany& Co.

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Dorothy Trimble Tiffany nació en la ciudad de Nueva York. Se casó con un

cirujano de esta ciudad, Robert Burlingham, en 1914; sin embargo, la pareja se separó

en 1921 a causa del trastorno bipolar de Robert. Ella estaba criando a cuatro hijos, uno

de los cuales, había desarrollado un trastorno de la piel, que se diagnosticó como

psicosomático. Este fue también el momento en que el nuevo campo del psicoanálisis se

hizo cada vez más conocido tanto en Europa como en los Estados Unidos.

Sosteniendo la esperanza de una cura psicoanalítica para su hijo, Burlingham se

mudó a Viena con sus cuatro hijos en 1925. Pronto comenzó un análisis profano con

Theodore Reik, antes de mudarse para comenzar un análisis con Sigmund Freud.

También conoció a Anna Freud, que ya era analista, y que consideró a todos los niños

de Burlingham como sus pacientes. Pronto, el desorden de la piel del niño Burlingham

desapareció. Este giro de los acontecimientos llevó a Burlingham a convertirse ella

misma en analista laica y, en preparación para ello, se analizó con Sigmund Freud, a

pesar de que ahora se había hecho personalmente cercana a Anna Freud. El análisis de

sus hijos, así como su propio análisis duró el resto de sus días.

Burlingham se mudó a Londres en 1938 junto con los Freud, que huían del

antisemitismo nazi. Después de la muerte de Sigmund Freud al año siguiente, Dorothy

Burlingham se estableció en Maresfiel Gardens, no lejos de Anna Freud, y en 1940 se

mudó a la casa de Freud en Maresfield Gardens. Junto con Anna, de la que fue socia

durante los próximos cuarenta años, fundarían los viveros de guerra de Hampstead

durante la Segunda Guerra Mundial, y su trabajo conjunto allí daría lugar a la

publicación de InfantsWithoutfamilies (1943). También fundaron, junto con Helen

Ross, en 1951, la Clínica Hampstead, un centro que "se dispuso a proporcionar terapia y

asistencia a las familias, para tratar a niños perturbados y discapacitados

independientemente de sus problemas, antecedentes sociales o historias pasadas, y al

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mismo tiempo ofrecer a los aspirantes a analistas el entrenamiento más equilibrado y

rico posible". Tanto Burlingham como Freud trabajarían en Hampstead hasta la

jubilación.

Burlingham murió en Londres en 1979. Sus cenizas descansan en el Golders

Green Crematorium, Londres, junto a las de Anna Freud (que murió en 1982) y otras

personas de la familia Freud, incluido Sigmund Freud.

Helen Ross

Helen Ross, psicoanalista y administradora, nació el 16 de marzo de 1890 en

Independence, Missouri, y murió el 10 de agosto de 1978 en Washington, D.C.

Helen Ross, una de siete hijos, nació en una familia que valoraba mucho la

educación. Su hermano mayor apoyó su educación universitaria, y después de su propia

graduación de la Universidad de Missouri en 1911, trabajó durante cinco años como

maestra de escuela para permitir que sus hermanos menores continuaran su educación.

Durante este período, aumentó sus ingresos enseñando inglés a inmigrantes en una

escuela nocturna de asentamientos judíos en Kansas City. En 1916 comenzó a realizar

estudios de posgrado en sociología y economía en BrynMawr. Ross abandonó sus

estudios de posgrado, sin embargo, a instancias de PaulineGoldmark, una de las

famosas hermanas Goldmark, cuya hermana Alice estaba casada con el juez de la Corte

Suprema Louis Brandeis, para aceptar un trabajo como agente de campo para la

Administración de Ferrocarriles de EE. UU. La división femenina estaba dirigida por

PaulineGoldmark. Durante dos años viajó por todo Estados Unidos, investigando las

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condiciones laborales de las mujeres que trabajaban en los ferrocarriles y, enfatizó en

sus memorias, asegurándose de que recibieran el mismo salario por el mismo trabajo.

En 1914, ella y una hermana mayor establecieron un campamento de verano

para niñas en Michigan, que llevaron a cabo juntas durante los siguientes treinta y

cuatro años. Ross escribió más tarde que el contacto constante con "los problemas

cotidianos de los niños normales" agudizó su interés por el desarrollo humano y la hizo

ansiosa por profundizar su comprensión del desarrollo de la personalidad. Esto la llevó a

interesarse por el psicoanálisis y, en 1929, a instancias de Franz Alexander, que acababa

de llegar a Chicago, se fue a Viena. Allí fue analizada por HeleneDeutsch y comenzó

una amistad y colaboración de por vida con Anna Freud. En particular, Ross jugó un

papel decisivo en el establecimiento de la Clínica Hampstead a través de sus esfuerzos

para asegurar el apoyo financiero continuo para la clínica de la Fundación Marshall

Field en Chicago. También ayudó en la traducción de WaywardYouth de

AugustAichhorn.

Después de regresar a Chicago en 1934, comenzó una práctica privada y actuó

como consultora de varias agencias sociales. También escribió una columna en un

periódico, AboutOurChildren, para el Chicago Sun-Times. Ross utilizó su influencia

como consultora de agencias de bienestar social y su columna en el periódico para

transmitir en un lenguaje claro e inteligente las ideas del psicoanálisis a maestros,

trabajadores sociales y padres. En 1942 comenzó un mandato de catorce años como

directora administrativa del Instituto Psicoanalítico de Chicago. En 1956, a petición de

la Asociación Psicoanalítica Estadounidense, ella y Bertram D. Lewin llevaron a cabo

una extensa encuesta sobre los programas de formación de diecisiete institutos

psicoanalíticos estadounidenses. El libro resultante, PsychoanalyticEducation in

theUnitedStates (1960), revisó, entre otros temas, la historia de la educación

22
psicoanalítica, presentó un análisis detallado de los candidatos en formación y cómo

fueron seleccionados, analizó los currículos para programas de análisis de adultos y

niños, y discutió el papel del analista docente y supervisor en la formación

psicoanalítica. La minuciosidad de su encuesta, combinada con su tono desapasionado,

creó un clima que permitió a muchos institutos examinar de cerca y hacer cambios en

sus programas educativos. Este fue un logro considerable y el éxito de la encuesta

probablemente también se debe al profundo respeto y afecto que sus colegas sentían por

Ross y Lewin.

Después de completar este proyecto, Ross se mudó a Washington, D.C., y se

convirtió en miembro de la facultad y analista infantil supervisor del Instituto

Psicoanalítico de Washington, y también se desempeñó como consultor psicoanalítico,

maestro y supervisor en otros institutos. Las contribuciones de Helen Ross al

psicoanálisis como supervisora, escritora, consultora y administradora fueron

considerables. Anna Freud, en una conmovedora carta a una de las hermanas de Ross

después de su muerte, describió su propia sensación de profunda pérdida al señalar con

gracia las cualidades personales que hicieron de Ross una figura tan formidable y

querida. "Para mí significa que algo inexpresablemente precioso se ha ido y nunca

volverá. La rara combinación de bondad e inteligencia, firmeza y dulzura, tolerancia y

agudeza de juicio, amistad y falta de exigencia de Helen era sólo suya. Espero que ella

supiera cuánto no sólo Yo, pero muchas otras personas sentían por ella. Estas cualidades

personales fueron acompañadas de una curiosidad intelectual indomable y una

determinación que la llevó desde el Medio Oeste de Missouri y Kansas al este hasta

BrynMawr y finalmente a Europa y Viena, donde encontró su vocación en uno de los

movimientos intelectuales más vibrantes del siglo XX. siglo.

23
Conclusión

El legado de Anna Freud es enorme y multifacético. A la vez que preservó los

hallazgos importantes de su padre, también desarrolló las ideas de éste para estudiar la

forma de actividad del yo con la realidad externa. Fue pionera en el trabajo

psicoterapéutico con niños. Por lo que puede acreditársele el inicio del trabajo en la

psicoterapia infantil con bases psicoanalíticas. Este enfoque implicó una considerable,

creativa y minuciosa modificación de la técnica psicoanalítica adulta.

Anna Freud fue la primera de varias mujeres que ejemplificaron un enfoque

característicamente femenino y, en su caso, maternal a la comprensión de la

personalidad y la conducción de la psicoterapia. A diferencia de su padre, ella hacía

hincapié en la creación de un ambiente de cuidado y cariño para los niños. Se enfocó en

el efecto que tenía en los niños la negligencia de los padres y la agitación social e

incluso inició hogares que proporcionaban un ambiente de protección y cuidado para los

24
niños que habían perdido a sus padres o que fueron separados de ellos. Anna Freud fue

una mujer bondadosa que habló y actuó en defensa del bienestar de los niños.

Con esta investigación hacia su persona también pudimos ver las diferentes caras

del psicoanálisis y también como la propia hija también tenía sus diferencias con las

ideas de su padre, ideas que sirvió para ir evolucionando cada vez las teorías que hasta

hoy en día pone de que hablar

25
Bibliografía

 Díaz-Soler, C. J. (2017). Anna Freud y la discusión sobre la formación de

los educadores. Pedagogía y Saberes, (46), 31-44.

 Biografía de Erik Erikson. (2010, 05 de mayo). psicoterapeutas.eu.

http://psicoterapeutas.eu/erik-erikson/

 Erik Erikson, psicoanalista. (1994, 13 de mayo). elpais.com.

https://elpais.com/diario/1994/05/14/agenda/768866402_850215.html

 Heinz Hartmann y la Psicología del Yo. (2012, 08 de diciembre).

psicoterapeutas.eu. http://psicoterapeutas.eu/heinz-hartmann-y-la-psicologia-del-yo/

 Torres, A. (2021, 08 de setiembre). Anna Freud: biografía y obra de la

sucesora de Sigmund Freud. psicologiaymente.com.

https://psicologiaymente.com/biografias/anna-freud

 Dorothy Burlingham psicoanalista infantil. (2020, 25 de enero).

heroinas.net. http://www.heroinas.net/2020/01/dorothy-burlingham-psicoanalista.html

 Thompson, Nellie L. (2021, 08 de setiembre). Ross, Helen (1890-1978).

encyclopedia.com. https://www.encyclopedia.com/psychology/dictionariesthesauruses-

pictures-and-press-releases/ross-helen-18

26
Anexo

27
28
29
30
A continuación, se citan enlaces a recursos digitales que serán de ayuda para una

mejor asimilación de los conceptos expuestos.

 https://www.goconqr.com/es/p/3118564-anna-freud-mind_maps

 https://prezi.com/u3-ms697y4t6/biografia-de-anna-freud/

 https://prezi.com/vs671jd5azon/teoria-de-anna-freud/

 https://www.youtube.com/watch?v=PxaQnXY0bEA&t=925s

Lo que más deseaba


Miss Freud era que el
psicoanálisis tuviera una
utilidad
terapéutica en la vida de
las personas,
especialmente en la de
los niños. A lo largo de
su vida se preocupó
mucho más de la
31
dinámica mental que de
su estructura. De ahí
que se interesara más por
el YO que por el ELLO,
y de esa parte
inconsciente de la
vida psíquica que tanto
apasionaba a su padre.
Anna Freud es
especialmente conocida
por su libro “El Yo y los
Mecanismos de
Defensa”. En sus
páginas explica cómo
32
funcionan cada una de
estas dinámicas,
dedicando un apartado
especial al uso de los
mecanismos de defensa
de los niños y
los adolescentes.
Así mismo también
ahondó en una idea
interesante, y es el hecho
de que la mayoría
de nosotros aplicamos
diferentes mecanismos

33
de defensa y que no hay
nada de
patológico en ello. El
enfoque de Anna Freud
no se centraba tanto en
los síntomas de
posibles anomalías,
como lo hizo su padre.
Buscaba también
combinar su prisma
teórico con una
psicología más al uso
que a todos nos fuera
útil, práctica.
34
Lo que más deseaba
Miss Freud era que el
psicoanálisis tuviera una
utilidad
terapéutica en la vida de
las personas,
especialmente en la de
los niños. A lo largo de
su vida se preocupó
mucho más de la
dinámica mental que de
su estructura. De ahí
que se interesara más por
el YO que por el ELLO,
35
y de esa parte
inconsciente de la
vida psíquica que tanto
apasionaba a su padre.
Anna Freud es
especialmente conocida
por su libro “El Yo y los
Mecanismos de
Defensa”. En sus
páginas explica cómo
funcionan cada una de
estas dinámicas,
dedicando un apartado
especial al uso de los
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mecanismos de defensa
de los niños y
los adolescentes.
Así mismo también
ahondó en una idea
interesante, y es el hecho
de que la mayoría
de nosotros aplicamos
diferentes mecanismos
de defensa y que no hay
nada de
patológico en ello. El
enfoque de Anna Freud

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no se centraba tanto en
los síntomas de
posibles anomalías,
como lo hizo su padre.
Buscaba también
combinar su prisma
teórico con una
psicología más al uso
que a todos nos fuera
útil, práctica.
Lo que más deseaba
Miss Freud era que el
psicoanálisis tuviera una
utilidad
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terapéutica en la vida de
las personas,
especialmente en la de
los niños. A lo largo de
su vida se preocupó
mucho más de la
dinámica mental que de
su estructura. De ahí
que se interesara más por
el YO que por el ELLO,
y de esa parte
inconsciente de la
vida psíquica que tanto
apasionaba a su padre.
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Anna Freud es
especialmente conocida
por su libro “El Yo y los
Mecanismos de
Defensa”. En sus
páginas explica cómo
funcionan cada una de
estas dinámicas,
dedicando un apartado
especial al uso de los
mecanismos de defensa
de los niños y
los adolescentes.

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Así mismo también
ahondó en una idea
interesante, y es el hecho
de que la mayoría
de nosotros aplicamos
diferentes mecanismos
de defensa y que no hay
nada de
patológico en ello. El
enfoque de Anna Freud
no se centraba tanto en
los síntomas de
posibles anomalías,
como lo hizo su padre.
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Buscaba también
combinar su prisma
teórico con una
psicología más al uso
que a todos nos fuera
útil, práctica.
Lo que más deseaba
Miss Freud era que el
psicoanálisis tuviera una
utilidad
terapéutica en la vida de
las personas,
especialmente en la de
los niños. A lo largo de
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su vida se preocupó
mucho más de la
dinámica mental que de
su estructura. De ahí
que se interesara más por
el YO que por el ELLO,
y de esa parte
inconsciente de la
vida psíquica que tanto
apasionaba a su padre.
Anna Freud es
especialmente conocida
por su libro “El Yo y los
Mecanismos de
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Defensa”. En sus
páginas explica cómo
funcionan cada una de
estas dinámicas,
dedicando un apartado
especial al uso de los
mecanismos de defensa
de los niños y
los adolescentes.
Así mismo también
ahondó en una idea
interesante, y es el hecho
de que la mayoría

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de nosotros aplicamos
diferentes mecanismos
de defensa y que no hay
nada de
patológico en ello. El
enfoque de Anna Freud
no se centraba tanto en
los síntomas de
posibles anomalías,
como lo hizo su padre.
Buscaba también
combinar su prisma
teórico con una
psicología más al uso
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que a todos nos fuera
útil, práctica

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